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LAICOS EN CO-
LOMBIA
IGNACIO MADERA VARGAS
SDS
ITINERARIO DE
UNA AVENTURA
SALVATORIANOS LAICOS EN COLOMBIA
SALVATORIANOS LAICOS EN
COLOMBIA
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SALVATORIANOS LAICOS EN COLOMBIA
Editado por:
Gustavo A. Ruiz Cano SDS
La Estrella, 3 de julio de 2012
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PRESENTACIÓN
La feliz circunstancia de presentar un informe para los generalatos de la Sociedad del Di-
vino Salvador, acerca de lo realizado por los Religiosos Salvatorianos Colombianos con
relación al movimiento de Salvatorianos Laicos, ha sido el origen de esta historia que he-
mos llamado “Itinerario de una Aventura”. Con este nombre queremos señalar la ilusión
que soporta a todos los que desde diversas opciones de vida queremos hacer presente en
la historia de nuestro país el carisma y la espiritualidad salvatoriana, herencia que nos ha
sido legada por el P. Francisco María de la Cruz Jordan, nuestro fundador.
Ir recorriendo los hechos de lo que ha sido la vida salvatoriana laica en este país nos dará
siempre la clara visión de estar armando una fuerza grande al interior de la Iglesia Colom-
biana, que irá mostrando su vigor y su valor al paso de los días y que irá llenando igual-
mente de ilusión a todos los salvatorianos del futuro. Esta historia ofrece la evidencia de
una búsqueda laical y comunitaria, que no puede ser abrogada por nadie en particular,
que viene de la inspiración del Espíritu y de la profunda convicción del valor de propuesta
de Francisco Jordan para vivir la vida con sentido cristiano radical con sentido cristiano
radical y asumir la historia en todo lo que ella nos exige de valentía, entereza y confianza
sin condiciones en la presencia siempre actual de Jesucristo Salvador. Que al socorrer
estas cortas páginas que crecerán como va creciendo la historia, dejemos que la fuerza del
espíritu salvatoriano llene de entusiasmo la aventura de hacer la historia cada día.
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1. UNA HISTORIA
Como fruto de estas inquietudes, se organizó una reunión promovida por una Comisión
nombrada por el Consejo Provincial de los Salvatorianos religiosos, y presidida por el P.
David Restrepo SDS, la cual congregó en Santafé de Bogotá a cerca de un centenar de lai-
cos de los diversos trabajos apostólicos. Allí se dio información y motivación acerca de la
idea jordaniana con relación al laicado. Participaron personas de Cartagena, Medellín, Cali
y Bogotá.
Sin embargo, los intentos anteriores no condujeron a una organización en serio, genera-
ron quizá motivaciones e inquietudes pero una vez terminados los eventos no hubo una
continuidad o pasos posteriores. Paralelamente a todo esto, venía reuniéndose desde
1976 un grupo de personas que habían formado parte de grupos juveniles en la Parroquia
del Divino Salvador de Bogotá, animados por los estudiantes salvatorianos de ese tiempo.
Algunos de entre ellos, acariciaban la idea de que los integrantes de estos grupos se con-
virtieran un día en los primeros Salvatorianos Laicos del país. Ellos, después de un proceso
de más de 10 años, deciden asumir, previo discernimiento, el liderazgo de la conformación
del movimiento en Colombia.
Se organiza una convivencia en la finca Santa Cruz de Sasaima (Cundinamarca), los días 16
y 17 de febrero de 1991 en la cual participan 12 personas y los Padres Ignacio Madera
Vargas SDS y Wilson Sabalza Negrete SDS. De allí sale la “Declaración de Sasaima” la cual
plantea la intención de asumir el liderazgo del movimiento hacia su consolidación futura,
igualmente se esbozan en un primer momento sus características en Colombia:
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Este grupo escribe al Consejo Provincial de los Salvatorianos del momento una carta en la
que, adjuntando la Declaración de Sasaima, pide ser reconocido en sus intenciones de
liderar el movimiento a nivel nacional. El Padre Provincial y su Consejo les responden que
sean un grupo más de tantos otros que supuestamente existían y les alaba sus buenas
intenciones y motivaciones. Ante esta respuesta, el grupo decide continuar con su ideal y
dejar que sea la realidad la que se encargue de mostrar su valor y vocación salvatorianas,
sin preocuparse por su oficialidad de cara a la vida religiosa.
Ante la inquietud por la carencia de una acción oficial de continuidad después del encuen-
tro promovido oficialmente por la comisión de los Salvatorianos, en Bogotá, el P. Luis Emi-
lio Obando SDS en diálogo con los PP. Ignacio Madera Vargas SDS y Wilson Sabalza Negre-
te SDS, deciden unificar esfuerzos e integrar a los grupos de Cartagena de Indias y Bogotá
que ellos asesoraban convocándolos a un Primer Encuentro Nacional, e invitar al grupo
orientado por el P. Mario Agudelo Roldán SDS en Manizales. Los esposos Dominique Ba-
yet Didier y Cristina Díaz, de Medellín, manifiestan al P. Ignacio Madera su interés por el
movimiento y son invitados a Cartagena. Se programa el “Primer Encuentro Nacional” que
conducirá a la constitución y organización de los Salvatorianos Laicos de Colombia en Car-
tagena de Indias, los días 14 y 15 de agosto de 1992.
La asamblea nombra como primer Coordinador Nacional a Carlos Alfonso Matiz Bulla de la
comunidad de Bogotá, Secretaria Nacional a Stela Morales Castillo y Tesorero a Mauricio
Rodríguez Godoy, de Bogotá. En las Coordinaciones de Comunidades Locales se nombra a
Lucía Stella Morales Castillo para Bogotá, Julio Santamaría López, para Cartagena de In-
dias, Dominique Bayet Didier, para iniciar y coordinar el movimiento en Medellín, y la co-
munidad de Manizales nombra a Alba Lucía Osorio de Arias.
De este encuentro de Cartagena surge la “Declaración de Cartagena” que traza los derro-
teros de la formación e inicia el diseño de lo que debe ser el Salvatoriano Laico Colom-
biano.
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A finales de 1992 el recién elegido Consejo Provincial de los religiosos salvatorianos, nom-
bra al P. Ignacio Madera Vargas SDS coordinador del trabajo de una comisión que fomente
el movimiento, con la participación de las Hermanas Salvatorianas, y por supuesto, de los
laicos. El Consejo pide al P. Ignacio nominar dos de sus cohermanos para integrar esta
comisión y él propone a los Padres Wilson Sabalza N. SDS y Mario Agudelo Roldán SDS.
Ella se complementa con el nombramiento por parte de las Hermanas Salvatorianas de la
Hna. María Helena Navarrete SDS. Esta comisión se empieza a denominar “Equipo Asesor
Nacional” y llama a participar en absoluta igualdad de condiciones al coordinador nacional
nombrado en Cartagena, Carlos Alfonso Matiz Bulla. Se constituye así en oficial el movi-
miento para las comunidades de religiosos salvatorianos(as) en Colombia.
La Hna. María Elena Navarrete SDS, inicia la conformación de un grupo integrado prefe-
rentemente por profesores(as), o antiguos profesores(as), del Colegio Divino Salvador de
Suba. Por diversas dificultades, tanto de los horarios de la Hna. María Helena como de
relación suya con la Coordinación Nacional, el grupo se acaba después de la participación
de algunos de ellos en el Encuentro Nacional de Bogotá y la renuncia de la Hermana a
formar parte del Equipo Asesor Nacional.
Del 12-15 de agosto de 1994 se realiza el Tercer Encuentro Nacional de los Salvatorianos
Laicos en Bogotá. Participan 43 laicos, 10 religiosos presbíteros, 3 hermanas Salvatoria-
nas, una novicia salvatoriana, todos los religiosos estudiantes (10). De aquí surge la “De-
claración de Santafé de Bogotá” que sitúa cada vez más el perfil y las características del
Movimiento. En este encuentro, Carlos Alfonso Matiz Bulla, presenta renuncia del servicio
como coordinador nacional por haber sido nombrado en un cargo en la rama judicial que
le imposibilita cumplir con sus responsabilidades en la coordinación. La Asamblea nombra
nueva coordinación nacional así:
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En los primeros días de agosto de 1994 el gobierno Provincial de las Hermanas Salvatoria-
nas, nombra para el Equipo Asesor Nacional a las Hermanas Helena Saray SDS y Carmen
Eugenia Mendigaña SDS, quienes participan activamente en el Encuentro Nacional de Bo-
gotá. Se cumple así la voluntad del mismo de ampliar la participación de las Salvatorianas
con dos integrantes y de los laicos con dos integrantes. La Asamblea decide que además
del Coordinador Nacional, sea el Tesorero Nacional el otro miembro del Equipo Asesor
Nacional. Este queda conformado de la siguiente manera:
Del 4 al 7 de agosto de 1995, dos días después de la iniciación de las celebraciones del
Centenario de la llegada de los Salvatorianos a Colombia, se realiza el Cuarto Encuentro
Nacional de los Salvatorianos Laicos en el Centro Vacacional de Comfenalco en Cartagena
de Indias. En él participan las nuevas comunidades creadas en Cartagena, Bogotá y Buca-
ramanga. La comunidad de Bucaramanga ha sido creada con personas que fueron parte
de las comunidades eclesiales de base de los años 1973-1974 y personas insertas en la
acción pastoral de la parroquia del Diamante II. Es asesorada por el P. Pedro Pablo Pardo
SDS. La nueva comunidad de Bogotá está siendo asesorada por la Hna. Helena Saray SDS.
En este momento es de interés el constatar la asesoría progresiva por parte de las Herma-
nas Salvatorianas a las comunidades de Salvatorianos Laicos. Después de atravesar por
algunas dificultades en lo tocante a la asesoría, la Comunidad de Medellín ha encontrado
en la Hna. Margoth Rozo SDS un acompañamiento estimulante y acertado.
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2. ACONTECIMIENTOS SIGNIFICATIVOS
- Las reuniones asiduas del Equipo Asesor Nacional (cada dos meses) integrado aho-
ra por salvatorianos, dos salvatorianas y dos salvatorianos laicos.
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Rubiela Giraldo de Arias, Adiela Loaiza Hincapié, Luz Helena Márquez, Lucy Rivera de Co-
rrales y Ema Rivera de Serna. Les acompañan hermanos de las Comunidades de Medellín
y Bogotá y concelebran los cohermanos de Manizales y el P. Germán Osorio SDS de los
Doce Apóstoles en Medellín.
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3. ESFUERZOS DE COLABORACIÓN
Los Salvatorianos Laicos colaboran en las acciones pastorales de las Parroquias Salvatoria-
nas de Manga (Cartagena de Indias), Madre del Salvador (Bogotá) y en la Comunidad Eme-
rano Roider, de inserción entre los pobres (Bogotá). Igualmente, se proyectan en comuni-
dades pobres que no son orientadas pastoralmente por los salvatorianos, como los barrios
Arroz Barato de Cartagena de Indias y El Nevado de Manizales.
Esta historia continúa, irá creciendo con la vida y luchas de cada salvatoriano colombiano.
Así, el sueño de Francisco Jordan se irá haciendo cada día realidad por los caminos de Co-
lombia. Cada uno tiene el derecho de sentirse feliz de ser parte de esta fascinante aventu-
ra.
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