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MATERIALES DE OBTURACION TEMPORAL

Introducción
El principal objetivo de la Odontología Restauradora es devolver la anatomía y funcionalidad a aquellas
piezas dentarias en donde existe una pérdida de sustancia y/o un debilitamiento de los tejidos, ya sea
consecuencia de traumatismos, malformaciones o la presencia de caries dental.
Definición
Son aquellos materiales que se utilizan para la reconstrucción parcial de las estructuras dentarias que se han
perdido por causas patológicas (caries, erosiones), protésicas (cavidades con fines protésicos) o traumáticas,
con el objeto de devolver al diente sus características anatómicas, funcionales y estéticas.
Requisitos
Un material ideal para obturación debe reunir una serie de requisitos a fin de resistir las condiciones del
medio bucal. Dentro de ellos se pueden considerar:
• Poseer una resistencia adecuada para soportar las fuerzas masticatorias.
• Ser resistentes a la abrasión de los dientes antagonistas durante la masticación.
• Tener baja solubilidad y desintegración a los fluidos bucales.
• Dar un buen sellado a la cavidad.
• Poseer baja conductibilidad térmica.

 Tener coeficiente de expansión y contracción térmica similar a las estructuras dentarias.


• Tener características estéticas agradables.
• Tener compatibilidad biológica con los tejidos bucales.

Clasificación
Los materiales de obturación se pueden agrupar de varias maneras, siendo una de las más aceptables la
clasificación de acuerdo con el tiempo de permanencia en la cavidad bucal.
Obturaciones temporales: están destinadas a permanecer en la cavidad un corto espacio de tiempo, días a
meses. Cumplen su misión durante el tiempo programado, resultando de fácil manipulación y económicas.

Oxido de Zinc.
Cemento de fosfato
Gutapercha, etc.
Amalgama
2. Obturaciones permanentes: deben durar muchos años
Oro: orificación y incrustación.
Incrustación de porcelana.
3. Obturaciones semipermanentes: duran un tiempo mayor de (2 a 4 años). Por las modificaciones de color y
a veces en su estructura solo pueden aceptarse como semipresenciales.

Cemento de silicato.
Resinas acrílicas autopolimerizables.
Mantienen sus condiciones especialmente la resistencia a los esfuerzos masticatorios.

Según su manipulación:
Teniendo en cuenta el estado que tiene el material al ser llevado a la cavidad.

1. Obturaciones plásticas:

Oxido de zinc y eugenol.


Cementos. Fosfato de zinc y silicato.
Amalgama
Resina acrílica.
Gutapercha.
2. Obturaciones sólidas:
Incrustación de oro.
Incrustación de porcelana.
Factores que deben tenerse en cuenta para la elección del obturante
Por el operador:
a) Habilidad de operador: adquiere la experiencia en el trabajo con los materiales y lógicamente se puede
convertir en un especialista si utiliza con preferencia algunos de ellos. Así cuando se preparan las cavidades
para incrustación de oro la confección de las mismas su cementación y comprobación llega a realizarse con
suma facilidad. Lo contrario ocurre cuando un determinado material se ha utilizado poco. Ejemplo: resinas
arílicas autopolimerizables.
b) Tiempo disponible: requiere un tiempo mínimo para las obturaciones de las cavidades en cada uno de los
obturantes y ello determina que unos materiales que requieren un tiempo de trabajo más largo que otros,
para poder conseguir la verdadera restauración, sean utilizados solo algunas veces, en tanto cuando se
dispone de poco tiempo sean elegidos otros.

Por el paciente:
a) Generales:
Estado de salud: nos indicará también la elección de un obturante con relación a otro. Ejemplo: un paciente
que ha sufrido intoxicación mercurial, no podrá usar la amalgama como obturante.
Edad: los dientes temporarios tendrán también una indicación y un material distinto a los dientes
permanentes, sobre todo si a ese diente temporario cronológicamente le queda poco tiempo para ser
sustituido. Ejemplo: Oxido de zinc y eugenol o cemento de fosfato de zinc.
Las personas mayores con dientes manchados y desgastado tendrán una exigencia de estética inferior que
los pacientes jóvenes.
Susceptible a caries: es muy importante en la elección del material de obturación ya que en los pacientes
muy propensos a caries debe predominar la duración del material de obturación a la estética en la mayor
parte de los casos en que no se pueden conseguir ambos requisitos.
Temperamento: los pacientes de temperamento nervioso requieren tratamientos cortos y pocos dolorosos,
por lo que este factor también determinará la elección del material obturante en el sentido de la economía
del tiempo de trabajo.
b) Locales:
Diente: la posición del diente es determinante en la mayor parte de los casos en cuanto a la elección del
material obturante. En los dientes anteriores debe predominar el material estético y además que cumplan
con la función encomendada. Ejemplo: cemento de silicato o resinas acrílicas.En los dientes posteriores se
deben tener en cuenta las condiciones de la fuerza de oclusión a ese nivel y por tanto se preferirá la
amalgama de plata o la incrustación de oro.
Tipos de cavidad:
Tipo de mordida: la mordida de borde a borde y la invertida nos obliga a ser cuidadosos en la elección del
material para dientes anteriores, especialmente para la IV clases. Aquí pudiera emplearse las resinas acrílicas
o la incrustación de oro con frente estético. La presencia de cúspides desgastadas nos hace pensar en
mordida fuertes que requerirán un material de obturación como la amalgama o el oro.
Estado de la pulpa: las pulpas fuertes y vigorosas de pacientes jóvenes soportarán mejor la preparación de la
cavidad y la ubicación del material de obturación. Las pulpas alteradas (pulpitis) o estados patológicos
pulpares que requieren la pulpotomía recibirán un tratamiento previo o la colocación de sustancias que
modifican la acción del obturante externo. Ejemplo: Ca (OH2 y Oxido de Zinc y Eugenol en cavidades
profundas)
Número de dientes presentes: los pacientes con todos sus dientes, conservarán mejor las restauraciones por
la distribución equitativa de las fuerzas de la masticación. Cuando el número de dientes remanentes es
escasos y se tiene que colocar un aparato protésico, las sustancias obturantes elegidas deben ser fuertes y
capaces de soportar el desgaste por fricción a que van a estar sometidos.
Requisitos para el obturante ideal:
1. Resistencia a los agentes mecánicos: el material obturante ideal debiera soportar los esfuerzos
masticatorios a que va a estar sometido durante la masticación, manteniendo su estructura. Ejemplo:
cemento de silicato no resiste las fuerzas masticatorias y por ello está indicado como material estético en
dientes anteriores. La amalgama si resiste los esfuerzos masticatorios y de ahí su empleo tan grande en las
restauraciones especialmente posteriores.
2. Inalterabilidad frente a los agentes químicos del medio bucal: el material obturante ideal debe
comportarse frente a los agentes químicos con los cuales va a estar en contacto en el medio bucal en forma
estable sin alteración.
El cemento de silicato sufre alteraciones con el tiempo frente a esos agentes y eso conlleva la desintegración
progresiva del material.
El oro no se altera y las amalgamas se alteran muy poco frente a los agentes químicos (acción de los sulfuros
provocados con oxidación) y mantienen su forma durante muchos años.
3. Invariabilidad de forma y volumen: esta condición es de gran importancia pues los cambios volumétricos
pueden ocasionar la salida del material de la cavidad o fractura de paredes y en otras ocasiones afectar a la
oclusión y la relación de contacto. Las técnicas adecuadas con el uso de los materiales ayudan mucho a evitar
estos inconvenientes, pero lo importante es la constancia de forma y volumen del material obturante. Esta
condición la tiene en alto grado el oro y las porcelanas por cocción.
4. Mala conductividad térmica y eléctrica: esta condición es de gran importancia pues la conducción térmica
y eléctrica afecta cuando es grande a la pulpa y por tanto el obturante ideal seria aquel que su conducción
fuera similar a la de los tejidos protectores de la pulpa. Los obturantes metálicos como la amalgama y el oro
son buenos conductores térmicos y eléctricos y ello nos obliga a utilizar por tanto un fondo aislador pulpar
que disminuya este efecto nocivo. Ejemplo: cemento de fosfato de zinc y oxido de zinc y eugenol.
5. Adaptabilidad o adherencia a las paredes de la cavidad para asegurar una unión hermética: esta propiedad
asegura el verdadero sellado que evitará la filtración de sustancias y la reinstalación de caries.
6. Armonía con el color del diente: esta condición es muy importante pues se puede lograr restaurar el
diente, pasando desapercibido el lugar de la cavidad preparada especialmente en los dientes anteriores.
Desgraciadamente la armonía de color no perdura mucho tiempo, además, no existen en la actualidad
materiales obturantes con armonía de color para dientes posteriores que ofrezcan suficiente resistencia y
duración.
7. Ausencia de la acción nociva sobre los tejidos dentarios y circundantes: es de gran importancia que la
sustancia obturante no afecte los tejidos dentarios y circundantes pues el daño ocasionado conlleva la mayor
de las veces la escarificación de los tejidos blandos, por esta razón se han dejado de utilizar algunos
obturantes y otros se emplean, pero con verdaderos fondos aislantes a fin de evitar el daño pulpar y a los
tejidos blandos.
8. Introducción fácil en la cavidad: la manipulación del material para su colocación en la cavidad debe ser
sencilla lo que además de disminuir el tiempo de trabajo hace que su manejo no sea difícil. La facilidad de
introducción del material obturante, así como su fácil retirada hacen que sea mayor la preferencia de su uso
por los profesionales.
9. Acción ligeramente antiséptica: muy conveniente pues ayuda en aquellos que la poseen a mantener un
medio impropio para EL DESARROLLO BACTERIANO y por tanto evitar la reinstalación de las caries.
10. Fácil remoción en caso de necesidad: cuando fuera necesario el material obturante debe ser de fácil
remoción con lo que se consigue evitar la deformación de la cavidad y el daño pulpar por el excesivo fresado
además del cansancio físico que ocasiona un trabajo difícil.
Hidróxido de calcio
El hidróxido de calcio Ca (OH)2 es una sustancia ampliamente utilizada en endodoncia desde su introducción
por Herman en 1920 (5).
Sus propiedades para controlar la inflamación, y su actividad antimicrobiana, lo hacen aconsejable para su
empleo como medicación tópica entre sesiones o como componente de materiales de obturación
temporarios y definitivos.
Es un material ampliamente utilizado en odontología conservadora de fácil manejo, sencilla aplicación y de
muy bajo coste.
El hidróxido de calcio es un polvo blanco, inodoro, que se obtiene por calcinación del carbonato cálcico:
Co3Ca = CaO + CO2; CaO + H2O = Ca (OH)2.
Éste es un compuesto inestable, susceptible de combinarse con el anhídrido carbónico del aire,
transformándose de nuevo en carbonato cálcico, por lo que se recomienda usar el producto recién
preparado y cerrar herméticamente el recipiente que lo contiene.
El hidróxido de calcio posee un pH muy alcalino (aproximadamente 12, 4), lo cual le confiere propiedades
letales sobre las bacterias.
Para que la medicación intraconducto sea eficaz, ésta debe penetrar en los túbulos dentinarios accediendo
así a los microorganismos alojados en ellos. Para esto, el profesional debe aumentar la permeabilidad
dentinaria utilizando durante la preparación del conducto hipoclorito de sodio y EDTA, para eliminar el
barrillo dentinario (6).
En cuanto al tiempo de aplicación, el hidróxido de calcio debe permanecer en el conducto al menos una
semana para lograr un pH altamente alcalino en la dentina interna (3).
Algunos autores (4, 7) recomiendan que en casos de grandes lesiones periapicales, el hidróxido de calcio se
deje por un periodo de 30 días en los conductos radiculares; realizando la reposición del mismo pasados 15
días después de la colocación inicial, porque este recambio contribuye de forma positiva a la reparación de
los tejidos periapicales.
Propiedades del hidróxido de calcio
• Eliminación de los microorganismos que puedan persistir en los conductos tras su preparación.
El efecto antibacteriano del hidróxido de calcio es debido al aumento del pH provocado al liberarse iones
hidroxilo, que inhibe el crecimiento bacteriano.
Hay autores (2, 8) que opinan que el efecto antibacteriano del hidróxido de calcio podría deberse a que éste
absorbe el dióxido de carbono, necesario para el desarrollo de muchas especies bacterianas.
Se ha comprobado que el hidróxido de calcio hidroliza la fracción lipídica de los lipopolisacáridos, presentes
en la pared celular de muchas bacterias anaerobias, favoreciendo la destrucción bacteriana (9).
• Reducción de la inflamación de los tejidos periapicales (8).
• Controla el absceso periapical: mediante una disminución del exudado persistente en la zona apical (8).
• Momificación de las sustancias orgánicas que puedan quedar en los conductos radiculares (8).
• Favorece la disolución del tejido pulpar, al combinar la acción del hidróxido de calcio con la irrigación de
hipoclorito de sodio (10).
• Previene la reabsorción inflamatoria radicular (11).
• Reparación hística periapical: En casos de periodontitis con osteolisis (12, 13) o posibles lesiones quísticas
(14), debido al efecto de actividad antimicrobiana (pH elevado) y de inhibición de la lisis ósea mediada por
las prostaglandinas.
• Mejora la acción anestésica: Ya que reduce la sensibilidad de la pulpa inflamada difícil de anestesiar en una
primera sesión (8).
• Previene o controla el dolor postoperatorio, mediante su acción antimicrobiana y antiinflamatoria. Sin
embargo, algunos autores (15, 16) opinan que el dolor postoperatorio no está relacionado solamente con la
presencia de bacterias, sino también con una irritación química o traumática provocada durante los
procedimientos operatorios tales como la sobreinstrumentación o un desbridamiento incompleto de los
conductos.
ndicaciones del hidróxido de calcio como medicación intracoducto
• En conductos radiculares con anatomía compleja con múltiples zonas inaccesibles a la instrumentación y a
la irrigación.
• En las periodontitis apicales y cuando se sospechen reabsorciones del ápice, en los que puedan
permanecer bacterias inaccesibles al tratamiento endodóntico (17, 18).
• En los casos en los que el profesional cuente con poca experiencia clínica y realice el tratamiento
endodóntico en varias sesiones.
• En pulpas necróticas, donde el operador no tiene la certeza de haber conseguido eliminar completamente
la infiltración bacteriana.
• En hemorragias pulpares, durante el procedimiento de extirpación pulpar.
• En tratamientos de apicoformación, en dientes permanentes jóvenes.
• En todos los tratamientos que se realicen en más de una sesión operatoria.

Modo de preparación
Cuando el hidróxido de calcio se usa como medicación temporal intraconducto, se emplean preparados que
no fraguan, y que se solubilizan y reabsorben en los tejidos vitales.
El vehículo más usado para ser mezclado con el hidróxido de calcio es el agua destilada, aunque entre los
más frecuentes también se encuentran la solución anestésica, clorhexidina, suero fisiológico,
paramonoclorofenol alcanforado, yodoformo y propilenglicol.
Para rellenar el conducto con hidróxido de calcio, se puede utilizar una pasta industrializada (ejemplo,
Calcipulpe®, Septodont®; Octocanal®, Clarben®); o preferiblemente preparar una pasta en el momento del
uso, utilizando hidróxido de calcio puro, en polvo, disponible en casas comerciales o fabricado por un
laboratorio farmacéutico (Figura 1).
En este caso el hidróxido de calcio en polvo debe mezclarse con un vehículo acuoso, de los anteriormente
citados, hasta obtener la consistencia deseada. Para ello, debemos poner sobre una loseta de vidrio
esterilizada una pequeña cantidad de hidróxido de calcio puro, y a su lado, algunas gotas de agua destilada
(Figura 2).
Luego mezclar con una espátula lentamente los dos componentes, llevando paulatinamente el polvo al
líquido, hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa (Figura 3).
Cuando se requiere prolongar la acción del hidróxido de calcio durante más de una semana, como ocurre en
los tratamientos de apicoformación, se recomienda un vehículo viscoso como el propilenglicol o la glicerina
(19, 20).
En casos de hemorragias pulpares provocadas por la extirpación pulpar o por una sobreinstrumentación del
conducto durante la primera visita; se debe mezclar el hidróxido de calcio hasta conseguir una pasta
consistente y colocarla en la cámara pulpar, atacándola dentro de los conductos con la ayuda de una lima
embolada en algodón, fabricada por el profesional (Figura 4).
La pasta de hidróxido de calcio debe llenar por completo la totalidad del conducto, para ello es útil realizar
una radiografía de comprobación. El hidróxido de calcio puro no es radiopaco, por lo que algunos autores (4)
recomiendan añadir a la mezcla de hidróxido de calcio una pequeña cantidad de yodoformo (Figura 5), que
aumentará considerablemente su radiopacidad para detectarlo radiográficamente (Figura 6). También
existen preparados comerciales de hidróxido de calcio con yodoformo (Metapex®, Metadental) u otros que
incorporan sulfato de bario para darle radiopacidad (Metapaste®, Metadental).
En los dientes en los que ha fracasado el tratamiento endodóntico, las bacterias más prevalentes son las
anaerobias facultativas, especialmente el Enterococcus faecalis; en estos casos se recomienda mezclar una
proporción de hidróxido de calcio con paramonoclorofenol alcanforado, obteniendo buenos resultados (21,
22).
Se realiza la introducción de la pasta acuosa de hidróxido de calcio en los conductos radiculares mediante un
léntulo preferiblemente manual (Handy lentulo®, Maillefer) (Figura 7), o con una lima, llevándolo hasta la
constricción apical.
Algunos autores (4) recomiendan que una vez se haya rellenado el conducto, se coloque una punta de
gutapercha del mismo calibre que el último instrumento utilizado, para evitar los espacios vacíos y para
facilitar el traspaso de una ligera cantidad de pasta más allá del foramen apical por su acción
antiinflamatoria, alcalinizante y antiexudativa.
Caliskan también apoya esta conducta en casos de lesiones crónicas con presencia de fístula (23).
Una vez llenado el conducto con hidróxido de calcio, debemos limpiar la cámara pulpar, colocar una bolita de
algodón y sellar adecuadamente la cavidad de acceso con un cemento temporal resistente, como el IRM® de
Dentsply Maillefer, ya que un mal sellado puede favorecer la filtración de saliva, la cual inhibirá la acción del
hidróxido de calcio, y esto llevará probablemente al fracaso del procedimiento

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