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Antofagasta, Chile.
2017
AGRADECIMIENTOS
ii
TABLA DE CONTENIDOS
Página
AGRADECIMIENTOS............................................................................................................. ii
RESUMEN .............................................................................................................................. ix
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 10
CAPÍTULO I
5.1. Utilización de coacción u otros procedimientos que obligan a actuar al instrumento ...... 29
5.5. Instrumento no calificado en delitos especiales y el que obra sin elemento subjetivo de la
autoría ................................................................................................................................. 46
iii
5.6. Autoría mediata a través de estructuras de poder organizadas. ..................................... 52
CAPÍTULO II
6. Análisis del delito de trata de personas del artículo 411 quáter del Código Penal ............ 115
6.1.2. El delito de trata de personas como ilícito que afecta la libertad de autodeterminación
......................................................................................................................................... 124
iv
6.1.3. La integridad moral................................................................................................. 128
protegido por el delito de trata de personas del artículo 411 quater ..................................... 134
6.2. Análisis de los elementos del artículo 411 quáter del Código Penal ............................. 136
6.2.2.5 Verbos rectores del inciso final del artículo 411 quater del Código penal ................ 143
v
6.2.3.5 Abuso de poder ...................................................................................................... 159
6.2.5. La trata de personas realizada con propósito de explotación sexual, trabajos o servicios
6.2.5.2 Trabajos o servicios forzados, servidumbre, esclavitud y otras prácticas análogas a esta
......................................................................................................................................... 172
CAPÍTULO III
La autoría mediata a la luz del inciso tercero del artículo 411 quáter del Código penal .. 192
2. Especialidad de las reglas de autoría del artículo 411 quáter. .......................................... 195
vi
4. Respeto de los principios generales que informal el Derecho penal sustantivo ................ 218
vii
RESUMEN
ix
INTRODUCCIÓN
10
discusión. La respuesta a dichos cuestionamientos estará orientada hacia la
exclusión en razón de argumentos que se pasarán a exponer.
Así las cosas, con el objeto de proponer una solución coherente con
nuestro sistema, se analizará el delito en comento a partir de la utilización
de los métodos exegético, sistemático, dogmático y jurídico. Poniendo
especial esmero en los últimos dos, puesto que, como veremos ut infra,
recurriremos a éstos para explicar en qué consiste y cómo opera el citado
delito y, en específico, qué problema se presenta en su relación con la
autoría mediata y cuál es sería una posible solución a la planteada
11
disyuntiva. Utilizando el método exegético, analizaremos la compleja
redacción y aplicación del artículo en comento y cuáles son los alcances de
su inciso final, de modo tal de establecer la estructura de la autoría y los
límites a la aplicación de la autoría mediata en el delito de trata de personas.
12
CAPÍTULO I
DE LA AUTORÍA MEDIATA
13
1. Aspectos criminológicos que otorgan a la autoría mediata
importancia relevante en el escenario penal actual
14
Estos factores han brindado oportunidad para la creación de nuevas
formas de criminalidad que hacen que, hoy en día, la figura de la autoría
mediata sea cada vez más frecuente dentro de grandes grupos de personas
organizadas con el fin último de delinquir. Tal es el caso de la criminalidad
organizada – como grupos mafiosos, paramilitares, etc. – o la criminalidad
económica o en la empresa.
1
CARNEVALI RODRÍGUEZ, Raúl. 2014. Hacia un injusto penal de la criminalidad organizada. Una
propuesta de lege ferenda. [En línea]. Revista de Derecho Universidad Católica del Norte (RDUCN), vol.
21, N°2. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
97532014000200003. [Fecha de consulta: 3 de mayo de 2017]
2
ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Laura. 2009. Criminalidad organizada y sistema de Derecho penal.
Contribución a la determinación del injusto penal de organización criminal. Editorial Comares, Granada.
pp. 61 y ss.
15
Como consecuencia de lo recién expuesto, puede decirse hoy sin
exageración que la criminalidad organizada alcanza una dimensión sin
precedentes3 y afecta a la práctica totalidad de los países, produciendo una
criminalidad grave y creciente que amenaza aspectos fundamentales de la
vida económica, social e institucional y que una amplia mayoría de la
población considera que debe ser combatida con prioridad 4.
3
BASSIOUNI, M.; VETERE, E. 1998. Towards understandig organized crime and it‟s transnational
manifestations. Organized Crime, a compilation of U.N. Documents 1975 – 1998. New York, p. 33;
HAUCK, P., PETERKE, S. 2010. Organized crime and gang violence in national and international law [en
línea]. International Review of the Red Cross, Vol. 92, Number 878 june 2010. Disponible en:
www.alnap.org/pool/files/irrc-878-hauck-peterke.pdf [Fecha de consulta: 13 de mayo de 2017].
4
DE LA CUESTA, José. 2001. El derecho penal ante la criminalidad organizada: nuevos retos y límites
[en línea]. En: GUTIÉRREZ – ALVIS, F., VALCÁRCE, M. 2001. La cooperación internacional frente a
la criminalidad organizada. Sevilla, p. 85. Disponible en:
http://www.ehu.eus/documents/1736829/2010409/CLC%2B53%2BEl%2Bderecho%2Bpenal%2Bante%2
Bcriminalidad.pdf [Fecha de consulta: 13 de mayo de 2017].
5
CONVENCIÓN DE NACIONES UNIDAS CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA
TRANSNACIONAL. Artículo 2: „‟Grupo estructurado de tres o más personas que existe durante cierto
tiempo y que actúa concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos
tipificados con arreglo a la presente Convención con miras a obtener, directa o indirectamente, un
beneficio económico y otro beneficio material‟‟.
16
Como arguye Giménez – Salinas, la categoría de crimen organizado
debe quedar reservada para una forma superior de asociación criminal o las
más graves representaciones de estas colectividades. En base a ello,
propone una definición criminológica de organización criminal o grupo de
crimen organizado que interpreta adecuadamente el sentido de estas
agrupaciones y que justifica una especial respuesta penal, señalando que se
debe concebir como cualquier organización creada con el propósito expreso
de obtener y acumular beneficios económicos a través de su implicación
continuada en actividades predominantemente ilícitas y que asegure su
supervivencia, funcionamiento y protección mediante recurso a la violencia
y la corrupción o la confusión con empresas legales 6.
6
GIMÉNEZ SALINAS, Andrea. 2013. El crimen organizado. Barcelona: Ediciones Universidad Oberta
de Cataluña, p. 8.
7
CARNEVALI RODRÍGUEZ, Raúl. 2010. La criminalidad organizada. Una aproximación al Derecho
penal italiano, en particular la responsabilidad de las personas jurídicas y la confiscación. [En línea].
Revista Ius et Praxis, año 16, N° 2, pp. 273 – 330. Disponible en:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=s0718-00122010000200010#13 [Fecha de
consulta: 3 de mayo de 2017].
17
A ello debe sumare, en la mayoría de los casos, su gran capacidad
económica e influencias que pueden incluso, en las organizaciones más
poderosas, desestabilizar las instituciones políticas de un Estado a través de
la corrupción de sus funcionarios. O bien, en muchos otros casos, pueden
alcanzar un nivel transnacional que obstaculiza de manera significativa su
persecución, pues se requiere del esfuerzo conjunto de la comunidad
internacional, por medio de políticas homogéneas y de cooperación
judicial8. Este es el caso de actividades delictivas como el tráfico de armas,
de drogas, o bien, como es el objeto principal del presente estudio, de
personas.
8
CARNEVALI RODRÍGUEZ, Raúl. 2014. Ob. cit., [Fecha de consulta: 3 de mayo de 2017].
18
crimen organizado9. Y es que al flexibilizarse los controles estatales para la
libre circulación de estos productos, a saber, capitales, servicios, mercancías
y personas, las organizaciones criminales pueden actuar con mayor libertad,
sobre todo respecto de aquellas asociaciones que presentan un carácter
transnacional.
9
En esta dirección, PAREDES CASTAÑÓN, José. 2003. Sobre el concepto de Derecho penal del riesgo:
algunas notas. Revista de Derecho penal contemporáneo, DPCC, N° 4, p. 19.
19
Las posiciones doctrinales están divididas, algunos optan por
considerarlos partícipes, mientras que para otros son autores. Para Díaz
Marín de Espinosa Ceballos, el superior jerárquico corresponde al título de
cooperador necesario, ya que pese a tener dominio negativo del hecho, no lo
tiene positivamente pues deja en manos de terceros el éxito del acontecer
típico10.
Por otro lado, la posición que sostiene que los superiores jerárquicos
responden como autores, se subclasifica en quienes postulan que es un caso
de autoría mediata y quienes postulan que es coautoría.
10
MARÍN DE ESPINOZA CEBALLOS, Elena. 2002. Criminalidad de empresa. La responsabilidad penal
en las estructuras jerárquicamente organizadas. Valencia, Tirant lo Blanch, p. 29.
20
„‟hombre de atrás‟‟ que actúa dolosamente 11. Asimismo, pude ser posible
ejercer presión sobre un instrumento humano para que este realice un delito
económico, como por ejemplo, que ejecute acciones tendientes al blanqueo
de capitales.
11
MARTÍNEZ – BUJAN, Carlos. 1998. Derecho penal económico. Parte general. Valencia, Tirant lo
Blanch, p. 494.
12
CURY, Enrique. 1985. El concepto de autor mediato como categoría imprescindible en la interpretación
de la ley penal chilena. Revista Chilena de Derecho. Vol. 12 N° 1, p. 37.
13
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Nociones Fundamentales de la Teoría del Delito. Tomo II, 4a Ed.
Santiago: Editorial Jurídica de Chile. p. 386.
21
„‟de propia mano‟‟ - los presupuestos del tipo penal, siéndole objetiva y
subjetivamente imputable el hecho punible‟‟ 14. Asimismo, para Díaz y
García Conlledo la autoría inmediata, comúnmente llamada directa, se da
cuando „‟el sujeto realiza la acción típica, determina el hecho de modo
completo por sí solo y sin hacerlo a través de otro que actúa como
instrumento‟‟15.
14
POLITOFF, Sergio; MATUS, Jean; RAMÍREZ, María. 2004. Lecciones de Derecho Penal Chileno:
Parte General. 2a Ed. Santiago: Editorial Jurídica de Chile. p. 400.
15
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel. 1991. La autoría en el Derecho Penal. Barcelona:
Promociones y Publicaciones Universitarias, PPU. p. 639.
16
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob. cit., p. 401.
17
BACIGALUPO, Enrique. 1996. Manual de derecho penal. Parte general. Tercera Edición. Editorial
Temis S.A. Santa Fe de Bogotá, Colombia. p. 189.
22
Para Mezger autor mediato es el que admite que otra persona, de la
que se sirve como instrumento, realice para él mismo, total o parcialmente,
el tipo de un hecho punible 18.
18
MEZGER, Edmund. 1985. Derecho Penal. Parte general. Cárdenas Editor y Distribuidor. Tijuana,
México. p. 309.
19
CURY, Enrique. 1985. Ob. cit., p. 38.
20
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit., p. 402.
23
„‟hace ejecutar el hecho mediante otro cuya voluntad, según parámetros
jurídicos, no es libre, o que no conoce el sentido objetivo de la acción de su
comportamiento o lo abarca en menor medida que el sujeto de detrás o que
es sustituible a voluntad en el marco de una maquinaria de poder organizada
- dominio de la voluntad -‟‟21.
21
ROXIN, Claus. 2000. Autoría y dominio del hecho en el Derecho Penal. Traducido por CUELLO
CONTRERAS, Joaquín; SERRANO GONZÁLEZ DE MURILLO, José Luis. 7 a Ed. Madrid: Marcial
Pons. p. 337.
22
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit., p. 338.
24
autónoma en relación al hecho punible, por ello, se le va a considerar
plenamente responsable del mismo. En relación al ejecutor inmediato, la
persona de atrás tiene un dominio exclusivo del hecho. El hecho le
pertenece porque es el único que interviene en el proceso lesivo con
conocimiento y voluntad en la realización del tipo penal.
23
MÁRQUEZ CÁRDENAS, Álvaro. 2004. La autoría mediata en el Derecho penal. Bogotá, Colombia,
Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, p. 122.
24
ZAFFARONI, Eugenio. 1986. Manual de derecho penal. Cardenas Editor y Distribuidor. Tijuana,
México. p. 609.
25
conforme a una estructura vertical se corresponde con la figura del autor
detrás del autor.
26
inmediato, sin necesidad de llegar a un acuerdo ni de tomar parte en la
ejecución material del hecho 25.
25
ZAFFARONI, Eugenio. 1986. Ob. cit., p.610.
26
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel. 2008. Autoría y participación. [en línea]. Revista de Estudios
de la Justicia, REJ. N° 10, 2008. Disponible en:
http://www.rej.uchile.cl/index.php/RECEJ/article/view/15219. [Fecha de consulta: 10 de enero de 2017].
27
Desde luego, el punto de partida de esta exposición ha de ser siempre
el tipo legal. De ese modo, la cuestión de los límites dentro de los cuales
resulta admisible una autoría mediata se traduce en un problema de la parte
especial, ya que el principio de legalidad obliga a mantenerse aquí
firmemente vinculado al correspondiente tipo de delito 27.
27
RODRÍGUEZ MOURULLO, Gonzalo. 1997. Comentarios al Código Penal Español. Madrid: Editorial
Civitas. p. 476.
28
BACIGALUPO, Enrique. Ob. cit., p. 191.
28
domina la realización del tipo que ejecuta un tercero y porque coacciona o
aprovecha la falta de libertad volitiva por otras razones del instrumento, o
provoca o aprovecha un error que resta voluntad del ejecutor, o se sirve de
un órgano, sometido al hombre de atrás, que constituye una maquinaria de
poder organizada29.
29
ROXIN, Claus. 2000. p. 337.
30
ROXIN, Claus. 2000. p. 303.
31
ROXIN, Claus. 2000. 167p.
29
aprovecha una ya existente para que realice una determinada conducta,
aunque este último supuesto es más controversial32. En otras palabras, no
basta una mera influencia en la voluntad del que actúa, sino que el
fundamento de este grupo de casos es la falta de voluntad libre del
instrumento.
32
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel. Ob. cit., 2008. 10p. . [Fecha consulta: 13 de enero de 2017]
33
FONTÁN BALESTRA, Carlos. 1957. El elemento subjetivo del delito. Buenos Aires: Editorial De
Palma. 154p.
34
RÍOS, Jaime. 2006. De la autoría mediata en general y de si en Chile su inexpresividad legal constituye
una laguna de punibilidad. Tesis para optar al grado de Magíster en Derecho Penal. Talca, Chile,
Universidad de Talca, 2006. 3p.
30
quienes ocasionaron el desplazamiento violento del cuerpo o el acto reflejo
resultan autores inmediatos 35.
35
BACIGALUPO, Enrique. Ob. cit., p. 191.
36
FONTÁN BALESTRA, Carlos. Ob. cit. 155p.
37
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel. 2008. Ob. cit., p. 11. [Fecha consulta: 13 de enero de 2017]
38
RÍOS, Jaime. 2006. p. 4.
39
ROXIN, Claus. 2000. p. 167.
31
niegue y después, persuadido por un tercero, se decida a ejecutar el hecho,
el que coacciona es autor mediato y el que persuade sólo puede ser inductor.
Por otro lado, opina Bacigalupo, que el que obra coaccionado lo hace
con dolo y tiene, en consecuencia, dominio de la acción para cuya ejecución
se lo coacciona y consecuentemente tiene también la posibilidad de obrar de
otra manera. Por lo anterior, piensa que el que coacciona es un instigador
que siembra el dolo en el autor, no importando para nada que el dolo lo
haya creado mediante persuasión o coacción40.
40
BACIGALUPO, Enrique. Ob .cit. p. 192.
41
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit. p. 144.
32
segundo comienza en esa oportunidad con los actos tendientes a
concretarlo42.
Por otro lado, de acuerdo a Garrido Montt, el que usa fuerza para
obligar a otro a cometer delito debe actuar con dolo directo con relación a la
acción de fuerza 43. Ello implica que dirija su acción de coacción
precisamente a la obtención de que el tercero realice el hecho descrito por el
tipo penal.
42
MÁRQUEZ CÁRDENAS, Álvaro. 2006. La coacción como forma de instrumentalización de la autoría
mediata [en línea]. Revista Diálogos de Saberes, N° 24, Enero – Junio 2006. 109 – 134 pp. Disponible en:
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2740973.pdf [Fecha de consulta: 15 de marzo de 2017].
43
GARRIDO MONTT, Mario. 1984. Etapas de ejecución del delito: Autoría y participación. Revista
Jurídica de Chile, 285p.
33
decir, constituya violencia considerable o amenaza o peligro para la vida o
integridad física del amenazado o para un allegado suyo 44.
44
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit. p. 185.
45
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob. cit., p. 409.
34
mediato de las circunstancias del tipo con respecto al instrumento 46. O, en
otras palabras, el hombre de atrás tiene el dominio de la voluntad, pues es
quien tiene el conocimiento sobre las circunstancias de hecho que
conforman el tipo objetivo.
46
BACIGALUPO, Enrique. 1996. Manual de Derecho penal. Parte general. 3° ed., Editorial Temis, Santa
Fe de Bogotá, Colombia. p. 192.
47
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit. p. 199.
48
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob cit., p. 408.
35
Lo mismo acontece en el ejemplo otorgado por Cury: un médico que
dolosamente hace que la enfermera de buena fe inyecte al paciente una
dosis mortal de morfina, haciéndola creer que se trata de un medicamento
inofensivo.49 El médico es autor mediato del delito de homicidio o lesiones.
36
consistente en que cualquiera que, en conocimiento de la situación de error
en que se encuentre un instrumento que actúa sin dolo o culpa, siente una
condición para el resultado, tiene el dominio del hecho y por ello es autor
mediato53.
53
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit., p. 178.
54
MÁRQUEZ CÁRDENAS, Álvaro. 2006. Ob. cit., p. 113.
55
El razonamiento planteado por Márquez Cárdenas se explica del siguiente modo: La vecina es autora
mediata del homicidio del niño, a pesar de que si la madre actuara con dolo, la acción de la vecina sería
únicamente de complicidad. También es cierto que si la vecina no hubiera realizado acción alguna, aun
conociendo el error de la madre y pudiendo impedir el resultado, no habría podido ser responsabilizada del
homicidio, puesto que ella no tenía posición de garante y no podría ser, por tanto, autora de un delito de
homicidio por comisión por omisión. Sin embargo, en tanto que ella entra voluntaria y activamente en los
acontecimientos, la vecina es la única que actúa conscientemente para la destrucción de la vida del niño y,
por ser la figura central del acontecimiento, puede ser considerada autora mediata.
37
reconducir su acción hacia el resultado, de tal forma que el dominio del
hecho surge porque el actuar finalista del sujeto de atrás, con un superior
conocimiento, le proporciona la supradeterminación final del curso causal 56.
Todo esto se fundamenta en la circunstancia que el instrumento no doloso
sometido a error no actúa en su específica cualidad humana, por lo que
nunca podrá ostentar el dominio del hecho.
56
HERNÁNDEZ PLASENCIA, José. 1996. La autoría mediata. Granada, Editorial Comares, p. 176.
57
GÓMEZ RIVERO, María. 1995. La inducción a cometer el delito. Valencia, Editorial Tirant lo Blanch,
p. 187.
38
En estos supuesto, como apunta Roxin58, a diferencia de lo que ocurre
cuando la apreciación de la autoría mediata se debe al empleo de coacción,
el hombre de atrás no llega a dominar al autor en el sentido de privarle de su
voluntad, puesto que es él quien en última instancia decide si realiza la
acción, en apariencia atípica, que se le propone. De esta manera se observa
cómo el autor actúa ajeno a las consecuencias de su actuación, siendo el
autor mediato quien le impulsa a actual aparentando pretender
exclusivamente un resultado atípico, y ocultándose, en definitiva, las
circunstancias que la inhibirían de realizar la conducta que se le propone.
39
modos: como disimulando al ejecutor directo las circunstancias del hecho,
según las cuales a él le ampararían una causa de justificación o de
culpabilidad que sugerirían la autorización legal de una conducta que en
realidad sigue siendo prohibida, o dando al suceso un sentido distinto,
mediante la sustitución de uno por otro completamente ajeno a la víctima
del hecho. En consecuencia, es estos supuestos es el que maneja desde atrás
el que decide sobre la estructura del hecho y por ello el hecho puede
reputarse como suyo60.
ejemplo: el caso de un ladrón que le pide a un tercero que le alcance una cartera, y éste cumple con el
pedido por caballerosidad, sin sospechar que en realidad lo que hace es sustraer una cosa ajena. El ladrón
es quien ha realizado el tipo de hurto, mientras que quien realizó la acción directamente sólo ha sido una
herramienta ciega del plan que el delincuente tuvo a la vista.
60
ROXIN, Claus. 1970. Ob. cit., p. 71.
61
En este sentido opina KIENAPFEL, Diethelm. 1984. Strafrecht Allmeiner Teil. AT, Revista Kritische
Justiz, p. 56. Insiste este autor en el superior conocimiento del sujeto de atrás.
62
ROXIN, Claus. 1970. Ob. cit., p. 177.
40
Respecto a los casos de autoría mediata por error de prohibición, es
tratado por algunos autores, como Bacigalupo y Márquez Cárdenas bajo el
grupo de instrumentos que carecen de capacidad para motivarse de acuerdo
a la norma63, por su parte, Politoff, Matus y Ramírez, lo explican dentro de
aquellos supuestos donde el intermediario o instrumento está amparado por
una causal de exculpación. En todo caso, cualquiera sea la estructura que se
siga, lo relevante es tener presente que en este supuesto el instrumento actúa
antijurídicamente y con dolo, sin embargo, su culpabilidad aparece excluida
por la presencia de una causal de exculpación, sea ella la ausencia de
capacidad para ser culpable – situación que trataremos respecto de los
inimputables – o la inexigibilidad de otra conducta – por miedo insuperable
o fuerza moral irresistible, producida a través de la coacción del autor
mediato, caso que según parte de la doctrina aparece recogido en el artículo
15 N° 2 del Código penal64.
63
MÁRQUEZ CÁRDENAS, Álvaro. 2004. Ob. cit., p. 141; BACIGALUPO, Enrique. Ob. cit., p. 192.
64
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob. cit., p. 409; LABATUT, Gustavo. Ob. cit. p. 197.
41
5.3. Utilización de inimputables
65
CURY, Enrique. 2005. Derecho penal. Parte general. 7° edición. Santiago: Ediciones Universidad
Católica de Chile, p. 607.
66
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob.cit., p. 409.
42
manifestaciones de la autoría medita clásica, en el entendido que, a
diferencia de los otros casos, no se requiere sino verificar la inimputabilidd
del ejecutor para poder imputar al hombre de atrás.
43
5.4. Instrumento que actúa conforme a derecho
67
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob .cit., p. 408.
44
los hechos ha mantenido el dominio del hecho, o de la voluntad, en este
caso68.
68
BACIGALUPO, Enrique. Ob. cit., p. 196.
69
POLITOFF; MATUS; RAMIREZ. Ob. cit., p. 408.
45
5.5. Instrumento no calificado en delitos especiales y el que obra sin
elemento subjetivo de la autoría
Son disímiles las clasificaciones utilizadas por los autores para tratar
este supuesto de autoría mediata, algunos lo estudian bajo el epígrafe de
autoría mediata en delitos de infracción de deber, otros, como Politoff,
Matus y Ramírez, lo estudian bajo el apartado de „‟delitos especiales de una
persona calificada – intraneus – a través de una no calificada – extraneus –
que actúa dolosamente‟‟, dentro de los supuestos donde el instrumento
realiza una conducta objetivamente atípica 70. Asimismo, Díaz y García
Conllevo trata estos casos de autoría mediata dentro de aquellos supuestos
de „‟instrumento doloso no cualificado, de utilización de cualificado por no
cualificado y de instrumentos dolosos sin intención‟‟ 71. Y, Bacigalupo
utiliza el título que he utilizado ut supra72.
En los delitos especiales solo puede ser autor un sujeto que tenga la
calificación de autor exigida para el delito – por ejemplo, un funcionario
público o un juez -. Los sujetos que posean calificación se designan
intraneus y los que no la poseen extraneus. Un Contralor Municipal que
pide a un amigo, no funcionario, solicitar dinero a un proveedor del
Servicio y para que ese empleado municipal firme el Decreto Alcaldicio
70
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob. cit., p. 405.
71
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel. 2008. Ob. cit., p. 25. [Fecha de consulta: 4 de marzo de
2017].
72
BACIGALUPO, Enrique. Ob. cit., p. 193.
46
que ordena el pago de servicios prestados por tal proveedor. El Contralor es
intraneus y el amigo extraneus.
73
BACIGALUPO, Enrique. Ob.cit., p. 193.
47
desaprobado es autor mediato, pues, con el objeto de vulnerar el deber
especial que le compete, produce el menoscabo del bien jurídico descrito en
el tipo. Bien lo grafica Gimbernat, quien pone de manifiesto que en este
caso el intraneus no tiene dominio del hecho, ya que su comportamiento se
limita a aconsejar, pues el ejecutor es el que domina el hecho, el que, si le
da la gana, lo cometerá y, si no le parece bien, no 74.
Sin embargo, las salidas a este problema son muy variadas en sus
argumentos. Welzel, por ejemplo, explica el dominio del hecho mediante el
concepto de „‟dominio social‟‟, derivado de la calificación del que obra
detrás del instrumento75. Roxin sostiene que en la medida en que el
extraneus conoce la situación de hecho y de derecho igual que el intraneus
tiene él el dominio del hecho y no el intraneus y para fundamentar la
punibilidad modifica el sistema de la accesoriedad 76.
48
activo. Lo que debe dominarse por el sujeto calificado, único que puede ser
autor, es el hecho que infringe el deber 77. En este sentido, no hay ninguna
diferencia con un delito no especial. En estos casos el dominio del hecho de
la infracción del deber sólo puede tenerlo el sujeto del deber y no quien
carece del mismo.
77
BACIGALUPO, Enrique. Ob. cit., p. 194.
78
BACIGALUPO, Enrique. Ob. cit., p. 195.
49
hecho al intraneus, porque, dicha argumentación no va mucho más allá de
decir que un extraneus no puede ser autor de un delito especial, sin que
quede claro por qué deba pasar la autoría al intraneus que no realiza la
acción típica.
50
conducta típica, concurriendo en el inductor y no en el inducido el elemento
subjetivo79.
Desde el punto de la teoría del dominio del hecho estos casos ofrecen
la siguiente dificultad: el que obra con dominio del hecho – dolosamente –
carece del elemento subjetivo de la autoría – el ánimo de apropiación en el
hurto -, razón por la cual no puede ser autor. El que obra por detrás tiene el
elemento subjetivo de la autoría, pero carece de dominio del hecho. Si la
autoría depende de la conjunción de ambos elementos en la misma persona
parecería que ninguno de los dos ha obrado como autor.
79
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel. 2008. Ob. cit., p. 16. [Fecha de consulta: 4 de marzo de
2017].
80
WELZEL, Hans. Ob. cit., p. 115.
81
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit., p. 341.
82
BACIGALUPO, Enrique. Ob. cit., 195.
51
dolosamente en el caso que nos ha servido de ejemplo quiere apropiarse de
la cosa sustraída, aunque para entregárselos a otro y ello es suficiente para
configurar el ánimo de lucro‟‟ del hurto, porque este no es un delito de
enriquecimiento, sino que de substracción.
83
ROXIN, Claus. 2000. p. 271.
52
Para Roxin en estos casos existe una instrumentalización del ejecutor
doloso a través de un aparato organizativo de poder. Arriba a esta teoría,
particularmente, a partir del proceso Eichmann, en Jerusalén, pero también,
en un contexto distinto, el proceso Staschynski, en la República Federal de
Alemania (RFA), condujeron a desarrollar criterios que permitieran abarcar
como autores, tanto al ejecutor inmediato como a los que desde atrás
organizaban los crímenes y daban las órdenes.
84
ROXIN, Claus. 1998. Autoría y dominio del hecho en Derecho Penal. Traducido por CUELLO
CONTRERAS, Joaquín; SERRANO GONZÁLEZ DE MURILLO, José Luis. Madrid: Marcial Pons. p.
272.
53
La figura del autor ejecutor debe ser absolutamente reemplazable, de
modo tal, de no poder en riesgo la organización de poder, situación que
mantiene al autor inmediato como dominante de su propia acción y, al
mismo tiempo, como instrumento del sujeto de detrás.
54
dominio del hecho respecto de la o las acciones que se ejecuten por los
autores inmediatos.
86
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit, p. 272.
87
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit, p. 274.
88
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit, p. 273.
55
intermediario, que es mero engranaje de una gigantesca máquina45; el
dominio no recae sobre voluntad concreta sino indeterminada ya que,
cualquiera sea el ejecutor, el hecho igual se producirá 89.
89
AMBOS, Kai. 2002. El nuevo Derecho Penal Internacional [en línea]. México, Instituto Nacional de
Ciencias Penales, Disponible en: https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-
internacional/article/view/104/157 [Fecha consulta: 14 de enero de 2017].
90
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit, p. 279.
91
MONTOYA, Mario. 2004. Mafia y Crimen Organizado. Buenos Aires: Ah – Hoc Editorial. p. 296.
56
ejecutor inmediato y, cuarto, la considerablemente elevada disponibilidad al
hecho del ejecutor.
Respecto del poder de mando, el autor mediato sólo puede ser quien
dentro de una organización rígidamente dirigida tiene autoridad para dar
órdenes y la ejerce para causar realizaciones del tipo. Por ejemplo, el
comandante de un campo de concentración nazi era, por tanto, autor
mediato de los asesinatos ordenados por él, aunque él mismo actuara por
indicación de cargos superiores. De ahí que pueden encontrarse en los
distintos niveles de la jerarquía de mando varios autores mediatos en
cadena92.
92
ROXIN, Claus. 2006. El dominio de la organización como forma independiente de autoría mediata. [en
línea]. Revista de Estudios de la Justicia, N° 7, p. 244. Conferencia pronunciada el 23 de marzo de 2006
en la clausura del curso de doctorado „‟Problemas fundamentales del Derecho penal y la Criminología‟, de
la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla. Traducción por: GÓMEZ NAVAJAS, Justa. Disponible en:
https://www.google.cl/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=10&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKE
wiyqZzunM_VAhXGH5AKHUdIAFAQFghgMAk&url=http%3A%2F%2Fwww.defensesociale.org%2Fx
vicongreso%2Fusb%2520congreso%2F2%25C2%25AA%2520Jornada%2F02.%2520Panel%25207%2F3
.%2520Roxin%2C%2520C.Dominio%2520de%2520organizacion.pdf&usg=AFQjCNEHZUZvJC7nouzG
aV8qtKdwHVxsXg [Fecha de consulta: 3 de mayo de 2017]
93
Entre ellos, AMBOS, Kai. 2011. Sobre la „‟organización‟‟ en el dominio de la organización. Revista
para el análisis del Derecho, INDRET, p. 15; MUÑOZ CONDE, Francisco. 2011. Willensherrschaft im
Rahem „‟nichtrechtsgelöster‟‟ Organiationen?, Festschrift für Roxin. Traducido por: MUÑOZ CONDE,
Francisco. p. 612 y ss.
57
haberse desvinculado del Derecho, mas no en toda relación, sino que sólo
en el marco de los tipos penales realizados por él. Y, esta desvinculación al
Derecho no depende ya de la manera como se juzgue el sistema político
anterior, sino de la actual valoración jurídica.
94
ROXIN, Claus. 2006. Ob. cit., p. 246.
58
dominio de la organización. Cuando una organización tiene que reclutar a
un especialista, ya que sólo él es el que está en condiciones de realizar
determinado delito, no puede desarrollarse desde un principio el modo de
obrar específico de la organización.
95
ROXIN, Claus. 2006. Ob. cit., p. 247.
59
6. La autoría mediata en el Código penal chileno
En primer lugar, la primera parte del número 1 del artículo 15, atañe
exclusivamente al autor inmediato o material, en tanto „‟toma parte en la
ejecución del hecho, sea de una manera inmediata y directa…‟‟. Es decir, se
refiere al autor inmediato o directo que ejecuta por sí mismo el hecho
delictivo, aquel que lleva a cabo su ejecución de propia mano o, como
96
Artículo 15 del Código penal chileno: „‟Se consideran autores:
1° Los que toman parte en la ejecución del hecho, sea de una manera inmediata y directa, sea impidiendo
o procurando impedir que se evite.
2° Los que fuerzan o inducen directamente a otro a ejecutarlo.
3° Los que, concertados para su ejecución, facilitan los medios con que se lleva a efecto el hecho o lo
presencian sin tomar parte inmediata en él‟‟.
60
señala Roxin, „‟quien comete el hecho delictivo de propio cuerpo, con el
propio cuerpo‟‟97.
97
ROXIN, Claus. 2000. p. 337.
98
ETCHEBERRY, Alfredo. 2005. Derecho penal, parte general. 3° edición. Santiago, Editorial Jurídica de
Chile, p. 88.
61
Ahora bien, la segunda parte del N° 1 del artículo 15 ha sido
entendida por la doctrina y jurisprudencia en una forma amplia,
prácticamente sin límites, motivo que la ha transformado en una de las
razones principales por las cuales se considera que nuestro Código adopta
un criterio muy extensivo de autor99.
Así las cosas, se suele incluir en este precepto a todos los que
intervienen para alejar a aquellas personas que podrían intervenir y ayudar a
evitar el delito, ya sea la policía 102, parientes 103 o, en general, a los que, sin
ejecutar el hecho por sí mismos, se ocupan de alejar los obstáculos que
99
YÁÑEZ, Sergio. 1975. Problemas básicos de la autoría y de la participación en el Código penal chileno.
Revista de Ciencias Penales. T. XXXIV, N° 1. Republicado en Política Criminal, N°1, 2006. p. 4.
100
ETCHEBERRY, Alfredo. Ob. cit. p. 88.
101
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob. cit., p. 398.
102
ETCHEBERRY, Alfredo. Ob. cit., p. 92.
103
CURY, Enrique. 1973. Orientación para el estudio de la Teoría del delito. 2° edición, Colección
Universidad y Estudio. Ediciones Nueva Universidad (UC), Santiago, Chile. p. 267.
62
podrían impedir realizarlo a los ejecutores directos 104 o a los que permiten,
con su conducta, que otros puedan ejecutarlo con seguridad.
104
NOVOA, Eduardo. 2005. Curso de Derecho penal chileno: parte general. Tomo I., Editorial Jurídica de
Chile, p. 209.
105
YAÑEZ, Sergio. 1975. Ob. cit., p. 5.
63
empujar a un tercero no realiza una acción, sino que sólo un movimiento
corporal involuntario y desprovisto de finalidad.
Este caso es explicado, entre otros, por Garrido Montt, para quien la
figura del autor mediato se encontraría amparada a la luz del numeral
primero del artículo 15, pues el sujeto tomaría parte directa e inmediata en
la ejecución del hecho, empleando al efecto un instrumento humano, vale
decir, su forma de cometer el hecho es recurriendo a otra persona para que
consume su designio, de igual modo que si empleara un artefacto o un
animal106, aunque el símil sea antipático. El autor mediato emplea a otro
como medio de ejecución, demo tal que este sujeto ignore lo que realmente
está realizando o va a realizar.
106
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. p. 402.
107
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. p. 403.
64
Para Cury108, habría que distinguir si el sujeto mediato, o sea, el
utilizado, comparte o no el dolo del autor, lo que significaría tratar al sujeto
como simple instrumento sin dolo o como un sujeto que participa, que
puede ser un coautor o un cómplice. Para el concepto clásico de autoría
mediata – en términos simples: utilizar a otro – el médico que pasa una
jeringa con un medicamento equivocado a la enfermera para provocar la
muerte del paciente sería autor mediato y la enfermera una autora directa e
inmediata, sin embargo, como no tiene dolo, resulta difícil sostener su
participación. Ahora bien, si consideramos que la enfermera es un simple
instrumento, el médico sería un autor directo e inmediato.
108
CURY, Enrique. 1985. Ob. cit., p. 69.
65
instrumento de ejecución, y vis compulsiva, que es la fuerza empleada en
contra de una persona para obligarla a adoptar una resolución delictiva109.
109
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit., p. 405.
110
ETCHEBERRY, Alfredo. Ob. cit., p. 91.
111
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit., p. 406.
66
redacción del numeral segundo, el sujeto forzado no realiza delito pues no
ejecuta acción, sino un movimiento corporal sin un fin dirigido.
112
YÁÑEZ, Sergio. 1975. Ob. cit., p. 14.
113
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob.cit., p. 404.
114
YÁÑEZ, Sergio. 1975. Ob. cit., p. 14.
115
POLITÓFF, Sergio, MATUS, Jean; RAMÍREZ, María. 2004. Ob. cit., p. 427.
67
formado de antemano la resolución de delinquir, ni cuando sólo se ofrecen
consejos vagos relativos a la conveniencia de entregarse a la vida delictual.
68
En el tercer caso, mero consejo, para Pacheco no llegaba a existir una
verdadera inducción.
117
CARRARA, Francesco. 1874. Opusculi di dirito criminale. Vol. IV, Lucca. Traducido por: ORTEGA,
José; GUERRERO, Jorge. 1978. 2° edición, Bogotá: editorial Temis.
69
para ejecutar un hecho típico y antijurídico y siempre es para cometer un
delito, o sea se dirige al autor, no hay inducción para la complicidad 118.
118
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit., p. 405.
119
YÁÑEZ, Sergio. 1975. Ob. cit., p. 14.
120
Entre ellos, GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit., p. 404;
70
instigador deviene inductor, autor mediato o cómplice, si no tiene dominio
del hecho.
121
MUÑOZ CONDE, Francisco, GARCÍA ARÁN, Mercedes. 1993. Derecho Penal. Parte general.
Valencia: Tirant lo Blanch, p. 458.
71
general del mismo y, principalmente, en relación o en función del tipo penal
correspondiente122.
72
Algunos autores123, como Etcheberry, Cury y Labatut, se refieren a
esta categoría de personas que intervienen en el hecho delictivo, como
autores – cómplices o como autores – cooperadores, y estiman que revisten
indudablemente la calidad de cómplices y que solo han sido asimilados a
los autores por el legislador chileno. Este mismo criterio ha sido seguido
por la jurisprudencia, por ejemplo, en un emblemático fallo del Tribunal
Oral en lo Penal de Talca, en donde uno de los autores fue absuelto por
estimar el tribunal que no se acreditó su calidad de „‟autor cómplice‟‟ 124 Sin
embargo, otros 125, como Yáñez y Garrido Montt, expresan que no se trata
de cómplices o cooperadores, sino que de coautores que ejecutan
conjuntamente un hecho, es decir, varias personas realizan el hecho en
diferentes funciones, de tal modo que cada aporte completa los aportes de
los demás, configurando un hecho unitario. En consecuencia, esta forma de
autoría se basa en la división del trabajo y requiere de la decisión común
respecto del hecho, el concierto previo y la realización común del hecho.
123
Entre ellos, ETCHEBERRY, Alfredo. Ob. cit., p. 91; CURY, Enrique. 1985. Ob. cit., p. 264;
LABATUT, Gustavo. 1990. Derecho penal. Parte general. Tomo I, 7° ed., Editorial Jurídica de Chile. p.
385.
124
TRIBUNAL ORAL EN LO PENAL DE TALCA. Sentencia de fecha 12 de agosto de 2003, RIT
interno N° 40 – 2003, RUC N° 0300046474 – k.
125
Entre ellos, YÁÑEZ, Sergio. 1975. Ob. cit., p. 11; GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit., p. 408.
126
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel. 1991. Ob. cit., p. 545.
73
uno lo tiene en sus manos, a través de su función específica en la
realización del hecho total.
74
CAPÍTULO II
75
1. Ideas preliminares
76
2. Evolución histórica del delito de trata de personas a la luz de la
normativa internacional.
77
En América Latina esta situación se remonta a la época de la
conquista española ya que, en cumplimiento de la ley de guerra, los
españoles tomaban o entregaban el „‟botín de mujeres‟‟ al vencedor, lo que
dio origen al comercio sexual, al punto que se crearon establecimientos para
este tipo de actividades.
127
No reconocían sus culturas básicamente por carecer de bienes económicos redituables para la época, ya
que producían solo para su subsistencia.
128
UNICEF. Trata de personas. Una forma de esclavitud moderna. Un fenómeno que afecta principalmente
a niños, niñas y adolescentes. Disponible en: http://www.unicef.org/argentina/spanish/trata2012(1).pdf.
[Fecha de visita: sábado 29 de abril de 2017]. p. 7.
78
seguidilla de esfuerzos de la comunidad internacional con el fin de atacar,
reprimir y hacer frente a esta cuestionable forma de obtener beneficios
económicos a través de la comercialización de seres humanos.
129
Disponible en: http://fundacionarthis.org/ediciones/ojs/indez.php/hdigital/article/download/25/
[Fecha visita: 29 de abril de 2017]. p. 3.
79
Por su parte, América Latina no quedó ajena a esta serie de
intervenciones internacionales en materia de esclavitud, motivo por el cual
Chile, Uruguay, Venezuela, Argentina y Perú declaran la abolición de la
misma en 1823130, 1842, 1851, 1853 y 1854, respectivamente.
130
En Chile, la Constitución de 1823 se pronuncia contra la esclavitud, específicamente, en el artículo 8°
que prescribe: „‟En Chile no hay esclavos: el que pise su territorio por un día natural será libre. El que
tenga ese comercio no puede habitar aquí más de un mes, ni naturalizarse jamás‟‟.
131
La expresión „‟trata de blancas‟‟, obedecía a la comercialización de mujeres europeas y americanas –
mujeres blancas – que en su momento fueron víctimas de traficantes, siendo utilizadas con fines de
explotación sexual y trasladadas como concubinas o prostitutas, a países de Europa del Este, Asia y
África. En: STAFF, Wilson Mariblanca. Disponible en:
http://www.uasb.edu.ec/UserFiles/369/Files/PDF/CentrodeReferencia/.../staff.pdf [Fecha de consulta: 29
de abril de 2017]. p. 2.
80
para prevenir la trata de blancas, a recibir las declaraciones de las víctimas y
a la repatriación de las mismas132.
En esa misma época – hacia fines del siglo XIX y principios del XX
– varios países europeos centraron sus esfuerzos en la lucha contra la trata
de blancas a través de la realización de numerosos congresos
internacionales. El primer congreso sobre esta materia tuvo lugar en
Londres, en 1889. Posteriormente, la sede fue la ciudad alemana de
Fráncfort, en 1902, luego París en 1906 y Madrid en 1910. En este
contexto, trece Estados europeos suscribieron, en París, la Convención
Internacional para la Supresión de la Trata de Blancas 134, en la que, por
primera vez, los países expresamente se comprometen a adoptar medidas
132
ACUERDO INTERNACIONAL PARA LA SUPRESIÓN DEL TRÁFICO DE TRATA DE
BLANCAS. Archivos del Ministerio de Negocios Extranjeros de la República Francesa, mayo de 1904.
Disponible en: http://proteo2.sre.gob.mx/tratados/archivos/TRATA%20DE%20BLANCAS-
ACUERDO.pdf [Fecha de consulta: 29 de abril de 2017].
133
Artículo 1° del Convenio Internacional para la Supresión del Tráfico de Trata de Blancas.
134
CONVENCIÓN INTERNACIONAL PARA A SUPRESIÓN DE LA TRATA DE BLANCAS.
Disponible en: http://200.33.14.21:83/20121120052024-11014.pdf [Fecha de consulta: 29 de abril de
2017].
81
penales contra quienes fuercen o induzcan la prostitución de mujeres
menores o adultas, incluso cuando existiera consentimiento de aquellas.
Además, establece que estos delitos siempre darán lugar a la extradición,
siendo necesario que los Estados partes adecuen su legislación a ese
respecto135. Para plasmar el contenido de esta convención sugiero,
especialmente, leer lo prescrito por los artículo 1, 2 y 5.
135
KÜHNE, Rosemarie. 2012. La trata de personas con fines de explotación sexual (trata de blancas):
nueva normativa a la luz de la ley 20.507 del 01 de abril de 2011, que modifica el Código Penal. Memoria
para optar al grado de licenciado en ciencias jurídicas y sociales. Santiago, Universidad de Chile, p. 7.
136
CONVENCIÓN INTERNACIONAL PARA LA REPRESIÓN DE LA TRATA DE MUJERES Y
NIÑOS, julio de 1921. Disponible en:
https://www.oas.org/dil/esp/Convencion_Internacional_para_la_Prevencion_de_la_Trata_de_Mujeres_y_
Niños.pdf [Fecha consulta: 30 de abril de 2017].
82
Posteriormente, en 1922, se creó un comité de expertos que emitió un
informe en donde por primera vez se conceptualizaba la trata como delito,
señalándose que consistía en el „‟proxenetismo y el transporte directo e
indirecto de mujeres de mujeres y jóvenes para satisfacer la pasión sexual
de otras personas, todo ello presidido por el correspondiente ánimo de
lucro‟‟, concepto que constituye un claro pero incipiente intento por
establecer los límites típicos de la conducta constitutiva de trata de
personas137.
137
REBOLLO, Rafael; CUGAT, Miriam; RODRÍGUEZ, María José. 2006. Normativa Internacional y
Derecho Comparado. En: GARCÍA, Mercedes. Trata de Personas y Explotación Sexual. Estudios de
Derecho Penal y Criminología. Editorial Comares, Granada. p. 36.
138
CONVENCIÓN SOBRE LA ESCLAVITUD, Ginebra, Suiza, 25 de septiembre de 1926. Archivos de
la Sociedad de Naciones. Disponible en:
http://www.ordenjuridico.gob.mx/Tratlnt/Drechos%20Humanos/D23.pdf [Fecha consulta: 30 de abril de
2017].
83
personas, especialmente en lo relativo a los verbos rectores e hipótesis de
explotación.
84
esclavitud ni servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están
prohibidas en todas sus formas‟‟ 139, no pasando más allá de una declaración
programática y no estableciendo obligación alguna de carácter penal para
los Estados firmantes de la declaración.
139
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS, 10 de diciembre de 1948, Nueva
York. Disponible en: http://www.ohchr.org/Documents/Publications/ABCannexessp.pdf [Fecha consulta:
1 de mayo de 2017].
140
CONVENIO PARA LA REPRESIÓN DE LA TRATA DE PERSONAS Y DE LA EXPLOTACIÓN
DE LA PROSTITUCIÓN AJENA, 2 de diciembre de 1949. Asamblea de las Naciones Unidas. Disponible
en: http://www.derechoshumanos.net/normativa/normas/onu/trata-de-personas/1949-ConvenioNaciones-
Unidas-trata-y-prostitucion.pdf [Fecha consulta: 1 de mayo de 2017].
141
Dicho convenio estableció cuatro conductas susceptibles de ser sancionadas por los Estados en sus
respectivas legislaciones nacionales, a saber: concertar la prostitución de otra personas, aun con su
consentimiento; explotar la prostitución de otra personas, aun con su consentimiento; mantener una casa
de prostitución, administrarla o, a sabiendas, sostenerla o participar en su financiamiento; dar o tomar en
arriendo, a sabiendas, un edificio u otro local, o cualquier parte de los mismos, para explotar la
prostitución ajena.
85
Años después, el 7 de septiembre de 1956, se suscribió el Convenio
Suplementario de Ginebra sobre la Abolición de la Esclavitud, Trata de
Esclavos e Instituciones y Prácticas Análogas a la Esclavitud 142.
86
país con fines de explotación, utilizando el engaño o cualquier forma de
constreñimiento o abusando de una situación de vulnerabilidad o
incertidumbre administrativa, concepto en el que se pueden vislumbrar tres
de los elementos centrales que suelen ser característicos en el delito de trata
de personas: el traslado de un lugar a otro produciendo una situación de
desarraigo de la víctima, la explotación económica y lucrativa y la
utilización de medios engañosos o violentos para ello 144.
144
BARRIOS, Mainleys, VENEGAS, Dianelys. El Derecho Penal Internacional y el Tráfico de Personas.
Disponible en: http://caribeña.eumed.net/el-derecho-penal-internacional-y-el-tráfico-de-personas/ [Fecha
de consulta: 1 de mayo de 2017]
87
tráfico ilícito de migrantes queda reservado para aquellas situaciones en que
se facilita la entrada ilegal de una persona a un Estado, con fines financieros
o de orden material, vulnerándose no sólo los bienes jurídicos de la víctima,
sino que también las normas migratorias de los Estados. Por su parte, la
trata de personas, entonces, no sólo se referirá a aquellas situaciones en que
se trasladen personas de un lugar a otro con fines de explotación, siendo
exclusiva en ella, al menos aparentemente, la protección de bienes jurídicos
individuales 145.
145
SOTO, Francisco. 2013. La asistematicidad en el tratamiento jurídico de los delitos vinculados a la
trata de personas establecidos en el Código Penal a partir de la ley N° 20.507. Actividad formativa
equivalente a tesis para optar al grado de Magíster. Facultad de Derecho, Escuela de Graduados,
Universidad de Chile, Santiago. p. 18.
146
PROTOCOLO DE PALERMO, Italia, 2000. Disponible en:
http://www.ohchr.org/Documents/ProfessionalInterest/ProtocolTraffickingInPersons_sp.pdf . [Fecha de
consulta: 2 de mayo de 2017]. Define en su artículo 3 lo siguiente: a) Por trata de personas se entenderá la
captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al
uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una
situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el
consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación
incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los
trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la
extracción de órganos; b) El consentimiento dado por la víctima de la trata de personas a toda forma de
explotación intencional descrita en el apartado a) del presente artículo no se tendrá en cuenta cuando se
haya recurrido a cualquiera de los medios enunciados en dicho apartado; c) La captación, el transporte, el
traslado, la acogida o la recepción de un niño con fines de explotación se considerará „‟trata de personas‟‟
88
concepto, establece un tipo penal base sobre el cual los países partes del
protocolo deben trabajar para adecuar los tipos penales en sus respectivas
legislaciones internas. Contiene una exhaustiva descripción de la conducta
punible, cuestión que denota la atención que puso el legislador internacional
en los aspectos fenomenológicos del delito de trata de personas, pues se
consideran en él muchas acciones frecuentemente realizadas por las
organizaciones criminales dedicadas a estas actividades ilícitas. Es por este
motivo que, luego de casi un siglo de constatación de la realidad de la trata
y de la generación de instrumentos internacionales que tuvieron por fin,
entre otras cosas, la delimitación conceptual de aquella.
incluso cuando no se recurra a ninguno de los medios enunciados en el apartado a) del presente artículo; d)
Por niño se entenderá toda persona menor de 18 años.
147
CÁRDENAS, Claudia. Informe en Derecho para la Defensoría Penal Pública: Sobre ciertos problemas
que se han suscitado en relación al delito de trata de personas. Disponible en:
http://www.dpp.cl/resources/upload/97ae4633876ea502cde924b7d1051ff5.pdf p. 20. [Fecha consulta: 2
de mayo de 2017]. Señala que la trata de personas se ha tipificado en Chile como un delito de
emprendimiento donde distintas conductas que pueden realizarse en diferentes momentos aparecen como
modalidades independientes de la misma actividad compuesta por una serie indeterminada de acciones,
89
Por su parte, el Estatuto de la Corte Penal Internacional 148, aprobado
en Roma, Italia, el 17 de julio de 1998 por la Conferencia Diplomática de
Plenipotenciarios de las Naciones Unidas, ratificado por nuestro país el 29
de junio de 2009, en su artículo 7 letra c otorga la calidad de crimen de lesa
humanidad a la esclavitud, conceptuándola de la siguiente manera: „‟Por
„‟esclavitud‟‟ se entenderá el ejercicio de los atributos del derecho de
propiedad sobre una persona, o de algunos de ellos, incluido el ejercicio de
esos atributos en el tráfico de personas, en particular de mujeres y niños‟‟.
iniciadas o no por el autor. La multiplicidad de conductas mediante las cueles puede cometerse el delito
apunta claramente a abarcar a todas las personas que tengan funciones relevantes en esta empresa
criminal.
148
ESTATUTO CORTE PENAL INTERNACIONAL, Roma, Italia, 1998. Disponible en:
http://www.acnur.org/fileadmin/scripts/doc.php?file=fileadmin/Documentos/BDL/2002/0033 [Fecha
consulta: 2 de mayo de 2017].
90
el Estatuto de la Corte Penal Internacional, etc. Sin embargo, pese a que
Chile había suscrito un gran listado de textos internacionales relativo a la
trata de personas, carecía de una legislación adecuada para hacer frente de
manera efectiva al delito.
91
de otro, sufrirá las penas de presidio mayor en cualquiera de sus grados y
multa de ciento a cinco mil pesos‟‟149.
149
Código Penal chileno, texto original, 1875. Disponible en:
https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1984&tipoVersion=0 [Fecha de consulta: 2 de mayo de 2017].
92
orden de las familia, contra la moralidad y contra la integridad sexual‟‟, el
artículo 367 bis 150.
150
Ley 19409 de septiembre de 1995. Disponible en: http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=30776
[Fecha consulta: 2 de mayo de 2017]. Introduce el nuevo 367 bis que prescribe lo siguiente: „‟Artículo 367
bis.- El que promoviere o facilitare la entrada o salida de personas del país para que éstas ejerzan la
prostitución en el territorio nacional o en el extranjero, será castigado con la pena de presidio menor en su
grado máximo y multa de veinte unidades tributarias mensuales. No obstante, se impondrán las penas
señaladas en el artículo anterior en los siguientes casos:
1.- Si la víctima es menor de edad2.- Si se ejerce violencia o intimidación.
3.- Si el agente actúa mediante engaño o con abuso de autoridad o confianza .
4.- Si el autor fuere ascendiente, descendiente, marido, hermano, tutor, curador o encargado de la
educación de la víctima.
5.- Si el agente se vale del estado de desamparo económico de la víctima.
6.- Si existe habitualidad en la conducta del agente‟‟.
93
Por otro lado, tratándose de la figura agravada, para la comisión de la
misma es indispensable la concurrencia de alguna de las circunstancias del
inciso segundo. En el artículo 367 bis, es posible identificar una figura base
de trata de blancas, en la que se castiga al que promueva o facilite la entrada
o salida de personas del país, con el objeto de que éstas ejerzan la
prostitución en el territorio internacional o fuera de él. Aquello, siempre que
no se sirva de ninguna de las circunstancias previstas en el inciso 2 del
artículo 367 bis 151.
Sin embargo, el artículo 367 bis, deja sin sanción la trata de personas
con fines de explotación laboral, la de extracción de órganos y la trata de
personas interna, es decir, aquella que se ejerce dentro del territorio de la
República sin necesidad de traslado de un país a otro.
151
AGUILAR, Cristian. 2008. Delitos sexuales, doctrina y jurisprudencia. Editorial Metropolitana,
Santiago. p. 184.
94
Pese a ello, Chile no cumplía a cabalidad con las obligaciones
contraídas al adoptar antedichos instrumentos internacionales, pues quedaba
pendiente la tarea de legislar acerca de la prevención y sanción del tráfico
de migrantes, tipo penal inexistente en aquella época en el Código Penal
chileno, y, además, la ampliación de las finalidades de la antigua trata, que
sólo contemplaba el de prostitución, a fines de explotación laboral,
extracción de órganos, servidumbre, etc.152
152
GAJARDO, Tania y TORRES, Angélica. 2011. Los tipos penales de tráfico de migrantes y trata de
personas en la ley 20.507. Revista Jurídica del Ministerio Público, N° 47. Santiago, p. 232.
153
GAJARDO, Tania y TORRES, Angélica. Ob cit., p. 233.
95
Asimismo, esta ley estableció reglas comunes para todas las figuras
del párrafo, tendientes a hacer más efectiva su persecución y sanción penal,
con el objeto de adecuar la normativa nacional a los nuevos tratados
vigentes en la materia, a saber: en el artículo 411 quinquies, el castigo
especial de la asociación ilícita para su comisión; en el artículo 411 sexies,
el establecimiento de una atenuante especial de colaboración eficaz; en el
artículo 411 septies, una regla de reincidencia que reconoce su carácter
transnacional; y en el 411 octies, la autorización del empleo de agentes
encubiertos e informantes y la interceptación de comunicaciones y la
filmación escondida de imágenes 154.
154
MATUS, Jean y RAMÍREZ, María. 2014. Lecciones de Derecho penal: parte especial. 3ª edición,
Thomsom Reuters, Santiago, p. 255.
96
servicios forzados, servidumbre o esclavitud o prácticas análogas a ésta, o
extracción de órganos, será castigado con la pena de reclusión mayor en sus
grados mínimo a medio y multa de cincuenta a cien unidades tributarias
mensuales.
Por otro lado, el tipo penal de trata de personas del artículo 411 quáter
del Código Penal ofrece características muy particulares, muy similares a la
de la figura marco señalada en el artículo 3 del Protocolo de Palermo,
citada en páginas anteriores, entre las cuales podemos destacar verbos
rectores ordenados de forma tal que otorgan a la trata de personas el rótulo
de delito de emprendimiento, circunstancias comisivas que suponen falta
de consentimiento o voluntad viciada de la víctima e hipótesis de
explotación que operan como elementos subjetivos del tipo distintos del
dolo155.
155
SOTO, Francisco. 2013. Ob. Cit., p. 33.
97
5. Delimitación conceptual de fenómenos delictivos afines
98
reciente, sino que muy por el contrario, se remonta a tiempos antiguos y
probablemente haya estado presente en todas las etapas de la historia.
156
DAUNIS, Alberto. 2010. Sobre la urgente necesidad de una tipificación autónoma e independiente de la
trata de personas. Indret, Revista para el análisis del derecho. Barcelona, p. 6. [Fecha de consulta: 3 de
marzo de 2017]. Disponible en: http://www.indret.com/code/getPdf.php?id=1342&pdf=693.pdf
157
GERONIMI, Eduardo. Aspectos jurídicos del tráfico y la trata de trabajadores migrantes. Disponible
en: http://intranet.oit.org.pe/index.php?option=com_content&task=view&id=1261&Itemid=1241 [Fecha
consulta: 3 de mayo de 2017].
99
fundamentalmente solidario, favorecen la entrada y/o permanencia del
extranjero en el país.
De ahí que, pese a las amplias facultades que disponen los Estados
para conceder la nacionalidad, el ingreso, las condiciones de residencia y la
expulsión de quienes no sean nacionales, y sus atribuciones para actuar en
158
CONSEJO INTERNACIONAL DE POLÍTICAS DE DERECHOS. Migración Irregular, Tráfico Ilícito
de Migrantes y Derechos Humanos: Hacia la Coherencia. Disponible en:
http://www.ichrp.org/files/summaries/40/122_pb_es.pdf p. 2. [Fecha de consulta: 3 de mayo de 2017].
100
defensa de la seguridad nacional, conforme al principio de soberanía, deban
ejercerse en total observancia de los derechos humanos.
159
PUENTES TENORIO, Claudia, PIERBATTISTI MIRANDA, María. 2013. Trata de mujeres en Chile:
cumplimiento de las obligaciones internacionales del Estado. Memoria para optar al grado de licenciado
en ciencias jurídicas y sociales. Santiago, Universidad de Chile. p. 34.
101
cambiar la condición jurídica de extranjeros y al segundo para tomar
medidas de expulsión.
Por otro lado, existen tres sanciones para los extranjeros que se
encuentren en antedichas situaciones: las multas, las amonestaciones y la
expulsión del país. Las primeras dependen del tipo de infracción, de su
duración en cantidad de días, de si existen sanciones anteriores del mismo
tipo y si la persona se presentó de forma voluntaria o fue a través de una
denuncia de un tercero a la Policía Internacional. Por lo general, todo tipo
de infracción recibe una amonestación escrita. Y, respecto de la expulsión
del país, este se da generalmente en los casos de reincidencia o cuando se
102
trabaja en el país de forma ilegal, se encuentra regulado en el artículo 78 del
Reglamento160.
160
GALLE, Camila y MARDONES, Camilo. 2014. Legislación migratoria y Constitución: Análisis crítico
de la expulsión de migrantes y su infracción a garantías constitucionales. Memoria para optar al grado de
licenciado en ciencias jurídicas y sociales. Santiago, Universidad de Chile, Facultad de Derecho,
Departamento de Derecho Público. p. 32. Disponible en:
http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/116661/de-galle_c.pdf?sequence=1 [Fecha consulta: 3
de mayo de 2017].
103
situación de explotación, convirtiéndose así en víctima del delito de trata de
personas161.
161
ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS, OFICINA CONTRA LA DROGA Y EL DELITO
(2007). Manual para la lucha contra la trata de personas. Programa Mundial Contra la Trata de Personas,
p. 15 [Fecha de consulta: 5 de marzo de 2017]. Disponible en:
http://www.unodc.org/pdf/Trafficking_toolkit_Spanish.pdf
162
GERONIMI, Eduardo. Ob. Cit., p. 10.
163
BENÍTEZ, Anyelén. 2011. La esclavitud del siglo XIX. Trata de personas con fines de explotación
sexual. Mar del Plata, Argentina. Disponible en: http://es.scribd.com/doc/57487225/TRABAJO-DE-
INVESTIGACIÓN-TRATA-DE-PERSONAS-UNMDP-DERECHO-INT-PUBLICO [Fecha consulta: 4
de mayo de 2017].
104
migrantes, son figuras con estructura normativa, regulación y sanción
diferentes164.
105
en realidad comportan la utilización de documentación falsa, robada o
adulterada165.
Por otro lado, se hacen aún más evidentes sus diferencias con la
regulación otorgada por el Código Penal chileno, a la luz de la ley 20.507,
que define a ambos delitos en los artículos 411 bis - tráfico de migrantes - y
411 quáter - trata de personas -.
„‟Artículo 411 bis. Tráfico de migrantes. El que con ánimo de lucro facilite
o promueva la entrada ilegal al país de una persona que no sea nacional o
residente, será castigado con reclusión menor en su grado medio a máximo
y multa de cincuenta a cien unidades tributarias mensuales.
165
GERONIMI, Eduardo. Ob. Cit., p. 16.
106
En este sentido, y a partir de las citadas definiciones, se advierte una
diferencia esencial entre el tráfico y la trata, y ésta dice relación con los
elementos que constituyen cada tipo.
Por otra parte, respecto al ámbito espacial, vemos que el tráfico tiene
como elemento constitutivo esencial, el traspaso o cruce de fronteras, de
manera que no podríamos hablar de tráfico ilícito de migrantes si es que el
traslado tuviera lugar dentro de los límites de un mismo Estado, toda vez
que, precisamente, la conducta de este delito consiste en la facilitación del
ingreso ilegal de una persona migrante a otro Estado.
107
obstante, conforme al artículo 411 bis del Código Penal chileno, no se
exige como sujeto activo a un grupo delictivo organizado, sino que se trata
de un delito común, que puede ser realizado por cualquier persona.
108
protegido es la soberanía del Estado, ello en relación a la función
administrativa del mismo consistente en el debido control migratorio que
las leyes le acuerdan al gobierno en este aspecto.167 Sin perjuicio que, tal
como se señala en el párrafo anterior, el migrante también puede ver
vulnerado bienes jurídicos propios.
167
BENÍTEZ, Anyelén. Ob. Cit., p. 10.
109
5.3 Trata de personas y trata de blancas
168
El fenómeno se conocía como White slaves traffic o traite des blanches. Véase, ZIMMERMANN,
Sarah. 2010. Die Stafbarkeit des Menschenhandels in Lichte internationaler und europarechtliche
Rechtsake, Nomos, p. 55.
169
Fue utilizado por primera vez en 1950 a propósito del Convenio para la Represión de la Trata de
Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena.
170
Ello sin perjuicio de que en la fenomenología de la trata de personas las mujeres y niñas sigan siendo
las víctimas mayoritarias del delito (el 75 por ciento, de acuerdo al Global report on traffiking in personas,
110
La situación en Chile no es muy distinta, pues la regulación de la
trata de blancas se implementa con anterioridad a la del delito de trata de
personas, específicamente, en 1995 a la luz del artículo 367 bis introducido
por la ley 19.409. Mientras que, no es hasta el año 2011 que tuvo su origen
la regulación actual del delito de trata de personas, a partir del artículo 411
quáter.
Hasta la década de los 90, no existía ningún tipo penal que se refiriera
a la trata de personas, salvo, por cierto, la eventual utilización de algunos
tipos penales tradicionales susceptibles de ser aplicados en actividades
calificables extrapenalmente, hasta la época señalada, como trata de
personas171. Esta situación comenzó a cambiar el 16 de agosto de 1994 con
el ingreso a la Cámara de Diputaros del proyecto de ley que „‟introduce 21
modificaciones al Código Penal con objeto de tipificar y sancionar el delito
de trata de blancas‟‟. Esta moción surge como reacción al acaecimiento de
ciertos hechos delictuales de conmoción pública, los que daban cuenta de
„‟acciones realizadas para llevar a un país extranjero a un grupo de mujeres
chilenas, con el propósito de destinarlas al ejercicio de la prostitución‟‟ lo
que „‟ha dejado en evidencia la existencia de actividades ilícitas, con
distintas finalidades, mediante el comercio sexual de terceros‟‟, señalando
esta moción que „‟la explotación del comercio sexual, por parte de terceros,
111
es incompatible con la dignidad de la persona humana, además que se pone
en serio peligro su seguridad individual‟‟172.
Ahora bien, el actual artículo 411 ter del Código penal, que regula la
trata para fines de prostitución, se construye sobre los verbos rectores
„‟promover‟‟ y „‟facilitar‟‟, los que, en forma alternativa, son los que
recurrentemente utiliza el legislador para dar cuenta de ciertas conductas
típicamente accesorias a una principal realizada por la víctima, pero que
constituyen normativamente el centro del injusto penal174.
172
COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN Y JUSTICIA DE LA CÁMARA DE
DIPUTADOS DE CHILE. 1994. Informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia sobre el
proyecto de ley que introduce modificaciones al Código Penal con el objeto de tipificar y sancionar el
delito de trata de blancas. Boletín N° 1324-07. Valparaíso, p. 13
173
COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN Y JUSTICIA DE LA CÁMARA DE
DIPUTADOS DE CHILE. 1995. Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que establece
modificaciones al Código Penal, con el objeto de tipificar y sancionar el delito de trata de blancas. Boletín
N° 1324-07. Valparaíso, p. 38.
174
Otros tipos penales establecidos en el Código Penal que se sirven de estos verbos rectores son los
siguientes: favorecimiento de prostitución infantil del artículo 367, el tráfico ilícito de migrantes del
artículo 411 bis y la trata de personas en la hipótesis de autoría contemplada en el inciso final del artículo
411 quater.
112
Promover, significa inducir o inclinar a otro hacia la realización de un
determinado comportamiento, siendo análoga esta actividad a la instigación
o inducción. Facilitar, en cambio, supone cualquier otro acto de
cooperación que haga posible o más expedito el acto175. El objeto de esa
actividad accesoria es la entrada o salida del país de personas para que
ejerzan la prostitución en el territorio nacional o en el extranjero, acción
ejercida por la víctima y que, según opina Rodríguez Collao, consistiría en
la consumación del delito 176, lo que indefectiblemente llevaría a concluir
que dicho elemento es una condición objetiva de punibilidad al no
corresponder esa actividad a un hecho del sujeto activo. Por su parte, para
Garrido Montt177 y para Politoff, Matus y Ramírez 178, en cambio, la
consumación está simplemente en la verificación de los verbos rectores
señalados.
Es más, el tipo penal del artículo 367 bis se construyó en base de dos
figuras: una simple y otra calificada. La primera consistía en promover o
facilitar la entrada o salida de personas del país para que estas ejerzan la
175
En este sentido: RODRÍGUEZ COLLAO, Luis. 2004. Delitos sexuales. Editorial Jurídica de Chile,
Santiago, 330.p.; GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit.. p. 515.
176
RODRÍGUEZ COLLAO, Luis. 2004. Ob.cit., p. 330.
177
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob.cit., p. 515.
178
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob. cit., p. 611.
113
prostitución en el territorio nacional o en el extranjero. Es decir, en él
también se requería un cruce de fronteras de la víctima, situación que no es
requerida para la trata de personas pues, precisamente, una de las grandes
innovaciones de la ley 20.507 es la introducción de la trata interna.
179
COMISIÓN INTERAMERICANA DE MUJERES DE LA ORGANIZACIÓN DE ESTADOS
AMERICANOS (OEA), ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL PARA MIGRACIONES (OIM),
INSTITUTO NACIONAL DE MIGRACIÓN E INSTITUTO NACIONAL DE MUJERES DE MÉXICO.
Disponible en: https://www.oas.org/atip/reports/trata.aspectos.basicos.pdf [Fecha de consulta: 4 mayo de
2017]
114
6. Análisis del delito de trata de personas del artículo 411 quáter del
Código Penal
115
sistema social, por lo que el Derecho penal de un Estado social no ha de
ocuparse en respaldar mandatos puramente formales, valores puramente
morales, ni intereses no fundamentales que no comprometen seriamente el
funcionamiento del sistema social181.
181
MIR PUIG, Santiago. 2004. Derecho Penal. Parte General. Séptima Edición. Buenos Aires –
Montevideo. Editorial B de F, p. 781.
182
SOTO DONOSO, Francisco. 2009. Ob. Cit., p. 173.
183
A su respecto, autores como: QUERALT JIMENEZ, Joan. 2015. Derecho Penal español. Parte
especial. Tirant lo Blanch, Valencia, España. p. 172; DAUNIS, Alberto. Ob. Cit., 73 – 81 pp.;
VILLACAMPA ESTIARTE, Carolina 2011. El delito de trata de seres humanos. Una incriminación
dictada desde el Derecho Internacional. Pamplona: Aranzadi, 396 – 409 pp.; TERRADILLOS BASOCO,
Juan. 2010. Trata de seres humanos, En: ÁLVAREZ GARCÍA, Francisco y GONZÁLEZ CUSSAC, José.
2010. Comentarios a la reforma de 2010. Tirant lo Blanch, Valencia, 207 – 217 pp.; CUGAT MAURI,
Miriam. Trata de seres humanos: la universalización del tráfico de personas y su disociación de las
conductas infractoras de la política migratoria, En: QUINTERO OLIVARES, Gonzalo. 2010, La reforma
penal de 2010: Análisis y comentarios, Pamplona: Aranzadi, 157 – 164 pp.; LLORIA GARCÍA, Paz,
Trata de seres humanos, En: BOIX REIG: Javier, Derecho Penal. Parte Especial. Iustel, Madrid, 293 –
313pp.; RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, Ignacio, Trata de personas, En: ORTIZ DE URBINA GIMENO,
Inigo, Memento experto. Reforma penal, Ediciones Francis Lefebvre, Madrid, pp. 71 – 88.
184
En esta línea, entre otros, MARTOS NÚÑEZ, José. 2012. El delito de trata de seres humanos: análisis
del artículo 177 bis del Código penal, Estudios penales y criminológicos, n°32, 97 – 130pp.; BENÍTEZ
116
para la mayoría el delito de trata de personas afecta varios bienes jurídicos
simultáneamente186, es decir, es pluriofensivo 187. Por su parte, la
jurisprudencia tampoco se ha mantenido uniforme, oscilando como bienes
jurídicos protegidos los recién señalados 188.
ORTUZAR, Ignacio, Trata de seres humanos, En: MORILLAS CUEVA, Lorenzo, Sistema de Derecho
Penal español. Parte especial, Madrid: Dykinson, 213 – 231pp.
185
Partidarios de esta tesis, entre otros, BEDMAR CARRILLO, Eulogio, „‟El bien jurídico protegido en el
delito de trata de seres humanos‟‟, La Ley Penal, n° 94 – 95 (2012), pp. 82 – 95; AGUILAR ARANELA,
Cristian. 2012. Delitos sexuales, tráfico ilícito de migrantes y trata de personas con fines de prostitución y
explotación. Grooming, doctrina y jurisprudencia, Santiago, Chile: Ed. Metropolitana, p. 199; GUZMÁN
DALBORA, La trata de seres humanos y el problema de su bien jurídico, p. 14.
186
MOYA GUILLEM, Clara. 2016. Los delitos de trata de seres humanos en España y Chile. Bien
jurídico protegido y relaciones concursales. Revista Electrónica Semestral de Políticas Públicas en Materia
Penal. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
33992016000200006#n34 [Fecha de consulta: 5 de mayo de 2017].
187
MARAVER GÓMEZ, Mario, Trata de seres humanos, En: MOLINA FERNÁNDEZ, Fernando, Ob.cit.
pp. 954 – 958; MUÑOZ CONDE, Francisco, 1993. Ob. cit, p. 169; CORCOV BIDASOLO, Mirentxu.
2015. Manual de Derecho penal. Parte especial, Tirant lo Blanch, Valencia, pp. 192 – 206.
188
CUARTO TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE SANTIAGO, 7 de septiembre del
2012, RIT N° 199 – 2012, RUC N° 1100440193 - 1. En ella se destaca el carácter pluriofensivo del
delito, por la multiplicidad de bienes jurídicos que protege, entre otros, la vida e integridad, la libertad y
seguridad personas, la libertad sexual y de trabajo.
CUARTO TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE SANTIAGO, 2 de noviembre de 2013,
RIT 293 – 2013, RUC N° 1200922694-8. En ella se estima que se trata de un delito pluriofensivo que
lesiona una gama de bienes jurídicos, tales como la vida y la integridad física, la libertad y la seguridad de
las personas, la libertad e indemnidad sexual, la libertad de tránsito y residencia, la libertad de trabajo y la
honra de las personas.
Por su parte, en España, la Sentencia de la AP de Barcelona 9/2013, de 6 de febrero, se estima que la
protección del bien jurídico de la trata de seres humanos se vincula a la afectación a la dignidad humana y
por lo tanto a la integridad moral.
117
En suma, tal como he anunciado en el párrafo anterior, en Chile, a
partir de la ley 20.507, la doctrina chilena coincide mayoritariamente en
afirmar que se trata de un delito pluriofensivo. No obstante, se debate qué
bienes se tutelan conjuntamente, situación que trataré en las siguientes
líneas.
189
RODRIGUEZ PIZARRO, Gabriela. La trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes en el marco de
los derechos humanos. Ponencia en mesa de trabajo Migración, Derechos Humanos y Ciudadanía,
Conferencia Regional Sobre Migración. Disponible en:
http://www.crmsv.org/documentos/SEGIB/7%20terceraParte.pdf [Fecha de consulta: 5 de mayo de 2017].
118
6.1.1. La dignidad
119
supone un elemento basal constitutivo del ser humano, normativamente
reconocido a nivel constitucional y que consiste en una condición especial
que ostenta todo ser humano sólo por el hecho de serlo, distinguiéndose por
ello de otras especies inferiores 192.
Los autores partidarios de esta tesis, algunos de los cuales han sido
mencionados en el apartado anterior, sostienen que cuando se llevan a cabo
conductas de trata de seres humanos se despoja a la víctima de la capacidad
de decidir sobre sus derechos más importantes con la finalidad de realizar
posteriormente un negocio o satisfacer cualquier interés del sujeto activo o
de un tercero193. De este modo, estiman que se atenta contra la dignidad
humana porque se le niega a la persona su condición de ser humano, al
tratarle como un medio y no como un fin. En este sentido, Queralt Jiménez
afirma „‟el bien jurídico penalmente protegido aquí tiene grandes
resonancias y, por una vez, son las adecuadas, la dignidad humana. Quienes
se dedican a la trata de personas no conciben a sus congéneres como tales:
los cosifican y, por tanto, les privan de la más leve brizna de humanidad.
Esta, junto con otras lacras, como las del hambre, son incompatibles con la
dignidad humana y chocan frontalmente, degradándola‟‟ 194. Incluso,
algunos autores, tras este razonamiento, llegan a afirmar que la trata de
seres humanos representa la esclavitud del siglo XXI 195.
192
SOTO, Francisco. Ob.cit, p. 57.
193
DAUNIS RODRÍGUEZ, Alberto. 2013. El delito de trata de seres humanos. Tirant lo Blanch. p. 73.
194
QUERALT JIMENEZ, Joan. 2015. Ob.cit., p. 197.
195
RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, Ob.cit., p. 73; GARCÍA ARÁN, Mercedes. Esclavitud y tráfico de seres
humanos. En: OCTAVIO DE TOLETO Y UBIETO, Emilio, GURDIEL SIERRA, Manuel y CORTES
120
Por su parte, Villacampa Estiarte, sostiene que la dignidad humana se
identifica, en la trata de personas, con la prohibición de instrumentalizar al
ser humano, pero también con el respeto a la integridad física y moral del
mismo, a su libertad y a la igualdad 196. Es por esta razón que los partidarios
de esta tesis estiman que la determinación de uno sólo de estos intereses
como bien jurídico protegido en los delitos de trata de seres humanos
resulta insuficiente, ya que tratan de tutelarse todos ellos 197.
BECHIARELLI, Emilio. Estudios penales en recuerdo del profesor Ruiz Antón, Tirant lo Blanch,
Valencia, pp. 355 – 378.
196
VILLACAMPA ESTIARTE, Ob.cit., p. 283.
197
VILLACAMPA ESTIARTE, Ob.cit., p. 404. Sostiene que, precisamente, porque el proceso de trata
implica un atentado a la misma línea de flotación de la personalidad humana, pues supone una vulneración
de la esencia misma de la persona, la negación de su humanidad, debe reclamarse que sea la dignidad y no
otros interés el que integre el bien jurídico protegido por el delito.
198
MUÑOZ CONDE, Francisco. 1993.Ob.cit. p.138.
121
necesariamente la lesión de la dignidad. De donde se deriva que la dignidad
es algo que está detrás e informa los citados derechos, pero „‟algo‟‟ distinto.
Dicho „‟remanente‟‟ o „‟residuo‟‟, ese „‟algo‟‟ singular y distinto, que
paradójicamente constituiría la esencia misma de la persona, podría ser
directamente atacado por acciones que comporten la cosificación,
instrumentalización, envilecimiento o humillación de la persona 199.
199
ALONSO ÁLAMO, Mercedes. ¿Protección penal de la dignidad? A propósito de los delitos relativos a
la prostitución y a la trata de personas para la explotación sexual. Disponible en:
www.ahu.es/revistapenal/index.php/penal/article/view/301/292 [Fecha de consulta: 5 de mayo de 2017].
200
GRACIA MARTIN, Luis. 1996. El delito y la falta de malos tratos en el Código penal español de
1995, Actualidad Penal, 581p.
122
En este mismo sentido, Peris Riera y García González sostienen que
no parece adecuado considerar la dignidad como bien jurídico protegido de
ningún delito, principalmente, pues parten de la base que cualquier delito
constituye una lesión a un interés de la persona y, como consecuencia, ello
repercute negativamente en su dignidad. Por ejemplo, en el delito de
lesiones u homicidio también se afecta la dignidad de la persona agredida,
sin embargo, a nadie se le ocurre afirmar que es este el bien jurídico de los
delitos mencionados. De hacerlo, entraríamos en la dinámica de configurar
bienes jurídicos difusos, indeterminados, con la consecuente dificultad de
concretar la virtualidad del principio de ofensividad y alcanzando así, como
consecuencia de todo ello, un adelantamiento de la barrera punitiva a todas
luces indeseable 201.
201
PERIS RIERA, Jaime y GARCÍA GONZÁLES, Javier. 2005. El bien jurídico protegido en los delitos
relativos a la manipulación genética: criterios de incriminación. En: BENÍTEZ ORTUZAR, Ignacio,
MORILLAS CUEVA, Lorenzo y PERIS RIERA, Jaime, Estudios jurídico – penales sobre genética y
biomedicina, Madrid: Dykinson, p. 116.
202
RODRÍGUEZ COLLAO, Luis. 2000. Delitos sexuales de conformidad con las modificaciones
introducidas por la ley N° 19.617 de 1999. Editorial Jurídica de Chile, p. 81.
123
Ahora bien, como segundo obstáculo para considerar la dignidad
como bien jurídico penalmente tutelado aparece la difusa demarcación de
los límites de la misma. En este sentido, Tomás - Valiente Lanuza explica
que coexisten muchas concepciones acerca del contenido de la dignidad y
de los tratos o prácticas que la vulneran. Así, en su repaso por las
consecuencias normativas de la dignidad de la persona y las distintas
aplicaciones jurídicas de cada una de ellas, hace referencia a las
siguientes vertientes: a) la obligación de reconocimiento de un mínimo
invulnerable que se impone a todos los poderes públicos a la hora de
configurar el estatuto jurídico de las personas; b) la exigencia de cierta
suficiencia económica en determinados ámbitos; c) la exigencia de respeto a
las decisiones libremente adoptadas - la dignidad como autodeterminación-
; y d) la prohibición de instrumentalización de la persona 203.
124
imprimir204, pudiéndose dividir aquella en varios tipos determinados por las
distintas esferas de actuación del hombre 205.
Así las cosas, la libertad es otro de los bienes jurídicos que algunos
autores consideran protegido en los delitos de trata de personas 206. Los
argumentos radican, principalmente, que en la captación, así como en el
transporte o traslado, se disipa la libertad ambulatoria de la víctima y, más
adelante, en las sucesivas fases de recepción o alojamiento, esta pierde su
libertad de obrar, su libertad de decisión, en suma, su libertad de
autodeterminación personal207.
204
CARMONA SALGADO, Concepción, GONZÁLEZ RUS; Juan, MORILLAS CUEVA, Lorenzo;
POLAINO NAVARRETE, Miguel. 1996. Manual de Derecho penal. Parte especial. Madrid, p. 104.
205
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob, cit,, p. 661.
206
Respecto de la libertad como bien jurídico protegido en el delito español de trata de seres humanos:
BEDMAR CARRILLO, Eulogio. 2012. El bien jurídico protegido en el delito de trata de seres humanos.
La Ley Penal, p. 86. También sostienen que la libertad es el objeto tutelado en el delito de trata de
personas, aunque no de manera exclusiva: MAPELLI CAFFARENA, Borja. 2012. La trata de personas,
Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales, Vol. LXV, 25 – 62 pp.; SANTANA VEGA, Dulce. 2011.
El nuevo delito de trata de seres humanos. Cuadernos de Política Criminal, 79 – 108 pp. Aluden a la
libertad como uno de los bienes jurídicos protegidos en el delito del 411 quater del Código Penal chileno,
entre otros, AGUILAR ARANELA, Cristian. 2008. Ob.cit, 199p; SOTO DONOSO. Ob.cit, 176p;
CARNEVALI, Raúl. 2013. La trata de personas y la normativa internacional. Algunas consideraciones de
su regulación en Chile. Revista de Diritto Penale Contemporáneo, p. 170. Disponible en:
https://www.researchgate.net/profile/Raul_Carnevali/publication/279853652_LA_TRATA_DE_PERSON
AS_Y_LA_NORMATIVA_INTERNACIONAL_ALGUNAS_CONSIDERACIONES_DE_SU_REGUL
ACION_EN_CHILE/links/559e663f08ae99dba5987de4/.pdf [Fecha consulta: 5 de mayo de 2017];
GUZMÁN DALBORA, José. 2007. La trata de seres humanos y el problema de su bien jurídico. Revista
Procesal Penal, N° 62, 9 – 19 pp.
207
MOYA GUILLEM, Clara. Ob.cit. p. 91.
125
Asimismo, arguyen que los delitos de trata de seres humanos no
exigen la efectiva ejecución de ningún fin de explotación, sino que basta
con la intención de conseguirlo para que se consideren consumados 208. En
palabras de Bedmar Carrillo, en su argumentación para desestimar la
dignidad como bien jurídico del delito, el interés que se ampara mediante la
incriminación de la trata de seres humanos es la libertad, entendida en un
sentido amplio, que define como „‟la defensa de cualquier resquicio en que
la persona sea privada de su propia autonomía y de su propia toma de
decisiones 209.
208
BEDMAR CASTILLO, Francisco. Ob.cit., pp. 91 – 92.
209
BEDMAR CASTILLO, Francisco. Ob.cit., p. 92p.
210
GUZMÁN DALBORA, José. Ob.cit., p. 14.
211
COLOMBO, Marcelo. La trata de personas con fines de explotación sexual frente a la desigualdad y la
vulnerabilidad. En: KOHEN, Beatriz y ARUZA NAVARRETE, Sonia. 2013. Trata de personas con fines
de explotación sexual. Cuestiones interjurisdiccionales. Buenos Aires, Argentina, p. 32; COLOMBO,
Marcelo y MÁNGANO, María. 2010. El consentimiento de la víctima en la trata de personas y un análisis
126
Sin embargo, la teoría de la libertad como bien jurídico penalmente
tutelado por el delito de trata de personas, no ha sido ampliamente aceptada.
A su respecto, García Arán señala que, sin perjuicio del concepto
amplísimo y relativo que supone la libertad, carece de protección concreta
en el Código penal español - ni en el chileno -. Sucede, en este caso, lo
mismo que con la dignidad humana: la libertad es uno de los valores
superiores del ordenamiento jurídico, sin embargo, no puede considerarse
como bien jurídico penal212. Es decir, señala lo mismo que respecto de la
dignidad: todos los delitos la afectan de una u otra forma.
sobre los medios comisivos previstos en la figura penal. Revista del Ministerio Público, N° 11, Buenos
Aires, Argentina, p. 4. Disponible en:
http://www.mpd.gov.ar/Accesos/Ufase/consentimiento_victima_trata.pdf [Fecha de consulta: 6 de mayo
de 2017].
212
GARCÍA ARÁN, Mercedes. Ob. Cit., p. 377.
213
Es necesario precisar que en el Derecho penal comparado suelen distinguirse claramente dos aspectos
de la libertad: la libertad como estado – que se refiere a la propia personalidad individual, como requisito
esencial e inalienable del hombre – y la libertad como facultad – que se refiere a ciertas manifestaciones
de la libertad -. Pues bien, la primera de estas facetas se protegería en el delito de esclavitud, mientras que
en España y Chile sólo se ha considerado bien jurídico digno de protección penal la libertad como
facultad. A su respecto véase CAMAÑO ROSA, Antonio. 1967. Delitos contra la libertad. Anuario de
Derecho Penal y Ciencias Penales, Tomo 20, pp. 57 – 95, p. 63.
127
diverso que justifica su criminalización a través de una prohibición
autónoma y diferente de los delitos contra la libertad. En este sentido,
Daunis Rodríguez considera que con las conductas de trata de seres
humanos se produce una instrumentalización de la víctima que no está
necesariamente presente en los ataques a la libertad de la persona 214.
Los defensores de esta teoría definen este interés de una manera muy
similar a como lo hacen los defensores de la dignidad de la víctima. El
motivo radica, tal como lo ha advertido Alonso Álamo, en que „‟la línea
entre la dignidad y la integridad moral, si la hubiera, sería extremadamente
214
DAUNIS RODRÍGUEZ, Alberto. 2013. Ob. Cit., p. 77.
215
En esta línea, entre otros, NIETO GARCÍA, Ángel. 2012. Concurso penal de la trata de seres humanos
y utilización de menores como mendigos. Diario La Ley, N° 7867; MARTOS NUÑEZ, José. El delito de
trata de seres humanos: análisis del artículo 177 bis del Código penal español. Estudios penales y
criminológicos, N° 32, p. 104.
216
MOYA GUILLEM, Clara. Ob. Cit. p. 95.
128
fina, pues con el reconocimiento del derecho a la integridad moral se está
concretando el núcleo esencial, el último reducto, de la dignidad 217.
217
ALONSO ÁLAMO, Mercedes. 2007. ¿Protección penal de la dignidad? A propósito de los delitos
relativos a la prostitución y a la trata de personas para la explotación sexual. Revista Penal, N° 19, 6p.
218
MOYA GUILLEM, Clara. Ob.cit. p. 96.
219
VILLACAMPA ESTIARTE, Carolina. 2012. El delito de trata de seres humanos en el Código penal
español. En: LARA AGUADO, Ángeles. Nuevos retos en la lucha de la trata de personas con fines de
explotación sexual. Un enfoque interdisciplinar, Pamplona: Aranzadi, 391p.
220
Ello porque, según Villacampa Estiarte, se habrían propuesto tres definiciones de „‟integridad moral‟‟.
La primera, la identifica con la incolumnidad, siendo así que se define integridad moral como el derecho a
129
De León Villalba, considera que el bien jurídico protegido por el
delito de trata de personas, al analizar el mismo a la luz del artículo 177 bis
del Código penal español, es el derecho fundamental a la integridad moral
únicamente, pues considera que la trata de personas implica un trato
inhumano, degradante, vejatorio, que afecta la personalidad de la víctima y
que, por tanto, atenta contra la integridad moral221.
ser tratado como persona y no como cosa. La segunda, acude para definir la integridad moral a referentes
como la humillación y la degradación. Finalmente, se vincula la integridad moral con la idea de quiebra de
autonomía de la voluntad, es decir, se exige una humillación y envilecimiento, así como también, la
negación radical de la voluntad de la persona, en tanto esencia de su libertad moral. Al respecto,
VILLACAMPA ESTIARTE, Ob. Cit., pp. 391 – 392.
221
DE LEÓN VILLALBA, Francisco. 2009. Propuesta de reforma frente a la trata de seres humanos en el
Anteproyecto de modificación del Código Penal de 2008. Algunos aspectos. Cuadernos Penales José
María Lidón, Deusto Publicaciones, pp. 138 – 139.
222
Entre otros, MARAVER GÓMEZ, Mario, Ob. Cit., 944 – 958pp; SANTANA VEGA, Dulce, Ob.cit.,
192 – 206 pp; REQUEJO NAVEROS, María. El delito de trata de seres humanos en el Código penal
español: Panorama general y compromisos internacionales de regulación. En: ALCÁCER GUIRAO,
Rafael, MARTIN LORENZO, María, VALLE MARISCAL DE GANTE, Margarita. 2015. La trata de
seres humanos: Persecución penal y protección de las víctimas, Madrid: Edisofer, 19 – 56 pp; CANO
PAÑOS, Miguel. De la trata de seres humanos. En: MORILLAS CUEVA, Lorenzo. Ob. Cit., 421 – 432
130
adhieren a esta teoría se refiere a qué bienes jurídicos en específico se
encuentran tutelados por el delito de trata de personas, es decir, mientras
algunos autores partidarios de esta postura estiman que se amparan de
manera conjunta la libertad y la dignidad de la víctima, otros añaden a
alguno de estos intereses o a ambos, otros bienes que también se tutelarían
indirectamente mediante la incriminación de la trata de seres humanos 223.
pp; POMARES CINTA, Esther. 2011. El delito de trata de seres humanos con finalidad de explotación
laboral. Revista Electrónica de Ciencias Penales y Criminología, N° 13 – 15.
223
MOYA GUILLEM, Clara. Ob. Cit.
224
En relación al delito de trata de seres humanos del artículo 177 bis del Código penal español, afirma
Muñoz Conde que, aunque la razón de la incriminación autónoma de la trata de seres humanos tendría más
que ver con la integridad moral, ésta se lesionaría a través de diversas formas de atentado a la libertad.
Para ello, véase MUÑOZ CONDE, Francisco. 1993. Ob. Cit., 154p.
131
de explotación. Producto de ello, según argumentan, están tratando de
protegerse, junto a los bienes jurídicos directamente afectados – como la
dignidad y/o la integridad moral de la víctima y/o su libertad – otros bienes
jurídicos que este fenómeno pone en peligro en función de la explotación
que se persiga. Así lo explica Mapelli Caffarena, para quien el delito de
trata de personas es un delito pluriofensivo, pues siempre se verá
comprometida la libertad y a ello habrá que sumar la lesión o puesta en
peligro de otros bienes jurídicos determinados por las condiciones del
traslado. Pero el elemento subjetivo trascendente del objetivo del traslado
añade como bien jurídico la puesta en peligro de los derechos de la víctima
afectados por la explotación225.
225
MAPELLI CAFFARENA, Borja. Ob. Cit., 14p.
226
REQUEJO NAVEROS. El delito de trata de seres humanos en el Código penal español, 34p;
VILLACAMPA ESTIARTE, Ob. Cit., p. 283.
132
actuación se ve seriamente afectada por las acciones ejecutadas por el autor
de la conducta, a través de algunas de las hipótesis consagradas en la ley, lo
que se traduce al mismo tiempo en un riesgo considerable para su seguridad
personal. Lo anterior resultaba perfectamente sostenible en el antiguo delito
de trata de blancas regulado en el artículo 367 bis del Código Penal, dentro
de los delitos sexuales, respecto de los cuales la inmensa mayoría de autores
plantea que su estructuración tiene lugar en torno al concepto de libertad
sexual227.
227
Aunque si la víctima del delito es un menor de edad, debe entenderse como interés tutelado su
indemnidad sexual, entendida como el derecho de los menores a no experimentar perturbación o daño en
sus aptitudes físicas, psíquicas o emocionales, como resultado del involucramiento en un contexto sexual.
228
VITAR CÁCERES, Jorge. 2012. Algunas consideraciones sobre el nuevo delito de trata de personas.
Revista Jurídica del Ministerio Público, N° 53, p. 80.
133
6.1.5. Algunos pronunciamientos de la jurisprudencia chilena respecto
134
Por otro lado, el mismo tribunal, con fecha 2 de noviembre de 2013,
en causa RUC N° 1200922694 – 8, RIT N° 293 – 2013, respecto de un
recurso de nulidad pendiente en la Ilustre Corte de Apelaciones de Santiago,
el voto de la mayoría en el considerando décimo tercero prescribe: „‟Se trata
de un delito pluriofensivo, en que se afecta gravemente una multiplicidad de
bienes jurídicos vinculados a la dignidad humana, tales como, la vida, a
libertad, la seguridad personas y la libertad sexual y de trabajo. En el caso
específico que nos ocupa, se apunta directamente a afectar la libertad
sexual‟‟.
135
6.2. Análisis de los elementos del artículo 411 quáter del Código Penal
229
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. 2012. Sobre ciertos problemas que se ha suscitado en relación al
delito de trata de personas, p. 185. Disponible en:
https://www.google.cl/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKE
wi81Y_03eTTAhWFF5AKHfJoB-IQFgghMAA&url=http%3A%2F%2Frepositorio.uchile.cl%2Fhandle%
2F2250%2F135844&usg=AFQjCNFwHu8EcJPVbEa3UmEx3tuRmpAtbg&sig2=JbsJwW628B647cfYRb
hT8w [Fecha consulta: 6 de mayo de 2017]
230
GAJARDO, Tania, TORRES, Angélica. Ob.cit., p. 241.
136
se exige concurra violencia, intimidación, coacción, engaño, abuso de
poder, aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad o de
dependencia de la víctima, o la concesión o recepción de pagos u otros
beneficios para obtener el consentimiento de un persona que tenga
autoridad sobre otra.
231
Disponible en: Biblioteca de Congreso Nacional. Historia de la ley 20.507. En línea:
http://www.bcn.cl/histley/periodos?p=2011
137
6.2.2 Conducta típica
232
En este sentido, POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob. Cit., p. 455; CURY URZÚA, Enrique. 2005.
Ob. cit., p. 653. Para quien estamos frente a un delito de tipicidad reforzada, es decir, que se caracteriza
precisamente por contemplar varias posibles acciones, de manera que la ejecución de cualquiera de ellas lo
satisface, pero, al propio tiempo, le es indiferente que se realice más de una; ETCHEBERRY, Alfredo.
2005. Derecho penal, parte general. Santiago, Editorial Jurídica de Chile, Tercera edición, p. 225. ; MIR
PUIG, Ob. cit., p. 229.
233
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob. Cit., 152p.
234
Son variadas las conclusiones que se pueden obtener a partir de esta configuración de los verbos
rectores. Una de ellas es la caracterización de este tipo penal como un delito de emprendimiento, donde
distintas conductas que pueden realizarse en diferentes momentos aparecen como modalidades
independientes de la misma actividad compuesta por una serie indeterminada de acciones, iniciadas o no
por el autor. Postura que siguen, entre otros, POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob. cit., p. 454.
De acuerdo a SOTO, Franciscos. Ob. cit., p. 35, esta forma que se utiliza para describir una empresa
criminal que se compone de varias acciones tiene la ventaja de otorgar cierta flexibilidad en el tratamiento
penal de ella, pues se pretende castigar cada una de las etapas como delito consumado y a título de autor,
no importando qué verbos rectores se realizaron ni cuántas veces.
Resulta clarificador recurrir a la explicación de Bustos, para quien, en estos casos, la ley trata igual a la
tentativa y a la consumación, siendo un caso en que el legislador anticipa la punibilidad. En BUSTOS,
138
De esta manera, la empresa criminal que puede estar detrás de la trata
de personas podría ser ejercida por una persona, caso en el cual la
realización de uno o varios de los verbos rectores implicaría para él la
realización de un solo delito y no una reiteración delictual. Así también, si
dos o más personas realizan la misma acción o acciones distintas – por
ejemplo: uno de ellos realiza el traslado y el otro la recepción de las
víctimas - , cada uno sería autor - o coautor - de un delito consumado de
trata de personas. Por tanto, la intención detrás de la configuración de la
trata como delito de emprendimiento es, en definitiva, poder castigar la
empresa criminal en todas sus etapas cronológicas, y a todos sus partícipes
con igual grado de reproche 235.
6.2.2.1 Captar
Juan; HORMAZÁBAL, Hernán. 1999. Lecciones de Derecho penal. Volumen II. Madrid: Editorial Trotta,
p. 431.
Por su parte, Roxin señala que en el caso de los delitos de emprendimiento se trata de tipos que equiparan
tentativa y consumación. En ROXIN, Claus. 1997. Derecho penal, parte general. La estructura de la teoría
del delito. Editorial Civitas, p. 1071.
235
SOTO, Francisco. Ob.cit., 38p.
139
sentido natural y obvio de las palabras 236 recurriendo para estos efectos al
Diccionario de la Real Academia Española (RAE) que en sus acepciones
cuarta y quinta lo define como: „‟atraer a alguien, ganar la voluntad de
alguien‟‟, „‟atraer, lograr, conseguir atención‟‟ 237, etc.
236
Artículo 20 del Código Civil. „‟Las palabras de la ley se entenderán en su sentido natural y obvio,
según el uso general de las mismas palabras; pero cuando el legislador las haya definido expresamente
para ciertas materias, se les dará en éstas su significado legal‟‟.
237
DICCIONARIO REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Disponible en:
http://dle.rae.es/srv/fetch?id=7M88XDA [Fecha consulta 5 mayo 2017]
238
GAJARDO, Tania, TORRES, Angélica. Ob.cit, 242p.
239
Durante la tramitación de la ley se tuvieron a la vista casos reales. Véase Historia de la ley, pp. 41 y 42
, disponible en:
http://www.leychile.cl/Consulta/portada_h?tipo_norma=XX1&nro_ley=29597&anio=2012 [Fecha
consulta: 6 de mayo de 2017].
140
6.2.2.2 Trasladar
240
DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Disponible en:
http://dle.rae.es/srv/fetch?id=aRlZFZd [Fecha consulta 6 de mayo de 2017]
241
CÁRDENAS, Claudia. Ob.cit., p. 153.
242
ARAYA, Denisse; RETUERTO, Iria. 2012. Hacia una protección integral de los niños, niñas y
adolescentes víctimas de tratas de personas en Chile. Nuevas condiciones y desafíos pendiente, en
UNICEF, ACNUR y OIM. Los derechos de los niños, niñas y adolescentes refugiados y víctimas de trata
internacional en Chile. Avances y desafíos. Santiago, Chile. Editorial Andros, p. 143.
141
trata internacional – o de dejar una localidad para encaminarse a otra dentro
del mismo Estado243.
6.2.2.3 Acoger
243
Recordando lo expuesto en apartados anteriores, no es necesaria transnacionalidad, ya que,
justamente, una de las innovaciones de la ley 20.507 es la incorporación de la trata interna de personas.
244
SUAZO SCHWENCKE, Carolina 2012. Interpretación jurisprudencial de los principales tipos penales
contenidos en la ley 20.507. Revista Jurídica del Ministerio Público N° 53, 209p.
245
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit., p. 22.
142
6.2.2.4 Recibir
6.2.2.5 Verbos rectores del inciso final del artículo 411 quater del
Código penal
246
DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Disponible en:
http://dle.rae.es/srv/fetch?id=VQtl8Xn [Fecha consulta: 6 de mayo de 2017]
247
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit., p. 154.
248
Esto ocurrió a pesar de la visión, al parecer dominante, durante la tramitación parlamentaria en cuanto a
que aun sin esta disposición, quienes incurrieran en las conductas a las que se refiere el inciso en comento,
serían punibles como autores en virtud del artículo 15 del Código Penal. Véase, Historia de la Ley, 212 –
143
6.2.2.5.1. Promover
144
6.2.2.5.2. Facilitar
252
DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Disponible en:
http://dle.rae.es/srv/fetch?id=HT9f5JQ [Fecha de consulta: 7 de mayo de 2017]
253
AGUILAR ARANELA, Cristian. 2008. Ob.cit., p. 185.
254
RODRÍGUEZ COLLAO, Luis. 2000. Ob.cit., p. 228.
255
PEREZ CEPEDA, Ana. 2004. Globalización, tráfico internacional ilícito de personas y derecho penal.
Editorial Comares, Granada, p. 209. Ello se explicaría porque, de forma habitual, se trata de delitos
ligados a la criminalidad organizada.
256
GARRIDO MONTT, Mario. 2010. Ob.cit., p. 313.
145
diversa valoración257. Esto, sin embargo, es característico de los delitos de
emprendimiento258.
6. 2.2.5.3. Financiar
257
LAURENZO COPELLO, Patricia. 2003. La protección penal de los derechos de los ciudadanos
extranjeros. Revista de Derecho Penal y Criminología, N° 12, p. 78.
258
ROXIN, Claus. Ob.cit., p. 338.
259
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit., p. 24.
260
DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Disponible en:
http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=financiar [Fecha de consulta: 7 de mayo de 2017].
146
acoger - , por cuanto las actividades que se describen en él hacen referencia
más bien a funciones concretas – por ejemplo, el sujeto que viaja a un país a
publicar avisos y reclutar personas, o quien acompaña directamente a la
víctima en su viaje -.
147
nivel de autoría los verbos rectores “promover”, “facilitar” y “financiar”.
De esta manera, si bien el nivel de reproche podría ser el mismo, o incluso
diferenciarse a nivel de determinación concreta de pena, el mensaje que
entregaba la norma originalmente redactada es que quienes son el sustento y
motor de esta actividad criminal sólo realizaban acciones accesorias a las
ejecutadas por los mandos medios y bajos, que en el precepto aparecían
descritas como acciones principales 262.
262
Interesante resulta constatar que otros países suscriptores del Protocolo ya habían superado estas
dificultades en sus legislaciones internas, diseñando los verbos rectores en forma tal de abarcar todas las
potenciales conductas constitutivas de la trata de personas. En efecto, el Código Penal peruano, en su
artículo 153, establece el delito de trata de personas sobre la base de dos niveles de verbos rectores
redactados en forma continua: en primer lugar, aparecen verbos que describen acciones de colaboración
análogas a las que señala el inciso final del artículo 411 quáter - promover, facilitar, financia - , y en
segundo lugar, se conectan éstos con las acciones operativas concretas - captar, trasladar, acoger - ,
estructura típica que pone el acento en quienes merecen el mayor reproche en estos delitos - directores y
financistas - , castigándolos como verdaderos autores y no relegándolos a un reproche inferior a título de
mera participación.
148
comisión de la trata de personas „‟la violencia, intimidación, coacción,
engaño, abuso de poder, aprovechamiento de una situación de
vulnerabilidad o de dependencia de la víctima, o la concesión o recepción
de pagos u otros beneficios para obtener el consentimiento de la persona
que tenga autoridad sobre otra‟‟.
Estos son medios para obtener o explotar una relación que, en los
hechos, permita ejercer un control sobre la persona objeto de trata 264. En el
artículo 3 del Protocolo contra la trata de personas se dispone que, de
concurrir alguno de estos medios, no se tomará en cuenta un eventual
263
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob. cit., p. 455; CURY URZÚA, Enrique. Ob.cit., p. 653;
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit, p. 146. Y, aun sin utilizar esta denominación, pero aclarando
que hay un solo delito ETCHEBERRY, Alfredo. Ob.cit., p. 229.
264
ZIMMERMANN, Sarah. Ob. cit., p. 57.
149
consentimiento de la víctima 265, situación que analizaremos con mayor
profundidad luego.
6.2.3.1 Violencia
265
Véase el artículo 3 letra b) del Protocolo de Palermo contra la trata de personas: „‟El consentimiento
dado por la víctima de la trata de personas a toda forma de explotación intencional descrita en el apartado
no se tendrá en cuenta cuando se haya recurrido a cualquiera de los medios enunciados en dicho
apartado‟‟.
266
DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Disponible en:
http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=violencia [Fecha de consulta: 7 de mayo de 2017]
267
DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Disponible en:
http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=violento [Fecha de consulta: 7 de mayo de 2017]
150
Este medio estaba presente en el delito de tráfico agravado de
personas del derogado artículo 367 bis del Código Penal, específicamente
en el inciso segundo, que, siguiendo a Aguilar Aranela, debe entenderse
para estos efectos como „‟el empleo de fuerza física que sea lo
suficientemente intensa o eficaz para doblegar la voluntad de la víctima. De
otra forma, debe encaminarse a vencer o anular su voluntad para la
realización del hecho 268.
268
AGUILAR ARANELA, Cristian. 2008. Ob.cit., p. 189.
269
ETCHEBERRY, Alfredo. Ob.cit., p. 335; GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob.cit., p. 196;
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob.cit., p. 359; BALMACEDA HOYOS, Gustavo.2011. Código penal
y normal complementarias. Editorial Legis, p. 209. A propósito de la violación de morada señala que: „‟La
intimidación consiste en atemorizar a las personas […] mediante amenazas serias y verosímiles de un mal
inminente‟‟.
270
VITAR CÁCERES, Jorge. Ob.cit., p. 62.
151
queridos271. Entre ellas se encuentran frecuentes golpizas en lugares que no
dejen marcas, encierros, privaciones de agua y de comida, violaciones
singulares o grupales reiteradas, y obligación de consumir drogas y alcohol.
271
VITAR CÁCERES, Jorge. Ob.cit., p. 63.
272
CARRARA, Francesco. 1997. Programa de Derecho criminal, parte especial. Volumen II, Editorial
Temis Bogotá, p. 333.
152
La víctima de violencia puede negar, por cualquier motivo, que ha
tenido miedo, como también, puede que por intrépido no se haya sentido
intimidado realmente, siendo cierto que no sintió gran temor, pues no cedió
a la violencia, no obstante, a pesar de esto, si dicha violencia era apta para
atemorizar a cualquier hombre, el juez tendría que reconocer agotadas en
ella las condiciones de la violencia privada 273. La importancia de esta
reflexión radica en determinar si la sola manifestación de la víctima en
orden a obrar „‟voluntariamente‟‟ es suficiente para descartar la
configuración del delito en estudio.
6.2.3.2 Intimidación
273
CARRARA, Francesco, ob. cit., p. 341.
274
DICCIONARIO REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Disponible en: http://dle.rae.es/?id=LyFm2Wm
[Fecha de consulta 7 de mayo de 2017]
275
AGUILAR ARANELA, Cristian. 2008. Ob. cit., p. 189.
153
En otras palabras, en este supuesto se actúa infundiendo miedo en
otro, usualmente amenazando con causar un mal, a la misma persona objeto
de trata o a otra persona vinculada estrechamente con ella 276. Sin embargo,
no se trata de cualquier amenaza, pues ésta debe ser verosímil y grave.
Además, la intimidación debe ser seria, esto es, que exista y que no
sea dicha en broma, chanza, o de cualquier otra forma que indica en quien
la emite falta de voluntad real para ejecutarla 278. En otros términos, la
intimidación debe ser proferida o expresada seriamente, sin asomo de burla
o broma, dando a entender la decisión de quien la realiza de llevarla a cabo.
La intimidación debe ser constitutiva de un mal verdadero y no de un hecho
276
A propósito del robo con violencia, ETCHEBERRY, Alfredo. Ob.cit., p. 335; A propósito de la
violación y del robo con intimidación, POLITOFF, Sergio, MATUS, Jean, RAMIREZ, María Ob. cit., p.
253; A propósito de la violación de morada, BALMACEDA HOYOS, Gustavo, ob.cit., p. 209.
277
AGUILAR ARANELA, Cristian. 2008. Ob.cit., 189p.
278
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob.cit, 253p.
154
insignificante de aquellos con que suele amenazarse sin ánimo de llevarlos
a cabo y sin que infundan temor alguno al que oye la amenaza.
279
AGUILAR ARANELA, Cristian. 2008. Ob.cit., 189p.
280
VITAR CÁCERES, Jorge. Ob.cit., p. 63.
155
6.2.3.3 Coacción
281
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit., 148p.
282
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit., 149p.
156
6.2.3.4 Engaño
283
DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Disponible en:
http://dle.rae.es/?id=GLGoM4q [Fecha de consulta 8 de mayo de 2017]
284
AGUILAR ARANELA, Cristian. 2008. Ob. cit., 191p.
285
GAJARDO ORELLANA, Tania, GUZMÁN VALENZUELA, Karen, SUAZO SCHWENCKE,
Carolina. 2012. Interpretación jurisprudencial de los principales tipos penales contenidos en la ley 20.307.
Revista Jurídica del Ministerio Público, N° 53, 209p.
157
Asimismo, el engaño, por regla general, versa sobre la naturaleza del
trabajo o servicio que ha de prestarse o sobre las condiciones en las que
debe prestarse286.
Así las cosas, es habitual encontrar casos en los que la persona que
recibe a las víctimas en los lugares de explotación revela paulatinamente las
condiciones de trabajo que deberán realizar. Por lo general aquí el medio de
engaño se combina con otros medios como por ejemplo las amenazas o
intimidaciones, así como también el abuso de una situación de
vulnerabilidad.
286
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit., p. 15.
287
VITAR CÁCERES, Jorge. Ob.cit., p. 65.
288
VITAR CÁCERES, Jorge. Ob.cit., p. 66.
158
bien sobre el objeto de prestación o bien sobre sus condiciones289. Más
recientemente, en el comentario a la Ley Modelo contra la trata de personas
de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, se precisa
esta idea de que „‟engaño o fraude‟‟ puede referir a la naturaleza del trabajo
o servicio que la persona tratada realizará – por ejemplo, se le promete un
trabajo doméstico y es forzada a ejercer la prostitución -, así como a las
condiciones bajo las cuales la persona será forzada a realizar su trabajo o
servicio – por ejemplo, se le promete la posibilidad de trabajar legalmente
con residencia en el país, un pago apropiado y condiciones regulares de
trabajo y finalmente, termina trabajando sin pago, durante gran cantidad de
horas, es privada de sus documentos de viaje o de identidad, se limita su
libertad ambulatoria y/o es amenazada con represalias si intenta escapar -, o
ambos.
159
respecto de la víctima en razón de una relación laboral, por ejemplo, u otra
similar290.
También, debería entenderse que este medio, incluye el poder que los
familiares masculinos puedan tener respecto de los familiares de sexo
femenino en algunos ordenamientos jurídicos y el poder que los padres
pueden tener respecto de sus hijos291.
290
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit., p. 150.
291
CONFERENCIA DE LAS PARTES EN LA CONVENCIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS
CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA TRANSNACIONAL. „‟Análisis de conceptos básicos:
interés especial en el concepto de „‟abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad‟‟ que figura en el
artículo 3 del Protocolo de Palermo. Disponible en:
http://www.unodc.org/documents/treaties/UNTOC/Publications/Travaux%20Preparatoire/04-
60077_Ebook-s.pdf [Fecha de consulta: 8 de mayo de 2017]
292
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit., p. 151.
160
6.2.3.6 Aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad o
dependencia de la víctima
293
OFICINA DE NACIONES UNIDAS CONTRA LAS DROGAS Y EL CRIMEN. 2012. Abuse of a
pisition of vulnerability and another „‟means‟‟ within the definition of trafficking in persons, issue paper.
Disponible en: http://www.unodc.org/documents/human - trafficking/2012/UNODC_2012_Issue_Paper_-
_Abuse_of_a_Position_of_Vulnerability.pdf [Fecha de consulta: 8 de mayo de 2017]
294
ARAYA, Denisse, RETUERTO, Iria. Ob.cit., 144p.
295
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit. p. 336.
161
Se suele utilizar como sinónimos los conceptos de „‟vulnerable‟‟ y
„‟pobre‟‟, sin embargo, la vulnerabilidad atañe a la situación de una persona
en un contexto concreto. Dice relación con una situación derivada del modo
como los individuos experimentan de manera negativa la interacción
compleja entre los factores sociales, económicos, culturales, políticos y
ambientales que constituyen el contexto de sus comunidades 296.
296
CONFERENCIA DE LAS PARTES EN LA CONVENCIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS
CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA TRANSNACIONAL, Ob.cit., p. 5.
297
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit., p. 151.
298
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit., p. 152.
162
acuerdo con el contexto y con la capacidad de respuesta individual. Por ello,
al responder a la vulnerabilidad se necesita tener en cuenta las condiciones
externas del individuo, así como los mecanismos para hacerles frente que
permiten al individuo protegerse de cualquier efecto negativo de esas
condiciones externas299.
299
CONFERENCIA DE LAS PARTES EN LA CONVENCIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS
CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA TRANSNACIONAL, Ob.cit., p. 5.
300
CONFERENCIA DE LAS PARTES EN LA CONVENCIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS
CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA TRANSNACIONAL, Ob.cit., p. 6.
301
VITAR CÁCERES, Jorge. Ob.cit., p. 67.
163
6.2.3.7 Concesión o recepción de pagos u otros beneficios para obtener
302
VITAR CÁCERES, Jorge. Ob.cit., p. 67.
303
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit., p. 152.
304
CÁRDENAS ARAVENA, Claudia. Ob.cit., p. 153.
164
6.2.4 Consentimiento de la víctima
305
VITAR CÁCERES, Jorge. Ob.cit., p. 73.
306
JAKOBS, Günter. 1997. Derecho penal, parte general. Fundamentos y teoría de la imputación.
Segunda edición. Traducción de CUELLO CONTRERAS, Joaquín, SERRANO GONZALES DE
MURILLO, José, Madrid, Editorial Marcial Pons, 294p.
165
Roxin, por su parte, incluye dentro de los tipos con nula o limitada
posibilidad de consentimiento, en primer lugar, aquellos en donde el bien
jurídico supone una lesión contra la comunidad, señalando que este
principio se mantiene aun cuando es una persona individual la que resulta
inmediatamente afectada por el hecho, ella no podría consentir en la lesión,
porque el bien jurídico no está a su disposición 307. En segundo lugar, señala
que el consentimiento del portador del bien jurídico tampoco excluye en
todos los casos la realización del tipo. Esto regiría, señala, en los tipos que
presuponen una cooperación de la víctima y que sirven para su protección.
Así, explica que se hace caso omiso del consentimiento de la víctima
porque el legislador, con una presunción irrefutable, le deniega desde el
principio la facultad para una libre y responsable decisión 308.
307
CLAUS, Roxin. Ob.cit., 526p.
308
CLAUS, Roxin. Ob.cit., 526p.
309
JESCHECK, Hans – Heinrich. 1993. Tratado de Derecho penal, parte general. Cuarta edición.
Traducida por: MANZANARES SAMANIEGO, José, Granada, Editorial Comares, pp. 337 – 338.
166
Para responder antedichas interrogantes distinguiremos varias
situaciones 310: primero, los casos en los cuales el consentimiento de la
víctima no puede tener lugar, como en la utilización de violencia o
intimidación; segundo, casos en los que la víctima consiente, pero su
voluntad está viciada por alguna de las circunstancias que establece la ley,
como ocurre en el caso del engaño o el abuso de autoridad o de situación de
vulnerabilidad o de dependencia de la víctima; tercero, otras conductas en
las que sí es posible conjugar la ejecución de la conducta delictiva
cohabitando con el consentimiento de la víctima, lo que puede tener lugar
en algunas de las modalidades comisivas del tipo penal, como, por ejemplo,
en el abuso de poder, el aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad
o de dependencia de la víctima, o bien, en la concesión de o recepción de
pagos u otros beneficios para obtener el consentimiento de una persona que
tenga autoridad sobre otra 311.
310
Distinción propuesta por VITAR CÁCERES, Jorge. Ob.cit., p. 75.
311
En este grupo de casos hay que decidir si es admisible invocar el consentimiento de la víctima como
factor que niegue lugar al castigo del sujeto que ejecuta las conductas típicas e incurre en alguna de las
variantes antes señaladas.
312
El artículo 3, letra b), del Protocolo de Palermo, dispone que, de concurrir alguno de estos
medios, no se tomará en cuenta un eventual consentimiento que haya prestado la víctima.
167
Sin embargo, a nivel interno, puede pervivir la discusión en torno a la
aceptación por parte de la víctima a las acciones y condiciones propuestas
por el autor de la conducta, pues no existe disposición como la del
Protocolo de Palermo, o la instaurada en Argentina producto de la ley
26.364.
Con todo, hay autores como Colombo y Mángano que sostienen que
el consentimiento podría ser eficaz, sólo en aquellos delitos en los cuales el
interés jurídico involucrado pueda ser disponible por su titular. El delito de
trata de personas, a su parecer, no puede ser uno de estos delitos. Eso
quedaría claro si se coincide en que el interés jurídico – social que está
detrás de la sanción de la norma es el de garantizar a una persona la libertad
313
VITAR CÁCERES, Jorge. Ob.cit., 76p.
168
de autodeterminación. Libertad de elegir un plan de vida en el que pueda
seguir considerándosela persona, castigando aquellas acciones que
conducen a su explotación y esclavización314.
314
COLOMBO, Marcelo, MÁNGANO, María. Ob.cit., 3p.
169
6.2.5.1 Explotación sexual
315
DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Disponible en:
https://www.google.cl/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=4&cad=rja&uact=8&sqi=2&ved=0a
hUKEwij44btsObTAhXGgZAKHdg2CGMQFggwMAM&url=http%3A%2F%2Fdle.rae.es%2Fsrv%2Fse
arch%3Fm%3D30%26w%3Dexplotar&usg=AFQjCNHY47Zkj3tdRz1DvN1kqYgADpCLNg&sig2=ysGy
87GaLTZw9QkgkGXHlw [Fecha de consulta: 8 de mayo de 2017].
316
OFICINA DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA LA DROGA Y EL DELITO. Ob. cit., p. 26.
317
OFICINA DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA LA DROGA Y EL DELITO. Ob. cit., p. 14.
170
Ahora bien, la Ley Modelo contra la Trata de Personas ha expresado
que por „‟explotación de la prostitución ajena‟‟ se entenderá la „‟obtención
ilícita de beneficios financieros u otro tipo de beneficios materiales
mediante la prostitución de otra persona318‟‟.
Suma, el Informe global de la UNODC del año 2016 que „‟la trata de
personas con fines de explotación sexual continua siendo la modalidad más
detectada de esta delito‟‟320. Por otro lado, de acuerdo a datos de la
Organización de Estados Americanos y la Oficina de Naciones Unidas
contra la Droga y el Delito, esta forma de trata de personas con finalidades
de explotación sexual, es de las más recurrentes 321.
318
LEY MODELO CONTRA LA TRATA DE PERSONAS. Disponible en:
https://www.unodc.org/documents/human-trafficking/TIP-Model-Law-Spanish.pdf [Fecha de consulta: 8
de mayo de 2017].
319
INFORME DE LA TRATA DE PERSONAS. Junio de 2014. Disponible en:
http://www.state.gov/documents/organization/229514.pdf [Fecha de visita: 8 de mayo de 2017]
320
INFORME GLOBAL UNODC. Diciembre de 2016. „‟Niños y niñas, casi un tercio de víctimas de la
trata de personas‟‟. Disponible en: https://www.unodc.org/colombia/es/press/2016/diciembre/informe-
global-trata-de-personas.html [Fecha de consulta: 8 de mayo de 2017]
321
De acuerdo a datos de la OEA, esta forma de trata alcanza unos 9 millones de víctimas en
Latinoamerica y un tercio de las víctimas a nivel mundial. Por su parte, la ONUDC estima que cerca del
79% de los delitos de trata de personas, es con fines de explotación sexual. Cifras obtenidas de,
INSTITUTO DE CRIMINOLOGÍA DE CHILE. 2014. Caracterización del delito de trata de personas con
171
Es preciso señalar, también, que la pornografía queda comprendida
en el tipo penal, de modo que parece atingente entender el término
conforme a su definición legal en el artículo 366 quinquies inciso final del
Código penal.
172
concepto de trabajos o servicios forzosos, no se trata de la única hipótesis
que abarca el concepto 323.
323
ARIAS MADARIAGA, Emiliano, FIGUEROA OSSA, Ulda. 2013. Concepto de trabajos
forzados, servidumbre y esclavitud en el tipo penal del artículo 411 quáter del Código Penal chileno y
bienes jurídicos protegidos por estas modalidades de trata de personas. Revista Jurídica del Ministerio
Público, N° 55, p. 207.
324
OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO. 2007. 96° Reunión de la Conferencia internacional
del Trabajo. Informe III. Estudio general relativo al convenio sobre trabajo forzoso, 1930 y al convenio
sobre abolición del trabajo forzoso, 1957. Disponible en:
http://www.ilo.org/public/spanish/standars/relm/ilc/il96/pdf/rep-iii-1b.pdf [Fecha de consulta: 8 de mayo
de 2017]
173
víctima es engañada en relación a las condiciones laborales ofrecidas o
porque éstas son de algún modo impuestas a la víctima al encontrarse en
situación de inferioridad o vulnerabilidad respecto del empleador 325.
325
ARIAS MADARIAGA, Emiliano, FIGUEROA OSSA, Ulda. Ob.cit. p. 208.
326
GAJARDO, Tania, TORRES, Angélica. Ob.cit., p. 246.
327
CONVENIO SOBRE EL TRABAJO FORZOSO, Artículo 2.
174
Asimismo, la OIT, al referirse al concepto de trabajo o servicios
forzados, constata en primer lugar que „‟engloba manifiestamente
actividades más graves que el mero incumplimiento de la legislación laboral
y de las condiciones de trabajo. Por ejemplo, el hecho de no pagar a un
trabajador el salario mínimo obligatorio no implica un trabajo forzoso,
mientras que sí lo implicará normalmente el hecho de impedir que
abandone el centro de trabajo 328‟‟.
328
OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO. 2006. Trata de seres humanos y trabajo forzoso como
forma de explotación. Guía sobre la legislación y su aplicación. p. 19. Disponible en:
http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/@ed_norm/@declaration/documents/publication/wcms_082008
.pdf [Fecha de consulta: 8 de mayo de 2017].
329
OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO. Ob.cit. p. 20.
175
lugares públicos para evitar el control policial y limitación de
movimiento330
330
GIMÉNEZ SALINAS FRAMIS, Andres. 2009. La dimensión laboral de la trata de personas en
España. En: Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología, 17p. Disponible en:
http://criminet.ugr.es/recpc/11/recpc11-04.pdf [Fecha de consulta: 8 de mayo de 2017]
331
OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO. 2009. El caso de la coacción. Informe Global con
arreglo al seguimiento de la declaración de la OIT relativa a principios y a derechos fundamentales en el
trabajo, p. 36. Disponible en:
http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/@ed_norm/@relconf/documents/meetingdocuments/wcms_106
232.pdf [Fecha consulta: 8 de mayo de 2017].
332
SANTANA VEGA, Dulce. La directiva 2011/36/UE, relativa a la prevención y lucha contra la trata de
seres humanos y protección de las víctimas: análisis y crítica. Nova et Vetera, 218p. Disponible en:
http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3897644.pdf [Fecha consulta: 8 de mayo de 2017]
176
Es dable advertir que es perfectamente posible calificar una situación
como las previamente descritas como trabajos o servicios forzados cuando
la víctima consiente en ella, puesto que la circunstancia de haber sido
obtenido dicho consentimiento bajo alguna de las modalidades del artículo
411 quáter, priva de todo valor a dicha manifestación de voluntad333.
177
la esclavitud no radica en declarar a alguien formalmente esclavo, sino en
tratarlo de facto como tal. 335
335
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL, 30 de octubre de 2014. Sentencia Rol N° 2615 – 14.
336
PUENTE ABA, Luz. La protección frente al tráfico de órganos: su reflejo en el Código penal español,
p. 2. Disponible en: http://www.ecrim.es/publications/2011/TraficoOrganos.pdf [Fecha de visita: 8 de
mayo de 2017].
178
Esta modalidad de actuar con la intención de que a la persona se
extraigan órganos es la más reciente incorporación de nuestra legislación en
materia de trata de personas. Siendo el Derecho una herramienta
eminentemente reactiva, no es de extrañar que se haya agregado este ánimo
particular luego de haber pesquisado que sobre todo en algunos países se
captada a las personas con esta finalidad 337
337
A nivel mundial se estima que esta forma de trata concentra solamente el 0.2 por ciento de los casos.
Global reporto n traffiking persons, 2012. Disponible en: http://unodc.org/documents/data-an-
analysis/glotip/Trafficking_in_persons_2012_web.pdf [Fecha de consulta: 8 de mayo de 2017]
338
INFORME DE LA TRATA DE PERSONAS DE JUNIO DE 2014. Ob. cit., p. 37.
179
6.2.6 Elementos subjetivos de la trata de personas
339
ETCHEBERRY, Alfredo. Ob.cit., p. 321. Respecto de la imprudencia. Explica que los verbos rectores
y medios de comisión del delito de trata de personas resultan incompatibles con la imprudencia.
340
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob.cit., p. 191.
341
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob.cit., p. 192.
180
En este sentido, Politoff, Matus y Ramírez afirman que el delito de
trata de blancas, previsto en el derogado artículo 367 bis del Código Penal,
antecesor del 411 quáter, de estructura casi idéntica a éste último, es un
delito imperfecto en dos actos, ya que el sujeto tiene una mira a alcanzar,
que debiera tener lugar con una propia acción suya después de la realización
de lo objetivamente exigido en la descripción del hecho, pero que el sujeto
no necesita realizar para que el delito esté consumado. Continúan señalando
que en dicho delito el elemento subjetivo consiste en que la entrada y salida
de personas del país se realice con el objeto que éstas ejerzan la prostitución
en el territorio nacional o extranjero, aunque no es necesario que la lleguen
a ejercer efectivamente para su punibilidad 342.
342
POLITOFF, MATUS, RAMÍREZ. Ob.cit., p. 192.
181
6.3. Derecho comparado
182
ambos fenómenos delictivos‟‟.343 En el Título nuevo se tipifica de modo
específico, separado y exclusivo el delito de trata de seres humanos, para
distinguirla del tráfico de personas del artículo 318 bis y, además, porque
atendidas las características de ambos ilícitos, se hacía necesaria la
regulación separada de ambas. 344
343
MARTOS NÚÑEZ, Juan. 2012. El delito de trata de seres humanos: análisis del artículo 177 bis del
Código penal. Estudios Penales y Criminológicos, vol. XXXII, p. 100.
344
POMARES CINTAS, Esther. Ob. cit., p. 6.
183
Son de advertir, entonces, tres similitudes con la legislación chilena.
Primero, ambas en un comienzo se encontraban limitadas exclusivamente a
la trata de personas para fines de explotación sexual. Segundo, sólo existía
la trata transnacional, mas no la denominada trata interna. Tercero, existe
similitud respecto de los medios de comisión recién señalados y los del
actual artículo 411 quáter del Código penal chileno.
El actual artículo 177 bis 346 del Código penal español establece el
tipo básico del delito de trata, a través del cual, se persigue la captación,
345
KÜHNE, Rosemarie. Ob.cit., 77p.
346
Artículo 177 bis del Código penal español. “Será castigado con la pena de cinco a ocho años de prisión
como reo de trata de seres humanos el que, sea en territorio español, sea desde España, en tránsito o con
destino a ella, empleando violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o
de necesidad o de vulnerabilidad de la víctima nacional o extranjera, o mediante la entrega o recepción de
pagos o beneficios para lograr el consentimiento de la persona que poseyera el control sobre la víctima, la
captare, transportare, trasladare, acogiere, o recibiere, incluido el intercambio o transferencia de control
sobre esas personas, con cualquiera de las finalidades siguientes:
La imposición de trabajo o de servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, a la
servidumbre o a la mendicidad.
La explotación sexual, incluyendo la pornografía
La explotación para realizar actividades delictivas.
184
traslado o recibimiento de personas con la finalidad de ser personalmente
explotadas. Existe, entonces, otra similitud con el 411 quáter del Código
Penal chileno: los verbos rectores. Siendo necesario también que tal
comportamiento se lleve a cabo mediante procedimientos engañosos,
violentos, intimidatorios o abusivos que anulan o suprimen el
consentimiento de la víctima.
347
POMARES CINTAS, Esther. Ob.cit., p. 8.
348
KÜHNE, Rosemarie. Ob.cit., p. 78.
349
POMARES CINTAS, Esther. Ob.cit., p.8.
185
En el artículo 177 bis, se regula expresamente el caso de que la
víctima sea menor de edad, señalando el apartado segundo que, aun cuando
no se recurra a ninguno de los medios enunciados en el apartado anterior, se
considerará trata de seres humanos cualquiera de las acciones indicadas en
el apartado anterior cuando se llevare a cabo respecto de menores de edad
con fines de explotación. Es decir, sigue lo dispuesto en el Protocolo de
Palermo, cosa que también realiza Chile.
350
POMARES CINTAS, Esther. Ob.cit., 8p.
186
6.3.2. Derecho alemán
351
REBOLLO VARGAS, Rafael, CUGAT MAURI, Miriam, RODRÍGUEZ PUERTA, María. 2006.
Normativa internacional y derecho comparado. En: GARCÍA ARÁN, Mercedes. Trata de personas y
explotación sexual, p. 101.
352
REBOLLO VARGAS, Rafael, CUGAT MAURI, Miriam, RODRÍGUEZ PUERTA, María. Ob.cit., p.
101.
187
Por último, el parágrafo 233 a, sanciona un „‟amplio abanico de
conductas de favorecimiento indirecto o a través de tercero, de cualquiera
de las formas de tráfico‟‟.
188
autoridad sobre la víctima, con fines de explotación, será reprimido con
prisión de tres a seis años.
353
KÜHNE, Rosemarie. Ob.cit., p. 85.
189
Por otro lado, el delito de trata de personas contempla una distinción
para el caso de que la víctima resulte mayor o menor de dieciocho años. En
el primer caso - artículo 145 bis - exige la realización de medios comisivos
para la configuración del delito; mientras que para el supuesto de menores
los medios comisivos operan como agravantes. Lo que manifiesta la mayor
protección que el legislador Argentino otorga a los menores de edad.
190
del artículo 145 bis 354. En el caso de la trata de personas menores de edad,
las formas agravadas se establecen en el inciso tercero del artículo 145
ter355.
354
Inciso segundo, artículo 145 bis: „‟La pena será de cuatro a diez años de prisión cuando: 1. El autor
fuere ascendiente, cónyuge, afín en línea recta, hermano, tutor, persona conviviente, curador, encargado de
la educación o guarda, ministro de algún culto reconocido o no, o funcionario público; 2. El hecho fuere
cometido por tres o más personas en forma organizada; 3. Las víctimas fueren tres o más.
355
Inciso tercero, artículo 145 ter: „‟… en cualquiera de los supuestos anteriores, la pena será de diez a
quince años de prisión, cuando: 1. mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de
intimidación o coerción, abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción
de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre la víctima;
2. el autor fuere ascendiente, cónyuge, afín en línea recta, hermano, tutor, persona conviviente, curador,
encargado de la educación o guarda, ministro de algún culto reconocido o no, o funcionario público; 3. el
hecho fuere cometido por tres o más personas en forma organizada; 4. las víctimas fueren tres o más.
191
CAPÍTULO III
La autoría mediata a la luz del inciso tercero del artículo 411 quáter del
Código penal
192
1. Consideraciones preliminares
193
traslada, acoge o recibe por sí, debe ser considerado como autor y recibir la
pena contemplada en el artículo para dicho supuesto.
194
echando mano, entre otras cosas, a la especialidad de la regla incorporada
por el artículo 411 quáter y a los fines de la misma, a la posible vulneración
de principios generales de derecho penal cuya relevancia es incuantificable
– como son, por ejemplo, el principio de legalidad y proporcionalidad -, a
criterios limitativos de la autoría como el dominio del hecho y al
cumplimiento de requisitos que, en su mayoría, la doctrina propone para la
autoría mediata.
356
ROXIN, Claus. 2000. Autoría y dominio del hecho en el Derecho Penal. Traducido por CUELLO
CONTRERAS, Joaquín y SERRANO GONZÁLEZ DE MURILLO, José Luis. 7 a Ed. Madrid: Marcial
Pons, p. 337.
195
Dentro de la doctrina nacional, Cury señala que autor mediato es
„‟aquel que se sirve de la conducta de otro como instrumento para la
ejecución del delito‟‟357. Luego, de acuerdo a Politoff, a efectos de
aplicación de la ley, no hay diferencias en el nivel de responsabilidad del
autor inmediato con el del autor mediato: ambos son autores, esto es,
realizadores del hecho punible mediante una conducta directamente
subsumible en el tipo penal. La diferencia radica únicamente en que el autor
inmediato realiza la acción típica personalmente, mientras que el mediato
hace ejecutar el hecho mediante otro 358. Llevado al supuesto en comento, el
sujeto „‟C‟‟, ejecutaría el hecho mediante el sujeto „‟B‟‟.
Dicho esto, es posible advertir que el tercer sujeto, „‟C‟‟, respecto del
cual analizamos una posible autoría, debiese realizar la acción típica o hacer
ejecutar el hecho mediante otro. En consecuencia, este sujeto tendría que
realizar la acción típica prescrita por el artículo, sin embargo, de suceder
357
CURY URZÚA, Enrique. 1985. Ob. cit. p. 38.
358
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ,. Ob. cit., p. 403.
359
RODRÍGUEZ MOURULLO, Gonzalo. Ob. cit.,p. 476.
196
esto, estaríamos dentro de uno de los supuestos considerados previamente
por el legislador y, por tanto, el sujeto sería „‟considerado como autor‟‟ de
acuerdo a los términos del inciso tercero. Como resultado de ello, de
acuerdo a estos criterios sería insostenible la presencia de un nuevo autor
mediato toda vez que los límites a la autoría mediata en la trata de personas
están supeditados al tipo penal impuesto por el artículo 411 quáter, cuyo
inciso final introduce una regla especial cuyas fronteras están determinadas
por el mismo.
Así las cosas, cuando el artículo 14 del Código prescribe que „‟son
responsables de un delito los autores‟‟, no contiene necesariamente un
concepto de autor, sino que sólo la palabra „‟autores‟‟ que puede
interpretarse como comprensiva del verdadero autor como de quienes la
360
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel. 1991. Ob. cit, p.710.
197
legislación supone tales, „‟considera autores‟‟, a objeto de equipararlos con
aquel y evitar su total impunidad.
361
ANTÓN ONECA, José. 1986. Derecho penal: parte general. 2° Edición, Madrid: Akal, p. 437.
362
LANGE, Richard. 1935. Der moderne Täterbegriff und der deutsche Strafgesetzentturf. Berlín:
Leipzig, p. 17; BOSCARELLI, Marco. 1958. Contributo alla teoría del concorso di persone nel reato.
Padova, Cedam. p. 121.
363
MAURACH, Reihart. Ob. cit. p. 303.
198
realización – y no la de ejecución física – de la correspondiente figura
delictiva.
364
NOVOA, Eduardo. 1964. Algunas consideraciones acerca del concurso de personas en un hecho
punible. Revista de Ciencias Penales. Santiago, Chile. p. 5.
199
Sumado a lo anterior, una ampliación ilimitada de la autoría mediata
a supuestos no contemplados por el legislador, además de carecer de
fundamento jurídico relevante, pasaría por alto principios limitadores del
derecho penal, afectando la certeza jurídica y la intención del legislador al
regular el delito de trata de personas.
200
En consecuencia, el objetivo consistió en quitar cualquier obstáculo o
dificultad para perseguir a los financistas u organizadores de las redes de
trata de personas, ampliando el ámbito de acción a los autores del delito
contenidos en los dos primeros incisos de la disposición. Por ello, a pesar
que el Código penal chileno contiene una parte inicial que establece
conceptos generales aplicables a todos los delitos y una parte especial que
contiene un catálogo pormenorizado de los tipos penales, ambas partes
deben aplicarse de consuno, por lo que no corresponde aplicar normas sobre
definición de autoría con preferencia a las normas de la parte especial, pues
estas atienden a las características particulares del delito individualmente
considerado.
201
establecida por el legislador, pues establece los casos puntuales a
considerar, por tanto, aquellos que se encuentran fuera de los márgenes del
artículo 411 quáter no debieran ser castigados en calidad de autor.
365
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel. Ob. cit., p. 545
366
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit. p. 65 y 66; DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel. Ob. cit., p. 551;
PÉREZ ALONSO, Esteban. 1998. La coautoría y la complicidad necesaria en el Derecho penal. Editorial
Comares, España, p. 175; BOLEA BARDON, Carolina. 2000. Autoría mediata en el Derecho penal.
Tirant lo Blanch, p. 63.
202
(Estudios sobre el sistema del Derecho penal), en 1939 367. Este origen
remoto pone de manifiesto, en primer lugar, la inicial vinculación de la
teoría del dominio del hecho con el concepto de autor derivado de la teoría
de la acción finalista, lo cual, ciertamente, no ha impedido que sea
sustentada desde otras posturas dogmáticas368.
367
GÓRRIZ ROYO, Elena. 2008. El concepto de autor en el Derecho penal. Tirant lo Blanch, p. 315.
368
GÓRRIZ ROYO, Elena. Ob. Cit, p. 316.
369
WELZEL, Hans. 2002. Estudios de Derecho penal. Traducido por: ABOSO, Gustado; LÖW, Tea.
Editorial B de F, p. 102.
370
WELZEL, Hans. Ob. cit., p. 137.
203
En consecuencia, el dominio del hecho en Welzel está basado en un
concepto personal del injusto, de modo que, en los delitos dolosos, autor
sería el que domina finalmente el hecho, quien dirige el curso causal de
forma consciente hacia la meta. Así pues, la configuración del hecho basada
en una decisión de la voluntad es la que convierte en autor al sujeto, porque
sólo así puede decirse que él domina el hecho 371.
371
GÓRRIZ ROYO, Elena. Ob. cit., p. 318.
372
Esta evolución ya fue constatada por Roxin, para quien Welzel progresa desde el dominio del hecho
final hasta el dominio final del hecho. En ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit., p. 67.
204
con la que diferenciar, en los delitos dolosos 373. De otro, se ha podido decir
que su peculiaridad, frente a otros planteamientos, radicaría en que el
dominio del hecho opera directamente sobre la teoría de lo injusto 374.
373
Solo en los delitos dolosos, pues en los imprudentes Welzel niega la posibilidad de distinguir entre
autoría y participación, puesto que cualquier causación evitable del resultado configura la autoría. En estos
delitos se mantuvo la teoría de la equivalencia de las condiciones, de modo que al considerare todas las
causas de igual importancia, regía un concepto extensivo de autor. En GÓRRIZ ROYO, Elena. Ob. cit., p.
319.
374
RUÍZ ANTÓN, Luis. 1982. El agente provocador en el Derecho penal. Editorial Edersa, Madrid, p.
109.
375
GÓRRIZ ROYO, Ob. Cit., p. 320.
376
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit., p. 22
205
Respecto a la figura central377 del suceso con apariencia o forma de
acción, se trata de un principio orientador para determinar el concepto de
autor y por tanto, no es una descripción del contenido de autoría. Más bien,
Roxin ofrece un punto de partida metodológico 378.
377
El criterio de „‟figura central debe caracterizar, por un lado, el baremo pre-jurídico de diferenciación y,
por otro, el punto de vista legal valorativo decisivo para delimitar al autor. En este sentido, constituye un
criterio formal de modo que, puede decirse que, en su punto de partida, la concepción de Roxin se
aproxima a las teorías objetivo – formales. Lo cierto es que esta apreciación no está desencaminada,
habida cuenta que el citado autor parte de que el legislador describe al autor por medio del concepto de
„‟ejecutar‟‟. Sin embargo, al propio tiempo, el citado autor entiende que el concepto de „‟figura centra‟‟ es
un recurso a una idea plástica inserta en la conciencia común, cual es, que todas las formas de autoría -
autor, coautor y autor mediato - son las figuras principales del proceso. En DÍAZ Y GARCÍA
CONLLEDO, Miguel. Ob. cit., p. 585.
378
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel. Ob. cit., p. 142.
379
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel. Ob. cit., p. 145.
380
Según Roxin, un concepto es fijo cuando „‟desde la perspectiva de la definición puede explicarse a
partir de determinados elementos individuales, que se pueden comprender mediante un acto de subsunción
206
una descripción que presenta la ventaja de poder ajustarse a los datos
materiales de la constelación de casos concretos que pueden plantearse en la
realidad.
Sentados los rasgos de la idea del dominio del hecho y puesto que,
entre ellos, incluye el rechazo de un concepto fijado, cerrado y ajeno a las
peculiaridades de los casos concretos, Roxin atribuye a dicha idea un papel
bastante más modesto del que, hasta entonces, le habían asignado el resto de
los defensores de esta doctrina. En efecto, considera que el dominio del
hecho no sería una característica general de la autoría sino un criterio
delimitador de la misma solo en determinados delitos dolosos de
comisión381.
objetivamente verificable y con la ayuda de los cuales puede resolverse sin más cualquier caso concreto a
través de un procedimiento deductivo‟‟. En ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit., p. 141.
381
En efecto, según ROXIN, la teoría del dominio del hecho contiene, por lo que respecta a los delitos
dolosos de comisión, los rasgos determinantes de un concepto general de autor. Pero el alcance del
concepto de dominio del hecho ha de establecerse a la vista de los tipos concretos, de modo que puede ser
adecuado para delimitar las formas de intervención atendiendo a dos parámetros: primero, sólo puede
caracterizar la figura central allí donde la conducta considerada punible por el legislador sea dominable;
segundo, no cabe recurrir al concepto del dominio, en casos en que el legislador delimite a la persona del
autor, mediante particulares elementos. En, ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit., p. 352.
207
la lesión del deber extralegal específico contemplado en el tipo penal y la
ejecución de propia mano 382. Sin embargo, el criterio del dominio del hecho
sí jugaría un papel determinante para fundamentar la autoría en los
llamados delitos de dominio, incluidos en los delitos dolosos de comisión.
208
error que resta la voluntad del ejecutor, o se sirve de un órgano sometido al
hombre de atrás.
209
sujeto de atrás dispone de una maquinaria perfectamente ordenada a cuya
merced puede cometer multiplicidad de delitos sin tener que delegar su
realización a la decisión autónoma del intermediario, quien acciona
plenamente consciente, sin coacción o error.
210
poder o dominio de la organización. Se trata de un caso en que alguien se
sirve de un plan de ejecución para una organización jerárquicamente
organizada. Para ello, hizo referencia a bandas de gangsters, organizaciones
políticas o militares y aun de una conducción delictiva del Estado – como
por ejemplo, el régimen de Hitler - 385.
211
Bajo el concepto abierto de dominio del hecho, Roxin cree posible
encontrar autoría mediata no solo en casos de coacción o error del ejecutor,
sino también cuando el instrumento es responsable pero forma parte del
engranaje de un aparato organizado de poder.
388
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit., p. 270
389
BRUERA, Matilde. 2001. Autoría y dominio de la voluntad a través de los aparatos
212
Ahora bien, ¿cuáles son las razones que se tienen para sustentar esta
hipótesis de autoría mediata? Son diversas y constituyen a la vez el blanco
de ataque de la doctrina opositora.
390
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit., p. 271.
213
alemán lo condenó por complicidad, pese a que ejecutó de propia mano a
los refugiados políticos o en el clásico ejemplo de “la bañera”.
391
LASCANO, Carlos. 2001. Teoría de los aparatos organizados de poder y delitos
Empresariales. Nuevas formulaciones en las Ciencias Penales. Libro homenaje
a Claus Roxin. Córdoba, Argentina. Editorial Lerner y La Lectura, p. 377.
392
ROXIN, Claus. 2000. Ob. cit., p. 277.
214
estructuras organizadas de poder estatales como paraestatales, la gravedad
de los hechos punibles cuya ejecución ordenan los hombres de atrás, hace
que no pierdan el control de la ejecución, no lo dejan al arbitrio del
instrumento, y en esa medida permanentemente dominan la voluntad de éste
a quien sólo dejan el dominio de su acción pero no del suceso globalmente
considerado. La actuación del hombre de atrás no termina con la emisión de
la orden, su dominio persiste dado el engranaje de la organización a la que
pertenece y domina. Esto conlleva a conservar un dominio de la voluntad
del instrumento, el que siendo portador del dominio de la acción, sólo es
una herramienta más en los propósitos de aquél.
393
STRATENWERTH, Günter. 1982. Derecho Penal. Parte general. Madrid, España, editorial Edersa, p.
172.
215
se dice que tiene vida independiente el grupo y que funciona en forma
automática, pues la negativa de una persona a cumplir el cometido ordenado
es irrelevante en la medida que otro más lo sustituirá cual herramienta de
trabajo. Es así que el ejecutor constituye un verdadero instrumento, y aun
siendo poseedor del dominio de la acción es una pieza más, y por tanto
sustituible, en la compleja composición de la organización.
394
GARCÍA VITOR, Enrique. 2001. La tesis del dominio del hecho a través de los aparatos organizados
de poder. Nuevas formulaciones en las Ciencias Penales. Libro homenaje a Claus Roxin. Córdoba,
Argentina, editorial Lerner y La Lectura, p. 329.
216
constituye una figura anónima y sustituible, como reiteradamente se le ha
calificado, dentro de la estructura organizada de poder.
217
quáter, pueda tener tal dominio en el funcionamiento de la organización, al
punto de encontrarse a la cabeza o cúspide de la misma 395
sustantivo
Estos principios son las bases, las pautas o reglas sobre las cuales se
funda el Derecho penal y que conforman un marco del mismo.
395
Ello porque, siguiendo las palabras del Tribunal de Jerusalén en la sentencia que emitió contra
Eichmann, la proximidad o lejanía de uno o de otro, de entre muchos delincuentes, al que mató realmente
a la víctima, no puede influir en absoluto en el alcance de la responsabilidad. La medida de
responsabilidad más bien aumenta cuando más lejano se esté del aquel que con sus manos hace funcionar
el arma asesina y más se acerque uno a los puestos superiores de la cadena de mando.
218
considerados en la norma, podría constituir una vulneración de los
principios limitadores del Derecho penal antes mencionados.
396
MIR PUIG, Santiago. Ob. cit., p. 60.
397
Artículo 19 N° 3 incisos 7 y 8 de la Constitución Política de la República: „‟La ley no podrá presumir
de derecho la responsabilidad penal.
Ningún delito se castigará con otra pena que la que4t señale una ley promulgada con anterioridad a su
perpetración, a menos que una nueva ley favorezca al afectado.
Ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta que se sanciona esté expresamente descrita en
ella‟‟.
398
Artículo 1: „‟Es delito toda acción u omisión voluntaria penada por la ley.
Las acciones u omisiones penadas por la ley se reputan siempre voluntarias, a no ser que conste lo
contrario.
219
Las limitaciones del principio de legalidad consisten en que no hay
delito sin ley y no hay pena sin ley y, además, ésta ha de ser previa, escrita
y estricta399. El principio se sintetiza en las expresiones latinas
universalmente empleadas: nullum crimen, nulla poena, sine legem, en
otros términos, no hay crimen ni pena sin que previamente una ley así lo
haya determinado400.
De este modo, al ser la ley la que determina las penas y los hechos
El que cometiere delito será responsable de él e incurrirá en la pena que la ley señale, aunque el mal
recaiga sobre persona distinta de aquella a quien se proponía ofender. En tal caso no se tomarán en
consideración las circunstancias, no conocidas por el delincuente, que agravarían su responsabilidad; pero
sí aquellas que la atenúen.‟‟
Artículo 18: „‟Ningún delito se castigará con otra pena que la le señale una ley promulgada con
anterioridad a su perpetración.
Si después de cometido el delito y antes de que se pronuncie sentencia de término, se promulgare otra ley
que exima tal hecho de toda pena o le aplique una menos rigorosa, deberá arreglarse a ella su juzgamiento.
Si la ley que exima el hecho de toda pena o le aplique una menos rigurosa se promulgare después de
ejecutoriada la sentencia, sea que se haya cumplido o no la condena impuesta, el tribunal que hubiere
pronunciado dicha sentencia, en prima o única instancia, deberá modificarla de oficio o a petición de
parte.
En ningún caso la aplicación de este artículo modificará las consecuencias de la sentencia primitiva en lo
que diga relación con las indemnizaciones pagadas o cumplidas o las inhabilidades‟‟.
399
CURY, Enrique. 2005. Derecho Penal: Parte General. 7° Ed. Santiago: Universidad Católica de Chile.
p. 165.
400
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit. p. 31.
401
FEUERBACH, Paul. 1989. Tratado de Derecho penal común vigente en Alemania. Traducido por:
ZAFFARONI, Eugenio; HAGEMAIER, Irma. Buenos Aires, editorial Hammurabi, p. 63.
220
punibles, desde el ámbito de los hechos ilícitos solo algunos están
„‟recortados‟‟ en la forma de figuras delictivas – tipos penales -, que
componen así un catálogo de hechos punibles. Esto es lo que le da al
Derecho penal un carácter fragmentario que se expresa en la fórmula „‟no
hay delito sin tipicidad‟‟. No se trata, pues, solo de la exigencia de una ley
previa que castigue un hecho como delito – nullum delictum nulla poena
sine praevia lege poenali -, sino de una ley que fije con precisión los
contornos de la figura punible – nullum crimen sine lege strida - 402
, ambas
exigencias han sido recogidas constitucionalmente en los artículos
mencionados.
402
NOVOA, Eduardo. 2005. Curso de Derecho penal chileno: parte general. Tomo I., Editorial Jurídica de
Chile, p. 28.
403
COBO, Manuel; VIVES, Tomás. 1999. Derecho penal. Parte general. Tirant lo Blanch. 80p. En:
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit., p. 30.
221
expresiones latinas: lex praevia, scripta y stricta404.
404
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit. p. 31.
222
Y, en tercer lugar, la lex stricta, supone que es necesario que en la ley
se describa la conducta prohibida y se determine la pena a imponer,
concretándose en dos aspectos: la conducta prohibida ha de describirse con
claridad y exhaustivamente en lo sustantivo, diferenciando una de otra
adecuadamente, de modo que puedan individualizarse sin dudas y, además,
en la misma forma ha de precisarse la pena que corresponderá aplicar.
405
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit., p. 33.
223
expreso y determinado en norma previa y de rango legal, y, como resultado
de ello, se mermaría de modo significativo la certeza jurídica.
406
CARNEVALI RODRÍGUEZ, Raúl. 2008. Derecho penal como ultima ratio. Hacia una política
criminal racional. Revista Ius et Praxis. [en línea]. Disponible en:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-00122008000100002 [fecha de consulta:
23 de julio de 2017]
407
CARBONELL MATEU, Juan. 1996. Derecho penal: concepto y principios constitucionales. 2° Ed.
Valencia: Tirant lo Blanch. p. 199; LUZON PEÑA, Diego. 1996. Curso de Derecho penal. Madrid:
Editorial Universitas, p. 82.
224
utilitaristas: mayor bienestar con un menor costo social408. En este sentido,
el Derecho penal deberá intervenir sólo cuando sea estrictamente necesario
en términos de utilidad social general.
408
GARCÍA - PABLOS, Antonio. 1996. Sobre el principio de intervención mínima del Derecho penal
como límite del „Ius Puniendi‟‟. Estudios penales y jurídicos: homenaje al Prof. Dr. Enrique Casas
Barquero, p. 250.
409
BULLEMORE, Vivian; MACKINNON, John. 2007. Curso de Derecho penal. Tomo I, 2° Edición.
Legal Publishing. 31p.
225
No cabe duda que principios como el de ultima ratio tienen un
indudable basamento de carácter político, pues, en definitiva, la decisión de
intervenir constituye una determinación del legislador. De tal manera, que
aquellos sirven de orientación para las medidas que dentro el sistema
jurídico penal se adopten410.
410
MARINUCCI, Giorgio; DOLCINI, Emilio. 2012. Manuale di Diritto pénale. Parte Genérale. 4°
edición. Editorial Giufffré, Milano. p. 9.
411
HASSEMER, Winfried. 1991. Derecho penal simbólico y protección de bienes jurídicos. Traducido
por: LARRAURI, Elena. 1991. Pena y Estado. p. 29; HERZOG, Felix. 1993. Límites al control penal de
los riesgos sociales. Una perspectiva crítica ante el derecho penal en peligro. Traducido por LARRAURI,
Elena; PÉREZ, Fernando. Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales, p. 317 y ss.
412
SCHÜNEMANN, Bernd. 1996. Consideraciones críticas sobre la situación espiritual de la ciencia
jurídico-penal alemana. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, p. 31; VARGAS PINTO, Tatiana.
2007. Delitos de peligro abstracto y resultado. Determinación de la incertidumbre penalmente relevante.
Pamplona: Aranzadi, p. 251 y ss.
226
Derecho413. Sostiene el autor que un Estado liberal, donde la proposición in
dubio pro libértate414 tiene un sentido, surge de la pregunta de quién asume
los costos de una política criminal restrictiva. O en un Estado social, en
donde se exige más ayuda que represión, qué límite disponer si la ayuda que
se requiere debe provenir del Derecho penal. Es más, para Prittwitz de la
democracia no se pueden desprender presupuestos para un Derecho penal
reducido415.
413
PRITTWITZ, Cornelius. 2000. El Derecho penal alemán ¿Fragmentario? ¿Subsidiario? ¿Última ratio?
En: ROMEO CASABONA, Carlos. La insostenible situación del Derecho penal. Granada, editorial
Comares, p. 441.
414
HASSEMER, Winfried. 1984. Fundamentos del Derecho penal. Traducido por: MUÑOZ CONDE,
Francisco; ARROYO ZAPATERO, Luis. Barcelona: editorial Bosch, p. 39. Señala que el postulado in
dubio pro libértate apunta a una legislación penal limitada a la criminalización de conductas socialmente
dañosas. Mientras no se demuestre aquello debe quedar libre de la amenaza penal.
415
PRITTWITZ, Cornelius. Ob. cit., p. 442.
416
PRITTWITZ, Cornelius. Ob. cit., p. 444. Hace referencia a la „‟teoría de la espada desafilada‟‟,
señalando que no es posible dejar que se desafile la espada de la pena empleándola para cualquier ocasión
insignificante.
227
De esta forma, como sustenta Bustos Ramírez, la norma penal debe
ser considerada como un recurso excepcionalísimo frente al conflicto social,
donde el Derecho penal no sólo es la última, sino también la extrema ratio,
es decir, interviene solamente cuando hayan fracasado todos los demás
controles, formales o informales 417.
417
BUSTOS RAMÍREZ, Juan; HORMAZÁBAL MALARRÉE, Hérnan. Ob. cit., p. 66.
418
MUÑOZ CONDE, Francisco. 1993. Ob. cit., p. 72.
419
PRITTWITZ, Cornelius. Ob. cit., p. 431
420
PRITTWITZ, Cornelius. Ob. cit., p. 433.
228
bienes jurídicos tutelados penalmente. Por ello, el Derecho penal debe ser
considerado como la ultima ratio del sistema, lo que significa que, cuando
el ataque no sea muy grave o el bien jurídico no sea tan importante, o
cuando el conflicto pueda ser solucionado con soluciones menos radicales
que las sanciones penales propiamente dichas, deben ser aquéllas las
aplicables 421.
Ahora bien, aunque el Derecho penal sea el que prevé las sanciones
más gravosas, no es el único instrumento sancionatorio del ordenamiento
jurídico. Así, para que la subsidiariedad del derecho penal sea llevada a
efecto primeramente, deberá preferirse la utilización de los medios
desprovistos del carácter de sanción; en seguida, las vías que atribuyen
sanciones no penales, como la civil o administrativa; en el hipótesis de fallo
de esos medios, sólo entonces se apela al Derecho penal para sancionar el
hecho422.
421
MUÑOZ CONDE, Francisco y GARCÍA ARÁN, Mercedes. op. cit., p. 74.
422
MIR PUIG, Santiago. 2004. Derecho Penal. Parte General. Séptima Edición. Buenos Aires –
Montevideo. Editorial B de F, p. 89.
423
NÁQUIRA, Jaime. 2008. Principios y penas en el Derecho penal chileno. Revista electrónica de
Ciencia Penal y Criminología. [En línea]. Disponible en: http://criminet.ugr.es/recpc/10/recpc10-r2.pdf
[Fecha consulta: 15 de julio de 2017] ISSN: 1695 – 0194.
229
El carácter fragmentario consiste, entonces, en limitar la actuación
del Derecho penal a los ataques más violentos contra bienes jurídicos más
relevantes. La protección de la sociedad justifica la actuación del Derecho
penal en un Estado social. Esta protección es expresada a través de la tutela
por el Derecho penal de bienes jurídicos - principio de protección de bienes
jurídicos - , que son los intereses sociales que merecen la protección penal
en razón de su importancia 424. Por lo tanto, si una ley penal no protege un
bien jurídico, hay infracción del principio de intervención mínima,
acarreando la nulidad de esa norma, porque resultaría arbitraria 425.
424
MIR PUIG, Santiago. Ob. cit., p. 91.
425
MUÑOZ CONDE, Francisco; GARCÍA ARÁN, Mercedes. Ob. cit., p. 81.
230
4.3. Principio de proporcionalidad
426
QUINTERO OLIVARES, Gonzalo. 1982. Acto, resultado y proporcionalidad. Anuario de Derecho
Penal y Ciencias Penales, T. XXXV, Fase. II, Mayo- Agosto, p. 381.
427
ETCHEBERRY, Alfredo. Ob. cit., p. 35
231
razones de lógica y de justicia material señalando que este principio postula
la proporcionalidad entre la amenaza penal a la „‟dañosidad‟‟ social del
hecho - concepto vinculado a la índole del bien jurídico lesionado o
amenazado - y de la pena infligida en concreto a la medida de culpabilidad
del hechor428.
428
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob. cit., p. 65. En el mismo sentido, GARRIDO MONTT, Mario.
2007. Ob. cit., p. 198,
429
GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit., p. 199.
232
cuando hay una diferencia penológica respecto a los delitos de menor
entidad430.
430
ETCHEBERRY, Alfredo. Ob. cit., p. 170; GARRIDO MONTT, Mario. 2007. Ob. cit., p. 305.
431
POLITOFF; MATUS; RAMÍREZ. Ob. Cit., p. 71
233
CONCLUSIONES
234
de delitos de magnánima gravedad como es el de trata de personas, parece
coherente y lógico establecer límites al poder punitivo del Estado y, en
específico, lo que en este estudio nos convoca, limitar el ámbito de
aplicación de instituciones tan relevantes como la autoría mediata.
235
Por otro lado, respecto de la autoría mediata, dada su inexpresividad
legal en el sistema penal chileno, parece adecuado que nuestro Código
penal incluya de manera expresa su regulación. Si bien es cierto, a mi
parecer, de esta inexpresividad no se sigue de modo alguno una laguna
punitiva, sería recomendable que un elemento de tal importancia como es la
autoría medita, no quede en manos de la interpretación o apreciación que el
juez de turno haga respecto de los distintos criterios postulados por la
doctrina.
236
Finalmente, si bien es cierto, no se puede concebir el Derecho penal
desprovisto de toda conexión con la realidad, no es posible que esta
circunstancia signifique una aplicación desmesurada del Derecho penal o,
en este caso específico, una ampliación injustificada e ilimitada de la
autoría, con el sólo propósito de entregar un mensaje de justicia a la
sociedad, un mensaje de advertencia a quienes delinquen o como una
medida para hacer frente a fenómenos de absoluta preponderancia actual,
como la criminalidad organizada, entre otros..
237
BIBLIOGRAFÍA
I. Libros
238
8. CARRARA, Francesco. 1874. Opusculi di dirito criminale. Vol. IV,
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