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STEPHAN RIST - JUAN SAN MARTIN M.

AGROECOLOGIA y SABER CAMPESINO


EN LA CONSERVACION DE SUELOS

Segunda Edición

AGRUCO
Stephan Rist-Juan San Martín M.

AGROECOLOGIA y SABER CAMPESINO EN


LA CONSERVACION DE SUELOS

1
Colección AGRUCO
Cochabamba - Bolivia
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMON
AGROECOLOGIA UNIVERSIDAD COCHABAMBA
AGRUCO
Derechos Reservados
Telf. 27879-Casilla 3392
Cochabamba - Bolivia

Primera Edición: 1991 Editorial RUNA


Segunda Edición: 1993 Talleres Gráficos hlsbol

D.L.2-1-119-91
Contribuyeron con documentación
de trabajo de campo los siguientes
profesionales de AGRUCO:
Ing. Carlos Oña
Ing. Nelson Tapia
Egr. Félix Rodriguez
Ing.Reynaldo Mendieta
Egr. Gilberto Lisperguer
Ing. Jaime Delgadillo
CONTENIDO

PRESENTAClON 7

J. lA RELAClON HOMBRE-SUELO EN LOS ANDES

1. lJ\ RElJ\CION HOMBRE-SUELO 17


1.1. EPOCA PRECOLOMBINA 17
1.2. EPOCA COLONIAL 20
1.3. SIGLOXV A XVI 20
1.4. SIGLOXVIIYXVIII 21
1.5. SIGLOX1X 23
1.6. SIGLO XX 24

2. LA ORGAMZACION DE LOS lRABAJOS COMUNALES PARA LA CONSER-


VACION DE SUELOS 28
2.1. lA COOPERACION: ORGANIZACION SOCIAL Y1ECNOLOGlA 28
2.2. LAS RELACIONES SOCIAlES Y lA RECIPROCIDAD ANDINA 31
2.3. FORMAS DE RECIPROCIDAD EN EL DESARROu.o COMUNAL 33
2.4. UMARAQA 36
2.5. OmAS FORMAS DE RECIPROCIDAD. AYNl, MlNK'A. WAKI 39

3. EL CALENDARIO AGRlCOlA y lA CONSERVACION DE SUELOS 40

4. CONCWSIONES 44

D. EXPERIENCIAS Y EVALUAClON

5. MONlTOREOYIAEVALUACION DELPROCES O DE DESARROllO 51


5.1. PRIMERAS EXPERIENCIAS DE AGRUCO EN lAS PROVINCIAS
TAPACARI Y ESIEBAN AR7E 55
5.2. EXPERIENCIAS EN LA PUNA 56
5.3. EXPERIENCIAS EN LA CABECERA DE VALlE Y VAlLE ALTO 60

6. EVALUACION DE US ACTIVIDADES EN CONSERVACION


DE SVELOS 61
6.1. EVALUACION TECNICA 63
6.1.1. Mano de obra y conservactón de suelos 65
6.2. EVAUJACION AGRONOMICA 68
6.2.1. Evaluación de las terrazas de absorción 68
6.2.2. Evaluación de las terrazas de formación lenta 70
6.3. EVALUACION ECONOMICA. EL CASO DE TERRAZAS DE ABSOR-
CION 72
6.3.1. Costo de la mano de obra 72
6.3.2. Costo de la alimentación 73
6.3.3. Desgaste de herramientas 74
6.3.4. Costo total de la construcción de terrazas de absorción 74
6.3.5. Rentabilidad de las terrazas de absorción 75
6.3.6. La relación costos - beneficios 75
6.4. DE5nNO DE u.. PRODUCCION 78

5
6.5. lA SOSIENlBILIDAD EN EL APOYO A lA CONSERVACION DE
SUELOS 78
6.6. EVALUACION SOCIAL 81
6.6.1. Relaciones sociales 83
6.6.2. Impacto en la segurtdad alimentarla 84
6.6.3. Las subvenciones e incentivos 84
6.6.4. La promoción de las actividades 85
6.7. CONCLUSIONES 87

m. PAUTAS PARA UNA METODOLOGIA DE TRABAJO EN LA


CONSERVACION DE SUELOS

7. IA MEroDOWGlA DE TRABAJO 91
7.1. FORMACION 91
7.2. ORGAMZACION 93
7.3. CONSfRUCCION 93
7.4. EVALUACION 94

IV. ASPECTOS TECNIC08

8. ASPECTOS TECNICOS GENERAlES PARA J..&. PRAcnCA DE CONSER·


VACION DE SUEWS 97
8.1. DESCRIPCIÓN DEL NIVEL EN "A" 97
8.1.1. Materiales necesarios para su construcción 97
8.] .2. Como construir el ntvel en "A" 98
8.1.3. Calibración del ntve! en "A" 98
8.].4. Recomendaciones 98
8.1.5. Trazo de una curva ruvel lOO

9. CONSERVACION DE SUEWS EN TERRENOS DE CULTIVO 102


9.1. SURCOS EN CONTORNO Y ZANJAS DE INf1LTRACION 102
9.2. ZANJAS O ACEQUIAS DE INFILTRACION 105
9.3. TERRAZAS DE FORMACiON LENTA 108
9.4. ANDENES O TERRAZAS DE ABSORCION 111
9.5. DISEÑO DE lAS TERRAZAS !l3
9.5.1. Construcción !l5
9.5.2. Acondicionamiento de andenes 120
9.5.3. Mantenimiento ]22
9.6. CONTROL DE CARCAVAS 123
9.6.1. Prácticas conscrvacionistas aplicadas a nivel de ladera ]24
9.6.2. Prácticas a nivel de cárcavas ]24

BIBLlOGRAFlA 127

ANEXOS
ANEXO 1 133
ANEXO 2 137

6
PRESENTACION

Ya sabemos donde estamos, "estamos donde somos: al


borde de la catástroJe ecológiCa porque pertenecemos a una
civilización que privilegió el tiempo a costa del espacia,
destilando de ello una cultura antropocéntriCa. htstoriolátriCa.
coststa y maquinal" (1).

"En realidad ya podemos obtener JotograftaS de la tierra


desde el espacia dtstante, o desde la luna. pero el deierioro
de nuestro planeta se hizo evidenie, algo ha sucedido, y es
que ahora todos nos estamos preocupando por nuestro medin
naturaL por la conseroacibn de la naturaleza y de nuestra
conciencta penetranie que empezó a preocuparse por el
habitat prectsamenie en momentos en que el hombre salía
por primera vez al espacin" (2).

Estamos al comienzo de una época en que "se reconoce


la Jalsa separación del hombre y de la naturaleza, del tiempo
y del espacin", nos hemos dado cuenta que "hay una
correlación básiCa entre los elementos de la naturaleza y los
del hombre,... El hombre y la naturaleza se integran y se
alteran mutuamente" (3). La sociedad al ser parte de la
naturaleza. comparte con los demás seres una corriente de
vida que envuelve todo el cosmos y que dá la posibilidad de
hermanar a todos, en diálogo recíproco y no de dominación.
ni de explotación.

Hemos sido testigos de como el proceso industrial ha


sustituido "la energía animal y humana por la energía
mecániCa y nuclear; hemos llegado a creer que estábamos en
el camino de volvemos dinses, que podíamos crear un

7
segundo mundo". Como generación producto de quinientos
años desde el viaje de Colón y de haber presenciado. en
nuestros paises los cambios sociales - en la década de los '50
- estamos también "descubriendo que la historia no
concuerda con el optimismo social de la civilización moderna
y que la organización social no había sido logro Intelectual
sino espiritual y moraL que exige apreciar la totalidad no
mediatizada de la vida" (4). revalorizando y revitalizando lo
que logró la cultura de los Andes.

Estos procesos. en nuestros paises. nos Uevan a


encontramos con la sorpresa que "tenemos el Inesperado
privilegio de convivir con una civilización espacio-céntrica
contemporánea, que puede enseñar vitalmente" (5) todo lo que
admiramos de culturas que Influyeron notablemente en las
dvilizaciones del mundo. "Lo Inlelectualmenle pertinente
ahora es situamos lúcidamente frente a este espacio y
dejamos enseñar por él. por esta realidad viviente. concreta y
cualitativa" que es "una de las culturas de la agricultura en la
historia de la humanidad" (6).

Conocemos que la geografza andina muestra extrema


diversidad y granfragiltdad; en cortos espacios existe diversi­
dad de .climas y relieves muy variados los que. sin embargo,
no fueron obstáculos para el "estar mejor" de las sociedades
andinas admirables y de cuyos testimonios nos podemos
enorguUecer. Toda la organización territorial respondia a una
partiCular expresión geográfICa de la apliCación de la
ietrametría del espacio a la organización polítiCa-adminis­
trativa cuya diferenCiación se halla aún en nuestros días. en
plena vigencia (7). "Como una deliCada y al mismo tiempo
solidisima construcción de 'geometría metaflSiCa' (8) donde se
divide la superfiCie en cuatro partes. según la tetrametría del
espacio. principal constante del pensamiento centroandlno"
(9).
En nuestros paises existen fajas longitudinales. a lo
largo de ambos costados de la cordillera de los Andes "que le
dieron preeminencia en las condiCiones generales después de
la apariCión de la agriCultura Intensiva. cuya "situación
grandemente favorable fue consolidada merced a sus
excepcionales potencialidades actualizables" (10). En diChos
territorios "las poblaciones se organizaron, bajO una unidad,

8
que conlleva al desarrollo autosostenido que implica planljl·
car y administrar las actividades de acuerdo a la "simbiosis
inierzonal" (11) en sentido vertical.

En la actualidad ocurre que los proyectos de desarrollo,


sienten la falta de interés de las autoridades para apoyar al
mantenimiento de las bases productivas; la degradación
acelerada que se observa produce, y continuará produciendo
efectos en la reducción de las condiciones climáticas y el ciclo
del agua, cuyas "interrelaciones en las zonas altas no han
sido todavía comprendidas ni evaluadas en toda su
magnitud por el planifteador, pero ya está llegando el momen·
to de revisar cuentas y pagar la factura de los errores
cometidos" (12).

Por otra parte la estrategia de subsistencia andina


encuentra que el sistema agrícola tradicional tiene la preocu'
pación de minimtzar los riesgos, y por lo tanto, trata de
obtener seguridad en el abastecimiento de alimentos para su
familia y su descendencia; esto se expresa en términos
genéricos de "diversifteación" en "sentido de verticalidad en la
distribución anual de tierras a las familias campesinas que
de ese modo tendrían acceso a diferentes tipos de suelos y
de cultivos" (13).

Sin embargo, ocurre que las tecnologías campesinas,


relacionadas al manejo de suelos, son estigmattzadas o con·
siderados obsoletos, lo cual ocasiona la pérdida de un
conocimiento y de un saber andino acumulado desde la
protoagricultura andina hace 10000 años A.C. (14).

El colapso en la producción agropecuaria en ciertos años


y las hambrunas que sufren los paises sometidos a dichos
errores son expresión clara de este proceso que en los países
andinOs ya nos htzo conocer esta mala experiencia.

La erosión en todos sus aspecios (hídrica. eólica, social y


cultural) afecta directamente al potencial señalado y de
manera proporcional a la pérdida de la habilidad heredada
en el manejo del suelo por el campesino. Allí donde es
posible, todavía encontrar una organtzación campesina
ancestral podemos sorprendemos del racional manejo de los
suelos; en tanto que, las áreas más deteriOradas coinciden

9
con las comunidades donde fueron suplantados el tipo de or­
ganización y producción campesina por otra de tipo funciOnal.
sin conocimiento de la verdadera relación sociedad-natu­
raleza que maneja el saber campesino andino.

La región andina está organizada sobre innumerables


cuencas y multicuencas bajo una unidad. de las cuales nues­
tro país "es uno de los países más espectaculares y variables
que se encuentran en los trópicos. Los climas varían desde
los fríos desiertos andinos a los bosques tropiCales húmedos"
(15). El paisaje varía desde las altas montañas volcánicas
(sobre 6000 m hasta alturas cerca a los 100 m.s.n.m); según
el estudio sobre suelos podemos ver una distribución de
áreas cuyas alturas se presentan en el siguiente cuadro 1:

Porcentualmente el 20.2 % corresponde a zonas de


altura cuyas tierras debieran dedicarse a planes forestales.
pero este criterio es apresurado y desconoce el potencial y las
ventajas que precisamente estas zonas tienen debido a "la
variación geográfica impuesta. en sentido de orientación
transversal. por las fuertes y remarcadas diferencias de alti­
tud y relieve; este carácter Ueva consigo la existencia de mi­
croclimas distribuidos en escala correspondiente a los cambi­
os de altura. ocurriendo un fenómeno de concentración
apreciablemente mucho más importante. no parangonable. ni
con el mejor de los producidos en la costa" (16).

Cuadro 1. Distribución a ltltudinal de tierras en Bolivia.

Superficie territorial Bolivia 1098601 km' 100.00%

Areas oon altura superior a n 222350 km' 20.24%


3500 m.s.n.m.

Areas oon altura entre n 55220 km' 5.02%


2500-3500 m.s.n.m.
Areas bajas por debajo de n 821031 km' 74.74%
2500 m.s.n.m.

Fuente: Cochrane, 1973


(*) Superficie aproximada

Esta apreciación apresurada tampoco toma en cuenta el

10
hecho que en ésta quinta parte. que corresponde a las alturas
-con suelos supuestamente de menor o ningún potencial
agricola- habita la mitad de la población boliviana de la cual
dos tercios viven de la agricultura y ganadería.

Al respecto se menciona también que "entre los 3500 y


3900 m.s.n.m en particular. donde son cultivados un
máximo de especies y variedades de tubérculos y cereales. y
donde se encuentra la mayor parte de las tierras cultivadas.
la producción agrícola puede ser · y en realidad ya lo es paté·
ticamente - comprometida por los riesgos climáticos. sequías.
exceso de lluvias. heladas. granizadas. etc." (17).

Los propósitos conservacionistas del suelo. realiZados


en nuestros paises por varias organizaciones. tropezaron con
difICultades y finalmente fueron abandonados -no obstante
las enormes sumas de dinero destinadas a subvencionar o
"pagar Jornales" a los campesinos dueños de sus tierras.
para que hicieran control de erosión del suelo' precisamente
por no considerar la organiZación campesina y los principiOS
de la reciprocidad andina; tratando más bien de copiar
modelos O soluciones ajenos a su realidad.

Sin embargo existen excelentes ejemplos de como la


organización campesina puede manejar su suelo y controlar
la erosión como en el caso de las comunidades de Kiwi Kiwi
en Potosí cerca a Betanzos. o en Todos Santos Oruro cerca de
la frontera con Chile. o en toda la región de Charazani y. en
fm. en lugares donde la temologia moderna aún no llegó.

La presente obra consideramos que aportará con la


experiencia de AGRUCO -Agroecologia Universidad Cocha­
bamba· al manejo de suelos de ladera en puna y cabecera de
valle. que revaloriza la organiZación campesina y las
relaciones de reciprocidad andina. sin lo cual resulta difICil
cualquier empeño por mantener racionalmente las bases
productivas. de una manera sostenibte en el tiempo y en el
espacio.

Esta obra está dirigida a todos los trabajadores del


desarrollo y quiere aportar a que cada uno tome las medidas
a su alcance para hacer frente a la erosión cultural, hidriCa o
eólica. Es en este sentido que el libro está estructurado en

11
tres partes; de las cuales la primera consiste en una revisión
histórica de la relación hombre-suelo. señalando que el
problema de la erosión no es solamente un fenómeno técnico.
sino que ella representa las consecuencias de procesos
producidos por el hombre. Por lo tanto. si bien el proceso en
términos ecológicos hasta cierto grado ha sido irreversible. en
términos históricos se considera de que. los errores cometidos
nos permiten encontrar las pistas para recuperar la fertilidad
de los suelos y el paisaje.

La segunda parte también está dirigida a los profesio­


nales y campesinos interesados en la conservación de los
suelos. tratándose de la evaluación integral de las primeras
experiencias que AGRUCO ganó en este campo durante los
últimos años. demostrando la viabilidad técnica. económica y
social de la revitalización de una de las principales bases
productivas.

La tercera parte está destinada a los responsables.


técnicos y promotores de instituciones estatales. y no guber­
namentales. proponiendo una guia metodológica. concreta y
práctica para la conservación de suelos basada en la agroe­
cologia y el saber Campesino.

NOTAS

1. MARTINEZ. G. "Espacio y Pensamiento 1".


HISBOL. La Paz . 1 987; 7.

2. FROMM. E. "¿Tener o Ser?".


F.C.E. Bs.As . . 1990; 9.

3. FROMM. E. ..¿Tener. . . .. ; 13-14).


.
4. FROMM. E. ..¿Tener. . . ; 12).
.

.
5. MARTINEZ. G . .Espacio . . . .. ; 8
.
6. MARIlNEZ. G . . Espacio . . . . ; 9
.

7. AGRUCO. "Serie Técnica N_ 17"; 22.

12
8. IMBELLONI. J. "La Segunda Esfinge"; 219.

9. CONDARCO. R. "Hisloria del saber y la ciencia en Bolivia";


Academia Nacional de Ciencias de Bolivia. 1978; 29.

10. CONDARCO. R. "Historia. . . ; 16.

I 1. CONDARCO. R. "Historia. .. ; 7.

12. GRESLOU - ZUTrER "Discurso-Pnuma";


Zentilli B. . 1 989; 1 1 7.

13. ROS1WOROSKI. "Historia del TawanUnsuyu" (Citando a


Camino; IEP). 1988; 28.

14. IBARRA GRASSO. D. QUEREJAZU. R. "30000 años de la


Prehistoria de Bolivia".
Amigos del Libro; La Paz.

15. COCHRANE T.T. "Polencial Agricola del Uso de la TIerra en


Bolivia.
Misión Británica en Agricultura Tropical".
Don Basca. La Paz.

16. 44 CONDARCO. R. "Simbiosis Inlerzonal. La Teoría de la


complementariedad vertical ecosimbiótica".
HISBOL La Paz. 1987; 7-15.

17. BOURLIAUD. H. "Chakilaklla"


Orslom-Pisa. Lima. 1988; 47.

13
I. LA RELACION HOMBRE-SUELO
EN LOS ANDES
1. LA RELACION HOMBRE-SUELO

Consideramos que el problema de la erosión puede ser


solucionado pero es Imprescindible y muy útil revisar su
historia y tomar en cuenta que la erosión, Si bien es un
fenómeno natural, no es Inevitable, dado que el hombre ha
creado técnicas y prácticas sociales que permiten convertir
las causas de la erosión en una de las bases para un
desarrollo sostenido, así lo demuestra la revisión de la
evolución de la relación hombre-suelo en los países andinos
y en Bolivia particularmente,·

1.1. EPOCA PRECOLOMBINA

La bibliografía y tradición oral, sobre el proceso


histórico del comporlamlento de ecosistemas en el Incarlo,
sugiere que el desarrollo agroecológlco era Importante; Earls
cita varios autores 1M. Rosworowski, M. Dourojeanlnl, 1983,
P. Sanchez, 1988, A. Brack, 1980) para sefialar que "habría
evidencia empírica de que el aparato estatal se apoyó en
profesionales de alto rango para dlrtglr este desarrollo".

"Actualmente, sufrimos las consecuencias desastrozas


de haber restado importancia a un desarrollo ecológico ra­
cional durante siglos. Y aún peor, el conocimiento científico
de hoy no ha puesto fin a la continua depredaCión ecológica
que afecta a los Andes y a la blósfera del planeta en su
conjunto" (1).

Por otra parte conocemos y vemos cotidianamente que


el ambiente andino de nuestros países, "por unidad de área
es lo más heterogéneo y diverso del mundo tanto espacial­
mente como temporalmente. La historia de la civilización
andina es esencialmente la historia de la evolución y los

En los siguientes capitulas nos basamos principalmente en los trabajos


de tres autores destacados que estudiaron la evolución de la relación
hombre�ecología (naturaleza) para el contexto boliviano: Manuel V. Pos­
nanski (1983), Wagner Terrazas Urquldl (1983) y Von H.C.F. Mans!l1a
(Ver btbl1ografia: 34. 35. 36). En las publicaciones de eslos autores ex­
iste bibliografia abundante.

17
conflictos entre las diferentes modalidades estatales para
tmplementar el manejo coherente y holístico de esta diversi­
dad: de la competencia económica, social, política e ideotec­
nológica, y los conflictos entre quienes pondrían el orden y
seguridad en este entorno" (2),

"En la actualidad ya se dispone de un cuerpo sustan­


cial de evidencia empírica que permite afirmar que las
técnicas incas construyeron ciertos tipos de andenería que
reproducen estructuras microcltmáticas artificiales en espa­
cios relativamente pequeños. Las gradientes ecocltmáticas
artificiales correspondientes a las de las laderas reales, son
ampliadas por hasta cien veces para recrear un agroecosis­
tema" (3).

Cerca al Cusco, en Moray (centro ritual agricola experi­


mental andinO) "se expresan las fechas claves del calendario
donde mediante la producción de ciertos patrones de sol y
sombra, en fechas correspondientes, se ocasiona la ocurren­
cia de los patrones microclimáticos, bajo diferentes condi­
ciones microcltmáticas" (4).

Lo que vino sucediendo en la producción agricola en las


últtmas décadas son transgresiones al ordenamiento pro­
ductivo precolOnial y como señala Earls: "Las transgresiones
del sentido ecológico son demasiado numerosas para enu­
merarlas aquí. Lo que es tmportante es el conoctmiento por
parte de los gobernantes de los factores que tmpactan nega­
tivamente en el equilibrio ecológico, no garantlza que este
conocimiento sea empleado para la tmplementación de
prácticas tecnológicas consistentes en un ecodesarrollo
nacional" (5).

Los prtmeros cronistas españoles coinciden en la de­


scripción del altiplano como un ecosistema caracterizado
por un cltma templado, una riqueza increible de la flora y
fauna en un paisaje surcado por ríos ltmpios y lagos con
aguas cristalinas (ver p.ej. Cieza de León, primera parte de
la Crónica del Perú).

En estos tiempos los valles y el altiplano estaban


cubiertos por bosques y arbustos: en las zonas planas se

18
encontraron extensas áreas de praderas que mediante un
sofisticado sistema de irrigación y drenaje han sido converti­
das en áreas apropiadas para la cría de los impresionantes
rebaños de llamas y alpacas (bofedales). Los bosques
consistían prinCipalmente de kewiñas (Polylepls sp.) y
kishuaras (Buddleya sp.). En el altiplano existían también
extensiones inmensas de tholares (Lepldophyllum sp.) y
yaretales (Azorella sp.) que crecían hasta en las alturas
mas secas y frígidas.

Aparte de la coincidencia en lo que se refiere a la des­


cripción del ecosistema los cronistas hacen referencia al alto
grado de organización que se manifestó en todos los estra­
tos de la sociedad incaica. de tal manera que la producción
agrícola. ganadera y ariesanal ha sido organizada en forma
muy eficiente. La producción de alimentos se organizó en
torno a un concepto de una agriCultura intensiva y sosteni­
ble. Testigo de dicho concepto de la agricultura es la impre­
sionante Infraestructura productiva que apunta al manejo
de los ecosistemas locales. pennltlendo rendimientos óp­
timos para cada lugar. sin salir del margen ecológico (terra­
zas. andenes y sistemas de riego. bofedales. cultivo en
hoyos y camellones ó waru warus). También el manejo de
pollcultlvos en vez de monocultivos. rotaciones y control
estricto del manejo del ganado nos demuestran la aplicación
de un concepto de la agricultura intensiva y sostenible.

El principio normativo de la agricultura precolombina


por lo tanto no era la máximlzaclón de los rendimientos;
sino más bien. el manejo. la conservación y el mejoramiento
de la fertilidad de los suelos a largo plazo. con relaciones
sociales expresadas en prácticas sociales en mediano y
corto plaw. optimizando y armonizando de esta manera las
necesidades de la sociedad dentro de los límites absolutos
de cada ecosistema vernacular.

El desarrollo y aplicación de una agricultura intensiva


y sostenible permitió sustentar la población del Tawantin­
suyo que ascendía a 30.000.000 de personas. "o sea que la
población de entonces fue por lo menos Igual a la actual
situación demográfica de los países andinos" (6).

19
1.2. EPOCA COLONIAL

La época colonial se caracterizó por un cambio tec­


nológico y organizatlvo en casi todas las esferas producllvas
y en las labores agrícolas en particular. origen de un
concepto de una agricultura extensiva que los colonizadores
españoles practicaban en su propia patria. Allí. antes de la
decadencia política. esta agricultura produjo una Signlflcall­
va baja de la productividad agricola y una erosión Irreversi­
ble. que caracteriza al paiSaje español hasta hoy día.

1.3. SIGLO XV A XVI

El cambio tecnológico Impuesto apuntaba a la introduc­


ción de una agricultura extensiva orientada a satisfacer las
necesidades de los colonizadores y de las crecientes pobla­
ciones urbanas. Se comenzó con la Introducción de nuevos
cultivos (cereales) y ganado (ovino. vacuno. caprino. equino)
y de nuevas técnicas agrícolas (arado con tracción animal.
desbosque y quema). Para utilizar eficientemente la tracción
animal. en el sentido de los colonizadores. se abandonó el
sistema de cultivo caracterizado por la distribución altltudl­
nal de muchas. relativamente pequeñas parcelas. permitien­
do la adecuación a la enorme variedad de mlcroclimas que
caracterizan a los ecosistemas andinos. Se favoreció la nive­
lación y creación de parcelas más grandes. y el surcado a
favor de la pendiente. buscando una mayor eficiencia del
laboreo de la tierra.

El Impacto negativo de la extenslflcaclón del uso de la


mano de obra puede ejempllflcarse con la introducción del
cultivo de trigo: antes de su introducción el cultivo prinCipal
para la alimentación era la papa; este cultivo produce en el
marco del sistema de la agricultura andina tradicional
rendimientos de 8-12 tn/ha que en términos energéticos
corresponde a 11.3 x 106 kcal; con el cambio paulatino de
los hábitos allmentlclos cada vez mayor proporción de la
papa fue sustituido por el trigo que en las mismas condi­
ciones produce entre 600 - 1000 kg/ha que equivale a la
producción enegétlca de 2.92 x lO" kcal por hectárea. En
otras palabras la Introducción del trigo representa una re­
ducción drásllca en la eficiencia del uso de la llerra en

20
términos energéticos-alimenticios. Para producir la misma
cantidad de energía que produce una hectárea de papa, en
el caso del trigo, se requiere una superficie de casi cuatro
hectáreas, resultando por lo tanto en la necesidad de am­
pliar en forma desproporcionada la frontera agrícola, lógica­
mente a costa de la vegetación natural-originaria como eran
praderas nativas, matorrales, bosques etc.. la ampliación de
las áreas cultivadas también slgnúlca mayores posibilidades
para la erosión hídrica y eólica, proceso que se agravó aún
más, puesto que el trigo es sembrado al voleo, es decir en
tierra plana y no en surcos como en el caso de la papa, que
es sembrada en surcos que son más resistentes contra los
procesos erosivos.

Al comienzo del Siglo XVI también se Inició la apropia­


ción de vastas áreas por los españoles, convirtiéndolas en
latifundios, interesados en la producción de cereales, leña,
lana y quesos con la menor cantidad posible de mano de
obra. Este concepto llevó al abandono acelerado del man­
tenIrnlento de la tnfraestructura productiva como terrazas,
sistemas de riego, bosques, siStemas agroforestales y bofe­
dales.

En las áreas menos afectadas por el cambio tecnológico


y social se produjo una transformación en la ganadería: la
crianza de llamas y alpacas fue reemplazada por ganado
ovlno principahnente. Esto inició la destrucción de la vul­
nerable capa vegetal, causanda por el pisoteo de las pezu­
ñas duras del ganado ovino y caprino y su hábito de comer
las plantas enteras, dejando solamente las raices. A cambio
los camélldos por sus pezuñas suaves y su hábito de no
comer las plantas enteras garantizaban el rebrote natural y
la protección de la capa vegetal contra daños mecánicos.
Paralelamente se sustituyó paulatinamente el combustible
principal, que antes era la taquia, por leña, aumentando la
presión sobre la vegetación arbustiva y arbórea en forma
antes nunca vista.

1.4. SIGW XVII y XVIII

La IrreversibUidad de los daños ecológicos llegaron a su


limite en el siglo XVII, caracterizándose por el deterioro casi

21
total de la organización social en tomo a la producción
intensiva y de su infraestructura correspondiente. acom­
pañada por el desbosque generalizado.

El desbosque es causado por la creciente importancia


de la mineria en el Sur del Altiplano (Potosí) produciendo
una alta demanda para madera y leña tanto para la minería.
como para la construcción y las necesidades de la población
potosina que alcanzó en este siglo a más que 100.000
personas.

Ya a mediados del siglo XVII se vislumbraron los


impactos negativos del auge económico: La tala general de
los bosques de kishuaras y kewiñas. destrucción de los
yaretales y tholares. disminución de la fauna y un descreci­
miento significativo de la producción agrícola. Estos proce­
sos alcanzaron mayor visibilidad a fines del siglo XVJII (ver
Fig. 1).

También las regiones y valles colindantes a Potosí han


quedado afectados por el desarrollo de esta región. En la
época precolombina los valles (prinCipalmente Cochabamba.
Chuquisaca y Tarija) no eran muy poblados y se caracteriza­
ban por su vegetación adaptada a las diferentes condiciones
ecológicas.

Los valles fueron elegidos por los colonizadores para el


asentamiento de su administración y el aprovisionamiento
de las zonas mineras (Potosí) con alimentos. leña. madera.
cuero. lana y mano de obra.

En el valle de Cochabamba el sobrepastoreo causado


prinCipalmente por ovinos y caprinos. más la ampliación de
la producción triguera fueron las prinCipales causas para la
desapariCión de la capa vegetal originaria (ver Fig. 1).

En las regiones de Chuquisaca y Tarija la capa vegetal


dominante (arbustiva y arbórea) desapareció a raíz de una
falta total de reforestación. obligando a penetrar cada vez
más hacia el Este en el afán de satisfacer las necesidades de
madera y leña (ver Fig. 1 ) .

22
l.1S. SIGLO XIX

A fines del siglo XVIII disminuyeron los yacimientos de


plata en Potosí causando una contracción de la actividad
minera. Pero al Norte de Potosí se descubneron nuevos
yacimientos mineros en la reglón de Oruro.

Erosión por sobrepastoreo

Erosión por desbosque (minería)

Fuente: Mansilla, 1984

Figura 1. El proceso de erosl6n en 108 siglos XVI a XVIII


(Elaborado en base a cr6nlcas).

Paralelamente La Paz logró mayor Importancia econó­


mica. produciendo el desplazamiento del centro económico
hacia el Norte. causando los mismos efectos ecológicos
negativos en zonas hasta entonces menos afectadas.

El Siglo XIX se caracteliza por una larga recesión


económica. Después de los sangnentos hechos por la Inde­
pendencia. la población en el Oeste del altiplano y en los

23
valles. comenzaba a crecer resultando en la consolidación
de la relevancia económica y política de los polos Oruro y La
Paz.

La agricultura en la región de Cochabamba ganó mu­


cho en su importancia y consiguientemente fue extendido. a
costa de los ecosistemas como ya se describió. A fines del
Siglo la reactivación de la producción de plata y la cons­
trucción de las vías férreas aún aumentó la presión y el
deterioro de la población forestal. en particular de los depar­
tamentos de Potosí. Chuquisaca y Tarija.

Los impactos ecológicos en este Este Tropical han sido


reducidos. a pesar de que ya en siglos anteriores los jesuitas
han colonizado los llanos de Moxos. donde los indígenas
seguían practicando un sistema de agricultura permanente
bajo condiciones ecológicas muy adversas a estos objetivos
(7).

1.6. SIGWXX

En las primeras décadas Sp produjo la destrucción casi


total de la vegetación arbórea restante en el altiplano en las
zonas áridas y pobres y con relativamente poca población al
margen oeste: 195 1 se sacrificó a la minería el único bosque
de kewlñas y kishuaras al sur de Turco. algunos años antes
desaparecieron por las mismas razones la mayor parte del
kewiñal del Sajama.

La extensión de la vía férrea determinó que muchos


bosques relictos en los valles desaparecieron definitiva­
mente. abriendo espacios inmensos para el ataque de la
erosión (ver Fig. 2).

En el trópico boliviano el auge del caucho produjo un


Significativo desplazamiento de gente de los llanos de Moxos
hacia el Norte de Beni y noroeste de Pando. en búsqueda de
los escasos ejemplares de los árboles de caucho. que
terminó en la destrucción de vastas áreas de la selva
tropical (ver Fig. 2).

24
EtO$1()f'I POI Auge del CaUChO

( 1 7500000

Fuente: Mansilla, 1984

Figura 2. Procesos de erosión de 190G-1950 (Ampliación fronteras


agrlcolas y auge de goma).

La Refonna Agrarta. aparte de distrtbuir las tierras de


latifundio a los comunartos. abrió nuevamente el espacio
para el movimiento de las poblaciones a lo largo de los pisos
ecológicos que caracterizan la geografia nacional; por
desconocer los movimientos interecológicos como estrategia
mUenarta para la dinamlzación de una economía erosim­
biótica y en el afán de convertir a las comunidades campesi­
nas en cooperativas u empresas. hecho que afortunada­
mente no se logró. el deterioro de los ecosistemas no ha
podido ser frenado.

En los valles y el altiplano. el fracaso de la Refonna


Agraria en los intentos de modernizar la producción agrícola
abrtó aún más el espacio al avance de la erosión.

25
En Tarija que en el pasado tenía las tierras más fértiles
de Bolivia. 70-80 % de los suelos considerados aptos para el
uso agrícola ya están gravemente erosionados (8).

A partir de 1953 se promociona una colonización y


explotación inadecuada del trópico boliviano que induce a
que la agroindustria produzca con consecuencias ecológicas
de dimensiones preocupantes. Aproximadamente 90 % de
las superficies taladas y chaqueadas no se utilizan para
fines agrícolas o ganaderos (9); así la tercera parte del
trópico y subtróplco puede considerarse afectado por la
erosión(ver Fig.3).

Fuente: Mansilla, 1984

Figura 3. Superficie lolal de areas erosionadas hasla 1983.

26
La situación actual se resume en la Figura 3 y se
agrega el siguiente dato preocupante:

Desde la colonia la supenicie total que ha sido erosio­


nada alcanza a 420.000 km2 (1983), correspondiendo a
39% de la supenicie-total de Bolivia (10).

El mismo autor demuestra que existe una relación


directa entre el progreso de la erosión y la situación alimen­
ticia. precaria hecho que los responsables del desarrollo
rural y urbano hasta la fecha prácticamente han ignorado.

27
2. LA ORGANIZACION DE LOS TRABAJOS
COMUNALES PARA LA CONSERVACION DE
SUELOS.

2. 1. LA COOPERACION: ORGANIZACION SOCIAL y


TECNOLOGIA

Partimos de constatar que para la conservación de


suelos, en el área y la topografia andina, esencialmente se
requiere la cooperación interfamiliar o comunal; esta estra­
tegia es entendible al considerar la envergadura de las obras
y la organización social existente en las comunidades cam­
pesinas de estos territorios.

Consideramos que no se trata de crear instancias co­


munales nuevas para llevar a cabo programas de conserva­
ción de suelos; lo que sí, debe apoyarse es la revalorización
de las instancias sociales y tecnológicas presentes a lo largo
del tenitorio andino; mencionamos la revalorización, porque
dichas instancias no fueron consideradas, por algunos pro­
yectos de desarrollo rural, como alternativas reales y
efectivas, sino mas bien fueron estigmatizadas como obsole­
tas para el contexto actual.

Sin embargo, debemos estar concientes de que el teni­


torio andino es de "una naturaleza sumamente diversifica­
da, cuyas condiciones son: la variación de la latitud, que
determina una acentuación de la estacionaHdad del clima y
la elevación de los Andes, que da lugar a variaciones altltu­
dinales con paiSajes característicos, podemos decir que, la
fuerte pendiente de las laderas y otras consecuencias de la
erosión son problemas a resolver de tal manera que los
métodos de conservación de suelo, especialmente de las
terrazas de cultivo, son de importancia primordial" ( l lJ.

La conservación de suelos en "el manejo eficiente del


riesgo, resulta ser, una condición primaria para la viabilidad
agrícola de las comunidades campesinas, que condiciona en
ellas la dinámica del proceso socioeconómico. La adecuabili­
dad de la tecnología agrícola empleada por una comunidad
al sistema agroecológico que le corresponde, iniluye en el

28
papel que el riesgo ejerce sobre la viabilidad socioeconómica
de la comunidad (12).

Sin embargo ya llevamos cerca a medio Siglo de "trans­


ferencias tecnológicas" y "capacitaciones" dirigidas al cam­
pesino que pareciera más bien haber acentuado los peligros
que trae consigo la erosión de suelo. no tanto con afanes
produclivistas depredadores. sino de preservar el poco suelo
de ladera andina -tan efectiva y potencial- cuando conside­
ramos sus ventajas de radiación solar y ubicación en la
franja tropical al sur de Ecuador. condiciones que pueden
proporcionar posibilidades de obtener innumerables micro­
ronas en cortos espacios. obtener mayor variabilidad de
alimentos y poder alimentar mejor a la población campesina
que habita dichos territorios.

La cooperación andina resulta entonces importante


para la producción agropecuaria y exige la presencia de una
organización social en el territorio con topografía y ecosiste­
ma muy particulares; al respecto Mayer concluye señalando
que "lo que es excepcional de las zonas de producción y de
la organiZación social -de los pueblos en los Andes- es que
la organiZación social andina ha sido capaz de rebasar las
limitaciones de la verticalidad basada en la comunidad"
(13).

Según las investigaciones sobre la cooperación en los


Andes y sus explicaciones. frente a los retos que implica la
producción. "la cooperación en los Andes tiene explicaciones
económicas concretas; es una solución frente al problema
de la produCCión tanto por la dispersión parcelaria como por
que la mecanización tiene serias y concretas limitaciones
tecnológicas. La cooperación es una de las soluciones tec­
nológicas que reeemplaza a la mecanización de la produc­
ción. donde la mano de obra actúa como elemento central.
totalmente "personalizada" y vinculada al objeto de trabajo"
(14).

La Agronomía de especialiZación encuentra ahora


serias dificultades para llevar adelante programas aislados
de conservación de suelos o. en general. de los que
corresponden al desarrollo rural y que son corroborados por

29
Informes y evaluaciones que muestran más bien fracasos
continuados. en una reglón con más del 60 % de campesi­
nos. y es que no hemos comprendido aún que aqui se
trabaja con una cult ura especifica que cOnJunciona lo social
y lo técnico; es aqui que la Agronomia generalista ve acre­
centar su importancia -a la luz de investigaciones sobre la
realidad cultural andina agrocéntrlca. con una organización
social y ecosistema particulares- porque es aqui. y no en
otra parte que tiene que aportar soluciones técnicas agro­
nómicas concretas.

Al respecto será necesalio recordar lo que M. de la


Cadena (1986) decia con respecto a la cooperación andina:
"la cooperación resulta reglamentada dentro de institu­
ciones. en las que normas sociales son también reglas
técnicas de producción. propuestas por las condiciones que
ofrece la naturaleza andina para su explotación" (15); en­
tonces debemos entender que todo el acontecer en la
comunidad será social-técnico y no puede ser entendido con
una visión especialista. sobre todo porque el proceso pro­
ductivo es técnico. aqui radica el reto que encuentra la
nueva generación de técnicos a;;rónomos; pues se trata de
apoyar las soluciones técnicas que da el campesino. tan
despreciadas y vilipendiadas por quienes se aferran aún a la
producción y productividad o la especialidad tan incompati­
bles ya con el entorno.

Desde lo SOCial; "la tecnologia andina es recogida por la


organización social en las diversas manifestaciones institu­
cionales a través de las que se realiza el proceso de trabajo"
(16).

Entonces. las Instituciones de apoyo al desarrollo rural


andino deben considerar que "la organización social de los
pueblos es una institución que crea tecnologia adecuada en
un contexto económico. politlco y ambiental dados. Una
consecuencia de esto es que la tecnología está cambiando
permanentemente y ajustándose de acuerdo a los requeli­
mientos que sobre ella ponen los seres humanos; quienes
administran esta compleja máquina que he llamado zonas
de producción" (18) en la que puede mostrarse que los
grupos de "vecinos". "comuneros y obreros son también

30
organizaciones territoriales que coordinan el acceso a
diversas zonas ecológicas" (19).

La ecología indudablemente fue considerada como la


que contempla el ámbito mayor de los problemas en el dete­
rioro del suelo, y "ha sido recogida por las diversas forma­
ciones SOCio-polilicas organizadas en el territorio andino
para hacer posible la producción. otorgando peculiaridad al
manejo de la diversidad ecológica que supone un territorio
montañoso. En este sentido las instituciones sociales son la
peculiaridad de los Andes y no tanto el control vertical de
UIl máximo de pisos ecológicos que se organizaba en base a
los principios de reCiprocidad y redistribución, y por el
contrario cuando el proceso productivo de una familia co­
munera se caracteriza por el "control" vertical de las tierras,
la mano de obra. con la que cuenta la familia nuclear.
resulta insuficiente" (20).

Al respecto Earls (1991) señala que. "Estas condiciones


exigen una fuerte coordinación -entre los campesinos y el
crédito promocional está también estrechamente relaciona­
do con la adecuación a la estructura agroecológica de su
ambiente; muchos proyectos han fracasado porque no han
considerado dichas condiciones ecocltmáticas. sus resulta­
dos habrían sido más beneficiosos si hubieran concebido
sus proyectos, con una v1sión agroecológica más integral"
(21).

La comunidad andina fue "capaz de incluir en su orga­


nización comunal a personas e instituciones con diferentes
intereses y objetivos distintos. pero capaces de cooperar uno
con el otro -cotldianamente- en la coordinación. creación y
explotación de zonas de producción manejadas comunal­
mente" (22).

2.2. LAS RELACIONES SOCIALES Y LA RECIPROCIDAD


ANDINA

Todo organismo que apoya al desarrollo rural en los


Andes debiera entender las relaciones sociales que mueven
a la comunidad de manera natural a través de la
reciprocidad que "v1ncula tanto una persona con otra. con

31
grupos sociales y con la comunidad como a grupos con
grupos. comunidades con comunidades mediante el flujo de
bienes y servicios entre las partes" (23).

Revisando la historia del Tawantlnsuyu podemos en­


tender que "reciprocidad era un sistema organlzativo socio­
económico que regulaba las prestaciones de servicio a
diversos niveles y servía de engranaje en la producción y
distribución de bienes. Existió en todo el ámbito andino y
actuó como eslabón entre los diversos modelos de organiza­
ciones económicas presentes en el amplio territorio" (24).

La reciprocidad creció conforme crecía el Tawantlnsuyu


y "debió ejercer una constante presión. Una imposición cada
vez mayor sobre el gobierno que debía cubrir la demanda de
productos: se vló (entonces) obligado a obtener constante­
mente un Incremento para asegurarse que disponía de las
cantidades necesarias".

"Otra manera de impulsar la productividad se tradujo


en la construcción de andenes en lugares propicios: (o
también) habilitando tierras -no productivas- poco pobladas
con fuerza de trabajo nueva. para que se encargase de la
producción agropecuaria" (25).

La producción agropecuaria entonces era constante­


mente vigorizada y como dice Rostworowsky "Nosotros supo­
nemos que fue más bien el propio sistema andino de la
reciprocidad el que. como una bola de nieve. exigía constan­
temente el aumento en la producción estatal con fines ad­
ministrativos y la imposición de un crecimiento productivo
constante" (26) : de verdad que la situación por la que atra­
viesan nuestras sociedades modernas -con todo su aparato.
sofisticado y computarizado- es actualmente precisamente
la Inversa: hay sequías. heladas. Inundaciones. etc. fracasos
"a causa de factores climáticos" que ya son repetitivos en
muchos tnformes.

Temple (1989): con respecto a la contradicción eco­


nómica actual en la que nos encontramos señala que los
campesinos "hoy se dan cuenta de la contradicción de los
dos sistemas económicos y quieren utilizar cada uno en su

32
lugar propio, sin ninguna equivocación, el intercambio con
los de afuera y la reciprocidad entre ellos" y de esta manera
liberarse del 'quid-pro-quo enmascarado' porque conduce al
economicidio" (27) a través de lo que llama la política de "la
flor cortada" (28),

2,3, FORMAS DE RECIPROCIDAD EN EL DESARROLLO


COMUNAL

En la comunidad actual la reciprocidad cruza toda la


vida social andina; no sólo se da en los niveles domésticos
familiares, sino también en instancias mayores (la comuni­
dad, el ayllul. permitiendo mejorar y fortlficar en el trabajo,
se da en múltiples formas; las más conocidas son el Ayni y
la Mink'a, en ambas, a dlferencia del intercambio implican
for mas de apoyo mutuo.

Los proyectos de apoyo al desarrollo comunal propio


debieran esforzarse en conocer las relaciones sociales de la
reciprocidad sin establecer "su poder sobre el don" pues,
como lo resume: "Dar es dominar, pero la dominación de la
misión está sujeta a la colonización cuya lógica es dominar
para tomar" (29).

Aquí aparece una gama de formas y modalidades de


"apoyo al desarrollo" como "alimentos por trabajo" cuyo
abuso hizo peligrar la producción agropecuaria interna o
"pago jornal por obra realizada"; ambas formas fueron las
preferidas en labores de conservación de suelos, pero que
perdía la "personificación" o "identlficación" de la comuni­
dad con "su" obra que concluía como "una obra más" hecha
por otros y se la abandonaba para incrementar la cantidad
de "elefantes blancos" o formar parte de la llamada "arqueo­
logía del desarrollo",

Ahora bien, en el territorio andino, existen modalidades


y formas de relación social de reciprocidad que trataremos
de presentarlas en un cuadro.

El Cuadro 2 que nos presenta una gama de relaciones


posibles entre rubros y formas, tipos de reciprocidad, rela­
ciones sociales, las que pueden ser contabiliZadas verti-

33
calmente y permitimos obselVar las frecuencias y preferen­
cias de su práctica en las comunidades campesinas.

Cuadro 2. Relaciones, formas y tipos de reciprocidad con ámbitos


y rubro de actividad en comunidades campesinas.

Tipo de Tipo de relaCIÓn


Forma de reciprocidad
reciprocidad n socíal (")
Huma- �
Relación Ambilo Rubro raqa Ayni
��� ",,'" W/P WNI W/C 1/1 G/G VG

Siembra No Sí No Sí No Sí No S, No No
Agrope-
Espacio Cosecha Sí Sí Sí Si Sí Sí S, Sí No Si
cuaria

y Ganad. No Sí No Sí Sí Sí No S, No No

Conservo
Tiempo S, Sí Sí No No Sí Sí Sí No S,
de suelos
Ecología
Canales
No S, Si No No No S, No Sí Si
Caminos

ViVienda
No SI S, No No SI No S, No SI
Arte· Construc
Energia
sanía
Textiles No Sí Sí No No No No Si No No
y
Rituales
Masa Organi- Fiestas
SI S, Sí No S, S, S, SI SI SI
lación Compa-
dres

Totales Sí 3 S 6 3 3 6 4 7 2 5
No 5 O 2 5 5 2 4 , 6 3

(') W/P Trabajo por Producto (") 111 Individuo a Individuo


WNI Trabajo por Trabajo G/G Grupo a Grupo
W/C Trabajo por Comida y Festivo I/G Individuo a Grupo

Fuente: Elaboración propia

34
Si tomamos el ejemplo de la "Forma de Reciprocidad"
UMARAQA. encontraremos que en una comunidad campesi­
na se puede verificar su práctica de esta relación social en
tres rubros: en la cosecha de productos agrícolas, en la
conservación de suelos, y en ritualidad, fiestas y compa­
drazgo.

Este "conteo" nos perm!tiría también, por ejemplo,


señalar o interpretar que la Forma de Reciprocidad AYNl es
la que se prefiere puesto que es practicada en todos los
rubros que hemos apuntado: por el contrario. en el tipo de
Relación Social, se observa que la relación entre grupos
comunales (G-Gl, es donde menor presencia para la prác­
tica del AYNI. En cambio se observa una preferencia por la
práctica de la reciprocidad en la relación interpersonal, o de
individuo a individuo (1-1). entendiendo que nos referimos a
la unidad familiar nuclear.

Por otra parte el Cuadro 2 se presenta de manera que


permita observar la distribución tetralóglca del manejo del
Espacio-Tiempo y Energía-Masa: la pr!mera relación corres­
pondería al manejo de ritmos y ciclos en la práctica agrope­
cuaria y en la concepción de que "todo tiene vida" para la
ecología. La segunda relación está referida a las formas del
manej o de la energía, desde humana, hasta la del electro­
magnetismo (rituales). y la masa se referiría más bien a la
organiZación social.

Dicho cuadro también nos permite observar que


existirían seis tipos de relaciones sociales y reciprocidad,
tres referidas al "pago" y tres referidas a la relación social
que se practican -o no- en doce rubros.

En el caso específico de la experiencia AGRUCO, para


el apoyo a la conservación de suelos, consideramos que el
eje central, es la organización de la comunidad campesina y
la comprensión de sus diferentes modalidades de ayuda o
cooperación mediante las relaciones sociales de reciproci­
dad. En este aspecto, nos ayudaron mucho los talleres o
eventos de formación y reflexión que sustituyeron a los
anteriores seminarios de capacitación, los cuales implicaban
"capacitar al Incapaz" y que más bien la capacitación ahora

35
debía entenderse como el lograr "despertar las capacidades
y potencialidades internas de la comunidad". que se
concreta en una planificación de la comunidad -por los
propios campeslnos- y en lugares y tiempos específicos que
determinarán las autoridades comunales.

Dentro de las relaciones sociales más precisas para


realizar obras de conseIVación de suelos encontramos la
UMARAQA cuya tecnología fue revalorizada y aplicada con
éxito en las comunidades de cabecera de valle y puna de las
provincias Tapacari y Esteban Arce en el departamento de
Cochabamba. De esta manera. y porque es una relación
social de reciprocidad poco conocida y practicada. se la
tratará con cierta amplitud. Luego nos referimos a las otras
formas de reciprocidad ya conocidas (Aynl . Mlnk·a. Waquil.
solo como deflniciones.

2.4. UMARAQA

Según el Diccionario Quechua Cochabambino Contem­


poráneo Umaraqa " . . . designa a una lnvitación en la que se
pide la asistencia y colaboración de los convidados para
participar en un trabajo agricola en la comida y bebida que
se reparte durante el mismo y especialmente una vez
termlnado el trabajo. Las invitados concurren al trabajo con
herramientas y/o animales". (Herrero - Lazada; 499; 1983).

Según el Diccionario Religioso Aymara [Van den Berg.


1971) Umaraqa es "Forma con la que se deSigna a una
invitación en la que se pide la asistencia y colaboración de
los conveclnos para participar en u n trabajo agricola y en la
comida y bebida que se reparte durante el mismo y especial­
mente una vez termlnado el trabajo". Las lnvitados concu­
rren al trabaj o con sus herrameintas y/o animales. A estas
invitaciones para trabajos comunitarios. acude la gente con
la ilusión del que va a una fiesta. sobre todo cuando se
conoce la generOSidad y bondad del que invita. pues se
espera un horario de trabaj o algo menor al de costumbre y
lleno de alegrias del buen comer y beber. La no concurren­
cia a estas invitaciones. especialmente si se trata de perso­
nas más allegadas o amigas. es tomada como una falta seria
de solidaridad.

36
La Umaraque es una relación social de reciprocidad
que se expresa en u n trabajo colectivo y manifiesta la soli­
daridad del grupo hacia un individuo determinado. en esa
situación en que pasa por un momento de requerimiento.
Es una oportunidad para la discusión de problemas concre­
tos de los miembros; discusión abierta y directa por la
ausencia de instancias oficiales y formales.

Esta relación social como forma de reciprocidad andi­


na, es diferente al Ayni y la Mink'a, al tener un componente
simbólico y formar una red estable de compromisos que
"obligan" a los miembros a participar en el logro de un equi­
librio entre los requerimientos de uno de ellos y la
dispOnibilidad del grupo participante de la umaraqa.

Esta relación social de reciprocidad se puede constituir


en el motor del desarrollo puesto que implica la producción
propia de alimentos; alimentos que sirven para obtener ser­
vicios. La alimentación debe satisfacer con lo prodUCido por
el propio dueño de la umaraqa; no debe ser ni adquirida, ni
donada, porque pierde su carácter simbólico y ligazón con
la Pachamama. Además no hay consumo de bebidas al­
cohólicas ni fiesta posterior. (ver "Fichas de Revalorización
del Conocimiento Campesino" No. 6 y 1 7 AGRUCO, 1990 y
ficha No. 234 de 'Tecnologías Campesinas de los Andes"
PRATEC, 1990).

Históricamente se señala con referencia a la reciproci­


dad que "Otra manera de impulsar la productividad se
traduj o en la construcción de andenes en lugares propicios
y también en el incremento de los sistemas hidraúlicos
(30).

"La umaraqa se practica principaimente en la zona de


puna de la provincia Tapacarí del departamento de Cocha­
bamba donde pervive la organización socio-territortal del
Ayllu; sin embargo, también se encuentra en zonas de ex­
haciendas en cabeceras de valle aunque con denominación
distinta y connotación algo especifica a cada zona evocando
la Jayrna (otra modalidad de reciprocidad andina) que fue
distorcionada por la hacienda hacia el término "Jaina" que
suena similar a faena agrícola que luego beneficiaba al
propietario" .

37
Como fue señalado más arriba, "la solidaridad del
grupo constituye la característica de esta relación social que
tiene dimensiones festivas evocando al "K'asaqo en conJun­
to", lo que se comía era ritual, era u n Jaywuacuyco o jaywu­
acuna (sírvete). era pago o tributo a la Pachamama" (3 1 ) ,

Es así q u e las horas efectivas d e trabajo o aporte de


mano de obra efectiva invertido en un trabaj a específico al­
canza en un promedio de cuatro a cinco horas por día (32).

Esta aparente contradicción toca aspectos de la racio­


nalidad comunal que concierne no tanto a la obra fisica
como a la solidaridad, la producción agrícola, lo espontáneo
y lo directo abierto; representa el espacio social que pern1ite
superar problemas o frenos "invisibles" que afectan de
manera intermitente o continua la solidaridad y producción
comunal.

Con referencia a la aplicación de la umaraqa en obras


de conservación de suelos. podemos percibir un ejemplo
típico de su "efectividad económica" comparando sus resul­
tados con los magros o nulos resultados obtenidos. a lo
largo del tiempo y del espacio, por políticas y esfuerLos esta­
tales nacionales para mantener sus recursos de producción
(el suelo) con altos recursos económicos invertidos en
programas y modelos específicos con desplazamiento de
equipos técnicos y apoyo logíStiCO respectivo.

Sin embargo, la revalorización de la umaraqa permite


mostrar avances substanciales, concretos, prácticos. que en
base a la reciprocidad comunal puede lograrse en las
comunidades; se logra apoyar la producción agrícola, se
vigoriza la organización comunal, se impiden distorsiones
(por su contenido simbólico y producción propia de alimen­
tos) que podrían derivar en alienación de la umaraqa y se
hacen obras de infraestructura productiva agrícola más
efectivamente que los modelos propuestos corrientemente.

La revalorización de la umaraqa se encuentra en la cap­


acitación -entendiéndose ésta como el despertar las capaci­
dades internas de la organización comunal- y debe ser ini­
ciada en común acuerdo entre la comunidad y el organismo

38
de apoyo para el "estar entre la comunidad y el organismo
de apoyo para el "estar mejor que antes"; supone también
tomar el papel de la connotación original (o tratar de aproxi­
marse lo más posible al K'asaqo y al Jaywuakuna) apoyando
-sólo en la fase Inlclal- con herramientas (combos. carreti­
llas y otros materiales) Insumas o costumbres que ya no
existilian debido a procesos de erosión cultural.

Finalmente. con respecto a la UMARAQA. podemos


señalar que en las labores de conservación de suelos se de­
mostró que esta forma de reciprocidad cuenta con la prefe­
rencia de los campesinos. sobre todo en aquellas reglones
donde las condiciones agroecológlcas para la producción
agrícola requiere mayores esfuerzos (puna y cabeceras de
valle con suelos erosionados o climas sernlárldo y árido); se
prefiere trabajar en grupos de 5 a 10 personas. la devolu­
ción del trabajo prestado se lo realiza también en conserva­
ción de suelos. convirtiéndose de esta manera en mecanis­
mo para la difusión de dicha práctica.

2.1S. OTRAS FORMAS DE RECIPROCIDAD. AYNI.


M!NK'A, WAKI

Aynl

Es otra forma de reciprocidad andina y que se la


realiza. prácticamente. en todos los países andinos. princi­
palmente en todas las labores cotidianas de las familias en
la comunidad campesina. Según Albó (1 988; 587 ) "es un
intercambio recíproco de bienes y servicios Iguales y el
verbo AYNISlÑA corresponderla a Intercambiar servicios o
bienes Iguales".

Para Van den Berg (1 989) AYNl es forma de ayuda


mutua que se basa en una estricta reciprocidad y que es
practicada en especial entre parientes consanguíneos y
rituales.

Según el Diccionario Religioso Ayrnara Van den Berg


(1 985; 33) AYNl es "ayuda con carácter de reciprocidad.
Dentro del contexto de la celebración de un matrimonio o de
otras fiestas con gastos fuertes. Se llama AYNl a los obse-

39
quios en fonna de provisiones o artículos manufacturados".
también signtficaria "que ha sido prestado con la condición
de que el que recibe el préstamo devuelva el favor al presta­
dor retnbuyéndole en la misma fonna. Este objetivo funcio­
na sólo en posición predicativa y se aplica solo a animales.
vegetales o cosas cualesquiera. Se implementa con MINK'A.

Mink'a

Según Albó es "el que trabaj a para (o por) otro a cambio


de pago en comida, producto o dinero.

Para Van den Berg MINK'A "es una fonna tradicional de


colaboración mutua en que se paga en efectivo o en
productos por el trabajo realizado".

También MINK'A es fonna con la que se designa a una


persona que presta su trabaj o personal a otro, a condición
de que este otro le devuelva en trabaj o personal por sí o por
un tercero el mismo número de horas (sustituto alquilado) .
Esta práctica es muy usada entre campesinos y obreros.

Waki.

Albó ( 1 988; 606) Wakl es fonna de reciprocidad en que


uno �e pone terreno otro Semilla y ambos trabajan
WAKlNA=Concertar; WAKl=parte, porción.

3. EL CALENDARIO AGRICOLA y LA CONSERVACION DE


SUELOS

Hasta aquí en el presente capítulo antenor la organiza­


ción de los trabajos para la conservación de los suelos ha
sido identificada como el aspecto fundamental. La organiza­
ción de trabaj a está estrechamente vinculada con el ciclo
agricola que detennina los requenmientos fisicos para la
mano de obra en el transcurso del año; consecuentemente
influye en fonna directa en la organización del trabajo, moti­
vo por el cual tratamos estas interrelaciones en esta parte.

El componente organizatlvo en la conservación de


suelos llega a ser importante como contexto de actividades

40
que en su mayoría requieren más mano de obra de la que
una familia dispone en un cierto momento adecuado para
realizar dicho mejoramiento de su tnfraestructura producti­
va. El calendario agrícola desde luego dtf1ere según cada
lugar en sus detalles pero es estructurado de la misma
manera; se reparte en dos estaciones denominada "Jallupa­
eh a" o "Paraypacha" (época de lluvias) y "Awtlpacha" o
"Ch'akipacha" (época seca) como demuestra la Figura 4.

Fuente: AGRUCO, 1991

Figura 4. Calandarle¡ agrlcola (para zonas altlphln lcas).

En la Figura 4 resalta la determinación de los requeri­


mientos de fuerza de trabajo por el ciclo vegetal1vo de las
plantas y animales; también es visible la influencia que
ej erce la transformación y el almacenamiento de los produc­
tos en los requerimientos de la mano de obra (elaboración
de chuño, construcción y mantenimiento de pirwas, etc.).

41
Integradas al calendario agricola estan las actividades
socioculturales como fiestas. ciertos rituales que marcan el
comienzo y/o fin de cada fase del ciclo agricola que desde
luego también Influye en los requerimientos de la fuerza de
trabajo familiar y comunal.

De esta manera se configura un conjunto de factores


relacionados con el ciclo vegetativo de plantas y antmales.
necesidades de la tranformaclón de productos y requeri­
mientos para responder a la vida social y ritual. reflejando
así la estructura organlzatlva de una visión andina del
mundo "la Interrelación de todos los componentes del uni­
verso y la reciprocidad entre estos componentes revelan un
equlllbrlo fundamental que es la base y el sostén esencial de
la existencia misma del cosmos" (33).

Esto significa que cualquier Innovación o revalorización


tecnológica u organlzatlva y. en particular aquellas que
tmpllcan altos requerimientos de fuerLa de trabajo. deben
ser sincronizados cuidadosamente con el calendario agricola
existente. Además el calendario agricola con sus compo­
nentes productivos. sociales y Iituales nos da también la
pauta sobre como la innovación será evaluada por los cam­
pesinos: una de las razones más importantes para la pre­
sente propuesta para las actividades de conservación de los
suelos constituye el hecho de que corresponde a cada uno
de los componentes mencionados: la umaraqa. el ayni. etc.
son formas de relaciones sociales recíprocas existentes que
permllen transformar los debllltados ecosistemas locales a
un nivel más estable por medio del mejoramiento de la infra­
estructura productiva: además la conservación de suelos
mediante las formas organlzatlvas recíprocas tienen su
connotación stmbóllca permitiendo una congruencia entre
los componentes de la visión campesina del mundo y la
revalorización tecnológica propuesta.

La mayoria de los trabajos en la conservación de suelos


se han realizado entre los meses de Mayo a Septiembre o
sea en una temporada de menos actividad agropecuaria. sig­
nificando mayor disponibilidad de tiempo de los campesinos
en términos de organización. relaciones sociales y fuerza de
trabajo.

42
En lo que se refiere a la construcción de terrazas de
formación lenta se ha visto, que los campesinos combinaron
esta práctica de la construcción de los muros con las
labores de preparar el barbecho (purumas).

La combinación se dló porque en oportunidad de "abrir


tierras puruma", de todos modos, deben levantarse las
piedras que perjudicarian las labores agricolas; en vez de
sacarlas o amontonarlas pueden ser colocadas directamente
conformando el muro (la pirca) de la terraza de formación
lenta.

SeJl4iembre

Marzo Febrero
IiIIIll1 SIEMBRA

LABORES C
U •.TURALES V BAReECHAR

COSECHA

o DESCANSO

Fuente: AGRUCO, 1991

Figura 5. Labores agrlcolas y la conservación de suelos.

Los surcos en contorno se hacen en el momento de las


siembras, o sea, la época para realtzar esta práctica está
comprendida entre los meses de Octubre a Diciembre.

43
En tierras cultivadas la cava de las zanjas de iruiltra­
ción se ha combinado con los aporques. sobre todo cuando
se espera escasez de lluvias.

Las terrazas de absorción (andenes) mayormente se


recomienda construirlas en la época que sigue a las cose­
chas hasta el comienzo de las siembras o sea entre Mayo y
Septiembre; en esta temporada también pueden ser realiza­
dos todos los otros tipos de conservación de suelos.

4_ CONCLUSIONES

Los resultados más sobresalientes de este capítulo


demuestran que antes de que llegaran los españoles existían
formas organizativas. relaciones sociales y tecnológicas que
permitieron alimentar a una población que correspondía a
la actual en los países andinos. sin que el ecosistema se
hubiera afectado negativamente. En otras palabras podemos
partir de que el control de la erosión. técnica y socialmente
puede ser viable.

Para la solución del problema de la erosión debemos


necesariamente pensar en la inversión de sus causas. que
desde luego no llevarían a una regresión histórica. sino a la
formulación de estrategias viables considerando el contexto
socio-cultural y tecnológico-actual.

Resalta que la erosión ha sido el resultado de las


prácticas sociales y prácticas organizativas alejadas de las
pautas culturales propias y de la aplicación de tecnologías
inadecuadas. Por lo tanto el control de la erosión y la recu­
peración de la fertilidad de los suelos tiene que realizarse
revalorizando tecnologías aplicadas por los campesinos
utilizando y revitaliznado sus prácticas sociales y formas
organizatlvas que siguen enraizadas en el concepto de una
agricultura Intensiva y ecológicamente sostenible.

La estrategia para el control de la erosión se formula de


la siguiente manera:

1) Oinamizar la organización campesina en las


comunidades.

44
2) Que éstas retomen y revitalicen su capacidad
tecnológica.

3) Cambiar el sistema de la agricultura cada vez más


extensiva hacia un sistema Intensivo. basado en los
principios de la Agricultura Andina.

4) Relntroduclendo y revalorizando tecnologías para la


agricultura sostenible intensiva.

La realización de las diferentes medidas para la


conservación de los suelos deben partir de la organización
de los trabajos buscando sintonizarlos con el calendario
agrlcultural andino de cada lugar.

La experiencia y su análisis además plantea pautas


sobre las condiciones que favorecen a una nueva tecnología
o a la revitalización de una existente exigiendo una coinci­
dencia de la tecnología con la visión andina del mundo en
sus componentes productivo (ecológico). social y cultural.

Al comienzo el proceso y los avances son lentos. lo que


debe ser considerado debidamente. porque un Impacto
general se dará en la medida en que cambie la relación
hombre-suelo hacia un nuevo equUibrlo. Así como el cambio
de la relación hombre-suelo. desde un punto de equUibrlo
sostenible en los tiempos incaicos ya llevaba varios siglos.
su restablecimiento también durará por lo menos varias
generaciones sino siglos.

45
NOTAS

1 . EARLS. J . "Ecoloj(Ía y agronomía en los Andes".


HISBOL. La Paz-BOlivia. 1 99 1 : 72.

2. EARLS. J. "Ecología . . . ": 82 .

3. EARLS. J. ..Ecología . . ... : 85.

4. EARLS. J. "Ecología . . . ": 86.

5. EARLS. J. ..Ecología ..... : 73.

6. EARLS. J. ..Ecología . . ... : 5 1 .

7. DENEVAN"

8. FREEMAN. H. et.a1. "Bolivia State of invironment and natural


resources. Fields study Me. Leau (VA). 1980: JRB Asociates
(AF.D. Contract N: PDC-C-Q 247).

9. FREEMAN ..Boltvia. . ... : 1980: 2.

10. TERRAZAS. N.U. "La supervivencia de los bolivianos".


Sociedad Boltviana de Ecología La Paz. 1983.
.
1 1. GOLTE J. "La racionalidad de la organización. 1980:
.
44 95- 97. Andina l.E.P. 2da. Edic. Lima-Perú. 1 24 p.

12. EARLS. J . ..Ecología..... : 9 1 .

13. MAYER. E. "Zonas de producción y organización social en


cooperación y conflicto en la comunidad: l.E.P. Llma- Perú.
1989: 72.

14. DE LA CADENA M . "Cooperación y mercado en la organiza­


ción comunal Andina. Revista Andina. Cusco-Perú. 303 p.
1986: 34.

15. DE LA CADENA ..Cooperación . . ... : 34.

16. DE LA CADENA ..Cooperación ..... : 343.

17. MAYER. E. ..Zonas ..... : 66

18. MAYER. E. ..Zonas ..... : 66-67.

19. MAYER. E. .. Zonas ..... : 69.

20. DE LA CADENA M. "Cooperación y conflicto en la comunidad


Andina". l.E.P. Lima-Perú. 1989: 8 1 .

46
2 1 . EARLS J . ..Ecología..... ; 100
.

22. EARLS J . ..Ecología..... ; 102-1 03.


.

23. MAYER. ..Zonas... .. ; 72.

24. MAYER. "Reciprocidad e Intercambio en los Andes Peruanos".


l.E.P. Urna-Perú. Problema 1 2. 360 p. 1974; 37.

25. ROS1WOROWSKY. M. "Hístoria del Tawantinsuyu". l.E.P.


2da. Edic. Urna-Perú. 332 p. 1988; 6 1 .

26. ROS1WOROWSKY. ..Historia... ..; 70-71 .

27. ROS1WOROWSKY. ..Historia.....; 7 1 .

28. TEMPLE DOMINIQUE "Estructura Comunitaria y Reciproci­


dad". Edic. HISBOL-CHITAKOLIA. La Paz-Bolivia. 167 p.
1989; 30.

29. TEMPLE. ..Estructura.....; 53.

30. ROS1WOROWSKY. M . ..Historia. . ... ; 7 1 .

3 1 . AGRUCO. "JallpancheJmanta" No. 6 . Cochabamba-Bolivla.


1990.

32. AGRUCO. "JallpancheJmanta" ... ;

33. Van den Berg. H. "La TIerra no da así nomás"; 158.

34. POSNANSKI . M. "Los efectos sobre la ecología del altiplano de


la introducción de animales y cultivos por los españoles". En:
Ecología y recursos naturales en Boltvta. Centro Portales.
Cocha oamba. 1983; pp 13-22.

35. WAGNER TERRAZAS. N. "La supervtvencla de los bolivianos".


Sociedad Boliviana de Ecología. La Paz. 1983

36. MANSILIA. H.C.F. "Nationale IdenUtat. ¡<esellschaftllche


wahmehmung naturlicher Ressourcen und Okologische Pro­
bleme In Bolivlen". Wilhelm Flnk Verlag. MOnchen. 250 p.
1984

47
n. EXPERIENCIAS Y EVALUACION
5. MONITOREO y LA EVALUACION DEL
PROCESO DE DESARROLLO.

En una institución de apoyo al proceso de desarrollo


rural. el monitoreo y la evaluación son parte de acciones
ejecutadas o en ej eCuCiÓn planificadas previo conocimiento
de los problemas especificos en función del objetivo y finali­
dad.

Es en el marco general de la Institución que la evalua­


ción de las actividades realizadas. en las comunidades
campesinas. debe servir al proceso de desarrollo en general
y a los proyectos campesinos en particular; de esta manera.
se constituye en instrumento que permite acompañar el
proceso del autodesarrollo sostenido de las comunidades.
considerando su integralidad e interrelación de cada paso
en el tiempo y en el espacio para lograr asi la empatia
múltiple entre sociedad y naturaleza.

No hay evaluación de los recursos del medio que sea


independiente de las técnicas utilizadas para desarrollar
este medio y de la organización social que permite esta
utilización.

La evaluación se inicia con el diagnóStico preliminar de


la realidad. permitiendo a los actores del proceso de autode­
sarrollo sostenido. planificar sus acciones para el logro de
sus objetivos; el aporte institucional se constituye en sólo
una parte de los proyectos campesinos propios. Dicho diag­
nóstico es realmente el comienzo de un acompañamiento
permanente a los sujetos del desarrollo junto a su "plan
operativo".

Una mayoría de los sistemas de monltoreo y evalua­


ción. si es que existen en istltuclones de desarrollo rural.
tienen la lirnltaclón de ser funcionales para el proyecto; se
encierran y se limitan a seleccionar y tabular datos cuanti­
tativos. con el riesgo de realizar tareas netamente domésti­
cas de control usual. Los proyectos de desarrollo rural. sin
embargo. requieren de resultados cualitativos y cuantitati­
vos en los que. al propio tiempo. existirá una gama de
enfoques en rubros determinados.

51
La investigación agro ecológica. social y partlclpatlva es
la prinCipal fuente de contenidos validados o por validarse
en el proceso de desarrollo y considerando dos fuentes: el
saber campesino y la agroecología.

El acompañamiento. apoyo o asesoramiento a los pro­


yectos campesinos sirve para reacondicionar. acumular y
sistematizar datos dentro de una actitud de reciprocidad
entre la comunidad y la Institución. Esta retroalimentación
fortalece a través de la autoformación en ambas partes. las
capacidades y potencialidades de la comunidad y la
sensibilidad del equipo técnico.

La autoevaluación de avances y experiencias. partiendo


del Saber Campesino y la Agroecología. se Inicia reflexionan­
do sobre la metodología. esto invita a revisar nuestra con­
cepción de desarrollo y de proyecto. observando nuestra
manera de proceder.

Un proyecto consiste en cumplir una serie de etapas


que. se supone. son la garantía de u n trabajo eficaz y
eficiente. Normalmente los elementos: diseño. planificación.
implementación. por una parte: diagnóstico. investigación y
la evaluación por otra. se diferencian en que los primeros
producen acciones y los segundos producen conocimientos.
pero haciendo esfuenos en sistematizar y documentar la
metodología de manera coherente con la evaluación hecha
por los campesinos. Esto supone dar mayor énfasis a la
comprobación de las tecnologías campesinas y que el segui­
miento y evaluación de dichas tecnologías deba contar con
apoyo de estudios de la economia. de la reciprocidad y la
redistribución.

En la Agroecología el enfoque metodológiCO se ha


desarrollado considerando:

1. Una deSCripción analítica. que es el primer paso nece­


sario. Se describen cuidadosamente los sistemas agrí­
colas y miden propiedades específicas. La información
amplía nuestra comprensión de los tipos de sistemas
existentes.

52
2. E l análisis comparativo. que involucra l a comparación
de un monocultivo u otro sistema de cultivo con un
agroecoslstema tradicional. Estos datos son útiles. pero
la heterogeneidad de los sistemas locales pueden
obscurecer la comprensión de cómo estos funcionan.

3. Comparación experimentaL para establecer la dinámica


y para reducir el número de vatiables. se simplifica e l
sistema nativo y tratando d e controlar las valiables
más de cerca.

4. Sistemas agrícolas nonnativos. se emulan las secuen­


cias sucesivas. Un ecosistema natural puede ser ilimi­
tado o un sistema agrícola nativo podria ser reconstrui­
do con mucho esfuerzo.

En el saber campesino andino se considera:

1. En primer lugar la concepción de la relación socledad­


naturaleza (cosmovlsión) se describen y analizan las
tecnologías y las lógicas campesinas.

2. Existen estudios con la preocupación por el uso de los


recursos y del manej o de toda la base de subsistencia
no solamente del predio familiar sino en un ámbito
mayor comunidad. ayllu. o tertitotio finalmente.

3. Se analiza cómo afectan los cambios sociales y econó­


micos a los sistemas de producción y que una percep­
ción despreciativa de la agrtcultura nativa la conside­
raria como desordenada y de infetior calidad.

4. La revalotiZación de la tecnología campesina señala la


complej Idad ecológica y diversidad de tecnologías con
que responden adecuadamente. con habilidad etno­
gráficas y cientificas; la organización social y las rela­
ciones sociales de producción y redisttibución. debe
considerarse tan de cerca como el medio ambiente y los
cultivos. para poder comprender la lógica de produc­
ción de sistemas agricolas campesinos.

5. Se necesitan diferentes nociones de eficiencia y racio­


nalidad para comprender las tecnologías campesinas.

53
cuyas prácticas están centradas en la mlnlmizaclón del
riesgo. los rendimientos sostenidos en el tiempo y en el
espacio. que aparentemente no sean rendldoras a corto
plazo. pero pueden ser preferibles al uso de suelos más
productivos pero que tienen mayores riesgos. es decir
no se guían por la maxlrnizaclón de la tasa de
ganancia.

6. En su evaluación. no -.:;;olamente deberán considerarse


los conocimientos campesinos. sino también la capaci­
dad y la medición del efecto y de los costos de los cam­
bios que amenazan la estabilidad de la tecnología
campesina.

7. A pesar de la moderniZación y cambios económicos


dichas tecnologías permanecen con elementos impor­
tantes de sustentabilldad: mantienen estrecha relación
socledad- naturaleza. agrocentrlsta. adaptada al am­
biente y utiliZa recursos locales. son específicas al mi­
croclima. son descentraliZadas y aporlan criterios para
profundiZar conceptos modernos.

8. Conduce al principio de que la estabilidad del sistema


cuando más segura es. más acertado será el futuro
desarrollo del sistema con relación a su planificaCión;
las ventajas del comportamiento predeCible y planifica­
ble. de un sistema estable. aclara el panorama de las
dificultades en el manejo de un sistema en desequili­
brio o en equilibrio Inestable.

Ahora bien. de ambas fuentes. Si el autodesarrollo sos­


tenido es la meta para el futuro. resulta sumamente impor­
tante describir el camino hacia el obj etivo. analiZando los
avances y dificultades en el proceso de comunicación entre
los campesinos y la Institución.

Una vez definida la Identidad del proyecto (contenido.


objetivos. estrategias) esta es presentada y discutida con los
campesinos y también con instituciones de desarrollo para
no hacer solamente lo que piden los campesinos (que
podrian incluir Ideas contraproducentes a su autodesarro­
llo).

54
Para la evaluación el proyecto debe añadir criterios para
"medir" la efectividad. sostenib!l!dad y transferib!l!dad. tanto
de las intervenciones propias de la institución como también
de algunos cambios "espontáneos" realizados por los mis­
mos campesinos. Se trata entonces de un proyecto de tipo
holístico o totalizador que requiere ajustar su equipo técnico
con profeSionales generalista y no tanto de especialistas.

5. 1 . PRIMERAS EXPERIENCIAS DE AGRUCO EN LAS


PROVINCIAS TAPACARI y ESTEBAN ARZE

En el año 1989 el Proyecto comenzó a incentivar los


trabajos de conservación de suelos primeramente en la
provincia Esteban Arze (departamento de Cochabambal, en
las regiones de guecoma-Matarani. una zona caracterizada
por todos los sintomas de la erosión. que ya ha causado el
deterioro general de los suelos para la agricultura y el
pastoreo. La zona corresponde al piso ecológico 'Valle Alto"
(2600-3200 m.s.n.m) que se caractertza en primer lugar por
la producción triguera y por muy poca precipitación
(300-400 mm/año).

Figura 6. Electos de la erosión en Matarani, provincia Esteban Arze.

55
Luego de las primeras experiencias en la zona de
Quecoma-Matararu el Proyecto impulsó los mismos trabajos
en la provincia Tapacari, la zona de inJIuencla directa de
AGRUCO.

En Tapacari AGRUCO apoya a comunidades en dos


pisos ecológicos, denominado Puna (3400-4200 m.s.n.m.) y
Cabecera de Valle (2800-3400 m.s.n.m.). La zona de puna
abarca los tres ayllus que conforman el cantón Challa. En
Cabecera de Valle se diferencia entre la zona de Aramasí y
Waca Playa- Tres Cruces- Rodeo.

5.2. EXPERIENCIAS EN LA PUNA

En el piso ecológico de la puna se demostró con mucha


claridad que la conservación de suelos no puede ser reduci­
da a aspectos técnicos, sino que su viabilidad y modo de
realización son determinados por factores socio económicos
como por ejemplo la organización del uso de la tierra en
tiempo y espacio. La producción agropecuaria es organizada
bajo la modalidad de las aynokas. Se trata de terrenos
comunales, cultivados en forma �amillar, que se encuentran
en un rotación de 10- 1 2 años, de los cuales sólo tres se
destinan al cultivo con una rotación estricta de tubérculos­
granos andinos-forraj e . Durante los años restantes sirven
como area de pastoreo comunal. El sistema de las aynokas
tiene ventajas ecológicas significativas. dando lugar a una
rotación reglamentada y muchos años de descanso para la
recuperación de la fertilidad de los suelos. Además este
sistema facilita el control de los procesos de minlfundiza­
ción dado que las tierras cultivables pueden ser redistribui­
das nuevamente cada año, de acuerdo a los principios de la
reciprocidad andina. Uno de los prtnciplos fundamentales
que caracteriza la redistribución de las tierras cultivadas en
las aynokas se base en la reciprocidad que busca equilibrar
el uso de las tierras por las familias tomando en cuenta su
capacidad enérgétlca (fuerza de trabaja humano) socioe­
conómlca, tecnológica y de consumo.

Debido a que la capaCidad energética, de las familias se


determina principalmente a partir del número de personas
en edad adecuada para realizar trabajos agrícolas, se

56
observa una estrecha relación entre el acceso a la tierra y
ciclo vital de cada familia: desde su fonnación hasta su esta­
blecimiento crecen las familias y paralelamente sus requeri­
mientos de tierra mientras que en el momento que los hijOS
mayores ya fonnan nuevas familias. la de sus padres
comienzan a reducirse. La redistribución de las tierras. por
lo tanto busca equilibrar el uso de la tierra de la aynoka por
las familias. de manera que dentro de las posibilidades
dadas. cada una según su ciclo vital actual. puede lograr la
mayor seguridad alimentaria posible como demuestra una
investigación auspiciada por AGRUCO (Blanco. 1992). Estas
rotaciones largas determinan. que en su vida el campesino
cultiva la misma parcela dos a tres veces.

Por su integralidad del manejo de los suelos en la


aynoka y la importancia predominante de la ganadería en
general. la construcción de los diferentes tipos de terrazas
no fue aceptada. porque sería para solamente tres años:
después. al destinarse el área conservada al pastoreo. el
ganado causaría el deterioro rápido de los taludes y muros
construidos.

No obstante AGRUCO actualmente estudia y revaloriza


prácticas campesinas existentes que penniten influir posi­
tivamente en la conservación de suelos de las parcelas
cultivadas. sin que el sistema de las aynokas sea afectado
negativamente.

Se observó que algunos comunaríos en la época de la


preparación de las parcelas a cultivarse sobre todo cuando
son suelos pedregosos luego del descanso. acomodan cuida­
dosamente piedras. champas o pastos arrancados con su
raíz en el borde inferior de la parcela. creando de esta
manera pequeños taludes "naturales" sirviendo como barre­
ras para la erosión causada durante el próximo ciclo de
cultivo (ver FIg. 7). El pequeño talud. se enriquece con la
tierra y el agua detenida. de manera que mejora las condi­
ciones para el crecimiento de las gramíneas existentes o la
genninación de semilla. resultando en la formación de ba­
rreras vivas más fuertes de efecto positivo. La ventaja de
esta técnica es que prácticamente no significa uso adicional
de mano de obra.

57
Figura 7. Bordes vegetales..structurales en parcelas de la aynoka
de la comunidad de MuJl1I (Tapacarl, Opto. Cochabamba).

En caso que en la aynoka a sembrar no haya mucha


piedra ya duranle el barbecho o en su defecto con la
primera siembra de las parcelas en el borde inferior puede
construirse u n talud de tierra. Para su estabilización puede
ser prolegldo con la siembra o transplante de algún pasto u
otra planla local antes de que cornlenzen las lluvias.
Durante el periodo de lluvias. que coincide con el ciclo ve­
getativo de los cultivos, el ganado no entrará a la aynoka.
facilitando el desarrollo inlcial de las plantas protectoras de
manera que tengan un vigor suficiente como para "sobrevi­
vir" el periodo de pastoreo que se inicia con la conclusión de
la cosecha y dura hasta antes de las siembras del próximo
cultivo, momento con el cuál comenzará una época de rege­
neración de las plantas protectoras. El efecto de estas
prácticas de conservación de suelos en la aynoka, fue
comprobada en una investigación partlcipatlva de AGRUCO
durante la época agricola 199 1 /92.

58
El talud de tierra de una terraza de fonnación lenta ha
sido estabill7.ado con Chilliwa (Festuca dolychophylla) y
reportó un incremento de los rendimientos de cañah ua en
un 65 % en comparación con la parte de la parcela que no
fue conservada; la desventaja de esta técnica consiste en
que la construcción del talud de tierra requiere de un uso
adicional de la mano de obra en el momento de la siembra
de la parcela.

Por estos motivos la conservación de suelos en la ?Ona


de puna más se concentró en evitar una de las principales
causas de erosión en las praderas nativas: el sobrepastoreo.
Las estrategias para enfrentar la erosión en las áreas de
pastoreo requieren de alternativas que apuntan a mejorar el
manejo del ganado (ver serie técnica No. 20 y 26 de
AGRUCO).

Stn embargo. existen otras prácticas de conservación


de suelos que desarrollaron los campestnos de la zona por
ejemplo la construcción de zanjas de infiltración en el borde
superior de las parcelas cultivadas o el control de cárcavas.
Estas medidas también se realizan en áreas de pastoreo
aportando al mejoramiento de la producción de las praderas
nativas y aliviando en [onna indirecta el sobrepastoreo.

La construcción de terrazas actualmente se limita a las


sayañas. los terrenos familiares que mayonnente se encuen­
tran en las cercanías de las viviendas de las familias campe­
stnas. áreas que no son sometidas al sistema de rotación de
las aynokas. La modalidad de cultivar en los canchones es
diferente al cultivo en aynokas. pues los periodos de descan­
so son mtnimos. manteniendo la fertilidad de los suelos por
medio de la utilización de estiércol de ovino. llama. burro o
bueyes.

59
Figura 8. Canchones para cu�ivo de forraje (Challa-Wancuri
provincia Tapacarl).

En muchos casos había más interés en mejorar o


ampliar los canchones [cercos). que son utilizados para la
producción de forraje o para algunos cultivos [Figura 8).
Esta medida también es considerada como control de la
erosión. por una parte porque los muros de los canchones
protegen las áreas cultivables de la erosión y por otra
porque cada incremento de la producción forraj era aporta a
disminuir el sobrepastoreo que es una de las causas princi·
pales de la erosión en la zona de puna.

Por este motivo AGRUCO apoya la revalorización o


vigortzación de esta tecnología campesina con el préstamo
de herramientas y tapialeras para la ampliación y el
mej Oramiento de los canchones.

5.3. EXPERIENCIAS EN LA CABECERA DE VALLE Y


VALLE ALTO

Comparando con el piso ecológico de la puna. en la


cabecera de valle y en el valle alto las respuestas de las

60
comunidades campesinas en cuanto a las diferentes técni­
cas de conservación de suelos han sido más rápidas y
dinámicas.

Esto se debe a las características ecológicas y socio­


culturales. En la cabecera de valle de la provincia Tapacarí
la erosión avanza más rápido. debido a que la ganadería
tiene menos importancia y consiguientemente las áreas
cultivadas son más amplias: en un promedio se cultiva
entre 30-40% del área total de las comunidades. mientras
en la zona de puna son entre 7 - 1 5%. Además los terrenos se
encuentran prácticamente en forma exclusiva en pendientes
muy acentuadas. dando lugar al escurrlmiento inmediato de
las aguas de lluvias.

Por otra parte se trata de comunidades. ex-haciendas.


en las cuales la tenencia de la tierra fue reglamentada con
la Reforma Agraria de 1952 y los años posteriores. resultan­
do que se estableció la propiedad privada de los terrenos.
Esto produjo. en el transcurso de los años. nuevas dificul­
tades para la redistribución andina de las t ierras con la
consecuente mayor presión sobre los suelos. La presión
sobre los suelos obliga a modificar las rotaciones de los cul­
tivos. disminuyendo el descanso de los suelos e imposibili­
tando no solamente la disminución de la productividad en
áreas de cu ltivo sino también en las áreas de pastoreo
Imenos forraj e . sobrepastoreo).

En esta situación lo único que puede romper el ciclo


vicioso de la erosión es la intensyICación sostenible de la
producción. En este contexto las terrazas. zanjas de infiltra­
ción y el control de cárcavas representan una medida muy
adecuada. porque permite incentivar la producción y a la
vez estabilizar los ecosilemas frágiles de éstas zonas.

6. EVALUACION DE LAS ACTIVIDADES EN


CONSERVACION DE SUELOS

Las actividades realizadas en la conservación de suelos


fueron evaluadas en cuanto a tres critrios. considerando
que la evaluación se debe efectuar en función del proceso de
desarrollo:

61
Evaluación técnica.
Evaluación económica.
Evaluación social.

Estamos conscientes de que apenas tres años de


experiencia y seguimiento no son suficientes para llegar a
conclusiones definlUvas en cuanto a los impactos y resulta­
dos de la conservación de suelos. Tratándose de la estabi­
I1zaclón del ecosistema. los impactos se mostrarán a media­
no y largo plazo y se trata de un proceso que ha comenzado.
pero que durará muchos años más.

Sin embargo las primeras experiencias arrojaron datos


muy útUes e Interesantes que servirán a todos los que com­
parten la preocupación nuestra en cuanto a la necesidad de
enfrentar uno de los problemas principales de la realidad
rural boliviana que es la pérdida alarmante de los terrenos
cultivables y de pastoreo.

Cuadro 3. Obras de conaervación de auelos realizada. con


comunidadee campeainas. geetión 1989-1990.

TFL TA ZI ce TI Total

Matarani 202 10 8 3 92 3t5


Quecoma

Waca Playa a 44 a 1 -
6t
Rodeo
Tres Cruces

Aramasí t2 37 12 4 -
65

Tot a I 222 91 2a 8 92 441

TFL = Terrazas de formación lenta ce = Control de cárcavas


TA Terrazas de absorción TI = Terrazas individuales
ZI Zanjas de Infiltradón para forestadón.

Fuente: Elaboración propia, 1991

62
6. 1. EVALUACION TECNICA

Hasta el año 1 990 en las zonas de trabaj o de AGRUCO


se realtzaron 4 4 1 obras de conservación de suelos.

Los trabajos de mayor envergadura han sido las de


construcción de terrazas de formación lenta y terrazas de
absorción.

Tal como se ve en el Cuadro 3 se puede afirmar que el


número de prácticas para construir terrazas de formación
lenta es mayor al resto de las técnicas.

Sobre todo en la zona de Matarani·guecoma la cons­


trucción de terrazas de formación lenta ha sido predomi­
nante. Esto se debe a la topografía que se caracterlZa por
laderas con poca pendiente. los suelos generalmente super­
ficiales y la carencia notoria de agua fuera de la época de
lluvia. impidiendo en muchos casos la construcción de
terrazas de absorción (falta de riego).

Cuadro 4. Terrazas de absorción (TAl posibilidades de riego.

TA TA Total
con riego sin riego

Mataran; 8 2 10
Quecoma

Waca Playa
Rodeo 44 O 44
Tres Cruces

Aramasí 35 2 37

Total 87 4 91

Fuente: Elaboración propia. 1991

63
En las terrazas de formación lenta se diferencian dos
tipos: el que se construye con talud de piedra y el con talud
de tierra. dependiendo de la disponibilidad del material en
cada lugar.

En las zonas de trabaj o principalmente se construyeron


terrazas de formación lenta con talud de piedras, que una
vez construidas son mas durables que taludes de tierra. De
las 222 terrazas de formación lenta solamente 20 han sido
de talud de tierra.

El promedio en cuanto a longitud de un muro de con­


tención alcanzó 49 cm .. con una variación de 18 m. 60 m. -

En lo que se refiere a las terrazas de absorción. en la


gran mayoña no se trata de terrazas que solamente aprove­
chan las lluvias. slno su construcción es ligada a las
mlntmas poslbUldades de riego. En el 96 % de los casos
existen posibUldades de riego para las terrazas. Los taludes
en 1 00 % de los casos se hicieron de piedra.

Cuadro 5. Superficies de terrazas de ah80rción en las dife­


rentes zonu de trabajo.

N' Mínimo Máximo Promedio Total


TA (m) ( m) (m )

Matarani 2 1 5.0 24.5 1 9.7 39.5


Quecoma

Waca Playa ,

Rodeo 30 1 7.0 1 60.0 53.6 1 607.0


Tres Cruces

Aramasí 37 6.7 1 08.6 34.4 1 272.8

Total 69 - - - -
42.3 2919.5

Fuente: Elaboración propia, 1 99 1

64
Las superficies de las terrazas de absorción por lo
tanto. están pnncipalmente determinadas por las posibili­
dades de mlcroriego que en vanos casos representó el factor
limitante respecto al tamaño de las parcelas.

En base a un seguimiento de 69 terrazas de absorción


se han ido determinando datos específicos en cuanto a
superficies. jornales invertidos y horas efecl1vas de trabajo.

El promedio de las terrazas de absorción en todas las


zonas es de 42 m2• superficie que en la mayoría de los casos
es aprovechada para cultivar hortalizas (cebolla. rabanitos.
zanahona. lechuga. etc.) y en menor grado para cultivos
como papa. maiz. arveja o haba.

Las terrazas son relativamente pequeñas. dado que se


trata de una tecnología todavía nueva para todas las comu­
nidades. que está siendo evaluada por los mismos campesi­
nos. También el hecho de que se culUvan hortalizas en las
terrazas. implica que las parcelas no son muy grandes.
puesto que el manejo de hortalizas en muchos casos tam­
bién es nuevo y requiere de un proceso de formación para
las familias campesinas en cuanto al cull1vo y uso. además
de ser un cultivo intensivo en cuanto a mano de obra.

6.1.1. Mano de obra y conservación de suelos


Son múltiples los factores que determinan el uso de la
mano de obra que requieren las obras de conservación de
suelos. En general. la mano de obra necesana para la cons­
trucción de zanjas de infiltración y terrazas de fOl'll1ación
lenta es menor en relación a la mano de obra necesaria para
las terrazas de absorción.

En pnmer lugar son factores fisicos que condicionan


los requerimientos de la mano de obra necesana para la
conservación de suelos:

Calidad del suelo (arcUloso. arenoso. pesado.


liviano).

Profundidad del suelo (superficial. profundo).

Disponibllldad de matenal para taludes (piedras.


tamaño. distancia de la parcela. etc.).

65
Humedad del suelo (húmedo-blando, seco-duro).

Otro factor es el grado de mecanización en cuanto se


refiere a la ejecución de las actividades de conservación de
suelos.

En el caso de las zonas de trabajo de AGRUCO se


empleó únicamente la mano de obra, sin la utilización de
tracción animal (bueyes) o tractores, efectuando las activi­
dades principalmente con azadón, picota, pala y carretilla.

En general la mano de obra invertida se mide en


jornales pensando en un día entero de trabajO. En el caso
de las actividades de conservación de suelos baj o la modali­
dad de la umaraqa O del ayni el jornal corresponde a 4-5 ho­
ras de trabajo efectivo, puesto que el trabajo es duro dando
lugar a intermedios frecuentes para actividades sociales
(samay, acullicu, pijchu). como demuestra el cuadro 6.

Por lo tanto el jornal invertido en la conservación de


suelos no representa solamente una inversión en el mejora­
miento del control de la erosión que, en sí es una medida
técnica, sino, es también una "inversión social" que escapa
a una evaluación con criterios de la eficiencia técnica­
económica y tiene su signtficado en cuanto a la forttficación
de la organización comunal.

Cuadro 6. Trabajo y descanso en la conservación de suelos.

Horas Actividad

1 1 :00 - 1 1 :30 Pijcheo


1 1 :30 - 1 2 :30 Trabajo
1 2:30 - 1 3:00 Pijcheo
13:00 - 1 4:00 Trabajo
1 4:00 - 1 4:30 Samay
1 4:30 - 1 5 :00 Pijcheo
1 5:00 - 1 6:00 Trabajo
1 6 :00 - 1 6 :30 Pijcheo
1 6 :30 - 1 7:30 Trabajo

Horas de trabajo = 4 Horas de descanso = 2.5

Fuente: ElaboraCIón propIa, 1991

66
Si en adelante se habla de jornales, debe considerarse
que son 4-5 horas de trabajo efectivo y de 2-3 horas destina­
das a la interacción social de los participantes, además de
alimentarse y cambiar coca de pijcheo.

A partir del seguimiento detallado de 99 diferentes tipos


de terrazas se puede estimar un promedio de jornales u
horas de trabajo efectivo para su construcción.

En el Cuadro 7 resalta la variación considerable de


mano de obra utlllzada para una unidad de superficie, sobre
todo referente a terrazas de absorción. Esto se debe al hecho
que son múltiples los factores que influyen en el avance
realizado en u n jornal.

Si los trabajos se efectúan bajo la modalidad de la


umaraqa o en aynl el promedio de 10-15 m' por jornal se
comprobó como base adecuada para la planificaCión de los
trabajos en la construcción de terrazas de absorción.

Cuadro 7. Mano de obra para la construcción de terrazas de


fonnacl6n lenta (m/jornal) y terraza. de absorcl6n
(m'/jornal),

N2 Mínimo Máximo Promedio

Terrazas de absorción 69 1 .9 24.0 1 0.9


(lalud, piedra) (m2f¡ornal)

Tarrazas de formación lenta 22 4.5 1 9.0 8.8


(lalud, piedra) (m/jornal)

Terrazas de formación lenta 8 5.0 1 0.0 8.1


(lalud, lierra) (mf¡ornal)

Fuente: Elaboración propia, 1991

67
En el caso de las terrazas de formación lenta o sea en
la construcción de los muros o taludes de contención la
variación es menos acentuada y el avance es de 8- 10 m. en
un jornal de umaraqa o ayni es una pauta realística para la
planificación de los trabajos.

Quedan por evaluar todavia muchas posibilidades de


reducir la mano de obra necesaria que se da cuando el cam­
pesino comienza a integrar a su cronograma de actividades
la conservación de suelos. como nos demuestra el siguiente
ejemplo:

En la comunidad de Chullpa K'asa los campesinos


consideran conveniente hacer. sobre todo las terrazas de
formación lenta con taludes de piedras. Por tanto eligieron
para hacerlo la temporada que coincide con la preparación
de los barbechos (Febrero-Abril): antes recogieron las pie­
dras de las chacras y las botaron lejos de la parcela; ahora
las amontonan en forma de pircas construyendo así las
terrazas de formación lenta. sin mayor inversión de mano
de obra. Otros comentan inclusive que utilizando las pie­
dras de esta manera terminan más rápido con el barbecho.

6.2. EVALUACION AGRONOMICA

La evaluación agronómica de las primeras terrazas se


realizó en el marco de comprobaciones entre los rendimien­
tos de siembras en terrazas y en el área colindante no con­
servada. No se aplicó ningún diseño estadístico en la eva­
luación. por lo tanto los datos tienen carácter preliminar.
pero aún así. arrojan información importante sobre los
efectos POSitivos que tiene la conservación de suelos en la
producción agrícolas.

6.2.1. Evaluación de las terrazas de absorción

La efectividad de las terrazas de absorción para


incrementar la producción se pudo apreciar al analizar los
rendimientos que se obtuvieron en 9 áreas demostrativas.
Se obtuvieron datos de terrazas. todas ellas bajo riego. (Ver
Cuadro 8).

68
En todos los cultivos se obtuvo un mayor rendimiento
en las parcelas con terrazas que el área testigo (ladera).

Cuadro 8. Rendimientos en terrazas de absorción. gestión


agrícola 1989 - 1990.

Zona Cultivo kglha Diferencia


Testigo Terraza %

Matarani Rabanito 2600 7450 186


Quecoma Cebolla 5300 1 2220 130
Aramasí Papa (alpha) 2256 8148 261
Rodeo Cebolla 21400 41 700 94
Cebolla 23800 41 000 72
Cebolla 23900 39300 64
Cebolla 20900 37000 76
Cebolla 1 8900 4 1 000 120
Cebolla 21300 42000 98

Promedio - - - -
122

Fuente: Elaboración propia, 1991

Los rendlrnlentos en las terrazas de absorción se


incrementaron entre 64 y 26% calculando un promedio de
1 22%

De estos datos se llega a la conclusión que la construc­


ción de terrazas de absorción constituye una tecnología de
alto potencial productivo. permitiendo elevar los rendimien­
tos considerablemente. Estos efectos positivos se debe
prinCipalmente a los siguientes factores:

Mejor aprovechamiento de agua de riego y lluvias.


Mejor aprovechamiento de abonos orgánicos y
materia orgánica.
Mayor mineralización de nutrientes fijados a raíz de
la removida de tierra en la construcción de la
terraza.
Mayor disponibilidad de minerales (micronutri­
entes) resultando de la mezcla de subsuelo con
humus.

69
Figura 9. Ahonación de terraza de absorción con guano
(estiércol) para mantener la fertilidad de los
suelos.

El último. probablemente constituye un factor impor­


tante. que actualmente se está evaluando cuantitativa­
mente. La mineralización de la materia orgánica a causa de
la removida de la tierra (mayor aereación del suelo) señala
que la abonación orgánica es indispensable para que la
fertilidad de los suelos no disminuya a raíz de la construc­
ción de las terrazas.

6.2.2. Evaluación de las terrazas de formación lenta

La construcción de las terrazas de formación lenta es la


práctica conservacionista que más se ha difundido en los
sectores de Quecoma-Matarani. lo cual ha permitido contar
con un número apreciable de parcelas conservadas.

Los datos de rendimientos de los diferentes cultivos se


obtuvieron comparando el testigo solamente con la parte
baja de la terraza (tercera parte) , debido a que la evaluación
de testigo y total del área tratado en el primer año no

70
mostró ningún cambio. Esto se explica del siguiente modo:
el control de la erosión y aumento de productividad en el
primer cultivo después de la construcción de la terraza se
puede apreciar solamente cerca del talud de contención. El
efecto de aumento en la productividad se da a largo plazo
cuando el suelo arrastrado va depositándose en el talud.
lugar donde hay mayor retención de humedad y disponibili­
dad de nutrientes. Es por ello que se hace necesario el
seguimiento de los cultivos en terrazas de formación lenta
por lo menos durante varios períodos agricolas (vea Cuadro
9).

Cuadro 9. Rendimientos obtenidos en terrazas de fonnación


lenta. Provincia Esteban Arce, gcstión agrícola
1989 - 1990.

kglha N° Diferencia
Casos %
Zona Cultivo
Matarani Area Area
Quecoma Testigo tratada ·

Villa Papa 4710 8320 2 + 76.6


Concepción (c.v. Puca Runa)
Trigo 560 1 280 3 + 128.6
(c.v. Méjico)

Jatún Mayu Papa 6620 13190 2 + 99.2


(c.v. Sani Runa)
Papa 6430 12289 2 + 91.1
(c.v. Alpha)
Trigo 726 1 25 0 3 + 72.2
(c.v. Méjico)
Maíz 972 1 196 2 + 23.0

Tomando en cuenta solamente la parte baja de la terraza (Tercera


parte del total), cerca del talud.

Fuente : Elaboración propia. 1991

71
El promedio del Incremento en la parte baja (cerca del
muro de contención) es de 82% tomando en cuenta a
los 3 cultivos. Estos datos permllen la conclusión que
también la construcción de terrazas de formación
lenta tiene un alto potencial en cuanto a un Incremen­
to de la productlvldad ya en el primer año.

Tal como se puede apreciar en el anterior cuadro 9 la


evaluación se realizó en 14 parcelas con 3 cultivos. Se debe
señalar que las escasas precipitaciones pluviales (sequía de
1990) no permitieron obtener rendimientos más altos.

6.3. EVALUACION ECONOMICA. EL CASO DE TERRA­


ZAS DE ABSORCION

Para conocer los impactos económicos de la construc­


ción de terrazas de absorción se ha realizado un trabajo de
investigación-acción con amplia participación de la comuni­
dad Rodeo (Delgadlllo J . , 199 1).

El costo de la construcción de las terrazas de absorción


y otras técnicas, depende prtncipalmente de los siguientes
factores:

- Costo mano de obra.


-Alimentación para colaboradores.
- Desgaste de herramientas.

Asignado un valor monetario a la mano de obra


sign1f1ca efectuar un análisis desde el punto de vista de la
economía formal.'

6.3.1. Costo de la mano de obra

Para realizar un anál1sis en el marco de la economía

Existe un enfoque para el análisis econónUco que es el de la economia


campesina. que discrepa en cuanto la asignación de un valor moneta�
no a la mano de obra. Se considera que el campesino es un actor
económico que toma decisiones y por lo tanto reflexiona sobre sus ac­
tos económicos (Chayanov).

72
formal debe ponerse un valor monetario a un jornal de
trabaj o en Ayni o Humaraqa que en realidad para el campe­
sino no tiene valor monetario. Bajo esa modalidad el que
invita a otros a trabajar en su parcela. devuelve a cada uno
de los invitados el jornal recibido en calidad de trabajo sin
que circule dinero alguno.

Cuadro 10. Costo de la mano de obra en la construcción de


terrazas de absorción (comunidad de Rodeo.
provincia Tapacari. 1990).

N' Superlicie Jornal Costo' N'


jornal Costo/ha
Parcela m2 jornal por ha (Bs.)"

1 66 9 5.00 1 364 6820


2 63 8 5.00 1 270 6350
3 70 7 5.00 1 000 5000
4 58 8 5.00 1 379 6895
5 53 7 5.00 1 320 6600
6 58 8 5.00 1 379 6895

Promedio 61.30 7.8 5.00 1 285 6427

Fuente: Oelgadillo J., 1991

El valor monetario del '�ornar' en la comunidad de


Rodeo correspondió en 1990 a Bs. 5.00.

Calculando a base de los datos del cuadro 1 0 se llega a


un costo promedio de la mano de obra de Bs. 6427/ha para
la construcción de terrazas de absorción.

6.3.2. Costo de la allmentaci6n

El dueño de la parcela que invita al trabaj o en Ayni o


Umaraqa generalmente pone a disposición de los partici­
pantes la alimentación. En promedio de 53 jornadas estu­
diadas en la construcción de las terrazas participaban un
promedio de 7.6 personas. El costo de la alimentación al-

En los calculos monetarios se tendrá. en cuenta el equivalente de 2.70


Ss por 1 Sus.

73
canzó a Bs 4 1 .30 por una jornada de trabajo en este grupo.
En realidad. es así que la alimentación pana el Invitante es
un gasto que "recupera" cuando devuelve el trabajo pres­
tado por los invitados. de esta manera que la alimentación
para los trabajadores no es considerada como un gasto real.

6.3.3. Desgaste de herramientas

Tratándose de un trabajo bastante duro el desgaste de


las herramientas es considerable. Calculando para una pala
o picota una duración de dos años y un precio de Bs. 15.­
una jornada significa un desgaste de Bs. 0.03. tomando
como base 500 jornales en dos años. SI por una hectárea se
requiere 1285 jornales el desgaste por hectárea teórica­
mente llega a Bs. 39.-. En el caso de las mediciones realiza­
das en las 6 terrazas. el desgaste de herramientas se deter­
minó en Bs. 2 1 .80. que servirá en adelante para el análisis
económico .

6.3.4. Costo total de la construccl6n de terrazas de


absorcl6n

El costo total para la mano de obra en la construcción


de terrazas de absorción según el cuadro anterior alcanza a
Bs. 6427.20. Adicionando el desgaste de herramientas (Bs.
2 1 .80) se llega a un costo total para la construcción de te­
rrazas de absorción de Bs. 6449 por ha. aplicando el
análISis de la economía formal.

Cuadro 1 1. Rentabilidad de cebolla.

Costos Beneficio Beneficio


Localidad Tratamiento variables bruto neto

---------- Bslha ----------

Rodeo Testigo 2670 5724 3054


(ladera)
Rodeo Terraza 2530 1 0908 8378
de banco

Fuente: 0019adillo J . 1991


.

74
El beneficio neto promedio de las terrazas en el cultivo
de cebolla se calcula en Bs 8378.- La relación de ren­
dimiento por hectárea se tomó por razones aritméti­
cas. conclentes que un campesino bajo las condiciones
dadas nunca tendrá una hectárea con solamente
cebolla.

6.3.5. RentablHdad de las terrazas de absorción

La rentabilidad de las terrazas la calculamos en base a


los rendimientos obtenidos en un ensayo comparativo del
cultivo de cebolla. Se compara el Incremento de los rendi­
mientos en la terraza con el rendimiento del mismo cultivo
en ladera. En ambos casos los aspectos de manejo del cul­
tivo (riego. semilla. abono. labores culturales) fueron Idénti­
cos. Para el análisis se tenia que monetar1zar la producción.
poniendo la carga de cebolla a Bs. 30.- ( 1 990)-.

6.3.6. La relación costos - beneficios

La relación costo - beneficio indica que en el promedio


de los seis casos estudiados es posible que los costos de la
construcción de las terrazas ya se recuperan con la primera
cosecha.

El beneficio neto en el caso de las terrazas se calcula en


Bs. 8378.- de los cuales debe restarse Bs. 6449 que
corresponden a los costos de construcción de las terrazas.
quedando un saldo positivo de Bs. 1929.

Los factores determinantes para la obtención de un


beneficio neto. ya en la primera cosecha. es la eficiencia del
trabajo que depende de la calidad fislca de los suelos como
humedad y profundidad. Otro factor determinante es la
fertilidad del suelo conservado.


Poner un valor monetario a los productos es también consecuencia del
amilists desde el punto de vista de la econorTÚa formal y no corresponde
a la realidad . puesto que los productos cosechados en las terrazas se
destina al autoconsumo y para las relaciones de reciprocidad como son:
regalo, intercambio, trueque y solamente una parte menor es vendida
en el mercado (Vea más adelante).

75
Efectuando un anállsis de más de un año o más de una
cosecha. se determinará la envergadura de los trabajos.
Para esto analizamos en lo que sigue el efecto de la conser­
vación de suelos para el tiempo de 10 años.

Una terraza. como promedio de los seis casos estudia­


dos tenia una superficie de 61 m2 y fue cultivada en el
primer año con cebolla. A base de los datos concretos se
efectuó el mismo análisis de la relación de los costos y
beneficios (Cuadro 12).

Cuadro 12. Relación costos - beneficios de una terraza


promedio (superficie 61 m').

Costo mano de obra Ss/parcela 39.20


Costo desgaste herramientas Ss/parcela 0.13

Costo total Ss/parcela 39.33 ( 1 00 %)

Beneficio total Ss/parcela 5 1 . 1 0 ( 1 29 %)

En el caso del cuadro anterior el costo de la terraza se


recupera con la primera cosecha. En los siguientes años la
diferencia entre el ingreso generado por el cultivo en ladera
y el cultivo en terrazas es un ingreso adicional que. en caso
de no hacerse la terraza. no se obtendría. Tomando en
cuenta varios años. en el caso del cultivo en ladera se dismi­
nuye la producción a causa de la erosión: en cambio. en el
caso de terraza. la producción se mantiene estable para lue­
go incrementarse paulatinamente hasta estabilizarse a un
nlvel más alto. a raíz del aumento de feriilidad de los suelos.

Tomando el ejemplo del cuadro anterior y efectuando


un análisis de 10 años. el beneficio neto en terraza y ladera
se presenta de la siguiente manera (parcelas en ladera y
terraza de absorción ambos de una superficie de 61 m2) .

Ladera : La producción anual equivale a una utilidad de Bs.


19.- sumando en 10 años Bs. 190.-. de beneficio
neto. No tomando en cuenta la disminución de la

76
productividad por causa de la erosión se llega a
Ingresos netos correspondientes a Bs. 190.-

Terraza: La producción anual que equivale a Bs. 5 1 . - su­


mando en 10 años Bs. 5 1 0. - . Del total de 10 años
se debe restar el costo de la construcción de la te­
rraza que en total asciende a Bs. 39.-(0 Bs 3.90
cada año), resultando un beneficio neto de Bs.
47 1 . - en los 10 años, que es 2.5 veces más que en
ladera (ver Fig. 10).

En conclusión de lo discutido llegamos a la siguiente


apreciación:

El análisis económico demuestra que la construcción


de terrazas de absorción es altamente positivo. En el
primer año después de la construcción se recuperan
los costos de construcción. Para todos los siguientes
años la mano de obra produCirá ganancias netas que
en 1 0 años son dos veces mayores que en el caso de
cultivo en ladera.

año

Figura 10. Comparación de beneficio en ladera y terraza.

77
6.4. DESTINO DE LA PRODUCCION

En el caso estudiado (Delgadlllo. 1991) se comprobó


que en el contexto de una agricultura orientada a lograr en
primer lugar. la autosuficiencia familiar y comunal. un in­
cremento de la productividad no es destinado necesaria­
mente al mercado. sino que es utilizado solo parcialmente
para la venta o para el trueque o sea para fortalecer las
relaciones de reciprocidad. (ver Cuadro 13).

Cuadro 13. Destino de la producción de cebolla cultivada. en


terrazas.

Destino de la producción (cebolla) Por ciento

Consumo familiar 60
Comercialización (venta) 28
Trueque 12

Total 1 00 %

Fuente: Delgadillo. 1991

6.1S. LA SOSTENIBILIDAD EN EL APOYO A LA


CONSERVACION DE SUELOS

Cualquier proyecto que busca el apoyo al autodesarrol­


lo sostenible de las comunidades campesinas. debe tener
Crtterios claramente definidos para medir no solamente Si el
objetivo que motiva cada acción específica se logra. sino
también debe buscar indicadores que permitan dar respues­
ta a la pregunta Si las acciones apoyadas serán sostenibles
en el tiempo. es decir buscar Indicadores que nos pueden
Informar sobre el grado con que las actividades han sido
Integradas a la propia dinámica de cada comunidad. En
otras palabras. cada actividad no solamente se evalua por
su eficiencia y eficacia. sino se basa la definición de los
indicadores para la sostenlbilidad en la "estrategia de la
retirada" que se plasma en el hecho de preguntarse acerca
de "¿que pasaría con cada actividad si el proyecto se ce­
rraría en este momento?". Si hay posibilidades que una

78
determinada actividad siga siendo realizada por la comuni­
dad. sin el apoyo del proyecto se ha logrado plena sostenibi­
lidad: en cambio cuando con el cierre del proyecto existiría
alta probabilidad de que una actividad no será realiZada por
la comunidad debido a la falta de apoyo institucional. se
encuentra una situación aún no sostenible. Desde luego en
cada relación proyecto-comunidad. las distintas actividades
realiZadas. de acuerdo al tiempo transcurrido desde el ini­
cio. mu estran grados diferentes de sostenibilidad. Por 10
tanto el análisis de los indicadores respectivos sobre un
lapso de vartos años se constituye en un instrumento eva­
luativo de mucha importancia.

Para determinar un indicador de la sostenibilidad. del


apoyo a la conservación de suelos por AGRUCO. había que
definir alguna medida o relación que señala en cada mo­
mento Si o no y en que grado seguirían las prácticas de con­
servación en caso que AGRUCO dej ara su apoyo. Para esto
se decidió registrar. junto a cada comunidad. todas las
prácticas realiZadas. durante las gestiones 89/90. 90/91 y
91/92 para luego subdividirlas en dos grupos: aquellas que
han sido realiZadas con apoyo de AGRUCO y aquellas que
han sido realizadas por las familias campesinas sin que
AGRUCO haya intervenido (ver Fig 1 1 ) .
.

La �valuación d e la sostenibilidad según práctica y


comunidad demuestra situaciones muy variadas. Resalta en
el caso de las terrazas de formación lenta. en las comuni­
dades de Aramasí Chico y Grande y en Chullpa K'asa se
logró un alto grado de sostenibilidad. en el sentido que entre
72 a 89 % de las terrazas se ha construido sin el apoyo de
AGRUCO. mientras en la comunidad de Rodeo todas las
obras han sido construidas con el apoyo de AGRUCO. En
cambio cuando comparamos la construcción de las terrazas
de formación lenta con las de absorción se nota un impacto
sostenible en la comunidad de Rodeo y no así en las otras
tres comunidades.

Esta situación refleja claramente las decisiones hechas


por los campesinos frente a las prácticas conservacionistas
que realiZan a partir de su situación ecológica. socioe­
conómica y tecnológica. diferente para cada comunidad. En

79
Figura 1 1. Evaluación de la sostenlbllldad de diferentes
prácticas de conservación de suelos en cuatro
comunidades campesinas de la Provincia
Tapacari.

Terrazas de FormaciÓn Lenta

Chullpa K'asa

Aramas; Grande r�
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Aramasi Chico !7; -.l
�1 1 1 1 1 1 i i I
1 0 20 30 40 50 60 Por Ciento %
70 80 90 160
[2J Con apoyo de AGRUCO O Sin apoyo de AGRUCO
Fuente: Delgadlllo. 1 992

Terrazas de AbsorciÓn

Por Ciento %
CL:J Con apoyo de AGRUCO D Sin apoyo de AGAUCO
Fuente: Delgadlllo, 1992

80
las comunidades donde la construcción de terrazas de
formación lenta alcanzó altos grados de sostenibilidad. se
conserva principalmente parcelas en el piso ecológico alto
con fuertes pendientes. aptos pricipalmente para el cultivo
(a secano) de papas. ocas y papalisas.

En cambio la construcción de terrazas de absorción se


reduce. puesto que la disponibilidad de riego es muy
limitada.

En la comunidad de Rodeo al contrario encontramos


que hay relativamente mayor importancia de los cultivos
intensivos como es papa Misk'a u hortalizas (cebolla) . hecho
que se explica con mayor disponibilidad de agua de riego.
hecho que se traduce en una mayor sostenibilidad de
terrazas de absorción.

No obstante las diferencias marcadas entre las dife­


rentes comunidades en cuanto al grado de sostenibilidad de
las prácticas de conservación de suelos. se ve un elemento
común: En todos los casos donde se logró un alto grado de
sostenibilidad. las prácticas mecánicas para el control de la
erosión. han servido no solamente para conservar el suelo.
sino que a la vez se han integrado a un conjunto más
amplio de objetivos definidos por los campeSinos a nivel
social. económico y cultural.

Esto demuestra con mucha claridad. que el apoyo a la


conservación de suelos solamente puede ser sostenible.
cuando se lo conceptualiza en forma holistica y a partir de
un conocimiento cabal de la racionalidad campesina. donde
el factor técnico solamente es un elemento entre muchos
otros.

6.6. EVALUACION SOCIAL

La evaluación social se efectúa a partir de un segui­


miento de los cambios que se han Ido produciendo en cuan­
to a cómo los campeSinos han Ido modificando la organiza­
ción de los trabaj os.

Para AGRUCO era fundamental contar con una meto­


dología de trabajo que parta de la realidad campesina.

81
Se procuró que los campesinos de las comunidades de
las zonas de Mataranl-Quecoma. Waca Playa-Rodeo y Ara­
masí tomaran el rol de protagonistas dando amplio espacio
a los aspectos organlzatlvos.

Una vez que se demostró el Interés de los campesinos


para practicar la conservación de suelos. se tema que
buscar una estrategia de apoyar a los trabajOS. Es así que.
los dlrtgentes de la comunidad. comenzaron a conformar
grupos con las personas más entusiastas e interesadas. Se
conformaron grupos de 8 a 12 campesinos utilizando para
este fin. como un "Instrumento de trabajo". el ofrecimiento
de "pychu" consistente en la entrega de coca. cigarro. lejía.
en forma inicial. para las primeras jornadas de conservación
de suelos. Otro "incentivo" inicial consistía en que AGRUCO
compró un cordero del campesino que organizó la umaraqa.
que luego le ha servido para alimentar a sus invitados. El
propósito era que la revitalización de la umaraqa se haga en
un ambiente de absoluta comprensión esplrttual tendiente a
lograr la consiguiente correspondencia entre sus aspectos
económicos y simbólicos.

Los trabajos emprendidos en la zona Mataranl­


Quecoma desde un punto de vista social y técnico fueron
bastante fructíferos y educativos. ya que en los grupos
organiZados se despertó el Interés y se mostró que pueden
comprender por sí solos la tarea de practicar conservación
de suelos. aún sin la cooperación de corderos y herramien­
tas.

Por otra parte también se despertó el Interés para


realizar cualquier labor agricola en grupos. es decir se
abrteron las puertas hacia una reciprocidad clásica en el
trabajo agricola como el Ayni. por ejemplo que estaba
perdiendo su vigencia por influencia de grupos religiosos
externos a la comunidad.

Un aspecto necesario d� remarcar es que en las


actividades de conservación de suelos. bajo la práctica de la
umaraqa o el aynl. apoyadas con las subvenciones seña­
ladas (cordero. herramientas. cigarros. coca. o en algunos
casos chicha). pueden ser negativas. Este hecho nos llevó a

82
reducir las subvenciones a un cordero al comienzo de los
trabajos. Despúes del InJclo de los trabajos. el apoyo se
reduce al asesoramiento. las herramientas. coca y cigarros.

En la zona de Waca Playa la umaraqa. se convirtió en


aynJ. pues los mismos campesinos la denominaron así;
cuando solicitaban apoyo para una práctica manifestaban
"yo también necesito AynJ y necesito una oveja".

Posteriormente. cuando ya se hizo más habitual el


trabaj o en conservación de suelos. particularmente en la
comunidad de Rodeo el propio campesino buscaba sus
"aynls". haciendo esfuerzos por conseguir gente para
construir terrazas y otra labor de conservación de suelos. de
tal manera que ellos también puedan "devolver" el trabaj o
en otra práctica d e conservación de suelos. En l a comunJ­
dad de Rodeo por ejemplo. existen 3 o 6 famUlas que viven
cerca de la escuela. quienes se organizaron como grupo para
hacer conservación de suelos. tanto por la cercanía como la
famUlarldad. ellos. Iban rotando en sus ayudas o "AynJs".
De esta manera. han sido los propios "beneficiarios" quienes
han ido modificando el concepto original (umaraqa) hacia
un sistema de "aynl".

6.6. 1. Relaciones sociales


El hecho de que las actividades de conservación de
suelos es practicada bajo una de las modalidades de la
reciprocidad andina (umaraqa. aynJ. faena. etc.) fortalece y
vtgortza las relaciones sociales entre las familias.

Para la vida social y productiva ésto se demostró muy


POSitivo porque ''ya estamos descubriendo que el aynl nos
puede ayudar bien en recuperar nuestras chacras" como
señala un campesino en la rona de MataranJ. En los descan­
sos se han observado conversaciones sobre problemas de la
comunidad o de las famUlas. También se han intercambiado
criterios respecto a las predicciones del cUma. y los momen­
tos oportunos para las siembras. factores determinantes
para el éxito de la producción agricola. Por medio de las
relaciones sociales vIgortzadas. Indirectamente se aporta a
la revalortzación de los conocimientos campesinos como en
el caso de la predicción del clima.

83
El hecho de que una mayor producción permite am­
pliar las redes de reciprocidad (trueque) también significa
una vlgorización de las relaciones sociales basadas en una
economía y solidariedad comunal.

6_6.2. Impacto en la seguridad alimentarla

La estabilización y el incremento de la productividad a


raiz del control de la erosión influye en forma directa en la
seguridad alimentaria de las familias y comunarios. La es­
tabilización de la productividad aporta a que la disminución
paulatina de la producción es frenada. garantizando que la
situación alimenticia no se empeore aún más. El incremen­
to de la productividad permite aumentar la cantidad de ali­
mentos para el autoabastecirnlento e incrementar las rela­
ciones de reciprocidad (trueque) que generalmente son
utilizadas para lograr una mayor diversidad alimentaria: las
cebollas p.ej . se "truequea" por frutas y otras hortalizas y
productos de los cuales la familia no produce en la cantidad
suficiente.

En caso de que existan posib!l!dades de riego. aún


mínimas. se recomienda la construcción de terrazas de ab­
sorción. que en cabecera de valle y valle preferiblemente son
utilizados para el cultivo de hortalizas. El aporte de las
hortalizas a la seguridad alimentaria es más de tipo indirec­
to. Representa una diversificación de las fuentes alimenti­
cias y mejora el aprOviSionamiento de vitaminas. ami­
noácidos. protéinas. microelementos. etc.

6.6.3. Las subvenciones e Incentivos


Las subvenciones e incentivos deben reducirse al
mínimo posible. tratando de garantizar así la sostenlbilidad
de las acciones. hecho que no implica que el proyecto no
preste nada más que asesoramiento.

La estrategía de facilitar un cordero al inicio de los


trabaJos. y luego correr con los costos de la coca y los
cigarros para el PiJchu. además de prestar las herramientas
debe ser explicada desde el comienzo para evitar problemas
en cuanto ya no hayan los corderos comprados por el
agente externo.

84
La sostenibilidad de las acciones no es afectada signi­
ficativamente si el proyecto subvenciona las actividades
señaladas. Esto se demostró en la zona Matarani-Quecoma
en la que el proyecto tenía que dejar su apoyo. hecho que no
determinó la suspensión de los trabaj os por parte de los
campesinos.

Para una j ornada de conservaclOn de suelos con un


grupo de 7 personas se calcula el costo de la coca y de los
cigarros en Bs. 3 . - y el desgaste de las herramientas en Bs.
0. 1 l .

Si para terracear una hectárea se necesita 1285


jornadas (correspondiendo a 183 jornadas con 7 personas)
la subvención se calcula en Bs 600.

Del costo total de la construcción de las terrazas de


Bs. 6449/ha la subvención corresponde al 9 %.
relación que no puede afectar significativamente la
sostenibilidad de las actividades.

La subvención desaparece desde el momento de que las


familias apl1can las prácticas conservacionistas a cuenta
propia. es un proceso que con AGRUCO dura 1 - 2 años
según las zonas.

6.6.4. La promoción de las actividades

El ejemplo de Rodeo puede servir para mostrar la


promoción de trabajos impulsados por los mismos campesi­
nos. En esta comunidad hay un señor que ha sido el
plimero en hacer terrazas de absorción; ha cosechado papa.
antes que los demás por la efectividad de las obras; en este
momento es uno de los que tiene mayor superficie terracea­
da con un gran efecto multipl1cador entre sus vecinos. pues.
ellos también optaron por las prácl1cas conservacionistas.
Luego de trabaj ar hasta 3 veces en construcción de terrazas
de infiltración pasaron al control de Cárcavas; por tanto una
persona que se convence va motivando a que los demás
hagan un control más integrado de su pequeña cuenca.

85
El elemento principal para una difusión bastante
rápida de las prácticas de conservación de los suelos consti­
tuye la organización social de los trabajos en el marco de la
reciprocidad. Si una familia Invita a seis personas para una
umaraqa o una jornada de conservación de suelos en ayni.
esto significa que el invitante devuelve a los seis Invitados el
trabajo prestado que. en general. lo hace también cuando
ellos realizan los trabajos de conservación de suelos:
resultando que siete familias practican la conservación de
suelos en sus chacras.

En base de las primeras experiencias llegamos a las


siguientes conclusiones. en cuanto se refiere a la
organización de los trabajos bajo una de las modalidades de
la reciprocidad:

Ventajas

Refortalecirnlento de la organización campesina


tradicional. con la cooperación parcial del técnico
encargado. ya que en cualquier reunión sindical los
grupos de conservación de suelos eran los primeros
en estar presentes.

Vigorización de prácticas tradicionales de la


reciprocidad campesina como la umaraqa o el ayni.

Se despertó un espíritu de colaboración mutua en­


tre los Integrantes de la comunidad. es así que los
grupos conformados sirvieron para realizar además
otro tipo de trabajos agricolas como cosecha de
papa. corte de trigo. por propia iniciativa.

Desventajas

Riesgo de disgregar la organización sindical. puesto


que no participaban todos los miembros de la
comunidad. entonces se creaban algunos recelos y
miramientos para con las personas agrupadas.
principalmente a raiz de las subvenciones.

86
Crear algunos lazos de dependencia con la dona­
ción de coca, cigarro, lejías, cordero (aunque sólo
durante las primeras jornadas) y con el préstamo
de herramientas de trabajo.

6,7, CONCLUSIONES

La revitalización de relaciones sociales de reciprocidad


aporta a un refortalecimiento de la organización campesina
existente, con la cooperación parcial de los técnicos encar­
gados, ya que se vio que para cualquier reunión comunal.
las revaloriza y permite entablar una comunicación más
horizontal integrando también los contextos socio-econó­
micos, los de tipo cultural y ritual.

Las diferentes relaciones sociales como ayni, umaraqa


mink'a, etc. no son instituciones aisladas y se interrelacio­
nan, complementan y hasta se enmascaran en forma diná­
mica: La umaraqa se ha adecuado bien para iniciar trabaJ os
de conservación de suelos. Sin embargo, ya sin el apoyo de
los técnicos, las umaraqas disminuyeron a favor de practi­
car los trabajos en ayni.

En cuanto a posibles "subvenciones" en las umaraqas


para iniciar los trabajos conservacionistas (ovejas, llama,
etc.) la "estrategia de la retirada" o sea su reducción paulati­
na evita la distorsión de las dinámicas comunales.

Las relaciones de reciprocidad favorecen positivamente


la difusión de los trabajos de conservación de suelos, dado
que se realizan prácticas, en predios de cada uno de los
participantes, logrando en poco tiempo una diseminación
amplio de los ejemplos dentro de una gran diversidad de
condiciones ecológicas y socio-económicas.

Un trabajo de inveStigación de los impactos económicos


en la construcción de terrazas de absorción, por su enfoque
integral y participativo demostró que, para los campesinos
los resultados de una evaluación basada en un análisis con
la economía de mercado no es prioritario, a pesar de que se
constató que en la primera cosecha se recupera el costo de
construcción de la terraza. Esto se evidencia en que el

87
campesino no asigna un valor monetalio a su mano de obra
y que el destino de la producción es para el autoconsumo.
regalos y trueque. y en proporciones mínimas para el
mercado.

Clitelios con más alta pliolidad para la toma de


decisiones en favor de la conservación de suelos son:

Disponibilidad de mano de obra.

Posibilidad de conseguir colaboración de otras


familias a través de relaciones sociales de reciproci­
dad (aynJ. umaraqa).

Deseo de abastecer a su familia con hortaliZas. rel­


ativamente poco conocidas en la zona (diversifica­
ción) y ampliar redes de reciprocidad (trueque. re­
galos).

Mejorar el uso de escasas aguas de liego y de llu­


via.

88
III. PAUTAS PARA UNA METODOLOGIA DE
TRABAJO EN LA CONSERVACION DE
SUELOS
7. LA METODOLOGIA DE TRABAJO

En base a la experiencia de AGRUCO. propone seguir el


siguiente esquema o metodología de trabajo. tomando en
cuenta que tanto en muchas comunidades campesinas.
como en instituciones vinculadas al desarrollo rural. la con­
ciencia sobre la importancia de realizar acciones para el
control de la erosión apenas existe.

Entendemos por metodología un proceso de autoafir­


mación mutua entre técnicos y campesinos. conformada por
las siguientes etapas que se siguen en forma cíclica:
(1)
Formación
(capacitación)

(
(4)
Evaluación
de los efectos a
(2)
Organización
de los trabajos
distintos niveles

\ (3)
Construcción
de obras

Figura 12. Metodología de trabajo para la Conservación de los


Suelos.

7.1. FORMACION

La formación apunta a despertar la percepción real de


las dimensiones de la erosión y encontrar las respuestas
adecuadas para su control. desde luego dentro de las posi­
bilidades de cada comunidad. región o institución.

91
Para el proceso de formación se utilizan matetiales
esctitos, folletos y rotafolios, reuniones con comunidades,
trabajos demostrativos y la caj a de erosión, cuya utilización
se muestra a continuación,

La caja de erosión es un matetial didáctico de mucha


utilidad en la motivación para los trabajos de conservación
de suelos.

En una manera muy práctica y demostrativa, se simula


con la caj a de erosión, el efecto de una lluvia que cae sobre
una chacra.

Figura 13. La caja de erosión para la capacitación. Su


construcción y utUización se detalla en Anexo l.

El agua de la regadera representa la lluvia que escurre


su perficiahnente en el caso de la "parcela" no conservada
(ladera). arrastrando cantidades significativas de tierra, viSi­
ble en la botellita. En los otros compartimientos con "par-

92
celas" conservadas el arrastre de tierra es menor según
medida aplicada. explicándose por la mayor infiltración de
agua.

7.2. 0RGANIZACION

La organización de los trabajos de conservaclOn de


suelos es una etapa determinante . puesto que las activi­
dades conservacionistas requieren de mucha mano de obra.
Se recomienda planificar los trabajos en forma conj unta con
las comunidades. recurriendo a una de las formas de
trabajo en reciprocidad: aynl. umaraqa. faena. mink·a. etc.

En la etapa de organización también se fija la época del


año en la que realizarán los trabjos. que preferiblemente
tendtia que ser la época de humedad. para facilitar un
avance más rápido de los trabajos. También se fijan las ta­
reas del proyecto y de la comunidad.

La experiencia de AGRUCO llevó a la conclusión de que


no conviene subvencionar las actividades sino limitarse a
prestar prinCipalmente asesoramiento y las herramientas
necesarias. o incentivar el inicio de los trabajOS en el caso
de la umaraqa con un cordero/llama que se compra de las
mismas comunidades. contribuyendo así a reducir el sobre­
pastoreo (Ver más adelante).

Otra forma de incentivar los trabajos es la donación de


semillas de hortalizas en caso de que se trate de terrazas de
absorción con posibilidades de riego.

7.3. CONSTRUCCION

La construcción de las terrazas. zanjas de infiltración.


control de cárcavas. etc. requiere del asesoramiento penna­
nente de un técnico o promotor capacitado en los aspectos
correspondientes. sobre todo durante el iniCiO de los traba­
jos.

La experiencia demostró que conviene tomar todos los


datos necesarios. en la fonna más minuciosa posible. para
la posterior evaluación de los impactos de la conservación
de suelos.

93
7.4. EVALUACION

La evaluación debe ser un proceso participativo entre


técnicos y campesinos dando énfasis a la discusión Iy luego
documentación) . sobre los efectos de los trabaj os realizados
a diferentes planos.

Rendimiento en áreas conservadas vs. rendimiento


en ladera (testigo).

Organización del trabaj o (épocas. eficiencia. parti­


cipación).

Aspectos técnicos: materiales para construcción.


piedras. talud de tierra. diferentes terrazas. zanjas.
herramientas incentivos. etc.

El objetivo de la evaluación es optimizar y adaptar la


organización y la construcción de los diferentes medios de
control de la erosión a las necesidades y caracteristicas de
cada lugar o comunidad respectivamente.

Es el instrumento principal para evitar la aplicación


mecánica de recetas tecnológicas que. sin incorporación y
consiguientemente adaptación por las comunidades campe­
sinas tendrán poca durabilidad.

En el ámbito de los proyectos. se recomienda documen­


tar en fonna escrita cada una de las actividades. creando
así el fundamento para la siStematización de las experien­
cias.

En la evaluación de los efectos de la conservación de


suelos en el campo agronómico. debe resaltarse que la eva­
luación de rendimientos tiene que considerar un testigo o
sea una superficie que se maneja de la misma manera y con
el mismo cultivo como el área conservada.

También conviene hacer un seguimiento de los


rendimientos a mediano o largo plazo. ya que la fertilidad de
los suelos se recupera en fonna lenta. pennitiendo un
incremento paulatino de la productividad.

94
IV. ASPECTOS TECNICOS
8. ASPECTOS TECNICOS GENERALES PARA
LA PRACTICA DE CONSERVACION DE
SUELOS

La importancia y urgencia de reallzar prácticas conser­


vaclonistas. nos Impulsó a tomar como modelo y base para
los aspectos técnicos generales. el manual técnico para la
conservación de suelos editado por el Mlnistelio de Aglicul­
tura en el Perú el ano 1985: sus recomendaciones han Ido
sufliendo algunas modificaciones. pues las condiciones del
Perú no siempre son Iguales a las de Bolivia (pnnclpal­
mente. en lo refelido a precipitaciones u otros factores
climáticos y aspectos socio-económicos).

8. 1. DESCRIPCION DEL NIVEL EN "A:'


A continuación se desclibe la construcción y el uso de
un utensilio que es de mucha importancia para el diseno de
las obras de conservación de suelos.

El nivel en "A" es un Instrumento muy sencillo que


sirve para trazar lineas o curvas a nivel o lineas que siguen
una pendiente determinada dependiendo de la calibración
del Instrumento (vea FIg. 12).

8.1.1. Materiales necesarios para su construcción


Los mateliales necesalios para construtr un nivel en
"A" son los siguientes:

Dos palos fuertes (cana­


huecas secas u otros) de
aproximadamente 2 metros
de largo.

Un palo mediano de aproxi­


madamente 1 metro de lar­
go.

Pita (cordel).

Piedra o cualquier matelial


que sirva de peso.

Figura 14. Nivel en "�I.

97
No son necesanos materiales costosos porque la cali­
dad del trabajo depende del uso correcto. del nivel "A" y no
del matenal con cual es construido.

8.1.2. Como construir el nivel en "A"

Se cogen los dos palos más largos y se amarran por


uno de sus extremos que se encuentran cruzadas.
El amarre debe. ser bien hecho para que los palos
estén bien sujetos y no se muevan.

Se amarra luego el palo más corto formando más o


menos una letra "A". Los amarros deben ser bien
hechos para que no se aflojen.

Finalmente se amarra bien en el centro del


extremo superior del instrumento la pita que lleva
la piedra y que hace de plomada.

8.1.3. Calibración del nivel en "A"

Para trazar las curvas del nivel en la parcela con el


nivel en "A". debemos saber cuando las patas del marco en
"A" están a nivel. Así que. una vez hecho el marco en "A" el
próximo paso es encontrar el punto del travesaño por el cual
pasa el cordón cuando el marco en "A" esta nivelado (vea
Fig. 1 5) .

8.1.4. Recomendaciones

Los palos no deben ser débiles ya que se avenan


fácilmente y conducen a errores en los trabajos que
se realicen.

Las patas no deben terminar en punta para que no


se entierren.

Si se aflojan los nudos O se corren los palos ya no


se debe seguir usando ese nivel. ante lo cual es
necesario desatar todo el nivel. construirlo y cali­
brarlo nuevamente.

98
Figura 15. Calibración del nivel en "A"

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Figura 16. Trazo de una curva a nivel

8. 1.5. Trazo de una curva nivel

El trazo de una curva a nivel consiste en trazar una


linea que pasa por puntos del terreno que se encuentran al
mismo nivel (vea Fig. 1 6) .

S e ubica una d e las patas del nivel e n "A" e n el punto


del nivel del terreno a partir de donde se quiere iniciar el
trazado de la curva a nivel (Punto X); esta ubicación se la
marca; "la otra pata" se ubica en el sentido de la curva a
trazar. moviendo hacia aniba o hacia abaj o hasta que el
cordel de la plomada pase por el punto de callbración (Punto
el. lo que indicará que ésta pata está sobre un punto (Punto
Y) al mismo nivel que el Punto X. Luego se pone una marca
O señal en el suelo. al lado de la pata. Las marcas pueden
consistir en pequeñas excavaciones hechas con una picota.

100
Estas marcas deben estar ubicadas en las partes externas
de las patas.

Para encontrar otro punto a nivel, se traslada el


aparato de manera que, la pata que estuvo en el Punto X, se
ubique ahora en el Punto Y, y así sucesivamente se repite
este procedimiento.

Figura 17, Calibración del Nivel en "N' por un campesino de


Chullpa K'asa, provincia Tapacari,

101
9. CONSERVACION DE SUELOS EN TERRE­
NOS DE CULTIVO

Las prácticas de conservación de suelos se realizan con


el fin de evitar la erosión del suelo causada por el agua de
lluvia o riego. Las medidas consisten en prácticas sencillas
(surcos a nivel. zanjas de desviación) o también a través de
medidas de mayor alcance (construcción de terrazas de ab­
sorción. terrazas de formación lenta) y otras medidas com­
plementarias (forestación abonos orgánicos) de acuerdo a
las condiciones climáticas del lugar y a las características
del terreno (en cuanto a pendiente y profundidad especial­
mente).

En este capítulo se trata de describir bajo que condi­


ciones se aplican diversos tipo de prácticas conservacionis­
taso discutiendo también sus ventajas y desventajas corre­
spondientes.

9. 1. SURCOS EN CONTORNO Y ZANJAS DE INFILTRA­


CION

Figura 18. Surcos en contorno.


102
Los surcos en contorno son aquellos que se construyen
transversalmente a la máxima pendiente del terreno. El
objetivo de ésta práctica es reducir la velocidad de los escur­
rimientos superficiales. favorecer la infiltración del agua en
el suelo. disminuir la erosión y aumentar la producción del
cultivo.

Se realiza en terrenos de cultivo con pendiente hasta de


25 % o más (aunque lo óptimo son pendientes menores de
15 %).

Es una práctica casi generalizada en muchas partes de


Bolivia y no debe recomendarse mecánicamente. puesto que
el campesino adaptaba ésta tecnología; si prevé un año con
mucha lluvia se desvía un poco del nivel. facilitando así un
drenaje de los surcos. evitando así la difusión rápida de en­
fermedades fungosas causando pudlición (papa).

El esparc1mlento entre surcos depende del distancia­


miento que debe haber entre las hileras de las plantas.

Para asegurar el buen funcionamiento de esta técnica


también es necesalio tomar en cuenta la textura del suelo y
la cantidad de la precipitación pluvial de la zona. En suelos
arcillosos se recomienda dar una gradiente lateral (2 %). a
los surcos en contorno; mientras que en suelos francos
pueden ser a nivel (pendiente cero).

Luego de la preparación del terreno se procede al


surcado de la siguiente manera:

Primero. se trazan líneas guía con el nlvel en "A". (mar­


cando con piedras. estacas u otros elementos disponibles en
el campo); por estos trazos se puede pasar el arado u otras
herramientas para señalarlos bien y evitar que se borren
durante el trabajo de marcado. El distanciamiento entre
estas líneas guía debe ser de 5 a 15 metros como máximo.

Luego se procede a surcar los espacios entre las líneas


guía. haciendo surcos paralelos a estos; el distanciamiento
entre surco debe estar de acuerdo al tipo de cultivo.

103
La práctica demostró que los surcos en contorno se
combinan de manera ideal con la construcción de terrazas
de formación lenta (ver más adelante). En muchos casos los
campesinos ya practican esta técnica tradicionalmente.
trazando los surcos en contorno ya no u Ulizando el nivel A
"" ""

para marcar las lineas guías.

No se puede usar en suelos muy superficiales. debido a


que pueden ser saturados rápidamente aún con bajas preci­
pitaciones. originándose inmediatamente el escurrimiento
superficial; éste fenómeno se presenta también en suelos
pesados debido a la baja capacidad de infiltración que
tienen.

En surcos con pendiente. la longitud máxima recomen­


dada no debe ser mayor de 1 00 m aproximadamente. ya que
a mayor longitud se tiene una mayor captación de agua y
consecuentemente un aumento del volumen de agua a
evacuarse que puede ser mayor que la capacidad de los
surcos. en este caso el agua rebalsará de los surcos causan­
do erosión.

Ventajas
Es una de las prácticas más sencillas que se aplica
para la conservación del suelo y del agua. sobre
todo por su fácil trazo y construcción.

No implica mayor gasto adicional en relación a los


surcos que siguen la máxima pendiente del terreno.
Desventajas

No controla totalmente la erosión:

a) Al principio del cultivo. cuando los surcos no están


formados todavía (antes de siembras. o siembra al
voleo).

No tienen mucho efecto en suelos muy superfi­


ciales.

104
9.2. ZANJAS O ACEQUIAS DE INFILTRACION

FIgura 19. Zanjas de InfIltracl6n.

Son pequefios canales de sección rectangular o trape­


zoidal, generalmente astmétrlcos; se construyen transversal­
mente a la máxima pendiente del terreno y deben ser a
nivel.

El objettvo de la práctica es Interceptar el agua de


escorrentía que proviene de la ladera, anulando su veloci­
dad y permitiendo una mayor infiltración, aumentar así la
producción y reduciendo la erosión hídrlca.

Se usan para terrenos con aptitud agroforestal o para


terrenos de pastoreo/cultivos. También se recomiendan las
zanjas de irúiltraclón como práctica complementarla a las
otras a nivel de laderas y cárcavas.

105
El ancho del borde supertor normalmente es alrededor
de 40-50 cm; el ancho de la base de 30-40 cm y la
profundidad varia entre 20-50 cm.

La inclinación longitudinal de la zanj a normalmente


debe ser cero (O %). El talud en relación a sus medidas ho­
rizontales y verticales debe ser de 1 : 1 a 2: 1; Y en terreno
firme entre 0.5: 1 a l : 1 (medida horizontal: medida vertical).

La gradiente longitudinal de la zanja. normalmente


debe ser cero (O %1. excepto en zonas de bastante precipita­
ción y donde se le puede dar una gradiente máxima hasta 3
%. En casos que el gradiente longitudinal no sea cero (O) la
zanja debe desembocar en una zona protegida o ya total­
mente estabilizada. para evitar la formación de cárcavas a
raíz del desagüe.

Cuando la zanja es a nivel a lo largo de ésta deben


construirse tabiques de tierra (o dejarse pequeños espacios
sin excavar) a fin de no permitir que el agua captada corra
de un lado a otro. Entre los tabiques debe haber una distan­
cia de máxima de 20 m y minlmo 10 m.

En el borde superior de la zanja se recomienda sembrar


plantas de macollaje tupido (barrera viva) para darle mayor
protección de la sedimentación.

La diStancia entre zanj a y zanja debe estar en relación


a la pendiente así como a la precipitación pluvial de la zona
y de acuerdo a las dimensiones de las propias parcelas
(8- 1 2 m).

Ventajas

Mayor infiltración de agua.

Frena agua de escorrentía (erosión).

Mejora producción.

106
Figura 20. Construcción de una zanja de inIDtración en la
cabecera de una terraza.

Desventajas

Requiere mantenlmiento (limpieza periódica de


zanjas).

En suelos superficiales. problemática; porque la


zanj a debe ser excavada en roca madre. donde hay
menor lrÚiltración y se requiere bastante mano de
obra.

107
9.3. TERRAZAS DE FORMACION LENTA
,------,,-

o
AGRUCQ

Figura 21. Terrazas de fonnaclón lenta.

Las terrazas de formación lenta se debe construir en


terrenos de pendiente moderada.

Esta práctica tiene la ventaja de ofrecer mayor facilidad


y menor trabajo. aslmlsmo permite el trabajo con yunta y
otros Implementos de mecanización.

Combinando la construcción de terrazas de formación


lenta con la preparación de barbechos se logra reducir
significativamente la mano de obra necesitada.

El muro de la terraza se hace de acuerdo a la diSpo-

108
nibllidad de material de la zona (piedras, ch'ampas, tierra,
barreras vivas). Esta práctica se puede utilizar en todo tipo
de suelos y climas.

Esta prActica va acompañada de los surcos en contor­


no. Los cuidados que hay que tener en la construcción son
los mismos como en las terrazas de absorción; respecto al
alto del muro éste no debe ser mayor de 1 . 50m. Cuando se
hace un muro de piedra, se debe hacer una buena cimenta­
ción (20-40 cm.).

El ancho del muro a nivel de la cimentación se calcula


según la altura del muro: un muro de 1 .3- 1 . 5 m. en su
parte baja tendría que tener un ancho de 50-60 cm. (varía
también según el tamano de las piedras).

La construcción de los muros o el establecimiento de


las barreras vivas deben hacerse siguiendo las curvas a
nivel, salvo en terrenos bajo riego, en wnas muy lluviosas o
en suelos arcillosos; en estos casos debe tener una
inclinación del 2 % hacia el desagúe.

FIgura 22. Talud de piedra de terraza de fonnacl6n lenta en


la comunidad de Chullpa K'na provincia Tapacari,

1 09
La distancia entre dos muros de contención varia según
pendiente, disponibilidad de material y mano de obra ( 1 0-30
m). En casos de suelos pedregosos se combina la construc­
ción del muro con la "limpieza" del terreno de las piedras,
aliviando las labores culturales y aumentando la superficie
cultivable,

En caso que no hayan piedras para construir los mu­


ros, también puede hacerse el ''muro'' con hUeras de arbus­
tos y árboles, preferiblemente con espinas (protección contra
ganado) que se plantan en hileras (barreras vivas) logrando
con el tiempo un efecto parecido al de un muro de piedra.

En el borde superior de la parcela conservada en vez de


construir un muro también puede construirse una zanja de
infiltración.

1 10
9.4. ANDENES O TERRAZAS DE ABSORCION

FIgura 23. Terraza de absorción.

Las terrazas de absorción son una serie sucesiva de


platafonnas ('·pata-pata·'). bancos o terraplenes dispuestos
en escalones en las laderas. La Inclinación del terraplén
previene que se rebalse el agua de lluvia, la nivelación de los
bordes impide que el agua escurra hacia un lado y al otro,
facUltando que toda el agua de lluvia que cae en la terraza
se lrÚiltre total y unlfonnemente en ella; de esta manera se
evita totalmente la erosión.

Tratándose de una práctica que requiere mayor inver­


sión de mano de obra que otras (zanjas, terrazas de

111
formación lenta) se la recomienda solo en casos donde existe
la posibilidad de riego.
Esta práctica de conservación puede realizarse en cual­
quier tipo de suelo. El ancho de la plataforma y la altura del
talud están determinados principalmente por los siguientes
factores:
a) La pendiente del terreno. (con un máximo de 40 %
de inclinación) .
b) La profundidad del suelo. que debe ser mayor que
30 cm.
c) La calidad del material disponible. que determina si
el talud es de tierra o de piedra.
La construcción de terrazas de absorción no es factible
en suelos bastante erosionados. superficiales o que mues­
tran roca viva. Tampoco es posible en laderas muy empina­
das cuyo suelo cuando está seco es muy suelto. por que
sería difícil formar la terraza y los taludes.
Ventajas.
Controla totalmente la erosión del suelo.
El talud de las terrazas se puede aprovechar para
el cultivo de pastos. o cualquier planta perenne
(plantas medicinales. etc).
Se atenúa el efecto de las sequías que se presentan
durante el crecimiento de las plantas. debido a que
en las terrazas se almacena más agua en el suelo.
Se reducen los requerimientos de insumos debido
a que el área neta de cultivo se reduce. y los insu­
mos (abonos) son aprovechados mejor (mejor lavado
de nutrientes).
Desventajas

Es trabajoso y moroso.
Sólo es recomendable en caso de existencia por lo
menos minimas posibilidades de riego
Limita el uso de yuntas en terrazas angostas.
Se reduce la superficie total del terreno disponible
para los cultivos (efecto que se compensa con los
mayores rendimientos en las terrazas).

112
FIgura 24. Terrazas de absorcl6n para cultivo de hortalizas.
comunidad de Chullpa K·.sa. provincia Tapacarí.

La reducción del área cultivable se explica de la


siguiente manera:

Una terraza de absorción consiste en el terraplén que


en su borde externo es sostenido por el talud de 25-30 cm
de ancho. En su borde Interno hay un canal de 1 5-20 cm de
ancho. En la zona de los bordes no se puede sembrar.
Tomando un ancho total de la terraza de 6 m y una longitud
de 10 m (60 m2J. la superficie real que se puede cultivar es
de 55 m2 (91 %). La reducción del área cultivable depende
del ancho del terraplén y de las dimensiones de los bordes.
causando una reducción del 5 al 1 1 %. efecto que se
compensa por el incremento de la productlvldad que varia
entre 64 y 26 1 %.

9.3. DISEÑO DE LAS TERRAZAS

El diseño de las terrazas consiste en determinar el


ancho del terraplén. la profundidad del borde interno del
terraplén y la altura e inclinación del talud.

1 13
El terraplén debe ser lo más ancho posible y depende
de la profundidad del suelo. del grado de esfuer-.w que
pueda poner el campesino y de la altura del talud. Cuanto
más profundo es el suelo mayor podrá ser la profundidad
del corte y mayor por consiguiente. el ancho. pero también
esto exigirá más esfuerzo y la altura del talud también será
mayor. En una prtmera etapa. los terraplenes podrán ser de
poco ancho y luego cuando se tenga oportunidad se podrán
unir dos o más terrazas y formar una sola lo que es conve­
niente sobre todo para el empleo de la yunta.

La altura del talud no deber ser mayor de 2 m para no


afectar su estabilidad. Por consiguiente. aunque el suelo sea
muy profundo. no deben hacerse cortes del terreno que den
lugar a más de 2 m de altura de talud.

La inclinación del talud resultará menor que la original


de la ladera al efectuarse los cortes. La inclinación depende
de la clase de material del suelo; será menor cuanto más
firme o duro es el suelo. El talud debe ser lo menos inclina­
do posible. pero no vertical. La inclinación del talud es
conveniente para facilitar la siembra o transplante de pastos
o cultivos permanentes en esta parte de la terraza y para
que la vegetación esté más expuesta a la luz solar. facilitan­
do la estabilización de los bordes (raizeo) .

Cuando el suelo e s pedregoso. aparecerán piedras al


efectuarse los cortes. En este caso. conviene formar el talud
con éstas piedras para no tener que sacarlas fuera del
campo. y en este caso también será conveniente que el talud
sea vertical. porque se evita perder área de terreno neto
para la formación del terraplén.

El talud vertical totalmente empedrado viene a ser un


muro de piedra.

La profundidad del borde interno para la regulación del


agua o de lluvia y de riego podrá ser de 1 5 cm cuando se
sabe que en promedio. en el lugar. no es mucha la lluvia
que cae. como es el caso en vastas áreas de Bolivia. en las
altitudes apropiadas para los cultivos. En todo caso. la
profundidad podrá ser hasta 25 cm Si se estima que 1 5 cm
no son suficientes. como podría darse el caso. cuando la
precipitación promedio anual sea mayor de 700 mm.

114
Es preferible. antes de terracear grandes extensiones
de terreno. probar varias profundidades en pequeñas exten­
siones. Por ejemplo. podrian probarse las profundidades de
10. 15. 20 Y 25 cm. En las terrazas que estén en posiciones
más altas se probarian los valores de profundidad más
altos. Estas pruebas tendrán más Importancia en suelos
pesados y en lugares con altas precipitaciones.

El terraplén será a nivel si va a regarse el cultivo. en


este caso conviene que esté rodeado de bordes para evitar
que el agua de riego o de lluvia se salga del terraplén.

Todo el borde Interno del terraplén. así como. todo el


borde externo. debe estar a nivel . La superficie del terraplén
no debe presentar ondulaciones. Estos son requisitos indis­
pensables que se deben tener en cuenta al construirse las
terrazas.

La contrapendiente de la plataforma del andén debe


estar en relación a la textura y la precipitación promedio
anual de la rona de trabajo.

Una recomendación es que las terrazas deben hacerse


en lugares donde las condiciones de clima permiten el
desarrollo de los cultivos. Por eso las terrazas de absorción
se construyen preferiblemente donde extste riego. o en
laderas más húmedas.

Comparando la construcción de terrazas de formación


lenta con la construcción de terrazas de absorción. éstas
últimas requieren significativamente más mano de obra.

La oportunidad para la construcción de los andenes


será de acuerdo a las condiciones y decisiones del campesi­
no pero de preferencia se construirán en época de lluvias
porque el suelo húmedo permite trabajar con más facilidad.

9_3. 1. Construcción

Reconocimiento del terreno

Se hace un reconocimiento del terreno para:

115
a) Verificar si la profundidad del suelo es suficiente
para construir terrazas (minimo 30 cm).

b) Determinar el ancho de los terraplenes y la


profundidad del borde interno del terraplén.

c) Determinar la parte más alta del campo en la


dirección horizontal; a este lado lo llamaremos "lado
izquierdo" y al otro lado "lado opuesto".

d) Determtnar la conveniencia de la construcción de


una zanja de tnfiltración en la parte más alta del
campo para proteger la terraza de agua de escurri­
miento que proceda del terreno que está más arriba
de la terraza.

Construcci6n de las terrazas

La construcción consiste en realizar movimientos de


tierra que se producen al efectuarse los cortes y rellenos
para formar los terraplenes y taludes. teniendo cuidado
especial de que se cumplan con los siguientes requisitos
durante el proceso de construcción:

a) Todo el largo del borde interno del terraplén debe


estar a nivel. Se verifica con el nivel en "A".

b) Todo el largo del borde externo del terraplen debe


esta a nivel. Se verifica con el nivel en "A".

c) La capa superficial del suelo debe mantenerse en


su posición origtnal.

d) La superficie del terraplén no debe presentar ondu­


laciones.

e) El borde interno debe tener la profundidad fijada.

n En caso de ser necesalia la zanj a de infiltración.


ésta se construye antes que las terrazas.

116
Procedimiento

1. Trazar dos curvas a nivel a partir del mismo lado del


campo. desde arriba del campo y por debaj o de la zanja
de infiltración. si la hubiera (Flg. 25/A).

El distanciamiento entre las curvas a nivel depende del


ancho deseado. Las terrazas se construyen entre cada
dos curvas a nivel y por fajas de 1 m de ancho a lo
largo de las curvas a nivel (Fig. 25/8).

2. El suelo superficial (capa arable) de la prtmera faja de


la prtmera terraza que se va a construir se voltea hacia
afuera del área de la terraza a construirSe con una pala
o lampa.

3. Con la picota o con el azadón se hacen los cortes


comenzando de la prtmera curva a nivel produciéndose
el relleno y teniendo cuidado de que el borde interno
del terraplén tenga la profundidad deseada (Ftg. 25/0).
La parte del suelo que está dura por ser parte del corte
se remueve lo más profundamente posible. Al hacerse
los cortes se forma el talud cuyo pie debe estar a nivel:
el borde externo del terraplén formado también debe
estar a nivel en todo su largo.

Los bordes. en lo posible. deben estar reforzados prefe­


rtblemente con piedras grandes. evitando que los bor­
des se erosionen o se caigan a causa de los trabajos
que se efectúan en las terrazas (Fig. 25/E).

4. Con el suelo superfiCial (capa arable. humus), de la


segunda faja que se va a terraplanear. se cubre la prt­
mera faja teniendo también cuidado de que el borde
interno del terraplén tenga la profundidad deseada.

5. En la segunda faja. que ahora se encuentra sin su capa


de suelo superfiCial. se repiten las operaciones de corte
y relleno que se hicieron para la prtmera faja y luego se
la cubre con el suelo superficial de la tercera faja (Ftg.
25/C), procediéndose a vertncar también las veces que
sea necesarto. que a todo lo largo del pie del talud y del
borde externo del terraplén estén a nivel y que el borde

1 17
interno del terraplén tenga la profundidad deseada. Así
se procede sucesivamente con las siguientes faj as hasta
terminar la construcción de la primera terraza. pero. a
la última faja se la cubre con el suelo superficial de la
primera faja de la segunda terraza que se está comen­
zando a construir.

Figura 25. Procedimiento de la construcción de terrazas de


abaorclón o andenes.

A) Trazo de las curvas de nivel.


B) Marcar las frajas (fajas).
C) Trasladar el suelo superficial afuera o sobre la faja
anterior ya nivelada.
D) Carie y relleno.
E) Pared de piedras en el caso de existir éstas en el terreno.
F) Comprobación del nivel.
G) Zanja de Inmtraclón.

118
6. Para construir la segunda terraza se traza a partir del
lado izquierdo del campo la tercera curva a nivel. pero.
la construcción se comienza del lado derecho del
campo. El suelo superficial de la prtmera faja sirve para
cubrtr la última faja de la prtmera terraza como ya fue
mencionado anteriormente. Se procede de la misma
manera como para la prtmera terraza. sólo que la
última faja de ésta segunda terraza se cubre con el
suelo superfiCial de la prtmera faja de la prtmera
terraza. que se mantuvo aparte fuera del campo.

7. Las siguientes terrazas de número impar se construyen


de la miSma manera que la prtmera terraza, y las de
número par, se construyen de la miSma manera que la
segunda terraza (ver Fig. 25).

8. La siembra o trasplante de pasto o cultivo permanente


que se haga en el talud. debe hacerse teniendo cuidado
que las plantitas van a disponer de humedad sea de
agua de rtego o de lluvia.

9. Finalmente, se debe remover el suelo del terraplén para


que esté en condiciones de absorber el agua de lluvia.

Nivelaci6n de loe bordes del terraplen

Se comienza colocando una de las patas del nivel en


"A" en el punto más baj o del borde que se va a nivelar; la
otra pata, obviamente, debe estar en el mismo borde. Si
hay desnivel se escarba la tierra donde se apoya la "otra
pata" hasta que ambas patas estén a nivel (Fig. 25/F).

Luego con la pala se desparrama el montículo de suelo,


que a Simple vista se nota que se forma en el tramo de terre­
no que está entre las patas.

Prtmero se verifica la nivelación del borde interno,


luego se arregla la superficie del terraplén y finalmente se
verifica la nivelación del borde externo para que de esta
manera todo el tramo se encuentre a nivel. Se continúa la
nivelación hacia un lado y hacia el otro lado del tramo
nivelado hasta que todo el borde se encuentre a nivel.

1 19
9.5.2. Acondicionamiento de andenes

Objetivo

Acondicionar los andenes o terrazas que actualmente


están siendo cultivados. de modo que el 1 00 % del agua de
lluvia que cae sobre una terraza se infiltre totalmente en ella
y de lugar a un incremento significativo de la producción.

Figura 26. Acondicionamiento de andenes.

En el caso general en que el terraplén de un andén


tenga inclinación hacia afuera y hacia lo largo del mismo se
procederá del siguiente modo:

1. Hacer gradas a lo largo de cada terraplén lFig. 26).

120
2. Modillcar cada nuevo terraplén dándole inClinaCión
hacia adentro con pendiente del 2% o más. dependien­
do de la clase de suelo y de la intensidad de la lluvia;
cuanto más pesado es el suelo y cuanto mayor es la in­
tensidad de lluvia. mayor es la pendiente de la incllna­
clón haCia adentro pudiendo llegar hasta 5 %.

3. Cuando se quieran regar los terraplenes anchos no


deben tener inCllnaCión hacia adentro sino deben ser a
niveL El riego puede ser por inundación - en este caso
hay que hacer bordes a los terraplenes por surcos
hechos a 10 largo de los terraplenes.

Para regar los terraplenes angostos (de menos de 120


cm de ancho) de las terrazas no es necesario hacer ninguna
modifICación Si la siembra es al voleo. basta hacer entrar el
agua por el lado del pie del talud; el resto del terraplén se
humedecerá por Infi1traclón.

FIgura 27. Riego de 1IDIl tenaza de u.on:lón. Rodeo Provlll­


da Co«:h-bembe.

121
9.5.3. Mantenimiento

Al comienzo las terrazas deben vigilarse con frecuen­


cia sobre todo después de cada caída de lluvia para hacer
los arreglos convenientes en cada caso que se produzcan
erosiones o asentamientos del suelo. éstos deben ser inme­
diatamente controlados.

Una vez que las terrazas estén consolidadas. el requert­


miento de mantenimiento será bajo.

Otro problema en cuanto al mantenimiento de las te­


rrazas constituye el ganado que tiene que ser cuidado para
que no entre a la terraza donde causará daños en los culti­
vos y en la construcción misma de los taludes y bordes.

Figura 28. Los taludes de piedra son estabilizados con plantas


perennes que crecen en forma espontánea o culti­
vada: 108 comunarios de Tres Cruces Provincia
Tapacari prefieren para este fin plantas forrajeras.
medicinales u ornamentales.

122
9.6. CONTROL DE CARCAVAS

o
AGRUCO

Figura 29. Control de c'rcava•.

Cárcava es una zanj a causada por la erosión del suelo


que sigue generalmente la máxima pendiente del terreno y
constituye un cauce natural en donde se concentra y corre
el agua proveniente de las lluvias.

La primera acción que se debe llevar a cabo para


controlar una cárcava es ellm1nar la causa que la originó
para lo cual hay que efectuar trabajos al nivel de las laderas
como anteriormente se describió y a nivel de las cárcavas
mismas.

123
9.6. 1. Prácticas conservacionlstas aplicadas a nivel de
ladera

Cualquier práctica a ser aplicada a nivel de ladera debe


encaminarse fundamentalmente para facilitar la infiltración
de las aguas mediante zanjas de infiltración. terrazas de for­
mación lenta. terrazas de absorción. surcos en contorno O
zanjas de desviación.

9.6.2. Prácticas a nivel de cárcavas

Después de haber tratado de la ladera y Si todavía hay


escunimiento en la cárcava misma. se efectuarán trabajos a
nivel de esta. consistentes en la colocación o construcción
de diques pequeñas barreras u obstáculos transversales a la
cárcava. a fin de disminuir la velocidad del agua y favorecer
la sedimentación de las partículas que lleva en suspensión.

Figura 30. La. cárcavas controladas pueden ser pobladas prin­


cipalmente con pastos resistentes y de multiuao.
como p. ej. la sehuenca (Cortadera sp) que aparte
de la estabilización sirve para la fabricación de
lazos.

124
El matelial a usarse en la construcción de los diques
está en función de la disponibilidad de material en el lugar
(piedras. madera. bolillo. palos) . La distancia entre diques y
la altura de los mismos están en función de la pendiente
procurando que la altura del dique no sea más de 1 .20 m.

Los cuidados que hay que observar en la construcción


de diques son los siguientes:

Los bordes laterales deben tener un buen anclaje o


empotrado: así como una buena cimentación.

La forma de los diques está de acuerdo a las


condiciones de la zona. dependiendo también del
ancho y de la profundidad de la cárcava: en lo
posible usar las curvas a nivel.

La cimentación. en caso de muros de piedra debe


tener como mínimo 80 cm de profundidad y 80 cm
de espesor.

La cara del dique que rntre hacia aguas abajo. debe


tener una pequeña tncltnación hacia adentro.

Si se usan palos. estos deben tener un diámetro no


menor de cinco pulgadas. En cuanto al largo. de
acuerdo al tamaño. debe enterrarse en un tercio de
su longitu d total.

En cárcavas de mucha pendiente se puede levantar


paulatinamente diques comenzando siempre. desde
la parte alta de la cárcava.

125
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1985. Dicclonarto Religioso Aymara.

129
ANEXOS
ANEXO 1

CONSTRUCCION y MANEJO DE LA CAJA DE


EROSION

l. Construcci6n.

La caja de erosión es una simple construcción de


madera con cuatro compartimientos. en una de las caras
tiene un agujero en cada compartimiento de aproximada­
mente 1 5 mm de diámetro a una distancia de 3-5 cm del
borde superior (vea Ftg. 3 1 ).

CAJA DEMOSTRATIVA DE EROSION

+--i--- "" ,. -------+


Sf:Olt'1EN ro

Figura 31. Medidas para la conatrucci6n de la caja de erosión.

133
2. Uso de la caja de erosl6n.

La caja se la llena hasta 3/4 con tierra (sin piedra) y


luego se acomoda cada compart!mlento de tal modo que
corresponda a una maqueta de diferentes maneras de con­
trolar la erosión: el primer compart!mlento corresponde a la
modalidad actual de cultivar en la zona: surcos a favor de la
pendiente. surcos en contorno. siembra al voleo. etc. En el
segundo compart!mlento se hace 2-3 zanjas de Infiltración.
En el tercero se construyen pequefias pircas (muros) de
piedra representando la técnica de las terrazas de formación
lenta. En el cuarto compartimiento se construye terrazas de
absorción (andenes) tratando de hacer los taludes de piedra
o de champas (pasto). Luego se deja "llover" sobre los com­
partimientos mediante una regadera con la cual se trata de
distribuir la misma cantidad de agua por toda la caj a.

Como en la realidad la Inflltración varia de comparti­


miento a compartimiento. hecho que es apreciable por un
lado en la cantidad de agua que se acumula por medio de
los pedazos de manguera que conectan los agujeros de la
caja con los frascos transparentes de plástico o vidrio. Por
otro lado se apreció que la mayor cantidad de agua
acumulada (agua de escorrentía) también corresponde a
mayor arrastre de tierra: en el compartimiento sin medidas
de control el agua es muy turbia mientras en el caso de las
terrazas queda agua casi clara.

3. Planeamlento de la demostracl6n.

Para la Iniciación de actividades para la conservación


de suelos es importante considerar que se trata de un
proceso de formación mutua entre técnicos y campesinos en
el cual es el campesino que determina el ritmo de las
actividades. Por tratarse de prácticas nuevas el técnico
requiere crear un ambiente de mutua confianza. situación
imprescindible para que las evaluaciones de las nuevas
prácticas por parte de los campesinos sean comunicadas a
los técnicos que deberán basarse en ellas.

Para crear este ambiente de confianza principalmente


puede considerarse el siguiente esquema:

134

J
a) Plantear. aclarar y discutir las actividades para comen­
zar la conservación de suelos a toda la comunidad
(reunión. etc.) y fijar día (s) para un curso de informa­
ción general (video. exposiciones. caj a de erosión. etc.)
sobre el tema también para toda ella.

b) En el curso Informativo se acordó otra fecha para un


curso práctico también para la comunidad o en su
defecto con un grupo de trabajo que fue conformado
con acuerdo de los dlr1glentes y las bases en oportuni­
dad de la reunión informativa.

c) Buscar u n área demostrativa (a cargo de dirigentes


preferiblemente) .

d) Para el curso práctico se requieren: herramientas (pala.


picotas y carretillas!. materiales para construcción de
nivel "A" y manejo de caja de erosión.

Comenzar con:

Demostración con la caja de erosión.

Discusión sobre que tipo de práctica de conserva­


ción de suelos se realizará en la parcela selecciona­
da (explicar por qué se elige tal tipo de prácticas) .

Construcción nivel "A".

Comenzar a trabajar según horario acostumbrado


por campesinos (el técnico puede aportar la coca
para pljchus).

e) Para iniciar los trabajos conservaclonistas los campesi­


nos normalmente ponen a disposición tierras marginal­
Izadas. porque no quiere arriesgar sus buenas chacras
con la técnica nueva. Esto obliga a practicar al Inicio
sobre todo con terrazas de formación lenta y zanjas de
Infiltración. En caso que se trate de terrazas de absor­
ción no debe olvidarse de asegurar las posibilidades de
riego. J ustificaría la iI1verslón de mano de obra mayor
en relación con otras prácticas.

135
o Al final de la jornada se hará una primera evaluación
que será detalladamente documentado por el técnico
(informe).

g) Después de la construcción de las medidas el técnico


no debe olvidarse de acompañar al campesino en la
siembra del área demostrativa y también realizar el
seguimiento de la parcela j unto al campesino hasta la
próxima siembra por lo menos.

136
A N E X O 2

INCENTIVOS Y SUBVENCIONES

En cuanto a incentivos para los trabajos el proyecto


AGRUCO prestó los siguientes apoyos o subvenciones:

En el caso de que el campesino decidió organizar una


umaraqa el proyecto compró un cordero en la misma
comunidad. mayormente del dueño de la parcela en la
cual se realizó el trabajo. Esté sirviendo de alimenta­
ción del grupo que estaba trabajando.

Generaimente se recomienda facilitar el cordero por


parte de las Instituciones solamente para el comienzo
de los trabajos: es decir que de cada uno de los partici­
pantes el proyecto le compensó el cordero que faeneaba
el día cuando todo el grupo inició el trabajo en su par­
cela. Para las otras jornadas de la umaraqa el campesi­
no mismo corrió con el gasto del cordero.

Préstamo de herramientas como picos. palas y


carretillas.

Coca y cigarros para el pljchu que interrumpe los


trabajos duros.

Eventualmente donación de semillas de hortaliZas para


almaCigarlas en caso de la construcción de terrazas de
absorción destinadas a la horticultura (mayormente
debe ser acompañado por asesoramiento técnico.
tratándose en muchos casos de prácticas nuevas).

Otra pOSibilidad para Incentivar los trabajos puede


consistir en facilitar plantas forestales. arbustos o
semillas de pastos que servirán para el fortalecimiento
de los taludes. zanjas o muros.

En general los Incentivos deberían ser reducidos paula­


tinamente garantizando de esta manera que los trabajos
puedan ser realiZados también cuando un proyecto ya no
exista. facilitando así la sostenlbilldad de sus acciones.

137
Este tipo de subvenciones de las actividades se diferen­
cia sustancialmente del sistema "alimento por trabajo" a
pesar de que el cordero que se compra. a primera vista.
puede ser concebido en este sentido.

La diferencia fundamental es que la donación de ali­


mentos como harina. sal. maíz. arroz. fideo. etc. termina en
la disminución de la producción para el autoconsumo así
como en el cambio del régimen alimenticio a favor de pro­
ductos que. en gran parte de Bolivia. el campesino no puede
producir (arroz. fideo. etc.). En cambio la compra de un
cordero O de una llama para la umaraqa es alimento produ­
cido en la comunidad y sirve para mejorar y aumentar la
producción para el autoconsumo por medio del incremento
de la productividad de las áreas conservadas. efecto que
una vez concluidos los trabajos durará para generaciones.

138
Este libro se term inó de imprimir
en octubre de 1993 en los
Talleres Gráficos hisbol
Casilla 1 0296 Te�. 368327
La Paz Bolivia
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