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PARTIDOS POLITICOS Y SUS IDIOLOGIAS

PARTIDO NACIONALISTA PERUANO

FUNDADOR: Ollanta Humala Tasso

AÑO DE FUNDACION: 03 de Octubre 2005

IDIOLOGIA: Nacionalismo de izquierda Socialismo Latinoamericano

POSICION: Centro izquierda

PARTIDO DEMOCRATICO SOMOS PERU

FUNDADOR: Alberto Andrade Carmona

AÑO DE FUNDACION: 11 de setiembre de 1997

IDIOLOGIA: Democracia Cristiana

POSICION: Centro derecha

PARTIDO APRISTA PERUANO

FUNDADOR: Víctor Raúl Haya de la Torre

AÑO DE FUNDACION: 7 de mayo de 1924

IDIOLOGIA: Aprismo, Socialdemocracia, Socialismo democrático


Progresismo

POSICION: Centro izquierda

PARTIDO ACCION POPULAR

FUNDADOR: Fernando Belaúnde Terry

AÑO DE FUNDACION: 7 de julio de 1956

IDIOLOGIA: Acción populismo ,Liberalismo, Humanismo, Progresismo, Metapartido


y Social democracia

POSICION: Centro

PARTIDO FUERZA POPULAR

FUNDADOR: Keiko Fujimori

AÑO DE FUNDACION: 9 de marzo de 2010


IDIOLOGIA: Fujimorismo, conservadurismo neoliberalismo y populismo de derecha

POSICION: Derecha

PERUANOS POR EL PROGRESO DEL PERU

FUNDADOR: Pedro Pablo Kuczynski.

Peruanos Por el Kambio (PPK) es una agrupación política peruana de derecha.

AÑO DE FUNDACION: 24 de junio de 2014

IDIOLOGIA: Liberalismo económico, Liberalismo conservador y Progresismo

POSICION: Centroderecha

PERUANOS RESTAURACIÓN NACIONAL

FUNDADOR: Humberto Lay Sun

AÑO DE FUNDACION: 25 de noviembre de 2005

IDIOLOGIA: Conservadurismo social, Evangelismo y Ecologismo

POSICION: Centroderecha

¿Qué es la derecha y la izquierda política?


Aunque los conceptos de izquierda y derecha política no sean, según muchos, los idóneos para
definir la identidad política de los ciudadanos, el hecho es que son aún frecuentes para
posicionar planteamientos y posturas ideológicas en la actualidad. En este apunte se van a
definir ambos conceptos superficialmente, simplificando los grandes problemas y
contradicciones que tiene la susodicha conceptualización.
Durante la revolución francesa dos partidos se disputaron el poder en la asamblea. Por un lado
los girondinos, un partido moderado que propugnaba un derecho al sufragio no universal, del
que excluía a las clases no propietarias y que defendía la alianza con la nobleza para establecer
en Francia una monarquía parlamentaria. Por contra, los jacobinos defendían un sufragio
universal que extendían a todos los miembros de la población y la instauración de una
república. Estos últimos tenían el apoyo de las clases más populares, mientras que los
girondinos eran apoyados por los burgueses, propietarios y algunas capas de la nobleza. En las
deliberaciones de la asamblea los girondinos se sentaban a la derecha y los jacobinos a la
izquierda, de aquí la división, que aún hoy perdura, de ideologías de izquierdas y de derecha.
Tanto dentro de las posiciones derechistas e izquierdistas hay pluralidad de planteamientos
que en muchas ocasiones están enfrentados entre sí. Un rasgo que distancia mucho las
posiciones, dentro de ambos conceptos teóricos, es el lugar que juega la autoridad en lo
público; en otras palabras, tanto en la izquierda como en la derecha encontraremos posiciones
autoritarias, antiautoritarias y planteamientos intermedios. Sin ser exhaustivos se intentará
reflejar cada una de esas posiciones dentro de la ideología izquierdista y derechista.
 

LA DERECHA POLÍTICA:
Dada la heterogeneidad de las posturas de la derecha política es difícil dar una definición de
este concepto que englobe a todos los movimientos derechistas. Quizás una aproximación sea
que mientras que en los movimientos de izquierda la igualdad social es uno de los objetivos
prioritarios del programa político, en los movimientos de derecha esta igualdad no tiene un
papel tan central; a veces los movimientos de derecha propugnan el elitismo o el
mantenimiento de ciertas diferencias entre los miembros de la sociedad (sobre todo
diferencias económicas); sin embargo, la igualdad social sigue siendo parte del proyecto
político de la derecha, aunque sin la centralidad que tiene este objetivo para la izquierda.
Se analizarán los tres movimientos de derecha más importantes en la historia reciente y la
actualidad de Europa y el mundo capitalista en general: el liberalismo, el conservadurismo y el
fascismo.

EL LIBERALISMO:

Movimiento ideológico que defiende el libre mercado e intenta evitar, en lo posible, la


intervención del estado en la economía, en particular, y en la sociedad civil, en general. Este
movimiento considera que la libre iniciativa y la competencia son los motores que crean
riqueza social; por lo tanto, la intervención del estado es entendida como una injerencia
totalitaria.
La libre competencia es un valor clave para el liberalismo. Del mismo modo que en el orden
natural la competencia entre los seres genera un ecosistema estable y sostenible, en la
economía de un colectivo la competencia entre productores permite que el mercado se
amolde a la demanda y la satisfaga convenientemente. La intervención del estado entorpece
este orden natural y lo corrompe.
Para el liberal los derechos individuales son fundamentales. El derecho a la propiedad de los
individuos y los colectivos debe ser respetado por el estado que no debe tener autoridad, o la
tenerla en mínima medida, para erosionar las posesiones de los individuos con impuestos. Los
servicios sociales deben ser dejados en mano de particulares, ya que si están en mano del
estado se produce una competencia desleal y, además, impide el crecimiento económico del
colectivo.
Muchos liberales, aún cuando se encuadren dentro de la derecha, mantienen posturas tan
aparentemente de izquierda como el derecho al aborto, al matrimonio homosexual o al
consumo y venta de drogas. Téngase en cuenta que todos los derechos anteriores son
derechos individuales sobre los que el estado, para un liberal estricto, no tiene porque
entrometerse. Otros liberales, sobre todo en EE. UU., critican los sistemas públicos de sanidad
o los sistemas de pensiones del estado; estos sistema sobrecargan, según ellos, a los
ciudadanos con impuestos y frenan la libre competencia.
El liberalismo más extremo y muy poco usual en Europa es el minarquismo. Este movimiento
propugna un estado mínimo que sirva únicamente para defender la propiedad y la libertad de
los individuos. El control del estado sobre los medios de transporte, sanidad, educación o
sobre el mercado debería desaparecer. En esta situación, sin apenas impuestos y sin injerencia
estatal los individuos se relacionarían social y económicamente en libertad.

CONSERVADURISMO:
Movimiento ideológico que defiende valores familiares o religiosos y se muestra cauto ante las
innovaciones sociales. El conservadurismo, excepto extremos muy minoritarios, no es
contrario a la innovación científica y tecnológica.
Aunque se alía frecuentemente con partidos liberales, el conservadurismo, tradicionalmente,
no se ha opuesto al intervencionismo del estado en asuntos económicos. Aunque dentro del
conservadurismo hay muy diversas corrientes, generalmente este movimiento se muestra
favorable a la intervención del estado en asuntos como la sanidad, educación, recursos
sociales básicos. De este modo, el conservador considera al estado como un garante más de la
familia y del orden social naturalmente establecido.
El conservadurismo suele ser también nacionalista. Defiende la identidad nacional del grupo
social y es más o menos combativo con las innovaciones culturales foráneas. Muchos partidos
políticos que luchan por la independencia de una región son conservadores y, por lo tanto, de
derecha.
La familia tradicional es otro valor importante para el conservadurismo. La defensa de esta
institución es una pieza clave en el discurso político del conservador. Además el
conservadurismo acentúa el papel social del individuo: cada persona pertenece a una
colectividad ante la que es un sujeto moral responsable.
Especialmente importante en Europa es la corriente conservadora de la democracia cristiana.
Esta corriente defiende la tradición cristiana de Europa y las costumbres a ella asociadas. La
política democristiana considera que el estado debe cuidar y proteger a los más
desfavorecidos con un sistema de asistencia pública. La moral pública defendida por la
democracia cristiana es la del catolicismo con algunos matices; por lo tanto, el democristiano
tenderá a oponerse al aborto, la eutanasia, la legalización de las drogas, el matrimonio
homosexual, etc.

EL FASCISMO:

El fascismo es un movimiento político surgido a principio del siglo XX. Su ubicación dentro de la
derecha es rechazada por algunos autores pero el uso común es considerarlo un movimiento
de extrema derecha. Debido a la crisis económica su importancia en la política europea es cada
vez mayor.
A diferencia de los otros movimientos derechistas tratados, el fascismo no considera a la
democracia capitalista un modelo político-económico válido. Frente a ella propone una
sociedad fuertemente jerarquizada y militarizada. Un nacionalismo ferviente también
acompaña a los movimientos fascistas.
En lo económico el fascismo propone diversos modelos pero todos ellos coinciden en un fuerte
intervencionismo estatal. Los movimientos fascista, por lo tanto, defienden un sistema estatal
asistencial en mayor o menor medida.
Los derechos individuales, para esta corriente, son dependientes de los derechos colectivos y
no son, en ningún caso, derechos inalienables. El deber del individuo hacia su patria es
absoluto. El nacionalismo impregna buena parte de la práctica política del fascismo, siendo el
engrandecimiento de la patria e incluso la conquista de otros territorios, objetivos políticos
recurrentes del discurso fascista. Frecuentemente el fascismo llega, al defender un
nacionalismo a ultranza, el racismo y la discriminación social.
Junto con el nacionalismo, el autoritarismo es otro rasgo sobresaliente del fascismo. La
sociedad esta, más o menos, rígidamente jerarquizada y los roles sociales muy definidos. El
ejército y la vida militar son idealizadas y se convierten en referente para la sociedad.
El fascismo al pretender una revolución social, propugna un “orden social nuevo” que rompa
con el anterior para crear un orden total que englobe a una cuerpo social más o menos
homogéneo (totalitarismo). Por esta razón el fascismo no siempre se ha relacionado
amistosamente con el liberalismo o el conservadurismo.
 

LA IZQUIERDA POLÍTICA:
Al igual que la derecha, la izquierda política oscila entre un mayor o menor autoritarismo. A
diferencia de la derecha plantea la igualdad social como meta prioritaria de su programa
político, aunque en muchas ocasiones esa igualdad se consiga a costa de algunos derechos
individuales como el de propiedad o el de libertad de empresa.
También como la derecha, los movimientos políticos izquierdistas tienen posiciones diversas
sobre el capitalismo y la democracia. Para algunos el capitalismo es un sistema válido, aunque
es precisa la intervención del estado para garantizar la igualdad social; mientras que para otros
grupos izquierdistas el capitalismo es un sistema intrínsecamente perverso que debe ser
transformado de raíz. Igualmente existen movimientos izquierdistas defensores de la
democracia burguesa instaurada en Occidente, y otros movimientos claramente contrarios a
este sistema político.
Aunque las posiciones dentro de la izquierda son, al menos, tan ricas y diversas como en la
derecha política, en este trabajo solo se van a analizar la socialdemocracia, el comunismo y el
anarquismo.

LA SOCIALDEMOCRACIA:

En el siglo XIX surgieron en Europa movimientos obreros que proponían la redistribución de la


riqueza entre la población, el método para lograr esta redistribución era la revolución social.
Frente a este socialismo revolucionario, la socialdemocracia nació a finales del XIX como un
intento de conseguir la redistribución de las riquezas y una mayor igualdad social a través de
elecciones democráticas.
La socialdemocracia se ha mantenido más o menos alejada de las concepciones
revolucionarias y utopistas de otros movimientos de izquierda. Los socialdemócratas
defienden a ultranza la democracia burguesa como sistema político válido.
En lo económico defienden un capitalismo reformado. Para el socialdemócrata, aunque el
capitalismo es el sistema económico imperante y ha aportado beneficios indudables al género
humano, la tesis liberal de que el capitalismo genera por si mismo felicidad a la mayoría del
género humano es falsa. La avaricia de los ricos o la desigualdad de oportunidades hacen que
en el capitalismo sin regulación surjan estratos de población de desheredados que mal viven
en la miseria. El estado debe velar por estos sujetos más débiles y regular el mercado para
subsanar estas irregularidades. La socialdemocracia, junto con los conservadores, ha sido una
gran defensora del estado del bienestar, según el cual el estado debe proveer a los ciudadanos
de los servicios asistenciales básicos. Este movimiento ideológico tiende a extender lo más
posible este concepto de “servicio asistencial básico” por lo que suele ser necesario aumentar
los impuestos para mantener los servicios asistenciales.
Los autores de esta corriente ideológica defienden en lo social la igualdad de oportunidades
para todos los ciudadanos independientemente de sexo, raza, religión u orientación sexual.
Por esto el programa socialdemócrata suele acoger el reconocimiento de derechos para las
minorías (minusválidos, homosexuales, personas dependientes…) o para colectivos
marginados (inmigrantes, mujeres, etc.).

EL COMUNISMO:
Aunque ha habido teorizaciones políticas comunistas desde Platón (IV a.e.c) se entiende aquí
comunismo como la ideología política inspirada por la obra del filósofo alemán Karl Marx.
El comunismo propone la máxima igualdad social posible. Esto es inviable dentro de un
sistema democrático burgués y capitalista. El capitalismo es el sistema creado por los
predadores para rapiñar a sus presas, promueve desigualdades al promover la acumulación de
capital. Por lo tanto, en defensa de la sociedad, el estado, creen los comunistas, debe controlar
la economía del país de manera más o menos absoluta. De este modo, el estado planifica la
economía de un territorio, las necesidades, a que van dirigidos los recursos, etc.
En los regímenes comunistas el estado posee los medios de producción de riqueza como las
fábricas; los obreros dan la mayor parte de la fuerza de su trabajo al estado pero a cambio
reciben de este alojamiento, trabajo, comida, etc. Es importante subrayar que en una
economía planificada como la que existe en los países estrictamente comunistas no existe el
paro ni la pérdida de vivienda por embargo bancario, por ejemplo. Los medios de trasportes
públicos como trenes y autobuses son gratuitos o muy baratos.
En los países comunista existe un solo partido, el partido comunista, que es el que toma las
decisiones y delibera. Como todo el mundo puede entrar a formar parte del partido, los
comunistas no creen que se esté negando la participación política a nadie. La democracia
capitalista es incompatible con el comunismo ya que, desde la interpretación comunista, en las
democracias burguesas los órganos del poder y de los medios de comunicación son ocupados
por la élite económica o sus fieles vasallos que promueven los valores y la ideología de tales
élites.
Por lo tanto, en los países comunista no existe libertad de prensa como se entiende en los
países capitalistas. En ocasiones hay censuras y no se puede criticar abiertamente al régimen
sin ser acusado de “traidor a la patria”. La disidencia política no comunista está más o menos
perseguida. Debe tenerse en cuenta que en tanto que el estado provee de todo a sus
ciudadanos ejerce o puede ejercer un fuerte poder sobre ellos, por lo que son regímenes
políticos que caen fácilmente en el autoritarismo y en cierta falta de respeto hacia los
derechos individuales. No obstante, existen y han existido muchos países comunistas, cada
uno con sus peculiaridades, en alguno de los cuales los derechos individuales eran más
respetados que en otros.
Un ejemplo de país comunista en la actualidad podría ser Cuba.

EL ANARQUISMO:

Al igual que el comunismo, el anarquismo suele ser considerado un movimiento izquierdista


revolucionario. Tal consideración puede ser cuestionada. Los anarquistas prentenden llegar a
la igualdad social mediante la revolución. Sin embargo, su perspectiva del proceso 
revolucionario es muy diferente a la del comunismo por lo que estos dos movimientos han
estado en continuo conflicto.
El anarquismo critica al capitalismo por las mismas razones que el comunismo. El capitalismo
promueve la desigualdad social y la depredación de los más poderosos (ricos) sobre los más
débiles (pobres). En tanto que el motor del capitalismo es la acumulación de capital deja a una
capa de población sin parte en la riqueza social.
Sin embargo, y en esto se separa profundamente del comunismo, el anarquismo también
critica al estado. El estado es una estructura política creada bajo la base de que unos hombres
deben dominar sobre otros y dirigir sus destinos. Desde la perspectiva anarquista no es posible
la igualdad social mientras persistan este tipo de estructura del poder ya que el poderoso
frente al que no tiene el poder, representa la diferencia social más radical de todas. Por esta
razón el anarquismo propone la destrucción del estado y su sustitución por comunas
independientes en las que la democracia sea directa y no representativa; es decir, que cada
cual en la asamblea posea derecho a hablar y a votar sobre los asuntos a debatir. Los medios
de producción pertenecerán al colectivo de la comuna que decidirá cómo utilizarlos,
obviamente para el bien común.
El anarquismo es respetuoso con los derechos individuales que no dañen la economía
colectiva; por esta razón no reconoce al individuo derecho a la propiedad de los medios de
producción. Los movimientos anarquistas, por lo tanto, reconocen la igualdad de derechos de
todos y la máxima amplitud de estos derechos,

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