Descartes, un hombre sabio y curioso de la época Renacentista.

El pensamiento filosófico del ser humano ha atravesado por diversas consideraciones que en
primer instancia parecería ser una mezcla heterogénea sin ninguna relación; sin embargo, se ha
demostrado que cambios trascendentales no sólo en la forma de percibir la vida, sino en la
manera como se concibe el conocimiento o en los cambios políticos y culturales más importantes
en la historia humanada, han venido incitados por una superación de nuevos sistemas filosóficos
por parte de otros que cuestionaron su validez en aquellos momentos donde las circunstancias
exigía renovación.

En la época medieval, la escolástica, corriente filosófico-teórica que basado en las ideas de

Aristóteles, fortalecía el pensamiento cristiano dela época. Esto dominó a Europa por siglos, y con
tribunales tales como La Inquisición, la Iglesia católica se aseguraba de no perder su dominio y de
imponer su concepción de mundo en una época donde muchos intelectuales, como Lucilio Vanini
y Giordano Bruno fueron silenciados. A pesar de ello, se puede ver que aún bajo ese dominio, las
mentes inquisitivas se rehusaban a desconfiar de su curiosidad por descubrir la verdad, objetivo de
uno de los grandes pensadores de la historia que se sitúa en el inicio de la decadencia totalitaria
de las ideas de Iglesia Católica, -época medieval- y dando inicio por otro lado, a una filosofía
reconstruida, - dentro del marco del nacimiento del Renacimiento, movimiento cultural que dejó
atrás el pasado para construir un nuevo camino de descubrimientos y creaciones- Este pensador
es René Descartes.

René Descartes, filósofo francés considerado el iniciador del Racionalismo, se ocupó de la cuestión
del origen del conocimiento, esto es, de las fuentes de donde la conciencia cognoscente saca sus
contenidos. Descartes tomó la perspectiva racionalista, que defendía que la fuente del
conocimiento provenía de la razón, la cual poseía principios innatos. Pero, ¿de qué manera
Descartes sometía a prueba estos principios innatos? Descartes entonces utiliza lo que él llamó “el
criterio de certeza” , donde caracterizó a las ideas innatas en primer lugar por su claridad –
comprensión inmediata de tales ideas- y por otro lado, por su distinción, - no siendo deducidas de
otras ideas-.

Cabe destacar, todo aquello que rodeó la existencia de Descartes y que lo llevaron, muy
posiblemente a elaborar las bases de una de las obras más sobresalientes que realizó en vida:
Discurso del Método. En él, Descartes se propuso, como él bien dijo: “Mi propósito, pues, no es el
de enseñar aquí el método que cada cual ha de seguir para dirigir bien su razón, sino sólo exponer
el modo como he procurado conducir la mía.” (Descartes, pp. 39 Primera parte). En ese sentido,
Descartes no se presentaba como un maestro que lo sabía todo sino como un intelectual que
quería proponer una nueva forma de conducir la razón para llegar a la verdad.

Tomando en cuenta lo anterior, Descartes estaba inmerso en la época del Renacimiento, una
época llena de crisis y nuevas ideas: se pasaba de una concepción geocentrista a una más
heliocentrista, gracias a, por ejemplo, anulación de una de las máximas del geocentrismo que
colocaba a la tierra como centro del universo. Descartes pudo sortear estas circunstancias, tal vez
gracias a que no negaba la existencia de Dios y a que usaba un lenguaje refinado y elcuente, pues,
como se puede recordar en su discurso: “Desde mi niñez fui criado en el estudio de las letras, y
como me aseguraban por medio de ellas se podía adquirir un conocimiento seguro de todo cuanto
es útil para la vida, sentía yo un vivísimo deseo de aprenderlas”. (Descartes, pp. 39 Primera parte).
Además de eso, Descartes se alejó de su Francia natal y recorrió el mundo, así como también vivió
en aislamiento en los Países Bajos, guiado por la meditación y los libros. Los viajes en Alemania,
Suecia, Dinamarca y tras regiones han de haberle influenciado bastante, pues como se puede
intuir, en sus viajes empezaba a comprender los fundamentos del nuevo método de pensar.

Hablando ya del Discurso del Método, Descartes, como he mencionado anteriormente, expone los
modos en los que la razón actúa: por medio de la intuición por un lado, y por medio de la
deducción, por el otro. Aquella es llamada entendida como conocimiento inmediato, de donde
surge lo que él llamó ideas simples. Esta es entonces la primera operación del conocimiento. La
deducción es el proceso siguiente, donde se empiezan a enlazar estas ideas simples por medio de
conexiones o enlaces. La deducción nos muestra entonces la sucesión de intuiciones que nos
permite llegar a una verdad que se quiere demostrar.

Asimismo, Descartes definió 4 reglas para el método filosófico. Para comenzar, propone la
evidencia, entendido como aquello que se quiera comprobar debe pasar por la razón, teniendo un
sentido y una coherencia con suspensión de juicio. Seguido de esto, procede el análisis, donde los
elementos que necesitan ser analizados se dividen para lograr un conocimiento profundo. El
tercero, la síntesis, donde se pasa de lo particular a lo general, reuniendo los elementos dividos en
el análisis, que permiten llegar a resultados. Por último, se propone la enumeración, que tiene
como objetivo verificar las posibles omisiones.

Adicionalmente a esto, Descartes es también famoso por su duda metódica, que aplica a las ideas
donde quepa algún tipo de duda, pues Descartes se proponía no ser escéptico, sino desconfiar un
poco de las verdades que se tenían por tal. Es por esta razón que rechaza el conocimiento sensible
(empirismo), duda de la existencia del mundo, e incluso, algo interesante es que pone en duda los
conocimientos lógico-matemáticos, sin embargo, esto más que una regla inamovible se podría
entender como un recurso dialéctico, esto se explicará a continuación.

Primero que todo Descartes pone sobre la mesa una primera certeza, condensada en su sentencia
“cogito, ergo sum”, pues el ser cognoscente a pesar de no estar seguro de las ideas que tiene
sobre el mundo, sí lo puede estar de que tiene esas ideas. A partir de esta certeza se proponía
llenar a otras. Ahora bien, Descartes al poner en duda los conocimientos matemáticos con la
metáfora del genio maligno, pretendía mostrar cómo incluso la existencia de un Dios maligno
podría incidir en las verdades universales que el hombre tomaba por tales. A pesar de ello, como
la razón humana no puede estar equivocada, y confía en ella en su capacidad de aprehender los
objetos Descartes explica con esto que la existencia del objeto es garantizada por Dios, un Dios
que no podría ser el genio malvado pues negaría la validez y la confianza de la razón.
Se ha visto cómo la filosofía de Descartes construyó un método para encontrar la verdad, en
medio de una época de crisis, influenciado por sus viajes y sus elucubraciones, cultivadas en su
soledad. Sin duda Descartes supo sortear muy bien las circunstancias en las que se encontró,
llegando a partir la historia en dos donde se alejaba el pretérito de la filosofía medieval dando
paso al renacimiento que se sumergía en esos momentos sobre la superficie del pensamiento
aristotélico.

Bibliografía:

- Teoría del Conocimiento. Johannes Hessen

- Discurso del Método – René Descartes – Edición completa con prólogo e introducción de
Manuel G. Morente.
- Educantabria:
https://www.educantabria.es/docs/Digitales/Bachiller/LECTURAS_DIGITAL/Moderna.htmh
ttps://www.educantabria.es/docs/Digitales/Bachiller/LECTURAS_DIGITAL/descartessautor
.htm
https://www.educantabria.es/docs/Digitales/Bachiller/LECTURAS_DIGITAL/descartesscont
exto.htm
https://www.educantabria.es/docs/Digitales/Bachiller/LECTURAS_DIGITAL/descartessproy
eccion.htm
- YouTube:
Discurso do método: https://youtu.be/dzL9ixibdUY