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¿A qué se refiere?

Las perforaciones para buscar petróleo, la producción en grandes cantidades y el refinado de los
varios productos para utilizarlos en alumbrado, calefacción y maquinaria de propulsión, son
fenómenos muy recientes.

Antecedentes

La moderna industria del petróleo nació hace menos de un siglo, cuando se perforó el primer pozo
productor en Titusville (Pensilvania), en 1859. En el período de auge que siguió, se plantearon
múltiples problemas de almacenamiento, transporte, superproducción y competencia
desenfrenada entre las numerosas empresas explotadoras. A partir de 1870, John Rockefeller y su
Standard Oil Company emergieron poco a poco del caos de la industria naciente, y diez años más
tarde habían alcanzado una posición de monopolio al adquirir el control de los servicios de
transporte, refinado y venta.

El crecimiento de la industria del petróleo en los Estados Unidos fue lo que hizo que Venezuela
cobrase conciencia de las posibilidades comerciales de sus propios depósitos, aunque la existencia
de filtraciones muy diseminadas era bien conocida por los indios incluso antes de la llegada de los
españoles. Pero hasta la constitución federalista de 1864, que concedió a los estados la
administración de sus propias minas, no se otorgó la primera concesión petrolera. Esta fue
otorgada a Manuel Olavarría por la legislatura del estado de Nueva Andalucía (ahora Sucre y
Monagas), el 2 de febrero de 1866, pero no llegó a dar un resultado positivo y caducó.

La primera concesión explotada comercialmente se otorgó en el Estado Táchira (entonces Los


Andes), el 3 de septiembre de 1878 a Manuel Antonio Pulido. Para explotar su concesión de
cincuenta años, situada alrededor de un grupo de filtraciones de petróleo a pocas millas de la
frontera de Colombia, Pulido y cinco socios fundaron la Compañía Petrolera del Táchira.

Los métodos utilizados por esta Compañía para hallar y extraer yacimientos petrolíferos no eran
los más modernos de la época, puesto que carecían de conocimientos en el área. Simplemente
trabajaban las zonas en donde se identificaba a simple vista o a poca profundidad una filtración
del aceite mineral, y de forma muy precaria en comparación a los métodos usados por los
precursores del norte del continente.

Uno de los socios, Pedro Rafael Rincones, hizo en 1879 un viaje a Pensilvania para estudiar la
industria petrolera. Regresó al año siguiente con un equipo de perforación, que fue llevado en
barco hasta el Lago de Maracaibo, y luego siendo transportado pieza por pieza por mulas y bueyes
hasta el emplazamiento del pozo en los Andes; pero habiéndose roto la barrena, aprisionada entre
rocas, el equipo hubo de ser abandonado. En cambio, se perforaron tres pozos poco profundos,
con picos y palas, y a medida que el petróleo se filtraba en el orificio era sacado con cubos. En
1882 se instaló allí un alambique en forma de tetera y los productos refinados (kerosén, gasolina y
gas-oil), se vendían en los pueblos de las montañas cercanas. La compañía siguió trabajando bajo
el mismo procedimiento, transportando y distribuyendo los productos vendidos a lo largo de los
Andes hasta que su concesión caducó en 1934.

Nuevas políticas petroleras


Cuando llegó Castro al poder, acompañado de su costumbre de estar en problemas financieros,
sospechó que los depósitos del subsuelo de Venezuela podrían constituir una fuente de ingresos, y
por ello otorgó las primeras concesiones petroleras importantes. No se puede decir que originó
conscientemente una política del petróleo, porque no sólo ignoraba la gran riqueza petrolífera del
subsuelo, sino que las inmensas concesiones, tan importantes después para el petróleo, se
otorgaron principalmente para la explotación de asfalto.

Dichas concesiones se caracterizaban por ser, según venezolanos patriotas, demasiado generosas
para el concesionario. Las principales críticas sostenían que los impuestos eran demasiado
reducidos, que no se pagaba nada al gobierno por derechos de exploración, que ninguna
disposición preveía la reserva de tierras para la nación como salvaguardia del futuro, que las
concesiones eran demasiado extensas para que un solo concesionario pudiese explotarlas, y que
cincuenta años era demasiado tiempo. A pesar de esta liberal política concesionaria, Castro no
hizo a Venezuela muy atrayente para las compañías extranjeras.

La situación venezolana cambió súbitamente en 1908. Castro salió para Europa a restablecer su
salud, y el general Juan Vicente Gómez se hizo con el poder. Eficiente administrador, pronto
efectuó cambios radicales. Las finanzas fueron reorganizadas y las deudas con el extranjero
reconocidas. Se inició un programa de "rehabilitación nacional" con la consigna "Unión, Paz y
Trabajo". Una nueva atmósfera de estabilidad política y económica se hizo evidente.

Para la "rehabilitación nacional", Gómez necesitaba ingresos a fin de sufragar los gastos
administrativos y las obligaciones acumuladas del régimen de Castro. Confiando en conseguir
nuevos ingresos mediante impuestos y cánones mineros, invitó oficialmente a los inversionistas
extranjeros a que fueran a su país para explotar sus recursos y continuó la liberal política
concesionaria de Castro, aunque menos ventajosa para el concesionario.

Tecnología Introducida

Con arreglo a estos contratos, numerosas empresas extranjeras, principalmente británicas y


americanas, dirigieron sus esfuerzos en explotar petróleo venezolano. Estas empresas se
encargaron de introducir al país métodos más modernos y eficientes que los utilizados por las
pequeñas empresas nacionales anteriormente. Primero, grupos de ingenieros y geólogos se
encargaban de explorar los terrenos a disposición para separarlos en parcelas y seleccionar las que
poseían mayores probabilidades de esconder grandes asentamientos petrolíferos antes de que
finalizase el período de exploración. El proceso de perforación y extracción solía ser mucho más
sencillo. Perforaban un hoyo con ayuda de un taladro de motor en el punto donde detectaban
indicios de un yacimiento y en él posicionaban una tubería de revestimiento, a través de la cual
fluirá el petróleo. Si el yacimiento tiene energía propia que habitualmente viene generada por la
presión subterránea y por los elementos que suelen acompañar al petróleo como son gas y agua,
el petróleo sale por si solo en el momento de hacer la perforación, para lo cual instalaban en la
parte superior del pozo una torre con válvulas que regulaban el paso del petróleo. En caso de que
el yacimiento no tuviese energía propia se usaban métodos específicos de extracción. El método
más habitual es la bomba de varilla, mediante la cual a través de un balanceo permanente se
accionaba una bomba en el fondo del pozo que realiza la succión del petróleo hasta la superficie.

Las empresas extranjeras siguieron trabajando en territorio nacional hasta la nacionalización de la


industria petrolera venezolana en 1976. Sin embargo, la intervención de compañías
transnacionales en el sector petrolero ayudó a que tecnologías y métodos de vanguardia para la
época entraran al país, el cual hasta el momento había dispuesto de pequeñas empresas que
utilizaban procesos menos eficientes y más atrasados para trabajar los yacimientos, por lo que se
podría decir que sucedió un proceso de modernización gracias a las mismas.

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