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Índice
Introducción
Bibliografía
Intervalos musicales
Aritmética de los intervalos
El cent y el savart
Los batidos
Algunos resultados sobre los batidos
Los principales comas musicales
Otros intervalos importantes en los temperamentos históricos
El cambio de diapasón
Los temperamentos
Sistema pitagórico (Edad Media)
Temperamento mesotónico (Renacimiento)
Temperamento de Bach-Kellner (reconstrucción)
Introducción
Este trabajo es más técnico que musical. Pretende servir a los músicos que realizan la
práctica de los temperamentos históricos en instrumentos de teclado, en particular, a los
clavecinistas que alguna vez se han hecho alguna pregunta del tipo:
¿Por qué los logaritmos en los cálculos? ¿Qué es un cent, que aparece en los
aparatos afinadores? ¿Qué es mayor, un coma sintónico o un coma enarmónico? ¿Cuál
es la frecuencia de batidos en una tercera mayor pitagórica? ¿Qué justificación tiene la
prueba de la cuarta para temperar una quinta? ¿Baten igual las seis quintas temperadas
iguales entre sí del temperamento de Tartini- Vallotti? ¿Se puede tocar en cualquier
tonalidad en un temperamento desigual? ¿Cómo son los batidos del acorde de Do Mayor
en el temperamento reconstruído por Kellner? ¿Si no tengo un diapasón en Do,
correspondiente a un La 415, cómo puedo afinar a la antigua?
En cuanto a los problemas de la práctica de la afinación: escucha de los batidos, subir
quintas o bajar cuartas, conveniencia o no de realizar la partición en las dos octavas
centrales del clave, métodos de verificación de intervalos temperados, etc., las mejores
indicaciones que he encontrado son (aunque no necesariamente en este orden) las del
libro de Asselin citado en la bibliografía, las de cualquier clavecinista experimentado en la
afinación de su instrumento y, finalmente y sobre todo, la práctica sobre la mayor variedad
posible de instrumentos, de distintos estilos, en diferentes condiciones acústicas del
instrumento y en diferentes condiciones físicas y químicas del afinador, en distintos
estados anímicos y a las más variadas horas del día y de la noche.
Doy por supuesto que los aparatos afinadores, cuyo grado de eficacia depende de la
agudeza de la vista, en la mayor parte de los casos, y no del oído de la persona que afina
son descartados para la realización de un agradable temperamento irregular a la antigua.
Bibliografía
Asselin, Pierre-Yves. 1985. Musique et temperament, theorie et pratique de
l’accord à l’ancienne. Paris: Éditions Costallat.
Goldáraz Gaínza, J. Javier. 1992. Afinación y temperamento en la música
occidental. Madrid: Alianza Editorial.
Kellner, Herbert Anton. 1982.J’accorde mon clavecin. Frankfurt am Main:
Verlag Das Musikinstrument.
Lattard, Jean. 1988. Gammes et tempéraments musicaux. Paris: Masson.
Intervalos musicales
Un intervalo musical es una relación entre dos frecuencias, f y f (en hertzios), que
1 2
identifica el oído humano independientemente de las alturas de los dos sonidos que lo
forman. Dos frecuencias diferentes, f’ y f' que forman el mismo intervalo es reconocido de
1 2
esta manera por el oído humano. Así, un intervalo entre dos notas y el intervalo entre las
mismas notas a la octava superior, por poner un ejemplo muy evidente, son percibidos
como el mismo.
Las propiedades de tal relación hacen identificar “intervalo” con “diferencia” y quizás
ésta con “resta aritmética”, pero puede comprobarse que esto no puede ser así, ya que si
dos sonidos tienen frecuencias f y f , respectivamente y forman un intervalo i = f - f ,
1 2 1 2
ambos sonidos “a la octava”, es decir, con frecuencias 2·f y 2·f (desde la antigüedad es
1 2
independiente del “tamaño absoluto” de cada uno de ellos y esto, en nuestro caso, se
traduce a la independencia de “altura” de los sonidos en cuestión:
de donde f’ = i·f.
Análogamente, si una nota tiene una frecuencia f, la nota que forma un intervalo
inferior i con ella tendrá una frecuencia f’ de modo que
y así,
Es decir, a partir de una nota f , la nota que forma un intervalo superior i es i·f y la que
forma un intervalo inferior i con f es f / i.
Los armónicos de una nota de frecuencia f tienen frecuencias: f (el propio sonido
fundamental es el primer armónico), 2·f, 3·f, 4·f y, en general, n·f, siendo n un número
entero positivo. Es decir, el armónico n-simo de f es n·f.
Como es sabido, los intervalos naturales a partir de un sonido f son:
¿Cómo “sumar” dos intervalos?, por ejemplo, quinta + cuarta. Sabemos que una
quinta “más” una cuarta es una octava. A partir de f, su quinta es (3/2)·f y la cuarta de esta
nota intermedia es (4/3)·(3/2)·f = 2·f que, en efecto, es la octava de f.
De modo general, si queremos sumar los intervalos ascendentes i e i’, partimos de
una nota cualquiera f, determinamos la nota superior a intervalo i de f, que es i·f y la nota
superior a intervalo i’ de esta última, que es i’·(i·f) = (i·i’)· f. Así, la nota final se obtiene a
partir de f multiplicándolo por i·i’, número independiente de f, es decir, a la “suma” de dos
intervalos le corresponde el producto de los números que representan a los “sumandos”.
La “suma” de n intervalos i , i , ..., i es el producto i · i · ... · i .
1 2 n 1 2 n
Como ejemplo, determinemos el semitono i del sistema de Temperamento Igual, T.I.,
0
aquel en el que los doce semitonos son iguales entre sí: la octava es 2, pero la octava
también es la “suma” de los doce semitonos iguales i , es decir 0
2=i·i·
0 0
(12 veces
·...· i = i
0 0
12
Este valor nos permitirá determinar las frecuencias del T.I. con un diapasón de la = 3
440 Hz: las notas superiores se obtienen multiplicando 440 por i tantas veces como 0
semitonos haya de diferencia con el la . Para las inferiores, se parte de la = 440 / 2 = 220.
3 2
la = 440
3
sib = 440 · i
3 0
si = 440 · i
3 0
2
do = 220 · i
3 0
3
do# = 220 · i3 0
4
re = 220 · i
3 0
5
mib = 220 · i3 0
6
mi = 220 · i
3 0
7
fa = 220 · i
3 0
8
fa# = 220 · i
3 0
9
sol = 220 · i
3 0
10
lab = 440 · i
3 0
11
do 261,6255650
3
do# 277,1826307
3
re 293,6647675
3
mib 311,1269832
3
mi 329,6275562
3
fa 349,2282306
3
fa# 369,9944217
3
sol 391,9954348
3
lab 415,3046962
3
la 4403
sib 466,1637614
3
si
3 493,8833010
El cent y el savart
Ambas son unidades logarítmicas de intervalos, es decir, decimos que el intervalo i
tiene z unidades u si log i = z· u. Con las unidades logarítmicas la aritmética de los
intervalos se hace más sencilla en el sentido de que las “sumas” y “restas” de intervalos,
que, como sabemos, son “productos” y “cocientes”, corresponden con sumas y restas de
logaritmos:
Un cent es la centésima parte del logaritmo decimal del semitono del T.I.
Dicho de otro modo: el logaritmo del semitono del T.I. son 100 cents o el semitono tiene
100 cents.
i=i 0
n
Por tanto, y siempre en el T.I., un tono, que es igual a dos semitonos, son 200 cents; una
tercera menor, que son tres semitonos, son 300 cents; una tercera mayor, que son cuatro
semitonos, son 400 cents; una cuarta justa, que son cinco semitonos, son 500 cents; una
quinta justa, que son siete semitonos, son 700 cents; y una octava, que son doce
semitonos, son 1200 cents.
log i = x· c
La “suma” de dos intervalos i e i’ tiene como valor en cents la suma de los valores en
cents de i e i’ y la “diferencia” entre dos intervalos i’ e i tiene como valor en cents la
diferencia de los valores en cents de i e i’.
Como ejemplo, comparemos la quinta pura , la quinta natural o formada por
armónicos, con la quinta del T.I.. Calculemos el valor en cents de la quinta pura y después
la diferencia entre la quinta del T.I. y la quinta pura restando sus valores en cents:
La diferencia con el valor en cents de la quinta del T.I. es de unos 2 cents, es decir 2
centésimas del logaritmo del semitono del T.I..
Un savart se define como = 1 / 1000 = 0,001. Decimos que un intervalo i tiene y
savarts si su logaritmo log i = y · . Este valor y de i en savarts se calcula de la manera
siguiente:
log i = y ·
o, equivalentemente
El savart es bastante menos utilizado que el cent porque se necesita mucha precisión.
Los batidos
Los batidos son otro elemento familiar para toda persona que afina algún instrumento
musical. Se producen entre dos frecuencias que tienen armónicos comunes cercanos.
Una tercera que es casi pura produce batidos. Un unísono que no lo es exactamente,
además de producir posiblemente algún tipo de malestar o inquietud y ser identificado
como un sonido sucio y grueso, produce batidos.
La frecuencia de los batidos es igual a la diferencia que hay entre las frecuencias de
los primeros armónicos comunes más cercanos.
Sean dos notas musicales con frecuencias f y f’, siendo f’ más aguda. Los intervalos
los consideraremos ascendentes.
Los primeros armónicos comunes cercanos son 2·f y f’, entre los cuales se
producen los batidos.
frecuencia de los batidos = f’ - 2·f
QUINTA.- Si f’ es casi una quinta de f, los primeros armónicos de ambos serán
f 2·f 3·f 4·f ...
do do sol do
+1 +1 ... +2
Los primeros armónicos comunes cercanos son 4·f y 3·f’, entre los cuales
se producen los batidos.
frecuencia de los batidos = 3·f’ - 4·f
TERCERA MAYOR.- Si f’ es casi una tercera mayor de f, los primeros
armónicos de ambos serán
f 2·f 3·f 4·f 5·f ...
do do
+1 sol +1 do mi ...
+2 +2
Los primeros armónicos comunes cercanos son 5·f y 4·f’, entre los cuales
se producen los batidos.
frecuencia de los batidos = 4·f’ - 5·f
De esta manera se determina la frecuencia de los batidos que se
forman en intervalos no puros, pero ya para la tercera menor los armónicos
que intervienen son muy lejanos y difíciles de percibir por el oído. Para la
octava, quinta, cuarta y tercera mayor la frecuencia de batidos es de la
forma
n·f’ - (n + 1)·f
donde f es la frecuencia de la nota inferior del intervalo y f’, la de la
superior. Para un intervalo cualquiera i = f’ / f será m·f’ -n·f.
b = 2·f’ - 3·f
nota superior = f
nota inferior = j · f
nota superior = j · f’
El cambio de diapasón
Mientras que el diapasón moderno está estandarizado en el la = 440 Hz, en música
3
referencia actual es el T.I., la altura de tales notas son un semitono de T.I. inferior. Suele
convenirse como diapasones para la música barroca el la = lab (T.I.) = 415,3046962 Hz y
3 3
El cambio de diapasón supone una traslación de todas las frecuencias, de modo que
las relaciones dentro de cada octava se mantienen. Para la realización de un cambio de
diapasón hay que conocer el intervalo que sirve de traslación y a partir de él, trasladar
todas las frecuencias. Dada una frecuencia f , la nueva frecuencia f’ formará un intervalo i
con f, por tanto,
f’ = f · i
la = lab (T.I.) = 415,3046962 Hz: el intervalo que va a servir para la
3 3
Este último diapasón es algo más agudo que el anterior ya que i > i .
2 1
Los temperamentos
Un temperamento es un compromiso en la afinación para que determinados intervalos
sean más puros que otros. Ya Pitágoras sabía que es imposible que todas las quintas
sean puras, aunque en la Edad Media, debido al gusto musical de la época, era lo
deseable. En el Renacimiento la Polifonía vocal fue acompañada por teclados afinados en
Temperamento Mesotónico, que tiene un número máximo de terceras mayores puras. En
el Barroco, la mayor riqueza de tonalidades fue también posible por la gran variedad de
temperamentos, cada uno con sus propias características.
Para la afinación según este sistema, se puede empezar por cualquier nota y afinar
quintas puras ascendentes y descendentes hasta completar el círculo de quintas, siendo
la quinta del lobo el resultado de un si (quinta pura de mi) y un solb (quinta pura de reb).
descendente fa . 2
re -la .
2 2
Operaciones:
1 do -do octava
3 2
4 sib octava 1
-sib 2
5 sib quinta 2
-mib 2
6 mib octava 2
-mib 3
-lab 2
-do# 2
9 do# octava 2
-do# 3
-fa# 2
11 fa# -si quinta bien temperada; batidos con frecuencia 1/6 de los de la tercera si -sib
2 1 1 2
12 si -si octava
1 2
13 si -mi quinta pura; prueba: cuarta si -mi pura; la tercera do -mi resultante,
2 2 1 2 2 2
15 do quinta de Bach bien temperada; bate igual que la tercera do -mi , igual que los
2 2 2
17 re -re octava
3 2