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La pedagogía de Dios
Es la forma que Dios ha escogido para revelarse, para darse a conocer a las
personas de todos los tiempos. Es su diálogo de amor eterno con la humanidad.
Enseñé a Efraín a caminar, tomándole por los brazos... con lazos humanos los atraía,
con lazos de amor y era para ellos como los que alzan a un niño contra su mejilla, me
inclinaba hacia él y le daba de comer (Os 11,3-4). El alma de la pedagogía divina es
el amor de Dios que humaniza y dignifica, porque tiene pleno respeto hacia las
personas y los pueblos. La pedagogía de Dios es paciente, porque respeta la libertad
que El mismo ha dado a los seres humanos. Dios habla mediante signos sensibles, que
podemos entender y creer. Nosotros respondemos a esa forma de actuar de Dios, con
nuestra apertura de corazón y con una activa participación en su plan de salvación.
La pedagogía de Jesús
...la acogida del otro, en especial del pobre, del pequeño, del
pecador como persona amada y buscada por Dios; el anuncio,
genuino del Reino de Dios como buena noticia de la verdad y de la
misericordia del Padre; un estilo de amor tierno y fuerte que libera
del mal y promueve la vida... el empleo de todos los recursos
propios de la comunicación interpersonal, como la palabra, el
silencio, la metáfora, la imagen, el ejemplo y otros tantos signos,
como era habitual en los profetas bíblicos (DGC 140). El
documento "La Catequesis en América Latina" nos recuerda que los
discípulos, al seguir el llamado de Jesús, configuran su vida con la
de su maestro y de esta forma aprenden de Él la pedagogía de la fe
(153).
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La pedagogía catequística
El método
Las técnicas
La didáctica catequística
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contenidos, procesos de aprendizaje, evaluación, teniendo en cuenta la peculiaridad de
la catequesis como una forma de educación en la fe. De esta manera, el lenguaje
doctrinal, que puede resultar difícil, a través de la didáctica catequística se hace
comprensible y accesible a los catequizandos.
El planeamiento didáctico
Es un proceso por medio del cual el catequista reflexiona los elementos del
encuentro catequístico y los ordena previamente, pensando en las características y
necesidades del grupo de interlocutores a quienes comunicará el mensaje. Estos
elementos son: las personas, los propósitos, los contenidos, las situaciones de
aprendizaje, los materiales, el tiempo necesario y disponible; así como las formas en
que interactúan el catequista y los catequizandos durante el encuentro (situaciones de
aprendizaje). El catequista vierte estos elementos en un esquema de planeamiento,
sencillo pero preciso. Este instrumento le ayuda a comunicarse adecuadamente y a
comunicar la fe, facilitando la respuesta de los catequizandos, a partir de la
experiencia humana de éstos.