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ISRAEL

Y
PALESTINA
Paya Frank

Breve Historia de un Eterno conflicto sin solución


Introducción
Hacia mediados del milenio seguido antes de Cristo,
en una época de incesantes movimientos de
pueblos, ciertos grupos semitas, originarios del
desierto arábigo, llegaron al Eufrates medio. Cerca
del 1350 a.C. avanzaron hacia el oeste en dirección
a Palestina. En el siglo XII a.C. formaron reinos en
zonas cercanas al mar Mediterráneo, entre estos
grupos semitas se destacaron los fenicios y los
hebreos. Aunque con características propias, ambos
pueblos, al ser vecinos de civilizaciones tan
importantes como las de Mesopotámia y Egipto,
recibieron muchos elementos culturales de estas
regiones. Costumbres, artes, ideas, pasaron de un
lugar a otro y de un pueblo al otro. Sufrieron también
el impacto de circunstancias externas amenazantes,
pero lograron desarrollarse sin excesivos
sobresaltos antes de la formación de los grandes
imperios asirlo, neobabilónico y persa.
Los hebreos, el pueblo de
Yahvé, se asentaron en la
zona de Palestina, al Sur de
Fenicia. Esta zona está
delimitada:

Al Oeste: Por el Mar


Mediterráneo.
Al Éste: Por el Río Jordán y el
Mar Muerto.
Al Norte: Por las montañas
del Líbano.
Al Sur: Por la península del Sinaí.
al Oeste:
Es un territorio menos fértil que Egipto y
Mesopotamia, pero presenta llanuras aptas para el
pastoreo y el cultivo, por lo que será codiciado por
los vecinos del desierto. También pondrán sus oídas
allí poderosos reinos por estar en una posición
estratégica, lugar o punto de contacto, adonde
llegaban caravanas de diferentes lugares.

Esta región se llamó primitivamente el país del


Canaán debido a que sus primitivos pobladores
fueron los cananeos, pueblo también de origen
semita, que se asentó allí hacia el 3000 a.C.
Posteriormente llegaron tribus de origen ario, los
filisteos, quienes denominaron a la zona “Philístina”,
nombre del cual derivó la palabra Palestina; y los
hebreos, singular pueblo, que no formó un poderoso
estado o un imperio, pero que sorteando avatares
mantuvo su vigencia hasta la actualidad. Es el único
pueblo de la antigüedad que sobrevivió hasta hoy
gracias a los lazos de unión que originó su religión.

Evolución histórica y política


Los antiguos hebreos partieron originariamente
desde Arabia y llegaron a la Mesopotamia. Estaban
organizados en pequeños grupos familiares o
clanes, dirigidos por el más anciano de sus
miembros, al que llamaban patriarca, quien además
administraba justicia, dirigía los actos de guerra y
realizaba tareas de sacerdote. Según la tradición,
uno de estos patriarcas, Abraham, fue elegido por su
dios, Yahvé o Jehová, para sellar un pacto de
alianza: Yahvé le ordenó dirigirse a Canaán, tierra
que prometió a él y a sus sucesores, si cumplían con
sus designios. Abraham entonces obedeció, se puso
en marcha con su clan y se estableció en Palestina.
Con su nieto, Jacob o Israel, los hebreos
comenzaron a llamarse a sí mismos “hijos de Israel”
o “israelitas”, nombre que significa “los que son
fuertes con Dios”. Muchos hebreos emigraron a
Egipto cuando ese país estaba en poder de los
hicsos. AL provocar la dinastía XVIII tebana la
expulsión de los hicsos de Egipto, se generó un
clima de fervor nacionalista. Cambió la situación de
los hebreos asentados allí, fueron perseguidos y
tratados prácticamente como esclavos. Surgió
entonces entre los hebreos la figura de Moisés,
quien convenció a su pueblo para huir de Egipto y
dirigirse hacia “la tierra prometida”. Se inició así el
éxodo de los hebreos. Según la Biblia, Moisés
recibió al cruzar la península del Sinaí, en una
revelación de Jehová, las leyes para el gobierno de
la comunidad, conocidas como el Decálogo o las
Tablas de los Diez Mandamientos. Aquí la alianza de
Dios y Abraham se renovó: Yahvé protegería a los
hebreos en su camino a la nueva patria y el pueblo
se comprometería a reconocerlo como único
dios y cumplir con las leyes. El símbolo de
este acuerdo era “el Arco de la Alianza” que
contenía las Tablas. Al llegar a Palestina,
Moisés murió a la vista de la tierra
prometida. Esta fue conquistada por Josué,
su sucesor. En el curso del siglo XII a C. los
hebreos tuvieron algunos enfrentamientos
con los cananeos.

En cuanto a la organización política,


continuaron por mucho tiempo divididos en
doce tribus, sin conformar un solo Estado. El
vínculo primordial entre ellos era el religioso.
En momentos difíciles cuando eran atacados por
enemigos, las tribus aceptaban eventualmente a un
único jefe, llamado juez. Este era casi siempre un
caudillo que unía a varias tribus bajo su autoridad
durante el tiempo que durara el peligro. Entre ellos
se destacaron Gedeon, Sansón y Samuel.
Creación del Estado Hebreo: Los Reyes
A fines del siglo XI a.C., estas
uniones temporales frente al peligro
se transformaron en una unión
permanente con la creación del reino
de Israel. Los hebreos organizaron un
solo Estado y nació la monarquía. Era una
circunstancia propicia para ello. En el plano
internacional era una época de florecimiento de
pequeños reinos independientes, los grandes
imperios antiguos habían decaído y todavía no había
surgido el temible poder de los asirios. En el plano
interno, era un buen momento para unirse y derrotar
a los filisteos con quienes se disputaban la zona.
El primer rey de los hebreos fue Saúl. Su sucesor
David conquisto Jerusalén (antigua ciudad cananea)
y la convirtió en la capital del reino. Posteriormente
sometió a los filisteos y extendió
los dominios de Israel hasta el
Mar Rojo. Los hebreos
consideraron a esta época como
la más feliz. Su hijo y sucesor
Salomón alcanzo fama por darle prestigio e
importancia al cumplimiento de la justicia. También
intensificó el comercio aprovechando que el territorio
estaba ubicado en un cruce de rutas comerciales.
Fue una época prospera. Salomón, incluso, organizó
una flota para comerciar por el mar Rojo. Parte de
las riquezas se aplicaron a la construcción del
palacio y del templo de Yahvé en Jerusalén, del que
hoy en día solo queda el Muro de las
Lamentaciones.
El Cisma: Los Dos Reinos
A la muerte de Salomón, cerca del
926 a.C., se desencadenó una
fuerte rivalidad entre las 12 tribus
que conformaban el pueblo
hebreo, lo que determino la
división del reino en dos estados
diferentes:

 Las diez tribus del Norte


formaron el reino de Israel, mas
vasto y más fuerte, con capital en Samaria.
 Las dos tribus del Sur formaron el reino de Judá,
con capital en Jerusalén.

Como consecuencia de este cisma o esta división


hubo una decadencia económica y religiosa.
Económica porque ya no tuvieron el monopolio de
las rutas de la región, y religiosa porque comenzaron
a adorar, sobre todo en el reino del Norte, a otros
dioses, y asimilaron también costumbres religiosas
de otros pueblos como los cananeos. Como reacción
ante esta situación surgieron los profetas, en
defensa de la doctrina de Jehová. Según la Sagrada
Escritura profeta, es aquel que habla por Dios y
como intérprete de Dios.
El Exilio: La Perdida De La Independencia Política
La división y las luchas internas provocaron
debilidad en los dos reinos justo en el momento en
que resurgían nuevamente poderosos imperios en el
Cercano
Oriente. Por lo tanto, se vieron imposibilitados de
mantener su independencia. En el 722 a.C., los
asirios invadieron el reino de Israel y lo conquistaron;
en el 587 a.C., Judá cayó en poder del imperio
neobabilónico de Nabucodonosor II, quien transportó
a los israelitas cautivos a Babilonia. El cautiverio en
Babilonia señala la decadencia de la organización
política de los hebreos. Como contrapartida,
constituirá un periodo de elevación religiosa. Los
judíos se mantendrán unidos por sus tradiciones
yahvistas. En esta época surgieron con nuevo vigor
los profetas, que reavivaron la fe de los israelitas.
Entre ellos, Ezequiel y Daniel anunciaban que tras el
sufrimiento vendría la recompensa con la llegada del
Mesías, el Hilo de Dios que los libertaría.

El Retorno A Palestina: La Comunidad Religiosa


Cuando Ciro El Grande, rey de los persas, conquistó
el imperio neobabilónico en el 539 a.C., autorizó a
los hebreos retornar a Palestina. Si bien, los persas
les permitieron reorganizarse como comunidad
religiosa, de acuerdo con su política de respeto a las
creencias de los sometidos a su poder. Les
prohibieron erigirse, en cambio, como un Estado
político independiente. De esta forma sufrirán
distintas dominaciones: de la persa pasaran a la
griega y luego a la romana.
La Diáspora
En el año 70 d.C., los romanos destruyeron a
Jerusalén y expulsaron a los israelitas, quienes se
disgregaron por todo el Mediterráneo. Comenzó así
la diáspora, es decir, la dispersión de los judíos por
el mundo. La historia de los hebreos en Palestina
había terminado por el momento, ella dejaría de ser
su patria por mucho tiempo. Pero la comunidad
hebrea sobrevivirá manteniendo intactas sus
creencias y costumbres, gracias a su fe y a la
alianza con su Dios, Yahvé.

Forma De Vida De Los Israelitas

-Economía. Establecidos en Palestina, los hebreos


se dedicaron a la agricultura y a la ganadería. Los
cultivos característicos fueron el olivo y la vid,
aunque también obtuvieron legumbres como habas y
lentejas. El pastoreo de ovejas, asnos, bueyes,
cabras, caballos y camellos acompañaba la actividad
agrícola. También trabajaron la cerámica y
confeccionaron numerosos tejidos de guano y lino.
Pero su más importante actividad económica fue el
comercio: esto se debió a que su lugar de
asentamiento, Palestina, era una tierra puente; por
ejemplo, un lugar de tránsito de mercaderes entre
Mesopotamia y Egipto.
Los hebreos exportaban aceite y vino e importaban
metales (cobre de Chipre, hierro de Anatolia, oro de
Arabia), marfil y especias.
-La Sociedad. La sociedad israelita estaba
íntimamente relacionada con su religión. El núcleo
de la sociedad hebrea era la familia. Esta era
patriarcal. El padre representaba la máxima
autoridad. Existían también los esclavos, que se
obtenían por compra o por ser prisioneros de guerra;
no se los trataba con crueldad.

-Letras Y Artes. La religión dominó todos los


aspectos de la cultura hebrea. La prohibición de
representar a la divinidad desalentó la creatividad en
escultura y pintura. Como contrapartida, la religión
estimuló el desarrollo de la literatura: el esfuerzo de
generaciones para la redacción y la transmisión de
los textos, las creencias y tradiciones religiosas. El
resultado fue la Biblia. La palabra “Biblia” deriva del
griego, “libros”, e indica el libro por excelencia
Fenicia. También se denominó “Sagradas
Escrituras”: “Sagradas” porque se creen inspiradas
en Dios y contienen la revelación de éste a los
hombres, y “Escrituras” porque su origen es variado,
de distintas épocas y diferentes autores.
Estos escritos redactados por los hebreos
constituyen el Antiguo Testamento o Biblia hebrea.
En ellos se habla de la historia, las costumbres, las
creencias, los pensamientos éticos y morales del
pueblo israelita. Posteriormente, los cristianos le
anexaron el Nuevo Testamento, donde aparece la
llegada de Cristo, su vida y los orígenes del
cristianismo.
El núcleo original de la Biblia fue el Pentateuco,
conjunto de los cinco primeros libros del Antiguo
Testamento: el Génesis, el Éxodo, el Levítico, los
Números y el Deuteronomio. El Génesis relata la
creación del mundo, los orígenes del pueblo hebreo
con Abraham hasta el establecimiento en Egipto. El
resto de los libros se refieren, entre otros temas, a
Moisés, comentan la huida de Egipto, el peregrinar
por el desierto y la llegada a la tierra prometida.

-La Religión. Razón mínima de ser del pueblo


hebreo, la religión hebrea, monoteísmo de
contenido moral y profundo vínculo con la historia
de su pueblo, fue la primera religión “sin fronteras”,
lo que la convirtió en vínculo permanente entre sus
creyentes y en razón de ser para su supervivencia
como pueblo. La primera fe monoteísta legó el
origen de las tres grandes religiones actuales:
cristianismo, judaísmo y islamismo; y El Antiguo
Testamento.

El Estado De Israel

Un Pequeño País: Primeros Pasos Hacia Israel


Tocó a las Naciones Unidas cosechar el amargo
fruto que había estado madurando a lo largo de los
años en el Medio Oriente, entre las montañas y el
mar. Palestina era una región de ardientes y
brillantes cielos, de verdes valles, de zonas
pantanosas y desérticas. Una región en la que las
aldeas, los ríos y una pequeña ciudad llevaban
nombres que llegaron hasta los últimos confines de
la Tierra. Nombres que durante siglos han sido
familiares hasta en los labios de los niños. El fruto
que aquella tierra daba ahora, a mediados del siglo
veinte, había madurado y estaba a punto de caer, de
no haber mano que lo arrancara, parecía que era la
mano de las Naciones Unidas la que habría de
recogerlo, ya que a la postre tenía que ser
cosechado.

En la serie de debates y negociaciones que


siguieron a la división dé Palestina hubo
enemistades tan profundas, demandas tan
perentorias y negativas tan intransigentes como las
que los consejos de las Naciones Unidas jamás
volverían a ver. Como el tiempo tiende a empañar el
recuerdo, aun de los incidentes más salientes, y
como recordarlos es necesario para recobrar el hilo
de la razón, en aquella confusión de acontecimientos
registrados antes, procede hacer aquí una breve
recapitulación, para aclarar los movimientos y
motivos de la política de las Naciones Unidas, en
todo este pasaje extraordinariamente difícil de su
historia y de la historia del mundo.
Se recordará que por más de cuatrocientos
cincuenta años la población árabe del Medio Oriente,
aunque dividida y administrada por diferentes
gobernantes con títulos distintos, estuvo toda ella
sujeta al Imperio Otomano, desde la toma de
Constantinopla por los turcos hasta el fin de la
Primera Guerra Mundial. Aquel imperio era ya
caduco y tambaleante cuando Turquía, que estaba a
la cabeza del mismo, después de cometido el
costoso error de creer que las Potencias Centrales
resultarían victoriosas en dicha guerra, vio caer en
pedazos su dominio a consecuencia del triunfo de
los Aliados. En los acuerdos de la posguerra los
Aliados consideraron que Egipto y Arabia estaban
preparados para obtener su completa emancipación,
ya que habían tenido una gran medida de autonomía
bajo el gobierno otomano. Otros países más
pequeños fueron puestos bajo mandato por la Liga
de las Naciones, encargándose la Gran Bretaña de
aquella faja de terreno situada al sur del Líbano y al
norte de la Península de Sinaí perteneciente a
Egipto.

Era una montadura muy chica para engastar en ella


las joyas del tesoro de la tradición histórica de tres
religiones, la cristiana, la judía y la musulmana. Una
pequeña comunidad judía había permanecido ahí
desde los tiempos en que los reinos de Israel y
Judea florecieron y desaparecieron; sin embargo, los
árabes sostenían que sus antepasados la habitaron
aun antes de que los hijos de Israel llegaran de
Egipto. Desde el principio del mandato se
presentaron factores que dificultaron enormemente
la labor de administración; nuevos elementos de
complicación fueron sumándose uno a uno, hasta
crear una situación tal que ningún miembro de la
Liga de las Naciones o de las Naciones Unidas
podía hacerle frente por sí solo.
La Declaración Balfour Y Sus Consecuencias
Las estipulaciones del mandato de la Liga de las
Naciones, finalmente establecido en 1922, habían
reconocido la que llegó a llamarse Declaración
Balfour, en la que el gobierno británico había
anunciado a la Federación Sionista, el 2 de
noviembre de 1917, que “el gobierno de Su Majestad
ve con agrado el establecimiento de un hogar
nacional en Palestina, para el pueblo judío...
entendiéndose claramente que no se hará nada que
pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de
las comunidades no judías existentes en Palestina”.
En consecuencia, se abrió el acceso a Palestina a
los inmigrantes judíos que llegaban de toda Europa.
Los árabes protestaron inmediatamente, declarando
que la ilimitada inmigración judía prontamente los
empujaría fuera de su legitimo territorio, que
sobrepasaría todos sus linderos propios y absorbería
política y económicamente todo el Medio Oriente.

Tenemos un ilustrativo relato de esos tiempos en las


Memorias de Sir Ronald Storrs, que fue nombrado
gobernador militar de Jerusalén poco después de
que esa ciudad fue quitada a los alemanes en la
Primera Guerra Mundial. El vio rápidamente que el
cumplimiento de la Declaración Balfour bien podía
acarrear graves resultados. Ha comentado en esas
memorias el hecho de que la extensión del territorio
en cuestión era pequeña, que los residentes árabes,
en su generación, no contribuían mucho al bienestar
de la sociedad en general y que en cambio los
judíos, constructores y progresistas, prometían ser
una clase muy diferente de ciudadanos. “Sin
embargo”, observó, “el problema de reconciliar sus
derechos y querellas.., es capaz de convertirse en
una obsesión, la que rara vez va acompañada de la
templanza, la sobriedad y la justicia”.

Pero los esfuerzos hechos para resolver un


problema, que ya en aquellos años de la posguerra,
de 1918 y 1919, era desesperado, le parecían
innecesariamente inadecuados; “no puede imputarse
el monopolio del error a ninguna de las tres partes
interesadas: los judíos, los árabes y los británicos”.
Añadió mucho después con sobria comprensión,
“como tenedores de todos los recursos de la
civilización moderna, les correspondía marcar un
paso que los nativos de Palestina pudieran seguir...”.
El resultado acumulativo de sus combinados
fracasos en Londres y Palestina fue una explosión
tan tremenda que la mayor potencia del mundo,
como se consideraba entonces a la Gran Bretaña,
después de veinte años de intentos y experiencias,
necesitó, en pleno tiempo de paz, un cuerpo de
ejército dotado de toda clase de armas, para
controlar “la población civil liberada”. Todo esto que
escribió Sir Ronald es historia antigua ahora, ya que
lo hizo antes de Hitler. Pero ya se había lanzado en
Palestina el terrible grito “echemos a los judíos al
mar”.
Árabes Y Judíos
Desde la Primera Guerra Mundial, Inglaterra se
había esforzado en cultivar la amistad de los árabes,
con objeto de proporcionarse acceso a la fabulosa
riqueza petrolífera del Cercano Oriente. Aunque
rivales, tanto las compañías explotadoras británicas
como las norteamericanas se sentían unidas y
solidarias ante el temor de que la Unión Soviética se
adueñase de tan decisivo resorte de poder,
favoreciendo a los nacionalistas árabes. Los países
islámicos aprovecharon las guerras y disensiones
entre las grandes potencias mundiales, sea para
rechazar su independencia o para afirmar sus
posiciones económicas o estratégicas, y aunque era
difícil lograr una unión entre todas ellas, no faltaron
los intentos para conseguirlas. En 1945, al terminar
la Segunda Guerra Mundial, se fundaba en El Cairo
la Liga Árabe, integrada por Egipto, Siria, Líbano,
Arabia Saudita, Transjordania, Irak y el Yemen.

Cabe señalar que, durante la contienda, Líbano y


Siria habían logrado emanciparse de la tutela
francesa, reconociendo el gobierno de París la plena
soberanía de ambos países en 1944 y 1946,
respectivamente. Incapaz de solucionar su promesa
de crear el “Hogar Nacional Judío”, formulada desde
los tiempos de la Primera Guerra Mundial, a
satisfacción de árabes y judíos, Inglaterra sometió la
cuestión a las Naciones Unidas, cuya Asamblea
General trató de zafarse también de tan espinoso
asunto, por el riesgo que entrañaba. El problema fue
transferido a una comisión de encuesta que, en
noviembre de 1947, formuló unas recomendaciones
que no lograron calmar los ánimos enardecidos de
ambas partes. La ONU había previsto la partición del
territorio de Palestina en un estado judío y otro
árabe, quedando internacionalizada la ciudad de
Jerusalén.

La Partición De Palestina
El 29 de noviembre de 1947,
la Asamblea General de la
ONU votó por la partición de
Palestina en dos estados
independientes, un estado
judío y un estado árabe,
unidos por una unión
económica, y con una
Jerusalén internacionalizada.
Belén debía quedar bajo
administración de las
Naciones Unidas. La partición fue aprobada por la
Unión Soviética y por EE.UU. Para los soviéticos, la
partición y la creación de un Estado judío suponía un
avance en el objetivo de desplazar a los británicos
de Oriente Medio.

En 1947, los judíos formaban sólo un tercio de la


población de Palestina y poseían sólo un 6% de la
tierra, pero el plan de partición otorgaba al estado
judío un 55% de la superficie total. El estado árabe
tendría, en su mayoría, una población árabe,
mientras que el estado judío tendría casi tantos
árabes como judíos. Los palestinos rechazaron la
partición. Los sionistas la aceptaron, aunque tenían
objetivos más expansionistas. En 1938, durante
anteriores proposiciones de partición, Ben Gurrión
declaró, "cuando nos convirtamos en un poder fuerte
después del establecimiento del estado, aboliremos
la partición y nos extenderemos por toda Palestina".
El territorio y la homogeneidad étnica fueron los dos
principios fundamentales que guiaron a los sionistas
en su proyecto político de creación del Estado de
Israel y en la partición de Palestina. El Movimiento
Sionista buscó el control de todo el espacio de la
Palestina histórica y la construcción de un Estado
para los judíos que exigía la limpieza de otras etnias
de dicho espacio.

Estos nuevos Estados judío y árabe se debían regir


por constituciones democráticas y comprometerse a
resolver los conflictos de carácter internacionales por
medios pacíficos. También debían garantizar los
derechos religiosos y el libre acceso a los lugares
sagrados. La resolución ponía una fecha límite, 1 de
agosto de 1948, para la terminación del mandato del
Reino Unido sobre Palestina y para la retirada militar
británica al mismo tiempo que establecía que una
comisión de Naciones Unidas supervisaría la
transición de los dos Estados. Pero las corrientes
que estaban a favor de un Estado binacional, tanto
en el sionismo como entre los árabes, eran
minoritarias.
El movimiento sionista tenía como objetivos
esenciales la creación de un Estado judío en Eretz
Israel (Tierra de Israel). Para ello, era indispensable
que el pueblo judío en Palestina pasara de ser una
minoría a convertirse en una mayoría y que al lograr
esto se establecieran una separación tal tanto nivel
político como cultural y social a las comunidades
árabes. La conquista judía de la tierra y el trabajo era
el ideal que sustentaba la política de expansión de
las colonias y la discriminación de la mano de obra
árabe.

Cuando se firmaron los acuerdos de armisticio en


1949, después de la guerra árabe-israelí, cuando los
ejércitos árabes cruzaron las fronteras luego de que
Israel hubiera declarado su independencia, el 15 de
mayo de 1948, el estado palestino había
desaparecido e Israel y Jordania se habían
apropiado de su territorio, dejando a Egipto el control
de la Franja de Gaza. Jerusalén, que debía ser
internacionalizada, fue dividida entre el control israelí
y el jordano. Israel controlaba ahora un 78% de
Palestina. Unos 700.000 palestinos se convirtieron
en refugiados.
Palestina
La región de Palestina fue parte del Imperio
Otomano hasta la I Guerra Mundial. En 1916,
durante la Gran Guerra, Gran Bretaña conquistó la
región. Al finalizar la guerra (1918), Francia e
Inglaterra crearon las actuales fronteras de Siria,
Líbano e Irak sobre el territorio que había
administrado el Imperio Otomano. En la zona que
quedó sin asignar, la Sociedad de Naciones creó el
Mandato Británico de Palestina, hasta 1948, fecha
en que la ONU acordó el reparto del Mandato
Británico en dos Estados, uno judío y otro árabe,
aproximadamente iguales en extensión. Tras la
retirada británica, los judíos proclamaron la
independencia del Estado de Israel en mayo de
1948, mientras que los árabes no aceptaron el
reparto y declararon la guerra dos días después de
la proclamación de la independencia del Estado
judío. La guerra árabe-israelí, la primera de una
serie, culminó en un armisticio en 1949, que tuvo
como consecuencia la ampliación del territorio de
Israel y de Transjordania (que se anexionó
Cisjordania). Egipto por su parte se quedó con la
Franja de Gaza.
Los Refugiados Palestinos

Numerosos palestinos fueron expulsados de Israel


por la fuerza. La cantidad exacta de los expulsados
en comparación con los que se fueron impulsados
por el pánico o los que simplemente buscaban la
seguridad, permite afirmar que todas aquellas
personas del pueblo palestino fueron víctimas de un
plan de limpieza étnica ya que los funcionarios
israelíes se negaron a permitir que alguno retornara.
De los 860.000 árabes que habían vivido en áreas
de Palestina que se convirtieron en Israel, sólo
quedaron 133.000. Unos 470.000 fueron a campos
de refugiados en Cisjordania (controlados por
Jordania) o a la Franja de Gaza (administrada por
Egipto). El resto se dispersó por el Líbano, Siria, y
otros países. La idea de expulsar a los palestinos
tampoco surgió en la guerra de 1948. En 1937, Ben
Gurion había escrito a su hijo, "Expulsaremos a los
árabes y tomaremos sus sitios... con la fuerza a
nuestra disposición".

Ya desde aquellas tempranas épocas aparecen las


primeras resoluciones que trataban de paliar el grave
problema de los refugiados palestinos, como es el
caso de las resoluciones de la ONU. En diciembre
de 1948, la Asamblea General aprobó la Resolución
194, que declaró que "debiera permitirse que los
refugiados que deseen retornar a sus hogares y vivir
en paz con sus vecinos lo hagan" y que "debiera
pagarse compensación por la propiedad de aquellos
que prefieran no retornar". La misma resolución fue
abrumadoramente aprobada un año tras otro. Israel
se negó repetidamente a cumplir con los términos de
la resolución.

Después de la victoria de Israel en la Guerra de


1948-1949, hubo varias oportunidades para la paz.
La culpa de que no se haya logrado es de todos,
pero la intransigencia israelí fue sin duda un factor
fundamental. En 1951, un plan de paz de la ONU fue
aceptado por Egipto, Siria, Líbano y Jordania, pero
rechazado por Israel.

En junio de 1967, Israel mediante la guerra se


apoderó de toda Palestina. Muchos de los
palestinos, residentes en ciudades, pueblos y
aldeas, y algunos en los campos de refugiados
cayeron bajo control israelí. En 2001, la mitad de la
población palestina en los Territorios Ocupados vivía
en campos de refugiados. A cada nueva conquista
israelí se produce una nueva oleada de refugiados
de Palestina a los países vecinos.

Nacimiento de las Organizaciones Palestinas


La Organización para la Liberación de Palestina se
formó en 1964, en sus comienzos ésta estuvo bajo el
control de los Estados árabes hasta 1969, año en
que Yasir Arafat se convirtió en su líder. Hay que
recordar que la OLP tenía muchas facciones, que
favorecían y tenían -siguen teniendo- tácticas y
políticas distintas. Al comienzo la OLP adoptó el
principio de que Israel no tenía derecho a existir y
que sólo los palestinos tenían derechos nacionales
en Palestina.

La OLP alcanza el reconocimiento como legítimo


interlocutor del pueblo palestino en 1974 por parte
de la comunidad internacional. Aun así no se puede
decir que la OLP se encuentra en un plano de
igualdad respecto de Israel. Este desequilibrio no
solo se explica en términos de poderío político,
económico y militar, sino que también haya que
aludir a la estrecha alianza entre Tel Aviv y
Washington. En 1976, sin embargo, cambiando el
punto de vista, la OLP había llegado a aceptar el
consenso internacional, que se venía dando en los
medios diplomáticos y políticos, a favor de una
solución de dos Estados.

El acuerdo de Camp David de 1979 estableció la paz


a lo largo de la frontera egipcio-israelí, pero empeoró
la situación para los palestinos. Con su frontera
meridional neutralizada, Israel tuvo una mano más
libre para invadir el Líbano en 1982, donde la OLP
tenía sus bases.

En diciembre de 1987, los palestinos en Gaza


lanzaron una insurrección llamada la Primera
Intifada. La insurrección se organizó localmente, y
tuvo un apoyo masivo dentro de la población
Palestina. Israel respondió a esta manifestación de
lucha con gran brutalidad, matando a cientos de
palestinos. Al llegar el año 1989, la Intifada había
disminuido. Hamás, una organización promovida
originalmente por los israelíes como un contrapeso
contra la OLP, cobró fuerzas y exhortaba a ataques
armados para lograr un estado islámico en toda
Palestina.

Los Acuerdos de Oslo


Arafat había debilitado su credibilidad por sus flirteos
con Sadam Husein después de la invasión iraquí de
Kuwait. Husein trató de manera infructuosa de ligar
su retirada de Kuwait con una retirada israelí de los
Territorios Ocupados. Debido a la debilidad de
Arafat, los dirigentes de Israel consideran oportuno
utilizar a su favor. Era mejor negociar así con un
Arafat, antes de que Hamás ganara demasiada
influencia.

El acuerdo de Oslo consistió en el "Mutuo


Reconocimiento." Arafat, reconocía el derecho de
Israel a existir y se condenaba al terrorismo y a la
lucha armada. Rabin, a su vez aceptó reconocer a la
OLP como a la representante del pueblo palestino y
comenzar negociaciones con ella, pero no hubo un
reconocimiento israelí del derecho palestino a un
Estado. En septiembre de 1995, fue firmado un
acuerdo llamado Oslo II. Este acuerdo dividió los
Territorios Ocupados en tres zonas, Área A, Área B,
y Área C. No se mencionó una cuarta área:
Jerusalén Este, ocupado por los israelíes.
El número de colonos israelíes desde los mismos
Acuerdos de Oslo aumentó continuamente en
Cisjordania y Gaza; lo mismo pasó en el Jerusalén
Este anexado, la población judía creció. Las políticas
de cierre israelíes significaban que los palestinos
tenían menos libertad de movimiento -de Gaza a
Cisjordania, a Jerusalén Este, o de un enclave
palestino a otro- posibilidades que eran mas o
menos normales a lo que comenzó a acontecer
después de Oslo. Durante los años del Acuerdo de
Oslo, Washington otorgó a Israel más de 3.000
millones de dólares año de ayuda, y 4.000 millones
en el año fiscal 2000, la mayor de cualquier año, con
la excepción de 1979. De esta ayuda, la ayuda
militar gratuita fue de 1.800 millones de dólares por
año desde Oslo, y de más de 3.000 millones de
dólares en el año fiscal 2000, más de dos tercios
más elevada que nunca antes.

El Acuerdo de Oslo lo que va dejando al descubierto


es que es un intento por parte de Israel de cambiar
las reglas del juego. También encontramos un
cambio por parte de EE.UU., que había votado
desde 1949, junto con la mayoría de miembros de la
Asamblea General pidiendo el derecho al retorno de
los refugiados palestinos. En 1994, la administración
Clinton declaró que ya que la cuestión de los
refugiados era algo que debía ser resuelto en las
negociaciones de estatus permanente, EE.UU. no
continuaría apoyando la resolución.
Camp David
Las conversaciones de estatus permanente entre
Israel y los palestinos, como las había previsto el
Acuerdo de Oslo, tuvieron lugar en julio de 2000 en
Camp David, en Estados Unidos, con los
estadounidenses como mediadores. En Camp David
se rompieron numerosos tabúes como el de abordar
la división de Jerusalén. La posición palestina
registró cambios significativos al considerar que un
retorno masivo de los refugiados era poco viable. A
pesar de todo ello, las autoridades israelitas salieron
acusando a Arafat de negar la existencia del Estado
de Israel.
Como consecuencia de los acontecimientos de la
nueva Intifada, y de nuevas negociaciones, como el
caso lde Taba, se aceptó que Jerusalén fuera la
capital de dos Estados: Yerushalayim, como capital
de Israel y Quds, como capital de Palestina. En
cuanto a los refugiados se habló de la necesidad de
que Israel reconociera el sufrimiento moral y material
causado al pueblo palestino por la guerra de 1948.
Los palestinos pidieron el reconocimiento al derecho
del retorno conforme la lo estipulado en la
Resolución 194 de la Asamblea general de la ONU.
En el tema de la seguridad, las delegaciones se
pusieron de acuerdo mantener temporalmente la
presencia militar israelí sobre Palestina. Israel
argumentó la necesidad de tres años plazo, para
luego en un plazo adicional de tres años con la
presencia de fuerzas internacionales. Los palestinos
por su parte hablaron de un año y medio de retirada
bajo la supervisión internacional.
Así quedaron plasmadas las diferentes posiciones
por parte de las delegaciones israelíes y palestinas.
Eso hace que la viabilidad de un Estado Palestino
sea imposible, ya que éste quedaría a merced de
una total dependencia económica, militar y política
por parte de los israelíes. Pues por más que se
intente negociar y llegar a un acuerdo mutuo
siempre estará pesando de alguna manera los
hechos consumados, como eje de la política, por
parte de los israelíes, como es el caso de los
asentamientos ilegales judíos, el control del agua y
de las mejores tierras cultivables, el control militar,
los refugiados, y la dependencia económica de los
palestinos.

Todo esto pone de manifiesto que tanto en Camp


David como en posteriores negociaciones, lo que va
quedando claro es un denodado intento de imponer
el esquema de creado por los acuerdos de Oslo, y
que realmente guardan poca relación con el deseo
de la retirada israelí de los territorios ocupados en
1967. Lo que se pretendía en Camp David era
imponer la política de hechos consumados
desplegada en las tres décadas de ocupación
consistente en alterar la composición demográfica
de los territorios por medio de su colonización
intensiva con la idea de que estos no retornasen
nunca a sus legítimos propietarios.
La Hoja De Ruta
El intento de sentar unas sólidas bases de un
"auténtico proceso de paz" que fuera capaz de
reemplazar el fracasado proceso de Oslo, coincide
con el esfuerzo del llamado Cuarteto de paz que
plantea en septiembre de 2002 una propuesta de
paz llamada Hoja de Ruta. Este Cuarteto está
integrado por EE.UU., UE, ONU, y Rusia.

Los antecedentes de la Hoja de Ruta se pueden


circunscribir a tres elementos centrales: En primer
lugar, el fracaso de los Acuerdos de Oslo. En
segundo lugar, las disputas al interior de Israel,
debido a cómo se debería continuar con las políticas
de los asentamientos en territorios palestinos. El
resultado de esto fue la elección de Ariel Sharon
como Primer Ministro de Israel y por ende, la
continuación de la lucha y profundización de la
Intifada. En tercer lugar, una latente invasión por
parte de EE.UU. a Irak, que en efecto se llevó a
cabo. La aplicación de la Hoja de Ruta tal como está
planteada en el documento del Cuarteto, no daría a
los palestinos las fronteras que le correspondían al
año 1967. Las instituciones político-administrativas
seguirían con unas competencias muy restringidas.
Los refugiados definitivamente habrían perdido el
derecho al retorno que cobija la Resolución 194 de
la ONU; Jerusalén, en el mejor de los casos, podría
ser la capital de los dos Estados.
La ONU ha aprobado la resolución 1515 (noviembre
2003) en la que insta a las partes a sentarse a
negociar, y además, a colaborar con el "Cuarteto"
que ha impulsado este plan de paz, y que está
formado por las Naciones Unidas, la Unión Europea,
Estados Unidos y Rusia. Ya en este punto y
momento, con una violencia y un elevado número de
muertos y de heridos de ambas partes, se escuchan
nuevas voces y planteamientos de acuerdos de paz
y de la necesidad de abrir nuevas puertas a las
negociaciones entre las partes como es el caso del
Acuerdo Alternativo de Paz de Ginebra.

Acuerdo Alternativo De Paz De Ginebra


Mientras continua imparable la construcción del
"Muro de la Vergüenza" por parte del Gobierno
israelí de Sharon, los representantes de la sociedad
civil de ambas poblaciones, el israelí Yossi Beilin, y
el ex ministro de información palestino, Yasser Abed-
Rabbo, han firmado un plan de paz denominado
"Acuerdos Alternativos de Ginebra". Este acuerdo
virtual, como los mismos firmantes lo denominan,
evoca la necesidad de la participación del pueblo a
la hora de las decisiones en el conflicto. Mientras
esto sucedía en Ginebra, en Jerusalén Ariel Sharon
afirmaba que "sólo el Gobierno tiene el mandato del
pueblo para negociar un acuerdo" y en Gaza y
Cisjordania miles de manifestantes palestinos
acusaban de traidor al representante de la sociedad
civil palestina.
La Religión Musulmana
El Islam es la religión que nació de las enseñanzas
de Mahoma. Este profeta enseñó que el hombre
debe someterse completamente a la voluntad de
Dios. Por eso Islam significa “someterse” y sus
devotos, los musulmanes, son “aquellos que se
someten”.

Mahoma
El profeta religioso Mahoma (570 -
632), nació en el seno del mundo
árabe. Al morir sus padres fue
adoptado por su abuelo y su tío,
quienes le proporcionaron una
educación y un oficio comercial.
Años después, debido a su
matrimonio con una rica viuda
llamada Jadicha, Mahoma tuvo suficiente estabilidad
económica para dedicarse a meditar.

Gracias a las caravanas comerciales que emprendió


por los negocios de su familia política, Mahoma
entró en contacto con las principales ideas de las
religiones monoteístas, es decir, del judaísmo y el
cristianismo. Según la tradición islámica, una noche
en que Mahoma meditaba en el monte Hira, el
arcángel Gabriel se le apareció y le comunicó la
existencia de un solo dios (Alá) y que él, Mahoma,
sería su profeta, por lo que su misión era llevar la
palabra de Dios a los infieles (no creyentes).
En el año 613, Mahoma comenzó a predicar
públicamente en la ciudad de La Meca, el centro
comercial más próspero de los árabes y sitio de la
Caaba, el templo principal del culto politeísta que se
practicaba entonces. Mahoma se oponía
terminantemente al politeísmo, y por esta razón
despertó el enojo de muchos personajes importantes
y de los comerciantes.
Debido a los ataques, el 16 de julio de 622 el profeta
emigró con sus seguidores hacia Yatrib, que sería
desde entonces "La Ciudad Del Profeta" (Madinat-al-
Nabi o Medina) y su centro de operaciones. A este
episodio de su vida, cuando Mahoma huye de La
Meca y comienza su peregrinación, se le llama la
hégira y con él se señala el fin de la época
preislámica y el inicio de la era del Islam, por lo que
los musulmanes lo consideran el año cero de su
calendario lunar.
Mahoma volvió a La Meca y la conquistó en el año
630. Ahí el profeta del Islam destruyó todos los
ídolos de los dioses y quitó las pinturas que se
encontraban en la Caaba, dejando sólo la piedra
negra que hasta le fecha permanece. Tomada La
Meca, el territorio sagrado fue delimitado y la Caaba
fue establecida como centro del Islam. Este
acontecimiento fue decisivo pues dotó al mundo
islámico de un símbolo de unidad a través de la
diversidad. En vida, el profeta Mahoma consiguió dar
a la península arábiga una unidad musulmana. Con
ello culminó un proceso —gestado desde el siglo
V— que se encaminaba a la formación de un Estado
en Arabia. Pero cuando murió el profeta, sin dejar
herederos varones o un sucesor, surgió una crisis
política.

Después de Mahoma

A la muerte de Mahoma el número de seguidores de


la nueva religión había aumentado
considerablemente y La Meca había declarado su
alianza a la fe. La Meca se convirtió en el centro
espiritual de la nueva religión y la Caaba permaneció
como objeto de veneración y ritual, pero ahora con
un sentido estrictamente monoteísta.

El poder recayó en los miembros del círculo más


cercano a él: los cuatro califas hereditarios (califa
significa “sucesor”). El último de los califas ortodoxos
fue Alí, primo y yerno del profeta. A su muerte, el
poder de los califas le fue arrebatado por un
gobernador de Siria. De hecho, la mayor ruptura
dentro del mundo islámico tiene que ver con el
problema de la sucesión legítima después de la
muerte de Alí.

La Difusión Del Islam


La difusión del islamismo fue rápida y efectiva. Sus
años de mayor expansión fueron del 632 al 1050.
Los ejércitos árabes —cohesionados por el fervor
religioso, así como por incentivos políticos y
económicos— rápidamente tomaron el poder de los
regimenes residentes en Siria e Irak (638), Irán (641)
y Egipto (642). Los ejércitos marcharon hacia el
este, en dirección a Asia central, y hacia el oeste a
través del norte de África; y para el año 732 el
mundo islámico se extendía de España a las
fronteras de India y China. Más tarde lograron otros
avances territoriales en África, Asia central, India y
especialmente Turquía con la caída, en 1453, de lo
poco que quedaba del Imperio Bizantino. En el
sureste asiático, a principios del siglo XVI, hubo otra
expansión del islamismo.

El islamismo vinculó, por primera vez en la historia, a


pueblos tan variados y distantes como los
españoles, africanos, persas, turcos, egipcios e
hindúes. En el desempeño de esta función
unificadora el Islam transmitió su cultura, que
demostró ser crucial para el desarrollo de la
civilización occidental. El genio del Islam radicó en
su capacidad para asimilar elementos de varias
culturas que adoptó, sintetizarlas y luego ensanchar
esa amalgama.

Razas Y Lenguas
El mundo islámico comprende
diversas razas y lenguas. El
árabe, la lengua de Mahoma, el
persa y el turco son los tres
principales idiomas hablados.
Aunque todos ellos se escriben
en alfabeto árabe (con la excepción del turco
moderno) y por lo tanto parecen iguales a la vista,
estos tres idiomas son completamente diferentes. De
la misma manera turcos, persas y árabes son
pueblos racialmente muy diferentes.
Actualmente, al Islam pertenecen cientos de
millones de personas alrededor del todo el mundo:
desde el norte de África hasta el sureste asiático. Así
reúne a gente de muchas razas, idiomas y niveles
económicos y sociales.

La Fe Musulmana
Los musulmanes se unen en la devoción a un solo
Dios omnipotente conocido como Alá. En el
islamismo hay vida después de la muerte, un paraíso
para aquellos que han seguido el camino y un
infierno para aquellos que se han desviado de él. En
el Día del Juicio, al final de los tiempos, las acciones
del hombre serán juzgadas. Mahoma mismo no es
visto como una deidad y por lo tanto no es objeto de
culto. Más bien Mahoma es considerado el último y
más grande de una serie de profetas tales como
Abraham, Moisés y Jesús.

La práctica de fe requiere de la realización de una


serie de actos conocidos como los “pilares del
Islam”:

-La profesión de fe o testimonio. La expresión de


la frase: “No hay más Dios que Dios y Mahoma es el
Profeta de Dios” es suficiente, según los teólogos
musulmanes, para que un individuo sea considerado
musulmán.
-Oración. La oración ritual es requerida cinco veces
al día: al alba, a mediodía, en la tarde, a la puesta
del sol y en la noche. El orador debe estar limpio
(por eso siempre hay fuentes en las mezquitas) y
debe orar en un lugar limpio. Los musulmanes oran
con la mirada hacia La Meca, lugar donde se
encuentra la Caaba. Los momentos de oración son
anunciados por el llamado del almuédano, desde la
alta torre o minarete, adjunta a casi todas las
mezquitas. La oración puede realizarse en privado o
en congregación excepto en las oraciones de
mediodía del viernes o en el Sabat musulmán, que
es obligatorio rezarlas en las mezquitas. La oración
ritual consiste en una serie de movimientos y
expresiones de profesión de fe, fórmulas de rezos y
pasajes del Corán

-El pago del diezmo, o zakat. Es una contribución


financiera al Estado o a la comunidad. Este pago es
diferente de la dádiva de limosnas a los pobres.

-El ayuno. Durante el mes de Ramadán, el noveno


mes del calendario musulmán, los fieles deben
abstenerse de comer, beber y mantener relaciones
sexuales del alba al atardecer.
-Hacer la peregrinación o
hayy. Por lo menos una vez en
la vida, todo musulmán debe
realizar una visita ritual a las dos
ciudades sagradas de Arabia:
La Meca y Medina, durante un periodo específico del
año, para representar simbólicamente la emigración
de Mahoma y sus seguidores. Aquellos que estén
incapacitados para realizar el viaje pueden designar
a otros para que lo realicen en su lugar.

Costumbres Del Islam


-Comida. Un buen musulmán debe abstenerse de
soplar la comida, y siempre debe comer con la mano
derecha. No pueden ni beber alcohol, ni comer carne
de cerdo.

-La derecha. Entre los musulmanes simboliza la


suerte y la felicidad, el izquierdo significa desgracia.
Por eso la mano derecha la utiliza para las cosas
consideradas nobles y la izquierda para las viles. Se
entra en la mezquita con el pie derecho, se come
con la mano derecha, se comienza a calzarse con el
pie derecho, se duerme sobre el lado derecho. Y la
izquierda se usa para limpiar, descalzase, quitarse la
ropa, etc.
-Sociable. Asistir a banquetes, a los funerales,
visitar a los enfermos y hacer regalos se consideran
actos dignos de alabanza, al igual que el cuidado del
cuerpo.

-La limpieza. Los ritos de depilación de la mujer son


imprescindibles para eliminar todo signo exterior de
naturaleza salvaje. Para el musulmán lo limpio es lo
liso y pulido, es lo civilizado. Hay que recurrir a
menudo al mondadientes; hay que evitar comer ajo y
cebolla antes de ir a la mezquita, para no molestar a
los demás, etc.

-La lectura. La más importante es la lectura del


Corán (acompañada de una traducción si es
necesario) y la meditación de las cosas que están
contenidas en él, las cuales deben realizarse en la
vida cotidiana.

-Lo que hay que decir. Al comenzar una cosa se


dice "en el nombre de Dios“, y una vez acabada "la
alabanza a Dios". Cuando se decide a hacer una
cosa, o se hace la promesa de ello a alguien, es
preciso añadir inmediatamente: "si Dios quiere".

Cuando se encuentran musulmanes, se saludan


diciendo “la paz sobre ti”. Es preciso adoptar la
costumbre de glorificar a Dios cuando uno se
acuesta y se levanta diciendo "pureza a Dios".
Conviene también invocar a menudo la bendición
divina sobre el Profeta, por ejemplo, ¡Oh Dios,
apiádate de Muhammad, bendícele y ponle en tu
salvaguarda!". Si se estornuda, se dice “Todas las
alabanzas y gracias al Alá”. Si se oye a alguien más
estornudar, se dice: “Puede Alá ser misericordioso
con usted”.

En el islamismo no hay una forma organizada de


sacerdocio. Es decir no existe un grupo de clérigos
con autoridad eclesiástica que puedan establecer un
único y universalmente aceptado canon o dogma. Lo
más cercano al sacerdocio son los teólogos y juristas
—conocidos como ulama— que dedican sus vidas al
estudio, la interpretación y la enseñanza de la ley
islámica. La oración del viernes en la mezquita es
dirigida por un imam, pero cualquier musulmán
conocedor de las oraciones puede actuar como tal.

Costumbres En La Casa
-Decoraciones. Está bien tener una casa decorada
con buen gusto, pero hay ciertas decoraciones que
se prohíben, sobre todo las imágenes de criaturas
vivas. Es también lo mejor evitar decoraciones
excesivas.
-Animales domésticos. No se recomienda tener
animales de compañía, ni siquiera un perro.
-El dinero. Tiene que provenir de actividades lícitas
para el Islam. No se pueden cobrar intereses,
tampoco los que da el banco por el ingreso de una
cantidad de dinero en una cuenta corriente.
Igualmente no se deben contratar créditos que
supongan el pago de intereses. Está pues, prohibido
pagar y cobrar intereses.
Costumbres De Los Varones
-Vestimenta. Deben llevar cubierta el área entre el
ombligo y las rodillas. Tienen aversión a llevar uno
de los hombres destapados.

-Materiales prohibidos. Se prohíbe llevar objetos


de oro y seda, que se reservan a las mujeres.

-La barba. El profeta animaba a sus seguidores a


llevar barba, pero no les obligaba.

Costumbres De Las Mujeres


-Hijab y niqab. La hijab
es una vestimenta que
cubre el cuerpo en
público de modo que
sólo la cara y manos
sean visibles. A la mujer sólo se permite mostrase
sin hijab ante el marido, otras mujes y familiares
directos. La ropa ajustada y mucho más la
transparente, están prohibidas. Muchas mujeres
musulmanas, principalmente de países árabes,
llevan un velo que cubre completamente la cara y
guantes que cubren las manos y antebrazos (niqab).

-Maquillaje. Se puede llevar de forma moderada.


-Tinte del pelo. Imitando el color natural si hay
canas.
-Joyas, perfume y maquillaje. Con moderación.
El Corán
La Palabra Divina fue revelada al profeta Mahoma,
quien transmitió o recitó estas enseñanzas a sus
seguidores. Al poco tiempo de la muerte de
Mahoma, en 632, las revelaciones fueron
compiladas en un texto formal conocido como el
Corán, que significa “recitación”. El árabe fue
originalmente, y continúa siendo hoy, el idioma del
Corán para todos los fieles, aunque se han hecho
traducciones a casi todos los idiomas. Así que los
musulmanes son también, como los judíos y los
cristianos, “pueblos del Libro”.

El islamismo es más que una


religión. El Corán está al centro
de la vida espiritual de todo
musulmán, y hay muchos que lo
han memorizado completamente.
También sirve como guía para la
vida cotidiana, para el comportamiento privado y
social. La ley islámica, o sharia, está basada en las
enseñanzas del Corán así como en las del hadid
(“proverbios”), una colección de tradiciones acerca
de las palabras y actos del Profeta. Los jueces
islámicos se refieren al Corán y al hadid como base
de sus juicios legales.
La mezquita
El lugar usual de oración para los
musulmanes es la mezquita. Más
que una casa de culto, la mezquita
sirve como centro social, político y
educativo para toda la comunidad.
Las oraciones de los viernes
incluyen tradicionalmente el sermón,
o khutha, que fue políticamente
importante porque en él se
mencionaban los nombres del soberano o
gobernador como muestra de su autoridad.

La mayoría de las escuelas para niños están


localizadas al lado de las mezquitas. La forma de
éstas es, generalmente, un salón de oraciones
cubierto por una cúpula y a su lado una torre o
minarete desde la cual se da el llamado a la oración.

La disposición de una mezquita consiste en un


recinto de oración que se abre a un patio. La
dirección del rezo es siempre hacia La Meca. Los
feligreses usan como guía la orientación del recinto
de oración, cuyo muro posterior siempre está en
dirección a La Meca.
La Religión Judía
El hexagrama o la estrella de seis puntas, la estrella
de David, no ha sido un símbolo tradicional del
judaísmo como la menorah (candelabro), el León de
Judá, el shofar (cuerno de carnero) o el lulav (ramas
de palma). Pero desde hace doscientos años hasta
la actualidad, se ha convertido en símbolo universal
del judaísmo y la identidad judía, tanto dentro como
por fuera de la comunidad. En tiempos anteriores, no
obstante, el símbolo se asociaba principalmente con
la magia o con la insignia de familias individuales o
comunidades.

El Judaísmo
El judaísmo es la religión del pueblo judío
y comprende un sistema de creencias,
doctrinas, ritos y costumbres que fueron
sistematizados en una basta literatura, a
partir del siglo I d.C. Sin embargo, el
origen del judaísmo es ciertamente anterior y se
remonta hacia dos milenios a.C. en Canaán, parte
actual de Israel.
Es una religión que reconoce la alianza del Dios
único (yavhé) con el ser humano, al que ha creado e
impuesto 613 mandamientos.
Historia
El fundador del judaísmo fue Abrahán, que significa
“padre de muchos pueblos”. Nació en la ciudad de
Ur (Caldea), hacia 1900 a.C., y murió a los 175
años.

Libros Sagrados
Los judíos se guían por el Tanakh, la Biblia judía, en
donde se cuenta la historia del pueblo hebreo escrita
bajo la inspiración de su Dios, Yavhé, y que se divide
en:

-La Torá o la Ley. Formada


por los cinco primeros libros.
Revela la santidad, justicia y
bondad de Dios. Es la base de
la ley judía que, junto a la ley
oral, transmitida de generación en generación, han
dado lugar a un escrito: la Mishná.

-La Mishná. Recoge las sentencias que se habían


dado sobre la interpretación de la ley.

-Guemará. Trata de legislación, moral, costumbres,


folclore, etc. Junto con la anterior forman el Talmud,
del cual hay dos versiones: el de Babilonia y el de
Jerusalén.
-Profetas. Libros históricos y proféticos.

-Los escritos. Libros poéticos, narrativos y


sapienciales.

Tradiciones Y Costumbres Judías


A los ocho días del nacimiento de los niños, se les
realiza la circuncisión.
A los 13 años los varones se convierten en “hijos de
la ley”, adultos desde el punto de vista religioso. Ya
son responsables del cumplimiento de los 613
mandamientos. Este acontecimiento se celebra con
una ceremonia llamada Bar Mitzva. Las niñas deben
cumplir la ley desde los 12 años.

Los judíos siguen una serie de reglas que afectaran


a la alimentación, denominadas Kashurt:
-No se puede comer carne de cerdo, animales de
presa o crustáceos.
-No se pueden mezclar en una misma comida
productos lácteos y productos elaborados con carne.
-No se puede utilizar la misma vajilla para estos dos
tipos de alimentos.

El Shabbat, (Sábado), es el día sagrado, dedicado al


descanso y al reposo.
Festividades Judías
El calendario judío tiene dos comienzos, lo que
llaman el Nissan, que representa el mes del éxodo
de los judíos en Egipto; y el Tishrei, que representa
el mes de la Creación.

Estos dos meses de inicio reflejan la naturaleza dual


del calendario judío, es decir, el ciclo solar y el ciclo
lunar. El resto de los meses se rigen por los ciclos de
la luna y se van ajustando anualmente las
festividades conforme a las estaciones del año. Lo
que busca este calendario es armonizar las
festividades con la parte “espiritual” del mundo para
que exista un equilibrio en el ciclo de la vida.

Año Nuevo Judío


El Rosh Hashanah es la primera festividad con la
que se inicia el calendario y representa al año nuevo.
Esta celebración la realizan en otoño y tiene una
duración de un día. Por lo regular se celebra en la
sinagoga, la cual se viste de blanco y hace sonar el
shofar (un cuerno de un cabrito macho), este sonido
tiene un marcado significado religioso.

En esta festividad la conducta de los fieles tiene


mucho que decir, ya que se hace una “inscripción”
en el libro de la vida y en el libro de la muerte. Los
rabinos también le han dado a esta festividad la
connotación del “cumpleaños del mundo”, es decir, el
día que Dios creó al mundo.
El día después del año nuevo inician los diez días de
la penitencia, que culminarán hasta el Yom Kippur.
En estos días los fieles tratan de hacer una
introspección de su vida y realizan oraciones y
rituales a manera de conseguir la paz espiritual y el
arrepentimiento por los malos actos realizados.

El Yom Kippur
El Yom Kippur tiene dos connotaciones, por un lado
es una festividad que celebra el día que Moisés
desciende del Monte Sinaí con la segunda tabla de
los mandamientos; y por otro, es el día de la
anunciación, en donde se abre y se cierra el libro del
día del juicio. Ésta es la festividad más sagrada de
todas las judías.

Antes del Yom Kippur se han llevado a cabo los 40


días de arrepentimiento que inician en el último mes
del calendario (en el Elul) y Dios ha juzgado ya a los
fieles en el Rosh Hashanah, además les ha
concedido diez días de perdón.

Los arrepentidos reciben en el Yom Kippur la


felicitación de un buen y próspero año nuevo. Ese
día los fieles deben de pedir a Dios perdón por sus
actos, el día anterior a la celebración habrán pedido
perdón al resto de las personas.
Los judíos deben de ayunar ese día, además de
respetar cinco prohibiciones:
1) Comer y beber
2) Perfumarse
3) Mantener relaciones sexuales
4) Lavarse
5) Usar zapatos de cuero

La pascua judía
La pascua judía o Pesah es la otra festividad
importante. En ella se conmemora la salida de los
judíos de Egipto guiados por Moisés. La celebración
empieza después de la puesta de sol del día 14 del
Nissan.

El seder, (la cena festiva), es una ceremonia en


donde se come sólo cierto tipo de alimentos, cada
uno de ellos simboliza las tribulaciones por las que
pasaron los israelitas durante su esclavitud en
Egipto. Además se relata la narración del éxodo y se
hacen oraciones.

La festividad dura siete días, pero sólo en el primero


de ellos se celebra el seder. Los judíos ortodoxos se
abstienen de comer pan con levadura el resto de los
días y utilizan platos y cubiertos reservados para
esta celebración.
Dos Modos De Vivir La Fe
-Judaísmo ortodoxo. Se obedecen al pie de la letra
las leyes religiosas, incluso las más estrictas, como
no beber, conducir, o pulsar un botón eléctrico el
sábado, día de descanso judío-

-Judaísmo liberal. Más abierto en su modo de


entender y vivir su religión. Admiten que las mujeres
sean rabinos.

Lugares Sagrados
El templo por excelencia es el
Templo de Jerusalén, del que
solamente queda el Muro de las
Lamentaciones. Por otro lado, las
sinagogas son los lugares en los
que se reúne la comunidad judía
tres veces a la semana.
Durante la oración, los varones
deben llevar puesto el kippah, (“pequeño gorro”), y el
tallith, (“chal rectangular para cubrir los hombros”).
Allí se debaten cuestiones importantes para la
comunidad y son centros de estudio.
Conflicto
Un nuevo e importante factor de conflicto en las
relaciones Oriente-Occidente fue el final del mandato
británico en Palestina y la fundación del Estado de
Israel en parte de ese territorio, donde se había
refugiado una gran cantidad de judíos con motivo de
la persecución nazi. Desde hacía varios años,
Inglaterra se había mostrado favorable al sionismo
(doctrina que postulaba la unión de los judíos en una
sola nación), y había prometido a los judíos que les
sería otorgado un territorio para que establecieran su
nación en tierras palestinas, las que, de acuerdo con
la particular tradición histórica judía, les pertenecían
como herencia de sus antepasados que las habían
habitado en tiempos remotos.

En diciembre de 1947, la Asamblea General de la


ONU aprobó un plan que establecía la partición de
Palestina en dos Estados independientes, uno árabe
y otro judío, y de una zona internacional en la ciudad
de Jerusalén bajo control de las Naciones Unidas,
con una unión económica entre las tres entidades. El
plan fue inmediatamente aprobado por los judíos y
rechazado por los árabes, situación que generó
serios enfrentamientos entre ambas comunidades.
La creación del Estado judío en tierras palestinas, al
causar la expulsión de los pueblos árabes radicados
en ellas, creó uno de los más graves conflictos en la
política mundial del siglo XX.
El 14 de mayo de 1948, cuando los británicos
pusieron fin a su mandato y abandonaron Palestina,
fue proclamada la fundación del Estado de Israel. En
seguida, estalló la guerra entre el nuevo ejército
israelí y los árabes de Egipto, Líbano, Siria, Irak y
Transjordania, que atacaron el territorio del nuevo
Estado sionista. Esta guerra, que sería la primera de
una serie de enfrentamientos armados en la región,
se prolongó hasta enero de 1949 y finalizó con la
victoria de Israel que consolidó su posición y obtuvo
más territorio que el previsto en el plan de partición
propuesto por la ONU.

La derrota de Palestina ante Israel dio motivo para


que los árabes se sintieran defraudados y
traicionados no sólo por los países occidentales
aliados de Israel, sino también por los dirigentes
árabes incapaces de enfrentarse a su enemigo y
sospechosos de connivencia con el imperialismo
occidental. Todo ello fue el “caldo de cultivo” donde
se gestaron los movimientos populares y
revolucionarios árabes a partir de esa fecha, dando
origen al panarabismo (unión de todos los pueblos
árabes), movimiento de lucha para la liberación de
los territorios palestinos. Por otra parte, la riqueza
petrolera de los Estados árabes habría de constituir
un elemento más de discordia en aquel conflictivo
territorio, en donde el panarabismo se fue perfilando
como contrario al bloque occidental. La segunda
guerra árabe-israelí ocurrió entre octubre y
noviembre de 1956, conocida como la Guerra de
Suez, originada por las acciones emprendidas por el
presidente egipcio Gammal Abdel Nasser, cuya
orientación nacionalista y revolucionaria lo llevó a
enfrentarse a la Gran Bretaña. En julio de ese año,
en relación con las necesidades económicas para la
construcción de la presa de Assuán, Nasser decretó
la nacionalización del Canal de Suez e indemnizó a
los propietarios ingleses y franceses para proceder
después a prohibir el paso de los barcos israelíes
por el Canal. Esas acciones preocuparon seriamente
a los gobiernos de Inglaterra y Francia, ante el temor
de que Nasser suspendiera los embarques de
petróleo que sus países importaban utilizando como
vía el Canal de Suez. Este hecho provocó que Gran
Bretaña, Francia e Israel atacaran militarmente a
Egipto el 29 de octubre de 1956; con la respuesta
armada de este país, dio comienzo la segunda
guerra árabe-israelí. Ante la gravedad de la situación
en Medio Oriente, el Consejo de Seguridad de la
ONU se reunió en una sesión de emergencia en la
cual se acordó exigir a los países inva-sores su retiro
de Egipto. Bajo la presión de la ONU y sin haber
logrado el apoyo de Estados Unidos en este
conflicto, ingleses y franceses se retiraron , de
manera que la zona del Canal quedaba bajo
vigilancia de las Naciones Unidas en diciembre de
1956. Este fracaso de las potencias occidentales en
el Medio Oriente resultó en beneficio de la Unión
Soviética, que aprovechó la situación para intervenir
en la política de esta conflictiva región brindando a
Egipto ayuda económica y militar para la
construcción de la presa de Assuán, con lo cual se
fortaleció la posición de Nasser. Como era de
esperarse, pronto intervino el gobierno de Estados
Unidos para contrarrestar el dominio soviético. A
principios de 1957 fue promulgada la Doctrina
Eisenhower, que implicaba un programa de
asistencia económica y militar ofrecido por el
gobierno estadounidense a los países del Medio
Oriente. Ese mismo año, este programa fue
adoptado por Líbano, Libia, Turquía, Irak, Israel,
Túnez y Sudán, y eso permitió a Estados Unidos
participar en los conflictos que ocurrieran en la
región. De esta manera, el conflicto árabe-israelí
constituyó un factor más de discordia entre los dos
bloques, poniéndose en peligro la paz mundial cada
vez que la animosidad volvía a cobrar fuerza ante
los renovados intentos de los pueblos palestinos por
recuperar los territorios cedidos a Israel en 1948.

Con el apogeo del nasserismo, la difícil situación


entre los Estados Árabes e Israel, estabilizada en
1957, se deterioró de nuevo a partir de 1962 hasta
desembocar, en junio de 1967 en la tercera guerra
árabe-israelí, llamada la Guerra de los Seis Días,
que terminó con una espectacular victoria de los
israelíes, quienes ocupan los territorios árabes del
Sinaí, Gaza, Golán y Cisjordania, arrebatados a
Egipto, Siria y Jordania.

Tras la tercera guerra, los israelíes se afirman en los


territorios ocupados y las actividades bélicas quedan
limitadas a las acciones de los palestinos contra
Israel desde los países árabes vecinos. En Egipto, el
presidente Anwar al-Sadat, sucesor de Nasser tras
la muerte de éste en 1970, replantea un
nacionalismo más conservador y a favor de
Occidente, en tanto que en la región se intensifican
las presiones derivadas de la pugna Oriente—
Occidente. En octubre de 1973, la situación de
conflicto lleva a la cuarta guerra árabe-israelí —la
Guerra del Yom Kippur— en Suez y el Golán, que
tendría repercusiones muy negativas para el destino
económico de los países industrializados
importadores de petróleo. Por otra parte, esta crisis
representa el retroceso de la URSS en la región y el
aumento de la influencia de Estados Unidos, bajo
cuyo patrocinio no sólo se reorienta la política de
Sadat, sino se inician las negociaciones que llevan a
resultados reales y a acuerdos entre Egipto e Israel,
enmarcados en el giro que toma el Próximo Oriente
a mediados de los años setenta.

Intifada
Significa “agitación, levantamiento". Es el nombre
popular de dos campañas recientes del pueblo
palestino contra el régimen de ocupación de Israel
en los territorios ocupados de Cisjordania y la Franja
de Gaza. Es uno de los aspectos más importantes
de los últimos años del conflicto israelí-palestino.

Ambas intifadas empezaron como campañas de


desobediencia civil de los palestinos y fueron
intensificándose en un ciclo de violencia de
represalias recíprocas entre israelíes y palestinos.

La primera Intifada empezó en 1987; la violencia


decayó en 1991 y tocó a un fin más completo con la
firma de los acuerdos de Oslo (agosto de 1993) y la
creación de la Autoridad Palestina.
La segunda intifada, que se ha dado a llamar Intifada
de al-Aqsa, empezó en septiembre de 2000 y fue
terminada en febrero de 2005.

Principales Fechas Del Conflicto Entre Israelíes Y


Palestinos
9 de noviembre de 1947. La ONU aprueba el Plan
de Partición de Palestina. El proyecto prevé la
creación de dos Estados, uno judío y otro árabe,
mientras que Jerusalén y sus alrededores quedan
bajo administración internacional.

14 mayo de 1948. Se proclama el Estado de Israel,


pero los países árabes no aceptan su existencia y
comienza la primera guerra árabe-israelí.

24 de febrero de 1949. Termina la primera guerra


árabe-israelí. Israel amplia su territorio; Cisjordania,
que incluye Jerusalén Oriental, queda en manos del
reino de Transjordania. Mientras que la franja de
Gaza queda bajo control militar egipcio.

1950. El reino de Transjordania cambia su nombre


por el de Jordania y se anexiona Cisjordania.

Del 5 al 10 de junio de 1967.- Guerra de los Seis


Días, Israel se anexiona con el Sinaí egipcio,
Cisjordania y los Altos del Golán sirios.

6 de octubre de 1973. Siria y Egipto atacan a un


desprevenido Israel. Comienza la Guerra del Yom
Kippur (fiesta judía), que concluye poco después con
la victoria de Israel, si bien queda dañada la imagen
de un Ejército invencible.

27 de marzo de 1979. Israel y Egipto firman los


Acuerdos de Camp David por los que se devuelve el
Sinaí.

6 de junio de 1982. Israel invade El Líbano con el


pretexto de expulsar a la Organización para la
Liberación de Palestina (OLP).

10 de noviembre de 1987. Comienza la primera


Intifada o revuelta popular palestina.

Del 30 octubre al 3 de noviembre de 1991. Se


celebra en Madrid la Conferencia de Paz que marca
el principio del entendimiento entre israelíes y
palestinos.

13 de septiembre de 1993. El primer ministro


israelí, Isaac Rabin, y el líder de la Organización
para la Liberación de Palestina (OLP), Yaser Arafat,
firman en Washington una Declaración de Principios
que se basa en los acuerdos negociados en secreto
en Oslo y que otorga la autonomía para Gaza y
Jericó.

25 de febrero de 1994. Un colono judío mata a 30


palestinos en la mezquita de la Tumba de los
Patriarcas, en Hebrón.
3 de abril de 1994. El Ejército de Israel comienza el
repliegue de Jericó y Gaza, al tiempo que se
reanudan en El Cairo las negociaciones,
suspendidas tras la matanza de Hebrón.

4 de mayo de 1994. El primer ministro israelí, Yizahk


Rabin, y el presidente palestino, Yasir Arafat, firman
en El Cairo la puesta en marcha de la autonomía
palestina.

1 de julio de 1994. El líder palestino, Yasir Arafat,


llega a Gaza tras 27 años de exilio.

19 de octubre de 1994. 23 personas mueren en un


atentado suicida de Hamás en Tel Aviv.

28 de septiembre de 1995. El primer ministro


israelí, Yizahk Rabin, y el líder palestino, Yasir Arafat,
firman en Washington ante la presencia del
presidente estadounidense, Bill Clinton, el
denominado Oslo II o Acuerdo de Taba.

4 de noviembre de 1995. El primer ministro israelí,


Yizahk Rabin, es asesinado por un radical judío.

27 de diciembre de 1995. Después de 30 años de


ocupación, el Ejército completa la evacuación de
seis ciudades palestinas, aunque se pospone la
retirada de Hebrón.
20 de enero de 1996. Yasir Arafat gana las
elecciones en la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Del 25 al 29 de septiembre de 1996. El Ejército de


Israel reprime con dureza las protestas por la
apertura del túnel de los Asmoneos, en Jerusalén
Oriental. Los enfrentamientos causan ochenta
muertos, en su mayoría palestinos, y más de mil
heridos.

25 de julio de 2000. Fracasan las negociaciones


entre el primer ministro israelí, Ehud Barak, y el
presidente palestino, Yasir Arafat, reunidos desde el
día 11 de julio en Camp David, bajo la mediación del
presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.

28 de septiembre de 2000. Ariel Sharon visita la


Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén oriental,
lo que provoca el estallido de la segunda Intifada
palestina.

Diciembre de 2001. Sharon decreta el


confinamiento en Ramala del presidente palestino,
Yasir Arafat, a quien hace responsable de la ola de
atentados.

16 de junio de 2002. Israel comienza la


construcción de un muro de separación entre
palestinos e israelíes de más de 400 kilómetros y
que discurre por territorio ocupado de Cisjordania.
Miles de palestinos quedan aislados y cientos de
olivos arrasados. Más tarde el Tribunal de Justicia de
La Haya lo declarará ilegal.

17 de mayo de 2003. El primer ministro israelí, Ariel


Sharon, y su colega palestino, Mahmud Abás (Abu
Mazen), se reúnen para hablar sobre un nuevo plan
de paz denominado "Hoja de ruta" auspiciado por la
comunidad internacional.

11 de noviembre de 2004. Muere en Francia Yasir


Arafat después de varios días en coma.

9 de enero de 2005. Abu Mazen gana las


elecciones para sustituir a Yasir Arafat como
presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Relaciones Internacionales

Israel
Once minutos después de que fuera proclamado el
Estado de Israel el 14 de mayo de 1948, el
presidente estadounidense Harry S. Truman
extendió el reconocimiento al nuevo estado. Este
acto marcó el comienzo de una relación que está
basada en valores comunes y que se caracteriza por
una profunda amistad y respeto mutuos.

Ambos países son vibrantes democracias cuyos


sistemas político y legal están arraigados en
tradiciones liberales; ambos comenzaron como
sociedades pioneras; y ambos aún absorben e
integran nuevos inmigrantes. En algunas
oportunidades ambos países han “acordado estar en
desacuerdo”. Cuando surgen diferencias, éstas por
lo general radican en el hecho de que los Estados
Unidos sean una superpotencia con complejos
intereses globales, mientras que la principal
preocupación de Israel como pequeño estado en una
turbulenta región ha sido la preservación de su
seguridad y soberanía.

Al mismo tiempo que empezaba el desarrollo de las


relaciones políticas y diplomáticas con Israel,
Estados Unidos se unió a otros países occidentales
en un embargo de armas al Medio Oriente, creyendo
que de esta manera las tensiones regionales se
reducirían significativamente. Después de 1952, la
administración Eisenhower procuró el apoyo árabe a
un pacto de seguridad en el Medio Oriente
mostrando así un alejamiento radical de la
parcialidad de la administración Truman hacia Israel.
Las relaciones entre Washington y Jerusalén
volvieron a estrecharse recién a fines de los años
cincuenta, como consecuencia de la desilusión
norteamericana de la política del presidente egipcio
Gamal Abdel Nasser. Durante la administración
Kennedy, la política norteamericana anterior de
abastecimiento de armas fue modificada
levantándose el embargo existente.

Desde fines de la administración Johnson (término


de la década del sesenta), la diplomacia
estadounidense se ha basado en el reconocimiento
del derecho de Israel de existir dentro de fronteras
seguras y reconocidas que habrán de conseguirse
por medio de negociaciones directas con sus
vecinos árabes. Considerando que un Israel fuerte
es condición esencial para la consecución de la paz
en la región, Estados Unidos se ha comprometido a
mantener una ventaja cualitativa de Israel sobre los
ejércitos árabes. Durante las administraciones Nixon
y Carter, esta concepción contribuyó a lograr los
acuerdos de separación de fuerzas entre Israel y
Egipto y entre Israel y Siria (1973-1974), los
acuerdos de Camp David (1978) y el Tratado de Paz
Israelo-Egipcio (1979).

Durante la administración Reagan las relaciones no


sólo florecieron, sino que además se les otorgó un
contenido más formal y concreto. En adición a
compromisos anteriores, se firmaron memorándums
de entendimiento (1981, 1988) que constituyen la
base para la constitución de varios entes conjuntos
de planificación y consulta que a su vez generaron
una amplia gama de acuerdos prácticos tanto en el
campo militar como en el político. Estos marcos de
cooperación mutua fueron codificados
subsecuentemente en un memorándum más amplio.
La administración Bush hizo suya la iniciativa de paz
de Israel (1989) y copatrocinó la Conferencia de Paz
de Madrid (1991) que llevó a la realización de
conversaciones de paz en Washington D.C.
La administración Clinton jugó un papel clave en el
proceso de paz en el Medio Oriente apoyando
activamente los acuerdos entre Israel y los
palestinos, el tratado de paz de Israel con Jordania,
las negociaciones con Siria y los esfuerzos por
promover una cooperación regional, incluyendo el fin
del boicot árabe. Empeñada en mantener la
superioridad cualitativa de Israel, se comprometió
asimismo a minimizar los riesgos de seguridad en
los que Israel podría incurrir en su prosecución de la
paz.

La administración de George W. Bush ha adoptado


recientemente algunas importantes medidas para
respaldar a Israel en su lucha contra el terror, e
Israel apoya la visión del presidente Bush para poner
fin al terrorismo y lograr la paz.

La continua y profunda amistad entre Israel y los


Estados Unidos ha sido definida por diversas
administraciones norteamericanas en términos que
van desde la preservación de Israel como “un bien
básico de la política exterior estadounidense con
énfasis en una “especial relación” entre ambas
naciones, hasta una declaración de un “compromiso
estadounidense” con Israel. A comienzos de la
década del ochenta Israel fue considerado por los
Estados Unidos como un “bien estratégico” y fue
designado, de acuerdo a la legislación aprobada el
año anterior, como un “importante aliado fuera de la
OTAN”. El respaldo del Congreso a Israel proviene
de ambos partidos. El apoyo a la ayuda militar y
económica anual, el proceso de paz y la lucha de
Israel contra el terrorismo han sido muestras del
compromiso del Congreso con la amistad entre
Estados Unidos e Israel, como lo fue la aprobación
de la legislación (1995), que reconoce a Jerusalén
como la capital unida de Israel y llama al
establecimiento de la embajada de los Estados
Unidos en Jerusalén.

La “relación especial” comprende asuntos


económicos, políticos, estratégicos y diplomáticos de
interés común. Israel recibe actualmente alrededor
de 2.700 millones al año en ayuda económica y
militar (la ayuda económica está siendo reducida a
razón de 120 millones anuales y la ayuda militar se
reduce en 60 millones anuales hasta el 2008;
después de esa fecha Israel recibirá un total de
2.400 millones en ayuda militar), y el comercio entre
ambos países se ha reforzado con la firma del
Acuerdo de Área de Libre Comercio entre Israel y
Estados Unidos (1985). Se ha establecido un
creciente número de empresas conjuntas
patrocinadas por firmas industriales israelíes y
estadounidenses, y algunos de los estados
norteamericanos han iniciado acuerdo “de estado a
estado” con Israel, que incluyen una gama de
actividades desde la cultura hasta la agricultura.

Los Estados Unidos, por lo general, apoyan a Israel


en los foros internacionales, rechazando intentos
tanto en las Naciones Unidas como en sus entes
asociados de promover resoluciones anti-israelíes.
Ambos países cooperan para su mutuo beneficio en
el intercambio de información militar y de
inteligencia, así como en la guerra contra el terror
internacional y en la campaña contra las drogas. La
amistad entre ambos países es apoyada por la
comunidad judía y por un amplio segmento de la
sociedad norteamericana.

Canadá e Israel también mantienen relaciones


diplomáticas plenas desde hace muchos años, que
se basan en sus valores democráticos comunes y
sus lazos bilaterales son reforzados por intercambios
culturales y científicos. En la escena internacional, el
apoyo de Canadá a Israel se expresa por medio de
una posición generalmente pro-israelí en los
diversos foros de la ONU.

Palestina
Los líderes árabes se comprometieron a aportar todo
tipo de ayuda al pueblo palestino, pero no lograron
alcanzar un acuerdo en lo relativo a la creación de
un fondo destinado a la reconstrucción de la franja
de Gaza, según se indica en el comunicado final de
la Cumbre Económica árabe de Kuwait..

El rey Abdalá de Arabia Saudí, prometió mil millones


de dólares como ayuda a Gaza.

Sin embargo, en el comunicado leído por Amro Musa


no se hace ninguna referencia expresa a la creación
de un fondo para canalizar o distribuir las ayudas a
la franja palestina, que ha quedado seriamente
dañada tras cuatro semanas de intervención militar
israelí, en la que han muerto unas 1,200 personas y
otras 5,000 han resultado heridas.

Igualmente, en el documento se hace un


llamamiento para detener la escalada bélica en Gaza
y se exige la salida inmediata de las tropas israelíes
de ese territorio.

Intereses

Israel
El más importante interés nacional de Israel siempre
ha sido su seguridad territorial. En 1993, el
reconocimiento de la OLP como único representante
del pueblo palestino y -más importante aún- la
aceptación del derecho político del pueblo palestino,
así como la voluntad de negociar el Acuerdo del 13
de septiembre de 1993 a pesar de que podría
significar una pérdida de control de partes de la
zonas ocupadas, fue vista como la mejor estrategia
israelí para proteger y mantener su seguridad
nacional. La razón principal del Acuerdo se buscaba
en términos de su contenido y aplicación.

Frente a una fuerte crisis económica agudizada por


la migración masiva de judíos rusos a partir de 1990,
Israel tenía que llegar a una solución en cuanto a los
territorios ocupados. Ésta, por una parte, debía
reducir sus gastos (posiblemente acudiendo a una
mayor ayuda económica extranjera) y, por otra,
mantener la seguridad territorial de la nación. A partir
de 1991, se buscó este tipo de acuerdo y se
concluyó que la mejor manera de conseguirlo era
negociarlo con los palestinos.

Israel mantiene una continuada ocupación de los 40


Km. de largo por 15 de ancho que ocupa la
denominada franja de Gaza. Pero ¿Que saca Israel
del mantenimiento de un guetto? Capital. La mano
de obra, prácticamente esclava, y los escasísimos
recursos materiales de la región ya no son
explotados por empresas israelíes. Pero su beneficio
económico es escaso si lo comparamos con la
abundante entrada de capital que producen los
impuestos aduaneros que Israel cobra en forma de
peajes a la continuada ayuda humanitaria que llega
a Gaza.

Si analizamos un mapa de los enfrentamientos


realizados por Israel en los últimos años, pero
especialmente de la última ofensiva, veremos como
claramente sus ataques van dirigidos hacia
colectivos o zonas con las que Palestina podría
"comerciar" sin necesidad de pagar los peajes a
Israel. (Líbano, la frontera con Egipto...).

Poniendo como escusa la presencia de Hamás, un


partido legal y democrático, no lo olvidemos, Israel
se lanza contra Gaza con el objetivo oculto de
destruir parcial o totalmente las infraestructuras
públicas para aumentar, despues de la ofensiva, la
necesidad humanitaria de la población y, con ella el
numero de partidas humanitarias y por lo tanto los
ingresos en capital extranjero que necesita su
"tocada" economía para volver a la normalidad.
Israel pretende hacer negocio, cobrar impuestos
cuando la ONU, entre otras organizaciones
internacionales, manden ayuda a Palestina y quieran
reconstruir las infraestructuras del país. Por eso
Israel no destruye totalemente, no arrasa los
edificios ni aniquila a la población. Las bajas son
daños colaterales de una guerra económica.

Palestina
Progresivamente la OLP fue aceptando la fórmula de
la partición territorial pero exigiendo la
materialización de los derechos nacionales del
pueblo palestino: libre determinación, derecho a
disponer de un Estado y retorno de los refugiados.

El programa de la OLP postulaba "el establecimiento


de un Estado laico e independiente en todo el
territorio palestino, donde musulmanes, cristianos y
judíos vivan en paz, con los mismos derechos y
deberes". Ello implicaba, necesariamente, el fin del
actual estado de Israel. No obstante, sin renunciar a
esta meta, la OLP pasó a admitir como "solución
temporal" el establecimiento de un estado palestino
independiente "en cualquier parte del territorio
eventualmente liberado por las armas o del que
Israel se retire".
Los palestinos reclaman el fin de los ataques
militares, la devolución de los territorios ocupados y
la vuelta a las fronteras anteriores a 1967. Por su
parte, Israel exige el fin de la lntifada, se opone al
regreso de los desplazados, pretende mantener el
control sobre Jerusalén Este y rechaza la
descolonización de los territorios ocupados.

Desastre Humanitario
Según la ONG Human Rights Watch, entre 2005 y
2007 salieron desde Gaza 2.696 cohetes con
destino a Israel. Estos casi 3000 cohetes provocaron
4 muertos y 75 heridos.
En ese mismo
período, Israel
lanzó 14.617
misiles hacia
Palestina, que
provocaron 59
muertos y 270
heridos entre la
población árabe.

La diferencia no es
solo cuantitativa
(2696 frente a
14617 disparos),
sino cualitativa: cohetes contra misiles. Los árabes
utilizan fundamentalmente el cohete Qassam, de
fabricación casera, de escasa potencia y que no usa
ningún sistema de guía, por lo que la puntería
también es más bien escasa. Utilizan un combustible
que mezcla nitrato potásico y azúcar, y para hacer
el material explosivo se utilizan fertilizantes. En su
versión más “avanzada” consiguen un alcance de
unos 10km.

Israel, por su parte, dispone de uno de los ejércitos


más avanzados del mundo, con armamento
producido en Israel y Estados Unidos. Utiliza el obús
estadounidense M107, que tiene un alcance de 18
Km., una precisión de más o menos 25 metros y es
capaz de matar todo ser vivo que se encuentre en un
radio de entre 50 y 150 metros del lugar del impacto.

Desde que Hamás ganó las elecciones en enero,


Israel somete a los palestinos a un maltrato continuo.
Sin embargo, la comunidad internacional, centrada
en otros focos, como Líbano e Irak, muestra una
pasividad hiriente. En Gaza, la violación de derechos
humanos está llegando al límite.

“Es asombroso que unos pocos kilómetros más al


norte haya prosperidad y aquí encontremos una
miseria que rivaliza con la que pueda darse en
cualquier otro punto del planeta”. La afirmación
corresponde al judío británico David Mellor,
vicesecretario del Foreign Office, y habría que acudir
a las hemerotecas para encontrarla.
Aludía el político al tremendo contraste entre la
pobreza del territorio palestino y la riqueza israelí
días después de que estallara la primera Intifada, en
diciembre de 1987.
El poderoso Ejército hebreo mataba entonces a
jóvenes y niños que lanzaban pedradas a los
soldados.

Desde que explotó la segunda revuelta, en


septiembre de 2000, asesina a hombres armados y
a transeúntes que tienen la mala fortuna de pasar
junto a un miliciano. Una coincidencia casi imposible
de evitar en la franja, donde si algo abunda son los
fusiles y la munición. A los palestinos que consumen
sus días en Gaza les parece que este pedazo de
tierra, hoy sin apenas árboles, era el paraíso en la
época a la que se refería Mellor .

Siempre se han sentido engañados por el mundo.


Pero la frustración y la desesperación alcanzan
estos días cotas desconocidas.
Sufren un bloqueo económico que ha convertido
Gaza, pese a que la hospitalidad de los lugareños
con el extranjero nunca desaparece, en un lugar muy
desagradable.
El dirigible de las Fuerzas Armadas israelíes,
siempre vigilante, se mantiene suspendido sobre la
vertical de Erez, el cruce fronterizo a las puertas de
Gaza del que parte, hacia el mar y tierra adentro, un
muro de cemento.

Nada más franquear el lúgubre corredor de 600


metros que da entrada a la franja se divisan los
tanques sobre las lomas arenosas donde 15 meses
atrás se alzaban tres colonias judías.
Cientos de blindados rodean el pequeño territorio
(367 kilómetros cuadrados) desde hace cinco
meses. Invaden casi a diario por el sur y por el norte.

Desde el 25 de junio, fecha en que Hamás capturó a


un soldado israelí, y hasta el 1 de noviembre, los
uniformados han matado a más de un centenar de
militantes y a dos centenares de civiles, decenas de
ellos mujeres y niños. Se retiran a las pocas horas,
pero no tardan en volver a la carga.

Buques de la marina patrullan y disparan con


frecuencia a los barcos pesqueros que se atreven a
faenar más allá de las pocas millas autorizadas.

Los cazabombarderos y los helicópteros Apache


sobrevuelan Gaza; el zumbido amenazador de los
aviones no tripulados se siente a menudo.

Los alimentos llegan cuando el Gobierno israelí lo


estima oportuno. Así cada día. La sensación de
asedio es agobiante. Gaza es un gueto que dispone
de un aeropuerto que Israel no deja funcionar, y
carece de un puerto marítimo que Israel impide
construir. Completamente aislado, pese a que los
países árabes, los europeos, Estados Unidos e
Israel no le quitan el ojo, a la espera del colapso del
Gobierno de Hamás.

Siempre hay algún edificio que estaba en pie en la


última visita y que aparece ahora derruido por las
bombas israelíes.
A mediados de octubre le tocó el turno a las naves
industriales lindantes con la frontera, demasiado
cercanas a ésta para que los milicianos lancen
desde ahí sus cohetes caseros.
Es sólo un ejemplo de una destrucción gratuita, sin
sentido. En este caso lo decidieron los militares
sobre el terreno sin contar con la aprobación del
Ejecutivo de Ehud Olmert. El Gobierno turco canceló
una visita oficial a Israel por el destrozo de estas
fábricas y Washington también se quejó. Unas
protestas formales que no causan efecto alguno.
Israel siente que goza de impunidad absoluta.

En los 10 kilómetros que conducen hacia la ciudad


de Gaza, los socavones en las carreteras y los
puentes hundidos fuerzan cambios de ruta.

En los márgenes de la vía, camiones


despanzurrados, talleres con columnas quebradas
que dan la impresión de que pueden venirse abajo
en cualquier momento con los mecánicos dentro,
chatarra por todas partes, basura, muy escaso
tráfico, edificios descascarados, etc.
“La vida en Gaza es una mierda”, resume Munir, uno
de los taxistas siempre pendientes de la llegada de
los foráneos.
“Los militares israelíes entraron y dispararon contra
los depósitos de agua en el tejado”, comenta Ibrahim
Hamed, profesor universitario. Ibrahim muestra la
silicona que ha adherido a los bidones para impedir
las fugas de agua y señala desde la terraza la
ubicación de los carros de combate, ya compañeros
habituales. Vive con el miedo en el cuerpo: “Cuando
escuchamos que llegan los blindados nos metemos
en las habitaciones más seguras, las que tienen más
paredes de por medio”.
Enfrente de la espaciosa casa de Ibrahim y Amelia,
su esposa española, nada queda del inmenso
naranjal arrasado por los tanques no se sabe
cuántas veces. Sólo se observan unos pocos
edificios, uno de ellos derribado hasta los cimientos
por las excavadoras israelíes.

La familia Shimbari, mucho más desgraciada que la


de Ibrahim y su esposa, han perdido a un sobrino
que se asomó a una ventana de su casa para ver la
enésima incursión de los blindados. El 1 de
noviembre, un francotirador israelí le alcanzó
certero.
Aquel lunes 23 de octubre murieron siete miembros
de la familia Shimbari. Los mataron en el naranjal.
Ibrahim y Amelia vieron la matanza desde su
vivienda .

“Por las noches estamos acostumbrados a los


ataques, pero esta vez fue a las diez de la mañana.
La casa temblaba. Pude ver cómo cayó el primer
muerto y cómo las mujeres empezaron a gritar.
Retiraron unos metros el cadáver, y otro proyectil
cayó en el mismo lugar donde fue alcanzado el
primero de los Shimbari. Durante una hora, los
soldados apostados en una casa cazaron a otros
seis. Jamás había sentido ese pánico”
Sorprende, sin embargo, la calma de los deudos y la
naturalidad con que explican la matanza. Han visto
demasiadas. “Se ceban con nosotros porque
algunos miembros de nuestra familia están en la
resistencia”, dice Ali Shimbari bajo la carpa en la que
los familiares de los fallecidos reciben las
condolencias.

“De los israelíes no podemos esperar nada y los


árabes no existen. Antes confiábamos en países
como Francia, Alemania, España. Ahora sólo
contamos con Dios”, añade Ali, que afirma
pertenecer a Fatah, el partido laico palestino. Es la
tendencia dominante.

Los palestinos han mirado a derecha e izquierda,


abajo, al frente y a su espalda. Han luchado en
guerras contra el Estado de Israel; han rectificado y
optado por el camino de la negociación; han
comprobado que no les ha llevado a la meta
deseada, que para ellos las resoluciones de
Naciones Unidas que exigen el fin de la ocupación,
casi 40 años después, simplemente no se aplican.
No han hallado el camino.
Y ahora, cada vez más, miran al cielo y rezan a Alá.
Hombres que apenas escuchaban a los imanes, que
no pisaban las mezquitas y que incluso se
emborrachaban de vez en cuando, “hoy el alcohol
está prohibido” se han convertido en devotos
musulmanes.

Los cadáveres son el pan nuestro de cada día en


este territorio árido, invadido por la sensación de que
no hay alternativa a una calamidad que no deja de
agravarse, de que no hay manera de salir del pozo.

Además, la penuria está desembocando en la


indigencia de amplias capas de la población. Lo
saben los dirigentes de los países occidentales, que
pretenden con el bloqueo derrocar el Gobierno
islamista de Hamás elegido en las urnas en enero.
Poco importa que las consecuencias las padezca la
población civil.

Huele mal. La basura se amontona en las calles,


infinidad de ellas sin asfaltar. Una de las avenidas
del barrio de Zeitun, en la ciudad de Gaza, es un
auténtico vertedero. Apesta. Los críos juegan entre
los desperdicios y rebuscan en las bolsas.
“En los últimos meses, muchos niños están
enfermando de neumonía y gastroenteritis por la
mala nutrición; porque las casas están abarrotadas;
porque la basura no se recoge, la compra de
medicinas y de productos de limpieza se ha
desplomado y la medicina preventiva es un auténtico
lujo”, cuenta Raed Sabbah, médico del hospital
Mohamed A Durra.

En otra pequeña clínica, la farmacéutica Shada


Matar, siete años sin salir de Gaza, cuenta: “Muchos
enfermos no tienen nada, les atendemos gratis. Una
parte de nuestro trabajo es repartir leche a los niños.
La gente se ha enterado y se acerca para llevarse
algún cartón, pero no podemos satisfacer a todos y
cada vez tenemos más altercados porque los
nervios están a flor de piel. ¡Pero si casi todo el
dinero que tenemos lo gastamos en combustible
para los generadores!” Y es que la energía eléctrica
escasea desde que la aviación israelí bombardeó la
única central de Gaza a finales de junio. Otro castigo
colectivo más. Otro acto de barbarie que suscitó
tímidas protestas de los países occidentales, pronto
olvidadas.

El sector industrial representaba el 19% del


producto interior bruto palestino hace sólo siete
meses. Ahora está en el 10%. ?Todo lo que se
haga?, concluye, ?será papel mojado mientras no
dispongamos de una ventana al mundo?.
Según precisa Mohamed el Bakri, director de un
sindicato agrícola, la situación es perversa: Los
productos que ves hoy en los mercados son
israelíes. No dejan pasar aceite o harina si antes no
entran los artículos de sus empresas. Han cerrado
las terminales de carga durante la temporada de la
cosecha de fresas, y los campesinos, al año
siguiente, no cultivan porque no ven salida a su fruta.

Por eso las que hay están a precio de saldo. Lo


mismo sucede con las flores. En los últimos seis
años, los tanques israelíes han arrasado un tercio de
las tierras cultivables, y otra tercera parte no se
puede sembrar porque linda con la frontera. Ésta es
la política de la ocupación . Es sencillo: cuando
destruyen una fábrica en Gaza, las factorías del otro
lado producen más para reemplazar lo destruido
aquí.
Las tiendas están vacías. El abastecimiento es una
suerte de lotería que depende de cualquier
circunstancia menos de las necesidades del
mercado. O al menos de las urgencias del mercado
palestino.

Conducir por las noches es peligroso sin semáforos,


los socavones en el asfalto rebosan agua tras las
primeras lluvias del otoño. Han de adaptar los
horarios de comida a la disponibilidad de energía.
Las repentinas y bruscas llegadas de electricidad
rompen las computadoras. La lista de contratiempos
desde que los israelíes bombardearan la central
eléctrica es interminable .
Gran parte de la población vive de la ayuda
humanitaria que reparte la Agencia de Naciones
Unidas para la Ayuda de los Refugiados. Unos
cupones para los cientos de miles de los más
desfavorecidos, que casi han olvidado el sabor de la
carne y de muchas frutas. Están a la venta, sí, pero
a unos precios prohibitivos. Hay demasiada gente
que deambula por los mercados sin comprar nada.
Demasiados que sólo andan a la búsqueda de pan.

Conclusiones

-Primero les quitaron todo lo que tenían, luego los


metieron en guettos. Depuse los hicieron trabajar
para ellos mientras los mataban de hambre. Más
tarde, fueron matando a aquellos que no les eran
útiles y a aquellos que seguían sin resignarse a su
destino. Por ahora no les han cosido la media luna
en la chaqueta, pero si que han prohibido a los
partidos islámicos presentarse a las elecciones
"democráticas" de Israel donde 1/5 de la población
es árabe.

-En primer lugar, la ONU no es nadie para entregar


la tierra de los palestinos a los sionistas. En segundo
lugar los sionistas se apoderan de tierra palestina
por acciones terroristas, como fue declarado por el
gobierno colonial inglés. El asesinato y el terror
hicieron que muchas familias palestinas emigraran.
El reconocimiento de la ONU a Israel en 1948 les dio
unas fronteras que no han respetado, apoderándose
de más tierra Palestina, hasta ocupar casi su
totalidad. La superioridad militar viene dada por el
apoyo norteamericano.

Durante el imperio romano, unos judíos emigraron y


otros se quedaron en su tierra. Los que se quedaron
en su tierra, con el paso de los siglos se convirtieron
al Islam y son ahora los Palestinos. Que puede
reclamar de Palestina un judío ruso o un judío de
Sudáfrica. Las historietas que cuentan sus libros de
leyendas no son escrituras de propiedad. Hay
actualmente más de seis millones de palestinos
exiliados viviendo en campos de refugiados. Los que
continúan en Palestina viven en un gran gheto, en
condiciones de vida miserables, y los que viven en
Israel lo hacen sin ningún derecho cívico, como
ciudadanos de segunda, en un régimen racista como
el de Sudáfrica del apharheit.
Y por último, todo pueblo tiene el derecho a la
defensa de su territorio y de su integridad.
Biografía

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https://es.wikipedia.org/wiki/Conflicto_israel%C3%A
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https://es.wikipedia.org/wiki/Conflicto_%C3%A1rabe-
israel%C3%AD

2010 por Paya Frank

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