La definición de estado presentada por Guillermo O’Donnell en Algunas reflexiones acerca de la
democracia, el Estado y sus múltiples caras propone que: ‘’está enfocada en lo que el Estado es, no en la enorme variedad de cosas que el Estado hace o puede hacer. Asimismo, ella apunta al tema del poder, en términos de la gran concentración de poder (o, más precisamente, de poderes) implicada por el surgimiento y funcionamiento del Estado’’ y de acuerdo a esta definición el estado incluye cuatro dimensiones: la eficacia del estado como conjunto de burocracias, su efectividad como sistema legal, la credibilidad del estado como realizador del bien común de la nación o el pueblo y su condición como filtro adecuado al interés general de su población. Sin irnos muy lejos en américa latina podemos observar casos de estados que tienen un nivel bajo en cuanto a las dimensiones planteadas por esta definición de estado lo que nos muestra que hay una ineficacia de la burocracia lo que está creando una decreciente credibilidad en los gobiernos como auténticos intérpretes y realizadores del bien común de sus pobladores, pero a su vez podemos ver un gran contraste entre algunos de estos gobiernos siendo estos muy eficaces tales como ‘’maquinas represivas’’ y otros que no logran normalizar y homogenizar sus naciones y sociedades debido a esta falencias se presentan graves problemas en términos económicos y sociales lo que provoca una escasa capacidad por parte de los estados para democratizar sociedades afectadas por una larga y pesada historia de desigualdad, exclusión y heterogeneidad social.