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En el contexto de los negocios, ¿qué es el bootstrapping?

 Se
podría definir como el comienzo de un negocio sin dinero o, al menos,
con muy poco dinero. Ciertamente significa arrancar un negocio,
proyecto o idea sin la ayuda de firmas de capital de riesgo o incluso una
inversión significativa. Es decir, significa devolver al negocio el
dinero ganado por los clientes. Emprendimiento y financiación,
que siempre han ido de la mano, se reinventan.
Bootstrapping es una palabra inglesa que se utiliza en el mundo
anglosajón para expresar la idea de “iniciar un negocio con pocos
recursos” o “emprender únicamente con los medios que hay a tu
alcance”. Contempla el conjunto de técnicas para desarrollar una idea y
convertirla en negocio sin apenas recursos.

Mario López de Ávila, fundador de Agile Entrepeneurship Spain, «el


bootstrapping es llegar al mercado y generar ingresos lo antes posible
con el menor coste posible y aprovechándose de las situaciones
coyunturales que nos rodean. Cortar de allí y de allá, ahorrar costes, ser
autosuficiente, demostrar que podemos arrancar con los recursos
estrictamente necesarios”.
El bootstrapping está pensado sobre todo para microemprendedores y
pequeños equipos de trabajo llamados precisamente bootstrappers.

Existen dos tipos de pequeños emprendedores, dentro de los que se


engloban estas técnicas:

Microemprendendores: emprendedores que quieren permanecer


solos, sin empleados y que persiguen alcanzar un determinado estilo de
vida. Deben tener un producto para alcanzar su objetivo.

Bootstrappers: tienen una visión de negocio que va más allá de la


aventura personal, algo más grande que puede ser tres, cuatro o diez
empleados, los que sean, y con independencia del tamaño requerido
saben que deben desarrollar su idea y crecer para sobrevivir.

Algunas recomendaciones para el bootstrapping


Antes de lanzarte a la piscina los expertos recomiendan validar la idea
de negocio preguntando a gente imparcial, expertos y, si es posible, a
potenciales clientes que pudieran estar interesados en tu producto o
servicio. El propósito de este ejercicio previo es comprobar si existe
un mercado objetivo que pudiera estar interesado en el producto
ofrecido. Esto implica saber encajar las posibles críticas recibidas
por parte de los mentores o expertos consultados.
Uno de los errores más habituales del emprendimiento actual es pensar
que el objetivo de una startup es tratar de convencer a los inversores de
lo interesante que es la empresa, en vez de tratar de persuadir a los
clientes con un producto o servicio genuino que se ajuste a
sus necesidades. Pues bien, en el bootstrapping el objetivo son los
clientes, ya que de ellos depende la prosperidad de la idea de negocio,
sobretodo al principio.
Un principio básico de este modelo basado en la autofinanciación es
reinvertir todos los recursos generados en el negocio para tratar de
mejorar el producto o servicio. Esto supone tener que renunciar a
los beneficios generados desde el primer momento hasta conseguir
consolidar el proyecto en el mercado. Por tanto, el emprendedor debe
disponer de otra fuente de ingresos que le proporcione recursos
económicos estables mientras se trabaja en la idea de negocio.

Es importante también generar cierta expectativa en los potenciales


clientes para ver su capacidad de respuesta al producto o servicio
ofrecido, por eso interesa generar campañas de marketing previas al
inicio de la actividad. Esta estrategia también permitirá al emprendedor
disponer de una amplia base de posibles clientes con la que definir
el target comercial del negocio y concentrar sus esfuerzos en él para
ofrecer un producto competitivo.
Para terminar haremos mención a uno de los artículos básicos del
bootstrapping de Guy Kawasaki, uno de los expertos más influyentes
en el campo de la innovación, las startups y el nuevo management. En
dicho artículo Kawasaki hace referencia a 11 principios básicos del
bootstrapping que todo emprendedor debe tener en cuenta antes de
invertir sus ahorros en un proyecto:
1. Céntrate en la caja, no en la rentabilidad
2. Planifica de abajo a arriba
3. Primero entrega y luego prueba
4. Olvida eso del equipo “con experiencia”
5. Empieza como empresa de servicios
6. Pon foco en la función, no en la forma
7. Escoge bien tus batallas

8. Siempre ve escaso de personal


9. Ve directo al cliente
10. Posiciónate contra del líder
11. Y por último, la más importante de todas, coge la “pastilla
roja”

1. La resiliencia es la clave: La capacidad de reinventarnos y de


mostrar una confianza total en el proyecto nos animará a seguir
adelante con los mínimos recursos posibles y, además, mostrar al
exterior la fe que tenemos en nuestra empresa. No tenemos todo lo que
necesitamos, pero sí necesitamos todo lo que tenemos, tanto material
como sobre todo mental: toda nuestra esperanza en lo que estamos
emprendiendo.
2. No dejes tu trabajo: compagínalo: Es un error a la hora de
emprender el pensar que debemos depositar toda nuestra fuerza
económica en un nuevo proyecto que además iniciamos sin recursos.
Debemos utilizar todo nuestro esfuerzo (y eso conllevo muchas horas al
día) para compaginar un trabajo, una nómina, con sacar adelante la
startup. Incluso, si somos despedidos, realizar lo que López de Ávila
llama “INEMprender”; es decir, emprender utilizando los recursos de la
prestación por desempleo.
3. Necesitamos un presupuesto operativo: Según Mario López de
Ávila, la primera causa de fracaso de una startup es haber recibido
financiación profesional muy pronto, crecer muy rápido sin muchas
veces saber cómo emplear el dinero, dónde invertir o dónde dirigir los
pasos siguientes. Con el bootstrapping solamente necesitaremos un
instrumento financiero: el presupuesto operativo que nos permita saber
con lo que contamos y a dónde podemos llegar. Trampear nos sirve
además para evitar gastos innecesarios, nos agudiza el ingenio y nos
prepara a la hora de dar los siguientes pasos de forma más segura.
4. Ser descarados y atrevidos: No debemos temer a la hora por
ejemplo de plantear un trueque con otra empresa o con alguna persona.
Puede ser una excelente forma de conseguir los recursos que
necesitamos sin demasiado dinero. El límite, una vez más, está en la
creatividad y en lo atrevidos que podamos ser. Seguro que podemos
ofrecer a otras empresas elementos que nosotros tenemos a cambio de
lo que necesitamos de ellas.
5. Implanta la cultura del ahorro: No hablamos de austeridad, sino
de saber qué es lo que de verdad necesitamos y lo que es superfluo. Nos
servirá para desarrollar nuestra creatividad y para aprender a ser
autosuficientes desde el principio. Seremos más competitivos y
demostraremos al exterior que sabemos valernos por nosotros mismos,
que creemos en lo que hacemos y que sabemos manejarnos en
situaciones extremas.
6. Alianza con early adopters: Importante el contar con el apoyo de
gente que quiere invertir porque le va la vida en ello, porque quiere
solucionar el problema tanto como nosotros. No necesitamos inversores
multimillonarios. Preferiremos inversores que crean en nosotros con los
mínimos recursos, que nos apoyen y crean en nosotros desde el inicio de
nuestro trampeo. Otra posibilidad es el crowdfunding, fórmula financiera
con la que puedes adquirir una cantidad de dinero que te aportan varias
personas de manera sencilla.
7. Marcarnos un claro y único objetivo: Con la escasez de recursos,
tenemos que obligarnos a nosotros mismos a centrar los esfuerzos en
una sola dirección, la necesaria para generar clientes y, por tanto,
ingresos. Además, el hecho de aterrizar desde el minuto uno en el
mercado permite probar, experimentar y, si fuera necesario, cambiar.
8. No tener prisa, sino saber esperar el momento: La modalidad
de bootstrapping a la hora de emprender muchas veces implica también
lentitud a la hora de crecer y de desarrollar nuestra idea. Esta modalidad
es incompatible con aspirar a tener resultados inmediatos o con lograr
una gran repercusión que luego no se convierta, directamente, en
negocio. Pero la paciencia y de nuevo la confianza en el proyecto nos
ayudará.
9. Cliente, cliente, cliente: Ese es nuestro objetivo, el convencer a los
futuros clientes de que nuestra startup es lo que necesita. No
perderemos tiempo en buscar inversiones ni en pelearnos con las
entidades bancarias, no nos obsesionaremos. Nos centraremos en
nuestro producto/servicio para conseguir que nuestro negocio florezca
gracias a nuestro empeño y dedicación.
10. Presentarse a premios, certámenes y concursos: Muchas
empresas y organismos organizan diversos certámenes que pueden
resultar una fuente importante de ingresos extra. También pueden
ayudar aportando tecnologías, materiales o asesoramiento gratuito.
Todo esto implica que no debemos tener miedo a presentarnos a estos
certámenes, nunca se sabe si nuestra idea puede ser la premiada.

VENTAJAS EN LAS
DIAPO

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