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Uno de los pilares instrumentales del sistema de la Seguridad Social lo constituye el conjunto
de reglas de financiación en su doble vertiente: ingresos y gastos. Todo sistema de Seguridad
social requiere de normas que establezcan cuales van a ser las fuentes de ingresos y también
las reglas que fijen cómo se van a aplicar estos ingresos en tanto que gastos.
Modelos de financiación
Uno de los datos que mejor caracterizan a un determinado sistema de Seguridad Social es la
forma en que obtenga recursos. Existen dos opciones:
Sistema de tipo contributivo: se aplica una fórmula basada exclusivamente en las cotizaciones
de empresas y trabajadores. Dota de legitimidad a la demanda de protección y se adapta
perfectamente a un Sistema de Seguridad Social de tipo profesional ya que las contribuciones
se han de realizar en función de las remuneraciones salariales, además cabe garantizar
derechos de prestación que se correspondan con las cotizaciones pagadas. Hay también serios
inconvenientes: Es un sistema menos progresivo y tiene un efecto redistributivo limitado
porque opera sólo entre personas activas, expresa un principio de solidaridad referido solo al
ámbito profesional e implica altos costes para para garantizar prestaciones de calidad siendo
muy sensible a los efectos inflacionistas, a factores demográficos y de empleo, así como a las
consecuencias de las situaciones de crisis económica, factores todos ellos que pueden generar
problemas de equilibrio financiero y de sostenibilidad en los sistemas profesionales o
contributivos.
La elección entre una u otra basada en las cotizaciones tiene implicaciones importantes por lo
que hace a los principios que inspiran la Seguridad Social. En el caso español, se pone de
manifiesto que aún siguen operando con enorme fuerza las técnicas derivadas de los seguros
privados ya que la fórmula de la cotización revitalizada el principio de que solamente los
asegurados y beneficiarios son los que deben subvenir a los
Esto hace que el sistema costes en que incurre la Seguridad Social cuando se hace
español de la Seguridad cargo de sus situaciones de necesidad, que los ingresos por
Social pueda calificarse cotizaciones se destinan exclusivamente a financiar las
desde la perspectiva de la
prestaciones contributivas, y que éstas estarán en función en la función de las cotizaciones,
convirtiéndose en sustitutivas del salario reproduciendo la jerarquía previa de los mismos.
Esencialmente las prestaciones no contributivas de la Seguridad Social y las que, como
complemento de otras contributivas, se inspiran en la misma lógica de atender estados reales
de necesidad de la que son expresión los llamados complementos a mínimos.
Art. 109.1 LGSS: al establecer que los recursos generales del Sistema español de Seguridad
Social están integrados por:
a) Las aportaciones del Estado a través de los Presupuestos Generales del Estado.
b) Las cuotas de las personas obligadas.
c) Las cantidades recaudadas en concepto de recargos, sanciones u otros de naturaleza
análoga.
d) Los furtos, rentas o intereses.
En el apartado 2 añade que las prestaciones contributivas, es decir, las que se otorgan en
razón de, y calculándose con base en las cotizaciones previamente abonadas por el sujeto
protegido deben financiarse básicamente por las cuotas de las personas obligadas. Mientras
que se deja a la financiación impositiva la de las prestaciones no contributivas y universales, es
decir, aquellas cuya razón de ser es la situación real de necesidad económica del ciudadano
(jubilación o invalidez de quien carece rentas de subsistencia, los complementos a mínimos de
las pensiones y asignaciones por hijo a cargo) además de la asistencia sanitaria, las
prestaciones y servicios de asistencia social y servicios sociales salvo los relativos a
contingencias profesionales que, en todo caso no forman parte de la Seguridad Social. Esto es
llamado ahora principio de separación de las fuentes de financiación.
En lo que concierne a la vertiente del gasto se ha de subrayar que no existe una correlación
natural entre la forma de obtención de los recursos económicos y la financiación de los
distintos niveles de protección. Una cosa es el modo en que se obtienen los recursos y algo
muy distinto es la finalidad que se impone a esos recursos. La opción por el modo de aplicar
recursos es, más que técnica y por lo tanto intrínseca a la forma de obtenerlos realmente
política y sujeta a laos coyunturas de cada concreto sistema de Seguridad Social.
En el caso del sistema español, que ha asumido el principio financiero de reparto para todos
los regímenes que integran el Sistema y para todas las contingencias, con la excepción de las
pensiones de incapacidad permanente o de muerte causadas por accidente de trabajo. En
estos casos se aplican reglas de capitalización impropia del importe de dichas pensiones de tal
modo que, en el momento de nacer el derecho, se capitaliza todo el coste de la prestación.
El fondo fue creado por la Ley 24/1997 y establece que se destinarían los excedentes a nivel
contributivo con la finalidad de atender a las necesidades futuras del Sistema de Seguridad
Social en materia de Prestaciones contributivas y garantizar su equilibrio financiero. Se nutre
de una parte, de los excedentes de ingresos (esencialmente cotizaciones) que financian las
prestaciones contributivas siempre que las condiciones económicas y la situación financiera de
la Seguridad Social lo permitan y, de otra parte, por los excedentes de gestión de las Mutuas
después de dotar la Reserva de Estabilización por contingencias comunes. La referencia a las
condiciones económicas y a la situación financiera de la Seguridad Social deja un amplio
margen de maniobra al Gobierno para establecer la cuantía de las dotaciones anuales al
Fondo, donde el propio art. 120 LGSS le faculta para fijarlas. Esto ha conllevado que a veces las
dotaciones hayan sido muy inferiores a los superávits anuales del Sistema, cuando han existido
debido a que gran parte de esos excedentes se han destinado a otras finalidades. La
rentabilidad del fondo, los excedentes que se ingresan en él son susceptibles de ser invertidos
en renta fija o deuda pública española y extranjera como así lo establece el art. 122.1 LGSS.
Esto ha supuesto que el fondo haya desarrollado esencialmente la función de financiar la
deuda pública española.
Pero el Fondo de Reserva no solo sirve para acumular dotaciones, sino que su función es,
justamente la de garantizar el equilibrio financiero del Sistema de Seguridad Socia, por tanto
debe cubrir los déficits estructurales que pueden surgir anualmente. Ello ha determinado que
el Gobierno haya habilitado un 3% de la dotación del fondo de reserva para financiar las
pensiones contributivas de la Seguridad Social (art. 121 LGSS), es decir, que haya decidido
utilizar los recursos acumulados para cubrir el déficit de la Seguridad Social hasta un importe
máximo equivalente al déficit presupuestario anual de la Seguridad Social durante los años
2012 a 2014 y hubo una habilitación que se reproducción en los años 2015 y 2016.
Es lógico suponer que, manteniéndose el déficit de la Seguridad Social, aunque sea en cuantía
menor, seguirán siendo necesarias para afrontarlo las disposiciones del Fondo que ya no
alcanzaría siquiera a cubrir tal déficit. De ser así el Fondo dejaría prácticamente de existir y con
él la cobertura financiera, aunque temporal, que prestaba a la Seguridad Social.
Hay que tener en cuenta que el coste total de la Seguridad Social para el año 2019, se ha
presupuestado, como se ha dicho, en más de 154 mil millones de euros, de los que casi 120 mil
millones corresponden al gasto en pensiones mientras otras prestaciones totalizan más de 11
mil millones, dejando al margen 17 mil millones de euros en gastos de gestión y
administración. Los ingresos previsibles se sitúan en torno a los 139 mil millones de euros, una
diferencia que se proyecta cubrir con las aportaciones del Estado y con la ya limitada
capacidad financiera del Fondo de Reserva.
- És subjecte:
o Protegeix les persones en situació de dificultat econòmica.
o Elimina efectes indesitjables de l’estructura econòmica.
o La S. Social pot alterar el funcionament econòmic.
- És objecte: L’economia influencia la Seguretat Social: condiciona els recursos
disponibles: per exemple, si hi ha més atur, hi haurà menys cotitzacions i impostos, per
tant menys recursos per pagar pensions o sanitat.
- Capitalització: com un compte al banc: cadascú rep el que ha estalviat més interessos.
o Pròpia generació
o Risc demogràfic.
o Ris financer
- Prestació definida: la llei fixa les prestacions, les quotes s’agrupen el que calgui per
pagar-ho.
- Contribució definida: la llei fixa les cotitzacions, les pensions s’ajusten al que hi hagi.