A grandes rasgos esta lectura nos introduce el concepto de metaloide, en el cual se realizó una investigación que a los metaloides cuestionando las bases para clasificarlos entre ellos el polonio y astato como metaloides. El concepto de un metaloide como un miembro de una clase de elementos que son intermedios entre los metales y los no metales no es nuevo, sin embargo este concepto solo ha sido razonablemente aceptado a partir de 1940-1960 donde resonó más, y aún no se ha definido más claramente, aunque solo se trate de establecer una vinculación común o central de metaloides. Es de llamar la atención una encuesta reciente de 194 metaloides y una descripción poco conocida de metaloides basada en tres criterios. Consecuencia de esto es que los elementos más comúnmente reconocidos como metaloides en la encuesta son los mismos elementos cuyas propiedades se usaron para informar la descripción de tres criterios. Las clasificaciones de El selenio, el polonio y el astato, así como el estaño gris y otros elementos similares a metaloides, son los que se estudian brevemente este artículo. Sobre la ya mencionada encuesta de elementos comúnmente reconocidos como metaloides a través de una rigurosa búsqueda bibliográfica, en el artículo se recolectó una lista de 194 metaloides, que datan de 1947 en e incluye 26 elementos diferentes identificados como metaloides, en 67 configuraciones de listas diferentes, con un promedio de poco más de siete elementos por lista. Los elementos identificados con mayor frecuencia como metaloides son: Boro, silicio, germanio, arsénico, selenio, antimonio, teluro, polonio y astato. También podemos agregar otros elementos identificados ocasionalmente como metaloides: Carbono, el aluminio y el bismuto son los favoritos. Los resultados de la encuesta son consistentes con las afirmaciones hechas por otros autores de que seis elementos son comúnmente reconocidos como metaloides: boro, silicio, germanio, arsénico, antimonio y teluro. Un metaloide es un elemento químico que, en su estado estándar, tiene la estructura de banda electrónica de un semiconductor o un semimetal, un primer potencial de ionización y una electronegatividad intermedios (1.9−2.2, Pauling). Se los metaloides son típicamente semiconductores, "aunque el antimonio y el arsénico tienen conductividades eléctricas que se acercan a las de los metales". Masterton y Slowinski describen el uso de estos tres criterios definidos, los metaloides tienden a caracterizarse agrupadamente en términos de generalidades o unas pocas propiedades físicas o químicas ampliamente indicativas, con un solo criterio o atributo cuantitativo como la conductividad eléctrica, la eficiencia del empaque o el carácter ácido-base de los óxidos de grupo.
Los seis elementos comúnmente reconocidos como metaloides que se enlistaron en la
encuesta bajo la descripción de los tres criterios de metaloides establecidos por Masterton y Slowinski proveen de una base sólida que resulta útil para establecer una definición mucho más formal de lo que es un metaloide. Ejemplo de esto es el selenio que se clasifica mejor como no metal y el polonio como metal. Con base a sus propiedades predichas y observadas, también una astatina puede considerarse razonablemente como un metaloide o un metal. La astatina es un metal con los otros metales en el bloque p, o los que se encuentran más próximos, podría considerarse como un metal pobre o químicamente débil, no metálico. Algo similar ocurre con el estaño gris y otros elementos con estructuras de bandas semimetálicas o semiconductoras, como es el caso del grafito y el bismuto, aunque no están dentro del alcance de la definición de metaloide puesta en este artículo, sino pensarlo útilmente como metaloides próximos, en la clasificación de su carácter de metaloide.