El hombre se desarrolla en base a determinados derechos, derecho la
propiedad, derecho a la posesión, pero todos estos derechos tienen un
contenido económico que tiene utilidad para el hombre. Entonces esa rama que va a regular las relaciones entre el hombre, la persona y el bien se llama derechos reales. Podemos definir entonces que Derecho real, es aquel poder que tiene una persona sobre una cosa para obtener una utilidad, un beneficio y la persona va a tener un poder sobre dicho esa relación poder sobre dicho bien. Como mencionamos anteriormente uno de estos derechos es la propiedad, y como consecuencia de este ella, nacen los frutos y productos de la cosa que los produce. Se dice que los productos son los provechos no renovables que se extraen de un bien, mientras que los frutos son los provechos renovables que produce un bien, sin que se altere ni disminuya su sustancia. Los frutos y los productos tienen en común el ser provechos, esto es, rendimientos generados a partir de un bien principal. Se diferencian en el fin económico social que cada uno de ellos tiene, sin embargo, los dos todos forman un todo jurídico. Con respecto al derecho de propiedad, necesariamente debemos hablar sobre la posesión es el ejercicio de hecho de uno o más poderes inherentes a él. Entre las clases de posesión tenemos a la Posesión legítima, que es la que se ejerce de acuerdo a lo establecido por ley, el título que se posee es lícito. También está la posesión ilegítima es la que se ejerce sin título, se adquiere por un modo insuficiente para constituir derechos reales o cuando se adquiera de quien no tenía derecho para poseer la cosa o de quien no tenía derecho para transmitirla. A su vez la posesión ilegítima puede ser de buena fe o de mala fe, será de buena cuando el poseedor cree legítima su posesión ignorando que su título adolece de algún vicio que lo invalide. Por el contrario, de mala fe cuando el poseedor tiene conocimiento que posee el bien injustamente, es decir, sin derecho. La naturaleza jurídica de la posesión radica en que la mayor parte de la doctrina considera a la posesión como un hecho con efectos jurídicos. Si bien la posesión no es un derecho en sí, era necesario que se le otorgue una protección, de manera que un poseedor no se vea en la obligación de probar su título posesorio, cada vez que alguien intente interrumpir su posesión. El tema de los derechos reales, es un tema muy amplio, en él también podemos hablar de un ejercicio abusivo del derecho y en cuanto a su carácter absoluto se debe resaltar, que el titular puede exigir frente a todos el respeto del derecho real de que se trate y además puede obligarles a que no afecten este derecho. Ahora bien, si hablamos del ejercicio de los Derechos reales, no se puede ejercer de manera abusiva, todo debe ser conforme a los límites que nos otorga la ley.