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MINERÍA Y MARCO INSTITUCIONAL, LEYES DEL COBRE Y ROYALTY.

NOTAS Y APUNTES VARIOS

Luis Díaz Correa

Estas son notas de algunos hechos históricos relevantes en la minería del cobre.
1930

Durante este gobierno, vía aumento del gasto fiscal por prosperidad económica, se crea como
Banco de Fomento la Caja de Crédito Minero, con el objeto de fomentar el incremento de la
producción minera. La CACREMI fue la antecesora de los que es hoy día la ENAMI.

1952

Se Inaugura la Fundición de Cobre Hernán Videla Lira-Paipote, dando un impulso a la pequeña y


mediana minería

1953-1955

Se Crea el Ministerio de Minería y posteriormente el Departamento del Cobre en ese ministerio

El 5 de mayo de 1955, bajo el Gobierno del Presidente Carlos Ibáñez Del Campo, se promulgó la
Ley N° 11.828, también llamada Ley del "Nuevo Trato". Esta, junto a la creación del Departamento
del Cobre, pretendió establecer un régimen tributario para las empresas de la Gran Minería del
Cobre manejando el interés con relación al aumento de la producción. Así, la tasa de impuestos
decrecía en concordancia con la superación en determinados límites de la productividad. Esta ley
rigió entre 1955 y 1964

El Departamento del Cobre será en el futuro lo que es hoy día la COCHILCO.

1960

Se crea por Decreto Ley 153 la ENAMI (Empresa Nacional de Minería).

1964

Se inaugura la Fundición Ventanas y se inicia la construcción de la refinería del mismo nombre. El


complejo fue propiedad de ENAMI hasta el año 2004. A partir de esa fecha, el complejo es
transferido a Codelco mediante ley de la República. El Ministro de Minería Alfonso Dulanto
Rencoret (2003), encargó al Departamento de Economía de la Universidad Diego Portales un
informe pericial que confirmara si una valorización de US$ 373 millones del complejo Ventanas
correspondería al precio de mercado de este complejo. La realización del informe fue dirigida por
vuestro Profesor.

1964

Gobierno de Eduardo Frei Montalva y su programa, destacando una nueva política cuprífera
conocida como la Chilenización del cobre (1964).
Esta acción permitió la intervención chilena en la propiedad y dirección de la gran minería del cobre
mediante la asociación con el capital extranjero; asimismo, proponía un aumento sustancial de la
producción mediante fuertes inversiones y la refinación completa del cobre en nuestro territorio
(1966). La Sociedad Nacional de Minería también se sumó a este debate velando por una visión
más técnica que potenciara la inversión extranjera. En plena marcha de este proceso, el alza del
precio del cobre y las altas utilidades de las corporaciones norteamericanas, reavivaron en la
opinión pública el debate sobre una nacionalización total, obligando al Gobierno a poner en marcha
la llamada nacionalización pactada (Memoria Chilena)

Entre 1964 y 1970, la producción total de cobre fino se incrementó desde 684.200 TM a 1.241.000
TM.

1971

Al finalizar el gobierno de Eduardo Frei Montalva, el camino a la nacionalización integral de la gran


minería del cobre quedó abierto. Se puso en marcha un inmediato proceso hacia la nacionalización
y estatización de la gran minería del cobre. Este proceso culminó el 11 de julio de 1971, cuando
el Congreso Nacional aprobó, con muy pocas modificaciones y por votación unánime, la enmienda
constitucional que hizo posible la nacionalización total del cobre, caratulada como Ley Nº 17.450.
(Memoria Chilena).

Chiquillos, deben comprender que la modificación constitucional significó la nacionalización y


estatización de las empresas cupríferas, como las de la Anaconda Copper Company, la Kenecott
Copper Company y la Andean Copper Company, que producían más de 75.000 TM de cobre fino.

A éstas se incluyó Andina, que producía menos de 75.000 TM.

Se dieron cuenta, se nacionalizó la Gran Minería del Cobre, más Andina, por lo cual la diferencia
jurídica entre gran minería y el resto está definida por nuestros cuerpos legales con el límite de
75.000 TM de cobre fino.

1974

FIJA TEXTO REFUNDIDO, COORDINADO Y SISTEMATIZADO DEL


DECRETO LEY N° 600, DE 1974, ESTATUTO DE LA INVERSION
EXTRANJERA

 TITULO I
    De la Inversión Extranjera y del Contrato de Inversión

En resumen, se trata de un contrato entre el Estado de Chile y el Inversionista extranjero,


para una suma no inferior a US$ 50 millones. Entre las garantías que el contrato entrega al
inversionista extranjero, destaca la INVARIABILIDAD TRIBUTARIA (Rigen las normas
tributarias existentes a la firma del contrato y por el tiempo que estipula en contrato). Al
inversionista extranjero, ni siquiera por ley, se le pueden modificar las normas tributarias
sin su consentimiento.

    Artículo 1°.- Las personas naturales y jurídicas extranjeras, y las chilenas con residencia y
domicilio en el exterior, que transfieran capitales extranjeros a Chile y que celebren un contrato de
inversión extranjera, se regirán por las normas del presente Estatuto.

    Artículo 2°.- Los capitales referidos


precedentemente podrán internarse y deberán valorizarse
en las siguientes formas:

a)  Moneda extranjera de libre convertibilidad,


internada mediante su venta en una entidad
autorizada para operar en el Mercado Cambiario
Formal, la que se efectuará al tipo de cambio más
favorable que los inversionistas extranjeros
puedan obtener en cualquiera de ellas;
b)  Bienes físicos, en todas sus formas o estados, que
se internarán conforme a las normas generales que
rijan a las importaciones sin cobertura de cambios.
     Estos bienes serán valorizados de acuerdo a los
procedimientos generales aplicables a las
importaciones;
c)  Tecnología en sus diversas formas cuando sea
susceptible de ser capitalizada, la que será
valorizada por el Comité de Inversiones
Extranjeras, atendido su precio real en el mercado
internacional, dentro de un plazo de 120 días,
transcurrido el cual, sin que esa valorización se
hubiere producido, se estará a la estimación jurada
del aportante.
     No podrá cederse a ningún título el dominio, uso y
goce de la tecnología que forme parte de una
inversión extranjera, en forma separada de la
empresa a la cual se haya aportado, ni tampoco
será susceptible de amortización o depreciación;
d)  Créditos que vengan asociados a una inversión
extranjera. Las normas de carácter general, los
plazos, intereses y demás modalidades de la
contratación de créditos externos, así como los
recargos que puedan cobrarse por concepto de
costo total que deba pagar el deudor por la
utilización de crédito externo, incluyendo
comisiones, impuestos y gastos de todo orden,
serán los autorizados o que autorice el Banco
Central de Chile;
e)  Capitalización de créditos y deudas externas, en
moneda de libre convertibilidad, cuya contratación
haya sido debidamente autorizada, y
f)  Capitalización de utilidades con derecho a ser
transferidas al exterior.

    Artículo 3°.- Las autorizaciones de inversión


extranjera constarán en contratos que se celebrarán por
escritura pública y que suscribirán, por una parte, en
representación del Estado de Chile, el Presidente del
Comité de Inversiones Extranjeras cuando la inversión
requiera de un acuerdo de dicho Comité o el
Vicepresidente Ejecutivo en caso contrario, y por la
otra, las personas que aporten capitales extranjeros,
quienes se denominarán "inversionistas extranjeros" para
todos los efectos del presente decreto ley.
    En los contratos se fijará el plazo dentro del cual
el inversionista extranjero deberá efectuar la
internación de estos capitales. Este plazo no excederá
de 8 años en las inversiones mineras y de 3 años en las
restantes. Con todo, el Comité de Inversiones
Extranjeras, por acuerdo unánime, podrá, en el caso de
inversiones mineras, extender el plazo hasta doce años,
cuando se requieran exploraciones previas, considerando
la naturaleza y duración estimada de éstas, como
asimismo, en el caso de inversiones en proyectos
industriales o extractivos no mineros por montos no
inferiores a US$ 50.000.000, moneda de los Estados
Unidos de América, o su equivalente en otras monedas
extranjeras, extender el plazo hasta 8 años cuando la
naturaleza del proyecto así lo requiera.

    TITULO II
   De los Derechos y Obligaciones de la Inversión
Extranjera

    Artículo 4°.- Los inversionistas extranjeros tendrán


el derecho a transferir al exterior sus capitales y las
utilidades líquidas que éstos originen.
    Las remesas de capital podrán efectuarse una vez
transcurrido un año desde la fecha de su respectivo
ingreso. Los aumentos de capital enterados con
utilidades, susceptibles de haber sido remesadas al
exterior, podrán remesarse sin sujeción a plazo alguno,
una vez cumplidas las obligaciones tributarias.
    Las remesas de utilidades no estarán sujetas a plazo
alguno.
    El régimen aplicable a la remesa de los capitales y
de las utilidades líquidas no podrá ser más desfavorable
que el que rija para la cobertura de la generalidad de
las importaciones.
    El tipo de cambio aplicable para la transferencia al
exterior del capital y de las utilidades líquidas, será
el más favorable que los inversionistas extranjeros
puedan obtener en cualquier entidad autorizada para
operar en el Mercado Cambiario Formal.
    El acceso al Mercado Cambiario Formal, para la
remisión de capitales o utilidades al exterior,
requerirá de un certificado previo del Vicepresidente
Ejecutivo del Comité de Inversiones Extranjeras en
cuanto al monto a remesar. Este certificado deberá
otorgarse o rechazarse fundadamente, en el plazo de 10
días contados desde la fecha de presentación de la
respectiva solicitud.

1976

FIJA TEXTO REFUNDIDO, COORDINADO Y SISTEMATIZADO DEL


DECRETO LEY N° 1.349, DE 1976, QUE CREA LA COMISION
CHILENA DEL COBRE

TITULO I
   Comisión Chilena del Cobre
Artículo 1°.- La Comisión Chilena
del Cobre es un organismo
funcionalmente descentralizado,
con personalidad jurídica y
patrimonio propios, domiciliado
en la ciudad de Santiago, que se
relacionará con el Presidente de
la República por intermedio del
Ministerio de Minería. Tiene por
objeto servir de asesor técnico
especializado del Gobierno en
materias relacionadas con el
cobre y sus subproductos y con
todas las sustancias minerales
metálicas y no metálicas, con
excepción del carbón y los
hidrocarburos, y desempeñar las
funciones fiscalizadoras y las
demás que le señala el presente
decreto ley.

   Artículo 2°.- Sus funciones serán


las siguientes:
   a) Asesorar al Gobierno, a
través del Ministerio de Minería,
en la formulación de políticas
generales para el desarrollo y
explotación de los yacimientos de
cobre, el beneficio de sus
minerales y subproductos, los
servicios de infraestructura
necesarios y el grado de
elaboración a que convenga
someter la producción de cada
yacimiento;
   b) Reunir, estudiar y preparar
la información y antecedentes
especializados que se necesiten
para la adecuada y eficaz
participación del Estado de Chile
en organismos, conferencias y
reuniones internacionales
relacionados con el cobre y sus
subproductos, y representarlo,
cuando así se disponga por decreto
supremo, y asistir al Gobierno en
dichos organismos, conferencias y
reuniones, de acuerdo con las
instrucciones que se le impartan
al efecto;
   c) Proponer al Gobierno, a
través del Ministerio de Minería,
la formulación de las políticas
generales necesarias para proteger
los intereses nacionales en la
comercialización del cobre y sus
subproductos, especialmente en lo
que se refiere a regulación de sus
precios, mantenimiento o ampliación
de sus mercados, mejor distribución
de ellos, o para contrarrestar
cualquier acción que tienda a
controlarlos o restringirlos
unilateralmente;
   d) Proponer al Gobierno,
a través del Ministerio de
Minería, la formulación de
políticas para fomentar las
adquisiciones en Chile y la
utilización de servicios en
el país; por parte de las
empresas productoras de cobre;
   e) Fomentar el desarrollo de
la producción y exportación de
productos manufacturados de cobre
y de sus subproductos, realizando
estudios e investigaciones sobre
los nuevos usos de la manufactura
de los mismos y sobre sus
condiciones de comercialización;
   f) Servir de asesor técnico y
especializado de los Ministerios
y organismos o instituciones
estatales, en materias relativas
al cobre y sus subproductos; y a
todas las sustancias minerales
metálicas y no metálicas, con
excepción del carbón e hidrocarburos.
   g) Promover estudios sobre la
investigación geológica y
tecnológica en la minería,
procesos metalúrgicos o
industrialización del cobre y sus
subproductos, en Chile o en el
extranjero, a través de organismos
especializados;
   h) Promover la formación y
perfeccionamiento de personal
técnico y de administración,
mediante la celebración de
convenios con las universidades
nacionales o extranjeras
o con otros organismos;
el otorgamiento de becas de
estudios especializados; la
realización de seminarios y
conferencias, o en cualquier otra
forma que estime adecuada;
   i) Informar al Gobierno, a
través del Ministerio de Minería,
sobre todas las materias
relacionadas con la producción
manufactura y comercio del cobre
o de sus subproductos, y con
todas las sustancias minerales
metálicas y no metálicas, con
excepción del carbón e
hidrocarburos, en el país o en
el extranjero;
   j) Fiscalizar el cumplimiento
de las políticas generales fijadas
por el Gobierno en materias
relacionadas con el cobre y sus
subproductos, dando cuenta a los
poderes y organismos públicos
competentes de las anomalías
detectadas y recomendando las
medidas pertinentes;
   k) Informar al Banco Central de
Chile, en la forma que lo
determine el Consejo del mismo,
acerca del valor que corresponda
a las exportaciones e importaciones
de cobre y sus subproductos;

   m) Fiscalizar, en la forma que


ella determine, las condiciones de
la producción, manufactura y
comercio del cobre o de sus
subproductos producidos por las
empresas productoras del Estado
o en que el Estado tenga
participación mayoritaria y sus
filiales o agencias en Chile o en
el exterior, tanto en lo referente
a sus niveles y volúmenes, fletes,
consumo, precios, modalidades de
comercialización y distribución,
ventas, costos y utilidades;
   n) Asesorar técnicamente al
Servicio de Impuestos Internos en
el control de los costos, del
producto de las ventas y
utilidades, en el análisis de
los antecedentes necesarios
para fijar la renta afecta a impuesto de las empresas
productoras, y en lo relativo
al impuesto específico a la
actividad minera, a que se
refiere el artículo 64 bis de
la ley sobre Impuesto a la
Renta.

1980

FIJA EL TEXTO REFUNDIDO, COORDINADO Y SISTEMATIZADO DE LA CONSTITUCION


POLITICA DE LA REPUBLICA DE CHILE
DISPOSICIONES TRANSITORIAS

TERCERA.- La gran minería del cobre y las empresas consideradas como tal, nacionalizadas
en virtud de lo prescrito en la disposición 17a. transitoria de la Constitución Política de 1925,
continuarán rigiéndose por las normas constitucionales vigentes a la fecha de promulgación
de esta Constitución.

CPR TERCERA DISPOSICION


TRANSITORIA D.O. 24.10.1980

Ojo chiquillos, la Gran Minería del Cobre tiene definición legal. La ley chilena distingue entre los
que es Gran, Mediana y Pequeña Minería.

2003-2005

ROYALTY A LA MINERÍA DEL COBRE

El Presidente Ricardo Lagos Escobar, en el año 2003, encomienda al Ministro de Hacienda Nicolás
Eyzaguirre Guzmán comenzar la tramitación del proyecto de ley que establecerá un impuesto a la
minería del cobre.

Ya a partir del año 2003 la comunidad nacional se sensibiliza con el tema, y comienza a
desarrollarse una transversal voluntad política de aplicar este impuesto. No obstante argumentos
detractores, hay idea convergente que el impuesto debiera gravar a las empresas de la gran
minería. Ya a inicios del 2004, el Gobierno recoge el compromiso que un Impuesto Royalty no
debiera afectar a la pequeña y mediana minería.

El Gobierno, vía Ministerio de Hacienda presenta el año 2004, a la H. Cámara de Diputados, un


proyecto que se denomina Royalty I. Su resumen es el siguiente:

Royalty I. Comienza su tramitación en la Cámara de Diputados en Julio de 2004. El proyecto


proponía una regalía minera ad-valorem de un 3 % de las ventas netas anuales (obtenidas de
restar el IVA y realizar otras deducciones a las ventas brutas) para la minería metálica y de un 1 %
para la minería no metálica.

Quedaban exentas del pago de esta regalía aquellas mineras cuyas ventas brutas no superaran las
2.000 UTA Anuales (aproximadamente US$ 1,4 millones de dólares al año). Con estos valores,
quedaban incluidas en el Royalty la pequeña y mediana minería.

El proyecto fue rechazado por falta de quórum en la Cámara de Diputados, con 61 votos a favor y
41 en contra, el 21 de julio de 2004. Cabe señalar que este Proyecto de Ley requería de un mayor
quórum, dado que al establecerse una verdadera regalía minera, se necesitaba realizar
modificaciones a la Ley Orgánica y a las concesiones. Posteriormente el proyecto fue también
rechazado en el Senado, deteniéndose su tramitación en agosto de 2004.

El Parlamento chileno (Senado y Cámara de Diputados) escuchó diversos actores de la minería


nacional previa a las votaciones, entre ellos la SONAMI (Sociedad Nacional de Minería). Esta
asociación gremial presentó sus argumentos contrarios al Royalty, bajo el escenario que un
impuesto de tal naturaleza generaría el término de las inversiones extranjeras en minería y un
caída del liderazgo chileno en la minería mundial del cobre. También con ello, se afectaría el
importante aporte de las mineras extranjeras a la dinámica de las ciudades y economías
regionales, especialmente al comercio. Los parlamentarios consideraron apocalíptico y falto de
información sustentable el trabajo de SONAMI.
No obstante lo anterior, muchos parlamentarios, principalmente abogados y economistas y de las
regiones mineras del país, fueran de gobierno u oposición de la época, se mostraban disconformes
con el proyecto Royalty I, debido a que incluiría a la pequeña minería en el nuevo tributo, debido a
que habían comprometido su voto favorable sólo si no se tocaba a la pequeña y mediana minería.

Debido a esto, al año siguiente se plantea un nuevo proyecto de ley, el Royalty II, AÑO 2005.

“Cuando las ventas anuales de productos mineros del explotador excedan de 8 mil
unidades tributarias anuales. En términos negativos, el impuesto no se aplicará a aquellos
explotadores cuya venta anual de productos mineros sea igual o inferior a 8 mil unidades
tributarias anuales. Esta exención favorece a proyectos mineros de envergadura o de
rentabilidad pequeña y mediana” SESIÓN 56ª, EN MIÉRCOLES 23 DE MARZO DE 2005,
CÁMARA DE DIPUTADOS. Se aprueba el proyecto.

El proyecto también contenía aspectos tributarios para que las empresas extranjeras se acogieran
a este nuevo impuesto, porque estas empresas contaban con COMPROMISO CONTRACTUAL DE
INVARIABILIDAD TRIBUTARIA, POR EL ESTATUTO DE INVERSIÓN EXTRANJERA AL HABER
INGRESADO SUS CAPITALES DE INVERSIÓN POR EL DECRETO LEY 600. (NO SE PODÍA
POR SOLO UNA LEY MODIFICAR LOS TRIBUTOS PACTADOS ENTRE EL INVERSIONISTA
EXTRANJERO Y EL ESTADO DE CHILE), A MENOS QUE EL PROPIO INVERSIONISTA
DECIDIERA ACOGERSE A LA MODIFICACIÓN TRIBUTARIA.

La SONAMI, ante su fracaso en el Congreso, decide nominar al respetado Abogado Fernando


Harambillet Alonso para que represente a la pequeña y mediana minería nacional, ante los poderes
del estado, en todo lo relativo al Royalty. Harambillet formó un equipo de trabajo cerrado para
evacuar un informe en derecho ante el Congreso.

Solicita al economista Luis Díaz, Gerente de Estudios de La Cámara Nacional de Comercio (2004),
investigar el impacto económico de las empresas mineras extranjeras sobre el comercio local.
Mediante análisis de las cuentas nacionales de la matriz insumo-producto de la economía chilena
para los sectores minería-comercio, Díaz estableció que para los años 2002 y 2003, el impacto
local de las empresas extranjeras fue del orden de US$ 28 y US$ 32 millones de dólares,
respectivamente. Esto despejó una razonable duda que las empresas extranjeras del cobre
importaban casi la totalidad de bienes de consumo e inversión, y el impacto local en sus compras
era muy bajo. Los resultados también fueron contrastados con la información obtenida del Servicio
Nacional de Aduanas, correspondiente a las importaciones realizadas por las empresas cupríferas
extranjeras

El informe Harambillet concluyó lo siguiente:

-El Proyecto Royalty II presentado por el Gobierno desconoce y no considera las Leyes Chilenas
del Cobre, en las cuales han participado distintos Gobiernos, Parlamentarios, Gremios Mineros,
Sindicatos y un importante número de Profesionales asociados a la historia minera nacional.

-La Ley de Nacionalización y Estatización de 1971 definió claramente las diferencias entre gran,
mediana y pequeña minería, por lo cual un impuesto adicional al cobre debe fundamentarse en la
producción, y no en un valor monetario suceptible de cambios dependiendo de la cotización del
precio internacional del cobre.

-Si el Gobierno y el Congreso desconocen la legalidad de las leyes del cobre, estarían provocando
un vicio constitucional a la Ley de Nacionalización y Estatización de 1971.

-Si el Estado de Chile desconoce la Ley de Nacionalización y Estatización de la Gran Minería del
Cobre, y su texto y espíritu, ésta podría ser declarada ilegal en cualquier tribunal nacional o
internacional que se declarase competente.
Lo anterior pudiera dar lugar y sustento jurídico a que la Kennecott Copper Company, La Anaconda
Copper Company y la Andean Copper Company, o sus continuadoras legales, pudiesen pedir
embargo a las exportaciones de cobre de Chuquicamata, El Salvador, Andina y El Teniente, y/o
subsidiariamente pedir la restitución de las empresas estatizadas, es decir, estas divisiones de
Codelco.

-El proyecto Royalty II coloca en riesgo la constitucionalidad y el derecho de propiedad de las


divisiones de Codelco por parte del Estado de Chile, y puede abrir una disputa jurídica
internacional impensada, con consecuencias no previsibles.

A la circulación y lectura del infome Harambillet, todos los parlamentarios comenzaron a tomar una
posición diferente y común respecto del proyecto que ya habían aprobado, y decidieron firmar una
INDICACIÓN al Ministro de Hacienda, para que cambiase las 8.000 unidades tributarias anuales
por 75.000 toneladas métricas anuales de cobre fino. Se entrega la Indicación.

Paralelamente, las bancadas parlamentarias alinearon a todos los partidos políticos representados,
para que la Ley del Royalty aprobada fuese vetada por el Presidente de la República y no fuese
firmada.

En la Ley Final del Royalty, desapareció el concepto de impuesto en relación a un monto monetario
como 8.000 UTA, y se convergió a un tonelaje final separativo de 50.000 TM.

LEY FINAL DEL ROYALTY (Servicio de Impuestos Internos)

¿Cuánto deben pagar los explotadores mineros?


Los montos dependen del nivel de producción y ventas. Se usa como medida el valor de una
tonelada métrica de cobre fino.
-Explotadores mineros con ventas anuales de hasta 12.000 toneladas métricas de cobre fino: no
están afectos a este impuesto.
-Explotadores mineros con ventas anuales sobre 12.000 e inferiores a 50.000 toneladas métricas
de cobre fino: pagan en base a una tasa progresiva y ascendente, de entre 0,5% y 4,5% de
su renta imponible operacional, según lo siguiente:

o Sobre la parte que exceda al valor de 12.000 toneladas métricas de cobre fino y no
sobrepase el de 15.000 toneladas métricas de cobre fino: 0,5%.
o Sobre la parte que exceda al valor de 15.000 toneladas métricas de cobre fino y no
sobrepase el de 20.000 toneladas métricas de cobre fino: 1%.
o Sobre la parte que exceda al valor de 20.000 toneladas métricas de cobre fino y no
sobrepase el de 25.000 toneladas métricas de cobre fino: 1,5%.
o Sobre la parte que exceda al valor de 25.000 toneladas métricas de cobre fino y no
sobrepase el de 30.000 toneladas métricas de cobre fino: 2%.
o Sobre la parte que exceda al valor de 30.000 toneladas métricas de cobre fino y no
sobrepase el de 35.000 toneladas métricas de cobre fino: 2,5%.
o Sobre la parte que exceda al valor de 35.000 toneladas métricas de cobre fino y no
sobrepase el de 40.000 toneladas métricas de cobre fino: 3%.
o Sobre la parte que exceda al valor de 40.000 toneladas métricas de cobre fino: 4,5%.
-Explotadores mineros con ventas anuales sobre valor equivalente a 50.000 toneladas métricas de
cobre fino: pagan en base a una tasa progresiva y ascendente que se calcula a partir del margen
operacional minero (MOM):

o Si el MOM es de hasta 35: la tasa es de 5%.


o Sobre la parte superior a 35 y hasta 40: 8%.
o Sobre la parte superior a 40 y hasta 45: 10,5%
o Sobre la parte superior a 45 y hasta 50: 13%.
o Sobre la parte superior a 50 y hasta 55: 15,5%.
o Sobre la parte superior a 55 y hasta 60: 18%.
o Sobre la parte superior a 60 y hasta 65: 21%.
o Sobre la parte superior a 65 y hasta 70: 24%.
o Sobre la parte superior a 70 y hasta 75: 27,5%.
o Sobre la parte superior a 75 y hasta 80: 31%.
o Sobre la parte superior a 80 y hasta 85: 34,5%.

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