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Los orígenes de la pintura romana se confunden con los de su escultura, y de tal modo
se hallan en el arte helenista que aun los ejemplares que de ella se conservan, sobre todo, los
mejores, se atribuyen hoy a mano griega si bien la escuela llegara por fin a romanizarse. Los
romanos admiraban la pintura griega tanto como la escultura, y animaban a los artistas que
trabajaban para ellos a hacer copias de obras griegas especialmente famosas o populares. Los
romanos tendían más que los griegos a decorar sus paredes con pinturas murales, y aunque
siguen la tradición griega, muestran en sus pinturas un gran colorido y movimiento. Las
pinturas, con figuras individuales, grupos o paneles enteros, se reproducían, se adaptaban,
estropeaban o embellecían según el talento de los artistas y las exigencias del cliente.
Los principales monumentos de pintura greco-romana que hoy existen se han extraído
de las ruinas de Herculano, Pompeya, Stabia, el Palatinado de Roma y de las necrópolis de El-
Fayun, en Egipto, además de los mosaicos descubiertos en numerosas ciudades que fueron
romanas. La mayor parte de las pinturas murales conocidas corresponde a casas particulares y
edificios públicos de Pompeya y Herculano, dos ciudades italianas que estaban de moda y que
fueron arrasadas por el volcán Vesubio en el año 79 d.C aunque también se ha encontrado
algunas pinturas en Roma y en otros lugares. El museo de Nápoles, centro principal de estudio
para el arte romano, conserva más de mil fragmentos de pintura al fresco, arrancados de los
muros de Herculano y Pompeya. Entre los más famosos cuadros murales de este arte greco-
romano se encuentran el de “las bodas aldobrandinas”, el de “Paris juzgando a las tres Diosas”,
“Io libertada por Hermes”, “Ceres en su trono”.
La pintura romana se asienta sobre dos grandes bases: la herencia griega y la “utilitas”,
que consiste en el sentido práctico que va a tener este tipo de decoración. A partir del siglo II
a.C., la pintura romana quedará deslumbrada por la escultura griega y se relacionará ese arte
griego con eventos relacionados con la suntuosidad y el lujo. Muchos de los propietarios de las
viviendas tendrán la intención de tener algo griego, ya que las clases intelectuales ponen
especial interés en las pinturas y es en ese momento de época republicana cuando se crean las
primeras pinacotecas. En lo relacionado con lo pragmático, conseguirán efectos suntuosos en
habitaciones bastante mediocres, en espacios cerrados sin jardín, siendo este uno de los tipos
más usados, y así conseguirán elevar la categoría de sus viviendas. Se utilizarán temas que
marcará la gens de la familia aristocrática. La pintura, al ser una cuestión práctica,
desembocará en que los pintores sean artesanos, que recibían una influencia helena y era un
repertorio repetitivo y limitado. Pocos pintores romanos firmaron sus obras, y si conocemos
alguno es gracias a las fuentes escritas, que los consideraban como decoradores, siendo alguno
de ellos “Marco Pacuvio y Titileo Laveo”.
El estilo IV o estilo ilusionista surge a partir del año 63 d.C y se da hasta el 79 d.C, pero
fuera de pompeya hasta el 90. En este estilo nos encontramos con escenas de océanos,
mantiene la división vertical y horizontal, imita el mármol, los cuadros mitológicos y la falsa
arquitectura, esto está asociado al periodo político de la llegada de Nerón al poder, y con ello
la expansión de su modelo de casa caracterizada por un estilo muy recargado, denominado
arte grecorromano. En cuanto a lo ilusionista, podemos ver una escena del océano en la parte
superior, imitaciones de mármol, falsas arquitecturas y también cuadros mitológicos en la
parte central. Es una decoración muy ilusionista casi más propia de una escena teatral, recurre
a los elementos arquitectónicos del segundo y toma elementos mitológicos del tercer estilo.
Muestra representaciones de la vida cotidiana. Sale del interior de las habitaciones y puede
recubrir espacios abiertos fuera de la vivienda, pero siempre relacionados con ella. El cuarto
estilo en las provincias se caracteriza por las orlas caladas.
Ahora vamos a pasar a hablar de los ejemplos de cada estilo. Dentro del primer estilo,
tenemos como ejemplos “La causa del Fauno y la “La casa de Salustio”.
La casa del fauno fue construida durante el siglo II a.C, convirtiéndose en una de las
residencias romanas de mayor tamaño. Quedó sepultada durante la erupción del Vesubio en el
79 d.C. Es una de las domus aristocráticas más lujosas de la República romana. Se puede
apreciar que es del primer estilo en que intenta imitar grandes construcciones de mármol, y
que tiene tres partes su decoración, una parte inferior con ortostatos, para imitar el granito,
una parte media decorada con bandas de sillares con el fin de imitar el mármol, y en la parte
superior se dispone una cornisa de estuco.
En cuanto a la casa de Salustio, pondremos como ejemplo la pared noreste del atrium.
Se aprecia parte del estucado que continúa de pie, y por encima la pintura imitando a las
placas de mármol. En cuanto a la variedad de colores es bastante simple, predominando el
rojo y el amarillo. La casa fue construida en el siglo III a.C durante el periodo samnita, que son
los originarios pobladores de la zona de Pompeya. El dueño de la casa se piensa que fue Aulus
Cossus Libanus.
En cuanto a “La Villa Boscotrecase” podemos decir que intenta imitar a columnas
utilizando elementos pictóricos. Se utiliza una perspectiva con la intención de crear un aspecto
ilusionista y teatral, como se puede observar con la escena desarrollada en el centro de la
pared.
Dentro del cuarto estilo tenemos como ejemplos “La casa de los Vettii” con dos
imágenes.
En primera imagen de la casa de los Vetti podemos apreciar que aparecen escenas
mitológicas, existe un gran recargamiento decorativo, que también surgen elementos
arquitectónicos del tercer estilo. La casa de los Vetti es una de las residencias más lujosas de
Pompeya.
En la segunda imagen podemos apreciar que reúne características del cuarto estilo
pues aparece imágenes mitológicas
IMÁGENES
BIBLIOGRAFÍA
AUTOR
David García – Cervigón Romero de Ávila