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De lo cinematográfico
a lo televisivo
Metatelevisión, lenguaje y temporalidad
inclusiones: categorías
Mario Carlón ,i
De lo cinematog rático ¡
a lo televisivo
Metatelevisión, lenguaje y temporal idad
Lg Cn¡¡ío
edrclones
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33¿ F
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CarLon, Mario
De lo cinematografico a lo televisivo : metatelevrsión, lenguaje y temporalidad -
1a ed. - Buenos Aires : La Crujía, 2006.
356 p. + CD-R0M ; 20x14 cm.
ISBN 987-601-007-7
ISBNLO: 987-60I-007-7
u/IsBNi":, 978-987-601-oo7-B
Impreso en Argentina
LA IOroCOPIA
MÑ]\AL uBRo
YIiS UNDEI,ITO
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T-VJ
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incluidos la reprografia y el tratamiento informático, así como la distribución
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y daña el ci¡cuito de ci¡culación de los productos cultu¡ales.
A Cluistian Metz,
que nos brindó una teoría de lo cinematográfico.
Y a Eliseo Verón.
que nos otorgó otra, sobre la circulación disculsiva.
l. Introducción ............. I 3
2. Una operación de calibrado y ajuste teórico ........ 19
3. El directo como técnica ................... 20
4. Eldirectocomolenguaje................... ...................23
5. El directo como régirnen enunciativo ................... 25
6. El escándalo del directo televisivo ........................ 26
7. Lo que este libro no ignora ............ 27
8. Metatelevisión................... .............. 28
9. Los artículos ............. 29
10. Reconocimientosvagladecimientos .................... 30
Bibliografía ..................... 32
l. Una figura que reina en los discursos del clir.ecto televisivo..... 105
2. La,escena cinematográfica: definición v comentar-ios ............... 107
3. Carácter domhante y estatuto cle la escena
eneldirectotelevisivo......;............... ....................112
4. Casos paradigrnáticos ................... 114
5. Obserwaciones linales
Bibliografía
DE r-o clNril.r,qroc;RÁ¡lco,c Lo I-DLEVISIVO. iEl I,tN uL u),l.A. uls ltxt.q?
Ex l-nEusrns
1-. lntroducción
' Si bier.r es cierto que l:r constitución clel cam¡to at'tístico ctl el sentido actrtal
-o r¡ue ha eutr':rclc¡ ctt cl-isis ¡rctu:rlnente- cs trn Proceso <1ue venía cle anlcs y
qr.re, ir.rcluso en ár'eas colrro l¿r cle los leng*rrifes visrr:r]es ya tettía rttt lcctllltlci-
miento espccíflco destie el Renacimiento -\'é¿lrtse las obsetl:tcioncs cle Lltnst
Gornblich (1979 [959]: 1,l2-135) soble el rcsursimierlto clel zrt'te eu el Rcuir-
cirniento; las cle Erwir¡ Panofiky (i997: 69) acet'ca del rol cle Vasa::i, "el ¡rrirne-
lo en ¿rfirlnat" explícitzrlnente la cous:rnguiniclacl de las tles bellas artes c()ltl()
'hijas cle un nismo padle, el Diseño"'y las de.fean Girn¡rel (l!179 [l-968]: 15-
55) soble el n:rcirniento clel artista-, pl'lrecc ser- recién et¡ el siglo XVIII, tal
corrro conr,incentemente sostie¡e Lar"ry, $l¡1r"t en Lt irntct¡t:i.ri'tt dcl nrl.r (utt.a
Itistoriu tul.Ltt"rul) (Shiner, 2004 [2001]), qlre este sisteurzr -c¡r:e inclrtye aclenrirs cle
I
14 I M¡nro Canro¡r
i
t En la teoría de análisis de los cliscursos sociales tal como l:r propuso Veltin
(1987), la noción de circulación da cuenta de la clif'erencia que se produce, ert
todo proceso comrtnicativo, entre l¿r emisión (llamada prodtlcción) y la l-ecep-
ciírn (llarnada leconocimiento).
l
16 | Manro CnnLórrr
I
L-uestionamieuto soble la fbnna e1r que debe ser- aDaliz2rclo e\ u,utne'nto tla
:onrplelidad, que la ernergencia clel S-I'I ha instauraclo en la vicl¡r social.
Porqr-re Lura vez qlle esta situación es advertida, se tar-cla poco en llecar a
1a conclusión de que la irrupción del S'fI ha altelado cle tal lbuna los
órdenes establecidos que salvo estereotipadas excepciones -la cacla vez
rlenos predon"iinante muestra de pintura erl ur1 museo, el previsible
concierto clásico, el moribundo acto poiítico traclicionai, en e1 que, de
todos modos, se Lltilizan micrófbnos- en cada acelc:uniento a un fenó-
meno discursivo que hoy se realiza se presenta una complejidad tan
grande, qlre nuestras categorías analíticas, fbr-maclas en el estudio cle
campos estáticos v previos a esta extraordinaria transfbr-mación, tien-
dcn a revelarse insuficientes si no aparecerr, como mínimo, articnlad:rs
con algo más. Y si éste es el estado actual entiendci que cabe pleguntar'-
se: ise debe a que de pronto toclos -los comnnicadol'es, los :rrtistas, los
políticos, los predicadores, etcétera- se volvieron ger-rios cr-eativos, capa-
ces cle generar discursos más complejos y menos previsibles? cO, urás
bien, a que la emergencia de este nllevo sister]ra, gracias a las scxpren-
clentes hibridaciones que habilitó, ha generado tal expansión cle las po-
sibiliclades productivas -y tanta fhcilidad para generar cliscursos- clue
finalmentc se terninaron por alterar pr-ofundamente, en todos los uive-
les, la circulaciór-r discur-siva y la vicla social? Puede ser qlle estemos vi-
viendo unir época de gran creativiclad, por qué no. Pero cle lo gue no
tengo dudas es que Ia ernergencia del STI, qne vino a sLrm¿lrse v ¿l
articularse con el SBA -porque no puede negarse quc el Alte, aullque se
ellcllentre en una profunda crisis, está r'iviendo tarnbién un proceso de
expansión- ira complejizado notablemente la situación. Es en este senti-
do qr,re puede interpretarse que si el escándalo de esta complejidad no
asume cotidianamente Ia fbrma de una resistencia o cle una exclarn¿rción
horror-izada, se debe no sólo alvalor que nuestra sociedad adjudica aíur
a lo nuevo, sino, también, a que sabemos que es un proceso que estír
fr¡era de nuestro alcance , y finaimente hemos asurniclo qne Do uos qr"reda
más clue adaptarnos a su incontenible desplie gue, a su proelcsilr ctrm-
plejidad y a su extraordinalia novedad.
A un caso de esta relación intersisternas, a las cornplejísirn:rs relacio-
nes que desde el siglo XX se han dado entre lo televisivo y lo cinen"ra-
tográfico, está dedicado principalmente este libro, cuyo gesto füncla-
rnental se intelroga sobre la necesidad construir, en relación :rl análisis
de ios cliscursos artísticos y mediáticos, otro enfbque, más dispuesto a
De Lo c¡¡leu¡rocRÁFlco A Lo rELEVIluo I , n
I
l¿r r;iírsic:r.
2o I Mnnro CanLolr
I
base cle hipótesis poslttladas que en sr.l nlonento cluizzi no lt¡errrn sut'lcicn-
temente desan'ollaclas 11r que sin emb:rrgo elir treccs:rlio ex¡riurrlir': nrtr-
chas clc ellas son prol:ias de una fbrl-nación cn el c:rrupo cle la Flistor-ia del
,\'te , antes que en la senriótica).
Pero este libr-o tro es só1o ul]a colltinli¿rción clel antelior. Er-r ¡tlirner'
Iugar por-ciue el examen clel dirccto televisivo corro clispositivc-r (la posibi-
liclad de emitir y recibir en fbnna simultánea), cle los legímenes
espectatoriales y de los sujetos telespecurdor-es, llevó, pol Lur lado, a una
rellexión sobre una cuestión clave: el carácter acti\¡o o pasivo dc 1os suje-
tos (tema cle importante ¿ictualiclacl t:ütto elt los estuclic_rs sobl'e "electos"
colno en la filosolía del arte); y por ob o, a la asr,rnciírl cle que el lugar- clel
cliscnrso del dilecto constituyc aúrn una vel'clacler¿r incógrtila, en comp¿lra-
ción a Io succdido con los cliscr-rrsos produciclos por otros leneuajcs, corno
cl cinerlatogriifico, quc clesde que defiuió sLr carírcter altístico encontr'ír,
clefinitivarnentc, su lugar (arnbos tcmas son tratados eu el altículo qne
abre este libro: "Los sujetos teles¡rectaclores, ison actiyos <: pasivos?").
Eu sesllnclo término porqlle tarnbién hay r-rna opclación clc calill'a<lcr
y ajr,rste teór'ico. Sucecle así, por ejemplo, con el cnfoque que focaliza al
clilecto, que aqr-rí no sólo es tratado como sc 1o hizo altteriol-nte lltc, co1-no
nrr dispositii'o, sino tambiéu colnlo :1it.a, técn,ica,, mt l,engtrtjc y urL régi,ulctt
ctnnt,t'iatito (tarea que se despliega a Io largo clel liblo, perc que sc des:r-
r-roila plirrcipalmente en el al)teúltilno urrtículo, "De lo cinenurtoet'¿ifico a kr
televisivo", rlue no el1 \'ano da nonrbre ¿ este volunren).
Pala que esta fbrmulación no resulte incomltrcnsible ni quede cn el
vacío paso a desarrollar una breve introdr-rcciórr zr cada rlna clc est:rs
cor-rceptr-ralizaciones. Ltiego me detendré en aqtiello qlle este libro no
ieuora v haré nna sucinta rel'er-enci¿r al l)ossiel declicaclo a la Metatclevisión.
ptolernaica" (20), que consicleraba que "la -fier.r-a era estacic¡ltar.ia v qrrc el
sol, la Lu'a, los pla'etas y las esn'ellas" se mor,íar ai'eded.r. cle ella (l {)).
:cómo Io hizo? Gracias a "un pequeño telesco¡rio que acab.rra clc i'r,cn-
tal'", que le permitió ad'errir- que alrecledor. de.Jípiter sir.aban
'arios
satélitesT (y que, por co'siguiente, roclo giraba alredeclor. rle lrr -l'ierra).
-rán 'o
importa'te como lo señalado es Io qre sucectiti c'el s.islo XX. Ii.
1929 el astrónomo Eclrvi' Hr.rbble, pro'isto rle otra fecr'rogía, ]iiz-o ia
obscr-vación de que, doncle quie.a qlle urro mrre, las galaxias clistartes se
están alejando cle nosotl-os. l)ice F{ar,r,kiue:
Eso sie'ificaba que e' épocas ante.io.es los ohjet.s c]eber.íar clc hal¡el.
cstado másjurrtos elltle sí... !-ue diclrc descubrirlrie¡rto el que lirralnrenLc
llcvó la cuestión del p.i'cipio del uni'crso a los dorni'ios cle 1¿ cic'cia.
Las observacio'es de Hubble sugerí:ur que hubo un tie'rpo, llarnaclo el bie
bane (gra'explosiór'r o explosió'p.i'ror-dial). en clue el u.i'ers' c-l-a
irúiuitésimamente pecluefro e infinitarnente clens<-r. llajo tales concliciones,
todas las leyes de la cie'cia, ¡ p'r'lo t¿rnto, to(la capaciclacl cie pr-ecli<:ciri.
del flrtut'o, se des¡nor-onar'ían. Si irubicla h¿biclo ¿rcorrtecirlielrtos arlterio-
Ies a este tiempo, no podr'ían irl'ect¿rr cle rlillgulia nr¿uler.a a lo c¡re octu-r.c e¡
cl presente. Su existencia podr.ía scr ienor.ada, t,a que cllo no extl.añar.ía
consecueDcias observablcs. urn pocL'ía decir que cl tiernpr tieDe su or-igerr
en el big ba'g, elr el se'rido de quc los tien¡ros anter-ior.es si.¡rleurentc r.
estar-ía. definidos... uno zrún sc poclría i'ragirrar r¡re I)ios cr-eó el rr'i'cl.so
en el iilstante del bie bang, pelo no tendría senticlo suporrel c¡re el urriver.so
hubiese sido <r'ead. a'tes del bis bans. iU' uui'erso e' expa'si<i'
exch-rye la existencia de un cleado¡ pero sí establece lírnites sgbre c¡ír¡cl.l '.
éste pudo haber-llevado a cabo su misión! (26-27)
22 | M¡nro C¡nrór.r
I
24 Mnnro Canróru
I
oestión, fácil de fbrmular; difícil de despejar: A ella estír cleclicacl¿r rur2r par.rc
importante del ar.tículo "De lo cinematográfico a lo televisivt_r',.
26 i M¡nro C¡nróru
I
En el final de ln, cáma,ra l;úc'ida (notas sobru lafotctgraf a), l{olancl Barthes
(I 992 [ I 980]) expresa que la sociedad "se empeña en hacer sentar cabeza
a la Fotografía, en templar la dernencia que alllerlaza sin cesar con estaliar
en el rostro de quien la mira" (196-197). iDe donde proviene su clenren-
cia? De su noema, de ese "Esto ha sido" que nos reenr'ía, por priruera ve z
en 1¿r historia, indef'ectiblernerlte :r un real. Para eso, señala, ticne ¿r str
disposición dos medios.
El primero "consiste en hacer cle la Fotoglafía un arte, pues uiugún
alte es demente" ( I 97). El segundo "consiste en generalizar Ia, en gleg:u'izar la,
en trivializalla hasta el punto de que no haya fi-ente a ella orl a imagen con
relación a la cuzrl pueda acerltuar su escánclalo, su deruencia" (i 98).
Los discursos generados por: ei directo televisivo, cr-ryo escánclalo
realista es aún mayor que el de la fbtogralia (r,éanse aquí mismo "El direc-
to es una técnica de Io real" y "De lo cinernatográfico a lo televisivo"), han
D¡ Lo ctru¡trlrocRÁFlco A Lo rELEVtsuo
I ,,
I
Seiralé al inicio que hay temas que este libro no fbcaliza, pero c¡re
tampoco ignora. Se debe, en primer luga¡ a que sabe que, en relaciórr a un
fénómeno tar-r cornplejo como el que se pretende tr-ata! se ha restringiclo
casi a una sola ciitlensión: la especificidacl cle los cliscursos relevisivos tal
corno emerse de su estr"ldio a partir- de ias categor.ías de dis¡rositivo, sr-úeto,
montaje y lenguaje (adernás de orras pocas que ya hirbían siclo puestas cr.r
juego en el libro anterior) en su corrparación con lo cinelnatosr.áfico. Es
decil que no ignora que no ira privilegiado, el1 este acer-camienro, tcnra-s
corno la historia del cine o de la telcvisión, sus distintas modalidades cle
recepción, sus dif'erentes tipos discursivos, géneros y fbrrnatos o, por-
ejemplo, los cambios que el cine y la televisión, corno apararos receptores,
han presentado en el curso del tiempo. Esas carencias no tienen soh.rción:
son tenlas que no se ignoran, pero que no han sido pr-ir,ilegiados. ilror-
qué? Porque este estuclio considera qr.le, tras más de cincuenta afros de
ernergencia de lo televisivo, hay temas qlle son tan o más urgentes qr,re los
que se acaban de reseñar. Y clue los ternas listaclos, además de otros ¿r los
qlle no he hecho ref'er-encia, só1o serán parcialmente estudiados mielltr.as
que temas como los que trata este libro no hayan sido sr.rficienterrente
tratados, discuticlos v, aunque sea mínimarnente, conscnsuados.
Por ejemplo, la hisroria del cine y la televisión, cle clos "leng.uaje s', tan
semejantes y, sin embargo, tan distintos enttie sí, chasta qué purto
¡tuecle
ser estudiada mientras no hayamos podido esclarecer la natr.rraleza clel
1Q AA.
" ^ a. -. ^.
8. Metatelevisión
9. Los artículos
::-tre quien rnir¿ un espejo v r,e :rlgo rnírs allá cle 1o q'e s,
Pr-rsiciórr lc,
:r:-uite observar co' el directo televisir¡o- que e'riquer:iel..'
r.ente este libro. Ei trabajo y la convcrsación con él han siclo rur 'otable-
cxtraol.-
:rnar-io estímuio.'Ihrnbién, deseo asr-adecer especialmente a Luo.ecia Es-
que a través de su gestió' e'rlzsrgn.r.s sicr'pr-e apoyó la clilirsión
'-'-,-iciero,
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LO5 5 UJ ETOS
TELESPECTADOR E5,
¿soN ACTTVOS O PAS|VOS?'
I listealrícrrlofüepublicadocnrar{evista
D'iiro.gosut.r¿tco¡¡ut..nicu.i¿írN,,7r,c.n
el.ríftllo "L.s s.jetos terespectaclores, ¿r,,n n.ii'.,o, o pasivos?
A¡'urtes sob¡e er
s:rl>e' de 1os srlieros y la ignoranci:r de l:r
teorÍ¿r,,. Er¡ la qu. uq,,í ,"
pl-esenta he i¡rcluido trna introcrrrcción at:erca
tler c¿rriicter'er.sió'
activt¡ o'pasir,,, crer
suieto coustrrriclo.
',':t,o C¡nLóN
I'¿rrir Eco el texto es una "nlecanisrno ¡ret'ezoso (o ecor.rílnico)" <1rrc oblis:r a lir
talea del lector': "Un texto, tal colrlo al)arece en str super'Iit:ie (o rn:rnilésta-
ciírn) lingiiístic¿t, repl'esenta turl c:r<lcna cle ru'tilicir¡s cx¡tlesivos r¡ric cI rlcstinl-
t¿u'io debe :rctualizar'" (lico, 1999 [1979]: 73). Corno es sal¡iclo esre cl:isico Iibn¡
esth declic:r<lo 1:r'incipalrnente al lectol'cle textos escrittrs n:rrr;rli\',r\. l)ct,¡ \rr
{irc:-rlizaciírn en nivelcs como el clel géi.rcro, r¡ue "selett:iona a l¿r aLrclieu<:i:r",
eviclencia la utilidacl dc sus ¡rro¡rosiciones rnhs all:'r cle los textos lingriiístit:os (r'
taDrpoco ccllrvierrc oh,iclal c¡trc et) los tcxtos cle rnas:rs, cornr.r ios quc Liarr oll
¿inaliza, krs enunci:¡dos verbales t:rrnbién cst¿ilt preselttcs).
Clal-r-oll concentla su debate en el clírsico c influyente esr:t'itr¡ cle l9!i{) "\.':ul-
¡;rralclia y hi.tscltl.'(Cileerrbelg,2002 [961]: l5-34). LI ¿lrg-runenr(), r¿rl <:onxr lr¡
resulre Clan'oll, es el sicuiente: I ) si x es :trte genuino, enton(es incira ¿t ll¡
disl>osiciírn actir,¿¡ del espectaclor; 2) si el arte cle rn¿¡s¿rs está concebido ¡lrr':r
resultar accesil;le (fTrcil), entonces incita a la dis¡rosiciírn pasiva clel espcoaclor;
3) el:rrte de lnas¿rs estir crxrcebitlo ptu'a rcstrltar acccsible;4) por tanro, el arrc
de nlasas no incita a la disposiciór-r :rctiva del espect¿lclol'y, 5) ¡ror r¿u)to, el artc
cle rlasas no es:ute genuino.
D¡ r-o cll{EMAIOCRÁItCO A _O tt,:v s vo, 37
l)orque sea ct.'nrpleto (de hecl]o no lo cs, v nna rcvisióil con Pr.e tr_'nsiorres
de exhaustividzid obligar'í:i sin ducl:Ls a clcclic¿rr toclo un cns:l\¡o al [enra),
sino ¡rorque pone ell juego cle fbrma orclenad:r ntr.lct-ivos tr.l-,Julrlcll(os
sobre niveles analíticos rnúltiples (corno son 1os cle la ficción, cle Ias tranras,
de los qéneros y de las obras), r'permite, po.consiguiente, la l.eaiizació'
cie una f'ecuncla introclllcción al terna.
clarroll comie'za haciend. refcre'cia a lil'res (es decir, a ol,.us). Sc- ,
r1:rla acer-ca de L-lazIo correcto (D, the ri,gltftllzng, l98g), cle Spike Lec, c¡uc la
película presenta un compiejo escenaric.r rnor-al e' cl cl,e las cucstio'es
r-aciales se exhiben cle forrn:r t¿rn clescalacla qr-re obligan a r.cllcxiorrar
sobre lo bueno y lo m¿rlo del asunto en cuestión. y quc ri1 t:it.til'drun
(citi,un Kane,1941), de orsor welles, "¡rresenra al
¡rirblico u.a c.'r¡:r<lic-
ciórt, pr-oclarnancln abiertamente quc la cle un horrbre n. Pueclc ser.
'icla
ex¡:licada por una soia paiabra, como 'llosebucl', rniertras si.reicrc sinrul-
táie¿¡me*te tal explicación, cuanc{o el trir-reo de l(a'e a parar. a lns
llamas" (carrcll, 2002 [1998]:48). Por eso, segír'slr parecer, 'a
c1 lirni rlcja
al "pirblico" corl ul'r rnotivo pr:ovocativo (contrzrclictorio) en qué
l)elrs.n-.
Luego se acle'tra e. productos "nlenores" (Pre'ie'do cl posiblc
'rás
conlenf.ario de que los filrrres no son ejemplos clel ar.te dc masas, sino ctc un
te rrólneno cle naturalcz:r ladical.nre nte dif'el'¡-nte, cl, arte d,tl, t:inc,rugrur)c¡t()
(lue no colnpar-tc en absolut<t), at-endictrdo a una ser.ie diversa
de qéne ros.
Así cxprcsa que las novelas de misterio, "estir' pe'sadas p¿rr:r c:rptar rl
lector, oyente o espectirdor en Lrn proceso continlro de inter.pr.etación e
inl'elencia a Io largo de la recepciól-r de la histori¿r". En este caso, scgúrn
clarroll, no sólo tratamos cle imaginar: quién cometió el crimelr sir-ro, :r
rnenrrclo, cómo se llevó a cabo (su ejem¡rlo es Cohun,bo).l
' I'ln mi o¡riniírn, m:is que clevelal'cse quién v crirno (r.evelarlos :rl es¡recfur¡rr.err
la escena inicial), cn general tr¿rta cle t:ón¡t¡ Io d¿tcu.btr cjolurnbo j.,
¡r,r,. s,,l;,.e
tcrrlo, clc cómo Io ¡tnrcbn, (un csqtrema sernej:rnte presellta l:t excelente ser.ic
ir.rgles:r Przze s¿áfr1¿r, Protagorriz:rda
l:ol Flelen N,Iir-r'en). un atr-activo anirlisis
clc la se'ie, consider'¿i'clola com() ejernplo cle rle lo irló,ticr, ftre
'a¡iaciírn
¡r|escntzrclo por omaI cl¿rlab|ese ( lg89 [l ggz]), para quien ()thtntbo corrstiru-
yer irnte todo, un "ejelcicin clc estilo": "oada capítulo es elecivarlcnte rura
ejelcitacirirrr sr¡bre el terna finnaclo por urr clirector siem¡l.e cli{eler-rte (aleirrr
ttt¡ml>re es incluso l-anroso, conlr¡ Cl:rssin,ctes, Boor.rrran)', (57).
ja ','-lilCARLóN
...el ¿rcto ruisnro de contprendel una ficcirin de ma.sas clc ctralquier tóne lo
implicaríruna actividacl co¡{nitiva, porquc el lector, esJrectador.rr o) crrre dc
una uan'acióu cle masas, cotuo el cle ctralquier otr:r nalllrción, se iruplicar'ír
al seguir ttna historia, y seguir uua llistoria l<¡ corrsistc sól<¡ crr absorücr'
Pirsivattrentc Ia natlación. Inrplica un proceso cr.¡ntinuo clc corrs(r-trccir,rr
clel sentido que dilige la histolia. (51)
'-' lil proceclirniento, corno es sabiclo, lro sírlo es rrna rnh<¡tritra elbctii,a c¡ cl cilrc
cle terlor-, que Perllta)tentelnente insiníra la lpaliciírn sorprcsir';r )r iul)cl)ir7-all-
tc cle tttra figttta tnoltal, tratando de hacer, habitualrrentc ¿r tllvés clc lnr¡r'osos
urt¡vímientos cle c¿ilnara y de l:r acutr¡ulacirin de ínclices qtre anuncian la iur-
previstir llegada de ttn pertut-ltatlot'ele¡neuto lirela de chnrllu, Lr rrrís tclrs¡r
¡>osible la es¡rer:r al sujeto es¡tectador. (previerrdo que su activiel:rd aflirar.cla es;r
errtet-gencitl). Polque hzr nr¿trc¿rrlo tarnl¡ién, siu clucl:rs, a flln cs clc ciept.iu
iicción que lliciex;n llistoria, <-.t>ttx¡ Ali.t:n (Ridlev Scott, lg7!)), quc couro cs
sabiclo tr'¿rnsita rrrra lrrgo clesat.t ollo hasta ruosf t-al.al rnor.lstnro, )/ ¿r u11 srrl¡gélrer.o
cr¡m<l el de lcrs lihries clc asesinos ser-iales, t¡uc clescle Pecrtrl,o,s rupik.lu (,\ntrtt,
D¿rvicl Hn<:lrer, 1995) prtsenta clotuinanternerrte un¿l estnlctul'n en ln t¡tre h:ry
una "escena clel crimen" que irrterprerar' (Oarlón, 2()t)l).
Es también la "estética" que, en ni opinirln, clourin:rntenlcnrc prrcde atljudi-
carse a l<-ls ¿¡tcntados ¿r lirs Tirrrcs ()erlelas (Car"kin, 2()0,tr), si e s quc a scnrejarr-
te acontecimiento puede otorg:'rrscle irlgrrna, corrro inter'¡rletó Stockhlr¡sen
cr¡¿rndo expltsó qlte constituía "la rn:ryor. obr:r rle ¿lrte de I_rrcilet., el án¡;el
caído que encarna la tlestlrtcción" -esta intel'pretación fire ret()lra(l¿l hrce()
por.|orge Lozar¡o (2005: 105-l l0) <lescle la per.s¡tectiva tle yLrri l-orrniur,
seíral¿rnclo que, conlo h:r sostelriclo el semiólogt¡ de la serniosfi:r'ir, "el a¡le cs
hijo dc la cxplosiórr".
Dr ro ct¡¡rivarocRÁFtco A Lo rELEVtluo 1 , ,
I
Iror eso p:rra ca'r'oll seg*ir r:'a irist,ri¿r iru¡rlica r-r'a acti'idacr ric-j
¡lúblico. Al hacer refbrencia a csta c:rracte rística <iice quc "seeuil. una hisro-
nos colnl)rornete, corno rnínirno, a inraginar o anticipar.el rz,rgr.r clc las
'.i¿r
cos¡rs -iconseguirir el trabajo o no?- qr.re ptrcden ocurrir ¿r coltinuacióu".
E inclica qlle, en general, "las prinreras escenas en la narración cle mus¡rs,
colrlo ell cualcl.rier narración, suelen se| condiciolres causalers clc las últi-
ñns" ¡'r que, Por eso, "implican o circunscriben un ranso tle .PcioDcs
$
respect.o a Io quc ocurrirá des¡rués, y un asPecto crucial cle lo que ir:r <,lc
seguir- en una historia consiste en clesarl.ollar \¡ pr"o)¡ectar un hor-izc.¡nte
razonal,rlc' o r-rn conjunto de expectativas sobre la dir.ccción cle los acontc-
cimientos que la iristoria h:i ltlresto en niar.cha" (5 l).
ca'roll tarnbién observa que segrir trna histor-ia "exise satisf:rccl. los
suplrestos e inrl-rlicaciones dei mturclo fic¡icio de Ia narración" (5 I El cjcrn-
).
plo qtre brinda es virltml Ligltt, de willianr (iibson,
Pero es e.r,iclente cltrc los
eiernplos que ¡ odría haber rnencionaclo so' uruchos (sieuie'rlo co' la
ciencia ficción, podría haber ejernpliflcaclo con las adaptaciones clc las
si'gr-rlares novelas cle Philip I( Dick)'' y c¡.c l:r lista r. tie'e por- qrré
restr:ingir-se a relatos cle ciencia ficciórr (dado que poclría h;rbe'irrc'rpor.a-
clcr filrnes clásicos como el expresionista Múróltoli,t).
sob'e las tra*as, carroll rec<¡rclará clránt¿rs veces hav gi'.s sorpr-c'clc'-
Les, corno la l'evelación cle que la m¿rdrc rle Nornran está muerta en 1?slrarrr.
l)icc entonces que "estos gilos cle la ü'anra llegr-ren
Por sorpr.esa no sólo iuclic:r
que ei público l-ra teniclo una actitucl constmcti\¡a dr.rrante la narr:rción, sino
que fal)rbién ilrvila a rur:r actividad constnlcti\,¿r ¿rclicional
¡rar-a inc<_rr¡:or.:tr
nueva infbrmación' (5 I ).? cit¿r, en esre carnPo, a susru-r fbagin, quien sosticne
" La leferenci¿r es ¿r lilr'es cc¡tn<t Rlrd. r'r¡lner (Riclley Scott, t9g2), EI i,nt{ttrlor
dt:l .íu.ht,ro (Totul. xtt:.11,, Parrl Ver.lrr¡cverr, lg90) y zt l\4i,utrit1- rrlorr (Sie'err
cue apreciar una licción "requiele ac[a1.rtar-se psicológicarnellte dt: ur]n rn;¡uri-
i:l que 2r lnelludo no puecle iurticiparse. llequiere ciulbial cl ¡tlr-rpio ll"urto rlc
vista I' desiurol.lar y curplear varias sensibilicladcs". Y aele ea que , nc¡ oltstanl.c
que ella rnisma ha pucsto acerlro cn la capacidad coeririva dcl púrblitt, "los
cousumiclor-es cle ficción de rnasas no esLán sólo irnplicaclos activalltentc fll uli
corttinuo proceso cle conocirniento; talnbiéll estár iuplicacl()s act.i\¡aliclttt: cll
la respLlesta moral v ellocional a la llcción" (52). Atrtes había sciralaclo clLut
"rnnclras ficiiones cle rnasas sott tlípt'it:u.s clc rur morlo que auirrra.n intent:ion;r-
cl¿unen[e ai público a especrúar soble las l¿rer-utas del rexto" (5 l).
Cor-no resumen <le las opcrat:i,rtu:s serialadas a l:r vez r¡ue sitrrantlo srr
lur¡ar, Carroli ex¡rr-esa:
lii micleo de la tesis de Noél Cal'r-oll cr-l r-eiación con el rrrgunerrto clc
ia pasivici:rcl es qul d tu'le tle uutsus sea at:ctsi,bl,c, o ittcLu.so Jiícil.,
cyue el h,echo tfu
tto iutpl icu t¡Le lus.trr.jatos sutrr lttt.siitos.
Ahora bien, rnás ailá de toclo lo scr-ralaclo, hav ciertas clrestioncs (:le su
algumentación gener:rl sobre los meclios dc- r-¡tasas que merecen scl.cspe-
ci¿rlmcnte revisadas. Itor ejern¡rlo, Carloll no síilo pone el ¿rccnto cn lu
inrporlancia que la nalración ¡ror inráeenes l)osee en el ar.tc clc rn¿rs¿rs,
debiclo a que el recr-rrso favolecc la corn¡rrensión, sirro quc tanrl¡ién clcsta-
c:r el lngar de ia t-c¡:r:esentación.s Per-o cn esLe tcrlcno su ¿rcclc¿ulicnl.tl uo
ltegr() en el que los protagol)istus sol clir¡rinales y deliva err trn lihll cle r,:Llu-
¡riros a pa|tir cle que lleuan, h-rego de llll secuestl-o, a rill sitrgul¿u.bar- cll ei
dcrsierto nlexiclno.
" I-Itrce varios ¿rños Osc¿rr- Steinrl¡er{¡ r'iene sosfenienclo l:r hipt'rtesis rle qrrc l:r
v:rnguarclia, para instaural sus t'llptru'¿rs, ha cvi¡aclo lristór¡t.anlente la rc¡rr.c-
serltaci¿)u, el r"elato y la olnamentacitin, aclcnhs <le krs ltr.cvisiblcs crirsés rlLrt:
irnponen los gér¡er-os.
D¡ Lo crrurmrrocRÁnco A Lo rELEVrluo j + r
l
pr-inraria del espectacl<;r se lealiza con la cínrara y su pulrLo (lc vista (e st¿r
obsen'ación corlstituye en también en Me tz un ¿rspecto clave cle su t.:orí¿r),
cietclnrinó, a clif'erencia de é1, en qué se clifbr-encia es:r cxPcr-iencia cle la
e'la fase clel espejo: e' el espejo cl
'iiro'c pr-oPio cuer.¡:n, cn el
'ivic{a su
cine no, y este hecho tiene importantes consecuencias.,,,
l,a colnparación con el teatl'o la realizti al intentru- clis¡insuil- e I estatu-
to específico de la ficció'c¡renr¿rrográfica. Esa búrsq.e cla Io llci'ó a propo-
ner una teoría del dr.r1osi,t,it'o:la ficción cinematogr-áf ica l:r rc:rü.al corn¡rar.-
1'
ten, a su.juicio, el caráctel imaginario clc lo rcptescntaclci (es lo
Pr-,Pio cle
tocla ficció'para x4etz, ya se;r cle carírctcr teatr.¿rl, ci'clrr:rtogr.áf-rco.
escritural), pero diJi.antt en, s'u.t ¡n.orktlidudcs de rupt-escnttlitht; t¡ir:.rúra..s t¡r¿ l.rr
rt:presuúaci.ótt, te.0,l1'a,l es
l)I('tl(unt,nlt ti'tl, La rlel ,ittt es trmLbi,éu. i.tturg.i.rt.u.rit.t,,.cl..tclo
que ya el misrno .raterial es r_ur reflejo', (X4etz, 2001
11977): tiO). Esra
t-eflcxión es ia que se encuenrra en i;r base del títnlo cle su libro, ll si.gtriJitLtrte
irnagínarí.o; Metz dice, en su Prefircio cle M84: "esa expr-esión ofi-ecía, a mi
.j*icio, el mérito cle aluclil'sirlultá'eamenre al cal-ácter iruagin¿r-io clcl sr-
Portc y al régime* cle percepció' q,e eJ ci'e, err la m:ryoría cle los c:rsrs,
tiencle a fár'c¡recer.en el espectaclor-".
Aclemás, Metz consicleró c|,re cse r'égirue' cle
¡rer-cePciór t:u'bié'cs
singulzrr-. Así, se ocupó de una cornparación c¡ue venía cle lar.sa datir, l:r c1trc,
asenreja a la expericnci¿r cinerrarogr'írfica (expect-ación rle iuriiscncs cn
ulra saia oscllra, en situación cle inrno'ilicl;rcl, etc.) con ei suci.ro. En este
terreno postuló -en "E1 film de licción y su cspect.rrior- (cst.rrrli<r
metaPsicolór¡ico)"- una serie cie clifcrencias entl-e las cu¿lles (lcst¿rco: que
nricntras el sujeto sabe que estir cn ei cinc', el soiraclor.no s¿rbe qr_ie est:i
soirando; que mie'tras el sueño es.na ahrci'ación, el ci.e .o lo es (por-t1ue
i'tervie'c u' dispositi'o); y quc el fihlr, sicluiei-a cu:'rdo ,c lo
1r,:,,po*c
'i
I' Dice lv{etz: "la lelaciólr cle 'buen objeto' clesde r.ura perspectiva de cr'ítica socio-
histíl"ica clel cine t'esulta más htnclatriental, ¡rttes ser'1t ella y no su itrversa (qtte
i
48 I Manlo C¿nLo¡r
I
lin lo quc siealc, qlrisicla vqlt'er sc-lbl'c esgs tcgít¡etrcs, (lttc l){)s.cl)
ilnchos llresupuestos ¡rútr no expi.lr:stos ni clisculiclos, ell tiinción rlc lun-
tianrelttar': a) por tlué, según nli consrcleración, l:r cxpcctacitin Lclci,isir,lL
e s, iurte toclo, una pl'áct'ica acti\¡a v no
¡-r:rsiva; -v, b) 1>or- r1ué, lli espccilicirlacl
cle lo televisivo pal'ece rcsistir los allírlisis c[rc liabitr.rahnente recibc, ir)ll)i-
rlienclo rro sólo qr.lc ltl tclc\¡isivo se conviclt:r ell ult buett. altilo (v ¡lcr-nrarrcz-
ca collto tuia incrignita). siuo, tarnbiéll, aiuc sc le lcco¡r¡zc;r lrlrltcl gclcr-:rtlcr
e irupucsto, clr l¿r vicl¿L soci:rl, expclicncits cxpccta trl iulcs sirr :lr te cctlcntcs.
Ilttcrrtar'é r'ealizal'csl:-r t¿Ilea tlc lir fil'ma nr:is sistcl¡tilic¿r (lue cn cstc t)l()-
mcnt"o l)uc(lo hacell<.¡, ennncianclo eu t¡ré se ascutc-ja I clifclcLrci¿r c;ulu
r'éeinren cs¡rcctntoriai clelclr: la expccta(ión cinem:rtogr'ír1lca cu c1 cst.;rtlltn
en (iuc la estrrclici Nfctz (el srabado liccionaL).
Los rlos pliurcros legímcnes (glaba<l<t/ ficcidrn y cr2rll¿lclo/no ficc.ión)
lir:ncLr, clebiclo a cpre ir-rten'ieren el clis¡tositjvo y cl lengr-rnje dcl {r'¿ltarlt¡,
r'írlculos induclables con la cxpectación r-ilrcm¿rtogr-iilicir y la constitr-rciótr
clc slr sr-rjeto cspectaclor'. En antbos c¿sos el sujcto espcctarlol'sc encuclttllL
auselrte rle la pantalla (diler-crrcia con el espcjo) \'lu r'¿inrari, con la c¡rc sc
rclentific:r, "ire urir¿rclo a11tes" qlle el suie to. Elt arnbos casos, tarlrltiélt, n:rrl:r
Parcce inrpe clir que las oper-:rcioncs cle montajc (lllc Metz clistincuió cl sL¡
srrrtaqrnlrtica (Ntetz, I972: 171-226) conro plopies clc 1o cinematoe'l'li[ic(),
'h:rcelsc
puecl:ur pl'esclttcs (lo haccl, sin drrclas, en el r¡ral)ado licciorral).
Las plirrcipales tliJizt'etu;rrt.t sLt k)nttttltun ctt. uu.ria,ciott.cs ut, |.u,s t:t¡ntli,r.iuu:s tl¿
t.vlttclu,t:itin, (pantalla tclcvisiva r,ersus cincmatoqr'írlicir, colrcliciollcs ctc la
sala y cie la práctica social, etc.), rlue Lturtu:n ltubcr"r(icttulo d¿ ntt¡do rlc.si.e'ttu!. ht
¡nLorucitin rle La, expectaci.ót¡, dd, ptrtlnd.o li.ccional qre La rl.d, ¡1xúa.do no Jit:t:iouttl,."'
En este scntido: si consi,tl¿ranuts rltu runbos rcgítntnc.s ttriticron t.ttL t¡t/slLt¡ ttri-
gtn, la sala chternaLogt'(t.Jica -en 1a rluc antes cle los frhtres se exhibían "actua-
liclades" que füeron anteccdcntes, corno ira seital¿trlo Ve rón ( I 0!)5: 1).1.), rle
Ios prinrelos noticieros televisivos-, utienlt-u.s qtrc Lr.L r:xistatltitt tni.;lu¿ dd..sttjt'-
to upectad,or tle f,cciórt 1ru, sirlo.fircrtetnan.tc iti.ttutkullt, u l,us tutut:turí.stitu.¡ d¿ ltts
Luego cle todo lo expuesto no pueckr lnás que lleear a nn:r couchr-
sión: cn el nivel pue sto cn tliscr-rsión, 1a expectaciírn tclevisiva no pueclc ser
sino una pr'áctica activa, movilizadora,li-ente :r la expectación cincrnato-
erírllca del gr-abac'lo flccioltal, de uua notable caltticlad v cliver-sicla<l dc
" I',s sabido que, actuahnente, estos progralr:rs son ol;jcto cle rrrra ¡rlr>lirncla
cliscrrsir'l.l soltre srr est:rtltto. lf:is allh cle eso, no porlcmos clrrclal clrre, fi'ente a
los que se inscl'iben plen:rmente en Ia ficciírn, se pl'cseltt:rn couto no liccionales
(con sLrjctos qr.rc hacen cle sí rnismos, no cle otros). \'que, cotno seiralti ltlisco
Verótr, "estos lruevos génert¡s c¡.re han apirleciclo en la tclcvisiriLl :r nivel nnur-
<lial en estos írltintos:uios (Srrlri,ar:s. Ri.g IlraLht,4 Expeii.r:iórt. Robinson, elc.) ll()
sólo no tienen nada que lcr con los géneros liccionales (rnhs o rnenos r:lírsicos)
clc la televisirin, sino que sólo se krs ¡ruede ¡tensar ( ( )l-l-uctilnlcnrc lr( ,t' ( ,1), ,\i( i(in
a lo que la televisión llarna'ficción"'0¡er'<in, 2001: 166).
D¡ ro cr¡r¡¡¡arocRÁFrco A ro rElEvrsrvo ] 5 3
saberes ilor parte cle sus sr,¡'etos telespectadores. I)istingo, como níninro,
clos en los q*e esa movilizaciór-r de s¿rberes de car-ácter- téoric. y
'iveles
social intewiene. El primero es el de la iclentificación de bajo c1ué réeimc'
espectatorial está trabajando una elnisión cnando es sintonizacla. conro, a
clifere'cia de la expectació* cire'ratográfica, que trabaja casi sie'rP.c
bajo el régüne' del grabaclo ficcion¿rl (a vece s i'rcr-c:rlaclo co' el qral;uclo
no-ficcional: fiagmentos cle clocur-nentales, ctcétcra), la tclevisiva
¡lrerlc
estar haciéndo1o en cr-ralquiera rle los .egírrie.es reseñados, la pr-i.rera
r:u'ea que reaiiza el srljeto espectador- es 1:r cle iclentific¿u' la
Posicií,r
expecl:ltorial qr-re clebe ¿rsunrir-. EI segundo nivel es el cle pr.cesal los
calnbios que, en el curso cle rma misrna err-risión, sr-relen proclucir.se. Esrr-r
sucecle, por ejenplo, con la dis[ancia entre licciorvno ficción, qlle tanto er]
g-abaclo como en directo suele sel corta cn las emisioncs televisivas
''uv
irnás que en el cine).r:Y t:u'bién co'los'ertigi'osos saltos ertre sraba-
do/dil'ecto, pennanclltes y brutales, que hoy son habituales cn e'risioncs
tales conro los noticieros televisir,os.
[,a teoría se ha neeado (o no ha pocliclo, o no ha sirbiclo), hasta ahor-a,
a reconocer )' estucliar las c:rractel ísticas cle est¿r singulal' exPerierrcia
e\pectatorial. No clebe sor-pr-encler-nos c[em:Lsiado; la ex¡rcctirción tclevisiva
cs una prtirctica t-eciente en la histori;L de la htulanidacl. lrer-o t¡a cs tienlPo
cle que em¡recemos a abanclonar el trad.icional v poco
¡rr'oducti'o discul.so
apocalíptico, que difícilmente nos permitir'ír Avallzar en el estrrrlio cle un
iénómeno tan complejo colno el de ia expcct-irción televisiva, porquc los
desafíos son urgentes, apasiouantes c inluensos.
' Pol ejemplo, en ult tl-tlclicionltl pr.otrr-anta cle la televisiíln ¿rrgentina, coll tr.cil.l-
ta ¿ri]os en el atre, hl.íntiur t:n, d bur, ell srr ediciri' 2001], la clistancia cntl.e las
.Pinio.es de Geralclo Sofbvich (de apoyo ¿rl ex pl.csicle'te clarkrs Nferrcnr)
en la rnesa como personales, v srr papel de tío de Iilol.encia clc la \ta.a
'el-ticl:rs
(un cor-rocido travesti quc hacía el pa¡rel cle sobrilla de ()er.ar.clo) chn-aba el
bt-evísinlo tierr¡ro en que Sofixich tal'c]aba en lcv¿rrt:rr.se cle ll¡ llrcsa y clar lc¡s
dos pasos que lo sep:u'ab¿¡n cle "srr sol>rina". Y much,, dc.l ltrrnr,,l.(l(.ull eolto-
ciclo capocórnico, Alberto olrneclo, ¡ralpiraba entr-e l¿r consr'-ccitir.l clel persri-
y sus gestos y coment¿rrios lüera de g'ión, q'e rcmitía. rr.r/is al
'aje, ¡lr.o¡tio
Albel"to olr'eclo tele'isiv<.r q'e al perso'aje qlle en c¿rcl¿r ocasiirn i,rt..¡,i"t"i.,a.
I
54 i Manro C¡nLór'r
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r¿¿r. Balcelona: Gedisa.
EL DIRECTOTELEVISIVO E5 UNA
TÉCNICA DE Lo REAL'
Este trabajo se i'terroga ace.ca clel iugar cle lo tele'isivo a pirr.tir clc
su noveclad constitntiva, el d,incto, descle la perspectiva cle uno cle Lrs gr.an-
cles teuras teóricos y cle inr,estigación en el carnPo cle 1as artcs y las ¡écnicas
en occidente ,la li,*oria de la reltresetttución (que es u,nu lti.sto¡i,n tl.c L¡s íti¿¡i.r:t¿s
rnbnítita') y rle sus styjatos espectatlorc.i. Expr.eso su basamento bmtairnente:
sostiene qlle no se puecie dar cuenta clel lugar.ciel clirecto tclevisivo, ni dc
los discursos que a trar'és de esa posibilidacr técnica se gercr.ar, si no sc
consider'¿r el lugar que en el marco cle esa histol'ia este clispositi'o ls11-
1,
guaje replesentativo vino a ocupar.
La historia de la representaciór tie'e, como tcrna, una larga traclició'e'
las historias del a.te. Es más, e' occicre'te, cLrrallte tier'po ha siclcr
'*rcho
Dice \\Ir¡rlinger: "La idel {i¡nclan'rcntnl dc nrrcstlrr ens¿lvo cs most.r¿rr t¡rre hav
anr¡rlios tell'enos de la liistcll'ia clel artc a los r¡rre no es aplicablc l:r csrétic¡r
rnocler-rr:r, llirsada en el concepto cle Eútfü.liulrc'.lista cstútic:r tielc srr ¡nrnto
arqrrirnédico eu rtn polo solanlcnte cle l¿r scnsibilitl:rcl artístic;r del ltornble.
Srilc¡ al convelgcr con las líneas qL¡c parten clcl polo opucsto, i¡ttcrl.irrh rrrr
sistcrn¿r esréticcl colnprctrsir,o. (lrr¡to este ¡rolo optrcsto consiclcl'¿rrnos rrrur
cstótica qrre en lrrgal cle arran<:ur del afán dc ¡rr-oyccciíln serrtinrcntal, ¡tar.ta
dcl afirrr <lc irbstl-acciírn. l\'Iientras rlue el:rfíur tle llh{iiltl,utx: cor.no srr¡rucsro cle
l:r vivcnt:ii¡ estétic¿r eltcucntla su s¿rtislai:ciírn en la bcllezl clc lo or.tlilrit.o, el:rfÍn
de al>strat'ci¡in h;rlla la bellez:r crr Io inorg:irrico y ncg:rckr"cle la vicllr, crr lo
cristalino o, cx¡rr-cs/rnclolo en lolrn:t gcrrelal, en tr¡da sujet:itin ¡r ler'\'nc<.c'sicl.rcl
nbstr-act¿rs" fl,\t:ln-inger, 1953 f19l{)l: l8-19).
Distineo, entt'c los cleclic¿rckrs cspecí{icarnerrte ¿r la tclcvisir'¡n, cl libxr <le.]csirs
(.itt¡tlJet I{ec¡rerra, EI. tl.ivutso l¿l.atisi¿o: tslttt:lti.crtl.o rlt kr posntod.rt n.irlzrrl 1li)9!),
c¡treex¡llícitanrellte se Pl'oprtso abotdal sr¡ an¿ilisis..rtcndienclo;r L¡l¡a tcor'íir del
espectácul() v a la histol'ia cle la re¡tresentacirin, acleltu'ts cle que aticrrde a ia
¡rroblcrl:'ltic:r cle los sL.rjetos. Dcbido a la extensiírn <¡rrc el tcrna nlcl.ece, n() lne
cortcc|rtL¿rré cn estc hr¡lilr en las clil'erencias el'¡trc su t|aberjo, eserrcial¡üerrtc
c:onden¿ttorio de lo televisivo, t'el que ar¡rrí se ¡tr.cscnt:r.
D¡ lo cr¡¡rir¡arocRÁFrco A Lo TELEVrluo j S s
i
6O J Manro C,AnroN
i
El secreto del ¿rt'tista col'rsiste ell qlre se rcalicc l.ur¿r obr:l tan srr¡rcr.lativaure¡tc
bierr que todos olvidcnlos pr-egrurtar qr-ré sierrificzr, par-a acLrrilal stilo str nr¡cl¡
cle rcalizarl¿r[. ] Irue utl mornel]to clccisixr pala la histori:r clel ar.tc ¡c¡uel err
cl que atención de la eeute llegó a concclltl'arse t¿rnto eD el nroclo criDlc¡ lOs
lzr
lLrcgo del 'fin del arre'), cle clisis cle los granclcs r.elaros lesiti¡rad¡r.cs clcl
cliscur-so artístico. Ese relato, al que consiclera cl pr.iner gr.an l.cl¿rto rlc la
llistoria del arte (el otro que decavó es del moclernisno o el cle la er-a rlc los
rrranifiestos),1es el del nlfc rtltrcstntuliiro, qr,re tu\¡o su pr-imera exposición
cr la era de Vasar-i. Segír'Da't. (1999 [1997]: 70), para \,'asari, ,,cl ¿u-tc
lbe la conqr-rista proqresi\¡¿r de l.s aparic'cias'is'ale s y cle las csrr.atcgi:rs
' otr,rs r"eiatos sr¡n, palr Danto (lg9g Ilgg7]: (ig), el rloclcrnisr:l v r:l corrrc¡r¡r¡-
rár¡rco: ",{.sí bosc¡rej:rcb, el relaro ler¡itimaclor cle la historia clel arte
-cn occi-
clctrte, auuqrrc nr¡ s<ilo ¿rllí- es qtre hay un2¡ era cle la irnirat:irin, seguicl:r
l)or uu:l
e.a de la irleología, scguida por nuesrr¿r era posrhistóric:a, en la lual
¡r,,clenr,,s
clecir', qrte v¿rle t.odo. Cacla uno de est¡s pcríoclos esth c¿lracterizac[>
¡ror. rrrr:r
cstfllctur'¿r clifi:r-ente cle la crítica clc ar"te. La crític¿r cle ¿u-te en el
¡:er.íodo
rnirnético o tradicional estal>a basada ell la i,erclacl visrral. La esrructr¡r.a ¡le la
cr'ítica cle arte en la et'a tle la ideología es aquella de la qrre intenté libera¡lre: cle
lllallel':l car¿rcteríslit:;l fttnclít sLr ic'lc;r fllosólica acerca cle c¡rré es el ¿lrtc en t¡lla
clistinr:ión cxcl:sivista entre el ¿rrte que cll:r aceptaba (el vcrcJ:rcler"o) r, el r.cst6,
considet'adrl uo autél-rtico. lil ¡rer'íoclo postlristrilicr esr¿i ln¿u.cackr pcir" la sepa-
rat:irjrl cle los calllittos eutre [a fiiosolía v el arte, lo que signifit:a que la crírica dr:
a|te ell el ¡lcríoclrl posthistól'ico clebe scl-tan plulalista colno cl rnisLrr6 arlc
posthistrlrico. lis altsoltrtatneltte sor"¡l'enclentc quc cs¿r
¡rer"ioclizaciírn tr.i¡>ar.tit;r
correspolrci;r, casi perturb:rdor¿lrncnte, al estupenclo relato
¡;olítico cle ]-Icgel,
en el cunl, pt"ilnet"o, tlno er¿l libr-e, desptrés srikr al{¡unos clan li|rcs, fl¡a¡rii¡-
[e' en r)lrestr¿l ¡rr"o¡>i:r erzr, toclos s<;r¡ros lil;r"es. Ln l.]uestl-o r-elato, al
¡rr.irrcipi,
srilo lir mimesis era 2rte, clespués vurias cos¿rs I¡eron ar.te
¡:cr.o circlir i,,r" tr,,t¿,
cle ar.riqtrilar ¿l stts colnpeticlolas, v finalmcnte, se hizc¡ qrre rro ¡zr¡,
lestl'icciones filosófi<:as o estilísticas. La obr-zr cle ar-tc no"i'ial"ut"tiene quescl.cle rrn
lr.rodo es¡rccial. Y éste es el ¡rttscute y, corno clije, el rnornent6 li¡al e ¡ el r-elat,
lcgitirnador. Iis el fin del r-elato".
DE ro cl¡ter¡¡tocRÁFtco A Lo TELEVtsrvo 6 L
62 lManroC¡nro¡.r
I
" Para clor¡rl.¡r'icir este f'enírmcno, c¡r.re lire lesisticlo 1',or Pl:rtílr, el gr.:rn
itlr¡rtttnatlor del ar"te tuituético, tiene origen cn la litcratrrr:r h9l¡ór-it::r. Áí se
Pregunta: "icuírl cs, en cf'ecto, el car'ÍLctel de la n¿rrracitin grir:ga scgírn lcr
collocelllos poI Flornero? Dic[¡o hrevcrueute, le irrtelesa no t¿u'l sril¡ cl 'qrrí",
sint¡ tatrlbiéll el'cílmo'de los ncolrtecirnientos nríticos. C)l:uo tlue csta rliitin-
cióll tlrl cs trtuv est¡-icta. No ¡rtredc <larsc r¡l lclato cle acr¡rtccir¡ticntr)s (lrre r)()
inchrya descli¡tcititl cle rrtl¿t u otril esliccic. l rrrclie sr.rstench'ía <¡rrc la epopev:r tlc
()ilganrcslr o el Antigr,ro 'ltst¿uneDt() r'rr¡ contienen escell¿rs r,íviclas. Itr-o t:il vez
se dn <lc toclos trioclos una tlilererrcia en In nr¿rner'¿r co¡no l{onlero pr.esenfa los
inciclentes fi'cnte ¿r fi'oya, los tnisnros pensarrientos {e los l¡érocs, 6 la reac-
ciírn clel hijito ile lléctor que se asusr¿r clc las plunr:rs del casco clc sr.r patlr-e. l.-l
poeln es arluí tttt tcstigo oculal-. Si sc le pl'eur¡ntarir crirtro ¡,roclía slll>cr t:ul
exacf:rrnelltc ltt octtt't'iclo, a¡rclar'ía ir la autoliclad de ll N,lLrsir <¡uc se Lr c¡rrtó
toclo v ¡:ermititi que su visiírn illteritx'¡trrvesula el ¿üisnro clcl ticrn¡;o. No sal¡c-
m<ls si los pit.ttorr:s y esotltotes illvt¡citban r¡rr:r salrciírl sinrilarl crrarrcl1l colllellz:l-
l"oll ¿l itventtll'¿lrse pot-el tenetro cle la autóntica n¿ur-acirin mitolixrica
[...] I'c[r allí
clonclc c'l Poeu tení¿¡ la liccrlci¿r rlc val-ial y bol'dar sobre cl nlifo v cle clcmor.ar¡c c¡
el c<i.rlo al l'el¿rtal krs ¿rconteci¡rrientos épicos, qtretinba Ia r,ía abierra par.a qrre el
artist¿l vislr¿¡l hiciera l¿ mismri" (Gonrbr-ich, lg7!) [1g59]: 122).
Ahor'¿r, en l'elación con lo pliintcado, es intcr-es:rntc :r¡:r'eciar (lue, ell k¡s ren-
gttajes visrt:rles, la pt'esetrcia clel plirrci¡;io clei tcsti{¡o oculal no ap¿ll"ece rcstr.i¡,
gicla a los desal'r'ollos nart'ativos: cl urisulo Gonlbrich, a¡roy:inclosc er) estudi()s
atlteri<-¡tes, h:rbía tnostl'aclo pocas p:ieiuas antes l¿r evolucirin rle lir cscr¡ltrrr¿¡ a
l)artil. de rrna cornpzrr'¿rción entre oll'as elie¡;as y cgi¡rcias, lnrlstr;rn(lo cínrro
"l:rs figul'as rígidas y hclaclas <¡uc ll:urrarrrt.rs t\polinos, o l¡otn"oi a<lclarrtarr
¡;ri-
lnero tln pie, cíltrtcl htego llexiouan lt.¡s bl'irzos, crirno su sonlisa dc lnirsc:¡.¡ sc
srull'iz-:r, t'crirno, en los tiernpos cle las grren-:rs nlédicas, la simetr-í¡ (l(j s¡ terlsu
:lctitucl quecla ¿rl fln l'otl cu.rnckr los cuerpos gilln urr
¡roco, y la'irla palccc
penetlar en el m¿iunol" (Gonrbr.ich, 1979 [1959]: ll2).
'lirrnpOco cleo, :r der:ir vcrrlacl, y corno intenlar'í'
clellrostr¿u- ¡ l<¡ l:irgo cle este
esct'ilo, c¡tle el princi¡:io del testig() ocul¿rr sea cxchrsivo clc la expr.esirin ar-tísri-
c:i. Lntienclo, a decir vcrclad, que si bien se ¿rrrir:ula
¡rcrlectamcntc t:o¡ lr
¡l¿t't'¿rció¡l, v que (lurante lateos l>er'íoclos cle la llistt.¡ria sc lia ar-ticularlo trrn el
clesat'rollt¡ al'tístico, llesauclo a ser-. cono serialé anteliolrneute, dilícil sepa-
lir¡'los, es arte todo rrn ¡rrincipio cle las tét:nicas representativirs
De ¡-o cr¡¡rnarocRÁFrco A Lo TELEVlluo e3
I
; [,ste trat:rmiento "blancl." por p¿rtc clc Gor'britrr rc¡s e'it:r telrrr qrc ir]tcr-
vclril clecitliclarnente -clltdo t¡trc no se.jtrstif-rc:r a nr¡estros fincs- en rura rlist:rr-
sión tan cornpleja corrrri la que sc dcsallorrri err er sigro XX err l:r cvarrrat:irj¡r
rrc
la ¡:ersl>ectiva -¡rienso, ¡rol sol;r'e tocro, cn ras dif-elencias qrrc, r¡:is:r¡:i cle srrs
:r<trerclos, Pie''lc lir'¿urcastcl ex¡>Lrso cn r]istintcx; lu..arcs,
¡ror.cjernplo en I:,ittrtt-
rn 1'sot:icd.nd (lir:rncasrel, lgg{) [lg?t)]: r(;g-172), cr>n cl clásii. tr-ab:rj,
<lc Er.uirr
I'arr<rflskv. kr'pusltctLiin rnno.lirtntr si¡nbtilittt. (lggr
tlg2,1l). I)cscle esre errfirqrre
ha1' srrjct<r cs¡recnclor nrientras se ha-r,a aclo¡;f zv)t> el printipirt ¿tl. ütsti¡¡o
tx ti,tr,
nrás allír rJc qrre se encuentrc pl'escnrc Ia per.spectiva linc:¡l rk,ini¡rir.lciri¡
ttr:ttet'nirl.i<:a (cottro sttceclc cn clerc¡rninarlo molrcnto del llcnacinlielr,,,
r,,
c''tir'ilr, cle alg'n ,rr>d', en la IirL.¡r'r'afia) . c¡.c Iu ¡lri:rrr¿ rr: L,r( Llcrrtr " c
:llrser)te, conro sucecliri en 1a r\ntigüecllcl, cn illrpol-t:r.ntes clcsilr.l.¡l¡rs clcl
Q.attl'ocento (e'cl qtrc era llll recrlrs() c'tfc otl'os), e irchrs., talrri¡iérr, c'cl
¡-rcr'íacl' q.e vzr desde el lLe'acirnie'tr¡ hasta cl sielr.r XIX. l-o ir'¡>.r.r:rrrrc, crr
nri opiniírrr, es que en estos c¿lsos sc lra aclo¡rtaclo el
¡>rinci¡>io dcl lcstig¡ gcrrlar,
y (lue cntonces poclemos h¿rblar- cle rrn strjcto espectaclor- r,inculaclo
,, lr, ¡.,r"r.,r,-
cia cle ese p,.incipio. Lntienclo (¡le esta
¡rlo¡rosiciírrr, acrcnr/¡s, no es ..>rrrr.lrcrir:-
fc¡r'ia cor.l la cl:rsiflcaci¡i. cle lira'castcl, r¡rie. hace rtf'er.e'cia :r rr.
cspar:icr
r:scenogttifit0 parir dat- cuenf:r de lo ilcol)leci(lo eDtr.e el
ell¿rttxx:cllfr) t, el sig-.lo
XIX (en el <¡ue sc el)cuentl'¿l cl¿u'anrente visente el pr.incr¡rio rl"l t.,rirg,, ,,.,,,-
lar-), distinguiéndr.¡lo cle urr espacio ,,<:orrrpzu.tinrcnt:r<kr,', c.,¡re
llanra ,il cl. l"
Lclacl N{edia v de rur espaci. "a¡rrerre.si'o", coux) der}()urilra ar cle ra
r\4.cler--
niclacl. P:rr¿r li'anc¿rstcl, hat:er lelér'enciur a un es¡r:rcio escenoel-:ific(j (ar)fcs (l.e
porlef ¿rccrlto er la prese'cia cle la pc.spectiv:r r.¡ratcrnhtica li'cal) "expllta
t¡rrti no solanente cn el teatrt¡ las reglas:rr-istotólicas clc l:rs tres rr¡icll<les¡r.r.
se
iur¡lttsieron clesdc el ¿irnbito dcl Qrrattr"o(:cnt() y clonrinarorr torias las irrrrginr-
ci.'cs, rníticas y ¡rllisticas, clel lle.acirnierrr." ()ir.r.rr-rcasrel, lgg¡i
Ilt)70']: ll)(i).
Ccllno el tem:r es illlPortantc, :rlgo nrás: sc s:tl:c quc ese csl>aci, ,,.rr,,,,r!rií.|¡.,,u
,riu
es otlo qrre el qrre aparece, elt tcatro, en l¿r cst.cn¿r,,a l:r italialta,,,
,rror,riru.l,,
funciír' de lur p.nk) de vist¿r úuic., t¡ue situri c.' c'x:rctitrrd el lug.u-crel srrjet' "r,
espcctad.r. Al r-es¡rect<l p'ede c..srrrtruse, pol' s' p.crcr- ,r..le.nár, er tr.aú.i,,
i
64 j Mnnro CnnLór.r
dc.|esús (lonzález Requena (1999, 70-71) -m¿is all¿:r de que, inllrriclr ¡>or
Pirnolikl', tiuribién pone ult ljr¿lr] acento cn ]¿r constnrcción ¡;erspecrivista clel
esp:rcio-, qlre en srr topoloeía del espectírculo distingue Ia escen¿r "a l¿r itali¿na"
clel espacic.r -un¿r "escen¿l abierta, indcflniclzr, que tiencle a extencler.-
t:tLttzu,aa,lesco
se ¡lol toda la ciuciad, en la que el espectadol qué rnir-a y el cuer.¡ro c¡re se exhibc
cieflnen clos t<ipicos col)stalltcs [...] pero iutercarnbi¿rblcs, ¿rccesibles a toclo
sujeto" (67)- y eJel circcnsc -"eu el t¡ue el cvenro-cs¡>ecta'iculr ocrr¡raba un clerer
llirx¡<icl ccutr-o en tor"no a[ cual, en clisposiciírn cir.cular-o elí¡rtica, se clis¡r.rrían
Jos espectadores; así sucer.líir en el circo rourano, el hi¡:ri<lromo. las
¡rrrrcbas
clepoltivas, los misterios meclievales, el teatnr ¡:opular., Ios:riusticiamienr()s l)ú-
blicos, los tol-neos..." (68-69)-. Scer'.rn lleqrrerra, frente a ellos, coir l¿r esccna "a l¿r
itali¿rna", "es el cspectackl-quien pas¿r a ()cupar el lu¡;ar ¡rrivilegiaclo: el conjrrnto
escenogrilico (el.juego escénico c'lc los irctores y los clecor:rclos) se clis¡xlre en
términos perspecti\¡istas, orclenánclose en füncióil cle rrD celltr-O ri¡ttico exte-
r"ic¡r, clefinido pol el lugar' <rcup:rdo por el es¡;ectador" (70).
A p:rrtir de recuperzrciones de lo observaclo por Peirce (1974 [18g5]), t¡ricn
identilit:ó a las fbtografias, en 1:articular l¿rs insÍrnt¿ine¿¡s, lo sólo conro irnl¡uc-
nes ic<inic¿rs, sino tarnbiérl cono incliciales.
llxpresa Hockney ya en l:r introdr¡cció¡ cie srr bello libro (que conocí gr.ar:ias el
Setniu¿rrio "Lacan clonolírgico", dict:ldo por rni Dirr:ctor cle Tesis cle Drrtt¡l-rrcb,
De Lo ctrue utrocRÁFjco A Lo rELEVtluo
i
U ,
I
Jo|ae Barios orellana): "N{uclrc¡s histor.iador.es <lel ar.te han :u-eurnenrirtle qrrt:
determin¿rdos ¡rintores us¿u'on l¿r cirmara oscul-¿l cn s. .br.a
-calralett. r,
Verlneer en p:r.ticular se cit¿r'r cr¡n r'ec'encia-, pelr), q.e yo ser)ll. ratrie rr¿r
sugerido que la óptica se rrtiliz¿rr.a de ta' antplia, r,i tr,,, r.,nprun,,
c()¡nr):ugr¡nrenro yu aquí" (Flockney, 2002'raner.a
,,' [2001]: l2).
l-sto lre hr hecho evnltru- de mc¡do dil'elellte el clpítulo "Histor-ias de s.,¡r¡r.a
v rritologías corr es¡:ejos", incluiclo en EL a,tro.fitr.ogtti.[iro (r]t kL rtfrtscrt.rrttiórt rt lrr
rcttpr:irht') cle Philip¡re Dubois(lgg-l tlgBl]). Er el rn¿¡r.c. dc u'r-ec.''cir'ic'-
to clc las tesis dc quicn ha siclo quizlls la mhs il]rpol'tarlte pl.olnotol.l tle r¡r
lect.ra inclici:rl del ¿rrte conte¡npor¿illeo a partir ilel reconocilllient, clel ca-
rhcte'indicial cle la fotografía, Rrs:rrircl I(rauss (l9gir), D.bois se
Plunrea la
cuestión del índice "r'etros¡rectivarncnte": "lNo est:rl¡:r va Ia lt'rgica inclicial,
cuy'o nrorlelo cletonante palece haber sid. la firtoglafír,,
¡r."r.,,t. y acti'a, baj'
firrrnas vari¿rd:rs, en lirs prírcticzrs lepr"esentativirs ¿r¡tk:tiotcs a la e.ristellcia ciel
medio fbtoquímico?" (D'bois, l9g4 []ggll: 104). Dubois se r-esprncle afir-rna-
ti'arnente y plantea l:r tesis de rlre "ra l.tog.afía es un clispositii,. teírric. que
en calidad de práctica inclicial, el dis¡rositiv, téí,r-ico rle la pi'trrra
'estal¡lece,
lonatkt u't utoinal.l,'otig'inarits' (tn el,.filrüavn.a rfu stt oti.gctt)" (107). f{ecrrercla
', según l)linio,
e'to'ces <¡ue, todos k¡s cornc'tad'l'es est.ill cre acrrcrc'I. en <¡tre
"la pirrtur:r nació cr¡ando 'st t:otnen.zó r¿ bordrur cr unrtn.no d¿ kt sonilttt.t lt,,rrr.rrr.,,,,
(109). Y seir:rla entonces que I'lirrio no se c().tenta c,n recorclar
esc ¡:r-i.ci¡,ri.,
del clibnjo de la sonrbr'¿¡, sino que d;r origen a nn¿r f¿ibrrla. Iis "la /¡j.v¿,r.ja. cl"
t,, iri;,,
clc r'r alfhrero de Sicy.'e, ll:u.ad<l Dibutades, qlre est¿rba erar¡rr¡r'acl¿r
de t¡rr
joven l;lstetlrvoqrrepar-tirundíaentrnlaluoviajc.rlnelnonrer¡tt¡creltt¿:st:rtu.t
del acliós (se'e ya cí'no la historia es c'lei ol'cre' cre ra re1>r-eserrt:rciírr,
rrc ra
Puest¿r en escena, clel l'elatr¡, de la ficción), los clos anr¿rDtes est¿iD en una
habitación iluminad¿r po'un liregr (o ura lárnptrr.zr), que proyecta en
el rnrrr-r¡
la sr¡mbra de los jóvenes. p:rra coniur;u' ra fiitu'a ¿¡usenci;.r de su a'rzrrte
v
conservar una huell¿r lísica cle su
¡rresencia :rctu:rl, en estc instirrrte-l:isagr.a
llen'cle clcseo y cle ter'<¡r, lajoven tiene l¿r icrea cle r-epresentnr sorrre el rnrilrr
i
66 j Manro Canioru
I
lt.ttlilat; como lo lLizo el lti,rt,tor Dcl.rn'ocrLa rLug-o tLt: tutr tn. dutttt:rntrifts, ¿r: ltt
"rttl,'te dc la, pi,n,htra"? Es i'duclable clue rlebc hal_rer. also rlhs.
E.tie^clo que las obsel:v¿rcio'es crel propio Go'rbrich, como l¿r clc <1trc
"con nn:r f'otog'afía sieDrpre serír posible pr.e¡.i^r.lntar.dóncle
se encont:l-¡llla
cl nbtógrafb cuanclo realizri Ia tonra", clar.lnreute seil¿rl:rn q¡e l:L l'tger-afía
cs ,'a e' fi¡'cií,r der pri.ttti.pio d.ul tt,_sii.g.tt ot.u],a,. Es
nráqui.a origi'acla
sabiclo, además, qlle cse l.g:'' der fbtógrarb, ciefi*iclo co'ro "¡''r-o crc
en el intcrior de la imagen fbtogr'hfica, cs el qrre se resc¡,r,ír c. el
'ista"
<lesan'ollo cle la ¡rintura repleselrtativa en occir_lente
-rnás ;rúur cuando sc
r-rtilizó ia perspecti'a- pa'a el posicio'a'ric'to clel sujeto e s¡,re ctacl.r,' ,
r],re
cotr un c¿''bón, la silueta del .tr. que allí se pl-o',ecra; e, cl irrst.a're úlLir'.
v
res¡rlancleciente' y p¿..a.ratr¡r el tieln¡ro, fij'r'la s.rnbr':L de ar¡Lrer t¡rre
est/r alrí
., l)ero quc pronro esr¡r-h ¿lr.rsenrc" (Dubois, l9g4 [lggl l: I l0).
" lrste clesalrollo se rneiante habilitri mírrtipres 1 ¡;er.riucrrtcs conr¡r:rr acirrres
e.t'e la pi'tura y lzr fotrgr.fía. sc>rr c.r'P:rr-acirl'es t1tre, a
l)al.tir <lcl l.esrri-
tacl. oi¡te'ido, ur:r imagen ¡;*ener':rcra:i partir-crer
¡rr.irrci¡ri, cler tcstir¡.
oc.[ar'-segírn H.ck'cy en alnt¡,s casos
¡;r-acias a la ó¡rtica_, t,]rttu,, ,r,, sírl,, á.
la ¡rosición del srrjeto espectacror, siu,, que aticnclen clesclc r:r i¡rnecriar:ez
l,
vivacidad dc los'bietos re¡l'esentatr.s h¿ista ra li''ma c. ql¡e irrrrrc(c
lr.arad.
la luz y la relacií¡n entre los.bjetos que se enclrelltr:ln e'-prirner.plarr.
v l.s
que se eltcuentran más alejaclos.
[Irr ejerrrplcr: Gonrbrich, e, s¡ Í[istori¿t. trti rtrr. (rgg4
[rg:-)0]), en el ca¡.rít.lcr
cledicado a la pi'tr''a hola'desa, titrrracro'o elr \:¿l'o "rispej. áe l¿r
NatLrr.¿rleza:
I{r¡landa e'el siglo XVII", eviden<:ia'cl, l.¡asta qué
¡ru't<l Ia ftrr.g-r.:r{ía tri.sti-
trrye para él un pe|tinentc m¿¡rc() rour¡rurativo
¡raL;r la ¡rintrrr.a ,.lr,."r",rt,uti,,u,
se rcl-relc al "Retlatr¡ cle Pietel r.¿rn clcl.Bltrccke", de li.anz
IIals, tlc la sigrricntt:
folrra: "oompat-:rclo cotr lr¡s :rntericlr-es, éstc cl¡si p¡u-ece ull¿l it¡.;r1,¡.rtit,ut *eI
desiac:rd<¡ es clir'íarn.s qr¡e co,()cenlos a este l)ieter.r'^n der Br.aeckc, rr.
'rí.-,
especulado'del si¡¡lo xvII" (33g). y errsegrrirr'aerega: "r-r;s rcrr-a-
'erdader.
tos de Hals nos cl¿r. la impresiritr cle r¡ue cl
¡>i't,r- h.'cazad.'¿r srr m.rlerr¡ err
L') rnornento ca.acter'ístico y lo ha lijacl.
¡>a'a siernpre s.l¡¡c l¿¡ rcla. Nr¡s
resulta clilícil irnagina'r<ls l. ¿h'evick¡s y riLr-es que estos c':rcrr,s
<lcbier.r¡n
parecer :rl público de su riernpo" (Gornbrir:h, lgg+
[1950]: 3ii8-33g).
signriendo con Hock.e¡ él ta'rbién co'rp:r.a ras pi'tur.as con firtograrías.
Así
dice, ¡>or ejernpl., sobre las'e¡rrescntaci.rres cle ¿r.*laclrr.as cre \ra.
[)yt.k, r¡tre
Dr lo cr¡¡rmarocRÁFrco A Lo rELEVrr,uo 67
I
I
espacial de la perspecti'a sólo p.cas veces coi,cicle c.n l¿r cor-r.ecciír' er'pír-ica,
es clecir; c.n la visión en perspecti'a co'tr-olablc p,r- el ór-¡;:rno cle la *ista. y
esta rnisrna dif'elencia es la que aparece al c.'r¡rar':rr,r,rn ar.",r'vista
¡r.r el oj,
h.rni¡no con esta misrna re ¡rrocltrcicla p.r. la cárriar-a li,tosriljca o'ie
'ist¿r
c:itnara oscura. I'or mucho qtre l¿r círrn:rra ll¿n¿r siclo constlrricl¿r il¡rit:r¡cl¡ ¿rl
ri'gan. cle la vista, y por rntrch. que cl esme'iraclo se r):r.czca a la rcti'a,
lo que ..sotros'ernos.ealr.ente n{) es 'iclriol^ irnagen e' la retina, si.. cl Prrrclrrct<r
de rrnos pl'ocesos rn.y co'rplicados que con ayrrcla de aqrrólra rie'e'lrrgar.e'
el ce'tr'óptico del cerebelo de n.estr. cercbxr. Gr-aciis . ell,r sc pr.,cltrce,r
rttra irrp|esior]es de imágenes que tanto l¿r consh'rrt:ciírn lnate¡rartic?l c6r¡r¡ la
círrrlata sol-l iucapaces de obtener. Sírlo b:r.jo rrn¿rs rlctelnlinaclls i:¡¡clici6¡es,
que se pr.duce. en m'y p.c^s ocasi.'es, y rnirand, e' cli.ecció' hrr.iz.rrtal,
los ob-ietos alejackrs l.s elecrir'¿uente <le fbrln¿r tan ¿rccr-tadl c.rno los
reprocluciría la cár¡ar-a 'ern.s
o bien la constr"uccirjn rnatern¿'rtictr. Iil psicriloso cle le
(iestalt ¿rcostuml¡ra utiliz:rr cono ejernplo una fi)to (¡le
nos nrrrestr¿l un canrl)o
de fútbr¡[ r'istr¡ a trar'és cle la lecl <rladriculada cle la por.terí:r. y stilo a tr.ar,és cle
diclra recl (que se co.'esp.'de al itelutn. iÍziiitt¡t¡, er insrru.ieut. auxili¿u.del
Renacirnienro) pe'cibimos que el ta'rairo cle l.sjugacl.res sit.Lracl.s e. el cc'-
t.. clel_carnpo no es mayol'que ra cabeza clel po.téro. sir esra p.sibilicrad cle
cr-rntr<ll,'inguna persona vería -'i c'eer'ía posible- Lr) ¿lcorr:llllirllt() ra,
notable. Ya qrre debido ¿l nuestr:r cor-lstitución nuestr() eje visrral r16rrrral es I¿r
r'irada h.rizonurl; precisarnente en ese caso, r'ecli¿rrrf.e c,r-r'ecci<i' <lc l:r irn¿-
¡;en en l:r retina, el acort¿rl'iento po. Jre's¡:ecti'ir :rl)e.¿rs tienc lLrgar-. lir¡lo cl
tnttnclo sabe que ulla cas¿r situ¿rcla a 100 rnetros:rl)en:ls nos
lrarer:c l. rlrre
reahnente es' rnientras que vista desde una torl'e cle 100 rn.t,-,rs cle ,rlt,,r,, ,l,,,
pm'ece un:r casita de.juguete.
cualquie. aflcion¿rdo :r la fbtografi:r sabe que ver.os l.s obirtos arej:r(los ¿r
t,'ch. mayor tamairo del que clebel'í¿ur te'ei- segú' las leyes rrpticas,'
1Ételtzer.,
l98t:50-51).
DE rocttt¡¡rt¡rocRÁFrcoA LoTELEVrsuo j OS
7O I M¡nro CanLo¡'r
I
l. sé, la he .s¿rdo. Pern para r¡n a¡.tista lrnce seiscie't<.¡s añ.s l:rs
ópticas habría' dernostradr¡ una nueva rrirr¡e'i¡ r.ir,¿r de c.ntern¡rlu,.¡rr.o1,ccci..es
,, i.pr...n-
tar el lnundo r¡ateri¿rl. La ri¡:tica rrabría daclo ¿r los ar-ristas ,,na r.,err1,,r.,ic¡tu
rlue\'¿r co' la ctral hacer imiigenes qrre erall rn/rs inmecriat:rs
y r.:'rs
Sugeri. clue los artistas us¿rror al):rr:rtos ó¡rticos, corn<¡ Io hago irt¡uí, ¡r.rrcr..sas.
n<.¡ es clisnri-
sr.rs logros. lhr.a rní, los lrace rn:is as¡rmbrosos" (Hrrkney,
",,, 1¡rir Zf)O: ¡:tXlt1, t+¡.
Me a¡>'ycr atluí en Metz, pirra q.ie, l. qrre tlistin¡¡.e'a la llición
es cl
cal'ácter i¡raginario dc lo representado
-¡, elr ¿ll)o¡-tes que clt <lisli¡ttos
lu{¡ales traté de r.ealizzrr lCar.lrin, lg94:2{)fi4a¡_. Él ,"n,o es
corrrl>lc,io, sin
drrclas, ¡rero actr¡¿rhnente e nticnclo q'e a partir der <:ar.:icter
.."t'1o.,,",-,i,
¡:e'ceptible) de la rc¡rresertacirin prieclc ¡rost.lar-sc tluc lrar, ,,n ,r.,,ii,in,i.,r-
to in'erso: en la iicción, sc ticncle a collsitrcrar qrre cs la'cpr.eserrra.iórr
Ia
que cfca un ¡ntr'dr¡ r'ep'ese'tado de c;rr:icte¡- inrauirar-i.;
eil la ficcirin.
se supone en cambio c¡rre se.accede a un¿l pill.te cle 'r, r¡tre se
kr r_epr.esentaclo,
considera l'e¿rl. En toclo esto.iucrJa un lugar:cr:rvc cl srrjet,r es¡;ectacl'r;
rlrrie.
debe p.stul:rr, circla vez, si se e'cue't¡:r r'entc a.n r.cprescr)t:¡cr.
r-eirr .
irnaginalio gr.acias a srr subcr- later.:rl.
't lleciente¡¡elite llr seriarír Flubert Da'riscrr, crr s, texto intr.crr¡ct'r.ir¡ a L¿
lbkryrdlico: "...si estalnos dispuestos:r inver-tir- (er-r t.<krs los senticl.s clel térmi'.)
en Ia firtog'afia, clebe ser en p¿ll-te por cansaucio, firtig:rcl's
l.rr.;u.,r,,,
¡r,r.
D¡ ro c¡¡lrm¡rocRÁFtco A Lo rELEVtluo L,
I
4. Cine y televisión
/¿ iVIAR]OLARLÓN
"' A pa.tir cle aquí se lo ¡>la'teaclo, pel-o lne concenrral.é e' ra com¡>a-
r¿rcirln cine/di.ecto'etomal-á
televisivo. La exposicitin que voy a clesarl.ollar inte'ta
De lo cr¡¡e¡u¡rocRÁFrco A ro rELEVIluo 7 3
|
I
Estos rasgos son algunos de los que rriciern' cler ci'e una técnic¿r
superior a Ia fbtografía en su poder cle captar- a los objetos rePrese'taclos.
Es sabiclo que le perrnitiero'un doble desarroil.o: cciotrur (su
f
clcs¡rlieerre
donrinante, estudiado po' Metz) v tto
licci.onal (atrar,és cre las "actualidaáe s
cine'ratográficas" -reconocidas por Veró^ ( 1 995: 94) conro a'tecede'tes
cle los televisivos- y cle ros crocu're'taies, campo e' el que
'oticieros
abrieron u' capítulo específico). Desclc cl punto cle vista cle l:r rristoria cle
las técricas representativas a'rbos clesarrollos sc'i'scr.iben,
en rni opi'i('r,
en un nisnro campo, el del grabad, (defi.iclo así por oposició' ztl rlit.Lctr,
enseguicla intentaré justilicar esta clasificación).
E' este rnarco el cine rue rcco'ocicro pol.autor-es co'r¡,¡ N,Ietz cr¡rno
"más pc-rccptivo" que otros medios,
clebiclo a r}re "r.'o'iliza la percepciór.r
según rnavor canriclad cle e3es" (Merz, 200i
lrg77l: b7). Este irecrr,, es el
que llevó, segi'r su co'sideraciór1, a que sea co'sicleracl. "sí'tesis clc
tocl¿is las artes", porque cl "cine 'c'glol:a' en sí el sig'ifica'te
<le otras
ar-tes: puede p.esent¿r'los cuach'os, hace'ros oír rnúsica, escír hech. cle
fbtogr-afías, etc." (58). Pero, co'ro ta'rbiér-r obse^,a Nletz, esta "s'periori-
dad" se ve dismi'uida si se compara al ci'e co'espectácul.s quen'.rt tLntsi.s-
tut err' irnág'cna,' coiro el tca.Íro y r.a ópnru, (r'are la pe'a cretener.se en esta
cornparzrción po.que su consider-ación se volver.h ine'it¿¡ble a la
hor.a cle
tratar-el directo tele'isivo). En este ni'ci, que no es er de la ficció':,,
si'o
c''ti'ua. lir de Metz y est/r i.spiracra elr s. obra, aurrq.e difier-e c, aleun.s
r)llntos c.eo que se clebe ante todo a qlle, po'rrn racro, he i,tl.oclrrcicr.'.
elerne.to, el directo televisiv', qrre n. estaba
irr"rarrr" cr sLr sistc'r:r c(),lp¡'-:r-
ti'o; y a qLle, po'otr., las s.bre cl clispositivo y la i'cricialidaci h:r.
terrido trn gr.irrr dcs:rrrrrllo'eflexiones
rlc,sclt. cnlontrs.
t" L:r lirciór,
parir Mctz, ,e jrrrg;r t.lr el ni'cl <lc l, r.eprcscrrl:rcl,
{qrrc t.s i¡rr¡rirr,¡_
.io), rnás que cn el de la represent¿rción: "Lr típicriclel .i,-r",-ru'.., t,,
rnr"ui,].u;u
I
74 I Mrnro C¡nLór'i
I
La posició. típica del cine depende de esra clobre c¿rracterizaciri, cle srr
significante: riqueza perceptiva i'habitual, per-o aqueiacla de irr.eralicl¿rl a
un srad. inhabitual de profiurdidad, desde su nrisrno principio. NIás qtre
las denrás al'tes, o de'ranera.rás si'gular, el ci'e nos i'trr¡d'ce elr l.
imasi'ario: s*scita el alzamienro rrasi'o cle la per-cepció', alrn(lue par.a
inclirrarla de i'mediato hacia su propia ausencia, que es ¡o obsta'te el
único significante presente. (59)
Hasta aquí Metz, qnien f-rn¿rlme'te senala que, debiclo a estas r-.rzones,
ei cine es una técnica de lo i.nrugina.rin.2' 'rhl co-o lo explicó en el pr-efacio cle
que eventualmente pueda l-epr-ese¡rt¿lr, sino el que zs anfe [oclo, el que lc:
constitul'e corno significernte (uno y or'o no dejan cle reluci'n:u-se; si rr,i.,rn es
s. aptitud en se clebc a que la tier¡e: ()bstnnr.e lar sig'e terier-
n. la l-epresent¿¡). ril descroblamiento'o (posible).1,,.Irrstr,.,ra.l
do c.a'do ya'epr-esentar-lo,
objetivo ficcio'al est/r prececlicl., en cine ¡:or. .n pr-irner clesckrbla'lie.t.,
collsurnado ya-siernpre, que instaur:r el sis'ific¿rnte. L' im:rgirari., por deli-
cornbi'a en sí cierta p'esercia y Lln¿l ciel'ta ¿rusclnci,r. llri cine, .l
'ició', 'na
signific:rdo ficcional, suponiendo qrre :rlgr.rno hava, nr¡ ser.ír la rinica prese¡r:itr
que actúe así st¡ble el lnodo de la auselcizr, ante toclo actual"á el sic;liljcante,,
(Metz. 20(ll [977]: r9¡.
:r lin-estaexposició.r,aquecl¿urdozrlr.argen ergva,butrono.ficciotui,ptolti<t,cr)r¡oyi¡
indiq.é, pri'rcipalmente cie los u.ticier.s y los docume'tales. En c'anto a srr
lrrgar, me lirnítoa señalar lo siguiente:/ien l¿ á1. ruali^stno d¿I rl'i.tzcLo lcfu"¡isiito, ct¡, t:l. t¿itr:l
dr l0 tclnevn|ación, ktnbiin cs más itrutgitwi¿r. p<¡r'eso su vertiente./z¿¿:lorral, el ciue,
se
convirtió en el'ehículo privileurado de la ficció'y su clesarroll. ficcio'al es el
campo en el que se vuelve m1¡s agnrcra ra disc'sirin sobre i¿r nr^niPtrracióu. 'o
DE Lo cTNEMATocRÁFrco A ro rllFvrsrvo
I75
j
i 992 e scriro para la re eclic ión c\e Er si.gnificattte itna,p.i,tt¿t.t i.rr, cste.juicio rc'í:r
u' cl'ble fünda*lento: "esa expresiírn ofi'ecía, a nri juicio,
er mr,rito cre
aluclir si'rultáreame'te ar carácter ilurgi'ar-io
clel s<rptrte y al ¡éa.il'c'cle
percepció. que el ci.e, e. ra r'ayoría cre casos,
ticrcle a fár,ore,cer c, er
espec[rdor: l{égirnen de cr-eencia, asi'risrno,, (Metz,
200 I lg77]: l4). De
está deci'que
bie' ese régirne'de cree,cia.. ,,.
si
'rírs ¡r.rr"r-,.iu.r., 1.r,r, 1,,
prese.cizr ciel relato e' la'rayoría cre los
filmes ficcioniics, .,,-, ..,rrái.iór,
.ace cle su anclaje elt una rcpr-esentacióu qlte,
corno acaba'ros de cs
que hace ar clirecto, 10'er;
rura ftierte presencia cle u'a a'se'cia. En ro
r,e.r-e-
enseguida, ora situació' se imp''e, coll ulra
'ros dü'erente ¡rr.esc'cia cre
lo r-cal y on-o r-égimen cle cr.eencia.
Ahora bier: ha¡ e' su exposició', u.:r r.oclaliclaci
cle tr.ab:rjo e' la
clue'ale Ia pena detere.se, si lo q*c se clesea
es avarlz¿rr en cr est'clio clel
dir-ecto tele'isivo. Es i'rportarte ¿rte'cler
a q.e el r:ugrr der ci.rte c¡t Lr .¡isterut
enterge dr una tloble conl.*t'ción, rcalizada
coir objetos cle clif.brente estat'_
.o' Por un laclo -de mod. se'rejante a corllo sc
ro h¿rcie'clo rrasta
aquí- se lo cornpa.a cor otros le'guajes (fbtografí:r, 'ie'e
pint*r:r, etcétcr.a).
Por otro, se lo contrasta col-i'n¿l práctica
sociar (ia reprcse'tacii'r te:rtr-ai),
serrrejarrte a otras, que se clesa::rolran
eli espacios sociarcs..0/.vrr tctnu c,trtt|ta.-
nttito t,,a.l.¿. Ltorr|ue tantbi.ótt en, é1, etthu kts l,u)gmjes
1, lu^s pr(tcti,ca..s sotu,l.,,.r, tl.tbt
c t t,c o Ít ti-.i.t' stt Lu g. ar e I d,ir
e c t o t c lei i,s i,it o .
t
76 Manro C¡nLó¡rr
I
otr-o lnuar? iY cómo defir-rir ese iugar entre las técnicas re¡rrcscntativas?
Adelanto mi proposición, que va fire lbrmulada si* mayorcs clesar-r.oljos
enotlolugar(carlón,2004a: 173-179): ell,ugartleldirector¿leii.s,iito,¿tLel
sistenta rle las téctzica,s re'presen,tatiaus, ts en,tre el gra,bado (cine \ t¿lati,si.ó.n an.
grabado) y las.prúcticas sociahs, con. ltroftndos uínutl,os con cl aspeio.
-liataré ahora
de repasa]- orclenadarnente l:rs pri'cipales crif'cr.c-'cias
que justifican mi proposición. Eri tli
opir-rión son clilérencias consicler¡r-
bles, porqr-re al ser de estaruto al'ecta* t¿rnto al firncionalnie'to crel clispo-
sitivo y sll represertación, como a la acti'idad especíhca clel sujeto espcc-
taclor y al discurso que se gellera.
' I-Ie intentaclo explicallo ell otro lugar': "cu:rnclo se v€r ul) par.ticro rle fútbol
tt¿rnslniticlo en tolna directa ¡ror televisión esas figurzrs est:in jtrgarrdo elr otro
es¡racio, pefo arlte el es¡rectaclor', en tiernpo pÍesente. )jl espectaclor Do se
cornunic¿r con ellos, no intercambi¿r mensaies con ellos, es rrn espectárculo que
se cla eu otro espacio, per-o que se da a ver y ¿roír :rnte el espectador. en tiernpc>
pfesente. No es distinto lo que sucede cu:rndo en tt¡rna clirect¿r se ve uu:r
¡>cle:r
cle boxeo cl a un colrtrnnist¿r en r.ul noticiel'<.1, o cu¿rndo se escuch¿r.,rr a,rrraiart,',
por la r-zrdio. En todos estos c¿lsos l:r toma clirecta est¿ir pl"esente, al'ecta ¿r la
constllrcción de los sujet()s cll clluDto a str preseDci:r V tcmporaliclacl: snbt:nos
qtr,t sottnolcs, qil.t eskinhuciendo u,Igo en. cse n.u¡u.illo. icómo se lo sabe? A t.l-ar,ós
del sabel sobre el dispositivo, del s:rbel delaxl¡[, qrre en er caso clel rlispositivo
televisivo, quc incluye la toma clilecta, plesent¿r una singr:lal nranifbsticirilr rle
la lesis tl,c exisLt:tuirt'. es decir, de la tesis que rcgula l¿rs relacir¡nes entre l:r ir¡age¡
y su olrjeto de rtf'er.e'cia. si, corno se vio, la tesis de existe'cia (schaeller,
[1990] l987) de la fbtoglafí:r se apoy¿r en la valiclez de ¡na r-el:rció¡ cle i¡rpli-
cación enrl'e dos e'unciados: A) "la iuragen l"epr.esellt¿r a X"; B) ,,X existc"
ien
realidac-I, ¿xistió, en el momento de la torna de irnpr-esiírn); consicler-irnclose
qr¡e no se le puede otol'gal' a la vez un vak;r vercladero para A y rrno f':ilso par-a
B; puede consider¿u'se corno tesis de existencia de la irn:rgen cinenr:rtrrg-r.áfica
D¡ Lo cr¡¡¡¡,rntocRÁFtco A Lo TELEVlguo | ,,
i
cia, más de 1o que lo habían hecho los iengr-rajes arrteriores. Esto c¡tricr.e
decir que la leplesentaciór-r clel clirecto televisivo, si bien es rnenos rcal r¡.re
aquella con lzr que se contacta el espectarlol elt un¿l práctica social (el
teatr-o, l;riglesia,elestadio, lacalie,etcétera), sianpt'e tsntásttr.t!,tu¡.sóloqut
la da la fotog'a,f.a, sino tanbiér¿ Eu: la Ji,l,tnad.a o gt'abadu, (obsén'ese aqr-rí que,
en este nivel, 1o importante es el funcionarniento clel registr-o autorthtico \:
cle la indicialidad, y qlle no interesa, por lo tantor si se está fi-entc ¿r ultiL
obra de licción o ante un acontecimicnto no ficcional).23
Por toclo esto el clirccto televisivo es comltar-abie al espcjo. :En c¡ré
sentido? Dejernos pot'Lrna vez cle lado la escena primor-clial 1' dcteneámo-
Dos en otra experiencia cotidiana li-ente al e sltejo: cuanclo no nos r-cllcja a
nosotl'os misrnos ¡ en él y a trar'és cle é1, obscr-vamos algo qllc se ellclrcn-
tra, por ejernplo, lüera de lluestro carnpo visual. Supongarnos (¡re nos
cDconlramos sentados en un sillón, y qr-rc sobre la parecl cltre csl/r fiente ¿r
nosotlos, pero no exactarnente r-rbicado fiente a nosotros, sino en ángulcr
oblicuo, hay un espejo. Suporgamos también que el otl.a pal-ecl, (lne
se ve relie-jada cn el espe-jo, hay una ventana que cla zr r-rn jarclín, y que
c'lesde nuestra posición no podernos ver ni el jalclír ni la ventalra. Per-o
supongarros ¿rsimisrno que si nrirzrmos el espcjo, en él podernos ver. lir
ventanil, )'a tl-avés cle ella el jarclín. Suponqamos que clt el jar-clín se
p?rsea un anirlal doméstico, un gatito. En cl espcjo podernos vcr- cacl;r
ntor inriento quc lc:rliza.
..Qr.ré estatuto le acljudicamos a e sta exper-iencia espectatorial?
:(ióm<t
está firncionando, en tanto clispositivo, el cspejo? Es incluclablc qr"re lirn-
ciona sirr lriato temporzi, nt dil'ecto: consider.arnos que cacla novimietrtc¡
o'
\'¿r en s..l el.lszlyo soblc el cine clerañ. r934, "Lr estir. y er r'et1i. e'la irrr:rge'
cinenrzrtograilic¿r", El"r'i' parorskl' seirarri a ¡rr,.ti. ai, r':r ururparaciri,'
circ v te:üro qrre: "En el cine la sitiraciir' qre se c.rrc
cla es tr,rtr-arin. ,,\qrrí, tarnltió' cl
es¡rectackrr ocl¡l)¿l un asienro lijo,
¡r",.,, ü Irua" stilo rísicar'cllre,.o en rirj)to
s1ie1o cle u'a expericrci¿i estériia. En c.arto ,,,1, r'o'irnie'r, cor\tarlfe
¿rl identifical'se s. .jo c.n la "ri¡ "r
lc'te cle I¿r cír.r:¡ra, a¡.,":ar,nrtri, e, trcr. r'o.le't' clc
clistarcia v clir-ecció." (pa'r.r!k1r 2000
[1934]: i2o;.,rn,,.,.es¡rrrós.Jearr-L.rris
Baud^' (1g74) t¿unrrién abonó esra intei'¡,'etaci,irr
á.r,1" ,,nt r".u,." ¡,ri..,.,,r,,-
lítica e icleolóeica, condenaror-ia cre ra "icltorc,gt,
J. i, represe;rrncir';rr,,, rrr s.sre-
ner (Ile se proclrrce u'a iclentificación
crel s.jci. ".n aq.eilo q.e por)e e, j'ce.
o en escena al espectácrrlo; con aqrrello
q,,. r,,, .. visible, ¡:ero.hr.",u",, fr"i",:irl
con el r'ismo rno'irnie.ta e' vi't,cl crel
<:.ar ér, er cspectac1.r., r,e <rlrrighucl.J<i
:r i'e. aquello q.e ve, es clecir"
¡>.r- cier-t. ia firrción asc¡;rrr.¿ch clr cl r,,,.rir,. .,,,y,,
rele'o es,.i ra c¿ima.a" (1g74: 65) sabirro es
q,,..,;ri: a'ii cle irrr¡r.r-r..rres r]i'b-
r-e-nciirs, Metz se ;rpr.r1'ri en B:lrrclrl
par.:t Lrnr,,,lra a. teuaía ,,aaraa cle la
ciór cle.u'.sujeto espectzrclol', y,iu" co'stitrr_
de s'¡irup.sicirirr se ce.'-n e. la
pt'esenci;r cle rrn sujeto espectaclo, "t 'iicreo
que se icler.rtifica i,,,, ln cíun¿rr¡.
I
8o i Mnnro CanLor,r
I
Tbrcenr' difercncia': debülo a. kts curruterística..¡ d,er di,n:cto corno rengtutie.s,¿t rl.i.st:tL.rsr.¡
es paradi,gmático antes qtrc sinlo,gttLtiti.co, y estd, conta,rttituulo por kt ntal.
I
CanLó¡,1
I
310), qr-re en las trius.risiones hav ntonra.je, pol'que el dircctor cle cámara
accede a varias inágenes v entre ellas clecide cuál va a emitil- al air.e:
Pero cle este hecho no se deri'a cl,re el discurso crer clirecto sea ig.al al
clel grabado. En el grabado, el enunciaclor-clispone cle toclos los scgnen_
[os a montar- previamente a que el sujcto es¡lectador se contacte con cl
discurso, y puede disponerlos en el orden en que le convenga. Es tntu
u.cli.ai.dad rlorninantentente sin,tagvttti.ca,
propia cle la dispositio, ),fue su r.eco-
nocinriento el que IIevó a Nletz,justificadaurenre, a la elaboración cle su
gran sintacmática en el estudio de lo cinemarogr-áfico.
En el di.ecto, es cierto, el e'u'ciador dispotre de varias opcio'es :r
meclida que el discurso se desarrolla, y esta es la dif'er-encia centr.al entre
producción y reconoci'rierto, ert.e la instancia enunciati'a y el sqjett.r
espectador.'" Pero por otro l¡rclo, clebiclo al carácter lineal de este lengrraje,
la restr-icción temporal inren'iene ¡rara a¡rbos por igual, y el enunciaclor
descorroce lo que está por venir. Antes que sintagmática. es urttt, ¡ltet.atoti¡t
partt'di.grn.áti.ca, porque puede lealizar nn:r elección entre varios segmertos
er' paradigrna, pero sus límites son claros, dado que no están a su ¿rlcance
los clemás (esto no quiere decir, pol- sup'esto, que el criscurso no v.ya
construyéndose a Ia vez en su dimensiólt sintaglnát.ica, pcro es ulta
=' A.u.rqu. g'acias a laputra.Ila furtüla r'uchas veces se ofi-ecen :rl sujeto es¡rectaclor
varias irni'rgenes zr la vez, simetl'izándose en cier-t:r rncclidir ia posir:iírrr clel
directo' de cámar-a y del sujeto especraclor.. Ils el c¿iso, p.r ejernplo, cle la
cornisa (programa periodístic<; concl,ciclo pol Luis vlajul), er-r su eclici(rr 2001j
qlre pol- molnentos par-tía la pantalla en cuatl'o y oliecía al sujeto la Vista descle
las ch¡naras en ltiso. Este pr-ocedirniento se complernentirba, a<ienrás, c.n el
itttuncio, a trar'és de un res¿rltado, acerca de a cu¿il cle las irnágenes se iba a
¡>asar
cuando se abandonar:r la pantalla pzrrtida.
Dr ro ctr,¡¡,vurocRÁFtco A Lo rcrcv¡r,uo j g 3
5. Reflexiones finales
Bibliografía
Barcelona: Iraidós.
-(2001). Wdlo, cint, Godarrl Buenos Aires: Libros clel l{ojas.
Eco, unrberto (1995). 'Apurtes sobre la teie'isió'", erleot.r'ípti.co.s.
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Paidós.
Eribon, Diclier y Gombrich, Er'st (r 993). Lo que no.s dic. ra i,rtrtg.r:tt, (cottint.-
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Ftarrc;rstel, Pierre (19g0) . pintut.a y socicdarJ. Madrid: Cáteclra.
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Girnpel, Jea* ( t 979). Cor¿tra el arte y los a,rti,st.s. Barcelona: Geclis¿r.
I
86 lM¡nroC¡nLo¡r
I
88 i Mnnro CrnLór.r
I
.o, si se atiende a que ult lapso cle tiernpo semcja'te o mayor. aú' se
imp.so en el estudio de otros le^g*ajes y clispositi'.s
-u' clar. eje'r¡:lcr
cn este sentido es lo acontecido con el disposirivo fbtográfico, .r, r..lació,r
con el cual rnuciros trabajos fundame'tales, como In cártutra LLici.]n",
cle
I{oland Barrhes (1992 [1980]) , Elu,ctofotogt'úf.co, de prrilippe Dubois (r994
I I 98 I l), v La intagen ltrccr,riu., cle .|ean_Nlarie Schaeflér
1i ttOO t OSZ¡¡, sc ¡
escribier<¡n en la década clel 80, es cleci¡ ciento c.ar.enta airos ciespués
clc
Ia ernergencia de io fbtogr-áf-rco en la vicla social.
Ahora bie', allá de este seri¿rlarniento acerca cle ia sitr"raci(¡n c.
'rás
que se encuentran ios estuclios sobre lo telcvisivo, hav ciertos aspectos
rlel
"estaclo del arte" y cle la coyuntllra qne, quienes'os
abocamos ¿r sLl estll-
dio, no podernos obviar.
E'lo que hace ai "estado der arte", ia situació'ro cleja cle ilamar, e'
cierta fb''a, la atención. por sobre todo si se arie'cle a que, fie'tc a lo
que
acontece e' el estudio de otros le'guajcs
-corno el raclionó'ico, que por:s,-r
extrao'clinaria'ovedad y ause'cia de i'rágcnes parece haber dlactt a los
ir.rvestigadores clespojados de traclicio'es a'alíticas sóliclas lar'.¡r. u¡r.,-
varse (Fer'á'dez, 191)7: I -2)-, la situaci<i^ que se "r.,
par-a el cst.clio
Prese'ta
de lo televisir¡o parece ser'rnuy disti'ta, claclo que ios esruclios sobr-e lo
cinc'ratográlico -*n le'guaje ta' se'rejante a lo tele'isi'o clue el fünda-
clor de la semiología del cine, clhr-istian N{etz, lo co'sider.aba pr./rctica're'-
tc el mis'ro-iproclujer-o^ sig'ificati'os a\¡allces a lo iargo clc] los airc_¡s. E*
¡n¿ls L¡lna combinagáo cle varios c(tdigos. liste ¡tonro, conro s:rbernos, liri
clesenvoh'idcr amplarnente
¡:ol Lrnilio carroni ent sc.nioriut, rd. E.srt:rir.t. \r¿ts <>
autol'.itali¿llro concl.i que náo existe nelrhtrn cricriS-.
<¡rre seja específic. de
unra li.Í;,aÍlern qualquer:.urn círcligo nu'ca é espccíiico, só ii,,g,,rg.,.,,
é, as combinaEóes clc códigos). lisra ^, 1irt,,
¡rosi6:iro,r,,. ¡r,,...,. exager.ada...[...]....,\
co'cepEá' dzrs li'guage's^ conr' combinagóes es¡.recíficas
cl"'.,frdig.rr, q,,. ¿,
sesr.rralnellre a mais satisfactória, rríro irlplica <¡trc
os círcligos c,ir¡binados
sejam .brigatr-r.i;¡r'e're olgrr,, ci"r", pocleni.ser esPccíficos,
'áo-cs¡re<:íficos,
de nr'ck¡ q.e o que se cham:r (gl.lralmerrrej'especif.icidaile cle r¡rn¿r
f;irgu,,g;,;,
é rrrn f'enó¡nel.ro cle ckris'íveis: é es¡recífica n co'.rbi'aEir.,
ri,,..¡r..iii.,.,
tambér¡r celras enriclades cornl¡inacl¿rs'i (r\,{etz, lgti0
esas enticlacles se enc'enlra er círcligo del
[lg7ll: 2gL1_2gri). \, entr.e
'.rrt:rje: "t i".i,r,r,, "r,i.,,r,,,|.1
1974, Irreg. cle ejer'plificar co'er nonk.rju dulítrii,¿r"ncorno
figi,.a cre t:ri<lig',
Metz concluye que "Ese r'.rt'je sír'r ¡ruecle ser. r¡rater.illr,'e,,,; ;;,;i,,.ñ;
r¡ecliante el i'st.ur¡ent:rl tec'orrigi. clei cine (y e'Ia
actrraridacr, cle ra tcrcvi-
siórr). lirera de ese i¡rnbit. no el)co'trarn.s al¡¡o rlue
u:¡.tkt¿rct.tunt:ttre sea eqlri'a-
lente a él Si bien pel'teltece:rl orclen cóciico, eítá
vincul¿rck¡ cor rrrra rn:rtel.iu cle
lzr expresión que es específica (: noción
cle t:ódigo csltct:ífico),,(NIetz, i 974: 4g).
IPersonalrnente, sólo q.isiera fbr-lnular un" a".la.á.:i¿rn ,, 1,, .rpr"ru.l,,
Metz: t¡ue el rnontaje <.lurativ. puerJc ser'¡rr.ducid. ¡r,r.
t.ab:ija crz grubado (es clecir; er er r"ég-ir'eri cre dislxtsir'i*P'r- la tele'isi<i' rniertr..s
e, er quc ro relevisi'r¡
se aser'eja al cirre, rr
'el'clacler¿rrne¡rte ¡rtr.t. t^l q.,e casi ir'po,sible ercontr-¿lr,
en este rivel, di{érencias), pel.o no crranclo Io ll¿rce,r¿ ", diru:Io. (,,t.stt lo cu¿tl
intr.ducir'os e' uua clisc'iión la'ua y c.rnpleja, r¡ue, ramentubr",,,.,,t., '.s
.¡,,"-
clará pala otra opor-tuniclad.]
Alrr'a, en con la
'elacirin
estrrdios sernióticns, 'ociti. cre rórrigo, t¿rn la¡sanrerrte cliscrrticla e, rrs
cleseo acr.r'ar qt,. cr rerrticr. .i,. M.t, la rrtiliza no es cl
de Ia p|imer-a semiología (r'ePelttn:io clc rrniclaclcs "'
¡r".t.n.ciente, a ., <riclig()
¡:r'ccxisterrte)' irrs¡:i'ad'en er rr'dcro tlc l:¡ re.ur¡lr'r:a¡rsur.ir'l:r. \tr,il^c,,.i
pó, hace p<>co, de'eariz¿rr esre leconocilrrieri., irclicanclo
t¡ue tirc N{etz,
.iusur''rcnte, quien clestrabó r¿r sit'ació': "H,y rne result:r cral-o (}le es¿rs ,c'ticla-
des'(<¡Lre sólo el arirlisis ptrecle'cc.rxtruir-),
esos 'c*tnlns da to.n.nrutnrtiütrrul,, <1trc
d.sc'il;ía l\{erz:rún crn ra re'minorogía delicócligo'f Jt',."nr,,¡.', f'eliz'enre,.
tení¿¡n l¿tda que ver con ln nocirin cle,criclig,r,,,'(V,errin,
Igg7 [lg94l: 53).
I
90 Mano CanLor'r
|
han pr-esentado en estos úrltimos aÍros. l.,a cucstión clue aquí se inrpone,
seqún mi entenderj es que la semiótica, al haberse mostrado incapaz h:rsta
;rhora de cumplir su fünción capit:rl, que l1o ¡ruede ser otr.a que la cle
establecer el lugar de lo relevisivo entre los medios y iengr-rajcs históricos
y conternporáneos -más allá de r¡re, acabo de selialarlo, se cleba a r-azones
muy compr-ensiltles, propias dcl desar-rollo cle tocla cmpl.est de conoci-
miento-, ha dejado al conjunto de los análisis en reconocimiento soble lt-r
televisivo desprovistos cle instrurnentos conceptu¿rles <-1ue les pclmitiur
llevar adeiante su tar-ea siu descuicl¿rr la especificidacl de un objcto t1ue.
¡-ror su coruplejidacl, es muy clifícii de indagar (1o cual me lleva a concluir
que r1o tiene dern:rsiado sentido seguir- señalando calencias en los análisis
de los demás: si los estudios de efi:ctos y en r-ecepción sobr.e lo telcvisivo
son lo que son, análisis que habitualmente iqnoran las car-actcrísticas bhsi-
cas cle los oltjetos que inclagan, tal vez debarnos aceptar que los t espollsa-
bles no son quieues los desarrollan, sino nosotl-os, los semiól.ogos).
Pero cletengámonos coll l]tayor atetrción eu la situación que present¿l
la comparación elttre lo televisivo y lo cinematográIico, porque el tenr¿r lo
melecc. Con lo expresado hasta aquí no estoy diciendo, de ningiur moclo,
qLle no se haya transitado esa comparación. Basta con revis:u- l¿i bibliogr.a-
fía sobre televisión para a.dvertir que, desde los citados
¡:rimeros altíurlos
cle Eco (en los que se discutía, por.cjenrplo, si ia torna clirecra claba or.iser-)
a un rluevo arte y ulta nuev:r fbrma de nar-rar.), la conrparaciórr se ha
impuesto con füerza. Lo que estoy tratando de poner en eviclcncia, rlrhs
bie', es que la lb'na e' que la co'rpa.aciírn e'tre lo cinelrratoer..lfic<,r y icr
tele'isivo ha sido convocada (en gcneral, corrro es sabido, para cnnclenar-
a lo televisivo), es, couro ntirirno, para cierta pel-specti\¡a sentiótica (al
rnenos aqueila en Ia que rne insclibo), insatisfhctc¡r-ia e insuficiente. porclue
si lo que se pretende es, por eje'rplo, ide'tificar la es¡recif'rciclacl clc los
cliscursos gene'ados a r'ar'és clel dispositivo y el lenguzrjc del clirecto
televisi'o en oposición a los demás discursos rnecliáticos, no clejn clc sor'-
prencler kr poco que sorl conr,ocacios en esos análisis los rcconocidos
des¿r'rollos q.e la semiótica ci.ematográfica elaboró a par-tir del ir'p.rso
de christian Metz,2que tan importantes v sistemáticos a\,¿lnces realizaron,
como ya incliqué, en relación a su objeto dc estudio.
92 ] Mnnro CnnLolr
L
94 i Manro C¡nLoN
i
n Dice Metz, en l¡na enrre'isrir q'e le r-ealizri Rayr'.ncl Bellour (2002 [lg6g]:
214): "Me parece que lir grarr sint:rgmática traclilce el es{ilel'z.r que cl ci¡e h:r
re¿rlizaclo pal'¿l l'ecuperar la no'ela clhsica clel sirlo XIX; los oclro ti¡ros
sect¡enciales se enc¿rrg?tlt de ex¡rres:u- cliler-entes clnses de relaciones cs¡-r:rcitr
tetDpot-alcs entre itnágcues sr.lcesivas elr el intet'iol tle un nrismo episorlio, a firr
de que el lilm tenga una intl-igir clarzr v urrír,r¡c:¡, a fin de que el es¡rcctatror.
¡:ucda clccir siempre si la imagen N"3 en el ¡rlau. clc la cliégesis (sif].trilicatl.),
'tiene h:gar-' antes de la imagen N"2, desptrés o al tiernpo, etc. I-Iistír-ica-
mente, la validez de ese cócligo abar-ca, ¡ror lo tant., 'ris¡no
ln que yo dcnomi¡rar.ía el
cine 'clírsico': clesde la esta'l¡ilización del souol.o (principios cle los airos rreinra)
h¿rsta las prirnelas manilest¿rciones del de'orninado cine'model-no', q.e a¡rroxi-
m¿rclarnente ¡tuecle sitrrar-se, cn Fr.:tncia, ah.erledor de lg55 (= cor.iolneu.¿ries
iniciales de la 'Nor¡r,elle Vrgue')".
De lo cr¡re ivr¡rocRÁFlco A Lo rELEVrr,uo I n ,
I
" lis irnp.rtante atencler a <¡ue c;rcl. campo cle estr¡crio crifel.e,tcs
.iveles cle fbr-maliz¿tciti'l ¡, cle cles:rrr.lkr. I1,. ..u, quisicr:r r)reserlta
r,g."g,,,. ,,q,,í q,,. lu,
co'tribtrcirnes.de la que casetti il¿'na "seguuch sel.i¿tica",
elaü.,rn.r,,..,,-, rr"r"
a un "¡t|ouresivo al¡andorro dcl
¡rl;rnreairicltto csf¿,rtico 1. tn*u,rf,,rri.,, ,i¡ri,:,,
del esrnrctur-alisnro" (Caserti, tOU<
¡tSOl1, l(i7) si bien rne parccc, ,,,,,y'i,,,-
poriantes, polqtre dieron oli{cn, entre (}tros, ¿r los
esrrrrlioi cre enrrnr:i¿r<.iri'
líhnic¿r' in'alida', e'mi o¡riniírn, cl clesar-¡..ilo cleirn esftrer.zr¡..r;,;;i
'o
u.q.t, r" Pl€sent¿r (y, urucho menos, el cle la
,i.,;
sintagmzitica r.¡-rc-tziana).
erriJr_o
clecir', qrre esbozar arflunler-l,tos co')o q.e este ti¡r. ác anírrisis ,,".t,i ,,i¡r.,i.,d,,,,,
n. scría, c'rni.1:inirin, féliz. listo se rlebe
¡rrin<:ip:rl're.te,,,1,rr,.,;;;;;, ;;,,1
un l¿rdo a que' c(nno acabo cle lescli:rr rnÍrs ar"r'iba, ts
cres¿r.r.olkrs p,rrt.,,.i,r...',.r,,
i'r'alida' l.s mér'itos cle la sinugur:ltica mctziana, su
¡ro<ler an¿rlí¡ic<¡ v .r.rrcrr¿r-
cklr'; y por otro, a q.e es mucli. lo <¡ue esa
clasilica.i¿"'r¡.,r", p,,r" ;;,;;;;iil,;
cs¡:ero dc'rosuar aquí r.is'rr> a ros estr¡clios sor>re lo terer.isii,o,
,rn.ru qr,. ,rr.b,.
.ia,sobre un uid.igo esl*cí/ic, (el clel rn.ntaje) qrre, corn. le'grriries, ,i1,, .i,,"
televisíón comp¡lrten e' fbr¡'¿r plena e. lr,,r" ,, '' 1,'
,urn ,r,ir,,,u iir",l,.i,,li;r,;'
I
96 I M¡nro C¡nLor.¡
I
coix csta. rurcua eslt¿cif cid,ud, fJ.aciztelfinal del ¿utículo voh,er-é sobre esre tcm¿,
crucial, sin dudas, eu los c-studios sobr-e la expectación contempor.ánea.
98 lM¡nroC¡ruó¡r
I
f l96c3]: l0l), qr-re su prirrera apa'ición se pr-och-rjo enAtu.qtu rr, utt. tnisió,
an, Cltina, (\,Villiamson, I90I).
Ahor¿r bie', ia Pregunta que , para el estudi'so clel clirccto televisivo,
desde el punto de vista del lenguaie se irn¡:one es: áft.Lcdc el. ditat:lLt I.el.ttiri.sittp
tlanotur ett stt' disntrso aLtentartcia cle hLs irtuigcn.cs/.simtil,kru:i.dat1 cl.¿ los lutclt¡¡s tr¿L
cotno l.o lnce csla'f.gtn'a de rtLontaje? En principio par-ecicru qlrc nt,: \'rr se
exlluso anteriornrente que tnienn.as que el sujetcl es¡tectzrclor c<,rnsiclclc
que está ex¡rerirnentanclo un:r translnisión en clil.ecto, ¡ror la
sobredef-ermiuación tcmporal dcl dis¡rositivo, la relación ternpor.al t:ntre
antececlentes y consccuerltes queda sienrpr-c establecida cc.rulo uua rcla-
ción en ia cual, ett vez de impouerse I:,r sirnuitzrne icl:rcl, preclonrir ra lil c()rlsq-
cución: si hav aiternancia de las imágenes, hay:rlccrlancia cle los hcchos (e
i.l'eversiblernente los que se clielon a la. e:r¡recta.ción
¡rrimero ser.án siLua-
dos' fi-ente a los que les siguen, en url tiernpo
¡rirsado). Es clecir c¡rc clcbe-
mos considerar que, tal colno N,fetz lo expuso y cjemplificó, el, sinttLgtttu
altentad,o se encue,nlra al$cllteen, l.u .sittttt¡4tnrití.cu, d,el. d.ircclt¡ ttleiisirto.
si. embargo, esta co'flguració', pese a sc. ia más cor'ú'-lo cturl lc
otorga sillgular valor a la cjemplilicación rnetziana- rlo es la ún.ica que a:ju-
me en grabado el sintagrna alternaclo. Existe otr-a moclaliclacl t¡_rc el er-aba-
do lra clesanollaclo: esa con{isuración es la pantaLh partirlu (slilit sur:r:n).
cnanclo la pantaila rnuesra, a tr:ar,és clc algún r-ecurso, rkrs es¡racios clisti¡-
tos, y pol'algún inclicador-se construye sirnultaneiclad cntr.e lo cluc las rlos
secuencias presentan (clásico ejcmplo, la llamacla telclónica:t ¡¡¡ cle lgs
¡relsonajes disca Y ei que está en otr.o espacio atiencle, y ¿l continr¡ación se
sncede una convel'sación entre ;ulbos), el sujeto ers¡rectzrdor sc cnlicnta a
una configuración del montaje altenraclo en ur-abaclo, que clenota col] rua-
1'or'fi-rerza simultaneidacl. Porque el efbcto que se prodtrce es que se ttlittrrzu
d. eficto tl,e si.ntttltaneida.d a, kt aaz qrLe el de cort,sentciórl, dnrlo qu, en i4z cxlt,iltina
altantatila,nrcnte, las dos series se dr¿u a, uar al, x.tlato asltttlrul,or u ltt ut:2."
lil ejemplo de la llarnacl¿r teletiinica no cs er] ¿¡bsohrto rnenor.. Nri e¡r r,:¡no fire
Griflith (po. ejernplo, en Dtttrlls llírtatluttr, l9l2), err la
rttiliz:rclc¡ ya ¡ror D. \\4
etapa que h¿r sido l"ecol.t<¡cicl¿r en fbrma unánime cor¡ro I:l cle clcsarrollr¡ rle l:r
"g'rarni-rtica ci'e.rat.grhfica". sr¡ {ire'za resicle e' (1.e, colro el disp.sitivo
telefiirrico tr-abaja en di.rat:to (y tenía ya un irr.plio c<¡r¡.cirnie¡lt. ,r.i"l¡. ,.
lnuestl'a especialmente disponible para dcnotar sirnultzrneiclad.
Es importa'te que esÍr posibiliclatr cre clenotal- sirnult¿ureiclarl tle l¿s
'egistrzrr
irnágenes y simultar-reidad cle krs hcchos (a la vez que consccuciri¡), ¡,1 alcarrzaclg,
D¡ Lo c¡l¡erv¡tocRÁFtco A Lo TELEVtluo L,
i
5. Conclusiones
Bibliografía
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scgún rni entendel los que competen a la coustmcción c{e lrna.vir'¿ la,gttuítict.L
dcl directo teleui,si,uo. Es decir, un análisis basaclo en el carácter-li,irtl,
cyre
este le'guaje, al igual que otros el ci'e'ratográfico, c.'ro
-cono r¿r his-
tor-ieta-, cornparte co' la rengrra (saussur-e, l gg9 9 l 5]); un ¿rrárisis,
tl e'
otr-os térmi'ps, de las relaciones in .praesenti',
-reiaciones cle y.xtaposi-
ción, de disposición, de encadenarniento, cre consecnció'- (luc se-pre-
sentan entre las unidades que nos entr-egar] los cliscur-sos pr-oclr,rciclos
¡ror el dirccto teler isi.r,o.
En este te're'o, es i'dudarrle que ros proble'ras que se e.ri-e'tan
cornprenden tanto los que se ref'rere n al estat,,uto de una sintasmática del
directo televisivo (empeza'do por u' inte.roga'te clave: iposee el clirecto
televisivo.'¿r sintagrnática especílica, o l:r suya es idé'tica a la clel le'guajc
ci'e'ratográfico?) co'ro a Ia /¿s1¿¿ lclasÍicacilur de fig.rirs sir.rtag'áticzrs).
'Ihnto en uno como en otr.,,
caso, e' rni la tal-ea de cle terlninal-.na
'pi'ió',
si'tagmática del directo teie'isi'o, si es posible cle ser r-ealizada, sólo se
podrá llevar a cabo a partir de ur anárisis siste'rático cre sus serneja'zas
v
clif'er-encias con la sirtagrnática ci'cmatogrhfica qlle, co'ro es sabiclo.
construyó cl'-istiar Metz, el fir'dadr¡r de la serniología dei cire, en lir
décacla del 60.
Me he propuesto objeti'os cl.ara're'te clelimitaclos pal-a este ar.tículo.
Mi intenciriu es a\¡allzar en el análisis deuna.figtn"u sirttapttttiti.ca art
ltu,r.ticl-
/ar (por Io ta'to, de una fig'ra clel montaje) presen-
¡rerteneciente ai
te e' emisiones e' las que i'tervie'e er directo'i'eltele'isivo.2
No es ur¿r
{igura menor': segúrn rni entencler, reina entre las figuras que se }racerr
presentes en su sintagmática. Es decir q.e si bie'clejo para otr.a oPor.tuni-
dad, debido a la complejidacl qr-re ia tarea presenta y ,r esfirerzo-que
cle-
ta'to el estudio de la lista
completa tle las figuras qlle prese'taD
'randa,
las trans'risio'es en las que intervielle el clirecto tclevisi'o, co'ro,
ob'ia-
mente, el abordaje del estatuto que su sinrag'-rática e' ge'eral pl.eserta
Iin cuanto al caráctel' continuo rro debemos olvidal' que ltr sintaeurhtica
metziana lire el:üor-ada a partir del estndio clel cine clásico, que se clio errtr-e k¡s
años 30 y los 50. Es decil' que Metz se oclll)a cle la tnanifbst¿rción por" entor)ces
trr/rs ccrr-rrírn cle la escena, de carrick:r.fiutLen.¿¡tkt aserLi¿o. Explesa: "En el inte¡'ior'
e-le los sittlagntas n¿t,t'twLiaos lin.utLes (: una consecrrci<in úrLicrt rlte relacion¿r tockrs
los ¿rctos vistos er-r la irnagerr), r'csulta peltinente adclnás clistingrril ck¡s c¿rsos:
l¿r cclnsecución puede ser continu:r (sin "hiatos" ni "elipsis"), o cliscontilru¿t
("rnotncntos s¿rlteados"). Por sLrpuesto, no hav r¡rre contal colr)o elil;sis r,enia-
cler¿rs -esto es, como h.i.tttos diegítito.t- a los qrre llamarernos sirn¡tlcs lt.irtlt¡s ¿l.t
tthnora (: la contilruid¿id ternporzrl se intelnrrnpe pol' un¿r "clisloc:rciírn dc
czitnar':t", o por'r.rn "plano de corte", p¿rra luego ser relornzrcla en el ¡;rrnto
cronológico ex¿rcto al que entonces había lleszrdo) (Metz, 1972 !96¡il: 202).
Se ¿rbl'e :rquí una discusión en tol'no a un señalzruriento que sc Ie ha realizado:
"La Grand¿ Syn.Lagntatiqu,e ¡rretende lintitar su ¡rtenciótr a la b¿rncla cle irluuen,
allnque recul-re con fi'ecuencia a l:r inlbrmación toln¿rcl:r de la band¿r sont¡r¿I"
(Starn, R.; Bulgoyne, R. y ljlitterman-Lervis, S., 1999 !9921: 67). Mz'rs allá cle
que en el ejernplo que se ha fbc¿rlizado la band:r sor-lcra actíta en r-e{r¡elzo cle la
construcción esp:rcial visual (la escell¿l soltor¿t, aquell:r en la que se desal'nrlla lir
cotn'eLsacií>n, es la misma que la que se rnuestra), creo que l;r atelción a la
banda sonor":r es ineludible, polque intel'\'iene en el nivel de las clelirnitaciones
esp:rcialcs ¡, tempor"ales, constmyendo espitcios y tiempos cle relererrcia clrrc
cleben ser at.enclidos tanto collto los que las in.r:ig^enes l¡ucstt'alt. Expt'cso est0,
aclernás, pol'qlle c1'eo que en el cine :rctu¿rl (ef'ecto, probablerlente, del pror:lc-
sivo ale-iatniento dcl cine clásico) se hzur vuelfo absolut¿rrlente colllrncs los
juegos telnl)ol"alcs y espaciales en los enc¿¡clenarnientris sintagnráticcls,
serel'ándose una ar"ticulación rnucho mhs lhbil y conpleja el)tle sintasrn¿rs: la
conversacír1n que se está des¿rn'ollanclo en un:l escenA se extiende en la l>¿rncl¿r
sonorir crr¿rndo lzrs irnágenes han conteltzado a lnostrar otro espacio; el uso cle
dispositivos como telélbnos inal/u.nbricos pennite solpresivos cles¡rlazarnientos
espaciales cle personajes que ¿rntes se presr-rponían enclav¿rclos en cspacios fijos
habilitando sorprenclentes cr¡nstrucciones v empalmes entre espacios, etcétera.
I
cPor- r¡ré presupongo que -\fetz se retiele a una escelta clc inter-cant-
lrio rro rrrc<iiatizado, "cara ¿r cara"? Porque todnlrt contprt,ración. prnect trn.tu,r
acerut, de lns diferunci,as 1 si¡ni,litLtdes ¿nttre La fert:e'pci,órt, hununut. en tm d,el¿nni-
nar.lo htgal y su expectaci,ón f.lrrud.ct (es 1o clue expresa, se¡¡ún eutienclo,
cuando hacc referencia a ia difér'er"rcia "entr-e la per-cepción fíhnica r' la
percepción leal"). Aquí los lt)utos ocr.rpan un lugar singular. Polqrrc si bien
ntctu:t"tl,a.n (jlmto a otros condicionamientos, corno el t¿rntaúo cle los ¡tlanos,
etcétcra), pol r"ur lado, rpu se está atúe urt. tli.scut"soJílnti.¿o -v no al de la perce¡t-
ción "nornral" o "icieal" en el lugar-; por- otro laclo, se lnesetzturL, lxrrcr el..nle lu
c.spcctarlor habittLado u esttt f gtrru tb rodigo,i lrl,id,a a s'Lr carácte¡' r:ons¿ctrtii,o,
exf\ítitautcnte n,o si,g'niftcati,uos: Io que s¿ entu'tcia, a catla nornt:r¿to. at qrL¿ lo qtrc sc
cnct.rcil.ttu" an^se nte no as rcleuant¿ (o c1u.e rto es iutlnescindiltlc wt tlnni.nos d,e .si.ptL.i-
ficado). Es por eso, creo, qnc N,fetz puecle sostetrer quc la escena plesenta rul
conjunto espacio-terlrporal que se expelimenta "sin f'allas".
Se cleriva de esto nna conclusión importante: que eu esta fiqtu-a
sintagmática, si bien nos encontramos zrnte la presencia cle w:nsrtjtÍo esltr:c-
Lador específ co (el de la escena en grabado), la distaucia con .lir expectacitir
hrulana no mediatizada es menor que la quc aparece en otlas; cono, por'
eje mplo, el, si,ntagnm nlternad,o, que rrrre stla a la vez lo que succcle en rlos
espacios que ¡ueden llegar a estal sitlr¿r(los a un:r gran clistanci¿r uno rlel
otlo. Se debe, rne palece, a una doble lazón: la delirnitación esltacial, que
¡ror su carácter restringido all¿rrece como abarcable clesde el purto cle
vista de un espectador en el h-rqar; y el füncionanrienro clel leneuajc, de
carácter lirnitado (con un desarrollo temporal sólo cclnsecntivo, sin
clesfásajes entre el sonicto y la imagen, etcét.era).
Artes de terminar este ítem, quielo recordal que N4etz expresa qllc
"la escena reconstittrye" mediante "tomas separadas y ulter-ionuente er-n-
palrnadas". Estos seíraiamientos, que ponen aclelante ia clilnensióll teln-
poral, resaltan la especificidacl del dispositivo cinematográI'rco, c¡-rc corno
es sabiclo, n-abaja en gm,badn y nt¡ en d,irecto:s se advierte, entonces, clue en
el nrarco de este análisis será imposiblc dejar de laclo eIcurnbio d.a tli.spo.sitiito.
t I'fetz setialír cn clif'erentes opot'tuniclacles <1ue srr sintagmírtic¿r cl:rba crrenlu clc
secr¡enci¿rs dotaclits cle rrn "f'uerte glaclo de existencia social y cle 1>r.eenzrrcia
al'ectir'¿r" (Metz, 1974: 17).
t He intentaclo sistematizar las <lifelencias entre el tLh'eút y elgrabtukt conlr¡ (krs
disposirivos presentes en l<¡ televisivi¡ en "lil lugar del dis¡rosirivo el lt¡s esrrr-
clios sol¡rc televisión" (Callón, 200,+: 83-102).
112 , M¡nlo Caeror.¡
¡l
Tlir'l¡ién se ¡>r'odLrce entre cl clil'cct. tercvisi'o y otras ñg'ras,
c.rr, ei ¡rr;rrr,
5e(l¡Cn(¡:l 1l:r IiStr. sill cil¡ll:ilq.,,.lt() c\ e\tel)5:l).
La nociír.r cle sal¡n'luroul, proprrcstr Pur .Jc:r'-N{rric St.}raefler c. srr est'rli.
s.br-e1:rfbro{¡r'alía(Schaeflbr, tggo¡ttis7li-r.ernitearossaber-cscs¡rccífic,sqtrt:
el s'jetci coltvoczl fr.errte :r u':r irn¿raen firtog'irfic:t (¡ror ejeur¡tl',
,,,1.,.,.., té,-,,r,_
(os' conlo q'e la firtog'afía es.¡>r'oclucto
cle,ra irn¡:r.esi,;n,.t.¡i¿u a qrre lr¡ra
de te'rnin:rda sitr.r¿rció' luni,os:r ha q.edaclo
l-eeistr-acla .,,rn
lirt<rsensible). I'or p:lrtc he s.ste.iilo (c¿rr'ló', 2oo+; q.," er "r,tritr:¿:!.0 ¡rlr."
es tt,
'ri
dispositivo productol- cle disrrrrs,,s e:perilico cle lo Lcleyrsiv6
e¡ el siste'ra clc
l.s Ie'gLr:rjes audio'isu:rlcs eracias ar irn¡r.rta'te co'ocir'ie'ro
s'ciar c1r.re exis,
te sobt'e la torn¿r clir"ecta (cortocinricnt,,,¡trc ltrc lrrl¡rii.unelte
clifir¡rlic¡r clesclc
I¿r cnrergencia cle io tcier.jstro).
I
4. Casos paradigmáticos
"' En las tr¿nsrnisic¡nes locales puecle haber- call¡bios: por ejernplo, krs perioclis-
tas suelen encontr¿use en los estaclios. sitrrhnclose i¡ veces l:rs ciunar'¿ts err llr
Dt ro clr.l¡uatocnÁnco ¡ Lo te rEvlluo i a, ,
I
referencia (que sirve por eso nisnrc, couro //¿¿¿¡to clesde el cual sc v:r ¿rl colte
publicitario y desde el que se reton¿r l¿r ernisiírn al r-einicio cle cacla bloque).
iin este caso, la escel¿l se ha. conver-ticio err r.rn .¡in.l.ugutu itt,cltqctt.tt.
Indiqué, al inicio cle este tlabajo, que dcbe habel r-elcvantL-s r':lzonc:s
que expliquen por qué esta figur-a ha alcanzaclo scnejalte c.lesarl'ollo en
l:rs emisiones televisivas. Es indudable que las rcstlicciones csP:rciales I las
queillriterelblelrcia-p,,r)ogcncral.clr[a¡rr',rrllarn;rlrcr)r.unesrt,r'uui'
plincipal I ¿r lo sr-lnlo, algíu-r otlo secundari<t- que obietivarnente poseen
gran palte de las emisiones en direct.o, l¿r,orecen Ia prese ncizr cle la escena
v clelren sel consider:rclas. Pero también cousiclelo que, tal como he trata-
<lo cle clestacar, clebe atendelsc ¿La ac¿itad.rL atfirulttt:i.ót¡, enlre Las r:u,ra,cturísli.-
cus tle l,u, ¿scena, -tle amplia vida previa a la ernergencia de lo telcvisivo, en cl
lerrguaje cinematográfico- t1ue tl.enota conseutció,n coníi,,ntLa, y ln especi;fitid,ad
rl,el, tli.s/tosi,ti.tto deL d,irecto lel,etti.síto, rlue tlen.ola,presenl( \) tot't.\c(:Lr.ci.órr tetnltoru.l,.
Por sobre todo si sc conlenpla que en 1as enisiones televisivas kt,.s asct:nls
extienclen, por 1o general, un l:rrqo tierlpo, gencr-ahltente el que clur-:ut
se
las cmisiones (corlo rnínimo, una hora, es clecir-, dos tel'cel'¿ts ¡rartes clc kr
que dur-aban 1os filrnes en el estatuto en ei que N{etz los est.urlió).
Ahora bien: además cle (Fle n-:rta de cle s¿irrollar ult¿r fbrmalización en
ulr terfeno en el que aún hav luucito por hacet, icpré utilicl:rcl pue dc te ne t-
uu estudio como el que se acaba de plcscr-rt;rr? Es induclablc que, ursí cotrro
es posible clar cuenta cle 1a sintagnrírticl rlt rur cietellninaclo género -colrro
¿rcabo de tratal- cle hacer, aunc¡re sc;r \()rrul'luneltte, en r-elación colt el
noticiero-, en la rneclida erl que el enlircluc sintergrnático se r¡ea zrtencliclo
erl el estudio de las emisiones en clilecto se podrá avanz¿u'en camilo.-r nn:r
posihle sistenratización rlc l¡ s.irrt;rgrrr:itic;r rle crda tipo rlistrrlsir,,."'lrt"
''' (lrlt,.se:rtlrierleettr¡rtlitr¡¡rárlllir.(lueplr¡l):rl)lcnlcnl('cnurner'(.1.s¡lrirrri-
¡rtrles sinturgmas presentes cn l¿rs emisiones habitrrales producidas por el directo
D¡ ro clr,,t¡,r,ratocRÁFtco A to ,r,ru,r,uo I , a7
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ps'i.coanril,i.s/s, i,nt:¿t taxtualidarl). Ilar-celona: Iraiclós.
1".
...¿lulque sepa controliu' est¿rs :rpoft¿rcio¡res ocasion¡rlcs, rro p6cfi.ii clej;rr. cle
presenta'u'a ''ar-ración' cuy. r'itrno, cui'a dosificacióll entre cse'ci:rl
esencial sean pt ofúndanrente dist.iutc¡s cle cu¿urto rrcun e en el '. 1,
cine: habitrnnclr
así al 1lúblico a un lluevo tipo clc caitatnazo llal-r'ativo, conúnrranle¡tc
¿iltcr.¿r¿<r
e'l.superlluo, pero p()l'ot.ra l.ra.te capaz cre haccr g.star clc mocr. lruer,. ra
compleia casttalidacl dc los acontecinrierrtos <rticli¿ruos (c¡.re el lilnr nos
6¿rbí¿r
habin.raclo a ol'iclar, en s'ol;r:r rlc selecció'y cle clep.rraci<i' ,ar-r.ativa ).(130g)
Eco cic''a
reflexión sciraranclo qrre ruego cle argu'os años cl.- rr:rrrer.-
esta
nos acostnml¡rackr :r estc
nue'o t\ro de relato, su inll,er-rcia se hizo serrtl.e'
el cine. Y d:r como ejernplo los filmes cle A'tr¡'ioni, er r.s q'e ra
acció'
¡l|incipal "apal-ece continttanente cliluicia en el tr.asfinclo cle los ;rcontcci-
mic'tos aparertemente insignifica'tes que se clesar-r.olran :rrr.ecleclor.,, er_.
1,
los que, Iuego, estos rnisrnos acortecimientos "r,ieneria constituil.el
núcleo clc
Llna lnle\/.'r acción, tenclente a redescubrir; cn ei cairarnazo
clc los acorl.r.i-
rnientos cociclia'os rnás'irlios, siarrific¿clos o:r.sc'cia clc sicnificaclos.'.
(ii0g)
Como la .csponsable de esa i'flue'ci:r cl.:r, par:r Ec., s¡,r
la
toma directa, creo q'r sr,r .peracii'r ¿rr:rrítica '.r,cclarl,
¡^reclc c,'siclcr'.lrrse, si'
lbrz:rrrricntos . rl.tt Lo trlati.'ito t¿ Lo t:iut'ttrutagt"rzy'c,. lis r-rna opcr-irciti.,
c()rr)o se
:Lclvicrtc, nrny f'ecuncla,
llorqlre lc pclmitió postr-rlar-la infh.re¡ci:r clisc¡r.si'^
clcl nlrcvo.reclio sob.e cl vir' jo.
ll.- su rr (|.lc la ii ¡-.rulaciir'era clilícil rlcsclc
el princi¡ri. ¿Por ct¡é? Porq'c e'r ge.e.al el r.cco'ocimic'to
clr irfhre'cias
cs ulra oPeracirin quc se re:rliz¿r a u.¿n,és cle obt-as
)/ llutor.es, cl:rdo quc sc
apova er la iclc:r romántica -t1tre rc'íu,lcscrc cl sigr. XVIiI-
cler i¡.t.,rr-
como c.e¿rdc¡r, ,y io r¡'c- srrcecle cor lo tcrcvisiv. es c¡,e, corno ,,lcrl- es u,
g.air::rnóni.r.",'. había a rlrrié, acljrrrlicarle l¿i cr-e:rr:iór. R,.eso, cl hecll<r
De io cl¡t¡iuarocRÁFtco A Lo rrr.Evlsuo
] ,t,
i
cle que sc- haya atrcvido a r-econocef c¡uc r:r errier-eenci¿r cle uri rlis¡,rr>sitivo
como la torna dil-ecta. cu),os discursos arnplias cliiicult:rdes
l)resertrn 1;ar.a
ser reco'ocidos corlo artísticos, insta'ró, ¿r partir cle sus posibiliclades v
restricciones, un ltuevo rnodo de rlarr.ar; y que ese rnoc{o, adem/rs, ¿tiectó
la prociucciór discursi'a cle uno cle los gr-a'cles artistas cle sn é¡r'c:r, es
'rás
u' sesto analítico qlle me.ece sel'r'econociclo tnr-lto p'r su ar-ulaci:r.co*()
por sr-r si'gularidad. Es'rás, co'ro se ver'á l'ás ¡rclela.te co'stitllve
, en mi
opiniíxr, un gesto que aútn tiene trruci-lo para ciar..
Aho'a, si la ate.ció'de Ec, estaba concertracla er la i'fluencia <lc lu
televisión sob.e el ci'e, la oper-acióli clo'ri.ante cle cste escr.itr, tal cor'o
lcr
anrrncia el título, es inversa. I)e lo t:inetnatogtd,fco u. Lo teleu.í,sit¡o taml:iélt
iastarra, e' térrninos analíticos, u'a oper:rción cre ate'ció, .r rics¡rreza-
nriento, al pasaje, al tr.ársito. I_o prirner-o quc buscá, es obvi., cs clar
cllenta dei orden cro'ológic': r'eco'ocei que er cire snreiír :r'tes ri.e ra
televisió. v que, dada su semcja'za bírsica, téc'ica y irrgo (p.r'cr
clccir mucho) debe haber pasaclo cie u' nredio a otro. 'rate'ial,
Este g-csto se
'o l¿rs
clebe a un fb*'rai r-espeto a la c'o.oiogí:r, sir-ro rlue busc:r ilrstaur-:rr.
co'cliciolles eleme'tales ¡rara el despliegre cle una cestión a':.rlítica
r|re
posce dos objeti'os. El primer. es de.r'clen histórico: se ir¡te't¿rrá'cles¿-
mollar- hipótesis que pe''ita'co'rprencler ia r-irpicla v no tl-ir.lnlátic^
irs-
tauración cle lo teler,isivo en la vicla social. El segur-rdo es teórico,
e inclrrsc¡
genético, pol'que se desca determinar; en la r.elación enüe lo cinemaroqrá-
fico y lo tele'isivo, <}ré modaliclacles procr'ctoras c.le se.tic.l., p,,.li.:rn'
instaiar-se en el nuevo meclio y ct-r¿ilcs no, p¿ua tratar
cle circrrnscr_ibi¡
h-rego, qué es 1o propio, a nivel c{iscursivo, cle lo televisivo.
Será recién al finai del recorriclo cu¿rnc.lo se vuelva al {¡esto instauraclo
por Eco, cle lo televisivo a lo ci'e matogn áfico, cor ,ra hipótcsis si'gtrlar.:
qr-re el directo tele'isivo instauró, en el ca'rpo
de los cliscur-sn, .,,r,,"rr,1ro-
r'á.eos, el parárnetr-o e'reiació'al cr-r:rl los de'rás clefinen,
clescie c.tr,,,-
ces' su hrgar. según esta hipótesis ra e.ergc.cia de cstc
disc.r-so ,o -q*e
esdornirantel'ente a.tístico- lire col¡. la cle la iotogr.afia po.,i ,iel,,
"l
XIX. cElr q'é se'ticlo? E^ el cle qlre, c*a'do la firtogr.alía ,.,reió, i,,,
clen-rás lenguajes vis'¿rles (las téc'icas clel gr.abaclo,
la ¡ri'tu.a iclertiricatc,r.ia,
ctcétera), se vielon clesplazados e n su funci<in inlbr.ruativa;
\. cn qltc cuanclo
el directo televisi'o se instaló, se hizo cafgo, por sLl .ziyor
pocler r-eprcse'-
tati'o, de la dirnensión ref'er-e'cial, recrefirrie'clo el sistema cle los 1e'g.rajes
¡rrociuctores de discursos que articulan.intágenes y souiclos en movinriento.
Po' eso, la principal i'flue'cia clc lo televisiv. sobrc lo ci'enratogrhliccr
I
122 lMnnroCnnLórrr
I
2.
D¡Locr
NEMATocRÁFtco A ro TELEVtstvo 12 3
1. lntroducción
Es s¿rbido, ademárs, que es¿r obscsió' di. .r-ige' a u' clesarr.il'que sus<:itír rur:r
teoría cle I¿rs artes rniméticas de anrplios el'ect¡rs ¿r lo largo cle krs siqlos. _\.{e
l'c'f-te|r> así tzulto a l¿i teoría ¿rlistotélic¿¡ colrlo a la
¡rlatrínica (cst:r írltirrilr, corn.,
es sabid., irn¡lrgnaclora dc la rnirnesis.l. u.a i'tel'esa¡rte re'isiírrr r.le cst.:rs
teorías fire realiz:¡d¿r rer:ieuternente por'.|ean-N{arie schaef}i:r en irbr r¡t.tl I.a
lit:t:irht? (ScItaefÍ'er; 2002 t I 9991).
Nle estoy reii.ie.do a la fbrrn¿r er que esta riist.l.ia ha siclo .arracla, pr-inci¡ral-
mente, en el carnpo cle la historia cle las artes visuales.
Dr Lo o¡le ¡¡¡rocRÁFrco A Lo rELEVIr,uo I rz5
i
En seg'unclo lueal porque no hay ¿urálisis cle la historia cle los lcnqla-
jes cpe no eviclencie que la fünción r.efbr.cncial ha cunrpliclo y signe cum-
pliendo u' rol determina'te e' llllestra culfttr:r, a pultto tal que cacl;.r
carnbio importante :rconLecido en su clesarrollo ha af'ectaclo pr.ofurrcl:r-
mente al sistema cle los lenguaje s en su conjunto. Es lo que suceclió con lr¡
¡ L:r climensión inclicial fire {rrrrrlulad:r ¡ror charles sanrler.s peirce (197-l
Ilr]gr-rl)
en oposiciírrr a ia icónica y:r [a simbrilica. l-a clirrrensión sinrbólica es ejemplifir:arla
gencr:tlluente ¿r trar,és dcl funcir¡ramiel)to (lcl sistcnta lina'ilístico; la icírrriczr sc
irn¡ronc en la irnagen (se la plivilegia cr¡¿urclc¡ se lrace rcfel.enci¿r a cll:r c¡ l¿r
semejanza) v Ia irtdicial se b:rs¿r et.¡ relaciones existenci¿rles, cle contigr-iiclacl. De
este modo fbrrnuló Peil:e, ¡:or ejcnrplo, el c¿irhcter in<licial clc las lirtogr.alias
iustatttiitreas (qtre ¡ror- el hecho cle sel inclici:iles no cleien cle sel a la vez icíi¡icas):
"La fbtoglalias, espec.i:rlnrcrrre lus instant¿rne:rr, ,.n ru,,u irrstnrctir,:rr, l¡or.q,,c
saber.,s qr¡e, en ciertos aspectos, soll ex¡rct¿llnentc iguales a los objei.s ciLre
representan. I)ero este palecido sc clel.¡e a que las rotos-l.afías lirc'ror.r rc:rlizacl:rs
en <rncliciones tales qrre et'¡t fisic¿trnenre lblzoso c¡re corres¡:onclier-z¡n
l)rrnto
pol' prurto a l¿r naturaleza. En este ¿rsl)ecto, entollces pelteneccr.) a la segrrncla
clase de sigrrr.rs. :rqucllo: quc lo son pol-roncxiorr lirlt.a'' (4S).
I
* A est:r ¿rltr¡r'a result¿t c:rsi c¡bvio vincurar- er clesarl.olkr cler cilpit:rrisnirl v cre las
¿rl'tes'isu¿rlcs corno artes riber':rres c" el clel r'ercacr. de arre :r p:rrtir crel
Reracimier.¡to. Arrtor-es corno Lany shi.er. har clcscr.it, este
"del nrecenazg. al me.caclo" (shi'er',2004 r)1.()c:.s() cul,(,
[r00r]: lg3-lg6). tr,,,,¡r,.,,,.r,,
lento, que c.hnir¿r en el sigro XIX, y que tielre r¡.a impol-tante eta¡ra
err el sigl.
XVIII. Intrr otros ¿*rrores, argr-rnas cré<:acras a'res,.]ean G'n¡rel (lg7t]
2l-ir5) haitía cl:rclo crrenta tarnbión del fén<jlneno. Ilgdril:
1-28 M¡nro C¡nLórrr
i
I-labía sostenir,lo u'a posiciórr serne.ia'te aDtel'io¡mente e' "Er cas. y la tr.^r'a,
la experiencia televisiv¿r y la estética", e. el que t¿rmbié' h.bía hccho hi'c:rpié
c'r el lrrga' clel tnonltLjt: ("sobre toclo, co'l. torl:r y clrlracla e' .'da <re ul,l
ar:or-¡tecir¡iento en el mismo irstarte e. <Fre éstc riene lugzrr, nos encolltfalros
ll'ente a ..ntnonrt,ic -lrabl¿u'os cle rno'rtaje p()r'q.c, co'o se sarre, er acr.teci-
r.iento se tonl¿l con tres o m¿is telec¿i'nl.a'¿rs y wr tr.a'smitiénclose prrcr.esi'a-
¡nente la irnagcn clue se ct¡nsiclell rnris itlónea-") cn cl de l¿t s¿l.u.tión
¡ 1:ve,.clacl
es <Ire la dis¡rosiciírr de l¿rs telecárna¡¡s esrh siempre co'dicio'acla
posibilidades téc'icas, pero r)o ¡rrr- las
r¿:ll1ro corno pu.o rr,i perrnitir., ya en est:r iisc
preliminar. ciertzr sale c t:i6n " ).
" c:rsi
'cirte
airos clespués, en "TV: l:r transpar-encia pe*licla,, (l!c, I gg4 I gtiji
t l),
regl'esa con el r.ismo argur.Irento (:ru't¡ue y^ ro cliga expl"es¿¡.re'te
la Palabia
nrontirje), ¿rh.ra asociando ill collcepto cle nront:rje el de ,urripu.lnt:irii
ias,x:ia-
ciórr qrre, c.mo sabernos, tiene u,a larg-a historiaj: "Descle ros pri'cipi.s
cle ra
televisión, sc sabe que ilrclusc¡ el rlilecto plesupone (u)ír elecciriir, ,r,ra,¡a¡i¡r,,-
lación. Eu nri lejano ensayo'il :rzzt. y la intr-igzi' (ahora e¡ obnt n,binta)
tt.,rti cre
ulos_traf cóno un conjunto de t.es o ln;is cír'raLas t¡ue t.ansr'itea
rrrr partidcr
de lútbol (acontecirnie'to qr¡e Por clefillicióu strcedl p,rr- raz()nes
doncle el clel¿rntero cenrro no se prcstar.ía a l:illar. uri rol por. 'g.'ísticas,
cxi¡¡.incias clei
esp-cctáculo, ni el ar-q*ero a clejarlo pasar) opera ,,n" ,.1"..ió,-,
clc l,rs llechos,
enlbca cieltas ¿rcciones v olnite otr:rs, intel'caia tomas clel pírblico .,, ,,,a,,.,,.,r.,,-
bo del .i'ego y viceversa, encuaclr¡r el ter.l.e'. rle.iuego clescle una per-slle{:ti'a
clctermin¿rcla. E' surna, i.terpreta, n.s ofi-cce rur pai-ticro
er rcalíza,
clor del prosrama y no uD par.ticlo en sí,' (213). "ist., ¡r.rr:
I
de los pri'cipales rassc¡s q.e nr¿uca.o' el paso crel ri,e tn.trigrr(o al cr¿¿ fue
la liberación o la tnovilización de la cá¡lala. En el antisur¡ cineruatóel.¿rib,
Ia círnlara estaba enclavada e'ulr rugar fijo, slr p'Dro cre vista e'a el
crel
"señor del patio de butacas", segir' la célcbre
expresirirr cle G.eor-q.es sacl'ul;
e'contadas oc¿rsio'es va'iaba cle nn "cuach.." ¿rl siguie'te, nunca e' el
inler-ior de cuad.o; el espacio fil'rico, determinirclo por.el c:rnp. <le la
''
cánrara, era calcado al clc'u'a esce'a de teat.o, era un "es¡racio tij.";
fire
necesario q'e la círmara apre'diese :r ca'rbiar de lue¿a.p¿rra que
este
espaci. circunscrito saltase en y el ci'e pasase a ser.cle urr si'r¡rle
¡reclirzos
meclio cle reproclucció'a un ¡'eclio cle cxpresiór, por to'rar. los té',i'.s
de André Malraux. (99- I 00)
'' "con Purlovki', Alexa'clr.v, Dziga verror,, I(ulechov, Ber¿r Bnl¿rzs, ner.to N,fa1,,
R. Arnheim, Rayrnond.|. S¡>ottisl,oocle, An<h.é Le,vinson, Abel Gance,
)l¡:stei', y tantos otros, el_'r.ntaje a través cle la ex¡rkrtación ardient. .Jean
e ii.,se-
niosa cle tod¿rs l¿rs combinacio'es qrre aut.r.iza, ir tl-a\,és cle p:,-rgi'as
y
pírgirras escl-itas en su hc¡'o'e, libr'.s r'evist:rs, se vorví¿r prír.tiia,rie.,re
1,
'ís
.*tcr.,-
sivr¡ ¿rl cine urismo" (Metz, lg72 [lt]641:56).
I
132I M¡aroC¡nLór.r
l
Ese pasaje, qrre se produjo ante todo a través cle I;t Libarución d¿ Lr.L
cánruru, podría haberse ploducido, segúr] Metz, de clos maneras: por' ?/¿o-
o por rnontaje. Metz no deja de asomblarsc, a Lr larqr¡
ui,li.zaci,ón d,e Ia cánta,ra,
de su artículo, de que se haya producido, primelo, por montaje '" (ni clc
que aquellos autoles que dieron cuerlta clel l'enómeno -como Mah'aux,
Laffay, l3aIázs y Mitry- no se h:ryan sorprendido cle este cles:rrrollo); he-
cho que sucedió gracias a la obra de los pionerosr'' y, pol sobre toclo, dc-
Griffith. Porque el hecho es que, más allá de que ¿rparerlremente hubiera
sido más sencillo y directo que se realizara antes a través de la moviliz¿rción
de la cánrara, fue la entergencia del ntontaje Ia que perntitió l.a l,ibet aci.ón dc l,a.
cdnnra, el abandono d.elmontento teatral-ala¡tanera aún de Méliés,1ellrz.ro
tlel, cinernatógrufo al cine'í (para Metz, este proceso histórico es uno de los
crusantes dc los excesos en la teorí¿r, que llc'varon por lnorl)e¡r{os a esirrri-
"' Dice Metz (2002 [96?]: i00): "Ahola bie¡r, la histolia clel <:ine entre l!)00 r.
1915 invita a comprobat- un hecho sor'¡rrendente: el ¡l'ocedirniento inclirecto
-tnás improbable en cielto modo, nenos inmecliato- deseurper-rír rrn ¡>irpel
mucho más firndarnental que el otr-o. liuelon el rnontzrje t' su cololalio, lar
planificación, los que contribuyeron clecisivamente -nrás qtre los plo¡rios
tnovimientos de cám:ila- a la liberación de l¿r cámar:r. No sc clesdeliaba e I rrso
de harullittgs y panorárnicas, pelo lo c.sencial sucedía ell otra p¿lrtc".
''' "Los glandes acontecinientos cle esos cluince aítos no son la ¡l-irner':r a¡tali-
ción de la panorámica con valol dranrático (Autl.Lo 1 robo n. un lrzrrr [The urcar
tlzrin r-obber-y, 19031 cle Ii.S. I'olter), ni algun:r célebrc'dislocacirirr'cle la
clrmar'¿r en El rurcitn.iento dc utL¿t, nru:ión., sino la prirrrela vez qrre sc lccru-r'ió ¿rl
montaje alternado @ku¡ut d,e unr¿ uti.sión tn Ch.úu, fl 9011, de F. \\¡illi:unsonl), al
m<rntaje palalelo (.Tlu: ex contict [1905], E.S. Porter), :rsí cotro la ir'lea de inser-
tar un ¡l'imel plano en meclio de planos mhs alejaclos (lil pequlrlo docbr |90{)),
de A.G. Srnith]) y más tarde, lir ide¿r de utilizar el plinrel plano con {iuc¡
explesivos v no como simple 'estudio de detalle' (ludiLh de Bdúia [1913]. de
C)'iflitlr; EI fu,gitito [l914], de Thornas Ince): es deci, ltcdns rlc n.orllrtjt' (Nlcrt,
2002 [967]: l0l).
"t "La fcrtoglafi¿r es ¿¡nte todo analogtnt,, pseuclo-realiclziri; el filrn es, en prirner.
lugar', 'habla'. Lo qr,re pelmite que Ia fbtocrafía se lra¡;zr'leng-uaje' sol, ¡ror- ;rsí
de<:illo, sus rnárgenes, mientras que l:r sucesión cle fbtogr:rfíns -el lllrn- es
lengu:tie en su centr'o y en toda su extensión. Pc¡r" este carninc¡, se vnelve ¿r
encontl'ar irl montaje en el corazón de la serniología del cine. Y se entienclc
n're-jol qtre'la rnovilización de la cám¿rra'-que no era un objetivo en sí sinr¡ una
exigencia de Ia narratividad- se buscase y alcuuzase en el rnontaje el1 trlayor
r¡edida (y más pr<lnto) que en los tnovimienlos de cá¡nala: era ull:l fim¡ra cle
llegar m:is riipido al centlo del problema" (Metz, 2002 [1967]: t04).
Dr ro cr¡¡¡narocRÁFrco a Lo rELEVrluo Ia33
i
"' Cl,icli¡;o qtre, tal cc¡rno lo l-el¿rtó eu su elrLre'ist^ c-le lg70 con Rayrn.nd Belloru.
(Metz, 2002 [1970]), por ese erlronces creía que era "¿l círcli{¿.o d¿l cine". Bs
itrtp,'t:'rte l'ecordar aquí q.e si bicr es cic.to q.e hacia I970 cr-eía v¿r q.e el-:r
"rrn<¡ cle los rnu<:hos códi¡gos cinematográficos existentes", p¿u-a N{etz nrrr)c¿r
¡rerdiri su centlalidad: un clalo ejeur¡rlo de lo sehalaclo es que algrrnos airos
desprrós, cuando clebió il'str'¿,' sobr-e el est.clio de los códig.s ci'ernatográfi-
cos en sll at'tícttlo "Lestrmen cle resrrltackrs" "ljl estudio serniol(rgico clel lengua-
je cineu-ratogr'hfico" (Metz, 1974), lo hizo co. .na .nic'lzicl q'e lranrír el moiita¡,:
dtnuli;'u tn cj todigo Ll(l tilontn¡(,'n,l filnt n(tn!rli:u rlú.iir.u.
,"
N[ctz, lrrego de [)()llel'le lí'lites a las teor"ías de los 20 y los 30 clel "rno'tajc-
sobelano" y del "cine-lenrua", que "lleg¿rror.l a veces ¿l cifi';Lr. l¿r tcltaliclacl ilel
cine err el ruor-rtaje", clestac¿r la i.mlnrta.*cia, tlcl rttorttajc en "s¿.nrid,o u,nflio" (en
oJ,rosición ¿r un¿l concepciór"r del rnontaje en "sentido r-estringiclo") en la ¿r.r¿"r-
Ii.t,utitin d.isr:tuso.fíl,ntico. La cliler-enci:rción e'tr.e mo'taje en ,,senrido :r'r-
d.¿1.
plio" ,v en "serrticlo restringido" l¿r realiz¿r al letornal l:r discr.¡sión entr-e los
terilicos "antigrros" y los "rnodernos" apcrv/rndose en Ia ol¡r-¿r de
.|ean Mitr-y
(1989 [963], 1998 [1963]). I)ice enronces Metz <1Lre el montaje e¡,,senrido
Icstr-i'gido", que clefine conro la "unión de varias tonas rle im/rgenes ¡rate-
ri¿rlrnente clisrint¿rs" (i\'fetz, 2002 [1g67]: i05) *q.e "los rcriric.s a.risr¡.s
consiclel'aba.n inclispensable, rnientras que par-¿r la escuela cle los 'moclcrnos'
era un artificir¡ ¿l veces neces¿lrio, con fi'ecuencia perjuclicial v a rnerrudo super.
fhrc>", nr es el ¡:r.cedimiento exchryente cle ese lengrrirje sirtagrnírtico que es
eI cine, lx:ro tl, nrcnlaje c,n, s¿tt/ido umftlio sí Io es.
I
(2002 [I 967]), al igual que lo habían heciro a.re s orrr¡s reóric's , clrnc en L,
constitttción, rJel f,hn corno di,scut so:
Es decir c¡te ya se'por razone.s rJe orden hi.stórico, o por el uhrcttl,o qua astu
operaci,ón. utar¿tiane con lns ca,rncteústi,cas esltecíftas
tlel,lutgtuje cinctnaíost.((ico
-{omo su carácter sirrtagmáticn- el tnon.tnje parut:e lrtberse cnt:onínttlo eil cl
centro de ln rcJlexiótt sobre el di.sczn'sr.t
Jil.tnito en elsiglz XX. Y cle nir.rgúrn urocl6, por.
lo tanto, parece iraber siclo exagerada l:r i.rporta*cia que se le concecliJr.
¡rótesis c.ruo la que acabo de esbozar es necesario clar clenta, co.ro mí'imo.
cle ias caractcrísticas del leneLlaje cinernatogrfico, y iue go
cleruostl.ar qLre, en
coml:alación con el que se presenta en é1, el rno,.taje en directo posee sll
propia especificidad. El intento de des¿rrrolla' tan apasionerrr" ,"r-.u, .1,r.
empre'deré a conti'uación e'la'reclicla cle rnis posibilidaclcs
-¡, q.,", ,.gúr,
mi entende4 abre un canpo cle anáiisis amplio y complejo_ obligar a a corwo_
car u'conju'to de sabercs, empezanclo por ios que se ha'desplcgaclo cn.cl
nrar co de I¿r serniología del film. y tendrá e'tre sus ol¡etivos, inevit¿rblemente,
la discusión acerca de c.ál es, bajo la luz cle estos problein:rs, el esnnrto
clel
clirecto televisivo; eirpar ticular; llevar-á a tratarde cletermi¡:u-i elth.tecto
telnisiro,
adenut"s d¿ scr mt disposiü't)o, es rrr1. kngnje ctn, cart¿cterísticas
e.spec(iuts. porque
sólo esa detemrinación permitirá llegar a ia ora: si el clirecto tetevisi.,,r
posee
trn rnontaje con características específicas o no.
"' Nu .s sencillo cleterrni¡rar. a qLré ros l.enrite ex:rctamente Nletz al hacer- rel.e-
tele'isió', pero entienclo que s. zrch,e'tenci¿r, a corti'rr¿rcirin, err un
a la
'encia
pír'rafb q,e reprodrzco enseguida, de que .o está clesi¡.1-nar.rclo a "ros filmes
que se pasan p<>r televisió'" -er cater¡.rización ejern¡rlo cre {¡l"arracl./fic-
ció.- rlr-¡s reenr'ía nl otro 'ri
¡rol.,: a ras ernisi'nes en lzrs que intervielie er clirect.
y quc, quizirs, se¿ln no liccion¿rles.
o' Iis
el l;r'ol¡io Metz quien aclvierte, clcscle srrs
¡l.irneros trabajos, ucerca cle la poliscrlia
<kr la roción de lcng.arje. Dice en "Lr cine: ile'g.:r o le.gLraje?",
,,,.s.rit,, cre I964
(l\fetz, 1972 [1968] 104-10ir): "Dc- hecho, ei ci'e ro.r,,r- I",,rg,,u
si'o tur le'gnraje
dc_arte. La Pal:rbra 'lenguaie' tie'e ,r.crras acepcior-rcs, r'll¿isl
estár hasta cierro pturto justificzrdas. Esta :rbuncl¿¡ncia polisérnica
tocil¿s 'le,rcrs "rrr-;ár,',,
r., up.,.r, 1
¿rnr.cnuestros ojos- en clos dirccciorres: dcter-mil)a(los 'sistei¡as, (incluso
kls mhs
inltutnalros) r-ecibirán el nonlbt'e cle 'lcngrrzrjes' si su estl-Llctrrr.¿r firnn:rl
se zrser'eja
a Lt cle lengrurs: tar es er cas. clel le'e'rraje clel:rjccrrez (c¡re tor-rt,, inta."roün
'.estras
zr saussur e) o de I len¡¡u:rje binar"i. de ras máquiri:rs. l,r' ál ,¡tr-o ein-erno,
t.clo lri que
I¡abla al hotrlbre clel holnb.e (auucltre sea ciel rroclo lnenos orf¡zul,z:rc¡r
v r.enrs
lingiiístico) es sentickr conlo 'le¡grraje': se habla elltonce) clel lenstrljc
.le l¡ fl,rre,,.
<lc l. pint.ra e ircluso del silencio. rrl carnpo se'ríurticr ,re¡leuaici
ctc tu 1r"üu.o
parece.rcle':r'se alredeclor cle estt.rs clrs ejes. Alrrl-a bierr, es<,, clus,",r,r,iá. á"
expa'sió' rncta{i¡r-ica l)¿lccr er} el lergrraje clr el se.ticl.'ihs estr-ido (el
ler-rgu'je
liinico hurnano): el lengtrajc. r,el-bal sir'e pz..a que los lror'l¡rcs ra.,rrrr,,,.iq",,.n;
lirertelnente olg:rnizado. Los cros gnrl;os cle senricros fieru.adr;s
":.'á:r,,f uu irt,i,,
allí Tenienclo en allel]t¿r este esf:rdo .le los .ir,rr, qrre n. sicrn¡',rc pr:nnitc
r,r"r,.,.r.
los_sclltic.los qrre clc'sear'í;unos firc¡'¿ur cstric(os,,ra,:; p"r"a"
¿r
con\,elligr)tc ¡.nsicle-
cine conro Lllt len¡¡traje sin lengL¡a,..
r¿rr :rl
En lo <¡ue hace, ahor':r, al dilectc¡ tclelisivo, es evicrente que
nt> rur siclo <¡nsicierac¡r
u. lengtraje cle ¿u'te en el senticl. er q'e el cire Io ha sickr. per-o ra hipírtesis cre base
cle este esc.ito es que aclcrnu'rs cle
''
ciisp.sitivo es r're'uu:rje, ¡ c. a P:u-rir.cle esr.r
fir''ulacirir c¡ue se inte'ta av¿lrz¿r'er la cleli'ició' cle su es¡recificiilacl.
I
I
138 iM¡nroC¡nLor'r
I
Lo que sucecle con l¿r atenciór) ?l estc l'¿rsgo es seute'i;rnte a lo qLre acolltecc col]
la atencirin a la clifet'ercia rle t:u¡¿riro de ¡ranralla y de sonido (eviclerrtemente
disrninuida desde l¡r enterqenci¿r <fe k:s lnn¡.¿ thcatcr), que tarubién ha siclc¡, e¡t
mi opinión, sobreestir¡ada: es qlle los cambios que irrtlochrce¡l no son ell
¿rbsoluto c<.rrnp:rlables ¿r la r.atlical novedad c¡tre la irrtervención cle ll torn¿r
clilecta instaló en l¿r vicla soci:ü -prrcde consult¿rrse, sc¡l>re el tetna, "El ltrgar-clel
dispositivo en lr¡s estudios soble televisión" (Callón, 2004: 83-l{)2).
Eli otros lugares Metz había evitado est:r r>rnisiírn: pol ejernplo, el) su col)\¡er.-
sación con Rayrnond Bellour (Metz, 2002 [1970]: 220-221) sosteuida en I!)70,
había a¡l-egado a cacla mención sonol"¡l en srr clefinición del lengu:rje cinenla-
tográfico la palabra gtubado (¡:alabr-as, mirsica y rliclo er-abado).
I
De ro clr.lEuaroc*Ár,ao o lo ,rruu,r,uo
i13e
languajes, g'abarlo y d,irec,o.'" l]no de ellos estaría cornpuesto cle la sig,ie'te
fbrrrra: lblcitisión en grnbado'. imaeen obtenida mecánicamente, múltiple,
n(xtl, graltada. Leyorclas grabadas. Ties tiiros cle erementos sororos!"r-(r-
bados (palabras, música, ruido). Ei otro, la'l-alei¡isión en dirccto, terclría los
misnos rasgos, pero cacla vez que dice grabado, debe leer-se rJi.recto.
E'tiendo que es pe'f'ectarnente p.sible quedar-se con est¿r difi:rencia-
ción y trabajar a partir cle ella (se considera así qr-re el ien¡¡uaje cirern:rto-
gráfico posee los mismos rasgos q*e ra t¿l¿uisi,ón ett gro,budo: es este irecho
el <¡re permite, e' defi'iti'a, l:r prese'cia cie io ci'e'ratogr-áfico en Io
tele'isivo, fenómeno cuya expectación, como se irá r,ienclr¡ a lo largo cle
este n'abajo, es distinta de la que convoc¿ur los cliscursos generaclos por la
televisión en directo). P.]i-o ¡ampoco la situación se
irresenta tot¿rlmente
así, irorque lo teie'isivo es tan corlplejo qr-re la pregunta, corno entenclí¿r
Nletz, .,s prácticame'te imposible cle respo'cle. e' fbrrua taxati'a mien-
tras sea fbr'rulada en esos tér-nrinos (que obligan a clar i,r'a resplresta
der'asiado reduccio.ista y esencialista). E' realidad, las pr.ecaucio'es de
Ia pe'spectiva metziana, qlle trata' de :rtencler especial're*tc tanto a la
corttltl'eji,rla.d qne se prcsenta corno ala aspacif.citktd, ti<-,nert sr"r razón cle ser,
porqlle mncho clepende cle la tarea a'alíf.ica que se lleve aclelante; o rnejor
aú', dcl'i'el en eJ que el analista se y cle los r.asgos qlre pre tencl¡r
'bique
conmutar. Por- io tanto, en rni opinión, si lo que se desea es comP¿r-ar.,
como io lrace Me tz, lo cinematogr'áfico y lo teievisivo con lene-uajcs corn<r
la l-ristorieta, la fbtonoveia, etcéter-a, se Ios pueclen clasificarjr-u'rtos; per-o si
lo qr're se busca, e'car'bio, es no descr-ridar ras cril'er-ercias que enre ellos
se prcsentan, no se ¡ruecle sosterler que constitr-tyen un solo lenguaje se 1,
deberh aceprar que l-rav disti*tas especificidacles. Esto se clebe a c¡rc si
bien en cícrto nivel no sot't dos lengtut.jts ra.d,i.cahnen.tr: di.fererüe.t, tt,n stro nii,¿|.
na lxttl'entos ig'n,orar las intporlante.s t[ifcren.cia.s quc uutttliott¿n entre sí., t.aconoci-
rllu en pa,rte en Los dtli,nici,ortc.s y jerurquizrrci.oues soci,ril¿.s, acentuurkts rt,t.f,rri.ti-
1,
i)(t)nenl( ¿n l.¿ ua,loraci,ótt uutdórnícu, (to cn ln descrí,fciút, acu.d.émica quc, lt,astn
donde sé, ,n e-\t¿ tema, brilkt, por u.L rLuscncitt). E' el próximo ítern i'tentaré
exponer mejor por qué es lecesal.io sostener esta compleja hipótesis.
! Tirnrbiélr contiene otr-os, corno el rtni,ndo (corno sabernos, hor, llay cn':rlcs
cledicadcrs exclusiv¿rnren(e a est:r
l)rogr2u.nacirin), ejelnpro crc g,rrrbtd',t fir:t:i.orttt!
per, realizado crxr irnáge'es ol>teniclas er lorrn¿r rn:Ln.al, no r'ecírnica (., er-r
versiones mas ¿rctu¿lles, cunputar-izaclas).
I
6. Semejanzas y diferencias
" Esta afirtnzrción sobre l:r ausencia cle ver-claclelas grar¡irtic:rs se lefierc, com() sc
sabe, a la ausettcia de gramírtrc¿rs como las de l:rs vet'clacler':rs lenguzts, es clecir,
no irnpliczr que el lenguaje cinenatográlico no tctla'a un:r gr:uuática, ¡relo ósta
se corresponcle, para Metz, an Ia disfo.siLio: "rne sor"prencliír la inclislinción,
en el campo cir-rematogr'hfico, de la sr':rrnhtic:r v cle l¿r r-etór-ica", dice cn el ¡,a
citado r-eportaje cle Bellour. ljst¿r calencia cle una veldacler:r glanr:iric:r es c¡re
lr:rce que nos veamos, decía Metz aítos después (1g74:11), "depor.tados clescle
un principio hacia.iuicios qlle con'esponclen a ircept.abiliclades (: moclelos de
desernpeño) que hacen.jugar, en la recepción clases sociocultlrurles cle usrr:rlios
y en la emisión géneros cirLem.uLoptrifi.cos".
D¡ ro crr'rErvr¡rocRÁFrco A ro rELEVrsuo I ao,
I
esta últir¡a seme.janza temrina siendo el origen cle r¡na cle las clifi:r'encias
que tuer:cen toda Ia cotrparación).
(lnrrsicler-o ahora las tliferencias, que perr riten postular clwe prrilxulo y
rlincto son clos Len,g'uajes dijbrentes (porque lo señalado hasta aquí no implica,
de ningúur modo, que el directo televisivo lto tensa su propia especifici-
dad, 1, que la misma no deje rastros en Ia producción cliscur.siva). Per-cr
antes, intentaré rebatir un arelrmento que, hasta clonde sé, no ha sidcr
expuesto por- nadie pero que es posible esgrimir -y por- eso es ncccstr-icr
ciespejar- si se clesea evitar aceptar la existencia de dos lensLrajes, el del
ptal.todo y el del rJi¡zcto,a partir de las semcj:rnzas arriba enurner-aclas. E,stc
¿rlgumcrlto, cuya consider-ación es imprescinclible porque tiene el nléritcr
tle inccrr-porar la climensión terlpolal, es el que sostiene tlte e,s lto.si.blt
postular que kt, tlifirerLcía tnlre d,i.recto 1 gtu,bo"do e-s sarttejclrúe u la. qlLe, ¿n. el. t:u;;t¡
d.cl, lert,gtnle aerbal,, atontec(1 entr¿ 'uJr inte ruL¡ttbio oral, y utt. i,¡ttet'catnbi.o e.;crito, v
cluc si err ese caso no s¿ co¡lsideru qu.e lny do.s lcn,gtLajes diJbreutcs,!:'también
clebe considerarse que grabaclo 1, clirecto son sólo uno.
Pero esta no es ia situación, por clos r-azor)e s. Es r-ru hecho que actu¿l-
melrte se coltsidera que el lenguaje ler-bal, debido a sn carácter-iu-ticulaclo
y a la plcsencia cle r,rna verdader'a glamática, no sufie taltos c¿rmbios en srr
pasaje de la or¿rliclad a la escritura.'" N,lás allá clc eso, hay un factor- qr.re
lista búsqueda cle d¿rl cuent¿t de l:r mejol lllalter-a 1;osible cle lo qrre acontece
incide de modo rnuy firerte en una estrategi¿r cle las crnisolas, a la que ll:rrné, ¿
par"til rlel estudio rle transrlisiones televisii,as en clirccto, cle ntnxi.n¡iz¡tt ió¡t dr lu.
ai..si.bi.lidnd (al nrenos en las transnisiones de cvent()s sociales, t-:n los qrrc ei
rnedio fi¡nciona coltlo un "tr¿rnstlisor-" de lo c¡ue ocrrrl-e, es cotnírn qrre est:r
estr:rteg^ia se impotrga). Eco ya Itabía advet'ticlo elt sr¡ ¿r¡tículo dc l9(j2
-:lul)que
no se decidiri finalmente a forrnularlo, pol"que sn fbr-mulircitilr cs
clr¡rninantenrente utttsltutlii-ti.stú- este pes() clel r-eférente er.r el cliscur-so r.lel
dir"ecto televisivo: "\'elcl¿rd es qlle en el estaclo actual cle los hechos, lir rnavo¡-
palte cle las tomas tclevisivas vers¿rn sobre acontecirlientos que ofi-eccn escnso
lrlarsen a una inici:rtiva cle inter'pretirción: en un par.ticlo de lútbol. el cer-rtro
de interés lo constituyen los movinlientos del balrin, 1' no es fácil conceclerse
divagaciones" (l!co, 1985 [1962]: 205).
Ie:rr-r Pier"re Chal-tier explesaba en su capítulo sol¡re el rnont;rjc tltre "El prrnto
de vista que nos propone cada plano no tiene valor sino err rel¿rt:iriu con cl
punto de vista elegido p:rra el pl:rno prececleltte y el plano siguiente" (citaclo
por'.|ean N{itr-¡ 1989 !9631: 320). La clilér'encia enrre el lengtulje clel clir-ectcr
y el lenguaje clel grabado es que en el clel clilecto se desconoce el pl:uro siguiel-
te v er-rtor-rces la elección clel plano se re¿rliza siernpre en un al¡isnro.
i
144 I Men¡o CqnLóNl
I
I
Por otro iado, en el úurico análisis que colrozco qr-re realizó soble el
dir-ecto televisivo, Eliseo Verón (l9gg: g5) también rcconoce el peso
d,tl,
refercn,ta al expresar-:
sintagmático de to cinematográfico
?l:;llfl:aje
a to televlstvo
N'Ie¡ra|ecei r.¡ue la
ulzrtr sintagrn¿itrca tl-irc.lucc c-l esfi¡er-zo r¡ue cl t:irrc
¡lL
realizaclo pa.a rccllper¿rr la rr*,era clásica del
sig.kr XIX; l.s.clr. tiP.s
secue'ciales se e'czrrgan de expr csa. difbr.e'tes
clases cle rer¿,.in,r", .rpnai.r-
tettrporales euü'e itnágenes sucesivas en el inter-iol
cle un rnis¡ro epis,rcli,r, a
fi. de que el fi''
teriga u'a i'trisa ,ara y .rrír,.ca, a fi'
cre q.,".1 .rp..,,,-
d'r'p'ecla deci'sie'rpr-e si ra ir'aserr N,,3 er er pranc, cle ra diégcsis
isig.i-
licado), "tiene lus*¿u-" a.tes de la i'lae,e'N,,2, clcs¡r.és r., ol u,ir,,,u ri.rr.,p,,,
etc' Histór'icanre'te, l¿r varidez de ese círcrígo
ab:'-ca, p.r. r. tn,,t,r, r,, q.,.1r,,,
rlcl<¡rninar'ía el cine "clásico": descle ra cstabilización
crer souorrr (pr.inr:ipios
cle ltls años treillta) h¿rst¿r las plirneras nra¡rifestacir¡lles
clel clerrrnrir¿icl.
ciue "r¡roclcr'¡ro", clue aprnxinraclarlrentc puerlc
situar.sc, cll Jir arrcia, arrecre-
d.r'cle I gJ5 (: c'rtor'etrztie s i'iciales cle la
,,No*r.elle
\iagtrc,,). (2 l.+)
(lr¡r.o e'tre
tocras las er'isio'es e'ras c¡*e inter-vie'e er
clir.ecto r,ov ¿r
Lolrce'tl;r-me principalmente ell un ti1to, kt.,; rranvni'i,¡t's
¿tL diretrr., d.t:,t,¿¡¿_
lor'- 1111 objeto disti'to de aq'er sobre er que, corno
se ¿rcar¡a cre i'clica'
Realizo, entonces, una serie cle observaciorles acerca del porqué cle la
elecci<in y de lo que seme.j:rntes clesplazanrielttos implican. Son
seiralamieutos que, por un iado, tratan, cle justificar por qué, pese a 1as
dif'erencias reseñadas, consider-o que e1 análisis de tr¿ursmisiones e' dircc-
to es posible a partir de Ia sintagmática metziana. Y ciue por otr-o l¿rdo
rntenfan.fundantentar l.a principal opet ación analíficI, q.uc este e scrilo Int,,¡co i,n,s-
tutla,r, que es, corno 1o he veniclo expresando desde el inicio, de Lo cin.enLato-
gt'áfi.co ct lo telaui.siao.
ilr
II¿l)', tar'bién, or'as'er-si.nes. I'or-eje'rplo, scgri'r Ptrl>I. Sir.r,i:. (lg!)ti: 77) Ias
iranstrrisiones ol-tciales habían corncnzar-lo en la Ale¡nania nazi el 22 cle m¿u.zo
cle 1935 en Ber-lírr.
l
:'r
I'lutre los zrportes cle estos últimos airos scll¡r'c el tcma
¡ruecle consrrlta¡se livr¿-
n.as r:n el a,ire (u,no lrisroria. d.e
la ktlet¡isión, argotr,i.ttu,), (ulanovsky, Itkin v Sil-vé¡,
1999: 3-26) 1', también, La tuleiti.sión uiollrt (dtsrlc sus initi.os hastn Ia lli'g.4d¡L rJ.¿
lt,on.bte a kr. Ltnta, 1951-i969), cre i\,fi'ta \¡ar-cra (2005: 30-3 l).
La crrrcla sorrre
est¿r plimer2r emisión la instala Esra,nos ut. cl uirc, que señ:rla r¡re
hat,qr.rie¡es
sostienen que los discttlsos no fuelolr f-rnalmente tr¿rnsnritiáos
lUla¡oysky,
Itkin y Sirvén. 1999: 6).
"t 'I?urto el tr-abajo cle \?u'el¿r corno el cle Lrlanovsk)., Itkin y sir.vén c.i¡cicle¡ e'
clestacat'ia impoltancia de las transrrrisiones cle eventos. Ett E,slat¡uts r¡t cl, tti¡t,se
destaca q.e, p.cos días despr-rés de l:r pr-irne'a ernisií¡n, el ?3 <le .cr.br-e
cle
1951, "la misma cornpnñía que presentarrn la collecria lriusicrl i,etit crafé
en cl
te:rtlo Gl'allcl Splendid, de la Ave nicla Santa Iie, ofitciri
¡rar-a l¿r releyisiri¡ u.a
velsión sinrética de la pieza" (urzrnovsky,, Itkin y Sir-vén, 1999: r0). y que
el
clotrliuso 18 de noviernbre YI'li aLrspició "la televis¿rción clirecta cle trn
¡rarticlo
¡ro. el carlpe.nato", Ri'er S:trr Lorenz.. varelzr, p.r- srt
rl:lrte, tr.r,,ós
la atenciírn a los cornent¿¡l'ios tle la'¡rr.ensa' a la cle
de un t'ecort'iclo que va clescle 'ersus
restimonios de es¡rect:rclores cre la época obteridos por entrevistas, ta'lrrién
clest:ica la .epe.cusión de las primerirs ernisiores depor.tivas er irrpactartc
v
rnovimiento socizrl qr-re generaban (N{irta \¡arela, l00B: 53_5bj.
De ro cr.t¡¡¡rrocRÁFlco A to rELEVtt,uo ] t49
I
aparición del grabado sólo vcndría alqrtnos años después. a mecliaclos cle
la décacia clel ir0.'3 En las trausmisioues r-ro poclía l'raber; etrtottces, t'c¡leti-
ciones, por(llle esta ¡rosibiliclad, a la cual estamos, como clecía, tarl acos-
turlbraclos, simplenrpnte no er:a posible.'' En el lnalct.¡ de es[e tlabajo se
consi<lerará, entonces, que las transmisiones cyue olficulntr, tralnd,o y rlirecto,
corno, pol ejeniplo, la de la pelea entre Nlike 'Ir,'son y Evander- Iloll'lierld
(Carlórr, 2004a: 55-82, l5 t -171), peltenecen se!tntrJl tifo, rkt carál:ter
^ttn
ntixto (en él rne conceutl'aré en l:l cuarta parte).
De toclos nodos, qlle estentos acosturnbrados a las emisiolles lnixtas
no implica que el tipolzr¿ ya no cxista rnás. l'or- e-iern¡llo, en la transrnistótr
cleliuicio por-e1 asesinato de la joven N4ar-ía Soledad N'Iorales, que tuve
oiroltunidacl cle estudiar hace algunos afios (Car}ón, 2004a: 55-82), cu-
yas jortra<Ias cle err isión dur-aban varias hor-as, prácticatnetlte no ir:rbía
repeticiones (es decir que dut-:urte extensos monentos -bloques tle nrcclia
lrora e incluso más tiempo- la transmisión fitncionab¿i colllo ull típo ltt.n"tt
't' Dice L¿r l.erl¿: "I¿ nt,ctJiurlos tfu Los uños 50, lile l.a.i;ttl.cag¡altu.tiínt. )iu utr ¡rtocc<li-
rnicnto conceplrt:rl ccrc¿tuo a la g'ral)aci(in llagnética cle sotlitlo:lparecc ei
plimer aparato quc pelrnite alrn¿rccnal infblln¿rcirirr televisiva. 1-l ¡rt"occsr.r
eviclenternente eLa nrás cornplicaclo pues inr¡rlicliba tlanslelrr :r un soPorte
iltlirrtl:rción audiovisual, sonol'a v el corlespontlietrte sirtctonisnlo, d¿sir¿r'
Ittln.rl.o la ts¿ncitL i.tlcológica t lúndu¿i o¡utl dt kL Ldnisiút, t: d.u:i4 l.u posibi.li ila.r.l dtl. i.'i¡r¡
y d,ituto" (La F-ella, 2000: 114). llsta etnergct-tcia prodrrjo, según l-a ltrla, utr
c¿rrnbio en l¿r histolia del meclio (2000: t 14), dacio que iba a:r1éctat-cn patli-
culal" a los génelos que no tenían tnir:rda a círmar:r (ittch-tsr) Pese ¿r qLte, scgúrl
el mismo La Ferl¿r, malrtuvieron moclos de proclucción rrtirs ¡rtoPitts dc 1:r eta
telelisiva que clel lerrguaje cinematogrlLlico). I'ot' mi pet'te, qttisicr.r agrrg:rr
que la incolpor"aciírn clel glabaclo volvió clefinitivilr)rer)te a la televisititr rttl
rnedio singulzu, c¿Ip¿rz de contener clos lengtrajes, ,v que clesdc entr¡ttces, ¿'1
txtbrtjo tbl nLjalo cspeckrlor st ¡-toL'i¡ió nu.tlto t¡lús nizluo, porque clebió tenei- qLrc
identiflcar, cerclu vez, fi'etrte a qué fr.rlrcionanriento del merlio se ertfienta. El
telna va lo tr-¿rté en "Los sujetos, isou activos o pasivos", peto ttr:is aclbl:rllte
r.¡rlver'é sobre é1.
"' Es decil' que lzr ptogr:ittrzrción se cotnpotría cle la trausnrisiótr ett tlil'ecto cle
eventos ¡ segúr'r tarlbién se hzr seiralaclo, cle un¡r serie fija ,v lestlingida cle ur¡tos
que se hiüían adquilitlo cou autet-iot'iclad. Se ciebe, .ilrstamente, zr qlte no ltay
grabaciones cle esas primer-as emisi<¡nes, el hccho de que sea tan clillctrltoso clat'
cuenta de lo suceclído en esta priuet'¿r etap¿r. I't)r eso, en ecuet-al, l:rs irtvestig,..a-
ciones se apoyan en las cr'ónic:rs peliodísticas o en l¿rs l-econstnrcciones que sc
pudielon hacer :r partir c'lel testiuronio clc quienes lbnl¿rron pirlte de ln época,
ya se¿r corno espectadoles r, ¡o1nr' ¡r:rt'rici¡r:tntcs.tctivos cle l:rs etnisiollcs.
i
15O I M¡nro CaHLó¡l
l
lJn segundo desfase se produce, como seíralé, por ei hecho cle qr-Le :rl
privilegiar transrnisiones de eventos en clirecto clel tipo de las c¡nc r,ov ir
estudiar; vov a pasar generalmente a fbcalizar discul'sos no ficcion¿rles en
vez de flccionales. Si bien la clif'erenciación entre ficción y no fii:ción es sin
dudas ur-r tema muy complqlo (y que se erlcuentla, en rni opinión, a la orclen
del día), entiendo que esa dificultad no deber'ía impeclir aviurz¿u-en el:Llálisis,
daclo el nivel en ei que me vov a ui¡icar. Quiero clecil-: considero que el hccho
de pas:rr a estudiar dominantemente discursos no liccionales en vez clc
ficcionaies no imposibiiita el desarrollo de un eslnclio a llivel sintaqnlático.
iA qué se debe? A que la sintagmática tuetzi¿rna es, ante toclo, llna
c]¡rsificaciórr que da cuenta del ordenantien,lo aspuciltuttporaL de los clisclrr--
sos a nivel de la denotación. El hecho de qr-re sc pase , pol consi{trientc, c.u
términos de Metz, cle un clisculso en ei que 1o lepresentaclo es inaginar-io
(ficcional) a otr-o en que lo representaclo es real (no ficcion:rl), no a,fectn kt
esltecíf,ca posibili.dad de generar o n.o si,ntrLe'nm,s, que reca,¿, úntes (lLLe en, eL uktttrkt
de lo represerLtrL,do, en kt fonnu en que kts r¿sl¡icr:iott,cs t.unlntrr"l,es 1 espuiulls dd
Y co¡ro la lcpreseutircitiu cs clc
o¡rl.en ¿lel, lang'uaje rtfectan a la represt:n,tuti,ór¿.
senrejante estatlrto, rcal,'-' en ambos lcner-raje s, tro h:ry iut¡teciimentos ¡rat-a
consiclerar que la sintagmhtica metziana (o parte de ella) ptrede haber
pasado de lo cinematográf-rco a 1o televrsivo.
FIa¡ en mi opinión, inclicadores de que esta elnpresa ¿uralítica es
factible en los trabajos de Metz. Por: ejemplo, cuanclo prcsenta lae.scenu,
Metz clice que "nos enfrentamos con el úrnico sintagnra clel cine que se
asemeja a una 'escena' de teatro, o tambiér-r a una esceua de 1a vicl¿r colrietr-
te; esto es, que presenta un coDjrurto espacio-ternporal que se expet'imetrta
'" En lo qrre hace al cine, sigo aqr.rí a Metz, qLrien seiralaba que tanto en el c:rso tlcl
cine conro en el del teatl'o, la replesentaciírn es r"eal. lln cu;lnto a lo televisivo,
remito, en este mismr¡ libro, a "lll clirecto es un¿r técnic:r cle lo real", texto ell
el que se encontrarán hipótesis sobre las clif'erenci:rs en el nivel clc la leplesen-
tación entre lo cineuratográfico y lo televisivo. Dernhs esth decil r¡ue no col'lsi-
dero que la dilerencia en ese trabajo deter"r¡inaclo sea t:rn glande cor]ro l)2u'a
impedir- la tarea que se buscn nc¡rí clesarrollar'.
I
152 iMnnroCanióru
I
corno un conj''ro sin falras" (Metz, lg72b Ilg6g]: 202). il.ciclc acluí
que lo r-epresentado sea rear o irnagi'ario, es crecir, que ra escera
sea Llrla
irnitación de la vida corrie'te o u'a'er-cladera esce.a cte ra vida corr.ien-
te, corno la que es capaz de presentar, gracias a su singular
¡tocler le¡tre_
sentati'o, el discurso del dir-ecto televisi'o? Er-r opiniórr, ,-ro, p,Ld.
'ri y no ficci''arcs,
perf'ectame'te considerarse que hay .scenus ftcck:nales
,v
arnbas pueclen experi'rentarse corno "conjuntos si'f¿rilas" (es'rás,
es la
posibilidad cle generar ese desarro[o, tan sernejante ar de rluestra
exr)e-
rie'cia'o ficcional, el q'e per'rite, en este caso, n'estra creencia ea ra
ficció'). En todo caso, a la determi'ació'de lo que pasó y no pasó, de io
ci^ernatográfico a 1o tele'isivo -que se clebe, repito, a.te toclo, al ca'rbir.r
de dispositivo y lenguaje que altera los conclicionamienros
espacioternporales- está dedicado justatnente este estuciio.
están'prepnraiLos, ltor las regla,s rlue l,os rip'an,, para d,esen,cntlenut'ut¿ tuLtLtu.
lJl-indo una serie cle ejentplos. En los eventos clepoltivos, gencllthncrlt.c
iray un ganador y un perdedor' (en rnuchos, incluso, cs oblisator-io clr"re los
haya, corno sucede, por ejenlplo, en las competenci:rs cle tenis y bhsc¡ret) v
si bien en aigunos es posible la iguaiclzrcl (boxeo, lútbol, rugby), sus mis-
rnos desarrollos, que admiten variacioncs acelcir de quién va g¿rnanclo o
¡rerdiendo, se estructlrran como relatos. En\os reu.li.tics, a la l:rrga, se pl'o-
duce, conto es s:rbido, un proceso cle elinlinacií-rn hasta que quecla rrn
vencedor"t En los.jr,ricios, se clebe tomar finalncnte nn:l clecisiólr en lela-
ción a ios acr¡sados: se deberá conclenar-los o no (y es comÍin cluc la ausen-
cia de conclena sea pl'ocesada como una "clerrota" -car-encia de.justicia-
por la par[e acusadora, ,v como rln triunlb por p¿u'te de los acus:rclos,
ntientras que la conclena suele ser- inter-pret:rcla en fbr.ra inversa por circla
urra de las paltes). En las bodas, stt concn:ciótt, cs saluclada por ios usiste ntes
couro la srtperación de una carencia iiicial. Y rnás allh de io sehalaclo, r,a)e
la pena considerar que, aun aquellas Ú:ansnisiones en lzrs quc lo sucedidcr
no se or:ganiza corno lrna cornpeterlcia, col'no la tr'¿rnsmisión cle un acto
couro el ciel c{ía cle la Lealtacl, presentar ineqnír,ocos des¿¡r-ollos
sintagmáticos que permiten analizarlos por su dir2oslfio (en flrnción de su
ilicio, clesarrollo y fin) cuando l1o son er'¿rluaclos exitosos ltor su sol:r
torLcr¿ción (por ejemplo, en el acto clcl día cle 1a l-e:rltad se valor-ó el
reencucntro de los lícleres, en especial Evita, qr.re va estaba enfenna, con el
pueblo).17 El clcsafío dc- este estuciio, pol consieuiente, cs rnostr:n hasta
'*' S<rl¡r'e el ter¡ra puede corrsultal"se, clc ljliseo Vcr'írn (2001a: 164-168), "Expatl.i-
t:i.ón Rolti,ttsott.: ni lealidacl, ni lici:ión". En el tlab:rjo, Verírn clesrac¿¡ la inrpor',
tancia <lel carácter de ga.nut, cle cot-nltetetrcia, cle los rutlitics.
"t I{:ry, il esta altula, import:tntes cstr.ldios que clest.acan estos ¿rsl)ecfos. LJlro cle
ellcls es el cle l)ayalr y lktz, que ha distinerrido estnrctr.rr¿rs cono ()orn¡teten-
cias, Conquist¿rs y Coronaciones en las etnisiones de eventos cn directo (Da1an
y I(atz, 1995 [1992]). Pol su l)¿rrte, Noél Can-oll, en Urut lil.osolít, rlcl tt,ttt rJt
nnsus, t'calizó interesa¡rtes observacioncs ace¡'ca del valol cle las corn¡tetencias
en los productos r¡asirr¡s. Alurqrre se rcstringe al "artc cle rn:rszrs", claclo qrre
pal'ece estar- r'ef-n'iéndose a los l'el¿rtos flccionales, por'<iuc inclica c¡rre "l:r c<nnpe-
tici(rn física entre lilerzas del bien y del rual nos lesult¿L :r totlos nrirs lircil clc
ente¡rcler" que los drarnas psicol<igicos mhs crxr¡>lejos" ((iarrroll. 2002 [li]g8]:
172), es valiosa su obsen,ación de que l:rs cornpetencilrs per-rniten c¡ue los ltlo-
ductos sean lnás accesibles. Lo interesante cie las tliursurisioncs en dil'ecto cle
e\/entos clepoltivos de car'ácter intemaci<¡n:rl (un partido cle tenis o de Jírtbol, o
t54 | M¡nro CrnLoru
I
si, c<"'.o creo, el le'guaje dei <lirecto tere'isi'o'i.o arrt.c todo a crar.
cLle cle lo qr-re aco*tece ller'ír.clolo
't¿l -a ¡rartir.clel nlomenro c'que ¡.^rci<,r
h¿rce'lo- al hogar cle cada espectacro¡ es posirrre c'itar u':r reflexiri¡r
sobre Ios esp:rcios soci¿rles co'ros qr-re cr'o
le.g*,rje, e. cacla c:rso, sc ar-ticnra
(será ésta la últi'ra estación e' la qne r'e clcte'clré
artes cle rneterre ,'n
llenr-¡ e.
el estudio de la si'tagrnática clcl clirect. tele'isivo tal cour';rpare-
cc en las tra'smisiolres cle e'ertos). pero rro sólo es., porq'e
acre'l¿is clc
a'ticula¡se co'disti.tos lo telc'isivo cr"ó, i ¡rar-tir.cle las
t:spaci.os.socfutl'.¡
características clc su lenguaie, espacios cspecíf r:os.l)n,r.ercnnrierlt,,
a lo t¡uc
Lo rELEVtstvo' 1 5 5
l
se lra clicl-ro clesde esta perspecriva sobl'e tl rrul.itt, qrut knnbiht, lto.st:a lotnu
dir.ckt y r|ue a'i,tní,rno uino a dar c,enla, d,e l, ucon.tec. m La ai.d,a.io.ial (rur
cotrcierto, un discurso histórico, una manif'estación social, un eventc) cle-
portivo, etcétera.) será de gran ayuda.
José Luis Ferná'dez (19g4) recoroce clos espacios q'e ta'rbié' es
posible distirrgr.rir en lo televisivo (el tercero, qnc llama es¡r:rcio cer.o, cstír
ausente en lo televisivo v es específico de I¿r raclio).''n A ulo lo llama ri.spario
soci.al y al otro espuci.o ttediáti,co. L\ e-rlncio .socizl es
ln-eri.o, anteriot.a, lu. ra.dit¡
(au'que hoy poclríamos decir que rnlrchas veces se co'stit'ye e' tu'ció'
cle los medios).:t' En los espacios sociales se clesan-oilan práctic:rs tfre tiene*
'tt El espacio cel'o es, se¡;-ún l.e'rz''rclez (1g94: 6g) "corstr-triclo conlo r)() es¡raci'
¡ror el silencio ¿rbsoluto". liste espacio, segírn inclica el rnisurt> zn,tor., ,,r-c.sulta
itnp.sible en' por ejernplr, la teicvisiór", frr.qr,e "rirs c.nclicit¡*es crc percep-
ci<ln clel espacio visu;rl inlriben la construcciri¡r cle un esp:rcio ;¡bso¡,t:rl¡e,rie
'cero"' (Iieln..rndez,
t' Elise,, \'er(r' (200i: l9g4: 7J).
l3-40) rlistirrg-uió er "El living y sus d.bles. ,\-<[rirect'r.as
cle lir pantall:r chica" unir socieclad ntetliti.t/tu clc un¿ tn¿ttli¿tlizada a
¡rar-tir clcl
fi''lcionamient. de los lneclios de comuricaciór-r llarnatl.s "cle rn¿rsas". l.lsa
distinciín considerír especialnrente cri¡no k¡s ¿rcontecinrie¡ltos sociales se (1)lls-
tnlven clt lirnción cle los meclios. P¿u'a Verrin, rrua "sociccl¿rcl mer.liátit:l¡ es rr¡a
socied¿rtl dotlcle lcls tnedic¡s se instalan: se cor.lsicler¡r tluc éstos repr.cscnt:ur srr:i
rnil fhcct¿rs, constitu),el] así u'¿r cl¿rse tle espejo (nr:is ().lenos cleli'marrr.e,
poc. irrrporta) doncle la sociccl¡cl i'clusrr-ial se r.elleja y por- cl c*:rl ell¿r sc
cornrr'ic¿r. Lo escncial de este ir'raginario es qr"re m¿lr'ül ulr¿l li.nter.a elltl-c .ll
orden t¡ue es el de lo'r'eal' de la socieclacl (su historia, sus priicticas, srrs i'stitrr-
ci''es, strs tecursos, sus conflict.s, su t:ultur.a) y otr'otáen, que es el cle l:r
t'e¡>resentzrción, de la re-plocltrcciírr-r y quc
¡rrogr-esivamelte h:rn lor¡acl¡ u srr
citr"go los r¡redios" (verón,2001: l4). Ijn cambio "una s<;ciedaci en r.í:¡s r.le
rrreclir¡tización es aqtrella clonde el lnncionamiento de las instit¡ci¡nes, rlc las
pr:icticirs, clc Ios conflictos, de l:r crrlttrr.a, cor¡ie¡rz¿¡ ¿l estnlctr.rr¿u-se c¡ t-drtt:itj¡¡.
dilet:Ln tnn lr¿ cxi.srantia dt l.os tltdios. un eiernplo: cn cso qlre llalno la cle¡lr¡cr-aci¿r
audiovistral avzrnzurcla, rrna camparia electoral lro cs un proceso:üell(,, ell t:¡)to
tal' . los medios (frx'rna pa'tc, cligar'os, cler carnpo cle lo p.lític.) t1'e krs
¡,
lnetlir¡s se lilnitarí¿r' a rcflejar, a re-p..clrrcir, nrejor.' peor-: r¡n:r cilnrlJ2lxa
electoral está cad¿i vez m¿is peusadir, olgauizacla, closiljcaila, cn fiurciírlr clc la
televisiirn. Ll lnalestar provocirdo por la visira triunfhl cle lir.anggis l\{itterr.ancl
al Ihnthéon cua'dc¡ asrrrriió por ¡rrinrera vez su lil'ci<i'c, lggr, se explica
entonces fácilnente: es¿r cerer¡onia lire concebicl¿r y r.ealizacla a,ur.,r, ,,r., ar,i"rrrn
ri. de pelíc.Lr: lo a'dio'is.al :rbolió allí la rlifblencia errre l¿r 'r-ealiclad'y la .fic-
ciím"' ffer'ón, 200i: l5). verón cie.la el conlc'tar-i. citantlo alg-turos.,jalorres" cle
esta medi¿rtiz¿rción: el dcsce¡rso del prirner lronlbr.e en la Lr¡u¿r, ',trrvÁ pr.in,er.os
156 lManroC¡nLo¡'r
l
pasos Iüer'' proerzrmados en firnción cre l¿r c,',nara cle televisitiu quc
clebía
clifirnclir-a rodo el planeta" (15) constituye cl rnás claro y célebre.
De_sde la ¡rer-specti'a q.e en este t.abaj. se ha acloptaclo rne
p¿u'ece iulr)()rt?rntc
señalar qne, si'drrcl:rs, est;ls est.atesias, co'craro preclorniirio cle ra enLrncia-
ción constnlctivista, se po'cr cr.iueg, e' múlti¡rie s oportr¡ricr¿rdes *¡r.tlría
ag.es¿lrse a la list¿i, incl.so, el casarriert. clel prí'cipe car.los Laclv
biana,
analizaclo po'u,rbe'r. Iico (1g94 [rgti3]:200-223-. y creo1, errrercler ra
ilnportancia clcl señal¿rrniento cle veró., q.c nos acr'ierte dc tr' carrl¡i.:
er
momento e'que est:rs est'lrtegias cmpiezan il
r)orersc e'.irreu. m¿is siste'lirti-
carllerte. Sírlo tne resta pol. seir¿rlar q.c este feni;rne.., ,ir., .nrl.rrr(¡,r,
,r,,
clisminr.rye lzr impor.tancia cle I¿l enrrnciación iultolniiti
la cere,nonia hai'a sido co.cebicla corno .n escen:rrio :i: ]]l,,,:ffi,'i:1,:i:],]':ll;
tlo ¿¡lcanza a ser nlllrc¿r i.dénri¿:o zt lo ciner'atográfico: c.'r. el nrisrr. verri'
ex¡rr-esó en su :rnírlisis de l;r irnzrg-en de t sillón vacío cle valér.),G,iscar.cl cl,Esraina,
''tt'¿t inr¿rger no intelrciclnal no só1. es posibre,
si'o q.e, pensaba, .s d.litnda-
,t..,.lo t,ismo tle Ia klet¡i..sitht,.I-a puesta en escer2l c¡re clefine la televisitin
es,
simplerrrente, el tlir¿tto" ft'erírn, rggg: g5). y miertr:as r[re cr
crir-ecto i'ter.vell-
ga, auD en ac¡uellas tL:rnsmisiores elabol'acl¿rs parr.a neg:rr-la, la
enrrnciacir.>rr
autd)1/rtica trabaja, y lo irnpr.evisible puecle llegar. a inrponerse.
De ro cllv¡lr¡ttocRÁFlco A Lo rELEVIguo I , r,
l
imita los espacios generados por otros meclios, corno cuando repr.esclrtil
en sus relat.os a Ias translnisiones televisir,as, por e.iemplo). pe|o cstos lrcr
scur en absoluto contparables, ni en fiecuencia ni en relevancia, a 1os es¡ra-
cios mecliáticos generados por tredios como la raclio v la televisir'ur.
Es clecir que también deberán ser atencliclirs, por consiqnicntc, en el
análisis qlie se \¡¿1 a reaiizar, las cle limitaciones espaciales, daclo que, c,rncr
ia sintagmática me[ziana lüe construida ¿r l)al-t¡] cle ia ;rtenciíl'r :¡ los r'¿rsgos
espaci,otenQoral¿s de ordenamiento dc las secuencias, ocupan un lugar. ilt-
sosiayable en el análisis de los discursos relevisivos.
n Estas cuestiones, soble las cuales 1,:r conrencé a clal lesprrest:rs, en uri opiniírrr,
er-r los trabajos sobre el rrroDtaje qrre se l)reser)rdr en este rnisrno libr.o, son
cler.n¿rsiado complej:rs y requielen estuclios específ-rcos como pilra
¡rretcntler
qrte se t'esttelvzr satisf'actori¿rtneute ert el rnarco tlc esta prirnclu apt-oxirn:tr:irir-r.
I
158 lMnnroCnnroru
I
a) cletennin'a.r qui .sitttrtgtnns rk Io;; t/ett:ckrlos nt el, ci;nt; t¡ltr¡afitn t:ki.si.r;o pot
Malz apa,'racen ¿n los discursos germ"udo.s
lxn' ttl Len,gua je tlttl tlituc¡¡ tttl,¿iti.sit,o,
y ct¿ál,es, en, crnnbio, no lo h.a,cen; y,
lr) estubhtccr qu,é ca'¡nbios st(iieron, d,.bitr.o ar. cr¿rnbio tle d.i'pr.sititro, l,a.s f:ttttttr.s
d,e ntontaje que se ínstttknln art, eL lengt¿aje d,cl d,i¡cdo.
preteucle ser uu plimer bosquejo, Lur instr.umento Írti1 para sitr"rar las pr.in-
cipzrles figr.u'as sintagrnáticas y dar los prirneros
¡rasos carnino a una posi-
ble Lbr'ralización (si' cmbargo, el lector no debería decepcion:'-sc p.r: lo
que se aczrb;r de señala¡ porque ziiut así, cono se verá, no se dejar-írn t.arrtirs
cllestiones por tratar).
I)icho esto, como el trabajo, ¿rfbrtunadaniente, no coruienztr desrle
ccro, vov- a realizar una síntesis de los resulr:tclos obtenidos cn los rlos
artíclllos que clediqué especi;rlmcr-rte al montaje, v en orro. cleclicatb al
directo colno técnica, pero en el que rne encortré, sin embargo, con Lllr
i'rpo.tante resultado ace'ca cie la clei clirccto corno re.gr-rajc
(me refier-o a 1:r post.iació, a la qr-re'at'r-alez¿r
hice referencia e. la prir'er.:l Parte
sobre su carácte¡ paraclignático, qr.rc abre Ia enumeración que se presen-
ta a continuación). Los resultaclos son los sigrrieutes:
E' "Pr.ble*as de de'otació' c'el lihn cte ficció'', (Mctz, I g72b I l g6g]:
17l-226), el artículo e'el que retonró desar-:-,llos :r'terior-es, lr,rego clt_,
clifbrerrciar- ar 'plarLo autónonto, aquel qr-re está fbrmado
¡'expone llor. nn strlo Plano y
qlle ya un episoclio de la intliga" -en ei que rne voy a cleter-rer- hacia
el final de csta par-te debido a una sei-ie específica cle problemas que pl.eserl-
ta- distingr-rió los sintagmas (segmentos autónonos cer-racios cle var-ios pla-
rtos), lLaci.enrlo eui.d,en,te el peso qu,e el t:orttpotu.tnte tartrporal ti.erte ert .w cla5ifi1uci¡tt,
en acrortológico.s 1 cronológ'i,cos. En los acronolósicos, "la rel¿ción tcnrpor.al
entre los hechos pr-esentados por las clif'erentcs iruágenes no está pr.ecisada
en el fihn"; en los cronológicos, por.el contrario, sí lo está.
Como he sosteriiclo eu artícrtlos incluiclos en este tnisr¡o libro cleclic¿i-
clos a dos importantes figuras sir-rtag'máticas ,lzt escum y el si.n,tagttut u,l.tenrutJo
(éste irltimo a veces llarn¿rrlo allunl¿n.te en las tr.adncciones), Ia ciasificación
cle acr-orrológicos presenta un ve.dadero lirite <le refrexión para los estrr-
clios del dir-ecto televisivo: ése pzrecle hablar tle .segnantr¡.t acronológ.icos ert rnt
" Met, pr-"r.ntir u'a sínresis cle su si.rtargmática bajo el título cle "Cuacllr> sencr.al
cle la g'1. sintagrnhtica de la band:r de inr.'r¡;enes" (Metz, 1972b
Il96S]: 264).
Dr lo cr¡le¡¡nrocRÁFrco A Lo rcr[v¡r,uo r e r
I
I
162 lM¡nroCanLo¡.r
I
..-una serie pequeña cle escenas breves c¡tre r-e¡rlesentarn acrrntccillr icr lf r ¡r qrle
el filnr ofi'ece como nruestr'¿rs típicas dc url rnisnro olclen cle l'ealicl¿rcl, al¡ste-
niéndose deliberaclametrte cle sitnarlas un¿ts en ¡-elaci¿)n tenr¡rornl corr las
otras, p¿ll';r insistir; pol el contrario, en su suplresto pal-cntcsco clcrltrn cle
una categoría. de h¿r:hos que el cineasta se pl'ollouc plecisamelrte dcfinir- i'
hacer sensible a trar'és dc rnedios visuales. (1 97)
Ahora bie', se pl.esenta aquí una cr¡estiólt que en este tr.aba,o _clc
rnayo. cxte'sión v anbición que los a¡tículos rleclicarlos al
'ro'taje-
.o
p'edo sosl:'ryar. Es ia de que si bie'Metz, corno 1o he'rostracro,uu r.,ii.i.,",-
ter'ente, puso sie'rpr-e acleiante que lo que clefi'e a su si'tagnírtic¿r es el
ordenal¡ierrto espaciotemp.rar, hacia el fir-ral clel artículo seirala:
t' Aclara
Nletz: "Recol'clernos en este senticro t¡tre en un fihr l:r pa'r:rlla es er rLr¡;-ar
del si¡¡'ificar-rte v la diégesis el lugar del sigrrilic:rclo". L¿r
cle crié¡;-e.'sis,
! que Scr,'iau .eromó de ra t'acrición clásiczr y Metz r.ecuperó 'ociór
cle st,,r,riaii, cla
ttrenta del "significaclo IQa,n.o delfilm consicleraclo en sr¡ rotalicl¿rcl:
r*i
cle tal fil'l se
clir:i así que cue't?¡ la historia de r¡n arnor. desgr.aciacr<; e,
el cre ra
*i
{i l.it:1r.i:,
burguesa y provinciana cle fines clel sigl,o XIX,'(Ivfetz, 'rar.c,
1972 [196g]:
fi 224). li'tre otftis .eclrperaciones cle l¿r noción p'lcre consrrltarse l:r qrre,=arira,r
$
f
164 Mrnro C¡nLó¡r
dado qr.re se trata, ante todo, de nna cue stión de dositlcación, y que nacla
inrpide que, ya sea en ,producción o en recornci.tnitn,to, sea l-ealizada (sucede
aquí algo semejante a c'uando un cliscurso en el que domina la función
r-efér-encial es leído por sr-r fünción poérica). Pero, reconozcárnoslo: sókr
puede realizarse a partir de una obliteración de un rasgo esencial clel
firncionamiento clel ler.rguaje y clel dispositivo: que e s Lura rlarlsurisión en
directo y que, para que se aslrma que lro hay "relación precisir alguna (ni
ternilor-al, ni espacial) entre ciichos tnotivos", este hecho debe ser nee¿rclo.
La situación, e' cambio, es tnr-ly clistinta e' el dis¡r.siti'o y el ieng-u:!e clel
grabado, que sí puede gener-ar- r'erc{aderos sintagmas acrouoiógicos, tal
colno los identificó IVIetz. En la tercera parte, cle car-ácter más ex¡rlicativo,
rne cleter-rdré con proliurclidad er-r esta cuestión clave.
Pam terminar, de rnorlento, con este acercaniiento, sólo mc qr-reda por
expresar que, pese a que, como se verá, siempre ü-rve en cuenta el "ir 1' 1,c11¡r"
corno principio de trabajo, tal como lo propnso Me tz -va ¿r eviclencizu.se eir los
ejernplos que iré briuclanclo a lo largo de esta exposición-, no es esta "segun-
clalectula" la que he privileeiado. Se debe, obvianente, ¿r Ia nattu.aleza de ¡ri
objetivo analítico, que consiste en zltender al ¡rasaje cle la sint:rgrnática clc un
lenguajc a otro. Por últirno, no esth cle más señalar; par-:i.justilicar- tur poco nuis
mi acelc:rmiento, que la "segr-urd¿r lecftrra" no es la posición de análisis clomi-
nante en la exposición cle ia sinragnírtica realizada por ei propio \,Ietz, y que
t¿rlnpoco parece haber siclo 1a generaclora de la'aloración clominante que srr
trabajo finalmente recibió. como ex¡rresan casi al filral de su revisión stam,
l{.; I}urgoyne, Il. y Fliucrman-Lervis, S. (1999 llt}92l: 68):
que habí,a adeln,ntarlo n llegadn)nt' nI quc le pervúÍió, a, s,Lt xrjeto upettt.drn; .scst.t.,ir sitt
sorlresas, desd¿ el ini,c'i,o, los rlisatrsos g'cnerado.s
lnr la t¿.\¿ui.si.ót'¿. Esta ¡l'eserrcizr es
la quejustifica, ante todo, laoperación analít¿tc¿td¿ lo cinernatogt-ítfco rtkt tllati-situt.
La lista compieta de sintagrnas identi{icados por Metz v pr-esetlt.es er)
las transmisiones eu las que interviene el directo teier.isivo, seqún rni en-
tende4 es Ia siguiente: el pktno autónortto, el sin.tttgtnu rru,nufiuo nhcnrtd.o, l.a.
esccna) la s¿cuen.ci,lt orclincnia. N;rcla im¡ricle l)ensar' (luc estus sint:rull:rs
hayan estado presentes en las emisior-les en clirecro descle el orisen.
u''
En la Algentina, Mónic¿r Ret¡nurl registr-ó el fenónreno con clalirlad en cditr¡-
riales cle l¿r revisra Radiokmdin cle lhes cle los 40 (Bennarr, ''y en el ¡rrinci¡rir,
estaban los metadiscursos", Poncnr:ia ltrcsent:rd:r en el VI Congr-eso cle l:t
Asociación Argentir"r¿r cle Semiótica, 2005), en rur análisis sobre ios carnbios tlue
la instalación del nuevo rneclio iba :r tl-¿rcr' l)zu'¿,r el radioteatlo. ¡\sí, en la ediro-
|ial "Urge la televisión", de 1950 (es clecir, xnrerior a l:t ¡tr"inrer.a enrisirin
televisiva en la Algentina), luego de i¡xlicarse que "¡rerrnite vel-.r, oír. sinlrlt¿i-
nealnerlte lo que el l'ecePtor capta clescle apleciable clistzrn<:ia", se seil:rlaba -r,:r
<¡ue "l'ra cunclido la alarma entre los organizaclor-es clc esper:tiiculos rlepolri-
vos, teatrales, etcétel'a, ya que la televisión se constitrrle en r:onr¡teticlor-u tre-
menda polque pelmite al pírblico se¡¡rrir- clesde su liogar- el cles:rrrollo de
cualquie. espectáculo". El f'enómeno, que n() se r-estr.inge en :rbs.lrrto a csra
editori¿rl, es seurejante irl que, según Jean-Mal"ie Schaelfcl', aconr¡rariri al naci-
lnieuto cle la fbtografíir, cuando observa que "no c¡lvicleruos que la exp:rnsirirr
de la fotografía en el siglo XIX er¡r insep:rrable de los s:rberes técnico-¡:r':icticos
refel'entes a su funr:ionamiento. Basta con leer los info¡'¡les de los
¡teliódicos
de la época: r¡na de sus nretas esenciales es, eÍ¡ gener?rl, explicar 'cónr<¡ lirrrcio-
na"' (Schaefl'er, 1990 [1987]: 33-3a).
D¡ioc,
\EMATOGRATTCO A LO rrLrvrsrvo
I
167
|
I
t' X,fetz (1972b [1968]) clefinió la t:s(:r:nn cjnunutogt"ú.fica, (aqLrí, &y' utrbrttlo), de
la siguiente fbrma: "Cu¿rndo la consecrrcirin es continu¿r (= cuanclo uo lray
hiato diegético), rr.s enf'e't¿"os con el r-r'ico sint:rgrna clel circ qrre st
zrsernejir a una 'escen¿r' de teatro, o también a un¿l escen¿l cle l;r vicla cor"r.ien-
te; esto es, q.e pl-esenta un co'juntcl espacicl-tem¡tor.l <¡re se cxper.irtre'tir
co'lo .n conjunto sin fiillas (por 'fallas' h:ry que e'tencler. es.s bL.sc.s
el-ectos cle aparicií>'/desapa'ició', corolar"ios fi.ecrrentes <,le la rnrrltiplici-
d¿rd r'isrna de los'pla'os'que estLldia'on los psicórogos consaurackrs al
anhlisis filmico y qrre l'epresent¿rn una cle las ciif'erc¡lcias rr,ry,r.", cntl.e [.r
¡rerce¡rcióD fílmica y la perccpci(rn real). se tr¿lt¿¡ entonces <le Ia t:sr:nru
di,:h' (o simplemente escena). L.s cine¿rstas pr-irniti'.s s(rlo c'-
ltropi,rrnerút
est¿r constl'rrcciór; hoy sigue existiendo, pero como r,r tipo elltre
'.cí¿¡n
otr.s (se vrlvió, pues, conrnut:rblc). ¡,iern¡rlo: la escena cle conver-s:rcitin (la
ocupirciíIr de la bancla de soniclo con enunciaclos lingiiístic's srrcesivos
tienen colno el'ecto hacer mhs p'obable -¿lunqlre obli.gator.ia- .lr¿r cons-
trucción vistral urritaria v sin lagrrn:rs). 'ro
De este la escen:r reconstit.yc media're rneclios ln fil'ric's (tornas
sepaladas'roclo,
y ulteriorurente ernpalm:rdas) una rrnid¿¡cl expel-irrentada ut1tt comtt
'c.,c.eta': u' luga¡ un t.norneltto, rrna pec¡ueña acció' ¡:articrrlar v concen-
trad¿r. E' la escena, el sig'ifica'te es l'l-aglnentario: r,aritx planos qtre
s,rn
rnás <¡ue perfiles (4bxhutLungctt ¡rar-ciales); pe.o er sig'ilicado se percibe'o cle
ur.do rr'itario y continuo. Tirclos los per'files se inter-preta'como to'r¿¡dos cle
I
Holl¡vood ser'ía calificada como escena, er¡ el se'tido de N4etz, en t¿,lto qllc
cstas secnencias ilnplican nna cornpleta coincideDcia entr.e tienr¡ro cle la
pantalla y el tie'rpo cle la diéeesis. El signilicante está frasnleDraclo,
¡ror-
una selie de estr.ucturas de plano/contraplano, por ejemplo, pelo el sierri_
ficado, la conver-sación, se torlr¿r como continuo, completo e irrintemurn¡ri-
do. La escena es el úr'ico tip'si'rtagmírtitrr, si uno excluye el plano secrren-
cia, que se p:rlece a la escena teatr.al. (6-l)
Pue s bie', es e'idcnte que esta constr-ucciír' qllc, corno i'clica NIetz,
era la iu:rica que los ciueastas primiti'os cor-rocían, es la quc, cou las
dil'erencias que erl sll seno i'stala la denotació' lernpor-ar pr.pia clel
di'ecto, es decir, eI pre.serúe (tenra sobre cl que voh,eré en la tercer¿l
parte, pero de mornento puede consultarse "El lugar clel dis¡tositivo en
los estudios sobre tele'isión", Carlón, 2004t: S3-102), reit,t¿ ct.t. Iu.s
antision,es en di,r¿clo, qLre se erniten tanto descle espacio.s rnetliú.tit:os (Ios
habituahnente restringidos pisos de estuclios cle las emisor-as) conicr
desde espacios ,¡ociales (teatros, salas de conf'erencias, e incltrso estadios,
c¡le pese a su mayor tamaño terlninan pernritienclo una cober.tura se-
mejante). Así que, si' saberlo, cua,clo los pione.os cle la histor-ia clel
cine liberaron la cámala, no sólo se alejaron de la escena teatr-al, también
urla nlasa cor]]irr, ya que la clenominada 'visión' cle trn lil¡n es, cle heclro, urr
lénólreno nrírs c<lmplejo quc po'c cr jueg' constanre[lente tl-cs aoi'id¿clcs
clistintas (percepcio'es, r'eest¡-uctur'írcio'es del {:anrpo, lne'r<¡ri¿l innretliata)
que opel.an sirr cesal un¿r sobre la otra y obran sobre los clatos c¡ue ellirs rnisrnas
se proporcionan".
Dr ro crr,r¡¡¡¡rocRÁFrco A ro rElFvrsruo j t 69
" '\r¡uí r,
está-de rnás registr'¿u- cr.c, respecto lr'ro¡.ent..ri¡¡inar
cler ci.e -va
sca qr¡e se clé cuenta de un espacio
social o mecliátiur_.ri frL,r,,,,.,l'i,"r'.,.r j"
esce.:r televisiv¿r en directo' colrl{) en
el ci'c
actlr:rl, q." r.^"^'"ri,irilr;:i,';;'r".]
ras: el punro de visra va no es el clel ,señor-act
patlo'at brrtacas,.
el d¡'ecto tele'isi'o rá,r.iste a rrr.iueeo a.-,-.J"i" ¡" S"r.;,,'."
phrros.g.crreralc,,.
-trirlo, rr-es ci¡'la'rs. r¡¡re
]].ib¡ir1r,5',,,. ¡,,in,.i.,o ¡,1r,,,,r u pl",-,u, ;;r,;;;, ;;;:,;;.;,ll;;
." rr resr)'('gre'lr¡ari'o qrre dcs:t.rrrila en r''r urricrrrd cs¡rar.i:rr y *,,r¡r.,.,,i'..'
Er.icHobsban'nr(1909[t'9081;r.calizo,;r:^;'ir";;;'Dccacle.ncirt.|.fi.ruzr,;ottt,kt.t
der 'siero.yx, una, at.acti'a
'atut.rdias
e¡rtlc -u .i ," quii.., polérnica- c.ur¡raraciórr
kr cinernirtoe¡:ifrco y el crrbisrno ,u.,,¿i",r'ür'trctor-es
espaciales y lel¡-
1>olnles: "el cubismo afirrnaba qrre ofi.ecía clif.erentr
clando sirurrlr¿i".u";;;; una viiirin
mu*idi're'sir¡,r,],",]!ltj'i Í'.1'l:ini;
:l,T:iT:,:i,,1';l::ll"',,' j?Ji:w::
r.,:'.i:j;iJi::"',T,?:ilrlj
.or ;r clesa.r.ll:rr esas téc.icrs cle perspectita ,'r,tiipr",
erfrc¡ues'ar.iabies'
trlrcos de c¡ue r.ealr'cnte iu,r,;il"rir",ln,.,
'r'ntaje, ,,i g.un p,ibl,.o, <le lrec'o ¡
todos nosotros, cr¡n fi¡rnrls clc a¡tleherrclcr i,, ,a"li¿u¿
ciones sir¡ul t¿ineas o cu¿rsi_sinr,,l t,í r,"a,
por rnedirl cle pelcep-
¿" *s áii¿,],
d..nn .nto.inr,, (Frobsbarvn, i,lnü il:;fit::I;f
'eccsiciad
rlt'l;r corrrparaci¡rrr cs pc¡'liner)r(., Ir,,c.
i,ééul, ;,:::1.'ll
bi.'n FrobrL¡a,r,ll er (le(ir ..r)(,lcelr-
c¡o¡rcs s''urrán('a\ o cu:l\i-sirrrurt¿illelr>".
p.r.rJuc rrr rerclarler:r si¡rrrrtlrrt.id¡rl
ilr:r r Iieglrr.reciúlr cr¡n el ct¡rt.clo
tclt,r.i¡irt¡.
I
"' EI análisis de Verón (2001: 13-40) sc¡bre las distintas collstrucciol)es espaciales
en debates presidenciales da cuenta cle impoltantes clifet'encias que carirctcri-
zan ¿r tradiciones como la fi'zrncesa y la :uler icana. Pot'srt clesclipcióu entiencltr
que, en tér'rninos sintagrnáticos, ambos motlelos se iuscribeu en la esccu:r.
D¡ ro c¡r.l¡¡u¡rocRÁFtco a to rEtEv¡r,uo j ,, ,
I
artíc*lo sobre la escena i'cluido en este libro trabajé otros dos eje'rplos:
wr.ro cyve articula, dos escenas en d.i,tucto pernutn7ntenunte (la
transDrisión cle un
Partido del de r-ugby cles:'rollaclo en Australia e' 2004, co'
'rundial
relato v come'tarios desde Ar-genti'a) y otro er el qr-re la esce'a firnciora
como rnarco de referencta (en ios noticieros, en los que la escena en est*dios
f.r-rciora tambié' corno sintag'ra incl.ve'te). so' e.iernplos complejos,
que se aiejan de nuestra translnisión tipo, claclo que articular-r
n.obn.i,, v o
di'ecto (además, los noticieros no sorl rrans'risio'es <1e eve'tcrs). E'ta
últirna parte de este trabajo volveré sobr.e este tema.
imiigenes se clan a ver a la vez, per-o la sc'cuencia puede llegzr- a scl llnl)'
ex[erlsa (como sucede, por ejern¡rlo, cuando en krs noticieros se cla entra-
da a los móviles )' en la pantalla pernranece a Ia vez la escela de pis6).
-l:rmbién seíralé c¡ue la simultaneidad
se ve refbrzada, en estos casos, clado
que coincicle con la simultaneidad entre producción y recottocitnien,to clve
caracteliza el directo televisivo.
IVIe qr,recla sólo por- agregar que ei srljeto espectadol que esta ligula
constrlrye (alguien que puede apleciar en simrrltaneiclacl Io que oclll're ell
clos lugares rmry lejanos entr-e sí, ¿l veces a miles de kilórnetros, colrro
sucede en las tralrsmisiones internacionales vía satélite, en ias que clialo-
gal] un cronista en el lngal de los hechos con otlo en e1 país cle r-ecepción
de la transmisión) cn cornpal-ación con el cle la escena en dir-ecto, zrparece
clefinitivamente alejado de la figura clel tz.vigc, or:'ul,u,r: es, si se me pemritc,
rnucho rnás aún, r,rn espectaclor específicamente tclcvisivo.
tt' Roland B¿rrthes señzrl:r que ya en la retírlica antigua se r¡bse¡r'¿r qrre "junto
al eje
crcrr-roló¡¡ico -o di:ict-ónico, o diegético- la narralio admite un e.je :rspecttral,
du¡¿rtivo, lbn¡ado por una ser"ie llotante de estasis, lzrs dest:riptiortts" (Balthes,
D¡ ro cri.¡¡,r¡nrocRÁFrco A ro rELEVrsuo i tz 3
I
o' Dig.,
en senticlo estlicto, tanrl>iérr, por-que si sc p:rrte cle otr.as concepr:ig¡es,
rnzis recientes, cle la clesclipción, corno la cle phili¡r¡re l-li¡r¡on (ll)gl), es
posible seíralal' que la descripciírn se h¿r lrecho pl'esente, inclrrso rle fbr¡ra
itrttsual, en Ia televisión actual: pienso enlostcu.lilits. Para F{amon, hay clescrip-
ció'cuancl<i se i'rpore una relación que es, a la vez, cle.jerar.q'ía y eq'i'alen-
ci¿r: "todo sistelna ciescriptivo [...] apela a cios rrociones sern:ir.lric¿rs clavcs cle
.iarurquía y cqu,ita.letuia'. jerarquía entre rérmino integraclo y entr-e térmi¡o
integr-zurte; equivalcncia entl'e Lur tér'lninc¡ silrcr-ético global (casa) y rr¡a scr-ic
cle tér-min<¡s qr,re ¡lrreden perlllut:rrsc baj<l ciertas condiciones textuales
(metonimias, sinéccioques)" (55). Anteliolmente habí¿r seiralaflo c¡re "lil texto
descliptivo lecl¿rnt¿r igualtner.rte por partc del lector la corn¡retencia cle trrra
crper-aci<in particular, lzt, cle.jerurquía.. Mientr'¿rs tlura, rnientr:rs 'octr¡ra' texto, un
sistettra descriptivo reetlr'í¿r per?etuirrnente ¿rl lector a srr fhcrrltacl <]e c¡rn-
¡:render sisternas -jerarq.izaclos: ¡ror c'jcLnplo, en el sistema cle la 't:¿rsa'. los
términos 'cllimeneas', o 'techo', r 'Peldaño de escaler-a', sea crr¿rl fircl.e srr
orde'' su modo de apzu'ició', r sus funciones ulteri.r'es (el hér..e ¡roclrii
nlat¿u'se al saltearse el peldañn cle la escalera) sel'án setticlos sin clucla cc,rn6
uniclacles iutesrantes del término prirnatzu'io (v no necesar-i:unente prior-itir-
l'io o primero en el ot'detr del textcl) 'cilsit', c{rmo subordin:rrlas al tér.¡lirr6
sincr-ético-sintérir:o'casa'rnzis qlre su subor.clinante" (ir4). Así, cn un rzalil,y
como D/ Bar (2001) era contúu, si ttno sintriniz¿rba cle uraclrtrr¿-acla (v lrasta las
I1 a.m. o ve' a los p¿u'ticipantes clu'niendo. L'to'ces, clur¿rnte u'
extellso tiempo'rás),
Qro' horas) podía'r verse pl:rnos cle l. que sirceclíl e, las
distint¿rs h¿ibitaciones (irrrágenes v sonidos cle todos <itrnniendo),
1 la surnir era
una clescripciól.r de lo qlle acontecía en l¿r c¿rsa. Iiste tipo de clescri¡rcirirr cle
valios sqjetos dr¡t'tniettdo duranle varias hor';rs convoc¿r illevifableme¡te a l¿r
conrp:rlación con el lámc¡so prirner film de Anclv \{¡arhol, s/zrl.r (lg()ii), c¡ el
qLre filtrl<i al poeta.|ohn Clioluo a tlar'és cle un único plano secrrencia ¿ru.anre
varias horas.
En un trabzrjo ciec'licado precis¿rmente a este ternir, "l:l reconocintie¡tcl ¡retliíltie'
de l. espcr-a i' los riernpos mue'ros", Daniela liorclovsky (2002) obscr-vri qrrc
desa|l'ollos de este tipo -sin duda llovec.losos en la televisiirn- pr-ovoc:ur "tqcl¡-
ví:r lroy el electo de vel'dad que Metz definía como [lr)tura cle Lrn yel.r¡sírnil".
lil an:,-rlisis de l(olclovski', que se colrcentl.¡r en progr.¿¡mas clc teleyisitin i,elr
filrrres argentinos recientes (corno el notal¡le In dln¿tgtt., cle L¡cr.eci;r N{lrr.¡el,
2001), tiene el mér'ito de tro clescuiclar, al atencler a csra problelrihtica, lr¡s
cambios de dispositivos v lenguajes, porqne señal:r: "la conjrurción cle l:L clur.a-
ción acot¿rda clel segtneuto de la es¡rera v el sl:rbacio de la fi<r:ión ciuernatsg¿r
De ro.rlrMATocRAFrcoA Lo trLEvtstvo | 17 5 i
vcz en las transmisiones ciel tor-neo cle tenis cle Roland c}¿u.ros clc 2004,
llcr-o no c|eo de r-ringírn moclo que haya comenzado en esa ocasión (aun-
qlre rne atlcvería a aflrmar que l)o estaba presente en las tr-¿rnsmisiones
zr las que se e'lientó el pr:ime'esPectador teievisivo). Llarno ¿r esta figu-
o' un
cl¿rr'<,¡ eiemplo cle su uso en la terevisión argenrina se r-ealiz¿rb¿r
¿r irrici<¡s cle
la lemporzrcla 2005 en el prog.ar'a l,¡r cr¡nzisa,, corclucido prir L,is J\,raj*l: la
pantalla se pa|tía en cu¿rtro mostranclo disrintas y sirn¡ltírneas illl:ieer;s clel
eutrevistadc¡, y de l<.¡s cuaclros co'nenz¿rba cle 1>r'o'to ;r titilar., anrlnci:i¡clo-
'no
se .si que ese plan. era el que ib:r ir pasurr ¿r ocupal't.crzr la pzr'talla, hccho
que
un mornento des¡rués acontecía. Ijste singular rccurso tiene la
¡r:rrticulariciacl
clc ubicar, pol' ult rnomento, al sqjeto espectadol en una
¡toriciórr cle rn:ryor.
simetr-í:r que la habitual con el clirector cie cálraras. porque así a la .,<,, rlu" le
rn.estra una serie rle i'rágcnes quc tiene :r sr.r disposici<in y [rabitrralnre'rte
''' lst:i'vecladas.rl espett.dor, le a.uncia cu:il ilta:l ser sr¡ sig.ie'te.1lcurt.ria.
",, Rtr'ejernplo, Srarn, R.l Br'goyne, lL. y Iilirter.'rar-Le*,is,
S. (1g99 [i992]: 64)
plantezin que I'r:ry cierta ambigiieclacl que torna clifícil cleter.rninn,; .,r ,,,,,,ri1r,r.,r.
lcrs lírnites entre el sintngrnu desuiptilo y el sirü.a.gtn.n. rttLrt: prtrtittr,c.ti.s g sut'ircl.o: " i-Del¡e
considel"alse un segrncnt() de unos
¡rlanrs cle'sitrr¿icií¡r'cle luga'es destacaclos cle
u'¿r ciudad colno un 'ejenrplo típico de un ciert' cle realic.l:rcl', y prn. lcr
tanto como un si'tagma enne Par-értesis o como un'rclerr sinta[fna descripti'i,i ierré
sucede en c¿rsos corno el inicio de A2os¡ir (psyriro, lg{il) cle Alfiecl I-litchcock, c-ou
su clelimitación precisa cle tier.r.r¡ro 1' lutar; 'plroenix, Al-izona, r,iernes, once cle
diciembre, clos y cuar.enta y tr-es clc Ia t¿l-de', clonclc los títrrlos sobreim¡lrcstos cusi
cle fo.mir inst¿urtá'ea clelir.itan er lnor'e'to i'ici:rl cle la criergesis ('ra
cita p:'.a
comer), y donde los ltla'os c<tn gríta tr-itnsport:rcla
¡ror. el airc,, esti.L' marciLrl,rs
por una sens¿rción dorninante cle teleología, prefigru-:urclo l¿r obscsiril¡ clc ia
Pclí-
cLtla lltll'la itnzrgit.rer'ía aét'el lnecliantc I:r [terlliz¿rcjrin cle ]:r ¡¡citir-l cle \,ista
cle
¡rájar-o' clc un¿r ciuclad Ilanrada colrro un pírjaro rnítico? un¿rs ir)rc'.elacie¡es cle
sernej:rnte com¡rlejiclad señalan la clifrcult¿rcl cle asignar. rur:r única (.¿rtesoría
si'tagmática a un sesnre'to serrrejanre" (64). El ar.q.nre'to
¡rarccc.iustificackr i,,
err opi'rión, no hate'rás que eviclencia. el interés r.le tr.abaj:u.<:.n'estas catego-
'ri
rías en lbrma 'blanda', clado que, Ii'zrrmer-rte, cl segrnenro
¡rarece igtral'.rentc
rcconocible y distingrrible cle todos los clern¿-rs sintagmas: iun c¿rso clc corr'iyc¡ci:r
cle d.s si'tag'ras? iDe e.tlttejcrse cle ambos? Il'r toclo t:aso, encol)tr¿llnos cr)
'os
un cralnpo de sintaem:rs que concept.:rlme're tietrcr cie't2r cefcanía ertr.e sí.
De lo clruruarocRÁFlco A to TELEVI ,,rol ,, ,
l
r78 |
Mnnro CanLorrr
i
nt
St,,r', R.; llurg.y'e, R. 1, lilitterman-Lelvis, S. tarll¡ión l-ecollocen s. p*sen-
ci¿r en lo televisivo en grabado: "La secrrenci¿¡ olclinzrri¿r es liecucnte no sr'rkr el'r
el cine clásico de ficción, sir¡o t¿rrnbién cn mrrchc¡s documcnt:rles e incluso cu
se smentos de noticias televisivos flln:rdos" (SLant, R.; 13uruovne, R.
1,
Iilittelrnan-Lewis, S. 1999 fl992l: 6,1).
D¡ Lo ct*¡uatocRÁFtco A ro TELEVt'uo I , ,,
I
o;
I-o seiial:r con cl¿u'ic]acl Ec.luarclo lLrrsso: ';\ conrienzos clel sonoro, cl luick¡ t, el
peso cle l¿rs c/rmaras se cotivit'tió en un l':rctor deternlill¡rntc. Pelo :r urccliaclos
cle los 50, la r¡l"ientación ya sc hzrbía inverticlo: la invención cle r:íularas porr:'r-
tiles, slr aplicación en el reportaje 1' el clocurneut:rl, ciier-r¡n posibilidades ¡rron-
to a¡trovet:Laclas pol clirectores, oper:rdoles v hasta corrientcs innrtr,ztcl¡l':ts.
Concrciclo es el caso cle Ilaoul Clout¿ud qLre la utilizí> con nraestr'í¿r en Sin rLLitnt,o
(1959) de Codar<I, c¡ el uso que cle ella hizr¡ rnhs tarcle un (ll¿¡ucle Lelr¡uch
(s:rcanclo clel modo rnhs oportunista l)¿ttcnte cle No¡Lt.ulb V.tgruil. L.,t ol¡ra cle
I
182 lMnnroCanLoru
l
¡ror el "realisrno"
cle llazin, re¡rovó la histori¿L clel cine. llste r.ccL¡r.so, que
s..
articula perf'ectalnente con el ex(r-aorclinali<.r pocler reférencial
cle la t.'.¡a
clirecta, constituye a \¡eces, como en las entladas cle lo smóitilcs
tt¿ dittcl,o t.l, lu.¡
rLoticieros, rnás que una eieccióll, la úurica posibiliclad'¿rrraci'a
zr ra que pue-
de'apelar; dado que se dispone, en el h-rgar; cle una sola cámar;r, y'r"
á"b.
dar c'e'ta de u.a acció'que se clesplaza espaci:rr'rente
(rienso, p,rr..5"rrr-
plo, e.las habinrales cobertu'as c^ r^s que se traslada'para
i.tentar.cüalo_
gar con alg'ie'que sale de u'espacio co'ro un sanatorio
o tribr-rnaresr-rasn
que cier-ra'la'ota rnira'do a cá'rara). Bri'do u'sesunclo e.iel'pro, entl-e
tartos que se debe'poder citar: si'o
r-ecuerclo rnal lrro t"rrgo gr.núaciórr) e'
u'é¡roca, final de slr prograrna periocrístico D1, D,.Jorge I-anat-a se retira-
¿rl
.irccto'cs com. Ihsoli¡ri o Czrs:r'etes *¡tor citar sirlo ci.s czlsos_ cs i'seltar.able clc
la presencia de la c¿il'¿'a en ln:l'o. Deirre hace
rrn par cle décaclas, l.s sistemas ck:
est¿rbiliza<:ión de la c:irnara en llovirniento han
conr,erd.lo a esta técnic¿r e' .n:r
Ial'ez¿r, que sorprentle hasta dan<ro un tono rcr,to
¿la imagcn, c()llro ()cLlrfc cr) r:r
,,. rnu)'rn,rvcdiza Mnrulos L eslnsa.\ (1g92) clc \\ix¡clv,{leri, (RLuso, 2001i: ,tr7).
Lus olf-os clos tlpos de ilrsercioDes sr.¡n la inserciórtrto
d:i.cg[rikt (,,irnagen con un
valor pu'arnente cornparari'rr,.). ([lc
l)rr.s(..r* urr ,,bjekr exter-i.r.a la ;ic.cirin,,) y Ia
irrselcirin diagtt'iut rlesflnaula (,,irlagcn ul rnismo ti'",r,pc, ,r"ul,
1, srrstr.aícla ir sr-r
etnpl:tzamiento fil[rico noltlurl y encirrr,:rcla a volru'ltacl
en el ir-rta.i,r..l. ,,r, .i,rt"e.n,,,
en el ctra] resulta extr':riia;
¡ror eje'n¡rro, crl rnecii. rre .n¿¡ secrre,cia .eiatir,:i a
pe.segtricl.res, ura im:rgen únic¿r clc ros pe'scgrickrs").
h'tienclo que la inser.ci<iu
n. diegética I'ar:l vez aparece e. las tl.allstriisi,u'", a"t tip,rprrr, cUtti.i,,
"r,,,lir..u,
a qrte tr:rbajatl l¡t¡cho tlrhs sol;le lelaci<¡llcs metorrímiurs
(ejenr¡rkr: lu nrostl.aciírrr
clel_ljnrpil-g 5¡a¡e Brrilcline err lus a¡;erttu'as y cicr-r.es
cle e'elrtr¡s qrre se clcsarrr;¡a'
ert NttcYa Ycrrk. o r'le la '[¡t're liifiél cn los qr;e aconrecen
cn I]rrísj r¡uc rucraliu.icirs.
Sirr er.rb:u'gr, n' desca.t. que rrzq':r ejei'1>krs, ar'q.e
erl er :rr,'nent,r .,r ,1rre
escribo este ensayo lro tcnsu
r)rcselltc'ir.Lrrr, irarrrfoco terlg() r)r.cser)tc e'cse
monerlto ningún ejernplo cle in:ert jrjn dierérica clcsplazacia).
Dr ro clrur¡¡arocRÁFtco a Lo TELEVt'uo I ,rl
I
grabaclo. \,1ás allá de eso vale la pena legistrar una interes¿urtc posibiliclad
nan':rtiv:l que, si bien rlo pertenece en sentido estlicto a esta cl¿rse -dado
que no introcluce un salto tetlporal* incluve ulta persllectiva "slrbjetiva"
que pr-ocluce cierto e,facto de i,nse¡'ción. (rorque iutenr.tmpc el puntr-, tle vista
dominante de la narración). lvle reliero a las tonas qlre muestran la pista
desde el punto de vista de los corredores qller gracias a lzrs tnict ociurarirs,
exhiben habitualmente las can-eras autolr)ovilísticas (eu ei (JI) con e.jen-
plos cle Sobre lo teLeitisiro: disposi.li,los, di,saLrsos y xLjatos (C;rr1ón, 2(X)4) se
pr"rede observar cómo.lr.ran María Ti-averso tom:l la punla el] una carrela
de TC 2000 desde el interior dc su aulo, y se aprecia tarnbién cómo el
cliscurso vcrbal clel relator tarda en dar cuenta cle 1o que está succdiendo).
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I
1-.lntroducción
se dijo a'te L.do que e¡a distinta la catrs¿riiclad r.eal cle la to'la dir.ecta
tele'isi'a (debido a un vcrclade*r y ar-rtérrtico "desor.cle'", a l¿r r¿rlta cle
orga'izació'arÍstica del nrarcrial) a l'tle krs citaclos fih'es. Se dijo c¡r.re er.a
impropio llanrar'arració'a ra tor'a cli¡-ecta, puesto que "'ar.r.acitrrr,,
Jr-e-
supolre cleca'tació, y fbr-m¿rciór¡r de la exper.ie'cia e. írlti*ro tér'rir<_¡,
-v,
"poesía"- rnientras que en l¿r tona cle televisión se tienc u¡ru pur.a v siur¡rlc
t:t'ót ti cu repr o dt u: ti.u a. (I 0g)
t' clo'r'o va señalé, Eco s.stiene que er los firmes <le Alrt.ni..i "la acciri' pr.i.ci-
pal caso de existir', apal'ece contirl.arne'te cliluicla cu el tr.asiir'cl. de los ac,,rr-
tccinrientos ap2lrcnterncnte insi¡¡r-rificantes que se dcs:u.r.oilan
ahccieclor-. ¡, cre
heclrr> estr¡s acoDtecimientos viclren a constittril er nricleo
ale,r,,u,.,u"r,a
teDdente a retlescubl'it', en el cair:rrlazc¡ de lcls ¿rcontecinriel)tos "cai,i,,.
cr¡tic,li¿urrs ln:is
nin-ri.s, sig'ific¿rdos . ¿.rsencia <le significaclos,' (Iic', lgg5
[1U6.]l: 30g).
I
"' Al rncnt¡s en :rpaliencia, l)ol'que l\o se urci esc¿rp¿r c¡re cs ¡rr-obablc qrre otros
anítlisis detenninen la presencia cle r;tros sintagmas qrre los c¡Lrc en este tr.abr jo
se cletect¿u'on: es al¡:-cl que no debería asornlrr':rr, Nletz nlisnro cor.l.igiri var.ias
veces srr lbr-lnulacitin h:rsta propctne| la quc finalntente rcaliz<i clt ''lrr.ol¡ler¡as
de clenotacirin en el film dc ficci(¡n", su tr':rbajo cle 1g68. I'en clclinitiva, colr¡o
él nrisrno seirala, la cot'rección v la rcfol'rnulat:irin constituycn rrna {area ¡tropia
del tlabrjo serniol(rgico.
Dr lo crrur¡¡¡rocRÁFrco A ro TELEVrsrvo I t 87
I
ciíx, ciado que será muv útil pala innoducir; a la vcz, la siLuación cnnrrciativu
clel eraba¿n, que al ieual que ia cle la escritur¿ contierle ul) hiato tempor-irl.
Empiezo con Benveniste . El firncl:rclor cle los estudios enunciatilos
clistineue tres tenlporali<iades insoslavables para c-l ¡rroblerma quc s(l
está fbcalizando. Hav, clice, un ticrrupct fí.sir:0, ut't ti.cneo crónit:o t, utt ti.ntLpo
Li.n.-q'iií.stico.tit El tiernpo/rico tr-ae Lula versiólr cloble, oUctiva v subictiva:
Benveniste sostiene cnscguicla que "rlel ticrnpo {ísico y clc slr col.r.elato
psíqr-rico, la dnración iutcrio¡ clistinguileuros con gralt cuiclaclo e\ fiunpo
crúú.co" (73). Este tiernpo posee inrltoltantes clif'cr-cncias coll lrucstl o ticm-
po vivido, que segírn nuestra expelier-rcia común corrc sill fin I sin r-etor-
nc,r, dado quc fija los acontecirnieutos en nu:r escala clesprovista cn sí mis-
nta cle ternporalic{ad }¡ es, en c:rrnbio, biclireccionai:
Nrtestro tierupo viviclo cr.¡rre silr iin t, sin retolrlo, es la exl.relicnci¿r cornún.
\..u¡rca recobl'¿unos lluest.ra infancia, ni el ayer tan prrixiuro, ui e I instante
huido al inst¿rnte- No obstante, nuestra vicla [icne puntos de r.ef'erorcia que
situanos con exactitud en un¿r escala conocid:r pot tt>dos v a los que litamos
nllestro pasado inruediato o lejano. En esta contr¿rdicción upar.cntc r.e sicle
una ¡rr opicdad ese¡rcial del tiempo crrinico que hay qrre aclar.irr.
El observadol que cada uno de nosoros es, puedc pasear.la mirac.la por- los
acontccinrientos consurnados, r'ccolrerlos en clos clilecciones, clel ¡rasltdo
hacia el presente o clescle el presente hacia el ¡rasado.-Nuestr.a Jrropia vicla
flom<¡ ¿rclelanté, rne ocu¡ré cle este terna err "ljl clirecto y la exPericDci:r hLrrn:r-
na" (Carlírn, 200,4b), tcxto de homenajc a Benvcniste, per.o cl-L.o c¡ue la ex¡ro-
sición que a.quí ¡tresento es nrejor', rnás so{-lsticacla, tlado que l)r-(x:esl rtrejor- la
clif'erenci¿r entl'e la experiencia intersubje tiva 1, la nrecli:il.ica. Los nlc¡l ivos solr
evidentes: me oblignron ¿r hacel'lo los intentos cle rlar crrent¿r rlc los ejernplos
qlte estoy tr¿ltando de analizar. Reside, en csta l-ecurret)te expcricrrti:r, nri
desc.nlianza hacia los estudios sc¡l;l'e lc¡ tele'isii,o qlre inteu'ar grandes c'll-
clusiones sin cletcnerse en clal crrenta de lcls objetos a los r¡r.rc se r-efiererr.
I
fitrma palte de esos acontecinricntos por los r¡ue nucstla visirin b:ijn o sul>c.
En este sentido, el tiernpo crónico, fiaquaclo en la histori¿r, ¿rdnlite utra c6¡-
sideración bidireccioral, en t¿lnto que nllestra vida vivicla fluye (es la inrauer r
trzdicional) en un solo sentido. Aquí es esenci¿rl la nocióu de aconrecinrienro.
Ert el tienr¡ro cr'ónico, lo
c¡ue llarnamos "tiernpo" es lzr continuidad <lonclc sc
disponen en serie esos bloques distintos que son los aconte<:ilnicntos. l,tres
l<¡s ¿rconteci¡nientos no son el tienrpo, astán e¡el tiempo. (73)
'o Iin este sellticlo prtecle cousiclerarse invhlicla r.llt¿¡ te()r'í¿r corno la clel r¡retafísii1r
in¡;les-[:rrtres I3r-adlcy, l'eseñ¿rda ¡tor.]orgc L,lris Bot.ges eu "lil tiern¡-,o" (I]orucs,
1979: 83-97), parzr quien el tiempo flu¡,e ciescle el firturo al preserrtc (es urr:r
l-rella idea, mu1' liter-alia ürl vez, pcro parece tener'l)oco asiclero). x{:,-rs ail¿'r cic Lr
sciralaclo, el tenra es velcl¿rclera¡lente conr¡rlejo. Bastir con seúalar qrre cl
'La
flecha del tiempo", ca¡>ítulo ¿rl cual volveré, Hiru,king advier-tc r¡ue "lirs leves tle
ciencia no clistingn.ren entt-e el pasado y el tuturo" (lg0).
D¡ ro crr,,rrrr¡¡rocRÁFlco A Lo rELEVrluo ] r 9 i
l
'i' Según Benveniste, los calendalic¡s lloseerr r:rsgr)s en urrrrirn, ¡;or.r¡re r-cs¡rondcn
a tres ccrndicioltes: un:t ¿stlLiL)ú, o:üa dira¿li.xa v un¿r tercer'¿r que designa conro
ntansut"aliiltL. La coDdición ¿skttiitu está d:rci;l porque "ltrocerlerr :r p:utir- clc urr
molnellto:rxiltl que sili'c de punto 0 del cóm1[rtU: uD ¿rcoDtcciluicrrto t:ut
illlport¿lnt.e que p¿rs:l a clat- a l¿rs cos¿ls un clu'so nue\¡o (nitcirnicnto clei Ct'isto c¡
clcl Buda)" (74). La conclicií¡n dir¿:ttüru se clelir'¿r de la est.¿¡tiva y "se cnuncia
nrecli¿rntc los términos opuestos'antes.../después...'con resl)ect() al eje clc r-ef'e-
rencia" (74). Lir condición yrcnsu¡rtliita provierre de qtre "se fija uu reper.tor-io cle
tuticlacles cle medida que sirva ¡lrtr':r nombr:u' los intervalos c()nst¿u)tes errtr.c l¿rs
recur"r'enci¿rs de f'entirnenos c(rsmicr¡s. Así el inter-v¿ilo entre la irparit:ión 1' la
clesaparicióu del sol en dos pnr.rtos clif'er-entes clel lror-izt>nte ser-:'r cl'dí:r'; el
intel.¡¿rlo entle clcls conjunciones de la lrrn¿r v el sol el 'mes'; el intcrvalo rlcfiniclo
por un¿r lei,olución completn del sol y clc las esraciones, ser.íL el año" (7"1).
lrn sírrtesis, seir'.rla Benveniste, "ir l)zu'tir del e.je tskt,ti.ito, ios acontccirnient()s son
dis¡lrestos segÍrn la una o la otra ojeacla rlilzrfi¿,¿r, o anteriounente (h¿rcia atr-:is)
o postcl-iormente (haciir dclante) c()n r-esl)ecto a este eje, v esthn alojackrs en
urr¿r división que per-nrite medir su distanci¿r al eie: tunros aítos zrntcs o clesprrés
del eje, lue¡;o ti,rl nres y ral día clel año cn cuestiílt. Cacla rrnr cle las divisit¡nes
(año, día) se alinea e' un¿r serie infinita, cuyos ténrinos todos s,¡ iclé'-
''res,
ticos v constantes, que no admite ni clesigualcl:rd ni Vacío, dc sucr.te qrrc el
acontecit.niento por situar estir exactalnente localizar.lo en llt caden¿r crirnica
por su coincidencia con t¿rl o cual divisi<in piu-ticr¡lal." (74-75).
I
192 lM¡nroC¡nLóru
I
Intempot al lo es este tiempo rneclido por el calendalio, err vir-ttrcl cle su lijcza
misma. Los días, los meses, los aÍros, su''r c¿rntidades fljas, que obser.y¿rcioles
inmernetriales l-ran deducido del.jr-rego cle las iuel'zas cósnric¿rs, per'o est¿r.s
magnitudes son denor¡rinaciones del tiempo que lto participan para nada cie
la naturaleza del tiempo y están por sí nrismas vacías de tocla ternporuliclacl...
El calendario es extel-ior al tiempo. No transc''.'e con é1. Resisrra scries cle
unidades constantes, llam:rdas clías, que se aerupan en unidzrcles supeliores
(rneses, años). Ai-rora bien, como un día es idéntico a otro día, rrada dice de t¿rl
día clel cale'clario, to¡nado en sí si es pasado, preselte o firt'1.o. No
'rismo,
puecle ser colocado en una de est2rs tres categorías rnás que por aquel que rrzir:
el tiempo. "13 de lbbrero de 1641" es una f'echa explícica y corlplera en
del sistema, pero no per'rite saber en qué tiempo es enunciacla;
'irttrd 'os
puede [o misrno tomarse colno pr ospct tivl, por ejemplo en una clhustrla c¡r-re
garantice l¿r \¡alidez cle un tl'atado concluido un siglo antes, que colrlo r.etros-
pectiva, evocada dos siglos tnás tarcle. El tiempo cr-ónico fijado en tur cale¡-
dario es ajeno al tien-rpo vivido v no puecJe convivir con él; por el hechcr
nrismo de ser objetivo, propone ¡nedidas y divisiones uniformes doncle se
;rlojan los acontecimientos, pero ést¿rs n<.r coinciden con las cateeorías plo¡rilts
de la experiencia humana clel tiempo. (?S-76)
Encarnbio, eltientpolingiiístico,indiscemiblerrentevinculadoalaexlta-
t"i¿r¿cia htunanu de la intersubjetiuid,atl, se distingr.re del tiem¡ro cr.ónico por-
que:
."la temporalidad que es r¡rí¿r cuancro orcle'a ¡'i cliscurso es aceptacra der
tod. como sllva por mi interlocutor. Mi "hoy" se co'vierte e' su "hry",
aunque no lo haya instaurado e' su pro¡rio discu'so, y mi "ayer" se co'r,ier'-
te en sll "aver'". Recíp.ocarnente, c.a'do él hable contestando, y. corr.r,er-
tiré, vuelto receprot su tenrporaliclad en la nría. (7g)
"t ,\'rte-,cle qrre srr.ja el cone't:rric¡: es posible, por sr¡pr¡esto, c¡ue se diga rlrre estri
siendt¡ e'riticl¿¡ en direcr'v c¡ue el sujet. clescrea cle esa li,-n.rlación
ij.,ur.a l,>
cual, sin dudas, debe:'Ír des:rlrollal corrplejas hi¡rritesis u trave:s clc la aitic¡la-
ción cle nrúltiples indicado.es). Itro no es esn la situaciír' sobre la cual se estlr
intentando ejcnrpliiical ac¡uí, sino soble esta otra, es¡>ecífic:r y habitual. por-lr¡
klnto: se le pi<Ie irmablemente al lecto' r¡ue antepo¡re ese rep¿rro, t¡ue accedrr :r
,. suspenclerlo cle monrento. NIás adelante Volr,er-é sobr.e esli otr¿l posibiliclacl.
'I' Itecnr'ío, a r¡uienes se sorp.enda. po'la i'clusión de esta cuestiírn en r¡'
n'ab:rjo de car¿ictcl- setrtiótico, a la intercsantísi¡rra discusitln que Car-l6s Scolar.i
cleslrliega en Llucer clita (scolari, 2004: iis-:"{)) s.bre el h¡sar de la perrce¡rcir-rn
en luli¡ t(.(rria serniritica.
I
bajo su fbrma visual, thctil, olf ativa, gustrltiva o aurlitir,¿r, es tamltién u.vrtiul..
Lsto quiere decir que cada vez que liena a nuestros oíclos cl runtor.dcl rnl.u,
vernos Lln atardccei, o seiltimos la atcna escul-irse eutre nnestlos dedos,
procesanlos esa infbrmación balo Ia forrna clei emruci¿rdo "E-sto t.s un ruul
alrcra". Es lo propio clelauig'iLitt,, en la que no habitamos un r¡undo cle
sombras (couro eu los sueños o las ¿lir-rcinaciones). Ahora bietr, ese en¡¡ciir-
do posee dos rasgos fuuclarnentales: dice aleo sobre el estatuto clel rcf'ere¡-
te (que es un r:eal) y, corno contilrte ti,etnlxt, clice aleo sobre la enunciación: qrie
ese etrunciado es fblmr-llado desde elpresentt d.e la ¿rntncincidl. Pues bien: no
hay ni i-rzr habido un le'guaje "auclio'isual" que, a'tes cle 1:r er-ncr-ge'cia clel
.-.es clecir, esta¡nos hablando de las g... 2l :30 en Ar.gentina, son cuarenta
minutos aproximadarnente, lo lamer¡ta'ros pcft) ustccles vieron el ¡.'¡lren-
t. mismo en que apareció la placa en la pantalla. I't.i'ros a dista'cia, ya
te'drernos la confir-macióll ell ull instante con N{ilagros clescle syclney e'
vivo, que'tiene que \rer coli el rnal estaclo de la cancha co' que estir'
' estar- las clos
reaconclicionanclo. N¿rturalmente, a esta altur.a ya cleber'ían
delegaciones para Ia ceremonia inaueural...
restricciones del tiempo crónico, sino que, más bien, las u.trtttti¿sa. En otl-as
palabras: la transnisión en directo atrati¿.su, cl tientpo crónico, se ubica e¡ u¡
presente de la enunciación y une a él al acontecirniento, que no se cles¿rn-o-
lla ni en el tie'rpo crónico de fu-ge'tina'i e. el de Ar-rstralia, por-que
ambos están vacíos de temporalidacl.t' y e. n ese presellte cle la enu'ci¿r-
ciórr, qr-re está pro\¡isto de tenporalidacl se clespliega en consecttti.ón, al
1'
qlle, en el directo, el sujeto espectadol une su tiempo de la expectación. Es
por eso que la expectación del directo televisivo puede ser conceptuad;r
colro urla expedencia específica, la úurica entre las que conocemos a tr.ar,és
de dispositi'os qlle es semeja'te a la experie'cia cle vicla huma'a, aquella
en la qr.re se produce lajuntura del tiernpo cle vicla (cle enur-rci;rción) co' el
tiempo físico. Advertirnos así, nuevamente, la f'ecur.rcliclad de la categor.iza-
ción de Benvcniste.
Es tiernpo de pasar e'limpi. alg'nos r-esultados obte'iclos. Porq.e si
bien aún no se ha respondido, por ejernplo. por qué la si'tas'rática clel
directo es tan restringida ni qué características, colno narraclores, poseeu
el grabado y el directo, es evidentc que se cuenta ya co' suf-rcie'tes ele-
mentos para hacerlo. E'lo q*e sigrre, pasaré a exponer nri l'ripótesis,
pel'o aprovecharé la oportunidacl, tanrbién, para exponer en fbr.rna or--
de*ada por qué la articuiación de la reor-ía de los clis¡rosiri'os co'la cle la
Quecla por tratar otr-a cuestión, que parece simple y sin ernbar.gc_r,
como todas las que conciernen al tier'po, no ro es:
¡ror qué el tier'po áel
directo se despliega e' consecución. corno ese tiempo cs sólo
i.tradiscursivo, si'o que es a la'ez "i'tra" y extradiscursi'o, v la'o
dine'-
sió'ext.adiscur-siva ocupa en él u'peso cleter-minarte, tiene que cleberse
a características específicas del tiernpo que "procesa'" el dispositivo
v el
Ienguaje clel directo. Para que ese ciempo se caracterice po. .l ra.eo .orr-
secució'hay una sola posibilidad: ei tiempo se despliega clescle el
lrasaclo
al fütur-o. Este hecho constituve u'a evide.cia parir el sc'ticlo for'ú',
porqlre se articula naturalmente corl nuestra expe.ie'cia cle vicla, pero no
parece ser así para la ciencia. Ya cité lo que dice stephe' Hawki'g (2002
F98Bl: 189-200) en "La flecrra der tiempo", el ca¡rítulo que decrica a este
terna: qlle "las leyes de la cie'cia no disting-ren entre las clireccio'es
hacia
clelante y hacia atrás clel tiempo" (lg9). No rne cuesta reconocel. q.e
los
saberes específicos que se requiererl u'a cornprensiór-r mirima de Ia
Pa'a
exposición del reco*ocido físico inglés, heredero en ca'rbr-iclge cle la
cátedra Newton, desbordan arnpriame'te ros cre este hu'rilde irwestiea-
dor-. Pero en el de este tr:rbajo lne par-ece interesa'te señarar aiqo
'arco
más que también Hawking obsen¡a: que "hay al me'os tres flechas
clel tiem-
po que sí distineuen el Pasaclo clel futuro. son 1¿r ilecha ter-modináruica,
la
ciirecci<in clel tiernpo en la cuar er cles.rclen aumenta; la flecrrzr psicológica,
la clir-ccción del tiempo segtr. ra cual recorclarnos el pasado,v'o
cl f'tirr-o;
y la llechzr cosmológica, la dirección clel tierrpo segirn ra cual
er uni'erso sc
expa.cle e¡r vez de contraerse" (l gg-200). si he cornpre'cliclo 1:r
existe'cia de esas tr-es flechas serí:rn, par-a el'o¿*¡tor, las r¡ue expricar.í:ur
'ral,
"po'q'é no \¡erros vasos rotos reconrponiéndose ellos solos e'el suclo'
salta'do iracia atrás sobre la *esa". Es por cste laclc¡, imagi'o, que dcbería
buscar-se ,na explicación acerca cle po. q,é er raseo
que cristi*gue ar
clirccto televisir,o, que enuncia en pr.esentc, cs la consecución.
I
"t I'ls c.¡bvi, que estoy hacienclo refbre'cia a Ia histol-ia de los clisp.sitivos v len-
guaies representativos en sr¡ estado canónico, y no a las que philippe Dubois
(200 l) clenonrina "imágenes sí.tesís" (quc no sotz intúgotes de .i,rurti.ptión) cuvr>
des¿rrrrllo e' la histr>ria recién comienz:r y que, por- zrho'a en el cine rnás q'e
en la televisión, parecen ablil una nue\/¿r etapa (un:r nuevzr intersección llalna-
da ¿i e'turbiar ¿rún m¿is la .elació' ent'e ambos len¡}:rjes). Dice D.bois sobl-e
las "irnírgenes síntesis": "La n'raqui'ra'izr que a<¡uí se introcluce cs extr-em¿r, e, el
senticlo de que no viene tanto a aÍ+'eg¿llse :r las otfas, colno el-a el caso h;rsta
ahor':r (máquinas de captació., ciespués de inscripción, l.ego cle r,is'alización,
más tal-de de transmisión) sino, si se puede decir., que a las füe'tes,
''eh,e
aeu:rs :u-riba, al punto tle particla clel cilcuito de replesentación: en efecto,
con la image'r infbrmática, se ¡ruecle deci. que es lo'Real' rnismo (lo l'efi:¡e'cial
originario) lo q.e se vuelve rnaquinístico ¡ruesto q,e es sener¿rclo p.r- la
computadora. Esto transforrna de nzrnera bastante funclamental el est¿rtuto de
Dr ro clr,l¡nalocRÁFtco A Lo rELEVtstvo I 205
I
{,
I
i,
I
tlel estar uitto", y el del directo televisivo es '?i¿o ¿:.t lu¿ rutl. t.tltoru,,'
lcts ttta¡-cas
(que tarnbié' se puede de'otlinar- bajo la fórmrüa "Estt¡ es utt ttul. qtLe .se
dc'sltLiega alt.ot'a an str ú"con,tecer'', po'que las e'ticlacres reales en pr-esente
se muestran en consecución).
Dejo de lado la fotoE'afíav're detengo en g'abado/dir-ecto. Hay zrrgo
que ll:rrna la atención y es que el glabaclo sc pl-esenta carp:rcitaclo par.;r
producir enunciados que pal'ecen deci. más <¡*e lo qr-re clice s. pro¡,ri<,r
'n,oenn' qLLe denota pasado, si se lo colnpara con el dilecto,
que se car.:rcte-
riza pol denot¿rr- el presente. Es decir; pzr'eciera que el gr-abaclo
¡ruecle
excedel a su pr-opio zoerna. <Es posible? por definición, no: los cnuncia<.los
que produce un disPositivo no pueden exceder- su pro¡rio nocrn¿l (en r::rso
contlario el noema está mal fbrmulado). per-o sí es cier.to que en el lcns-ur.r-
je dcl g'abaclo sucede algo singular. par;r que p'eda ser.co'rpr-e'cliclo cs
necesalio atendel especialmente a la complejidad de su noem¿r.
El '?'s¿o J¿a sitlo, ltcro se du a, uer ¡11¡o¡6,, con las tnrnca.s tl,al astar uiuo" del
grabado es un enunciado complejo que der.rota ,ltasa,do y presentu: y que,
además, los pone en relación de fonna, espe cial. A partir clel a'álisis cle.f ean-
Ma'ie schaeffbr (1990 llgBTl) sob.e el clisposirivo fotogr-áfico he sosre'i-
do, en otr-o lugar, basado en u'esrr.rdio de los clispositi'os (carló', 200-ta:
83-102), que ese lloeüia tiene su ori¡1en cn quc:
Noema "E.st,o h,a, si/n" "Est.o h.a. si.d,o, "Eslt¡ ¿.y tLn
esktr uiao"
Metz señaIó que la sintagrnática clel cine clásico clue él estudió, desa-
rrollacla cntre los 30 y los 50 (es clecir, la sintagmática previa a la er-lergen-
cia cle lo teievisivo) el'a de carácter asertiuo. Esto no le itnpidió, conro se I io
7r
lis iur¡rot'tante que quecle clar-o aquí que este c¿trhctel'unicliltelsion:rl se <lebc
:r que no prrecle zrrticultrr pas:rclo ), preseltte, v que no clebe confirndil'se c()lt
otl-o l'2rsgo específíco del clirecto, que es el de que, como se explicri crr¿rnclo se
formuló el carácter p:rracligrnático clc su lengrraje, su discr¡r'so sí cs
lnultidimensiotral en l¿r dimensión par:r<ligrnírtica (porque el di¡ector cr¡cnrr
con r'¿rli¿rs imhgenes pala editar). Si se obselvl bien, esra úrlrirnr
n.rulticlitnensionaliclacl es cle car'ácter esp:rcial (tuede elcgir entle "clisrintr¡s
puntos de vista") y no ternpor"al.
D¡ ro cl¡¡erut¡rocRÁF¡co A to rElEvtslvo I 2 1
1
I
? 12 I M¡nro C¡nróru
l
En carnbio, el, di,r¿cto tel,ni,si.rr¡ sól,o ttuede ser a.t¿rti-ro. En tauto ler-rguiiic,
carece deltnitivamente de esta modalidad sub-asertiva (no puede clccir
"clebió haber sido más o menos así" o, mejor aúrn, "es tlás o menos así"):
el noenra de su dispositivc¡, "Esta t.s u.n real ult,ora,", se extiende a 1o largo de
toda la transrnisión. En verdad, si algo lo distingue del grabzrclo es que slr
errunciación tiene tal poder asertivo que no sólo dice "E.sto ocurre altoruL,
porqte lo esloy ca,|:tan,rlo", sino cpte muchas veces dice, también: "Octtt"ra,
'fiorqu n,o puedo eui.ta,r ca,ptat-lo " (es el fi¡ndamento cle lzt entnciacitin cLutontri,-
I,ica o no preuisualizada (Carlón, 2004a). Esto se del¡e a que ell él 1o real tienc
lln peso lnayo! porque el hecho de que el dir.ecto cle cuenta, inevitabletleu-
te, de lo que acolltece mientras acontece, hace que su conf'lguración
discursiva, en mucho rnayor medicla, dependa delconportamiento clel r-eIe-
rente. Nada de esto sucede el1 el discurso clel grabado: una vez se ¡gabó, si
se irnpuso el ref-erente, se 1o puede procesar o elillinirr a vrilunt¿rd.
'lbdo
1o señalado puede parecer obvici, per-o no lri es en absoluto.
Só1o estos señalamientos permiten pensar- las dif'erencias, hasta doncle sé
no for-muiadas, entre la sintagmática del grabado y del directo televisivo.
La capacidad intrínseca de denotaci,ón temporal, del prese'nte dcl diredo, qu.e .se
debe a r1ttt: no es i,ntentporal, (es d,eci,r; a, r¡ue cottti.ene ti,en(to) lte.rszts lu au"sent:ia tle
rusgl en el grabado, aparece como Lrn rasgo clave , cle profünclas conse-
este
cuencias (constnrctor de esa sintagmática).In si,ntagtnáti,ca cl¿l rlirecto teletti.siuu
es li,mi,tada porque se r¿duce a l,os si,ntagrnas qu,e den,otn"n' an,te todo, La con.seat ci.ón.
D¡ Lo crr,¡¡¡¡¡rocRÁFrco A Lo rELEVrluo I z r 3
l
P'o'retí que más aclelante iba a dete'ernre e'el arálisis cre la acti'i-
dacl clel sujeto en el reconocimiento de si una ernisióll es en dilecto , en
srabado. I{abilita esta reflexió' el hechn, eviclcnte, cle que e' múltiples
oportunidades cl sujeto posec cluclas sobre el estatuto de lo que está
viendo. lls tiempo cle cumplir esa promes¿r.
ReeDcuentro aquí un terna tratado eu la aper.tur-a de este libr.o. Con-
siderar que el snjeto es pasi.ro, aú' cu¿rndo se e*fie'ta a rra'snisiones
cle tipo puro, es ignorar que, cle un lnoclo u otro, múltiples opcr-ac.iones
de las aquí reseírad¿rs deben .ealizarse ell l'eco'ocimie'to
¡la.a situa. a
este tipo cle cliscursos g-r nn lugar singulal dentro de la amplia ofi:rta
te levisiva.
Clorno lo ser1alé en "Los sujetos telespectadores, ison acti\¡os o pasi-
vos?" , la ln'in,cipalactiitírhd del sttjcto es d,e tennina,r si.entl.tre si. lo qru c.stá ttien,do
es en. rlirecto o no. Esta ta1-ea, por supuesto, no clel¡ió desarrollar-se en los
inicios, cua*do sólo se emitía e' clirecto, pero en pocos años, a pzrrtir de
nrecliados de la décacla del 50 -cuando, ¿rclemhs, mi'rs gente ernpezó a
acceder a un aparato recepior y el constrruo empezó pLoet.esivantcute a
volversc hogareño- la situación se cornplejizó ),, para t.lecirlo cle aler-ura
fbrtrra, cierta i.n,cstabi.li.dad se es/abl¿ci,ó ert Los proccsos tle exltettaci.tln. (esta ines-
tabilidad es propia dc io telcvisii¡o, quc conricrlc dos dispositivos y clos
lenguajes, v ro de lo cinernatosr áfico). .-A qué se debe? A qr-re cleter.'rinar.
si se estír ef'ectrvarnente o no ullit crnisión en clirc-cto es una tAr-ea
'ienclo
que no es fácil v que, además, exiee ser sostenicl¿r a lo lalgo cle tocl:r l¿r
cmisión. li.n nri opinión 1o esenci:rl aqr-rí es atenclel a rlue clescle que el
ccrnocirniento de c¡re cst:r posibilidad técnica existe , t:L utjeto esltectatlor se \t
pasa chequeando si io que ve se el]cuentra, se¡¡írn su entc'cler; cn gr.aba-
do o cn directo. La razónya se la ha tra'sitaclo acltrí: si asurne c¡uc se está
D¡ Lo ctN¡u¡rocRÁFico A Lo rELFVrluo , a,
|
I
uombres que les dio Metz ni con los que se le han dado aquí, pero no
subestimemos a quien ha dedicado una parte irnportante cle sr.r vida ¿r
ver televisión.
d) Los cnues entre lo dí,scursiro y l,o extradiscursizo: debido a que cortti.ttnen
tiempo,los cliscursos que se producen en directo no viven aislados,
sino que se encuentran fuerter-nente atravesados por' la actualidacl.
Y las grandes cadenas no son indif'erentes a esa actualidad, más allá
de que en el momento en que se produce ull suceso puedan estar'
ernitiendo cualquier otra cosa. Sabetnos muy bien, adernás, que cuan-
do esa actualidad es acuciante, directarnente inter-rurnpen Ia tt'¿tns-
misión, u obligan a quienes esti'rn concluciendo, a dal cuenta de ella.
En otros casos, esos mismos discursos, como desean er,idenciar qtte
son en clirecto, dejan intencionalmente que la actualidad 1os atlat'ie-
-lorno Lln caso: una
se. Son indicadores que a \/eces son irrefutables.
comedia farniliar que se emitía los domingos a lir rnaíran:r, Los
Benaenuto, combinaba pa1'tes en grabaclo (principalmentegngr) con
otras en directo (una "picada" quc comíatr los personajes masculi-
nos, y ei almuerzo que hacía toda la {amilia unida, con el que {inali-
zaban el prograrna, que iba hacia el mediodía). La singular idad de Ia
emisión de f,cción en dirc.cto de una parte clel prograrna iracía cir-re se
rnuitiplicaran los indicadores que atcstiguaban esa condición, por-
que se esnteraban en ponerla en evideucia. Así, por ejemplo, crl urla
en"risión que se realizaba un dollingo en que había elecciones, los
protagonistas conentaban hechos que hirbían sucediclo h¿rcía ins-
tantes que en ese momento er-an noticia en los iufbrmativos
radiofónicos: que determinado canclidato h¿rbía tenido ¡al proble-
ma al votar, etcé[era. Estas i,ntet'se.ccione s cott Io acontacido en cL tnu¡tdr¡
¿xtrateleai.siao, real, fuera del, ltrog'rarna, soi1. unl tla los pr'i,ttci,pal.es r¿cu,r-
.;os u, los quc las cnti.si,on,es ¿n d,irecto trutan de acudi\ porque cu,u,ndo Las
enti.siones posten. esc estu,ttLto por Io genera,l kL i.nsti,tuci.ó'n no Lo oatl,tu", tl.rLdo
t1tle .sr: con,sirlero, urL tal,or.
e) El conocitni,ento de la atficulación entra el lengua,je y el, di:positirto t los
de los e spectador-es por vía telefónica,7o etcétera) así como hay ott-t¡s
que se emiten en grabado (plogramas ficcionales, :rlsunos
rnagazines, documentaies, etcétera). Los pr-ogranras nue\¡os qLle se
emiten diariamente en directo tienden siempre, en sus prinrelzrs
emisiones, a multiplicar los indicadores irrefltables de que la cr.ni-
sión es en vivo, y luego, se oclrpan siempre cle sostenet'la conrultica-
ción de esa infbrmación. Así, los espectadores habitu¿rles saben muv
bien si ulr programa es directo o no, o qué partes son directo y
cuáles no, etcétera.
El "contexto it'¿stituci,on,aL": no es cierto que los canales enrrascAren o
mientan permanentemente acerca de si están emitiendo en clil'ecto o
no. Las desconfianzas que naturalmente tenemos los intelectr.rales a
las grandes cadenas y a su voluntacl de manipuiación, si bie n son nlr.ly
sanas, no deberían exagerarse. Las caclenas dependen de su credibi-
lidacl, como cualquier- empresa, y no tiene sentido que mientan desca-
radanente en relación a cuestiones conlo ésta permanentelnente, por-
que ios sujetos, a la larga, tieudeu a aclvertir-lo. I{ara vez rtua eurisiólr
El c;rso cle l¿r ¿rlticulacirin clel clirecto tele'visivo con el telélbuo -clos tlis¡rositivos
cor) to¡nzr clirecta cuyzr al'tiorl¿rcií>n constitul,e utt lúperdi.*posi,lirro, según la con-
ceptualizarcirin que ell slr lrlolnento hicinros con Osc:u- Tl'¿lels¿r (Tlaversa,
i998; Carlón,2004a: 71-32)* es interes2rnte l)olque, pol lo genelal, fir-talecc
la creenci¿r cle que se esta'r ante una cmisitjn en dilecto. Si bien cs sabiclo r¡rc
progl'alnas que se emiten eu gr:,rbado pueclen conterler ilalraclas teleliinicas
(con irlgírn especialista, por ejernplo), tar¡l¡ién lo es que hay toda una serie cle
prograrnas en los que los espectacloles l)articipalr pol telélirno qrre ef'cctiva-
merlte se emiten en directo y dilícilmente poch-ían rlesarroll¿rrse (lc otx)
modo, clarb que dependen de esa par-tici¡raciírn (por- ejern¡rlo, t()d:r un;r selie
cie ploglam:rs de trasnoche cle la televisirirr argentina nctrral, en los clLre quie-
ues llarnan, <¡ue lo hacen a un costo e stablecido, intelvienen cn .jrreuos ¡r, rr'
lrlerrricrs: Ca.IITu CLtse X, etcétcra). Iil sujeto espectaclor kr sal¡e, aclerriirs, l)ol'quc
ha siclo testigo clc r¡ruchos bocholnos: clesde insultos a los concluctoles (r¡re n<>
sakh'ían al ail'e si el pr-o¡¡rarn:r li¡era cn glabackr) hasta glancles li-acasos en los
contactos que se pretenden establecer' (en un plograma conducido ¡rol Srrs:rn:r
Ti'averso que se emitía en Uru¡¡.ray, por ejernplo, el clía en qtre se iba ¿l elltl-ee:ll-
el plernio principal, llaurzrron a las c¿rs:rs de cliez partici¡r¿rntcs que lral¡ínn envil-
do sus c:rlt¿rs pala prenliarlos... iy no enc()ntraron a ninurrrrol). Adernís, ar'1uí
t¿rrnbién la conYersacir5n que se establece entl.e los concltrctor"es y los cspectadr>
res no siernple evita los cruces entl'c lo cliscursivo y b extladiscursivo, <¡rre
rnuchas veces deveh el verd:rclero est:rfut() de l:r ¡:onrrrnicrr:iólr.
I
una" ¡n¿zr:ln d,e crc¿ncia y descottf.nnztr,, scmejante, por otra par-te, a l:r r¡rc
nlttchas veces adopta en lelaci<in con la opciór-r ticción/no ficción. No clcbc-
ría sorprcnclcr nos. -f ack Goocli' ¡i¿¿, ert Repntsutttr,cione .s y nntrudi.ccion¿.s (l,a
utnl¡haLenci.a, l¿aciu, l,as i,utri gcnas, e L tcatto, Ln
Jicciórt, Lu.s rul,iquiu,s t la sextutl,íd,a.d,),
a Prenclergast, qr,rien hacerefeleucia a "elslr¿lr¿.i indclinid<i <lc lir leprcsen-
tación colno tal [...] la condición perntauentemente inestable cn la r¡re
vivirnos r-elacionaclos con el orclcn rnir-né'tico" (Clood¡,, 1999 [1997]: 22).
áCó¡no no iti.air ¿sta amltiva,Len.ciu. Jrcn.te a l,os r1i.r¿r¿rso.r tel¿t¡isiuo.¡, r¿ntc h¡s ctn,I¿.t
tto porleu,os defini,r con. tota,l preci,si,ón, n ucce s,
si, son. en dí.rcctu o n.o,
1 .si son..t'icciórr
o tto, clttntdo itilnen, ndcmús, cuno Io lnce el dincto, a st.tl.tar'potr,ct:sc tuttptna,l-
iiulúe coll nucstra cxperi.encia d,¿ uid.u, pidiénd,on,os qtte nos i.den,tiJiqrurn.os con. ,stt
d.i.scut'so r:ortr,o si, fiLcra, prothulo rJ¿ ntL¿stt'u, propiu, pcrccpti.ón? En rni opinión,
esta arnbivalencia es aleo propio cle Io televisivo, quizás uno cle los rn/rs
cl:rros inclicadores de la cspecificiclad clc ul-r rnedio lcpresentativo que
corltiene por igual grabudo \ d,iructo, Jicdórt t nt fi.cción. (es esra c<,irn¡tlej;r
corrdición la creadola cle l¿itt.c.rlubi.li,dul aIa qr-re hicc lelt'lcnci:l al ¡l'inci-
pio). Y elrtiendo que esta condición constituyc, err r,erdad, uno rle los
rnírs claros estírlnlos a ia actividacl qr"re el sr.rjeto cspectaclor cles¡rlieg-a
cuando mira telcvisión.
D¡ Lo ctru¡rv¡rocRÁFlco A Lo rELEVtluo
I ,,n
I
prtnto de fu.ga) l\\blf'e, I976 [1975]), cuando aclvierte que, para "\¡er" i)irl-
tllra de vanguardia, hay que estar provisto de rura teoría, annquc su escr i-
to sea un cáustico opúrsculo contra las vanguar-dias "ihunitr¿rdas"- pero
es[e hecho no implica que el espect¿rdor dc prochlctos que lro son clc
vanguardia -Carroll se concentla Io que derlomina "el arte de rnasas"- se a
pasivo. Puecle decirse que Metz pensaba algo semejante en l'elación al rol
cle la escolarización: cuando da cuenta, eu "El estudio semiológico clel
lenguaje cinematográfico" cle que el lerrguaje cinematográfico carece de
tocio criterio de gr:amaticalidad, exprcsa: "No cabe inra¡Jinar una serie cle
planos, por más insólita y capricl-rosa qLle sea, acerca de la cual el nativo (ei
espectador habituado al cine) pudiera clecir: 'esto no es un film', e incluso:
'esto no es un film bien fbunado'. Por cierto, ei espectaclor poclrá decir;
fiente a tai o cuai fiim de vanguardia, por ejernplo: 'este es Lur film estirpi-
clo, sin pies ni cabeza'; pero otl-o espectaclol cuyo condicionamiento socio-
anterior escolarización no ha seguido los mis-
cultur'¿rl es dif'erente y cuya
mos carnillos, dirá de la misrna cinta: 'este es un fihn extraho y hermoso"'
(Nletz-, 1974: 44).
El e str.rdio hasta aqr-rí re alizatlo nos rnuestra, una vez más, lo necesaria
que es l:r distinción entre estudios zrzf-luducción y estuclios ez rzconoci,ntit t¿lu
en ei sentido elr que, principahnente en e1 campo de las investigaciones
discursivas y urediáticas, ha insistido en la consideración de esta distinción
Eliseo Verón (i987).
En proclucción, es claro que el directo televisivo ftli-rciona en las trans-
rrisiones corno ur1 rógi,nten. enu.nci.ati,uo teur.pontl, porqlle l¿rs emisioues tele-
visivas dif'er-encian a detenninadas enrisiones (o fiagrnentos) emiticlos en
gtabado cle otros ernitidos en dilecto. Esta distinción, ¡rresente en los
cliscursos televisivos, no puede ser pasacla por alto por los analistirs, por-
que es eviclente, y es sesuro que es considerada taml¡ién por los sujetos
espectador-es. Además, cleja rnarcas cn el discurso, porque un discurso
generado en directo no puede realizar-, como se ha visto, ciertas operacio-
nes. Y si ha sido generado en clirecto y luego es, colno sncle clecir-se,
"repetido" (urra práctica bastante habitrial, pero tampoco tan extendicl¿r
conro a veces se piensa), es decir; pasado en grabaclo, esas operaciones no
pueden estar; a no ser que se haya intervenido sobre cl discurso. Además,
como se verá en la úrltima pal'te, en Ios casos en los qlre la emisión es de
D¡ ro cn¡¡unrocRÁFrco A Lo rElEvrsrvo ] 2 2 t
I
l.lntroducción
l,a primera es :r través dei análísis de discltrsos riz¡llo.r, ers cle cir, cle ac¡ue-
llos que al'ticulan g'abado y dir-ecto. L¿r Ibnna en qlle ell estos casos se
presenta rJe lo telat;isilto a. lo ci.ttcnmtog'r'áJico se debe ¿ qrte en este tiPo de
cliscursos se presenta un especizri clesan-ollcl cle operaciones tneta,tl,i.tct.Lt'.siiut..s
l,a segur-rda fbl-fira en la qr.re rle dete nclré en d¿ lo taLeai.si.uo a, lt¡ citLen¿a-
t,ogru,f,co consiste en la atención a los que consider-o ciertos ef'ectos cle la
erlergencia cle io tele'r'isivo sobre el cliscurso artístico "ar-rdiovisu¡ü" cc¡n-
ternporáneo. I-o qr.re vov a hacer- cs t'olver sol¡re trna iripótesis qrte tanr-
l¡ién adelanté en la Introclucción gener-zrl clc estc tlal;ajo, qtrc es Ia cle t¡te
la emer¡4encia del directo televisir,c¡ afectó el sisterna clc los lenguajcs esta-
blecier"rdo un polo de al.Io ltodar nfbratt.ci.ul que rede f iniír, por oposición, al
dist:urso artístico (er-rtenclido aquí en sus clos pr-incipalcs cles:u'r-ollos cn
erabar-lo, el cliscnrso cinematográfico -ahora sí entencliclo en un seut.i<lt.r
l'n/rs cercano al iiccional- y el de vicleo arte). Lo que intentaré sel'á tleter-
urinar ciertas opelaciones artísticas (es importante ncl olvidat cuauclo se
las lea, que l1o pretenden ser nrás que un pr-ovocativo itpor-te c.lescle la
perspectiva de qr.rien ccnsider-a que los desar-rollos cle los lengrr:tjcs no
son sólo "internos", sir-ro que l-ray impoltantcs hibriclaciones cntr-e eilos
que cleben ser ¿rtendidas) y me atrevcré a plesentar, incluso, trn¡t
perioclización que intenta clal cnent¿'r, rlc lbrrta rnuv esquenrír(ic:r e incln-
so obvia -aunqlle cnanclo leo histol'ias c[e] cine y veo que no se habla,
descle el pr-urto de vista clel le ngr"raje, de la influer.rcia dc tclevisióu, irieuscr
r¡.rc qr"rizás no lo sea tanto- de algunas etal)as cle la relación elltre esos
dos gr':rndes lenguajes cont.enrpor'áneos.
si.tagmática:
fi
i;, :l i: I iil ::xl; iii i.lii?rl: :?;:ru;i:
e7 sintagtrru d.cscrilli.ao n, grr,,brirl.u ,or, ro, n, ,JJ ut .i.rccto. ()onto
se I'er'á enseguida lo notable es que esta figlrra, cuva
se encuerltr.a
en ta vicla sociat, ,r.r"r" 'icla
sóro en cste tipo
5|ll.fi:.J:T;t,filizada ",.,..,",.,,r_a
7 Sig'ie'r1o
con el terris, los.i'iracio.es h¿¡n s-ricitucro v esth a pr'to
irnplerne'ta'se' qtre ros ,:u'bitr:,,r'i"ngn' cre
basc irditi:rl tle inrigenes qrrc dcte.rrrirra
;;:*,; ;';r,,, sect¡enci¿r anir.':rcra cle
ri I,r p.i,,r,, lirc aaent¡rr o;r{ircr-e,
p.nros sor) porérnicos v ilucrusos (p;:J;
¡1anclo.lo,'s-
p'r' qr. zr h^y un.iuez cre lí.ea
cada rínea ¡''inci'al). y es compreur;rrl",'-nri¿¿rese qlre son rnr¡ch.s
.,rrgacl.r'es q.e sac¿¡n a u¡ra.velocicl¿r.t l.s
p,r. ie- l,r, .ror.ient,¡s kir<i'¡etros
por hcrla, y que el l.écorcl del circuito, "r.ib,,
i*p,,"r,..,
."t saquc, ¡ror.Arclv Roclclick,
su¡:erir los doscientos clrarelrtil
<Qrré juez ae lí.ea puecle estar
runa pelora d. cerca cle rrna segur.. c'ancrcr
rínca? \' ,.,t, .r ¡r.,.ii.r,r'in...lo, icómo c'n'encer
i:li:,fll:'",?:,:1:;; :]l;'*'"¡ción
nre
";';t
E:; unanirnicrzrcr *rr,, p,,".i.
.; ri,,, .,1,;;;;;
")
\ rl lbllírrncn.'o
;i, ?:ff ::l ::,T,..J::I:H,llil:" "e,'era
c,e," J, i i,".*
sc t.c(l'ce,
l)ut.s.l)lte\t(), :r l, r¡ue;l(.()ntc(e e. Il int.l.t¡o¡:r_
ciórr rle lu recnología en cl rles;rr
ollo a. 1,,, j,r,,, ,l'.r";.il;r,;.';.' ,l:,rl;ll-
res ocr¡r)aD r¡'rusar cent'ar en el
.esa.rilio de Ia üeraterc"iri¿,r-_rr,,..i.
al reu,a en ¡_" I r,,.o_. q ue se,, p,,y; ;;:l
d,ilX..H;?.",::.:i:"r" ",,..,"
tele'isi'os' qt¡e son tt,ntatlc's tt'n.'u'ol'¡t'u
análisis y cornenr:rrio ..r,illr']t"tt" tl"
i
¡ Ya seiralé que una objeción que se le realizó a Metz fire que Ia " GrLnde S)nltrgnuttir¡tr,
pretende linital su atención a la banda de inrágenes, ¿rlulque rccurre slt fic-
cuencia a infbnnación tomad¿r dc l:r bancla sonor'¿r" (Stam, R.; Rrrrgovne, I{. y,
lilittelrn¿rn-Lewis, S., 1999 [992]: 67). I'ucs bicn, en el an¿ilisis cle rura notzr cotno
esta sel'á inevitable atender a la toclcls k)s elelncntos productoles cle sentick¡.
D¡ ro clrr
EMATocRAFtcoALo rrLevtsrvo
I
227
i
1
estos desvíos e' la'redida qr-¡e avance e' er análisis. pero a'tes quisier.a
realizal algunas obser-vaciones sobre cacla ruro cle los fáctores
reseliaclos.
c) D¿bido al uso de l,a uoz tn oft'1 Los textos escritos, al, di.scm"so alcckt,, por
momen,tos, cierta independ(vLciú (.n.tre ¿1, d,e.utrroll,o de l,a. ba,n,tlu, sonoru., La.
explesa cc¡n claridacl qne incluso para el anailisis cle discursos clue r)o l)resentxll
esta especílica con'rplejidad, es conveniente la :rdo¡rci(rn <le rrna ¡relspectiva
mhs "blancla": "Un esquerna ncrlos r¡orolítico ¡rennitir'ía la posibilidad cle
rnírltiples atlibuciones sinta¡4mziticas clepencliendo clc qué bancla o quó di-
lnensirin cle I¿r sccuencia sea discutida. Así se pc'dría hablar r.le un cielto seg-
mento de película quc presente al rnisrno ticrnpo 'firnciones' de colo(:¿lr entrc
par'éntesis y descriptivas o que presentc un¿r diversiclacl de opelaciones
sinta¡¡rn:,'rticas. (Semejante clesplazaniento sería ¡rar':rlelo a la ¡rlo¡;-r'esiírn de
Ijco clescle cl hablar de 'signos' al habl¿rr cle 'firnciones de siglros', o clel ¡l'o¡rio
ciro del intcrés cle Metz en 'Met:ifbra/Metonillia', al dcfinir- un¿r instancia
textrral cl¿rda cornc¡ esencialmente lnet¿ifbra o nretonirnia, a h¿rl.¡lar cle 'opela-
ciones'rnet¿r{ilic:rs y nretonínríc¿s sinrtrltánc2ls (lentro cle Ia nrisnla inst:rnciir"
(Stanr, R.; Burgoyne, R. r- l.'litte¡'rnan-Lervis, S., I999 [992]: 67). Si estc:
enfoque debe scr consicler¿rdo para el estr,rdio de detelminacir>s clesarrollos clcl
lcnguaje cinernatogrhiico, es inducLrble que es inprescinclible para el anírlisis
de clisculsos que pertenecen al tipo rnixto.
n' tr{.tr, cuando plantea cuadro cle srr gran sintagmhtica exlllesa clala¡lente
el
que su clasiiicación se restlirge a h b:rncla cle inÍlgenes: "Sólo nos ocup:rrellros
cle Ia gratt sittktgtn.ri.l.i.cn, dc Io ünndn lc i.rnri,gen,es (: olc'lcn¿Lr¡ientos coclif icackrs 1,
sisnific¿rutes al nivel cle las glrlrrr./"t.r uriclacles del filn, cou abstlaccirin clel
elerlento son{)r'o )'hablado") (Metz, 1972 [l9U8]: i88). Rccueldo c¡¡e, por
esta restricción que se ¿rutoimpr-rso, fire cliticado. Ahola bicn, atlní nc> rne
pl'opongo srtmar ningtrna cr'ítica a c¡rien le:rlizír sernej:inte esfüelzo -la tal'ea
a rezrlizar, err rni opinión, es, rn:rs bien, la de colab<¡rar- en la colstnrccitin v cl
desarrc¡lkr de t¿rn f'ecundo eclificio teriricr> pelo sí apot,arrne en :rleun:rs aeu-
das observaciones que sobre el terna se han realizado, para ex¡rlical nrejol qtré
tipo c-le aso lne pl'opongo llev:u'delante de str sintagnuitic:r. Entiendo qlrc, en
este seuticlo, son uluv apxrpiaclas algunas obselr,¿rciones cle Staul, R.; Bru co,vnc,
D¡ ro cl¡lrnatocRÁFtco A Lo rELEVIluo ] ,, n
I
"' I,ll programa fue grabado el 2 cle noviembre de 200'1 y ya no se e¡¡tite trtás. Se
ernitía por Canal 9 de televisión abierta de Brtenos Aires, Argelrtitr¿r. I"uc
grabado en el rnarco clel Proyecto UBACIyT 5095 "Sujetos telespectacloles 1'
regírnenes espectatoli:lles en la programación televisivzr".
Dt ro cl¡¡rmnrocRÁFtco A Lo rELEViu,uo I ,,,
I
trabajando, pero anuncia las l7 horas, que era la irora en que Iüe
graba_
do. Ilajo la hora esrá presente la temperarura: 30,4,, C), que era la rárnpe_
raturatle esa tarde cahuosa de'oviembre (el indicador ciir'ático ,r.,u
",
impor:tante, clado qr-re es u^ f'enómeno extracriscursi'o fácihne'te
chcqrreable por el sujeto espectaclor).^' corr rr. corre'tario crc Mercerles
N[a'tí sobre el clima se abre el p.ogram:r: "otra tar-cle de rnuchísi'ro
c:r1o4 se
vie.e la liu'ia y luego refresca, parece...". E.seguicra cros br-evcs pri'reros
lrlanos nos lnuestrall a las otras dos co'cluctoras, Nora rJriozzc> y rouiotn
Araujo, que tambié'sunran come*tarios sobre er clim¿r. r{lipiclarne'te
el
plano'uelve a Martí, que introduce ra primera'oticia: incendiaron la cas:r
de sonía, nna adolescente que habí:r sido go$eada y a're'azacra,
tenla qLle,
según expresa, ya había sido tr-atado auterionneute en el
¡rrogranta.
Análisis: el i'icio de la *ota, co' la prescrrtación cle ras conductoras,
construye una escena desde un espaci.o rtt¿di,ático en dirccto . Esa escena
es la de
la esce'ografía del progn-ana en estuclios. Aquí inten,iere ya u,
co'tr-ato
co' el sqieto espectador habituar de la emisió': ra esce'ografía ape'as
alcanza a vislumbrarse, debicro a ro rápicla que fue ra roma. se
debe si'
dudas a que se presupone que el sqjeto espectador ya l;r conoce
v a queJ
por eso' no es necesario dar cuenta nlle\¡¿rnlelrte del espacio c. el
que se va
a clesa.rollar la e'risiór (cornpárese este tratarnie.to
con el cluc hace* los
i)rogramas cua'do estrena* nueva escenografía: se detienen e. ell¿i, l<:
a'uncian, la elogia', explica. e' c¡ué parte se va a desarrolar cier-ta
sec-
ció'y e'cual etcétera). Este hecrro fbrtalece ra hipótesis de qr.re
'o,
dan más indicadores de que el prog-arna va en directo po.qr" ,ro 'o
se
en videogTaf, que van destacauclo fiases que dice l'atricia a los pocos
segundos que las formula: "iVIe convertí ett una fiera", "Llevo cuatro me-
ses viviendo un calvario", "Pido justicia a gritos". Ell ter-cer término estár-r
la evidentes operaciones cle edición que dan gran clinarnisrno a l¿l nota:
pasajes de la pantalla par-tida con una imageu en gr-abado v otra erl clirectcr
a dos en directo, pasajes a plimer plano de Ia rnadre o de las perioclistas,
etcétera. (Quien enuncia en este nivel, acabo de seítalarlo en Llna nota lti
pie, es la institr,rción enisora a trar,és del contr-ol editot-).
Anrili,.sís: la pantalh partida, instaura tut .sintng'nm al.lc't'nar1o, en clirecto
cuanclo intervienen las periodistas, dado que denota fLerternente .si.ttu.Llttt,-
neida.d, aden.'ás de consecución entre anbas secuencias. Este sinLrglna
domina en el segmento.
Pero el análisis no acaba aquí, porque cada parte se cotlstituye, a sn
vez, como un sintagma específico. Ya expresé que desde estttdios se colls-
truye una ¿.r¿¿ na en directo . El e statuto dei sintagma del movilero queda cle
rnornento indeterminado, sólo se revelará urás adelante.
v se va a un corte. Ha sido una sola nota, sin cortes, pero h¿r dru'aclo
la
tercera parte de lo que, habitualmente, se extiencle un film.
Atuilisi.r: El cierre definiti'o, con la canció'sobre la imasen cle la cas:r
irrcencliada en estatuto difícil de de terminar-, nos co'tact¿r co'ura figur.a
de g'an expansión en docu'rentales y cle la
'ot.as
coll ca'cio'es de e'idente fi'rción 'oticieros:
errotiva.
'rusicalizaciones Erseg'ida
llre voy:l ocrpr'de su estett¡to, po¡1iuc es rlistirto del resto clc llr \ o
pelrnite el desarrollo de una f'ecunda reflexión acerca cle las 'r¡la
r-el:rciones
entle grabado y directo.
Entie'do que resuha eviclente, ruego ciel anárisis rearizacro, r:r pre-
se'cia de u'a doble si'tag'rática, ra clcl grabacro v la cler clirecro, en ra
nour {bcalizada. Ahora bien, el a'álisis, segír'r rni entender, clcbe conce.-
trarse e'clos temas pri'cipales: el cle las relaciones elttr-e arnl)as
sintagrnáticas y el del significaclo de la presencia cie cierros tipos rre
sintagmas, v no otros, en el discu'so analizaclo. E'rpiezo ate'clienclo a
las relaciones eutre ambas sintagrnáticas.
La si'tagmática del grabado y la del directo scgii. r'i
ente'der', t'es tipos de relacio'es lógicas e't'e sí 'ra.rieren,
-semejantes a las que, cle
aclrer-do a Nlctz, mantienen los lenguajcs (Metz, lg74: 40_41)_:
r) De exclusi,ón: se presenta
cua'do se i'rpoue, en ia cacle'a, un si.tagma
eu grabaclo o en directo, que excluye a toclo otro sintagma. Ejemplo:
el primer segnento (escena en clirecto) y el cuarto (sintagtna alter:na_
do en grabado).
2) De ittclusió,: acontece crrando, u. si'tagrna e'
ltor ejemplo, clit-ecto
inciuye a otro en gr-abado. Ejernpios: en los sesrleltros tcrcfl.o v
sexto, el sintagma alternado en clirecto se convierte enintlu\entc de
otros tres sintagmas: la escena eri directo, el sintagma clcscriptivo en
grab:rdo y el plano sccue¡rcia.
3) De in,tcrs¿cción.: este campo es corlple.jo v novec.loso, porque
las inter.-
secciones se puederr dar e'disti'tos ni'eles v por-que crufutJi.ptLr'
.;'
prr:serúa, cottzo es.pecíf.ca de lo telatisi.ro en su régi,nunmr.xfo.
Eje'rplos: per_
[enece a esta categoría el sintagma descriptivo con voz en ofren
clirectc_r
(articulación cle grabado y clirecto y de clos espacios dif.er
entes).
l
"Esto lru sülo, pero .se da a,er ahora con lrLs t¡tarcas r1¿l e.star zriz¿.,"). se
¿rrticuia generaimente co' operacio'es cle carácter l'etadisc'rsivo
que poltell acetlto en el ref'erente: la secuencia en erabado sirve cle
pruebn paratn discurso previaurente organizado o se constituye,
c.,,no
sucecle habitualmer-rte con el sintagum descr/Ttti.uo co,n L)oz en oJf, en
eI
clocurnento a estr-rdiar que puede otorgar una luz revelaclora sobrc lo
suceclido. Es probable que la ar-ticr-r1:rción adr'ita'ruchas operaciones
aquí no privilegiadas.
ua, O.r. un elemer-rto proveniente clescle otr-o reeistro inter-r,iene. Son s:rl-
tos desde e\ presente de Ia enuncio,ciórz a distintos pasados (:rrticuiacior-es, :r
sn vez, de pasado y presente), que se van desplegaltdo más celcancrs o más
lejanos dei tiempo en el que se posicicxra el sujeto especcador.
Do1' por terminado aquí el análisis de Ia nora de la c¿rsa cle Sofía. Es
indud¿rble que quedan rnúltiples aspecros a cousiclerar., desde Ia singular
actitud de una madre que se ocupa más de esclarecer. lo que le sucecle untc:
los meclios que de ocuparse por contratar tur abosado, hasta aqr-rello que
se insinúa, más que decirse expiícitamente, soltr-e las r-azones clel incenclio
(ia posibilidacl de que se cleba, finahnenre, a la venra de drogas a la salicla
cle los coleeios, tal como 1o señala al pasar'1' polsu cuenta Nora Briozzo).
Espero qr-re el iector: sepa comprellder que su cles¿rtención se dcbe sóio ¿r
qlle no constiluyen las dimensiones privilegiaclas en cste escr-ito.
n-'
\,Ie palece importante clestacar ciclta clif'elencia de estatuto entre el Sisterna
de Bellas Artes tal como lo estudia v clefine Shiler (2004 [2001]) y el Sisrenra
Técnico Indicial al que estoy hacienclo rel'elencia. El sistema cle Bc.ll:rs Altes
irnplica no sólo una clasific¿rción clc leneu:rjes, sino "un corr)ponente soci:rl e
insiitucional" que, conro señala, intentí) c¿rptar' "combin¿rnclo la iclea cle quc
ciertos coltceptos e ideales 'r'esul¿rn' la ¡rrírctica al'tística, con la nocirin rle quc
i:rs pt"/tctic:rs y las instituciones ¿rltísticirs cleul') ul't'subsist.erna'soci¡r1". I,al'a
Sitiner, los "conceptos regulativos, los iclcales clel alte v los sistemas sociales del
arte son t-ecíplocos: los conceptos y k¡s ideales no ltireclen existir sjn un siste-
tn:r cle prítcticzrs e ittstituciones (orqLlestirs sirrfirnir:as, uluseos y colecciones cle
al'te, cátlones y dereclros de autol') ¿¡sí corrro t¿unpoco ¡tueden lirnr:ional las
instituciones sin una r-ecl de concc¡rtos e ide:rles firmativos (ar-tista 1 obra,
cl'eación y obt'a maestr-a)" (31).
Iilentc a setnejaute sisterna cliscLrrsir,o, rcgulativo, social c institrrcional, es
evidente clrte la nociótt de Sisterna Téc¡rico Incllcial, en cambio, clcnortrina elr
fbl-tna lnás restlingida rur sistema de ciispositivos y lengLrajes asociaclos just:r-
mellte pol car¿icter récnico indici¿rl, pero que tii siquiera poseelt icléurico
Dr ro ciru¡¡r¡arocRAFtcoA ro TELEVT'UO i ,u,
enfrentar-á definitivamente al cstatuto del cliscurso clel dir-ecto televisivo y,
¡ror sobre todo, a su rol en el sistema clc los lenguajes contcr)rporírncr-¡s.
Ya compar"é, en Ia introducción general de este tr-abaio, la erncrge ncia c-lel
discurso del directo televisivc-r en el siglo XX con la cie otro clispositivo
clave del S1'I, la fotografía, e' ei siglo xIX. y expresé que ra ernergerci'
de Io televisi'o es insoslayable, porclue ha tenido profünclas corrsecue'-
cias sobre el discurso artístico, en pa'ticular.sobre el tiesarrollo
Procluci-
do:r t.ar'és de ese lengrra¡e ra'sernejante ),, sin embargo, ra'ciifércnte,
que es el cinematográfico. Es tiempo de abordar clefinitivamente esta
cr.restión central.
Expuse , en "Los suJeros te lesltectaclor.c-s. iso' ¿lcti'.s o pirsi'os?,',
qlre el estatuto del discurso clel clirccto, conr¡rar-aclo con el clel crabaclo
cinernatográfico, es unairtcóg'rt/ta. Esto se debe a cyrelaitL.sti.t.uci.tin t:ine-
rttatog'rri,f'cu -colnpuesta por tres r.náquinas, segú'Metz (200 1
[l(]77]:
25 -29): la que pr:oduce liln-res, 1a que los consunle v ia que los alaba_,
co'virtió al cine, luego de una etapa i'ici¿rl en la que no fúe especial-
lnente valolado, en ttn bu,an, oltjeto, gracias a sll reconoci'ienlo c'ncr
parte del sBA y a su esluerzo per-m¿nentc por mantener una buen;r
rel¿rción con é1. Y a que, en cambio, en el caso cle lo tele'isiv., la [er.cer-a
náquina (la que se refiere a éi), por sobre t,do, :rf'ecta nn coluPorta_
miento clisímil, dado que sostiene nna e'aluación cr-ítica v se resiste a
nlantener coll sus cliscrrr-sos una buena lelación. i;\ qué sc clebe csa
profünda resisre.cia? En mi opiniólr, ante toclo, :r sri clifícil ar-ticr-rlacirin
M¡nro C¡nró¡¡
l
con el sBA.8" ¿Es real esa relaciór-r entre el discurso del cli'ectcr
'rala
televisivo y el SI3A? Es decir, cse apoya en 1o q,e el disc'rso del dir.ecto
televisivo ef'ectivamente es? clonsidero que sí. iEs jr,rstificacla? Es decir;
cclebe ser condenado por ello? En rni opinión no, pero esa es ou-zl
espinosa cuestión, sobre Ia cual me permitiré realiz¿u- n. co'entario
lceit:ll rnás atlelante.
hnaginemos la siguiente escena. Supongarnos que Lrn alumno ar,an-
zado nos realiza una consulta sobre una investigación que está llevanclo a
cabo. No oculta que l-ra elaborado una hipótesis pr-ovocaclora. Su objeto
son las transmisiones televisivas en clirecto. Entre el1as, ha claclo con una
que io ha sorp'endido. Es la transmisión de la f,rnal del abierto de te'is de
Fra'cia, Roland Garros, uno de los tor'eos clel (]ra'cl slam, es decir, r-uro
de los cuatro torneos más irnportantes de1 mundo (los oLros son
\\¡imbledon, el abierto de los Estados Unidos y el abierto cle Australia). FIa
grabado y estudiado dos transmisioles recientes -de las últimas clos lina-
les, entre Coria y Gaudio (200a) y enrre pLrerra y Naclal (200b)- v 1o qrre
lo ha sorprendido son ciertas operaciones qr.re se ponelr enjr,reeo. Esas
opelaciorres son las siguierrtes:
"7 llntiendo que urnberto lico, que se li¿rbí¿r pelrniticlo señalar., clrrc "lzr rorn;r
rlit-ecta cle televisión contiene i.tt ¡utu, lzts coo¡den:rd¿rs esenci¿rles cle] ¿cto ¿rrtís-
tico" a pirr-tir de la collsicleraci<in de sus posibiliclades nallarir,:rs, no verí:r c¡ll
clcsagr:rclo esia l)l-oposición.
244 Mnnro CrnLou
|
'
o, un¿r sitraciór ircti'rocla, i'cluclablenerte , Por que ra rcspuest^
es sencilla, dado que es evidente que nuchos discur-sos son consiclel-aclos 'o
ar-tísticos po' poner e' jr,reeo este tipo de operacio'res (es cleci' que su
análisis no puede ser fáciimente refutaclo, porque es per-tinente). pero
como entiendo, a su vez, que ningirn analista se encuentl.a clispuesto a
feconocel. -y con razón- que una transmisión televisiva dcpor.tiva pel.te]le-
ce al campo del discur-so artístico, entonces... iq'é iracer? ise le clice c¡r-re s'
anáiisis es con'ecto y que esa transmisión perte'ecc al campo clel cliscur-so
¿rltístico? io se le dice que su análisis es cor-r-ecto, pero qr-le ese ciiscurso
igu:rh'ente no es a'tístico? Y lo rnás importalrte icon q.é arg,mentos?
E'mi opinión, e'principio, no estat:ía de más tratar cle hacerle con-
pr-ender ciertos límites de su análisis en relación con el estatuto cle lo
artístico. Para eso, ve'dría muy bien qr-re comprencliera, por.ejenrplo, cluc
io artístico no es Llrl f'enón-reno del cual puede dar cuelrta sólo a tr.ar,és dc
un análisis "inmanente" (enseguicla volveré sobre rerna). pero talllpoco
al,canza, porque lo fu'clamental es hacerle comprender cuál es el se'ticlcr
cie la operació. que prete'de realizar
¡ por sob.e todo, qué consecuer-
cias puede tener. Y lo problernático de esta cuestión, segú' cr-eo, es tl.re
ile'a ¿r un terreno resbaladizo, e' el que'o es fácil hacer pie. cA qr-ré rne
r-efi er o? Intentaré explicarrne n-rejor.
Lo que estoy considerando al decir que es un ter'eno clifícil es que
tanto la situación como el clesarrolio del ar-te conterniroráneo imPiden quc
pueda obtenerse una respllesta clara y co'sensuada sobre estos ternas (llo1-
consiguiente, toda respuesta debe ser intel'prctada, ante toclo, corno una
toma cle posició'política, una' jugacla", si se q'iere, en'n canpo en cliscu-
sión en el que cada rno'imie'to tie'e sus consecue'cias). por u'laclo, por-
que en l.elación a lo artístico nos encontramos, ho¡ con una ver ciadera crisis,
una {hlta de consenso tan grande en relación con su estanlto que ha ilevaclo,
po. ejemplo, a que u'refei'ente det prcstigio de Arthur D:urto
-sobr-e quic'
Georqe Dickie (2005 [1997]: 29-40) ha sosre'ido, que es el respo.sab]e del
"renacimiento clel interés por la {ilosofía del arte"- titule a uno cie sr-rs Írlti-
nroslibros DespuésdelJintlelarte(ela,rfecontetnporánco)elLind,e d,chthistaritt)
(l)a'to, 1999 [1997]).rrn Y por otro laclo, porque esa crisis no ha inpeclido
Occidente, :unque no sólo allí- cs r+re lrar,una er-a cle la inrit:rc:iirn, segrriria
-er¿¡ Pol.
rttr¿r cle Ia icleologítr, segrricla p('1- nrrestr':l e|a posthistírrica, en la (tral
poclernos clecir', que vale tocio. cl:rda rrno cle esos períoclos estli r:eracter-iz¿rcl¡
l)()f Lll-r¿r estfuctuf¿l dilérente de la cr.ítica cle ar-te. La cr-ític:r cle ar.tc elr el
períoclo mimético o tradicional est:rba bas:rr,la elr l:r vel-dad visual. l.:r estnlclLr,
tle la cr'ítica cle alre en l¿r ela cle l:l idcoloeía cs nquella cle la qrrc interrté
'a
liberarlre: cle manera r:ar¿rcterístic¿r filncló srr ide:r fllosófica acerca cle qrré es el
ar-te en Llna distinciíln excitrsivista entre el ¿n.te que ella aceptzrba (el ver.il:rclero)
y el |esto, co¡lsicleraclo no ¿ruténtico. lil período postlristírr-ico est¿i mar-cacl<r
po' la separación de los czrminos cntl'e l¿r filosolia y el arte, lo q.e sienilica r|re
l¿r cr'ítica de a.te en el per'íoclo posthistírr.ico clebe scr tan pl.u-alisiu
.,,,r,u
misr'o a..te posthistórico. Es absolLrtalrlente sorprendent" q,,é aru perioclizat.iírrr"l
rripaltita con-esponda, casi peltrrr-bador¿rmenre, al estupen{o rel:rt¡ p¡líticg
de Hegel, en el c.al, pt-imer-o, l'ro el.2r libr.e, ciespués sólo algun.s lilr..r,
finarlme.te, cll nllestl'¿l propia er-a, todos somos IiJ¡res. liu ll.estro ".r,,
rel.r., al
principio s(ric¡ la minesis era :rr-ie, después r,¿¡rias cos¿rs firero¡ lrte
¡rer.o cacl:r
un¿I tl'ató de aniquila'a sus cornpctid.ras, y linalmerte, se hiz. e'irle'tc clLre
no llav restl'icciorles filosí¡l-lcas r¡ estilísticas. La obra dc arte no tiene c1r.re scr cle
u' rnoclo especial. Y éste es el presente y, com() clije, el r.'.rnent. final ell cl
rel¿rto lesitim:rdo¡. l:s el fln clel r.elaro,,.
$)
Essabiclo que:rq.í ha' jugaclo rr' r'.1 centr-¿rl las r,¿r'guarclias, qLre e'el siulo
XX buscar"on sisternátir:amente "ror'pe. l.s ll-onteras clel arte u ,,,¡r".^r-1,
distinción enrr-e 'arre' v 'vida"' (Shincr., 2004 [2001]: l7).
i
clee sa r:esistencia es, ni más ni menos, que su pocler- r.ef'ere ncial. lis
clecir- rlr-re
si se logra que el estudiante i'corpore la prcble'rática que
Preserta el
"caso" de la fotogralia, se e'contrará mucho mejor para r.e-
Prc¡rar.acr.
flexionar sobre lo clue significa s* implícita pr-opuesra cle incor.por-ació,., cle
un ejemplo tomac{o del clisculso del directo televisivo al campo artísrico.
Sisuie'clo este listado temático, entonces, ernpiezo por.el clesar.r-ollo
quc generó esta crisis del arte, y paso enseguicla a atencler al procescr
expa'sivo qlle, pese a esa crisis, caracteriza hoy a lo artístico, co'ce'tr-á'-
dome en la asimilació' de la fbtografía, caso clave que, segúrr mi enrencler;
clebe ser espacialmente atendido e' iü.ción de ia respuesta que se clese a
brindar. Finalmente me concentraré en tratar cle der¡ostrar- cuál cs ia iru-
portancia del disculso del directo televisivo en el sistema cle los lenerajes
par-a que se advierta su relevancia en nuestra contemporaneiclad.
"' No es un telna nuevo: por eje'rplo, en r¿r tlécada clel 60.fean Gimrrel (l!)7g
il9681) había realizado, en con.hu d arrtt 1/os ilrlistuts, Ltna porérnica pi:r-o inf,l.
trlacla y estimul2rnte lectur¿r sobt'e el clesarlollo histírlico del arte,
¡ronienclo
acc'to en el pr"oceso que va clesde s, nacilrientr> en el Re'acimie irasra q.e,
según su elttc'ltdel-, se cont'ierte en trna "religiirn,'. Lo propio clel 'to trallijo-cle
Shinel cs que, antes cle realizat'Lrna interpletacitin glorificaclora o r;¡nclellat¡-
l'izt, triLs el l'er:onocimient<¡ de l¿r cr-isis clel al'te serial¿r: "No lne intercsa t.rllt() sr
es pleferible bail¿rr o llolar, sino tnlts bien :rveligurrr ccimo se ha llegaclo a
e,.ra
sitrtacirill. Si queremos entencler- el ar¡ge cle kr ar-tístic9 cc¡mo cafciggría r srr
plrrlltisito eviclellte de r"econcili¿rr iutc v vicla, hav c¡ue investie¿u.cóuro sc ¡arr
origiltaclo las icleas lnoclemas v l:rs instituciones cle las bellas ailtes. El rnr¡clclrro
sistetl¿l clel arte llo es tlnll erc,rci,r c, rrrr c.lestino sirto algo que nosolf()s rnislllgs
hem¡¡s hecho" (Shine¡ 2004 [2001]: 2l).
D¡ lo ct¡le¡¡nrocRÁFtco a Lo TELEVI ,,rol ,0,
i
iPor qué? Porque es irnportante que aclvierta que, scgún sostiene Shine¡
1o qr.re denominamos usualmente arte es el resultado de un proceso iristó-
rico de la cultüra occidental, v no una esencia univer-sal o un f-cnórneno
cultural universal. Y adenrás ilorque su tlabajo ofiece un interesi.nte aná-
lisis del ploceso de asimilaciór.r de Ia fbtografía at SBA. Corno se verá, el
hecho de que ltte detenga, como a \¡oy ¿t hacel' a continuacií)u, en r-escÍrar-
brevemer-rte su tesis central, no irnpedirá rlue lueeo tomc clist¿urcia con
ciertas ir-rterpretaciones sobre el proceso cle asimilación cle 1a fbtografía que
finalmente rcaliza. Pero esa diferencia, que se debe ante todo al iugar qr,re, a
mi juicio, posee la dimensión técnica que se impuso con Ia fotografía, se
restrinee prircipahnente a esa cuestión. cCnál es ia tesis de Shiner? iPor qué
rne par-ece positivo que nllestro estr-ldiante atiencla, primero, a su trabajo?
Shiner presenta su trabajo couto Llrt relato. Irara é1, que se apoya er)
Paul Oskar Ift-isteller, el relato de1 arre quedó inrerrlrmpiclo en e1 sisio
XVIII debido a r.ura división. Esa clivisión no se produjo cle un clía para
otro, sino que füe producto de un extenso procesol)r y teruinír distin-
guiendo clos categorías, arte v artesaní¿r. Altes de esa c'livisión había un
sistema mucho más utilitario, que duró clos mil aÍros. Lo opuesto al arte
secúrn los antisLlos, expresa Shü-rer, no era la artesauía, sino la naturalez¿r.
Es decir que, "cuando hablamos dc la rnedicina colno un arte, o del ar-te
culiualio, usamos el concepto en un senticlo qr.re se aproxima a1 antiquo"
(23). Durante dos mil años el arre significó "toc'la actividad hurnana r-e¿rli-
zada con habilidad y gracia", pel-o erl el siglo XVIII surgen las bellas arte s
"en oposición a Ia artesanía y las ar-tes populares (fabricar zapatos, bor-clar;
contar cuentos, cantar canciones populares)" (24). Itara que se impr-rsiese
esta rnoder-na categoría de alte, era necesario que se "reuniesell y galta-
serr aceptación general tres cosas: wnco.nju'nto liniitado de artes, utttinnitro
cornúrnmeute aceptado para ideutil'rcal con faciliclacl el conjunto, y lni,rr.ci,-
/io,r o criterios, que gozaran de acuelclo gener-al, para distinguir- ese cotr-
.junto de todos los dernás" (Shiner, 2004 [2001]: 125).Elcott1u,n,to "renía su
0r
Para Shiner hzry tles rnomentos fimclamentales: l) 1680-175t): comienzun a
integrar-se elernentr¡s del sistelna del arte que venían de la Ecl:rd Meclia; 2)
1750-1800, el arte se separa defrnitiv:lrlente cle la atresanía, el trrtisr¿r del
al'tesano y la experiencia estética de otras; y 3) 1800-1830, el zu.te etr pieza zr
significar un domini<¡ espiritual alltónomo, la vocación z¡l-tística santillcarla y
la estética comienza a susriruil el gusro (Shiner", 2004 [2001]: l l9).
I
"t Esta pt"oposiciór'r cle Shinel pelnrite ol¡sellar con cl¿rricl¿rd por qrré so¡ i¡su-
licientcs las pet's¡tectivas "innranentist:rs" par-ir clef-rnil lo arrísr,i¡o, clescle srr
nacinrieDto el :u'te irnplic:r, como nríninro, rrn conjrrnto r-estr.ingiclg cle len
guajes, ciertas ¡rropieclades específicas que se otol'g¿ln :r sus pr-gcr¡c:t¡s (scr.
l'esr¡lt:rclo cle trna r:reación hulnan¿r -social, cliríarrros hor,-, a partir clel con-
tr¡rtu de ¡;-crri.¡. 1 lr po*ibilicl.:ri de dcs:rr,rllar.rierror jrririos (.n r(.(.,)n()(i-
miento (p.r e.iernplo, .i'ici,s de eusto). Es pol. eso que el .r.te
¡^recle ser
conceptuaclo, clescle l:r teoría senriótica, aJ igrrirl que la cienci:r, corrl() rl¡ 11./o
di;r:ursito, e' el se'tid. qlle esta n,ció' ti¡ro posee para L,liseo verór: "La
uoción cle't:ienci;¡'o cle'actiyidad cie¡tífica'clcsigna.L *' conjrutto <lc i¡lstir._
ciones v cle sistenlas de ¿rcciones 1' cle norrnas (lo que llarnarrros tr¡ .r¿ll¿ri¡¿r
ltrorlucti.ro), que se cncuentr':r en ell interior <rc i,, social. lis p6r.ell¡ c.re la
lrocirin de'ciencia'¡ruede ser asocjacla ¿r l:r cle rrn li.fo l.¿ rli.u,ursi: cl r-et:ol.lociclo
soci;rhnente corno clisct¡r'so ploduciclo por esas institLrciones" (vcrírn, lgliT:
l6). llsta perspectiva uo sólo inrnalrentist:r es la que aclopté e¡ rni libr¡ dccli-
r'¿rdo ¿r las imágenes fi.las (Cartírr-r, lgg4).
.-
"' Scgítn Shitre:" exceptci'el teatr., v l:r ópela, casi ioclas las rnt¡cler.¡¿rs i¡s¡itrrci,-
rlcs cle lJellas ¡\rtes tet'min:trolt cle constitrril'se en est:r épocir: "srilo en el siglr
X\¡III cl ntLtseo de:rrte, 1:r sala cle conr:ierttls v I¿r <r'ítica literal-ia:rclo¡rLan krs
sielljlicaclos y las lurtciones mocleln:rs y,e
¡ror- tocla I'iLrr.¡¡r:r. lisras
iltsliltt,i,,llct clltJllr:rb:lrr l:t I¡uerr,l¡r,r.iri,irt "ttie,'r.l"n
r..lrl¡leri,la c:ltrc:rttc r ;¡r(c..¡rí;r
¿ll plup')liiol)il¡ r'sl)J(¡o\t.rrl,r'qrrct:rrrlr'l;r ¡)rrrsí1. lrpi¡trrr:r.,,¡r¡,rl:r llr¡i.ir:r
instrtttnent¿rl poclíatr ser objeto de ex¡rcliericia y al:'riisis corr inrlepe¡cle¡c1r
de srts litnciol'les sociales tradici¡nales. )jsta se¡t:rlzición instltucion¿rl c{etcl.rrri-
nír la t:t'caci(rn de una c¿ltegor'ía c¿u':rt:terístic:t colno es la cle IlellasArtes t¿luro
q.izhs c.rro los ensiryos 1, ros rr-ataclos escr-it.s p.r los i.telectr¡ales, (Shincrl
200,1 [2001]: 134).
DE Lo crv¡¡¡¡rocRÁFrcoA ro TELEVrluo I ,49
I
ge'cral, para shi'er; es una in'cnciór-r europe¿r qrre tiene al¡¡o nrírs cle
cioscientos años de edad.
se lleea así a una cuestión q'e pe'nrit.ir.á intr-ocl'cir clil-ecta're'te a
nr¡estro estudiante en el caso cle ia asirnilación cle la lbroerafía. Segírn
Slriner, clesde e'tonces, se han claclo ura serie de'ro'imie'tos cre r*i,rikr
ci,órty re.sistenci.a (en fünció* de Jos objetivos cle esta exp.sició' rlr) rne
cletendré aqlrí e'los procesos de resistc'cia). l,a operirciír'cle asimil¿rcir.r'
-ju'to con el propósito cle las'angr¡ardias e'e1 sigl'XX de "c*n-rplir.co'
la vie-ja as¡riración cle qr.re 'arte' y vicla se r.ecoltcilien', (Shiner;
200.1 [200 ] l:
21)* es ura de l^s grandes resporsables cle que, cor'o t¿rnrbié' r.ecucr-cla
Shir-re4 "actualmente nadie plantee objecio.es :r que casi c.alq'icr.
cosa
sea consideracla'ar"re"'(?l). ieué es, par¿r shi'er, la asi'rilació'?"' L.r
expiica de Ia sigr-riente fbrma:
.'.la firme expansión del doniinio de l¿rs bellas artes desde su nricleo r>r-isinal
en la poesía, la n-rírsica, la pinnu a. lir cscultur:r y la arcprirecqru.a (acre¡r:'rs
cre
la daDza, la or¿ltlori¿I, etcétela) hasta l¿r incltrsión clc las lrue\¡as al.tes ant¿rll()
excluidas, como la fi)rof{r'afía ¿r firales del sigl. XIX, el cirre, el.iazz, y el ,,^r-te
pr-inriri'o" a pri.cipios del siglo XX, las ar.tes en nreclios "¿Lr-tesa'¿rles" c_lescle
los ¿rños ci.cuenta, la rnÍrsrc¿r electró'ica y el per-iodisr.o <lescle Lrs
aüos sesenta
'ue'o
i; desde los setenta, casi cualquier cosa. (30g)
teller presente cierta discusión que se est/r cl¿rndo etr rel¿rción con esa
asirrrilación. iPor qr-ré? ¿Acaso Lu J'otogra;fía 1t.0 (.\ '1o1, cutt? iAcaso no es reíic-
cionario neqarle ese valor a la práctica de muci-los fbtógrafos? tNo se bas:r
ese jr.ricio en lln respeto a una clasif-rc¡rción entre "artes mayores" y "artes
r¡lenores" que hace tiempo debería haber siclo abanclor-racla? Por supuesto
que ilnportantes desarrollos pueden ser considerados artístic<>s -r' cle he-
cl.ro lo están siendo desde hace tiempo- 1' que grancles fbtógralbs clel sielo
XIX y XX han producido fbtosrafías qlre, en cierto nivel, pucden ser.
valoraclas como ar-tísticas. Pero lo impor-tante es que nuestro es[ucliante
ar'¿urz¿rdo cntienda qnc ei terna no conclul'e ;rhí: enscgrricla se advertir-¿i
fblrrula con cierta clariclad ct¡ál es e I lol dc la lbtografía t¿rnto en rel¿rción con
lengu:rjes anteriores como posteriol'es a su e!n( r'eencia cr.¡ la vicla soci:rl.
D¡ ro crr.rE¡¡arocRÁFrco A ro rELEVrt,uo
]
z5 r
''' N,, rle voy zr cletener itqtrí en sus tesis gerrer:rrcs, pero
-sil)tetizantlo- cliría rltre
sc corres¡ronclen (:olr su perspectivzr "rn:rc¡o,': la cr.isis clel arte es la rlcl SB,,\
sru-¡1-ido en el siglo XVIII, y lo q,c cabc espel-ar cs el surgirnie'rr¡ cle rrr rercer-
sisterna, "l¡ás allír clel antiguo, al cu¿¡l no poclernos r.etorll:u, y clel nrocler-no,
r¡Lrc rnrrchos lLrchan ¡ror super¿u-" (SIriner, 20{)4
,." (-lito L, qrLc Slriner.(:()0-1.
[20011: 3g).
,.igLr:rl
[2001]) clice soltre csie pt.r.tceso: r}re tnucll:ts otrAs
cosas sru'gidas con la Ihrst|acirir-r. Ja idea ettrol)e¿l cie las beilas ilrtes se pel)s(i (1)rno
rulivel'sal' I)esde entonces, los ejércitos, los rlisioneros, krs errrpr.esarios los inte-
),
lectuales curolleos y nortealrericanos se han esnrer¿rrlo en conseguir.qrre así lirera.
Lr>s estucliosos v los cr'íticos aclsclil¡ielon la creaciíln dcl alte:r los antigrrr¡s
t.hirrr)s
y egi¡lcios, pero Poco clesptrés cle que se irnpusiese fiLrnelnenre la cioulinacirill
crionial e.rt'opea, altistas y críticos clescubrieron r¡re ios
¡nebkrs contluisrac¡rs clc
Aliica, Améric¿r y cl Pacílico hacíir riernpo qrre poseían algo llanrackr ,:irte
¡;riuritr
vo'. l:sta asimilación cle las activicl:rdes y krs artef:rctc¡s ile trxlos los prrebJos y Ias
é¡roczrs ¡r:rs:rdas a nuestr¿rs nociones ha csnclo vigente chrralrte tanto ticnrp,
c1¡e :c
da por sentzrdzr la r¡niver.salidad de la icle:r eur.ope¿.r cle ar.te,' (22).
254 I Manro C¡nLor.r
I
clecir que cleba impedirse a los museos y a las distintas institnciones qr.re
habitualmente la ef'ectÍran que reaiicen esa o¡teración -tanll)oco creo qLre
sea posibie hacerlo- pero sí que puecie insistir.se en la imltor:tancia de que
-colDo lo expresa Shiner en distintos lusales- cada vez que realicen aleu-
na asimilación, dejen rnuy en claro Io qlle están haciendo.{'t
El segunclo arsumento de Shiner es n'rás problernático y no rne quecl:r
más que tornar cierta distancia cle é1. Me refiero a la fbrma en que ex{.iendc
su hipótesis sobre el proceso de la división de las anes en el siglo XVIII
haci:r el desarrollo posterior par-a interpterar- el proceso de asimiiación. Es
decir, me parece que su intelpretación de la asimilación cle la fbtoqrafía a
través de categorías como arte/artesanía y artista/artesano posec ciel-tos
límites. Cito, pala ilusn-ar lo observado, un señalamiento que l.e¿rliza en
"La asimilación cle la fbtografía". Luego cle expresar qlle, rr¿rs 1a emergen-
cia de la fotografia, pocos fbtócrafos intentaron hacer arte clur:urte las
primeras cr.ratro décadas, dice:
En el delt¿rte sob¡e la fbtografía ell cuanto arte qlre se suceclió, las dos
posiciones se clesenvolvieron en las nrismas polaridades del rnoderlto dis-
cut-so del arte: el enfientamie¡rto de bellas artes ir1lr:r?¿.J iu-tesanías se <lrnvir-
tió eu intelecto 2,,¿lsz¿r mc-canismo, at tista r//?J?¿s artesallo lnlrtó err illlagill;l-
ción zr¿r:s¿¿s destreza técnica, cstético u¿r:st¿s instrunie¡rtal se o.adtrjo a la sola
obr¿i vista por- sí misnia z¿n¿¿s múltiples copias p¿lra su uso v cliver-sión. (3 l 11)
Y¿r ctr cl Prcfiicio cenel'al de su libro había señalado: "Una de las lecciones c¡rc
aprendí en mi lucha ¡r<lr cornprencler lo que ocunía cuando los ol)jctos l.ituales
¿rfi-icanos o inclo¿rmericanos se tl-:ursfon¡ab;rn en arte en el sentido rnt¡clerno es
que instituciones t¿rles corno el mr¡seo, la sala de conciel-tos y los cu,n.ítttkt, c1e
litet-atura habían sido detelminantes en l:r constitucirin cle las obr¿rs clc alte. Nfrry
prorrto llegué a la conclusión de que ya no poclíarnos seguir. hacienclo estótictr o
histor-ia v crítica cle arte, rnúrsica y litel-atura rlel rnc¡ckr traclicional. Me ct¡nveltí
entonces en rrna es¡tecie de pesadilla p:u'a rnis ct¡les¿rs t¡niver.sitar-ios, rer:larnítn-
doles que cnando se ocupal-an del ':rr¡e' chino, afiicano o indoarner-icarxr, hicie-
ran ¿rls¡rin tipo cle :rdvertencia prelirninar- en sus r:studios. Nf is colegas con r.azrin
exasper'¿lfon, puesto que con tocla seguridacl creían que emltrendízin con dedi-
cación y esnlero sus fespectivas tareas cie investigación y kt único que qrret.ían era
seguir adelante con sus trabajos de estética. Nfuchos de ellos estabar clispuesros
a achritil que el sigrriiicado cle ':rrte' poclía dif'er-ir cle una cnlttrra a otr-a o que
había canrbiaclo descle el siglo XVIII en aclelirnte, en el rnarco de nuestr¿r cr¡ltur-¿r,
pcr-o no pensaban que las diiblencias culturales e histtiricas ttnier-¿rn las cor¡se-
cuenci¿rs sigrrificativas que yo les atlibr-ría" (I6-I7).
D¡Lo'\EMATocRÁFrcoA Lo leLivlslvo
I
L 255
l
"' tL1ul1]9 lo señalaclo po. Anclré Bazi. cn "c)ntoiogía cle l¿r iurager fbto¡;rhfi-
ca" (2000, [1945]: 28): "Por ¡rrirnera vez r¡na irna¡¡en clel ,r,,,,.ú, .*t.,ri.,r r.
fbrnra ¿utomátic¿¡mente sin inte.ve'ció' c'ercb'a pol- del honrbl.e,
l)al-te
segútu uu cletet'uinismo rigutso. La pelsonaliclzrcl clel fbttier.alir sírlo e¡ttr¿r err
juego en lo <¡ue se refiere ¿r la elccción, orielrr¿rción y
¡reda¡;ogía clel f'e¡ri¡rc¡6;
por muy patente que aparezca al términn cle l¿r obra, no lo lrace con el rnisrno
título que el pintor". Toclas las artes están lirnclaclas en l:r pr-esencia clel i-rornblr:;
tan sóln en la foto¡¡ralía gozarnos de su auser.rciir" (28).
I
que mirar a través de ella, en el sentido e'que "a tl.avés cle" irrplic¿r tr.alls-
pare'cia' 'l-ienclo a creel'que cuando pasó esto la clistinción entre los que
están ade'tro y los cle afüera, e'tr-e especialistas y pÍrblico, se hizo
oscura elr
sí nisma. ver la pintura como un mero pinta. significa verl:r crescre el pu't.
de visra del artista. (g7)
r"'curnpliendo,
si se q'iere, aqueilo que Lady ]Jastlake rrabía exprtsacro: riberar-a
la pintura cle la esclavitucl cle I:r irnitacirin.
"" Puecle recoLclarse atluí la exposició' cle Danto sobr.e el libr. del histor.iaclor
¿¡lernán Hans llelting, lts inrágt,es anrts tl.t ra ua tJcr l¿11¿, r-ecr¡per¿r(la
ell "lll
dil-ecto es una técnica de lo ¡eal". para Belti.g, las imá¡;enes procluciclas
err el
occidente cl'istia'o clescre los tiempos.orror-ro, hasta ei'r400, no pertenecíirn
zrl ar-te; dice Danto: "riso no significabzr que esas ir'ágenes
r"ro fueran ¿'.re en .'
se.rtido arnplio, sino q'e su conclició' artístic¿r no fieul-aba en l¿r elab.r.ació.
i
258IMARToCARLóN
I
través clel reconocimiento del holubre (e1 artista) de Ia époc¿ comr., senio
creador. Esa creación puecle vehiculalse a trar'és cle cicltos lengua-jes,
que soll los que le perrniten cxpr:esarse (que ie permiten, dicho cn otlos
términos, generar operacioues sociales ¡:roductoras cie sentido): la mir-
sica, la literattrra, v las artesvisuales cons;rglaclas en el c:rmpo cle las ar.tcs
liberales por su carácter mental, no ntartual, descle el I{enacimie nto (l:r
pintula, escultura y Ia arquitectr-rra). iY cr-rál es la razón, profut'rcla. cle Ia
incornpi'rtibilidad de lo fbtográfico con el ar-re , que pese a c¡ue ha teniclcr
tur inelreso tan triunfal en los rnuseos lrace que ese ingleso Scnerc tant¿rs
resistencias? Que a diferencia cle los lenguajes del SIIA rto Ntunti.ilr por
conltleto la cxpresi,ón ltunmna,. En la definición clel arte que sc consasra
tras la emergencia del SBA inter-r,ienerl, como señala Shiner, clos elelncn-
tos: la naturaleza y lo hurnano. Pero en las fbtografías, aderuírs cle l:r
natnraleza y io hunrano, interviene un telcer elerncnto, una climensiírn
técnica (ya no rnanual) que excluy'e Io humano. Y cada vez que se c-lercc
sobl:e las fbtografías una lectura a pattir de cr-iterios exclusivanrente
artísticos v se desconoce esa clirnensión, se está pasando pol alto su
uovedad, dada por su poder técnico-ref'erencial.
Este ¡toder ref.'erencial es reconocido ltor el propio Shinel en su expo-
sición. Es el tercer argunellto al que quería hacel ref'ercnci¿r. Recuexlo
cómo cierra su exposición sobre la fbtografía cn el firlal rlc "El auge rle la
fbtografía como ar-te":
de las misrnas, cl:tclo qtre el concepto de alte aírn no hal¡í¿r a¡tirrcciclo r.eahnente
en la corrcienci¿r colectiva. ltr.l consecuencia esas imágenes <le hccho i<lr¡ros-
tr¡r,iet-on un pa¡tel bastante clilcre¡tte en l¿r vicla cle las pet.sonas clel r¡rrc trrvie-
lc¡n l:rs obras de arte cuando ese concepto apalecir'r al lin y coltenzri a r-egir
nuestr¿l rel¿ición con ellas algo semejante a unas consicleraciones estétic:rs. Ni
siquiera erau consider¿td¿rs en el senticlo elemental de haber sitlo prorlrrcicftr ¡;ot-
¿u-tistas, seres humanos que h:rcían tnarcrs L-n unas super"licies, sino qtre er-:rn
obselvaclas corno si su origen fuera rnilastoso" (D:rnto, l99tl [1997]: 25-2{i).
D¡ ro crrueru¡rocRÁFrco A Lo ,r,ru,r,uo i 259
I
Al deciclir- que la fbtogafia del sieio XIX pert'rece a LuI rnlrseo, al clecidir.clue
pueden aplicar a la lbtografia los eé'eros del discu.so estético, al cleciclir que el
moclelo histór"icoaltís¿ico se adecua per{'ectamente a esre Draterial, los irlvesti-
gador-es lecientes cle la lirtor¡r-afia han tomado (antes cle tiem¡ro) rnt¡ch¿rs
clecisiones. Por un lado, han lle¡4ado a la conclusión de clue clete.nrirrarclas
i'ráger-res euu-r1-rairr4ai (en vez dc z.,fuk,r) y cree n saber a qué cliscurso peftenecen
dichas imásenes y qué es lo que rcprcsenta'. por otr o (aunqLle esta co'clusió'
v:runida a la pr-inrera), han decidido que orros conceptos fu¡lclamentales clcl
discurso estético ¡:ueclen apliczuse a este archivor.isual. Uno de elkrs es el cg¡cep-
Lo de rotískt, corr la correspolrcliente idea de progreso continuaclo
e illterrcional
alqtre clenorninanttan.eta..Elotro es la unidaclcle unaoárr¿. Sin enüargc¡, pueclc
afirrn:use c¡ue la fbtogr-afia topog'áfica del siglo XIX .o sólo tie.cle a rcsp'l-
'o
dal'estos té¡rnir-ros, sino que incluso los pone en cuestión. (l 56)
"t' K.n.,s, cita soblc este telna a Allar-r Ti'achtenber"g, qrrien expliczr que es:rs firto-
gl-:rlías fueron tom:rdas en el ¡n¿ttco de un proerzrnia al rnis¡¡o tiernpo cier-rtí-
fico e industri¿rl, en el que lars expcdiciorres al Oeste plonrt.x'iclas ¡ror el gobier--
no preteucií:rn l¿rcilitar el acceso ¿r los recursos minelalcs necesarios ¡rar':r la
inclustrialización (I(rauss, I996 [985]: 146).
"r'?rmbién se puede hablar, conro lo he sosteniclo en rnírltiples opoltuniclacles, cic
cn,unci.ttci,ón to¡zst,tucLiaisla. Es un:r fbrnlulaciírn ¡rrecis:r, segirn mi entendcr, r' r¡rre
en este caso permite evitar las múltiples com¡tlejidades que la considelación cle
la firnci<in ¡roética er-r estos discursos aczirte:1. Pero, ies conveniente evit¿rrlas?
D¡ Lo cilv¡,r¡atocRÁFtco A Lo rELEVlr,uo
| , U,
I
desde este punto de vista, entonces, qne sucede aquí algo senrejatrte a Io
que aconteció con Ia ernergencia de la fbtografía en el siglo XIX. Si consi-
deramos la importancia que la pincelada llegó a poseer luego, se vuelven
evidentes los efectos que la emergencia cle un dispositivo técuico inrlicial
posee no sólo sobre los demás sino, también, sobre la concepción misma
de lo artístico.
En el próximo ítem me concentraré en reseñar- la irnportancia clue
ha tenido la emergencia del directo televisivo sobre lo cinematogrírfico,
sólo comparable a la que, según acab¿rmos cle ver, tr.lvo la fbtoglafía
sobre Ia pintura y los lenguajes visuales represenrativos. Clorno ya ade-
ianté intentaréreahzar, incluso, dos acercamientos a este f'enómeno: por
un lado, fbrmularé una periodización acerca de las relaciones entre lc)
cinematográfico v Io televisivo, por otro, elaboraré un listaclo de alrunas
de las operaciones que lo cinematográllco l-ra desplegaclo, descie enton-
ces, para distanciarse de lo televisivo. Y f-rnalmente realizaré, hreeo de
haber delimitado esas operaciones, una írltima apreciación sobre la tr-ans-
misión de Roland Garros: tlataré cle cleter-tlinar con cierta precisión
tanto en qué nivel esas operaciones inten'ienen como cuáles son sus
eféctos enunciativos.
Ya adelanté varias veces que una iripótesis que pensaba lllantear el-a
que aquello que, cada vez más, se ha llegado a valorat a nivel clel len{¡Llaie,
como propio de lo cinernatográfico, está constituido, anre todo, por el
conjunto de operaciones que lo puedell ponerse enjrrego eu el directo
televisivo (el ejemplo paradigrnático ai que rne refier-o siempre son las
transmisiones de eventos en el modo puro). En esas translnisiones un
despliegre cronológi,co de los acontecirnientos es registrado y narrackr ¡ror-
un lerrguaje temporal unidintensional que produce enunciados de filelte
car'ácter asertiLto y reaLirta. Su carácter unidimensional se clebe ;r que el
directo sólo es multidin-rensional cuando rnultiplica los espacios )¡ punros
de vista -como lo hace, por ejemplo, cuando utiliza la pantalla ¡:artida-
pero el carácter unidimensional de la dimensión temporal sisue vieentc
debido a que los dif'erentes acontecimientos que se desarrollall o solt
per-cibidos en esos distintos espacios son simultáneos. "lengo la impresión
que esas operaciones son mr¡cho más semejantes a las que polte enjr.rego
el cine clásico, estudiado por IVIetz, que a las que despiiega el cine actLral
Dr Lo cr¡r¡¡¡mocRÁFrco A Lo TELEVrguo | , uu
I
"" Ert,ry ate'clienclo, por supuesto, ¿r un fe'ómeno cle clo¡ni'a'r:ia, corno kr hurce
Nfetz cu¿rndo dice que "corlientemente, el filrn cliisico es plenar.ncnte asertiv():
a{i'na ¡r,sitivanente qlle los acontecimientos se }riul desa.r'roll¿rdo" (l\,Ierz,
1974: 48-'49) (un cl:rro indicaclor-tle esto es quc en la sirrtagrnhriczr rnetz-ia¡a
poc:rs figur:rs alteran l¿r consecución, y qrle los lilrnes clásicos se encr¡entr¿llr
cl¿¡ramenfe m:is orgarrizaclos en b¿rse a l:rs figurirs de consecuciírn que a las
otras). Es clecir q.e no ignoro que esos rnismos fil'res, a tr¿¡vés de rec.rrsos
corno' por ejernplo, elltL*b*ch y el .fl,a"sbfinttt,rzl, alterar'on también l¿r croro-
locía y desarrollarou lectrrscls específicos parra articrrlztr relatos. \' muchr¡ rne-
llos que los dcsarrt¡llos nlás at-tísticos v vangualclist:rs, conl() el expresionisurg
alemíur, la varn¡malclia l'us¿r, etcétera, ¡rrclchrjelon rlúrlti¡rles :rleianrienros clc las
oper"acioncs c:rr¿rcter'ísticas del cliscur-sc¡ de relerenci¡.
"" Al señala' esto ro me estoy reli¡iendo a la cre ra exper-ir-nerrtació',
quc puecle llega| a ser. ru¡rturista, que sí creo 'al.ración
más r-estringid:r v Prrpi:r cle
qrtienes se ellcuelttrltll en un distintc.r nivel cle escolaliz:rción en r.elació¡ c6r]
Ir¡s desarrollr¡s del alte co'tel¡lpol'íuleo, si'o a que, ¿run quicnes ha acce<'li-
clo a esa escolarización, tampoco r,:rlor:rn espccílic.mente los c'liscurs.s '. que
les ofi'ecen ni'g.na .oveclad de ac*errl. a s' expe'ie'cia, quc cr.r er nivel '' cle
k¡s discrtt'sos ¿rucliovisuales está fuertelnente tlabajacla por los clisctrrst¡s televisivos.
Ln otros términos: que cuanclo ven un film esperan ver algo distirrto que lo qLre
les ofiece el clir-ectc.r televisivo (y r-ro sólo a nivel cle lo re¡rresenraclo).
I
por ejemplo, que ya no hay más cine que tr.abajc ponicltcl.j en.jueeo un
conjunto de operacior-res sernejantes a l¿rs dcl dir-ecto televisi'o (v al cine
ciásico), y mucho rnenos que, a través cle esos .ecursos, no se generen aull
grandes filmes. Lo que se estír intentando. rnás bien, es plantear.nrr rnoclc>
cle r-eflexión que no ve a Ia histo'i¿r clel cine conlo ur clesan-ollo en sí
mis'ro o que, a 1o surno, atie*cle a su vínculo cori l¿r literatu'a y, clc r,ez en
cuando, con la historieta o el animado. o que, conro sr-rcede habituzrhnen-
te, cuando debe constntir un polo diferenciadol-, terlnina atenclienclo sól<r
a los desa'r-ollos del documenral y oi.'icla la extraorclin¿u.ia i'mpción clel
clirecto televisivo en la vicla contenrpor.árrea.
iA qué operacio'es rue refiero, el1to1rces, cuanclo cligo qr-re solr pro-
pias de lo cine'ratográfico, porque son específicas del le'guaje, valorailas
qeneralrnente como artísticas, y que se distancian de las puestils en.jucgr_,
por el dilecto televisivo? A las que ul,teran rt, tra.ués tlel Lerrytm.je cittemu,toglti-
Jico el ortlen ct'onológ'ico, exploran la mtLltid:intensi.tnrurida,tl i,uttporal tl.el gt.ubarkt,
.subui,ertet'¡, el carácter asertiuo de La. enunci,a,ci.ón y
ln"odu,cen w.¿ extra,ñ,atniento rfu:|,
carácter rea,l,i,sta, de la. relresentación. Esta situación actual de io cinematogr-ri-
fico, en rni opinión, es distinta cle la que N,Ietz encontró en su cstlrclic¡ tlel
cine clásico, y no creo que se cleba sólo a las bÍrsqrieclas r}re er ciiscurso
ar tístico, elr sus distintos desarrollos
-cinenratogr-irfico, liter-¿u-io, plástico,
etcétera-, füe ciesarrollando a 1o larso clel siglo XX. Es deci'que creo clue,
tambié', se deben a r-ura búsqr-reda de a1e'jar'ie'to clel cliscurso r¡lre e1
directo televisivo imPuso en el siglo xX, tanto sracias a su nc¡r,ectacl, la
torna directa, corno a que se vio favorecido
Por una red cle clistl.ibución sin
prececlentes en la historia social.
A continuación presento Lrn esqLlenra, total're'te tcntativo, cle posi-
bies etapas de esta relación. N4e baso en obser-vaciones de ¿rutores mirlt\rles
1'propias. si lo pr-ese'to es básic¿rme'te porque c1'eo qLle ayr-rclarír a coln-
prender muclro rnejor la índole dc la operación analítica c}le esroy t.r-atanclo
de plantear. El esquema trata de da. cuenta de ra situació'y l.-rs *lacio.es
que en el tiernpo se dieron entre lo cinematogrírfico y lo televisir,o, per.o lirs
fases no pretenden ser exactas (como se verh, no hav fecrr:rs, rnz'rs allír de las
obvias) y tampoco prete'de* cla'surar u' o'cle': es
¡rrobable c¡ue haya
etapas que no han sido consideradas así como Írmbién puccle que aiglln:rs
cleban ser redefiriclas. Soy consciclte de qlre más que un r¡oclelo ¿rcabaclo
esurl esquerna que pretende ser útil p:ua desencade[ar un trabajo, un
moclo de reflexión que atienda a la relación cntre estos grancles lenguzijes
conteulporáneos, tratattdo de distanciarse cle las l-ristol-ias sólo "i¡ter¡as"
D¡ Lo clr.¡¡,r¡nrocRÁFtco a Lo TELEVtluo ] t U,
i
del cine )' cle la televisión. Más que corno Lrna propllesta cc'rracla clebe to-
lnalr-se,elltollces, colllo utla estiurulante agenda de discusión.
a) E,t.rg'enci' y consolidnció,, d.t lo cinema,t'gvúf n: est¿r prilnera erapa
chra desde el origen del cine hast.r la emergencia e inst¿rl¿rción ile lo televisiyo.
surge' las prirneras ligrras de montaje que lueeo se estabilizan y cla' ori-
sen, er su desarrollo ce'tral, al montaje clásico, clel cual, corno se h¿r'ist.,
iltentó dar cue'ta la si'tag'"rática metziana. como lo ir-rclicó el propio x4etz,
clorninaba arnplia'rente, en este cine, una e.unciaci ónaserti,rri(co'
alqu,r",
fleairas sub-asertivas, co'ro el clurati'o, pero que cn.stitnye* fiag-
''ontaje
lnentos excepcionales en los filmes)
¡ en lti oitinión, en compar.aciór, a io
acontecido en desarrollos poster.iores, relatos cr-onolírgicos.
"" ]il_cine, clescle que se .p¿lrtó cre ra nar'¡acirin clirsica *rr l,l
r)roceso que r:rn-
bién crxnplende :r la litel'arur'¿r- no ha clejaclo cle rrostr-:rr un arnplio
c¡rrrri¡io
clecstosl'eculsos.B¿rstacorate'cleraalg.nosfilr'escle losg0,colno oítu.r,adtJt
ringck* (slrort
¿r.¿ls, Ilol¡err Alrr¡an, rggz) o Tiultos vior.¿¡tros (rr.rp
Fi(tiorL, errcrrri.
Thr¿rntino,
1994),enlosquc'losacontecinrientosc¿rsualesru,r.rlrr,..,cleir.nrr¡¡:ir"
rmpfevlst¿lmente
y tol'cef definitivamente el clel relaro, para aclveitir
cómo el manejo de estos procedimiertos se ha^rmbo
consoliclaclo.
I
Antonioni a los que se refiere Eco serían un ejemplo dei período. Ahora,
siguiendo esa reflexión, se abren varios intelrogantes, en particular en
relación con el cine surgido a partir de los 50 (pienso, entre otros, en los
desarrollos de la Nouuelle Vagte). iEs posible cousiderar a filmes como,
por ejemplo, Hace un t¿ño en Nlarienbad (Lrm,íe d¿tniiru a Mañen,[¡a,d, Alaín
l{esrrais, l96l ) y Sin Al.iznto (A bou.t de souffl,é, .lean-L'tc Godard, 1959), no
sólo por sus vínculos con la litelatura, la cr'ítica, la historia del cine y la del
clocumental, sino a partir de su r,ínculo con lo televisivo? El film de l{esnais
aparece, en todo caso, como unir violenta leacción, en todo nivel, a ese
discurso (tanto en el de la organización del r-elato como erl el de la telnpo-
ralidad y de la enr,rnciación). El de Godard, qr-rizás, colno un cliscurso c¡re
realiza un doble movimiento. Por ladc¡, a través de sus abruptos cor-tes,
deconstruve y fiagmenta la unidad cle las escenas, e itrlelr-umpe la couse-
cución tal como es tratada habitualmente por lo televisivo. Pero por- otro,
trabaja con planos secuencias de exteriores que iracen recordar el impircto
que deben l-raber producido las transmisiones televisivas cotidianas descle
exteriores en una época en la qr-re el cire se filmaba aún dorniuanteürente
en estudios (en estos casos, si se dejan de lado ciertos aspectos, novedosos,
de Ia puesta en escena, los planos secuencia convocan a la cornparación
con el discr.u:so del directo, y parecerl posibles de ser pr-odr,rcidos, incluso,
por lo televisivo, al rnenos en su estado actual, clado que parecen material en
"cludo", es deci¡ registrados en directo v pasados en grabaclo sin eclitar). En
todo caso, considero que este eje no puede dejar de ser teuiclo er cuer)t¿t,
dado que nos encontrarnos en el período cn el que el ciue entra eu una
profunda crisis producto de la ernergencia de 1o televisivo, y cuesta creer que
una elnergencia tan impactante, que instauró con tanta fuerza en el centro de
la vida social un tipo de discurso sernejante al cinematogr'áfico pelo a sll vez
específico, sólo haya afbctado al cine eu su dimensión económica. En un
-lomás -Iurrent en la ciásica Hilorr¿¿
affactivo párrafb, la puesta a] día de Pérez
dzl cine m,untfial de Sadoul (2000 [967]), da cueuta de esa crisis y cle alg'unas
de las soluciones buscadas por los gr-andes estudios para superarlas:
ver la crisis del cine tal como se present¿r en Holll,lvoocl. \¡arios l.riscoriaclo-
res, entr-e ellos ()eor-ges Sadoul, coi'ciden en señalal-el airo 1950 como el
del inicio cle la c.isis en Hollywood q.e va a terler corrr. resultach el fi' de
la hegemonía de las sl'a'des casas productoras. La pr.oclucción cle filnres
baja cuantitativamente hasta liega. e' l g54 a s. número anual rnás baj<r
clesde los airos 20: 253 filmes. Según los ma{¡nates cle la hasta ento.ces
próspe.a ird*st.ia la causa única era el rápid. desar.roilo de la tcievisiólr.
Para contrarrestar ia crisis, se buscaLorr fii.nulas: ra proclucciírn de
'arias
filmes espectaculares, apro.i,echa'do nue\,os pr.'cc<limientos téc.icos
(cinc'mascope, cinerar'a, r'istavisió¡r, etcétera) la creació' el clesar¡ollo cle
1
los autocinenras (rltiue-i,),las producciones e'el exü-anie.o o las coprochrc-
ciones La política de las srarcles compariías f*e.educir.el v.rumen de su
prod*ccirin para ¿rurnentar s* espectacularidad y costos, de &rl m;rnera que
estos irltimos alcanzaron cilras astr-onórnicas, seguramente I¿rs lnás altas en
la historia del cine. Gr-a'des espectiiculos e' color; r'econsrrucciones histó-
l'icas monume'tales en pantallas eiga.tescas: se tr¿rtaba cle oli-ecer al espec-
tador aqueilo que no le podía ser ofi'ecido p.r'la peq'eira pa'talla caser-¿r en
blanco y negro. (497)
no sólo por mt cantbi.o en el tantaño d,tl soporle o por rnayores costo.s de lnntlttcciórL
t'olcados rt niael de la repre.sentaci,ón.
268 lMnnroCanrorv
I
esto r-lo impide, ltor sllpllesto, que ciertos filmes cinern¿rtogllificos se:rn t:lnl-
bién oblas de vangualclia).
D¡ ro clru¡,r¡nrocRÁFtcoa LorELEVtsuo I tU,
I
Otro lecurso narrativo planteado a partir cle otr-a posibilidad técnica del
video, la marcha hacia atrás por el dynantit hrtching, es usado de maner¿r
contundente al repasar situaciones con los personajes de Beck y su espos¿r.
Una vez pasado el tiempo de la muerte y el funeral, en el presente clel paso
clel video, algrrnas escenas claves clel
periplo a Suiza -él furnando mar.ihuan¿r
fi'ente a la tumba cle lJakunin-, la ceremonia relieiosa y su poster.ior.entie-
n'o, son vistas en reversa, en una acción lírdica que cuestiona el paso del
tiempo y la posibilidad de un rerorno a tiempos pasados. Este efécto no
fiurcion:r como un.flashbnch. que repite elplnre de algo ya visto o erabado, sin<r
que apar-ece corno Lln lesultado metafórico en el cual se irn'ier.te el paso
estándar de la visión del sintasma, para ver las mismas acciones pero inver-
tidas. Es aquí donde 1a elipsis riene un valor dif'erente al d.e un/la.th.bru:lt
tradiciorial, en todo caso es una elipsis que parte desde el final de la acción y
terrlina con su comienzo. El ctrestionamiento de la inever.sibilidad del pascr
del tiempo es explíciro y fünciona coruo una invocación del arniso lnL¡erto,
dernostrando la posibilidad de revivir acciones de otra nlanel'a que e¡t su
sin'rple devenir- tal como flreron grabadas o mostr¿rd¿s en tiempo r.eal. (160)
Cor¡o se acaba de ver, la ¿lecciótt rlel tli..sutrso rlel di,recto talettisito corno
aI del,ui.d¿o (ota, es evidente en el análisis v 1a
rJi,sctLrso d,e referen.ci,a o'buesto
valol'acién por palte cle La Ferla de la obra de Paik."'t No creo que ese
"n Sobr" los l'ecursos puestos en.juego por elaidaoart,c, puecie consrrltarse al atrac-
tivcr ensayo de Philippe Dubois (2001),|/idn, t:inc, Godnrd, que ar.lernás cle
rezrliz:rr un f-ecundo análisis de los pr'ocedimientos del orclen del lenguzrje,
270 I M¡nro C¡nLor.r
l
gesto carezca de correlación con el desarrollo más general cle esa pr-áctica
artística, que por su vocación experirnental se distanció, se¡;r-ur se r.eiata,
del discurso del directo televisivo e, incluso, del cinematosr-áfico.
Me concentro ahora en Io cinematográfico. Entiendo que, también en
este catnpo, cada vez más los recursos que tienden a considerarse verd¿rde-
ramente cirematográlicos sorl aqueilos que dependen de la especificidacl
del lenguaje y qr.re se aiejan del discurso del directo. Doy sólo tr.es oper-acio-
nes, y expongo una serie de ejemplos -la rnayoría intencionalmellte torna-
dos del cine de Flollywood de estos últirnos años- sin resperar ninsún or-
den, tal cor'o se me aparece', dado que io importa no es clemostr-ar n':r
're
tesis histórica (esa es una tarea mucho más ambiciosa que la que me he
propuesto l'ealizar con esta fbrmulación), sir"ro plantear algruras hipótesis:
despliega una profund:r revisión de los trabajos de.|e:rn-Luc Clodarcl, cle cuy:r
lectura emerge la iclea de que su obra, con permancntes cl.uces entre lo cine-
matográfico, lo videogr:,'rfico y lo televisi'o, es una compleja explor.ación de los
lcr rguajes conternpor'áncos.
DE Lo cltrlEru¡rocRÁHco A to TELEVI'uo ] ,, ,
I
b) Alteración. rlel carrí,ct¿r rcalist., d.el di.scu,rso: en oltosición, ofi^a \¡ez, al ciiscur-
so clel directo televisivo, pero esta vez en términos, si se aclmite 1a expresión,
morfblóeicos. se produce a trar,és cle un conjunto de proceclimientos, per-o
rne cletengo en dos: l\ retori.zaci.ón, en, al ni,reLfonnal, d.e las secuencins: fbnónleno
qne antes se proclucía pr:incipahlente en los filmes más altísticos y alejaclos cle
l¿r coniente pdncipal, y que ahora se 1o encuentra por doquier (incluso, rne
la^s aui,on,e': que ya había comenzado, por ejeruplo, c' r.s cresar-roll.s clel
slxtglLctti uestern, que en los fihnes de ¿rcción había generadg pzrtrgnes cle
comportamiento actoral lejanos de los de los filmes clásicos
-tanto a tr-avés cie
descripciones qlre generarl extensos extremacra'rentc ,,.orosos
'romentos
en el desanoilo de determinadas escenas, como cle aceleraciones cle las ¿rccio-
nes que las lievan a veces, casi, a su
invisibilidad- pero qne, descle entonces,
"evolucioraron" ari' rnás produciendo, por u'laclo, un conju*to dc core'-
grafías cacla vez rnás irrealistas v exagcraclas en las peleas en los filmes cle
ficció' (co' Iuchadores que "vuelan", r-asgo que, como es sabicio, clistingue a
atI.tt"ix, de Andy y l,arry wachor.vski ( I ggg), perc c{ue también se e'clrentr-a en
El tigrz y el dragón (Crou,clting I:ige r, Ilidden Dragon) (Ang Lee, 2000), e, inciu-
s<;, en Héroe (Zl-ra.g Zhimou, 2002) y; por- ooo, u'a especic de ,,realisrno
descriptivo" de disti'to grado del que erlrr-ega el clirecto, craclo que'o se
tletiene aute Io microscópico o aun, en ia clescripción cle nundos no accesibles
clescle la visión del testigo ocular': cl interior cle un ar.rna crranclo clisp;ua ((ril
/illl, Que'ti'Táranrino, 2003-2004), la sul.rjeri'a descle una gora qlle cae e
irricia una tempesrad (In pasión de cti.,sto. T-ha pu-sion of the ch,rist , N{el G.ibson,
2004) o unzr imagen tipo racliográfica del interior- cler cuerpo huma'o c¿rda
\¡ez que un boxeador rccibe ciertos golpes (.&J Lucl¿uclor. cntde¡zLkt n¿r¿r¿, Ron
Holar-d, 2005).
"t'Úl¡isro cornentario sobrt l¿r tr¿rnsmisión cle la final rle Rolancr clarros. \,¿r se h:r
señ:rlado quc es exce pcional. Arnel"ita, por- eso, el sigrricnte intel-r.oaal.lte: ¿Jrasrra
I
clásico) muchos recursos que distancian al cine del cliscruso clel clil-ectcr
televisivo se habían desplegado antes de su enrergencia y siguier-on ha-
ciéndolo después. Pero creo, tarnbién, que la emereencia clel discurso del
directo televisivo terminó de clefir-rir r"rn polo opositor que estabilizó ur-r
cliscurso sobre la representación cle la realiclad, y c¡r-re cuando algo así
sucede en la historia tiene muchas consecuencias, por más que la crítica v
la teoría tiendan a ignorarlo (quizás porqr,le les resulte clernasiaclo obvio,
y estén siempre corriendo a dar cueuta de la dif'erencia del Írltino f-rlln con
cl anterior, aigo que es rnuy lógico).
Esra última parte se pr-opr"tso coltstituit-se colno un apor-te a los estu-
dios sobre la historia de ia expectación contemporánca, rr-:rtanclo cle sos-
tener'la hipótesis de que las r-elaciones entr-e ler-rguajes son rrlás conrplejes
y permanentes de 1o que habituahnente se cree, y c¡ue las definiciones cle
io artístico no sólo dependen de la historia "interla" de los lengr-rajes :rsí
considerados, corlo nos hace pensar, muchas veces, la tradición mociernisla
de lo nuevo, que para deflnir al "art.e" cle cada momento atiencle
clorninantemente a la comparación de unas obras con las anterioles.
Fue en esta dirección que me pregunté si 1a irrupción clel direcro televisivo
no estabieció un discurso que obligó a redefinir el del cine clásico, mucho más,
incluso, qr:e los desarrollos vanguardistas y marginales a la corrier-rte plinci-
pal, porque compitió con su misma franja, es decir, con su misrno larqzt. Si esta
hipótesis es verosímil, amerita qlre nos inter-roguemos sobre los eféctos qr.re
el discurso del directo te'levisivo genera acnralmente eu la sociedad, v ure
pregnnto si no opera colno un discurso de ref'erencia que, por oposición,
dóncle logra ¿rpartarse del estatuto canónico rrlra tl'anslnisión en directo qrre
practica semejantes clesvíos? Es indLldable que, cn cielto nivel, terrnina aléc-
t¿rndo el caráctet- t-ealista de la repr-esentzrción: los que-jueg:ln u(, sr)n ¡li,l.rntcs
¡rtoyectaclos en el cielo, el colol no es sepia. Semejalte retoliz:rción, lalcanz¿r
¿r ¿rléctar el cal"ácter ¿rseltivo de la enunciación? Lntiendo que no: cono ya dije.
define a io ar-tístico tanto para los espec&rclores rnás escoiarizados con)o para
Ios que han te'ido menos acceso a una lbr'ración específica. t-a clifbr-e'cia,
quizás, sea que opera con distintas inte'sidades: de'roclo mucho rnás fuer.te
para los rnenos escolarizados, que poseen con éi un contacto rlucho rnás
cotidiano y que carecen, a su vez, de conocimientos sobre los procesos histó-
ricos que han puesto e' juego recursos desvia'tes; cle nrodo implícito para
los escolarizados, tan irnplícito, que fr ecuenternente es oh'iclaclo.
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I La versión clel artíc'lo q.e abre este Dossier fue escrita en octub'e clel 2004
p:rra el nírme¡o 718, Los fbnnato' d¿ Lt¿ telcai.sió,, cle l¿r r-evista dzsrigliir, cle la
liederación L¿rtinoamericana de ser¡iótica. pero, corno suele s.ceder-, era u'l
teÍl¿l en el que vení:r trabajando. L,n 2003 h:rbí¿r realizado una
¡:rimer.:r presen-
t¿rción del rema a tr¿lvés de una exposició. e' la c¿'rted'a de Semiótica clc la
car-r'er¿r de cie'cias de l¿r comunicación de la universidad cle B¡renos Aires
(en la que me desempeño como Profesor Ad.junto y cuyo profesor Titulzrr. es
.f osé Luis liernández) y en .julio de 2004 había presentado ya una prirnera
(pero muy completa) versión escr-ira de este tr.abajo en las
.fornaclns cle la
I
q.,""1r,
Palabra de estos prnductores carezca de il-rterés por-que, "'nbroi,ro,
corno se ¡rocrr-ír
advertir clara're'te en las enre'istas, ro por.nrr,"ri.lnar fuer.o'e]Ic,s
quie-
*es desarrollaror) esta te'denci¿r (te'crencia que, no está cie'rás
rcpetir-r',
se basa en agudas lectr-rras cle ros cliscu.sos que
polle e' el aire la telcvisió').
Las ertre'istas realizadas co'firrnarr er i'terés crc la
¡ral:rbra cle ros
producto'es, que diero'precisas ref'ere'ci¿rs acerca clel orige'de
s.s
282 I M¡nro C¡nLóru
I
N{ás allá de las interesantes reflexiones que sin cluclas estas cntr-evis-
tas provocan, es indudable que blinclan cieltos resnltaclos sobre los cuales
vale Ia pena volve¡ dzrclo que el tr-abajo que abre este I)ossier Íue esclit-o
anteriorrnente a su realización y que no ha sido rnodificaclo.
Cr-eo que, en particula¡ lo dicho sobre Pexlotla, Nuestro.¡ ltecudlts, rte-
l-ece ser r-evisaclo. Es decir, creo qlre la calactelización clue realicé en cl
artíclllo básicamente no fue incorlecta, pelo sí qr,re fue incompieta, r, qr,re
ello se clebe, en parte , a que hace varios afios que el proerama no cst/l erl
el aire, y a qlle no dispuse entonces de suficiente rnaterial cle archivo'(se
evidencia en que es el progralna al qr,re le decliqué una descripciórr menos
profünda). Sigo pensando qrre Iterdon.u, NtLestro.s I'tcarJo.s no tuvo una líner
editorial en sentido periodístico, y que ese rasgo 1o distingue fi-ente i,r
Tbleai.sión, Regi,strad,tL -y entienclo que no es exager':rdo interpretar clue
Clastón l'ortal y Diego Gviltz coinciden t:r1 cste purlto- v que, en toclo caso,
colno se clesprencle de 1o expresado por el propio Portal, si PNP tuvo un¿r
lirea, fue más hnmorística, e incluso estética, que icleológica. Pero ¿rclviel-to
' I':sun ¡rroblema típico cle crranckr se estrrdia televisión, pc>r'sobre tr¡clr>, crranclo
se clecitie estudi¿u un plosl'¿rma que ya ha dejado cle emitir-se. La carencia ilc
al'chivos de scncillo zrcceso por pzrrte de los investigadores es uÍ)o dc los pr-in-
ci¡:ales problernas que lrov se enfientan, ¡rer-o está lejos cle ser el únicr>.
De Lo clrur¡¡¡rocRÁFtco a Lo rELEVtsuo I ,r3
. Pelo antes de terminar con este terna quisiera agrcgar algunos co-
mentaric-rs, dado que ia apariciór-r delbrirohga perioclístico tiene tarnbién
sus antececlentes en los medios r¡ráficos en esos años, y que ese clesarrollo
a.dmite la postulación de ciertas hipóte sis. Me parece qlle en cste lecolrido
no es pcisibie ignorar los fotomontaies rle l,ú,gi.na/12, que desde el inicirL
de ia décacla habían irrumpido con qr¿llr füelza en el periodismo at'get)ti-
no. Me refiero principahnente a los de Alejandr-o E1ías -de los rlue me
ocupé en Irna,get't d.e rute/itnagen d,e itLforrnaciótt (Carlón, 1994)-, quc ape-
lanclo a una tradición cuyo origen se remonta a las vangr-rar:dias, clesplega-
ror-r plincipalmente en las t-apas de Págirut/12 una sinsular fbr-nta <le dzrr
clrellt:l cle la noticia clel día. Ese desarrollo, que se basó en la tradición
dadaísta y sut-realista, pero tanrbiélt elr recul-sos como la repetición, car.ac-
terístico cle obl-as como la de Andy \\¡¿uhol, articuló cle fbrma no."'eclos:r
discursos cle orígenes múritiples (por ejem1tlo, l¿i tradición visu:rl cle las
vanetralclias, como acabo de señalarlo, con clichos o r-efr-anes populiires)" r'
lo hiz.o, corno diría Mabel -lassara (2001: 30-3 l) en su ref'erencia al
patcllvork posrnoderno, a tr-ar,és cle nna "mosfación deliberada de las
costuras qlre unen los retazos". Es esta opelatoria, que no esconde clue
está.juntando lo disímil, en una época en la que ias técnicas de pr-ocesa-
Doy irn ejemplo. La tapa clel 15 de ablil 1992 de Prígina/l2 est¿'r cleclicacla al
caso Vicco. Miguel Ángel Viccrr e¡a por clttonccs un ex secretalio plivaclo dcl
ex plesidente Carlos Meneln que había pzrsaclo a ser cletrclol incc¡blal¡le dcl
Banco Central. Su c¿rso h¿rbía sido clenrrnciaclo por l:r oposiciín clr ull:r rn:rnio-
lrra que el Gr.rbiel'no califlcó cle t:orte elecroral. Iinronces, según I'rítinn./12,
pala cleféncler a Vicco, el Gobierno ¿rntenazó con clifünclir una extensa lista cle
incoblables de la institución en la que se encol'ttr:11'í:ur irnportantes ligLrras cle
los rneclic¡s y la oposición. ¿Córno fue la tal)a (le Págitta,/12? Re¡ririó nrrrchas
veces una fi¡to de Vicco en la qrre ¿lp¿rrece saluclando (o clespidiénclose) e:r lrn:r
dis¡rosición oltogonai corno la qr.re solía us¿rr en los cuadlos en los que utilizal¡a
el recu¡so de la rtpetición Andy \\tzrrl-rol -por ejemplo, en OLutttt .lr.tr.l:its (lirut
fack.ies), \\¡arhol, 1963, err el que repitiír un¿r irnasen cle.|acquelir:re I(crrnecl_v
tomacl¿r del entierro de su narido- y le puso cornr¡ tírulo "Mal cle rnrrchos". Iis
¿reste til)o de art.icul¿rciones entlc una operacirin valrgu¿rr.clist¿r -puede
coustrltarse, por ejenr¡rlo, el atractivo an:,'rlisis qrre Oscar-N,Iassot¿r (1967) realizri
de ella en EI "ltop-arL"- con urt refi-írn pr-rpul:u' al que se le h¡r realizackr un:r
operaciórr de l'eticencia, a lo que me r.ellerr¡ crr¿rnrlo expl.eso gre llígirt.tr/12
clesplegír una operatoria novedosa en cl periodismo argentino de l¿r clécacla
del 90.
DE Lo ctru¡u¡rocRÁFrco A Lo TELEVT''.
]
,, ,
I
niento de las irnágenes l'los textos pernri[cll erlrnascarar las uniones, una
de las que denine, en mi opinión, el gesto enunciativo clel ar.tistaiper.ioclis-
ta,/bricoleur: un procluctor que ira descul¡ierto un rnc,clo cle haccr.v t1Lrc,
como está orgulloso cle é1, se empeíta en nr¡ ocultarlo.
3. Metatelevisión y realities
cierro esta presentació. cor u'¿r ¡rrovocació*, acerca del lugar cle ia
Metatele'isió'y de su ví'culo con los realities. Ar.riesgo rura hipótesis: /a
,N[¿tateleui..si/n, e.s, cn ci,ctfo stntirlo, la ct¡nh'r.tcura r]el. renli.tl s/¿ozo. consolidacla
en la misma época en que los fbrmatos clel reality llegaror-r a la telcvisión
argentina (Big 13rother fGr-an Hernano], survi'ols IExpeclición Ilobinson],
etcétera), se caracteriza polhaber tourado cciro ob.jeto cle ref'el.encia lo
opuesto cie io que tor'ó el reality. Si, c<t.ro ha exprcsaclo \/er.ó', para la
instituciórr televisiva 1o propio clcl leality es haber tom¿rclo como olrjeto
aquello que ella rnisma es (es la parte reality clel nornbre, porque ia
'o
pa'te show clesigna a la televisión), tal ve z puecla decirse q*e lo propio cie
Ia Nletatelevisión es haberse centrzrdo en el sholv, porqlle la Nletatelevisión
sólo to'ra co''o objeto la "realid¿rcl tele'isiv¿r", lo que acontecc c' tclevi-
sió'.. Verón tarnbié. ha expresatlo recientementc que cl r-ealitv
de la tele'isión del espectador, 'roclelo
ofiece u^a cámara qu., ros nuestr-a
'os
qué hace, cómo es, el "vecino de al lado". pr-res bien, la met¿rtelevisión tiene
su cámara vierrclo el "programa vecino", la grilla de p'ogr.anación. En este
senticlo slt regla es ciara: si aparcció en telcyisió¡ (clesclc sus r¡áxi¡t:rs
estrellas hasta el ciudadano comúrn que füe tornaclo sin saber.lo por-Llrl
noticiero o en Lln espectáculo clepor-tivo), puecle aparccer. en la
Metatelevisión. Por eso, al n'és q'e el rearit¡ qr,re i'cluye al espc'ctaclor
también como particiPar-rte deljuego a través de su voto, la Nletatclevisión
excluye, por cleiinición, al especta<ior.
Ahora bien: ccó'ro es esa atención al siro'*,? La Metateler,isiri. clcscu-
brió (desde Las pa,t.s de lu rnenti,ra) que er] los programas hay sólo shc.ru,,
'o
t co-o siernple, h:ry excepciones: en la versión actual (:le Rtst.t,ntt¡ d.t lt¡s tn.u.l.ios
hay trna secciírn eu la clue hacen cá¡nt¿rras ocrrlt:rs en taxis a los cir¡claclanos. Lo
c¡re hace' es anunciar a tl-?¡vés cle la l'adio una n.ticia escancl¿rlosa (por ejern-
plo, "se de¡rur'bó el C)belisco", "X (.rr irctor.cono<:ido) t,,r,u
1rr,rbü,r.ror'.,u,.,
vi;rgra", etcétel'¿¡) y r-egistru- el cc¡mentarir> cle los pasujer.os.
I
siuo que el "r-eality" también sucede tliariar-nente alrte nLrestros ojos. en krs
programas de televisión. Sólo que su castirlg es el cirsting involuntario cle
todos aquellos que aparecen por televisión. Es clecir qr.re lo que clescul¡rió
es que, en cierto nivel, no hav tantas dif'el'encias entre 1o que le sucede en
las cámaras a los participantes y lo que le sucede a los personajes rle la
televisión.
En cuanto al lugar, no rlre toca a rní decir hasta qué punto este fenó-
lneno es local, 1:ero es interesante registrar que, como señala I'ort¿rl en la
entrevista, hay un proceso de exportación cle lbrrnatos, al r-nenos en Arré-
lica latina, en ciesarlollo (que no se produjo anteriorrnente ¡ror problemas
legales, segirn se desprende de las entrevistas). IVlientras tarlto ihay pro-
cesos semejantes en otros países? Como expreso en e1 artículo que abre
este I)ossier, otr.os estudios deberán confinlar'lo (pero no estl¡ de más
agl-egal-que no Io advierto en Ia televisión internacional que se encuentl-.r
a mi alcance).
Úitima observación. Esta presentación tiene un título: "Lo televisivo
sobre lo televisivr¡... y más". iQué quise expresar? Que la Nletatelevisión,
como se advierte en la nota de la represión en Plaza de Mayo, no sólo se
vr"relve sobre el grab:rdo y el directo, lo televisivo y lo cinernatogr-írfiro,
sino que tarnpoco se priva clc avanzar sobre el animaclo, lenguaje colteui-
clo también er-r el cine y Ia televisión, pero cle características específicas. No
clebería solprendernos, porque si algo caracteliza sn clesarrollo es c¡ue su
nretadiscursividad es voraz.
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,, ,
I
Este trabajo se publicri en la revisra dtsign.is N.' 7/g ',Los fbr.maros cle la telcvi_
sitin". Se inscribe en el marco del proyecro cle Investieación UIIAC\¡I- S0g¡
titulado "Sujetos telespectadores y regírnenes .rp..totuii"t"* en l"
¡r,trgr,,,nu-
ción.televisiva". Iiorrnan parre de él clrrsra'o Aprea, Damián lir-aticelii y ñ{i,r.,i.,a
I(ircheirner.
I
algo que, por regla gerreral, el actor no se propone comunicar-, siuo guar_
dar para sí")'y a Hegel ("El destino casrisará cn-rerrnente a ros que,ro
qrrieran oír"). Itts patas de la menti'ra no descubrió que en sus p.es.rrtacio-
ues televisivas todos los políticos mienten, se equivocan y contraclicen
(rnás aún cuando opiniones actuales son confastadas con
clichos anterio-
res), eso ya lo sabía el sentido comi¡n (la crítica a la políticos no es
y 1o habían explotado especialme'te los humoristas y actores argentinos, 'ueva)
en 1:articular los provenientes cle la ácida tradición del teatro de revistas
surgicla a fines de los 60 y principios de los 20, co'ro Gasala, perciavalle v
Pinti (además de, por sobre todo, la gran figura del humor político
televisivo, Thto llores) que logralon en clistintos rnomentos grancles éxi-
tos en teatro y televisión. Lo que rns patas d¿ Ia rnentira hizo, a diferencia de
esa tradició. de humor verbal y representati'a de orclen principahnente
teatral, fue organizar todo un discurso en torno a esas inter-venciones de
lcrs políticos a través derecutsos tle ctlición sirnples pero ef'ectivos,
en vicleos
que carecen de preseutador: la organización en capítu.los terntiticos fliyi,flirJo.s
a traués de placas con título.s o ci.tas (como "Todo está clicho, pero como naciie
escnclra"), ra re'ltetición de las interr¿enciones consicleradas escandalosas
(co'u'a leyenda de ia época, "Replay", q'e r-ernitía hurnor-ísticame'te a
las emisiones deportivas) y su destaque a tr-avés deramu.,ictlizació,. Así
plrso en evidencia a través de recnrsos de eclición clel orclen del leng.u,aja
(que por ser de emisionesen grabad,o comparte Io tele'isivo co'e1 lenguaje
cinematográfico)6 que no torJo lo que sucede et"t teleui.'ión es ptrcsto, rr, ,lrnro,
" Intenté, en "El lugar clel clispositivo en los est.clios sobre televisió',,(cirrló',
2004 [1999]: 83-102), a partir de la rripritesis cle que a clif'erencia cre.rr-os
medios la televisión contiene, como rnínimo, dc-rs ciiipositivos ge.eracror-es cle
discrr'sos, grubatlo y direclo, lLndarnentar que er gntbad,o teruti:iio y er cinetnnLo-
grlTicu deben consit-lera'se, Il'ente al ¿lir,z1o televisiv(,, selnejullr;s rnte\ (|.¡c
difi:rentes. A'te¡'iormente, en "ul 'a.te' cle los n¡¡ticier.os telé-r,isiv's', (ca.lán,
2004 [1995])' a partir de un estudio cre r¿rs ¡n.dalicracles cre or.ganizaciír. der
lenguaje televisivo p.esenres en los ¡roricie.os, llabía clistinguido, a partir cre
sr¡s cletenninaciones materi¿rles, temporales y espaciirles, clos m.clalrriacles
clel
clirectr¡ Lotna. tlireckt, y tornu directu ed,ikulu, y dos rwrclaliclades del gr-abirclo, r;rzdo
y adiktrh (las mclclalidades clel editado se caracteriz¿¡n porque, a diferencia clc
lo que acontece en el cn¡do o en la lomir clir.ecta no editacla, se han realizaclr¡
a ni'el del lenguaje eviclentes de operaciones de acriunción, s'str-acción, etcé-
tera, que af'ecta. la mate.ialiclacl visual o s.'ora). En ambos trabajos lne
apo)¡o
par:a fundamentar l¿¡ existenci¿r cle la N{etatelevisión.
I
que la puesta en escena no siempre está bajo control, y que aun ctumtlo Io
esttí tto r¡uedaltor eso li,bradn deL ridículo o de la tnonslruosidrd. Y también
exhibió, a través de un fbrmato específico en fbrma sisternática, que el
enor itzuoluntario, el lapsus , la contradicción y la mentira de.scarada fbrm¿rn
parte de la intewención cotidiana de los prof'esionales de la política en la
televisión. Ejemplo de error int¡olunturio: en un gran acto político en un
estadio de fr.rtbol con transrnisión teievisiva Deolindo l-elipe Bittel, un vic.io
líder del justicialismo candidato a vicepresidenre de la nación en 1g83,
expresa que "hubo una coyuntura histórica, Braden o Perón, y la gente se
quedó con Perón; hoy hay otra, liberación o dependencia, y nosotl-os
vamos a luchar por- la dependencia"; ejemplo cle lap.sr¿.r: el Secretario Legal
de la Presiclencia de Carlos Menem, Granillo Ocampo, dice al perioclisra
i\{ariano Grondona qlre "enviaron muchos decretos al Congreso", algo
que era cierto y de lo cual se lo acusaba al gobierno de lVleneln, cuando
para protegerse debería haber dicho que habían etrviado muchos proyec-
tos; ejemplo de contradicción: Ñvaro Alsogaray, líder del particlo liberal
UCD, llama "cosas" al Partido Comunista y al Movimiento Al Socialisrno, y
al advertírsele que 1o ha hecho, lo niega; ejemplo de mentira descu,ruda: el
General de la dictadura Bussi dice en Tiempo Nueao, en esa época el pro-
grama periodístico de mayor rating, conducido por llemardo Neustadt,
que "ellos no pudieron dejar un país próspero como Pinochet" porque
"quisieron llevar adelante un proceso con la Constitución en la mano".
Este rnodo de acercamiento a un disculso que aún está obligaclo a "clecir
ia verdad" (el discurso político no es el discurso pr,rblicitario), tlrvo un gran
efecto en la televisión argentina, que no se debió a que ¿a.r patas d.e Iu
tnentira haya logrado un gr-an éxito de público (no lo tuvo cuando se
couvirtió en un programa de televisión) sino, rnás bien, a la herencia que
dejó: pronto otr-os programas comenzarou ¿r utilizar de fbrma sistemática
estos procedimientos.
El segunclo origen de la Metatelevisión es un programa semanal lla-
ntado Perdona Nuestros Pecados (PNP), conducido por l{aúl Portal a lo largo
de varios ciclos y producido por su hljo Gastón (su prirnera emisión {r.re en
1994). El núcleo de los ciclos originales eran los u-rores de continu,itlatl
(personajes que en las telenovelas entraban en una escena con una reme-
ra de un color y salían con otra de otro color; o que no fiunaban y cle
pfonto en otro capítulo lo hacían, etcétera) ),, por sobre todo, Ios bloopers
(desde errores de los conductores de programas varios, como el periodis-
ta Mariano Grondona, la presidenta de la Liga de Amas de Casa Lita de
De Lo ctNerv¡rocRÁFrcoA Lo TELEVt'uo | ,,,
I
lj.distintos trabalos (carlón, 2004) srstuve que en los 90 el noticiero cle ca'al
13, Tblenoclte, renovó en la Argentína las fotm¿rs de eclitar clel género.
Poco antes que Telenoehe generara esta f<rrrna cle editar; prigina,/ I 2 diario clave
"
en el período en A.gentina, había abandonado la fbt.grafia canónic¿r en rapa
desallollando fotomontaies y collages a partil de un¿r convocatoria arnplia al
conjunto de los recursos de las vanguardias histór.icas.
I
" Tileztici.o, pol' su parte, era muy semejante a Tcleuisi.ón Regishad,0 (se clejó de
emitir- en el 2004), dado que se apoyaba en notas editadas con los t'ecursos
mírltiples que a lo largo de los años lüe gener:rndo la lVlet¿rtelevisión y que en
sus írltimas emisiones contaba con invitados en piso que ccimentaban con l:r
conductora (Andi:ea Campbell) los inlbrmes. Ese apoyarse en la eclición le
permitió, al igual que a Teleuisión Regishada, asumir- posierunes c¡rullci¿rtiva:
múltiples sobre los materiales que trabajaba. Ejernplo: en una nota lealiz¿rcl:r ¿rl
año del asesinato de I\{aría Malta García Belsunce (un caso de gr:rn impacto
público en el que la lamilia apareció como principal sospechosa) realizri un¿r
edición que llegó a incluil'un fiagmento de la serie Los locos llrnns al que le
cambiaron la letra de la canción origir-ral pero no la melodía ("Si buscan un
pituto / no esperen encontrar'lo / pues el helrnano Hot'¿rcio / al baño lo tir'ó"
decía la letra, h¿rciendo lef'erencia a la bala que el her-mano de Marí¿r Mal'ta,
Horacio, hizo desaparecer, diciendo que la había confunclido con ur-r pituto)
y repitieron "lapsus" del cuñado en distintos pl"ogramas de televisión en los
que se contradecía con lo que hasta ese momento la familia había sostenido
acerca del lugar en el que se encontl'aba a la hora del asesinato el rnarido de
Mar-ía Marta, el principal sospechoso, def'endido por Ia familia (es decir,
asumiendo una posición exegética a la manera de kts palas de h. m,enli.ra., pero
ocupándose de los dichos de un¿r causa policial y judicial). Estos recursos,
propios de un veldadero brit:olage,le permitieron sostener- en la nota un¿r
posición de crítica a la familia y de develarniento cle sus dichos asumiendo una
parada "detectivesca".
D¡ LO Ctr.r¡¡¡¡rOcRÁFICO A LO TELEVIsIUO |
I "'
En este campo Indomables, un progr-ama frívolo, dedicaclo apaleltte-
mente al mundo del espectáculo, pero en vet'dad a todo b qu,e se ttxhibe por
teleuisi,ón, (su slogan es "-Ibda ia televisión de 1 día en una i.rola"), corlstituye
un caso singular, porque evidencia irasta qué punto el giro metadiscursivo
se ha converticlo en un rrecanismo productivo en la televisión ¿rrgentina.
iCórno explicar qué es Indontables, para aquel que nunca 1o vio? En mi
opinión es, ante todo, un l)rogranut tle tono lruntorísti,co, a tteces vttírico -a
d,tferen,cia da Teleui,si,ón ll"eg,strada nunca ideológico-, sobre totlo lo que aclntec¿
en los rná,s di,uersns prog'rarnas d,e tel,erisi,ótt, nrientrcrs se haya ui,sto por la. pa,n,tal,kt
y sir,n para gen,erar u.na conuersaciót'¿ (no gtti.onada), polérnica y entreten.idu,. Srt
estructura, simple pero novedosa, qne colrstruye una escena que al'ticula
un desan-ollo en dos tiempos, es una "r,uelta de tuerca" de la que estabilizó
'feleai,sión ll"egi"strada: primer-o, se exh,i,lnn inforrnes edi,tados sobre lo que se
cmiti.ó por te.leti.sión; luego, esos infbrmes editados dan origen att:n tl¿bo,tc
entru los panehrla.s (que es administrado por Roberto I'ettinato, músico, iru-
morista, ganador en dos oportunidades del Martín Fierro, e] principal pre-
mio de la televisión aryentina como mejor- conductor cle televisión). Es clecir'
que su matriz es doblemente metadiscursiva: los infbrmes (cuyo títr-rlo de
presentación es "La televisióu que uos alirnenta") se refieren a 1o que se vio
por televisión, v el debate, se cenr¿l en 1o que los infbrmes exhiben. Como
consiclero que esta estrucllrra constituye un desarrollo paradigmático de la
Nletatelevisión, y que con\/oca, aclemás irnportantes cuestiones acerca del
estatr-lto actual de la expectación televisiva, me detengo un lnomento, alttes
de pasar a las conclusiones, a cornentar las características de los infbrmes de
Indomables y su relaciírn con los debates posteriores.
Detrás de su evidente superficialid:rd Indontables parece saber algo
más profundo: que la vida social de lo televisivo se apoya, en gran p2rrte,
en su capaciclad de generar, al final del día, ünaconrersaci,ón, abierta e
imprevisible sobre 1o visto y oído (el tema es complc'jo, pero no es cierto
que 1a expectación televisiva clausure la comr-rnicación; en ni opinión, más
bien, la desencaclena). Por eso, lo que ei programa hace es, justamente,
adelantarse, ofiecer an, dír¿ctt¡ la expectación de esa práctica social flrncla-
mental que consiste en obsenar, y luego comentar y <iiscutiq 1o que se
exiribió por televisión." Corno Indornables es un programa que br.rsca,
cia metadiscursiva pasó, cle los videos originales de ku patas rJe l,tt nt en.ri,rn, en los
que l:r operatoria a través de una mostración sin plesent¿rdor era inter¡>retativa
y monádic:r, al diálogo con in'ir¿rdos luego de ver cacla i'fbr.r¡e ('lakt.,isiórL
rcgislrada, Tbleai,cio), para finalmente llegar- al panel de cliscusión que czu.acrer.i-
za ¿t Indomabl.as.
Dr ro ctrue¡it¡rocRÁFtco A to TELEVI ,t ol ,g,
I
-lodos
sabemos que uno de los procesos que marcó a flrego Ia televi_
sión de estos irltimos años, índice claramente sintomático de la globali zación,
fue Ia exportación de formatos. E'iaArgenti'a los ejempros más relevan-
I
298 lM¡nroC¡nLor'r
I
Bibliografía
-Matio Carlón: Mi.guel, la intenci,ón es hublar sobre "Iu, teleaisi/t¿ .sobru La,
tel,euisi,ón", pero si te parcce bien cotnlnzantos con o,lgttnas
l)t¿guntas nás g.a,n.era,-
les para conocer un tu o,jti,nión .sobre eI ntedi,o. áCómo a¿s cl. desa.rrollo d,e l,¿L
teleui,siótt actu,al?
-MRA: La televisión se l-rizo muy barata, porque esto que hacen Tinelli
y Susana no cuesta nada... y Nico (l{epetto) se piegó cuando le tir-ó la bolsa
a un personaje, hace poco... Es Io que estamos tratanclo en el próxirno
prograrna de kts patas de la mentira,.
-MC: áCómo ues a Los noticieros tLct'ualment¿, su lratanti.ento de ln itnagen,
de lu, ¿dici.ón? áHubo carnbios?
-Ml{A: Los noticieros aconrparlan, potque ticrrcll ulla pat'te que tl()
son noticias sino que es sl¿o¿,. No son Lrna isla dentro de toclo 1o que es
televisiór-r.
-MC: iltu difctencias de tratantiento entre los di,stintos noticiet'os, an rcluci.ótt
u cótno eran aníes?
-MILA,: No, no han carnbiado demasiado... Hay nucho coior-. \'es un
noticiero V hay diez rninutos de noticias y cincuenta cle color, pero tampo-
co es ulla cosa nueva. Son más cambios de fbrma quc cle contenido.
-MC: éQué opi,ni,ón tenés d¿ los rcaliti,¿.s?
-Ml{A: No me parecen conteuidos que contribr,ryan a n"re-jorar el nivel
de la televisión. No me gustan. Tengo r,rna posiciór1 crítica. No contribu-
yen a la fbrrración de la gente y es una [rallera barata cle entretcnerse,
hacer pública ia vida privada de los participantes.
-MC: éCótno aes a los prograrnas l:eri,odísti.cos actuaLnunte? iIkLy una
crisis?
ral... Eso es una línea editorial, es deci4 la selección de los cliscursos par-a
¿rrticular una lirea eclitorial. Sumado al contenido que le daba Lalo, qr-re ela
rnás bien I'rumorístico, para que sea soportable, porque en cleterminadr-r
rnolrento cuando los discursos están diciendo por televisión "tenernos que
tratar de no roba¡ por dos aíros para sacat'el país aclelante", empieza a ser'
Llna cosa densa.Lo que hacía Lalo era clarle un toclue de hurnor.
-A4C; ¿QLt¿ rating tnúa, M'igul?
-lbnía
-MRA: seis, siete, ocho plmtos, que estaban nruy bieD pala
Arnéri.ca. lgtal futs .patas... lo levantaron, 1o ceusnrarou-junto cott Día D, en
dicierrbre del 97.
-MC: Y no pu,tk¡ toLter..
-MRA: No, hasta el 2003 que hicimos un progratna especial en Canal
7. En el 2004 hicimos cuatro pr-ogranlas y ahola sesuirnos de al¡ril a
diciemble.
-MC: áEI rnicleo del ci.clo Jü.eron los fal,li.tlos y los furcios?
-MRA: El nírcleo de kts putas de la rten,tit'n sí, pero el de l,t'ot¿cción nl
nn)or :no, porque estaba construido alrecledor cle tres ejes que eran la
cormpción, la fi'ivolizacion de ia política y el cloble clisculso. Yo no ciuer-í:r
<ir.re quedara circunscripto a los lallidos, porque liillidos buenos puede
haber en todo el arcirivo doscientos. Eso te cla la pauta cle qlte no se ptrecle
hacel un plograma todo con ialliclos. Y aparte los fallidos tampoco son lo
nás significativo. A rnÍ me parecían más sig'nificativos. y nrc sigue n ltal e-
ciendo, los discursos conscientes. Por-que lo de Barrionue\¡o lto füe un
lallido, técnicamente hablando. El reconocimiento de la cornrltción en la
televisión no er-a a par-tir de actos iirllidos. La fiivolización cle la política no
era a partir de actos fallidos. Los lalliclos eran ulta anécdota. Es cleciq
donde vos ponías diez fi'agmentos de archivo de cloble discurso ¡ror :rhí
había tres fallidos. Es decir que el lallido 1o cpre hacía era l-ariflcar el doblc
cliscrlrso a tlavés de otlo canrino.
-l-iempo
-MC: Está el ejentpl,o de la d¿claración de ]h;ssi ar Nue.r'o ¿l¿ l¿¿¿
tto pudi,eton hacer Lo mi,smo que en Chil¿ porque quisieron lleuurudel.un.te utt.
la 112ai1o; ese no es un, fulli.do.
proceso con Ia Constitttci,ón en
-MRA: Sí.
ciendo ltts fatas de la, nzenti,ra rne illteresó como anécdota, era una fi-zrse
que de alguna manela rozaba a la colectividad. Y tuvo que renunciar. Y
eso acá no ha existido. Acá se ha abusado del disculso, se han dicho las
cosas más terribles. Se hizo público el discurso secreto. Si no no podría-
nros haber hecho Las pa,tas de la nrcntira. Por ejemplo, Barriomrevo, que
adrninistraba un presupuesto de 4.000 millones de dólares en la ANSSAL,
dijo no sólo esa frase ("Hav que dejar de robar por dos años") sino todas
las que dijo después, En noviembre clel 89 dijo esa fiase, y rennnció en
enero dei 9 l. Estuvo un año que le seguían preguntando y el tipo seguía
arnpliando, cliciendo cosas peores que ratifjcaban lo que había diciro
anteriormente. Y había complicidacl dei periodismo, porque Cilonclona
no le repreguntó, si le l-rubiese repreguntado: iCómo, Barrionuevo...?
Pasó de lar-go. No tuvo ningtm¿l repercusión, hasta julio del 90, que
nosotros sacamos ltts pa,tas de la m,en,tira. Y airí se empezó a ver, porque
además estaba en un contexto.
-MC. LIastt¡, ese monvnto... con la teleuisi,ón qtte reg'i,stra todo ya no sc pucde
deci,r a,lgo y que pase d,e Largo, éno?
-MRA: Porque no había conciencia. Después de Las patns d,e Lo, rnt:n.li.ra.
-GI': No, todos lo hacen, y desde hace mucho. Y después ("la'rín sacó
deci4 en varios lados se empezó a jugar con la televisión.
RepLay, es
-MC: áPor qué 'penstís q'ue ti,ene tu,nto éxito este desarrol'Io en, ttl qua l,os
medins auelven sobre los rnedios y se retrabajan los rfisat'rsos?
-GP: Creo que tiene éxito porque se gener-a mucho humor. Y porque
adenrás es más barato que hacer el hurnor clásico de flcción o de -¡h¿tches -Y
aparte polque es ull recurso muy bueno, que no está usado, qr"re obvia-
mente hicimos de manera totalurente inconsciente y experimental... Pero
que tiene que ver con el proceso que derivó en Internet, en el lenguaje de
Intelnet hoy en día... la mezcla, el fiaccionamietlto... Revel sacó un libro, El
conoci,rni.ento inútil, sobre el bombardeo de infonnación irnposible de pro-
cesar que termina quizás clesinfbrmando. La televisión se transf'ol-mó en
un bombardeo imposible de descifiar y cle apreciar y de sacar couclusio-
nes. Por Io tanto estos programas vienen. cot] ull punto de vista il-ónico,
buscando el hutlo4 a tratar de hacer un trabajo de r-esumen y de rastrillaje
de los rnedios.
*MC: Recordabas recién esa nota sobre la nmnift:stación de PLaza rle Mo,lo-.
áDirías gae PNP tenía una línea editori,aL, 0 que eso lo hací,a nruy de uez en
cuando?
-GP: No, tenía una línea editorial rnuy concreta que iba en otra dimen-
sión. A mí no me divierte, aunque 1o hacía de vez en cuando, ia bajacla de 1ínea
explícita, rne par-ece Lrn poco facil. A mí lo que me divierte, y siempr-e me
divirtió, y es la línea que estuvo muy marcada en PNP, es la toma de distancia
de lo medios y de la realidad en general... ver cómo cuando se tomauu poco
de distancia todo se vuelve absurdo. Yo tenía ocho aíros, diez años en el
colegio, y veía de pronto cómo todo era un juego, y la r-naestra jugaba a ser'
rnaestra, uo podía sacarme eso de ia cabeza... Era una especie de tar-a... cViste
que algunos chicos se r,uelven locos por dónde termina el universo? A mí rne
volvía loco que todos tomaran stl rol tan en serio, cuando no tenía ningún
sentido que Ia maestr-a me retala en serio... todo 1o vi como un juego. Al que
tiene sentido del absurdo le cuesta ver- las cosas de otra manera. I-o que
marcaba PIVP con una lirea editorial muy puntual era eso. Es decil para mí
quizá es más profundo Godard que habla sobre el cir.re que Michael Moore,
que es expiícito. Está bien, estás de acr,ler-do con la mayoría de las cosirs, pero
estás subrayando lo evidente... A mi nullca me divirtió eso... NIe pzrrece tnás
profuirda ltt uitkt d¿ Brian que ln, pa^si,ór1... de Mel G'ibson. Creo que es más
profunda, más intelecnral, y más interesante, y rnuchísirno más crítica. No
puedo evitar ver las cosas con ese calidoscopio.
I
-MC: Altarecían ttnnbi.érL en PNP, no .ldlo la,s contradicci.orLes, sino l.t¡s nnr.¡¡vs
bres... El o7o cí!.ri,cr,¡... ahora se va a llamar O7o con el ojo en Arnérica... Atnt.qu.t
ud. n,o lo uiera... Siempre siguió PNI'. Lo que pasa es que en ei rnornento err
cltre tertninarl os er Tblc,fé allruptamente lo había corlpraclo Caual 9, y err
el 9 mi viejo no estaba seglrl'o, no quería hacerlo y para no fbrzarlo, saqué
'Ibleuicio, que lo hice corno yo quería hacerlo, recr-tperando el pr-imer PN/',
qlle nucho más duro.
er-a
-ClP: Sí, sin dudas. El otro día veía una nota que era un juego cle la
br.rena pipa entre Nancy Dupláa y Gastón ltauls, en nna esceua de NIon,tu.fil
-R'asa, que no sé córno enganchaba y volvía con los cambios coll Ias tonas
con-ectas corno si fuera fluido, y tr-es nlirlutos clel jr.rego de la buena pipa
con Gastón y Nancy, con el mismo texto, y editado un poqr-rito antes'/ L¡lr
poquito después, como que seguía 1a escelra... un clelirio absoluto. I)es-
pr.rés seguirnos con los informes de actualidacl. () sea. probiibarnos. r-rn
experimento perrrrarente.
*MC: áLle gó a tel'¿er seccio¡tes Jijas?
-ClI']: Sí, tenía los infbrmes de actualidad, pel'o no teníamos la posibi-
lidad de gr-abar todo corno se gr-aba ho¡ v no estaban los c¿rnales de
noticias tan füertes corno están ho¡ por 10 tanto había menos mater-ial
par:r hacer los infbrmes. Y aparte no teníarnos el arcirivo para blrscar- 1as
i
-GP'. Resunrctt d,e Los nrcdios, que hacíamos con Bonacleo i' ()illespi en
Canal 9. Era muy interesante, era semanal, entonces teníalnos bien, l¡ien
la semana, mandábamos cámaras digitzrles a las raclios y mezclábanos
todos los medios en serio para hacer infbrmes muv gl-osos. Y clespr.rés me
gustó mucho Marian.a d,¿ casa, porqlle cuando parecía que estaba toclo
clicho en pr-ogralnas cle rr ujer:es, se le dio una vuelta de tuercir coll una
n-u.rjer que en vez de explicarles a los teieviderltes córno cl'¿l ser am¿r clc
casa, r1o tenía idea y entonces todos le tenían que explicar a ella.
-MC: éQué ti|l de es\ectttlor ftcnsri,s qu.e ti.enen. trts lrogru:na,.s?
-GP: Es rnuy difícil, porque un progralna que dula nuer,e años cn
cuatlo canales... Crco que es absolutanrente multitarget. Lzr ecnte rlue lo
ponderó v lo puso ar-riba haciénclolo ganar-los clos prirner-os airos el Nt[ar-tín
Fierro, y todos los prernios, y la crítica unánirne , es cl tipo cle espectador clue
I
-IvIario ca,rlón, Diego, la i.n¿ención ¿ra hablar sobre "la teleitisión .sobtu la
telettisión", pero si parece bien comenzarnos cyn algunas,preg'untas más gettera-
te
I'es' qu,e den atenta de tu recorri.do ett el medio. como espectacr,or, cuando entp¿zas-
te a aer teleuisión, ácu,ales cran tus progranms
fattoritos, aqt+ellos con Io.¡ cuales
más te id,entificabas?
Rodríguez Alias, como persolra, es tln poco abulriclo, le lalta ull POCo
lrunror, cle onda, diría. Me parece ciue sí, que Tblatisiin 1?¿llsfrr¿¿l¿r cs r¡tl
poco representativo de qr-rienes 1o hacellos.
-MC: á1b parece que Las patas de la rnentilafrz un, p'rogramu irttporlut'te'?
-DG: Sí. Me acuerdo que las pt:itneras veces que 1o vi me sorpt'ettdí, me
siustaba verlo, me resultaba interesante. Polque hasta ese ntomellto no h¿rbía
análisis del discurso füer-te en televisión. Se decía cr.ralquiel cosa y clcspués al
otro día se olvidaba. Me parece que hoy Ia gente se cuida más de la televisión.
-MC; Desde ese l)Llnto de uista ¿sta taletti..siótt Áca'rnbia un poco I'u,
lnrcelciórL
d,e la, hi"storia? Á De eso qlte se ua corLstnt'yendo con'to h,i.sloria, tle las costt's qu¿ i)(rt¡.
'pasa,ndo?
328
lManroCnnLor.r
i
-MC: éconsiderás que a aeces han jugad.o tnul al l¡¡nite ¿on -felevisiór.r
Registlada?
-sí,lbleaisi,ón Registrada busca provocar, busca provocar una línea cle
pensamiento diferente, y trata de darle a los temas una perspectiva dif'e-
rente de la de la mayoría o de la oficial. Muchas veces busca'do ei linite
nos pasamos del límite.
-MC:é7b has arrepentido d¿ los efectos en alguna oportuni,dacl,?
Me arrepentí... digamos, es un programa de televisión que llega
-l)G:
a todo ei público, y rne arrepentí de algunos ef'ectos que puclo provocar
en
determinada gente puntualmente. Lo que pasó con Cromagnon, me pa_
rece que el "Dame fuego", si hubiera sido u' hecho que pasó en Estaclos
unidos, no hubiera pasado nada, estaba bien acá. pero el haber sido u.
hecho tan reciente, con gente que tiene tanto dolor, con fámiliares cer-ca-
nos, si bie'para el resto de la sociedad estaba bien, para esa gente estaba
mal. Es algo que nosotros deberíamos haber pensado en su morrrento.
Hablamos con familiares de las víctimas v se aclaró todo y no hubo
'ingírn
problema. Pero si uno le genera un dolor a algun familiar de una r,íctirna,
el objetivo que teníamos nosotros no se cumpiió en su totaliclad. Más allá
de que el editado era muy crítico y estába'ros claramente e' Ia rnisma
posición que ellos. Y que debemos haber el hecho el editado más duro
sobre Ibarra teniendo al Gobierno de la ciudad co'ro anunciante.
-MC: áconsiderás clue esta teleaisiótt, generó un tipo fu espectad.or ü.stínto
del que estaba antes?
-DG: A mí me parece que la gente que mira nuestros pt-oductos es
gente qlre tiene un pensamiento crítico. Más allá de que estén de acuer-
do... la idea no es que todos estén cle acuerdo e'er cien por cie'to cle las
cosas, sino que provoque una lí'ea de pensarniento dif'ere'te, que hag'
que la gente que Io mira pueda razonar clistinto, más allá de las difbrentes
posturas. Me acuerdo del editado que hicimos del Live g, que po'íamos a
mucha de la gente que participaba, como Brad pitt, que sé yo, que lo
teníamos gastando 1.500 dólar-es por quince minutos de un psicórogo cre
su perro, el mismo tipo que trataba de hacer un aporte soliclario para
gente que..- yo no sé si esto está bien, si eso es criticable o no, pero cuando
vos vas erl una posición diferente, yo digo que para tener-una posición
realmente soiidaria, no es necesariamente así, uno tiene que teDcr- :rlgún
perjuicio por hacerlo, ahora si a mí me dicen che, tenés que venir a parti-
cipar y te va a ver todo el mundo y tu imagen va a qneclar... O sea eso
después me va a generar más ganancias a mí, con Io cual no sé hasta
D¡ Lo ctnr¡¡lrocRÁFtco A Lo TELEVtyuo L, n
I
dónde... tiene un valor igual, pero realmente si la gente qlle esrá ahí apor-
la -cosa que lto hago ni yo, no estoy planteando que lo haga, no irnporta,
es r-rnafbma cle pensar- la mitad de lo que gal1a, por ahí lo habría más
chicos desnutridos en Áfiica, y no se tendría que hacer todos los años nn
recital solidario. No importa si tengo r-azón o no con Io que estoy dicienclo,
ni siquiera i'rporta mucho si vo haría eso, que tarnpoco i. hago, per-o sí
importa que la gente lo pueda pensar-difere'te... para'rí es'ercl¿rd rlue
todo el mundo que participó en ese recital füe l¡eneficiado, no que tu'o Lur
perjuicio por participar ahí. Quedaba bien con todo el mnnclo ese tipo...
después la gente dice qué simpático, qué divertido. Ahora si el tipo cles-
pués por airí tie ne treinta y cinco rlansiones, y los chicos se siguen mur-ien-
clo de harnbre enÁf.ica...
-MC. Una úhima prcgu,nta. Esluttiste un ti.ernpo en España. áI¡i.ste u,rut
telea'isi,ón nnry dístinta cle la qu,e s¿ trc u,cá, ttisre algo pareúdo a, lo que ustede.s
h.a,cen?
-DG: Vi una televisión qlle por al-rí estaba un aÍto, un arlo y medio
atrasada con reiación a lo qr-re había pasado acá. Había mr-lcho cle esci que
se llamó "televisión basr¡ra", que para mí es televisión extorsiva err algr-r-
nos puntos... Me parece que de a poquito se iba limpiando, después yo no
volví descle hace dos años. Perc me parece que, lo que había pasacio acá,
un año y medio antes... La televisión argentina evolucionó l'ucho clurante
la crisis... Me parece q.e todo era lnenos crírico, toclo lo c}re vi e' teler,i-
sión a'i'el discursivo, era desde adentro clel sistema, yo no cligo qr-re
nosotros estemos afüera, lo''iás
bordearnos, estarnos cada vez más aclentro de
Ia industria, pero siempre vanos:rl límite. La televisión (llle yo vi a rrivel
autorreferencial siemple es más afin con el rnedio en general.
EJENÍPLO 2: Ft-agtnento del cliscurso cle Deolindo tblipe Bitrel en acro cle
campaña.
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