Sunteți pe pagina 1din 3

Alejandra Goró. 3°B. I.F.D Artigas.

Actividad N°3:

A lo largo de toda la historia desde la época primitiva hasta la actualidad, el


concepto de cuerpo ha ido evolucionando y por tanto, cambiando de acuerdo a
la época, contexto sociocultural e histórico; y siendo configurado a partir de
varias disciplinas como son la Educación Física, Filosofía, Motricidad,
Psicomotricidad, Fisioterapia, Medicina preventiva, etc.
Para adentrarnos y poder esbozar un concepto de “cuerpo”, es fundamental
hacer un recorrido a través de la historia Greco-romana, Espartana, Medieval,
Cristiana, Renacentista, y Contemporánea.
Los filósofos griegos, realizaron una dualidad entre cuerpo-alma, reflejando en
esta última una mayor preponderancia y dejando relegado al cuerpo a un plano
secundario sin darle un valor en sí mismo.

Con esta separación, el hombre comienza a separarse de su cuerpo y de sus


mitos, cuestionando de donde provienen las sensaciones, para así dudar y
tratar de reaccionar al mundo.

Con el advenimiento del siglo V (AC) el cuerpo se incorpora en el ideal


educativo griego para los ciudadanos; educación que buscaba el equilibrio
integral para todas las artes, la gimnasia, la ciencia, la música, la filosofía, la
política, las leyes, orientada a formar un ciudadano virtuoso.

En Esparta, por otra parte, el cuerpo era utilizado con un propósito específico
que era formar guerreros, educar a los niños para que no temieran a nada ni a
nadie, que sufrieran en carne propia, pasaron por pruebas rígidas, y se los
entrenaba de una manera excesiva y cruel, sin tener en cuenta sus emociones.
Se trataba sobretodo de dar fuerza y flexibilidad al cuerpo.

El niño espartano, pertenecía más al estado que a su familia, al nacer era


examinado por los ancianos de la tribu, que lo devolvían a la madre si estaba
bien constituido; en caso contrario lo arrojaban al abismo del Taigeto. Todas las
madres educaban a sus hijos de la misma manera; no los envolvían y los
acostumbraban a comer de todo y a no tener miedo de nada. Al cumplir el niño
los siete años se entregaba al estado; el niño era entonces como un hijo de
regimiento.
Gracias a una serie de ejercicios graduados, los niños aprendían a correr,
saltar y lanzar el disco o la jabalina. Después se ejercitaban en el manejo de
las armas y en la danza guerrera llamada pírrica. Así se les acostumbraba a
soportar sin quejarse el dolor, el frío y el calor, el hambre, la sed, y la fatiga. Un
completo régimen militar, pero mucho más cruel, ya que los mismos no tenían
derecho a decir que no, y eran obligados por el sistema a acatar sus órdenes.
Alejandra Goró. 3°B. I.F.D Artigas.

Con el advenimiento de la Edad Media, el cristianismo y su pensamiento tienen


su esplendor en el centro europeo. Aquí surge una segunda dualidad está vez,
entre cuerpo-espíritu, en donde se concibe al primero como una carga, como
un sufrimiento, sometido a la disciplina del orden establecido por la iglesia,
supeditado a la salvación del espíritu, sumiso, y compasivo.
Avanzando en el tiempo, al llegar a la época Renacentista, y con la
transformación industrial, técnica y científica que trajo consigo la Revolución
Industrial, el cuerpo es concebido cual si fuese una máquina, llegándose a la
relación entre cuerpo-mente.
Llegamos a la época actual, y nos encontramos con otra división que es entre
cuerpo y persona, dándole al mismo; valor como objeto de consumo, y
alejándolo del individuo que lo porta y lo habita, lo cual resulta enajenante para
la conformación integral de ese ser.

La década de los ochenta marcaría el inicio de la explotación del cuerpo, algo


que llega hasta nuestros días. El cuerpo es sometido al máximo con distintos
tipos de entrenamiento para cualquier experimentación científica, acrobacia y/o
técnica motriz. Todo esto fomentado, gracias a los avances tecnológicos, por la
expansión de los medios de comunicación que invaden todos los campos
sociales, como la danza, la gimnasia, la familia y el deporte. Se produce una
reelaboración de la definición de intimidad, fomentada por el creciente
individualismo. Este individualismo vuelve al cuerpo portátil, vergonzoso, frágil,
a la búsqueda del cuerpo sano y joven por medio de los métodos de
entrenamiento físico. Esta visión esta ligada al endiosamiento de la apariencia
física como forma de éxito, que se ve reflejado en la Educación Física Escolar
donde se busca tonificar y formar para la producción. El cuerpo se vuelve
protésico, ya que todo sujeto puede ser donante o receptor de órganos. Esta
vivencia del cuerpo máquina, continúa vigente, notándose esto en el discurso
diario “estás acelerado” o “se te aflojó un tornillo”.

Con la llegada de los años noventa, los avances de la modernidad no eran


los esperados y empezaban a dejar consecuencias, la post-modernidad y la
velocidad vivenciada asumen un valor creciente. En los hogares se advierte un
hombre cómodo, sentado o acostado frente a la pantalla del televisor o de la
computadora, remplazando las ventanas o las puertas, aprovechando la
comodidad de los controles remotos, o teléfonos móviles, siendo la tecnología
una parte más de nuestros cuerpos.

El individualismo hace del cuerpo una posesión, mientras la identificación


esta ligada a sentirse miembro del cuerpo colectivo, ligada al sentimiento
caracterizada por los códigos culturales de comportamientos propios. Esta
vinculación se da a través del lugar y la forma de vida, la estética y la forma de
vestirse como los ritos del propio grupo. Estos tipos de grupos se les
comienzan a denominar Tribus Urbanas.
Alejandra Goró. 3°B. I.F.D Artigas.

El fin del siglo XX y el principio del siglo XXI trajo arraigada una concepción
del cuerpo como objeto de valor estético y/o consumista. Este idealismo de la
belleza se fundamenta en el ocultamiento o retraso de la adultez o vejez
corporal, en la posibilidad de múltiples cirugías estéticas, como también en la
consumición de tecnología y recetas de entrenamiento físico mágicas y de ropa
de moda.

Habiendo culminado con la evolución de la concepción del cuerpo a lo largo


del tiempo, es menester incorporar y hacer énfasis en otro concepto que cobra
vital importancia en el ámbito educativo que es el de “corporeidad”.

Pero, ¿qué es la corporeidad? ¿qué se entiende o a que hace referencia?


Definir este concepto se torna complejo, debido a que es un término
polifacético, y que involucra varias características. Es una palabra, que nos
identifica a cada uno de nosotros de manera única y particular, es lo que nos
define, y va más allá del mero concepto de cuerpo, en suma: es la base de
nuestra personalidad. El cuerpo, las emociones, movimientos, sentimientos
configuran y dan forma a la corporeidad.

La corporeidad es única, es lo que nos muestra cómo somos, que nos refleja,
que nos permite relacionarnos con nosotros mismos y con los otros.

Al hacer una comparación entre cuerpo y corporeidad, se puede destacar lo


siguiente: el cuerpo es el mediador que nos hace ser lo que somos. La
corporeidad, es producto de la experiencia propia y se va construyendo a partir
del relacionamiento del cuerpo con el mundo interno y externo. Por tanto, en la
corporeidad, están presentes las interacciones con el entorno, el hombre crea
su mundo en y desde la corporeidad.

Y para finalizar se puede agregar, que la corporeidad la podemos asociar a la


motricidad, ya que el ser humano experimenta con su cuerpo de manera
práctica. La corporeidad y la motricidad son indisolubles, no existen una sin la
otra, son componentes con definiciones propias, pero en la realidad práctica,
activa del hombre, el cuerpo no puede concebirse sin vida, sin movimiento. La
motricidad está presente en lo cotidiano del hombre, cargadas sus acciones de
sentimiento y finalidad, interactuando y expandiéndose en el tiempo, en busca
de la trascendencia de sus actos con el medio social y natural. La motricidad da
sentido a la corporeidad y viceversa.

S-ar putea să vă placă și