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a situación del cine en México, lo sa- tual del cine nacional. No deja de parecer un
L bemos, es lamentable. Sin embargo, en poco esquizofrénico que en años recientes se uti-
los últimos años se ha visto un aparen- lizara un doble discurso: por un lado, se habla
te resurgimiento de la industria cinematográ- de un auge del cine mexicano; por otro lado, se
fica en nuestro pais. Buscamos al critico de encuentran los graves problemas con que se en-
cine Jorge Ayala Blanco para conversar sobre frenta la industria cinematográfica en nuestro
la condición actual de nuestro cine. La cita país.
fue en el Centro Universitario de Estudios Ci- Existen dos cines mexicanos: uno es el que
nematográficos (cUEC), lugar donde imparte se exhibe en las salas comerciales, a veces hasta
clases desde hace 44 años. con tres años de retraso; otro, el que va a los
Jorge Ayala Blanco goza de una larga tra- festivales y, en ocasiones, gana algún premio,
yectoria dentro del ámbito de los estudios so- y cuando se exhibe comercialmente en México í
bre cine. Es autor de tres series de libros: una no tiene ninguna resonancia, ningún éxito. La
de cine extranjero en ta que cuenta con siete repercusión crítica es casi nula, el número de
títulos publicados. Otra, dedicada a la historia copias es muy reducido, al igual que el número
crítica del cine mexicano, se compone de ocho de espectadores. Estas películas están obliga-
libros publicados que siguen el orden alfabé- das a competir en desventaja con las industrias
tico: el primer titulo es La aventura del ane fuertes y muy claramente con la estadouniden-
mexicano y el último de ellos. La herética del se. En México, ya no existe una industria cine-
cine mexicano. También ha escrito en colabo- matográfica. Existen restos de ella. El Tratado
ración con Maria Luisa Amador una tercera de Libre Comercio le dio la puntilla; ni siquiera
serie, conformada por siete libros, divididos se contempla el cine mexicano como un trabajo,
por decenios, titulados Cartelera citiematográ- como una producción, sino como un servicio
fica, que cubren la totalidad del cine nacional que se rinde, claro, a los dueños del cine, que
durante el siglo xx. son extranjeros y, sobre todo, a las transnacio-
Desde hace 45 años, ha publicado sus criti- nales. Entonces, ocurre la paradoja de que los
cas en diversos diarios de circulación nacional. trabajadores no existen, no deben existir. Sin
En la actualidad, escribe su columna "Cjnelu- embargo, se hacen películas y, en los últimos 'ñedactot en la Coordinación de
nes exquisito" en el periódico El Financiero. años, el problema de la producción cinemato- Publicaciones Profesor de la Univeisidad
Me gustaría comenzar esta cotiversación gráfica se ha resuelto más o menos. Iniercontinentai y editor de la revista Sabores
de Ttalpan, México.
con un panorama general sobre ¡a situación ac-
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exclusivamente ía producción cinematográ-
fica, diríamos que sí estamos en el auge; se
produce una cantidad enorme de películas de
todo tipo: realmente avanzadas, experimen-
tales, regionales; filmes nayaritas, jaliscienses,
potosinos. regiomontanos, en fin. En muchas
partes se hacen películas y, en efecto, algunas
de ellas tienen un interés cultural real. Ahora,
el problema es que no llegan a las salas, por-
que están copadas. Después de todo, se trata
del triunfo de la colonización, la neoco-
lonización, de las salas. Esas cintas
no llegan a la cartelera. Ocurre que
muchas veces los mismos directores
tienen parientes productores y distri-
buidores que ni siquiera distribuyen sus
películas, porque pierden dinero. En Méxi-
co se ha convertido en tan mal negocio que se
pierde más dinero exhibiendo la película que
no exhibiéndola. Con que exista y la inviten
I a cinco festivales de los 3 500 que existen en el
I mundo, los cineastas se conforman. La mayo-
â ría de las películas en México son de jóvenes,
¿ a quienes apoya el Estado. Ello desemboca en
algo muy claro: existen óperas primas y óperas
¿En esos países sí hay una política de Estado postumas, y en un gran número de casos son
que beneficia al cine? exactamente lo mismo, debut y despedida.
Digamos que en esos países el gremio de
los cineastas no ha sido tan aceptante, por Entonces, los que parecen ser un éxito en ta-
no decir agachón; ha sabido defender sus de- quilla, con mercadotecnia y todo...
rechos. Pero aquí están con las manos atadas Son fracasos vistosos.
por completo. Los cineastas creen que la cul-
pa de que sus películas no tengan éxito es de ¿Y la piratería?
ellos mismos, pero, en realidad, ninguna tiene La piratería representa otro problema que
éxito. Te pongo dos ejemplos; Amores perros no puede detenerse, porque todas las medidas
y el Crimen del padre Amaro aún deben parte son nacionalistas y moralistas, al igual que to-
de lo que costó hacerlas. Fueron películas que dos esos discursos contra ella. Pero en la reali-
abarrotaron salas y causaron gran escándalo. dad la gente prefiere ver una película que cueste
Gastaron mucho en la publicidad. Todo era 10 pesos, que además ve toda su familia y tres
fingido, se inventaron todas las polémicas y al familias más, y no jugarse la vida al ir a una
final no metieron dinero en taquilla. Fuera de sala apestosa, hacer colas y salir con el riesgo
México no funcionaron. de que las asalten. Son más caras las palomi-
tas que el mismo cine. Es ridículo, quién va a
En otros países, como España, se ha impiil- pagar por eso. No puede detenerse la pirate-
sado la industria cinematográfica no sólo con ría; por supuesto, también es una merma del
políticas económicas y fiscales, sino también número de espectadores. La prueba es que los
como una política cultural. En México ¿cómo miércoles —días que ya no son exactamente de
se ha tratado? dos por uno— hay más espectadores que en el
En México, la idea de la política cultural resto de la semana. Aunque no me gusta ver las
consiste en atender sólo la producción cine* películas con mucho público, finalmente veo
matográfica. Si nos limitáramos a analizar las mexicanas rodeado por tres o cuatro espec-
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¿El espectador de ahora se ha vuelto más mián Bichir, a quien rapan a la mitad de la pelí-
exigente que el de los setenta y ochenta? cula. Y qué admirador de la cantante mirará esa
No sé si se ha vuelto más exigente. En todo película de moribundos, cuando lo que quiere
caso, exige ver películas anodinas, de fórmula, es escucharla en un concierto. No hay suficiente
hechas por las transnacionales. Los espectado- gancho; no se crea el deseo de verla. "Venga a
res, ya sabemos, no duran demasiado: después ver una película sobre la muerte", quién va a ver
de los 25 años, las personas deben enfrentarse a esto. No estoy juzgando la calidad del producto,
la lucha por la vida y dejan de ver cine. En ge- que puede ser bueno, malo o pésimo; simple-
neral, los espectadores de cine son muy jóvenes mente no hay atractivo suficiente. En cambio,
y ya tienen su inconsciente tapizado por el cine un actor como Johnny Deep sí dice algo a las
estadounidense. Para decirlo rápido, creen que generaciones de mexicanos que se avergüen-
el cine empezó con Novia fugitiva y que real- zan de ser mexicanos, la clase media de nuestro
mente la primera gran estrella fue Julia Roberts. país. Se admira a quien triunfa en el extranje-
El nuevo espectador no tiene cultura cinemato- ro y se dice: "Ya la hizo, su película vende muy
gráfica, pues todo está en contra de que exista. bien" o "hace películas de Harry Potter, a pesar
Los medios se han encargado de que no la haya: de haber estudiado en el cuEc".
es la "patychapoyzación" de la cultura.
Quiero pasar a otro aspecto del cine, que se
Retomo el subtítulo de uno de sus libros En- refiere al ejercicio critico. ¿ Cuál es la función de
tre lo popular y lo exquisito: ¿persiste esta divi- un crítico de cine?
sión en el espectador actual? Yo hago crítica, no periodística, de cine
Mucho menos, porque ya no hay cine po- mexicano. No me importa si la película tuvo
pular. Alguien una vez me dijo que el cine popu- éxito o no. Me interesa el objeto en sí mismo.
lar es, en realidad, masivo. Pero ahora ni lo uno El desmontado de la película me parece mu-
ni lo otro. El único cine popular que hay es el de cho más interesante. Por supuesto, se ofrece
los videos piratas. Ésa era una paradoja que yo post mortem, es decir, cuando la película ya
me planteaba entre el cine popular y el exqui.si- murió; así se le puede dar una vida cuhural,
to, o sea, entre el cine que deja de existir—pues, una vida literaria. La crítica de cine que me in-
repito, el cine popular se está extinguiendo^ teresa tanto leer como escribir es la que sirve
y el que no termina de nacer y se dirige a una para intensificar y prolongar el placer del cine
minoría que lo primero que hace es rechazarlo. en sí mismo.
Te faltó la última parte de la paradoja: entre lo
popular y lo exquisito, y nada en medio, donde Más bien, usted hace la autopsia...
ese "nada en medio" era. por supuesto, el cine Una autopsia placentera. Busco ofrecer al
oficial hecho para nadie. lector la posibilidad de reconsiderar algo que
vio o que no vio. Por fortuna, las películas ya
Pero la televisión también promueve un tipo tienen otras posibilidades de resurrección como
de cine. el L>\-D, la renta en el Blockbuster o el pirataje.
Impone un tipo de relato. La gente prefiere Tal vez alguien se motive y diga: "Mira, esa pe-
ver Dr. House o Los Soprano, en lugar de Etierni- lícula que no vi y que fue hecha por un tal señor
gos Íntimos. Todos esos folletones crean el gusto Lozano, de Monterrey, a lo meior era una pelí-
de los nuevos espectadores. Con esta situación, cula muy buena; lo que dice aquí se ve intere-
¿por qué una película mexicana tendría que ser sante: voy a buscarla". Por eso, puedo darme el
un éxito? No hay razón. Como ejemplo, basta lujo de intentar una inten.sificación y prolongar
considerar Enemigos íntimos, la película de Fer- un placer que se dio en el momento que vi la
nando Sariñana. La cinta se exhibe con un buen película y que puede darse todavía. Hay muchas
número de copias, pero la gente no va a verla. posibilidades con las nuevas tecnologías, pues
¿Por qué? ¿En quién se apoya? En una cantanti- sirven al cine más de lo que uno piensa. Cuan-
ta, su hija. Ximena Sariñana; en actores que ya do surgió el video, todo mundo pensaba que
no le dicen gran cosa al espectador. Nadie iría era el sida del cine e iba a acabar con él, y no. Al
a ver una película de un ruco moribundo. De- contrario, le sirvió para una revitaiización.
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lo que vi en una película el día anterior. En gene- en México de anticultura, incluso de odio a ía
ral, empiezo muy temprano: comienzo a escri- cultura. Suele creerse que el cine es algo muy
bir a las cinco de la mañana, después me rasuro, especial, que no está dentro de la cultura. Lo
desayuno y me vo)' a trabajar. Lo que realmente que yo siempre he respirado entre académicos
me demanda mucho tiempo es la investigación, y estudiantes de cine, incluso entre críticos,
que es lo que menos se aprecia. Pero también me es la anticultura. En México, se confunden la
entusiasma. Cuando yo era muy ¡oven, alguien contracultura, la anticultura y la incultura.
me dijo: "Trata de dedicarte a lo que te dedicarías
si estuvieras jubilado o si tuvieras resueltos todos Vuelvo a esa presencia de cineastas mexica-
tus problemas económicos y no necesitaras tra- nos en Hollywood...
bajar". Hso me pareció estupendo. Dejé la inge- El nuevo cogito cartesiano del cine nacional
niería química y me dediqué a lo que realmente es "me piensan en Hollywood, luego existo".
me interesaba: analizar, hablar y escribir sobre
cine. Y resulta que ya tengo 45 años de escribir Vn director mexicano se va a atropáis don-
crítica de cine y 44 dando clases en el CLEC, en- de le financian la película, se lleva parte de su
señando a deshacer películas y pasándola muy equipo de producción y, sin embargo, se dice
bien, porque el vampirismo académico es sensa- que es cine mexicano.
cional. Dar clases para mí es un placer. En realidad, no es cine mexicano. En gran
Me gusta estudiar las películas mexicanas medida, es hacer el trabajo sucio a los norte-
por aberrantes que sean; tengo nueve libros de americanos. El caso típico es Babel, una película
ensayos históricos sobre el tema. C^ada vez que en contra de las sirvientas mexicanas, de cara
sale uno de ellos, hablo de películas que nadie a los gringos. Ni siquiera ellos se atreverían a
vio. El último libro que escribí. La herética del pensarla, pero la hacen un par de canallas que
cine mexicano, se ocupa de los tres o cuatro años te dicen: "Cuidado, no vayan a contratar una
LA GRANDEZA DEL recientes de la exhibición del cine en México. sirvienta mexicana, porque seguramente ter-
CINE MEXICANO Allí analizo 100 películas. Los investigadores de mina deshidratando a sus niños en el desierto"
cine asalariados de la Cineteca o de otros lugares En términos generales, son películas abyectas o
hicieron una reunión para ver cuántas películas inotensivas. O películas que no vienen al caso,
de esas 100 habían visto. Quien había vi.sto más como aquella de Cuarón que te dice: "En el fu-
películas—de 101 investigadores del cine mexi- turo ya no va a haber hijos, qué terrible", cuan-
cano— sumaba 65; todos los demás, menos del do el verdadero problema de la humanidad es
SC/í), lo cual es absurdo. No ven las películas ni la sobrepoblación. Es estúpido.
siquiera aquellos a quienes les pagan ptir verlas.
A eso se ha llegado: a un bombardeo de marke- Habrá quien afirme que este tipo de pro-
ting en el que lo único existente es el cine norte-
ducciones son la glohalización, la multicultura-
americano, el holK-woodenselmpera la idea que lidad llevada a la manera de hacer cine.
todo mundo conoce: ¿cuál es el sueño dorado Cuando hablamos de la globalización, más
de todo mexicano? Dejar de serlo. Los únicos ci- bien se hace referencia a una hegemonía na-
neastas que tienen resonancia en ios medios son cional, transnacional. No hay tal globalización
los que trabajan para la industria de Hollnvood. pluricultural. Es otra cosa. La globalización es,
en realidad, la misma hegemonía de los países
Alguna vez escuché en una charla que un es- poderosos. Ésa es la globalización, ¿o existe
critor reclamó a utws amigos suyos, productores otra? Es un seudónimo, una palabra bonita que
de cine: "La gente de cine debería leer un poco designa, en términos cinematográficos, a la in-
más", a propósito de cierta estrechez de miras en dustria de Estados Unidos.
las historias que se cuentan en el cine.
Pues yo creo que sí leen mucho.,. pero Ii- Entonces, ¿qué daría la identidad al cine
; bros de autoayuda y cosas por el estilo. Leer en mexicano?
I sí mismo no es una condición; en todo caso, Su lucha por existir y por no existir también.
''\ hay que ieer buenos libros. Pero tampoco los Quién ve las películas de Rulfito o Los herederos
ià cineastas leen demasiado. Hay una tradición de Polgovsky que ganan premios en el extran-