Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Para entender cómo el velasquismo ha disciplinado nuestra manera de ver a las mujeres
rurales, se hace necesario analizar su producción visual de masculinidades. Destaca así la
construcción del ícono de Tupac Amaru II. ¿Qué implicancias tuvo que Velasco escogiera a
Tupac Amaru y no a Micaela Bastidas como figura capital de su revolución? La pregunta,
aparentemente trivial, nos permite comprender cómo se concebía a las mujeres
indígenas/campesinas. Estas no eran consideradas actores capaces de liderar un proyecto
revolucionario. Quedaba a los hombres la tarea de dirigir las luchas campesinas acorde con las
representaciones de los guerrilleros socialistas. Ciertamente el gobierno de Velasco buscó
erradicar el modelo de las guerrillas, siendo su Reforma una forma de contener el avance de
las mismas en los espacios rurales. No obstante, siguió manteniendo un interés por iconizar
masculinidades. Se prefería, ahora, subrayar el poder de los hombres indígenas/campesinos en
reemplazo de aquellos guerrilleros que fueron vencidos por el propio Velasco antes de su
mandato presidencial. En este sentido la figura de Tupac Amaru se convertiría en un arquetipo
del ideal de hombre campesino que se quería construir.