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Estudiante: Laura Daniela Vasquez Rojas Grupo: 2 Noche Unión Social

HISTORIA DEL SIGLO XX

Capítulo 5: Contra el enemigo común

El capítulo que nos presenta el autor hace referencia a los acontecimientos que se dan después de
la primera guerra mundial y la crisis económica de 1929, contando que paso después de estos dos
hechos y reconociendo que Europa, América y Oriente de alguna forma entraron en diferentes
dinámicas, haciendo referencia a que hay un enemigo común llamado Fascismo.

En un primer momento lo que estaba en juego no era sólo el equilibrio de poder entre las naciones
y estados que constituían el sistema internacional, y que la política de occidente interpretaba no
tanto como un enfrentamiento entre estados, sino como una guerra civil ideológica internacional. La
frontera no separaba al capitalismo y al comunismo, sino al progreso y a la reacción. Se considera
que fue una guerra internacional porque causó el mismo tipo de respuestas en la mayor parte de
los países occidentales y fue una guerra civil ya que en todas las sociedades se registró el
enfrentamiento entre las fuerzas fascistas y las antifascistas.

En 1935 Alemania denunció los tratados de paz y volvió a mostrarse como una potencia militar y
naval de primer orden y abandonó la Sociedad de Naciones. Mussolini, mostrando el mismo
desprecio hacia la opinión internacional, invadió ese mismo año Etiopía, que conquistó y ocupó
como colonia en 1936-1937, y también termino abandonando la Sociedad de Naciones. En 1936,
en España un golpe militar, apoyado por Alemania e Italia, inició la guerra civil española. En 1938
Alemania consideró indicado el momento de la conquista. En el mes de marzo invadió, a lo que se
unió Austria sin resistencia militar y tras varias amenazas, el acuerdo de Múnich de octubre dividió
Checoslovaquia y Hitler incorporó a Alemania extensas zonas de este país, creando a su vez un
racismo agudo en contra de los judíos por considerarlos una raza inferior a la de los alemanes. En
1939 Alemania ocupó Polonia y Europa quedó paralizada por la crisis polaca. De esa crisis nació la
guerra europea de 1939-1941, que luego alcanzó mayores proporciones, hasta convertirse en la
segunda guerra mundial.

Dentro de la lectura hubo otro factor que transformó la política nacional en un conflicto internacional
y fue la debilidad cada vez más llamativa de las democracias liberales y su incapacidad para actuar
unilateralmente o de forma concertada y para resistir el avance de sus enemigos.
El fascismo consideraba a todos los liberales, los socialistas y comunistas, a cualquier tipo de
régimen democrático y al régimen soviético, como enemigos a los que había que destruir. Todas
estas democracias debían mantenerse unidas, si no querían ser destruidas por separado. Los
comunistas, después de la subida de Hitler al poder, se convirtieron los defensores más
sistemáticos y más eficaces de la unidad antifascista. El antifascismo organizó a los enemigos
tradicionales de la derecha, pero no aumentó su número; movilizó a las minorías más fácilmente
que a las mayorías. La unión en contra del fascismo se dio de manera lenta e indecisa, el
llamamiento que hacían era no dejar avanzar al eje (fascismo) y a unos gobiernos que estaban
dispuestos a practicar esas políticas. La fuerza del antifascismo radicaba en movilizar a quienes
temían la guerra.

Luego del desarrollo de los sucesos y la terminación que dejó la segunda guerra mundial, la
transformación social que se produjo no fue la que se tenía prevista, debido a que en primera
instancia se tuvo que afrontar la ruptura de la gran alianza antifascista. Una vez se derroto el
fascismo contra el que muchos partidos políticos se habían unido, el capitalismo y el comunismo se
disponen de nuevo a ser nuevamente un modelo social para diferentes países y a competir entre
sí.

Bibliografía
Hobsbawm, E. (1998). Historia del siglo XX. Buenos Aires, Argentina; grijalbo mondadori.

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