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JUICIO: *MARSOL S.A.

C/ ANDRÉS OCTAVIO FLORENTÑ


SRWALIN S/ COBRO DE ALQUILER".-----
a REMA
STICTA
A.I. N" &?-
Asunción1pde noviembre de 2018.--
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VISTOS: Los recursos de apelación y nulidad interpuestos por los Abgs. Iris Caballero
.).
S¿ínchez Guerrero, representantes convencionales del Sr. Andrés Octavio Florentín Sryvalyn,
contra de diciembre de 2017, dictada por el Juzgado de Justicia Letrada del
SegUfr.do v;
CONSIDERANDO:
Que por la referida providencia el a quo resolvió: 'oAtenta al informe aclaratorio que
antecede, no ha lugar a la caducidad de instancia opuest4 por extemporáneo" (sic., f. 4l).--------r;------
En cuanto al recurso de:

NULIDAD: No obstante el desistimiento del recurso de nulidad formulado en el escrito


de expresión de agraüos, a f, 52,1a forma de la resolución apelada amerita algunas consideraciones, que
o deben formularse en ejercicio del control oficioso de la nulidad que attoriza el an. 113 del código
procesal civil.----
En efecto, el pedido de caducidad debe resolverse -ya sea en cuanto a su acogimiento,
como a su rechazo- por medio de auto interlocutorio, conforme con lo dispuesto por el a¡t. 158 del
código procesal civil, a cuyo tenor "los autos interlocutoríos resuelven cuestiones que requieren
swtanciación, planteadas durante el curso del proceso". Por el contario, las providencias solamente
tienden al desarrollo del proceso u ordenan actos de mera ejecución, sin requerir formalidades especiales
ni sustanciación previ4 según así lo dispone el art. 157 del código procesal civil. De este modo, va de

suyo que al resolverse sobre la procedencia o improcedencia de un medio anómalo de terminación, se

decide una cuestión que requiere sustanciación, y se plantea durante el curso del procedimiento, con lo

o cual tenemos todos los elementos que indican la necesidad de resolver la caducidad por medio de
interlocutorio, y no por simple providenci4 tipo de resolución reservado para actos de mero desa¡rollo o
ejecución de cuestiones ya resueltas con anterioridad.----:

Sobre esto no hay dudas en la doctrina, que aI respecto es por demás clara:"Producido el

informe de secretaría o deducida la petición del interesado y sustanciada ésta en su caso, debe
producirse la decisión judicial que declara la caducidad de la instancia. Esta decisión debe tener la

forma de un auto, con los breves fundamentos de hecho y de derecho necesarios y pronunciamiento
sobre las costas de la instancia que se declara caduca y de la instancia incidental si la hubiere"
(Pooerrt, J. Ramiro. Tratado de los actos procesal¿s. Buenos Aires, EDIAR, 1955, lu ed., pág. 372.En
idénticos términos se expide MauRmo, Alberto Luts. Perención de la instancia en el proceso civil.
Buenos Aires, Astrea, 2008, 2u ed. (reimpresión), pag. 348). Es lo obvio, desde que el juego de

157 y 158 del código procesal civil indican claramente que la caducidad de instancia
que requieren sustanciación, durante el curso del proceso, y asu
respecto no es de mero
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el fribunal de Apelación
de la CaPital \'J\\e ¡ Jr¡dlci¡l
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Cuarta Sala
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Sin embargo, esto no es lo que ha ocurrido en autos, ya que de acuerdo a las constancias
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del expediente, y específicamente a las actuaciones de f. 4l,la caducidad se ha rechazado mediante una

simple providencia, con lo que tenemos la inobservancia formal de la solemnidad requerida por la
resolución que resuelve un pedido de caducidad, y consiguientemente un problema de formas que

encuadra a pleno dentro de la previsión del art.404 del código procesal civil.--------

Ahora bien, es sabido que en materia de nulidades procesales, el mero vicio formal es

insuficiente, puesto que siempre que el acto procesal haya cumplido su fin, aunque sea irregular, no
procederá su anulación, según lo estatuye el art. I 1 I del código procesal civil. Es decir, no se atiende

aquí a la mera exterioridad del vicio en la solemnidad del pronunciamiento, sino que debe verificarse la

efectiva lesión de presupuestos sustanciales. Es por ello que "las formalidades no tienen en el proceso
una.finalidad en sí misma, ni se han impuesto pqra satisfacer pruritos formales, o en el solo interés de la
ley. De ahí entonces que las violaciones y omisiones de esta calidad, paro ser pqsibles de nulidad, deben

ser de tal entidad que perjudiquen la potestad defensiva de los litigantes" (Htrrens, Juan Carlos.
Técnica de los recursos ordinorios.LaPlata, Librería Editora Platense, 2004,2u ed., pág.531). Estas

enseñanzas, que son harto sabidas, e inspiran la filosofia del art. 111 del código procesal civil, nos o
imponen no detenemos en la pura violación de la formalidad, sino que determinan la necesidad de
avanzar ulteriormente en la verificación del perjuicio efectivo.-

En este sentido, y conforme con el art. 158 del código de forma, los autos interlocutorios
requieren, además de los requisitos genéricos comprendidos en el art. 156 del código procesal civil -la
firma del juez y del secretario, así como la indicación del lugar y fecha en el que se dicten- los
fundamentos de la decisión, la decisión en sí misma, positiva, expresa y precisa respecto de las

cuestiones planteadas, así como el pronunciarniento sobre costas. La decisión atacada dispone,

lacónicamente, lo siguiente: "Atenta al informe aclaratorio que antecede, no ha lugar a la caducidad de

instancia opuesta, por extemporáneo" (sic., f. 4l). Tenemos lugar, fecha y firmas del juez y actuario, así

como decisión expresa. Lo que no tenemos es fundamentación alguna, más que la afirmación dogmática

del juez de que el pedido se rechaza "por extemporáneo", con una remisión a lo dicho por el actuario en
o
su informe.

Esto no es suficiente para tener por curnplimentado el deber de fundamentación, pilar


esencial de toda decisión jurisdiccional y requisrto indisl,ensable de todo auto interlocutorio a tenor del

art. 158 inc. a) del código procesal civil. Son los fundame,ptos los que dan razón de la decisión adoptada,
evidencian la corrección o incorrección de la misma, y exteriorizan el razonamiento judicial, de modo tal
que la parte pueda criticarlo o controvertirlo por la vía de la apelación. Ante la ausencia total de
fundamentos, la aplicación de la ley se sustituye por el arbitrio o capricho del juzgador, y
consiguientemente se tiene la violación del art. 15 inc. b) del código procesal civil, que dispone: "Son

deberes de los jueces, sinperjuicio de lo establecido en il'código de organización.iudicial: b)fundar las

resoluciones definitivas e interlocutorias, en la Constituoión y en las leyes, conforme a la jerarquía de

las normas vigentes y al principio de congruencia, bajc¡ pena de nulidad'. Tenemos dada así la norma
especial, que previene expresamente la nulidad por falta'de fundamentación, lo que coincide con el art.
JUICIO: "MARSOL S.A. C/ ANDRÉS OCTAVIO FLORENTÑ
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código procesal civil, a cuyo tenor la nulidad se decla¡a de oficio, cuando el vicio impida que
tlictarse válidamente sentencia definitiva y en los dem¿ís casos en que la ley lo prescriba.-

No puede dudarse, conforme lo tenemos dicho hasta aquí, que la fundamentación es deber
esencial y principalísimo del juez, pues permite a las partes conocer las razones de hecho y de derecho

que motivan las decisiones adoptadas a lo largo del proceso. De hecho, el derecho a una decisión
motivada esüí consagrado en el art. 256 de la Constitución Nacional, que previene que toda sentencia
deberá estar basada en la Constitución y en la ley, de lo que el art. 15 inc. b) del código procesal civil es

directa expresión. La doctrina específica lo explica con suficiencia: "Los jueces deben desarrollar una

motivación autosuficiente, que dé sustento a la decisión. Respetar el principio de congruencio,


adecuándose estrictamente a los términos en que se planteara la cuestión litigiosa. Valorar, ajustándose
a las pautas de razonabilidad, los hechos, la prueba y el derecho aplicable. Por último, se deberán
o adecuar a la jerarquía normativa. En este marco, el deber constitucional de motivar las sentencias se

vincula, por un lado, al sistema de garantías que las constituciones democráticas crearon para la tutela

de los individuos frente al poder estatal, y por otro, al principio jurídico-político que expresa la
exigencia de controlabilidad a cargo del mismo pueblo, depositario de la soberaníay en cuyo nombre se

ejercen los poderes públicos" (GuzuÁN, lrandro. Derecho a una sentencia motivada. Buenos Aires,

Astrea 2013,1u ed., pág. I


Todo esto es lo que Genaro y Alejandro CeRRtó, en su reconocida obra, han sintetizado
de la siguiente manera: "No basta resolver el litigio; hay que resolverlo con arreglo a criterios y
apreciaciones que, por hallarse dotados de fuerza de convicción, puedan convencer. De otro modo la

decisión no sería más que el producto del arbitrio ilimitado de los jueces. En otras palabras: no basta

o que un fallo tenga fundamentos; es menester que estos fundamentos estén a su vez fundados. Porque si

no lo están entonces sólo hoy apariencia defundamentación" (Cenruó, Genaro R. y Cannló, Alejandro

D. Et recurso extraordinario por sentencia arbitraria. Buenos Aires, Abeledo-Perrot, lgg5, 3" ed.

(reimpresión), tomo I, pags. 259 y 260). Por ello, no es posible sustituir, de modo alguno, las sentencias

por expresiones lacónicas, no motivadas en sus eipresiones, conclusiones y fundamentos.--------

Ciertamente, este deber no se cumple por una mera remisión a actuaciones procesales,
máxime cuando se trata de un informe del actuario, sin constatación personal del juzgador de los hechos

allí contenidos. Es por tal razón que la jurisprudencia ha dicho qne "el análisis rítico que exige la ley
procesal con el recqudo de fundamentación no puede ser suplido con la remisión
,r
constancias del proceso, o a las pruebas de la causa, o con un resumen meramente
elementos que lo conducen a la solución, pues sibstofuera posible el pronunciamiento

conciencia del juez' (Fallo citado en MeuRrNtj, Alber¡o Lttis. Nulidades procesales ü
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Astrea, 2001,2u ed. (reimpresión), pag. 244).En se estimó qte"no suple las en los f
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fundamentos de la resolución dictada de de q'úebra


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la referencia al dictamen del agente fiscal, si éste se limitó a reproducir la calificación del síndico y a
.formular breves consideraciones de carácter general como único.fundamento de aquélla" (LL 133-902).
Las conclusiones son por demás claras: el deber de fundamentación tiene raigambre
constitucional, su violación está expresamente prevista en el código procesal civil (art. 15, inc. b), como

causal de nulidad, y esa fundamentación no se suple con la simple remisión a otras actuaciones, sino que

requiere un tratamiento razonado de las cuestiones de hecho y de derecho sometidas a la decisión


jurisdiccional. De tal manera, en aplicación del art. 113 del código procesal civil, concordante con el art.

15 inc. b) del mismo cuerpo legal, la providencia del 29 de diciembre de 2017 , obrante a f. 41 de autos,

debe ser anulada, por falta total de fundamentación. A renglón seguido, conforme lo dispone el art.406
del código procesal civil, corresponderá resolver sobre el fondo de la cuestión.----------

Sobre la caducidad solicitada en primera instancia, la Abg. Iris Caballero, representante

convencional del Sr. Andrés Octavio Florentín Sryvalin, según testimonio de poder de fs. 21124 y
reconocimiento de personería del 8 de febrero de 2017 (f. 25 vlto.), solicitó la caducidad de instancia a f.

40, alegando allí que la actuación de su parte, hecha en el mes de mayo del20l7, no es acto de impulso
procesal idóneo, con lo que el procedimiento no se habría impulsado desde marzo del año 2017, con lo o
que cualquier acto posterior a la caducidad operada no la purga, a tenor del art. 174 del código procesal

civil. Este pedido motivó dos informes actuariales, el primero, del 1 1 de octubre de 2017, que indica que

entre el A.I. N" 2311, del 13 de diciembre de2016, y el diligenciamiento del mandamiento de intimación

depagoyembargoejecutivo, del23 deagosto de20lT,transcurrió elplazo decaducidaddeinstancia(f.


40 vlto.). El segundo, obrante a f. 41 y sin indicación de fecha, que indica que el anterior informe se

produjo por vía de error, y que la última actuación procesal realizada es el diligenciamiento del
mandamiento de intimación de pago y embargo ejecutivo el 23 de agosto de 2017

Ante esta situación 1ue evidencia aún más la gravedad de la falta de fundamentación que
motivó la nulidad pronunciada- no cabe sino la revisión de lo actuado. Es así que por A.I. No 231 1, del
13 de diciembre de 2016, dictado por el Juzgado de Justicia Letrada del Segundo Tumo (f. 20), se tuvo

por iniciado el juicio ejecutivo promovido por Marsol S.A. contra el Sr. Andrés Octavio Florentín o
Srlvalin. Posteriormente, consta a f . 26 que el oficial de justicia Carlos Baravalle retiró el mandamiento
de intimación de pago y embargo el 17 de marzo de 2017 (f. 26); a lo que le precedió, el día
inmediatamente anterior, la notificación del inicio de la ejecución, instrumentada en cédula diligenciada

el 16 de marzo de 2017 (f. 28). Ese mandamiento fue diligenciado el23 de agosto de 2017 (f. 35), lo que
implica la intimación de pago a tenor del art. 451 del código procesal civil, trámite este irrenunciable a

tenor del art.46l del código de forma, y por lo mismo acto idóneo para intemrmpir la caducidad. Luego,

el 19 de septiembre de20l7,llegó el pedido de citación para oponer excepciones, otro acto de impulso

procesal (f. 36), lo que se materializó por providencia del26 de septiembre de 2017 (f.37). En este
estadio procesal, sobrevino el pedido de caducidad, del 5 de octubre de20l7 (f. 40).-----
El recuento hecho nos indica, a todas luces, que en ningún caso ha transcurrido el plazo
de seis meses previsto en el art. 172 del código procesal civil para que opere la caducidad. Basta con
tomar el inicio de la demanda, del 13 de diciembre de 2016 (f.20),la notificación del interlocutorio que

tiene por iniciada la demanda, del l6 de marzo de2017 (f. 28), y el diligenciamiento del mandamiento de

...il1...
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,'t de pago y embargo, del23 de agosto de 2017 (f. 35), para concluir tal cosa ion seguridad, ya
los actos reseñádos son intemrptivos del cómputo de la caducidad a tenor del a¡t. 173 del
código civil, en su redacción modificada por la ley 486712013, teniendo en cuenta que la ley
.ultimarñéntecitadaexc1uyóelmesdeenero,feriajudicial,delcómputodelplazoperencional
De esta maner4 la caducidad de instancia no se ha producido, por lo que el pedido debe
ser rechazado. En cuanto a las costas, como quiera que la nulidad fue pronunciada por vía del examen

oficioso, sin debate ni alegación al respecto de las partes, correspondení imponer las costas de la alzada
por su orden, a tenor de la facultad que confiere el art. 193 del código procesal civil.----
Por tanto, el Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial de la Capital, Cuarta Sala;-
RESUELVE:
ANULAR la providencia del 29 de diciembre de 2017, dictada por el Juzgado de

o Justicia Letrada del Segundo Turno de la Capital, por falta de fundamentación.--

RECHAZAR el pedido de caducidad de la instancia originaria, impetrado por Abg.


Iris Caballero, representante convencional del Sr. Andrés Octavio Florentín Sryvalin.
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