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decide una cuestión que requiere sustanciación, y se plantea durante el curso del procedimiento, con lo
o cual tenemos todos los elementos que indican la necesidad de resolver la caducidad por medio de
interlocutorio, y no por simple providenci4 tipo de resolución reservado para actos de mero desa¡rollo o
ejecución de cuestiones ya resueltas con anterioridad.----:
Sobre esto no hay dudas en la doctrina, que aI respecto es por demás clara:"Producido el
informe de secretaría o deducida la petición del interesado y sustanciada ésta en su caso, debe
producirse la decisión judicial que declara la caducidad de la instancia. Esta decisión debe tener la
forma de un auto, con los breves fundamentos de hecho y de derecho necesarios y pronunciamiento
sobre las costas de la instancia que se declara caduca y de la instancia incidental si la hubiere"
(Pooerrt, J. Ramiro. Tratado de los actos procesal¿s. Buenos Aires, EDIAR, 1955, lu ed., pág. 372.En
idénticos términos se expide MauRmo, Alberto Luts. Perención de la instancia en el proceso civil.
Buenos Aires, Astrea, 2008, 2u ed. (reimpresión), pag. 348). Es lo obvio, desde que el juego de
157 y 158 del código procesal civil indican claramente que la caducidad de instancia
que requieren sustanciación, durante el curso del proceso, y asu
respecto no es de mero
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Sin embargo, esto no es lo que ha ocurrido en autos, ya que de acuerdo a las constancias
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del expediente, y específicamente a las actuaciones de f. 4l,la caducidad se ha rechazado mediante una
simple providencia, con lo que tenemos la inobservancia formal de la solemnidad requerida por la
resolución que resuelve un pedido de caducidad, y consiguientemente un problema de formas que
encuadra a pleno dentro de la previsión del art.404 del código procesal civil.--------
Ahora bien, es sabido que en materia de nulidades procesales, el mero vicio formal es
insuficiente, puesto que siempre que el acto procesal haya cumplido su fin, aunque sea irregular, no
procederá su anulación, según lo estatuye el art. I 1 I del código procesal civil. Es decir, no se atiende
aquí a la mera exterioridad del vicio en la solemnidad del pronunciamiento, sino que debe verificarse la
efectiva lesión de presupuestos sustanciales. Es por ello que "las formalidades no tienen en el proceso
una.finalidad en sí misma, ni se han impuesto pqra satisfacer pruritos formales, o en el solo interés de la
ley. De ahí entonces que las violaciones y omisiones de esta calidad, paro ser pqsibles de nulidad, deben
ser de tal entidad que perjudiquen la potestad defensiva de los litigantes" (Htrrens, Juan Carlos.
Técnica de los recursos ordinorios.LaPlata, Librería Editora Platense, 2004,2u ed., pág.531). Estas
enseñanzas, que son harto sabidas, e inspiran la filosofia del art. 111 del código procesal civil, nos o
imponen no detenemos en la pura violación de la formalidad, sino que determinan la necesidad de
avanzar ulteriormente en la verificación del perjuicio efectivo.-
En este sentido, y conforme con el art. 158 del código de forma, los autos interlocutorios
requieren, además de los requisitos genéricos comprendidos en el art. 156 del código procesal civil -la
firma del juez y del secretario, así como la indicación del lugar y fecha en el que se dicten- los
fundamentos de la decisión, la decisión en sí misma, positiva, expresa y precisa respecto de las
cuestiones planteadas, así como el pronunciarniento sobre costas. La decisión atacada dispone,
instancia opuesta, por extemporáneo" (sic., f. 4l). Tenemos lugar, fecha y firmas del juez y actuario, así
como decisión expresa. Lo que no tenemos es fundamentación alguna, más que la afirmación dogmática
del juez de que el pedido se rechaza "por extemporáneo", con una remisión a lo dicho por el actuario en
o
su informe.
art. 158 inc. a) del código procesal civil. Son los fundame,ptos los que dan razón de la decisión adoptada,
evidencian la corrección o incorrección de la misma, y exteriorizan el razonamiento judicial, de modo tal
que la parte pueda criticarlo o controvertirlo por la vía de la apelación. Ante la ausencia total de
fundamentos, la aplicación de la ley se sustituye por el arbitrio o capricho del juzgador, y
consiguientemente se tiene la violación del art. 15 inc. b) del código procesal civil, que dispone: "Son
las normas vigentes y al principio de congruencia, bajc¡ pena de nulidad'. Tenemos dada así la norma
especial, que previene expresamente la nulidad por falta'de fundamentación, lo que coincide con el art.
JUICIO: "MARSOL S.A. C/ ANDRÉS OCTAVIO FLORENTÑ
RTE SRWALIN S/ COBRO DE ALQUILER"
STICTA
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código procesal civil, a cuyo tenor la nulidad se decla¡a de oficio, cuando el vicio impida que
tlictarse válidamente sentencia definitiva y en los dem¿ís casos en que la ley lo prescriba.-
No puede dudarse, conforme lo tenemos dicho hasta aquí, que la fundamentación es deber
esencial y principalísimo del juez, pues permite a las partes conocer las razones de hecho y de derecho
que motivan las decisiones adoptadas a lo largo del proceso. De hecho, el derecho a una decisión
motivada esüí consagrado en el art. 256 de la Constitución Nacional, que previene que toda sentencia
deberá estar basada en la Constitución y en la ley, de lo que el art. 15 inc. b) del código procesal civil es
directa expresión. La doctrina específica lo explica con suficiencia: "Los jueces deben desarrollar una
vincula, por un lado, al sistema de garantías que las constituciones democráticas crearon para la tutela
de los individuos frente al poder estatal, y por otro, al principio jurídico-político que expresa la
exigencia de controlabilidad a cargo del mismo pueblo, depositario de la soberaníay en cuyo nombre se
ejercen los poderes públicos" (GuzuÁN, lrandro. Derecho a una sentencia motivada. Buenos Aires,
decisión no sería más que el producto del arbitrio ilimitado de los jueces. En otras palabras: no basta
o que un fallo tenga fundamentos; es menester que estos fundamentos estén a su vez fundados. Porque si
no lo están entonces sólo hoy apariencia defundamentación" (Cenruó, Genaro R. y Cannló, Alejandro
D. Et recurso extraordinario por sentencia arbitraria. Buenos Aires, Abeledo-Perrot, lgg5, 3" ed.
(reimpresión), tomo I, pags. 259 y 260). Por ello, no es posible sustituir, de modo alguno, las sentencias
Ciertamente, este deber no se cumple por una mera remisión a actuaciones procesales,
máxime cuando se trata de un informe del actuario, sin constatación personal del juzgador de los hechos
allí contenidos. Es por tal razón que la jurisprudencia ha dicho qne "el análisis rítico que exige la ley
procesal con el recqudo de fundamentación no puede ser suplido con la remisión
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constancias del proceso, o a las pruebas de la causa, o con un resumen meramente
elementos que lo conducen a la solución, pues sibstofuera posible el pronunciamiento
conciencia del juez' (Fallo citado en MeuRrNtj, Alber¡o Lttis. Nulidades procesales ü
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Astrea, 2001,2u ed. (reimpresión), pag. 244).En se estimó qte"no suple las en los f
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la referencia al dictamen del agente fiscal, si éste se limitó a reproducir la calificación del síndico y a
.formular breves consideraciones de carácter general como único.fundamento de aquélla" (LL 133-902).
Las conclusiones son por demás claras: el deber de fundamentación tiene raigambre
constitucional, su violación está expresamente prevista en el código procesal civil (art. 15, inc. b), como
causal de nulidad, y esa fundamentación no se suple con la simple remisión a otras actuaciones, sino que
15 inc. b) del mismo cuerpo legal, la providencia del 29 de diciembre de 2017 , obrante a f. 41 de autos,
debe ser anulada, por falta total de fundamentación. A renglón seguido, conforme lo dispone el art.406
del código procesal civil, corresponderá resolver sobre el fondo de la cuestión.----------
convencional del Sr. Andrés Octavio Florentín Sryvalin, según testimonio de poder de fs. 21124 y
reconocimiento de personería del 8 de febrero de 2017 (f. 25 vlto.), solicitó la caducidad de instancia a f.
40, alegando allí que la actuación de su parte, hecha en el mes de mayo del20l7, no es acto de impulso
procesal idóneo, con lo que el procedimiento no se habría impulsado desde marzo del año 2017, con lo o
que cualquier acto posterior a la caducidad operada no la purga, a tenor del art. 174 del código procesal
civil. Este pedido motivó dos informes actuariales, el primero, del 1 1 de octubre de 2017, que indica que
entre el A.I. N" 2311, del 13 de diciembre de2016, y el diligenciamiento del mandamiento de intimación
produjo por vía de error, y que la última actuación procesal realizada es el diligenciamiento del
mandamiento de intimación de pago y embargo ejecutivo el 23 de agosto de 2017
Ante esta situación 1ue evidencia aún más la gravedad de la falta de fundamentación que
motivó la nulidad pronunciada- no cabe sino la revisión de lo actuado. Es así que por A.I. No 231 1, del
13 de diciembre de 2016, dictado por el Juzgado de Justicia Letrada del Segundo Tumo (f. 20), se tuvo
por iniciado el juicio ejecutivo promovido por Marsol S.A. contra el Sr. Andrés Octavio Florentín o
Srlvalin. Posteriormente, consta a f . 26 que el oficial de justicia Carlos Baravalle retiró el mandamiento
de intimación de pago y embargo el 17 de marzo de 2017 (f. 26); a lo que le precedió, el día
inmediatamente anterior, la notificación del inicio de la ejecución, instrumentada en cédula diligenciada
el 16 de marzo de 2017 (f. 28). Ese mandamiento fue diligenciado el23 de agosto de 2017 (f. 35), lo que
implica la intimación de pago a tenor del art. 451 del código procesal civil, trámite este irrenunciable a
tenor del art.46l del código de forma, y por lo mismo acto idóneo para intemrmpir la caducidad. Luego,
el 19 de septiembre de20l7,llegó el pedido de citación para oponer excepciones, otro acto de impulso
procesal (f. 36), lo que se materializó por providencia del26 de septiembre de 2017 (f.37). En este
estadio procesal, sobrevino el pedido de caducidad, del 5 de octubre de20l7 (f. 40).-----
El recuento hecho nos indica, a todas luces, que en ningún caso ha transcurrido el plazo
de seis meses previsto en el art. 172 del código procesal civil para que opere la caducidad. Basta con
tomar el inicio de la demanda, del 13 de diciembre de 2016 (f.20),la notificación del interlocutorio que
tiene por iniciada la demanda, del l6 de marzo de2017 (f. 28), y el diligenciamiento del mandamiento de
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JUICIO: "MARSOL S.A. C/ ANONÉS OCTAVIO TIONENTÑ
CORIE SRWALIN S/ COBRO DE ALQUILER".-----
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,'t de pago y embargo, del23 de agosto de 2017 (f. 35), para concluir tal cosa ion seguridad, ya
los actos reseñádos son intemrptivos del cómputo de la caducidad a tenor del a¡t. 173 del
código civil, en su redacción modificada por la ley 486712013, teniendo en cuenta que la ley
.ultimarñéntecitadaexc1uyóelmesdeenero,feriajudicial,delcómputodelplazoperencional
De esta maner4 la caducidad de instancia no se ha producido, por lo que el pedido debe
ser rechazado. En cuanto a las costas, como quiera que la nulidad fue pronunciada por vía del examen
oficioso, sin debate ni alegación al respecto de las partes, correspondení imponer las costas de la alzada
por su orden, a tenor de la facultad que confiere el art. 193 del código procesal civil.----
Por tanto, el Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial de la Capital, Cuarta Sala;-
RESUELVE:
ANULAR la providencia del 29 de diciembre de 2017, dictada por el Juzgado de
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