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0 Unesco 1990
Boletín de derechode autor
Vo/. XXIV, n. O 4, 1990
Doctrina
4 La Revolución Francesa y el derecho de autor: por un nuevo
universalismo, por Daniel Bécourt
I4 Una concepción moderna del derecho de la comunidad de autores
(dominio público pagante), por Adolf Dietz
Actividades de la UNESCO
27 Comité Internacional del Libro (CIL): Reunión anual ordinaria, París,
Francia, 1.” de octubre de 1990
28 Seminario sobre la Enseñanza del Derecho de Autor a Nivel
Universitario, Bogotá, Colombia, 12-16 de noviembre de 1990
Noticias e informaciones
32 Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores
(CISAC): Trigésimo séptimo Congreso, Budapest, Hungría, 7-13
de octubre de 1990
34 Co10 uio sobre los derechos de los artistas intérpretes y los productores
e fono ramas en Europa, Aix-en-Provence, Francia, 7-9 de
!oviem&e de 1990
37 Se constituye el Consejo Afroasiático del Libro
39 Bibliografía
1991:
Innovaciones en nuestro Boleth
En estas condiciones, quizás cabría ir más allá de una mera constatación de estos
factores que son aparentemente diferenciados, pero cuya conjunción merece
reflexión. En efecto, puede admitirse indudablemente que una empresa se preo-
cupe por limitar los riesgos inherentes a la comunicación tanto de la creación
como de la comercialización de un producto. Pero en ese caso también debe
tenerse en cuenta dicho factor desde el punto de vista de los autores, que, por ser
generadores de la obra, también tienen derecho a un “tributo legítimo”, como
lo señalaba Lakanal. Después de todo, salvo si se desea poner en tela de juicio el
principio de contradicción, la inversión intelectual merece la misma considera-
cían que la inversión económica que, además, le está supeditada. En el mundo
del futuro, no se admitirá que el valor económico, y por ende material, preva-
lezca siempre sobre el valor creador, cuando ya hemos ingresado en el Decenio
Mundial para el Desarrollo Cultural, iniciado por la UNESCO.
--.- I-
zar ese respeto. A fin de cuentas, esta transposición de los preceptos enunciados
por los decretos de 1791 y 1793 parece evidente, habida cuenta del nuevo uni-
versalismo impuesto por el enfoque globalizador de los diversos componentes
de la sociedad futura en gestación.‘O
Notas
1. La parte esencial de los análisis que contiene esteartículo fue publicada en el n.” 143 de la
Revue internationale du droit d’auteur de enero de 1990; deseamosagradeceral Sr. André
Kerever que nos haya permitido su reproducción en el Boletín deDerecho de Autor de la
UNESCO.
2. Véasenuestro estudio “La condition des auteurs - Le futur a déjà commencé”, Droits et
Média, n.’ 7, 30 de octubre de 1982, n.O 8-9, 25 de enero de 1983.
3. Véase Daniel Bécourt, “L’inversion des circuits”. Coloquio sobre “La communication
audiovisuelle en question”, París, ll de diciembre de 1987.
4. Sentencias del Tribunal de Casación, Asamblea Plenaria, 7 de marzo de 1986 y 11 de
octubre de 1987. Véase Daniel Bécourt, “Le régime juridique des logiciels”, Caz. Pal.,
ll-12 de marzo de 1988, Petites 24 a 26, 25-27 de febrero y 2 de marzo de
1987. Véanse nuestros estudios so los bancos de datos y el fallo Microfor, Gaz Pal.,
8-10 de mayo de 1988, no 129/131; Petites A&hes, n.’ 75, 22 de junio de 1988.
5. Artículos 19, 45 y siguientes de la ley francesa del 3 de julio de 1985.
6. Recomendación relativa a la condición del artista, aprobada por la Conferencia General
de la UNESCO en su 21 .a reunión, Belgrado, septiembre-octubre de 1980.
7. Véase la comunicación del Sr. Ter Gazariants, primer vicepresidente de la Agencia de la
URSS para Derechos de Autor (VAAP), Moscú, y la del Sr. Xiao Xun, director adjunto
de la Oficina de Derecho Civil, Beijing, presentada en el Co10 uio “Derechos de autor y
derechos humanos”, organizado por la Asociación de Aboga 1os de Derecho de Autor,
París, 16~ 17 de junio de 1989.
8. Como m ican los lemas que figuran en las fórmulas de los matasellos utilizadas en Fran-
cia por la Sociedad de Autores, Compositores y Editores de Música (SACEM) y la Socie-
dad de Autores y Compositores Dramáticos (SACD), respectivamente.
9. Acaba de crearse, en abril de 1990, un registro internacional de obras audiovisuales, con
sede en Ginebra.
10. Véase Maurice Agulhon, El Correo de la UNESCO, UNESCO, marzo de 1989, y nues-
tro análisis “Pour une nouvelle Renaissance”, conclusión de nuestra obra Livres interdits-
Liorer condamnés, segunda edición, París, Cercle de la Librairie, 1972.
ll. Véase Yves Gaubiac, Boletín de Derecho de Autor de la UNESCO, vol. XXII, n.’ l-2,
1988, p. 117.
12. Véase TGI, París, 29 de abril de 1959 JCP 1959 II 11134 -- pleito Charlie Chaplin; y
TGI, París, 23 de noviembre de 1988; Tribunal de apelaciones, París, 6 de julio de
1989, pleito sobre la coloración de la película Arphalt ungle.
13. En este es íritu se celebró el Coloquio Internacional d e la Asociación de Abogados de
Derecho Be Autor sobre “Derechos de autor y derechos humanos”, París, 16-17 de
junio de 1989, que aprobó una moción en este sentido.
Una concepción moderna del
derecho de la comunidad de autores
(Dominio público pagante)
Adolf Dietz *
Introducción
En pocas ocasiones como en este “año Van Gogh 1990” ha sido tan evidente el
contraste, por una parte, entre la miseria material y financiera de la vida de un
artista, y por otra, los precios exorbitantes alcanzados en el mercado del arte,
que con frecuencia representan ingresos descomunales obtenidos gracias a la
explotación de las obras de arte. Un observador cuidadoso y sensible tendrá
oportunidad de comprender mejor esta situación con el año Mozart (1991).
Todo el mundo sabe, que Vincent Van Gogh (1853-1890) sólo consiguió ven-
der un cuadro en su vida, a un comprador muy particular, su hermano Theo,
quien naturalmente obró movido por un sentimiento de compasión. Cien años
después de la muerte de Van Gogh, un comprador japonés pagaba el precio más
alto hasta ahora atribuido a una obra de arte (82,5 millones de dólares) por su
Retrato del Doctor Gachet. Ya en 1987 un empresario australiano (que, dicho sea
de paso, no logró conservar la obra en su poder) había pagado 53,9 millones de
dólares por Los lirior del mismo pintor. Ese mismo año una compañía de seguros
japonesa pagó cerca de 40 millones de dólares por Los giraroles de Van Gogh.
Auguste Renoir (1841-1919), que durante su vida gozó de mejor situación eco-
nómica, logró casi igualar en 1990 el récord de Van Gogh; en efecto, el mismo
comprador japonés pagó 78,l millones de dólares por su cuadro Le Moulin de la
Galette. Los anteriores son únicamente los casos más espectaculares de toda una
Sobre todo en Europa, las modernas sociedades de autores desde hace mucho
tiempo han creado fondos con fines sociales o culturales, a menudo de carácter
voluntario, aunque también a veces en virtud de disposiciones y prescripciones
legales. Tales fondos, cuya existencia suele tener sólo una frágil base jurídica,
representan parte de los ingresos obtenidos en la explotación de obras protegi-
das individualmente. En una perspectiva internacional todo ésto guarda además
relación con la llamada “norma del 10%” que figura en los Estatutos de la Con-
federación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC).‘*
Desde luego, parte de esas sumas provienen de los llamados “ingresos no distri-
buibles”.” Sin embargo, ésto no se aplica a todas las sumas abonadas a los fondos
culturales o sociales ni, en especial, al porcentaje de ingresos provenientes de la
explotación de obras que las respectivas sociedades de autores han de utilizar
con fines culturales o sociales, según prescriben expresamente las leyes sobre de-
recho de autor (por ejemplo en Austria12 el 51% y en Francia13 el 25% de los
honorarios pagados por grabaciones privadas). Este tipo de obligaciones jurídi-
cas es a menudo objeto de críticai ya que, en último término, representan una
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redistribución legalmente establecida de las sumas debidas en virtud de derechos
individuales.
A veces se alega que, al firmar el contrato de afiliación, el autor acepta los
estatutos de la sociedad respectiva en la medida en que contienen normas rela-
cionadas con los fondos sociales de los que normalmente se beneficia el autor
mismo. Pero hay además los autores extranjeros que no se benefician de esos
fondos y otros autores que no los necesitan. Con todo, para ser representados
por esa sociedad -directamente o mediante acuerdos de reciprocidad- de-
berán aceptar las normas estatutarias relativas a los fondos sociales. Debido a este
monopolio de hecho que poseen casi siempre y en todas partes las sociedades de
autores en su campo de actividad, resulta puramente teórico y poco sólido el
argumento de que la aceptación por los autores miembros de la norma del 10%
relativa a los ingresos no distribuibles individualmente es voluntaria. La socie-
dad de autores excluiría simple y llanamente del sistema de gestión de sus de-
rechos a todo autor que se negara a aceptar la norma especial de los estatutos
relativa a los fondos sociales.
Así pues, habrá que encontrar una mejorjustificación jurídica para esos fon-
dos, que en última instancia son una forma incipiente del derecho de la comuni-
dad de autores (dominio público pagante), si bien no interpretados de manera
suficientemente clara y consecuente. Sin embargo, no debe olvidarse que esos
comienzos de una utilización especial de los ingresos provenientes de la explo-
tación de obras dentro de los límites del sistema de derecho de autor existen des-
de hace largo tiempo,‘” sin que se hayan presentado las fuertes protestas que sue-
len surgir cuando se empieza a hablar de cualquier plan de dominio publico
pagante. Por otra parte, esos sistemas tradicionales ofrecen por lo menos la ven-
taja de demostrar que pueden existir, como en efecto existen, sistemas más o
menos autónomos, organizados en forma colectiva y descentralizados en los que
la administración de los fondos sociales y culturales está a cargo de las personas
interesadas o se lleva a cabo bajo su control.
A fin de evitar la redistribución de las sumas pagadas en virtud de derechos
individuales, el legislador deberá buscar otra basejurídica más directa para los sis-
temas que ya existen en parte. De ahí que propongamos la solución ya mencio-
nada, a saber, la asignación directa de una parte del plazo de protección a la
comunidad de autores creadores vivos, organizada en sociedades de autores o
asociaciones profesionales. Es interesante observar que la legislación francesa
utilizó durante un cierto tiempo una fórmula comparable, con la famosa pro-
longación de 15 años del plazo de protección, instituida en 1956 en favor de la
Caisse Nationale des Lettres (más tarde el Centre National des Lettres), sistema
que por desgracia fue abolido en 1976, aparentemente porque la jurisprudencia
no tuvo el valor de darle un sentido más práctico .lh El reciente “Proyecto de ley
para financiar con derechos de autor una fundación nacional de las artes”, pre-
sentado en 1990 al Congreso de los Estados Unidos17, se basa en la misma idea
fundamental. Según el Sr. Dodd, que fue quien lo presentó, el proyecto prolon-
garía por 25 años más el plazo actual de protección del derecho de autor y de-
dicaría las correspondientes regalías a la Fundación Nacional de las Artes al
menos en lo relativo a las licencias obligatorias. “Al expirar el plazo inicial de
protección del derecho de autor, las regalías se convertirían en un tributo por el
mismo importe que se pagaría a un fondo fiduciario en favor de la Fundación
18 Nacional de las Artes”. La antigua fórmula francesa y esta nueva fórmula pro-
puesta recientemente en los Estados Unidos -aunque la primera se suprimiera
y la segunda tenga escasas posibilidades de éxito- muestran que la idea de
ampliar el plazo de protección del derecho de autor en favor de la generación de
autores creadores vivos no es tan descabellada como algunas veces puede pare-
cer.
Los casos de Van Gogh y de Renoir evocados al comienzo del presente artículo
sugieren hacer algunas consideraciones particulares acerca de las artes plásticas y
las bellas artes en general. Como se ha visto, la plusvalía alcanza a veces niveles
excepcionalmente altos en este campo. Por otra parte, en casi todos los países en
20 los que se reconoce -por desgracia relativamente pocos2’-, el droit de suite se
ejerce por conducto de las sociedades de autores, ya sea de facto, ya sea en virtud
de preceptos legales. Como ha demostrado Katzenberger en un largo y bien
documentado artículo,22 la combinación del droit de suite y del dominio público
pagante (derecho de la comunidad de creadores de obras) sería particularmente
oportuna y haría justicia a esos creadores. (Cabe señalar que Hungría es el pri-
mer país que ha adoptado esta combinación en su legislación sobre derecho de
autor.23)
Desde siempre y sistemáticamente, pintores, escultores y otros creadores
pertenecientes al ámbito de las bellas artes y las artes plásticas se hallan, con res-
pecto al derecho de autor, en situación de desventaja en comparación, por ejem-
plo, con los compositores, ya que tradicionalmente, la única manera de poder
gozar de todas las posibilidades financieras de su creación es vender sus obras
como objeto físico. 24 Aunque desde hace poco existen otros tipos de explota-
ción, por ejemplo, en la forma audiovisual, su incidencia económica es relativa-
mente modesta. Por otra parte, está demostrado estadísticamente2” que en tér-
minos generales los artistas pertenecen a los grupos menos favorecidos de la
sociedad, lo que justifica que busquen siempre nuevas fuentes de ingresos. Se
alega con frecuencia26 que el droit de suite, que puede interpretarse como una
forma atenuada del derecho de distribución, apenas puede modificar la situación
económica de los autores vivos ya que éstos sólo en raras ocasiones disfrutan de
ese derecho. Si bien este argumento no es suficiente para no otorgar el droit de
suite, sí permite afirmar que sería muy interesante combinar el droit desuite con el
derecho de la comunidad de autores.
En Alemania, uno de los países donde existe el dtd de suite, su aplicación
implica ya el establecimiento de un cierto elemento de dominio público pagante
como resultado de prolijas y difíciles negociaciones entre los comerciantes de
obras de arte y los artistas, representados por su sociedad de autores, la VG Bildl
Kunst. El resultado consiste en sustituir el 5% del droit de suite, previsto por la
ley, por una tasa o gravamen del 1% de la facturación total de los comerciantes
por obras de arte del siglo xx. 27El elemento de dominio público pagante radica
en que esa tasa del 1% se paga como suma global, sin eliminar aquellas obras de
arte que ya no están protegidas por la legislación sobre derecho de autor. Se
observa también otro elemento del derecho de la comunidad de autores (domi-
nio público pagante) en el hecho de que parte de esa suma global pagada por los
comerciantes de obras de arte alemanes y recaudada por la VG Bild/Kunst se
utiliza para fines sociales de sus miembros, es decir los artistas vivos.28 Este ejem-
plo muestra una vez más que existen ya prefiguraciones y esbozos del derecho
de la comunidad de autores y que lo que ahora hace falta es sistematizarlos, afi-
narlos y, sobre todo, tomar conciencia de ellos.
Este ejemplo alemán de combinación particular de droit de suite y elementos
del derecho de la comunidad de autores muestra además que la limitación tem-
poral de este nuevo derecho no debe consistir necesariamente en una prolonga-
ción uniforme del plazo (individual) de protección, sino que podrá calcularse en
términos absolutos (históricos), por ejemplo, como en el caso alemán, obras de
arte del siglo xx o, a fin de abarcar el fecundo periodo de los impresionistas y del
arte moderno, obras de arte de la segunda mitad o de todo el siglo XIX. En este
caso Van Gogh podría por fin ser útil a sus colegas los artistas vivos.
iDerecho exclusivo o derecho de
remuneración?
Observaciones finales
Notas
1. Para los aspectos generales, véase Goetzl, “Visual Arts and the Public: A Legislative
Agenda for the 199Os”, COMM/ENT, vol. 12, n.’ 3, 1990, p. 403 et seq.
2. Véanse las referencias citadas por Dillenz, “Uberlegungen zum Domaine Public
payan?, Gewerblickrr Rechtsrckutz und Urkeberreckt, Internationaler Teil (GRUR Int.),
1983 . 920 et seq.; Lipszyc, “Intellectual Works in the Public Domain”, European Inte-
llectu~l!Propeyjy Review (EIPR), 1983, p. 100 et seq. Véase, en articular, la documenta-
ción general e la historia del dominio público pagante, reseña Ba por Katzenberger, “Die
Diskussion um das “domaine public payant” in Deutschland”, Feslsckriftftir Georg Roeber,
zum 20, December 1981, p. 193 et seq., Friburgo, 1982.
3. Véase Hubmann, “Kulturabgabe (Urhebernachfolgegebühr), GRUR, 1958, p. 527 et
seq.; “Die Zuständigkeit des Bundes ftir die Urhebernachfolgevergütung, UFITA, vol.
36, 1962, p. 396 et seq.; Urkrber- und Verlagsreckt, sexta edición, p. 204 et seq., Munich,
1987.
4. Véanse los artículos 73 y siguientes del proyecto del gobierno alemán (1962) de Ley
sobre derecho de autor, Bundesta s-Drucksacke, IV/270, p. 15 et seq. así como la funda-
mentación y explicación detalla %as de esas disposiciones que figuran en las páginas 81 y
siguientes. El término alemán utilizado para “dominio público pagante” era “Urheber-
nachfolgevergütung”. Véase en particular la ágina 81. Esta pro uesta no se recogió en la
versión definitiva dc la Ley. Su rechazo se de%.ló a la oposición Be las fuerzas del mercado
y a la falta de interés de las sociedades de autores, que prefirieron prolongar el lazo de la
protección (individual) a 70 años. Véase Dietz, “Die sozialen Bestrebungen Ber Schrift-
steller und Künstler und das Urheberecht, GRUR, 1972, p. ll et seq., en particular p.
14. Véase además la documentación sobre la historia de este proyecto y su fracaco en
Katzenbcrger, o cit., p. 209 et se
5. Véase Comité cfe Expertos no Gu%ernamentales sobre el Dominio Público Pagante,
Ginebra, Suiza, 26-29 de abril de 1982. Informe preparado por las Secretarías y aprobado
por el Comité. Boletín de Derecho de Autor, vol. XVI, n.’ 3, 1982, p. 51 et seq., y Copy-
rigkt/Le Droif d’auteur, 1982, p. 179/175 et seq.
6. Véase el documento UNESCO/OMPI/DPP/CE/I/2 así como Boletín de Derecho de
Autor, op. cit.1. 51.;, CopyrixktlLe
,, Droit d’auteur, op.cit., p. 179/175.
7. Véase rnl estu 10 trlhngue “A propósito de la armonización de las legislaciones naciona-
les en los países de la CEE”, Reme ii&rnationale du droit d’auteur RIDA), n.O 117, 1983,
.48 et seq., en particular p. 56 et seq.; “Einige Aspekte der Urhe 6 ernachfolgevergütung
f dominio ptíblico pagante). Ein Diskussionsbeitrag”, Festsckrif~jiir Georg Roeber, op. cit., p.
45 et seq.
8. Cabe citar como e’emplo la sociedad de escritores de Alemania, la VG Wort, ue desde el
31 de diciembre d e 1989 administra los derechos de unos 60.000 escritores a9 emanes de
toda índolc. Véase en términos más generales Ficsor, “Development and Objectives of
Collective Administration of Authors’ Rights”, Copyrigkt, 1985, p. 341 et seq.; Cohen
g;rn,m* “Basic Principies of Copyright Organizations, Copyrigkt, 1990, p; 214 yt se4,;;
“Functions and Recent Developments of Continental Copyrlg t Socletles ,
EIPR, i990, p. 191 et seq.; Bourdu-Roussel and de Ridder, “Collection Agencies in
France”, International Media Law, 1988 f’. 45 et scq: , así como el estudio trilingüe de Jou-
bert, “Las sociedades de percepción y e dlstrlbuclón de los derechos”, RIDA, n.O 128,
1986, p. 146 et seq.
9. Véase Dietz, “Die sozialen Bestrebungen.. .“, op. cit., 15 et seq.; Melichar, Die Wakr-
nekmuy von Urkeberreckten durck VerwertunXsXesellscha Pten. Am Beispiel der VG Wort, p.
121 et seq., Munich, 1983.
10. Véase Karnell, “The Relations between Authors and Organizations Administering
their Rights”, Copyri~qkt, 1986, p. 45 et seq., en particular p. 54; Dillenz, “The Remu-
24
neration for Home Taping and the Principie of National Treatment”, Copyrigkt, 1990,
p. 186 et seq., en particular p. 197.
ll. Véase, para un examen general de la cuestión, Uchtenhagen, “Technical Problems in
Collective Administration of Authors’ Rights”, Copyrigkt, 1986, p. 26 et seq., en parti-
cular p. 33.
12. Véase el artículo II, párrafo 6, de la “Bundesgesetz vom 2 Juli 1980, mit dem das Urhe-
berrechtsgesetz geandert wird” de Austria (modificada orla “Bundesgesetz vom 2 Juli
1986 über Anderungen der Urheberrechtsgesetznovel Pe 1980”)
13. Véase el artículo 38, párrafo 5, de la Ley n.O 85-660 del 3 dejulio de 1985, relativa a los
derechos de autor y a los derechos de los artistas intérpretes, de los productores de fono-
gramas y de videogramas y de las empresas de comunicación audiovisual; véase además
Joubert, op. cit., p. 166 et se
14. Véase el artículo crítico de Di 4 lenz, “The Remuneration for Home Taping.. .“, op. cit.,
p. 193 et seq. (con más referencias); Karnell, op. cit., p. 53.
15. Véase Dillenz, “The Remuneration for Home Taping.. .“, op. cit. p. 196.
16. Véase Dietz, Copyrigkt Law in tke European Coínmunity. Alphen aan den Rijn, 1978, p.
162 et seq.; véase también Dietz, “A propósito de la armonización.. .“, op.cit., p. 70 et
seq. (con más referencias).
1989, p. 33 et seq.
18. Véase Dietz, Copyrigkt Law, p. 186 et seq., y Dietz, “A propósito de la armoniza-
ción.. .“, op. cit., p. 58 et seq.
19. Véase, en general, ibid., p. 66 et seq.
20. No es posible explicar en este unto la com lejidad de las interrelaciones entre la legis-
lación nacional e internaciona ‘; sobre derec rl o de autor, por una parte, y los conflictos
del derecho, por otra. Este no ha encontrado todavía solución para muchos de los pro-
blemas que se plantean. En lo que atañe a las diferencias relativas a la protección de
obras cinematográficas dentro de la comunidad europea, véase Dietz, Copyrigkt Law, p.
61 et seq. y p. 179.
21. Véase Katzenberger, Das Folgereckt im deutscken und aushdiscken Urkeberreckt, Munich,
1970; Nordemann/Vinck/Hertin/Meyer, International Copyrigkt. Commentary, Wein-
heim, 1990, p. 150 et seq. (Commentario al artículo 14ter del Convenio de Berna.)
Véase además el estudio general del Australian Copyright Council, “Resale Royalty - A
New Right for Artists”, Bulletin, val. 69. 1989.
22. Véase Katzenberger, op. cit., en particular 225 et seq.; Katzenberger, “Die Neurege-
lung des Folgerechts durch die Urheberrec K’tsnovelle, 1972”, UFITA, vol. 68, 1973, p.
71 et seq., en particular p. 91 et seq.
23. Véase la información ue fi ura en GRUR Int., 1979, p. 368.
24. Véase mi análisis del %.P rott e suite en Dietz, Das Urkeberreckt in Spanien und Portugal,
Baden-Baden, 1990, p. II3 et seq., y el estudio del Australian Copyright Council,
op.cit., p. 3.
25. Véase en particular Fohrbeck/Wiesand, Der Künstlerreport. Musiksckafinde - Darsteller -
Realisatoren - bildende Kiinstler - Designer, Munich/Viena, 1975.
26. Véanse en particular las ponencias --en pro y en contra-- de Duboff, Leaffer, Goetzl y
Edelson presentadas en el simposio “Artists’ Rights: The Kennedy Proposal to Amend
the Co yright Law” en Cardozo Arts and Entertainment LawJournal, vol. 7,1989, p. 227
et seq. Pcon más referencias). Véase además Australian Copyright Council, op.cit., p. 12
et seq.
27. Véase Katzenberger en Schricker, Urkeberreckt. Kommentar, Munich, 1987, p. 383
(Comentario sobre el Artículo 26); véase además el artículo firmado “rb. (ifi)“,
“Gesamtvertra liche Regelung zum Folgerecht und zu einer (demnachst wohl auch
nachfolgenden 7 Künstlersozialabgabe”, Film und Reckt, 1980, p. 584 et seq.
28. Véase Katzenberger, op. cit.
25
Véase Cohen Jehoram, op. cit., p. 217 et seq.; Davies, “The Public Interest in Collec-
tive Administration of Rights”, Copyrigkt, 1989, p. 81 et seq., en particular p. 87 et seq.;
Dietz, Co yright Law, en particular p. 212 et seq.; Melichar, op. cit., p. 52 et seq.
Véase Bo Petzn
f de Derecho de Autor, op. cit., p. 51 et seq.; CopyrightlLe Droit d’auteur, op.
cit., p. 179/175 et seq.
Véase la “Filmförderungsgesetz” de Alemania, del 18 de noviembre de 1986, UFITA,
vol. 104, 1987, p. 97 et seq.
Véase Boletín de Derecho de Autor, op. cit., p. 55; CopyrigktlLe Droit d’auteur, op. cit., p.
181/178.
Véase mi estudio trilingüe “Mutación del derecho de autor - cambio de paradigma en
materia de derecho de autor”, RIDA, n.” 138, 1988, p. 22 et seq.
I
Resolución
29
Recomendaciones
1. A LAS UNIVERSIDADES
2. A LOS GOBIERNOS
3. A LA UNESCO Y AL CERLALC
Resoluciones
38
DELGADO PORRAS, Antonio. Panorámica de la protección civil y penal en materia de
propiedad intelectual. Madrid, Cuadernos Cívitas, Cívitas, 1988. 135 p. Esta
obra aporta una visión global sobre el nuevo régimen de protección de la
propiedad intelectual (derecho de autor y derechos conexos) en España. El
autor analiza las principales contribuciones de la Ley 22/1987 en cuanto a
la propia filosofía de la protección, que viene a enmarcarse en la tradición
jurídica latina, decididamente personalista. La tutela de los derechos mora-
les y su articulación con los derechos patrimoniales constituyen los pilares
básicos del transformado régimen jurídico de protección de los derechos de
autor, y son asimismo analizados en este trabajo, uno de los primeros publi-
cados tras la promulgación de la nueva ley española. El autor, eminente
especialista español que ha participado activamente en los trabajos jurídicos
preparatorios de la ley, aborda igualmente otros aspectos fundamentales de
la misma, tales como la cesión de derechos, la gestión colectiva y, sobre
todo, la protección civil y penal del derecho de autor de acuerdo con esta
nueva ley, que ha despertado notable interés en los medios especializados
nacionales e internacionales.
NORDEMANN, Wilhelm; VINCK, Kai; HERTIN, Paul W.; MEYER, Gerald. Inter-
national Copyright and Neighbouring Rights Law. Comentario, con especial
referencia a la Comunidad Europea. Weinheim, VCH Verlagsgesellschaft
mbH, 1990. 727 p. Este libro, cuya edición alemana original fue publicada
en 1977 y la edición francesa en 1983, es un valioso auxiliar no sólo para los
especialistas sino también para cuantos ocasionalmente tengan que resolver
cuestiones vinculadas con la protección internacional del derecho de autor
y los derechos conexos. Comprende una presentación completa de los dis-
tintos convenios sobre el tema y sus diferentes versiones. Incluye extensos
comentarios sobre la Convención Universal sobre Derecho de Autor, el
Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, la
Convención Internacional sobre la Protección de los Artistas Intérpretes o 39
Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodi-
fusión (Convención de Roma), el Convenio para la Protección de los Pro-
ductores de Fonogramas contra la Reproducción no Autorizada de sus
Fonogramas y el Convenio sobre la Distribución de Señales Portadoras de
Programas Transmitidas por Satélite. Entre los aspectos que se ponen de
relieve figuran una reseña pormenorizada de las modificaciones de la ley de
derecho de autor de los Estados Unidos de América derivadas de su adhe-
sión al Convenio de Berna en 1989; los textos originales, presentados en
inglés, de los convenios más importantes; el texto y el resumen de las dispo-
siciones más importantes de la ley estadounidense “Berne Convention
Implementation Act of 1988”; mapas mundiales en los que se indica la par-
ticipación de cada país en los diversos convenios; un índice y una amplia
bibliografía. Aunque las versiones francesa e inglesa de este texto no deben
entenderse como textos independientes, no son meras traducciones, ya que
se han agregado una serie de citas de fuentes francesas e inglesas a las versio-
nes respectivas. La edición en inglés se ha actualizado con novedades que se
han producido en la esfera del derecho de autor internacional desde la
publicación de las versiones alemana y francesa.
Agentes de venta de las publicaciones de la Unesco
VGOLA: Distribuidora Livros e Publi- ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA: TRINIDAD Y TABAGO: Trinidad and
@es. Caixa postal 2848, LUANDA. UNIPUB, 4611-F Assembly Drive, LAN- Tobago Natlonal Commission for
HAM, MD 20706-4391; United Nations Unesco, 8 Elizabeth Street, ST CLAR
VTIGUA Y BARBUDA: National Bookshop, NEW YORK, NY 10017.
>mmission of AnticuaD
and Barbuda. c/o URUGUAY: Todas /ai publicaciones: Edi-
inistry of Education, Church Street, ST FILIPINAS: Nationai Book Store Inc., clones Trecho S.A., Maldonado 1090,
‘HNS. 701 Rizal Avenue, MANILA. .subogenee: MONTEVIDEO. Libros y mapas cirntí/ícos
International Book Center (Phihppines), solamente: Llbreria Técnica Uruguaya,
VTILLAS NEERLANDESAS: Van 5th Floor, Filipinas Life Building, Ayala Colonia n.~ 1543, piso 7, oficma 702,
orp-Eddine N.V., P.O. Box 300, WIL- Avenue, Makati, METRO MANILA. Casilla de Correos 1518, MONTEVIDEO;
MSTAD , Cura$xo. Instituto Nacional del Libro, Ministerio
FRANCIA: Librairie de l’Unesco, 7, de Educación y Cultura, San José 1116,
RGENTINA: Librería “El Correo de la place de Fontenoy, 75700 PARIS; y librerías Mowr~v~oeo. Librrrías del Instituto.
nesco”, EDILYR S.R.L., Tucumán universitarias importantes. Guayabo 1860, MONTEVIDEO; San José
85,105O BUENOS AIRES. 1116, MONTEVIDEO; 18 de Julio 1222,
GUATEMALA: Comlslón Guatemalteca PAYSAND~; y Amorim 37, S~r-ro.
4RBADOS: University of the West de Cooperación con la Unesco, 3.’ ave-
dies Bookshop, Cave Hill Campus, nIda 10.29, zona 1, Apartado postal 2630, VENEZUELA: Librería del Este, Av.
0. Box 64, BRIDGETOWN. GUATEMALA. Francxo de Miranda 52, Edificio Gali-
pán, Apartado 60337, CARACAS 1060-A;
3LIVIA: Los Amigos del Libro, Mer- GUINEA-BISSAU: Instituto Nacional Oficina de Coordinación Regional de la
do 1315, Casilla postal 4415, LA Paz; do Livro e do Disco, Conselho Nacional Unesco para Aménca Latina y el Caribe,
Tetuda de las Heroinas 3712, Casilla da Cultura, Avenida Domingos Ramos Quinta “ISA”, 7.” Av. de Altamira entre
1stal 450, CocttAnaMsA. n.~ 10-A, B.P. 104, B~ssau. 7.’ y 8.a transversal, Apartado 68394,
Altamira. CARACAS 1062-A.
hASIL: Fundyão Getúlio Vargas, Ser- HAlTí: Libra% La Pléiade, 83, rue des
co del publica@es, Caixa postal 9.052- Mirades, B.P. 116, PORT-AU-PRINCE.
L-05, Prau de Botafago 188, Rro DE
NEIRO (RJ) 2000; Imagem Latinoameri- HONDURAS: Librería Navarro, 2.’ ave- La lista completa de agentes de venta de
na, AV. Paubsta 750, 1.” andar, Caixa nida n.” 201, Comayaguela, TEGUCI- las publicaciones de la Unesco se puede
Istal 30455, SAO Pawo.CEP 01051. GALPA. solicitar a: Editonal de la Unesco, Servi-
cio de Ventas, 7, place de Fontenoy,
AB0 VERDE: Instituto Caboverdiano JAMAICA: University of the West 75700 PARIS (Francia).
) Livro, Caixa postal 158, PRAla. Indies Bookshop, Mona, KINGSTON 7.