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Unidad 3.

Comunicación Escrita
3.1 Párrafo.
¿Te acuerdas del discurso?

Pues bien, una modalidad del discurso es el texto.

La redacción de un texto empieza con la asociación de ideas y datos relacionados con


el tema central del mismo. Un texto está estructurado por párrafos, los cuales, a su vez,
están compuestos por un conjunto de oraciones.

Muchos tipos de textos, como los expositivos por ejemplo, se componen de párrafos.
Un párrafo, a su vez, se compone de oraciones que se encuentran relacionadas entre sí
por el tema que tratan (unidad) y por su organización lógica y significado (coherencia).

Un párrafo, desde el punto de vista gráfico, se diferencia de otro tipo de enunciaciones,


porque siempre da inicio con mayúscula y finaliza con punto y aparte.

3.2. Estructura del párrafo.


Cuando escribimos, decimos algo de alguien. Por ello y para comprender el contenido
de un párrafo es muy importante que tú reconozcas qué se dice de quién, además de
conocer el significado de todas las palabras que componen el párrafo.

Los párrafos, como ya dijimos, siempre se construyen a partir de oraciones


relacionadas entre sí y éstas, a su vez, están constituidas por un sujeto, de quien se
habla y un predicado que describe la o las acciones realizadas por dicho sujeto. El
núcleo del predicado es el verbo. Otros componentes importantes dentro de la
estructura de los párrafos son los nexos (preposiciones y conjunciones), los cuales
enlazan lógicamente las palabras claves de cada oración.

Si prestamos atención al núcleo del sujeto o sujetos y a los núcleos de los predicados
de cada párrafo, será mucho más sencillo comprender su estructura y su contenido.

Por otra parte, es importante comprender la estructura del párrafo; diferenciar las ideas
principales de las secundarias te permitirá la elaboración de resúmenes -si pretendes
leer o estudiar un texto- y la organización de tus ideas si necesitas escribir cualquier
documento.
3.2.1 Oración simple.
La oración es la palabra o conjunto de palabras que expresa un pensamiento completo.
Con una sola palabra es posible emitir un juicio, concepto o sentido completo, siempre y
cuando contenga los elementos esenciales: sujeto (persona, animal o cosa de la que se
dice algo) y predicado (lo que se dice del sujeto).

Las ideas en los textos se manifiestan mediante oraciones o enunciados.

Las oraciones simples son aquellas en cuya estructura aparece sólo un verbo
conjugado:

Sujeto + un verbo conjugado + complementos

Los verbos en infinitivo, participio y gerundio, no son formas conjugadas.

Ejemplos:

a) El fenómeno de la globalización requiere profesionistas preparados.


Sujeto + verbo + complemento

b) Actualmente los avances tecnológicos proporcionan mejor calidad de vida.


Complemento + sujeto + verbo + complemento

c) La Organización Mundial de la Salud recomienda usar el agua hervida.


Sujeto + verbo + complemento

La oración tiene como componentes principales al sujeto, al verbo y los complementos


directo, indirecto y circunstancial, de los cuales hablaremos a continuación.

3.2.1.1 Sujeto.

Es la palabra o palabras que se refieren a la persona o cosa de quien se afirma o se


niega algo. Es también la palabra o palabras que nos indican quién ejecuta la acción de
un verbo. En la oración: El hombre es inteligente, el sujeto es el hombre porque de él
estamos afirmando algo (que es inteligente).
3.2.1.2 Verbo.

Es una palabra que indica acción o estado (ser, estar y existir). El verbo es la palabra
por medio de la cual se afirma o se niega algo del sujeto.

Ejemplos: correr, caminar, recibir, llorar, pelear, regalar, estudiar, viajar, pasear, cortar,
escalar, amar, etc.

3.2.1.3 Complemento directo.

También llamado objeto directo, indica quién recibe la acción del verbo. En algunos
casos va precedido de la preposición “a” -si se refiere a personas o cosas
personificadas-, en todos los demás casos no la lleva. Ejemplos:

Juan golpeó a Pedro.


Antonio arma una mesa.
Los alumnos aprecian al maestro.
Todos amamos a México.

3.2.1.4 Complemento indirecto.

También llamado objeto indirecto, indica, por medio de las preposiciones “a” o “para”,
quién recibe el provecho o el daño de la acción del verbo. Ejemplos:

La superior da una formación integral a los alumnos.


Los alumnos consiguen alimento para sus cachorros.
Compré dulces para mis compañeros.

3.2.1.5 Complemento circunstancial.

Precisa una circunstancia determinada que señale de qué está hecha una cosa, o
dónde, cuándo, cómo, para qué, con quién o con qué se ejecuta la acción del verbo.
Este complemento suele ir precedido de alguna preposición, dependiendo de la idea
que proporcione. Ejemplos:

La casa de madera es grande.


Ayer por la noche fui al cine con mi hermano

En esta última oración podemos identificar tres complementos circunstanciales: de


tiempo; ayer por la noche; de lugar: al cine, y de compañía: con mi hermano).
3.2.2 La Oración Compuesta.
La oración compuesta (también llamada compleja) es aquella que cuenta con dos o
más predicados, los cuales son centro de otras tantas proposiciones. Las oraciones
compuestas pueden ser:

Coordinadas.
Subordinadas.

3.2.2.1 La Oración Compuesta coordinada.

Dos o más proposiciones se unen mediante coordinación para formar una oración
compuesta cuando no existe entre ellas ninguna dependencia gramatical. Ejemplos:

Juan estudia y María escucha música.


Quisimos ir, pero no pudimos ir.

Las oraciones coordinadas pueden ser:

Copulativas. Las proposiciones se suceden sumándose una a otra. Se


relacionan mediante las conjunciones “y”, “e”, cuando son afirmativas, y con
“ni” cuando son negativas. Ejemplos:

Planteé el problema y lo resolví.


Trabajó e hizo los problemas.
Ni quiere ni sabe hacerlo.

Disyuntivas. Una proposición excluye a la otra. Se unen con las


conjunciones “o”, “u” y “o bien”. Ejemplos:

¿Vienes o te quedas?
Como premio te regalo un libro o bien te llevo al cine.
¿Dices la verdad u ocultas algo?

Distributivas. Presentan acciones alternantes, pero no se excluyen. Los


nexos más frecuentes son: “bien… bien”, “ya… ya”, “tan pronto… como”. Pero
también hay otras formas de marcar la distribución. Ejemplos:

Tan pronto riñe como se muestra amable.


Unos estaban alegres, otros se mostraban preocupados.

Explicativas. Una aclara el significado de la anterior. Se unen mediante las


locuciones conjuntivas “esto es”, “es decir”. Ejemplo:
Compone versos, es decir, se siente poeta.

Adversativas. Una proposición se opone o niega lo afirmado en la otra. Se


unen mediante las conjunciones y locuciones conjuntivas: pero, mas, aunque,
sin embargo, sino, sino que, etc. Ejemplo:

Ana se cree simpática; sin embargo, no tiene ninguna gracia.

3.2.2.2 La Oración Compuesta subordinada.

Las proposiciones subordinadas realizan dentro de la oración compuesta (o compleja)


una función sintáctica propia de:

¨ Un nombre: Proposiciones sustantivas.

¨ Un adjetivo: Proposiciones adjetivas.

¨ Un adverbio: Proposiciones adverbiales o circunstanciales.

Proposiciones sustantivas. Desempeñan dentro de la oración compuesta una función


propia del sustantivo o de un grupo nominal, como:

Sujeto. Se introducen mediante la conjunción “que”: Me entusiasma que estés


tan alegre. = Tu alegría me entusiasma.
Atributo. En el predicado nominal, van unidas a la principal por la conjunción
“que”: Nuestro deseo es que estudies Informática. = Nuestro deseo es ese.
Complemento de un sustantivo. Se introduce con la conjunción “que”,
precedido por una preposición: Expresó su seguridad de que aprobaría.
Complemento de un adjetivo. Van unidas a la principal con la conjunción
“que”, precedido por una preposición: Están deseosos de que volváis.
Complemento de un adverbio: Estuvimos muy cerca de que nos dieran el primer
premio.
Complemento directo del verbo principal: Carmen cree que Juan volverá.

Las proposiciones sustantivas en función de complemento directo, pueden expresarse


en:

Estilo directo: Tú dijiste entonces: lo haré yo.


Estilo indirecto: Tú dijiste entonces que lo harías tú.

Proposiciones adjetivas o de relativo. Desempeñan una función propia del adjetivo:


servir de complemento no preposicional de un nombre. Ejemplo: Aquella estrella brillante
es Venus = Aquella estrella que brilla es Venus.
Los pronombres relativos son que, cual, quien. El nombre completo recibe el nombre de
antecedente de la proposición de relativo. Las proposiciones de relativo pueden ser:

a) Especificativas. Seleccionan al nombre antecedente dentro del grupo al que


pertenece: Arrancaron los árboles del bosque que son viejos. (Se arrancaron sólo los
viejos).

b) Explicativas. Se limitan a informar sobre alguna cualidad del antecedente. No


seleccionan: Arrancaron los árboles del bosque, que son viejos. (Se arrancaron todos
los árboles).

Proposiciones adverbiales. Desempeñan la misma función que el adverbio en las


oraciones simples. Pueden ser:

De lugar: Hemos caminado hasta donde acaba el monte.

De tiempo: Informan sobre una acción que se realiza antes, después o a la vez
que la acción principal: En cuando termine el trabajo, voy a tu casa.

De modo: Informan sobre la forma de realizar la acción principal. Sus


conjunciones habituales son como y según: Subí al tren como pude.

Comparativas. Pueden ser

De igualdad: Este chico es tan trabajador como me habían dicho.


De superioridad: Eres más simpático que (es) tu hermano.
De inferioridad: Como menos frutas y verduras que (como) carne.

Causales. Expresan la causa por la cual acontece la acción principal: He tirado el


sello porque no tenía tinta.

Consecutivas. Expresan una consecuencia resultado de la acción principal:


Pienso, luego existo. Es tan simpático que todos lo quieren. Piensa tanto las cosas que
no hace nada.

Condicionales. Formulan una condición, necesaria para que se cumpla la


principal: Si hace frío, no iré al partido.

Concesivas. Expresan una dificultad que obstaculiza el cumplimiento de la


acción principal, pero sin llegar a impedir su realización: Aunque estés cansado,
debes hacer el trabajo.
Finales. Indican la finalidad de la acción principal: Toma quinientos pesos para que
te compres unos zapatos.

Observa el siguiente esquema que te presenta un resumen sobre la estructura de la oración.

Clasificación de las Oraciones

Activas
el sujeto realiza la
acción
Oraciones simples
(un predicado)
Pasivas
el sujeto recibe la
acción ejecutada por
el agente

Coordinadas Con nexos


Oración (independientes)
Sin nexos
(yuxtapuestas)

Sustantivas
Oraciones
sujeto
compuestas
complemento directo
(varios predicados)
complemento indirecto

Adjetivas
Subordinadas Determinativas
(dependientes) Calificacivas
Especificativas

Adverbiales
Locales
Modales
Temporales
Condicionales
Causales
Consecutivas
3.2.3 Ortografía.
Debido a la deficiente enseñanza de nuestro idioma, a la influencia del inglés sobre el
español y a la simple falta de atención al leer o escribir, se ha olvidado la enorme
utilidad que el acento tiene en la comunicación oral y escrita. Sus reglas no se deben a
una mera imposición; sirven para marcar, en la escritura, la entonación que le damos a
las palabras cuando hablamos. Y esta entonación le da diferente significado a palabras
iguales, sólo diferenciadas por el acento.

Por tal razón, ¡el acento es muy importante para lograr la comunicación!

Lee en voz alta, haciendo énfasis en las sílabas acentuadas, las siguientes oraciones:

El mendigo solicita ayuda para sobrevivir.


El méndigo solicita ayuda para sobrevivir.
El mendigó solicita ayuda para sobrevivir.

Como bien habrás notado, sólo la primera oración tiene sentido y en lo único que varían
las tres es en un acento ortográfico, colocado en distinto lugar, o en un acento llamado
prosódico, que no se escribe pero sí se pronuncia. Dicha variación se da en dos
sentidos: el primero es semántico y corresponde al significado de la palabra; en la
primera oración, mendigo significa limosnero; en la segunda méndigo tiene, en nuestra
habla coloquial, una connotación insultante, fuera de contexto dentro de la oración de
ejemplo; en la tercera, mendigó significa la acción de pedir limosna, en tiempo pretérito,
por lo que también está fuera de contexto en la oración puesto que el verbo de la misma
es solicita.

La segunda variación es gramatical: mendigo y méndigo son sustantivos y tienen la


función de sujeto en la oración; mendigó es un verbo conjugado en pretérito y está mal
empleado dentro de la oración, ya que no es sujeto y tampoco tiene la función verbal de
núcleo de predicado.

Cuando, por ejemplo, escribimos por comodidad sólo con mayúsculas con el fin de
eludir la acentuación, restamos a las palabras el significado y la función gramatical que
tienen dentro de los enunciados. Además, escribir todo con mayúsculas representa una
doble falta ortográfica, ya que la mayúscula sólo puede utilizarse en situaciones
determinadas por la norma ortográfica y también ésta consigna que las mayúsculas
deben acentuarse.

Todas las anteriores reflexiones parecen difíciles, pero no lo son. Basta con prestar un
poco de atención al leer o escribir y "escuchar" cómo suenan las palabras, para ubicar
su significado dentro de los enunciados y el lugar donde llevan el acento.
Entonces, la variación en un acento escrito es lo que hace la diferencia de significado
entre dos palabras, aunque a veces éstas se escuchen igual.

Observa con atención:

1.- Dile que me lo dé.


2.- Ese libro es de María.
3.- Juan consiguió trabajo en la fábrica.
4.- Martha trabajó mucho en su proyecto.
5.- El Papa visitó México.
6.- Quiero mucho a mi papá.

En los enunciados 1 y 2 dé es un verbo y de es una preposición.

En los enunciados 3 y 4 trabajo es un sustantivo y trabajó, un verbo.

En las oraciones 5 y 6 Papa es sustantivo y papá también, pero el primero es el nombre


de una dignidad eclesiástica (por eso se escribe con mayúscula); mientras que el
segundo es la forma familiar y cariñosa de llamar a nuestro padre.

¿Te fijas cómo el acento, además de cambiar el significado de las palabras, hace
cambiar también, en ocasiones, su función dentro de los enunciados.

En la escritura es igual de importante.

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