Sunteți pe pagina 1din 207

ACOSTUMBRATE A VIVIR BIEN

CHAMALÚ

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

LA SABIDURÍA ANCESTRAL: CAMINO DE CRECIMIENTO

 Entrevista con Tania Padierna, en el marco de la cumbre virtual:


Medicina para el alma.

UNA NUEVA EDUCACIÓN

 Entrevista con Jesi Bernardino, en el marco de la cumbre virtual:


Rebeldes con causa.

DESPERTAR A LA VIDA

 Entrevista con Lucrecia Calvette, en el marco de la cumbre virtual:


la Fiesta de la autoestima.

 Entrevista con Mabel Katz en el marco del evento Expo ser.

TRANSFORMACIÓN

 Entrevista con Dani di Maggio, en el marco de la cumbre virtual:


Transformación.

 Entrevista con Olivia Armas, en el marco de la cumbre virtual: Ave


Fénix, Segunda oportunidad.

PLACER Y FELICIDAD

 Entrevista con Yaiza Leal, en el marco de la cumbre virtual:


Profesional & Mente feliz.

 Entrevista con Belén Zambucety, en el marco de la cumbre virtual:


Tu Poder interior.
PROSPERIDAD INTEGRAL

 Entrevista con Yoselyn Quintero, en el marco de la cumbre virtual:


Riqueza consciente.

 Entrevista con Alfonso Guerrero, en el marco de la cumbre virtual:


Abundancia y Prosperidad integral.

 Entrevista con Idoia Berridi, en el marco de la cumbre virtual:


Sanando mi relación con la abundancia.

LA SALUD

 Entrevista con Alfonso Guerrero, en el marco de la cumbre virtual:


Salud.

¿DIVORCIO O VIDA EN PAREJA?

 Entrevista con Ana Rosa Vazquez en el marco de la cumbre virtual:


Plenitud y Felicidad después del divorcio.

INTRODUCCIÓN

En este libro te propongo interrumpir la infelicidad, abolir la estupidez,


descartar los miedos, transplantar la frivolidad, combatir el conformismo
y transcribir, en lo posible, deletreando el alfabeto completo del vivir bien.
Es norma entre la gente despierta que descubran la vida, que
comiencen preguntándose qué estoy haciendo con ella y a continuación se
dediquen al aprendizaje del arte de vivir, hasta un día, más temprano que
tarde, graduarse de artistas existenciales y recrearse deliberadamente con
lo que antes se complicaban.

ACOSTUMBRATE A VIVIR BIEN, es una colección de enseñanzas


imprescindibles e irresistibles para dejar de vivir a la intemperie de la vida.
Siempre he deplorado la vaguedad existencial de quienes se limitan a vivir
como la mayoría, lamentable decisión intrínsecamente frívola. Soy hijo
único de la vida y tú también, es evidente que han tratado de distraernos,
de confundirnos y hacernos perder tiempo. Este libro, en lenguaje
coloquial, te entrega una antología de enseñanzas imprescindibles solo
aptas para quienes están dispuestos a explorar el misterio de la vida, con
reverencia y rebeldía, con libertad y devoción. Este libro, exclusivo para
gente avezada, amenaza conducir a las estructuras mentales
convencionales, a esa zona sísmica del pensamiento crítico, donde la
dinámica del reaprendizaje, desplace lo que interfiere y acompañe al
lector, en el rediseñaje de su vida, al punto que se acostumbre a vivir
bien, sin más motivo que estar vivos.

Este libro fue imaginado para ti, ¿será por eso que nos encontramos?

Escuela para aprender a vivir Janajpacha. Cochabamba - Bolivia


Julio 2019
CHAMALÚ

LA SABIDURÍA ANCESTRAL: CAMINO DE CRECIMIENTO

ENTREVISTA CON TANIA PADIERNA, EN EL MARCO DE LA CUMBRE


VIRTUAL: MEDICINA PARA EL ALMA

Tania: Hola, bienvenidos a esta ponencia en la Cumbre virtual: Medicina


para el alma. Hoy, en particular, estoy en muy contenta y honrada por el
tema que vamos a abordar y el experto que nos va a acompañar en la
ponencia, quisiera platicarles acerca de él, él es Chamalú.

Chamalú es un hombre de sabiduría que une lo ancestral con lo


contemporáneo, lo sagrado con lo mundano, lo interno con lo externo; es
un místico hedonista, filósofo de la vida, un soñador práctico, un poeta
vivencial, un líder visionario que sueña con un mundo mejor; es un
artesano de la palabra y un guardián de la vida.

Chamalú es también conferencista internacional, ha dictado más de


11.000 conferencias, alrededor de 1000 ciudades en los cinco continentes,
ha escrito más de 70 libros y es inspirador y guía de centenares de
personas que están en el mundo entero buscando su desarrollo personal.

Chamalú también creó su propio Ashram Chamánico y ha convertido este


lugar en un punto de aprendizaje, en donde todas las personas que han
transitado por él han descubierto qué es realmente la vida. Entonces, me
siento realmente feliz de tenerte aquí Chamalú, bienvenido, ¿cómo estás?

-Chamalú: Gracias por esta oportunidad, por la iniciativa, esto de


medicina para el alma es muy oportuno, estoy feliz de participar en este
importante evento.

-Tania: Muchísimas gracias, yo feliz, honrada y contenta de tenerte aquí y


bueno, el tema del que vamos hablar en el día de hoy es sabiduría
ancestral vivencial; algo de lo que en esta ponencia vamos a profundizar es
justamente en reconocer y contactar con esta sabiduría que realmente
todos tenemos y que está al alcance de todos. Me gustaría que pudiéramos
empezar, si te parece bien Chamalú, comentando un poquito acerca de
nuestro estilo de vida actual, de nuestro concepto de lo que es vivir y de lo
que es la vida, que a mí me parece es muy distinto al concepto de la vida
que tenían nuestros ancestros, ¿tú qué opinas de esto?

-Chamalú: Habitamos un tiempo donde la supervivencia reemplazó a la


vida, transitamos senderos de frivolidad, de consumismo, de
individualismo exacerbado que ha ido desequilibrando a mucha gente;
imagínate, un modelo de civilización que necesita cárceles y manicomios
para seguir existiendo, que usa la manipulación como herramienta
fundamental para seguir adelante; esta civilización está condenada por ella
misma a ser destruida y a desaparecer en algún momento, como el cáncer
que muere con el cuerpo que mata.
Obviamente, en otras épocas se vivía, ahora solo se sobrevive, porque esto
que estamos viendo cotidianamente, esta aceleración cotidiana no es vida
y lo que nosotros proponemos justamente, allí nuestro énfasis en la
sabiduría ancestral, es volver a encontrar esas huellas inspiradoras de las
Abuelas, de los Abuelos que vivieron seguramente en otro contexto pero
que puede ser de gran utilidad en tiempos como estos. Insistimos en que
tenemos que descubrir la vida y antes de ello aprender a vivir, por
supuesto que ahora está todo muy distinto a lo de antes, no se trata de
volver al pasado, se trata de aprender a vivir inspirados en quienes
vivieron antes que nosotros.

- Tania: Chamalú, como bien comentabas, en la actualidad estamos


inmersos en un entorno, en un ritmo de vida que puede ser bastante
desafiante y justo en este ritmo de vida, a veces me parece que hemos
olvidado nuestros ancestros. Hemos hablado de esa sabiduría de la que tú
nos estas compartiendo ahora, ¿cuál es la importancia, desde tu punto de
vista, de voltear y conocer esta sabiduría ancestral para el desarrollo
personal que yo estoy generando en el día de hoy?

-Chamalú: Bueno, se trata de repensar lo que estamos haciendo, lo que


está pasando, lo que nos está ocurriendo; se trata de dejar de mentirse,
dejar de luchar en una trinchera equivocada, donde importe menos estar
obteniendo buenos resultados, si estás en el sitio equivocado. Se trata
pues de tener la humildad de decir que no sabemos y empezar desde ese
punto de humildes aprendices a preguntarnos, a dudar y a escarbar en
esa sabiduría ancestral que todas las culturas, las distintas civilizaciones
que ya han pasado y algunas aún vigentes, preservan en lo profundo de su
cosmovisión; es importante sumergirse en todo esto, porque vivimos una
época descafeinada, vivimos al interior de una civilización que solo nos
pide correr, estudiar cualquier cosa, trabajar en cualquier cosa, no
importa que detestemos lo que hacemos con tal de obtener un beneficio
monetario y comprar cualquier cosa.

Esa devaluada existencia está generando epidemias de suicidios, de


depresión y se ha puesto de moda la infelicidad a nivel planetario. En este
contexto, es importante volver a reactualizar la sabiduría ancestral para
darle calidad a la vida, para aprender a vivir, para descubrir que la vida es
algo más que correr, consumir, ganar dinero y competir, la vida es mucho
más que eso. Cuando olvidamos lo que es la vida terminamos coleccionado
infartos, cánceres y en fin, depresiones; justamente por eso la realidad nos
está diciendo que es importante, que es urgente, que es imprescindible
aprender a vivir y, para ello, nada mejor que el conocimiento que ha
pasado la prueba del tiempo, es decir, la sabiduría ancestral.

-Tania: Chamalú, ¿y cómo podemos traer esta sabiduría ancestral de la


que nos estás hablando a nuestra vida, a la vida cotidiana, al día a día?

-Chamalú: Para quienes participan en este congreso, decirles, contarles


que esta labor la venimos haciendo desde nuestra adolescencia, ya van a
ser casi cuatro décadas de estar reforestando corazones, de estar
contribuyendo a la apertura de conciencia, al crecimiento de la conciencia,
para que la gente descubra su propósito existencial.

Cuando me preguntas cómo, el cómo tiene que estar precedido de esta


búsqueda, tenemos que tener una sensación de hartazgo, de náuseas
(existencialmente hablando) por estar viviendo una mentira, por seguir
contándonos un cuento falso, por continuar corriendo sin saber a dónde
va nuestra vida; que nuestra vida no tenga sentido, de eso uno tiene que
estar harto, hastiado de esa rutina intrascendente, de levantarse cada día
para más de lo mismo y empezar a preguntarse, comenzar a dudar y, a
continuación, atreverse a rebelarse; el primer paso, lo decimos siempre, es
acumular valor y empezar a decir ¡no! a lo que no tiene sentido.

Nuestra rebeldía es lúcida y tiene que ver con la capacidad de hacernos


cargo nuevamente de nuestra vida, rediseñar nuestra vida y comenzar por
fin…, a vivirla, no importa que edad tengamos, es posible hacerlo, pero
primero rebelémonos, digamos ¡no! a lo que no tiene sentido.

-Tania: Me parece que justamente decir ¡no!, es algo que no es fácil


hacerlo, no digo que no sea posible, por supuesto que lo es, por eso
estamos aquí hoy tú y yo; sin embargo, para muchas personas es algo que
puede requerir de mucho valor porque, finalmente, al decir ¡no!, estamos
soltando o estamos dejando todo aquello que aparentemente hemos
aprendido antes, ¿cierto?

-Chamalú: Totalmente, el aprendizaje auténtico comienza con un


desaprendizaje, primero tenemos que aprender a desaprender. Nuestra
Escuela para aprender a vivir en Bolivia, Janajpacha, en su primera fase
es una escuela para desaprender, es decir, es un espacio pedagógico,
didáctico, iniciático, de desintoxicación ideológica. Nosotros creemos que
tenemos que situarnos más allá de lo fácil o difícil, hay que ir al punto de
si es necesario hacer, se hace; porque es urgente, es imprescindible, no
podemos seguir como hasta ahora, es que donde sea que miremos nos
encontramos con gente infeliz, con gente que está fabricándose un cáncer,
con gente que está galopando en una infelicidad constante, con gente que
está gestando una depresión, es que no podemos vivir así, eso no es la
vida.

Cuando nos llegó la propuesta de participar en este congreso, en esta


cumbre internacional y el título decía: “Medicina para el alma”, me pareció
una frase, un nombre muy acertado, quizás por ahí empezaste a
convencernos de participar, porque precisamente “la sabiduría ancestral
es la Medicina para el alma”.

-Tania: Sí, yo coincido contigo, muchos de los problemas o retos que


tenemos al día de hoy, a veces intentamos resolverlos desde otro lado y no
nos damos cuenta que primero es este viaje interior, que hay que partir de
ahí y desde ahí decidir qué es lo que realmente quiero, pero desde mi
alma, desde mi corazón y no desde lo que un estándar que me han puesto
como modelo, ¿no?

-Chamalú: Sí, claro, totalmente. Hay que apartarse del rebaño, hay que
asegurarse de ser la oveja negra, esa que luego se convertirá en un felino,
en un jaguar, porque habrá llegado a inaugurar eso que llamamos
nosotros: ‘la soberanía existencial’, que es tomar las riendas de tu vida en
tus manos, se trata de eso, que va más allá de técnicas, más allá de
soluciones en forma de receta, esto es reingeniería existencial; es por eso
que nosotros combinamos las conferencias que impartimos con los libros
que hemos escrito.

Yo he escrito más de 70 libros y el tema aún no está agotado, ni siquiera


en su fase introductoria, hay mucho para reaprender, pero de la mano de
la simplicidad y de la profundidad; nosotros estamos dedicados a esto
desde hace cuatro décadas, ¡imagínate!, probablemente cuando tú aún no
estabas en este plano estábamos haciendo esto mismo, ahora estamos casi
despidiéndonos, estamos en nuestros últimos tiempos de estar viajando a
diversos lugares como lo hemos estado haciendo hasta ahora.

Somos fervientes devotos del viajar como escuela; nosotros pedimos


siempre a nuestros alumnos, para empezar, que viajen, que rompan su
rutina, que se rebelen frente a lo cotidiano y comiencen a descubrirse. Un
viaje es una oportunidad excelente, viajes iniciáticos, viajes
transformadores, eso también es Medicina para el alma. El salir de la
rutina que atrapa requiere por supuesto una gran dosis de valor, pero no
hay que tener temor, creo que las mejores cosas son difíciles, pero un
buen aprendiz está dispuesto a pagar el precio de lo que su alma le dice
que necesita.

-Tania: Claro. Y Chamalú, con toda esta gran experiencia y este cúmulo de
sabiduría que tienes, ¿cómo describes tú la vida? ¿Para ti, qué es la vida?

-Chamalú: ¿Qué es la vida?, pues la vida eres tú en este momento


dialogando conmigo, la vida es ese colibrí que hace un momento observé
seduciendo a una flor, la vida es ese parpadeo luminoso de las estrellas en
una noche despejada, la vida es cada vez que abro los ojos y amanezco a
un nuevo día y me encuentro con nuevas oportunidades. La vida es un
viaje iniciático para completar una historia evolutiva, en la cual tenemos el
libre albedrío para elegir lo que queramos hacer, pues somos la única
especie libre, los demás tienen su GPS genético que les dice lo que tienen
que hacer; en cambio, el humano es libre, el humano es incompleto, es
libre para evolucionar, puede hacer con su vida lo que quiera, puede ser
un genio o un imbécil, puede ser un ser de sabiduría feliz, pleno o puede
ser una persona que se haga daño y termine destruyendo su existencia.

La vida es una oportunidad para evolucionar, por eso nosotros estamos


obsesionados con que la gente descubra que la vida es otra cosa, porque
me gustaría decir también, aprovechando esta pregunta, Tania, lo que la
vida no es. La vida no es trabajar todos los días, la vida no es estar
estresados ocho horas al día, la vida no es estar con la infelicidad
constante, la vida no es estar soportando depresiones, la vida no es vivir
en un conflicto, en sufrimientos, nadie vino a sufrir, es mentira que si
sufrimos aquí vamos a ser felices allá, eso es una mala traducción de una
literatura sagrada.

La vida tiene que ser una fiesta de crecimiento y creación porque venimos
a evolucionar, nadie vino a sufrir y pues todo esto que estamos hoy
hablando, todo esto que nos reúne la Medicina para el alma, esto que tú
precisamente mencionaste de aprender a vivir, descubrir nuestro
propósito; el resto, celebrar la vida aprendiendo cotidianamente de todo lo
que pasa y creciendo con todo lo que nos ocurre, la vida es una buena
noticia y tenemos que saborearla instante a instante.

-Tania: Me encanta esta distinción que haces, entre lo que es la vida y lo


que no es la vida. Me parece que muchas personas justamente están
tratando de brincar a lo que es la vida en esta cumbre, es una de las
metas para lograr en este evento de “Medicina para el alma” y, bueno, me
parece algo muy atinado en este momento y quisiera preguntarte
Chamalú, a veces hay personas que no reconocen su sabiduría, que no se
sienten sabios, que no han tenido en su camino oportunidad de reconocer
lo que hay dentro. ¿Qué mensaje le darías a alguna persona que se
encuentre en este momento en esta situación?

-Chamalú: Bueno, mira Tania, todos somos seres humanos pero estamos
incompletos y mientras no reconozcamos nuestra incompletud, no
recuperemos nuestra sensibilidad y mientras no tengamos nuestro poder
interior en nuestras manos, no habrá sabiduría en nosotros. Existe, pero
de manera latente, existe pero como semilla, no es un árbol; la sabiduría
comienza a manifestarse cuando posibilitamos que esa semilla, ese
conjunto de potencialidades germine, florezca, aflore, crezca y se convierta
en una historia evolutiva; justamente lo que nosotros hacemos es esta
labor.
A mí no me gustan las religiones porque te inducen a poner tu vida en
manos de una divinidad, cuando en realidad al enviarnos a nosotros a la
vida, a la Tierra, han puesto nuestra vida en nuestras manos. Nos parece
una imprudencia estar renunciando a esa posibilidad de hacer de esta vida
una historia evolutiva, pero además, una historia festiva, una historia
creativa, como tiene que ser.

Por tanto, ¿cuándo vamos a reconocer lo que somos? ¿Cuándo


recuperemos nuestra sensibilidad?, porque esta civilización, esta sociedad
y en especial el tipo de educación que se nos dan desde la infancia es
mutiladora, aniquiladora de sensibilidad, no es posible haber estudiado
años, tener algunos diplomas y continuar sensible, nos sobre estimulan el
hemisferio izquierdo, nos amputan la sensibilidad, la creatividad, la
espontaneidad y, entonces, la gente anda deambulando, la gente ya no
sabe. Tú, sal a la calle y pregúntale a las personas: ¿quién eres? ¿Qué
sentido tiene tu vida? No saben que decir, no se conocen, apenas te dicen,
el nombre y no somos el nombre, o te dicen la profesión que tienen y eso
nos lleva a lo que hacemos, todo esto tiene que ver con la necesidad de ir
reconstruyendo sensibilidades.

El sendero iniciático que nosotros proponemos incluye primero ayudarle a


la gente a que recupere su capacidad de reflexionar. Nosotros tenemos
justamente un club de sabiduría, ahora que me estás hablando de este
punto, tenemos un club de sabiduría por internet que se llama
“Caminando con Chamalú”, es un programa en el que cotidianamente les
vamos enviando un poco de enseñanza, unos minutitos como para salvar
el día y luego una cartita por semana, en fin. Es ir abriendo espacios para
que la gente se encuentre consigo misma, yo no encuentro en la agenda de
las personas ocupadas, una hora que diga: “una cita conmigo mismo o
consigo mismo” o en tu terminología, “una cita con mi alma”;
desafortunadamente eso no existe, pasa por ahí la sabiduría y estamos por
ello tratando a la gente de decirle que la espiritualidad es otra cosa, que la
vida es otra cosa, que es urgente encontrar la Medicina para el alma.

-Tania: Yo coincido totalmente contigo, creo que es una prioridad al día de


hoy, es triste que no haya otro tipo de formación en este tipo de temas, que
la formación como tú bien dices se dirija hacia otro objetivo.

Chamalú, nuestros ancestros tenían una sensibilidad distinta a la que


tenemos hoy en día, ellos tenían una cercanía mucho más fuerte con la
naturaleza, entonces me gustaría que nos pudieras compartir, desde tu
punto de vista, ¿cuáles son las herramientas, enseñanzas que podemos
rescatar de nuestros ancestros?

-Chamalú: El paraguas sobre el cual podemos ir reelaborando una


pedagogía existencial de rehabilitación para el hombre contemporáneo se
llama aprender a vivir, porque lo que la gente está haciendo todos los días
es cualquier cosa; donde sea que mires, te encuentras gente que no
aprendió a vivir, está corriendo, trabajando, se está complicando, está
apegada, está sufriendo, es infeliz, se está enfermando, no sabe amar, no
sabe meditar, no sabe ser feliz, no sabe compartir, no sabe quién es, no
sabe nada.

Ese es nuestro panorama actual contemporáneo y no es que sea pesimista,


soy militante del optimismo, pero no me gusta auto engañarme, nosotros
somos profundamente optimistas pero con los pies en la Tierra. Tenemos
el deber de observar, de contemplar lo que está pasando en este tiempo,
está prohibido engañarse, el autoengaño es un dulce muy apetecible para
mucha gente de este tiempo, la gente que está participando con nosotros
en nuestro club de sabiduría Caminando con Chamalú, sabe muy bien que
nosotros, sin pelos en la lengua, no vamos a estar para preservar una
amistad o una buena imagen contándole alguna mentira. Para nosotros
toda la enseñanza a quemarropa, así directa, cruda, sin censura; el
humano de este tiempo, siglo XXI, está hipertecnologizado y no sabe vivir.

¿Qué podemos aprender de los Abuelos? Aprender a vivir, ¿qué incluye


esto?, por ejemplo: volver a la simplicidad en vez de complicarnos. La
simplicidad es más profunda, es más compleja, pero es simple; volver a la
espontaneidad, a la austeridad que es compatible con la prosperidad, con
la abundancia; pero ¿qué significa austeridad? Significa no derroche, no
despilfarro, no podemos derrochar ni el agua, no comprar lo innecesario.

¿Qué más podemos aprender de los Abuelos? La humildad fundamental


para seguir aprendiendo; uno en cuanto tiene uno o dos diplomas, ya cree
que sabe, eso Sócrates ya nos lo dijo hace más de 2500 años con ese
ejemplo bellísimo expresado en la frase: “Yo solo sé que, nada sé”. La
admisión en gesto de humildad de nuestra ignorancia, porque lo que
ignoramos es siempre más de lo que sabemos, ese es el primer
aprendizaje.

Además de aprender de los Abuelos la humildad, el no complicarse la vida,


podemos aprender la voluntad inquebrantable, lo que los mapuches
llaman el yatinuam, que significa en castellano voluntad pétrea, no
importa que algo sea difícil, hay que hacerlo; para ellos cruzar una
montaña, bajar un abismo, ir a recoger agua de cualquier parte a
temperaturas extremamente frías, cruzar un desierto, en fin, no era
ningún problema. Es que la palabra problema en muchos idiomas
indígenas no existe, estas son algunas de las muchas cosas que podemos
aprender de nuestros Abuelos, la sabiduría ancestral no es una alusión al
pasado lejano, es totalmente contemporánea, es totalmente presente,
porque los problemas son los mismos, se trata de Aprender a vivir.

-Tania: Chamalú, y todos estos elementos que estamos recuperando de


nuestros ancestros, me parece que nos regresan a nuestro centro, que nos
regresan a nuestro equilibrio, que nos regresan a nuestra esencia y desde
este lugar creo que la vida puede ser vista de una manera totalmente
diferente, a si nos colocamos en otro rol, en otro espacio, en otro lugar,
¿qué opinas de esto?

-Chamalú: Realmente, hablar de la sabiduría ancestral es hablar de una


cantera de sabiduría. ¿Sabes?, nosotros enseñamos siempre a nuestros
aprendices que esto es algo que tienen que comprender y aprovecho este
congreso, esta cumbre, para decirlo también, es fundamental: la gente no
sabe aprender, la gente tiene que aprender a convertir la información en
conocimiento y el conocimiento en sabiduría, porque es la sabiduría la que
tiene la capacidad de modificar nuestra conciencia. Es decir, de
reorganizar nuestro campo energético, es por ahí que tenemos que apuntar
y es en esa dirección que nosotros les proponemos a las personas y a
quienes se acercan a nuestro club de sabiduría, a nuestra comunidad en
Bolivia, que tiene que ir encaminado sus aprendizajes; no se trata de
acumular información, he conocido mucha gente, imagínate tanto tiempo
en más de 1300 ciudades en los cinco continentes, mucha gente con
abundante información pero con nada de sabiduría y con una vida que era
deplorable. Tenemos que empezar siendo artistas existenciales, es decir,
hacer de nuestra vida una obra de arte, se trata de eso y todos podemos
hacerlo. Algo que es una buena noticia, para la gente que participa de este
congreso, es que no importa la edad que tengamos, no importa en qué
trabajemos, no importa.

Yo tuve una alumna de 96 años, en Barcelona, hace algún tiempo atrás,


que vino con la frase: “Chamalú, quiero aprender a vivir”, ¡imagínate, a los
96 años!, nunca es demasiado tarde. Entonces, es muy oportuno este
encuentro para que las personas que están participando, que están
acudiendo, puedan atreverse a hacer un borrón y cuenta nueva, eso es, en
la mayor parte de los casos necesario; transformar la vida no es en
absoluto complicado, pero hay que tener el valor de admitir que estábamos
en muchos casos viviendo una mentira.

-Tania: Chamalú, me encanta todo esto que nos compartes, me parece


sumamente valiosa la frase de “ser un artista existencial”, me quedo con
esto, me quedo con esta inspiración para tener un lienzo en blanco y desde
ahí pintar mi vida.

-Chamalú: En principio Tania, felicitarte por la iniciativa, por esta


Medicina para el alma y por la acertada frase que elegiste, por el título del
encuentro, muy oportuno, lo que necesitamos justamente es Medicina
para el alma. Es importante que la gente se permita explorar, vivenciar,
experimentar esto de la sabiduría ancestral; no es tanto una cuestión
genealógica que uno tenga que indagar o resolver, para nosotros es una
cuestión absolutamente actual e imprescindible y que nos permite
encontrarnos con una sabiduría fresca, con capacidad de
transformaciones conscienciales sorprendentes. Para despedirme, quiero
felicitarte por esta iniciativa y enviarte un saludo desde Bolivia. Gracias.

-Tania: Chamalú, te agradezco infinitamente por la disposición y


participación, estoy segura que esto va a ser algo que va a sumar
muchísimo valor al camino de expansión personal y, bueno, me siento
honrada totalmente de que hayas estado en este espacio, estoy segura que
tu mensaje va a llegar de forma clara y contundente a las personas que
estén listas para ello, confió en que es así. Como siempre, me despido
mandándoles muchísimas bendiciones, agradeciendo a todas las personas
que hacen posible que esta cumbre virtual sea una realidad y nos vemos
en la siguiente emisión de esta cumbre virtual, Medicina para el alma.
UNA NUEVA EDUCACIÓN

ENTREVISTA CON JESI BERNARDINO, EN EL MARCO DE LA CUMBRE


VIRTUAL: REBELDES CON CAUSA

- Jesi: Hola, soy Jesi Bernardino y te doy las gracias por acompañaros a
una sesión más de esta cumbre virtual: Rebeldes con causa. El encuentro
tiene como objetivo invitarte a ser tú mismo, tú misma, siempre desde el
respeto y la empatía.

Hoy está con nosotros un hombre de sabiduría, que reúne lo ancestral con
lo moderno, lo sagrado con lo mundano, lo interno con lo externo.
Chamalú, es un filósofo de la vida, un soñador práctico, un poeta
vivencial, un líder visionario que sueña un mundo nuevo y además vive en
coherencia con ese anhelo; hoy él nos hablará sobre las posibilidades que
existen de reinventar la educación, bienvenido Chamalú.

- Chamalú: Un fraternal saludo desde Bolivia, a ti como organizadora y a


la audiencia de este importante congreso. Me gusta la idea de rebelarse, la
idea de reinventarse, estamos hace muchos años invitando a la gente a
que se rebele, hay muchas razones para hacerlo y, a continuación, que
comience a reinventar su vida... Adelante.

- Jesi: Muchísimas gracias por haber aceptado la invitación a formar parte


de todos los expertos de la cumbre y Chamalú, antes de empezar a
adentramos con lo que sería el tema por el que te buscaba de la
reinvención en la educación, hay algunas preguntas que son como la
esencia también de la cumbre y quisiera que me ayudaras a responderlas,
la primer pregunta sería: ¿tú, Chamalú, qué crees que sea lo que en
algunos momentos, como sociedad, nos hace actuar un poco inhumanos,
apáticos o indiferentes?

-Chamalú: Bien, antes de ello, me gustaría rápidamente decirles a quienes


nos están escuchando que nosotros desde la adolescencia vamos militando
senderos de rebeldía, solo que hemos elegido rebelarnos en vez de
protestar, en vez de romper cosas, en vez de salir en manifestaciones que
pueden ser medios aceptables o no, según cada contexto.

Hemos elegido rebelarnos creando belleza y, en ese sentido, hemos creado


una escuela para aprender a vivir, con casas en forma de escultura,
circulares, ecológicas, nosotros no hablamos de la rebeldía después de
haber estado solamente buscando información bibliográfica o en Internet,
sino que toda nuestra vida es una secuencia de disidencia, de rebeldía, ese
es nuestro respaldo, a diferencia de muchos que hablan de rebeldía,
nosotros más que hablar de rebeldía la encarnamos.

Lo que me preguntas, por qué está el mundo como está, es precisamente


en parte por un problema de educación que es parte de un proceso
manipulatorio, la gente está cada vez más adormecida, la adormecen, está
cada vez más dormida y le dan somníferos; la gente puede estudiar veinte
años y no saber quién es, no saber ser feliz, no saber vivir y no darse
cuenta de lo que le está pasando. Todo eso es fruto de estrategias de
desinformación, de manipulación que buscan al humano básicamente
dormido, ignorante, manipulable, domesticable y por eso estamos como
estamos.

Las nuevas generaciones, están cada vez peor, se están drogando cada vez
a más temprana edad, hay suicidios infantiles, hay una epidemia de
depresión; todo esto no es casual, esto es parte de lo que se podría decir,
en términos de mercadeo, abrir mercado, esto es fidelizar clientes, es
volverle a la gente dependiente de los fármacos, infeliz, para que en su
infelicidad compre cualquier cosa, es volver a la gente enferma para que en
su desesperación consuma cualquier cosa y, básicamente, preservar la
ignorancia, diplomas incluidos.

- Jesi: Claro, definitivamente es como dices, que no se tiene la conciencia


del trabajo del propio ser, que lo vamos dejando de lado como si no fuera
para nada importante. Oye Chamalú, quisiera ver, la segunda pregunta
sería: ¿tú cómo crees que podemos generar respeto y empatía entre toda la
sociedad?

-Chamalú: Esto es consecuencia primero de despertarse, antes de


respetarnos tenemos que despertarnos, una persona dormida en su
somnolencia existencial no va a ser respetuosa, va a ser agresiva, no va a
ser considerada, no va a ser amable, no va a ser fraterna, no va a ser
solidaria, está dormida no podemos pedirle mucho a quien está
durmiendo.

Primero, hay que pensar y hablar de un despertar, existencialmente


hablando, que le permite a la persona conocerse, darse cuenta quién es,
qué potencialidades tiene y, después de ello, empezar, vía auto
observación, a conocerse y al conocerse estar en condiciones de
transformarse, de crecer; en ese proceso uno va recuperando conciencia,
va recuperando sensibilidad y se va dando cuenta, es a partir de ello que
podemos pedir todo lo demás, de lo contrario estaremos empezando
haciendo primero el techo antes que los cimientos.

La educación no está mal, la educación está bien, la educación actual es


muy buena para fabricar zombis, para fabricar robots consumistas, por
eso el mundo está como está; nosotros tenemos que empezar generando
otro tipo de propuestas educativas, pues no es posible vía reformas a nivel
de los ministerios de educación, que prefieren cambiar para que nada
cambie.

Tenemos que ir aprovechando las grietas que deja el sistema, ir


reforestando conciencias simultáneamente ahí donde estamos, en el tipo
de sociedad que nos ha tocado, con los sistemas educativos que tenemos;
consecuencia de lo que nosotros llamamos en nuestra propuesta
educativa, Escuela Invisible, es que vamos a poder lograr los resultados
que queremos, lo demás sería nada más mera cuestión cosmetológica y
esto no se resuelve con perfumes ni maquillajes, esto requiere una
transformación total, una reingeniería, borrón y cuenta nueva.

- Jesi: Claro, definitivamente. Oye y antes de adentrarnos un poquito más


en la cuestión de la educación, que claro que me gustaría que pudiéramos
andar bastante más, hay otra cuestión que para mí es muy importante en
cuanto a lo de ser, y es que considero que absolutamente todos somos
niños, ¿no? Pero a lo mejor de repente nos perdemos entre tantas
responsabilidades que ya nos cargaron, pero para mí es importante estar
cuidando a nuestro niño interior, porque él o ella es quien sabía
exactamente quién o qué queríamos ser y, tú Chamalú, ¿qué es lo que
soñabas o deseabas ser cuando eras pequeño?

-Chamalú: Bueno, yo soñaba ser lo que finalmente fui, porque no me


soportaría a mí mismo viviendo fuera de mi sueño. Soñaba viajar por el
mundo aprendiendo de diversas culturas, personas; es lo que hice. Hemos
estado casi cuarenta años viajando, treinta y ocho años puntualmente,
desde un 4 de Noviembre de 1980; soñaba con escribir libros y hacerlo
poéticamente, tenemos ya 71 libros publicados a la fecha y soñaba
compartir lo que tenía en mi corazón, en forma de conferencias; hemos
dado más de 11.000 conferencias y seminarios hasta la fecha.

Creo que una persona no tiene que perder nunca la capacidad de soñar,
pase lo que pase y aunque los del entorno cercano no te comprendan,
continua soñando, algunos sueños no se harán realidad, no importa, pero
están ahí para hacerte avanzar, para matizar, para pintar de colores tu
vida; también soñamos con contribuir a la gestación de un mundo nuevo y
por eso estamos hoy aquí, por eso estamos haciendo lo que hacemos.
Anhelamos un mundo más humano, más ecológico, con niños corriendo
en libertad por los bosques, por los parques, con una naturaleza no
contaminada, con un modelo de sociedad que no confunda progreso con
destrucción, con relaciones interpersonales de afecto, de respeto entre la
diversidad cultural y cualquier tipo de diversidad que exista.

Creo que nuestro sueño fundamental es el de ver, ojalá, un mundo más


justo, más humano, más ecológico y ahora, últimamente, decimos un
futuro que sea posible, con tanta mala noticia uno tiende a desanimarse,
pero somos militantes del optimismo y a pesar de tanta avalancha de
malas noticias continuamos soñando y continúa nuestro optimismo en
buen estado físico.

- Jesi: Claro, definitivamente, nunca perder como tú dices esa parte


soñadora que tenemos y estar en positivo, tener fe y seguir adelante,
seguir también tu ejemplo que sirva de inspiración. Chamalú, ahora sí, ya
adentrándonos en lo que me gustaría charlar contigo, ¿qué sería la
educación, específicamente? ¿Qué tipo de educación o qué es lo que
necesitamos en estos momentos, así como muy concreto y muy puntual?

-Chamalú: ¿Quieres muy concreto o muy profundo? Porque son dos cosas
que van en direcciones distintas; bueno, hagamos un híbrido a ver cómo
sale. Hay que comenzar adoptando una postura crítica frente a la
educación actual, no podemos hacerle juego a un sistema que está
destruyendo a las nuevas generaciones, nosotros manejamos el concepto
de que el principal acosador de nuestros niños y adolescentes es el sistema
educativo, hay acoso escolar pero el acosador es el sistema, a los niños el
sistema les hace bullying.

¿Qué necesita un niño para completar un desarrollo armónico? Jugar, y


está prohibido jugar en las escuelas; necesita expresarse y está prohibido
hablar en las escuelas; necesita moverse y tiene que estar inmovilizado
durante muchas horas, eso es acoso, eso es bullying, eso es
antisaludable, eso es antinatural, eso es una agresión contra las nuevas
generaciones.

En la adolescencia lo mismo, se les enseña nada de lo que necesita un


joven. Un joven necesita aprender a tomar buenas decisiones, esa materia
no existe; necesita recuperar su creatividad amputada en la infancia, no se
aborda el tema de la creatividad; necesita desarrollar competencias
existenciales que le permitan manejarse en el mundo, nada de eso se
menciona; necesita aprender a ser feliz, lo cual no se enseña; necesita
aprender a amar, tampoco; necesita aprender a fluir, a renunciar,
aprender a estar en paz, aprender a cuidar su salud, nada de lo
importante que necesitamos que las nuevas generaciones sepan se enseña,
ni en el mejor centro educativo.

Creo que tenemos que comenzar caracterizando adecuadamente a este


mundo como está y a su sistema educativo, porque lo que se está
fabricando son nuevas generaciones que en cuanto puedan, van a ser mal
uso de su libertad, van a coleccionar adiciones, se van a alcoholizar, van a
destruirse. Estamos en este sistema educativo que nosotros enjuiciamos,
en el que se están fabricando nuevas generaciones aptas para destruirse a
sí mismas, eso es lo grave de esta situación, por eso el mundo está como
está. Fíjate, ¿cómo se va a poder erradicar la drogadicción si a la gente
joven, a las nuevas generaciones se les está vaciando de contenido
existencial?, terminan el bachillerato, terminan la universidad y no saben
quiénes son. No saben qué hacer con su vida, creo que está mal solamente
todo.

- Jesi: Claro, definitivamente, necesitamos como dices un cambio de


conciencia muy específica y trabajar más con lo que es el ser y como dices
a lo mejor que entre todos como sociedad empecemos también a exigir que
se trabaje más el ser, que a lo mejor empiezan a haber iniciativas pero,
¿sabes una cosa que también he observado?, que por ejemplo, empiezan a
querer implementar, por ejemplo aquí en México, que ya hay reformas
educativas y más cuestiones, pero todavía considero que los que están
tratando de educar en el ser a las nuevas generaciones, no están educados
ellos mismos; entonces, allí considero que hay como un poco de conflicto
en esas cuestiones porque los que están enseñando no saben qué o cómo
lo tienen que enseñar. Entonces, sería también como un punto, en
enfocarse en dar trabajo o ayudar a que se trabaje el ser de las personas
docentes que están empezando a implementar los nuevos sistemas, que
por lo menos están tratando de cambiar.

-Chamalú: Mira, el camino no pasa por ahí, lamentablemente yo fui


optimista durante muchos años, quise contribuir a que cambien los
sistemas educativos, participé de numerosos congresos pedagógicos, por
ahí no es, absolutamente es perder tiempo. Ya no tengo esperanza respecto
a sistemas educativos, yo sé que están gastando muchísimo dinero cada
año en hacer reformas pero son cambios para que todo siga igual, no nos
engañemos.

Ahora, nuestra propuesta pedagógica se llama “Pedagogía Wayra”,


justamente es una propuesta que básicamente apunta a desarrollar
competencias existenciales y prepara a las nuevas generaciones para la
vida y nuestra estrategia, si prefieren, nuestra propuesta didáctica, se
llama “Escuela Invisible”, que consiste en comenzar a infiltrar otros
contenidos en las escuelas y colegios convencionales desde ahora mismo.
Nada más requerimos que los docentes estén preparados, la mayoría no lo
está, pero algunos están empezando a darse cuenta que esto que se llama
educación no es educación.

La educación viene etimológicamente de la palabra educire, que significa


hacer aflorar las potencialidades que tiene. Eso no ocurre, lo que se ve en
las escuelas es un mero entrenamiento para fabricar productores y
consumidores y eso es absolutamente nocivo, perjudicial, si se puede
educar a los niños en casa, mejor, si se puede complementar o neutralizar
la pésima educación que se da en los centros educativos, excelente.

Creo que los papás tiene que ser más rebeldes, hay que cuestionar la
educación, hay que averiguar qué están aprendiendo nuestros hijos, qué
se le está enseñando, tanto tiempo invertido para nada. Pregunten a uno
que acaba de lograr el bachillerato, doce o catorce años después de haber
iniciado su infancia y no sabe nada, solo sabe complicarse, está listo para
tener adicciones, para tomar malas decisiones, no se conoce; y justo en el
peor momento, además se le pide, se le exige, en muchos casos, que elija
qué carrera va a estudiar para toda la vida, obviamente ese joven se va a
equivocar.

Creo que necesitamos soluciones más radicales, nosotros estamos


proponiendo, les estamos ofreciendo capacitaciones, incluso gratuitas, a
todos los docentes que quieran capacitarse. Tenemos ya dos libros sobre
pedagogía, uno se llama Pedagogía Rebelde y el otro Escuela Invisible;
estamos dispuestos a compartir nuestro conocimiento con quienes quieran
incluso reproducirlo, así si ningún requisito económico de por medio, para
quienes quieran reproducirlo, aplicarlo, imprimirlo, en fin editarlo.
Estos libros están diseñados para ir trabajando en eso que tú
mencionaste, pues primero hay que educar o reeducar al educador y, a
partir de ello, desde cualquier materia que se esté impartiendo en clase se
pueden destinar, un veinte por ciento del tiempo, con el veinte o
veinticinco por ciento del tiempo que tenemos de cualquier asignatura que
estemos impartiendo, podemos ir generando una revolución en la
educación invisible, sin que se den cuenta, sin que se dé cuenta el
director, por eso se llama escuela invisible.

- Jesi: Interesante, definitivamente como dices, ¿sabes?, yo también por


ejemplo en algunas ocasiones he apoyado, porque tengo bastantes amigos
docentes, y he ido a apoyarlos cuando hacían ciertas manifestaciones en
contra de lo que ellos veían que era la reforma que empezaba a dañar. Pero
qué interesante, por eso a lo mejor, te decía, que yo he podido observar
que les hace falta también muchísimo trabajo a los educadores, entonces
ahí también, por ahí podemos empezar a hacer algún tipo de movimiento,
para empezar a hacer como dices, esa educación invisible.

-Chamalú: Sí, totalmente, creo que no hay tiempo para esperar, no hay
tiempo para perder, estamos llegando a limites absolutamente
insoportables. Me gusta la idea que pusiste al congreso de esta Cumbre:
Rebeldes con Causa, me parece muy importante ir recuperando el sentido
original de la palabra rebeldía, en este caso se justifica, necesitamos papás
rebeldes, que cuestionen lo que sus hijos están aprendiendo para que no
sean futuros drogadictos, porque te has puesto a pensar, ¿dónde se
estudia para ser drogadicto? En gran parte en las escuelas y también en
los hogares destruidos, por supuesto; necesitamos docentes rebeldes, que
pongan en tela de juicio la educación convencional, los jóvenes no pueden
seguir gastando su vida, los docentes no pueden seguir contribuyendo a
destruir a las nuevas generaciones y cobrar un salario por ello;
necesitamos docentes y jóvenes rebeldes, pero rebeldes con lucidez, que
pongan en tela de juicio un conjunto de malos ejemplos y malos hábitos
que se les va a inculcando como si fueran normales.

Necesitamos gente rebelde, que se aparte del rebaño de los que están
aceptando, de los que se están adaptando, de los que se están
conformando; necesitamos gente realmente rebelde, que realmente se
cuestione las cosas, que se pregunte, que dude, que reivindique el derecho
de vivir bien, este es el momento para ello, no podemos seguir esperando
más tiempo a que el planeta cambie, se está llegando a poner en riesgo
hasta la capacidad de mantener vida en su seno. Necesitamos poner en
tela de juicio muchas cosas.

- Jesi: Claro, definitivamente, oye Chamalú y a lo mejor en todo ese


análisis que has hecho, ya de bastantes años a cerca de la educación para
tratar de identificar, ¿en qué momento crees que nos hayamos como
perdido, desconectado de esa sabiduría, a lo mejor como de un momento
histórico que creas no sé, a lo mejor revoluciones? ¿En qué momento crees
que nos desprendimos totalmente de lo que era la forma de aprender de
nuestros ancestros?

-Chamalú: Bueno, es un modelo de sociedad, no hay un momento, más


bien es un modelo social que se basa en el consumismo, es decir, en el
lucro, si tú miras los fármacos se producen no para generar más salud
sino para generar dinero. La agricultura básicamente se ha vuelto
comercial, yo me encontré alguna vez con un agricultor que producía
orgánicos sin químicos para su familia y el resto para vender, lo que era
para vender para ellos era prohibido de consumir porque era tóxico. Se
piensa básicamente en el dinero.
La medicina es una farsa comercial totalmente, los médicos no son
guardianes asesores para que uno no se enferme, son básicamente
empleados de las multinacionales. Es el modelo de sociedad que ha
generado un individualismo para vender a todos por separado, que ha
generado un consumismo para que uno termine necesitando lo que no
necesita y, en definitiva, le ha hecho creer a la gente que es mejor persona
la que tiene más, entonces a la gente se la valora por lo que tiene. Hay un
refrán muy oportuno de la sabiduría china que dice: “Al perro que tiene
dinero, se le dice señor perro”, como una forma de decirnos que el dinero
no te hace mejor persona, el dinero no modifica tu nivel de conciencia,
pero en esta sociedad se hace un culto a la apariencia, se le valora al que
tiene más y en realidad tener más o menos no significa absolutamente
nada.

Lo que necesitamos es aprender a vivir, vivir con claridad, tener claro


nuestro propósito existencial, saber cómo lograrlo, saber cómo garantizar
la evolución de nuestra conciencia, saber ser feliz, sin que esto provenga
del entorno; saber amar, amar incondicionalmente y traducir esto en
servicio, saber manejar nuestra libertad con responsabilidad, con lucidez,
saber estar en paz, saber no enfermarse, saber fluir, saber renunciar,
saber ser solidario, esos son los aprendizajes que necesitamos, nada de
eso se consigue con dinero.

- Jesi: Claro, definitivamente, porque como dices, ya absolutamente todo


está monetizado y todo lo vemos como si fuera un gran negocio, en
especial la educación. Ya no es a lo mejor como antes, que decían incluso
por ejemplo los pensadores del Siglo XV, aproximadamente, que decían
que el conocimiento es poder y a lo mejor desde allí empieza un poquito la
parte de que algunos se dieron cuenta del gran poder que es, pero que
desgraciadamente lo están desvirtuando al cien por ciento empezando a
manipular.
Chamalú, quisiera que tú como has estado viviendo y aprendiendo de
muchísimas culturas ancestrales, que nos compartieras un poco, ¿cómo
era la forma de enseñanza en la antigüedad?

-Chamalú: En realidad son viejas novedades, porque lo ancestral tiene


tanta vigencia, incluso mayor que el conocimiento actual; antes se
aprendía a vivir viviendo, se aprendía hacer haciendo, desde la infancia se
acompañaba al Abuelo para recolectar plantas, para hacer agricultura,
apacentar el rebaño, etc., y era una iniciación a la vida, a la vida misma.
Entonces las nuevas generaciones se preparaban para vivir, no como
ahora, donde la educación es básicamente un negocio, tú lo dijiste hace un
momento, es un negocio pero que está perjudicando a nuestros hijos,
sobrinos, nietos y no podemos permanecer indiferentes ante ellos.

Nosotros hace casi treinta años que hemos creado en Bolivia nuestra
comunidad ecológica-educativa. Tenemos una comunidad educativa, un
Ashram educativo, en el cual nos presentamos como una escuela para
aprender a vivir y viene gente de todo el mundo que aprovecha la
oportunidad, para quienes quieran saber de nosotros vean nuestra página,
escríbannos, porque estamos ahí, hemos recibido miles de aprendices que
han venido básicamente a aprender a vivir, es eso lo que hace falta, antes
se hacía eso, nosotros estamos plagiando a los Abuelos, prácticamente.

Hemos creado una escuela pero es una comunidad, allá no hay propiedad
privada, estamos en Cochabamba, Bolivia, en Sur América y la gente
aprende a vivir viviendo, aprende a dar sentido a su vida, aprende a que la
diversidad puede ser factor de unidad también, aprende a aprender de
todo, aprende a desaprender las cosas que le enseñaron mal. Esto
nosotros lo hacemos, lo vivimos, nuestra filosofía de vida es integral y
apunta a todos los aspectos: es espiritual, es mundana, es educación, es
terapia, es arte, es sabiduría ancestral pero también es lo más
contemporáneo. Estamos también viajando por diversos lugares del
mundo impartiendo enseñanzas, nos invitan a diferentes sitios y
acudimos, llevo treinta y ocho años haciendo esto, de manera que es
ancestral y es contemporáneo.

Antes se vivía sin propiedad privada, por tanto, no había un afán de lucro,
de tener más, se daba más importancia a la vida; ahora estamos en una
época donde todo es tener y hay que ir un poco liberándose de eso y
nosotros estamos en contra de vivir para trabajar. Nosotros estamos en
contra de cómo se está viviendo, de cómo se educa, no es correcto que uno
tenga que pasarse treinta, cuarenta años de su vida trabajando, eso no es
vida.

La vida es una historia evolutiva, no estamos por razones laborales en la


Tierra, les estamos proponiendo a las mujeres que se conviertan en
educadoras de otras mujeres, como alternativa incluso laboral, para que
puedan independizarse del trabajo, tener independencia financiera pero a
partir de la misión que tienen y de lo que aman hacer, justamente este es
uno de nuestros últimos emprendimientos, es una buena noticia para las
mujeres. Reinventar nuestra vida, manejar de otra manera nuestras
finanzas, educar de otra manera a nuestros hijos, plantear de otra manera
las relaciones de pareja, prácticamente todo eso, en eso estamos y a mí me
agrada compartir todo esto, porque donde sea que vamos hay una gran
crisis de la Madre Tierra que no podemos ignorar y que se conjuga con
una crisis existencial del humano, que es traducida en un vacío.

La gente no sabe qué hacer con su vida, entonces, su vida no tiene sentido
y se limita a deprimirse o coleccionar adiciones, algunos incluso llegan
hasta el suicidio; tenemos que hacer algo, menos mal que hay buenas
noticias, este túnel tiene salida, por ello es que nosotros usamos como
referente las sabidurías ancestrales, lo que nos preguntabas, antes había
mucha sabiduría que nos puede servir ahora, la estamos usando y la
estamos compartiendo con la gente.
- Jesi: Más que nada, empezar a trabajar en conjunto, absolutamente sin
importar a lo mejor que tú estés en Bolivia, yo en México y otras personas
en donde se encuentran, empezar a trabajar en conjunto, hacernos
conscientes de qué sería lo que es importante empezar a hacer y llenar
esos vacíos existenciales con los que vamos creciendo, mejor dicho.

-Chamalú: Sí, totalmente, ahora además con la comunicación tan fácil, así
por este medio, mediante internet, las redes sociales, podemos estar en
cualquier parte, fácilmente podemos participar en eventos como el que
estás organizando, esto es muy importante. La gente puede entrar en
contacto con nosotros por este medio, o de vez en cuando reunimos un
grupo de aprendices y nos vamos a la India, por ejemplo, en enero estamos
haciendo un programa bien atrevido, bien rebelde.

Este tema me gusta mucho, aunque casi no me has preguntado nada al


respecto, pero estamos proponiendo un tema desafiante para la gente del
ámbito espiritual, un crucero espiritual, imagínate, que se llama
hedonismo místico, esas cosas que parecen irreconciliables, lo estamos
proponiendo como parte de una vida con calidad y totalmente
compatibilizada con principios espirituales y con las creencias que uno
tenga, eso es un programa que vamos a estar haciendo en enero, estamos
sumamente activos con esto, creo que nuestro eslogan fundamental es:
“Me rebelo, luego existo”.

Porque antes de rebelarte serás una oveja más del rebaño y hasta cuando
no seas mínimo como la oveja negra, tu vida no tendrá sentido, estarás
pasando ahí, desapercibidamente, jugando un rol de extra en la película
de tu vida y creo que acertaste muy bien en el tema, hay que inducir a que
la gente se rebele, necesitamos rebeldes con causa, lúcidos, pero rebeldes.
- Jesi: Oye, están súper interesantes todos los proyectos que estás
realizando y en especial ahora el crucero y el retiro que vas hacer a la
India. Definitivamente, para empezar a trabajar en nosotros mismos y ya
que tocaste el tema, por curiosidad también, ¿qué desarrollan en el
crucero, por ejemplo?

-Chamalú: Bueno, ya estás empezando a rebelarte tú también, me gusta


Jesi, que vayas dando ese buen ejemplo; nosotros lo que proponemos a la
gente es que se entere de cuáles son las normas en algunos casos, pero no
para cumplirlas sino para justamente transgredirlas. Soy un defensor de la
gente que es capaz de decir ¡no!, a lo que no tiene sentido, del que va a
contracorriente del sentido común que está normalizando lo anormal.
Entonces, en ese sentido, nosotros como personas espirituales aunque no
pertenecemos a ninguna religión, dado que nuestra libertad no se puede
encajar en ningún dogma, en ninguna creencia fija, estamos proponiendo
la importancia del disfrute como una vacuna contra muchas
enfermedades; mucha gente se enferma por no disfrutar, esto lo aprendí
de la cultura polinesa, allá navegando por Taiti, por Hawai, por Fiji, esas
islas paradisíacas, tú sabes que somos viajeros empedernidos, estamos
permanentemente en todas partes, ahora nos tocó estar en Bolivia, pero
pronto estaremos en otro continente, en otro país.

Disfrutar es un elemento absolutamente indispensable para preservar la


calidad inmunológica, disfrutar es muy importante para mantenernos
sanos, nosotros estamos proponiendo que la gente disfrute más en su
vida, se permita hacer más lo que ama, le estamos proponiendo a la gente
que aprenda a disfrutar y justamente un retiro espiritual absolutamente
inolvidable, lo estamos proponiendo para este enero próximo, empezando
el año 2019. Un crucero en el caribe, ¡imagínate!, partimos de República
Dominicana, por la gente que no tiene visa, para que no tenga problema,
una semana a partir del 14 de enero, donde vamos justamente
posibilitando que la gente, mientras disfruta, aprenda la importancia de
disfrutar, recuperando el placer en su dimensión mística.

Se puede meditar disfrutando, por ejemplo: se puede conectar la energía


sexual a un nivel místico, se puede elevar incluso el encuentro sexual de
las parejas a nivel de ritual. Estamos proponiendo una reivindicación del
placer, del disfrute en todos sus ámbitos, esto no es nuevo, ya Epicuro
hace más de 2000 años, lo decía en la Grecia clásica, que la gente tiene
que aprender a disfrutar, sino no, no descubre la vida; entonces, toda
represión es patológica, es enfermante, es perjudicial.

El retiro que proponemos en enero une el hedonismo, el disfrutar la vida


con lo espiritual y le da profundidad, lo que se traduce en salud y en
felicidad; es un desafío, un emprendimiento osado, es una otra de las
maneras de rebelarnos.

A mí me gusta mucho, por ejemplo, diseñar casas; en nuestra comunidad


las casas son ecológicas, circulares, las pueden ver en nuestra página web:
www.janajpacha.com, y tenemos una casa que no tiene puerta, se entra
por la ventana, es otra forma de rebelarse. Además, nos gusta provocar la
imaginación, nos gusta ejercer la creatividad y el humor, y desde ese punto
de vista hasta un problema puede ser divertido, porque lo estamos viendo
desde otro ángulo.

-Jesi: Bueno, está súper interesante, obviamente nos salimos un poquito


del tema en cuanto a lo de la educación, pero a fin de cuentas es lo mismo;
que necesitamos trabajar primero nosotros mismos y que es importante
disfrutar. Además, es bueno que hiciste la aclaración, porque a lo mejor
podemos confundir un poco la parte de decir: “ah, es que quiero disfrutar”,
y empieza a lo mejor a interpretarse de una forma, en la que el disfrutar es
a lo mejor, irnos de drogadictos, de alcohólicos, entonces sí es el disfrute
pero desde la parte también espiritual no sin cauce, ¿no?, todo está cien
por cien encauzado.

-Chamalú: Así es, totalmente, mira para volver a la educación te lo


conecto, la educación ha de ser disfrutada. El niño que no está disfrutando
en el aula no aprende, así de claro. Es decir, si te cae mal la profesora, no
vas a aprender, puedes estar ahí físicamente pero no estás completo, el
niño que no disfruta del proceso educativo escolar, no aprende
directamente. En cambio, fíjate, cuando está haciendo lo que ama, no
tiene ni frio, ni hambre, puede estar horas en eso; la educación necesita, a
través de la creatividad, volver a implementar el disfrute. Se tiene que
disfrutar más, se tienen que crear las condiciones para que nuestros niños
vuelvan a disfrutar de la escuela y lo mismo los jóvenes.

Yo doy conferencias a jóvenes que pueden estar escuchándome dos horas,


tres horas o más; adolescentes que mucha gente me dice: “pero, ¿y qué
haces?” Bueno, básicamente les hablo de lo que les interesa, de esa
manera, estos jóvenes que no están atentos ni diez minutos con el
profesor, pueden estar tres horas escuchándonos sin moverse y pedirnos
más, que sigamos. Hay que hablarle al joven, al adolescente, de cosas que
le interesen y, a partir de ello, podemos transferirle contenido que necesita
aprender, es solo creatividad en acción, básicamente.

- Jesi: Claro, ya que nos has dado un ejemplo y ya igual para ir cerrando,
porque nos estamos también excediendo un poco del tiempo que nos
otorgaste, comentabas eso de que estás hablando de las cosas que le
gustan a los niños o a los jóvenes. ¿Nos podrías dar un ejemplo creativo, a
lo mejor si hay algún maestro que nos esté escuchando para que tenga la
forma, una base para empezar a hacer sus clases de una forma diferente?
-Chamalú: A veces con los niños les hemos dado conferencias, enviarle a
un niño a una conferencia parece una imprudencia, ¿no? Sin embargo,
hemos hecho esto, por ejemplo, decirles: cierren los ojos y todo lo que diga
lo van a convertir en una imagen, lo van a ver, no escuchen, vean lo que
estoy diciendo y después la conferencia la convirtieron en una película y la
podían contar completamente; estamos hablando de niños de siete, ocho,
nueve años, mira cómo pueden ellos con la imaginación fresca que tienen,
convertir las palabras en imágenes y la conferencia en una película y por
tanto, no olvidarse de ella, eso con los niños.

Con los jóvenes, básicamente hay que recordarles que la vida es una
aventura, hay que recordarles que ellos tienen libertad para ejercer su
libro albedrío de manera lúcida. Yo estuve en una oportunidad dando una
conferencia a un grupo de jóvenes y comenzamos diciéndoles: “vine a
proponerles, eso que es típico en la adolescencia, en la juventud, que
siempre estén enamorados, enamorándose, en noviazgo, les propongo que
hablemos del noviazgo a plazo fijo, así, por tiempo limitado; todos que
estaban distraídos, jugando, hablando entre ellos..., silencio total, atentos
absolutamente y en un minuto estaban ya todos involucrados en el tema.

Me decían: “¿Cómo es eso Chamalú? Un noviazgo a plazo fijo, a ver


explícalo”. Bueno, se trata de que tú inicies un noviazgo, que estés de
enamorado, enamorada, por un mes, por ejemplo, y que lo vayas
renovando periódicamente si las cosas funcionan bien, les respondí. Y
terminamos hablando más de tres horas, en una conferencia que estaba
prevista para una hora; los docentes nos decían: “se van a levantar, se
cansan rápido”, tres horas y media y no querían que nos fuéramos.
Conversar de lo que realmente les interesa, desafiarles y hacerles ver,
recordarles que la vida es una aventura y que quien se lo está pasando
bien es aquel que sabe tomar buenas decisiones, porque lo demás en la
vida es consecuencia de lo que hemos decidido.
- Jesi: Oye, que buenas estrategias que implementas, tanto para los
pequeños como para los que ya están en una época que es más compleja,
como la adolescencia.

Chamalú, ya por último, antes de que te despidas, quisiera ver cómo


podemos desapegarnos de esos viejos sistemas, que nos digas algo, en
concreto, como para dejarlo de tarea, de ya empezar a desapegarnos de
esos antiguos sistemas educativos que tenemos.

-Chamalú: Si te respondo a lo que me preguntas, pues una hora más


mínimo, pero me imagino que vamos a tener oportunidad en el futuro de
reencontrarnos, de ampliar el tema, en fin.

Primero hay que tener el valor de llamar las cosas por su nombre, el
sistema educativo actual es bueno para fabricar zombis y si alguien quiere
morir como un zombi, pues ya sabe, la escuela es una buena alternativa.
No estoy pidiendo que no vayan a la escuela los niños o jóvenes, pero que
además lean, que generen el hábito de lectura, que sean críticos, que no
crean todo lo que les dicen, que sean observadores, que se eduquen, en
gran parte, de forma autodidacta; hay que contrarrestar lo que nos están
inyectando en la cabeza en las escuelas, con una formación autodidacta;
buenos libros, cursos, tutoriales de YouTube, en fin, pero hay que
contrarrestar, hay que hacer que el hogar también sea una escuela, que
sea una escuela alternativa, donde estén aprendiendo a ser felices y es
fundamentalmente importante desarrollar el espíritu crítico.

Creo que con eso podemos hacer mucho más para que se salven nuestros
hijos de un sistema educativo perverso que los está destruyendo
totalmente. Quiero también invitarles a los adultos que nos están
escuchando, a que ellos mismos se miren, que vean cómo están viviendo,
qué están haciendo con su vida, con qué hábitos funcionan, hacia dónde
encaminan su vida, porque eso es ejemplo que están absorbiendo los niños
y jóvenes en casa. Es decir, no puedes decirle “quiero enseñarte a ser
feliz”, si tú eres infeliz; uno no puede dar lo que no tiene, claramente,
entonces coherencia, que pueda tu silencio ser elocuente, que puedan tus
hechos, tu estilo de vida, hablar aunque tú no digas nada.

Creo que con eso ya podemos ir teniendo algunas alternativas para salvar
a las nuevas generaciones y, además, decirles que se rebelen, es mejor un
hijo rebelde, pero lúcido, un hijo rebelde pero consciente, que un hijo
conformista, sometido, sumiso que después va a sufrir en la vida. Mejor
hijos rebeldes pero enseñémosles a que se rebelen con lucidez y tomando
buenas decisiones.

Quiero invitarlos a que puedan primero aprender a desaprender, es una


especie de desintoxicación ideológica; en segundo lugar, aprender a
aprender, desplegar el alerta sereno de manera que la vida se convierta en
una escuela. Entonces iras dándote cuenta que tu vida pasa a otro nivel,
porque a donde sea que vayas y cualquier cosa que te pase, tú siempre
sales ganando, aprendes algo, creces y, por tanto, puedes agradecer
incluso un problema, ya sabes que somos consecuencia de lo que la
educación hizo con nosotros; entonces, quizás lo que toque sea
rediseñarnos, reeducarnos después de desaprender lo que sea necesario
olvidar y tomar las riendas de nuestra vida en nuestras manos. Por favor,
siempre es necesario rebelarse, rebelarse desde el corazón, gracias.

-Jesi: Muchísimas gracias Chamalú, por todo lo que nos has estado
compartiendo y por toda la gran aportación que nos otorgaste,
definitivamente eres un hombre de sabiduría, a todos ustedes que nos
estuvieron acompañando, los invitamos para que conozcan un poco más a
cerca de él y de toda su filosofía. Solamente me queda agradecerles a cada
uno e invitarlos a que nos sigan acompañando y nos vemos en una
próxima ponencia.
DESPERTAR A LA VIDA

ENTREVISTA CON LUCRECIA CALVETTE, EN EL MARCO DE LA


CUMBRE VIRTUAL: LA FIESTA DE LA AUTOESTIMA

Lucrecia: Soy Lucrecia Calvette, creadora de la Cumbre: La Fiesta de la


Autoestima, donde te vamos a enseñar a recuperar tu poder interior,
conectar con tu valor para lograr descubrir tu misión de vida y tener una
vida plena y feliz. Hoy nos acompaña Chamalú, líder espiritual y hombre
medicina. Ha dedicado su vida al estudio de las sabidurías ancestrales de
los Andes y la selva Amazónica, aprendiendo de muchos hombres y
mujeres de sabiduría quienes compartieron con él enseñanzas olvidadas
en la sociedad actual; por más de cuarenta años Chamalú ha compartido
su mensaje y metodología a nuestra sociedad.
Ha escrito más de 70 libros, muchos de ellos traducidos al inglés,
portugués, francés, alemán, griego y turco. Su primer libro “Janajpapacha”
se agotó en las tres primeras semanas de edición y uno de sus últimos
libros, “Sabiduría Olvidada”, también se agotó antes de su primer mes de
edición. Ha dictado más de 11.000 conferencias en los cinco continentes,
en más de 1.300 ciudades. Bienvenido Chamalú.

- Chamalú: Gracias, Lucrecia, por esta oportunidad y a la audiencia, a


quienes participan de este importante evento, un fraternal saludo desde
Bolivia.

-Lucrecia: Chamalú, lo primero que te quería preguntar, ¿cómo hacemos


para conectarnos y re-conectarnos con nuestro poder interior?
- Chamalú: Tendríamos que comenzar contextualizando qué somos,
quiénes son los que quieren conectarse y en qué contexto están operando.
No hay que olvidarnos que vivimos en una civilización que fomenta
exactamente lo contrario, la baja autoestima, lo que nosotros llamamos
ignorancia existencial, la falta de amor a uno mismo y en fin, todo eso
tiene que ver con un todo: un proceso social, familiar, educativo,
contextual que está en esta civilización premeditadamente diseñado para
que la gente no se conozca, en definitiva, para que las personas carezcan
de poder. Tenemos primero que ubicarnos en un contexto en el que lo
oficial, “lo normal”, conspira en contra.
Las nuevas generaciones son educadas para el consumo y no para el auto
conocimiento, entonces, de qué autoestima vamos hablar, si estamos
fabricando adictos al consumo, adictos a cualquier cosa, incluso cualquier
cosa autodestructiva, entonces, ¿de qué poder vamos a hablar si esta
sociedad está fabricando (y lo digo premeditadamente con este término)
básicamente seres humanos para la producción y el consumo, sin
capacidad crítica, sin autoconocimiento y sin un código ético?
Nos mandan armados con un alfiler a una guerra y luego esperan que nos
vaya bien, ese es el contexto que tenemos que comprender para ver luego
por qué es necesario recuperar ese poder, al que nosotros llamamos
soberanía existencial o capacidad de autogobierno. Pero hay que ir
desmenuzando un poco esto que está pasando, para que la gente que nos
está escuchando comprenda porqué tenemos que recuperar algo que es
natural, que debería estar en nosotros; pero, ¿cuándo lo hemos perdido?
¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué las nuevas generaciones, en cuanto
pueden ser libres, comienzan a tomar malas decisiones y a destruirse a sí
mismas?
Lucrecia, este es el panorama que nos parece importante mencionar y te
digo esto, después de haber recibido en nuestro Ashram Chamánico a
miles de aprendices de todo el mundo, que vienen a intentar formarse y los
vemos cómo llegan, como mínimo destruidos, no solo es un problema de
baja autoestima, es que no saben qué hacer con su vida. A una persona
que no sabe, que no tiene ni idea de sí mismo, le dices: “a partir de
mañana eres libre”, y va y se destruye, no sabe cómo usar su libertad; es
decir, hasta puede ser víctima de la libertad que tiene, ese es el panorama
donde nos encontramos, por ahí podríamos ir empezando, ¿qué te parece?

-Lucrecia: Sí, es verdad, me parece muy interesante porque desde la


educación, desde que somos chiquitos, en realidad, nos están educando
para que no pensemos y para seguir a las masas y los pocos que hemos
empezado o cada vez más gente, de ir a buscar su camino, en realidad lo
que estamos buscando es eso, alguien que nos pueda guiar por dónde
empezar a conectarnos, así que me parece muy interesante que nos
cuentes un poco más de cómo empezamos a autodescubrirnos, a
recuperar esta sabiduría que nuestros ancestros y los pueblos ancestrales
ya tenían.

-Chamalú: Seguramente para un Abuelo, que viene por primera vez a una
ciudad contemporánea, sería una sorpresa, sería casi un trauma ver tanta
gente viviendo una mentira. Decimos esto partiendo de que hay otras
cosmovisiones, otros abordajes de esta vida; decimos esto con la seguridad
de que esta civilización es apenas una manera de vivir que ha elegido (y
que lamentablemente se ha globalizado) temporalmente la humanidad,
pero que no es la única, han habido otras formas, otras cosmovisiones,
otras maneras de ir manejando la vida, eso nos da la tranquilidad de que
las cosas cambian, que este modelo de civilización es temporal. Nosotros
que hemos sido testigos de la destrucción de muchas culturas indígenas,
de mucha gente de sabiduría con tal conocimiento de causa, podemos
afirmar enfáticamente nuestra discrepancia con esta civilización que nos
propone modelos de desarrollo que, a nivel general, destruyen la Madre
Tierra y, en lo personal, estilos de vida que nos destruyen a nosotros,
imagínate.
Además, qué podemos pensar de una sociedad que para funcionar
necesita cárceles y manicomios, policías y gente armada para hacer que
uno se porte bien, al final uno ya no sabe si uno es bueno o tiene miedo de
terminar en una cárcel, ¿te das cuenta? Creo que hay que relacionar
mucho el tema de la autoestima (el motivo de este gran evento) con los
principios que rigen nuestra vida, con la manera como me veo, me siento,
me organizo y cómo me proyecto, porque ahí entramos en un gran dilema.
Si no hay un código ético, somos un peligro para nosotros mismos y
podríamos decir, sin exagerar, que hay gente que hay que cuidarla de sí
misma, por esa gran capacidad de tomar malas decisiones; entonces, en
ese punto yo me quedo pensativo cuando escucho a la gente decir, por
ejemplo en el ámbito espiritual: “sé tú mismo”; depende a quién le decimos
eso. Porque si le dices eso a alguien que está descontrolado, desubicado,
siendo el mismo se va hacer daño o le va a hacer daño a los demás; es por
ahí que tenemos que ir viendo que todo tiene que contextualizarse, si algo
no está contextualizado carece de sentido y hasta puede ser un mal
planteamiento.
Lo que nosotros pensamos desde otra cosmovisión, es que lo primero que
hay que ir desarrollando es un sentido crítico, por ahí van a aparecer
personas hablando de la autoestima, eso ya lo sabemos; nos van a contar
cómo opera la baja autoestima, ya lo sabemos; nos van a venir a contar
cómo está la gente, en fin; lo estamos viendo, salimos a la calle y lo vemos
allí, hay bajas autoestimas con ropa y zapatos caminando todos los días,
pero, ¿cuál es la causa?, ¿por qué hemos llegado a este punto?
Eso que tu mencionaste al principio de la última pregunta acerca de que
no nos enseñan a pensar, pues, no solo no nos enseñan a reflexionar sino
que está mal visto reflexionar, porque ello significa repensar las cosas,
significa que yo me pregunte: ¿por qué?, y preguntarse por qué a la gente
le incomoda. ¿Por qué estás viviendo así? ¿Por qué vives con esta persona?
¿Por qué trabajas en algo que detestas? La gente no quiere reflexionar y
esto tiene que ver con la educación recibida, así como con el contexto
social en el que estamos viviendo actualmente.

-Lucrecia: Y, por qué cuando empezamos a cuestionarnos en realidad lo


que es la sociedad, la educación y lo que nos rodea, a muchos nos pasa
que llegamos a sentirnos más solos y entonces ahí, ¿cómo hacemos para
no caer en una depresión o en seguir estando seguros de que nosotros
vamos por buen camino que es el de escuchar nuestro corazón y de seguir
aumentado la conciencia y no la que la sociedad nos dice?

- Chamalú: Eso de la soledad, ese es un punto importante; pero antes me


gustaría que quienes nos escuchan pongan en una balanza imaginaria,
por un lado, la conciencia de uno, nuestra conciencia y en el otro lado, la
opinión pública. Este ejercicio mental es muy interesante porque nos
permite darnos cuenta a qué estamos prestando más atención: ¿al quedar
bien, al aparentar, el visto bueno, a la opinión pública que ni siquiera
sabemos claramente qué es o a la conciencia? La conciencia es la que está
conectada con el código ético, con los principios y los principios son las
luces que iluminan nuestro camino, por tanto nos permiten darnos cuenta
hacia dónde estamos conduciendo nuestra vida. De lo contrario, pues
terminamos básicamente asistiendo a un gimnasio de hipocresía dónde le
das énfasis a la cáscara, a la apariencia, al que dirán los demás y vives en
función de eso; hay gente que vive una mentira pero es famosa y a eso
muchos lo llaman éxito, ¿te das cuenta?
Esta todo mal planteado, cuando uno se pone a reflexionar se da cuenta
que está viviendo en una gran obra teatral, que lo que se llama educación
es licenciatura en hipocresía, el que a un niño no se le permita hablar en
la mesa, en las reuniones familiares de domingo porque aún no aprendió a
mentir, un niño de tres o cuatro años, porque va a delatar a la familia, va
a delatar lo que está diciendo la mamá o el papá de ese pariente o amigo;
entonces al niño se le dice que no hable o que se vaya a jugar al patio,
porque aún no está educado.
Pero, ¿qué significa educación? Pues eso, el arte del disimulo, de la
apariencia, de la hipocresía, ahí aparece el doble discurso, aparece la
moral, ahora se está destapando el tema de la corrupción, el tema de
delitos sexuales, pero eso siempre ha existido, eso no es novedad, eso es
absolutamente normal cuando no hay trabajo interior, cuando no hay
conciencia despierta, lo que tú mencionaste Lucrecia, para volver al tema
que estabas proponiendo, porque esto da para mucho, esto da para
conferencias enteras.
En cuanto al tema de la soledad, en esta civilización a la gente le han
hecho creer que la soledad es algo malo, que es algo indeseable, que es
negativo, que está asociado, como lo mencionaste en la pregunta, con la
depresión y eso es absolutamente una falacia. La soledad es un privilegio y
es algo que todos merecemos por temporadas en nuestra vida, porque es el
contexto ideal para irnos conociendo, reconociéndonos y reconociendo,
separando esas otras voces que han sembrado en nuestro interior y poder
escuchar nuestra voz propia, nuestra conciencia; pero una soledad de
calidad, que significa estar inscritos en una ruta de crecimiento, de
aprendizaje. La soledad como nosotros proponemos es un estar contigo
mismo, en ese proceso mágico, maravilloso en el que puedes bordear la
plenitud en la medida que vayas con la actitud adecuada, sin los prejuicios
que la sociedad te impone.
Obviamente, en esta sociedad, en esta civilización, lo que se hace es aislar
a la gente y como consecuencia de un aislamiento, no viene la soledad
como templo transparente para conocerse y encontrarse con un mismo;
por el contrario, lo que viene es el miedo a estar solo, entonces ahí
aparecen las redes sociales, por eso tan famosas, porque uno está
aderezando su aislamiento, está hablando cualquier cosa con cualquiera,
el requisito para una conversación en una red social es que lo que se diga
sea profundamente banal y superficial, por eso hasta te ponen medida,
tienes que decirlo rápido en poco tiempo, en pocas palabras y eso significa,
eso garantiza superficialidad.
Si uno se pone a reflexionar por ahí necesita más tiempo, ahora todo es
rápido y superficial, ese aislamiento no hay que confundirlo con la
soledad. El aislamiento deshumaniza y termina desequilibrando porque
somos seres sociales, necesitamos la mirada del otro, el abrazo,
necesitamos expresar lo que nos está pasando, necesitamos compartir,
compartir es un placer, por eso el humano ha vivido siempre en tribu, en
klan, en comunidad; el ermitaño puede ser una excepción y más bien por
temporadas en la vida, pero necesitamos del otro.
Sin embargo, también necesitamos de la soledad, necesitamos pasar
épocas de nuestra vida en soledad, pero una soledad nutrida por ese
trabajo interior que incluye reflexión y meditación, además de contacto con
la naturaleza. Entonces, la soledad no es un problema, el problema es el
aislamiento, un aislamiento inducido artificialmente para venderte cosas
que no necesitas y con ello llenar un vacío existencial.
¿Porque se ha fomentado el aislamiento? Para entronizar el
individualismo. Y, ¿por qué les interesa tanto el individualismo y su
egoísmo respectivo? Para venderle a cada uno por separado. Esta
civilización funciona así, todo es mercancía, todo se fabrica o casi todo se
fabrica pensando en el lucro. Por ejemplo, un fármaco, un fabricante no
está pensando en generar salud, no está pensando en aliviar sufrimiento,
está pensando en ganar dinero; se hacen investigaciones de mercado para
ver dónde hay más potencial de ganancia, dónde hay más negocio, un
mundo así deshumaniza, entonces ¡imagínate!, ¿dónde queda la
autoestima?, ¿pero qué autoestima?
Si uno no aprende a vivir, no tiene autoestima, es un objeto, es una cosa,
es un mueble en la casa que solamente falta que figure en el inventario y
eso es consecuencia de un modelo de sociedad, de un modelo educativo
que se replica en el modelo familiar, en la forma como se relacionan las
personas como objetos de propiedad privada de por medio; estoy pensado
en la relación conyugal, donde uno se apropia de su pareja y después
vienen los conflictos, el desgaste, la asfixia y la interferencia en el
crecimiento del otro, en fin, toda esa historia que ya conocemos, en ese
contexto, ¿qué opciones tiene uno de mantener una autoestima
saludable?, pues mínimas.
Si quieres trabajar la autoestima, el primer paso es la rebeldía y esta se
nutre con la reflexión, con el pensamiento crítico, con el valor y el
atrevimiento de ponerme a repensar las cosas y a redefinirlas, pero eso me
va a llevar a ser sospechoso para la opinión pública, entonces tendré que
hacerme fuerte también, porque si quiero ser yo mismo tengo que ser
fuerte también, de lo contrario me van a destruir, es por ahí el asunto.

-Lucrecia: ¿Y cómo hacemos para seguir esos pasos de escuchar nuestra


rebeldía y ser cada vez más fuertes sin que la opinión pública, a veces
fuerte, nos frene?

-Chamalú: Bueno, la opinión pública, siempre va a estar ahí dispuesta con


todo fervor, con mucha devoción a perjudicarnos, eso es totalmente
entendible en una sociedad así, no podemos evitar que cuando
encendamos el fueguito de nuestra vela, al principio venga alguien con
ataque de tos a nuestro lado, para apagarnos la vela que hemos
encendido. Lo que sí podemos hacer es convertir ese fuego, esa vela
encendida en una hoguera, entonces no importa que haya un coro de
gente estornudando al lado, se aviva más todavía.
Nosotros siempre asociamos el poder que me preguntabas hace un
momento, ¿cómo se incrementa el poder?, no te respondí
premeditadamente para dejarlo para más adelante y ahora creo que ya
está el contexto para poder retomarlo. El poder es capacidad de
autodeterminación, el poder es capacidad de autogobierno, porque todo el
mundo habla del poder interior, pero, ¿qué es el poder interior?
Simplemente es gobernar mis intenciones, mis emociones, mis relaciones y
mis acciones, nada más que eso y eso se llama sabiduría. Educativamente
apuntamos a desarrollar competencias existenciales que van en esa
dirección; espiritualmente hablando, el poder es consecuencia de un
alineamiento en todas nuestras instancias de lo que somos: entidad
espiritual, mental, racional, emocional, biológica, social y la dimensión
ecológica, que tienen que estar alineadas en la misma perspectiva;
entonces, como consecuencia de ese contexto de coherencia se acrecienta
el poder, a esto le llamamos una ruta de crecimiento, traducida en un
estilo de vida.

-Lucrecia: Esto de las diferentes inteligencias que tú nombras, ¿cada uno


tiene que saber qué inteligencia tiene que desarrollar de acuerdo al estilo
de vida que quiere llevar?, ¿te entendí bien Chamalú?

-Chamalú: Sí, en uno de nuestros libros “Inteligencia existencial”


mencionamos esto de las capacidades, tiene que ver básicamente con
conocerse y despertar consciencia, no es suficiente el pensamiento
positivo, estoy convencido que no es suficiente dejar todo en manos de
Dios, además, si nos hacen libres es porque han dejado la vida en
nuestras manos. Entonces, dejar nuestra vida en manos de cualquier
divinidad me parece que es antinatural y una irresponsabilidad.
Si yo le digo a alguien: “Mire, usted es libre”, y luego me dice: “No, mire, le
entrego mi libertad”, estoy como negándome a aprovechar la oportunidad
de experimentar la evolución porque para eso estamos en la Tierra, en un
contexto de libre albedrío. Volviendo a lo que tú decías Lucrecia, lo que
necesitamos en realidad es amarnos.
El amor a uno mismo es el abono de la autoestima. Para volver un poco al
eje temático propuesto, la autoestima entendida básicamente como la
imagen que tengo de mí mismo, cómo me siento, cómo me pienso, cómo
vivo, cómo me trato. Una persona que está con una adicción se está
maltratando a sí misma, ¿qué habrá pasado en su historia personal como
para que llegue a ese punto? Por eso empezamos con una postura crítica
hacia la sociedad y también a las familias que van dando mal ejemplo a las
nuevas generaciones, porque si un niño crece en un hogar donde todos
son infelices y se complican, pues ese niño va a pensar que la vida es eso,
que la vida es infelicidad y la vida no incluye la infelicidad, ni incluye el
sufrimiento, el sufrimiento es totalmente opcional.
Entonces, ¿qué necesitamos?, pues amarnos; ¿Y qué hace falta para
amarnos?, conocernos; ¿Y qué hace falta para conocernos?, observarnos;
¿Y qué hace falta para observarnos?, estar atentos; allí llegamos a lo
chamánico, al alerta sereno, pero, ¿y qué hace falta para todo eso?,
escuelas de sabiduría, ¿y dónde las encontramos? Me pasé años buscando
escuela de sabiduría hasta que dije: bueno, toca crearlas, es necesario
hacerlas, porque lo que está ocurriendo en las escuelas es cualquier cosa,
uno no se va a tomar en serio que alguien que ha estudiado hasta el
bachillerato, que ha estado en la universidad, tenga sabiduría, sabemos
que no, es decir, que no se sabe vivir, entonces, ¿para qué toda esta
historia? Porque, básicamente, eso es necesario para fortalecer la
autoestima, porque es parte del amor a sí mismo, del amor a la vida, el
aprender a vivir.
Esta es nuestra principal propuesta y filosofía de vida, la que estamos
proponiendo ahora, fundamentalmente a las mujeres, porque creemos que
hay que retomar un enfoque matriarcal y matrilineal de la sociedad; por
ello, estamos proponiendo un instructorado de nuestra filosofía al tiempo
de retirarnos. Yo me voy jubilando, pero voy dejando esto en manos de las
mujeres que quieran formarse, quienes estén interesadas en esto nada
más búsquenos, este año le estamos diciéndole a la mujer: bueno, hágase
cargo porque el futuro será femenino o no habrá futuro. Hay que repoblar
el planeta tierra de seres humanos, hay que educar de otra manera a los
niños, hay que Educar, dar otros ejemplos, hay que priorizar otras cosas.
Los jóvenes no pueden tener como máxima aspiración, cuando cumplen
los 18 años y son mayores de edad o incluso antes, el comenzar a
emborracharse o a drogarse, si hay jóvenes así, uno se queda pensando:
¿qué hemos hecho con ellos para que a los 18 años su máxima aspiración
sea emborracharse y drogarse?, algo tiene que estar demasiado mal para
que esto esté pasando. No es solo un problema de autoestima, es un
problema existencial, es un problema en el que se requiere realmente
aprender a vivir y uno no aprende a vivir si no se conoce, esa es la puerta
de entrada.

-Lucrecia: Bueno, claro, el conocimiento es la base de todo; pero me quedé


con una parte muy interesante que dijiste que la mujer va a ser la parte
fundamental de la nueva sociedad y quería ver si podrías desarrollar un
poco más eso, el despertar de estas nuevas mujeres que van a ser las que
van a educar a los futuros niños y ya, bueno con una autoestima o con un
auto poder y unos valores más altos, más acordes a una nueva sociedad.

-Chamalú: Sí, totalmente. Bueno, primero debemos decir que la mujer es


el género seleccionado por la naturaleza para perpetuar la vida; es decir, la
naturaleza confía más en la mujer para decirlo en términos simples. No
estamos inventando nada, ni se trata de posturas feministas, creo que la
naturaleza, la Pachamama es feminista, opera así y si eso es cierto,
entonces tenemos que ir privilegiando el rescate de la mujer, la
reeducación de la mujer o la educación de una nueva generación de
mujeres. Nosotros les llamamos las amazonas, mujeres autosuficientes,
mujeres sensibles pero al mismo tiempo con el poder suficiente como para
no ser vulnerables y esto nos lleva a otro concepto muy importante que
tenemos que ir trabajando, lástima que el tiempo no alcanza para todo,
quizás tengamos otra oportunidad más adelante, es el tema de la
imperturbabilidad.
La imperturbabilidad es un deber de la mujer en este tiempo, de la mujer
que se despierta, porque despertarse significa reconstruir la sensibilidad,
pero vuélvete más sensible y te van a llover piedras, te va a llover de todo,
críticas, calumnias, lo que significa que la mujer está obligada a
convertirse en una guerrera, por eso nosotros hablamos del despertar de la
guerrera, nuestro programa estrella se llama así: “El Despertar de la
Guerrera”. Si vas a despertar vuélvete una guerrera, de lo contrario vas a
terminar coleccionado heridas y tu vida va parecer mucho más dura que
cuando estabas dormida, si te despiertas, que sea como una guerrera.
Entonces, esta es una convocatoria para que la mujer aprenda, es lo que
nosotros justamente compartimos: recuperar, reconstruir la sensibilidad
de la mano del poder interior traducido en imperturbabilidad, eso que se
dice por ahí como resiliencia y demás cosas, en el chamanismo lo venimos
trabajando desde hace siglos, hace milenios. Una guerrera es una persona
con capacidad de levantarse si se cae, aprendiendo la enseñanza de ese
tropezón, es ser un todoterreno, es ser como el agua, si me cambian las
circunstancias me adapto a ellas, pero sin dejar de ser lo que soy, de eso
se trata, esa es la guerrera y lo que tú nos preguntabas tiene que ver con
eso, pero hay una palabra más que me gustaría mencionar rápidamente en
este diálogo, en el que estoy intentado comprimir muchas enseñanzas en
poco tiempo y es el término "deber". Aquí quiero mencionar algo que es
tema de mi próximo libro que se va a llamar “Espiritualidad mundana”,
donde estamos proponiendo alguna de estas ideas, así como el tema del
deber, pues todos tenemos un deber. El deber, existencialmente hablando,
está asociado con la misión que tenemos, ese es el DEBER con
mayúsculas, pero hay deberes con minúscula, los deberes, los deberías,
eso es la degradación, la devaluación del deber, eso no tiene nada que ver
con el deber directamente y esto es lo que termina interfiriendo la
espontaneidad, coartando la autenticidad y en definitiva lesionando la
autoestima.
Deberías estudiar lo que tus papás te dijeron, deberías ser más
responsable y tener una casa más grande o tener una casa en la playa o
renovar tu carro cada dos años, en fin, esos deberías que la sociedad nos
va poniendo han terminado reemplazando al gran deber que tenemos de
no perder de vista el propósito existencial de nuestro paso por la tierra, ese
es el deber conectado con la misión, que tenemos que ir recuperando en su
comprensión y que en definitiva nosotros desde la concepción chamánica
le llamamos la búsqueda de la visión, que es la comprensión de la misión y
donde se juega nuestra evolución.

Lucrecia: Qué interesante eso que decís de la búsqueda de la visión y de


darnos cuenta cuál es nuestra misión, porque, bueno, si logramos darnos
cuenta de cuál es nuestra misión, eso fortalece totalmente nuestra
autoestima, ¿no? Estamos en trabajos que no nos gustan, qué bueno de
estar guiados por todo el afuera, para estar guiados por algo más superior
que es lo que nos dicta nuestra conciencia.

-Chamalú: Sí, totalmente, por eso nosotros no hablamos de autoestima, tú


me estás haciendo hablar de autoestima, pero en realidad la autoestima no
es más que consecuencia, un efecto de haber aprendido a vivir, de haberse
conocido observándose, así como ese felino que de pronto esta alerta,
presente en el presente, enfocado en lo que está haciendo; entonces, no
hace falta decirle nada a un felino que está atentamente mirando su presa,
no hace falta decirle: “bueno, usted tiene que estar totalmente en el
presente”, porque ya está enfocado; eso es lo que necesita recuperar el ser
humano en un contexto de crecimiento, por eso hablamos de ruta de
crecimiento.
A mí me gusta mucho hablar de la vida como arte, de ser artistas, es decir,
de elevar nuestra existencia a nivel estético de manera que sea hermosa la
presencia, aunque no digamos nada, aunque sea solo nuestra mirada,
nuestra vibración, nuestro silencio que diga tantas cosas y me gusta
hablar de la vida como ceremonia.
Me preguntan con frecuencia sobre el chamanismo y chamanismo no es
más que hacer de tu vida un ritual, comenzando por experimentar tu
cuerpo como un altar, como tu zona sagrada, desplegando tus huellas de
luz; donde sea que vayas que tus huellas hablen por ti, aunque ya estés
ausente, lo que significa que tu vida se ha convertido en una ceremonia y
tú en un ceremoniante, en una ceremoniante de tu vida, donde las cosas
son sagradas porque están consagradas a partir de una actitud reverente,
de una visión clara, de una entrega total a lo que estás haciendo y de una
vibración en lo humano llamado amor, que es el mismo idioma que se
habla en el universo; por lo cual, se podría decir que tienes el pasaporte
multidimensional. Cuando estás vibrando desde el amor, estás conectado
al Universo, por eso quien hace lo que ama no se cansa, porque ya no
gasta su energía, ya está conectado al wi-fi cósmico y desde allá está
usando, está teniendo acceso a las canteras de energía del Universo,
reservadas para quienes se han despertado, para quienes se han
trabajado, se han conectado y han descubierto que la vida es otra cosa.

-Lucrecia: ¡Qué lindo aprender a vivir!, tendría que haber sido el nombre
de la conferencia en realidad y aprender a disfrutar, ¿no?

-Chamalú: Sí, totalmente Lucrecia, bueno has mencionado la otra palabra,


el otro verbo fundamental, así que también será parte de un subsiguiente
libro que se va a llamar “Hedonismo místico”, dado que en el mundo
espiritual hay demasiado miedo al placer, nosotros estamos nadando
en contracorriente a esa tendencia, se le da muy poca importancia al
disfrutar y, sin embargo, si una persona no disfruta se desequilibra y eso
tiene que ver también con la autoestima; disfrutar es un nutriente de la
autoestima, disfrutar es imprescindible, si tenemos capacidad de sentir
placer no es un error de la naturaleza, es un antídoto contra el caos,
porque el caos del entorno nos va a destruir si no tenemos las dosis
mínima de disfrute cotidiano. Fíjate que hablando un poquito de salud, el
cáncer no es más que el caos celular, es el desequilibrio, la locura de unas
células caotizadas que ya no siguen ningún orden, ese orden es la armonía
y la armonía en el plano humano es la felicidad que se expresa de manera
más interna y profunda en el amor como vibración; en ese contexto
germina una autoestima formidable, poderosa, así como un roble, pero sin
ese contexto vamos a tener la autoestima de un perejil, de una hierba sin
raíz que puede ser arrasada constantemente.
Entonces, yo discrepo profundamente con ese abordaje que se hace de la
autoestima vía psicología convencional, si uno está trabajando, no puede
distraerse con los síntomas, pues no podemos administrar meramente
efectos, eso es engañoso, eso es enmascarar el problema, es como cuando
uno tiene un dolor de cabeza y se toma un analgésico, se quita el dolor
pero no sabe por qué le estaba doliendo la cabeza. En definitiva, no
podemos ir por ahí en la vida de cualquier manera, para quienes nos están
escuchando, se trata de aprender el sagrado arte de vivir.
Yo me he pasado cuarenta años diciéndole eso a la gente, tenemos mucha
gente que nos ha escuchado, hay gente a la que le ha parecido demasiado
radical nuestra propuesta y, sin embargo, quienes han aplicado estas
enseñanzas en su vida, se han dado cuenta que por ahí era, además que
no son recetas, cada uno tiene que rediseñar su vida a su manera, cada
uno tiene que aprender a vivir y en ese aprendizaje de la vida es que se
consolida nuestra felicidad, al estilo nuestro, se entroniza la vibración
poderosa del amor y se amplía nuestra libertad, porque se reducen
nuestras necesidades, se instala una paz interior, todo ello como
consecuencia de haber aprendido a vivir, en donde la salud y la
autoestima son unos de sus síntomas, pues quien es feliz es robusto,
saludable, porque sabe quién es y lo que tiene que hacer.

-Lucrecia: Ya para ir terminando Chamalú, si tuviéramos que decirle a la


audiencia en tres pasos, o en tres instancias, ¿qué quisieras decir para ir
comenzando a rediseñar nuestra vida, a conocerse y a todo lo que tú citas,
cuáles serían los primeros pasos para conectarse con uno mismo?

-Chamalú: Bueno, mira, aquí te puedo decir dos cosas rápidamente, si


quieren una secuencia se podría decir: observarse para conocerse,
conocerse para transformarse, transformarse para acrecentar nuestra
conciencia y con ella recuperar la comprensión de nuestra misión y esto
convertirlo en un estilo de vida.
Reiterarles que en definitiva, el aprender a vivir tiene que convertirse en
nuestra forma de vivir, no se trata de hacer un ritual o una técnica veinte
minutos al día, los fines de semana, vestirse de blanco y ponerse con
aspecto esotérico. En donde sea que estemos, es siete días a la semana,
veinticuatro horas al día y algo más, este es otro punto que me gustaría
tocar en un minuto si me permites Lucrecia, es el tema de la manera como
procesamos las cosas, porque nos van a decir de todo, así que es muy
importante lo que le decimos a los niños, a los jóvenes, pero especialmente
a los niños.
A mí me dijo desde muy pequeño mi madre que yo era muy inteligente y yo
me lo creí, pero si le dicen lo contrario al niño, también se lo va a creer,
por lo que hay que presentar atención y este es otro punto importante, en
esa secuencia que me pediste y es: ¿cómo interpretamos las cosas? Porque
con base en eso vamos a organizar nuestra vida, uno cree que ser feliz es
carecer de problemas, pero al contrario, una felicidad sin problemas sería
absolutamente tediosa, aburrida, uno estaría esperando que se interrumpa
aquello, entonces lo que nosotros necesitamos son grandes retos y de por
medio problemas y adversidades para hacernos fuertes y para preservar
nuestra creatividad.
Quiero terminar con este ejemplo: las carreteras donde más accidentes
ocurren no son las que están llenas de curvas, son las rectas donde por
500 kilómetros no tienes que hacer nada, no hay curvas, no hay
precipicios, estoy hablando del norte de Chile o la Pampa, por ejemplo, el
sur de Argentina, donde todo es igual en el entorno, una recta
impresionante, uno se queda dormido, el riesgo no es que te caigas a un
abismo, el riesgo es que te quedes dormido, ese es el peor abismo de todos.
Por eso, cuando uno viaja por estas carreteras se da cuenta que es allí
donde hay muchas huellas de carros que se salieron del camino, que eso
pasa en las rectas, no en las curvas, porque en las curvas de la vida
estamos atentos, las curvas de la vida son los problemas, son las
adversidades y si ellas son bien interpretadas, son recursos para
mantenernos despiertos; de eso se trata, de mantenerse despiertos para no
perder las oportunidades para aprender, esto nos va a mantener alertas,
nos va a mantener felices, vamos a poder estar en condiciones de seguir
amando la vida y sus sorpresas y estar agradecidos porque esta vida es un
regalo para evolucionar, no nos olvidemos. Muchas gracias por esta
oportunidad y pues hasta cuando nuevamente un evento similar a este
nos permita reencontrarnos, gracias, que sean felices.

-Lucrecia: Muchas gracias Chamalú por estar.

ENTREVISTA CON MABEL KATZ EN EL MARCO DEL EVENTO

EXPO SER
-Mike: Buenas tardes, estamos con dos Maestros de la conciencia, dos
Maestros del nuevo tiempo que son Mabel Katz y Chamalú. ¿Cómo están?
¿Qué estamos haciendo aquí en Expo Ser?

-Mabel: Bueno, nos estamos conociendo, Chamalú, ¿no?

-Chamalú: Sí, celebrando reencuentros y coincidencias.

-Mike: Esto de celebrar encuentros en donde se juntan diferentes filosofías


y formas de ver la vida, ¿de qué manera contribuye al bienestar total del
planeta? Porque estas corrientes chamánicas, corrientes filosóficas o la
física cuántica, un poco de todo, ¿cómo todo esto contribuye al bienestar
del planeta?

-Mabel: No, primero Chamalú.

-Chamalú: Todos somos hojas del mismo árbol y árboles del mismo
bosque, más allá de la diferencia de forma hay una esencia que
compartimos y esto nos recuerda que cada vez que ocurren encuentros
como estos podemos darnos cuenta que no estamos solos, que estamos
siendo parte de una constelación de corazones y eso multiplica nuestras
intenciones y voluntades.

-Mabel: Así es. A mí lo que más me gusta Chamalú, es como nos damos
cuenta que todos estamos hablando de lo mismo, llamándole a lo mejor
con nombres diferentes, a lo mejor con filosofías diferentes, pero que todos
vamos a lo mismo ¿no? Volver a casa, ser nosotros mismos,
redescubrimos, reconectarnos con nuestro verdadero ser.

-Chamalú: Sí, y eso es motivo de celebración, justamente, porque más allá


de lo diverso, que también es bueno que exista, hay una unidad; entonces,
tomar la diversidad como factor de unión, de unidad me parece muy
importante, lo mismo que la biodiversidad de nuestras selvas. Yo que he
nacido a menos de 60 kilómetros de donde comienza la selva, un bosque
de una sola especie es un desierto verde para nosotros. La biodiversidad es
una comunidad de tantas formas distintas que, sin embargo, coexisten
armónicamente.

-Mabel: Exactamente, darnos cuenta que no estamos solos, eso es


importantísimo. Hay veces, cuando nosotros tenemos problemas,
pensamos que eso nos pasa únicamente a nosotros, que tenemos mala
suerte, que somos víctimas…, lo que me gusta es que hay mucha gente en
este camino de despertarnos.

-Chamalú: Totalmente, después de haber asumido humildemente que


estábamos dormidos, siempre que hablamos de despertar habrá que
asumir previamente que nos habíamos quedado dormidos, distraídos,
confundidos, en fin, extraviados en un mundo como este, tan hiper, ultra,
recontra masificado, homogeneizado y bombardeado por la publicidad.
Después de eso, es muy importante recuperar la atención, el alerta sereno
del que hablan los Abuelos en la montaña, en la selva. Este alerta sereno
nos permite darnos cuenta que estamos vivos, que estamos aquí y que
tenemos algunos deberes, como el deber de ser humanos.

-Mabel: Hermoso. ¿Cómo empieza Chamalú, desde chiquito?

-Chamalú: Mi vida comenzó cuando mi bisabuela indígena-quechua


portadora de la sabiduría ancestral, de ese conocimiento popular indígena,
hace mucho tiempo, cuando aún era bebe, pudo curarme con sus
conocimientos, con sus rituales, con su medicina indígena, con su
cosmovisión distinta, ella sabía que la vida era otra cosa. Los médicos me
diagnosticaron una enfermedad incurable, no pudieron curarme,
pronosticaron mi muerte inevitable, mi bisabuela en cambio, analfabeta,
menos mal, en una semana de medicina indígena, me devolvió la salud y
la vida. En mi adolescencia quise recuperar eso que la abuela había
sembrado en mi corazón y me volqué a explorar, a investigar, a buscar
mujeres y hombres de sabiduría, para sentarme a sus pies, para
preguntarles, observar cómo vivían y el resultado es esto.

-Mike: Escucharles a ustedes transmite mucha paz, me parece que


ustedes están vibrando en una vibración diferente, pero cuando la persona
está allí, en la vida real, cuando la persona está en la calle enfrentando
problemas, con situaciones familiares difíciles, situaciones económicas
difíciles, situaciones de salud, ¿cómo rescatar esa vibración?, ¿cómo volver
a frecuencia 0?, o ¿cómo volver al centro, a ser natural? Al estar allí en la
paz de la selva, ¿cómo lo llevamos a la vida real? Porque yo les escucho a
ustedes y me encanta, me transmiten esa paz pero a veces me pregunto:
¿cómo hacemos para que el ciudadano de a pie, el que está viviendo el día
a día en ese 3D, lo viva de la manera como ustedes lo viven?

-Chamalú: Cuando he dado conferencias en ciudades tan grandes como


Tokio, Londres, o Rio de Janeiro o, esta misma, la ciudad de México,
Buenos Aires, en fin, donde se da eso que tú dices, una dinámica que te
arrastra, como un río que te quiere llevar; en esos casos, habrá que saber
nadar contracorriente. No es tanto cuestión geográfica, de ninguna
manera, nosotros en chamanismo le decimos el guerrero imperturbable
que es aprender a tener una audición selectiva, una amnesia auto
inducida y tener clara cuál es tu zona sagrada; esa zona no negociable en
la cual instalaste tu existencia.

-Mabel: Interesante. A veces dicen en algunas presentaciones, donde


muestran tipo moraleja, que hay que ser sordo para llegar a la cima, que
cuando dicen: “no, no van a poder, nunca lo van a alcanzar”, resulta que el
sordo que no escuchó eso de que no se podía, resulta que llega a la cima;
entonces, a veces tenemos que ser sordos, a veces tenemos que hacernos
los ciegos y mantenernos despiertos lo más que podamos. Si estamos
despiertos vamos a hacer elecciones diferentes, mejores, vamos a elegir la
paz, ¿no es cierto? Pero si nos la pasamos dormidos, nos enganchamos
con las historias y bueno, ¿cómo lo llamas?

-Mike: El 3D.

-Mabel: No, no hay que estar despiertos hay que mantenerse despiertos.

-Chamalú: Sí, es un ejercicio básicamente de estar alertas, de estar


atentos. El primer deber del aprendiz es estar atento y estar atento es
estar presente en el presente, desconectar el piloto automático, sabiendo
que tu vida solo opera en el presente y que no puedes perdértela.

-Mike: A mí me encantaría salir para verlos en la práctica y una pregunta


sería: ¿cómo es un día típico de Chamalú? ¿Cómo es un día típico de
Mabel? ¿Cómo hacen ustedes cuando se les atraviesa una frecuencia que
es diferente? Así como que para quien escucha su historia pueda, cuando
este metido en la vorágine, decir: “ah bueno, déjame pararme como hace
Chamalú, o déjame contemplar la naturaleza como hace Chamalú o
déjame bailar como hace Mabel”. ¿Cómo hacen ustedes en su día a día?

-Chamalú: Bueno, me gusta comenzar el día con un momento en silencio,


a manera de filtrar el pasado. La meditación matinal es el filtro que tú le
pones para que después de hacer lo que nosotros llamamos la pequeña
muerte, que es el haber dormido, no se infiltre nada de ayer a hoy. Luego,
el agradecimiento del nuevo día, vestirse como si fuera un ritual, tomar el
desayuno como si fuera una meditación adicional, complementaria y al
salir a la calle preguntarme si estoy preparado solamente para todo,
porque afuera está garantizada la incertidumbre, la inseguridad que es lo
único seguro y tenemos que aprender a convivir con ella.

Es importante aprender a descomplicarse, más puntualmente podríamos


decir aprender a fluir sabiendo que la vida es movimiento, que la vida es
una escuela y que tenemos el deber de graduarnos de aprendices.
Entonces todo pasa a ser una enseñanza, un aprendizaje. Si uno aprende
con todo lo que le pasa ya no importa lo que te pase. Habrás aprendido y
habrás agradecido esa circunstancia.

-Mabel: Bueno, lo opuesto. Yo desde que me levanto ya estoy ocupada,


estoy pensando en todas las cosas que tengo que hacer y como dicen los
mexicanos “la regadera, la ducha”, no es cierto, el agua, a veces pienso
cuánta gente no tiene agua y yo aquí derrochando el agua, pero es con el
baño que muchas veces recibo inspiración, o ideas o las soluciones a mis
problemas. Pero bueno, para mí es estar permanentemente en movimiento
pero siempre con esa conciencia de darme cuenta que estoy en
movimiento, darme cuenta de lo que estoy haciendo, inclusive si me estoy
enojando, ¿por qué me estoy enojando? Mantenerme lo más consciente
posible, saber que soy humana, que hago lo mejor que puedo, pero creo
que lo más importante para mí es mostrarles que una persona normal
también puede conseguirlo.

-Chamalú: Sí, por supuesto. Lo interesante de todo esto es que no nos


subamos a ningún pedestal por muy espirituales que seamos, la humildad
es el pasaporte diplomático para acceder a enseñanzas y mensajes de
tantos maestros visibles e invisibles y luego, que esa pasión en acción, que
supone darse cuenta que uno está vivo, nos lleve siempre a compartir. Las
ganas de compartir creo que son un buen indicio de que estamos
despiertos y sin riesgo a quedarnos dormidos.
-Mabel: No, a mí me gusta eso de estar consciente pero a la vez soy una
persona activa y siempre con muchas cosas para hacer, no me alcanza el
tiempo y, bueno, ese tiempo que no existe, pero que a mí no me alcanza.

-Mike: Hay muchos mitos en esto de estar despierto, que a veces la gente
cree que es así como estar haciendo oms, o namaste o estar vestidos de
blanco y caminado sobre nubes. ¿Qué es estar despierto en el día a día?
¿Cuándo se dieron cuenta ustedes que despertaron, por ejemplo, qué pasó
en sus vidas?

-Chamalú: Bueno, el rechazo de los demás puede ser un factor interesante


para que te vayas dando cuenta; algunos se acercan a ti, otros se alejan,
algunos dudan de tu equilibrio mental, otros piensan que estás
consumiendo, porque a medida que uno va organizado su propia
coherencia, va teniendo una presencia distinta, esa presencia que puede
ser incluso sanadora, aunque no digas nada. Para nosotros, que bebimos
de las canteras de la sabiduría ancestral, la escuela iniciática es la vida,
estar despiertos es simplemente estar vivos, pero habiendo aprendido a
vivir y eso significa no haber permitido que te mutilen la sensibilidad,
teniendo clara la visión que te habla de la misión que tienes.

-Mabel: Bueno, yo me di cuenta que estaba dormida cuando mucha gente,


como por ejemplo mi hijo, me hablaba enojado como yo le hablaba a él y
ahí me di cuenta que estaba buscando la felicidad en el lugar equivocado,
entonces tomé la decisión de comenzar mi búsqueda por la felicidad y la
paz. Y bueno, fue todo un camino, pero también tenía que ver con
agradecer todo lo que había hecho y dónde estaba gracias a estar dormida,
es decir, agradecer por todo lo que aprendí estando dormida y darme
cuenta de que ahora elijo estar despierta.
No me quiero dormir y hay veces que no lo puedo evitar, pero
definitivamente si bien me doy cuenta que me fui a dormir me despierto
otra vez, porque despertar no lo cambiaría por nada, porque yo digo que
las tragedias y todo lo que está pasando y lo que está saliendo a la luz es
para, como decimos en Ho´oponopono, para limpiar, para borrar, para no
volver a repetir; creo que la tragedia más grande es que sigamos
dormidos. No tanto la tragedia y lo que pasa, sino ojalá que muchos
tomemos esa decisión de vivir una vida más despierta.

-Chamalú: En nuestra comunidad en Bolivia, lo llamamos Escuela para


aprender a vivir, porque aprender a vivir significa para nosotros, eso que
decía Mabel, aprender a mantenernos despiertos en las más diversas
circunstancias. Esto no es replegarse con intención mística en un
monasterio en algún sitio, sino más bien tener otra intensidad existencial
que incluye la paz, que usa el amor como la manera que le añade lucidez a
la libertad y hace de la felicidad su condición natural, pero incluso estando
triste, porque para nosotros la tristeza también puede ser parte de la
felicidad.

-Mabel: Claro, es la otra parte, como el éxito y el fracaso, el otro lado de la


moneda. Si no pasamos por el fracaso no vamos a llegar al éxito, pero
fracaso es solamente si no aprendimos, si ni siquiera le podemos llamar
fracaso.

-Chamalú: Muy bien, finalmente, me gustaría decir algo, nosotros siempre


recordamos a los Abuelos, y digo nosotros porque ellos están detrás de
todas nuestras enseñanzas aunque no se los vea, están detrás mi
bisabuela que me devolvió la vida, mi abuela que fue una maestra del
amor incondicional, mi madre que siempre la vi hablando con las plantas.
Yo pensaba que todas las mamás hablaban con las plantas. Entonces,
nosotros siempre hablamos en plural, en colectivo porque no concebimos
el crecimiento en términos individualistas, ignorando como está el resto.
Por eso es que la felicidad para nosotros, el Sumak qamaña en aymara o
Sumak Kawsay en quechua, es vivir bien, haber aprendido a vivir bien,
esa es la felicidad al estilo andino, pero siempre como parte de una
comunidad, de una constelación de corazones, que es lo que ocurre
cuando más gente se va despertando.

-Mabel: Nosotros en los seminarios de Ho´oponopono decimos que no


venimos solos, que traemos a los ancestros y yo les digo que todos están
ahí como rezando y ojalá que esta vez lo agarre, porque ellos se benefician
de nuestro trabajo también.

-Mike: En esto de no venir solos, ustedes han trascendido a algo muy


lindo, que es a veces la crianza, a mí por ejemplo me criaron para estar
dormido y a muchos de nosotros nos crían con reglas para no
encontrarnos a nosotros mismos ¿Qué le proponen ustedes a los padres
para garantizar ese buen vivir, esa felicidad de entender la vida, de ese
despertar, de esa limpieza de errores que propone el Ho´oponopono? ¿Qué
le proponen a los padres? ¿A qué los invitan?

-Mabel: A mí me gusta mucho, Chamalú, trabajar con los padres y con los
chicos, porque para mí ser madre, ser profesional y ser muchos de los
títulos que tenía se volvió mucho más fácil cuando desperté, cuando me di
cuenta que no tenía que ser la madre perfecta, que lo que tenía que hacer
era ser una madre feliz, o que no tenía que saberme todas las leyes en
Estados Unidos de la contabilidad, que no tenía que hacer todo bien. Por
ejemplo, cuando yo me despierto me doy cuenta que no tengo que ser
perfecta, voy hablar con mis jefes y les digo, ¿saben qué?, yo aquí no hago
más research, que era buscar y me di permiso y fui y les dije: “yo no hago
más esto”, porque yo sabía que yo era buena para otras cosas. Les dije:
“ustedes seguro tienen en esta oficina alguien que hace esto mucho más
rápido, más efectivo y ustedes pueden hacer más dinero”. Y nunca más me
dieron esa función, me lo respetaron porque yo de repente supe quién era
y me di a valer. No, yo no tenía que ser perfecta, ni hacerlo todo. A veces
con los padres parece que tenemos que ser perfectos, que tenemos que
saber todo y yo creo que como padres lo único que necesitamos es ser
felices.

-Chamalú: Sí, muy bien, retomando lo que acaba de decir Mabel, es


verdad, la vida perfecta no existe, pero sí los momentos espectaculares y
en ello tenemos que estar completamente involucrados. A los papás me
gustaría decirles que es importante, primero, dar buen ejemplo a los hijos,
esa es la mejor universidad. Eso tiene que ver con la coherencia, hagamos
lo que decimos y que nuestros actos digan lo mismo que nuestras palabras
y en fin, otras cosas que hemos expresado. En segundo lugar,
evidentemente el hogar tiene que ser una escuela de felicidad, una escuela
alternativa y, en tercer lugar, creo que es muy importante no iniciar a los
niños en los ritos macabros del consumismo cometiendo el error de darles
todo. Niño que recibe de todo, no valora nada después.

Por otro lado, es fundamental que los niños tengan tiempo para jugar, que
tengan tiempo para escuchar cuentos; los niños no pueden estar todo el
tiempo en la escuela, eso es nocivo para su desarrollo cerebral, es
importante que tengan contacto directo con la naturaleza, descalzos, que
se suban a los árboles, que jueguen con la tierra sin que importe ni les
preocupe a los papás que la ropa se ensucie o se rompa, pues esto es parte
de su normal evolución y desarrollo. Cuando sean un poco más grandes,
es importante que viajen con ellos aunque sea cerca, ir de campamento a
la montaña, a la playa, al bosque, en fin y cuando se pueda, viajar a
conocer otras culturas.

Viajar es una escuela que aún no se ha utilizado de la manera cómo


debería hacerse, en términos didáctico-pedagógicos; viajar nos saca de la
rutina, nos muestra diversidad, nos entrena para saber planificar y saber
improvisar, nos reactiva la creatividad, nos hace fuertes porque muchas
cosas que planeamos no se cumplen, entonces, uno tiene que aprender a
fluir como el agua, acariciando los obstáculos que aparezcan en su
camino.

-Mabel: Cuando yo me despierto Chamalú, me digo: qué estoy haciendo,


no porque ahora quiera meditar todo el día, o porque quiera hacer esto o
aquello; alguien me contestó muy sabiamente, me dijo: “Mabel, estar en un
monasterio todo el día repitiendo om, eso es fácil”, es como aplicar todo
esto y mantenerse despierto en el día a día, cuando se nos presentan los...,
bueno así que yo creo que sí, esta es la mejor escuela.

-Chamalú: Totalmente y la vida es el mejor monasterio. Ahí tenemos que


graduarnos.

-Mike: Hay mucha gente que es profesional del desastre y dice que el
mundo se va a la guerra, que nos estamos separando y todo. Yo quiero
creer que no es así, quiero creer en un futuro coherente, más pleno,
despierto ¿Cómo es su futuro despierto, el futuro de la humanidad
despierta? ¿Cómo es el futuro de la humanidad despierta de Mabel?
¿Cómo es el futuro de la humanidad despierta de Chamalú?

Mabel: Para mí es un mundo perfecto, ojalá todos nos pudiéramos


despertar; para mí un mundo perfecto es donde todos hacemos lo que
amamos, es ser nosotros mismos, no depender de lo que piensan los
demás, darnos permiso para realmente ser felices y yo creo que lo vamos a
conseguir, bueno yo tengo esta campaña de paz mundial, Chamalú tú
sabes, la paz comienza conmigo, la paz interior es paz mundial y realmente
creo que todo lo que estamos pasando es justamente para encontrar la
paz.

-Chamalú: Bueno, pues a veces a mí me cuesta mantener de pie mi


optimismo; sin embargo, creo que no hay mejor opción que mantener en
buen estado de salud a la esperanza, creo que necesitamos con urgencia
un mundo más humano, más ecológico, un mundo más feliz. Hay que
repoblar el planeta de seres felices, lamentablemente hay una súper
población de infelices por lo que es necesario contagiar felicidad. Sueño
con un mundo feliz donde las rutinas estén echas pedazos como vidrios
rotos, donde los niños crezcan sin que nada se les imponga, donde la
naturaleza sea respetada y donde podamos ver a los jóvenes soñando y
poniéndole ladrillos, muros y celdas a sus sueños, eso es mi sueño
fundamental. Muchas Gracias.

-Mabel: Hermoso, gracias Chamalú un gusto.

TRANSFORMACIÓN

ENTREVISTA CON DANI DI MAGGIO, EN EL MARCO DE LA CUMBRE


VIRTUAL: TRANSFORMACIÓN

-Dani: Muy buenas y bienvenidos a este Congreso digital de


Transformación. Estamos ya en la etapa etérica, como sabéis y tenemos un
gran guía en este día, tenemos a un hombre de mucha sabiduría, que une
lo ancestral con lo contemporáneo, lo sagrado con lo mundano, lo interno
con lo externo, es un filósofo de la vida y un gran escritor. Ha escrito más
de 70 libros, ha viajado por el mundo, ha tenido más de 11.000 mil
conferencias en los cinco continentes, vamos a dar la bienvenida a
Chamalú. Hola Chamalú, ¿cómo estás?

-Chamalú: Gracias Dani, un fraternal saludo a los que participan de este


importante evento, es una alegría poder compartir nuestra filosofía de vida
con toda esta audiencia, imagino masiva, que se ha congregado en torno a
esta temática.

-Dani: Muchas gracias por estar aquí. ¿Tú nos estás hablando desde
Bolivia?

-Chamalú: Sí, desde Bolivia.

-Dani: Cuéntanos un poco acerca del tema de este congreso, la


transformación. A lo largo de tu vida has tenido también una
transformación, ¿puedes compartir algo con las personas que nos
escuchan?

-Chamalú: Este es un tema bastante amplio, quizás si vamos


puntualizando más las preguntas podamos ser más útiles a los que nos
están escuchando. En principio, decir que la vida misma es
transformación, creo que estar vivo es estar transformándose, por tanto, lo
natural, lo normal, lo esperable de toda persona es que viva una ruta de
aprendizaje con una secuencia de transformación permanente, eso es lo
que hemos hecho. Desde la adolescencia he sospechado de esta
civilización, de este modelo de vida, estos paradigmas convencionales no
solo son insuficientes sino que están cuidadosamente direccionados hacia
la somnolencia existencial; en esta sociedad nos prefieren dormidos,
ignorantes, infelices, enfermos, eso es más rentable.

Cuando uno toma consciencia de eso, es deber de cada uno apuntarse a


dinámicas de transformación con diferentes características; no podemos
negarnos a participar de una secuencia de transformación, porque este
estilo de vida occidental nos garantiza infelicidad, nos garantiza
enfermedad e ignorancia y eso es justamente de lo que tenemos que
apartarnos.

-Dani: La pregunta es un poco, ¿hacia dónde podemos dirigir nuestra


transformación? En el sentido de hacia dónde podemos mirar las personas
que vivimos en la ciudad donde todo está programado, que también puede
ser una perspectiva, ¿qué nos puedes sugerir o compartir?

-Chamalú: Hay muchas cosas que replantearse, que repensar. Nosotros


hablamos de desaprender; antes de mirar hacia dónde salir corriendo o
caminando, tenemos que desintoxicarnos, que desaprender muchas cosas,
tenemos que tener el valor de dudar y de cambiar las preguntas para
construir nuevas respuestas, porque si algo parece que no tiene respuesta
hay que cambiar la pregunta. Si algo parece imposible es que por ahí no
era, es un proceso fundamentalmente educativo en el que tenemos que
irnos embarcando en la perspectiva de ir encontrándonos con nosotros
mismos, con la vida que en el fondo es lo mismo. Pero no hay escuelas
para aprender a vivir, ese es nuestro pedido fundamental, actualmente
estamos impulsando una campaña para que se constituyan escuelas para
aprender a vivir. El primer aprendizaje es aprender a vivir y el primer paso
de este proceso es desaprender.

-Dani: Tú, además, aprendiste de los abuelos, que muchas veces nosotros
no consideramos, o los consideramos como una persona pesada; cuando
los abuelos de hecho tienen una sabiduría que nos pueden dar mucha
visión. ¿Cuál es la diferencia de vivir en una comunidad a diferencia de
vivir en la civilización?
-Chamalú: En realidad, un buen aprendiz tiene que saber vivir en todas
partes. Una persona despierta es como el agua que se acomoda a cualquier
circunstancia y utiliza las circunstancias que tiene para continuar
creciendo, no tenemos que esperar condiciones favorables en el entorno,
eso es un error, no podemos echar la culpa a las circunstancias de lo que
nos pasa. El entorno es incontrolable, eso no está en manos de nadie, pero
sí tenemos, como aprendices de la vida, como iniciados a la vida plena,
tenemos que aprender a elegir lo que necesitamos, lo que nos hace felices,
lo que nos permite crecer o aquello a partir de lo cual podemos ayudar a
los demás, el resto es innecesario, hay que descartarlo.

No podemos perder tiempo en una vida tan corta, creo que es fundamental
tener las cosas claras, en principio, más que buscar recetas, más que
adherirse a alguna secta religiosa, más que fanatizarse por alguna
metodología espiritual, lo que tenemos que hacer es abrir la mente,
atrevernos a dudar, a repensarnos, a no tener miedo de ser críticos con
nosotros mismos y con los que vemos. El lugar donde vivamos está en
función de lo que cada uno elija, vivir en comunidad tiene algunas
ventajas pero no todo el mundo está preparado para vivir en comunidad,
de todas maneras no es fácil ni difícil, cada circunstancia tiene sus
desafíos y lo que importa es la actitud de un buen aprendiz, que es la de
aprender de todo lo que le pasa.

-Dani: Y esta actitud de la que hablas, ¿cómo se puede trabajar? ¿Cómo


las personas pueden adquirir esta actitud, digamos positiva para
transformarse?

-Chamalú: Nosotros hablamos de una ruta de aprendizaje que comienza


con la duda, con la pregunta, que atraviesa algunos túneles de
incertidumbre, de confusión, que luego va encontrando alternativas de
salida. Los requisitos previos: disciplina, voluntad, valor, mucho valor,
rebelarse, hace falta rebelarse, no aferrarse a nada, fluir, porque fluir es
también renunciar, despegándose de muchas cosas, es reducir las
necesidades, es invertir más tiempo en formación, es olvidarse de lo
aprendido hasta el momento y empezar a reinstaurar esa inocencia que
permite ver la vida como un juego, que permite recuperar el asombro y la
capacidad lúdica, porque la vida en el fondo es un juego donde importa
menos ganar o perder, sino vivir, aprender, crecer, cumplir nuestro
propósito existencial.

-Dani: Y tú, has hablado del desapego en el proceso de transformación,


¿cómo se puede trabajar el desapego para lograr esta transformación y
sentirse un poco más libre de cambiar?

-Chamalú: En realidad, crecer y transformarse ya es un ejercicio de


desapego. Más que encontrar fórmulas magistrales lo que precisamos es
tener una actitud adecuada, estar dispuestos a todo. Habrá que estar
alertas, alerta sereno, como decimos nosotros siguiendo la tradición
chamánica, como felinos atrapando cada oportunidad de aprendizaje y
cada circunstancia para conocernos; será bueno observar y observarse,
conocerse y en ese contexto, será posible transformarse.

El tema del apego pertenece al ámbito de la gente dormida, estamos


hablando de la gente que está despertando, en realidad no hacen falta
apegos ni miedos, ni nada eso, que son derroches energéticos totalmente
innecesarios, no recomendables. Nosotros proponemos aprender a
aprender, ser un buen aprendiz de la escuela de la vida es nuestra
principal propuesta en este sentido.
-Dani: Y, ¿hay algunos hábitos para que las personas que nos escuchan en
esta conferencia puedan adoptar para ir cambiando un poco su vida?
¿Tienes algunos hábitos, algunos rituales que puedes compartir y que les
puedan servir a las personas que nos escuchan?

-Chamalú: Los hábitos, entendidos como comportamientos repetidos, son


como los ladrillos con los está constituido un estilo de vida. El ritual es
otra cosa. Antes que nada habría que mirar, observarse con toda
honestidad, identificar, detectar hábitos innecesarios, perjudiciales,
antisaludables, hábitos que realmente se necesitan transformar,
abandonar, es decir, reciclar, transmutar. Hay sin duda que cambiarlos y
reemplazarlos por los hábitos necesarios según cada cual. Pero, un hábito,
¿para qué es bueno? ¿Para qué me sirve? Para crecer, disfrutar y ayudar.

Por ejemplo, dentro del crecimiento el cuidado de la salud, un buen hábito


será tener una alimentación sana, beber agua y no esas bebidas que
tienen tanta publicidad, que le tienen que lavar el celebro a la gente para
que las consuma, porque sin duda son totalmente peligrosas; el hábito de
la lectura, muy recomendable para ir abriendo la mente, para ir
profundizando la capacidad reflexiva.

Cada uno tiene que elegir los hábitos que necesita para los objetivos que
tiene en la vida; un hábito es básicamente una herramienta, entonces no
tenemos que tener hábitos para coleccionarlos, para hablar de ellos. Un
hábito es válido en la medida en que me sirve para lograr los objetivos que
tengo en la vida y los hábitos que no me sirven hay que descartarlos
directamente.

-Dani: Tú has ayudado a muchísimas personas a cambiar su vida, hay


algún cambio, alguna transformación de personas que te han seguido, que
han hecho este camino y que quieres compartir para que puedas llegar a
personas que nos escuchan.

-Chamalú: Bueno, todo esto que estamos compartiendo. Si la gente pone


en práctica la mitad de lo que estoy mencionando, es más que suficiente
para lograr procesos de transformación. En este momento, recuerdo el
caso de Inka Lecumberri, una gran sanadora, una mujer poderosa que
puede ver la energía, que puede llegar a sorprendernos con sus
sanaciones. Ella llegó un día como una persona común y corriente,
buscando, en un seminario que dábamos en el País Vasco, lo mismo que
todo el mundo; con disciplina, humildad, perseverancia, poniendo en
práctica todo esto se convirtió en una mujer poderosa, como cualquier
mujer podría ser.

Obviamente, esto no ocurre en un fin de semana, ni en cuatro semanas,


esto es un estilo de vida, es una actitud ante la vida que parte de revisar
las creencias que tenemos, los hábitos, que nos lleva a conocernos para
luego transformarnos y de esa manera crecer para recuperar nuestra
sensibilidad y la capacidad de manejar todo. Esto es el poder interior,
desde ya podemos manejar intenciones, relaciones, emociones, lo que uno
quiera y recuperada la sensibilidad, podremos ir recuperando la capacidad
de comprender la razón de estar en la Tierra, que es nuestro propósito
existencial, nuestra misión.

Siguiendo esta ruta cualquier persona con perseverancia y paciencia


puede lograr resultados increíbles en su vida. El primero es empezar a ser
feliz, porque la felicidad es nuestra condición natural, pero es un camino,
es una ruta. Nosotros no somos partidarios de recetas porque cada
persona es una historia personal, yo estoy convencido que la enseñanza
cuando se profundiza tiene que personalizarse. Por eso, nosotros hemos
abierto desde hace 30 años nuestra escuela para aprender a vivir en
Bolivia, un Ashram Chamánico, una comunidad donde no existe la
propiedad privada, donde se vive en contacto con la naturaleza, a la cual
puede venir gente de todas partes y le decimos en cuanto llega: “esto no es
para unos días, luego uno puede continuar en su país, en su casa, por
supuesto, pero este es un viaje que va a durar solamente toda la vida”.

Esa es nuestra manera de vivir y todo esto tiene como respaldo las
sabidurías ancestrales, la sabiduría de los Abuelos, porque para nosotros
un Abuelo no es un señor de mucha edad, sino una persona, mujer u
hombre con sabiduría; porque también hay gente que se pasó la vida
sobreviviendo, entonces tiene frustración, rabia y muchas otras cosas, no
sabiduría. No es una cuestión de años, es cuestión de sabiduría, de
conciencia y de lo que uno hizo con su vida.

-Dani: Y las personas que están interesadas en esta escuela, ¿cómo se


pueden poner en contacto con vosotros? ¿Cómo funciona? ¿Nos explicas
un poquito más?

-Chamalú: Claro, por supuesto. En nuestra página www.chamalu.com


pueden ver la información, en realidad yo ya estoy casi jubilándome, nos
agarraste en los últimos kilómetros de una labor de 40 años, estamos en
nuestra última etapa, dedicándonos a devolver lo que la vida nos ha
entregado en la versión de las Abuelas y Abuelos, de gente de sabiduría
que conocí y del propio trabajo interior.

Soy bastante exigente conmigo mismo, absolutamente insoportable, soy


virgo, detallista, perfeccionista, me gustan las cosas bien hechas y en la
cuestión de enseñanza, nosotros hemos ido descartando muchísimas
cosas que por ahí se enseñan y que no sirven, que no funcionan;
enseñamos, compartimos, acompañamos estrictamente en aquello que
realmente a la gente le puede ayudar a transformar su vida. Es un
acompañamiento que hacemos bastante integral porque no podemos
dividir al ser humano, lo espiritual es totalmente mundano y lo emocional
está profundamente conectado al cuerpo; imagínate, reprimes una
emoción y se te convierte en un problema físico, una diarrea, una
erupción.

Lo sutil que se aborda desde otra capacidad que nosotros llamamos


inteligencia sutil está en forma de semilla, hay que germinarla, que
acrecentarla; la gente puede ser inmensamente poderosa, especialmente
las mujeres. La mujer es uno de nuestros destinatarios privilegiados,
porque sabemos que ella está viviendo su tiempo en este tiempo y está
llamada a gestar y construir una nueva humanidad; pero así, como la
estamos viendo, no tiene futuro.

-Dani: Y, además, en esta escuela donde estáis se habla también de


nutrición ancestral, de tecnología ancestral. ¿Nos puedes explicar más en
detalle de qué se trata? Porque es algo que muchas personas no están
acostumbradas a escuchar.

-Chamalú: Nosotros venimos de la tradición andina-amazónica, de la


montaña, de la selva donde vemos la vida desde otro paradigma, otras
cosmovisiones y ha sido muy interesante y apasionante para la gente que
vive en esta civilización occidental descubrir que la vida era otra cosa, al
darse cuenta que la vida no era correr, que los diplomas no son relevantes,
que la educación que uno tiene es una formación estrictamente laboral,
pero tenemos que aprender a vivir primero. Yo he conocido doctores y
gente con postdoctorado que no saben qué hacer con su vida, que están
deprimidos, con un vacío existencial.

Tenemos que aprender a vivir, la vida es una experiencia única, esto no se


va a repetir, esto es una experiencia fugaz, la vida es como estar en una
hamaca colgada entre dos eternidades, pero momentáneamente; cada día
es por última vez, el día de hoy no se va a repetir nunca más. Este día de
este año es por última vez, la gente tiene que tomar conciencia de su
finitud, de su fugacidad.

Cuando hablamos de otras tecnologías estamos hablando de ver la vida de


otra manera, desde otra cosmovisión; estamos hablando de un tiempo no
linealmente concebido, sino más bien cíclico, como si el tiempo fuera un
tornado, un vórtice que va girando a manera de espiral donde las cosas se
repiten sin repetirse. Entonces, es ver la vida de otra manera, de esto se
trata y eso es lo que nosotros le invitamos hacer a la gente, a descubrir la
vida y darse la sorpresa de que la vida es otra cosa.

Por lo tanto, cambiar un hábito, por ejemplo, como lo mencionaste hace


rato y que es en parte el motivo de este diálogo, no resulta ningún
problema, porque ya no estamos luchando con un vacío existencial, ya la
gente abre los ojos, agradece y se levanta apasionada, motivada, llena de
entusiasmo, lo que hace deja huellas de luz, inspira a los demás. Ya la
gente comprende que la vida es una fiesta en la cual participa el Universo
desde nuestras células, desde nuestros átomos, desde ese vacío que en vez
de separarnos nos une, desde esa zona de misterio desde la cual
presentimos que hay cosas que no se pueden explicar racionalmente,
porque no hace falta que todo se explique racionalmente.

Se trata de aprender a vivir, es urgente hacer eventos como estos en la


medida en que generen reflexión, porque a veces la gente dice que es más
de lo mismo; en los congresos a los que me invitan, con frecuencia
escucho mucha gente que está hastiada de tanta información. La
información tiene que convertirse en conocimiento, pero para que ello
ocurra hace falta un espacio de reflexión, hace falta llevarlo a meditación,
dialogarlo con otra gente, de esa manera, la información va convirtiéndose
en conocimiento. Ese conocimiento, a su vez, requiere ser aclimatado a la
coyuntura existencial en la que nos encontramos y de esa manera va a
ocurrir un formatear de nuevo nuestro campo energético, de esa manera
vamos a sentir la transformación en vivo y en directo.

La transformación no es una cuestión de recetas, de herramientas,


tenemos que liberarnos de esa terminología de la revolución industrial. La
transformación más bien es comenzar a danzar la vida en otra sintonía,
con otra música, es la música del silencio, conectado meditativamente con
un Universo que nos hace creativos, que nos hace sensibles, en la medida
que vamos creciendo y, entonces, nos damos cuenta qué es lo que
necesitamos y que ya no nos hace falta.

-Dani: Además, se habla también de rituales terapéuticos que se pueden


aprender en esta escuela, ¿nos dices algo relacionado con eso?

-Chamalú: Un ritual es un proceso de manejo energético de carácter


multidimensional que puede ser no visible ocularmente; un ritual es
ingresar a otro tiempo y espacio, es inaugurar lo sagrado y en ese
contexto, hacer que se vayan dando cosas que fuera de ese contexto no
podrían ocurrir. Eso es un ritual, pero hace falta que el participante tenga
la actitud adecuada, la reverencia, como también es necesario que quien
está conduciendo el proceso ceremonial tenga el conocimiento y la
sensibilidad como para poder manejar ese momento altamente energético y
poderoso.

Nosotros estamos publicando un libro dirigido a la mujer, titulado “MUSA:


El retorno de la Mujer Sagrada, donde estamos abordando este tema de
una manera que la gente pueda aprender a beneficiarse del ritual después
de comprender lo que es una zona sagrada, especialmente las mujeres. La
mujer, en este momento, es la representante humanizada de la naturaleza,
que es la sucursal del Universo y está llamada a enderezar los destinos de
esta humanidad, que en un contexto de lógica patriarcal se ha quedado
desviada, confundida y está peligrosamente atentando contra la vida en el
planeta. Es muy importante que la mujer se convierta otra vez en
sacerdotisa de la vida, en ceremoniante, en traductora de la Madre Tierra,
porque ella, más que nosotros los hombres, está predispuesta a aflorar la
sensibilidad. El punto clave en todo esto es la recuperación de la
sensibilidad, entonces, ya no hay posibilidad de que nos mientan o de que
uno mismo se autoengañe.

-Dani: Sí, y muchas veces también los hombres tenemos que aprender de
las mujeres esa sensibilidad, porque es algo que nos conecta más con el
Universo, con el ser, a no estar cerrados como hombres sino abrirnos a
esta conexión. ¿Cómo la persona puede lograr esta conexión? Porque, a
veces, muchas personas están mucho en la mente, no logran o no saben
cómo escuchar esta voz que tienen dentro o conectarse con el absoluto,
con el Uno, con el Universo. ¿Tienes algún consejo para las personas que
quieran acercarse a esta dimensión, que no es común?

-Chamalú: Bueno, tenemos que ver esto otra vez de una forma natural, lo
natural es que seamos felices, que seamos amorosos, es que tengamos
pocas necesidades, que seamos espirituales sin vínculo religioso alguno,
pero espirituales existencialmente hablando, es decir, conscientes de lo
que estamos siendo y haciendo, pensado y sintiendo. Es muy importante ir
redefiniendo lo espiritual, ir acercándose a la naturaleza como una forma
de irse purificando; es muy importante hacerse amigo del silencio, tener
tiempo para uno mismo, tener el valor de dudar de casi todo lo que
aprendimos y continuar explorando. A medida que vamos haciendo esto se
va a ir modificando nuestra forma de vivir, nuestras necesidades y todo
esto va a terminar llevándonos a otros niveles de conciencia, de eso se
trata.
Los hombres tenemos el deber de tener mucha humildad con la mujer, no
tener problema de aprender de ella. El machismo no solamente es anti
femenino sino también anti masculino, el solo hecho de decirle a un niño
“los hombres no lloran”, lo están entrenado para ser una persona
autorepresiva y la emoción que no se exterioriza, que no es canalizada o
transmutada adecuadamente, termina formando bloqueos energéticos, lo
que termina traduciéndose en enfermedades. Es muy importante que los
hombres se liberen del machismo y de toda concepción patriarcal.

En el libro que te mencionaba hace un momento, que estará pronto en


todas las librerías de habla hispana, editado en México, justamente hace
un llamado para que la mujer cumpla el rol de despertar al hombre, a
condición de que el hombre no tenga problema de ser guiado por una
mujer. Creo que la mujer en esta época puede ocupar otro lugar, tendría
que ir contribuyendo a que el hombre se vuelva más sensible, se conecte
más con la naturaleza, sea detallista, corra menos y acumule menos; creo
que es un gran error vivir para acumular cosas materiales, porque al final
uno se muere desnudo, como nació.

-Dani: Todo lo que has dicho es verdad y muy importante, porque esta
conexión con la naturaleza, de la que nos has hablado, este escuchar, esta
sensibilidad que has dicho que tienen las mujeres y que nos pueden
ayudar a tener, esta transformación, ese cambio es muy valioso. Y para ir
concluyendo la entrevista, ¿te gustaría compartir algo adicional a las
personas que están en este evento sobre transformación y que están
buscando su sentido de vivir?, porque a veces la vida diaria nos deja un
poco desorientados; ¿si quieres compartir algo antes de cerrar?

-Chamalú: Yo quiero compartirles muchas cosas si el tiempo lo permite,


decir a la gente que nos está escuchando, en primer lugar, que hay que
escuchar con una actitud crítica, no creer todo lo que escuchamos,
lamentablemente el mundillo espiritual se ha convertido en una torre de
babel y muchas cosas que circulan en nombre de lo espiritual responden a
otras intenciones o intereses.

Yo soy un buscador empedernido, me formé buscando hombres y mujeres


de sabiduría, en el 90 % de los casos me decepcioné. Al principio, cuando
uno es inocente, ingenuo, cree que lo que parece es, pero al final uno se da
cuenta, presiente que no es así. Por eso, es importante estar alertas,
atentos, con actitud crítica.

En segundo lugar, quiero decirles que hay que hacerse cargo de la vida,
más que dejar la vida a cargo de alguna divinidad, o creer en un supuesto
destino, no existe el destino, el destino es la consecuencia, los efectos
colaterales de nuestras decisiones, hay un libre albedrío por lo que no
puede existir un destino mientras haya libre albedrío. ¿Qué significa esto?
Que nosotros elegimos, por eso hay tanta gente viviendo mal.

El ser humano elije vivir bien o mal. Algunas veces consecuencias de actos
anteriores, de siembras erróneas pero esto se resuelve haciendo servicio.
El servicio es la devolución o el pago de las deudas que podamos tener,
pero no podemos vivir pensando que nuestra vida está dirigida desde otra
parte. Asumamos la responsabilidad de estar vivos, de ser libres, de poder
elegir, entonces elijamos, ojalá con lucidez, lo que sea mejor para nosotros.

En tercer lugar, es muy importante saber que esta civilización, esto que se
ha impuesto, que se ha globalizado, es solamente un modelo civilizatorio,
antinatural, antihumano, anti-espiritual, anti-felicidad, anti-todo, anti-
vida. Pero en el planeta hay miles de culturas, hay miles de cosmovisiones,
otras maneras de vivir, hay otros estilos de vida, vayamos atreviéndonos,
en un acto de rebeldía, a explorar otras formas de vivir. La vida y nuestra
salud están en nuestras manos, no las dejemos en manos de nadie; no
puedes dejar tu salud en manos del médico, es mejor tener una cultura
preventiva y para eso no hace falta ir al médico.

En cuarto lugar, me gustaría invitar a las personas a poner una mayor


dosis de creatividad en su vida, a no ser repetidores, a no hacer más de lo
mismo, a no hacer lo que hace el otro. Es necesario inventar nuevas
soluciones para los mismos problemas, mirar las cosas de otra manera,
interpretar distinto; entonces, un problema puede ser un factor
fortalecedor, una adversidad te puede hacer más fuerte, más atento,
lúcido, hasta puedes dar la bienvenida a las dificultades y adversidades.
Todos estos son elementos que a uno le sirven como control de calidad; si
se está ya en un punto de imperturbabilidad, no importa cuántos
problemas tenga, mi felicidad no depende del entorno, ni de las cosas que
pasan.

De esa manera, uno puede ir haciendo de su vida una secuencia creativa,


creadora; a mí me ha gustado conocer gente que no se complica, que a
pesar de tener casi nada no se siente pobre, que no encuentra el sinónimo
en su idioma de la palabra problema, pues para ellos la vida no tiene
problemas; gente de culturas itinerantes que conocí que estaban en un
lugar, pero que decidían partir e ir más allá, porque querían saber qué
había más allá. Una vida sin desafíos es peligrosa, uno puede aburrirse y
el aburrimiento es el prólogo de la depresión. Necesitamos desafíos, es
más, necesitamos problemas para mantenernos activos, creativos, lúcidos,
atentos, para no bajar la guardia.

-Dani: Muchísimas gracias, tus palabras son muy inspiradoras. Vamos a


cerrar esta entrevista, como siempre, con unas cartas y experimentar
justamente lo que estábamos hablando. ¿Qué te sale reaccionar a la
palabra experimentar? Un poco lo que has dicho hasta ahora.
-Chamalú: Experimentar, vinimos a la vida a tener experiencias, a explorar
y explorar es experimentar con lucidez, atreverse, rebelarse, ir
desempolvando la curiosidad que nos permita ver nuevas maneras de
hacer las cosas. Experimentar también requiere un poco de valor para
atreverse, si uno tiene miedo y está pescando ahí pegado a la costa no va
pescar nada interesante, pero si uno se va mar adentro, mucho más allá,
si no tiene miedo de apartarse de la orilla, va a pescar mucho más; creo
que la vida es eso. Una invitación a experimentar, a explorar, así como
también a experimentarnos y al experimentarnos nos conoceremos y por
fin aprenderemos a disfrutarnos, nos atreveremos a amar y descubriremos
que el mundo, más allá de esa peligrosidad, es una invitación a disfrutar,
a crecer, a hacerse fuertes y, por supuesto, a compartir; es lo que anhelo
para todos ustedes. Un abrazo y que sean felices.

-Dani: Muchísimas gracias por todo, por compartir todo y de corazón


agradezco tu intervención en este evento, muchísimas gracias.

-Chamalú: Gracias y suerte en este evento.

ENTREVISTA CON OLIVIA ARMAS, EN EL MARCO DE LA CUMBRE


VIRTUAL: AVE DE FÉNIX, SEGUNDA OPORTUNIDAD

-Olivia: Hola a todos, bienvenidos a Ave de Fénix, segunda oportunidad. Es


la primera cumbre virtual de superación, transformación y liberación
personal de los obstáculos e inconvenientes de la vida.

Estamos aquí hoy, es un privilegio poder compartir espacio con un ser


especial, que tiene una energía increíble, una luz propia, que aporta
muchísima sabiduría y que nos va a compartir desde su propia alma y su
propia experiencia, todas las herramientas necesarias para ayudarnos en
esa transformación; estamos hablando de Chamalú, con él aprenderemos
hoy, cómo pasar desde la profunda crisis existencial y búsquedas a la gran
transformación del ser.

Pero antes de darle paso, para que él nos cuente su historia y sus
herramientas, les voy a leer un poquito de su biografía. Chamalú es uno de
los líderes espirituales más reconocido de Sur América, fue pionero en la
época de los 80 de la ecología social en Bolivia, su tierra natal. Fue
fundador del movimiento ecologista Pachamama universal. Creó con sus
propios medios, recursos, la comunidad Janajpacha, un Ashram
chamánico, un espacio de ecología social y una escuela de vida para
aprender a vivir; es director del Centro de Sanación Andino, Co-fundador
de la Escuela de Felicidad online, conferencista internacional; ha
impartido más de 11.000 conferencias en los cinco continentes, ha escrito
más de 70 libros, muchos de ellos traducidos en varios idiomas.

Con sus enseñanzas ha ayudado a cientos de miles de personas a alcanzar


la felicidad interior y a tener un estilo de vida con consciencia; para
hablarles un poquito más de su vida, podemos decir que Chamalú durante
su infancia tuvo una enfermedad incurable, que estuvo al punto de la
muerte diagnosticada por la ciencia médica, pero fue su bisabuela
indígena, que con antiguos rituales y sabidurías ancestrales, le pudo
curar.

En su época de respuestas y de transformación, encontró su verdadera


universidad en las aulas naturales de la montaña, la selva y en la
sabiduría de los Ancianos; se declara adicto a la felicidad. Si quieren saber
un poquito más de Chamalú, al final de esta página tienen las conexiones
a sus redes sociales y a su página en internet.
Bienvenido Chamalú, estoy encantadísima de tenerte aquí, de poder contar
contigo, con tu experiencia y de que nos aportes tanto que tienes que
aportar.

-Chamalú: Gracias, un saludo especial, a ti como organizadora Olivia y a


toda la gente que te apoya y, por supuesto, a ese masivo público que
imaginamos que desde diferentes partes está participando de este
congreso. Me gustan los emprendimientos existenciales que van ayudando
a las personas a repensarse, vivir es descubrir la misión, el propósito que
tenemos para continuar la evolución, parte de ser conscientes de nuestro
paso por la tierra.

Una vida sin propósito es una vida desperdiciada y, muchas veces, las
personas requieren una segunda oportunidad, que menos mal la vida en
su generosa bondad le va proporcionando a cada uno. Me gusta la
temática de este congreso porque nos va proponiendo una especie de
mirada retrospectiva, un sobrevolar lo que ya fue, lo que ya paso. En los
Andes decimos que el pasado está en frente, porque lo podemos ver y en
cambio el futuro está detrás porque es lo que se desconoce, se ignora; es
interesante, estamos diseñados para el asombro, para la sorpresa. Por eso,
un buen aprendiz tiene que estar preparado para todo, en especial para
aprender de todo lo que le pasa, para disfrutar de todo lo que ocurre, para
asumir su rol de aprendizaje a lo largo y ancho de la vida, porque la mejor
escuela es ella.

En la presentación mencionabas la enfermedad que en la infancia marco


mi iniciación al mundo chamánico y de la sabiduría ancestral de los
Abuelos indígenas. En verdad, esa enfermedad no resuelta por la ciencia
médica, dio vigencia a mi bisabuela indígena-quechua, analfabeta, aunque
capacitada desde la cosmovisión andina para decodificar los mensajes, las
señales escritas en las nubes, en el fuego, en la planta sagrada, en el vuelo
de la mariposa, todo eso le daba otra mirada; fue justamente ese bautizo
ancestral, telúrico, chamánico, la primera semilla que se sembró en mi
corazón, a partir de ello, el resto fue la gestación, la germinación de esa
semilla.

Mi bisabuela se marchó poco después de devolverme la vida, me quedé con


mi abuela y mi madre, en un bosque muy poco habitado, por lo que hice
del silencio mi anfitrión, de los arboles mi familiares, la montaña estaba
cerca, a menos de media hora de caminata, eso para un niño es muy
cerca; entre la montaña, tres ríos más o menos próximos y el bosque
vecino fui armando mi primera universidad en la infancia, que me permitió
descubrir la belleza de la vida y sus sorpresas.

Aún florece en mi memoria ese cactus de flor blanca, que durante muchas
semanas prepara ese único día de fiesta, que será de un solo día. Me
resultaba interesante, un enigma, un misterio en forma de futuro, ese
pimpollo, ese capullo que un día, finalmente, al contacto con el sol, se
abría; era una fiesta para los insectos, para las mariposas, picaflores, me
incluyo en esa fiesta que, sin embargo, terminaba para siempre a la puesta
del Sol y al día siguiente era un recuerdo. Esa fue mi escuela, ver el
lenguaje de la naturaleza, comprender la fugacidad, porque esa flor, tan
largamente gestada, apenas duraba un día, así como es la vida. Con ello,
gradualmente fui aprendiendo a valorar cada día, cada momento, a
entender que ningún momento se repite, podría haber mariposas volando
un día y a los pocos días ya estaban allí, convertidas en un par de alas
desgastadas por el paso del tiempo.

Comprendí que las cosas se acaban, comprendí que los obstáculos pétreos
desaparecen mientras los acaricia la fuerza del agua, que con sutileza y su
capacidad de fluir se adecúa a toda circunstancia; cada circunstancia es
como un recipiente y una persona que aprende a adecuarse a cada
circunstancia es como el agua, no se complica. Se podría decir que esta
fue mi primera escuela hasta mi adolescencia, viví entre el bosque, la
montaña, los ríos y los accesos clandestinos a la biblioteca prohibida de mi
padre; creo que esa fue mi primera etapa hasta la edad de catorce o quince
años, en la cual tuve el privilegio de tener mi primera crisis existencial,
que inauguró la segunda etapa de mi vida.

-Olivia: Una pregunta, ¿estás diciendo que durante la época, a los catorce
años pasaste una crisis existencial y el transcurso de esa etapa fue en la
que descubriste y encontraste todo, toda esa trascendencia, esa escuela de
vida que te enseño y te abrió a entender la vida desde otro punto de vista?
¿Cuánto duro ese transcurso de tiempo? Lo digo porque hay personas que
pasan muchísimo tiempo y muchísimos años intentando encontrar esa
respuesta. ¿Cuánto puede cualquier persona llegar a entender y encontrar
esa respuesta?

-Chamalú: Sí, una crisis es el anochecer del alma, sin embargo, si nos
atrevemos, y es muy importante no darse por vencidos, si nos atrevemos a
vestirnos, a arroparnos, a abrigarnos de optimismo a pesar de que no
comprendamos muchas cosas en ese momento, si nos atrevemos a
preservar la alegría, si mantenemos el optimismo de pie, entonces vemos
las estrellas de la noche. Vemos esos puntitos de luz, recordándonos o
invitándonos a vestirnos de luz, vemos a la luna creciendo de luz y nos
damos cuenta que la oscuridad es un contexto de pruebas para vestirnos
de luz, para aprender otras cosas, quizás que las teníamos pendientes.

-Olivia: ¿Pero cuándo lo llegas a entender?, porque si estás en la


oscuridad, lo ves como oscuridad, entonces no estás tan abierto a
entender, a ver el lado positivo de la oscuridad.
-Chamalú: El lado positivo de la oscuridad es la actitud nuestra, es la
mirada que tenemos, podemos mirar en la noche una noche estrellada,
podemos mirar la oscuridad o las estrellas. Creo que depende, en ese
momento, es verdad; uno no puede mantener el cabello peinado en medio
de un huracán, sin embargo, tenemos que atravesarlo con paciencia, la
paciencia es muy importante a la hora de superar grandes retos, hay
túneles que son más extensos que otros, hay túneles curvos que nos dan
la impresión de que no hay esa lucecita al final al túnel y, sin embargo, la
salida estaba allí mismo, solo que era un túnel curvo y se escondía en sí
misma, muy cerca de la curvatura de las circunstancias.

Es interesante preservar la serenidad, lo primero que uno tiene que hacer


en momentos de crisis es aferrarse a su centro, a su eje, que es también
su zona de poder, a partir de la cual uno puede mantener las riendas de
su vida en sus manos, es como ir a caballo cuando uno va cabalgando y el
caballo aparenta enloquecerse y se pone a correr de manera totalmente
alocada, uno tiene que aferrarse a las riendas, no puede soltar las riendas,
a partir de ello puede manejar las circunstancias.

La serenidad nos permite intuir, nos permite preservar la lucidez; la


serenidad comienza con la aceptación del momento, estoy en medio de la
tormenta, en medio de una turbulencia, es como cuando uno está
viajando, para quienes somos viajeros frecuentes, a veces el piloto informa
o no informa, no hubo tiempo, y el avión empieza a danzar a diez mil
metros de altura, a veces a manera de una gigantesca discoteca con luces
de fondo en forma de rayos que van haciendo a esa noche inolvidable, el
aceptar las circunstancias en las que estamos, no como resignación, sino
como aceptación, que resulta como un tranquilizador que nos permite
preservar la serenidad y estar alerta a todas las circunstancias, a todas las
situaciones.

Yo tengo el caso de un amigo argentino que a bordo de una avioneta


accidentada, fue el único superviviente entre cinco, con un aterrizaje
forzoso; fue el único que acepto la muerte, acepto, agradeció. Ese
agradecimiento, porque vivió hasta ese momento, se tradujo en serenidad
y esa serenidad le permitió darse cuenta, por unos segundos, al estrellarse
la avioneta entre árboles y piedras, de un hueco que se abrió en el fuselaje
por donde pudo escapar, mientras otros, desesperados se lanzaron al
estrellarse el avión, otros quedaban paralizados por el miedo y después
víctimas del incendio que produjo el estallido. Él tuvo los pocos segundos
de serenidad, de lucidez, para poder salir. Él que había aceptado que le
llego el último día como a todos nos llegará en algún momento.

Porque es lo que te contaba Olivia, para que no parezca inconclusa esta


respuesta; esa fue mi primera crisis, quizás la más hermosa crisis que
tuve, porque las crisis también pueden ser estéticas, también pueden ser
amobladas de optimismo, pueden ser decoradas con buenos recuerdos;
esa crisis de los catorce, quince años, creo que me duró, no tengo la
precisión, era demasiado joven, pero calculo que varias semanas, no sé
cuántas, quizás cuatro, quizás diez, hay distintas versiones, pues me
llevaron mis padres preocupados a la consulta psiquiátrica, sospechaban
que me estaba volviendo loco, todo esto está en mi memoria difusa.

Te decía que esto está en mi memoria difusamente gris, recuerdo un


fármaco, yo no consumo fármacos desde esa época, fue la última vez. Creo
que la primera y la última vez que tome un medicamento de farmacia, en
verdad no hace falta. La gente feliz, la gente lúcida, evita los fármacos que
fabrican las multinacionales farmacéuticas, recuerdo que cada vez que me
daban esa pastilla, anochecía en mi vida, a cualquier hora que fuera del
día y sentía mis parpados pesados u oscurecía y después ya no recuerdo
más.

¿Cómo resolví esto? Buscando hombres y mujeres de sabiduría, fue de esa


manera que terminé adoptando Abuelas, Abuelos, a los cuales yo acudía
para pedir que me enseñaran, para formarme con ellos y de esa manera
me fui iniciado a la vida desde otra cosmovisión, desde otro conocimiento y
desde el misterio que a uno le permite descubrir que la vida es mucho más
de lo que pasa en la sociedad, la gente que solo estudia, que solo trabaja,
solo aguanta hasta jubilarse y se muere frustrado.

-Olivia: ¡Qué bien!, yo quería preguntarte también, ¿cómo se mantiene el


equilibrio, en una sociedad que vive tan ajetreada y que vamos tan por
delante del tiempo? ¿Cómo logras mantener tu conexión interior?

-Chamalú: Tenemos que aprender a vivir, tú en la presentación


mencionabas que hemos creado un Ashram Chamánico, una escuela para
aprender a vivir y es eso, por ahí va. Aprender a vivir para nosotros incluye
conocerse, identificar potencialidades, organizar el estilo de vida con base
en los sueños, tomando en cuenta lo que a uno le encanta hacer, porque
cuando uno hace lo que ama, se conecta con el Cheqpacha -orden
cósmico- es decir, con el Universo y no gasta su energía.

Cuando uno se va conociendo, va desbloqueando esa sensibilidad que la


familia, la escuela, el contexto social, ha ido mutilando. Cuando uno se va
conociendo va accediendo a lo que nosotros llamamos la zona de poder,
que es la capacidad de remontar cualquier circunstancia, es cuestión de
aprender a vivir Olivia. No aparece a partir de una técnica, no aparece a
partir de la lectura de un libro o de un fin de semana realizando algún
taller, esto es consecuencia del crecimiento. ¿Cómo puedo lograr que un
árbol de pino, que lo compré en un vivero, que tiene veinte centímetros de
tamaño me de sombra?, pues creciendo. Para eso, hay que darle los
nutrientes que requiere, el agua que requiere, las condiciones que se
requieren para que eso pino bebé, se convierta en un árbol y entonces ya
podré disfrutar de su sombra, agradecer lo que me aporte; la respuesta,
entonces, es creciendo y se crece cuando uno descubre lo que es la vida,
cuando uno aprende a vivir, de eso se trata.
Es urgente aprender a vivir, lo que nosotros impartimos en nuestras
enseñanzas, en nuestros libros, en nuestras conferencias, son claves para
aprender a vivir, porque esta sociedad le hace a la gente olvidar la vida;
estudiar lo que no sirve, para que trabaje en lo que no le gusta o
comprarse lo que no necesita, a todo eso nosotros hemos renunciado.

-Olivia: ¿Cómo aprendes a ser feliz, aún si la vida no te viene como tú


quieres?

-Chamalú: Es que la felicidad no viene con las buenas noticias, esa es una
falacia, nos han hecho creer que cuando todo está bien, somos felices,
mentira. Hay que desechar eso, a los que nos están escuchando, por favor
tomen nota de esto. Yo escribí hace pocos años un libro que se llama
“Maestría en felicidad”, se publicó en Colombia con la editorial Intermedio,
lamentablemente solo circula por allá, Colombia, Ecuador, Centro
América, quizás a nivel online se puede conseguir, fue un best seller en su
momento. Toda la gente quiere ser feliz pero casi nadie lo logra, ¿cuál es el
dilema? ¿Cuál es el misterio? ¿Por qué la felicidad es tan tramposa?, se
esconde con tanta habilidad, todo el mundo buscando, algunos a través de
la fama, el dinero, en fin, el estatus y sin embargo, cada vez más infelices
poblando el planeta.

La razón es que la felicidad se ha asociado a lo que uno quiere conseguir, a


las buenas noticias, a la ausencia de problemas. Pero resulta que la
auténtica felicidad, esa que emerge de tu autoconocimiento, esa que
emerge de tu crecimiento, de tu interior, de tu aprender a vivir, esa
felicidad necesita problemas, necesita adversidades, necesita todo tipo de
personas, no solo buenas noticias. Si tú quieres hacerte fuerte caminado
descalza, no puedes caminar solo sobre la alfombra de la casa, tienes que
salir al patio, al jardín, donde haya piedras, de esa manera tus pies se
harán fuertes.

Entonces, ¿qué es ser feliz? Aprender a fortalecerse, desde la flexibilidad,


desde la descomplicación que proviene del aprender a fluir, desde el amor
incondicional que no espera nada porque es como el perfume del jazmín,
que no está reteniendo su aroma cada vez que pasa alguien que no lo
merece. Aprender a ser feliz es aprender a vivir, hay que redefinir la
felicidad, no como una emoción que está en función de circunstancias que
no controlamos sino como un estado de consciencia, como un estado del
ser. Entonces es posible ser feliz y bastante fácil.

-Olivia: La búsqueda de la felicidad es como la búsqueda del Santo Grial.


Queda claro que la felicidad es una opción de cada uno,
independientemente de las circunstancias, ¿no?

-Chamalú: Totalmente, y la infelicidad también es una opción


mayoritariamente elegida por todos, con la ventaja o la desventaja que la
gente es entrenada para ser infeliz. ¿Porque hay más infelices, me
preguntan con frecuencia? Hay más infelices porque hay más escuelas de
infelicidad, casi todo es una escuela de infelicidad. En los hogares
destruidos, conflictivos, los niños aprenden a ser infelices; en la escuela
que te enseña lo que no sirve o lo que no te gusta, te están entrenando
para ser infeliz, te están entrenando para aburrirte; en la sociedad donde
se vive, sálvese quien pueda: egoísmo, individualismo, consumismo,
hipocresía, te están enseñado a ser infeliz.

Entonces, hay muchas escuelas de infelicidad, por eso la infelicidad está


de moda; además, mucha gente no sabe que en verdad la vida no viene con
una predestinación inmodificable, que disponemos de un libre albedrío y
que si la felicidad es una opción, podemos elegir ser felices, pero también
podemos elegir mal; hay gente que elije, por ejemplo, hay mujeres que
eligen mal, porque se enamoraron de la peor de las opciones que tenían,
eligen el mejor de los peores y luego aspiran a ser felices, por supuesto que
por ahí no es.

Hay personas que creen que van a ser felices con el último coche que se
compran o con la casa más grande que adquieren y se endeudan por
treinta años; eso no tiene nada que ver con la felicidad, la felicidad no está
asociada al tener, puede haber gente que tenga muy poco y ser
inmensamente felices y gente que esté lleno de cosas y este vacía, sin
sentido, aburrida, llena de cosas y planeando suicidarse.

-Olivia: ¡Qué gran verdad! Tiene toda la razón. Otra pregunta, ya que
estamos más avanzados en la entrevista, ¿cómo afecta a nuestro cuerpo y
organismo, a todos nuestros sistemas, si no estamos en concordancia con
lo que realmente queremos hacer o con lo que hemos venido hacer?

Chamalú: Bueno, para empezar, nosotros somos difusores de que uno no


tiene que trabajar, uno tiene que hacer lo que ama, que es distinto,
cualitativamente distinto, vibratoriamente distinto. ¿Qué pasa cuando una
persona trabaja en lo que no ama? Se está castigando, está fabricando un
cáncer, está fabricando infelicidad, es más o menos grave. Para comenzar,
afecta, deteriora su sistema inmunológico y dependemos, en términos de
salud, de la calidad defensiva natural que todos poseemos.

Es una gran imprudencia aceptar vivir de una manera que a ti no te


agrada, que a ti no te llena, es importante que uno haga lo que ama. Es
como cuando un niño está jugando, por eso es incansable, cuando tú
haces lo que amas, no gastas tu energía, esa es una clave fundamental
que todo el mundo debe recordar, cuando tú estás en lo que amas, estás
conectada al orden cósmico y de esa manera no solo te vuelves incansable
sino que preservas tu lucidez, preservas tu serenidad, preservas un
equilibrio psicofísico, estás conectado, más sensible, más lúcida
prácticamente estás en el paraíso.

Es importante organizar la vida a partir de las cosas que amamos,


nosotros tenemos, lo mencionaste en la presentación, lo que se llama
escuela de felicidad, que es una escuela online donde a partir de esas
enseñanzas y un club de sabiduría, vamos dando a las personas, todos los
días, claves para que aprendan a reorganizar su vida, no importa a qué se
dedica, con quién vive. Desde cualquier lugar, que uno haya elegido por
error, se puede refundar la existencia y justamente esto es, creo que el
espíritu del congreso que tu lanzaste, “Ave de fénix”.

Se trata de refundar la existencia, se trata de rediseñar la vida; es lo


nosotros queremos, eso intentamos hacer, porque es que la vida va
siempre por etapas, así como una caña de bambú, una etapa de un nudo a
otro, luego otro, así no es una línea continua, en la vida vamos abriendo y
cerrando círculos permanentemente. La gente tiene que aceptar que los
círculos se cierran, las parejas se cansan de amarse, se marchan, se
enamoran de otra persona, se mueren, en fin se cierra el ciclo, es normal.
Ni siquiera debería generarse una crisis por eso, pues es parte de la vida,
es como la primavera con todo su esplendor y ese raudal energético que se
acaba y después viene el verano, que tiene su propio encanto, pero que
también se acaba y luego llega el otoño con su propia magia, pero también
se acaba y llega el invierno donde todo va concluyendo, se acaba el
invierno y el final del invierno es el amanecer de otra primavera que no es
la misma que la anterior, vivimos por etapas.

Cuando uno comprende esto no hay crisis, hay transición lúcida,


agradecida, porque vivir es transformarse, transformarse es dejar cosas
atrás, siempre estamos dejando cosas. Entonces la vida es una gimnasia
para el desapego.
-Olivia: Has ido contestando poco a poco todas las preguntas, que yo tenía
enlazadas para hacerte, has ido enlazando y has ido contestando lo del
tema de la transformación, que la vida es una transformación, un cúmulo
de un montón de información que era un montón de dudas que yo tenía
pendiente para realizarte hasta el final. Pues nada, para ir finalizando un
poquito la entrevista, te quería hacer unas últimas preguntas.
Recomiéndanos a todos un libro, por supuesto, tuyo, algo para guiarnos,
para esta búsqueda de transformación que estamos tocando, un libro
recomiéndanos a toda la audiencia.

-Chanalú: Bueno, mira, te confieso que yo no leo mis libros, los escribo y
normalmente no los leo, la gente queda encantada, algunas (en especial
las mujeres) no lo sacan de su bolso. Hay un libro que se publicó en su
versión rústica, que va a salir editado el próximo año, que se llama el
“Despertar de la Guerrera”; también es un evento, un retiro que hacemos
para mujeres. Es un libro que tiene la extraña particularidad de conmover
a la mujer a pesar de que está escrito por un hombre; siempre le pedimos
a las mujeres que lleven dos, porque luego no quieren compartirlo, se
aferran tanto a este material.

Yo soy amante de la literatura, de la filosofía, yo podría resguardar libros


como Zorba el griego, por ejemplo, que me pareció un canto a la
celebración de la vida. La vida tiene que ser vivida como una fiesta, no
como un vía crucis, no como un karma que uno está pagando. La mejor
manera de liberarse de cualquier deuda o supuesta deuda, si prefieres de
otras épocas, es el amor incondicional, que en su parte práctica se llama
servicio. Tú se solidario, solidaria y pagas tus deudas sin darte cuenta, eso
por un lado. Entonces, si alguno está pensando en un libro más espiritual,
en mi temprana juventud me encontré con el libro, “Autobiografía de un
Yogi”, de Yogananda, que me pareció un referente serio, lamentablemente
hay mucho material no serio.

Soy amante de la lectura, con frecuencia visito librerías y me encuentro


con diez mil libros que no sirven por diez que sirven y que los podría
recomendar, entonces recomendar un libro siempre es un riesgo, hay
pocos libros buenos, por lo que invito especialmente a nuestros aprendices
a una lectura crítica, a que no crean todo lo que leen, ni lo que escuchan,
porque no somos protousuarios, no funciona con una receta de cuatro
pasos, eso no es cierto, la vida es altamente compleja, no complicada sino
compleja.

Es como un telar, un tejido, en los Andes hay tejidos hermosos que son la
combinación artística de hilos de muchos colores que tenemos que saber
trenzarlos, saber manejarlos artesanalmente con sensibilidad, con lucidez;
cada día nos toca hacer el telar del aprendizaje, del conocimiento y de la
vida misma, cada día nos toca ir manejando la información que nos llega,
primero, sabiendo desechar la influencia que no queremos; por favor,
elijamos la influencia que queremos que entre en nuestro campo
energético. Luego, cuando es información útil, llevémosla a meditación, a
reflexión, llevémosla al diálogo, porque de esa manera se convierte en
conocimiento, que cuando es aclimatado al momento que estamos
viviendo, se puede compartir en sabiduría, que es modificación de nuestro
nivel de consciencia y por tanto ella crece.

Cuando hacemos lectura de un libro, es el mismo itinerario que hay que


seguir, cuando escuchamos una conferencia, por resonancia, por afinidad
vibratoria, uno va a sentir que ese mensaje resuena, entonces profundicen,
no hace falta saber muchas cosas, pero hace falta profundizar lo que
sabemos. Y para terminar, recordar que hay una aprendizaje que no puede
quedar pendiente y es el aprender a vivir, de eso se trata, aprendiendo a
vivir respondemos todos los interrogantes, aprendiendo a vivir crecemos,
crecer es como subir la montaña, cuanto más subes tienes más visión y
vas teniendo más compresión de lo que viniste hacer en la Tierra.

Tu comenzaste, Olivia, mencionado el tema de la crisis, el tema del título


Ave de Fénix me parece seductoramente importante, así para atrevernos a
repensarnos, quizás algunos están diciendo: “pero lo que dice Chamalú
está bien, pero el pasado no puede cambiarse”; el pasado puede cambiarse
con la reinterpretación del mismo. Entonces lo cambias, si tu reinterpretas
lo que viviste lo estás cambiando totalmente, la reinterpretación de lo que
ya pasó es una modificación del pasado que te permite ir libre de peso; el
resto, aprender a habitar el presente, prepararte adecuadamente y tu vida
será esa fiesta de la que nos hablaba la gente sabia, porque el paraíso está
aquí y ahora y es opcional, está aquí en tus manos. Gracias por esta
oportunidad.

-Olivia: Muchísimas gracias a ti Chamalú, ha sido toda una experiencia


poder estar aquí contigo, que nos hayas aportado tantísima información,
se nos ha pasado el tiempo volando, para mí un privilegio, espero que
nuestra audiencia haya crecido tanto con toda tu experiencia como he
crecido yo durante este tiempo.

PLACER Y FELICIDAD

ENTREVISTA CON YAIZA LEAL, EN EL MARCO DE LA CUMBRE


VIRTUAL: PROFESIONAL & MENTE FELIZ

Yaiza: Hola, bienvenidos al congreso: Profesional y Mente feliz. Hoy


tenemos a un ponente muy especial, el gran Chamalú, que nos va a
explicar las consecuencias negativas del déficit de disfrute. Bienvenido
Chamalú.

-Chamalú: Gracias por esta oportunidad, un fraternal saludo a toda la


audiencia de este importante evento y una alegría estar contigo y con tanta
gente.

-Yaiza: Lo mismo digo, para mí también es una gran alegría poder tener
esta oportunidad de charlar contigo directamente, que nos expliques estas
cositas que van a venir a continuación. Antes de empezar la entrevista,
para la gente que todavía no te conoce, me gustaría que nos explicaras un
poquito quién eres y la gran función que estás haciendo, tu manera de
trabajar, que es muy diferente a la mayoría de personas, autores o grandes
influencias que estamos viendo. Tú tienes una manera muy específica de
trabajar y me gustaría que nos la presentes un poquito.

-Chamalú: Bien, para quienes no me conocen en realidad estamos ya


pronto por celebrar las cuatro décadas de una labor ininterrumpida, de ir
en principio recopilando sabiduría ancestral de Abuelos y Abuelas sabios
de diversas culturas indígenas, quizás empezando por mi bisabuela, una
indígena quechua sanadora que me devolvió la salud y la vida en la
infancia, cuando los médicos no podían resolver mi proximidad a la
muerte.

Esa fue la semilla que germinó en mi corazón un fervor de búsqueda, que


me llevó a ir adoptando Abuelas y Abuelos sabios, esos que preservaron
generación, tras generación, un conjunto de secretos, de conocimientos, de
maneras de resolver los problemas de la vida diaria, me pareció
interesante ir haciendo una especie de acopio de inventario de sabiduría
de esa biblioteca viva que constituyeron las Abuelas de diferentes culturas
indígenas de los Andes y de la selva, esa fue mi escuela. Soy consecuencia
de un poquito de todo esto y de mi propia indagación, pues hemos ido
probando todo este conocimiento, experimentándolo en nosotros y desde
muy temprana edad en pacientes y alumnos; hemos ido experimentando lo
que se podría decir que necesita el humano para dar rumbo a su vida,
para ser feliz, para conocerse. Aprendí oportunamente de los Abuelos, que
uno no puede llevarse lo que ha recibido, por ello estamos abiertos ahora
más que nunca a presentar en todo evento, en toda tribuna que nos
permite compartir todo esto, que es lo que también otros compartieron con
nosotros.

-Yaiza: Claro, qué bueno Chamalú, conocer tu propia historia y toda la


difusión de esta sabiduría ancestral, que a mí me da la impresión, no sé si
es por mi generación o aquí en España, en Barcelona donde yo vivo, que
estoy cerca de una gran ciudad, pero me da la impresión que muchas
veces nos desconectamos de esta parte ancestral, de esta sabiduría,
incluso sin ir más lejos, simplemente con el contacto de los abuelos, con el
respeto hacia ellos.

Muchas veces, bueno, por lo menos aquí pasa, que muchos abuelos pasan
muchas horas muy solos, se ha perdido un poco esa comunicación de tú a
tú; por lo tanto, me parece una gran labor volver atrás, como explicas
también en tu página web, conectar esa sabiduría ancestral con estos
tiempos contemporáneos, porque yo creo que muchas veces sobretodo la
gente joven, estamos un poco perdidos, vamos viviendo, vamos haciendo,
pero realmente tenemos la sensación de que nos falta algo dentro, como
que queremos conectar con algo más y a veces no sabemos por dónde
empezar. ¿Que nos aconsejarías tú para vivir, pues, esto, una vida con
más sentido, con más espiritualidad tal vez? ¿Con esa parte que tal vez se
nos está olvidando en nuestras sociedad?
-Chamalú: Lo que pasa en las ciudades es que el humano entra en una
dinámica, una especie de síndrome colectivo de aceleración, que hace que
uno acabe constituyendo una manada, un rebaño, generalmente acrítico,
donde ya no se hace lo éticamente correcto, sino lo que hace la mayoría, o
las novedades en forma de modas que terminan también siendo repetidas
de una manera totalmente irreflexiva.

La gente se viste como se visten todos, sin cuestionarse por qué; esta
especie de manipulación consentida por las mayorías, a su vez, tiene el
previo de una educación que ha ido masificando a la gente, la educación
ha ido mutilando, aniquilando, destruyendo la diversidad, la
espontaneidad, la creatividad, para fabricar al hombre masa que se va a
amoldar, el que va a encajar. Si tú te das cuenta, encajar supone
cosificarse y entrar en casilleros denominados normalidad, en ese contexto
no es posible encontrar sabiduría, no es posible ni siquiera encontrar
felicidad, por eso hay tanta gente infeliz, por eso la gente se suicida, por
eso tanta depresión en este modelo de civilización.

Cuando nosotros hablamos de Ancianos estamos hablando de portador de


sabiduría, estamos hablando desde otras cosmovisiones, donde aún la
naturaleza es un referente energético fundamental, donde la soledad es un
escenario precioso para procesos de autoconocimiento, donde el silencio de
calidad se traduce en contemplación y en recurso de autoconocimiento;
por tanto, una persona que ha vivido setenta, ochenta años tiene mucho
de sabiduría para compartir, esto no ocurre en las ciudades.

La gente ha sido inducida a vivir en un proceso de aceleramiento detenido,


una especie de modo de supervivencia, de existencia, estrés incluido que
hace que uno no se entere de nada absolutamente, que viva corriendo para
producir, para consumir y cuando finalmente tiene el tiempo libre, cuando
se jubila, su cuerpo ya no funciona, ese es el diagnóstico rápido que
nosotros hacemos, ante el cual nosotros vamos preparando a nuestros
aprendices, a los que acuden a nuestra comunidad-escuela en Bolivia, a
los que acuden a nuestros programas online, les vamos alertando.

Primero tenemos que darnos cuenta qué época nos ha tocado vivir, a mí
me sorprende que hay gente que va dando soluciones como el médico ciego
que no sabe qué problema tiene la persona, qué momento está viviendo,
una gastritis puede ser producida por la suegra, un insomnio puede tener
como causa que uno detesta el trabajo en el que está, entonces no
podemos ignorar el contexto en el que está. Las cosas fuera de contexto
carecen de sentido, una realidad que es como es, no vamos a cerrar los
ojos ante ella, requerimos soluciones nuevas, basadas muchas de ellas en
las sabidurías de otros tiempos, requerimos soluciones creativas,
requerimos repensarlo todo, incluso las soluciones que mucha gente va
impartiendo en eventos como estos deben ser susceptibles de repensarse,
porque más de lo mismo no resuelve el problema.

Cuando yo llegue a España, la primera vez, hace como más de tres


décadas y me invitaron a algunos congresos de todo esto de la Nueva Era,
de superación personal, escuchaba hablar de técnicas, de métodos, de
panaceas que aparentemente resolvían todos los problemas; actualmente
no se habla más de eso, fueron simples modas que el viento se llevó, ahora
están hablando de otras cosas que dentro de diez o veinte años tampoco
nadie recordará. Así es como están las cosas y el mundo está cada vez
peor, no creo que esas alusiones pseudoproféticas acerca de que hemos
entrado a una Nueva Era, que estamos cada vez mejor, no, estamos cada
vez peor, seamos realistas y en ese escenario tenemos que empezar a
construir soluciones creativas y auténticamente valederas.

Yaiza: De hecho, te quería preguntar también por la escuela de felicidad


que estás gestionando, no sé si solamente se puede participar de manera
online, porque también veo que haces muchas cosas presenciales, haces
también como talleres. Cuéntanos un poco de estas actividades, ¿cómo
podemos hacer este acercamiento a esta sabiduría ancestral y también a
tu persona?

-Chamalú: Mira, estamos absolutamente empecinados en despertar la


conciencia de la gente, no negociamos nuestros principios ni nuestros
sueños. Yo tengo más de 11.000 seminarios y conferencias a la fecha como
en 1300 ciudades en los cinco continentes, acabo de regresar de Norte
América, estamos gestando recorrer la India en Octubre con un grupo
itinerante. También tenemos un crucero espiritual en el Caribe en Enero,
estamos pensado en el verano del 2019 otro curso itinerante en el
Transiberiano, o un retiro espiritual en Nueva Zelanda; elegimos lugares
bellísimos para que la gente recuerde, por el impacto de la belleza, cuál es
el lenguaje de la Madre Tierra, para que recuerde que la vida es hermosa y
que nadie tiene derecho a estar mal, a ser infeliz.

Acabo de estar hace poco con un grupo en Sedona, Arizona, donde la


belleza efectúa una emboscada estética tan impactante que la gente
quedaba conmocionada con esa fusión. Lo que nosotros hacemos es
fusionar la belleza de los lugares con una filosofía de vida transformadora,
con esa sabiduría ancestral que va recordándonos la importancia de volver
a las cosas simples y profundas de la vida. Entonces, nosotros estamos en
muchos lugares haciendo actividades y, especialmente en Janajpacha, en
nuestra escuela para aprender a vivir en Bolivia, las puertas están
abiertas.

Hemos creado un microclima energético, todo esto para justamente


recordar al ser humano que estar vivos supone algo más que comer,
trabajar, descansar y comprar, es mucho más que eso, pues de alguna
manera, le inducimos a la gente a que rompa su rutina, a que se rebele,
esta es una palabra muy importante y, a continuación, que comience a
disfrutar. Una palabra clave de la que vamos a ir hablando un poquito
más, en este diálogo es precisamente acerca de rebelarse.

También tenemos cada vez más presencia online, Escuela de felicidad es


nuestra escuela a través de la cual vamos impartiendo algunas
enseñanzas, por esta vía y por un programa de membresía que se llama
Caminando con Chamalú, en el que, con una pequeña participación
mensual la gente va siendo parte de algo poco visto, que es un club de
sabiduría; en este club, todos los días vamos entregando nuestra
enseñanza, en forma de videos, cartas semanales, quincenales, preguntas
y respuestas en vivo, online; todo esto para ir creando una especie de tribu
planetaria, ya que se ha globalizado la estupidez, vamos también a
globalizar las buenas noticias y las condiciones para que la gente pueda
sentir una enseñanza de carácter iniciático a domicilio.

Eso es lo que hacemos, lo que estamos haciendo hace ya mucho tiempo,


estamos a punto de jubilarnos, si vale el término, porque nosotros no
trabajamos, hacemos lo que amamos, pero estamos ya gradualmente
transitando los últimos kilómetros de manera que para quienes quieran
conocernos o participar de nuestros programas, este es el momento.
Después, ya estamos gestando la apertura de una nueva escuela de
instructores que continúen con esta labor, con este legado, con esta
filosofía.

-Yaiza: Ahora, mientras te iba escuchando, iba pensando un poco en otro


ejemplo, en que hay muchos servicios en la sociedad actual, como que de
forma paralela actualmente están destinados a favorecer la belleza
exterior, a mí me da la impresión que cuando hablas de la escuela de
felicidad, o de la comunidad Caminando con Chamalú, como si fuera un
centro, como si fuera una comunidad de belleza interior, como de ir
poniendo el alma bonita, de alguna manera de sentirnos llenos de
satisfacción desde esta parte más interna y hablando de conectar más con
esta parte más profunda de vibrar por dentro. Vamos a empezar a
adentrarnos en el tema del disfrute. Para ti es algo fundamental junto con
la palabra rebelde, pues la palabra disfrutar también se menciona muchas
veces en tu web y me gustaría que hablemos de esto. Nos hace falta
disfrutar más.

-Chamalú: Hay un déficit crónico de disfrute pero terriblemente, hay una


desnutrición de disfrute, esta civilización castiga, reprime, inyecta miedos,
la gente que se vuelve espiritual cree que se trata de renunciar casi a todo
y en realidad se trata de renunciar a la estupidez, se trata de rebelarse
frente a lo que no tiene sentido, como por ejemplo a las relaciones que no
funcionan, el trabajo que detestas, porque eso es enfermante, eso es
cancerígeno. La gente dice que tanto cáncer, pero más bien no hay tanto
como pronto va a ocurrir, porque detrás del cáncer hay un colapso
inmunológico que a su vez rebela una precariedad emocional, una
infelicidad galopante con sus estados de depresión creciente, todo esto
prepara el terreno para que uno se vaya desequilibrando, el cáncer no es
más que el desequilibrio de las células y el placer es el antídoto.

Con respecto a rebelarse, uno de mis últimos libros justamente trata de


ellos, se titula: “Me rebelo, luego existo”, está dedicado a los jóvenes,
porque la vida comienza a existir a partir de rebelarte. Rebelarse como una
manera de ir por la vida diciendo: “me niego a ser un objeto más del
inventario de una sociedad que me toma en cuenta básicamente como
productor o consumidor, me niego a ser una cosa, a ser cosificado, a ser
cotidianamente inyectado de información inservible”, porque eso es lo que
pasa en el sistema socioeconómico y educativo común, convencional;
decir: “me niego a ser parte de la manada del rebaño, me niego a no ser yo,
yo mismo”. Pero, para ello, para empezar a ser yo, auténticamente yo,
necesito conocerme, reconocerme, necesito reconstruirme, recuperar mi
sensibilidad para darme cuenta de quién soy, así como de mi propósito
existencial y para eso hace falta armarse de valor.

Disfrutar es una consecuencia de todos estos previos que estoy


mencionando ahora, uno no va a disfrutar si está asustado, pues
directamente está en otro nivel. El estrés es un síntoma de estar viviendo
en el modo supervivencia de existencia, el estrés es necesario para
sobrevivir; el felino que está tras un venado está súper estresado, pero
gracias a este estrés y toda esa adrenalina descargada en su corriente
sanguíneo, va a poder comer luego placenteramente, pero no se ha visto
nunca a un felino persiguiendo un venado ocho horas al día, eso es
absurdo, eso es absolutamente demencial. El humano ha alterado lo
natural al punto de que ha llegado, en nombre del éxito, a auto explotarse
y a tener fama por no tener tiempo ni siquiera para vivir, esta es la
paradoja del humano de este tiempo.

-Yaiza: Entonces, podríamos decir que de alguna manera disfrutar está


vinculado a la autenticidad, a conectar más con nosotros mismos, a hacer
este viaje de introspección, ¿iría un poquito por aquí?

-Chamalú: Sí, puede ir por ahí, puede ir por muchos lugares, nosotros
somos anti recetas porque en la práctica no funciona y no funciona porque
cada uno es único, cada uno es una historia única e irrepetible, cada uno
tiene el deber de descubrir, decodificarlo, comprenderlo, abordarlo. Por ello
es que hay un punto en el cual la enseñanza tiene que personalizarse y es
ahí donde nosotros hablamos ya de una ruta de aprendizaje que
desemboca en situaciones iniciáticas, que responda a lo que realmente
necesitamos, porque cada persona es como una cerradura, el conocimiento
tiene que ser como la llave que acciona esa cerradura, de lo contrario es
solo información, es como cualquier llave que va a estar periféricamente
circulando y uno puede tener mucha información y ser un ignorante, uno
puede tener hasta un doctorado encima y no tener nada de sabiduría,
pues esta se expresa en calidad existencial, en esa dirección va nuestra
filosofía de vida.

El disfrute viene a ser la consecuencia, el síntoma de que aprendimos a


vivir, por ahí podríamos empezar; entonces la pregunta sería un poquito
más amplia, aprender a vivir y quizás alguno se está preguntado, pero,
¿qué quiere decir Chamalú con eso? ¿Cómo que tenemos que aprender a
vivir si estamos vivos? No estamos vivos, es decir, el nacimiento biológico,
el parto y el proceso posterior de crecimiento y desarrollo a nivel biológico,
cerebral, etc., y el aprendizaje de las destrezas sociales, no son suficientes
para convertirnos en humanos, porque también una persona, un niño, un
bebe podría, por un accidente, por abandono o por alguna situación
imprevista, ser criado por otra especie, digamos por una familia de osos, o
de lobos o de cualquier otra especie en la selva, ese niño no llega a ser
humano, porque no nacemos humanos, en realidad, nos humanizamos.

La educación auténtica y el trabajo interior es lo que nos hace humanos,


es por ahí que podemos ir comprendiendo lo que hace falta, por lo que el
primer desafío de todos, y qué bueno que pueda difundirse a toda la gente
que va acudir a tu evento, es que tiene que saber que “no nacemos
humanos, ese es un desafío, humanizarse y aprender a vivir es
humanizarse”.

Yaiza: Bien, me ha gustado mucho esta definición, esta comparación con


un bebé que tiene la posibilidad también de crecer, de estar vivo de otras
maneras y no por eso significa que seamos humanos con el simple hecho
de nacer, desde luego una reflexión que nos invita a todos a posicionarnos,
a tomar por lo menos nuestras decisiones desde esa escucha activa y decir
¿qué hago a partir de ahora?, ¿sigo el rebaño, me dejo llevar por mis
miedos o me rebelo?

Aquí entraría un poco esta temática que tratas en este último libro, que yo
creo que hace falta rebelarse, porque todos nos creemos así muy chulitos y
todos vamos como de muy listos, pero luego, a menudo nos vemos
sorprendidos por nuestros propios miedos y condicionamientos, así que
desde luego también pondré un enlace a este libro, porque necesitamos
adaptar esa rebeldía, pero de esta forma adaptativa no como algo
destructivo.

-Chamalú: Sí, realmente vamos en esa dirección, me parece interesante


este evento, seguramente el público va a poder escuchar diferentes
enfoques, diferentes aportes. Es interesante cuando una persona escucha
críticamente y en principio, por razones simplemente de rigurosidad
pedagógica, en un contexto de aprendizaje, se permite no creerle a nadie,
ese es un buen principio de higiene mental y, a partir de ello, con aquel
mensaje que resuene en su interior, usarlo como insumo reflexivo, eso es
el principio de un buen itinerario de aprendizaje.

A partir de la reflexión, lo que resulta de ella, es lo que a su vez te va a


permitir ir trabajando a otros niveles y ya cuando tú vas personalizando la
información hasta convertirla en conocimiento que (reflexionado, meditado
y dialogado) te permita adecuarlo a lo que realmente necesitas y una vez
integrado a tu campo energético, se convierte en sabiduría. Yo suelo pedir
a mis alumnos que por favor que no me crean, sino más bien, que me
sientan, que escuchen desde el corazón, que saboreen la enseñanza, que la
degusten reflexivamente.

Este tipo de encuentros me parecen interesantes, son como hacer un tour


por un bufet, donde uno no puede atragantarse con todo. Creo que
tenemos que ser muy cuidadosos, en especial, saber lo que necesitamos,
porque cada uno está en un momento particular de su vida, cuando uno
se da cuenta de esto -nosotros lo llamamos coyuntura existencial-, ese
momento es la fotografía, la ecografía de tu presente, pero al interior de tu
presente, en este momento, tú necesitas algo y lo que tú requieras tiene
que responder a tu necesidad real. Por lo tanto, ¿cuándo empieza uno a
disfrutar la vida? Cuando hace lo que tiene que hacer, en el momento
justo de la manera precisa, de eso se trata, en esa dirección es que
nosotros acompañamos a la gente.

-Yaiza: Qué bueno Chamalú, me gustaría preguntarte acerca del papel de


la meditación en este contexto que estamos hablando, sé que bueno, que
también muchas veces he recibo correos tuyos, de eventos donde la
meditación es la protagonista y me gustaría que nos explicaras un poquito
cómo nos puede ayudar o qué papel toma en este contexto de disfrutar e ir
aprendiendo a vivir un poquito más la vida como humanos.

-Chamalú: Sí, por supuesto, nosotros tenemos en Escuela de felicidad una


propuesta meditativa diferente, en forma de curso online, solemos
compartir siempre, con frecuencia, al comenzar el año. Hacemos
meditaciones guiadas para que la gente vaya familiarizándose con una
forma de meditación natural. Meditar básicamente es algo natural, cuando
niños al jugar estamos meditando, de bebés estamos todo el
día meditando, en la vida intrauterina estamos meditando, entonces,
mediar es lograr un nivel vibratorio que posibilita la conexión a partir de
nuestra vibración con el Universo, porque somos una gotita de Universo
envasada en un cuerpo humano. Podríamos decir, entonces, para aterrizar
más en este congreso, que disfrutar es meditar. Cuando una persona hace
lo que ama, es incansable porque se conectó con el Universo y ahí no está
gastando su energía, eso es meditar.
-Yaiza: Qué buena definición, en seguida has como atado todas las piezas
de una manera que nos ha dado mucha claridad mental, bueno por mi
parte he hecho las preguntas que tenía y tenía muchas ganas que
pudieras traer esto, de presentar este trabajo que estás haciendo que por
lo menos aquí en España, yo no conozco a nadie que esté haciendo algo
como tú, por eso tenía muchas ganas de ofrecer este punto de vista a
todos los ponentes. Sobretodo aquí la mayoría de espectadores son
profesionales que probablemente les cueste integrar esta parte, pues tal
vez simplemente de parar, meditar un poco, leer, escuchar esta voz
interna, disfrutar y todos estos elementos que hemos ido hablando que a
veces en el día a día, en piloto automático de un profesional, puede ser
difícil de integrar, así que antes de terminar la entrevista a parte de darte
las gracias por todo lo que has compartido, pues me gustaría preguntarte
si te gustaría darnos un consejito más, o hay algo importante que quieras
destacar.

-Chamalú: Bueno, pues antes de agradecerte también esta oportunidad,


me gustaría decirles algunas cosas, a la gente profesional a la gente que
trabaja, tú sabes que a mí me gusta mucho molestar a la gente, hacerle
reflexionar. Esta frase la uso desde una vez que un querido amigo nuestro
aprendiz profesional me decía: “Estás tratando de hacerme reflexionar y no
me gusta porque luego no puede dormir”, y es cierto. Vamos por la vida
generando insomnios creativos en mucha gente, vamos desparramando
preguntas, le vamos diciendo a la gente, por ejemplo, ¿qué esperas para
vivir?, o cuando alguien nos dice: “Chamalú, acabó de quebrar la empresa,
¿qué hago?”. Enhorabuena, ese es un excelente momento para refundar la
existencia, para rediseñar la vida, porque éxito no es que crezca la cuenta
bancaria, el éxito es que hayas logrado un nivel de soberanía existencial,
que tú puedas hacer lo que amas y tener tiempo para ti, para tus seres
queridos y para lo que te encanta hacer, solo de esa manera podemos
garantizar una vida con calidad.

Me gustaría decirles también, a manera un poco de anticipo, que esto va a


formar parte de otro libro nuestro. Todo comenzó con un artículo que lo
leyeron más de un millón y medio de personas, que se tituló: “No trabaje,
viva”. Y tiene que ver con nuestra objeción, nuestra total discrepancia, con
que la gente viva para trabajar, es que por ahí no es, nadie vino a la tierra
por razones laborales, no importa qué creencia tengamos. Quiero
recordarles que etimológicamente el trabajo alude a un castigo y que antes
solo era la actividad que hacían los esclavos y los prisioneros de guerra.
Después de haber ingresado a este sistema capitalista, consumista, se ha
reposicionado el trabajo y ahora parecería que trabajar es motivo de
orgullo, la gente que no tiene tiempo se siente más importante, lo cual es
parte de un autoengaño, la gente que se autoengaña, la gente que se
autoexplota, la gente se miente con total impunidad y luego cuando le da
un cáncer o un infarto y se pregunta: ¿por qué a mí? Esa es la gran
paradoja del humano contemporáneo.

Decirles también que consideren la posibilidad de explorar las sabidurías


ancestrales, las cuales han pasado la prueba del tiempo, esto no se me ha
ocurrido después de leer cuatro libros y haber hecho dos fines de semana
con alguien. Hemos buceado en la sabiduría ancestral, hemos estado
montón de años escuchando a abuelas y abuelas de sabiduría, extrayendo
lo mejor que ellos nos transmitían y luego lo hemos aclimatado a este
tiempo, porque estamos en el siglo XXI. Sabiduría ancestral no es
cuestión del museo, es una filosofía totalmente actual para vivir en un
tiempo, el cual vamos a tener que compartir la vida con inteligencia
artificial, pronto estaremos conviviendo con robots, pronto quizás me esté
entrevistado un robot, una máquina, ¿no? Pronto, en fin, ¿te imaginas?, el
futuro ya ha llegado, es más, ya se está marchando.
Finalmente, me gustaría despedirme recordándole a las personas que se
reconcilien con la inseguridad porque es lo único seguro, quisiera decirles
que se lleven bien con la incertidumbre porque está garantizada y quisiera
también, anticiparles y decirles que se preparen solamente para todo,
porque lo que se viene a partir de ahora es impredecible y la mejor manera
de estar preparado es tener niveles de autocontrol a nivel mental y
emocional, ser expertos en conservar nuestra salud y mantener contacto
con la naturaleza, que no se olviden que ella es nuestra fuente de energía.

Y algo más para despedirme, que disfrutar es absolutamente necesario,


cuando disfrutamos el cerebro no solamente se armoniza, sino que segrega
sustancias que van actuando como medicamentos, como drogas
endógenas, como sustancias que a su vez van sanando, armonizando,
dando placer. El placer es totalmente necesario, la persona que no disfruta
se enferma más, eso hay que saberlo; quiero despedirme con esta frase:
“Estás, estamos condenados a disfrutar”. Estamos condenados a ser
felices. Gracias por este evento, felicidades y un abrazo para ti y para toda
la gente que participó en el mismo.

Yaiza: Muchísimas gracias a ti, sobre todo por estos mensajes y por este
final tan bonito y tan importante del que, por lo menos, yo tomo nota y
bueno no sé si podré dormir esta noche pero, sí que voy a reflexionar sobre
todo lo que has comentado, porque a pesar de que intento estar viva,
muchas veces sin querer, como a la mayoría de personas que por lo menos
vivimos en ciudad, nos vamos dejando arrastrar. Por lo tanto, creo que
esta ponencia es perfecta para hacer un poquito de parada, volver a
conectar con estos mensajes tan profundos, con esta sabiduría ancestral y
sobretodo disfrutar de la vida, muchas gracias Chamalú. Un abrazo.
ENTREVISTA CON BELÉN ZAMBUCETY, EN EL MARCO DEL
CONGRESO VIRTUAL: TU PODER INTERIOR

-Belén: Bienvenidos y bienvenidas a este congreso: Tu Poder Interior. Soy


Belén Sambucety, fundadora de este congreso que nace con la intención
de transformar vidas. El objetivo final del mismo es que aprendas a relajar
tu mente, a tomarte las cosas con calma, a dejarte fluir con la vida sin
apego a los resultados y a conocerte mejor para ver las cosas desde otra
perspectiva, porque cuando cambia tu mente, cambia tu realidad. Tú
tienes el poder interior en tu interior para cambiar todo lo que te rodea, así
que toma la decisión hoy mismo y emprende el camino hacia esa nueva
vida soñada, llena de luz e inspiración.

Hoy estoy muy feliz de contar con Chamalú. Chamalú es un soñador


práctico, un filósofo de vida, es un sabio que uno lo moderno con lo
ancestral. Desde muy joven ha aprendido la sabiduría de los mayores
indígenas, sabios de la naturaleza, vive apasionadamente cada instante y
se considera un adicto a la felicidad, la solidaridad y el estilo de vida que
ha elegido. Es fundador de una escuela chamánica, una escuela para
aprender a vivir donde revindica el aprender a disfrutar de nuevo, a ser
felices, a ser libres, a amar, a estar en paz y salud duradera. Propone una
filosofía de vida donde el crecimiento consciencial esté garantizando y el
placer de vivir sea algo natural y cotidiano. Bienvenido Chamalú.

-Chamalú: Gracias, un saludo para la audiencia de este programa y como


siempre cada vez que participamos en eventos como estos, manifestar
nuestra satisfacción de que existan estas posibilidades que nos da la
tecnología de comunicación actual, de ir compartiendo otras miradas,
otras cosmovisiones, otras filosofías de vida, en un tiempo donde hay un
déficit de reflexión y una especie de pandemia de infelicidad.
-Belén: Sí, muchas gracias a ti por participar. Yo he dicho unas pequeñas
líneas sobre ti, pero tú llevas décadas ayudando a las personas a volver a
ser felices con una nueva filosofía de vida. ¿Cuándo y cómo nace este
temprano interés por ayudar a los demás?

-Chamalú: Bueno, esto se entrecruza con nuestra biografía, fue desde la


adolescencia cuando comenzamos a darnos cuenta que lo que
aprendíamos en la escuela no servía para aprender a vivir, cuando nos
encontramos en esa emboscada de gente infeliz constantemente
asediándonos desde su insatisfacción, desde su frustración. Cuando
comenzamos a darnos cuenta que por ahí hay cosas que no se enseñan y
una falsa normalidad barnizada de normal. En plena adolescencia a través
de una crisis existencial comenzamos a repensarnos, a rediseñar la vida
que queremos, a marcar algunas discrepancias fundamentales con este
estilo de vida convencional y de inmediato nos apuntamos a la rebeldía, a
la disidencia, es decir, estamos en esto solamente toda la vida.

-Belén: Claro, y tú que promueves una nueva forma, una nueva filosofía de
vida en el que ser realmente felices, el amarnos a nosotros mismos, a ser
libres, pero muchas veces buscamos la felicidad en los lugares erróneos.
¿Qué es realmente la felicidad?

-Chamalú: Sí, debemos partir redefiniendo la felicidad, ya no como una


emoción supeditada a acontecimientos externos como buenas noticias, ni
tampoco a reacciones temporales. Una emoción, tú sabes muy bien, es
una reacción fugaz, un movimiento de energía totalmente coyuntural. Si
hablamos de la felicidad tenemos que situarla en otro contexto que tiene
que ver más con la consciencia, con un estado del ser, con un estilo de
vida, con una actitud ante la vida, ello nos permite tener un manejo
distinto de la situación. Ser feliz para nosotros no supone un nivel de
ausencia de problemas, de dificultades o tristezas. Uno puede tener
problemas, incluso tristezas y preservar esa felicidad que tiene que ver
más con un estado de sereno alerta, ante una vida que tiene muchas
sorpresas para nosotros.

-Belen: Claro, ¿y cómo podemos aprender, entonces, a estar con este


estado de felicidad?, porque muchas veces pensamos que el estar alegres
es sinónimo de estar felices y como dices tú, puedes estar atravesando una
situación difícil y estar feliz. ¿Cómo podemos aprender a mantener ese
estado?

-Chamalú: Sí, en realidad hay que aprender a vivir el arte de vivir, porque
es que a vivir se aprende. No es cuestión ser mayor de edad, de ser
ciudadano, de tener un título, académico, la vida pasa por otro tipo de
aprendizajes, otras destrezas que nosotros les llamamos destrezas
existenciales y que básicamente nos habilitan para poder fluir ante las
diversas circunstancias cambiantes e impredecibles de la vida.

Estamos conscientes que no nacemos humanos, este es un proceso que


vía educativa (y no estoy pensando en las escuelas, sino en un trabajo
interior, en escuelas de sabiduría) le permita a uno humanizarse, tomar
conciencia, generar capacidades reflexivas, hacerse las preguntas
adecuadas y sobre la marcha, ir conociéndose, haciendo las
modificaciones y transformaciones necesarias en un contexto de humildad,
de honestidad y de coherencia creciente, es por ahí que nosotros
proponemos una ruta de aprendizaje.
-Belen: Claro, pero realmente, ¿qué es el chamanismo, para los oyentes
que no tengan muy claro el concepto?

- Chamalú: Se entiende chamanismo más bien como sabiduría ancestral,


ese primer conocimiento que el humano desarrolla a partir de cuándo se
va independizando del mundo animal y generando una capacidad
reflexiva, una conciencia de existencia y por tanto de hacerse preguntas y
en fin, de auto conocerse. El chamanismo es eso, es la primera filosofía, es
la filosofía primigenia, es el conocimiento inicial, originario, anterior a la
filosofía y anterior a las religiones, mucho anterior por supuesto, las
religiones no tienen una antigüedad de más de 4000 años o en muchos
casos, mucho menos.

El chamanismo es tan antiguo como el ser humano y, por tanto, es la


primera reflexión del humano al darse cuenta que está vivo y que esto es
un conjunto de preguntas a las que hay que ir buscándoles respuestas, no
tiene nada que ver con técnicas de sanación o con rituales con plantas
alucinógenas, esto son hojas de árbol, pero lo que importa es comprender
el árbol, la raíz; en esta época hay mucho comerciante por ahí vendiendo
supuestas formas chamánicas, eso no es chamanismo. Eso es
simplemente haber resuelto, con un atrevimiento folclórico, problemas
como el paro, el desempleo. Para nosotros eso es una profanación a la
memoria de los Abuelos, estamos hablando de una filosofía de vida a partir
de la cual podemos organizar nuestro día a día.

-Belén: Claro, en la vida moderna nos hemos desconectado realmente de


este estado interior, no pasamos tiempo realmente en silencio, vamos
como corriendo a todas partes, realmente, forma parte también del silencio
volver a indagar en nuestro interior, qué es lo que hay ahí y esa sabiduría
de los ancestros, como comentabas tú, va un poco por ahí.
-Chamalú: Sí, totalmente, amigo del silencio. La soledad y el silencio que
hacen un contexto mágico de autoconocimiento y la conexión con la Madre
Tierra, por supuesto.

-Belén: ¿Cómo podemos volver a conectarnos con la Madre Tierra, se trata


solo de salir al campo? ¿Qué enseñáis vosotros para recuperar ese estado
de felicidad?

-Chamalú: Claro, para empezar, hay que descartar recetas, se trata de una
actitud, se trata de un proceso gradual, que no se sabe cuánto tiempo
puede durar, pero no hay el fast food espiritual, eso es un total engaño.
Justamente nosotros estamos pensado, en nuestro próximo libro,
referirnos a este tema, se llama espiritualidad mundana y estamos
poniendo en tela de juicio muchas panaceas y muchas supuestas
verdades, que en el fondo son pompas, burbujas, son simplemente
señuelos.

Lo espiritual pasa por aprender a vivir y el tema de la conexión con la


Madre Tierra, básicamente es, en un contexto de despertar el alerta
sereno, aprender a aprender, previamente desintoxicarse, aprendiendo a
desaprender y tener el valor de conocerse, de mirarse, en un contexto de
reflexión, de meditación ir recuperando la sensibilidad y la capacidad de
darse cuenta. Entonces, espontáneamente irán germinando capacidades
que las tenemos latentes y ellas nos dirán qué hacer y cómo hacer las
cosas, porque en realidad vinimos equipados para un historial evolutivo
que el estilo de vida contemporáneo ha mutilado, ha bloqueado y que es
posible recuperarse, recuperar nuestra condicional natural que incluye la
felicidad.
-Belén: Claro, la felicidad, al final, es un estado inherente al ser humano,
pero como dices tú lo vamos olvidando a lo largo de los años. Y muchas
veces también se sabe que cuando uno tiene pensamientos recurrentes de
infelicidad o de tristeza avanzado, eso puede repercutir en nuestra
enfermedad, ¿verdad? ¿Cómo sucede?

-Chamalú: Somos psicosomáticos, sabemos que no terminamos donde


acaba nuestra piel, es más, lo más importante no lo vemos ocularmente,
hay que estar muy atentos a cómo manejamos nuestras intenciones,
emociones, relaciones, el aprender a vivir incluye todo eso. Nosotros, en las
conferencias que damos y en los libros que escribimos, básicamente le
decimos a la gente que no hay que saber muchas cosas, pero es
imprescindible aprender a vivir y eso significa: tener tiempo, silencio,
soledad, sobre la marcha observarse, conocerse, transformarse, para ir
recuperando dos cosas: sensibilidad, por un lado, y poder, por el otro. Es
decir, capacidad de manejar esa sensibilidad y con base en ello, ir
recuperando la visión, eso que los Abuelos del Norte decían, la búsqueda
de la visión para comprender nuestra misión y de esa manera alinearnos
en esa ruta de aprendizaje; nuestro estilo de vida conectado a nuestra
misión, esa es la ruta y además disfrutando del itinerario. Muy importante
el disfrute, ahí es donde entra la felicidad, que realmente para nosotros es
algo que no se aprende, sino que más bien uno se atreve a ser feliz, elije
volver a ser feliz en una sociedad donde nos prefieren infelices, porque la
gente infeliz compra más.

-Belén: Claro, parece que siempre estamos posponiendo la felicidad.


Cuando consiga el siguiente trabajo seré feliz, cuando... Siempre hay un
pero antes de llegar a la felicidad y la felicidad es como dices tú, no es la
meta, es el camino, es el estar siempre en ese estado.
-Chamalú: Así es, totalmente, es lo que nosotros tratamos de impartir
constantemente al realizar la labor de reforestar corazones. Uno de los ejes
transversales, así temáticamente hablando que ha caracterizado nuestra
filosofía de vida, es precisamente, el de la felicidad, pero no asociada al
tener, ni al dinero ni a la fama, sino más bien que sea condición natural y
que uno pueda, a partir de cualquier edad, desde cualquier actividad,
desde cualquier geografía, optar por ella como una actitud ente la vida.

Entonces, la felicidad incluye eventual tristeza sin ser interrumpida y, por


supuesto, no garantiza la ausencia de problemas, porque los problemas
pueden ser recursos para aprender, pendientes que los habíamos pasado
por alto. Me llama la atención que tanta gente va buscado la felicidad y en
verdad, creo que todo el mundo, incluso los que buscan el dinero, están
buscando en el fondo ser felices, lamentablemente lo más importante de la
vida, no se compra con dinero.

-Belén: Exactamente, muchas veces también es que queremos tener el


control de todo y la vida no es controlable por eso hablamos siempre del
desapego, ¿cómo aprendemos a estar desapegados a los resultados?

-Chamalú: Hay una frase que me gusta usarla con frecuencia hablando de
esto del control, nosotros hablamos del descontrol controlado, porque la
vida en el fondo es impredecible, no sabemos lo que nos espera ni siquiera
en la próxima hora. Pero, por otro lado, ese es el encanto de la vida, por
eso no me gusta la gente que nos lee el futuro, nos quita el placer de la
sorpresa y la posibilidad del asombro.

A mí me encanta la filosofía justamente porque me da la posibilidad de


asombrarme y me sorprende la gente que no se asombra, está hipnotizada,
está en la zona de zombi, está ahí anestesiada cuando la vida es una
secuencia, una invitación al asombro constante, quizás lo que nos
diferencia de las demás especies es nuestra capacidad de asombro, de
darnos cuenta y todo esto en un contexto de libre albedrio, que
básicamente es una invitación a aprender a tomar buenas decisiones.

Respecto al apego, el apego es un síntoma de la gente que está dormida, se


podría decir que se apega la gente infeliz pero quien aprendió a vivir, quien
aprendió de verdad a ser feliz ya el apego lo tiene bastante resuelto, porque
la felicidad comienza después de haber superado el apego.

-Belén: Claro, hablabas precisamente del asombro y yo recordaba siempre


a los niños. Los niños siempre están asombrados, todo les parece una
sorpresa, para ellos todo es nuevo, yo creo que tenemos que volver otra vez
a volvernos niños, a sentir todo como si fuera una novedad. ¿Cómo
podemos volver a sentir ese asombro continuo por la vida?

-Chamalú: Sí, creo que diste en un punto importante; la niñez, la infancia,


es decir la inocencia, la espontaneidad, los niños que aún no fueron
entrenados para mentir y que incomodan en las cenas familiares porque
dicen la verdad y los papás no saben cómo educarlos; es que si educar es
reprimir prefiero que estén sin educación, esa no es educación en el fondo.

Hay una frase nuestra que caracteriza también nuestra filosofía y lo


difundimos constantemente por las redes sociales, en forma de frases
todos los días, en Facebook y una de las que más me gusta es:
"Apasiónate desapegadamente", es decir, tiene permiso para apasionarse
quien habla el idioma del desapego, que no es otra cosa que el graduarse
de artista en el supremo arte de fluir por la vida, que a su vez significa
avanzar descomplicadamente, ¿qué significa eso?, que no me desanimo,
que no me frustro, que no me detengo, que no me paraliza la crítica, ni me
destruye la adversidad, al contrario, que puedo fortalecerme con ellas, por
ello me gustaría regalarles esta frase: " Apasionate desapegadamente".
Porque una vida sin pasión es de alguna manera una especie de tours por
el cementerio, la gente en la experiencia humana tiene que saber que
dispone de un conjunto de emociones para poderlas manejar, de un
conjunto de habilidades racionales para poder darse cuenta, de un
conjunto de capacidades, incluso llamadas extra sensoriales, para hacer lo
que tiene que hacer.

Creo que un elemento fundamental en esta vida, evolución incluida, es que


no nos olvidemos de disfrutar, es una vacuna contra el estrés, las crisis
existenciales, el aburrimiento y contra tantas alimañas patológicas que
asedian al humano que se queda dormido.

-Belén: Sí, por eso siempre se habla de encontrar esa misión de vida y al
fin y al cabo es encontrar eso que te apasiona, es lo que, al final, la
frase que se dice siempre: "una vez que encuentras tu pasión ya no es
como si estuvieras trabajando porque realmente todas las horas que le
dedicas, se lo dedicas a aquello que realmente te gusta hacer”. Como en tu
caso, tú aprendiste o descubriste de muy joven que lo que te gustaba era
ayudar a los demás. ¿Cómo podemos descubrir esa pasión? Indagando en
nuestro interior supongo, ¿no?

-Chamalú: La pasión es el despliegue de nuestra energía emocional en


aquello que hemos identificado, creo que es más bien la suma de las
capacidades que traemos que, junto con la energía emocional traducida en
entusiasmo, en fervor, en pasión, puede ir saborizando, endulzando
nuestro itinerario, ese que comienza desplegando el alerta sereno y que
luego se traduce en eso que llamamos (y este es el título de uno de
nuestros próximos libros también) Hedonismo Místico. Esa capacidad
disfrutadora, pero en plan más de Epicuro, no del irresponsable que sale a
un bar y cree que disfrutar es enviar alcohol al torrente sanguíneo, sino de
saber encontrar el placer de estar vivíos a partir de un autoconocimiento.

Creo que aquí lo importante es que podamos ver la pasión como un


ingrediente, es como el agua para la harina a la hora de hacer el pan,
después está el trabajo interior que sería el amasar, el trabajo del
panadero que va a ir logrando ese producto que no es otro que la evolución
de la consciencia, porque no hay misión por fuera de la evolución; el resto
es básicamente el conjunto de formas, de maneras en ejercicio de libre
albedrío, pues no podemos confundir los medios con los fines. No podemos
terminar deglutiéndonos el tenedor y no la comida del recipiente.

Entonces, la felicidad no es una misión, tampoco la maternidad lo es


para ninguna mujer, tampoco la pasión tiene que ser buscada como si se
tratara de la panacea que va a resolverlo todo. Creo que son ingredientes
de un gran anhelo que no es otro que el de la misión, que, a su vez, es el
ejercicio evolucionario que vamos realizando antes de renacer y que
continuaremos después de la muerte, porque básicamente la vida es una
cita con la evolución.

-Belén: Claro, también muchas veces ponemos por encima la felicidad de


los demás a la nuestra, es decir, queremos a lo mejor hacer felices a
nuestra familia y estudiamos una carrera porque es lo que ellos quisieran
que hiciéramos, entonces, ¿cómo aprendemos a ser libres, a tomar
decisiones desde esa libertad absoluta?

-Chamalú: Bueno, está claro que uno no puede agradar a los demás y
desagradarse a sí mismo, eso sería un acto de infidelidad contigo mismo
totalmente imperdonable, yo creo que hay que buscar un equilibrio. Hay
otra frase que la hemos usado con mucha frecuencia, es la frase:
"Insoportablemente feliz", que justamente alude a que en cuanto uno se
declara feliz, se atreve a ser uno mismo, se trabaja y, en fin, va
transformándose, entonces, hay una emboscada de incomprensión que se
va generando en torno a uno.

Por lo tanto, uno tiene que estar con una felicidad todoterreno, el ejemplo
es: si enciendes una vela, conviértela rápidamente en una hoguera,
porque, si no, el ataque del prójimo, de todos, te la va a apagar y te van a
desanimar, confundir y vas a terminar peor que antes. Por eso hablamos
de la Guerrera. Nuestros principales programas, los cursos que hacemos y
el instructorado que estamos lanzando ahora para entregar este legado de
sabiduría, básicamente apunta a la mujer. A ella le estamos diciendo:
“Usted, hágase cargo de conservar el fuego del conocimiento y
retransmitirlo a las generaciones nuevas, porque esta civilización no tiene
futuro tal y como está, porque nosotros estamos convencidos también que
el futuro será femenino o no habrá futuro". Obviamente estamos hablando
de la mujer despierta.

Entonces, el tema que preguntas de la felicidad de los demás, sí, pero para
empezar, si queremos contribuir a la felicidad de los demás tenemos que
saber que la felicidad no viene de afuera, nadie puede hacer feliz a otra
persona, ni infeliz tampoco, sin el consentimiento de uno, partamos de esa
premisa. Podemos dar buen ejemplo y mejor si es desde la autenticidad,
podemos hacer que nuestra vida deje huellas inspiradoras y podemos
motivarles, esa es muy buena idea también, lo que no podemos es hacer
feliz a los demás, complacer a otros, pues cuántas veces nos hemos
encontrado con personas que han estudiado como tú mencionaste, una
carrera para complacer a sus papás, a su padrino, a su hermano mayor y
al final terminaron graduados de mediocres o abandonaron la carrera a
mitad de los estudios, perdieron un tiempo o egresaron pero no ejercen,
todo ello porque uno no puede ser bueno si no está en lo que ama.

El que trabaja en lo que no ama se va a enfermar partamos de eso.


Entonces, yo creo que es una idea errónea que vamos hacer feliz a los
demás en contra de nuestra conciencia, de nuestros sueños. Creo que hay
que buscar equilibrios y si al principio no nos comprenden pues tomar
distancia, quizás aislarnos, cambiarnos de escenario y luego regresar para
decirles: “Mire es esto lo que quería, estos son los resultados y desde aquí
yo puedo ayudarle, en lo tangible y en lo intangible y la evidencias
mandan”; cuando te vean bien, aunque no te hayan comprendido al
principio, van a terminar siguiendo tu ejemplo y diciéndote: “gracias por
no habernos hecho caso inicialmente”.

-Belén: Claro y hablabas inicialmente de no enfermarse, ya antes


habíamos mencionado que realmente estar en un estado de infelicidad nos
causa enfermedad. Vivimos en un estado de estrés constante y ya está
demostrado que la mayoría de las actividades actuales vienen
precisamente de ese estrés. ¿Cómo podemos fomentar la salud y el
bienestar, en vez de cuidarnos una vez que ya estamos enfermos? ¿Cómo
lo prevenimos?

-Chamalú: Es más inteligente prevenir que curarse. Creo que el disfrutar


es una vacuna para todas las enfermedades, el hacer lo que amamos es
muy importante para no enfermarnos, la solidaridad, el compartir, el tener
una tribu de gente que habla tú mismo idioma, el estar ayudando a los
demás; es que la felicidad no viene de afuera, pero se multiplica cuando tú
la compartes. Creo que haciendo estas cosas, entre hacer lo que amamos,
tener alguna gente con las que tengamos vínculos de afecto y confianza y
el disfrutar la vida son las mejores vacunas para no enfermarse.

-Belen: Claro, y en vuestra escuela chamánica, imagino que haréis


diversos ejercicios para esta indagación personal y para recuperar la
felicidad ¿No sé si quieres compartir alguna herramienta práctica de las
que pongáis en conocimiento de las personas que asisten a vuestra
escuela?

-Chamalú: Bueno, para empezar decirles que nuestra escuela para


aprender a vivir en Bolivia, recibe aprendices todo el tiempo, de todo el
mundo, en ella proponemos redefinir muchas cosas. Para nosotros la
teoría es inseparable de la práctica, porque la teoría no es más que la
reflexión de lo que estoy haciendo. Esto significa que la teoría es darme
cuenta de lo que estoy haciendo, eso ya cambia un enfoque didáctico-
pedagógico, todo es práctico y todo es teórico. Con esto estamos
diciéndoles a las personas, primero hay que aprender a aprender, muy
importante y eso es un ejercicio de humildad y de alerta, estar atentos,
pero al mismo tiempo estar disponibles con la mente abierta, nosotros
proponemos una revolución existencial, nosotros somos bastante radicales
en esto. Pensamos que hay que refundar la existencia, rediseñar la vida,
hacer una reingeniería existencial, borrón y cuenta nueva así radical,
totalmente.

En ese contexto, una práctica importante es pasar un rato a solas y en


silencio, la combinación de soledad y silencio es cantera de creatividad y
de situaciones que van a darnos gran impacto en la vida, que nos van a
permitir darnos cuenta…, eso es muy importante. Otra recomendación que
podría dar, es que la gente vaya a un centro comercial y disfrute del placer
de no comprar; también, y respecto a la naturaleza, el hecho de meditar de
pie o sentados mirando por donde sale el sol, descalzo sobre la tierra. No
es lo mismo meditar en cualquier dirección, esta es una práctica muy
interesante, solamente se trata de sentarse, respirar conscientemente,
pueden hacerlo cantando o escuchando los sonidos de la naturaleza, pero
fundamental que miren hacia donde sale el sol.
Nuestra comunidad escuela, es un mándala arquitectónico (lo pueden ver
a través de nuestra página, www.chamalu.com o janajpacha.com)
compuesto por una casa circular, natural, ecológica en cada dirección y en
las diagonales. Es un circuito energético de ocho casas que han sido
ceremonialmente organizadas y consagradas para realizar procesos de
aprendizaje. Como verás, nosotros somos minuciosos con los detalles; por
allá hemos recibido cantidad de aprendices, en treinta años, este año
estamos celebrando prácticamente los 30 años de existencia como escuela,
como comunidad, como Ashram y es un lugar que la gente que pasa por
allá no queda indiferente, se va peor o mejor.

-Belén: ¡Enhorabuena!, por estos 30 años con la escuela y ayudando a


tantas personas a rencontrar la felicidad. Y, ¿cómo ves tú la evolución del
ser humano, realmente se está dando un despertar de la conciencia?

-Chamalú: Mira, todos los profetas infectados de optimismo ingenuo nos


parecen sospechosos, los que pregonan cada vez dan nuevas fechas de
nuevas eras, cambios y etc. Creo que es necesario tener un pensamiento
crítico y observar lo que está pasando en el mundo, todavía tenemos una
mayoría de gente dormida, todavía tenemos en el planeta demasiada
falacia circulando, todavía la mayor parte de las escuelas -casi todas-
están enseñando lo que no sirve para luego trabajar en labores
deshumanizantes y con ello obtener dinero para comprar cosas
innecesarias. Esta civilización realmente es una amenaza para el
crecimiento de la consciencia y la evolución humana y, por lo tanto, tiene
que ser modificada.

Yo no creo que haya un gran despertar, creo que cada vez hay más gente
buscando y despertando, pero todavía somos una minoría, no nos
engañemos. Algo muy importante también, es que todo el tema de la
Nueva Era, ese facilismo, reduccionismo que se ha puesto de moda, puede
ser más de lo mismo, puede terminar haciéndole juego al sistema, porque
lo que necesitamos es disciplina consciencial, lo que necesitamos es
embárcanos en procesos de transformación que llevan años, esto no es un
fin de semana, no es cuestión de pensamiento positivo y la frase optimista
de decir: “todo está bien”, porque no todo está bien; de decir que todo lo
que te pasa es perfecto, no, porque hay tantas cosas que son
desagradables, que son injustas y que forman parte de un libre albedrío
mal manejado; creo que un buen aprendiz tiene que estar atento, porque
hay mucha falacia, hay mucha mentira.

Yo no creo que haya un gran despertar, creo que cada vez somos más , eso
es cierto y fíjate que esto te lo digo después de estar cuarenta años
viajando por los cinco continentes, después de haber estado en más de
1.3000 ciudades del mundo, después de haber estado dictando más de
11.000 mil conferencias y seminarios y haber escuchado a miles y miles de
personas, no creo realmente que estemos en una supuesta Nueva Era y no
importa lo que digan los astrólogos, yo tengo amigos astrólogos que se van
a enojar conmigo, quizás por escucharme hablar así, pero tenemos que
empezar por no mentir más a la gente.

Estamos en una situación bastante fuerte, crisis por todos lados y hay
grandes posibilidades de despertar, ojalá masivamente, pero todavía hay
mucha gente durmiendo, cada vez más nuevas generaciones están
enganchadas al internet, a las redes sociales, al móvil, en fin. Creo que
todavía somos una minoría y por eso me interesa participar en estos
eventos, quizás seamos la voz disonante, la voz disidente, la palabra
critica, quizás después de cada conferencia me gane algún nuevo enemigo,
pero vamos a ser honestos, para empezar con nuestra consciencia y con lo
que la gente, por respeto, merece y es que se le digan las cosas tal y como
son.
Hay alternativas de solución, nosotros mismos estamos treinta años
impulsando una escuela por donde han pasado miles de aprendices,
donde lo económico no es un requisito para venir con nosotros, hemos
publicado montones de libros y le estamos diciendo a la gente: “este
modelo de civilización tiene que ser transformado, la mujer tiene que jugar
un rol fundamental, el que le ofrece la actual circunstancia planetaria para
fundar una civilización más humana, para repoblar el planeta Tierra de
seres humanos”. Creo que esa es nuestra breve caracterización del mundo
actual, soy optimista pero con los pies en la Tierra.

-Belén: Claro, sin duda existe todavía mucha oscuridad y mucha crisis en
todos los sentidos, pero, bueno, la parte positiva es lo que mencionabas tú,
cada vez hay más gente que va despertando, cada vez se escucha más
sobre distintos temas que antes era impensable, incluso el chamanismo, la
meditación, todos estos temas están cada vez más a la orden del día, que
se necesita mucha gente todavía más despertando, obviamente, por eso
estamos aquí y esa es la intención de este congreso como bien decías tú.

Y para ir cerrando, qué palabras te gustaría ya compartir con la audiencia


sobre esta temática de tu poder interior, de que todo es posible, que
realmente podemos encontrar la felicidad y podemos cambiar el rumbo de
nuestras vidas si nos lo proponemos, siempre con un compromiso. Te dejo
con la audiencia los últimos minutos.

-Chamalú: Gracias una vez más por esta oportunidad y por a través tuyo
llegar a mucha gente. Me gustaría decir tres cosas para despedirme: la
primera de ellas, definitivamente tenemos que preservar el optimismo y el
entusiasmo, hay razones para hacerlo. Aprender a vivir y al interior de ello
aprender a ser feliz, a amar, a ser libre, a estar en paz, a no enfermarse, a
renunciar, a fluir, todo eso es posible, solo que no se da en un fin de
semana, ni en un seminario rápido, pero sí como un estilo de vida en el
cual, bajo enseñanzas creíbles y profundas, uno puede reinventar su vida,
eso es totalmente posible. Nuestra filosofía está basada en las sabidurías
ancestrales aún vigentes, creo que mejor control de calidad que el tiempo
no existe, por un lado; pero seguramente hay muchas otras formas
auténticas de lograrlo, todo lo que sea auténtico bienvenido, todo lo que
sea coherente bienvenido, todo lo que sea reflejado en la forma de vivir
adelante.

En segundo lugar, decirles a las personas: no corramos, no busquemos


soluciones rápidas, no se puede lograr despertar en cuatro pasos, ni la
iluminación en diez pasos, no hay recetas, cada persona es única, todos
somos una historia, además una historia multi-encarnacional, ni siquiera
estamos aquí por primera vez, la vida en el plano humano es altamente
compleja, pero hay capacidades, todos tenemos potencialidades, semillas
que hay que germinarlas, nada más busquemos mentores, maestros,
escuelas serias, creíbles. Hay un diez por ciento o quince por ciento de
cosas auténticas de lo que se ve.

Tengamos la capacidad de discernir y darnos cuenta a quién creer y a


quién no creer, también hay mucha gente que está resolviendo su
desastroso panorama financiero barnizándose de espiritualidad; entonces
formémonos, transformémonos, esa gente es la que va, en especial las
mujeres, a gestar el mundo nuevo que es la mejor alternativa de
supervivencia y finalmente decirles: no perdamos de vista que como
referentes validas están las culturas originarias, están las cosmovisiones
indígenas.Sabemos que Oriente a llegado a Occidente, hacia mitad del
siglo XX, en los sesenta, allí están los suamis, los gurús, pero si ahora
visitamos Oriente nos vamos a dar cuenta que fue arrasado por Occidente,
por su consumismo y su frivolidad, sin embargo, podemos aún refugiarnos
en las sabidurías ancestrales.
Es lo que estamos haciendo nosotros, por eso siempre le damos crédito a
las Abuelas y Abuelos que nos compartieron sus secretos y lo estamos de
alguna manera poniendo fácil, tenemos propuestas en forma de cursos,
tenemos mensajitos en las redes sociales y le decimos a la gente
compartan, difundan, esto no es más que patrimonio de la humanidad.
Hay que difundir todo esto, hay que generar conciencia a todo nivel, les
invitamos a difundir todas estas enseñanzas a ponerlas en práctica.
Cambiar es posible y estamos a tiempo.

Gracias Belén por esta oportunidad, a quienes nos han acompañado, a


quienes participan de este gran evento, felicidades, hay que buscar, este es
un tiempo para tomar en nuestras manos nuestra educación, así en forma
bien autodidacta y más allá de la academia, del título, de las escuelas, que
algo tan importante como lo es nuestra vida y su evolución vuelva a estar
en nuestras manos. Un abrazo y que todos sean felices, gracias.

-Belén: Muchísimas gracias, Chamalú, por tu tiempo, por tu sabiduría, por


tantos años ayudando a la gente a convertirse a esta nueva filosofía de
vida que nos ayuda a ser más felices, muchísimas gracias.

PROSPERIDAD INTEGRAL

ENTREVISTA CON YOSELYN QUINTERO, EN EL MARCO DE LA


CUMBRE VIRTUAL: RIQUEZA CONSCIENTE

-Joselyn: Hola, mi nombre es Joselyn Quintero y te doy la más cordial


bienvenida a esta Cumbre virtual de Riqueza consciente, donde
aprenderás a armonizar tu vida material, soltar la preocupación económica
y abrazar tu plenitud personal, tengas poco o tengas mucho. En esta
oportunidad es un honor, un placer y además una gran alegría traer a uno
de los Maestros más importantes y conectados que puede haber en
nuestro hermosísimo continente Americano, su nombre es Chamalú y se
los presento: Chamalú es un hombre de sabiduría que une lo ancestral
con lo contemporáneo, lo sagrado con lo mundano, lo interno con lo
externo, es un místico hedonista, un filósofo de la vida, un soñador
practico, un poeta vivencial, un líder visionario que sueña un mundo
nuevo y vive en coherencia con ese anhelo.

Desde su adolescencia fue un rebelde, un disidente y un soñador práctico,


fue pionero de la economía social en Bolivia, en la década de los ochenta,
fundador del movimiento ecologista Pachamama Universal, en Mayo del
año ochenta y dos; en Septiembre del año noventa fundó, con recursos
propios, la comunidad Janajpacha, un Ashram Chamánico, una escuela
para aprender a vivir, un espacio de ecología vivencial por donde han
pasado miles de aprendices descubriendo que la vida es otra cosa.

Además, Chamalú fue director de la revista Ecotopia y Director del Centro


de Sanación Andino, Co-fundador de la Escuela de felicidad, que es una
escuela virtual, guía de la membresía Caminando con Chamalú y
conferencista internacional; ha dictado más de 11.000 conferencias
alrededor de 1000 ciudades de los cinco continentes. Es autor de unos 70
libros, guía e inspirador de centenares de miles de personas en el mundo
entero y con ustedes ese gran Maestro, Chamalú, bienvenido.

-Chamalú: Gracias Joselyn, un fraternal saludo desde Bolivia. Y mientras


me presentabas, estaba mi mente haciendo un sobrevuelo a toda nuestra
historia, precisamente este año 2019 completamos cuarenta años de esta
labor ininterrumpida, este ir reforestando corazones, este desgranar la
mazorca del conocimiento, estamos, se podría decir, cerrando una etapa
de cuatro décadas, en la que hemos dado miles de conferencias y
seminarios en más de 1.300 ciudades de los cinco continentes.

Este tema me parece muy oportuno porque precisamente es uno de los


ejes de nuestra propuesta sobre el vivir bien, que justamente es la fusión
desde la cosmovisión andina y chamánica. La cosmovisión de lo que
nosotros llamamos prosperidad integral con calidad de vida, con
crecimiento espiritual, es decir, crecimiento interno-externo, me parece
muy oportuno para reflexionar en público con la gente que participa en
este congreso, un abrazo por esta iniciativa y adelante.

-Joselyn: Sí, de hecho, para nosotros es un honor tener esta entrevista,


esta conversación tan sublime luego de cuarenta años de actividad, donde
seguramente has hecho muchísimas transiciones; ya vimos todo lo que
has aportado al mundo y dentro de todo lo que yo he escuchado y
aprendido de ti, hay algo muy interesante que tú comentas y es que "las
personas que no cambian no son de fiar"; porque muchas veces estamos
en este tema de querer adaptar lo externo a nosotros y, además, toda la
vida la humanidad ha estado en esta necesidad de mantener las cosas
estáticas y esto nos ha llevado por ese punto de llamar a las transiciones o
a los cambios, crisis. ¿Desde el punto de vista de Chamalú, por qué las
personas que no cambian, no necesariamente son confiables?

-Chamalú: Bueno, también me parece sospechoso quien no es feliz. Me


quedo pensativo mirando la calle del presente y veo tanta gente que no
está comprendiendo la vida, que está de espaldas a la vida. Una vida que
habría que comprenderla como movimiento, que posee un dinamismo, un
equilibrio dinámico en el que estamos convocados a eso que tú
mencionabas en la conversación previa, el arte de fluir; que para nosotros
es vivir descomplicadamente, tomando la vida como viene, creciendo con
todo lo que pasa, disfrutando de todo lo que te ocurre, llegando al punto de
hacer las cosas por el placer de hacerlas. Si la vida es movimiento, negarse
a cambiar, a transformase es una imprudencia, lo cual nos hace
totalmente desconfiables y además nos priva del placer de participar de
esto que es una danza cósmica.

- Joselyn: ¡Hermoso!, y una pregunta Chamalú, tú que has hecho tantas


cosas, que has creado, te has movido, has conectado con diferentes
culturas y has aportado de tu esencia a donde quiera que vas, según tu
propia experiencia, ¿cuándo consideras que es el momento de hacer esas
transiciones? Es decir, ¿cuándo es el momento de soltar? ¿Cuáles son esas
señales que desde tu experiencia has visto que te dicen, Chamalú, este es
el momento de cambiar?

- Chamalú: Creo que depende de cómo caracterizamos la vida. Nosotros en


nuestra escuela para aprender a vivir en Bolivia, en nuestro Ashram
Chamánico, le proponemos a la gente todo distinto; por ejemplo, vivir en
casas redondas, una de ellas no tiene puerta hay que entrar por la
ventana, otra es una escultura habitable, ¿qué le estamos diciendo con
esto? Cambia, todo puede ser de otra manera y ¿cuál es el mejor momento
de cambiar? Siempre.

A veces hay personas que necesitan acumular insatisfacción, otras veces,


hay gente que necesita una crisis, una enfermedad, un cáncer, cuántas
veces nos ha buscado gente porque también tenemos centro de terapias en
nuestra comunidad, nos ha buscado con un cáncer, desesperada por
transformar su vida y, a menudo, la vitalidad que tiene límites como todo,
nos muestra que ya es demasiado tarde.

No necesitamos un motivo para cambiar, excepto el fervor de vida, el


apuntarnos a la vida conscientemente, apagar el piloto automático,
apuntarse a la disidencia, atreverse a la rebeldía. Nosotros somos los
apologistas de la rebeldía, tenemos escrito en nuestra Escuela un
aforismo: "Me rebelo, luego existo"; la importancia de rebelarse y, junto
con ello, el cultivar un pensamiento crítico, el estar alertas y serenos como
felinos, dispuestas a atrapar cada oportunidad.

Una vida vivida conscientemente es una invitación a una transformación


permanente, obviamente hay cambios cuantitativos, graduales,
imperceptibles y cambios cualitativos que ya nos hablan de un borrón y
cuenta nueva. Creo que esta dinámica de lo cuantitativo y cualitativo, cada
uno lo va sintiendo en la medida en que esté viviendo conscientemente,
instalado en el presente, acrecentando su conocimiento y sabiendo que el
entorno y su efecto paralizante, somnífero, no va a influirnos en esta ruta
de aprendizaje llamada vida.

- Joselyn: Perfecto. Una de las cosas, mientras te escucho, que me vienen


a la mente es el tema del miedo. El miedo a cambiar, el tema de la
incertidumbre, esta necesidad humana de querer ver todo el camino antes
de decir: ¡Oye, sí, me voy a ir por aquí! Y no dar oportunidad a que se
presenten esos regalos, que muchas veces queremos hacer algo y es como
si quisiéramos tener todo el plan, por ejemplo: yo que vengo del mundo
corporativo, en el que no se toma una decisión hasta que no haya todo un
plan numérico y específico, hasta que no hayan unos números muy
exactos como que no se da el primer paso. Esa es una filosofía desde lo
mental, es lo primero que me viene a la mente y muchas veces nosotros
nos aferramos a eso, sobretodo porque la gente afuera nos lo dice.

Uno de los miedos más comunes que tienen las personas, es: “no sé lo que
va a pasar”, es que yo quiero de repente iniciar este proyecto pero no sé lo
que va a pasar, yo quiero comenzar esta relación pero no sé lo que va a
pasar. En ese caso, estimadísimo Maestro Chamalú, ¿cuál es esa guía,
cuando nosotros nos paramos y decimos: “oye yo quiero, sí, estoy viendo
que ya esto está muriendo y está empezando a nacer algo nuevo, pero no
sé lo que va a pasar”?

-Chamalú: Esta es una pregunta que puede hacer una emboscada a


nuestra tranquilidad en algún momento y terminar incluso desplegando su
aguijón de efectos paralizantes. Algunos miedos están asociados al instinto
de supervivencia, la mayoría son inducidos, fabricados artificialmente y
tienen un contexto de manipulación; resultan altamente eficientes y
efectivos para que la gente termine arropándose a un conformismo que en
definitiva le convierte en una más del rebaño. Es más gobernable la gente
miedosa, el miedo siempre se ha usado como estrategia de manipulación,
esta pregunta de “no sé lo que me va a pasar”, es cierto, se podría decir
que es una pregunta que está científicamente comprobada, no sabemos lo
que nos va a pasar. No sabemos lo que nos espera al salir de casa, hay
gente que fallece de un infarto en su cama, mucha gente está sorprendida
que anoche falleció la persona que estaba cenando contigo y puede pasar,
en cualquier momento.

Hay tantas maneras de que la vida y su fugacidad se implementen, no


sabemos lo que nos va a pasar, es decir, tenemos que aprender a vivir con
la incertidumbre, tenemos que aprender a hacer dialogar nuestra
serenidad, nuestra paz interior con la inseguridad que es lo único seguro.
Cuando aceptamos esto, cuando admitimos que en verdad no sabemos lo
que nos va a pasar, está operando un mecanismo muy interesante en
nosotros, nos vamos dando cuenta que somos la única especie libre, las
demás especies no tienen esta preocupación, no son libres, no tienen que
elegir, tienen el GPS genético que les dicen lo que tienen que ser.

Las abejas van a construir siempre su colmena igual y van hacer lo mismo
del resto de su especie, hoy como hace miles de años y lo mismo cualquier
otro animal. El humano que se independizó del mundo animal a partir de
esa capacidad consciente de darse cuenta de su existencia, de repensar su
paso por la tierra, de comprender su finitud, de preguntarse, en fin, debe
darse cuenta que “el precio de su libertad es su incompletud”.

Precisamente porque somos incompletos podemos ser libres, la libertad es


la invitación a continuar esa evolución consciencial, en ese escenario la
inseguridad está presente todo el tiempo. En este momento nos está
mirando desde alguna parte la inseguridad, al terminar este diálogo, no
sabemos lo que nos espera. Podemos planificar nuestra vida, podemos
ponernos objetivos, podemos, en fin, tener buenas intenciones, ser
excelentes personas, ser espirituales, consolarnos con la idea de que
estamos en manos de alguna divinidad, pero nada de eso nos sirve, en la
calle no sabemos lo que nos va a pasar.

Cuando nos subimos al avión no sabemos, de pronto hoy se habla de la


desaparición de un jugador que iba a su nuevo equipo en una avioneta,
nadie sabe lo que va a pasar mañana o un instante después. Aceptemos
esto y, al aceptarlo, preparémonos para eso que nosotros solemos decir a
nuestros alumnos que acuden a Bolivia a formarse con nosotros, les
decimos: “aquí nos preparamos todo-terreno”. Hay un cartelito en nuestra
escuela para aprender a vivir que dice: "Aquí cultivamos seres humanos".
Porque necesitamos cultivarnos en lo que nosotros llamamos las
competencias existenciales y una de ellas es aprender a convivir con la
incertidumbre garantizada de este tiempo, desde la paz interior;
obviamente hay que tener objetivos, hay que tener norte, se tiene que vivir
con objetivos y se tiene que seguir soñado, pero aceptemos que hasta
nuestro mejor plan puede fracasar, habrá que tener un plan B, un plan C,
un plan abecedario como decimos, habrá que ir aprendiendo a fluir por la
vida.

Para nosotros, “la sabiduría es el arte de no complicarse la vida” y esta se


cultiva en la escuela de una vida a la cual tú te apuntas como un
aprendiz, con la mente abierta y dispuesto a todo. Por ejemplo, tenemos
que ser expertos en renunciar porque en cualquier momento nos va a
tocar hacerlo, tenemos que ser observadores rigurosos, incluso de nosotros
mismos, observar al observador cómo observa, no vaya ser que este
tiñéndose su modalidad interpretativa y esté sobredimensionado o
subestimando algunas cosas que van pasando en su entorno.

Nosotros cuando hablamos de un aprendiz, estamos hablando de una


persona de cualquier edad, hombre o mujer, que esté preparada solamente
para todo.

-Joselyn: ¡Guau! Eso me pone a pensar en este tema de abrazar la


incertidumbre, de elegir que tenemos la incertidumbre garantizada, de eso
me he quedado con esa frase que es tan poderosa "la incertidumbre está
garantizada" y eso implica que las cosas pueden salir como las
planificamos o que pueden no salir como las planificamos, pero
seguramente tras esto hay un propósito mayor.

En tu caso particular, Chamalú, ¿han habido proyectos o han habido


iniciáticas o sueños en los que hayas puesto energía y no hayan salido
como tú pensabas, que hayan habido perdidas, por ejemplo? ¿Cuáles han
sido tus lecciones a partir de eso? ¿Cuándo tú decides, bueno voy hacer
este cambio, voy a iniciar esto, voy a cambiar esta actividad, temática, o
voy a vivir con todas las cosas que ya has iniciado y no se dan? ¿Cuál es
el mensaje, que viene detrás de aquello? ¿Por mucho que yo le meto
esfuerzo, energía y pierdo?

-Chamalú: El aprendizaje más importante es “aprender a fracasar con


éxito”, quien aprende esto ya puede caminar tranquilo por la vida. Yo
aprendí a no dejar de soñar y comprendí que esto es muy importante, que
no tenemos que confundir sueño con objetivos. Un objetivo o una meta es
un sueño con tren de aterrizaje, los sueños son en realidad una materia
precursora de los objetivos, a partir de los cuales podemos ir
fabricándonos objetivos, metas, en fin. Pero los sueños son en realidad
siempre utópicos, irrealizables, locos, libres por naturaleza. No tenemos
que caer en el error de pensar que los sueños tienen que cumplirse.

Los sueños en realidad nos van saborizando el itinerario, nos van


perfumando el peregrinaje, los sueños son para hacernos avanzar
solamente, son un pretexto para que no nos detengamos, para que nos
levantemos por la mañana impulsados como por un resorte, dispuestos a
degustar apasionadamente, con el desapego reglamentario de cada día. El
resto, es ir aprendiendo a rediseñarnos constantemente, hacernos fuertes
con las adversidades.

Yo les enseño a mis aprendices a que cuando está todo muy tranquilo,
sereno y muy pacifico, que convoquen tener problemas, adversidades,
porque con ellos es que nos hacemos fuertes, flexibles, creativos,
desarrollamos la paciencia, el amor, el humor, en fin, dinamizamos
nuestro crecimiento.

Fíjate yo vivo en un país como Bolivia, aunque vivo viajando en realidad.


Nací en Bolivia, que es en gran parte zona andina, llena de curvas y
precipicios, ahí no hay margen de error, te desvías un instante del alerta
sereno y terminas constatando que la ley de gravedad funciona y te caes al
abismo. Sin embargo, he podido ver que en los caminos rectos, como una
autopista o por ejemplo el desierto de Atacama, en el norte chileno que es
una recta impresionante, hay más accidentes que en nuestras carreteras
llenas de abismos y curvas. Imagínate una carretera derecha de 500
kilómetros, la gente se queda dormida. Cuando no hay grandes retos la
gente se duerme. Tenemos que aprender a danzar con todos los
problemas, tenemos que aprender a hacernos fuertes con las adversidades.
¿Eso qué significa? Que en realidad es imposible fracasar, “si continuas
con ganas de soñar, no puedes fracasar,” es más, es mucho más difícil
fracasar que tener éxito y eso la gente no lo comprende.

Ahora bien, no todos los planes que uno tiene se hacen realidad; en mi
época juvenil soñé hacer una comunidad en la selva boliviana sobre los
árboles, con caminos de puentes colgantes, durmiendo junto a los árboles,
ahí arriba. No se pudo hacer realidad, el progreso corta tan rápidamente,
tan vorazmente la selva que prácticamente nos quedamos sin árboles, a
pesar que ya eran supuestamente nuestros.

Intentamos hacer una comunidad encima del agua en el lago Titicaca,


ahora tenemos allá un espacio para meditar, así en plan retiro, pero no
pudimos hacer realidad una comunidad sobre el agua como lo habíamos
soñado, una especie de constelación de construcciones semi-acuáticas,
una locura, así como naves espaciales; técnicamente era posible, pero en
ese momento financieramente no era viable y, sin embargo, hicimos
nuestra comunidad, la que mencionamos hace un momento que es un
mándala arquitectónico compuesto por ocho casas circulares, un espacio
consagrado desde diversas ceremonias; es decir, hay sueños que se hacen
realidad y otros que no, pero los que no se hacen realidad no son pérdida,
son ganancia de otra manera, pues nunca se pierde cuando se aprende.

-Joselyn: Y así es, vamos aprendiendo. Ahorita que tocabas un tema de tu


comunidad, de Janajpacha, una de las cosas que se me vino justamente a
la mente es: bueno, pero probablemente todas aquellas cosas que
sucedieron antes, fue como una preparación para que luego tu Ashram
pueda tener lo que es hoy, el éxito de hoy seguramente está sembrado con
eso que llamamos fracasos o esas cosas que no se dieron y en este caso es
interesante porque también comentas, hay cosas que no se dieron porque
no era financieramente viables, pero dentro de todo esto, cuando creaste
Janajpacha lo hiciste con recursos propios, es decir, allí ya hubo una
concreción o un éxito algo que sí se dio, que sí nació y que vino justamente
de recursos propios.

Cuéntanos un poquito cómo fue ese proceso, para aquellos que en algún
momento quieren crear no sé, a lo mejor, es que yo quisiera tener un
centro de yoga o yo quisiera tener algo, pero es que claro es Chamalú, o
sea él puede, yo no puedo. En ese proceso de creación de Janajpacha,
¿cuál fue el proceso y en el tema especialmente financiero, este soltar los
recursos que tenías y empezar a ponerlos, a invertirlos en ese sueño?

-Chamalú: ¿Quién es Chamalú? Simplemente un disfrutador de la vida,


una persona que hace lo que ama, que no pierde tiempo porque sabemos
que el tiempo, el tiempo no es dinero como dicen por ahí al norte, “el
tiempo es vida y la vida es mucho más que dinero". Algo que les contamos
a los adolescentes, en las conferencias que les damos, es que tienen que
crecer sabiendo lo que el dinero puede y no puede comprar, y no puede
comprar lo más importante. Hay que darle al dinero el lugar que le
corresponde, pero ¿qué es el dinero?, una medida de pago que facilita el
intercambio, que remplazó al trueque, que lo inventaron los griegos en
Turquía, en fin.

Actualmente hay mucha gente que se obsesiona con el dinero y lo hace


porque lo asocia con el placer, algunos con el poder, incluso el poder con el
placer, en definitiva nosotros somos energívoros, somos seres que
necesitamos tener energía para funcionar, como si fuera nuestro
combustible y este proceso nos lleva a una especie de búsqueda incesante
del placer por todas las vías y, en esta época, en esta civilización
consumista, individualista, materialista, se ha asociado infelizmente el
placer con el dinero. Este es un dato importante para tener en cuenta, no
nos olvidemos que la gente que más se suicida es gente económicamente
bien, no se suicida gente pobre, por lo menos la pobreza permite soñar que
cuando se tenga dinero se será feliz. La gente que tiene dinero ya sabe que
el dinero no garantiza la felicidad.

Creo que hay que empezar teniendo el panorama claro. La gente viene a
nuestro Ashram en Bolivia y dicen: “pero aquí han gastado muchísimo
dinero”, sí muchísimo varios millones de dólares ¿Y alguien les
financio? Nosotros comenzamos diciendo: “no vamos a aceptar donativos”,
porque esto era la misión de mi vida, aquí hay un dato muy importante. Si
uno toma un camino muy fácil llega más rápido pero al lugar equivocado;
en realidad, una meta, la cima de una montaña es atractiva, pero en la
cima no hay nada. Lo interesante es el camino y esto lo aprendí en mi
adolescencia, cuando por fin llegué a la cima de una montaña piramidal en
Cochabamaba, donde vivo, ¡qué frustración que sentí!, tenía catorce años.
Yo había crecido toda mi vida mirando esa cima, esa montaña y,
finalmente, logré llegar a esa edad y allá no había nada, ni siquiera la
pirámide que veía desde abajo, porque estaba encima de ella, obviamente
en mi adolescencia no comprendía ese detalle.

En realidad, todo es posible si encontramos la manera de hacerlo, muchas


cosas no son posibles de una manera, pero lo son de otra, o de otra; por
otro lado, hay cosas que son posibles pero no inmediatamente, en esta
época vivimos corriendo y hay un culto a lo instantáneo o la rapidez. La
sabiduría, para empezar, proviene de la caminata alerta y serena. Quien
corre no aprende, ni disfruta.

Tenemos que tener claro que la misión garantiza la evolución de la


consciencia y el motivo de estar en la Tierra, lo que da sentido a la vida;
mientras que la profesión es más bien una respuesta desde el cómo, desde
el mundo externo que tendría que estar conectándose y esto no lo vas a
encontrar fácilmente en otra explicaciones. Se encuentran en nuestro
mundo interior, a partir de ese proceso de autoconocimiento que nos
permite saber quién somos, con qué equipamiento hemos venido a
implementar nuestra evolución, eso que se llaman capacidades,
inteligencias, talentos y que nos permiten, a partir de tejerlos
creativamente con lo que amamos hacer, nos permiten inventar o
rediseñar un estilo de vida que esté conectado con nuestra misión y que al
mismo tiempo nos posibilite tejer nuestras habilidades, tejer eso que
llamamos profesión, si nos hemos especializado en algo, con nuestra
misión.

La clave es que tengamos claro que misión y profesión son opuestos, pero
que se pueden volver complementarios en el estilo de vida. La clave es tejer
puentes entre lo interno y lo externo, la clave es hacer lo que amamos
porque entonces nos conectamos a eso que yo llamo el wi-fi cósmico, a
partir del cual dejamos de gastar nuestra energía y nos volvemos
incansables, la gente es incansable cuando hace lo que ama porque ya no
está gastando su energía.

-Joselyn: Sí, ahí hay un punto bien interesante y es justamente eso, la


gente suele decir: “bueno yo quiero hacer algo diferente porque esto que
estoy haciendo no me produce dinero o no me satisface”, o muchas veces
es del estoy cansando de hacer esto. ¿Es ese un indicativo de decir oye,
este es el momento de empezar hacer algo diferente o probablemente ese
es un muy mal camino por el cual nosotros podamos finalmente encontrar
lo que estamos buscando?

-Chamalú: Trabajar en lo que uno no ama es fabricarse un cáncer, así


crudo y sin censura. La gente se enferma cuando no hace lo que ama
porque el amor es la manera, es la vibración y es el idioma que habla el
Universo. Si no estamos disfrutando nuestro trabajo no vamos a estar
aprendiendo, ni creciendo y vamos a terminar enfermándonos, ese es el
camino no recomendable, tenemos que redireccionar y rediseñar nuestra
vida, reinventarnos, obviamente hace falta prepararnos, hace falta una
transición.

La prosperidad integral tiene un enfoque distinto a lo que se dice por ahí,


porque no es cuestión de pensamiento positivo, no es cuestión de la ley de
atracción. Nosotros que hemos bebido de las sabidurías ancestrales,
vemos la vida de otra manera, creo que lo que tenemos que hacer más bien
es no dejarnos atrapar por las consignas de esta civilización; para
empezar, hay que redefinir muchos términos, redefinir lo que es pobreza.
Yo he estado en la montaña en casas indígenas donde dentro literalmente
no tenían absolutamente nada y no se sentían pobres. Hay que dejar de
asociar felicidad con tener, hay que dejar de sentir envidia o rabia por el
que tiene más cosas materiales. Esos son parámetros erróneos de lo que es
la felicidad, de lo que es la prosperidad, nosotros hablamos del Suma
qamaña, que es la felicidad en versión andina. La felicidad cada uno la
tiene que definir, no permitas que desde un entorno te vayan diciendo tus
parámetros de felicidad y de vida.

Nosotros hablamos del concepto de soberanía existencial y aplicando un


poco ese concepto en el ámbito geopolítico, diríamos, parasafreando
terminología jurídico-política, que somos inviolables ideológicamente, es
decir, nadie tiene que decirme lo que yo tengo que ser y hacer para estar
bien. Porque el bienestar no tiene que ver con cosas que yo tengo o con
máscaras que uso para participar de la gimnasia del disimulo y de una
fiesta donde está prohibido disfrazarse de uno mismo porque ahí ser
educado, es ser mentiroso, hipócrita; más bien es ir comenzando a
germinar nuestra autenticidad a partir de lo que realmente nosotros
hemos recibido como herramientas para evolucionar, que son nuestras
capacidades y conectarlas con aquello que amamos hacer, es importante
que la persona esté haciendo lo que ama, que se vuelva un artista
multidimensional porque no habitamos solo este plano visible.
Es importante que todo esté orientado hacia nuestra misión, entonces no
hay miedo al fracaso, no hay miedo al que dirán, no tenemos por qué
participar de una carrera consumista en la cual nos inducen a vivir
comprando, más bien lograr una sobriedad prospera, este en un término
que nos urge que la gente vaya comprendiendo, eso significa: no tener en
casa nada que no sea imprescindible. No comprar nada que no sea
realmente necesario; descartar ofertas, si algo está en oferta, a mí ya me
parece sospechoso, ya me están tratando de vender lo que no necesito. Ir
al centro comercial, ir al supermercado, ir a los shoppings, en fin esos
lugares que ahora son los templos contemporáneos y descubrir qué no
comprar, también es un placer.

-Joselyn: ¡Qué bien eso! “No comprar también es un placer”. De hecho yo


he escuchado por allí, en alguna parte lo escuché, que anteriormente en
las comunidades o las tribus, cuando alguien tenía algún vacío emocional,
se sentía deprimido, se sentía angustiado, generalmente acudía al
chamán, es decir, acudía a un guía espiritual que le ayudara a organizar
ese sentimiento. Actualmente a nosotros, en esta cultura, nos han
enseñado o nosotros nos hemos permitido este proceso de me siento
estresado, me voy a ir al centro comercial, me siento deprimido, me
compro un par de zapatos numero treinta, me siento con la autoestima
baja y entonces me visto como ciertas personas.

En este sentido el volver a rescatar la sabiduría ancestral es fundamental y


dentro de todo esto, mientras hablabas el tema de tener y todo esto, se me
vino a la mente algo que yo lo vi de niña, son las fiestas de la abundancia
que hacen en Bolivia; donde está el Ekeko, que es este muñequito que,
como que lo cargan de cosas y en esta fiesta entonces es como que la gente
va y empieza a recoger cosas para cargar a ese muñeco, a ese Ekeko,
además que es una tergiversación, la misma gente ha hecho de algo
ancestral, lo han ido comercializando. Entonces este Ekeko y lo recuerdo
muy bien porque mi mamá tenia uno, este Ekeko terminaba cargado de
casas, de dinero, de zapatos, de cosas y para mí era una representación
material muy clara de cuán complicado, ¿no?, cuando nosotros asumimos
la prosperidad o la abundancia, en función del tener y el cargarnos.

-Chamalú: El consumismo es lo que más consume, hay que tener cuidado,


el consumismo es una termita que consume a sus más devotos
consumidores. La globalización ha hecho que este fervor de consumo se
lleve a todas partes, lo he visto en los cinco continentes, hay que estar
muy atentos. Aprender a vivir incluye, por ejemplo, identificar tus
necesidades reales, para mi hay una enseñanza que se resume en una
frase: “Para ampliar nuestra libertad, reducir las necesidades es el
camino”, cuanto menos necesites, eres más libre.

Yo comencé diciendo, recuerda Joselyn, que después de cuatro décadas de


viajes y conferencias, recuerdo cuántos lugares, recuerdo brujas, las dos
veces que estuve por allá, recuerdo en fin, Tíbet, Alaska, Johannesburgo
en Sudáfrica, Nairobi, hay gente que iba caminando quince kilómetros
porque no tenía diez centavos de dólar para pagar el bus que pasaba todos
los días y me impresionaba verlos ahí, al lado del bus, caminando pero
miles de personas caminando durante dos horas al ritmo de ellos, quince
kilómetros en dos horas, solo de ida.

Este año pasado, hemos estado dando conferencias en la India donde


solemos reunirnos también en forma de cursos itinerantes, me impresiona
la pobreza que hay allá y aún peor la manera distinta de cómo la ven.
Gente que no tiene absolutamente nada, así literalmente, ni siquiera
garantizada la comida del día y está con una serenidad, con una paz
impresionante. Uno se queda pensado y dice, mientras allá, en otro lado,
se están matando, es increíble.
Tenemos que armarnos de un nuevo glosario, redefinir palabras clave
como riqueza, libertad, amor, felicidad, en fin, todo lo que es importante
para nosotros. Redefinirlas, eso hace el suma qamaña, el vivir bien, eso
tienes que elaborarlo a tu medida, tú y nadie más que tú y tu conciencia
tiene que decirte qué es vivir bien.

Yo suelo decirles a algunos familiares que nunca han viajado, que yo


sentiría claustrofobia si no pudiera viajar; para mí la libertad es muy
importante y el poder redefinir las cosas. Yo escribo de manera poética y
me suelen decir siempre que por ahí hay poesía y en realidad hago poesía
porque no soporto ni siquiera las reglas gramaticales, que me digan cómo
debo escribir correctamente, cuando lo que yo estoy haciendo es
transcribir lo que dice mi alma, ahí pongo las cosas diferentes, las
acomodo como siento y eso se llama prosa poética según me han dicho.
Entonces, me parece fundamental que preservemos nuestra libertad, es lo
más importante. Si tú eres libre, ya tu prosperidad va bien encaminada.
No necesitas que te comprenda todo el mundo ni que hablen bien de ti
todos, ¿qué pasa si la vecina está hablando mal de ti? Nada, dale un
regalo, visítale, para que vaya editado nuevos rumores y date cuenta que
no necesitas que hablen bien de ti todos, así como no necesitas muchas
cosas que son inservibles.

Yo les suelo decir a mis aprendices pongan en casa un precio, no en dinero


si no en vida, a lo que les ha costado comprar lo que tienen en casa y así
con cada cosa que poseen, es terrorífico darse cuenta que eso se pagó por
ejemplo con tres meses de vida, con cuarenta y cinco días de vida y darse
cuenta que ni siquiera era necesario. Recuerda que el tiempo no vuelve,
que el tiempo es vida.

En mis viajes, he estado hasta en tres continentes en un día imagínate,


haciendo una actividad en Europa, luego al mediodía al norte de África y
en la noche una conferencia en Asia. Un ritmo de vida bastante intenso, a
veces estaba desayunando mirando el pacifico, estoy pensando en una
playa de California, por ejemplo, y luego en la noche estaba contemplando
el Atlántico, desde la ventana de un hotel en Cancún, el mismo día. Esto
está concluyendo para nosotros, han sido cuarenta años de mucho
aprendizaje, de mucho servicio y estamos convocando a las mujeres que
quieran recibir este legado, esta herencia de conocimiento, estamos
abriendo la posibilidad de que alguna gente que quiera pueda formarse
con nosotros. Yo me estoy retirando y quiero compartirles todos estos
secretos en este diálogo, aunque siempre nos quedaremos con ganas de
decir muchas cosas más. Estoy sin ningún egoísmo compartiendo todo lo
que la escuela de la vida nos ha enseñado, en cuarenta años.

Me parece necesario hablar contigo tantas cosas importantes…, como el


dinero que a tanta gente le ha inducido a hipotecar su futuro, a darle
espalda a la misión que tienen, a traicionarse a sí mismos, pues creo que
hace falta aprender a vivir, lamentablemente yo estoy un poco pensativo,
casi triste, porque veo que hay muchas cosas que se están enseñando por
ahí que no funcionan, que no sirven, que son cosas que ya incluso se van
descartando.

Yo recuerdo siempre la primera vez que me invitaron a España a un


congreso en la década de los 80 y escuchaba hablar con tanto fervor, casi
fanatismo, a tanta gente de cosas de las que ahora nadie habla.
Prácticamente eran modas, hay que estar muy atentos a las modas que
caducan rápidamente, las recetas que no funcionan, porque todos somos
únicos. Cada uno tiene que aprender a vivir, así como la dieta ideal es
personalizada y responde a lo que tú necesitas en el momento que estás,
también el sendero a la prosperidad, el camino a la realización personal,
son una mezcla muy creativa y original que cada uno tiene que aprender a
realizar.

A partir de una caracterización del mundo, del tiempo que nos ha tocado
vivir, de esta civilización y sus características y, por otro lado, lo que
nosotros hemos traído como misión en la vida, que es un deber más que
un derecho, el deber de conocerlo para desplegar nuestro crecimiento,
entonces, con todo esto nuestra vida tendrá sentido.

-Joselyn: ¡Guau! Eso me encanta. Justamente eso es parte de lo que


implica esta cumbre, de redefinir los conceptos de riqueza. En realidad,
¿qué es riqueza? Saber que la riqueza forma parte de una energía interna,
tiene que ver con nosotros y no con el allí afuera, tiene que ver con lo que
tenemos para dar al mundo y no con lo que tenemos que tomar del
mundo.

Y tal cual como tú hablas es crear un puente, además honrado de desde


dónde venimos y enfocándonos amorosamente hacia donde queremos
llegar, siempre entendiendo que no se trata del título que tienes, se trata
de la misión que tu vienes a expresar y que cuando tú lo haces hay un
nivel prácticamente de ese refuerzo, es decir, es como que la energía fluye,
la energía de vida fluye, de una manera muy cómoda, muy tranquila,
desde la paz y por eso para nosotros es tan importante tener a alguien,
como tú queridísimo Chamalú, porque bueno, son cuarenta años en este
camino donde seguramente cuando empezaste, muchos también
empezaron junto contigo, se perdieron, tu llegaste, tienes cuarenta años en
esto y pues has visto mucho más de lo que nosotros podamos ver en este
momento y además tienes un montón de cosas para ofrecer, es una
experiencia increíble. Así que bueno, estimadísimo Chamalú, último
mensaje, pues ya nos despedimos porque esto ha sido una larga
conversación.

-Chamalú: Bueno, muy agradable también para mí, me gusta la gente que
usa su inteligencia, me gusta la gente que convertida en artesano de la
palabra se atreve a esculpir el silencio, sin degradar ese nivel, tan
profundo que tiene. Me gusta la gente que reflexiona, que sabe
preguntarse, que no tiene miedo a preguntarse, que cada pregunta es una
flecha que marca cada dirección para ir llevando nuestra vida, me gusta la
gente que de vez en cuando me dice: “Chamalú, siguiendo tus enseñanzas
estoy en crisis”, entonces, excelente.

Dudar es control de calidad a lo que estamos haciendo, es bueno que nos


preguntemos si es así como queremos vivir, si es este compañero o
compañera que queremos, si estamos haciendo lo que realmente hemos
elegido o nos estamos adaptando, solamente adaptarse puede ser más que
mecanismo de supervivencia, es una traición a sí mismo.

Además, importante preguntarse, por ejemplo: ¿sobrevivir, será sinónimo


de vivir? ¿No será que el sobrevivir no incluye felicidad y que la gente
quiere ser feliz sobreviviendo, cuando en realidad el sobrevivir es
simplemente dejarse en manos del instinto de conservación y
supervivencia y que para ser feliz hay que pasar del sobrevivir al vivir?

Son preguntas importantes que dejo a la masiva audiencia, imagino, que


participa en este evento y antes de despedirme, un concepto más que no
hubo tiempo de mencionar, es el tema del trabajo. Nosotros somos
partidarios de que la gente no tiene que trabajar para vivir, es un tema
polémico que muchas veces nos han cuestionado, sin embargo, uno de mis
próximos libros se titulara: ¡No trabaje, viva! Ahí vamos a desmenuzar
cómo el trabajo en realidad es una estrategia manipulatoria para
remplazar a la misión, la profesión está usurpando el lugar de la misión,
nos hace olvidar y la gente se obsesiona con el trabajo, asociado con la
recompensa del dinero que a su vez está asociado con el placer y uno
termina olvidándose la razón de estar en la tierra y por eso, para que lo
insoportable sea soportable, terminan necesitando drogas. Es decir,
anestesias, porque el vacío genera un dolor del alma, la depresión es un
síntoma de que uno se fue por donde no era.
La gente le hace culto al trabajo y, en realidad, no se está dando cuenta
que por ahí no es, que lo que precisamos es descubrir que la vida es otra
cosa y que nuestro paso por la tierra debe cumplir el propósito inicial:
continuar la historia evolutiva de la que somos parte, como componentes
de un Universo que también está evolucionado.

Gracias por este inteligente diálogo y por esta iniciativa de sembrar


conciencia y despertar corazones, un abrazo desde Bolivia y hasta otra
oportunidad.

-Joselyn: Gracias. Entonces, es necesario empezar a redefinir ese concepto


de prosperidad y a movernos hacia un nivel de mayor congruencia,
fluyendo dentro de esta ecuación riqueza; así que muchísimas gracias, por
este espacio, muchísimas gracias a todos los que han hecho esto posible y
recuerda que dentro de ti hay mucho más, nos vemos en la próxima
conexión.

ENTREVISTA REALIZADA POR ALFONSO GUERRERO, EN EL MARCO


DE LA CUMBRE VIRTUAL: PROSPERIDAD INTEGRAL

-Alfonso: ¿Cómo están? Bienvenidos a esta Cumbre sobre abundancia y


prosperidad. Tengo el placer, el honor de estar con Chamalú, una persona
con una calidad de vida impresiónate, con enseñanzas ancestrales de
abuelos, ha viajado por todo el mundo, lleva un mensaje súper importante
justamente para despertar. Chamalú, bienvenido, ¿cómo estás?
Agradecería que como parte de tu presentación, les compartas a los
participantes algunas palabras claves que nos ayuden a conocer tu
filosofía.
-Chamalú: Alfonso, muchas gracias por tu invitación y al público en
general por su presencia. Palabras claves: preguntarse, atrever a
preguntarse. Yo suelo preguntar con frecuencia a los aprendices de
nuestra Escuela para aprender a vivir: ¿qué estás haciendo con tu vida?
Una pregunta que muchas veces genera un movimiento sísmico,
existencial en cada uno de ellos y que les permite a veces, incluso, ojalá,
entrar en una crisis. Esta es una buena señal, es un síntoma de que se
están moviendo, de que se están reacomodando; la otra es dudar, siempre
se habla de la fe, de la importancia de la fe, de tener fe. Nosotros
propagamos la importancia de la duda, del dudar como una especie de
ejercicio de control de calidad de lo que estamos siendo y haciendo.

-Alfonso: ¡Guau! La duda, ¡qué pregunta! En tu experiencia serían claves,


nos dijiste una, ¿qué otras preguntas para llevarnos a ahondar, para llevar
a la mente a cuestionarse? Porque yo me he dado cuenta que hay muchas
personas que no se cuestionan de la manera adecuada, simplemente están
cuestionado a la vida como: ¿por qué me pasa esto? Porque no sé, como
que se quejan y no llegan a una duda que les lleve a profundizar adentro.

-Chamalú: La queja es una declaración de impotencia existencial, que


desemboca en la resignación, en el nomeimportismo; es ir de camping al
purgatorio, de camino al infierno, esta no es nuestra vía. Las preguntas
que nosotros proponemos, con las que trabajamos, son herramientas a
manera de martillo que van despertando, que te van desactivando el piloto
automático. El piloto automático tiene como autódromo la rutina, donde
nada cambia, donde todo es como debería ser, como la mayoría ha
considerado que sea y ese autódromo hace que la gente termine
adaptándose al sinsentido. Aquí es donde tenemos que tener cuidado
porque adaptarse es una arma de doble filo, que muchas veces es indicio
de flexibilidad, pero en otros casos puede ser lo peor que podríamos hacer,
no podemos adaptarnos a la infelicidad.

-Alfonso: ¡Guau! "No podemos adaptarnos a la infelicidad". Hay veces que


algunas personas se adaptan, por ejemplo, a un arquetipo de víctimas,
consiguen, ahora que lo dices, de esta manera algo, por ejemplo: que les
pongan atención; entonces, claro, no están consiguiendo infelicidad sino
que a través del victimismo, están consiguiendo algo positivo y por eso se
mantenían así. ¿De qué formas o qué pasos podría seguir alguien para
darse cuenta que está en este autódromo? ¿Que está metido en, algunos le
dicen la Matrix, que está metido en el sueño? ¿De qué forma se pueden
dar cuenta?

-Chamalú: Hay muchas formas, en verdad, cada persona tendría que


inventar la suya, nosotros vamos por el mundo reforestando corazones,
vamos despertando a la gente, a veces resulta que vamos al borde de su
zona de confort y el borde tiene como vecindario un abismo y la gente tiene
miedo a lanzarse, pero solo cuando te lanzas descubres que te brotan alas,
que podías más de lo que te dijeron. Creo que es un acto de valor, creo que
es una apelación a la creatividad, creo que es un gesto de rebeldía lúcida
que necesitamos implementar. Nosotros somos apologistas de la rebeldía,
difusores de la rebeldía, hace tres décadas y media que vamos diciendo a
la gente: “¿Qué está haciendo? Rebélese”. No acepte lo inaceptable, creo
que un paso fundamental es rebelarse, después de acumular valor y estar
dispuestos a pagar el precio de esa autenticidad.

Un dato más, mencionaste el tema victima; la víctima es como esa persona


que va por la vida con un cartel que dice: “Manipúlenme”. Está buscando
un brusco verdugo, esa es la víctima, como una forma desde su carencia o
desde su malestar o desde su inoperancia existencial, de ir por lo menos
dando un poquito de sentido a su vida, porque en verdad cuando la vida
no tiene sentido hasta el infierno parece cómodo.

-Alfonso: Palabras profundas, me dejaste en silencio, porque sí, tal cual, es


así; uno se acostumbra a esa zona de confort inconfortable y muchas
veces nos mantenemos allí, porque no se alcanza a ver otro camino o
porque ese camino ya se volvió costumbre, tal cual. ¿Qué se puede hacer
para salir de un camino tan inconfortable? Mencionabas el valor. ¿Qué
otras cosas se pueden hacer para salir de ese camino?

-Chamalú: Bueno, hay que tener el valor de observarse, pero antes de


observarse yo les suelo decir siempre a mis aprendices: “hagan un pacto
de honestidad con ustedes mismos, porque si se van a observar para
justificarte o para echarle la culpa a otros, mejor sigue mirando televisión”.

Mira, yo hace poco suelo ir algunas veces con un grupo de aprendices a


países diversos como la India, pero allá no vamos a hacer Yoga, allá vamos
a romper paradigmas, vamos a hacer pedazos los miedos, a luxar rutinas;
es interesante ver un contexto totalmente distinto, hasta se conduce al
revés. Tú sabes, todo es diferente, la gente mueve la cabeza de un lado a
otro y te está diciendo que sí o están de luto bailando. Entonces, en un
contexto así, cuando tú sales, cuando a ti te sacan de tu zona conocida, de
tu zona donde ya te volviste camposo, ahí es cuando vemos quién es
quién, ahí son los momentos ideales para observarse. Nosotros usamos
mucho el viaje como terapia, el viaje que es la actualización de las
ancestrales peregrinaciones, donde no puedes llevar más de lo
imprescindible porque el peso pesa a medida que…

-Alfonso: ¡Que andas!


-Chamalú: Claro. Tú puedes llevar lo que quieras, pero después te vas a
dar cuenta que hay necesidades innecesarias, vas a practicar el desapego
a gritos, en fin; entonces, yo uso mucho la terapia del viaje como una
forma de sacarte de esa zona racionalmente estructurada, también a parte
de las preguntas, a parte de la duda, está la observación y la honestidad.
Tenemos que ser rigurosamente autocríticos, saber valorar lo valorable
pero también saber identificar debilidades y puntos a trabajar. Creo que el
autoconocimiento es un ejercicio de alerta sereno, eso es lo que nosotros
enseñamos, a estar permanentemente en un estado de observación y
sobretodo de honestidad. En realidad, ser realmente honesto internamente
conlleva que uno se esté auto observando y pueda ver eso que muchos
dicen que es una porquería y que no sé qué, pero que son huellas de dolor
la mayoría de las veces; estas son cosas que no son fáciles de sacar, pues
en la infancia no nos enseñaron a hacerlo.

- Alfonso: ¿De qué maneras podemos enseñarles a las nuevas generaciones


para que no les pase eso? Justamente eso de enseñarles a observarse y a
que es natural sacar eso, que es natural que cada uno tenga a lo mejor
ciertos pensamientos de escasez y entonces transfórmalos, a sacar
cualquier tipo de emoción sin evaluarla. ¿Qué nos dices de esto?

-Chamalú: Una de nuestras especialidades es trabajar con jóvenes, pues


creo que nunca es demasiado temprano para despertar la conciencia.
Obviamente tampoco nunca demasiado tarde, pero hablando de los
jóvenes, los adolescentes necesitan movimiento. Yo acabo de dar una
conferencia en un centro penitencial, en Colombia, en una cárcel dónde la
mayoría eran jóvenes; ¡cómo estaban de arrepentidos…! Y sin embargo, les
dijimos: “asuman esta etapa como una preparación para la vida que
quieren llevar”, y quedaron más tranquilos, quedaron motivados.
¡Imagínate!, quedar motivado detrás de las rejas no es fácil y sin embargo
quedaron profundamente motivados.

En definitiva, somos lo que la educación ha hecho con nosotros, la clave es


la educación. Nosotros estamos totalmente comprometidos, lo que
hacemos básicamente es educación a través de seminarios, conferencias, a
través de nuestra escuela online, todo el tiempo estamos educando. La
educación es lo que va a revolucionar al mundo, es lo que va a salvar al
mundo, es lo que va a transformar la humanidad. Pero una educación
adecuada y aquí entramos a eso que nosotros llamamos competencias
existenciales, que es preparar a las nuevas generaciones para lo que la
vida le pide, aquí no importan ni calificaciones, las notas, los diplomas, no
importa cuántos años de tu vida has estudiado, lo que importa es que
sepas vivir, que aprendas a vivir. Por eso nuestra escuela se llama
“Escuela para aprender a vivir”, necesitamos prepararnos en nociones para
lo que la vida demanda. Hay que pensar que los niños que hoy están
yendo a la escuela serán adultos dentro de veinte años y en el año 2040 el
mundo será distinto, totalmente distinto, para ese mundo hay que
preparar a las nuevas generaciones.

-Alfonso: Totalmente de acuerdo y es impresionante cómo hay pocos países


haciendo eso. Los nórdicos están un poco más enfocados a que la infancia
sea infancia y no sea robotizarlos desde pequeños, como sucede en México
y en la gran mayoría de los países latinoamericanos; ¡qué bueno que haya
este tipo de iniciativas!, y lo que también me agrada es que se suman cada
vez más personas a aprender a vivir en lugar de aprender a robotizarse,
aprender a vivir y aprender a compartir esa vida con los demás. ¿Qué nos
podrías decir, regresando al tema del propósito de vida? ¿Cómo
encaminarlo? Así un tema de abundancia, abundancia no del tipo o visto
desde el tipo material, sino una abundancia integral.
-Chamalú: Nosotros en los Andes hablamos de Suma qamaña en aymara o
Sumak Kausay en quechua, que significa vivir bien, lo que es el
equivalente a la felicidad y la abundancia. Desde nuestra cosmovisión nos
interesa aprender a vivir bien, lograr una vida de felicidad y de
abundancia, vamos a usar el término que mencionaste pero no a partir de
lo externo, no a partir del consumismo que consume, sino a partir del
aprender a vivir, que a su vez tiene en su primera parte el conocerse y es
en ese punto donde empezamos a dilucidar el tema del propósito
existencial, que es lo que da sentido a nuestra vida y que inaugura nuestra
zona sagrada; a partir de ello, nuestra vida comienza a poder lograr ese
punto de intensidad existencial en el cual las cosas suceden de una
manera más fluida, más natural, porque de esa manera nos conectamos al
Cheqpacha u orden cósmico. Por ahí es por donde nosotros vamos tejiendo
todo esto, es un hilvanar interno y externo, es un juego pero un juego de
observar.

-Alfonso: ¿Cómo podemos llegar justamente a esa conexión de la que


hablas?

-Chamalú: El aprender a vivir afina nuestra vibración y nos conecta, al


conectarnos dejamos de gastar nuestra energía, por eso la gente cuando
está en lo suyo es incansable, no está gastando su energía. Esto es algo
que no me he encontrado en ningún congreso a los que nos han invitado,
necesitamos básicamente escuchar a los Abuelos, lo que nosotros traemos
es básicamente una actualización, una nueva edición, cosecha personal
incluida, de la sabiduría de los Abuelos para este siglo XXI, es totalmente
vigente, válida y actual. La sabiduría ancestral se puede aplicar en
ciudades como esta, a veces en ciudades incluso mucho más tecnológicas
como Nueva York, Japón, Tokio o cualquier otro lugar. Podemos empezar
primero atreviéndonos a repensarnos en la perspectiva de reinterpretar el
mundo y a nosotros mismos; luego, el siguiente movimiento es darnos
tiempo. Si alguien no se da tiempo para sí mismo, si alguien no es capaz
de conjugar la fórmula mágica que es silencio y soledad, no va a pasar
nada torno a él.

-Alfonso: Silencio y soledad, ¡qué importante vivir justamente eso!, y me


incluyo allí; yo le estuve huyendo mucho tiempo a la soledad, porque es
ahí donde estaban realmente los temas de mi vida; qué importante buscar
esos espacios de soledad, de silencio, para encontrarse, para entenderse.
¿Cómo desde tu percepción se confronta un miedo? ¿Cómo se trasciende
un miedo, mejor dicho?

-Chamalú: Los miedos los podemos abordar de muchas maneras. Nosotros


tenemos un programa que se llama chamanismo extremo, que lo
realizamos un par de veces al año, justamente es sobre esto, sobre qué
hacer con los miedos. Es un programa de una semana, es interesante.

Primero, la observación, siempre es la base; pero la observación con la


emoción precisa, si estás con la emoción equivocada pues por ahí no es.
Las emociones tienen que ser aliadas en nuestro proceso de crecimiento y
transformación, tenemos que subordinar las emociones a los objetivos que
tenemos existencialmente hablando. Conocerse es básicamente para poder
dejar de ser uno mismo un obstáculo en su proceso de crecimiento. Un
miedo puede originarse de diferentes maneras, por lo que hay que
identificar la causa, a veces racionalizando; al comprender racionalmente
el origen y la naturaleza de un miedo, este va perdiendo fuerza; no hay que
olvidar que el miedo se alimenta del miedo que le tenemos al mismo miedo,
que al dejar de nutrirlo desaparece, es como una célula cancerosa que si
sabemos con qué se alimenta, suprimimos lo que le nutre, se debilita y
rápidamente es eliminada por nuestro sistema inmunológico. Con los
miedos pasa lo mismo. Cuando enfrentamos los miedos nos damos cuenta
que estábamos huyendo de tigres de papel que nos perseguían y que en la
medida en que huíamos, nos atemorizaban. Pero que en cuanto nos damos
la vuelta y los enfrentamos, descubrimos que no somos la ovejita que nos
dijeron sino que podemos ser jaguares, felinos con un gran poder.

Este tema de los miedos es bien interesante, podemos pasar horas


hablando de ellos. Hay otros miedos con los que no hace falta hacer nada,
simplemente tú vas creciendo y a medida que creces te olvidas de ellos, es
como que la indiferencia los mata. Finalmente, para no alargar mucho la
respuesta, hay otros miedos que no hace falta ocuparse de ellos, que son
miedos que no tienen un efecto paralizador que es la parte incomoda del
miedo, que es lo que no te permite hacer o ser lo que tú elegiste; por eso,
cuando eliminamos o enfrentamos los miedos es como si nos quitaran un
peso de encima.

Hay algunos otros miedos que van a estar ahí, en el rincón, al fondo a la
derecha de tu vida, mirándote impotentes y tú haciendo lo que elegiste
hacer. Hay miedos que van a estar con nosotros pero que no nos van a
impedir nada. Entonces, si ese miedo no te interfiere déjalo, no gastes tu
tiempo y tu energía luchando con algo que es apenas totalmente inocuo.
Tú adelante, lo importante es que estés en camino y que este proceso lo
estés disfrutando.

- Alfonso: ¡Guau! Cuantos miedos tan distintos pasaron frente a mí y


cierto, hay uno ahí guardado que ni hace nada, ¿no? Está ahí escondido y
no pasa nada. ¿Cómo conectarnos con nuestro potencial, cómo descubrir
nuestro potencial y justamente sacarlo a la luz?
-Chamalú: Bueno, aquí hay que recuperar nuevamente la palabra que
mencionaste hace un momento, desintoxicarse, que en lo pedagógico se
llama desaprender, también usar la herramienta del dudar. Tengo que
atreverme a pensar incluso en contra de lo que pensaba, incluso en contra
de mí mismo. Mira, en salud hablábamos de fiebre curativa, al calor que
nosotros inducimos artificialmente como una forma de ir neutralizando el
efecto viral que no puede reproducirse en determinadas condiciones
térmicas, aquí se trata de lo mismo. Se trata de inducirse una crisis
existencial momentánea, es como encender un fuego para incinerar lo que
nos hace mal, básicamente y esto es necesario.

En esta sociedad donde tenemos hogares desestructurados, la concepción


accidental por gestación caótica, parto traumático, infancia con una
saturación de información innecesaria; además al niño se le impide jugar,
lo necesario como para que el celebro se desarrolle armónicamente con lo
cual se está interfiriendo en procesos naturales de maduración, el ser
humano madura extrauterinamente por razones de la anotomía y fisiología
del cuerpo; a diferencia de otras especies que nacen y se ponen a correr
porque si no se lo comen directamente.

El humano necesita todavía dos, tres años, para poder ser más o menos
independiente, pero eso es un tiempo en el que uno sigue desarrollándose,
como que estamos aún en la vida intrauterina fuera del útero. Es un
tiempo en el que maduramos jugando, por eso enviar muy temprano a los
niños a la escuela es un error. El cerebro de los niños necesita que
jueguen y tengan contacto con la naturaleza. Nuestro potencial, ¿qué es?
¿Sabes?, cuando se habla de talento, cuando se habla de vocación, no está
esto anclado a lo laboral, eso es una distorsión lamentable. Estoy en
muchas conferencias y entrevistas diciendo: tenemos que corregir, hay
una gran distorsión de estar articulando el talento con lo laboral. El
talento es un llamado del alma que tiene que ver con el propósito
existencial, está articulado a la misión que es lo que da sentido a la vida;
por tanto, el potencial no es otra cosa que las herramientas con las que
nos han enviado para cumplir una misión.

Eso se descubre con este itinerario de crecimiento, justamente; todo lo que


estamos compartiendo va en esa dirección, de que descubras para qué
estás equipado, para qué viniste, porque en definitiva, la misión no es otra
cosa que la evolución de la conciencia y hay poca gente y pocos guías
espirituales que lo dicen así claramente. En verdad, la misión es la misma
para todos, donde nos diferenciamos es la manera de implementarla, ahí
tú eres único, todos somos exclusivos e irrepetibles. Es en el mix que
hacemos, en la mezcla que hacemos de lo que amamos, lo que traemos, lo
que aprendemos, las relaciones que manejamos, el momento que estamos
viviendo, es todo esto; los que han estudiado gastronomía saben muy bien
que con los mismos ingredientes se puede hacer cosas muy distintas, eso
es la vida.

-Alfonso: Tal cual. Qué importante lo que acabas de decir, porque sí, de
este lado, sobretodo del lado de occidente, se cree que la misión, los
talentos tienen que ver o son directos hacia el trabajo que hacemos.
Entonces, por lo que acabas de decir, lo que yo interpreto es: una cosa es
en lo que se trabaje de forma terrenal, vamos a decir, y otra cosa es qué es
lo que yo vengo a desarrollar de mi esencia digamos, ¿es así?

-Chamalú: Sí, el trabajo es complementario, pero fíjate, aquí hay otra


trampa. Realmente es como las muñecas rusas que van saliendo otras y
otras y otras y así hasta el final; es apasionante para quienes están
escuchando este diálogo. Creo que van a necesitar volver a escucharlo,
porque estamos dando un montón de claves así como si fuera cualquier
cosa, pero mira, para llegar a esto yo quiero decirles, en una especie de
ataque fulminante de transparencia, decirles que yo antes creía todo lo
que escuchaba, ahora soy crítico por excelencia, adicto a la disciplina y a
la coherencia de donde emana el poder que se traduce en presencia plena.

Hay muchas cosas que por ahí se difunden todavía en congresos, en


conferencias, en libros. Nosotros somos básicamente investigadores,
estamos siempre investigando desde nuestro ángulo de la sabiduría
ancestral, pero husmeando en Occidente todos sus resquicios y hay
cantidad de enseñanzas que no sirven, eso debemos admitirlo por
honestidad intelectual, tenemos que ser muy críticos, tenemos que estar
muy atentos; la atención es el primer requisito de un buen aprendiz para
que no termine comprándose una catedral o un puente donde ni siquiera
existen vivos.

Entonces, creo que es muy importante que esto de la misión y profesión se


comprenda claramente, porque la profesión está ocupando el lugar de la
misión en este tiempo y eso está generando un mundo así, tan caótico, tan
frívolo, como una epidemia de estupidez con generaciones que ya no
quieren ni trabajar, ni estudiar porque se les ha manipulado y destruido.
Fíjate la conferencia que di hace poco, te mencionaba, en una cárcel, todos
habían hecho todos los años de escuela, muchos habían terminado la
universidad y estaban en la cárcel. ¿Para qué sirve una educación si ni
siquiera te evita que termines tus días en la cárcel? Es ahí donde tenemos
que ser críticos, honestos y no nos podemos confundir. La profesión
garantiza la administración de las necesidades básicas, en cambio la
misión tiene que ver con la evolución de la conciencia. Son
complementarios opuestos, externo e interno, pero así como la conciencia
y el cuerpo no podemos confundirlos.

-Alfonso: Así es, totalmente claro, clara tu exposición y como lo dijiste, se


ha dicho tanto tan rápido y en diálogo que sí, esto es para escucharlo,
hacer pausas, reflexionarlo, meditar y lo que yo siempre digo, quédense
con lo que les vibra y aquello que los confronte pónganle más atención
porque ahí es donde está justamente el regalo o la bendición escondida.
¿Cuál sería para ti la forma en la que uno puede encontrar justamente su
propósito de vida? ¿Cómo alinearse en su propósito de vida y caminar
sobre eso, sabiendo que el trabajo es algo complementario?

-Chamalú: Podemos dar una respuesta en un minuto o en dos horas,


haremos la de un minuto; es identificar en ese ejercicio de introspección,
de reflexión, de meditación, de autobservación, identificar las herramientas
con las que venimos, talentos e inteligencias. Yo tengo un libro que se
llama “Inteligencia Existencial”, donde hablamos de veinte inteligencias;
todos somos inteligentes, todos traemos todas las inteligencias pero unas
están especialmente más a flor de piel para desarrollarlas. La inteligencia
musical en un músico, la inteligencia corporal en un bailarín, no podemos
pedirle a uno que ejerza de otro, entonces miremos cuáles son las
capacidades (en términos empresariales serían las fortalezas) que traemos.
Es importante ver qué nos llena, con qué nos sentimos a gusto, qué cosa
nos podemos pasar haciendo incansablemente, porque cuando uno está en
lo suyo -esa es su zona sagrada o su zona de poder-, uno se conecta con el
Cheqpacha, se conecta con las canteras de energía del universo. Ahí dejas
de gastar tu energía, la explicación es básica, obvia, de por qué un músico
podría estar todo el día haciendo música, es porque está conectado, es
porque se conectó al wi-fi cósmico y a partir de él ya no gasta su energía.
El cansancio es la factura por haber gastado la energía que disponemos,
que es vital, necesitamos descansar pero cuando estás en tu zona sagrada
conectado, eres incansable.

Cuando tú has encontrado estas dos, las herramientas y tu zona sagrada,


lo que tienes que hacer básicamente, a partir de ellas, es diseñar tu estilo
de vida y desde ellas hacer el ejercicio solidario; nosotros venimos de la
tradición comunitaria indígena, pensamos desde el nosotros, el
individualismo está totalmente abolido, no hay autoconocimiento en
términos egoístas, desde lo que tú descubres, como que la mosca se puso
las pilas y se convirtió en luciérnaga, corriendo va a compartir su luz con
el resto. Ese es el gesto solidario traducido en un estilo de vida; esa es la
manera, dicho en pocas palabras.

-Alfonso: Interesantísimo, para cerrar, ¿con qué quisieras cerrar? Yo por lo


general les pido a los ponentes que nos digan: dinos cinco puntos para no
sé qué, pero aquí hay tanto que no te voy a cortar con cinco o tres puntos,
¡no, no! ¿Con qué quisieras cerrar esta ponencia, justamente, Chamalú?

-Chamalú: Bueno, a ti agradecerte por esta oportunidad y agradecer a


quienes han invertido este ratito de su tiempo en escuchar este diálogo.
Despedirme nada más con una frase que espero la puedas recordar o
pegar frente a tu espejo: "Es pecado no ser feliz, la gente infeliz también
contamina". Recuérdalo, compártelo. Muchas gracias.

-Alfonso: ¡Guau! “Es pecado no ser feliz”. Muchas gracias Chamalú, por tu
presencia, honro tu vida.

ENTREVISTA CON IDOIA BERRIDI, EN EL MARCO DE LA CUMBRE


VIRTUAL: SANANDO MI RELACIÓN CON LA ABUNDANCIA

-Idoia: Bienvenidos a la Cumbre virtual: “Sanando mi relación con la


abundancia, para vivir una vida de plenitud”; y pensado en vivir una vida
en plenitud y en felicidad, no podía faltar alguien muy especial a quien
sigo desde hace muchos años y que realmente lleva enseñando cómo ser
felices a miles de personas, él es Chamalú, desde Bolivia; bienvenido,
Chamalú.

-Chamalú: Gracias por esta oportunidad, un fraternal saludo a la


audiencia de este evento, me imagino masivo. Creo que el tema que se
propone es interesante, para repensarlo, en especial para quienes están en
un camino espiritual.

-Idoia: Sí, justamente a mí, y creo que a muchas personas, la vida que se
nos plantea es que venimos de una filosofía y de religiones que nos han
inculcado el que ser feliz, el disfrutar, es como un poco de pecado, de
sentimientos de culpa, de que hay que renunciar, de que la vida es un
poco un camino de sufrimiento, que hay que aguantar y justamente usted
propone una vida de felicidad, de salud y de vivir realmente con propósito
y abundancia. ¿Cómo podemos, Chamalú, sentirnos merecedores de
recibir y de vivir esta vida plena con este tipo de creencias inculcadas, de
forma tan intensa en el ser humano a lo largo de los siglos?

-Chamalú: Este conocimiento general de que somos lo que pensamos y la


manera como manejamos nuestras emociones, nuestras relaciones…, creo
que si nos proponemos, como nosotros decimos a aprender a vivir,
tenemos que estar dispuestos a ejercitar un desapego multidireccional,
esto es, ir dejando atrás muchas cosas; para nosotros crecer es dejar cosas
atrás, es ir transformándonos, entre ello, dejar creencias y pensamientos
limitantes, lo cual es un prerrequisito para vivir bien.

-Idoia: Claro, realmente en nuestro subconsciente colectivo hay todas


estas creencias que necesitamos dejar atrás. Usted propone una escuela,
justamente, para aprender a vivir en felicidad y para aprender a soltar este
tipo de ideas sobre cómo es vivir. ¿Para usted vivir en abundancia qué
significa?

-Chamalú: Nosotros no usamos este término, la palabra abundancia me


suena a una especie de exceso y creo que lo que tenemos que buscar es
más el justo medio. Nosotros hablamos de vivir bien y vivir bien significa:
una vida equilibrada en términos espirituales, existenciales, materiales, en
fin, a todo nivel y esto se logra aprendiendo a vivir. Entonces, lo que
nosotros proponemos es que se vaya primero desarrollando un
pensamiento crítico, porque habitamos una época donde hay mucha
desigualdad, mucha injusticia, muchas contradicciones y es importante
tomar una posición al respecto; no somos entidades que estamos flotando
en la nada, en el vacío. Hay un contexto donde estamos y tenemos que
aprender a decodificar las señales de este tiempo, de este modelo de
sociedad que nos propone un estilo de vida y un modelo de progreso con el
cual nosotros estamos en total discrepancia. Creo que por ahí tenemos que
empezar, primero situándonos, haciendo una lectura y una caracterización
del tiempo y el modelo que nos ha tocado vivir.

-Idoia: Sí, estoy de acuerdo con que es necesario encontrar un equilibro


entre no vivir en la sociedad que nos están inculcando, que es una
sociedad, ¡qué bueno uno elige si quiere meterse en esa sociedad o no!,
pero inculca que el progresar es consumir, porque para ella progresar es
tener mucho de todo, es como que vas a ser más feliz si tienes muchas
cosas. Yo creo que progresar no tiene que ver con eso sino con esa forma
de vivir bien que usted nos dice, donde tienes todo cuanto necesitas, no te
falta nada, pero no es necesario tener tanto, ni vivir pensado en consumir
constantemente o pensando en comprar, en tener o apegarte a las cosas
materiales. ¿Hay un equilibro entre disfrutar de los bienes materiales sin
apegarse a ellos?

-Chamalú: En la medida en que uno va conociéndose, en la medida que la


vida de cada uno es una ruta de aprendizaje permanente, podemos
encontrar ese equilibrio. Hay que saber que nos inducen, nos bombardean
con publicidad constantemente para hacer lo contrario, constantemente
nos bombardean para comprar un coche nuevo y comprar un coche nuevo
básicamente es tirar dinero, porque al día siguiente que compraste ese
auto ya vale casi la mitad, ese dinero se volatilizó. Es importante tener una
actitud crítica, si no desarrollamos un pensamiento crítico respecto a todo
lo que está ocurriendo, a lo que nos pasa en el día a día, a lo que estamos
expuestos, a los modelos y patrones de consumo, estamos perdidos.

-Idoia: Sí, exactamente, estamos como imbuidos de alguna forma por la


televisión, lo que nos rodea, la comparación, etc. Con este aspecto crítico el
aprender a vivir y aprender a saber cuál es tu propósito de vida es, quizás,
una de las formas en las que ya no miras lo que tiene el otro, lo que hace
el otro, sino que te dejas llevar por un propósito interno que es el que a ti
te llena, es el que a ti te hace sentirte feliz y en abundancia; para mí la
abundancia no es tanto exceso sino sentir que tienes todo eso que
necesitas, eso mismo que usted decía, vivir bien. Entonces, ¿cuál es el
propósito de la vida?, porque evidentemente no es sufrir.

-Chamalú: Sí, obviamente. Tenemos que ir liberándonos de muchas


creencias erróneas, hay muchas frases hechas o refranes, aforismos del
ideario popular que deben ser descartados, muchos de ellos tienen que ver
con el dinero, no podemos repetir frases hechas, eso es importante.
Tengamos una actitud crítica incluso para esas creencias y esos
pensamientos que tienen un efecto paralizante, limitador, creo que por ahí
hay que ir aplicando el pensamiento crítico a todo nivel. La vida es una
historia de la evolución del Universo, somos parte de un proceso evolutivo
y la vida, en cada encarnación, es una oportunidad evolutiva; el propósito
responde a ello básicamente, entonces aprender a vivir supone aprender a
organizar nuestras capacidades y todo lo que somos en esa perspectiva.

-Idoia: Vuestra escuela se llama escuela de felicidad, ¿verdad? ¿Es una


escuela para jóvenes?

-Chamalú: En realidad, tenemos en Cochabamba, Bolivia, una escuela


presencial para aprender a vivir que se llama Janajpacha y nuestra versión
online es Escuela de Felicidad, donde impartimos nuestras enseñanzas.
Estas escuelas están abiertas para personas de cualquier edad y los
jóvenes son unos buscadores empedernidos.

Idoia: ¿Cómo podemos aprender a ser más felices? ¿Qué consejos nos
puedes dar para esto?

-Chamalú: Aprendiendo a vivir. Es que no hay felicidad sin haber


aprendido a vivir, hasta resulta obvio. Uno no puede buscar la felicidad en
el lugar equivocado. La felicidad es algo que se gestiona desde adentro, la
felicidad tiene que ver con que tu vida tenga sentido, con que tu vida esté
conectada a tu propósito, con que tú te conozcas y estés haciendo lo que
tienes que hacer de la manera adecuada en el momento preciso.

-Idoia: Exactamente, pero, ¿cómo se puede uno dar cuenta o sentir que
está haciendo su propósito? Me imagino que sentirlo y que cuando tú lo
estás viviendo ya estás sintiéndote pleno y satisfecho, con lo cual ya sabes
que estás llevando tu camino; pero para las personas que se encuentran
insatisfechas, que no están viviendo su propósito, ¿qué les suele proponer
usted para aprender a cómo conectarse?

-Chamalú: He escrito 71 libros hasta la fecha y nunca he hablado mucho


del propósito, porque se puede explicar en un minuto. El propósito no es
otra cosa que nuestra misión, que se encarna en la evolución y es la razón
por la que estamos en la Tierra, no hay otro motivo que no sea la
continuidad evolutiva de la conciencia que somos. ¿Cómo nos conectamos
con eso? Es que en realidad eso está implícito, porque la energía tiende a
la evolución; los estratos de energía que somos, las partículas que somos a
nivel subatómico tienen claro que no hay otro propósito en esta historia
llamada vida que la evolución. Propósito es la evolución de nuestra
conciencia y esto es aprender a vivir, a conocerse, observarse; luego puede
venir la meditación, la reflexión y todo lo que uno quiera. El objetivo tiene
que estar claro, si no tenemos delineados los objetivos, no habrá camino
correcto.

-Idoia: Si uno no tiene claros los objetivos, el vivir con propósito y


conocerse es de alguna forma evolucionar.

-Chamalú: Necesitamos conocernos como parte de ese proceso de


aprendizaje que nos permita conectarnos con nuestro propósito, es decir,
tú necesitas saber cómo funciona un coche para manejarlo. Necesitamos
conocernos para manejar nuestra vida. La gente saca el coche de su vida a
la calle y en la primera curva se va derecho y hasta allí llegó, termina
haciendo una apología del sufrimiento, cree que la infelicidad es necesaria,
que es voluntad divina, que es Karma o que es su destino y nada de eso
existe. Tenemos que aprender a vivir.

-Idoia: ¿O sea que no tiene nada que ver ni con el Karma ni con la
voluntad divina el hecho de que muchas veces en la vida encontremos
obstáculos, enfermedad o sufrimiento, sino que más bien no estamos
entendiendo nuestro vehículo y evolucionando en ese momento?

-Chamalú: Aunque está claro que uno cosecha lo que siembra, que cada
acción tiene su reacción, no podemos caer en ese reduccionismo simplista
de explicar todo a partir de ello. El destino lo hacemos con nuestras
decisiones y al tener un libre albedrío no podemos admitir que las cosas
que nos pasan son porque tenían que pasarnos. Si creemos en un libre
albedrío, asumamos la responsabilidad de hacernos cargo de nuestra vida,
aprender a vivir tiene que ver con la prosperidad, el éxito y todo lo que uno
quiere.

-Idoia: Con ese aprender a vivir, ¿qué siente usted o qué ha percibido qué
son las cosas que más nos alejan de sentirnos en plenitud, en satisfacción
personal, o que nos desconectan más de este propósito evolutivo del que
estamos hablando?

-Chamalú: Todo nos aleja, en esta civilización todo está destinado a


confundirnos, a distraernos, a convertirnos en un homo consumus
solamente. Fíjate cómo es la educación, desde el preescolar se apunta
básicamente a lo laboral y después desde lo laboral al consumo y, luego,
aguantarse hasta que llegue la jubilación si el cuerpo no revienta antes.
Todo está conspirando en contra del descubrir la vida, del vivir
conscientemente, porque se hace una apología rigurosa del piloto
automático, del zombie consumista. Si no desarrollamos un pensamiento
crítico, incluso para las supuestas formas de prosperidad y abundancia,
no vamos a llegar muy lejos. Hay gente que continúa haciendo
invocaciones, ley de atracción, pensamiento positivo y sigue en la misma
pobreza con la que los conocí hace veinte o treinta años atrás. Por ahí no
es el camino, uno puede quedarse haciendo invocaciones veinticuatro
horas al día y no va a pasar nada si tú no haces el trabajo interior que
supone aprender a vivir.

-Idoia: Sí, es verdad que la mayoría de personas que hablan de


abundancia, prosperidad o vivir con éxito, hablan de la ley de atracción, de
invocar, de la mentalidad y es verdad que todo eso puede tener una
influencia, porque somos seres creadores, pero el camino es el trabajo
interno que usted propone, el trabajo de conocerse, de sentir tu propósito,
de vivir tú con propósito y que viviendo de tu propósito es que vives la vida
dichosa, la vida feliz, una vida donde todo va llegando y fluyendo de
manera natural donde puedes vivir bien.

-Chamalú: Sí, va por ahí. Cuando nos invitan a dar conferencias a jóvenes
les decimos, no elijan una carrera, elijan cómo quieren vivir y para esto
tienen que conocerse y saber gobernarse porque crecer es eso. Uno crece
en conciencia, es decir, en sensibilidad y en poder, que es la capacidad de
manejar esa sensibilidad para poder gobernar su vida y darle el rumbo
preciso. De esa manera podemos hacer realidad nuestros sueños, de esa
manera podemos hablar de plenitud, que es la azotea de la felicidad. Pero
nada de esto va a ocurrir si repetimos fórmulas a manera de recetas
mecánicamente. Tenemos que modificar nuestro nivel vibratorio
modificando nuestra conciencia y esto se traduce en un estilo de vida,
desde lo que comemos y el tema salud, hasta cómo manejamos nuestras
relaciones.

Una persona por muy optimista que sea, por muy espiritual que sea, si
vive con la persona equivocada, no va a tener felicidad ni abundancia, sino
infelicidad y enfermedad. La espiritualidad que nosotros proponemos es lo
más cotidiano y mundano, es a pie, camina todos los días por la calle. La
espiritualidad tiene que redefinirse y verse no tanto como una cuestión de
elegidos o con fórmulas más o menos rígidas. Tenemos que liberarnos de
creencias limitantes, tenemos que liberarnos incluso de las formas
espirituales y de las recetas que nos van dando por ahí desde el mundo
esotérico. Fíjate que la mayor parte de la gente que habla de prosperidad y
abundancia está mal económicamente, esa es la mejor prueba de que por
ahí no es.

Alguna vez en alguna conferencia, en algún congreso donde nos invitaron,


escuché un paisano tuyo, por ahí un español que decía: “la prosperidad y
la espiritualidad van de la mano”, esa es una afirmación absolutamente
falaz, eso es falso, eso no tiene nada de real; la gente que en este momento
es más pudiente, más adinerada no tiene absolutamente ningún interés
por el mundo espiritual. Si creemos que este tipo de afirmaciones son
ciertas, terminamos yéndonos por caminos equivocados. Tenemos que
desarrollar más el pensamiento crítico, pero no solo para aplicarlo al
mundo, sino también a los profetas de una supuesta prosperidad ligada a
una prosperidad que ni siquiera ellos se lo creen ni la practican. Creo que
aprender a vivir nos permite empezar a reorganizar nuestra existencia y
lograr nuestros objetivos de la mano de la humildad.

-Idoia: ¿Pero usted cree que no es posible que vayan de la mano? Yo no


digo que actualmente vayan de la mano la prosperidad y la espiritualidad,
¿pero, pueden ir de la mano? Es posible sentirte una persona prospera
porque fluyes con lo espiritual, con lo que hay en la vida, porque te sientes
agradecido del momento presente a nivel espiritual, estás viviendo el
momento aquí y ahora, sintiéndote agradecido, pleno, satisfecho, eso es un
estado prospero, ¿no?, donde estás con la vida que en si es prospera
también.

-Chamalú: Bueno, la vida no es prospera ni carente, la vida es la vida y la


vida es como nosotros la hacemos, porque la vida no existe fuera de
nosotros, yo no puedo ver a la vida caminando por la calle, puedo ver una
persona o me puedo ver a mí. Entonces no podemos hablar de la vida
como algo preexistente con independencia de cada uno, hay que tener
cuidado cuando hablamos de eso porque la vida somos nosotros y la vida
son los árboles, los animales y es el resto de seres vivos; no podemos
atribuirles características ideales o deseables, si nos equivocamos en el
diagnóstico, y esto lo digo fraternalmente, el tratamiento aunque sea
correcto va estar mal.

Lo que tú dices está bien, lo espiritual tiene que ir de la mano con lo


material, claro. Todo tiene que ir de la mano con todo porque la vida es un
tejido que se hace en el telar del día a día, a partir de las decisiones e
intenciones que tengamos, de cómo manejamos nuestras emociones y
relaciones, en fin; pero a mí me parece que hacer afirmaciones como si las
cosas fueran en sí mismas, genera confusión. Necesitamos hilar más fino y
darnos cuenta que las cosas tenemos que ponerlas en su lugar; por
ejemplo, es importante que cuando hablemos de prosperidad, hablemos
del manejo del tiempo, el tiempo es un recurso no renovable, cada día es
por última vez, entonces, aprendamos a manejar bien nuestro tiempo.

Creo que a la gente que le ha ido bien económicamente es a la gente que


ha sido hábil, que maneja bien su tiempo, que no pierde tiempo; eso me
parece práctico, espiritual y material. Es que todo tiene que estar
conectado como enseñaban los Abuelos. Fíjate, yo vengo de una cultura
como la andina, quechua, mis abuelos ni siquiera hablaban español, ellos
vivían en un nivel de austeridad increíble pero no se sentían pobres.
Entonces, hay que redefinir muchas cosas, hay que redefinir lo que es el
éxito, ¿de qué sirve tener éxito y no tener tiempo para estar con los seres
queridos?, ¿de qué sirve estar bien económicamente y descuidar la salud
para que luego un infarto nos mande al cementerio?, ¿Te das cuenta?

Hay que repensarlo todo, creo que por ahí podemos empezar abriendo
espacios de reflexión; este es un tema apasionante, interesante, pero si no
está bien planteado puede generar falsas expectativas y con ese tipo de
personas, con gente decepcionada con lo espiritual me encuentro en todas
partes, precisamente porque les contaron mal el cuento.

-Idoia: Sí, yo he vivido una época en la que económicamente estaba muy


bien y luego tuve menos dinero y cuando he tenido esa bajada económica
he sabido apreciar el tiempo con mi hijo, el árbol al lado mío, el momento
del baño en la playa, muchísimas cosas que yo no digo que antes no las
disfrutase, pero que empiezas a sentir cómo realmente eres rico viviendo la
vida. La vida, o por lo menos para mí, es sentir agradecimiento y disfrutar
del momento presente.

Pero eso siento que tampoco tiene por qué estar separado, es decir, no
tengo porque no tener dinero y no tener tiempo, o no tengo por qué tener
éxito y no tener tiempo para mis hijos. También puede ir de la mano,
siento que son clichés decir que no tienen por qué ir juntos. Es verdad que
muchas personas que han tenido éxito han olvidado su salud u otras
áreas de su vida, pero tampoco tiene porqué ser así, en la forma en que
cada uno crea su propia vida o en la que cada uno crea su propio camino.
-Chamalú: Sí, desde luego, pero tenemos que partir viendo las cosas como
son de verdad; si queremos ayudar a la gente tenemos primero que
ayudarles a ver y a ver críticamente. Por supuesto que todo tiene que estar
conectado, lo estamos diciendo desde el comienzo. En los entornos más
externos, o incluso en este caso financieros, todo tiene que estar
conectado, eso no significa que la gente lo esté viviendo así. Para quienes
viajamos mucho y conocemos gente de todas partes, nos damos cuenta
que quienes se embarcan en el éxito financiero se olvidan hasta de sí
mismos. En eso tenemos que estar muy alertas y creo que cuando decimos
aprender a vivir, estamos diciendo justamente eso, aprender que todo es
importante pero nada demasiado importante, como por ejemplo generarte
estrés y con ello problemas cardíacos, o tener un descenso inmunológico y
después un problema como el cáncer. Hay tanta gente exitosa que está
mal en términos de salud...

Por otro lado, la prosperidad no tiene que ver con el dinero, sino con el
saber vivir bien y esto significa saber ser feliz, saber amar, saber tomar
buenas decisiones, no tener necesidades innecesarias. Tú puedes
preguntar a la gente que está participando cuántas cosas tienen en casa
que no necesitan. Allí están las trampas de las ofertas, de las campañas
publicitarias, el neuromarketing, las neuroventas que ya prácticamente
saben cómo hacernos comprar lo que no necesitamos, para luego
almacenarlo en casa, eso es tiempo perdido, eso es vida perdida.

-Iona: Totalmente de acuerdo.

-Chamalú: En realidad, la prosperidad tiene que ver con saber vivir, con
saber darle calidad a nuestra vida y esto supone aludir a los niveles
espiritual, mental, emocional, social, ecológico y, por supuesto, a la salud.
Con todo esto tiene que ver la prosperidad y el dinero va a ser un
complemento interesante, pero va a ser consecuencia de estar manejando
bien nuestra vida; por tanto, no será nunca un objetivo en sí mismo, por
eso es más probable encontrar gente que se suicida en los estratos de la
clase media para arriba. Yo conozco muy poca gente que está en niveles de
extrema pobreza que se suicida, pero conozco muchísima gente en buena
situación económica que se suicida o cae en depresión.

-Idoia: Sí, muchas veces tratamos de llenar vacíos internos porque no


sabemos vivir bien, como estás hablando y eso genera probablemente más
insatisfacción y una sensación de estar perdiendo el tiempo y la vida, es
decir, cómo valorarla. Imagino que las personas que han tratado de llenar
constantemente sus vacíos con cosas materiales tienen esa gran sensación
de todavía más vacío, porque están más alejados de sí mismos y de su
propósito.

Antes, cuando hablabas de las escuelas, de cómo nos enseñan, me venía


la idea de que salirse de ese programa puede generar, en algunas
personas, miedo a cómo hacer para salir, de alguna forma, de toda esa
rueda que se ha creado: ir al colegio, sacar buenas notas, ir a la
universidad y después buscar trabajos simplemente para consumir.
¿Cómo se puede lidiar con el miedo, salirse de ese paradigma, de esa
forma de vivir?

-Chamalú: Bueno, no hay que lidiar con el miedo, hay que ir con el miedo
y hacer todo lo que tenemos que hacer; la gente valiente no es la que no
tiene miedo, es la que va con sus miedos y lo hace lo que tiene que hacer.

-Idoia: Sí, pero pareciera que si no hago eso que es lo que puedo hacer, no
entro en ese ir al colegio, a la universidad, encontrar un trabajo y vivir una
vida establecida como es conocida, entonces, ¿cómo vivo?
-Chamalú: Que cada uno elija con creatividad lo que considera mejor en
su vida y se prepare con base en lo que tiene como talentos y lo que ama
hacer. Lo que es muy importante es no tener esa mentalidad de
funcionario público, buscar un puesto fijo en el que ya sabes lo que va a
pasar en tu vida por los próximos treinta años y, luego, esperar la lotería
de la jubilación. Eso me parece que es mera supervivencia, no se lo
recomiendo a nadie. Más que trabajar, tenemos que hacer lo que amamos
y si hace falta un título para eso, bueno, yo creo que la realidad nos está
mostrando que a la gente sin título le está yendo mejor porque hace lo que
ama, creo que por ahí es. Ahora, hay gente que tiene una cantidad de
diplomas y títulos y no encuentra trabajo, eso también es cierto, entonces,
tenemos que ir leyendo el gran libro de la realidad.

-Idoia: Okey, bueno, estoy recapacitando con todo lo que usted me está
diciendo, que desmonta muchas de las ideas que tenemos acerca de lo que
es realmente vivir bien; me quedo con la idea que es aprender a tener
buenas relaciones con uno mismo y con los demás, que aprender a vivir es
disfrutar y que eso no tiene tanto que ver con tener mucho dinero o tener
mucho éxito, sino tener más criterio y juzgar más nuestros propios
pensamientos; esto es lo que usted nos enseña, realmente esto es real,
vivir de la forma adecuada. ¿Hay alguna cosa más que usted nos pueda
decir para ayudarnos a pensar de una forma más crítica respecto a la
forma en la que plantemos nuestra vida, para ser más felices y más
saludables?, porque sé que usted vivió en su infancia un gran problema de
salud y que parece que aprendió algunas formas de estar en la vida de
manera más saludable.
-Chamalú: Lo que aprendí básicamente es lo que todos tienen que
aprender antes que sea demasiado tarde y es que la salud, la vitalidad
heredada, es nuestro primer capital y hay que saber gerenciarla. El
segundo capital es el conocimiento, hay que invertir en uno mismo y esto
nos remite en lo interno, al trabajo interior, ahí viene el crecimiento
consciencial; y en lo externo, a volvernos expertos en algo que nos gusta,
quien está trabajando en algo que no ama se está castigando, porque el
primer salario es el placer de hacer lo que hacemos. Y el que no disfruta de
lo que hace prepárese, porque va a tener cáncer, o infarto o por lo menos
depresión, pueden elegir.

En tercer lugar están los contactos, uno tiene que aprender bien a manejar
sus relaciones, porque en la vida el aislamiento no es la alternativa, somos
seres que necesitamos que nos cuenten un cuento y expresar lo que
sentimos. Fíjate hemos mencionado ya tres capitales y aún no el dinero,
para que veas que el dinero es una consecuencia de una vida bien vivida,
más que una causa. Por otro lado, la creatividad mutilada en la escuela
tiene que ser recuperada, sin creatividad vamos a ver problemas en vez de
oportunidades, vamos a estar quejándonos, lamentándonos, viviendo mal
cuando en realidad podríamos disfrutar de lo mismo. La creatividad es
amiga íntima del humor, que nos permite ver la vida de otra manera. Con
estos insumos podemos ir repensándonos.

No tengamos miedo incluso de pensar en contra de lo que pensábamos, no


tengamos miedo de graduarnos como oveja negra, de ser el hombre o la
mujer sospechosa que está en boca de todos; la vida auténtica es la única
vida recomendable y la autenticidad es lo menos comprendido por el resto,
en especial hay que tener cuidado con el entorno cercano, “a veces el
principal obstáculo que tenemos que superar es el amor de la gente que
nos quiere” y esto lo pongo entre comillas, porque es solo cuestión de
hacer una pausa, es como si les dijéramos: “voy a tomarme un año
sabático, voy a encontrarme conmigo mismo, voy a viajar a mi espacio
interior y luego al regresar te recontarás con una versión mejor de mí”.
Esto va a permitirnos valorar muchas cosas, nos va a permitir valorar la
vida, el tiempo, las amistades que tenemos; nos daremos cuenta que es
mejor llevarle flores a ese ser querido ahora que puede saborear su aroma
y su color, en vez de esperar a que se muera y estar puntualmente cada
domingo llevándole flores al cementerio, creo que las flores mejor en vida.

En la medida que vamos valorando las pequeñas cosas de la vida nos


vamos dando cuenta que hemos sido prósperos, que la prosperidad no es
tanto cuestión de dinero sino de calidad existencial y esto significa:
capacidad de asombrarnos cada día al abrir los ojos, capacidad de
conmocionarme con el canto del pájaro, de saborear el silencio y en ese
contexto escuchar la intuición gradualmente; capacidad de aprender de
todo que pasa por la vida fluidamente, es decir, sin complicarme, eso es
aprender a vivir y ello incluye la prosperidad.

-Idoia: Esto es, creo, es la mejor manera en la que podemos cerrar esta
entrevista porque es realmente algo maravilloso lo que nos acabadas de
decir, el saborear cada momento de la existencia y para cada persona va a
ser diferente, siento que va a ser diferente su forma de estar, de sentirse,
de conocerse, de profundizar en sí, de su propósito.

Yo que tengo un hijo de once años ahora, creo que no es una cuestión de
edad, pero sí siento que poder separarnos en un momento dado, cuando
crezca un poco, podrá hacerle ver la vida sin mis creencias, sin mis ideas,
sin las ideas de lo que le ha estado rodeando hasta ahora para poder crear
las propias; viajando por el mundo o aprendiendo a estar en la vida sin
todo lo conocido y volver enriquecido, conectado; creo que eso lo puede
hacer mi hijo, pero que se puede hacer a cualquier edad así como en el
momento presente, tengamos la edad que tengamos, pues es un viaje
interior .
-Chamalú: Sí, totalmente, es un buen punto el que mencionas, una
persona próspera viaja para adentro y para afuera. Esto para conocerse;
no se puede ir por la vida viajando por este planeta sin conocerse, eso
sería como viajar con un desconocido. Viajar es la mejor escuela, es la
mejor universidad y es la mejor inversión en uno mismo, porque te abre la
mente y te permite aprender de la diversidad, tener en buen estado el
asombro, reírte por lo que antes te enfadabas, permitirte patear la rutina
para no quedar atrapada en ella nunca más, porque rutina no es hacer lo
mismo cada día, rutina es hacer lo que no amas.

Como verás, nosotros vamos redefiniendo las cosas permanentemente, eso


nos lo ha enseñado la vida. Soy un viajero permanente y creo que la
persona que sale de viaje no es la misma que regresa. Viajar como
aprendiz es también un ejercicio de desapego y la vida misma es un viaje,
una persona que viaja tiene otra actitud ante la vida y sabe que todo es
provisional. Creo que no tenemos que gastar mucho tiempo en llenarnos
de cosas porque cuanto más tenemos menos movilidad poseemos; creo que
hay que estar siempre ligeros de equipaje. Tengamos lo necesario para
vivir bien, pero antes redefinamos con lucidez lo que es vivir bien para no
estar luchando en una trinchera equivocada, hay gente que lo está
haciendo muy bien pero está en el lugar equivocado. La libertad de viajar
es un indicio de prosperidad.

-Idoia: Sí, imagínate que si tienes una casa y esa casa te impide viajar
porque tienes miedo de dejarla o si tienes siete perros y tienes miedo de
dejarlos o te da pena dejarlos, o sea todo lo que te atrape para no poder
tener movilidad, “te atrape” entre comillas, te sujeta un poco, es un apego,
es un indicativo que quizás esas cosas que estabas poseyendo, te estaban
poseyendo a ti más que tú a ellas y que no las estabas disfrutando, porque
no te dejan, no te permite hacer muchas de las cosas que amas.

Es una forma de vivir un poco curiosa y creo que tiene que ver mucho con
el miedo que tenemos, por ejemplo, a dejar ese trabajo que no nos gusta
por no poder tener cubiertas las necesidades. Ese miedo que tenemos en
confiar en nuestros recursos y en nuestras capacidades para encontrar
algo que realmente amemos. Creo que mucho tiene que ver esto con el
miedo.

-Chamalú: Bien, a manera ya de despedida y de felicitarte por esta


iniciativa de hacer este evento, quisiera decirles, invitando a la reflexión a
los participantes, que el criterio para establecer niveles de prosperidad es
la capacidad de disfrutar. Si tú eres capaz de disfrutar de la vida y sus
sorpresas, de cada detalle, de saborear cada momento, aprender con todo
lo que te pasa y jugar con tus problemas, entonces eres próspero, con
independencia de cuánto dinero tengas en la cuenta bancaria. Hacía allá
tenemos que dirigirnos. La prosperidad comienza conociéndonos y
empezando a hacer con fervor lo que amamos, de esa manera nos daremos
cuenta que el paraíso está aquí, que es ahora y que la eternidad cabe
agazapada en cada instante plenamente vivido.

Un abrazo desde Bolivia, gracias.

-Idoia: Muchísimas Gracias Chamalú.

SALUD
ENTREVISTA CON ALFONSO GUERRERO, EN EL MARCO DE LA
CUMBRE VIRTUAL: SALUD

-Alfonso: ¿Cómo están? Bienvenidos nuevamente. Ahora presentándonos


en este congreso enfocado en la salud. Tengo el placer, el honor de estar
nuevamente con Chamalú, el cual nos va a platicar, desde su visión, su
cosmovisión como él lo menciona, sobre este tema de la salud.

-Chamalú: Gracias, sumamente agradecido por esta oportunidad y qué


bueno elegir un tema como el de la salud para compartir con la gente, algo
que muchos olvidan hasta cuando se enferman.

-Alfonso: Así es, uno se olvida de la salud y curiosamente es lo que uno a


veces más pide, ¿no?, por ejemplo cuando hay rezos u oraciones; pido por
mi salud o pido por la salud de alguien más, esa salud; que sin salud uno
no puede básicamente estar o hacer lo que sea.

-Chamalú: Sí, muy importante otra vez volver a la cultura de prevención,


dado que la medicina existe a cargo de la salud para descartarla, hay
especialistas en todas las enfermedades pero no especialistas en salud que
es lo que necesitamos, asesores en salud que nos guíen para no
enfermarnos, como antiguamente se hacía en algunas culturas, en las que
en realidad la labor del sanador era evitar que la gente se enfermara.

Quería comenzar aclarando que para nosotros la salud no es ausencia de


síntomas, el que no te duela nada no significa que estés sano. Es más, las
peores enfermedades son asintomáticas hasta que ya es demasiado tarde.
Un poco para contribuir a la intranquilidad general momentáneamente,
me gustaría decir que si no duele el cuerpo no es motivo para estar así
cómodamente instalados en una tranquilidad pensado que está todo bien,
puede estar todo mal y muy grave, aunque no duela.

Por ello es que nosotros definimos la salud como "el funcionamiento


armónico a todo nivel": espiritual, psíquico, emocional, corporal y también
interpersonal, social, incluso ecológico, porque somos todo eso y más.

-Alfonso: ¿Qué nos lleva a enfermarnos?

-Chamalú: El no haber aprendido a vivir, la salud es un síntoma de haber


aprendido a vivir.

-Alfonso: Qué interesante, y ¿de qué manera podemos descubrir si una


parte de nosotras está enferma?

-Chamalú: Bueno, el cuerpo ya se ocupa de darnos los gritos respectivos


que son los síntomas, por ejemplo fiebre, erupción, dolor, en fin malestar,
debilidad, pero no deberíamos llegar a ese punto. Es recomendable que en
cada persona, en cada familia, esté instituida la costumbre anual del
chequeo de salud, no estoy pensando en una clínica, en un médico; a los
médicos los tomo en cuenta para cuestiones accidentales, emergencias,
pero en verdad la salud es algo demasiado importante como para dejarla
en manos de un técnico que se ha especializado en temas de enfermedad y
que además han parcelado totalmente el cuerpo; imagínate, para un
nefrólogo, un paciente es un riñón, lo que está entrando por la puerta de
su consultorio es un riñón con ropa y zapatos, y así por especialidad.
Cuando en realidad somos entidades indivisibles, además psicosomáticas,
hay problemas que están generados o agravados por la mente, por la
actitud.
Entonces, es interesante adoptar esa cultura de prevención, con chequeos
periódicos, anuales o semestrales, en las cuales podamos detectar excesos,
carencias y oportunamente resolver cualquier señal que el cuerpo va
dándonos, porque "la salud es nuestro primer capital", que es la vitalidad.
Es el capital número uno y tenemos que aprender a gerenciarlo.

-Alfonso: ¿Cómo realizar los chequeos?

- Chamalú: Hay centro de terapias, aquí mismo en Ciudad de México


hemos visto centros muy completos con lectura de campo oscuro,
hidrología, detectar y eliminar metales pesados del cuerpo, todo eso se
hace ahora bastante rápido, está bastante accesible el costo también. Es
interesante detectar especialmente que no haya carencias de nutrientes
fundamentales, a veces una micro dosis de algún oligoelemento, de algún
mineral, de alguna vitamina. Su carencia puede generar todo un trastorno
glandular, hormonal que hasta puede traducirse en un desequilibrio
mental, por el efecto domino que se produce. Entonces, es muy importante
que uno genere ese hábito de chequearse periódicamente en centros
completos donde hagan una batería de diagnósticos, con una docena ya
tenemos una idea más o menos interesante y algo más; la fotografía Kirlian
médica, no la que se usa esotéricamente con fines comerciales, sino la
fotografía médica energética, puede revelar datos interesantes de
enfermedades que están gestándose en el campo energético y que aún no
están en el campo físico y se puede ver para revertir fácilmente.

-Alonso: Qué interesante. ¿Qué opinas sobre las vacunas? Tantas vacunas
que se están dando a los infantes.
-Chamalú: Las vacunas son un excelente negocio, para empezar. Luego,
son un peligroso atentado contra la calidad inmunológica, no deberían ser
obligatorias. Esto tendría que ser decisión de los padres de familia cuando
se trata de niños. Si un niño tiene una buena alimentación, una vida
saludable, no necesita vacunas. Hemos vivido sin vacunas el 99% del
tiempo y ahora resulta que son indispensables. Algunos dirán, es que se
han eliminado algunas enfermedades como la polio, la viruela, sí, pero no.

Se han convertido en cáncer, esa es la verdad y enfermedades como el


sarampión, por ejemplo, son enfermedades benignas. Pueden y hasta
tienen un efecto estimulante de la inmunología, entonces se ha eliminado
lo que no era grave para reciclarlo y convertirlo en algo grave, eso nos
parece altamente peligroso, estamos totalmente en discrepancia con el uso
comercial de la salud, con una medicina básicamente postrada a los pies
de las multinacionales farmacéuticas, estamos en discrepancia con eso.

Yo provengo de una cultura indígena de Bolivia, de los Andes. Cuando era


niño los médicos me diagnosticaron una enfermedad incurable y
pronosticaron mi muerte inevitable. Les encanta a muchos médicos hacer
de profetas. La ciencia tiene sus limitaciones, hay otra ciencia, la de los
Abuelos, de la cual soy el ejemplo vivo de su capacidad de curación, que es
una ciencia ignorada, secreta, prohibida, pero poderosa y totalmente
eficiente, que durante milenios ha mantenido la salud y la vida.

Por ello es que creemos que hay cosas como los fármacos, como las
vacunas que casi siempre son innecesarias. Puede haber algunas
excepciones, habría que analizar individualmente alguna situación, pero,
por lo general, el uso comercial de la medicina la cuestionamos
radicalmente, el uso, abuso y la automedicación, especialmente a lo que
especifica el uso de fármacos, absolutamente desaconsejable, peligroso e
innecesario y dejar la salud en manos del médico, eso no, no puede
hacerse. La salud tiene que estar en manos de cada uno y familiarmente
tendría que haber una cultura de salud, que le permita a cada uno de los
integrantes y a las nuevas generaciones, crecer sabiendo cómo no
enfermarse.

-Alfonso: Así es, hace rato mencionaste justamente qué es la salud, fue
una respuesta muy contundente, corta, me gustaría que se ampliara,
justamente, ¿cómo no enfermarnos, cómo encontrar esa salud dentro de
nosotros? Cuando aparentemente nuestro cuerpo está enfermo, ¿cómo
acceder a esa salud para que regrese a nosotros, al cuerpo sobretodo?

-Chamalú: Tenemos que comenzar sacando de nosotros el miedo a


enfermarnos, o la idea, la creencia de que enfermarse es normal, que es
natural a medida que pasa el tiempo, falso, totalmente falso. Nos han
hecho creer para luego vendernos algún fármaco detrás.

Cuando nosotros construimos nuestra comunidad Janajpacha, durante


varios años manejamos una clínica para sanos, eso luego lo podemos
comentar, interesante la experiencia, no aceptábamos enfermos, solo
sanos. Por ese entonces, descubrimos o más bien, nos descubrió una
vecina que vino a pedirnos ayuda a tan poco de haber llegado a trabajar,
estamos hablando de 1990, la vecina que tenía 94 años, vivía sola,
trabajaba la tierra, se mantenía con lo que cultivaba y había intentado
sacar una piedra, que era pequeñita, así como un alfiler, pequeña al
principio, que se le fue clavando y clavando. Entonces no podía sola y vino
a pedirnos ayuda, nosotros estábamos allí como 18 personas y entre los 18
apenas la pudimos sacar; pero ella, esa anciana, primero intentó sacarla
sola, un dato interesante.

Segundo dato, ella vivía sola trabajando la tierra a esa edad, 94 años.
Tercer dato interesante, nos habló de su hermana mayor que todavía vivía
y que también vivía sola trabajando la tierra, 96 años. La conocimos
después y nos dimos cuenta que prácticamente el tema de no enfermarse
básicamente es estilo de vida. Vivir en contacto con la naturaleza,
alimentación saludable, sobria, sin excesos, sin carencias y con mucha
felicidad, ese es el secreto, no hay más secretos; es posible, es totalmente
posible vivir sin enfermarse, es totalmente posible vivir sin consumir
fármacos.

Yo recuerdo esta estadística, ya no recuerdo en qué país, de gente de más


de 100 años, donde vivían mujeres y hombres que estaban en estado
aceptable. ¿Por qué?, si uno llega a los 100 años graduado de escombro
computable, pero había como un centenar de centenarios, de gente que
tenía más de 100 años…, entonces se quiso saber cuál era el secreto.
Siempre queremos saber el secreto, la clave de la longevidad que tenían en
común todos ellos, altura, ubicación, en fin, qué cosa comían y no había
nada en común excepto una cosa, que ninguno de ellos había consumido
fármacos.

-Alfonso: ¡Qué interesante! Justo me hiciste recordar una comunidad que


está entre Mongolia y China, se dice que son los más longevos y que tienen
más de 100 años y hay quien llega a los 200 años, les preguntaron a uno
de ellos qué era lo que hacían para que pudieran vivir tanto, y dijo: “no
estresarnos, no estar estresado, dormir, tener una buena alimentación,
caminar diario, es decir, hacer lo natural”. Sin fármacos, ni siquiera
mencionaron los fármacos porque se ve que en ese lugar ni siquiera
existen, tal vez ni siquiera los han visto nunca.

-Chamalú: Los hay, y en diferentes partes ha existido gente totalmente


saludable. Su estilo de vida básicamente, hay que revisar cómo vivimos,
revisar las prioridades que tenemos, identificar las necesidades
innecesarias y reorganizar nuestra vida en función de lo que amamos. Esto
es lo más importante, siempre he dicho y he estado durante 18 años
atendiendo pacientes, ahora ya no hacemos esto, hay otra gente que lo
hace en nuestra comunidad y les decíamos siempre: disfrute, disfrute,
haga algo que ama. Se ha encontrado que en algunas enfermedades,
incluso en las más incurables, mejora el pronóstico de vida que les habían
dado, cuando la persona empieza a hacer lo que ama. Es muy importante
hacer lo que amamos, disfrutar la vida.

-Alfonso: Sí, ¿qué nos puedes decir sobre el estrés?, para mí es como una
enfermedad, si se puede catalogar, así moderna. Decía que ahora el estrés
es lo que ocasiona muchas cosas y es donde muchos de nosotros pronto
nos encontramos.

-Chamalú: Bueno, mira, nuestro punto de vista respecto al estrés es un


poquito diferente al resto. El estrés es natural, es el activamiento de un
conjunto de mecanismos de supervivencia en el que se dinamiza la
adrenalina, la cual tiene parte que ver con el instinto de conservación.
Estamos diseñados para soportar estrés, incluso alto, brevemente; el felino
que está corriendo tras un venado está súper estresado, no podía no estar
estresado, si se relaja se muere de hambre. Pero no puede estar ocho
horas al día corriendo. El problema del humano es que ha inaugurado
extender su tiempo de alerta activo y lo ha intensificado a todo el tiempo,
eso tiene que ver con un estilo de vida anti saludable, pero, además,
inducido. Aquí hay un dato que quizás nos escuches con frecuencia decir:
la enfermedad es fabricada en términos masivos, porque la gente sana no
es rentable, el estrés es parte de su estrategia.

-Alfonso: Así es, la gente sana no es rentable, lo mismo que justamente las
vacunas, como de hecho la industria farmacéutica es la más grande y la
más poderosa en el mundo.
-Chamalú: La más saludable.

-Alfonso: Jajá, la más saludable, así es como la venden, tal cual. En


cuanto a la alimentación, ¿qué es lo que tú recomiendas de alimentación?
Es decir, desde tu experiencia, hace daño o no hace daño, comer carne o
es más beneficioso irse por la parte tal vez vegana, vegetariana o ese no
influye realmente, ¿qué nos puedes decir de eso?

-Chamalú: Respecto a la alimentación, se está intentando distraer a la


gente y encaminarla básicamente hacia un tema, carne o no carne, así
como distraerla para que no se dé cuenta que hay cosas mucho más
peligrosas y mucho más anti saludables. Estoy pensando en toda la
alimentación artificial que está saturada de aditivos químicos altamente
nocivos, estoy pensando en todas las bebidas de colores, incluyendo otras
más oscuras, que son absolutamente anti saludables y que no tendrían
que beberse nunca antes de los 21 años, cuando el cuerpo aún se está
terminando de desarrollar y mejor no beberlas hasta después de los 90
años.

Estoy pensando en esa cantidad de alimentos llamados carnes frías,


embutidos, mortadelas y todo eso que son absolutamente anti saludables
por el proceso y por los aditivos químicos que poseen. Estoy pensando en
los elementos incluso naturales, vegetales que no son orgánicos y que
están expuestos a poderosos venenos; entonces importa menos ser o no
vegetariano, la dieta tiene que ser orgánica. Por ejemplo, una lechuga no
orgánica es tan anti saludable como un alimento artificial lleno de
químicos, hay que ver la procedencia. La dieta es algo íntimo, es algo
personal, tiene que individualizarse el menú, no existe una dieta óptima
para todo el mundo.
No existe la dieta anti cáncer, a menudo me encuentro por ahí en las
librerías, la dieta anticáncer, eso es pura estrategia comercial; que el autor
se curó del cáncer con esa dieta, no dudamos que sí, pero es que no existe
el cáncer, existe el canceroso. Esa persona, esa combinación funcionó, fue
compatible con esta combinación dietética, pero una enfermedad siempre
es una coreografía compuesta por factores desde genéticos hasta externos,
dietéticos e inmunológicos, en fin, no podemos hablar de una buena dieta
para todos.

Cada uno tiene que encontrar su dieta, su menú, este tiene que ser
orgánico, complementariamente podríamos decir que hay dos cosas que
son muy importantes y me gustaría aprovechar este diálogo para
mencionar; por un lado, la desintoxicación permanente y, por otro lado,
hay que cuidar lo inmunológico, la clave son las defensas que tenemos
más que estar con miedo a la malignidad de algún microorganismo. Los
microbios por si solos no son suficientes para generar ningún proceso
patológico, una infección revela más que la virulencia de un microbio la
depresión inmunológica, por ahí hay que apuntar.

-Alfonso: Qué opinas por ejemplo que por ahí, ahora vamos con el tema del
cáncer, de estas purgas que hay con diferentes formas de limpieza o
colónicos, hay unos de maple que te hacen, son diferentes limpias, ¿qué
opinas de esto?

-Chamalú: Todo abordaje terapéutico tiene que ser individualizado y


calculado según la necesidad de cada persona, todo lo que se maneja
comercialmente, es susceptible, merece toda nuestra sospecha. No
podemos creer todo, en especial si nos quieren vender a fuerza de
majadera insistencia, la salud es algo muy delicado, hay que cuidarla. Lo
bueno es que tenemos una capacidad autocurativa increíble, la
desintoxicación es necesaria, un colónico al interior de un plan terapéutico
individualizado y en manos de gente con experiencia es un excelente
recurso; pero hacer un colónico porque el fin de semana estuviste
destruyendo tu cuerpo y el lunes te haces un colónico y así
periódicamente, eso es nocivo.

Además, porque las lavativas, los colónicos podrían barrer la flora


microbiana de la que dependemos muchísimo a nivel de procesos
nutricionales y de equilibrio corporal, no debemos olvidar que de uno a dos
kilos de nuestro peso son microorganismos, entonces tenemos miles de
millones de millones de ellos. Un proceso de lavativa manejado
irresponsablemente podría simplemente privarnos de ese ecosistema
microbial del cual depende nuestra salud, entonces tiene que ser todo
dentro de un plan muy bien confeccionado, en manos de terapeutas
especializados y además al interior de un proceso dietético, que esté bien
manejado, con un estilo de vida saludable.

Un dato más, no se combaten síntomas, los síntomas son las alarmas que
el cuerpo enciende para decirnos que algo malo está pasando. Si suena la
alarma de casa anti incendios en la noche, no hay que correr a apagar la
alarma, ¿no?, hay que ver dónde está el fuego y ocuparnos de eso.

-Alfonso: Así es, totalmente de acuerdo, del cáncer Chamalú, ¿qué nos
puedes platicar sobre esto?

-Chamalú: Muy importante hablar de esto, quiero comenzar manifestando


nuestra discrepancia con ese llamado a esas campañas de prevención que
se hacen en algunos lugares. Clínicamente la prevención del cáncer con
todos esos exámenes diagnósticos que se practican anualmente, en
especial a las mujeres para detectar precozmente el cáncer, resultan aún
más perjudiciales. Estos chequeos para ver si ya tiene cáncer o todavía no,
eso resulta ser una broma siniestra. Ninguna mujer tiene que caer en ese
juego porque está sembrando el miedo al cáncer, están yendo a hacerse
ese diagnóstico con el miedo y el miedo es pro-cáncer, entonces les están
induciendo a que lo tengan; en definitiva, el cáncer es uno de los mejores
negocios que se ha montado entorno a la salud. Es importante que todas
las personas sepan de verdad cómo no tener cáncer y esto es justamente a
partir del aprendizaje de una cultura de salud, lo que decíamos antes y de
una vida saludable y de la felicidad, es muy importante, la gente feliz tiene
menos cáncer.

-Alfonso: Así es, si está más viviendo en congruencia, más alineada


justamente con el plan de su alma, ¿por qué habría que enfermarme?, ¿a
menos que parte del aprendizaje tenga que ver con eso?, y justo eso es la
siguiente pregunta. ¿Tú crees que haya, por ejemplo, enfermedades que
tienen que ver con lo que viene a aprender el alma en el mundo, o no?

-Chamalú: Sí, ¿Como las enfermedades kármicas dices tú?

- Alfonso: Sí o como por misión de vida; ahh, es que con esta enfermedad
voy a entender tal vez ciertas cosas o practicar ciertas cosas.

-Chamalú: En realidad, el karma es una ley agrícola, “lo que tú siembras


cosechas”, nada más, los agricultores saben muy bien eso, no hace falta
ser de ninguna creencia esotérica. Pero sí hay mucha literatura fantástica
que se ha hecho entorno a esto, la espiritualidad de la Nueva Era está muy
devaluada por esa cantidad, por esa proliferación de especulación entorno
a ella. Pero volviendo a eso que me preguntas, es probable que una
cantidad muy minoritaria de enfermedades tengan alguna relación con la
evolución en la que uno se encuentra y todo eso.

Sin embargo, la mayor parte de los procesos patológicos no tienen relación


con nada de eso, eso lo hemos podido constatar, porque mucha gente
llegaba a nuestra consulta, al principio (a mis 20 años comencé a recibir
pacientes cuando se fue el Abuelo con el que me estaba formando), gente
que venía con esa idea, por ese entonces yo no había leído casi nada, no
sabía nada de eso, pero les decía olvídese de eso y haga esto y se curaban.
Se curaban el 99 % de la gente. La realidad me persuadió de que no es así,
con algunas pocas excepciones que no podemos negar, en algunos casos
aislados, minoritarios se podría hablar que sí, pero en la mayor parte de
los casos, lo que no se resuelve de una manera, se resuelve de otra o de
otra.

Por eso, hay un abanico de terapias alternativas, un buen terapeuta,


encuentra la manera de ayudar a la persona y básicamente ni siquiera es
el terapeuta, es la calidad inmunológica. Si potenciamos la inmunología
del cuerpo, así como el cuerpo cicatriza una herida o suelda un hueso que
se ha fracturado..., es la energía auto curativa del cuerpo la que cura,
nosotros le llamamos inteligencia sanadora, que es la que va
ocupándose de sanar y una de sus expresiones es el sistema
inmunológico. Así que no hay que tener miedo, la mayor parte de las cosas
las podemos aprender sin sufrir, no somos nosotros de la escuela que
aboga por el sufrimiento como algo necesario.

Creemos que el sufrimiento es un recurso de última instancia, si no


aprendiste a las buenas, si no aprendiste después de varios intentos pues
viene la vida y te da una lección dura; es decir, si no aprendiste vía
reflexión, te va a golpear la vida, eso es sufrimiento pero no es recurso de
primera instancia, podemos vivir sin sufrir.
-Alfonso: Totalmente de acuerdo contigo, así es como yo lo percibo, es
como el aprendizaje, está ahí, está lejos, si lo observas bien, te lo
aprendiste y si no se va acercando, se va acercando, hasta que te estrella y
allí es justamente el sufrimiento, me encanta como lo explicaste.

Chamalú con qué quisieras justamente, cerrar esta platica de salud, qué
quisieras dejarle a las personas, además de todo lo que ya nos has dado.

-Chamalú: Bueno, pues me gustaría, por un lado, decirle dos cosas y por
otro lado luego invitarles que puedan conectarse con nuestra comunidad,
donde estamos vivenciando todo esto como una forma de ir aprendiendo.

El primer aprendizaje que debemos tener todos es aprender a no enfermar,


porque aunque te vaya bien si te enfermaste de nada sirve. Yo recuerdo la
gente que nos ha visitado allá en nuestra comunidad en Bolivia, gente
prospera que nos ofrecía toda su fortuna con tal de que le devolviéramos la
salud, pero venia demasiado tarde, porque todo tiene un límite, el cuerpo
también lo tiene, está sujeto a leyes que nos marcan límites. Entonces,
primero que aprenda y que se vuelva experto en no enfermarse, primera
recomendación.

En segundo lugar, demos más importancia al disfrute, el placer no es un


elemento decorativo de uso eventual. Nuestra capacidad de sentir placer es
parte de nuestro equilibrio psicofísico, necesitamos disfrutar, la naturaleza
nos ha diseñado como seres con gran capacidad para disfrutar, porque el
disfrute es un recurso armonizador, equilibrador; el déficit, la carencia de
placer enferma, esto para recordarle a las personas que no lo pierdan de
vista, que disfruten y que se permitan disfrutar más, que prioricen su vida
en función de lo que aman y finalmente, que no se olviden compartir todo
esto que es tan importante difundirlo por todas las vías posibles, porque la
vida es un acontecimiento, en realidad la vida es una instante a manera de
una hamaca colgada entre dos eternidades. Después nos espera lo que
nosotros llamamos la zona de misterio, que no sabemos exactamente qué
es y cómo será, si bien no sabemos qué viene después de la muerte,
sabemos que antes de la muerte está esto que es la vida. Y que cada uno
tiene que asegurarse de que haya en su caso, vida plena antes de
dormirse. Muchas gracias Alfonso.

-Alfonso: Y así es, totalmente de acuerdo contigo, muchísimas gracias por


esto que nos aportaste Chamalú, por esta claridad, por incluso sembrar
estas dudas.

¿DIVORCIO O VIDA EN PAREJA?

ENTREVISTA CON ANA ROSA VAZQUEZ EN EL MARCO DE LA


CUMBRE VIRTUAL: PLENITUD Y FELICIDAD DESPUÉS DEL DIVORCIO

- Ana Rosa: Hola, ¿cómo están? Bienvenidos a otra sesión del Congreso
espiritual: Plenitud y Felicidad después del divorcio; en esta ocasión tengo
el gusto enorme de contar con Chamalú. Muchas gracias por estar aquí,
gracias por enriquecer este evento y te agradecería mucho que le dijeras a
nuestra audiencia, ¿quién es Chamalú?

-Chamalú: Un fraternal saludo para ti y para la audiencia de este


importante evento. Soy un guardián de la sabiduría de los Andes, escritor,
conferencista y fundamentalmente un reforestador de conciencias; gracias
por la invitación.
-Ana Rosa: Muchas gracias Chamalú, estamos muy contentos de tenerte
aquí sabiendo acerca de toda tu sabiduría en la cuestión femenina, la
energía femenina, todo esto que acontece en la mujer. Te he seguido a
través de diversas redes, sé que eres una persona que nos puede aportar
mucho en este evento, gracias por estar aquí.

Chamalú, durante el tiempo en que he estado investigando a cerca del


divorcio y sus consecuencias, de qué es lo que va pasando en el ser
humano, he encontrado que después de pasar por todo el proceso del
divorcio, las mujeres refieren con frecuencia perder su capacidad de salir
adelante, que su parte femenina se ve disminuida, de no poder sentirse
atractivas, femeninas, que puedan disfrutar de la vida como mujeres. ¿Qué
nos puedes platicar al respecto?

-Chamalú: Bien, gracias, de inicio me gustaría hacer una rápida


caracterización de cómo está el mundo. Es bueno preguntarse con qué
paradigma funcionamos, cómo vemos la vida, cómo vemos las relaciones
interpersonales, el matrimonio, qué cosa no respondemos ante una
creciente cantidad de divorcios. Creo que hay que indagar sobre las causas
de aquello que parece que no es automático ni obvio, del definir el divorcio
como un fracaso. ¿Qué es lo que está fracasando? En algunos casos es
todo lo contrario.

Creo que hay que repensar muchas cosas, redefinir muchas cosas,
tenemos que ubicarnos en esta época postmoderna donde las fronteras se
han diluido, donde lo ético ha quedado descartado y en la que hay un
consumismo desmedido que da la espalda a los principios. La vida ha
dejado de tener sentido y al interior de todo eso está pasando lo que está
pasando. Considero que el divorcio es un efecto colateral de cosas que se
están manejando de una manera no natural, no profunda y sin sabiduría.
Si no comprendemos las causas nos quedaremos en una mirada más o
menos superficial de los efectos y ese será un mero paseo por síntomas,
sin aludir a las causas. Tenemos que partir comprendiendo qué está
pasando con el matrimonio para intentar hacer luego un abordaje creativo
e inteligente del proceso de separación.

-Ana Rosa: Sí, esto que dices es muy interesante. Como comentas, cada
día son más los divorcios, ¿y tendrá que ver esto, con que todo se ha hecho
más rápido, de que todo lo queremos de inmediato, lo queremos rápido,
todo lo queremos fácil, con todos los avances de la tecnología?

-Chamalú: Bueno, mira, el matrimonio entre dos personas, que para


empezar ni siquiera se conocen a sí mismas y que no saben nada del
manejo de la energía sexual, ya es, se podría decir, el anticipo de un
fracaso, de un naufragio de aquella convivencia. Creo que la rapidez es
síntoma también de una época saturada de frivolidad, de banalidad, de lo
que no se sabe; pues el gran déficit, es el déficit de autoconocimiento.
La gente no se conoce, los hombres no se conocen, menos su sexualidad;
la mujer no se conoce tampoco, está peleada con su cuerpo, en la mayor
parte de los casos confunden belleza con apariencia; y, prácticamente, la
unión de dos ignorancias itinerantes genera un proceso que está
condenado, en su mayoría, al fracaso o a una convivencia difícil, a una
infelicidad garantizada. El no haber aprendido a vivir, el no conocerse son
causas que tenemos que identificar muy importantes en este proceso,
donde, al final, terminan uniéndose dos infelicidades.

Además, habría que ver, habría que redefinir cosas, como por ejemplo eso
que nos completamos con otra pareja; la incompletud es inherente a la
naturaleza humana, hemos venido a evolucionar, el cuento de la media
naranja es una falacia, nos completamos creciendo, conociéndonos,
evolucionando la conciencia, no sumando una persona, fracasando y luego
probando con otra y así sucesivamente. Creo que hay que replantear
también el tema de por qué la gente se casa, para entender luego las
crecientes cantidades de divorcios, de separación, de todo esto que
estamos presenciando.

-Ana Rosa: Esto que acabas de comentar es muy importante, ¿por qué la
gente se casa? Generalmente estamos buscando a alguien que nos
solucione, nos complete o sane esa herida que nosotros tenemos; como
puede ser la soledad o el miedo, en fin, creo que como tú comentas es muy
acertado el hecho de que nos reunimos dos necesidades y no dos
personas.

-Chamalú: Totalmente, ahí están los gérmenes de la separación,


precisamente al indagar por qué la gente se casa; ese miedo a la soledad
que mencionaste me parece muy atinado. Hay que redefinir la soledad que
es un escenario de autoconocimiento preciso, hay que redefinir las formas,
hay que redefinir la manera como estamos buscando. ¿Qué estamos
buscando? Quien está buscando a su media naranja está realmente
perdido, porque la incompletud se resuelve de otra manera, no con un
matrimonio, porque entonces la insatisfacción estará garantizada.

Alguna vez les hemos dicho, en conferencias que solemos dar para parejas:
¿No será que te estás casado con tu ex futura pareja? ¿No será que allí
están ya germinando las semillas de la separación? Porque está mal
planteado, está mal planteada la forma, mal planteadas las causas y
además mal planteada la propia ceremonia de unión, “hasta que la muerte
los separe”, o será: “hasta que el desamor les separe”, por ejemplo.

Entonces, creo que las causas están mal planteadas, no podemos


completarnos con otro, nadie aquí completa a nadie, eso es una cuestión
de crecimiento consciencial. De manera que si esto no lo tenemos claro
desde el inicio, no sabremos cómo diseñar la arquitectura conyugal
y aquello estará condenado al fracaso de entrada; más allá de la fiesta, de
la boda, de las buenas intenciones, esto no es cuestión de voluntad, nadie
puede prometer amar a alguien toda la vida como si esto fuera un ejercicio
de voluntad.

-Ana Rosa: ¿Y cómo podemos nosotros solucionar esta situación para


aquellos que ya vivieron esta ruptura, para aquellas personas que ya no
pudieron finalmente subsanar esas necesidades en la relaciones? ¿Tú qué
nos recomiendas? O sea, ¿cuáles deberían de ser los principios sobre los
que una persona establece una relación?

-Chamalú: Lo que nosotros proponemos en principio, más que un vínculo


es una conexión, más que fidelidad, lealtad vibratoria; esto posibilita
caminar juntos creciendo. Que la pareja se mueva teniendo claro y
compartiendo un código ético conyugal, porque la pareja es soberana,
pueden poner las reglas que quiera para funcionar, más allá de los límites
que impone la sociedad.

¿Por qué estoy proponiéndome caminar con alguien? ¿Qué es lo que


necesito? Bueno todos necesitamos afecto, pero, ¿la búsqueda de afecto
tiene que realizarse vía matrimonial? Y si la respuesta es positiva, ¿qué
modelo necesita mi conciencia para continuar creciendo? Creo que nada
más hermoso que compartir una caminata, un vuelo juntos, pero si el otro
no sabe volar, aquello será un autoengaño. Y ese vuelo tenemos que
empezarlo partiendo de fundamentos sólidos que nos permitan dinamizar
un conocimiento mutuo, para crecer juntos, para apoyarnos.

Si te fijas, se dice que la gente tiene que buscar a alguien que lo


complemente, pero el buscar a alguien que me complemente es admitir
una incompletud, ahí está el cuento de la media naranja
nuevamente. Podríamos, tal vez un poquito, acomodar la palabra
suplementar en vez de complementar. Suplementar en el sentido de
sumar, que aumente, que incremente, porque ya estoy completo y mi
completud tiene que ver con mi trabajo interior, no con que me vaya a vivir
o no me vaya a vivir con alguien es que aparezco completo o completa.

Visto de esa manera, el siguiente paso será establecer un acuerdo donde


haya un código ético consensuado, en el que nos ponemos de acuerdo con
qué reglas de juego vamos a jugar eso que se llama convivencia y el resto
es creatividad, amor y todo lo que se quiere implementar. Además, dejando
un poco bajo sospecha eso del amor conyugal, que quizás ni siquiera
existe; existe, sin embargo, el amor con mayúsculas, solo que en este caso
es tejiendo coincidencias y compartiendo itinerarios.

-Ana Rosa: ¡Qué hermoso Chamalú!, que gusto que nos estás
compartiendo, porque eso es hacia donde debe aspirar el ser humano
cuando quiere una pareja, como dices, ser dos personas completas que
tienen coincidencias, que buscan coincidencias. En este caso nuestra
Cumbre es acerca del divorcio y desafortunadamente se llega a esos
momentos porque no podemos, no encontramos esa pareja que reúna esas
características. Una vez que ya decidimos ir al divorcio, ¿qué podemos
hacer para sanar, para ir sanando y poder ir encontrando eso que como tú
dices se va a ir compartiendo, un tipo de relación que se comparta y no
que complemente?

-Chamalú: Bueno, mira, yo sé que la temática nos induce a ir deprisa al


divorcio, sin embargo, me gustaría añadir algo antes Ana Rosa, si me
permites.

-Ana Rosa: Por supuesto, Chamalú.


-Chamalú: No todas las personas están llamadas a vivir la experiencia
matrimonial. Recuerda que nuestro paso por la tierra está con intención
evolutiva, nuestra conciencia viene a evolucionar, algunos necesitan,
algunos y algunas precisan la experiencia matrimonial como parte de su
crecimiento, otros y otras requerirán esto como una experiencia, como una
etapa de su vida o dos, pero por tiempo limitado y otras personas no lo
necesitan, no lo requieren y eso lo sienten incluso desde bastante jóvenes.

Sin embargo, la presión familiar y social van conspirando en contra y al


final uno termina contrayendo matrimonio a la edad reglamentada por la
sociedad. Esta gente, este último grupo de los que el matrimonio no
pasaba por su crecimiento consciencial están condenados a fracasar,
aunque elijan a la mejor persona, porque eso no pasa por su itinerario
evolutivo en esta vida; eso tiene relación seguramente con otras vidas, pero
fundamentalmente, se tiene que hacer en la vida lo que se necesita, a lo
que se está llamado que es a aprender, a explorar, pero alineando a una
ruta de crecimiento conectado con nuestra misión.

Entonces, hay unos divorcios se podría decir que ya están preestablecidos


porque por ahí no era, se desvió de su ruta de crecimiento. En otras
personas el divorcio viene a ser la conclusión natural de un ciclo, de una
etapa que tenían que vivirlo, incluso bien, pero llega un momento en que
se agota esa fase, se agota ese aprendizaje, se agota esa exploración y lo
natural es que paren con un “muchas gracias, hasta luego”, con una
buena amistad, para ya inaugurar otra etapa. En este segundo caso, el
divorcio no es un fracaso, es simplemente una conclusión natural, así
como cuando anochece, no ha fracasado el día, simplemente está llegando
la noche, otra etapa, hay que verlo así.

En el tercer caso, en el grupo de personas que sí requieren en su paso por


la tierra la experiencia y convivencia matrimonial, ahí sí tendríamos que
hablar recién de que hay que elegir lo adecuado, aquello que sume en vez
de restar, aquello que no interfiera en el crecimiento de uno y en este caso
tendríamos que ir planteando un manejo diferente de la relación, de tal
manera que el divorcio no ocurra y en realidad no debería ocurrir porque
es parte de un crecimiento conjunto, pero cada uno estará caminando o
volando con sus propias alas.

En este análisis, el divorcio se aplicaría en el segundo grupo, como la


conclusión natural de una etapa que la hemos seguramente compartido y
ojalá disfrutado. Desde ese punto de vista no hace falta intentar
divorciarse con éxito, porque el divorcio no es un fracaso, sino el atardecer
de una etapa, el cierre de un ciclo que de ninguna manera tiene que
incluir culpa, remordimiento, crisis, angustia, sufrimiento y toda esa
parafernalia que se ha constituido al respecto; eso también hay que
cuestionarlo, hay que rebelarse frente a todo eso que se ha generado en
torno separarse, cuando es lo mejor que podemos hacer, en algunos casos,
y tiene que ser el amanecer de una nueva etapa y esto no debería ser un
drama.

- Ana Rosa: Esto que estás mencionando creo que es sumamente


importante, porque es verdad, yo creo que como tú comentas, hay muchas
personas que no vinieron a casarse en esta etapa evolutiva y para
muchísima gente que hoy, que han podido estar en este tema, es un
sentimiento de culpa, de sentirse mal, porque dicen: realmente yo no me
quería casar o yo estoy feliz sola y el poder entender esto creo que les
ayudará mucho a poder liberar una culpa o una carga que creen traer y
esto, Chamalú, se logra con el autoconocimiento, con el saber, con el
poder reconocer cuál es tu misión de vida o a qué viniste, o como tú mismo
mencionaste, no todos venimos a casarnos. Esto que me estás
compartiendo se me hace sumamente importante.
-Chamalú: Como tú sabes, Ana Rosa, lamentablemente hay muchas
falacias, hay muchas mentiras que han circulado y que vienen barnizadas
de transcendencia, de espiritualidad. Durante muchos años hemos
intentado mostrar una nueva forma de ver la vida, precisamente estamos
pensando en escribir un libro sobre la pareja, que se va a titular: “Hasta
que la muerte del amor nos separe”. Será una reinterpretación de todo lo
que es la vida conyugal y nuestro subsiguiente libro es: “Espiritualidad
mundana”, que intenta proponer otras formas de vivir lo espiritual sin
miedos, sin culpa y sin todo ese tipo de peso innecesario que la gente
transporta. Por tanto, lo que traemos son buenas noticias.

A la gente que está con el tema del divorcio, hay que nada más ver qué es
lo que nos dice el alma, que es lo que nos dice la consciencia, sentir desde
adentro ese llamado de vivir lo conyugal como algo fundamental en su
vida; quizás esa persona estaba en el grupo de los que solamente tenían
que explorar esto, era parte de una experimentación, pero eso ya terminó y
es absolutamente normal. Lo anormal sería prolongar algo que ya murió,
es como guardar una fruta podrida, no tiene sentido, hay que vivir y se
vive por etapas. Si acaso una persona cediendo a la presión familiar o
social se casó, pues tampoco hay motivo para culpa, eso fue un error
entendible, el ser libre nos da la opción de equivocarnos, nos equivocamos
y borrón y cuenta nueva; no hace falta la culpa, ni el remordimiento,
quizás perdimos tiempo, energía, pero bueno, estamos aprendiendo.

Para quienes están en el grupo que necesitan crecer su consciencia


acompañadas, habrá que ir siendo absolutamente sinceros, sinceras,
autocríticos, autocríticas, mirando qué cosa no tomamos en cuenta, qué
cosa olvidamos; por supuesto, la elección de la pareja no tiene que ocurrir
dentro de una fase de enamoramiento, donde uno tiene una distorsión de
la realidad y puede ver un príncipe en cualquier sapo; por supuesto que
tenemos que ser absolutamente autocríticos, podemos enamorarnos con
tal de que no tomemos decisiones en esta etapa de nuestra vida.

Si a pesar del esfuerzo que se hizo, a pesar del amor y de la paciencia que
se puso, aquello no funcionó, podemos replantearnos más creatividad,
más amor, siempre suelo decir que el amor es la mejor venganza, amarle
más todavía y también usar esa relación insoportable, esa pareja
insoportable. Para muchas mujeres, a la gente en general les decimos: “No
se apuren en cerrar una relación”, a no ser que tengamos ya una historia
de infelicidad a dúo hace tiempo prolongada, pero a mí me gusta más, en
esto caso en la mujer, que se trabaje la paciencia, la creatividad, el amor
incondicional, el humor, eso que nosotros llamamos chamanizar una
relación, antes de desembocar en una situación de ruptura matrimonial,
podría incluso trabajarse la imperturbabilidad, todo esto con una pareja
insoportable.

Si después de eso, si a pesar de todo el amor dado no ha reaccionado


positivamente la persona, entonces sí se puede uno plantear las
alternativas de separación. Uno de los capítulos de mi libro mencionado
sobre la nueva pareja, se va a titular: “La fiesta de la separación”, para,
precisamente, para darse cuenta que esto no tiene que ser visto ni como
fracaso, ni como algo terrible que va a generar culpa, infelicidad y
dolor. Podemos redefinir la separación cuando ya es inevitable, pues
echando mano de la creatividad podemos redefinirla y manejarla de otra
manera.

-Ana Rosa: De verdad, creo que tus libros van a ser todo un éxito,
realmente nadie nos enseñó a ser pareja, como nadie nos enseñó a ser
padres o situaciones así y creo que esta forma de ver la vida va a
revolucionar este concepto o sea, es como la fiesta, una nueva fiesta de la
separación. Realmente poder darte cuenta que hiciste lo que pudiste y que
aún así, tienes derecho de vivir bien, de vivir feliz, de disfrutar de la vida.

-Chamalú: Totalmente, hay que crecer, a la gente que está en esta


situación, le diría: “Si estás ya aparentemente (uno cuando está pesimista
cree que se fue de camping al infierno), si ya estás en esa situación,
fundamentalmente tienes que hacer en la vida lo que necesitas, a lo que
estás llamado; otra cosa es aprender, explorar, pero alineando a una ruta
de crecimiento conectado con nuestra misión.

Pueden preguntarse: ¿qué cosa puedo aprender de esto?, porque uno


puede aprender de todos y en especial de situaciones difíciles, son retos
que nos hacen fuertes y la gente insoportable nos ayuda mucho, como
hace rato decía: ser paciente, creativos, amor incondicional, humor,
imperturbabilidad, voluntad, todo esto no lo podríamos trabajar con
alguien que nos lo pone fácil. Si después de todo esto la situación no
prosperó, no mejoró, entonces en coherencia con nuestro plan de vida, al
interior de una ruta de crecimiento conectada con nuestra misión habrá
que ir gestando una nueva etapa, pero manejada artísticamente.

Una mujer tiene que ser una artista, eso significa ir por la vida fluyendo
descomplicadamente y situaciones como una separación se tienen que
manejar artísticamente, hay que hilar bastante fino. Sé que en países
como México, por ejemplo, esto suele ser un gran desafío, dado que todavía
el machismo camina por las calles del presente con buena vitalidad, sin
embargo, a mayor machismo mayor creatividad, amor auténtico. Podemos
seguir amándonos después de separarnos, pero de otra manera, es que el
amor no es sinónimo de matrimonio, el amor tiene muchas, muchos
formatos, muchas presentaciones, al contrario, a veces el matrimonio es la
tumba del amor cuando no es la persona adecuada o cuando no era lo que
me tocaba en mi ruta de crecimiento. Llegando la inevitabilidad de la
ruptura, entonces: creatividad, optimismo, amor, por supuesto mucho
amor y aquello tiene que estar manejado como algo sagrado; entonces, sin
duda, no habrá remordimiento, ni culpa, ni sufrimiento, ni nada de eso,
porque estará amaneciendo otra etapa en nuestra vida.

-Ana Rosa: Tienes toda la razón, o sea, realmente fomentar la alegría y


crecer con la experiencia, creo que este es un punto muy importante,
darme cuenta que no era ese mi camino, dar las gracias por lo aprendido y
salir adelante al encuentro del amor. Como tú dices, un concepto
muchísimo más grande del amor que tenemos la mayoría de las personas
como concepto de lo que es el amor a la pareja; por ejemplo, tú hablas de
un amor mucho más profundo, mucho más grande.

-Chamalú: Totalmente. Si hay que situar el amor, es más bien definirlo


como una vibración, a me gusta decir: " El amor es el idioma que se habla
en el Universo", por tanto, estamos hablando de un nivel vibratorio, de una
frecuencia expresada a nivel consciencial y que tendría que
compatibilizarse; el amor es lo que legitima la convivencia, se acabó el
amor y ahí lo que pasa es una vecindad, una sociedad cama adentro o
alguna variante de prostitución o adulterio, el amor es lo único que
legitima la convivencia. Se acabó el amor y yo no sé qué están haciendo
juntos, habría que reinventar la relación, no tenemos que estar
encapsulados, encorsetados así en una cuestión matrimonial, hay tantas
formas de amarse… Yo conozco parejas, he conocido personas que se
aman desde que se han separado, por ejemplo, eso es que se llevan tan
bien a partir de esa situación; por eso es que yo insisto en que tenemos
que manejarlo todo artísticamente, así impecablemente y con mucha
creatividad.
Una ex-pareja puede ser un gran amigo, una gran amiga, además con todo
lo que sabe de nosotros es mejor tenerlo de nuestro lado, obviamente.
Creatividad, amor, sinceridad, pero todo al interior de un camino de
crecimiento, uno no puede vivir sin un plan de vida. Lo que nosotros le
enseñamos a nuestros aprendices, a la gente que viene a nuestra
comunidad-escuela, es precisamente eso: cero dependencias, desapego, al
contrario, tenemos que ir planteando niveles de autosuficiencia, primero a
nivel emocional porque no necesito que otro me haga feliz, la felicidad se
autogenera adentro, no necesito que alguien me ame para completarme, el
amor es un diálogo que hacemos y que suma, por supuesto. Me encanta
estar con gente que amo porque eso suma a mi itinerario, pinta de colores
mi día, pero no es que estoy incompleto si ello falta, al contrario; y la
soledad también es importante, como un escenario de autoconocimiento
poderoso, hay que valorar más, en especial la mujer, tiene que valorar más
los momentos de soledad, las etapas que pasa de soledad y el resto es
definir la vida como una escuela para evolucionar, donde tenemos que
aprender a manejar bien nuestra libertad, a tomar buenas decisiones y a
ser expertos cuando corresponde renunciar.

- Ana Rosa: Creo que nos estás dando una gran respuesta, porque la
mayoría de las personas no pueden contemplar esta forma de ver la vida o
de ver el amor, qué es primero un crecimiento interior y que la soledad no
es un castigo, la soledad es una forma de crecimiento. El concepto que
tenemos de soledad es estar solos, pero sin podernos dar cuenta que la
soledad es estar contigo mismo, se habla en otra perspectiva
completamente diferente.

-Chamalú: Quiero decir algo más, Ana Rosa, para que la audiencia, los
participantes de este evento lo recuerden. El amor, y si se quiere, “el amor
conyugal” (entre comillas) entre dos personas dormidas, incluye gérmenes
de odio, para que lo recuerden, y esos gérmenes, esas semillas de odio van
a crecer a medida que se pasa la efusividad del enamoramiento; entonces,
el divorcio es consecuencia de eso, se fueron con sus semillitas que luego
germinaron y el resto es simplemente consecuencia natural de todo
aquello.

¿Qué tenemos que hacer entonces? Despertarnos antes que nada, incluso,
quienes creen que van a crecer acompañados tendrían primero que
trabajar consigo mismos, quien no aprendió a estar solo, no podrá estar
tampoco acompañado, estas son cuestiones que hay que resolver, hay
varios previos. Yo le pido a la gente joven que no se den prisa, no importa,
no hay edad, si alguien quiere compartir su vida con otra persona, la edad
es lo de menos, hay que ver el tamaño de la consciencia. Otra cosa que
también me gustaría dejarle a la audiencia de tu evento, es que “ninguna
mujer ha viene a la tierra por razones conyugales o reproductivas, la
maternidad no tiene nada que ver con la feminidad”, son cuestiones
opcionales, por tanto, lo que tenemos que privilegiar es estar en un camino
de crecimiento, todo tiene que estar subordinado a ello. El tener pareja o
no, tiene que compatibilizarse con nuestra ruta de crecimiento; de lo
contrario, lo que me distorsiona, lo que me interfiere es un error.

-Ana Rosa: Chamalú, estoy impresionada de toda la sabiduría que nos


estás compartiendo, realmente esto que nos mencionas de la maternidad
también es un punto muy importante que lo estés exponiendo y que la
autoridad que tú tienes en estos conocimientos, que pueda extenderse este
concepto hacia todas las personas que nos están viendo, que son muchas
personas.

No es la maternidad, ni el fin del matrimonio, ni la finalidad del


matrimonio, ni de la mujer, porque muchas personas se sienten mal si
eso pasa, y muchos matrimonios incluso acaban por eso, pero ahorita que
estoy escuchándote, en todo esto me estoy dando cuenta que nos falta
muchísimo conocimiento acerca de quiénes realmente somos y para qué
estamos aquí.

-Chamalú: Bueno, por ello, Ana Rosa felicitarte por este evento que
seguramente está trayendo luz a mucha gente, invitarles a que compartan
estas ideas también, a que puedan ver más de nuestra filosofía en las
redes sociales, en nuestra página web: www.chamalu.com. Cuanta gente
hermosa he conocido que se ha destruido simplemente por no tener claro
el panorama en este punto. Cuántas mujeres muy sensibles en este
momento están en un nivel de depresión por haber cedido a la influencia
de un entorno que no siempre es favorable. A veces uno está preparado
para luchar contra sus rivales, a protegerse de sus enemigos, pero no hay
forma de estar protegido de la gente que nos quiere, que es la que más nos
puede inducir a que comentamos errores, incluso sin mala intención.

Por supuesto el tema de la maternidad es una opción, el ser mamá no le


hace a ninguna mujer más mujer, además no todas las mujeres han
venido a esta tierra a vivir la experiencia de la maternidad, eso cuando
tiene que darse o no, tiene que darse o no, depende de la ruta de
crecimiento, de las características de lo que la evolución consciencial
requiere, porque algo no puede perderse de vista y es que la vida tiene
sentido cuando le damos sentido. Sentido es dirección y la dirección no es
otra que la misión y la misión es la que encapsula nuestra evolución, la
evolución de nuestra consciencia, la razón por la que estamos aquí, es eso.
La compresión de esto y el encarnar esto es lo que da sentido a la vida,
estemos solos o acompañados, nuestra vida tendrá sentido en la medida
en que esto lo tengamos claro y convertido en un estilo de vida.
-Ana Rosa: Yo sé que hablo por la audiencia, de que nos invitas a
sociedades más libres, más sanas, más en concordancia con el espíritu,
con la armonía, con la vida. Creo que esto que nos estás planteando
hoy, de verdad espero que penetre en las mentes y en el sentimiento de
las personas para que podamos vivir una vida más libre.

-Chamalú: Pues así sea. Ya acercándonos al final, decirte que sin bien hay
muchos temas para seguir compartiendo, me gustaría rápidamente aludir
al tema de la felicidad, porque al final uno se casa buscando la felicidad,
uno hace tantas cosas para ser feliz y ocurre que la felicidad es nuestra
condición natural, los bebés son felices sin que hayan asistido a un curso
de felicidad o les hayan enseñado.

La felicidad hay que dejar de definirla como una emoción para verla como
un estado natural, como un estado de consciencia. ¿Cuándo somos
felices?, cuando estamos en el lugar adecuado. ¿Cuál es el lugar
adecuado?, donde está creciendo tu consciencia. ¿Cómo te das cuenta de
esto?, los demás se van a dar cuenta, te van a criticar o van a sospechar
de ti o les va a encantar tu presencia, tu energía, tu vibración, tu mirada.
Si estamos en el lugar adecuado van a ir pasando cosas que en otro sitio
nunca ocurrirían, ese es el crecimiento consciencial traducido en una
vibración que cada uno tiene el deber de convertirlo en un estilo de vida.
La felicidad se autogenera cuando estamos en el lugar adecuado, haciendo
lo preciso en el momento justo, porque total, la vida es tan corta, no
tenemos que dejar que se pierda ni un solo instante, estemos solos o
acompañados.

Que esté garantizado nuestro crecimiento, nuestro disfrute, porque hay


que disfrutar el itinerario y además compartir con los demás de quienes
aprendemos y a quienes tenemos también el deber consciencial de
ayudarles en este mundo, que en el fondo es una escuela para continuar
evolucionando a la cual nos han enviado y de lo cual debemos estar
profundamente agradecidos.

Entonces, si estás en pareja crece, si no estás en pareja crece; si estás en


pareja disfruta la vida, si no estás en pareja disfruta la vida; si estás en
pareja no te olvides ser solidario, ayuda a los demás y si estás solo
también, es decir, es lo mismo, el formato soltero o matrimonio es apenas
una forma de ir evolucionando, lo importante es que la evolución no se
interrumpa.

-Ana Rosa: Sí, esta es una de las enseñanzas que tengo más tuyas, es ser
feliz, que pareciera que es algo muy de alegría, pero que es algo muchísimo
más profundo. Como tú comentas, el aprender a disfrutar, el aprender a
vivir pleno, independientemente de la situación en la que nos
encontremos, es algo que yo aprendí de ti, el ser feliz es darle gracias a la
vida.

-Chamalú: Sí, totalmente. A la vida que también somos nosotros, a la vida


que es el universo, a la vida que es impredecible, que está llena de
sorpresas, a esa vida que nos invita a prepararnos solamente para todo.
Entonces, seremos como el agua, podremos fluir, podremos adoptar la
forma de la circunstancia en la que nos encontremos, sin
despersonalizarnos, sin perder nuestra esencia, sin olvidarnos de nuestra
misión, sin dejar de ser felices, amorosos, libres, de estar en paz y,
además, cuidando nuestra salud, porque la salud es síntoma de haber
aprendido a vivir, de eso se trata y en esa dirección es que invitamos a
todos a ir encaminando sus vidas, porque esta oportunidad con estas
características no va a repetirse.
-Ana Rosa: Sí, es muy cierto. Sin embargo, ¿tú qué herramientas, ya
llegando aquí a esta parte final, qué herramientas nos compartirías
para que las personas puedan aprender a ser felices consigo mismos, como
una parte de poder ir sanando la tristeza que pudieron ir viviendo en otra
relación?

-Chamalú: Un poco didácticamente hablando diría: primero, darse tiempo


y en cuanto te des un poquito de tiempo para ti, rebelarse, abonar tu
rebeldía preguntándote, haciéndote preguntas como por ejemplo: ¿por qué
estoy viviendo así? ¿Qué estoy haciendo con mi vida?, etc.

Luego, dudar, no tengan miedo de dudar, la fe vendrá después de la duda,


no antes, y en ese contexto, observarse, de esa manera podrás conocerte y
al conocerte podrás transformarte, identificar situaciones débiles, puntos
pendientes y consecuencia de ello ocurrirá el crecimiento consciencial y al
crecer irás recuperando tu sensibilidad, entonces te darás cuenta
rápidamente de quién eres, lo que viniste hacer, lo que tienes que hacer y
allí revisarás tus prioridades.

Simultáneamente, será importante ir aprendiendo a autogobernarse,


ejercicio de poder interior, más contacto con la naturaleza, meditación,
estar alertas, estar serenos, no dejar nunca de observarse y
complementariamente, pero muy importante, incrementar nuestras
capacidades de disfrutar, el placer es el antídoto de la depresión, del
sufrimiento, del estrés que confunde, que obnubila, que nos hace tomar
malas decisiones.

Creo que entre aprender de todo lo que nos pasa, disfrutar de todo lo que
nos ocurre y compartir, tenemos la receta completa, el menú, la fórmula
para garantizarnos una felicidad, un crecimiento y un vivir desde la
solidaridad.
-Ana Rosa: Muchísimas gracias, de verdad todo esto que nos compartes es
muchísimo y es como retornar a la esencia, como retornar a nuestra
verdadera esencia de disfrutar la vida, vivir la vida, de ser felices, de soltar
lo que no nos sirve, realmente Chamalú es maravilloso poder estar
platicando contigo, todo esto que nos compartes es increíble, de verdad,
que sí les puedes abrir un campo de perspectiva muy diferente a las
personas que están aquí en la audiencia.

¿Nos podrías compartir un poco acerca de tus nuevos proyectos? ¿Dónde


podemos encontrar a Chamalú? ¿Dónde podemos obtener más de esta
sabiduría que tú nos estas compartiendo ahorita, en este breve
momento?

-Chamalú: A medida de despedida, Ana Rosa, decirles que estoy


celebrando este año, mis 40 años de estar viajando por el mundo,
compartiendo esta filosofía de vida. En enero 2020 estamos abriendo,
reabriendo más bien o abriendo de otra manera, nuestro Ashram
Chamánico que cumplió ya 30 años de existencia en Bolivia, Cochabamba,
para los aprendices que quieran venir de todo el mundo a aprender esta
forma de vivir. Estamos despidiéndonos de las giras que hacemos en
Buenos Aires, el 2 de Noviembre estaremos despidiéndonos en un teatro
allí en plena capital con una gran conferencia musicalizada, una
combinación de ritual, conferencia y concierto. Antes pasaremos por
Europa, estaremos en Nueva York, en Washington; estaremos con un
grupo de aprendices que quieren ir a acompañarnos en un curso itinerante
en la India, en Octubre.

Estaremos en México también, haciendo justamente la presentación sobre


nuestro libro de la nueva pareja, creo que el 29 de Noviembre en ciudad de
México, pues allá también estaremos en la feria del libro de Guadalajara y
el próximo año apenas dos viajes.
Nosotros no solamente hablamos del cambio, no solamente hablamos de
disfrutar la vida, estaremos navegando durante 8 días en el río amazonas
desde la selva peruana hasta Manaos y Brasil, en Mayo. Para quienes
quieren algo más extremo y lejano, en Mongolia tenemos un retiro
espiritual, entre Siberia, Rusia y Mongolia en Septiembre de 2020, esos
son nuestros próximos planos y cuando se dé la oportunidad, también
abiertos a otra entrevista Ana Rosa.

Agradecerte por esta oportunidad, quienes quieren saber más de nosotros


ya saben nuestra página www.chamalu.com, también estamos en
Facebook, en Instagram y todas las redes sociales; gracias por este evento,
por esta iniciativa, por llevar buenas noticias, me imagino a mucha gente,
y estamos abiertos y disponibles para nuevos diálogos de enseñanza
cuando se dé la oportunidad. Muchas gracias, felicidades y hasta un
nuevo encuentro, gracias.

-Ana Rosa: Muchísimas gracias Chamalú, yo sé que todo lo que nos has
compartido es de gran valía y de gran conocimiento para todo nuestro
público, muchísimas gracias y de verdad que esperamos volverte a verte
muy pronto, tanto en México, como en otros eventos.

S-ar putea să vă placă și