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2019
1
Sender et al. 2016. Revised Estimates for the Number of Human and Bacteria Cells in the Body. PLos Biol
14(8). e1002533
2
Qin J, Li R, Raes J, Arumugam M, Burgdorf KS, Manichanh C, et al. 2010. A human gut microbial gene
catalogue established by metagenomic sequencing. Nature. 464, 59-65.
3
Sharon et al. 2016. The Central Nervous System and the Gut Microbiome. Cell 167(4): 915-932
aparición de numerosas manifestaciones clínicas como por ejemplo la bacteria
Streptococcus pyogenes, la cual puede ocasionar desde faringitis, impétigo,
infecciones en heridas hasta el síndrome de choque tóxico entre otras. Además, hay
diferentes tipos de microorganismos que pueden producir una misma enfermedad,
como ocurre con la meningitis 4, 5.
Los hongos son células eucariotas, las cuales poseen una membrana nuclear, una
pared celular rígida, retículo endoplasmático y mitocondrias, por tanto, difieren de
forma importante de las células bacterianas. Los hongos son esencialmente
aeróbicos, heterótrofos y hacen digestión externamente mediante la liberación de
enzimas hidrolíticas para la absorción de los nutrientes. Crecen como levaduras o
4
Murray et al. 2014. Microbiología Médica. 7ª. Edición. ELSEVIER. Barcelona, España. 872p.
5
Baron S. 1996. Medical Microbiology. 4ª edición. Galveston. Texas, USA.
6
Ryan K and Ray G. Sherris. 2017. Microbiología Médica. 6ta edición. McGraw-Hill. México. 820 p.
como mohos, o en combinación de ambos estados (dimorfismo). Estos
microorganismos se reproducen de forma asexual o sexual. Las enfermedades
fúngicas se han incrementado debido al uso agentes antibacterianos e
inmunosupresores, donde pacientes con una microbiota bacteriana alterada o un
mecanismo de defensa comprometido (pacientes VIH+, pacientes que reciben
quimioterapia o diversas técnicas invasivas) son más susceptibles a los hongos
oportunistas como la Candida. Los hongos son capaces de causar enfermedades
sistémicas, alérgicas, o superficiales (cutáneas y subcutáneas) y su tratamiento es
con antifúngicos3,4 y 5.
Los virus no son considerados propiamente una célula, pues son patógenos
intracelulares obligados que dependen de la maquinaria bioquímica de la célula
hospedadora para su replicación. Estos microorganismos están conformados por
una cápside de proteína y el ácido nucleico (RNA o DNA). La cápside protege al
ácido nucleico de componentes que lo pueden dañar y, además permite a los virus
adherirse a la membrana de la célula huésped. Aunque algunos virus pueden
establecer formas de infección silenciosa, su multiplicación generalmente causa
daño o muerte celular. Para infectar, el virus debe ser capaz de atravesar la piel u
otras barreras protectoras, debe adaptarse a la maquinaria bioquímica de la célula
huésped para su replicación y debe evitar la eliminación debido a la respuesta
inmunitaria. El conocimiento de las características estructurales (tamaño y
morfología) y genéticas (tipo y estructura del ácido nucleico) de un virus proporciona
información acerca de cómo éste se replica, se disemina y causa enfermedad. Para
algunas infecciones virales hay tratamiento con fármacos antivirales, sin embargo,
la mayoría dependen del sistema inmunológico y del control de los síntomas3,4 y 5.
Finalmente, los helmintos son parásitos similares a gusanos, los grupos relevantes
clínicamente se separan de acuerdo a su forma externa, y al órgano del huésped
que ellos habitan. La clasificación definitiva es basada en la morfología externa del
huevo, las larvas y el estado adulto. Los helmintos son invertebrados caracterizados
por cuerpos alargados, planos o redondos y los de más importancia clínica se
distribuyen en dos filos, los platelmintos (gusanos planos como las tenias) y los
nemátodos (gusanos redondos como las lombrices). La distribución de los helmintos
está determinada por el clima, la higiene, la dieta y la exposición a los vectores. El
modo de transmisión varía con el tipo de gusano, que puede involucrar la ingestión
de los huevos o larvas, penetración de la larva, picaduras por insectos o ingestión
de carne de huéspedes intermedios. Muchas infecciones son asintomáticas, la
manifestación patológica depende del tamaño, actividad y metabolismo de los
gusanos y suelen ser más comunes y severas en los países en vía de desarrollo3,4
y5
. El tratamiento para estos parásitos son los antihelmínticos.
Fig. 1. Clasificación de bacterias de interés clínico, de acuerdo a la morfología, coloración y otras características.
Bacterias
Curvados o en
Cocos Bacilos Cocobacilos Intracelulares Sin pared celular
espiral
Mycoplasma
Vibrio Chlamydia
Gram positivos Gram negativos Gram positivos Gram negativos Difícil tinción Gram positivos Gram negativos Ej. M. pneumoniae
Ej. V. cholerae Ej. C. trachomatis
Estafilococos
Veillonella Haemophilus
Ej. Staphylococcus Crecimiento Formadores de No formadores de Listeria Campylobacter
Ej. Veillonella Enterobacterias Mycobacterium Ej. Haemophilus Rickettsia
aureus, S. filamentoso esporas esporas Ej. L. monocytogenes Ej. C. jejuni
parvula influenzae
epidermidis
Neisseria
Estreptococos Bacillus Salmonella
Ej. Neisseria Ej. M. tuberculosis, Corynebacterium Bordetella Helicobacter
Ej. Streptococcus Actinomyces Ej. B. anthracis, B. Lactobacillus Ej. S. entérica, S. Ehrlichia
gonorrhoeae, N. M. leprae Ej. C. diphtheriae Ej: B. pertussis Ej. H. pylori
mutans, S. pyogenes cereus typhi
meningitidis
Agregatibacter
Enterococcus Clostridium Treponema
Cutibacterium Escherichia Ej. A.
Ej. E. faecalis, E. Nocardia Ej: C. tetani, C. Ej. T. pallidium, Anaplasma
Ej. C. acnes Ej. E. coli actinomycetecomita
faecium botulinum Treponema denticola
ns
Yersinia Borrelia
Ej. Y. pestis Ej. B. burgdorferi
Proteus
Ej. P. mirabilis, P.
vulgaris
Klebsiella
Ej. K. pneumoniae
Otros: Citrobacter,
Serratia, Providencia
y Morganella