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1. NATURALEZA Y CLASIFICACIÓN DE LOS


MICROORGANISMOS PATÓGENOS

Ma. Del Pilar Angarita Díaz. UCC, Villavicencio, Colombia

Leidy Bastidas Legarda. Universidad de Southampton, Southampton, Inglaterra

Revisado y aprobado por: Leidy Bastidas Legarda. Universidad de Southampton,


Southampton, Inglaterra

2019

Los microorganismos son agentes microscópicos que tienen la propiedad de estar


en todas partes en la naturaleza, es decir son ubicuos. Esta característica indica la
importante influencia en la vida del humano de forma indirecta a través de la
intervención en procesos ecológicos y producción de alimentos, y directamente ya
que por cada célula nuestra, existe una célula bacteriana 1. Incluso en el
metagenoma microbiano intestinal, se ha llegado a calcular 150 veces más genes
microbianos que los encontrados en el genoma humano 2, sugiriendo así un rol en
el funcionamiento de nuestro organismo, incluyendo procesos como la digestión,
detoxificación, inmunidad e incluso en estado de ánimo 3.

A pesar del importante rol de los microorganismos para mantener un estado


saludable, existen algunos que causan infecciones. Estos microorganismos pueden
provenir de fuentes externas (infección exógena) y como ejemplos están el virus de
la gripe y la bacteria causante del tétano (Clostridium tetani). Otros microorganismos
causantes de infecciones, pueden provenir de la propia microbiota (infecciones
endógenas) debido a un desequilibrio o disbiosis en la interacción huésped-
patógeno. Como ejemplo están las úlceras causadas por la bacteria Helicobacter
pylori. Una característica de los microorganismos como agentes etiológicos de
enfermedad, es que rara vez provocan una entidad bien definida, ocasionando la

1
Sender et al. 2016. Revised Estimates for the Number of Human and Bacteria Cells in the Body. PLos Biol
14(8). e1002533
2
Qin J, Li R, Raes J, Arumugam M, Burgdorf KS, Manichanh C, et al. 2010. A human gut microbial gene
catalogue established by metagenomic sequencing. Nature. 464, 59-65.
3
Sharon et al. 2016. The Central Nervous System and the Gut Microbiome. Cell 167(4): 915-932
aparición de numerosas manifestaciones clínicas como por ejemplo la bacteria
Streptococcus pyogenes, la cual puede ocasionar desde faringitis, impétigo,
infecciones en heridas hasta el síndrome de choque tóxico entre otras. Además, hay
diferentes tipos de microorganismos que pueden producir una misma enfermedad,
como ocurre con la meningitis 4, 5.

Los microorganismos que conforman la microbiota se clasifican en bacterias, virus,


hongos y los parásitos (protozoos y helmintos). Las bacterias son células
procariotas, es decir microorganismos unicelulares sencillos, sin membrana nuclear,
con mesosomas y ribosomas. Estos microorganismos existen en forma parasítica o
de vida libre, son metabólicamente activos, se dividen por fisión binaria y presentan
una alta tasa de multiplicación. Una clasificación preliminar para las bacterias es el
tamaño (de 1 a 20Um o más), forma (cocos, bacilos, espirilos) (Fig 1) y disposición
espacial (células aisladas, en cadenas o agrupados), mientras que su clasificación
definitiva se refiere a sus propiedades fenotípicas y genotípicas. Las bacterias
pueden ser aeróbicas, es decir requieren de oxígeno para vivir; anaeróbicas
estrictas a quienes les resulta tóxico este elemento y anaeróbicas facultativas, lo
que indica que pueden vivir con o sin oxígeno. La pared que rodea a las bacterias
es una estructura compleja que puede contener una gruesa capa de peptidoglicano
(bacterias gram-positivas) o una capa delgada de peptidoglicano y una membrana
externa (bacterias gram-negativas) (Fig 1). Los antibióticos son los fármacos
utilizados para tratar las infecciones causadas por estos patógenos, sin embargo, la
alta capacidad de las bacterias para adaptarse a cambios medio-ambientales
mediante mutaciones espontáneas puede generar resistencia a los mismos 3,4 y 6.

Los hongos son células eucariotas, las cuales poseen una membrana nuclear, una
pared celular rígida, retículo endoplasmático y mitocondrias, por tanto, difieren de
forma importante de las células bacterianas. Los hongos son esencialmente
aeróbicos, heterótrofos y hacen digestión externamente mediante la liberación de
enzimas hidrolíticas para la absorción de los nutrientes. Crecen como levaduras o

4
Murray et al. 2014. Microbiología Médica. 7ª. Edición. ELSEVIER. Barcelona, España. 872p.
5
Baron S. 1996. Medical Microbiology. 4ª edición. Galveston. Texas, USA.
6
Ryan K and Ray G. Sherris. 2017. Microbiología Médica. 6ta edición. McGraw-Hill. México. 820 p.
como mohos, o en combinación de ambos estados (dimorfismo). Estos
microorganismos se reproducen de forma asexual o sexual. Las enfermedades
fúngicas se han incrementado debido al uso agentes antibacterianos e
inmunosupresores, donde pacientes con una microbiota bacteriana alterada o un
mecanismo de defensa comprometido (pacientes VIH+, pacientes que reciben
quimioterapia o diversas técnicas invasivas) son más susceptibles a los hongos
oportunistas como la Candida. Los hongos son capaces de causar enfermedades
sistémicas, alérgicas, o superficiales (cutáneas y subcutáneas) y su tratamiento es
con antifúngicos3,4 y 5.

Los virus no son considerados propiamente una célula, pues son patógenos
intracelulares obligados que dependen de la maquinaria bioquímica de la célula
hospedadora para su replicación. Estos microorganismos están conformados por
una cápside de proteína y el ácido nucleico (RNA o DNA). La cápside protege al
ácido nucleico de componentes que lo pueden dañar y, además permite a los virus
adherirse a la membrana de la célula huésped. Aunque algunos virus pueden
establecer formas de infección silenciosa, su multiplicación generalmente causa
daño o muerte celular. Para infectar, el virus debe ser capaz de atravesar la piel u
otras barreras protectoras, debe adaptarse a la maquinaria bioquímica de la célula
huésped para su replicación y debe evitar la eliminación debido a la respuesta
inmunitaria. El conocimiento de las características estructurales (tamaño y
morfología) y genéticas (tipo y estructura del ácido nucleico) de un virus proporciona
información acerca de cómo éste se replica, se disemina y causa enfermedad. Para
algunas infecciones virales hay tratamiento con fármacos antivirales, sin embargo,
la mayoría dependen del sistema inmunológico y del control de los síntomas3,4 y 5.

La parasitología incluye el estudio de protozoos y helmintos. Los protozoos son


microorganismos unicelulares eucariotas, que tienen estructuras internas y
actividades metabólicas complejas. Muchos de los protozoos viven de forma libre y
algunos infectan al humano. La nutrición es holozoica, es decir a base de materiales
orgánicos que pueden estar en forma de partículas o solución. Muchos protozoos
tienen una boca permanente (citosoma) a través del cual los alimentos ingeridos
pasan a ser envueltos en vacuolas alimenticias. Sus vías metabólicas son similares
a la de los animales superiores y requieren los mismos tipos de componentes
orgánicos e inorgánicos. Las infecciones van desde asintomáticas hasta peligrosas
para la vida, dependiendo de la especie y la cepa del parásito y la resistencia del
huésped. Los protozoos son heterótrofos es decir dependen de compuestos
orgánicos. La fisión binaria, es la forma más común de reproducción, sin embargo,
la reproducción sexual también está presente. Los fármacos utilizados para su
control son los compuestos antiprotozoarios que bloquean alguna vía metabólica
del parásito, pero no la del huésped3,4 y 5.

Finalmente, los helmintos son parásitos similares a gusanos, los grupos relevantes
clínicamente se separan de acuerdo a su forma externa, y al órgano del huésped
que ellos habitan. La clasificación definitiva es basada en la morfología externa del
huevo, las larvas y el estado adulto. Los helmintos son invertebrados caracterizados
por cuerpos alargados, planos o redondos y los de más importancia clínica se
distribuyen en dos filos, los platelmintos (gusanos planos como las tenias) y los
nemátodos (gusanos redondos como las lombrices). La distribución de los helmintos
está determinada por el clima, la higiene, la dieta y la exposición a los vectores. El
modo de transmisión varía con el tipo de gusano, que puede involucrar la ingestión
de los huevos o larvas, penetración de la larva, picaduras por insectos o ingestión
de carne de huéspedes intermedios. Muchas infecciones son asintomáticas, la
manifestación patológica depende del tamaño, actividad y metabolismo de los
gusanos y suelen ser más comunes y severas en los países en vía de desarrollo3,4
y5
. El tratamiento para estos parásitos son los antihelmínticos.
Fig. 1. Clasificación de bacterias de interés clínico, de acuerdo a la morfología, coloración y otras características.

Bacterias

Curvados o en
Cocos Bacilos Cocobacilos Intracelulares Sin pared celular
espiral

Mycoplasma
Vibrio Chlamydia
Gram positivos Gram negativos Gram positivos Gram negativos Difícil tinción Gram positivos Gram negativos Ej. M. pneumoniae
Ej. V. cholerae Ej. C. trachomatis

Estafilococos
Veillonella Haemophilus
Ej. Staphylococcus Crecimiento Formadores de No formadores de Listeria Campylobacter
Ej. Veillonella Enterobacterias Mycobacterium Ej. Haemophilus Rickettsia
aureus, S. filamentoso esporas esporas Ej. L. monocytogenes Ej. C. jejuni
parvula influenzae
epidermidis

Neisseria
Estreptococos Bacillus Salmonella
Ej. Neisseria Ej. M. tuberculosis, Corynebacterium Bordetella Helicobacter
Ej. Streptococcus Actinomyces Ej. B. anthracis, B. Lactobacillus Ej. S. entérica, S. Ehrlichia
gonorrhoeae, N. M. leprae Ej. C. diphtheriae Ej: B. pertussis Ej. H. pylori
mutans, S. pyogenes cereus typhi
meningitidis

Agregatibacter
Enterococcus Clostridium Treponema
Cutibacterium Escherichia Ej. A.
Ej. E. faecalis, E. Nocardia Ej: C. tetani, C. Ej. T. pallidium, Anaplasma
Ej. C. acnes Ej. E. coli actinomycetecomita
faecium botulinum Treponema denticola
ns

Shigella Porphyromonas Leptospira


Rhodococcus Bartonella
Ej. S. dysenteriae Ej. P. gingivalis Ej. L. interrogans

Yersinia Borrelia
Ej. Y. pestis Ej. B. burgdorferi

Proteus
Ej. P. mirabilis, P.
vulgaris

Klebsiella
Ej. K. pneumoniae

Otros: Citrobacter,
Serratia, Providencia
y Morganella

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