Cuando una nación abandona a Dios

“… ¿Por qué ha hecho así Jehová a esta tierra y a esta casa? Y se responderá: Por
cuanto dejaron a Jehová Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y han
abrazado a dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron: por eso Él ha traído todo este mal
sobre ellos.” (2 Crónicas 7:21-22)

Es importante que como cristianos, aprendamos a mirar los tiempos, los sucesos, la política
y los asuntos mundiales con discernimiento espiritual y no solamente con nuestros
razonamientos u opiniones. Al igual que hay un plan de Dios para cada país e individuo,
también hay planes y estrategias bien calculadas del enemigo para destrucción.

El Señor nos está despertando a través de estos sucesos. Debemos entender que estos
acontecimientos continuarán sucediendo para DESPERTARNOS y llevarnos al
arrepentimiento, a fin de EVITAR una TRAGEDIA MAYOR.

La tierra está gimiendo bajo el peso de la iniquidad y la rebelión de sus habitantes.

Jesús profetizó: “Más como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y
dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, Y NO ENTENDIERON
hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del
Hombre.” (Mateo24:37-39)

“Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y
hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será PRINCIPIO DE
DOLORES.” (Mateo 24:7-8)

Cuando Dios nos habla acerca de la destrucción que viene, debemos arrodillarnos delante
de Él en humildad y arrepentimiento, clamando para que Dios tenga MISERICORDIA.
Dios nos ha prometido en su palabra que: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi
nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos
caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
(2 Crónicas 7:14)

CUANDO UNA NACIÓN ABANDONA A DIOS

“Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus
mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo, y de su habitación.
Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras,
burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo
ya remedio.” (2 Crónicas 36:15-16)

Cuando una nación abandona a Dios, Dios levanta su mano de protección sobre ella y
queda expuesta a destrucción y maldición. Parece ser que la mano de la protección de Dios
se está levantando en las naciones del mundo incluyendo nuestra nación.

Hay una responsabilidad del atalaya (iglesia), y es advertir a esa nación sobre el juicio
inminente de Dios, Si la nación presta atención y se arrepiente, la nación se salvará. Si no
hace caso, vendrá bajo el juicio de Dios, pero el atalaya salvará su propia alma.

Como siervos de Dios, hoy en día somos responsables de dar su mensaje a las naciones.
David dijo: “¿Por qué se amotinan los gentiles, y los pueblos piensan vanidad? Estarán
los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra el SEÑOR, y contra su
ungido, diciendo: Rompamos sus coyundas, y echemos de nosotros sus cuerdas. El que
mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos. Entonces hablará a ellos con su
furor, y con su ira los conturbará.” (Salmo 2:1-5)

Mientras estamos aquí, como iglesia, somos la sal de la tierra. La sal conserva y frena la
corrupción. ¿Para qué estamos aquí? Para parar la corrupción. La corrupción en todas sus
formas - moral, social y política.

Salgamos, por tanto, de la corrupción que está en el mundo por la lujuria. No físicamente,
pero espiritualmente y moralmente si no queremos tomar parte en el juicio de Dios que
caerá sobre la humanidad. “… Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no
toquéis lo inmundo; y Yo os recibiré.” (2ª Corintios 6:17)

¿Dónde estaban las iglesias? ¿Dónde estaban los cristianos ANTE ESTE JUICIO
PANDEMIA?

Cuando un gobierno financia y legaliza sistemas inmorales y legaliza matrimonios

homosexuales, etc. nos estamos acercando al juicio que cayó sobre Sodoma y Gomorra. El
juicio de Dios viene cuando una nación no solamente PERMITE sino LEGALIZA la
injusticia.
“La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones”.
(Proverbios 14:34)

“COMO IGLESIA VELAD Y ORAD”

No creo que vengan tiempos mejores, al contrario, van cada vez peor, pues la opresión
satánica es cada día mayor. Porque satanás sabe que le queda muy poco tiempo.

Estamos en el huerto de Getsemaní y Cristo está diciendo, Velad y orad, para que no entréis
en tentación”. (Mateo 26:41) Ahora no es el momento de tener un pie en la Iglesia y otro en
el mundo. No es el tiempo de estar tibio, sino caliente. La hora de prueba ha llegado como
llegó cuando Jesús pidió a sus discípulos que le ayudaran en oración, porque la sombra del
Calvario ya había caído sobre Él.

“Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad
conmigo. “VELAD y ORAD, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad
está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26:38, 41)

En el huerto de Getsemaní las dos cosas que Jesús mandó a sus discípulos, son las dos
cosas más importantes en este momento de crisis y cambio. “Velad (vigila, esté atento) y
orad para que no caigáis en tentación; el Espíritu está dispuesto; pero la carne es débil.”

Hay muchas cosas que podemos y debemos hacer pero la PRIORIDAD en este momento es
estar VELANDO y ORANDO y ayunando.

Nuestra oración debe ser: “Señor aviva tu obra en medio de los tiempos. Despierta a tu
Iglesia. Derrama sobre nosotros el ESPÍRITU de GRACIA y SUPLICA para
INTERCEDER para que no estemos dormidos en este tiempo tan crítico. LEVANTA
INTERCESORES que clamen noche y día. Señor salva a tu pueblo. Señor levanta atalayas
con voz profética que alerten a tu pueblo de la cercanía de Jesus..”

Los discípulos durmieron cuando el Señor les pidió que orasen. Dentro de horas, vendría
Judas con los alguaciles del Templo a prender a Jesús y llevarlo atado y cautivo.

Esto es lo que posiblemente va a pasar muy pronto. La Iglesia, el cuerpo de Cristo en la

tierra perderá sus libertades, será atada y llevada ante los tribunales. Como Judas traicionó a
Jesús, el diablo engañara a muchos cristianos tibios. El diablo intentará por todos los
medios de impedir la intercesión del pueblo de Dios.
Él sabe que lo que atamos en la tierra será atado en el cielo, por eso intenta atarnos y
cargarnos para que no utilicemos la autoridad conferida por el Señor.

Los discípulos estaban tristes y desanimados, pues no tenían esperanza. Estaban cansados
por las persecuciones y contratiempos que estaban experimentando.

Los discípulos se durmieron en vez de estar ORANDO y VELANDO. Sintieron la tristeza

de Jesús y eso les afectó el ánimo, y en vez de LUCHAR contra esa opresión de tinieblas
que se palpaba, se DURMIERON. A consecuencia NO ESTABAN PREPARADOS
cuando Judas vino con los soldados del Sanedrín a arrestar a Jesús. Todos escaparon
dejando a Cristo solo, pues no habían hecho caso a su advertencia de orar y velar para no
caer en tentación.

Este sueño espiritual actúa como un peso, un desánimo, algo letárgico que impide que
luchemos y avancemos. Es como la inercia que IMPIDE PROGRESAR, que nos hace
POSTERGAR y dejar para luego lo que se debe hacer hoy.

Al estar durmiendo, no nos damos cuenta de la hora. La hora de tinieblas no es el momento

de dormir, al contrario, es el tiempo de LUCHAR COMO NUNCA, pues el diablo está
planeando un ataque tras esta situación que estamos viviendo.

Por su descuido espiritual, Los discípulos entonces fueron esparcidos, cada uno por su lado.
Pedro le negó, pues había seguido a Jesús de lejos. La historia se repite, al cerrar los
Templos, muchos serán dispersados, y presa fácil de los lobos. Si la Iglesia estuviera
encendida con el fuego de avivamiento y el celo por el Señor, aunque dispersados, cada uno
llevaría su antorcha, como los zorros de Sansón, y se encendería Colombia con el poder del
Evangelio.

Corre con el mensaje. Levanta bandera y cambia tu azada en espada, pues la guerra
espiritual se ha intensificado y los valientes son los que vencen