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ESTUDIANTE:
MARGARETH OLIVER
NAYIVE MURILLO
GRUPO: 30164_8
El manejo de las arvenses en los cultivos plantea una serie de alternativas dado que estas
influyen de manera negativa en las plantas que tienen importancias desde lo económico y
productivo, dado a que son generadoras de varias situaciones en las que interfieren en el
desarrollo en los cultivos como es el caso del desarrollo de esta actividad. Disminución en
rendimientos de la cosecha, disminución en la calidad, focos de propagación de plagas y
enfermedades, deterioro en el estado fitosanitario del cultivo, altos grado de dificultad en el
momento de ejecutar labores de recolección o cosecha ya sea manual o mecanizada,
mayores costos en los procesos productivos y de mantenimiento (desyerbe) del cultivo. Un
buen control de las arvenses permitirá que los cultivos se desarrollen sin interferencias de
competencias de luz (proceso fotosintético), agua, nutrientes y que las plantaciones ejerzan
mayor aprovechamiento de fertilizacion y riego.
OBJETIVOS
Objetivos generales.
Objetivos específicos.
Infografía:
https://www.canva.com/design/DAD1WEE_tPM/3dGl_PTKmyGkIDsghzs-
Iw/view?utm_content=DAD1WEE_tPM&utm_campaign=designshare&utm_medium=link
&utm_source=publishsharelink
Tabla 2
Lista de arvenses en el cultivo de cebolla:
Tabla 3
Lista de arvenses del cultivo de plátano:
Tractor
Bomba con capacidad de 500 L
Aguilón de 6 m con 8 boquillas tipo abanico con una descarga 0,6 L/min cada una
Costo hora trabajo tractor $ 30.000
Costo del jornal día $30.000
Agua con pH 7,2.
Bomba de espalda de 20 L.
Costo jornal: $25.000
pH del agua para la aplicación: 6,0
Labores para realizar control a las arvenses resistentes al ingrediente activo que
afectan la síntesis de la enzima 5-enolpiruvil shikimato 3-fosfato sintetasa (EPSP), la
fotosíntesis en el fotosistema I. (FSI) y la fotosíntesis en el fotosistema II. (FSI).
Dado que la resistencia de las malezas a los herbicidas surge como consecuencia de un uso
inadecuado de los herbicidas, es imprescindible un mayor conocimiento de los mismos, con
lo cual se pueda razonar una mejor utilización de los mismos y adoptar una actitud positiva
y activa frente a las resistencias. (FAO, 2007).
Algo para tener en cuenta Los criterios a tener en cuenta para realizar una mezcla, según
Beckie (2006) son:
• Los herbicidas mezclados han de tener una eficacia similar sobre las malezas
objetivo.
• Su persistencia también ha de ser de la misma magnitud.
• Los mecanismos de degradación por parte de las malezas han de ser distintos.
• Las dosis deben ajustarse a las interacciones existentes entre los herbicidas
mezclados.
Control mecánico de malezas: El sistema radical es superficial para los dos cultivos, en
donde la mayoría de las raíces están a 15 cm de la superficie del suelo. Todas las labores de
cultivo, excepto las más superficiales, tienden a dañar el sistema radical, por lo que
generalmente se deben evitar (Simmonds 1959). Las labores de cultivo son también una de
las causas más importantes de la erosión del suelo. Por tanto, se requieren otras opciones al
efecto. El método más común de control de malezas es la siega, pero se debe tener
consideración, con personal idóneo para la labor, uso de herramientas adecuadas, para el
cultivo de cebolla su control puede afectar los bulbos y en el plátano maltratar la plata, pero
aun asi no es tan bueno como para asegurar rendimientos óptimos (Kasasian y Seeyave
1968). Una práctica típica es segar las malezas 3-4 veces al año, las que se dejan cubriendo
el suelo, lo que ayuda a evitar la erosión, el brote de nuevas malezas y permite el acceso al
campo (Feakin 1971). Esto, por supuesto, no evita la competencia de las malezas ni
tampoco las elimina.
Control cultural de las malezas: Estos cultivos son vulnerables a las malezas durante su
establecimiento. A partir de ahí, el follaje del cultivo suprime las malezas, excepto las
tolerantes a la sombra. Por tanto, las prácticas que favorecen el desarrollo del follaje son
beneficiosas en términos de control de malezas, como son el uso de material de plantación
saludable y vigorosa, así como una distancia estrecha del cultivo. Chako y Reddy (1981) y
uso adecuado de la densidad de siembra.
En todo caso, debe conseguirse la suficiente eficacia para que el banco de semillas no se
enriquezca con nuevos individuos que posean resistencia a los herbicidas. Un aspecto
controvertido es si se debe continuar o no el uso de un herbicida con problemas de
resistencia como componente de una mezcla. Un posible criterio es considerar que este
producto sea inútil, “muerto”, y que deba abandonarse su uso. Otra opinión, opuesta, es que
no haga falta abandonar el uso de este herbicida, ya que sigue controlando otras especies y
puede resolverse la situación mezclándolo con otro que sea eficaz sobre la maleza
resistente.
No obstante, debe tenerse en cuenta que si se adopta esta segunda postura, se puede facilitar
que se genere resistencia sobre otras especies de maleza frente a este mismo herbicida.
(FAO, 2007).
En el anexo no muestra el pH óptimo del agua para el uso del principio activo
empleado para el control de maleza inhibidores presentes en los dos casos de estudio.
Tabla 4
Manejo del pH para control de malezas en cultivos
Cultivo Inhibidores principio ph optimo para uso ph agua epleado para
activo del principio activo el control de maleza
empleado para el en el cultivo
control de maleza.
Plátano (Musa Síntesis de la enzima 5- 4,5 - 6 7,2
AAB). enolpiruvil shikimato 3-
fosfato sintetasa (EPSP)
Plátano (Musa Fotosíntesis en el 4,5 - 6 7,2
AAB). fotosistema I. (FSI)
Cebolla Fotosíntesis en el 4,5 - 6 6,0
cabezona fotosistema II. (FSII).
(Allium cepa L.)
Rangos ideales de pH. Recuperado de: http://campoinsumos.com.ar/Tabla_pH.htm
Como podemos ver en este cuadro el agua para el control de maleza estaba con un pH
acido, el cual puede que el principio activo del producto no trabaje óptimamente por lo cual
puede ser un mal manejo por parte del productor haciendo que el efecto esperado no haya
sido el esperado.
Pero vemos para el principio activo empleado en la cebolla el agua es óptima para un uso
eficiente, lo cual no afectó su aplicación.
No se sabe si aplicaron un corrector de pH al agua para los productos utilizados.
El uso de modificadores del pH del agua usada para aplicar herbicidas se ha convertido en
una recomendación muy frecuente que los técnicos agrícolas dan a los agricultores en
muchos lugares. Estas recomendaciones no parecen tener justificación porque en la etiqueta
del herbicida el fabricante no recomienda que se modifique el pH del agua; y el fabricante
es la mejor fuente sobre las recomendaciones para optimizar la actividad biológica del
herbicida. Además, a veces el técnico no conoce ni determinan el pH del agua que se está
usando para la aplicación del herbicida y así dar su recomendación. (Ceiba, 2006.)
El pH del agua en que se mezclan los herbicidas, interfiere con su actividad, solubilidad y
facilidad de penetración de la cutícula (Green y Cahill, 2003), encontrándose como regla
general, que en agua con pH ácido a ligeramente ácido (4 a 6.5), las moléculas atraviesan
las membranas con mayor facilidad, por lo que se incrementa su eficacia (Nalewaja y
Matysiak, 1993; Whitford et al., 2009).
Labores realizadas antes, durante y después del cultivo.
Para un buen manejo de malezas el ingeniero agrónomo, Eduardo Lanfranconi, señala los
siguientes puntos a tener en consideración para un buen desempeño del cultivo y evitar
malezas resistentes:
La rotación de cultivos permite la utilización de un mayor número de herbicidas
con diferentes mecanismos de acción. Aplicarlos en distintas épocas por ejemplo
pre-emergentes y pos-emergentes y mejorar la densidad de siembra.
Aplicar las dosis recomendadas según las etiquetas de los herbicidas.
Mantener controladas las malezas durante todo el desarrollo del cultivo, evitando
fructificación y que éstas logren diseminarse.
Eliminar plantas resistentes que hayan quedado sin control en el lote, se debe
impedir que completen su ciclo.
Considerar el control preventivo, realizar limpieza de equipos y materiales como
cosechadoras antes de abandonar los lotes, luego quemar o destruir los restos de la
limpieza para evitar la diseminación.
Utilizar semillas certificadas limpias.
Utilizar distintas alternativas a una sola manera de aplicación del producto para un
control más efectivo.
Control mecánico pos-emergencia de las plantas sembradas.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA