Investigación de alimentos y nutrición

ISSN: 1654-6628 (impresión) 1654-661X (en línea) Página de inicio del diario: http://www.tandfonline.com/loi/zfnr20

Leche y productos lácteos: ¿buenos o malos para la salud humana?

Una evaluación de la totalidad de la evidencia científica.

Tanja Kongerslev Thorning, Anne Raben, Tine Tholstrup, Sabita S.

Soedamah-Muthu, Ian Givens y Arne Astrup

Para citar este artículo: Tanja Kongerslev Thorning, Anne Raben, Tine Tholstrup, Sabita S. Soedamah-Muthu, Ian Givens &
Arne Astrup (2016) Leche y productos lácteos: ¿buenos o malos para la salud humana? Una evaluación de la totalidad de la
evidencia científica, Food & Nutrition Research, 60: 1, 32527, DOI: 10.3402 / fnr.v60.32527

Para vincular a este artículo: http://dx.doi.org/10.3402/fnr.v60.32527

© 2016 Tanja Kongerslev Thorning y cols.

Publicado en línea: 22 de noviembre de 2016.

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 comida y nutrición
investigación

ARTÍCULO DE REVISIÓN

Leche y productos lácteos: ¿buenos o malos para la salud humana? Una evaluación de
la totalidad de la evidencia científica.

Tanja Kongerslev Thorning 1, Anne Raben 1, Tine Tholstrup 1, Sabita S. Soedamah-Muthu 2,

Ian Givens 3 y Arne Astrup 1 *
1 Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes, Facultad de Ciencias, Universidad de Copenhague, Copenhague, Dinamarca;
2 División de Nutrición Humana, Universidad de Wageningen, Wageningen, Países Bajos; 3 Centro de Alimentación, Nutrición y Salud, Universidad de Reading,

Reading, Reino Unido.

Resumen

Antecedentes: Existe escepticismo sobre los efectos de los productos lácteos en la salud del público, lo que se refleja en una ingesta creciente de bebidas a
base de plantas, por ejemplo, de soja, arroz, almendras o avena.
Objetivo: Esta revisión tuvo como objetivo evaluar la evidencia científica principalmente a partir de metanálisis de estudios observacionales y ensayos controlados
aleatorios, sobre el consumo de lácteos y el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, osteoporosis, cáncer y mortalidad por todas las causas.
Descargado por [Stony Brook University] a las 09:28 05 de octubre de 2017

Resultados: La evidencia más reciente sugiere que el consumo de leche y productos lácteos se asoció con un menor riesgo de obesidad infantil. En adultos, se
demostró que la ingesta de productos lácteos mejora la composición corporal y facilita la pérdida de peso durante la restricción energética. Además, la ingesta de
leche y productos lácteos se asoció con un riesgo neutral o reducido de diabetes tipo 2 y un riesgo reducido de enfermedad cardiovascular, particularmente
accidente cerebrovascular. Además, la evidencia sugirió un efecto beneficioso de la ingesta de leche y lácteos sobre la densidad mineral ósea, pero no se asoció con
el riesgo de fractura ósea. Entre los cánceres, la ingesta de leche y lácteos se asoció inversamente con el cáncer colorrectal, el cáncer de vejiga, el cáncer gástrico y
el cáncer de mama, y ​no se asoció con el riesgo de cáncer de páncreas, de ovario o de pulmón, mientras que la evidencia del riesgo de cáncer de próstata fue
inconsistente. Finalmente, el consumo de productos lácteos y lácteos no se asoció con la mortalidad por todas las causas. Las bebidas a base de plantas fortificadas
con calcio se han incluido como una alternativa a los productos lácteos en las recomendaciones nutricionales en varios países. Sin embargo, nutricionalmente, las
bebidas a base de leche de vaca y plantas son alimentos completamente diferentes, y una conclusión basada en la evidencia sobre el valor de salud de las bebidas
a base de plantas requiere más estudios en humanos.

Conclusión: La totalidad de la evidencia científica disponible respalda que la ingesta de leche y productos lácteos contribuye a cumplir con las
recomendaciones de nutrientes y puede proteger contra las enfermedades crónicas más prevalentes, mientras que se han reportado muy pocos efectos
adversos.

Palabras clave: obesidad; diabetes tipo 2; enfermedad cardiovascular; osteoporosis; cáncer; mortalidad

Recibido: 7 de junio de 2016; Revisado: 4 de octubre de 2016; Aceptado: 21 de octubre de 2016; Publicado: 22 de noviembre de 2016

aumenta el riesgo de estas enfermedades crónicas. Dada la creciente

S diabetes
los lácteos aumentan el riesgo de enfermedades crónicas, como obesidad,
tipo 2, enfermedades
diversas cardiovasculares,
historias y organizaciones osteoporosis
de medios afirmanyque
cáncer. Por lo
tanto, existe un creciente escepticismo entre los consumidores generales sobre las
prevalencia de estas enfermedades crónicas, es de vital importancia
comprender los efectos de la leche y los productos lácteos en la dieta. En
consecuencia, esta revisión narrativa presenta la evidencia más reciente de
consecuencias para la salud de comer productos lácteos. Esto se refleja en un metaanálisis y revisiones sistemáticas de estudios observacionales y ensayos
consumo creciente de bebidas a base de plantas, por ejemplo, a base de soja, controlados aleatorios sobre la ingesta de lácteos (excluida la mantequilla) y el
arroz, almendras o avena. La lechería es una parte esencial de la cultura riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, osteoporosis y
alimentaria en los países nórdicos; por lo tanto, la inclusión de leche y productos cáncer, así como por cualquier causa mortalidad.
lácteos en la dieta puede ser natural para muchas personas nórdicas. Las
principales causas de pérdida de años sin enfermedades en los países nórdicos de
hoy son la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y los cánceres. Por Nuestro objetivo es responder las preguntas clave: 1) Para el consumidor general,

otra parte, la creciente prevalencia de la obesidad en gran medida una dieta con leche y productos lácteos en general proporcionará una salud mejor o

peor, y aumentará o disminuirá el riesgo de enfermedades graves y mortalidad por todas

las causas que una dieta

Investigación de Alimentos y Nutrición 2016. # 2016 Tanja Kongerslev Thorning y cols. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de Creative Commons Attribution 4.0 International License (http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/), que permite 1
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Cita: Food & Nutrition Research 2016, 60: 32527 - http://dx.doi.org/10.3402/fnr.v60.32527

(número de página no para fines de citas)
 Tanja Kongerslev Thorning y col.
sin o con bajo contenido de leche y productos lácteos? 2) ¿Está justificado
recomendar a la población general tolerante a la lactosa para evitar el
consumo de leche y productos lácteos? 3) ¿Existe evidencia científica para
corroborar que reemplazar la leche con bebidas a base de plantas
mejorará la salud?
Obesidad y diabetes tipo 2
Una gran parte del aumento continuo en la prevalencia de diabetes tipo
2 está impulsada por la epidemia de obesidad (1, 2) y, por lo tanto, es
relevante evaluar el papel de la leche y los productos lácteos para el
control del peso corporal. El sobrepeso y la obesidad infantil en todo el
mundo es uno de los principales contribuyentes a la epidemia actual de
obesidad, y la obesidad infantil con frecuencia sigue hasta la edad
adulta (3). Por lo tanto, la prevención temprana de la obesidad infantil es
importante. Un metaanálisis mostró que entre los niños en edad
preescolar y escolar, no había asociación entre el consumo de lácteos y
la adiposidad (4). Sin embargo, hubo un efecto modestamente protector
en la adolescencia. Un metaanálisis reciente de Lu et al. (5) encontraron
que los niños en el grupo de mayor consumo de lácteos tenían un 38%
menos de probabilidades de tener sobrepeso u obesidad en
Descargado por [Stony Brook University] a las 09:28 05 de octubre de 2017
comparación con los del grupo de menor consumo de productos lácteos.
La leche y los productos lácteos son buenas fuentes de proteínas de alta calidad.
La proteína es importante durante la pérdida de peso y el mantenimiento posterior
del peso debido al alto efecto de saciedad que ayuda a prevenir el consumo
excesivo de energía y, por lo tanto, reduce las reservas de grasa corporal (6, 7).
Además, la proteína láctea es una buena fuente de aminoácidos esenciales para la
síntesis de proteínas musculares y por lo tanto ayuda a mantener la masa muscular
metabólicamente activa durante la pérdida de peso (8). Los metaanálisis respaldan
que en los adultos, los productos lácteos facilitan la pérdida de peso y mejoran la
composición corporal, es decir, reducen la masa de grasa corporal y preservan la
masa corporal magra durante la restricción de energía y en estudios a corto plazo (9 11)
El efecto de un mayor consumo de lácteos en el peso corporal en estudios a largo
plazo (1 año) y en estudios de equilibrio energético es menos convincente (10, 11).
Esto probablemente se deba a los efectos opuestos de los lácteos en la composición
corporal, es decir, la reducción de la masa grasa y la preservación de la masa
corporal magra.
Los metanálisis que evalúan el papel de la ingesta de leche y productos lácteos
en el riesgo de diabetes tipo 2 han encontrado consistentemente un efecto
beneficioso leve o nulo de la ingesta de lácteos en el riesgo de diabetes (12). 15).
Esto es consistente con un estudio de aleatorización mendeliano que utiliza
polimorfismos genéticos para el gen de la lactasa, que mostró que la ingesta de
leche evaluada por la tolerancia a la lactosa no estaba asociada con el riesgo de
diabetes tipo 2 u obesidad (16). El metaanálisis más reciente sobre el consumo de
lácteos y la incidencia de diabetes incluyó 22 estudios de cohortes con un total de
579,832 sujetos y 43,118 casos de diabetes tipo 2 (17). Una asociación inversa
entre total
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Se informó el consumo de lácteos y yogur y el riesgo de diabetes tipo 2, aunque no
hubo asociación con el consumo de leche. Los beneficios de los productos lácteos
fermentados (queso y yogur) en relación con la diabetes tipo 2 pueden deberse a su
efecto sobre la microbiota intestinal (18, 19). Otros estudios han identificado que la
proteína de suero (principalmente en la leche y el yogur) puede reducir la
concentración de glucosa en plasma posprandial en sujetos con diabetes tipo 2 (20).
Este efecto puede deberse a los aminoácidos de cadena ramificada en la fracción
de proteína de suero, particularmente a la leucina, que se ha demostrado que
induce una mayor estimulación del polipéptido insulinotrópico dependiente de
glucosa (GIP), pero no al péptido 1 similar al glucagón (GLP-1), en comparación con
otros aminoácidos (21). La respuesta GIP es posiblemente un factor clave en la
mayor respuesta a la insulina y la posterior disminución de la glucosa en sangre
observada después de la ingestión, al menos en sujetos sanos. Además del efecto
insulinotrópico de la leche, un estudio reciente ha indicado que los lácteos también
pueden mejorar la sensibilidad a la insulina (22).
Conclusión sobre obesidad y diabetes tipo 2
Una dieta rica en leche y productos lácteos reduce el riesgo de obesidad infantil
y mejora la composición corporal en adultos. Es probable que esto contribuya a
reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Además, el consumo de
productos lácteos durante la restricción energética facilita la pérdida de peso,
mientras que el efecto de la ingesta de lácteos durante el equilibrio energético
es menos claro. Finalmente, cada vez hay más pruebas que sugieren que,
especialmente los productos lácteos fermentados, el queso y el yogur, están
asociados con un riesgo reducido de diabetes tipo 2.
Enfermedad cardiovascular
En general, se considera que los productos lácteos bajos en grasa y ricos en calcio
reducen la presión arterial. Esto fue respaldado por un metanálisis de seis estudios
de observación, mientras que no se encontró asociación con la ingesta de productos
lácteos con alto contenido de grasa (23). Se sabe que los productos lácteos con alto
contenido de grasa aumentan las concentraciones de lipoproteína de alta densidad
(HDL) y de colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL). Este último
normalmente predice el riesgo de enfermedad cardiovascular (24), pero esto puede
depender del tamaño de las partículas de colesterol LDL. Las partículas pequeñas y
densas de LDL son más aterogénicas que sus contrapartes más grandes (25 28)
debido a su menor afinidad por el receptor de LDL y una mayor susceptibilidad a la
oxidación (29). De acuerdo, algunos de los ácidos grasos que se encuentran
típicamente en la leche y los productos lácteos se han asociado con partículas de
LDL menos densas y menos pequeñas (4: 0 10: 0 y 14: 0 en la dieta, y 15: 0 y 17: 0
en fosfolípidos séricos) (30). Además, se ha demostrado que los minerales en la
leche y los productos lácteos atenúan la respuesta de LDL a la ingesta de lácteos
con alto contenido de grasa (31, 32).
Entre los productos lácteos con alto contenido de grasa, el queso en
particular no parece aumentar el colesterol LDL en la medida esperada, en
función del alto contenido de grasa saturada (33). En comparación con la dieta
habitual con un total menor y

contenido de grasa saturada (33), o en comparación con las dietas con menor contenido de
grasa total pero mayor contenido de carbohidratos de alto IG (34, 35), se encontró que una alta
ingesta de queso no aumenta el colesterol LDL. Un metaanálisis de ensayos controlados
aleatorios que estudian el efecto del consumo de queso en comparación con otros alimentos
sobre los lípidos y las lipoproteínas de la sangre mostró que el queso causaba concentraciones
más bajas de colesterol total, colesterol LDL y colesterol HDL en comparación con la
mantequilla (36). En comparación con la leche, sin embargo, no hubo diferencias
estadísticamente significativas en los lípidos en sangre (32, 37). Se han realizado varios
metanálisis sobre la relación entre la ingesta de leche y productos lácteos y el riesgo de
desarrollar enfermedades cardiovasculares. No hubo una asociación consistente entre la ingesta
de leche o lácteos y la enfermedad cardiovascular enfermedad coronaria o accidente
cerebrovascular en un metanálisis de Soedamah-Muthu et al. (38) En una actualización reciente,
que incluye un mayor número de estudios de cohorte prospectivos, hubo una asociación inversa
significativa entre la ingesta de leche y el accidente cerebrovascular, con un riesgo 7% menor de
accidente cerebrovascular por 200 ml de leche / día, pero con una heterogeneidad considerable.
Además, la estratificación para los países asiáticos y occidentales mostró una reducción más
marcada del riesgo en los países asiáticos que en los occidentales. Esto es consistente con un
metaanálisis previo de Hu et al. (39) que muestran una relación de respuesta a la dosis no lineal
entre la ingesta de leche y el riesgo de accidente cerebrovascular, con la mayor reducción de
riesgo de 7 con un riesgo 7% menor de accidente cerebrovascular por 200 ml de leche / día,
pero con considerable heterogeneidad. Además, la estratificación para los países asiáticos y
Descargado por [Stony Brook University] a las 09:28 05 de octubre de 2017
occidentales mostró una reducción más marcada del riesgo en los países asiáticos que en los
occidentales. Esto es consistente con un metaanálisis previo de Hu et al. (39) que muestran una
relación de respuesta a la dosis no lineal entre la ingesta de leche y el riesgo de accidente
cerebrovascular, con la mayor reducción de riesgo de 7 con un riesgo 7% menor de accidente
cerebrovascular por 200 ml de leche / día, pero con considerable heterogeneidad. Además, la
estratificación para los países asiáticos y occidentales mostró una reducción más marcada del
riesgo en los países asiáticos que en los occidentales. Esto es consistente con un metaanálisis
previo de Hu et al. (39) que muestran una relación de respuesta a la dosis no lineal entre la
ingesta de leche y el riesgo de accidente cerebrovascular, con la mayor reducción de riesgo de
7 8% con una ingesta de leche de 200 300 ml / día. Además, los metanálisis de Hu et al. (39) y
de Goede et al. (40) ambos mostraron una asociación inversa entre la ingesta de queso y el
accidente cerebrovascular, sin embargo, solo en el último límite significativo. En consecuencia,
otro metaanálisis sobre lácteos y enfermedades cardiovasculares descubrió que la ingesta de
queso y leche, así como el yogur, estaba inversamente asociada con el riesgo de enfermedades
cardiovasculares (41). Un metaanálisis posterior de Qin et al. (42) encontraron que la ingesta de
lácteos se asoció con un riesgo 12% menor de enfermedades cardiovasculares y un riesgo 13%
menor de accidente cerebrovascular en comparación con las personas sin o con un bajo
consumo de lácteos (42). Del mismo modo, un metanálisis reciente e integral, que incluye 31
estudios de cohortes, sugirió que una ingesta alta de lácteos se asociaba con un riesgo 9%
menor de accidente cerebrovascular, mientras que no se encontró asociación con enfermedad
cardiovascular total o enfermedad coronaria (43). Además, una alta ingesta de queso se asoció
con un riesgo 8% menor de enfermedad coronaria y un riesgo 13% menor de accidente
cerebrovascular. Además, los altos niveles plasmáticos del ácido graso saturado C 17: 0, que se
origina principalmente de los lácteos, se asociaron con un riesgo reducido de enfermedad
coronaria (44). Finalmente, un metaanálisis de O'Sullivan et al. (45) no encontraron indicios de
que la ingesta total de productos lácteos o cualquier producto lácteo específico esté asociado
con un aumento de la mortalidad cardiovascular. Están surgiendo estudios que muestran que
los productos lácteos, particularmente los tipos bajos en grasa, se agrupan dentro de un patrón
dietético saludable (46) y, por lo tanto, el una ingesta alta de queso se asoció con un riesgo 8%
menor de enfermedad coronaria y un riesgo 13% menor de accidente cerebrovascular. Además,
los altos niveles plasmáticos del ácido graso saturado C 17: 0, que se origina principalmente de
los lácteos, se asociaron con un riesgo reducido de enfermedad coronaria (44). Finalmente, un
metaanálisis de O'Sullivan et al. (45) no encontraron indicios de que la ingesta total de
productos lácteos o cualquier producto lácteo específico se asocie con una mayor mortalidad cardiovascular.
Cita: Food & Nutrition Research 2016, 60: 32527 - http://dx.doi.org/10.3402/fnr.v60.32527
Ingesta de leche y productos lácteos y salud humana
no se puede descartar el riesgo de confusión residual en los estudios
observacionales.
De acuerdo con los últimos metanálisis presentados anteriormente, las
últimas Recomendaciones de nutrición nórdica han concluido que el alto
consumo de productos lácteos bajos en grasa se asocia con un menor riesgo de
hipertensión y accidente cerebrovascular (47).
Conclusión sobre la enfermedad cardiovascular.
La evidencia general indica que una alta ingesta de leche y productos lácteos,
es decir, 200 300 ml / día, no aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Específicamente, existe una asociación inversa con el riesgo de hipertensión y
accidente cerebrovascular.
Salud ósea y osteoporosis
La leche y los productos lácteos contienen una serie de nutrientes necesarios
para desarrollar huesos fuertes en la infancia y para su mantenimiento durante
la edad adulta con el objetivo de reducir la osteoporosis y las fracturas óseas en
la edad avanzada (48). La Comisión Europea ha concluido que las proteínas, el
calcio, el fósforo, el magnesio, el manganeso, el zinc, la vitamina D y la vitamina
K son necesarios para mantener los huesos normales (Reglamento de la
Comisión Europea 2012). Con la excepción de la vitamina D, todos estos
nutrientes están presentes en cantidades significativas en la leche y los
productos lácteos.
La osteoporosis se ha descrito como una 'enfermedad pediátrica con consecuencias
geriátricas' como baja en la leche y, por lo tanto, la baja ingesta de minerales durante la infancia
y la adolescencia se ha asociado con un riesgo significativamente mayor de fracturas
osteoporóticas en la mediana y mayor edad, particularmente en mujeres (49, 50). . Un estudio
reciente indicó que en niños y adolescentes, a excepción de aquellos con ingestas muy bajas de
calcio, la ingesta de magnesio puede ser más importante que el calcio en relación con el
desarrollo óseo (51). Se encontró que la ingesta de calcio no se asociaba significativamente con
el contenido o la densidad mineral ósea total, mientras que la ingesta de magnesio y la cantidad
absorbida fueron predictores clave de la masa ósea. El grado de extrapolación de estos
resultados a la población general es incierto. pero la leche y los productos lácteos son fuentes
importantes de magnesio y, por lo tanto, importantes partidarios del crecimiento óseo durante la
adolescencia. En un metaanálisis de Huncharek et al. (52), los productos lácteos, con o sin
suplementos de vitamina D, aumentaron el contenido mineral de hueso de la columna lumbar y
del cuerpo total en niños con un bajo consumo de lácteos de referencia, mientras que no se
encontraron efectos en los niños con un alto consumo de lácteos de base. Por lo tanto, puede
haber un umbral por encima del cual el aumento de la ingesta de productos lácteos o de calcio
lácteo no beneficia adicionalmente el contenido mineral óseo o la densidad en los niños.
mientras que no se encontró ningún efecto para los niños con un alto consumo de lácteos de
referencia. Por lo tanto, puede haber un umbral por encima del cual el aumento de la ingesta de
productos lácteos o de calcio lácteo no beneficia adicionalmente el contenido mineral óseo o la
densidad en los niños. mientras que no se encontró ningún efecto para los niños con un alto
consumo de lácteos de referencia. Por lo tanto, puede haber un umbral por encima del cual el
aumento de la ingesta de productos lácteos o de calcio lácteo no beneficia adicionalmente el
contenido mineral óseo o la densidad en los niños.
En adultos, las interacciones entre calcio, fósforo, proteínas y vitamina D
reducen la resorción ósea y aumentan la formación de hueso, atenuando así
la pérdida ósea relacionada con la edad (53). Posiblemente debido a la
compleja
interacción.
Están surgiendo estudios que muestran que los productos lácteos, particularmente los tipos bajos en grasa, se agrup
3
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 Tanja Kongerslev Thorning y col.

entre los nutrientes y la naturaleza multifactorial de las fracturas óseas, ha
sido difícil establecer si una baja ingesta de leche y lácteos en la edad adulta
aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas. Por lo tanto, hasta la
fecha, los metanálisis no han respaldado un efecto protector de la leche y el
consumo de lácteos en la edad adulta sobre el riesgo de osteoporosis y
fracturas óseas (54, 55). Sin embargo, una revisión sistemática reciente
concluyó que el calcio y los lácteos son contribuyentes importantes para la
salud ósea en adultos (56).
En el 2015 Pautas dietéticas 2020 para estadounidenses, se afirmó
que 'Los patrones de alimentación saludable incluyen lácteos sin grasa
y bajos en grasa (1%), incluyendo leche, yogur, queso o bebidas de
soya fortificadas (comúnmente conocidas como' 'leche de soya' ').
Aquellos que no pueden o eligen no consumir productos lácteos deben
consumir alimentos que brinden el rango de nutrientes generalmente
obtenidos de los lácteos, incluidas proteínas, calcio, potasio, magnesio,
vitamina D y vitamina A (por ejemplo, bebidas de soya enriquecidas) ''.
Aunque la atención se centra en lograr los requerimientos nutricionales
de los alimentos en lugar de los suplementos, las bebidas a base de
plantas generalmente contienen formas químicas inorgánicas de calcio,
que en realidad pueden aumentar el riesgo cardiovascular (56, 57).
Descargado por [Stony Brook University] a las 09:28 05 de octubre de 2017
probablemente reduce el riesgo de este cáncer (60). Del mismo modo, en los
metanálisis, la ingesta de lácteos se ha asociado constantemente con una
disminución del riesgo de cáncer colorrectal (61, 62) y cáncer de colon (63). El
metaanálisis más reciente de Ralston et al. (64) informaron un 26% menos de riesgo
de cáncer de colon en los hombres que consumen 525 g de leche por día, mientras
que no se encontró asociación en las mujeres.
Se considera que el vínculo entre la ingesta de lácteos y el cáncer colorrectal
se debe principalmente al calcio derivado de los lácteos, con una reducción del
riesgo del 24% con una ingesta de calcio lácteo de 900 mg / día (65). Los
mecanismos propuestos detrás de esto son la unión del calcio a los ácidos
biliares secundarios y los ácidos grasos ionizados, lo que reduce sus efectos
proliferativos en el epitelio colorrectal (66). Además, el calcio puede influir en
múltiples vías intracelulares que conducen a la diferenciación en las células
normales y la apoptosis en las células transformadas (67). En consecuencia,
varios estudios han informado una reducción de la proliferación celular en el
colon y el recto con la ingesta de calcio y productos lácteos (68 72). En el informe
de 2010 de WCRF sobre el cáncer de seno, se concluyó que la evidencia del
consumo de lácteos y el riesgo de cáncer de seno no es concluyente (73). De
acuerdo con un metanálisis de 2011 sobre estudios de cohorte prospectivos

(74), un metaanálisis reciente de Zang et al. (75), sin embargo, sugirieron que un
Como el calcio en los lácteos es orgánico, la leche y los productos
alto ( La ingesta de lácteos de 600 g / d) y modesta (400 600 g / d) se asoció con
lácteos aún deben considerarse las fuentes superiores de calcio (58).
un menor riesgo de cáncer de mama (10% y 6%, respectivamente) en
Todavía,
comparación con una baja ingesta de lácteos ( si 400 g / d). Dentro de los
subgrupos de lácteos, particularmente el yogur y los lácteos bajos en grasa se
encontraron inversamente asociados con el riesgo de desarrollar cáncer de
seno. Como se demostró previamente que la suplementación con calcio y
vitamina D reduce el riesgo de cáncer de seno en la Iniciativa de Salud de la
Conclusión sobre la salud ósea y la osteoporosis.
Mujer (76), estos nutrientes podrían estar involucrados en los mecanismos
La evidencia actual sugiere un efecto positivo de la ingesta de leche y lácteos
subyacentes.
sobre la salud ósea en la infancia y la adolescencia, pero con evidencia limitada
sobre la salud ósea en la edad adulta y sobre el riesgo de fracturas óseas en la
edad avanzada.

Cáncer
Según el informe de 2014 de la WCRF sobre el cáncer de próstata, los
En estudios de población, los lácteos se han asociado de manera positiva y negativa con
lácteos pueden estar asociados con un aumento limitado y sugestivo del
varios tipos de cáncer, pero la mayoría se han basado en evidencia limitada y muy pocos
riesgo de cáncer de próstata, pero la evidencia actual es limitada (77). Sin
hallazgos siguen siendo sólidos. Los productos lácteos contienen una variedad de
embargo, esta conclusión fue confirmada por el metanálisis más reciente de
compuestos bioactivos que podrían ejercer efectos tanto positivos como negativos sobre la
Aune et al. (78), que sugirió que una ingesta alta de productos lácteos, leche,
carcinogénesis. Los efectos positivos pueden estar relacionados con el contenido de calcio,
leche baja en grasa, queso y calcio se asociaron con un 3 Un 9% más de
lactoferrina y productos de fermentación, mientras que los efectos negativos podrían estar
riesgo de cáncer de próstata. Se sugirió que el mecanismo detrás de esto es
relacionados con el contenido del factor de crecimiento similar a la insulina I (IGF-1) (59). El
un aumento de la concentración circulante de IGF-1, que previamente se ha
Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF, por sus siglas en inglés) revisa de

manera continua y sistemática la evidencia sobre la dieta y la actividad física en relación

demostrado que está asociado con un mayor riesgo de cáncer de próstata

con la prevención del cáncer, y las áreas específicas se actualizan cuando surgen nuevas
(79).

pruebas.

El informe de 2015 de WCRF sobre el cáncer de vejiga sugirió que la

El cáncer colorrectal es la segunda causa más común de muerte entre evidencia de la leche y los lácteos sobre el riesgo de cáncer de vejiga era

los cánceres en los países desarrollados. Aunque la tumorigénesis inconsistente e inconclusa (80). Dos metaanálisis sobre el consumo de leche y el

colorrectal es un proceso complejo, los datos epidemiológicos y riesgo de cáncer de vejiga han sugerido una disminución del riesgo de cáncer de

experimentales indican que la leche y los productos lácteos tienen un papel vejiga con un alto consumo de leche (61, 81). Otros no han encontrado ninguna

quimiopreventivo en la patogénesis. En el informe de 2011 de WCRF sobre asociación entre la ingesta de leche y lácteos y el riesgo de cáncer de vejiga (82),
el cáncer colorrectal, se concluyó que el consumo de leche y calcio pero ninguno ha sugerido un efecto adverso.

44 Cita: Food & Nutrition Research 2016, 60: 32527 - http://dx.doi.org/10.3402/fnr.v60.32527

(número de página no para fines de citas)
 Ingesta de leche y productos lácteos y salud humana

De los tipos de cáncer para los cuales las asociaciones con la ingesta de ingesta y riesgo de cáncer de mama (74, 75), cáncer de ovario (83, 91) y
lácteos no se presentaron en los informes de WCRF, los metanálisis cáncer de pulmón (84, 85).
recientes han sugerido que no hay asociación entre la ingesta de lácteos y el
riesgo de cáncer de ovario (83), cáncer de pulmón (84, 85) o cáncer de Conclusión sobre el cáncer.

páncreas (86) y una asociación inversa entre la ingesta de lácteos y el riesgo Según los informes de WCRF y los últimos metanálisis, el consumo de leche y

de cáncer gástrico en Europa y los Estados Unidos (87). productos lácteos probablemente protege contra el cáncer colorrectal, cáncer de
vejiga, cáncer gástrico y cáncer de mama. La ingesta de lácteos no parece estar
asociada con el riesgo de cáncer de páncreas, cáncer de ovario o cáncer de
pulmón, mientras que la evidencia del riesgo de cáncer de próstata es
Estudios en individuos intolerantes a la lactosa.
inconsistente. En las mujeres, los lácteos ofrecen beneficios significativos y
En un número limitado de sujetos, se han informado diferencias potenciales
sólidos para la salud al reducir el riesgo de cáncer colorrectal común y grave y,
en el riesgo de cáncer y la mortalidad entre individuos tolerantes a la lactosa
posiblemente, también el riesgo de cáncer de mama. En realidad, se considera
e intolerantes a la lactosa (autoinformados o evaluados por polimorfismos
que el beneficio del efecto protector de la leche y los productos lácteos sobre el
para el gen de la lactasa) bajo el supuesto de que los individuos intolerantes
cáncer colorrectal común y grave supera un riesgo potencialmente mayor de
a la lactosa consumen menos leche. . Sin embargo, también puede haber
cáncer de próstata.
otras diferencias entre estos dos grupos que deben tenerse en cuenta, por
ejemplo, genética, origen étnico, otros hábitos alimenticios, tabaquismo,
actividad física y factores socioeconómicos.

Mortalidad por cualquier causa

En la investigación médica, el término "mortalidad por todas las causas"

Ba´csi y col. (88) examinaron el papel de las diferencias genéticamente
implica todas las causas de muerte. Hay muchos estudios individuales
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determinadas en la capacidad de degradar la lactosa y mostraron que los sujetos

que informan que un alto consumo de leche y productos lácteos se
con deficiencias en los genes que codifican la lactasa (es decir, los sujetos que no
asocia con una disminución de la mortalidad (92), una mortalidad sin
beben leche debido a la intolerancia) tenían un mayor riesgo de cáncer
cambios (93) o incluso un aumento de la mortalidad (94). Sin embargo,
colorrectal. Esto respalda la capacidad de los productos lácteos para reducir el
según los metanálisis de los estudios observacionales de cohortes, no
riesgo de cáncer colorrectal y la causalidad de esta relación. En el estudio
hay evidencia que respalde la opinión de que la ingesta de leche y
europeo EPIC, se examinó la hipótesis de que la tolerancia a la lactosa
productos lácteos se asocie con una causa de mortalidad (45, 95). En
determinada genéticamente se asociaba con una ingesta elevada de productos
un metanálisis, O'Sullivan et al. (45) estudiaron si la ingesta de leche y
lácteos y un mayor riesgo de cáncer de próstata (89). El estudio incluyó a 630
productos lácteos como fuentes alimenticias de grasas saturadas estaba
hombres con cáncer de próstata y 873 participantes de control emparejados. El
relacionada con la mortalidad por todas las causas, la mortalidad por
consumo de productos lácteos se evaluó mediante cuestionarios de dieta, y la
cáncer y la mortalidad cardiovascular. Ni la ingesta total de lácteos ni la
ingesta de leche y productos lácteos totales varió significativamente según el
ingesta de ningún producto lácteo específico se asociaron con la
genotipo de lactasa. con una ingesta casi dos veces mayor en sujetos tolerantes a
mortalidad por todas las causas.
la lactosa en comparación con sujetos intolerantes a la lactosa. Sin embargo, no
se encontró que la variante de lactasa se asocie significativamente con el riesgo
de cáncer de próstata. Esto indica que la confusión residual puede haber sesgado
las asociaciones observadas entre la ingesta de leche y lácteos y el riesgo de
cáncer de próstata en los estudios observacionales incluidos en un metanálisis
previo (78). Conclusión sobre la mortalidad por todas las causas.

La evidencia de los estudios observacionales confirma que no hay

Ji y col. (90) investigaron sujetos suecos con intolerancia a la lactosa
autoinformada y encontraron un menor riesgo de cáncer de pulmón, mama y
ovario en comparación con los sujetos tolerantes a la lactosa.
Desafortunadamente, no se informaron datos sobre la ingesta de leche u otras
características genéticas, étnicas, de estilo de vida (dieta, tabaquismo y
actividad física) y de comportamiento. Además, la intolerancia a la lactosa
autoinformada puede no ser comparable a la intolerancia a la lactosa
determinada genéticamente. Debido al posible sesgo en el diseño y la falta de
control para los factores de confusión conocidos, es imposible concluir sobre la
relación con el consumo de lácteos. Además, estos hallazgos contrastan con la
literatura adicional que sugiere una asociación nula o inversa entre los lácteos.
asociación entre el consumo de leche y productos lácteos y la mortalidad
por todas las causas.
Comparación del contenido de nutrientes y aspectos sanitarios de la leche y las
bebidas de origen vegetal.
En las últimas décadas, el mercado de bebidas sustitutivas de leche y lácteos a
base de, por ejemplo, soja, arroz, avena o almendras se ha expandido, y las
bebidas a base de plantas fortificadas con calcio se han convertido en parte de
las recomendaciones nutricionales como alternativas a la leche en varios
países, como Estados Unidos, Suecia, Australia y Brasil. Entre los sustitutos de
la leche a base de plantas, la bebida de soya domina el mercado en el mundo
occidental, pero la aparición de otras bebidas a base de plantas ha influido en el
mercado de la bebida de soya (96).

Cita: Food & Nutrition Research 2016, 60: 32527 - http://dx.doi.org/10.3402/fnr.v60.32527 55

(número de página no para fines de citas)
 Tanja Kongerslev Thorning y col.
La densidad de nutrientes de los sustitutos de la leche a base de plantas
varía considerablemente entre los tipos, y sus propiedades nutricionales
dependen de la materia prima utilizada, el procesamiento, el enriquecimiento
con vitaminas y minerales, y la adición de otros ingredientes como el azúcar y el
aceite. La bebida de soya es el único sustituto de la leche de origen vegetal que
se aproxima al contenido de proteínas de la leche de vaca, mientras que el
contenido de proteínas de las bebidas a base de avena, arroz y almendras es
extremadamente bajo, y la reciente revisión de Ma¨kinen et al. (96) enfatiza la
importancia de la conciencia del consumidor sobre tales contenidos bajos en
proteínas. Además, ahora hay casos de deficiencias nutricionales graves en
niños que se informan como resultado del consumo inapropiado de bebidas a
base de plantas (97, 98).
A pesar del hecho de que la mayoría de las bebidas a base de plantas son
bajas en grasas saturadas y colesterol, algunos de estos productos tienen un
mayor contenido de energía que la leche entera debido a un alto contenido de
aceite y azúcar agregado. Algunas bebidas a base de plantas tienen un contenido
de azúcar igual al de las bebidas endulzadas con azúcar, que se han relacionado
con la obesidad, la sensibilidad reducida a la insulina (99), el aumento del
contenido de grasa hepática, muscular y visceral, así como el aumento de la
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presión arterial y las concentraciones elevadas de triglicéridos. y colesterol en la
sangre (100, 101). Los análisis de varias bebidas a base de plantas disponibles en
el mercado realizadas en la Universidad Técnica de Dinamarca mostraron un
contenido de energía generalmente más alto y menores contenidos de yodo,
potasio, fósforo y selenio en las bebidas a base de plantas en comparación con la
leche semidesnatada (102) . También, Se sabe que las bebidas de arroz tienen un
alto contenido de arsénico inorgánico, y las bebidas de soya contienen isoflavonas
con efectos similares al estrógeno. En consecuencia, la Administración Danesa de
Veterinaria y Alimentación concluyó que las bebidas a base de plantas no pueden
recomendarse como alternativas completas a la leche de vaca (102), lo cual es
consistente con las conclusiones de la Agencia Nacional de Alimentos de Suecia
(103).
La importancia de estudiar los alimentos integrales en lugar de los nutrientes
individuales se está haciendo evidente, ya que las posibles interacciones entre
nutrientes y nutrientes pueden afectar la respuesta metabólica a los alimentos
integrales en comparación con sus nutrientes aislados. Como las bebidas a base de
plantas han sido procesadas y fortificadas, cualquier efecto sobre la salud de la soya, el
arroz, la avena y las almendras naturales no se puede transferir directamente a las
bebidas, sino que deben estudiarse directamente. Solo unos pocos estudios han
comparado los efectos de la leche de vaca con las bebidas a base de plantas como
alimentos integrales en los marcadores de riesgo de enfermedad (104 108). Sin
embargo, ninguno de estos ha incluido bebidas disponibles comercialmente o puntos
finales de enfermedad. Por lo tanto, la evidencia actualmente es insuficiente para
concluir que las bebidas a base de plantas poseen beneficios para la salud superiores
a los de la leche y los productos lácteos. Hasta que se realice más investigación y se
pueda llegar a una conclusión científicamente sólida, las autoridades sanitarias deben
ser cautelosas al recomendar bebidas a base de plantas como sustitutos aceptables de
la leche de vaca para la población en general.
66
(número de página no para fines de citas)
Obesidad adulta
Composición
corporal
Mortalidad Obesidad infantil
Cáncer de páncreas Cáncer
de ovario Cáncer de Diabetes tipo 2
pulmón
Cardiovascular
enfermedad
Cancer de prostata
Carrera
Cáncer colorrectal Fracturas de hueso
Cáncer de vejiga
Cáncer gástrico
Mineral óseo
Cáncer de mama
densidad
Figura 1. Efecto / asociación general entre la ingesta de productos lácteos y los
resultados de salud. ¡ efecto favorable / asociación; efecto adverso / asociación; 0 0
sin efecto / asociación.
Conclusión sobre el contenido de nutrientes y aspectos sanitarios de la leche y las bebidas de
origen vegetal.
La leche de vaca y las bebidas a base de plantas son productos completamente diferentes,
tanto en cuanto al contenido de nutrientes como presumiblemente también a los efectos
sobre la salud. Aunque existen preocupaciones acerca de que los niños consuman las
bebidas bajas en proteínas, una evaluación más basada en la evidencia del valor nutricional
y saludable de las bebidas a base de plantas debe esperar más estudios en humanos.
Respuestas a las preguntas clave.
Pregunta clave 1: Para el consumidor general, una dieta con leche y productos
lácteos en general proporcionará una salud mejor o peor, y aumentará o disminuirá
el riesgo de enfermedades graves y mortalidad por todas las causas que una dieta
sin o con bajo contenido de leche y productos lácteos. ?
El consumo de productos lácteos se asocia con un riesgo general
reducido de enfermedades cardiometabólicas y algunos tipos de cáncer,
mientras que solo se han informado muy pocos efectos adversos (Fig.
1). Por lo tanto, los productos lácteos pueden tener el potencial de
reducir la carga de las enfermedades crónicas más prevalentes en la
población y reducir sustancialmente los costos de atención médica para
la sociedad (109). El consumo de productos lácteos es parte de las
recomendaciones dietéticas en varias naciones, por ejemplo, Suecia,
Dinamarca y Estados Unidos. Una recomendación general para reducir
la ingesta de productos lácteos en personas que realmente los toleran
puede ser contraproducente para la salud y, por lo tanto, podría
aumentar los gastos de atención médica. Sin embargo, se debe poner
más énfasis en los alimentos que los lácteos reemplazan en la dieta.
Adicionalmente,
Cita: Food & Nutrition Research 2016, 60: 32527 - http://dx.doi.org/10.3402/fnr.v60.32527

no se puede descartar, y también es posible que la ingesta de leche y lácteos en
estos estudios pueda ser solo un marcador de dietas de mayor calidad nutricional.
Pregunta clave 2: ¿Está justificado recomendar a la población general
tolerante a la lactosa para evitar el consumo de leche y productos lácteos?
En los países nórdicos, tan solo el 2% de la población tiene deficiencia
primaria de lactasa y puede clasificarse como individuos intolerantes a la lactosa
(110). Sin embargo, la mayoría de los adultos intolerantes a la lactosa pueden
tolerar un vaso de leche o una bola de helado. Los quesos tienen un contenido
insignificante de lactosa, y la lactosa en el yogur se digiere más eficientemente
que otras fuentes lácteas debido a la lactasa bacteriana presente en el yogur que
facilita la digestión de la lactosa (111). Por lo tanto, los productos lácteos
fermentados, es decir, el yogur y la mayoría de los quesos (requesón, así como
los quesos blandos y duros), pueden ser tolerados por personas intolerantes a la
lactosa sin síntomas (111, 112).
Lo mismo se aplica a la alergia a la proteína de la leche de vaca que
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generalmente ocurre en 0.1 2,0% de los niños en los países nórdicos y en Europa
(113). Entre los niños con IgE verificada específica de la leche de vaca que fueron
reevaluados 1 año después del diagnóstico, el 69% toleró la leche de vaca en la
reevaluación (114). Por lo tanto, la condición generalmente se ve que se resuelve
en los niños. Advertir a la población general contra el consumo de lácteos basado
en alergias a la leche raras sería equivalente a advertir contra los alimentos, como
el maní o los mariscos, debido al hecho de que un pequeño subgrupo de la
población es alérgico a estos alimentos.
Pregunta clave 3: ¿Existe evidencia científica para corroborar que reemplazar la
leche y los productos lácteos con bebidas a base de plantas mejorará la salud?
La leche de vaca y las bebidas a base de plantas no son alimentos nutricionalmente
comparables. Como solo unos pocos estudios han investigado los efectos sobre la salud
de reemplazar la leche de vaca con bebidas de origen vegetal y ninguno se ha centrado
en las bebidas disponibles en el mercado o en los puntos finales de la enfermedad, solo
se puede especular sobre el efecto de este reemplazo. Sin embargo, ha habido casos
individuales que informan enfermedad en niños que consumen bebidas de origen vegetal
bajas en proteínas, pero una evaluación final basada en la evidencia del valor de salud de
las bebidas de origen vegetal en comparación con la leche de vaca debe esperar más
estudios en humanos.
Conclusiones generales sobre la ingesta de leche y productos
lácteos y la salud.
Nuestra revisión de la totalidad de la evidencia científica disponible respalda
que la ingesta de leche y productos lácteos contribuye a cumplir con las
recomendaciones de nutrientes y puede proteger contra las enfermedades
crónicas no transmisibles más frecuentes, mientras que se han informado muy
pocos efectos adversos.
Cita: Food & Nutrition Research 2016, 60: 32527 - http://dx.doi.org/10.3402/fnr.v60.32527
Ingesta de leche y productos lácteos y salud humana
Conflictos de intereses y financiación.
Tanja Kongerslev Thorning no tiene conflictos de intereses que declarar.
Anne Raben es receptora de fondos de investigación del Dairy Research
Institute, Rosemont, IL, EE. UU. Y del Danish Agriculture & Food Council.
Tine Tholstrup ha recibido subvenciones de investigación de la Danish Dairy
Research Foundation y el Dairy Research Institute, Rosemont, IL. Los
patrocinadores no desempeñaron ningún papel en el diseño y la realización
de los estudios, la recopilación y el análisis de datos, la interpretación de los
datos, la decisión de publicar o la preparación de los manuscritos. Sabita S.
SoedamahMuthu recibió fondos de la Plataforma Global de Lechería, el
Instituto de Investigación de Lechería y Dairy Australia para metaanálisis
sobre queso y lípidos en sangre y sobre lácteos y mortalidad. Los
patrocinadores no desempeñaron ningún papel en el diseño y la realización
de los metanálisis, la recopilación y el análisis de datos, la interpretación de
los datos, decisión de publicar, o preparación de los manuscritos. Ian Givens
ha recibido becas de investigación del Consejo de Investigación de
Biotecnología y Ciencias Biológicas del Reino Unido (BBSRC), Consejo de
Investigación Médica del Reino Unido (MRC), Arla Foods UK, AAK-UK
(ambos en especie), The Barham Benevolent Foundation, Volac UK, DSM
Suiza y Global Dairy Platform. Es consultor para el Centro de
biocompetencia de productos lácteos saludables, Tartu, Estonia, y en el
pasado reciente para The Dairy Council (Londres). Arne Astrup ha recibido
becas de investigación de Arla Foods, DK; Fundación Danesa de
Investigación de Productos Lácteos; Plataforma mundial de productos
lácteos; Consejo Danés de Agricultura y Alimentación; GEIE European Milk
Forum, Francia. Es miembro de las juntas asesoras del Dutch Beer
Knowledge Institute, NL; IKEA, SV; Lucozade Ribena Suntory Ltd, Reino
Unido; McCain Foods Limited, Estados Unidos; McDonald's, Estados
Unidos; Weight Watchers, Estados Unidos. Es consultor del Centro de
Investigación Nestlé, Suiza; Agua de manantial de Nongfu, China. Astrup
recibe honorarios como editor asociado de American Journal of Clinical
Nutrition, y para ser miembro de los Consejos Editoriales de Anales de
Nutrición y Metabolismo y Revisión anual de nutrición. Es beneficiario de
gastos de viaje y / o honorarios modestos ( B $ 2,000) para conferencias
impartidas en reuniones apoyadas por patrocinadores corporativos. Recibió
apoyo financiero de organizaciones lácteas para asistir al Congreso Eurofed
Lipids (2014) en Francia y a la reunión de la Federación Europea de
Sociedades de Nutrición (2015) en Alemania.
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* Arne Astrup
Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes Facultad de
Ciencias, Universidad de Copenhague Noerre Alle 51, DK-2200
Copenhague N Dinamarca Correo electrónico: ast@nexs.ku.dk
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