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El proceso penal tiene una estructura distinta al resto de los procesos de los demás órdenes
jurisdiccionales, que es típica y exclusiva de este orden jurisdiccional y que depende de la vigencia en el
mismo del principio acusatorio (que impide juzgar a nadie sin que previamente exista acusación).
Por eso, dentro del proceso penal es necesaria una primera fase, que llamamos INSTRUCCIÓN,
diferenciada conceptual y funcionalmente, de una segunda fase que llamamos JUICIO ORAL.
En la primera (Instrucción) se investiga si los hechos acusados merecen ser juzgados en la segunda
fase (Juicio oral) y lo merecerán si tienen apariencia de delito y pueden ser atribuidos a una
persona concreta e individualizada.
De manera más completa, con fundamento constitucional parcial en el art. 117.3 CE puede dividirse el
proceso penal en 3 fases diferenciadas (llamadas a su vez procesos):
a) Fase de declaración: en la que tras el desarrollo de una investigación del hecho criminal y la
constatación de existencia de responsabilidad criminal suficiente para enjuiciar a una persona
(subfase de Instrucción, incluso hay quien distingue entre una Instrucción judicial, fiscal y
policial), se le acusa ante un tribunal pidiendo su condena (subfase de juicio oral), decidiendo el
juez mediante resolución fundada (subfase de condena)
b) Fase de ejecución: en la que se ejecuta lo juzgado dando cumplimiento al fallo condenatorio de la
sentencia.
c) Fase cautelar: no prevista de modo directo en la Constitución, pero necesaria al tener que
asegurar personas y bienes para que, si un dia se dicta sentencia condenatoria, ésta se pueda
ejecutar.
En el proceso penal de declaración se comienza por una etapa o subfase inicial llamada de INSTRUCCIÓN
o investigación o procedimiento preliminar; aunque realmente el proceso penal comienza de verdad
cuando se formula una acusación contra una persona determinada y por un hecho criminal concreto.
Pero para poder llegar a este punto, se requiere previamente realizar toda una serie de actos,
principalmente de investigación, tendentes a averiguar las circunstancias del hecho y la personalidad de
sus autores, que fundamenten la posterior acusación, dado que es normal que el delito se cometa en
secreto, que se procure evitar su descubrimiento y que no se conozca desde el principio quiñen lo ha
podido realizar.
CONTENIDO DE LA INSTRUCCIÓN
De las variadas funciones que cumple la instrucción, cabe deducir que su contenido esmuy variado:
a) Actos de iniciación del proceso (denuncia)
b) Actos que implican el ejercicio de la acción penal (querella)
c) Actos de investigación y, en su caso, de prueba anticipada
d) Actos de imputación (auto de procesamiento)
e) Actos cautelares (medidas cautelares personales y patrimoniales)
f) Otras diligencias
La mayoría de tales características, veremos, son contrarias u opuestas a las que rigen en el Juicio oral,
debido a las distintas finalidades de una y otra fase.
- Los actos de investigación pueden practicarse sin contradicción si la investigación asi lo exige;
los de prueba han de practicarse siempre con audiencia de todas las partes.
5. Las diligencias instructorias son secretas o reservadas para el público, no para las partes
personadas que pueden tomar conocimiento y participar en todas las diligencias
El secreto (o mejor dicho el carácter reservado de las actuaciones que integran la Instrucción
para el público) no tendría justificación constitucional si la Instrucción fuese un enjuiciamiento,
pero si lo tiene al no serlo, y posibilitar que las personas sometidas a una investigación no sufran
con la publicidad de dicha investigación más perjuicios de los necesarios, pues si tras la
investigación de la noticia criminal se llegase a la convencimiento racional de que los hechos
investigados no están tipificados penalmente o no pueden ser atribuidos a la persona acusada, el
daño sobre el acusado sería enorme.
Por eso, el secreto de la Instrucción ayuda a conservar el honor y el buen nombre del acusado y
lo aleja del daño que puede producir la publicidad, por lo que es un bien para el acusado.
La pena de banquillo que sufren hoy muchos acusados, condenados por los medios de
comunicación antes de que lo sean por sentencia, se evitaría si se pusiera más cuidado en
mantener el secreto de las actuaciones instructorias, pero ese cuidado no existe y tampoco se
exigen las responsabilidades disciplinarias y penales correspondientes.
Pero además de lo dicho, el secreto (o carácter reservado para el público) de la Instrucción tiene
también como finalidad garantizar el éxito de la propia investigación. De esta manera, el art. 301
LECrim impone el secreto frente a todas aquellas personas que no participan en el propio
proceso (en la Investigación), correspondiendo sólo a las partes personadas el derecho a tener el
conocimiento de lo que se actúa en la fase de Instrucción (arts. 302 y 776.3 LECrim).
Ese derecho a conocer de las partes, no impide sin embargo que, de oficio o a instancia de parte,
el juez instructor pueda acordar el secreto también para todas las partes personadas, con
exclusión del Ministerio Fiscal (arts. 302 LECrim y 4.1 EOMF). Pero se ha de tratar de una decisión
motivada y basarse en razones de aseguramiento de la investigación (evitar riesgos para la vida,
libertad, etc. de otras personas, prevenir situaciones que puedan comprometer gravemente el
resultado de la investigación). Además, al tratarse de una excepción a la regla general, debe
estar limitado en el tiempo dicho secreto (un mes como máximo, aunque una corruptela muy
extendida permite que con sucesivas prórrogas se pueda alcanzar un periodo muy superior, lo
que puede vulnerar derechos fundamentales de las partes como el derecho a un proceso
público, a la contradicción y el derecho de defensa). En realidad la única cautela que establece la
LECrim es que el secreto debe alzarse diez días antes de la conclusión de la instrucción (art. 302).
Se trata sin embargo de supuestos abiertos a la interpretación (la complejidad o no) y donde
además esos plazos se interrumpen si se declara el secreto de las actuaciones o el
sobreseimiento provisional, lo que hace que dicha limitación temporal sea más un deseo que una
realidad.
Vean como los fiscales piden la derogación de ese plazo máximo de la instrucción.
7. Piezas de la instrucción
La instrucción está formada por tres piezas necesarias y una eventual:
a) Pieza principal: Desde el auto de incoación hasta el de conclusión, y contiene todas las
diligencias encaminadas a averiguar el delito y la participación del imputado, con todas las
circunstancias relevantes para su calificación.
b) Pieza de situación personal: donde constan las diligencias relativas a las medidas cautelares
personales.
c) Pieza de responsabilidad civil: donde constan todas las diligencias relativas a las medidas
cautelares patrimoniales decretadas sobre el imputado para hacer frente a sus
responsabilidades pecuniarias penales y civiles (fianzas, embargos, multas, costas…)
d) Pieza de responsabilidad civil subsidiaria: es eventual, sólo se forma cuando el resposnable
civil es un tercero no imputado.
c) junto a ello, también el MF tiene asignada la función de velar por el respeto de las garantías
procesales del investigado y encausado, así como por la protección de los derechos de las
víctimas y de los perjudicados por el delito (aart. 773 LECrim)
Lo anterior evidencia que el MF no es una parte acusadora más, sino que es algo menos que el
órgano instructor y mucho más que una parte, porque entre otras cosas puede dar a la Policía
Judicial instrucciones generales o particulares para el ejercicio más eficaz de sus funciones (art.
773 LECrim), pudiendo, tras la reforma de la LECrim de 2015, tramitar el denominado proceso
por aceptación de decreto (arts. 803bis.a y ss. LECrim), que trasciende claramente las funciones
acusadoras e investigadoras propias del MF.
CLASES DE INSTRUCCIÓN
2. La Instrucción preliminar
Distinta de la instrucción judicial es la llevada a cabo por la Policía Judicial o por el MF antes de la
iniciación del proceso penal.
Se trata en ambos casos de una instrucción que sólo se puede realizar en los casos que no exista
sobre los mismos hechos una instrucción judicial en marcha (art. 773.2 LECrim, 282 y ss., 770 y
ss., 796), por lo que debe cesar tan pronto se conozca la existencia de una instrucción judicial, y
su función primordial, sobre todo en el caso de la policía judicial, es recoger todos los datos
sobre los delitos públicos que se cometieren en su territorio para ponerlos a disposición de la
autoridad judicial, pasando a partir de dicho momento la policía judicial a ser un instrumento de
la instrucción.
La Instrucción preliminar puede no existir en los casos en que la notitia criminis llegue
directamente ante el juez instructor, porque la denuncia o querella se presente ante él.
Finalmente, la instrucción preliminar no tiene carácter jurisdiccional, pues ni la policía judicial ni
el MF son órganos jurisdiccionales, lo que no impide que policía y fiscal deban realizar la
investigación con absoluto respeto a los derechos de las personas sometidas a la investigación y
con cumplimiento de las normas legales (arts. 297, 771, 796 LECrim).
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Podemos ver, de lo dicho, que la instrucción es una fase del proceso penal.
Que todas las actuaciones que se llevan a cabo en esta fase están reguladas por la Ley, estableciéndose
un procedimiento judicial que ha de seguir el juez de instrucción.
No vamos a estudiar todos y cada uno de los actos que se producen tras la apertura de la fase de
instrucción y hasta que se ponga fin a la misma, pero si lo hiciéramos veríamos que cada uno de ellos
tiene su propio procedimiento en la Ley, en unos casos con una regulación más detallada y en otros más
genérica.
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Ahora bien, como ideas generales a todas las fases de instrucción de los diferentes procesos podemos
indicar:
a) Que, como regla general, cada hecho con apariencia delictiva deberá ser objeto del
correspondiente procedimiento instructorio, salvo los hechos delictivos conexos que se
tramitarán en un solo proceso (arts. 17 y 726 LECrim)
b) Tanto la LOPJ (art. 184) como la LECrim (art. 201) establecen el principio de que todos los días
son hábiles para los actos de investigación, frente a las demás actuaciones judiciales que se
practican en los días laborales (de lunes a viernes) y dentro de las horas hábiles (LOPJ), y ello
para facilitar la investigación y la rapidez en la misma.
d) Para que la Instrucción pueda cumplir con su finalidad va a ser necesaria la práctica de toda una
serie de actos de investigación o instructorios, que serán realizados, fundamentalmente, a
instancia de las partes acusadoras, que son las que necesitan quebrar la presunción de inocencia
que tiene todo acusado; pero también se realizarán actos investigativos que tiendan a consolidar
dicha presunción y a negar la virtualidad de la acusación formulada. De ahí que la LECrim permita
que las partes acusadoras soliciten la práctica de las diligencias instructorias que sean necesarias
para la investigación de los hechos (art. 277.5 LECrim). Pero también que el acusado pida, por su
lado, la práctica de las diligencias que coadyuven a la defensa de sus intereses (arts. 302 y 299
LECrim).Y al mismo tiempo, la LECrim impone a los órganos de instrucción que lleven a cabo no
sólo las actuaciones tendentes a fijar la culpabilidad del acusado, sino también a determinar su
inocencia (art. 2 LECrim).
Tales actos instructorios pueden pues llevarse a cabo a instancia de parte o de oficio.
e) Los medios a través de los cuales se lleva a cabo la investigación son muy variados. Se trata de
medios, métodos de investigación que tienden a posibilitar la apertura del juicio oral, mediante
la fijación de unos hechos que, con apariencia de delito y atribuibles claramente a una persona
determinada, son susceptibles de enjuiciamiento, para en su momento ser objeto de imposición
de sanción penal; o, por el contrario, posibilitar el sobreseimiento.
Cada delito requiere de unos específicos actos de investigación, pero la ley no puede, ni debe,
regular todos los actos de investigación posibles, ni fijar una lista tasada de actos de
investigación que deban practicarse necesariamente en todos los casos, ni regular cualquier
actividad humana que pueda ser considera de investigación; sino que la intuición, inteligencia,
sabiduría, olfato… deben tener cabida en la investigación del crimen, sin tasar los medios en los
que esas cualidades del investigador deben hacerse patentes. Por lo que la ley solo debe regular
los actos de investigación que suponen injerencia en derechos fundamentales del imputado y
aquellos que serán medio de prueba en el juicio oral, lo que puede determinarse como el núcleo
esencial de la investigación en lo que a tutela legal se refeire.
La LECrim regula:
- El reconocimiento de las personas en rueda (arts. 369 y ss.)
- Las declaraciones indagatorias y el interrogatorio judicial (arts. 385 yss.)
- La declaración de terceras personas o testigos (arts. 410 y ss.)
- La inspección de las cosas y de los lugares por el órgano judicial (arts. 326 y ss. y 778)
- La entrada y registro en los lugares (arts. 545, 74)
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g) Conforme al art. 299 LECrim, recordemos que también es finalidad de la Instrucción asegurar
las personas y las responsabilidades pecuniarias de los acusados, para lo cual se llevarán a
cabo los correspondientes actos o actuaciones, que normalmente se denominan actos
aseguratorios o medidas cautelares.
Estos actos son de la competencia exclusiva del órgano judicial, pues afectan a derechos
fundamentales de la persona y se modifica el régimen de administración o de disposición de
determinados bienes del deudor/acusado.
Su finalidad es asegurar la posible ejecución de la sentencia de condena que pueda dictarse al
final del proceso, con base a la existencia de una apariencia del derecho (del derecho a penar del
Estado) y en la existencia del peligro que se produce por el retardo natural en la tramitación de
los asuntos que puede hacer ilusoria la pena a imponer e incluso la propia tramitación del propio
proceso (que no permite generalmente hacerlo en rebeldía del acusado).
Como medidas de carácter personal, la LECrim regula:
- La detención (arts. 489 y ss.)
- La prisión provisional (arts. 502 y ss.)
- La libertad provisional (arts. 528 y ss.)
- La privación del permiso de conducir vehículos a motor (art. 529bis)
- La prohibición de residir en determinados lugares o aproximarse a ellos (at. 544bis)
- La suspensión de cargos públicos (arts. 384bis LECrim, 383 y 384 LOPJ)
- Otras medidas como la suspensión de actividades para empresas o establecimientos (art.
129.2 CP)
Como medidas cautelares patrimoniales, la LECrim prevé:
- Medidas tendentes a la conservación de las cosas relacionadas con el delito (arts. 334 y ss.)
- Medidas destinadas a asegurar las responsabilidades pecuniarias que pudieran declararse,
como fianza, embargo, ocupaciones de bienes o cosas, pensión provisional en determinados
supuestos, etc. (arts. 589 y ss.)
TERMINACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN
Una vez que el órgano instructor haya practicado las actuaciones que a su juicio son necesarias para el
buen éxito de la instrucción, es decir, cuando estime que la instrucción se haya completa, deberá hacer
la declaración de estar la instrucción conclusa, normalmente mediante una resolución motivada o auto,
aunque aquí hay variaciones en los distintos tipos de procesos.