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CARACTERÍSTICAS
El Modernismo es objeto de distintas interpretaciones, con estas dos posturas fundamentales:
La más restrictiva lo considera un movimiento literario bien definido que se desarrolló entre 1887 y
1910.
La más amplia considera que el modernismo no es sólo un movimiento literario sino toda una
época y la actitud que le sirvió de base.
Conciliando ambas, cabría definir el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la
estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la
Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo.
El modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo: del primero toma la
concepción de la poesía como bloque marmóreo, con el anhelo de perfección formal, los temas
exóticos, y los valores sensoriales; del segundo la concepción de que el arte debe sugerir, y la
búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad. El Modernismo también
subsume, aunque con menos importancia, corrientes estéticas como el Decadentismo y La
Hermandad Prerrafaelita. Las principales características del modernismo son:
El rechazo de la realidad cotidiana, ante la cual el escritor puede huir en el tiempo (evocando
épocas pasadas y mejores) o en el espacio (muchos de los poemas se desarrollan en lugares
exóticos y lejanos).
Una actitud aristocratizante y cierto preciosismo en el estilo, así como la búsqueda de la
perfección formal (de inspiración parnasiana) que se aprecia no sin cierto individualismo.
La búsqueda de la belleza se consigue a través de imágenes muy plásticas y acercamiento a las
artes, de una adjetivación con predominio del color y con imágenes relacionadas a todos los
sentidos, así como con la musicalidad que produce el abuso de la aliteración, los ritmos marcados
y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo).
Tanto la fidelidad a las grandes estrofas clásicas como las variaciones sobre los moldes métricos,
utilizando versos medievales como el alejandrino, el dodecasílabo y eleneasílabo; con aportes de
nuevas variantes al soneto.
El uso de la mitología y el sensualismo.
Una renovación léxica con el uso de helenismos, cultismos y galicismos, que no buscaba tanto la
precisión como el prestigio o la rareza del vocablo.
Individualismo.
El uso de símbolos que eran inspirados en la naturaleza, como por ejemplo: los atardeceres, las
mariposas, los cisnes, etc.
El deseo innovador que aspiraba a la perfección que apreciaban en la literatura europea.
La adaptación de la métrica castellana a la latina.
El culto a la perfección formal, con poesía serena y equilibrada.
EL CRIOLLISMO
Esta actividad literaria llamada también "regionalismo" se afianza en Latinoamérica a finales del
siglo XIX y principios del siglo XX. Los escritores muestran una definida posición nacionalista en el
arte y una conciencia literaria madura. Son americanistas también, en cuanto se desentienden del
peso de las tradiciones europeas y centran su interés en nuestro continente. Es una corriente que
se basa exclusivamente en temas propios y característicos de un país o región, relacionados
particularmente con los aspectos de la vida popular y los ambientes rurales, como lo más genuino y
auténtico del alma nacional.
A diferencia de los escritores románticos y de los indigenistas de la misma época, ponen su
objetivo en el paisaje antes que en los individuos. Por esto son notoriamente descriptivos. Además,
los personajes de sus obras son por lo común víctimas de esa naturaleza americana, brutal,
inhóspita y grandiosa. Asimismo, son excelentes artistas que dominan la técnica de la novela, el
relato o el cuento, como consecuencia de las enseñanzas dadas por los poetas y prosistas del
modernismo.
Continúan la tradición modernista de hacer verdadero arte escrito, pero con contenidos nacionales,
antes que los cosmopolitas preferidos por sus predecesores. Dominan el manejo de la lengua y
conocen a fondo los regionalismos de vocabulario sintácticos, que usan sin prejuicios en sus obras.
Los diálogos se caracterizan por la fidelidad a las hablas locales. Y, finalmente, conocen a fondo la
psicología, de los habitantes de esas regiones, y los presentan con exageraciones o idealizaciones
irreales.
“Durante todo el siglo XIX y comienzos del siglo XX, el escritor venezolano buscaba, a través de la
novelística, una forma de resolver del conflicto existencial que presentaba, tratando de encontrar la
razón de su ser, como venezolano, como latinoamericano. El Criollismo fue el medio y la
explicación del escritor, plenamente integrado con su tierra. Cabe destacar, que el criollismo en la
literatura venezolana, se presenta como un instrumento de defensa ante lo extranjero, con el fin de
"rescatar" el habla del pueblo, sus actitudes, hábito social: el ser venezolano. Ante el proceso de
modernización de la literatura impulsada en el país, después de los años treinta, que implicaba el
planteamiento de una literatura al ritmo, recursos y temas de la literatura norteamericana y
europea; el escritor criollista busca incorporar lo campesino y lo regional, para buscar la
diferenciación de la identidad”
Según afirman Sambrano y Miliani (1991) El Criollismo en Venezuela no aparece como un estilo
literario academicista, sino como el resultado de una condición de vida, de una forma de asumir la
realidad y de relacionarse con ella. Luis Manuel Urbaneja Achelpohl, es considerado el paladín del
Criollismo, ya que es el mayor exponente de esa corriente literaria. El Criollismo literario cobra
fuerza en las décadas de 1890 -1900; se desarrolla en obras y doctrinas críticas entre 1900 y 1920;
culmina en el decenio de 1920-1930 con grandes novelas que se proyectan más allá de las
fronteras nacionales e idiomáticas.
TEATRO
El Hombre Que Volvió (drama, 1949)
La Casa (Comedia dramática, 1949)
La Venus Triste (Comedia, 1950)
Angélica (Comedia dramática, 1950)
La Jaula De Oro (Comedia dramática, 1950)
Amor Rojo, El Drama de las Multitudes, (1951)
OBRAS
Ideas e Impresiones (París, 1897)
La Tristeza Voluptuosa (Novela, Caracas, 1899)
El Triunfo del Ideal (Novela, París, 1901)
Una Sátrapra (Novela, Caracas 1901)
Libro Apolíneo (Crónicas y Ensayos, Caracas, 1909)
Dionysos (Novela, París, 1912)
Tronos Vacantes (Críticas, Buenos Aires, 1914)
El Cóndor (Novela, Buenos Aires, 1925)
Bajo el Sol del Otoño (Buenos Aires, 1947)
CARRERA DIPLOMÁTICA
Representó a Venezuela en el Gobierno de Juan Vicente Gómez como Enviado Extraordinario
y Ministro Plenipotenciario en Italia, España, Inglaterra, Argentina, Chile y Uruguay. En 189
fue Cónsul General en Roma.
http://mistrabajosdecastellanolit.blogspot.com/2017/12/modernismo-y-criollismo.html
EL CRIOLLISMO EN VENEZUELA
Esta actividad literaria llamada también "regionalismo" se afianza en Latinoamérica a finales del siglo
XIX y principios del siglo XX. Los escritores muestran una definida posición nacionalista en el arte y una
conciencia literaria madura. Son americanistas también, en cuanto se desentienden del peso de las tradiciones
europeas y centran su interés en nuestro continente. Es una corriente que se basa exclusivamente en temas
propios y característicos de un país o región, relacionados particularmente con los aspectos de la vida popular
y los ambientes rurales, como lo más genuino y auténtico del alma nacional.
A diferencia de los escritores románticos (Echeverría, Isaac y otros) y de los indigenistas de la misma época
( Zorrilla de San Martín y otros), ponen su objetivo en el paisaje antes que en los individuos. Por esto son
notoriamente descriptivos. Además, los personajes de sus obras son por lo común víctimas de esa naturaleza
americana, brutal, inhóspita y grandiosa. Asimismo, son excelentes artistas que dominan la técnica de la
novela, el relato o el cuento, como consecuencia de las enseñanzas dadas por los poetas y prosistas del
modernismo
.
Continúan la tradición modernista de hacer verdadero arte escrito, pero con contenidos nacionales,
antes que los cosmopolitas preferidos por sus predecesores. Dominan el manejo de la lengua y conocen a
fondo los regionalismos de vocabulario sintácticos, que usan sin prejuicios en sus obras. Los diálogos se
caracterizan por la fidelidad a las hablas locales. Y, finalmente, conocen a fondo la psicología
de los habitantes de esas regiones, y los presentan con exageraciones o idealizaciones irreales. Los más
grandes representantes del movimiento criollista en Hispanoamérica fueron Rómulo Gallegos (Venezuela),
José Eustasio Rivera (Colombia), Horacio Quiroga (Uruguay-Argentina), Ricardo Güiraldes (Argentina).
Durante todo el siglo XIX y comienzos del siglo XX, el escritor venezolano buscaba, a través de la
novelística, una forma de resolver del conflicto existencial que presentaba, tratando de encontrar la razón de
su ser, como venezolano, como latinoamericano. El Criollismo fue el medio y la explicación del escritor,
plenamente integrado con su tierra. Cabe destacar, que el criollismo en la literatura venezolana, se presenta
como un instrumento de defensa ante lo extranjero, con el fin de "rescatar" el habla del pueblo, sus actitudes,
hábito social: el ser venezolano. Ante el proceso de modernización de la literatura impulsada en el país,
después de los años treinta, que implicaba el planteamiento de una literatura al ritmo, recursos y temas de la
literatura norteamericana y europea; el escritor criollista busca incorporar lo campesino y lo regional, para
buscar la diferenciación de la identidad..
Según afirman Sambrano y Miliani (1991) El Criollismo en Venezuela no aparece como un estilo
literario academicista, sino como el resultado de una condición de vida, de una forma de asumir la realidad y
de relacionarse con ella. Luis Manuel Urbaneja Achelpohl, es considerado el paladín del Criollismo, ya que
es el mayor exponente de esa corriente literaria. El Criollismo literario cobra fuerza en las décadas de 1890
-1900; se desarrolla en obras y doctrinas críticas entre 1900 y 1920; culmina en el decenio de 1920-1930 con
grandes novelas que se proyectan más allá de las fronteras nacionales e idiomáticas.
Como una prolongación del Americanismo literario, esta corriente aspiró a expresar lo autóctono, en
oposición al exotismo de los modernistas. Ellos sentían que estaban interpretando la fisonomía de sus pueblos
y ganando un puesto propio en el panorama literario universal.
El paisaje criollo es descrito casi siempre de manera estática, desvinculado de la acción en las obras
narrativas.
Los tipos humanos son propios de una determinada región, con sus costumbres, tradiciones, creencias,
formas de trabajo y de vida en general.
En armonía con estos personajes, el lenguaje narrativo asumió dos tonos: uno culto, adecuado al
escritor cuando era éste que se expresaba, y uno popular, cargado de voces y giros locales, correspondientes al
habla de los campesinos.
Está presente la crítica social que se advierte en todos sus grandes representantes, como una lección
moral indirecta que se desprende del hecho mismo referido en la obra narrativa.
Entre los criollistas venezolanos más importantes tenemos a Manuel Vicente Romerogarcía, Luis
Manuel Urbaneja Achelpohl, Francisco Lazo Martí y José Rafael Pocaterra.
A los veinticinco años, Urbaneja recibe su bautizo de fuego, en la Revolución Nacionalista que
acaudilla el General Hernández contra el gobierno de Ignacio Andrade. Las escenas de violencia que
presencia en los campos de guerra, los increíbles personajes que conoce, le permiten describir y narrar con
gran vigor y realismo las batallas de su mejor novela, En este país!...
Después de esta experiencia bélica la vida de Urbaneja Achelpohl transcurre en la paz hogareña. Se
aparta de los cenáculos políticos e intelectuales, se dedica a su trabajo bucólico y al ejercicio callado pero
continuo de su oficio literario. Por la mañana dialoga con gañanes, peones, ordeñadores; por la tarde recibe la
visita de sus compañeros de letras, Pedro Emilio Coll, Pedro César Domínici, José Rafael Pocaterra, Rufino
Blanco Fombona, Rómulo Gallegos, Jesús Semprum, Juan España.
Cuando sus amigos y compañeros de generación escalaban los más altos sitiales de la política criolla,
él estaba en puestos de ninguna importancia, para mal vivir, o no figuraba al frente de cargo alguno. Casi
vivió toda su vida como en un retiro virgiliano. Lejos de los círculos literarios y políticos, donde, según sus
propias palabras, no privaban «hipocresías y envidias», se mantuvo siempre Urbaneja. Por esto tenía una
vaquería donde se identificaba con la naturaleza. Vivió el Criollismo con gran intensidad.
Figura junto a Pedro Emilio Coll y Pedro César Domínici entre los fundadores de la revista
Cosmópolis cuyo primer número circuló el 1 de mayo de 1894; desde el comienzo esta publicación fue uno de
los voceros del movimiento modernista en Venezuela. En 1896, recibió el primer premio del concurso de
cuentos de la revista El Cojo ilustrado, por su relato "Flor de Selva". Entre 1896 y 1898 fue un asiduo
colaborador de esta revista, en la que publicó numerosos cuentos. Tras el fraude electoral perpetrado en 1897
contra el general José Manuel Hernández, el Mocho, se incorporó en el alzamiento de los liberales
nacionalistas (1898). En el gobierno de Cipriano Castro ejerció el cargo de fiscal de instrucción pública en
Valencia (1900-1905) y, en Caracas, trabajó en la Secretaría de la Corte Federal y de Casación (1905-1910).
Durante el régimen de Juan Vicente Gómez se mantuvo al margen de la política; a la muerte de éste fue
nombrado director de la Escuela de Arte Escénico y de la Biblioteca Nacional (1936). Entre 1910-1911 se
desempeñó como codirector junto a Alejandro Fernández García, de la revista “Alma Venezolana”. En 1916
obtuvo en Buenos Aires el primer premio en el Concurso de Novelas Americanas con la más representativas
de sus obras: En este país... Convirtiéndose en el primer escritor venezolano en recibir un galardón
internacional. En 1922 apareció su principal creación como cuentista: Ovejón...; el cual fue publicado por
primera vez por José Rafael Pocaterra en la "novela semanal", serie que se editaba en Caracas. En 1927,
publicó el novelín El tuerto Miguel. En 1937, apareció su segunda novela La casa de las cuatro pencas. Con
su familia habita en los aledaños de Caracas, primero en Los Dos Caminos, luego en Quebrada Honda, más
tarde en El Valle. Muere en Caracas el 5 de septiembre de 1937.
Después de su muerte, su esposa se convirtió en una celosa conservadora de su obra. A ella se debe
la primera recopilación orgánica de sus escritos El criollismo en Venezuela (1945). Con el tiempo, sus papeles
fueron donados por su familia al Centro de Estudios Literarios de la Universidad Central de Venezuela. En
1973, fueron publicadas sus Obras completas. Su obra se caracterizó por la incorporación del realismo y las
formas naturalistas de la ficción, lo que le permitió a Urbaneja Achelpohl destacar "lo criollo" como
propuesta estética coherente.
La Obra Literaria de Luis Manuel Urbaneja Achelpohl.
Las novelas publicadas por Urbaneja Achelpohl son las siguientes: En Este País, la cual ganó el
segundo premio en un concurso realizado en la Argentina en 1910; El Tuerto Miguel (novelín), publicada en
1927, y La Casa de las Cuatro Pencas (1937). Inédita dejó A la Sombra de la Negra Juana, Además,
Urbaneja Achelpohl realizó una considerable obra cuentística que quedó dispersa en las mejores revistas de la
época publicadas en Venezuela. Los Abuelos, Flor de Mayo. Botón de Algodonero, Flor de las Selvas, son
algunos de ellos. En 1944, la viuda del escritor, doña Lola Pelayo de Urbaneja Achelpohl, empezó a publicar
bajo el titulo El Criollismo en Venezuela, esa obra que hasta el momento había permanecido disgregada,
consiste en prédicas y cuentos de ambiente venezolanista.
De todas sus obras narrativas, la que mayor valor literario posee es su novela En Este País. Está
escrita en una prosa sencilla y elegante, algunas veces recargada de giros criollos demasiado localistas. La
novela cuenta como trama los amores de un joven campesino: Paulo Guarimba, con la hija del rico dueño de
la hacienda donde trabajaba: Josefina Macapo. El muchacho, un gañan de posición humilde, criado de la casa,
contrasta en sus aspiraciones con la posición de la muchacha, hija de un rico hacendado. Pero el amor no tiene
fronteras, no reconoce diferencias sociales y los dos se aman. A través del desarrollo de los amores de Paulo y
Josefina, el novelista describe en el más criollo lenguaje las costumbres de los campos, de las aldeas; los
prejuicios sociales y las vanidades de la vida vernácula. Al final, Paulo, que se hizo general en una de las
montoneras o guerras civiles, llega a ser Ministro. Entonces su situación social cambia de repente. Los padres
de su novia se muestran complacidos con su matrimonio e infinidad de aduladores le queman incienso. Sin
duda, que esta novela de Urbaneja plantea el ascenso de las clases populares y la declinación inmediata de las
clases previlegiadas, por obra y gracia de nuestras contiendas internas, como la Guerra Federal, por ejemplo,
donde se firmaban ascensos militares en blanco. En ella están de manifiesto muchos de nuestros problemas
sociales, espirituales y políticos expuestos con una sabia delicadeza, con gran suspicacia y con una gran dosis
de valor estético.
Con la aparición de la novela En este país se concreta el triunfo del héroe criollo sobre una
sociedad mezquina. Es decir, un Paulo Guarimba que supera su condición social enfrentándose a
diversos obstáculos que le impiden el amor de Josefina. Paulo llega a ser General, escala las
posiciones económicas y políticas necesarias para obtener el amor de su dama.
El Criollismo es la expresión del mestizo, es palabra de vida para el venezolano. Frente al estetismo de
los modernistas, frente al preciosismo de nuestra prosa y a la manera de plantear nuestros problemas con los
ojos puestos en lo exótico, Urbaneja crea de esa manera lo que pudiéramos llamar la semilla de la genuina
novela venezolana.
Vale destacar que para Venezuela, el desarrollo de esta novela llevó incluido una aspiración
sociológica y política. Con referencia al paisaje, el mundo rural y la ciudad se integran detallando de manera
muy definida cada uno de los elementos que conforman esos ambientes con minuciosa rigurosidad, y como
herencia del romanticismo se aproxima al color local. De allí que, es muy común el hecho de que el
sentimiento patrio comience por el paisaje. Por otra parte, éste es el elemento básico presente en la novela
pues, en esta obra, al igual que en otras, el paisaje consagra su entusiasmo, y narrar lo que les ocurre a los
hombres de pueblo con quienes se tropieza en posadas de camino, a la sombra de bucares, en las estepas y al
pie de las vacas. El autor en su obra, conserva el sentimiento del paisaje, la visión vivificada y personificada
de la tierra, la flora, la fauna y el interés por la vida del hombre rural.
Haciendo referencia a los personajes centrales de la obra: Paulo un pobre peón, y Josefina, la hija de
los dueños de "Guarimba", se crea el conflicto, que es de orden socioeconómico. Ellos, no evolucionan
demasiado, más bien permanecen estáticos. A lo largo de la novela, Paulo no hace sino atender a sus
sentimientos por Josefina, como peón que la acompaña en sus excursiones campestres, como soldado, no
tiene miedo a enfrentarse a toda clase de peligros y cumple las mayores hazañas en su afán por hacerse
general e ingresar a la clase de su amada. Por otra parte, Josefina es la muchacha enfermiza que recuerda a las
heroínas románticas, quien haciendo caso omiso de los prejuicios de su clase, se enamora de Paulo Guarimba,
descendiente de esclavos, afronta la ira de sus padres, que la arrojan de la casa por considerarla indigna. En
este aspecto, la novela de Urbaneja, es romántica e imaginativa.
Otro personaje bastante interesante es el doctor Gonzalo Ruiseñol, propietario de la hacienda "La Floresta".
Graduado en Norteamérica de Ingeniero Agrónomo, regresa lleno de proyectos encaminados a lograr un
mayor rendimiento de las tierras de labranza, un mejor provecho en la cría de ganado vacuno y de las aves de
corral. Sus ideas progresistas chocan con la opinión adversa de los viejos agricultores, quienes llegan a juzgar
al doctor Ruiseñol como un demente, un alocado o un soñador. Aparece, también como personaje de interés,
como caricatura social, el periodista de apellido Guaro. Hombre adulador, oportunista y reaccionario. En
él, Urbaneja representa a los individuos, símbolos de una Venezuela descompuesta por la ambición y las
guerras civiles. Por ello, uno de los valores en esta novela es de carácter ético.
La segunda parte (capítulos XII-XVII) tiene por escenario los campos de la guerra civil. Los
combates, particularmente, están narrados con gran vigor y realismo, por lo que es de suponer que responden
a vivencias de Urbaneja en sus andanzas revolucionarias. En esta guerra juegan su suerte Paulo Guarimba
(quien pelea como recluta en las filas del gobierno), y el doctor Gonzalo Ruiseñol (quien se ha ido con los
revolucionarios para salvar de la hipoteca su hacienda "La Floresta"). El bando subversivo pierde. El doctor
Ruiseñol cae preso y es conducido a una tenebrosa cárcel política, a la que llega realmente destruido, tanto
moral como físicamente. De la prisión lo libera el General Paulo Guarimba, Ministro de Guerra y Marina,
quien además le consigue un empleo como archivero, para que el doctor Ruiseñol viva decorosamente.
La tercera parte (capítulos XVII-XX) refiere la entrega de la hacienda "La Floresta" a don Toribio y
doña Carmen Pichirre; y las bodas fastuosas del General Paulo Guarimba y Josefina Macapo, quienes cuentan
ahora con la aprobación y el contento de los padres de la novia.
La novela de Urbaneja presenta el ascenso de un personaje del pueblo a las cimas del poder. Guarimba,
signo del pueblo, sale del anonimato y escala elevadas posiciones, pero Ruiseñol desciende de la posición de
un rico terrateniente a la de un empleadillo de inferior categoría. El tema de la descomposición moral y el
desmoronamiento de la vieja aristocracia terrateniente venezolana, es evidente en esta obra de Urbaneja
Achelpohl
Sin embargo, la obra es una novela donde predomina el ambiente. Éste se desborda en las
descripciones y logra salir triunfante en su lucha con el entorno citadino. El campo adquiere una importancia
dominante y los caracteres han sido determinados por él, lo mismo que el curso de sus actos. Desde la primera
página, hasta la última, está latente la furza inaudita de la geografía campestre, convertida en ser vivo.
Asimismo, se podría decir que todos los personajes de la novela, desde los protagonistas hasta los más
insignificantes, están en cierta relación con el ambiente.
Lista de Referencias
www.monografías.com
Díaz Seijas, P. Luis Manuel Urbaneja Achelpolh. Disponible
www.literaturadevenezuela.com/.../lv_luismanuelurbaneja.html
Luis Manuel Urbaneja Achelpohl. Disponible:
www.venezuelatuya.com/biografias/achelpohl.htm
Medina, J. D. Principios para una Teoría de la novela venezolana del siglo XIX y comienzos del siglo
XX. Maracaibo-Venezuela: Universidad del Zulia
MODERNISMO y CRIOLLISMO
Razón del término "Modernista"
El termino "moderno" se utiliza para nombrar lo que sigue la "moda" de una época, es
decir aquello que va de acuerdo con las tendencias de su tiempo. La iniciativa de dar este
nombre al movimiento de América Latina partió de Rubén Darío, quien es un articulo
sobre Ricardo Contreras publicado en Chile publicado en 1888, califico el estilo de este
escritor mexicano como "expresión moderna". Dos años mas tarde, en un comentario
sobre una visita realizada a Ricardo Palma, empleo el termino "Modernismo" para calificar
el "espíritu nuevo" que movía a un grupo de escritores.
Rubèn Darìo
· Comienzos
El modernismo literario tuvo su origen en Hispanoamérica, entre los años 1880 y 1914,
impulsado en especial por el poeta nicaragüense Rubén Darío.
Aquí en Hispanoamérica se registro una lenta pero creciente reacción contra las corrientes
académicas y románticas, protagonizadas por varios y renombrados escritores como por
ejemplo González Prada, Salvador Díaz Mirón, entre otros.
Josè Martì
Culminación: En 1888, Rubén Darío publica su libro Azul. En esta época ya se habían
realizado grandes innovaciones en la palabra poética. Por medio de su obra en Chile,
Argentina y España, Darío realiza una tarea excepcional, que consolida el Modernismo
como movimiento continental y se convierte en su síntesis más brillante, tanto en América
como en España. En 1896 se edita Prosas Profanas, el libro de Darío que oficializa el
Modernismo en Hispanoamérica.
· Características y Estilo
En sus comienzos, el estilo modernista fue muy recargado y estuvo dominado por los
temas exóticos e indigenistas, pero con el tiempo se fue haciendo cada vez mas depurado y
alcanzo expresiones de gran purismo lírico, como las rimas de Juan Ramón Jiménez.
Los temas preferidos por los poetas modernistas reflejaban el mundo intimista y subjetivo
del autor, así como una atracción por lo original e insólito y cierta carga de melancolía.
El poeta sentía una absoluta necesidad de evadirse hacia paraísos idílicos y una gran
añoranza del pasado mítico y legendario, sentimientos que solían acompañarse del culto
por la belleza y lo erótico y del rechazo del mundo real.
Es muy frecuente la alusión de culturas lejanas, también los escritores de este movimiento
se caracterizaban por su deseo de ser cosmopolitas y trascender la realidad en la cual
vivían, esto los llevo a tomar imágenes tomadas de culturas exóticas, europeas, de Oriente
o pertenecientes a otras épocas.
¨ Perfección formal.
¨ Gusto por los temas exquisitos, pintorescos, decorativos y exóticos. Se constituyen como
temas la mitología, la Grecia antigua, el Oriente, la Edad Media, etc.
¨ Práctica del impresionismo descriptivo (descripción de las impresiones que causan las
cosas y no las cosas mismas).
El Criollismo
¿Qué hay detrás de esa palabra? ¿Qué se entiende en literatura por “criollismo”?
No puede ser de otra manera, pues el “criollismo” sólo queda configurado por notas típicas
y localistas.
c) Por “criollismo” en literatura has de entender aquella corriente literaria americana que
trata de expresar lo autóctono tanto en los temas como en el lenguaje con que ofrece esos
temas.
Lazo Martí compartió su actividad de médico con la política. Sus actividades profesionales
y políticas nunca coartaron su cualidad de poeta, autor de textos magistrales como la Silva
Criolla.
Tomó parte en la Revolución “legalista”, que capitaneó el general Joaquín Crespo contra
Raimundo Anduela Palacios. En San Fernando de Apure fundó un periódico que denominó
El Legalista. Posteriormente dirigió el periódico El Voto Decreto en apoyo al líder Ignacio
Andrade. Tomó parte en la revolución “La Libertadora”, comandada por Manuel Antonio
Matos contra el régimen de Cipriano Castro. Pero dentro de estos azares no dejó de
escribir, siendo un colaborador consecuente de la revista El Cojo Ilustrado, que fundó y
dirigió en Caracas Jesús María Herrera Irigoyen.
Por su poema Silva Criolla, Lazo Martí será considerado en Venezuela como el más alto
representante del nativismo poético en este país.
Así, leer la Silva Criolla es sentir una invitación de conocer, de palpar la llanura en su
regocijo, cuando entra la estación lluviosa en que se multiplican los misteriosos sonidos de
la llanura en su plenitud nocturna y el titilar de Orión apunta en su totalidad sideral. Canta
en su poesía a la totalidad de llanura en cada estación, aquella en que el sol está en su
plenitud o cuando el firmamento se oscurece porque llegaron las lluvias.
http://movimientosliterariosaldia.blogspot.com/2012/03/modernismo-y-criollismo.html