Sunteți pe pagina 1din 17

guiones para la observación de clase entre maestros:

Material de descarga
La observación de clase entre maestros, como herramienta para la mejora de la práctica
profesional, tiene como objetivo el aprendizaje entre iguales. Para implementarla es
necesario que previamente se definan los propósitos, los aspectos a valorar, así como
organizar los tiempos para que todo se lleve a cabo de una manera óptima.

LA OBSERVACIÓN DE CLASE CON FINES DE


MEJORA
Una vez concluida la observación se establece un diálogo que permite el análisis y revisión
del proceso llevado a cabo, en el que se reconocen aspectos que favorecieron o no el
aprendizaje de los alumnos. Asimismo, se destacan aquellos que es necesario recalcar
con el fin de mejorarlos, al ofrecer recomendaciones y propuestas en un diálogo en el
que, tanto el observado como los observadores, aprenden a escucharse y asumir las
aportaciones que se hacen para resolver la problemática motivo de la observación, en un
ambiente de confianza y respeto mutuo entre profesionales.

INSTRUMENTOS PARA OBSERVACIÓN DE CLASE


Para cumplir con el propósito de la observación de clase, es conveniente determinar con
antelación los aspectos que habrán de ser observados del maestro que la desarrolla, esto
puede establecerse mediante diversos instrumentos, un ejemplo de ello pueden ser los
guiones de observación. A continuación te muestro un primer ejemplo de guion de observación:
Como puedes apreciar, este guion se centra en seis aspectos principales: El diseño y la
implementación de la planeación; las interacciones que propicia con los alumnos; los
ambientes de aprendizaje; la preparación de los ambientes de aprendizaje; el o los
instrumentos de evaluación utilizados; y finalmente la pertinencia del instrumento de
evaluación que se utilizó.

A continuación te presento un segundo ejemplo de guion de observación:


Este segundo guion se enfoca en cinco aspectos, que son: El abordaje del contenido; la
manera en que se desarrollan las actividades; interacciones de los alumnos y los
ambientes de aprendizaje; aprovechamiento de los recursos didácticos; y finalmente se
deja un apartado para incorporar algún aspecto que el observador considere importante.

LA REFLEXIÓN, EL ANÁLISIS Y LA
RETROALIMENTACIÓN EN LA OBSERVACIÓN DE
CLASE
Los anteriores guiones, son ejemplos de instrumentos que se pueden emplear en la
observación de clase entre maestros. Es importante señalar que su diseño se puede
ajustar dependiendo de los propósitos que se tengan contemplados. Así mismo, la
información recogida con la implementación de estos instrumentos es fundamental, ya
que es el insumo para la posterior reflexión, análisis y retroalimentación.

PAUTAS PARA ORIENTAR EL ANÁLISIS Y LA REFLEXIÓN


a. Describir el aspecto por analizar, teniendo presente que no es el punto de vista
personal o compartido con el observado. Evitar plantear preguntas que obliguen a decir lo
que el maestro observado quiere; por ejemplo: “¿Cómo crees que estuvo tu clase?”.

b. Apoyar su descripción del aspecto con evidencias, ejemplos o argumentos registrados


en su guión. Evitar dar por sentados estos elementos.

c. Considerar en su descripción las aportaciones o puntos de vista que ofrecen otros.

d. Parafrasear, cuando sea necesario, otros puntos de vista emitidos por otros colegas.

e. Verificar y, de ser necesario, corregir, supuestos o expresiones que se hayan


presentado durante este diálogo.

f. Agrupar puntos de vista en común que contribuyan a disminuir los desacuerdos y


diferencias, así como orientar al establecimiento de acuerdos de grupo.

g. Proponer ideas, experiencias y estrategias didácticas que favorezcan la transformación


y mejora de la problemática de enseñanza y aprendizaje que ha sido difícil de solucionar
en el aula.

CONCLUSIONES
Finalmente, conviene señalar que en una observación de clase, se debe acordar con
anticipación entre los participantes, que lo que se va a observar no es al docente, sino el
proceso de enseñanza y aprendizaje que desarrolla. Ya que el principal objetivo de esta
dinámica debe ser el obtener herramientas que nos permitan mejorar la práctica.
Espero que la información te sea de utilidad. Y que los guiones te den una idea acerca de
los aspectos que se pueden considerar para una observación de clase. En otro artículo de
este blog puedes encontrar recomendaciones de cómo presentar una clase como docente
observado.
Para descargar los Guiones para observación de clase, sólo da clic en ellos:

Guion 1
Guion 2
Share584Guardar

Contenidos relacionados que seguramente te


interesara

Evaluación diagnóstica, formativa y sumativa:


definiciones y ejemplos
Dentro de la evaluación existen algunas definiciones que en ocasiones no nos pueden
quedar del todo claras, unas de ellas son las diferentes funciones y momentos de
aplicación. Desde que se lleva a cabo la planeación didáctica, es necesario distinguir los
diferentes momentos y tipos de evaluación que se tendrán a lo largo del ciclo escolar. En
ese sentido la evaluación se verá reflejada en todas las actividades que se realicen en los
espacios académicos.
LA EVALUACIÓN EN EDUCACIÓN
-La evaluación es una referencia para ajustar progresivamente la ayuda pedagógica a las
características y necesidades del alumno.

-Es un elemento sustancial para el proceso de aprendizaje y su retroalimentación.

¿PARA QUÉ EVALUAR?


– Para revisar la planeación, el logro de objetivos, de contenidos de las actividades, de los
materiales didácticos de apoyo y de las intenciones educativas del proyecto curricular.

– Con todo ello se podrá intervenir de manera inmediata a lo largo del desarrollo del
aprendizaje y después de haber concluido un ciclo.

EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA, FORMATIVA Y


SUMATIVA
A continuación definiremos de manera precisa las funciones de la evaluación:

¿QUÉ ES LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA?


Permite a todos los interesados conocer en qué grado se domina determinado
aprendizaje antes de iniciar el trabajo con él. Se realiza de manera previa al desarrollo de
un proceso educativo, cualquiera que sea, con la intención de explorar los conocimientos
que ya poseen los alumnos;  puede realizarse al inicio del ciclo escolar o de una situación
o secuencia didáctica.

¿QUÉ ES LA EVALUACIÓN FORMATIVA?


Orienta, a partir de los avances y las dificultades de los estudiantes durante el proceso de
aprendizaje, las decisiones sobre la estrategia de enseñanza y los ajustes necesarios en
esta con el fin de alcanzar las metas de aprendizaje. Se realiza para valorar el avance en
los aprendizajes y mejorar la enseñanza y el aprendizaje. Su función es mejorar una
intervención en un momento determinado, y en concreto, permite valorar si la
planificación se está realizando de acuerdo con lo planeado. Las modalidades de
evaluación formativa que se emplean para regular el proceso de enseñanza y de
aprendizaje son: interactiva (ocurren integradas al proceso de enseñanza); retroactiva
(permiten crear oportunidades de aprendizaje después de realizar una medición puntual);
y proactiva (ayuda a hacer adaptaciones relacionadas con lo que se aprenderá en un
futuro).

¿QUÉ ES LA EVALUACIÓN SUMATIVA?


Suele aplicarse en procesos terminados, considerando múltiples factores, para asignar un
valor numérico. Promueve que se obtenga un juicio global del grado de avance en el logro
de los aprendizajes esperados de cada alumno, al concluir una secuencia didáctica o una
situación didáctica. Se basa en la recolección de información acerca de los resultados de
los alumnos, así como de los procesos, las estrategias y las actividades que ha utilizado el
docente y le han permitido llegar a dichos resultados.

Infografía con las funciones de la evaluación


ejemplo de evaluación diagnóstica
MOMENTOS DE LA EVALUACIÓN 
En la evaluación también se consideran tres momentos

1. Evaluación inicial: se hace en el aula al comenzar cada situación de aprendizaje.


Mediante diversos instrumentos se recoge información de la situación y el contexto inicial,
lo que permite generar a futuro cambios al definir las metas posibles y deseables, Al final
del proceso, permite valorar si hubo avances y en qué medida.
2. Continua o procesual: consiste en valorar, a partir de la recogida y sistematización
permanente de información, el aprendizaje de los estudiantes, así como la intervención
docente, con el propósito de tomar decisiones de mejora sobre la marcha.
3. Final: consiste en valorar la información recabada durante el inicio y en el desarrollo del
proceso, para vincularla con la que arrojan los resultados del cierre, con el propósito de
identificar en qué medida se cumplieron las metas establecidas al inicio.
CONCLUSIONES ACERCA DE LA FUNCIONES Y
LOS MOMENTOS DE LA EVALUACIÓN
Es necesario señalar que la línea divisoria entre el tipo de evaluación por función o por
momentos es muy delgada y, en realidad, se mezclan de manera continua. Por ejemplo, la
evaluación diagnóstica, cuyo objetivo es indagar qué saben los estudiantes de cierto tema,
siempre se vincula con el momento inicial de la evaluación. La evaluación formativa, que
se hace a partir de las evidencias durante el trayecto, se vincula directamente con la
evaluación continua o procesual.
En el punto donde realmente difieren es en la función sumativa pues, aunque esta ocurre
al término del trayecto, la evaluación final no siempre tiene ese propósito; es decir, desde
el enfoque formativo de la evaluación, al concluir una clase o un tema podemos utilizar la
evaluación final con el propósito, por ejemplo, de que los estudiantes verifiquen lo
aprendido, de valorar un producto o el resultado de la actividad, sin que esto suponga
una calificación numérica.

¡Espero que la información te haya sido de utilidad!

Referencias:

Evaluar para aprender, SEP, 2017

La evaluación en la escuela, SEP, 2013

Evaluación formativa: ¿Cómo redactar los


indicadores en los instrumentos de evaluación?
Material de descarga
Al momento de diseñar una estrategia de evaluación suelen presentarse algunas
dificultades, tales como elegir la técnica y el instrumento más adecuado tomando en
consideración las características de nuestros alumnos, el contexto y por supuesto los
aprendizajes esperados.

Posterior a esto, sigue la tarea de redactar los indicadores que serán incluidos en el
instrumento que se haya escogido. Esto en ocasiones puede presentar dificultades, ya
que pudiéramos no contar con las orientaciones precisas para hacerlo.

Ante esto, nos gustaría compartirte que para redactar los indicadores sólo deben cubrirse
unos sencillos lineamientos, como los siguientes:

1. Iniciar con un verbo operativo, que sea observable, cuantificable y ejecutable, se sugiere
utilizar verbos correspondientes a los niveles tres y seis de la taxonomía de B. Bloom
(1953).

Aquí unos ejemplos: desarrolla, demuestra, evalúa, construye, defiende, sostiene una
postura, ejerce, sustenta, fundamenta, debate, define y aporta.

2.- Definir el contenido, tema, materia, aspecto sobre el cual se desarrolla la acción del
verbo. Ejemplos: las obras teatrales, las figuras geométricas etc;

3.- Definir la calidad o nivel de exigencia en que ese verbo operativo debe ser ejecutado.
Ejemplos: con claridad y fluidez, adecuadamente, pertinentemente, con precisión, con
dominio, con argumentos, etc;

4.- Describir el contexto en el que se espera la acción, ya sea expresión de conceptos,


procedimientos o actitudes. Ejemplos: frente al grupo, en equipo, en colaboración, en el
patio escolar, frente a una audiencia, en casa, etc;

A continuación te presentamos una plantilla guía con algunos ejemplos:


Una vez redactados los indicadores sólo es cuestión de añadirlos a tu instrumento y
definir las escalas o niveles por ejemplo: regular, bien, muy bien y excelente.

Recuerda que los indicadores deben ir en concordancia con los aprendizajes esperados y
tomar como base para los verbos operativos la taxonomía de Bloom.

¡Esperamos que la información te haya sido de utilidad!

Referencia: Elementos de la evaluación y planeación, SEP, 2017

Link de descarga de la plantilla para redactar indicadores:https://1drv.ms/u/s!


AmvKaTCUGwAzhF0aXDzxA7G6GwAJ
¿Qué caracteriza a un docente que evalúa con enfoque
formativo?
El concepto de evaluación formativa sigue siendo objeto de algunas dudas en cuanto al
enfoque y la implementación que se le debe dar en las escuelas. Es común que la
evaluación, en muchas instituciones educativas, se siga limitando a proporcionar una
calificación numérica, dejando de lado el aspecto formativo, es decir no se proporcionan
devoluciones con fines de mejora.

Para evaluar desde el enfoque formativo es necesario realizar un seguimiento sistemático


del aprendizaje de los alumnos, a partir de la recolección de evidencias relacionadas con
su desempeño. Reunir dichas evidencias sin el análisis del desempeño y la propuesta de
mejora, no es parte del enfoque formativo de la evaluación porque no contribuye al logro
educativo.

Una evaluación formativa brinda


A los alumnos:
-información para tomar decisiones sobre su propio aprendizaje

-Compromiso para mejorar sus aprendizajes

A los docentes:
-Comprensión sobre los procesos de aprendizaje de los alumnos para poder así identificar
los apoyos que éstos necesitan

A los padres de familia:


-Conocimientos sobre el nivel de logro de los aprendizajes de sus hijos

-Orientaciones para apoyarlos

A las autoridades escolares:


-Conocimiento sobre la implementación del currículo

-Estrategias para focalizar apoyos

¿Qué caracteriza a un docente que evalúa con base en el enfoque formativo?


El docente que evalúa desde el enfoque formativo, reflexiona constantemente acerca de
los aprendizajes esperados; los criterios de evaluación; informa a los alumnos lo que
quiere que aprendan y retroalimenta su trabajo; además de promover que supervisen su
desempeño.
A continuación le presentamos un listado con las acciones o prácticas que suele llevar a cabo un
docente que evalúa con base en el enfoque formativo:
-Organizar, planificar su trabajo, y evaluar lo que se enseña.

-Conocer, a partir de las evaluaciones, los avances de los alumnos y crear oportunidades
de aprendizaje que conduzcan al logro de los aprendizajes esperados.

-Definir y compartir con sus alumnos los criterios de evaluación que se utilizarán, y ofrecer
retroalimentación de su progreso en el aprendizaje para que los estudiantes conozcan su
desempeño y cuenten con los elementos necesarios para mejorarlo.
-Analizar los resultados de sus evaluaciones para reflexionar y tomar decisiones
conducentes a mejorar su práctica, de manera que incida en el mejor desempeño de sus
alumnos.

-Informar a las autoridades escolares y a las madres, padres de familia o tutores el


progreso en el logro de los aprendizajes de los alumnos, tanto en los momentos
destinados para ello como cuando lo considera oportuno, con el fin de que todos
contribuyan al logro de los aprendizajes esperados.

-Poseer una conducta ética y promover una práctica profesional.

-Contar con capacidad analítica y autocrítica.

-Realizar en el aula una práctica reflexiva.

-Actualizarse de forma continua.

-.Utilizar diferentes instrumentos para recolectar evidencias.

-Fortalecer competencias interpersonales, como algunas habilidades de comunicación con


diferentes audiencias; tener buen manejo del tiempo; ser líder constructivo a lo largo del
proceso; ser asertivo bajo presión; ser sensible para percibir conflictos, y ser negociador y
construir relaciones sólidas con sus alumnos y otros docentes.

-Promover que el aula y la escuela sean los espacios destinados a la formación de los
alumnos, la convivencia respetuosa y armoniosa.

-Promover en los alumnos la puntualidad, la asistencia y la limpieza en sus trabajos, pero


no incorporar estos aspectos como parte de la evaluación.

¿En qué grado soy un docente que evalúa desde el enfoque formativo?
Es conveniente, de igual manera, realizar una autoevaluación que le permita identificar
fortalezas y áreas de mejora en cuanto a la manera que usted evalúa en la actualidad.
Para esto, le compartimos la siguiente lista de verificación, reflexione atentamente a cada
acción descrita y valore si la está llevando a cabo al momento de evaluar.

Ejemplo de lista de verificación para autoevaluarse:


A partir de los resultados de este diagnóstico, se sugiere reflexionar acerca de los
atributos que aún faltan por desarrollar.

La evaluación formativa es un elemento indispensable que todo profesor,


independientemente del nivel en el que se desempeñe,  debe incorporar a su práctica.
Como se ha señalado, permite la mejora en el aprendizaje de los alumnos, al mismo
tiempo que favorece el perfeccionamiento de la intervención

S-ar putea să vă placă și