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Las imágenes en el pensamiento

ANTONIO PARDOS PEIRO


Universidad Autónoma de Barcelona, España

Resumen mental phenomena involved in other sensory images con-


Las deficiencias existentes en la conceptualización histórica cerning categories. Since the dawn of psychology images
de las imágenes, como consecuencia de su asimilación pre- were conceived as a result of the evocation of the sensory
ponderante a la tipología visual, ha llevado a importantes la- qualities of objects in the absence of the stimulus; they are
gunas en la comprensión de algunos fenómenos mentales considered so by Wilhelm Wundt, Edward B. Titchener, Jean
en los que intervienen imágenes referentes a otras categorías Piaget, Allan Paivio, Stephen M. Kosslyn, etc. Nevertheless, the
sensoriales. Desde los albores de la psicología, las imágenes psychological theorizing in general has focused on the visual
fueron concebidas como resultado de la evocación de cual- qualities; below the problem that it has generated, as well as
quiera de las cualidades sensoriales de los objetos en ausen- a hypothesis of intervention of the sound images on the for-
cia del estímulo; así son consideradas por Wilhelm Wundt, mation of thought.
Edward B. Titchener, Jean Piaget, Allan Paivio, Stephen M. Keywords: Images, thought, figural images, sound images.
Kosslyn, etc. Pese a ello, la teorización psicológica en general
se ha centrado en las cualidades visuales. Se expone a con- 1. INTRODUCCIÓN
tinuación el problema que ello ha generado, así como una Los filósofos griegos, al igual que después ha-
hipótesis de intervención de las imágenes sonoras en la for- rían los psicólogos funcionalistas, al efectuar los
mación del pensamiento. primeros escarceos teóricos para penetrar en
Palabras clave: imágenes, pensamiento, imágenes figurales, la naturaleza del “alma” humana se fijaron en
imágenes sonoras. la imaginación como facultad primordial de la
vida psíquica, aunque en su descripción profun-
The images in the thought dizaron más en la vertiente dinámica del acto
Abstract cognitivo que en el propio concepto de imagen,
Gaps in the historical conceptualization of the images, as a que requiere aproximarse a sus constituyentes y
result of their dominant assimilation into the visual typolo- propiedades objetuales, una tarea que habría de
gy, has led to significant gaps in the understanding of some esperar más afinadas descripciones por parte de
los primeros psicólogos estructuralistas.
Dirigir toda correspondencia sobre este artículo a: Antonio Pardos Peiro. Universidad Como ya supuso Aristóteles (s/f ), las imá-
Autónoma de Barcelona. Escuela de Prevención y Seguridad Integral. Edificio Histórico “Casa de
Convalecencia”: C/ San Antonio Mª Claret 171. Barcelona 08041. España.
genes provienen de las sensaciones en tanto que
Correo electrónico: apardospeiro@yahoo.es / antonio.pardos@dgp.mir.es huellas conservadas de aquéllas, y por lo tanto,
RMIP 2017, Vol. 9, No. 2, pp. 87-102.
al ser éstas muy diversas, para poder hacerse una
noción completa del concepto imagen habría
www.revistamexicanadeinestigacionenpsicologia.com que pensar en toda la amplia gama de efectos
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que pueden ser captados por los diferentes sen- Denis (1979) dedicó prácticamente toda su ela-
tidos. Sin embargo esta generalización no ha borada obra sobre las imágenes mentales a ana-
prevalecido a lo largo de la historia de la psico- lizar las de carácter visual, y aunque fue cons-
logía pues, en general, se ha utilizado el término ciente de la limitación temática que ello signi-
de forma dominante para referirse a la reme- ficaba, la justificó “por ser las más extendidas y
moración de la apariencia visual de las cosas. las más estudiadas” (p. 48), lo cual señalaba la
Para Demócrito, de los objetos emanaban un decantación existente al respecto; una tenden-
conjunto de cualidades que eran aprehendidas cia general que ha limitado la comprensión de
por la vista. Así se formaban las imágenes como importantes aspectos de los procesos mentales.
“simulacros de objetos” con cuyo flujo se consti- Podría hablarse de visuocentrismo para referirse
tuía el pensamiento. De manera análoga Epicu- a la desviación característica, implícita en deter-
ro creía que las partículas que emanaban de los minadas conceptualizaciones psicológicas, en
cuerpos sólidos penetraban en los ojos y después las que intervienen las imágenes.
en el pensamiento, organizándose en imágenes De tal cuestión se ha derivado un verdadero
o “simulacros” a partir de sus cualidades visuales problema en el lenguaje psicológico, que tiene
(Denis, 1979). reflejo cuando al sustantivo imagen se le añade
De esta manera se plasmó la temprana ten- con frecuencia el adjetivo mental, para diferen-
dencia a constreñir la imagen al estrecho cerco ciarla de la figura de los perceptos visuales, for-
de lo visual. Hoy se puede decir que aún no se mados a partir de las cosas directamente perci-
ha superado esta limitación sobre la noción de bidas y en el mismo instante de su percepción;
imagen mental (Kosslyn & Rabin, 2002), pese a también cuando se le añade el adjetivo sonora,
que menoscaba la capacidad de representación de olfativa, etc., para hacer notar que tales conteni-
otras imágenes en las operaciones del intelecto. dos mentales son igualmente imágenes, aunque
Y ello no es porque los filósofos, pensadores ya no se trate de representaciones icónicas.
y psicólogos no hayan reparado en el hecho de Se sostiene aquí una hipótesis ya mantenida
que también son susceptibles de ser recupera- en la Antigüedad por Aristóteles y después por
das de la memoria o reconstruidas en nuestro Wundt, desechada a raíz de los trabajos de la
pensamiento las otras cualidades, sino simple- Escuela de Würzburgo, según la cual las imá-
mente porque, en la historia y en el desarrollo genes constituyen la base estructural del pen-
de la ciencia psicológica, se les ha otorgado me- samiento: para Aristóteles era imposible pensar
nor importancia, como señala Ortells (1996), en sin tener imágenes y Wundt ratificó este postu-
virtud de la aparente primacía de la vista sobre lado sosteniendo que, como representaciones de
todos los demás sentidos: la realidad, eran el contenido de la experiencia
consciente (véase Ortells, 1996). Tal hipótesis
Si bien es cierto que experimentamos imágenes requiere sea efectivamente ampliado el restrin-
en otras modalidades sensoriales y existen pocas gido concepto de imagen que se ha ido mane-
dudas de la naturaleza multisensorial de dichas jando a lo largo de la historia de la psicología,
representaciones, el interés de los investigadores al centrarse las investigaciones en la modalidad
se ha centrado en las imágenes visuales. Esto no visual, dejando en segundo plano determinados
es de extrañar, si tenemos en cuenta que la visión componentes mentales, particularmente los so-
constituye un sentido privilegiado del ser humano noros, que, estrictu sensum, también han de ser
en su interacción con el medio ambiente y es la considerados imágenes. Sus propiedades son
modalidad sensorial más estudiada (p. 21). específicas en la operativa mental, aportando

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relevantes dimensiones respecto de las demás Tampoco después la incipiente psicología


modalidades imaginativas. hizo especial hincapié en esta cuestión y así, ni
Supone apartarse de la vieja formulación de Francis Galton, en sus estudios sobre las apti-
la conciencia propugnada por James (1892) y tudes humanas y las líneas de investigación que
por los padres de la psicología funcional, que la le siguieron, ni Gustav T. Fechner, que llegó a
consideraron únicamente como flujo o torrente captar diferentes capacidades individuales en
continuo, pasando a considerar a las imágenes la evocación de imágenes, con la existencia de
como el contenido objetual-estructural fluyente “tipos visuales” o “tipos verbales” (Denis, 1979:
en el pensamiento. 8) parece que abordaran con detenimiento el
problema de la diferenciación de las imágenes.
2. IMÁGENES Habría que esperar a Wundt y sobre todo a al-
El concepto psicológico de imagen parece estar gunos de sus seguidores para encontrar un tra-
fuertemente condicionado por el sentido adqui- tamiento al respecto de mayor calado, pues en
rido en el lenguaje ordinario. Sus limitaciones el curso de sus investigaciones introspectivas se
se ponen de manifiesto al observar la etimología adentraron más detenidamente en la rememo-
y uso común del término. Según el Diccionario ración de impresiones sensoriales provenientes
crítico etimológico de la lengua castellana (Co- de otros sentidos.
rominas, 1954), imagen deriva del latín imago: Titchener situó las imágenes, junto a las
representación, retrato, que a su vez deriva del sensaciones y sentimientos, como constituyente
verbo imitari, imitar. También del griego eikòn: fundamental de la mente, caracterizándolas al
icono, imagen o representación. El Diccionario menos por cuatro atributos: cualidad (frío, sa-
ideológico de la lengua española (Casares, 1959) lado, azul, etc.) intensidad, duración y claridad
considera sus sinónimos figura y representación (Heidbreder, 1960), aplicando el concepto de
de una cosa. imagen no sólo a la rememoración de sensacio-
Poco se entretuvieron los filósofos empiris- nes visuales, sino a la evocación de todas y cada
tas, verdaderos impulsores en la construcción una de las cualidades de la experiencia sensorial.
epistémica de la mente, en legitimar por igual Las investigaciones sobre la imagen en aquellos
para todos los contenidos mentales evocados inicios de la psicología científica abarcaron to-
el término “imagen”, con independencia de los dos los dominios, realizándose en las universida-
inputs sensoriales que los originaran. Locke des de Cornell y Clark, donde Titchener ejerció
(2002 [1690]) no obstante, creyó que las ideas su influencia, diferentes trabajos sobre imágenes
simples procedían de las “percepciones distintas visuales, auditivas, cutáneas y cenestésicas.
de las cosas, de acuerdo con los diversos mo- Tras los empeños de Titchener y de algu-
dos conque estos objetos las afectaban” (p. 55), nos discípulos suyos como Mary W. Perky y
aunque atribuyó a percepciones como el sonido, Margaret F. Washburn en contra de los plan-
el sabor, o el olor, la consideración de cualida- teamientos de la escuela de Würzburgo, durante
des “secundarias” frente a la figura, que poseía un largo periodo las imágenes fueron relegadas
carácter de cualidad “primaria”. Para Hume por la influencia de la psicología conductista y
(1984 [1739]), las ideas eran ya como imágenes: sólo algunos psicólogos se interesaron por ellas,
impresiones en ausencia del estímulo; por ello como Wolfgang Kölher y Frederick Bartlett, se-
también dadas con arreglo a su definición, en gún relata Denis (1979), por su influencia en la
todas las modalidades que constituyen los dife- memoria y en la formación del pensamiento.
rentes sentidos. Habría que esperar a que renaciera el inte-
rés por lo mental con investigadores como Piaget

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quien, en su tenaz estudio del desarrollo de la in- go dual (Paivio, 1971), así denominada por la
teligencia, efectuó una conocida clasificación “en duplicidad de componentes que se advirtieron
función de su contenido (imágenes visuales, au- en las estructuras y procesos del recuerdo y, en
ditivas, etc.), o según su estructura […]” (Piaget general, de la actividad cognoscitiva. Aunque
& Inhelder, 1966: 12), considerando como dife- algunos de los experimentos de Paivio y cola-
rentes categorías estructurales las imágenes anti- boradores se realizaron tanto con imágenes fi-
cipatorias y reproductivas, que a su vez subdividió gurales como con sonidos, el enfoque se centró
en estáticas, cinéticas y de transformación. Se de- básicamente en la capacidad de almacenamien-
cantó también fundamentalmente por el estudio to de las imágenes figurales, a las que se atribu-
de contenidos visuales, las imágenes “figurales”, yó carácter analógico, a diferencia de nombres y
soslayando las que pudieran formarse como con- adjetivos considerados contenedores semánticos
secuencia de las demás impresiones sensoriales. de información proposicional.
Aunque en el ámbito teórico, como el resto de Con esta teoría se interpretó la existencia de
predecesores, señaló la existencia de las diferentes dos sistemas alternativos de almacenamiento de
modalidades de contenidos, no dudó en denomi- información: analógico, en forma de imágenes
nar “recuerdo verbal” a los sonidos evocados del pictóricas figurales, y proposicional, de compo-
lenguaje mientras denominaba “imagen visual” a nentes lingüísticos. Pylyshyn (1973) cuestionó
los recuerdos evocados de los perceptos figurales tanto la capacidad causal mental de las imágenes
(Piaget & Inhelder, 1972: 357). (al considerarlas simples epifenómenos), como
En la psicología posterior esta tónica se si- su misma naturaleza, al reducirlas a componen-
guió manteniendo y así autores tan significati- tes proposicionales almacenados en alguna par-
vos como Singer (1973), aun reconociendo el te del cerebro como descriptores operativos que
concepto de imagen también para los sonidos guiaban la creación figural posterior: Todos los
mentalmente reproducidos o evocados, al com- contenidos mentales eran así de carácter propo-
pendiar la historia del fenómeno imaginativo, sicional lingüístico.
refiere casi exclusivamente investigaciones re- Tanto para la teoría como para su crítica que-
lacionadas con la imagen figural, hablando de daron por resolver dos problemas esenciales. Pri-
imagen posterior, imagen eidética, fosfenos, mero: el aspecto visual pictórico de los estímulos
imágenes vívidas y alucinaciones, enumerando no posee la exclusividad de la analogía. Tan ana-
básicamente cualidades visuales. Los experi- lógica es la figura del ruiseñor como los trinos
mentos descritos por este autor sobre imagina- que emite o como la suavidad de su plumaje. Los
ción, realizados en los años sesenta y setenta por sonidos de la naturaleza, los olores, etc., repre-
él mismo o por Peter W. Sheehan, Donald O. sentan a ésta igual que los perceptos visuales; las
Hebb, Sydney J. Segal, etc., se refieren también imágenes evocadas, no se contemplaron en todas
casi siempre al campo visual. Por aquella época las categorías sensoriales, como habían hecho los
sin embargo surgió una conocida excepción con psicólogos elementalistas estructuralistas, asen-
los trabajos que realizó Paivio (1963 y 1971) o tando la asimilación entre un sólo tipo de imá-
con los de Paivio y Madigan (1968) entre otros genes y la capacidad de representación analógica.
que, aunque no tenían como propósito directo En segundo lugar, la teoría dual, incluso la crítica
el estudio de las imágenes, trabajaron con ellas formulada por Pylyshyn, pasaron de soslayo por
para profundizar en algunos aspectos relativos el hecho de que los nombres y demás constitu-
al funcionamiento de la memoria. Precisamente yentes lingüísticos, antes que proposiciones son
un hito importante en el nuevo estudio de las grafemas y fonemas, símbolos figurales o sím-
imágenes vino marcado por la teoría del códi- bolos sonoros generados para comunicarse, que

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también pueden adquirir la cualidad de imágenes Incluso la más importante teoría estructural,
al ser mentalmente evocados en la actividad pri- resultado de largas investigaciones patrocinadas
vada intelectiva. Shepard (1978, 1981) habló de por Kosslyn y un amplio grupo de colabora-
isomorfismo de primer y segundo orden para dis- dores, incide en esta desviación al adoptar un
tinguir las representaciones directas de los objetos modelo de naturaleza visual como explicación
y sus transformaciones, de sus representaciones general de la facultad imaginativa y de la propia
mediante símbolos, una distinción imprescindi- naturaleza de la imagen:
ble, como se explicará más adelante, para enten-
der la operatividad mental de algunos tipos de Esta concepción se basa en la idea de que las imá-
imágenes y su capacidad en la construcción de la genes visuales serían como los estímulos proyecta-
actividad cognoscitiva. La cuestión era pues más dos sobre un tubo de rayos catódicos (trc) por un
compleja y, en consecuencia, resultó inconsistente programa de ordenador que opera sobre una serie
el establecimiento exclusivo de lo proposicional de datos almacenados [...] las imágenes son “pro-
como alternativa a lo analógico visual “pictórico”. yecciones” espaciales transitorias sobre una memo-
Estudios posteriores realizados en diver- ria activa que se genera a partir de representaciones
sos campos del aprendizaje y entrenamiento de más abstractas almacenadas en la memoria a largo
facultades se han centrado también principal- plazo (Kosslyn, Pinker, Smith & Shwartz, 1996
mente en lo visual. En ellos, bajo la denomina- [1979]: 106).
ción de imágenes mentales en realidad se está
queriendo decir imágenes visuales figurales. Por Difícilmente puede considerarse un “modelo
ejemplo en el estudio de la capacidad de mani- general” válido para la formación de las imáge-
pulación de las imágenes y su influencia en el nes, si no se modelan también dispositivos capa-
rendimiento académico; en el de la habilidad ces de transformar en sonido las vibraciones de
espacial en el manejo de las imágenes y su re- las ondas sonoras, así como otros que contem-
lación con la capacidad para las matemáticas; plen las demás modalidades sensoriales.
el uso de imágenes mentales en estudiantes de No se han hallado ejemplos experimenta-
ingeniería y entrenamiento de tipo verbal; capa- les homologables en imágenes sonoras de los
cidad imaginativa y rendimiento en artes plásti- trascendentales trabajos realizados en los años
cas, etc. (Becker, 1978; Getzels & Csikszentmi- setenta y ochenta sobre rotación mental, explo-
halyi, 1976; Perrot, 1986; Rosenblatt & Win- ración, desplazamiento y modificación espacial
ner, 1988, citados junto a otros por Campos & llevados a cabo por Shepard y Metzler (1971),
González, 1994). Igual sucede en el estudio de Cooper y Shepard (1973), Pinker y Koss-
la memoria al investigar las estrategias mnemo- lyn (1978), Finke y Pinker (1982), Jolicoeur y
técnicas sobre las imágenes y su efectividad en Kosslyn (1985), junto a otros de distintos inves-
el recuerdo en función de su viveza, o en función tigadores. En todo caso tales hipotéticos experi-
de la capacidad del sujeto para formar las imá- mentos deberían atender a cómo se distorsiona,
genes, así como otras variables relevantes inves- se segmenta, aumenta, disminuye y deforma el
tigadas de tipo visual figurativo (Ashen, 1986; sonido, contemplando las propiedades y opera-
Denis, 1987; Higbee, 1998; Katz, 1983; Marks, tividad mental que presenta esta poco conocida
1973; Richardson, 1980; Sutherland, Harrell & modalidad de imagen.
Isaacs, 1987; Swann & Miller, 1982, entre otros, Como resultado de todo ello cabe señalar
citados por Calado, Pérez-Fabello & Campos, pues que, ni en las investigaciones de naturaleza
2000). funcional, ni incluso en las de carácter estructu-
ral, las imágenes sonoras, las olfativas, táctiles,

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etc., han sido suficientemente valoradas en virtud mentos simples, cayó pronto en desgracia. Hen-
de las propiedades diferenciales que aportan en ri Wallon justificó el cambio hacia los enfoques
la causación o explicación de algunos fenómenos de carácter funcional de esta forma:
mentales en los que intervienen. Tal restricción
limita notablemente la comprensión y aplicación La conciencia desmenuzada en imágenes pierde
general del concepto psicológico de imagen. también toda su movilidad. Se trueca en partículas
inertes [...] el enlace de lo que se encuentra próxi-
3. PENSAMIENTO mo en la experiencia no es más que fijación pasiva,
Para entender la hipótesis que en este se trabajo de donde no podrían surgir las direcciones que exi-
plantea, y en relación con los distintos enfoques gen las iniciativas del pensamiento (Wallon, 1978
que en el estudio del pensamiento se han ido [1942]: 20).
sucediendo, parece apropiado fijarse en dos ejes
fundamentales dados en el estudio de la mente a La devaluación del asociacionismo y de la psi-
lo largo de la historia de la psicología. Tales ejes cología atomista estructural, vista retrospecti-
o dimensiones son el dinámico y el estático o, vamente por Wallon, informaba de la aversión
lo que es igual, el de los fenómenos procesuales de los nuevos psicólogos de la mente, post-con-
y el de los fenómenos objetuales de la mente. ductistas sucesores de la psicología del acto y
¿Cómo han afectado a la concepción del pensa- precursores de la psicología cognitiva, hacia los
miento y a la intervención de las imágenes en su fenómenos estáticos asimilados a los antiguos
construcción? (Para profundizar en esta temáti- “elementos”, entre los que destacaban las imá-
ca véase Pardos, 2011 y 2015). genes como potenciales configuradores del pen-
Para Wundt, el pensamiento, núcleo de los samiento, basaban en la acción y en la noción
llamados procesos mentales superiores, no podía de proceso toda explicación en torno al mismo,
ser sometido a estudio experimental; pese a ello, siguiendo la visión de William James respecto a
en los inicios de la psicología como ciencia in- la mente que, como ya se ha dicho, únicamente
dependiente se constituyó en materia central de la concebía como un flujo.
análisis. Los componentes estructurales fueron Al igual que a Wallon, les ocurrió a otros
foco de atención relevante, postulándose las imá- predecesores de la psicología cognitiva, cuyas
genes como su elemento primordial constitutivo. hipótesis y teorías funcionales, sin embargo, no
No obstante, las dificultades halladas en su pudieron zafarse completamente de aquello que
investigación, así como la falta de acuerdo sobre en puridad tiene carácter propiamente estático
definiciones y métodos, lastraron las primeras estructural, como lo tienen las diferentes entida-
incursiones en él, conduciendo a su degradación des que resultan del acto de pensar o incluso so-
como problema legítimo de estudio (Dodd & bre las cuales se gesta dicho acto. Al respecto se
Bourne, 1980 [1973]). Los problemas de in- habló de la anomalía funcional (Pardos, 2011).
concreción de la psicología atomista estructural En esta tendencia hay que situar las teorías sur-
en la delimitación conceptual de las nociones gidas de los estudios de Piaget, quien, además
proceso/estructura (Heidbreder, 1967), hicieron de adentrarse en sus procesos constituyentes lo
que la investigación del pensamiento se fuera hizo también en los componentes de naturaleza
decantando, a partir de mediados del pasado si- objetual, como determinadas unidades de es-
glo, por los aspectos funcionales. tructura cognitiva fruto de los procesos asimila-
El enfoque asociacionista propugnado por tivos y acomodativos, o en las propias imágenes,
el elementalismo y la denominada química aunque relegándolas a un papel secundario en la
mental, fundamentada en la afinidad de los ele- producción de pensamiento:

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[...] el papel simbólico de la imagen no es nada do de la ejecución, Tolman (1932) propuso la


desdeñable, como habría podido hacer creer el ex- formación de mapas cognitivos; después Piaget
ceso de reacción contra el asociacionismo clásico (1957), desde su posición genético-funcional, la
[...] la imagen constituye un auxiliar indispensable formación de esquemas como representaciones
en el funcionamiento del pensamiento y en su di- de la conducta que, en cuestión, precedían a su
namismo incluso, pero con la condición de que- ejecución. Más tarde Mandler (1962) preconizó
dar subordinada a este dinamismo operatorio [...] que las conductas, al ser integradas, forman una
(Piaget & Inhelder, 1966: 456-458). réplica o representación mental en el sujeto eje-
cutor de las mismas.
Pero, en sentido estricto, más que de los deter- El posterior desarrollo de la psicología cog-
minantes estructurales y de los soportes feno- nitiva a partir de la explicación computacional
menales del pensamiento, Piaget se ocupó de profundizó en la cuestión al concebir el pen-
la naturaleza de las operaciones intelectuales samiento como una “secuencia de actividades
de aprehensión de la realidad, su desarrollo, así simbólicas e internas que llevan a ideas o con-
como de su surgimiento y evolución en el in- clusiones” (Ericsson & Hastie, 1994, en Gabu-
dividuo. Evidentemente estas operaciones son cio et al., 2005: 19). La lingüística contribuyó
algo más que pensamiento, aunque éste pudiera también a su desarrollo al considerar los con-
contemplarse, en algunos momentos, como nú- ceptos, dentro de la tradición semántica léxica,
cleo aglutinador de los distintos procesos inte- como los componentes constitutivos del pensa-
lectivos. Otros autores formularon versiones más miento (Hampton, 2002 [1999]), realizándose
restrictivas, situándolas principalmente en pro- en las últimas décadas innumerables trabajos
puestas de carácter normativo funcional en una desde esta particular vertiente (Hampton, 1997;
dinámica concienciada y dirigida por la propia Jackendoff, 1990; Medin & Shoben, 1988;
voluntad. Lo entendieron como sucesión de ac- Murphy & Medin, 1985; Rips, 1995; Rosch,
tos de discernimiento que conducen a la certe- 1975; Rosch & Lloyd, 1978; Rosch & Mervis,
za, real o aparente, antecesora de una elección 1975, entre otros).
adecuada, efectuada a partir de una selección, En todo caso parece que el pensamiento,
comprobación y revisión de hipótesis. Se adscri- desde la perspectiva psicológica, ha comprome-
bieron a estas teorías Brunner, Goodnow y Aus- tido diversos niveles de abordaje que conviene
tin (1956), Restle (1962) y Levine (1966), entre tener en cuenta para no perderse en tan com-
otros, para quienes ante diferentes posibilidades pleja temática. Con independencia de las com-
de elección, el sujeto establece una hipótesis cuya petencias de otras disciplinas, particularmente
comprobación determina después el curso de sus del dominio de explicación neurofisiológico, de
actos (Dodd & Bourne, 1980 [1973]). carácter implementacional, propio de la expli-
Tras negar el conductismo todo lo mental, cación conexionista, cabe observar un nivel de
tanto los actos como los objetos, sus reforma- afrontamiento propiamente psicológico. Supo-
dores Charles Osgood, Clark L. Hull, etc., atis- ne la concreción de constituyentes introspecti-
baron un camino para encuadrar el irrefutable vamente detectables: procesos de razonamiento,
fenómeno del pensamiento, considerando los abstracción, abducción, generalización, etc. y
movimientos miniaturizados inobservables, el objetos mentales como imágenes, ideas, con-
lenguaje subvocal o la lectura silenciosa, junto ceptos, representaciones, etc., manejados por la
a toda una gama de actos mínimos acaecidos en facultad volitiva en lo que se ha dado en llamar
el plano motriz o en el nivel fisiológico, como psicología “natural” (Riviere, 1991: 151), nivel
mediadores entre los estímulos y las respuestas
verdaderamente observables. Como resulta-

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en el que la teoría computacional de la mente tales como los códigos y lenguajes de la mente,
(tcm) presenta mayor capacidad explicativa. sus algoritmos y procesos, sus representaciones
Centrados en el nivel propiamente psico- y estrategias” (Arnau & Balluerka, 1998: 72).
lógico, en la actualidad, se señala que “[…] las La consideración de tales entidades constituye
actividades nucleares o más específicamente incluso fundamento mismo de esta psicología,
definitorias de pensar son las que comportan al ponerse de manifiesto en el amplio debate
hacer cosas como categorizar, razonar deduc- surgido en torno a la naturaleza de los símbo-
tiva e inductivamente, solucionar problemas, los y las representaciones intervinientes en los
juzgar, tomar decisiones e inventar” (Gabucio et procesos mentales. En el modelo “propiamente”
al., 2005: 15), definiciones decantadas hacia la cognitivo, adherido a un tipo de procesamiento
vertiente funcional, centradas más en los actos serial o modular, los cómputos se realizan so-
cognoscitivos que en los materiales estructura- bre símbolos u objetos concienciados a partir de
les que amparan la forma de llevarse a cabo. No sus características primigeniamente sensoriales
faltan sin embargo también evidencias teóricas, (imágenes y perceptos). En el modelo conexio-
hallazgos y concreciones que han hecho patente nista, las estructuras invocadas son configuracio-
la necesidad de un análisis propiamente estruc- nes subsimbólicas, precursoras de los elementos
tural dentro del dominio psicológico, desarro- concienciables, que no pueden ser directamente
lladas fundamentalmente a partir de las ideas manipuladas por la voluntad del sujeto (Arnau
de John Von Neumann, Alan Turing y Norbert & Balluerka, 1998; Riviere, 1991). Todo ello
Wiener, que sirvieron de modelo para el pro- hace pensar que todavía, junto a la explicación
cesamiento mental de la información “[…] un del pensamiento como acto o proceso:
comportamiento mecánico que introduce en él
los propósitos o metas y las representaciones de [...] el problema más fundamental a que ha de
estados estabilizados según un sistema de pa- hacer frente la psicología cognitiva hoy es cómo
rámetros, con el que interaccionan las repre- representar teóricamente el conocimiento que tie-
sentaciones del entorno o inputs informativos ne una persona: cuáles son los símbolos primitivos
[…]” (Carpintero, 1996: 408). Tal y como fue o conceptos, cómo han de estar concadenados y
expresada esta analogía, se abrió una amplia construidos en estructuras de conocimiento más
brecha en la comprensión del pensamiento con amplio y cómo se tiene acceso, se examina y se uti-
la inclusión de las estructuras mentales que en liza ese “fichero de información” [...] (Anderson &
él intervienen, al considerar indispensables para Bower, 1979, en Carpintero, 1996: 411).
su funcionamiento la existencia de representa-
ciones de estados estabilizados —un concepto
ampliamente compatible con la propia noción 4. IMÁGENES Y PENSAMIENTO
de objeto mental, así como con la noción de Tras Titchener, incluso en su tiempo, la psicolo-
símbolos y representaciones internas— intro- gía amparó en su seno un importante debate en
ducidos en el modelo por Newell, Shaw y Si- el que se trató esta cuestión. En esa etapa, previa
mon (1958) al comparar el procesamiento de a la desaparición de la escena de las imágenes,
información computacional con el propio pro- algunos de los seguidores de Titchener y Wundt
ceso del pensamiento humano. agrupados en torno a Oswald Külpe, la denomi-
Bajo la nueva perspectiva, para estudiar el nada Escuela de Würzburgo, contraviniendo las
pensamiento la psicología cognitiva trata de ideas de Wundt sometieron el pensamiento, o
profundizar en “un conjunto de entidades abs- alguna de sus manifestaciones: asociación, jui-
tractas, pero no menos reales que las materiales, cio, tarea, etc., a métodos de investigación expe-

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rimental, descubriendo que, contra lo que tales más que apoyar la hipotética existencia de un
predecesores y el propio Aristóteles sostenían, pensamiento sin imágenes, lo que pareció indicar
en él se observaban determinados fenómenos es que en la mente y en el curso de sus operacio-
que no respondían a la naturaleza sensorial su- nes, además de las imágenes se dan determinadas
puestamente necesaria para llevarlo a cabo (Car- experiencias actitudinales, como las “tendencias
pintero, 1996; Heidbreder, 1960; Leahey, 1999). determinantes” identificadas con el fenómeno
De sus investigaciones trascendió sobre todo la “estado mental”, no asimilables a los contenidos
idea central de la existencia de un “pensamiento cósicos (Caparrós, 1976) de naturaleza estática,
sin imágenes”, hipotético descubrimiento que ni tampoco a los actos o procesos mentales.
no contribuyó precisamente a clarificar el encaje ¿Qué papel se atribuyó posteriormente, con
de las imágenes en el estudio de los materiales el desarrollo de la psicología funcional, a las
básicos de la arquitectura mental, ni a entender imágenes en el curso del pensamiento? Los pre-
su relación con el pensamiento. cursores de la psicología cognitiva, en sus inves-
A raíz de lo dicho anteriormente sobre la tigaciones sobre el desarrollo intelectual, pese a
desviación producida en la propia conceptua- sus ataques a la psicología atomista estructural,
lización de las imágenes, cabe legítimamente siguieron hipotetizando sobre el papel que des-
preguntarse: ¿qué fue lo que realmente quisie- empeñaban. Binet (1903), uno de los autores
ron decir Külpe y sus seguidores al invocar la que influyó en Piaget, muy próximo además a
existencia de un pensamiento sin su presencia? los planteamientos de la escuela de Würzburgo,
Sometidos a la ejecución de sencillas tareas en su Estudio experimental de la inteligencia
intelectuales, como la asociación de palabras es- también defendió la imposibilidad de explicar
tímulo que actuaban como evocadoras, los suje- el pensamiento por una combinación de imá-
tos experimentales debían informar, a partir de genes sensoriales. Su orientación funcional sin
su introspección, de cuanto había pasado por su embargo, no dejó de contener matizaciones de
mente hasta llegar a formar la respuesta asocia- tipo estructural, al considerarlo como una espe-
da. Referían fenómenos mentales diferentes a cie de “lenguaje interior”, en el que sus constitu-
los contenidos clásicos de Wundt. Algunos de yentes, las palabras, manifestaban con mayor ri-
esos contenidos carecían de color, de sonido, queza que las imágenes su relación con las ideas
de figura, etc., es decir de apariencia sensorial, (Denis, 1979). Algunos de los más destacados
no pudiendo catalogarse como imágenes, que psicólogos próximos al funcionalismo precogni-
requieren la impronta de alguna o varias de tivo, al tratar de describir la primacía entre tales
estas posibles apariencias. Para August Mayer constituyentes y el pensamiento expresaron no
y Johannes Orth, se trataba de “procesos cons- obstante con claridad que, “las palabras no son,
cientes que no pueden ser descritos ni como por el contrario, sino su efecto” (Wallon, 1978
imágenes definidas ni como actos de voluntad” [1942]: 162). La relación entre ambos, sin em-
(en Leahey, 1999: 242). Reservaron para tales bargo, parecía tan intima que no podía desligar-
fenómenos el nombre de “bewusstseinslage”, se; el pensamiento así no sería un simple suma-
habitualmente traducido como “estados de con- torio de palabras, pero tampoco podría darse sin
ciencia” (Murphy, 1960). esa suma: “La palabra, se dice, es el símbolo de
Los estados mentales descubiertos resultaron las cosas […] tan indispensable a la actividad
sin embargo asimilables a energetizadores de la mental como la cosa, y no tiene una realidad
conducta o, lo que es igual, a fuerzas de natura- menor que ella” (Wallon, 1978 [1942]: 203).
leza mental que podrían coexistir con las propias A partir de la lingüística generativa surgida
imágenes del pensamiento. Su descubrimiento, a mediados del pasado siglo, frente a las imáge-

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ARTÍCULO-OBJETIVO

nes, las palabras en sus modalidades gráficas o las palabras o la producción del pensamiento, en
sonoras, morfemas, fonemas y demás unidades tanto que “lenguaje interior”, sin tener en cuenta
lingüísticas, se fueron afianzando en su con- las bases sensoriales de los grafismos o sonidos
cepción como base alternativa estructural del que las constituyen, y más precisamente sin el
pensamiento, al ser consideradas su soporte ma- auxilio de sus imágenes: no podemos construir
terial. Por ello, para profundizar en la relación conceptos sin palabras, y no podemos pensar
entre palabras, símbolos lingüísticos, imágenes palabras sin evocar sus sonidos o sus imágenes
y pensamiento, es necesario acudir a los desa- figurales, los constituyentes sensoriales de los
rrollos de la lingüística y la psicolingüística, pero símbolos lingüísticos. La lingüística en las últi-
antes es preciso fijar la atención también en al- mas décadas ha aportado claves relevantes para
gunas importantes apreciaciones efectuadas al formular algunas hipótesis al respecto.
respecto en el ámbito de la psicología. Aunque pensar no es lo mismo que hablar,
Para John B. Watson el lenguaje era media- comunicar, o comprender el significado del
dor verbal del pensamiento, aunque como tal mensaje, se puede decir que está muy próximo
no le otorgara ningún valor en la ciencia que a serlo, constituyendo un proceso que discurre
pretendió implantar, entendiéndolo no obstante en paralelo con el habla y su construcción in-
como “lenguaje subvocal”, una conducta verbal terna. En las últimas décadas, en general, se ha
que no llegaba a ejecutarse, inhibida la motrici- difundido la idea según la cual comprender los
dad que ordinariamente requiere el habla hu- procesos y las estructuras que intervienen en la
mana. Por otra parte, en su conocida obra Pen- producción y uso de las lenguas supondrá estar
samiento y lenguaje, Vygotsky (1995 [1956]) se muy cerca de entender el propio pensamiento
centró en el análisis genético de la relación entre (Carreiras, 1997), pese a que algunos lingüistas
el pensamiento y la palabra. Al referirse a tal re- como Chomsky (1975 [1957]), Fodor (1983) y
lación sus afirmaciones son tajantes: Pinker (1989) sostuvieron que el lenguaje cons-
tituye una actividad específica de dominio. La
[…] el lenguaje externo es la conversión del pensa- realidad es que difícilmente se puede entender
miento en palabras, su materialización y objetiva- el uno sin el otro pues, aunque el lenguaje es
ción. En el lenguaje interior el proceso se invierte: habitualmente descrito como un instrumen-
el habla se transforma en pensamientos internos to de comunicación interpersonal basado en la
(p. 111), [afirmando asimismo que]: el pensamien- emisión de signos lingüísticos perceptibles, el
to nace a través de las palabras [...] un pensamien- pensamiento lo puede ser como el uso de los
to desprovisto de palabra permanece en la sombra mismos signos en la actividad privada intelec-
(p. 128). tiva, un lenguaje de naturaleza interna. Así lo
hicieron, como se ha dicho, psicólogos de dife-
Consideró así a la palabra sustento material y rentes adscripciones paradigmáticas como Wat-
formal del pensamiento. Cabe preguntarse pues: son y Vygotsky. El pensamiento así concebido,
¿qué son y qué naturaleza mental poseen las pala- estaría construido a partir del un flujo de ideas
bras para desempeñar de pronto en el pensamien- lingüísticamente soportadas mediante signos o
to un papel equiparable al que antes tuvieron las símbolos del habla sin los que no se podría arti-
imágenes? Del mismo modo, profundizando en cular la actividad intelectiva. Más explícitamen-
esta transmutación de esencias que ha sufrido el te, las palabras, en su formato de imagen mental,
pensamiento en el devenir de la psicología, de las en tanto que símbolos gráficos o sonoros, serían
imágenes hacia las palabras, cabría preguntarse si los objetos computados en la actividad ideativa.
es posible realmente la manipulación mental de

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PARDOS: IMÁGENES EN EL PENSAMIENTO

Siguiendo la tradición de los psicólogos pre- tacional, se situaba al desarrollar cuestiones tan
decesores de la psicología cognitiva, más recien- relevantes de sus teorías. En consonancia con sus
temente Fodor (1984 [1975]), situado entre los planteamientos destaca una severa crítica contra
principales defensores de la tcm, en una de sus quienes, como hicieron los empiristas y atomis-
más conocidas publicaciones, El lenguaje del tas —en un nivel de análisis claramente psicoló-
pensamiento, se preguntó nuevamente por la gico— postularon también las imágenes como
relación entre las imágenes, las representaciones sustratos estructurales del pensamiento. Aunque
y el pensamiento, llegando a considerar su obra él no descartó su participación en el mismo, de-
“una buena prueba de la necesidad de postular fendió la preponderancia de los constituyentes
representaciones mentales en toda explicación de discursivos o proposicionales criticando a Bru-
los procesos mentales que podamos concebir” (p. ner, quien afirmaba en 1966 como conclusión de
21), como Newell, Shaw y Simon (1958) habían algunos de sus estudios, que los medios mentales
postulado. El uso o manejo de símbolos y repre- de representación, entre otros, son los símbolos,
sentaciones en la formación y causación de pro- las imágenes y las acciones con ellos ejecutadas,
cesos y estados mentales implicaban para Fodor apoyándose en una etapa del desarrollo madura-
la intervención de un conjunto de códigos inter- tivo en la que los procesos cognitivos no son de
nos al que denominó “lenguaje del pensamiento”. naturaleza discursiva. Fodor argumentó contra
¿Qué relación estableció entre este lenguaje la posibilidad de que pudiera haber una etapa
y el habla humana o “lengua natural”? En térmi- en que pensar pueda identificarse con imaginar,
nos propiamente psicológicos ninguna: el len- aduciendo que “La información sobre las pro-
guaje del pensamiento es una especie de lengua- piedades perceptuales del entorno, podrían, des-
je interior innato y determinado por los propios pués de todo, almacenarse como descripciones”
constituyentes neurofisiológicos, equiparados (p. 193), expresables de manera discursiva: una
al “lenguaje máquina” de los computadores, un crítica ya efectuada por Pylyshyn (1973) a Paivio
lenguaje interno de traducción de inputs mecá- cuando formuló la “teoría del código dual” sobre
nicos y energéticos previo al lenguaje de progra- el valor de las imágenes en la memoria. Y es que
mación, que comparó con el lenguaje natural o —ésta es la hipótesis principal del presente tra-
habla humana. Algunos estudiosos del lenguaje bajo— para profundizar en la relación entre pen-
no dudan en calificar este lenguaje del pensa- samiento y lenguaje, en el nivel psicológico, no es
miento como un conjunto de procesos neurofi- suficiente con conocer las propiedades mentales
siológicos y por ello situarlo en un nivel de aná- objetuales de las imágenes visuales-figurales, ya
lisis distinto al psicológico (Martínez, 1995); sean estáticas, cinéticas o de transformación,
otros con anterioridad incluso habían negado la sus cambios y sus modificaciones. Para dar una
posibilidad de existencia de cualquier lenguaje explicación comprensible del pensamiento y su
privado distinto a los lenguajes ordinarios del relación con el lenguaje “natural” u ordinario es
habla humana (Wittgenstein, 1963 [1953]). necesario conocer con profundidad las propie-
Aunque no cabe duda de que el propósito dades mentales de las imágenes sonoras, o lo que
central de Fodor era esclarecer y situar coorde- es igual: las propiedades mentales específicas que
nadas que pudieran relacionar el lenguaje (se tra- presenta la evocación del signo sonoro en frases,
tara del que se tratara), con el pensamiento y las oraciones o en sus componentes elementales que
operaciones formales sobre símbolos y represen- son las palabras.
taciones, no parece que lo consiguiera de forma Hay que decir que, en puridad, en la mayoría
definitiva, entre otras cuestiones por no delimitar de lenguajes “naturales”, no así en el lenguaje de
con claridad en qué nivel, mental o implemen- los sordomudos, los símbolos o signos lingüísti-

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ARTÍCULO-OBJETIVO

cos y sus imágenes poseen doble formato, visual y Las propiedades mentales de las imágenes
sonoro, pero es sobre todo a partir de este último sonoras, especialmente las del signo lingüístico,
como únicamente se pueden entender algunos difieren en importantes aspectos de las imáge-
aspectos del pensamiento, como es la velocidad nes visuales. Dotadas las imágenes sonoras de las
de procesamiento, no tenidos suficientemente en palabras de la misma capacidad que las visuales
cuenta a lo largo de la historia de la psicología; para el almacenamiento de contenidos semánti-
por ejemplo, en lo que en realidad supondría ser cos proposicionales, la modulación mental, dis-
el “lenguaje subvocal” de Watson o el “torrente torsión, fragmentación, articulación o unión de
del pensamiento” de James. Fodor, sin embargo, vocablos, rememoración de voces, fonemas, pa-
en este trabajo no se apartó de la posición visuo- labras y oraciones, etc., es mucho más veloz en
centrista existente en la ciencia psicológica. Las su dinámica (aunque no hemos hallado experi-
criticas y argumentos que utiliza para descabal- mentos que puedan ratificarlo) que la formación
gar las imágenes, como elementos centrales en la y manipulación de imágenes visuales figurales
construcción del pensamiento, son muy consis- de los grafemas, simples o complejos. Quizás
tentes —es imposible imaginar un inglés “icóni- a estas propiedades distintivas se refiera Fodor
co”, en el que las figuras de los objetos naturales cuando, asintiendo con Bruner, afirma que los
y los cambios o alteraciones que presenten, en símbolos discursivos, “las oraciones habladas” se
su dinámica mental, puedan formar un lenguaje despliegan en el tiempo, mientras que “las imá-
con sintaxis, semántica y composicionalidad— genes (y las oraciones escritas) se despliegan en
pero básicamente lo son porque considera limi- el espacio” (p. 203), aunque no refiere especial-
tadamente el concepto de imagen: únicamente mente sobre ello consecuencias y efectos.
como “íconos”, imágenes figurales, y no tiene en Por otro lado resulta revelador que en El
cuenta las características de las imágenes sonoras programa minimalista, Chomsky (1999 [1993])
del signo lingüístico, fundamentando sus ejem- parte de la consideración de la facultad del len-
plos críticos (el inglés icónico, John, la girándu- guaje como un procedimiento generativo que
la y los experimentos de Brooks) en los rasgos crea descripciones estructurales (de) o expresio-
sensorialmente apreciables por la vista, de lo cual nes para “[…] articular, interpretar, referir, pre-
resulta un sesgo conceptual insalvable para ex- guntar, pensar y otras acciones […], siendo las de
plicar la operativa computacional y simbólica de secuencias de representaciones de los diferentes
la mente. Además no tiene en cuenta el hecho de ‘niveles lingüísticos’” (p. 83). Si bien la teoría es-
que cualquier signo del lenguaje ordinario, dota- tándar extendida supone para cada de una se-
do de isomorfismo de segundo orden (Shepard, cuencia integrada por distintas estructuras (es-
1978 y 1981) puede tener la doble condición tructura-P, estructura-S, forma fonética y forma
de percepto y de imagen. A partir de sus fun- lógica) en las propuestas minimalistas parece
damentos conceptuales es lógico concluir que si suficiente contemplar dos sistemas de actuación
“las oraciones no pueden ser íconos tampoco po- o niveles de interfaz: el articulatorio-perceptual
drían serlo los pensamientos” (p. 195). Fodor se y el conceptual-intencional. A partir de todo
situó exclusivamente ante un tipo de imágenes ello “La derivación de una expresión lingüísti-
que, efectivamente, en ningún caso podrían arti- ca particular implica entonces una selección de
cular un verdadero sistema operativo para pensar elementos del lexicón y una computación que
y procesar de forma rápida y abstracta los datos construye el par de representaciones de interfaz”
obtenidos de la realidad, mucho menos confron- (p. 84); el lexicón especifica los elementos que
tarlos con los almacenados en la memoria. entran en el sistema computacional, el total del
conjunto de elementos léxicos que posee un su-

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PARDOS: IMÁGENES EN EL PENSAMIENTO

jeto, con el cual el sistema computacional genera lenguaje interior que acompaña generalmente la
derivaciones estructurales a partir del mismo. producción del pensamiento.
Al invocar el sistema articulatorio percep- Para contrarrestar esta limitación se puede
tual y en particular las formas fonéticas del lexi- invocar la teoría del bucle fonológico de Badde-
cón, no parece que la naturaleza de las de, desde ley y Hitch (1974), relativa al almacenamiento
el punto de vista de la ciencia psicológica, aun- sonoro, junto a la denominada memoria “ecoica”
que puedan serlo lingüísticamente, pueda ser la descrita por Neisser (1967), que señalan el papel
misma para “articular, referir o preguntar” que desempeñado por la reproducción y evocación
para “pensar”, pues no resulta plausible atribuir del sonido en algunos procesos mentales, requi-
al símbolo lingüístico generado por el hablante, riendo las operativas que propugnan como con-
destinado a ser percibido por un receptor (per- dición sine qua non la intervención de imágenes
cepto), la misma naturaleza que a los mismos sonoras en la rememoración de los componentes
signos internamente generados y mentalmente estructurales lingüísticos, única forma plausible
manipulados sin una finalidad comunicativa. En de entender la formación conceptual ideativa o
tal caso, si las imágenes mentales existen real- vertiente proposicional del pensamiento.
mente y no son simples epifenómenos, como al- Como se dijo, no existen experimentos en
gunos estudios citados han demostrando, estas imágenes sonoras equiparables a los realizados
entidades, en su formato sonoro, lejos de las re- para las propiedades figurales; sin embargo, el
presentaciones icónicas, han de postularse como acento, duración y énfasis dados al sonido de las
la base sensorial del pensamiento para el con- palabras cambian el significado de la comunica-
junto de pares ap-ci definidos en el programa ción y del propio pensamiento. En todo caso, en
minimalista. El lexicón como “conjunto de ele- psicolingüística en las últimas décadas se vienen
mentos que entran en el sistema computacional” produciendo una serie de estudios sobre la in-
(p. 83) podría contemplarse entonces como el fluencia de la prosodia en la organización sin-
conjunto de imágenes sonoras de los signos lin- táctica del lenguaje. Los marcadores prosódicos,
güísticos que pueden ser evocadas en la mente el acento, la segmentación de la comunicación
y que, al igual que cualesquiera otras imágenes en unidades discretas, el ritmo y en general las
mentales, pueden ser sometidas a algunas de las características fonológicas de las unidades lin-
operaciones de análisis y síntesis, fragmenta- güísticas, parecen determinar el aprendizaje
ción, fusión, distorsión, segmentación, acentua- y comprensión posterior del habla. Todos es-
ción, modulación prosódica, etc., propias de esta tos elementos son componentes propios de las
modalidad, muy distintas de las propiedades de imágenes sonoras, hablándose de la “hipótesis
las imágenes visuales figurativas, como rotación, del arranque prosódico” (Pinker, 1984) o de la
traslación, etc., al poseer su propia especificidad “hipótesis del arranque fonológico” ( Jusczyk &
en la operativa mental, en la que sin duda des- Kemler, 1996) para señalar la relación entre el
tacaría como propiedad distintiva la gran velo- sonido y la propia construcción de la sintaxis.
cidad de procesamiento, dando lugar a unidades Sin embargo, no parece que la preocupación
lingüísticas complejas, segmentos, frases y ora- fundamental que animó a estos investigadores
ciones portadoras de significado o asociadas a las fuera la de contemplar los sonidos de las lenguas
derivaciones de la interfaz C-I. La velocidad de en su concepción mental de imágenes sonoras,
procesamiento, y ésta es la conjetura más débil pues tal cometido de esclarecimiento concep-
para probar la hipótesis central planteada, cons- tual parece más propio de los teóricos y experi-
tituye una mera suposición intuitiva, adquirida a mentalistas de la psicología básica.
partir de la propia experiencia introspectiva del

Vol. 9, número 2, 2017 99


ARTÍCULO-OBJETIVO

5. CONCLUSIÓN Casares, J. (Ed.). (1959). Diccionario ideológico de la lengua españo-


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Vol. 9, número 2, 2017 101


ARTÍCULO-OBJETIVO

NOTAS DE AUTOR ción de Helsinki de 1964 y sus posteriores


Conflicto de intereses: el autor del presente estu- enmiendas.
dio indica no tener ningún tipo de conflicto Agradecimientos: quiero expresar mi profundo
de interés. agradecimiento a la RMIP por dar a cono-
Adherencia a principios éticos e integridad científi- cer mi trabajo, especialmente a su amable
ca: todos los procedimientos de elaboración editor general. Igualmente quiero agradecer
del presente manuscrito fueron llevados a su desinteresada colaboración a los ilustres
cabo con los principios éticos de la Declara- colegas que con sus comentarios han enri-
quecido el presente artículo.

Recibido el 23 de noviembre de 2015.


Revisión final 22 de enero de 2016.
Aceptado el 15 de marzo de 2016.

102 Revista Mexicana de Investigación en Psicología

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