Lectura 23. Legislación ambiental en México. Responsabilidad por
daño ambiental y el derecho ambiental. La legislación ambiental (derecho ambiental) es un complejo conjunto de tratados, convenios, estatutos, leyes, reglamentos que, de manera muy amplia, funcionan para regular la interacción de la humanidad y el resto de los componentes biofísicos o el medio ambiente natural, con el fin de reducir los impactos de la actividad humana, tanto en el medio natural y en la humanidad misma. La preocupación por la problemática ambiental no es reciente, lo que ha llevado a analizar la gravedad de los desequilibrios al medio ambiente, resultado del crecimiento demográfico y de las actividades humanas, que ha provocado daños a los recursos. El origen de los principios de precaución, prevención y de quien contamina paga los encontramos en diversos instrumentos internacionales, lo cual es recurrente en el derecho interno de los países y México no es la excepción. Al analizar el principio de precaución de precaución se basa en un antes, anticipar situaciones para así evitar riesgos y principalmente se aplica cuando se sabe que éstos pueden ser irreversibles o muy costosos. Una característica principal del principio es que puede ser aplicado aún cuando no se tengan los conocimientos científicos o estudios técnicos que comprueben la teoría; por lo que no puede ser usado la falta de rigidez científica para no actuar baja un principio de precaución. Por otro lado, tenemos el principio de prevención, que como su nombre lo dice consiste en realizar una serie de medidas específicas previamente con el fin de evitar impactos no deseados sobre el ambiente. Así mismo, como base para el apoyo de la legislación ambiental se cuentas con ordenamientos jurídicos, como: Ley General para la prevención y Gestión Integral de los Residuos. Ley General de Vida Silvestre Ley General de Cambio Climático Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados Ley Federal de Responsabilidad Ambiental En esta última hay que mencionar que se define el daño ambiental como cualquier acción negativa o perjudicial ejercida por uno o varios factores ajenos al medio. Y se implementa una responsabilidad sobre el daño ambiental, ya sea de manera punitiva (penas/sanciones) o compensatoria (reparar el daño). La responsabilidad ambiental descansa sobre 3 enfoques: el administrativo, a partir del art 21 de la CPEUM y 171 de la LGEEPA, y considera multas, arresto, trabajo comunitario, decomiso de recursos, reducción de concesiones, entre otros, como acciones de castigo contra las acciones hacia los ambientes. También se tiene el componente civil, este se encarga de las afectaciones directas a un tercero, es decir, a una persona y se basa en el art 15 y 203 de la LGEEPA. Finalmente, se tiene el tercer componente, el penal, donde se codifica el delito ambiental al considerar los efectos sobre los ambientes de graves a muy graves. Se basa en el código penal federal en el artículo 421, y el art 4 de la CPEUM. Por otro lado, dentro de la responsabilidad ambiental se tiene la reparación del daño, que puede ser exigido por cualquier persona, física o moral, por la Federación o por alguna Institución. Y busca revertir los daños ocasionados hasta una calidad basal, es decir, antes de la afectación. No siempre se puede, y en muchas ocasiones es difícil poder comprobar el estado basal de un sistema, por lo que en México suele ser mal ejecutado. También, se busca evitar el principio definido en la convención de Río, de quien contamina paga, ya que puede llegar a ocuparse como una autorización a contaminar si es que se paga. Cuando en realidad lo que se busca es que debido a la cantidad de la multa las acciones no se vuelvan a repetir y sirva como lección. Finalmente, se habla de la importancia de las reformas y promulgación de nuevas leyes y de cómo estas impactan el cuidado del ambiente de forma indirecta. Tal es el caso de la Ley Agraria, por ejemplo, con la minería. La Ley Agraria data de 1992, se promulga a través del cambio del art 27 constitucional a partir de los cambios impulsados por el TLCAN, hacia una visión neoliberal. Aquí se establece que los ejidos pueden ser enajenados, a diferencia de la ley predecesora que no permitía la venta de estos terrenos. Todo esto con el fin de permitir a compañías extranjeras entrar al país a explotar sus recursos. Así mismo, se revisan conceptos que se mencionan acerca de los ejidos, como los ejidatarios, posesionarios, avecindarios y los órganos de los ejidos, así como las dependencias agrarias como la Procuraduría Agraria y el Registro Agrario Nacional, que son las encargadas de proceder antes los conflictos en materia ejidal, son como los juzgados ejidales y son los que actúan, por ejemplo, antes los convenios y problemas entre ejidos y las empresas mineras.