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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación

Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos

Área de Odontología

Clínica integral del Adulto Operatoria

Causas de daño Pulpar

Prof. Nirvana Betancourt Bachiller:

Solmairy García CI: 24.201.050

3er Año

Sección: 2

San Juan de los Morros, Abril del 2020


Causas de daño pulpar

Durante la preparación y restauración cavitarias existen diversos factores capaces de


producir irritación pulpar. Estos se puedes agrupar en: irritantes físicos, irritantes
químicos, irritantes bacterianos.

Entre los irritantes físicos nos referimos a: el calor friccional, el desecamiento de la


dentina, la profundidad excesiva de la preparación, la preparación de condensado, la
concentración de polimerización, el trauma inducido por sobrecarga oclusal o
contactos prematuros y los anclajes dentinarios.

El calor friccional que se genera durante la preparación cavitaria o el pulido de


restauraciones puede alcanzar la pulpa y causar daño. Si se producen altas
tempreraturas durante largos periodos, los vasos y las células resultan afectados y
parte de la pulpa puede volverse necrótica.

 
La turbina y micromotor generan energía cinética desarrollada por el instrumento a
gran velocidad al hacer contacto con la pieza dentaria, este se transforma en calor,
este calor puede afectar el órgano dentario ya que puede causar lesiones pulpares
irreversibles. Lógicamente, al aumentar la velocidad, aumenta la temperatura que se
transmite. Es preciso tener en cuenta otros factores que afectan el calor friccional que
no pertenecen al dispositivo rotatorio como lo son: La Presión de corte: es la fuerza o
presión que trasmite el operador para que la fresa pueda cortar o la piedra desgastar.

Cabe destacar, que el desecamiento de la dentina genera un calor friccional


producido durante la instrumentación y la aplicación excesiva prolongada sobre la
dentina de aire o de fármacos deshidratantes (alcohol, cloroformo, éter, ácidos
hipertónicos y agentes adhesivos) remueve el número de los tubos dentinarios y
pueden provocar el fenómeno denominado “aspiración de los odontoblastos”.

Así mismo, la profundidad excesiva de la preparación causa una profundidad de la


preparación influye sobre los efectos de los otros procedimientos operatorios que
siguen al tallado cavitario. Cuando el espesor de la dentina remanente entre el piso de
la preparación y el techo de la cámara pulpar es de 2mm o más, es difícil que el calor
provocado por el tallado, la aplicación de sustancias químicas, el secado o la
colocación de cualquier material restaurador produzca daño. Con 1.5mm de dentina
remanente aparecen modificaciones en la capa odontoblastica. A medida que
disminuye el espesor de la dentina aumenta la intensidad de las respuestas pulpares.
Con menos de 0.5mm el calor generado por el tallado cavitario puede llegar a provocar
hasta la quemadura pulpar.

La profundidad excesiva también produce el debilitamiento del piso pulpar y su flexión


entre las cargas oclusales provoca dolor.

La preservación de un buen espesor de dentina en el piso de la preparación es más


importante para la salud de la pulpa que cualquier acción posterior destinada a
protegerla.
En cavidades profundas las fuerzas provocadas por el condensado de la amalgama
puede producir inflamación pulpar. En un estudio clínico sobre las respuestas
pulpares a la condensación, tanto manual como mecánico de la amalgama, Swerdlow
y Stanley encontraron densas acumulaciones de neutrófilos entre la predentina y la
capa odontoblastica. En muchos casos, la cantidad de neutrófilos fue suficiente como
para separar la capa odontoblastica de la predetina y presionarla dentro de la
profundidad del tejido pulpar.

Las respuestas pulpares solo aparecen cuando la concentración ocurre sobre los
túbulos dentinarios recién cortados, no es aquellos casos en los que existe dentinas de
reparación inducida por procesos de caries o restauraciones.

Igualmente, la contracción de polimerización de los composites tienden a producir la


separación de la restauración de las paredes dentinarias, lo que origina una brecha a
través de la cuales produce filtración marginal. La utilización de los sistemas adhesivos
previene en gran medida esta separación. Pero entonces, ala contraerse el composite
las cúspides se flexionan y la pieza queda en tensión y con sensibilidad. También se
producen fisuras en el esmalte

Por otro lado, las fuerzas oclusales excesivas, ocasionales o repetidas, pueden
ocasionar alteraciones pulpares como calcificación intrapulpar, pulpitis y necrosis.
Cuando una restauración queda por encima del plano oclusal, el trauma repetido da
como resultado sensibilidad pulpar posoperatoria .Esto ocurre con mayor frecuencia e
intensidad con las restauraciones de composite por dos razones: a) por la dificultad de
eliminar los excesos debido a su color similar al diente, debemos recordar que los
materiales resinosos no han sido aún recomendados por los fabricantes como
recubrimiento pulpar directo o pulpectomia , a pesar de los resultados positivos que
han observados al utilizarlos sobre la pulpa de animales , como ratas y monos.

Con respecto a los irritantes bacterianos puede originarse: a) por restos de tejidos
cariados, b) por no eliminar el barrio dentinario y c) por filtración marginal.

La forma de avance de las caries determina que al llegar a la dentina la lesión se


extiende rápidamente en forma lateral a través del límite amelodentinario.

A lo largo, durante muchos años, se consideró que todos los materiales de


restauración, en mayor o menor medida, eran nocivos para la pulpa. Esta creencia
fundamento en parte la colocación sistémica de una base previa a la restauración.

Todos los materiales de protección y restauración bien manipulados y aplicados dentro


de las condiciones clínicas para las cuales fueron recomendados por los fabricantes
son bien tolerados por la pulpa en ausencia de infección; la irritación química es
secundaria a la filtración bacteriana.

Es aconsejable que se utilicen soluciones detergentes y microbicidas como el tubulicid


o las usadas como colutorios bucales, que son efectivas sin resultar lesivas para la
pulpa.
Por otra parte, el barro dentinario producido durante el tallado cavitario actúa como
una protección natural sobre la superficie cortada, ocluyendo los túbulos con los
detritos que forman verdaderos tapones. En la técnica de grabado total se utilizan
acondicionadores ácidos que eliminan totalmente el barro dentinario, abren los túbulos
y desmineralizan la dentina intertubular, esto vuelve más permeable la dentina y
facilita la difusión de agentes irritantes hacia la pulpa.

No obstante, la dentina puede ser grabada si se efectúa el sellado inmediato con un


sistema adhesivo que proteja la pulpa de la filtración, el sistema adhesivo cierra los
túbulos abiertos formando tapones de resina y penetra en la zona intertubular
completando el sellado mediante la hibridación de la dentina.

De todos modos, la capa hibrida no debe ser considerada como una barrera
absolutamente impermeable, posee zonas porosas a través de las cuales se produce
cierto grado de filtración.

Por otro lado, el uso de los anclajes dentinarios es riesgoso tanto por la posibilidad de
exponer inadvertidamente la pulpa como las microfracturas dentinarias provocadas
durante su inserción; con las técnicas adhesivas actuales estos anclajes han caído en
desuso.

Entre las sustancias que al ser aplicadas incorrectamente podrían resultar irritantes
para la pulpa podemos considerar: los antisépticos y limpiadores cavitarios, los ácidos,
primers y adhesivos y los materiales de protección y restauración.

Hay que denotar que los antisépticos y limpiadores cavitarios, antes de colocar el
material de restauración es indispensable eliminar los restos dentarios adheridos a las
paredes cavitarias para lograr su correcta adaptación y evitar la filtración marginal.

También es necesario tratar la dentina con alguna solución antiséptica, para actuar
sobre los microorganismos residuales.

Es importante saber, que el lavado con agua a presión permite desalojar la mayor
parte de los restos de las paredes cavitarias, pero para eliminar los más adheridos se
necesitan sustancias químicas como el ácido cítrico al 50%, EDTA, hipoclorito de
sodio al 5%, que se aplican durante 15 o 20 segundos. Estas sustancias favorecen en
la adaptación del material de restauración en el esmalte y en la dentina aumentan el
diámetro de los túbulos por la desmineralización que provocan.

Con respeto a no eliminar el barro dentinario, la dentina recién cortada, con barro
dentinario en su superficie se considera como una herida infectada. El lavado con
agua a presión como anteriormente lo mencione arrastra gran cantidad de los detritos
y polvillo suelto sobre la superficie.

Sin embargo, no es suficiente para eliminar los restos dentarios más adherentes, que
están contaminados por microorganismos. Estos segregan toxinas y deben ser
eliminados del interior de la preparación antes de proceder a su restauración.

Las bacterias residuales en el barro dentinario pueden reproducirse y provocar un


problema clínico a distancia. Brannstrom sugiere el uso de una solución detergente y
microbicida (tubulicid) para eliminar las bacterias que pueden haber subsistido
después del procedimiento operatorio de la preparación cavitaria. También pueden
utilizarse soluciones hidroalcoholicas de colutorios bucales.

Estas soluciones tienen un agente tensioactivo que reduce la tensión superficial de los
tejidosy favorece su penetración y un antiséptico (hexetidina o clorhexidina) que inhibe
el crecimiento bacteriano. La utilización de este tipo de sustancias no interfiere en los
mecanismos adhesivos.

Cuando se realiza grabado total, el propio acido aplicado sobre la dentina elimina todo
el barro dentinario.

Así mismo, el ácido ejerce cierta acción antimicrobiana (propiedad que también reúnen
algunos adhesivos, aunque tal vez no la suficiente como para prescindir del uso de
soluciones antisépticas).

Aparte, la filtración marginal es la causa más frecuente de sensibilidad posoperatoria,


caries recurrente y fracaso de la restauración.

Debido a la contracción de la polimerización, cambios dimensionales, solubilidad, falta


de adhesión u otros factores, los materiales de restauración muchas veces no logran
cerrar herméticamente la cavidad que obturan. La brecha existente entre la pared
cavitaria y la restauración es una vía de entrada de elementos tóxicos y microbianos
que provocan irritación pulpar.

Por último, la eliminación completa de la interfaz diente- restauración es un desafío de


la odontología adhesiva. A pesar de los progresos alcanzados con los materiales,
ninguno provee un sellado absoluto para prevenir la microfiltración. Están en vías de
desarrollo los sistemas adhesivos que sellen los márgenes en dentina y en cemento
tan eficazmente como lo hacen en esmalte.

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