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Código Disciplinario del Abogado

Artículo 22. Causales de exclusión de la responsabilidad disciplinaria.

1. Se obre en estricto cumplimiento de un deber constitucional o legal de


mayor importancia que el sacrificado.

Respecto de esta causal de exclusión de la responsabilidad, la Sala Disciplinaria de la


Procuraduría General de la Nación, se pronunció en el proceso con radicado 161 – 5272
(IUS 2009 – 402663) señalando que esta causal también es llamada “colisión de deberes”
y que ha sido entendida como el choque que puede darse entre un deber funcional y un
deber personal.
Por medio de la decisión del 11 de junio de 2013 con radicado 161 - 5263 (IUCD – 878 –
185214), la Sala Disciplinaria. Admitió que esta causal supone la colisión de dos deberes,
de los cuáles uno importa más que el otro y por eso se justifica el sacrificio del segundo.
Dicho de otro modo, esta causal se traduce en una obligación de actuar para el servidor
público, autorizándolo para concretar un comportamiento en el que salva un deber y omite
otro, a pesar de que esta conducta se consagre como una falta disciplinaria.
Caso: un juez de montería fue llamado a audiencia ante el consejo superior de la
judicatura en sala disciplinaria, por haber compulsado copia al abobado (x) que se
encontraba en una causal de responsabilidad disciplinaria, el juez no asistió al consejo
superior y posteriormente le abrieron una investigación disciplinaria debido a su
inasistencia, el juez como prueba para su exclusión de responsabilidad aporto al proceso
cuatro (4) fallos de acciones de tutela provisional que si bien, el termino para resolver
estas acciones son de 24 horas, ellas llegaron al despacho el día anterior a la audiencia
que realizo el consejo superior de la judicatura en el cual fue llamado.

2. Se obre para salvar un derecho propio o ajeno al cual deba ceder el


cumplimiento del deber, en razón de la necesidad, adecuación,
proporcionalidad y razonabilidad.

Acerca de esta causal, la Procuraduría Delegada para la Vigilancia Administrativa por


medio del fallo sancionatorio de primera instancia con fecha del 17 de agosto de 2010 con
radicado 2008 – 24253.
Manifiesta que para que pueda admitirse esta colisión de derecho-deber, es fundamental
tomar en consideración que esta se forma cuando deberes y derechos inherentes a la
función pública entran en pugna, situación en la que se está en el marco de lo lícito, es en
sede de culpabilidad toda vez que no le era exigible otra conducta. Sumado a lo anterior,
la Procuraduría, citando a la doctrina ha aceptado que para que opere esta causal deben
satisfacerse unos requisitos.
Fallo de segunda instancia del 22 de marzo de 2006, con radicación Nº 030-133604-05,
sostuvo que en esta causal, el agente se enfrenta a una situación en la que peligra un
bien legítimamente protegido, que solo puede ser salvaguardado lesionando otro bien
jurídico. Así, dicha circunstancia envuelve varios elementos tales como el peligro para el
bien jurídico; el conocimiento de ese peligro por parte del autor, la gravedad, actualidad o
inminencia del peligro; y la exterioridad entendida en el sentido de que el actor no debió
ser quien haya desatado el peligro y no debe tener el deber jurídico de afrontarlo.
Caso: el abogado (x) tenía una audiencia el día 24 de abrir a las 10 am. Cuando estaba a
punto de salir de su casa para el despacho, su señora madre sufrió un infarto por el cual
la llevo de inmediato a la clínica más cercana y la acompaño por el resto del día.
Debido a su inasistencia le abren un proceso disciplinario ante el consejo superior de la
judicatura, debido al cual el abogado (x) aporta prueba de la historia clínica de su señora
madre y debido a este hecho actuó para salvaguardar el derecho a la vida de su madre,
este suceso se adecua a los principios de proporcionalidad, razonabilidad y necesidad.

3. Se obre por insuperable coacción ajena o miedo insuperable.

Respecto de la insuperable coacción ajena, los servidores públicos pueden verse


obligados a faltar a sus deberes funcionales, cuando material o moralmente se ejerce en
su contra fuerza física o psíquica, actual e insuperable que los conduce a un
comportamiento que lesiona a la Administración. Esta causal prevé el evento en el que un
tercero “determina psicológicamente al servidor público para que realice determinada
conducta”. El tercero es un sujeto que ejerce presión externa y la coacción que realiza
puede expresarse en violencia física, presión psicológica o chantaje entre otros
comportamientos que le inducen al funcionario a cometer la falta disciplinaria objeto de
investigación, por lo que para exonerarse de responsabilidad deberá probar la existencia
real y cierta de tal coacción y su insuperabilidad.
Es posible que la coacción a la que sea sometido el funcionario público, y en virtud de la
cual faltó a su deber, no alcance el grado de insuperable, caso que no lo eximirá de
responsabilidad, pero sí será una circunstancia que deba tenerse en cuenta al momento
de la calificación de la falta, el grado de reproche y la sanción pertinente.
Caso: en un proceso penal, donde el abogado de la defensa juan Pérez, salió de la sala
de audiencia “sin terminarse esta” dejando a su defendido sin abogado en tal proceso.
Debido a lo anterior se inicia un proceso disciplinario ante el consejo superior de la
judicatura, proceso en que el abogado fue absuelto, por demostrarse que había sido
amenazado en reiteradas ocasiones a este ya a su familia.

4. Se obre con la convicción errada e invencible de que su conducta no


constituye falta disciplinaria.
Está exento de responsabilidad disciplinaria cuando realiza la conducta constitutiva de la
falta con la convicción errada e invencible de que su conducta no constituye falta
disciplinaria. Esta causal ha sido estudiada por la doctrina que ha otorgado su propia
interpretación, tomando como base lo expuesto por el Derecho Penal frente al error de
prohibición, “En sentido jurídico un error de prohibición no solo es invencible cuando la
formación de dudas era materialmente imposible, sino también cuando el sujeto poseía
razones sensatas para suponer el carácter permitido de su hecho, de modo que la actitud
hacia el Derecho que se manifiesta en su error no precisa de sanción.
Caso: el funcionario de la defensoría del pueblo (x) mientras se presentaba una
audiencia de imputación de cargo al señor (y), el abogado (x) se dirigió al fiscal con
palabras denigrantes. Por lo anterior se le compulsan copia ante el consejo superior de la
judicatura en sal disciplinaria, por lo que el abogado (x) aporto prueba de que tiene
problemas con su salud por cuanto a que se le alteran los nervios y este no los puede
controlar y esta alteración no lo deja hacer uso de su razón en su sano juicio.

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