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Señor
Cali
ALBERTO HINCAPIE ANGEL, mayor de edad, identificado como aparece al pie de mi firma,
haciendo uso de los recursos legales y constitucionales que la ley me otorga, solicito a este
despacho, comedidamente, se investigue la actuación de la entidad Colombiana de Pensiones
“COLPENSIONES” frente a las pretensiones en material pensional que tengo y que a raíz de la
demora desproporcionada en producir respuestas de fondo han incurrido en violaciones de
derechos fundamentales como el de petición y debido proceso administrativo que hacen que
usted como juez Constitucional deba intervenir para poner los correctivos a que haya lugar. Lo
anterior con fundamento en los siguientes hechos y derechos.
HECHOS
Una vez cumplí los requisitos de edad y semanas cotizadas que contempla la normatividad
colombiana, radique ante el Seguro Social hoy Colpensiones, solicitud de pensión de vejez el dia 09
de junio de 2011, por haber aportado más de 1000 semanas y ser mayor de 60 años. Ante la
demora superior al año para resolver mis pretensiones laborales, presente derechos de petición, a
fin de que se actualizara mi historia pensional ya que no aparecía reflejada en la misma el tiempo
que labore para la empresa FLOTA MERCANTE GRAN COLOMBIANA, tiempo que sumado a los
demás hace que cumpla con el requisito de 1000 semanas cotizadas contempladas en el artículo
36 de la Ley 100 de 1993. A la fecha de liquidación del Seguro Social (30 de septiembre de 2012), y
de entrada en vigencia Colpensiones, no obtuve respuesta alguna de parte de la citada entidad, a
pesar de que desplegué actuaciones en sede judicial ( interpuse una acción de tutela), y en sede
administrativa (presenté varios derechos de petición).
Hoy Col pensiones, teniendo mi expediente, estando vinculada por desacato, no ha actualizado mi
historia laboral reconociendo el tiempo que labore para la Flota Mercante Gran colombiana. Es
más, resolvieron en marzo de 2013 con una resolución donde se me niega el derecho a mi pensión
de vejez por no acreditar sino 848 semanas cotizadas, lo cual no es cierto de acuerdo a las pruebas
que anexo.
Al respecto cabe aclarar que me opongo a la anterior decisión por cuanto la entidad accionada no
ha manifestado cual es el total de las semanas cotizadas con la FLOTA MERCANTE
GRANCOLOMBIANA y en el fundamento de derecho que presente a la entidad incluí los Decretos
reglamentarios acerca de la conmutación pensional; razón por la cual considero que Colpensiones
no ha dado una respuesta clara, concisa y de fondo, razón por la cual solicito no se desvincule a la
entidad accionada del incidente de desacato.
Sentencia T-265/07
I. ANTECEDENTES.
El señor Isaías Fuentes Calderón presentó acción de tutela el 30 de junio de
2006, que por reparto correspondió al Juzgado Cuarenta y Tres Penal del
Circuito de Bogotá, por los hechos que a continuación son resumidos:
A. Hechos y relato del demandante.
El actor afirma haber trabajado para la Flota Mercante Gran Colombiana, S.
A., (hoy en liquidación), desde febrero 19 de 1969 hasta mayo 5 de 1990; en
la Secretaría de Tránsito y Transporte de Bogotá, de abril 28 de 1992 a mayo
30 de 1995; en el Consejo de Bogotá durante 270 días y finalmente cotizó
como independiente 120 días.
Al considerar que había cumplido los requisitos legales de edad (60 años) y
1.000 semanas exigidas, para obtener el reconocimiento y pago de la pensión
de jubilación, elevó el 14 de septiembre de 2004 la respectiva solicitud ante el
Instituto de Seguros Sociales - Departamento de Atención al Pensionado.
El Seguro Social profirió la Resolución Nº 004087 de febrero 22 de 2005,
negando la prestación económica solicitada, al considerar que sumadas las
cotizaciones realizadas al ISS y a otras instituciones de previsión social, el
actor había efectuado aportes por 939 semanas, que equivalen a 6.579 días,
período que en los términos del artículo 33 de la Ley 100 de 1993 resultaba
insuficiente para acceder a la pensión mencionada.
Interpuso recurso de apelación contra ese acto administrativo, solicitando se
tuviera en cuenta el tiempo laborado en el sector público y en la Flota
Mercante, que se resolvió confirmando la decisión anterior, mediante
Resolución Nº 000409 de marzo 22 de 2006.
Agrega que en el Seguro Social sólo aparecen cotizadas 939 semanas de las
1.299 laboradas, habiéndose omitido el tiempo trabajado a bordo de los
buques la Flota Mercante, que corresponde a 360 semanas, porque esa
empresa no ha entregado las cotizaciones adeudadas y sobre ellas el ente
accionado no ha efectuado gestión alguna de cobro.
En muchas oportunidades esta corporación [1] ha sostenido que la seguridad social se torna
fundamental, por conexidad con otros derechos que lo son per se y el desconocimiento de aquél
pueda poner en peligro, por ejemplo, la vida, la dignidad humana, la integridad física y moral, el
libre desarrollo de la personalidad, etc.
En sentencia T-927 de 2002 (octubre 31), M. P. Álvaro Tafur Galvis, esta Corte reiteró lo siguiente:
No es válido el argumento del ISS de que el único modo de contabilizar el tiempo laborado en la
Flota Mercante en el mar (360 semanas), sería bajo los parámetros de la Ley 797 de 2003, que
establece que el cómputo será procedente siempre y cuando el empleador o la caja, según el
caso, trasladen, con base en el calculo actuarial, la suma correspondiente del trabajador que se
afilie, a satisfacción de la entidad administradora, representado por un bono o título pensional,
para negar el reconocimiento de la pensión pedida.
Por el contrario, es fundado inferir, según todo lo analizado en precedencia, que los requisitos
legales para el reconocimiento de la prestación fueron debidamente cumplidos por el
demandante (edad y tiempo) y corresponde entonces al Instituto de Seguros Sociales tramitar lo
correspondiente al bono pensional, sin imponer al actor el deber de reclamarlo ante la
jurisdicción ordinaria, porque constituiría una carga desproporcionada, contraria a la eficacia
material de los derechos fundamentales invocados.
Por tanto, se impone conceder el amparo constitucional, de manera definitiva al no resultar eficaz
y oportuno el mecanismo judicial ordinario de defensa, frente a las circunstancias particulares del
actor en el caso concreto, en cuanto el perjuicio que viene sufriendo por la ausencia de medios de
subsistencia y ser ostensible el quebrantamiento de sus derechos a la seguridad social y al mínimo
vital, que adquieren categoría de fundamentales y le hacen merecedor de la especial protección
del Estado, ante la debilidad manifiesta en que se encuentra quien justamente aspira a que se le
reconozca su pensión de vejez.