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¿Quién has decidido ser?
Crecer requiere invertir la línea causal de nuestros procesos
psicológicos. En esta tarea la autodisciplina será nuestra mejor
compañera de viaje; sólo así lograremos ser quienes realmente
queremos ser.
Efrén Martín, Gerente de FVM y Profesor de la Universidad de Deusto
INTRODUCCION
“Poder sin límites” y Continúa ampliándose el arsenal de
herramientas de desarrollo personal
“Controle su destino” en Programación NeuroLingüística,
son obras que… Inteligencia Emocional, Gestión
por Competencias y del Conoci-
marcan la diferencia. miento, Coaching, etc. La tesis de
este artículo es sencilla: La filosofía
y herramientas para el desarrollo
personal y obtención de resultados
son un buen apoyo, pero no harán
La segunda fue escrita por nosotros el trabajo de auto-
transformación que nos correspon-
por Tony tras atravesar de: concluir el proceso de convertir-
una aguda crisis nos en personas.
profesional y supone su
resurgir profesional, 1. PRIMERA PARTE:
ELEMENTOS DEL SISTEMA
como Ave Fénix, de las
Carecemos de manual de instruc-
cenizas. ciones para la herramienta más po-
tente a nuestra disposición: el pro-
pio cerebro, una «caja negra» que re-
cibe el input ambiental y provoca
acciones a través de un complejo
El siguiente texto sistema neuronal que apenas co-
surgió tras la lectura menzamos a conocer.
de ambos libros, de los Hipócrates dejó escrito: «Los hom-
bres deberían saber que de ningún
que no pretende ser lado más que del cerebro provienen
resumen, sino efecto. las alegrías, deleites, risas, bromas y
pesares, tristezas, depresiones y la-
mentaciones. Y mediante esto, en un
modo especial adquirimos la sabidu-
ría y el conocimiento, y vemos y oí-
mos y sabemos qué es lo malo y qué
es lo bueno, qué es lo dulce y qué lo
desagradable. Por el mismo órgano
nos volvemos locos y delirantes, y
nos asaltan miedos y terrores algu-
nos por la noche y otros durante el
día, y los sueños y los vagabundeos
sin fin, y las preocupaciones que son
nada adecuadas, y la ignorancia de
las circunstancias del momento, la
grosería y la falta de habilidades.
Todas estas cosas le debemos al ce-
rebro cuando no está sano… o cuan-
do sufre cualquiera otra aflicción
inusual o preternatural».
Toda nuestra vida es resultado
del funcionamiento de esta «lámpa-
ra maravillosa», que contiene genios
diversos. Veamos en proceso lineal
–y por ello inexacto–, el funciona-
miento de sus principales elementos
(figura 1).
Sucesos físicos y sociales
El cerebro necesita estimulación
externa para funcionar, precisa de
un entorno que le alimente y desa-
fíe. Según Bernard Shaw, la dife-
rencia entre las personas sensatas y
las insensatas es que las primeras
se adaptan al mundo, mientras que
las segundas pretenden lo contrario,
y es en este espíritu rebelde donde
reside el progreso humano. Pero,
¿cuál es la realidad a la que adap-
tarse o controlar? Imposible encon-
trar una respuesta definitiva ya
que, para cada generación, la reali-
dad toma un nuevo aspecto, dibuja-

do por la paleta de una nueva cultu-
ra y tecnología. Si se produjese un
desastre apocalíptico y todo fuese
destruido, salvo una pequeña pobla-
ción humana, ¿cómo sería el mundo
en dos o tres generaciones? Refle-
xiona un instante. Sin investiga-
ción, televisión, internet y la bolsa,
¿el ritmo del cambio sería el actual?
No. Esto deja clara una cosa: no
cambia el mundo ni sus leyes, cam-
biamos nosotros. La calidad siem-
pre ha existido, lo reciente es nues-
tro compromiso con ella.
Centrémonos, por tanto, en lo
que podemos cambiar, compren-
diendo en primer lugar la importan-
cia de los elementos que componen
nuestro proceso interno para repre-
sentar y responder a la realidad.
Sensación
Los cinco sentidos nos conectan
con el mundo y tenemos/somos un
organismo biológico que, si cuida-
mos bien, emitirá y recibirá las suti-
les señales que nos conectan con
nuestro entorno físico y social. ¿Có-
mo concentrarse en la tarea o mos-
trar y recibir afecto si estamos can-
sados?, ¿cómo enfrentarse a un au-
ditorio sin una previa y profunda
respiración? ¿Es factible convencer
sin la mirada, gesto, tono, movi-
miento o postura adecuado?
Desde el cimiento de una sana fi-
siologia facilitamos ordenar las ide-
as y eliminar tensiones emociona-
les. Tras una sesión de ejercicio bien
realizado, ¿has observado una nueva
perspectiva y que el nuevo tono ha
serenado tu mente, aclarado tus
pensamientos y calmado tus emo-
ciones? Muchas buenas ideas ama-
necen tras el reparador descanso.
Podemos privarnos de una dieta
saludable, ejercicio y sonrisas, pero
En lugar de atesorar los momentos inolvidables, que la vida
suele dar gratis, nos dedicamos a desear más dinero;
evitando gastarlo gracias a que nuestro temor también ha
sido condicionado para disparar se ante peligros imaginarios
FIGURA 1. Elementos del crecimiento personal
a costa de complicar más los si-
guientes pasos y sobrecargar otros
elementos del sistema (por favor, no
empieces a hacerte promesas ahora.
Será más útil al final).
Percepción
¿Cómo creamos nuestras imáge-
nes de la realidad? Parece mentira
que siendo algo tan nuestro, algo
que estamos utilizando ahora mis-
mo para comprender este párrafo,
no sepamos describir el pensamien-
to con absoluta certeza. La mente
integra las sensaciones/datos, en re-
presentaciones/percepciones visua-
les y verbales fundamentalmente.
Crea conjuntos, con los anteriores
elementos aislados, dedicándose a
la construcción de significados, cuyo
sabor emocional describiremos en el
siguiente apartado.
El lenguaje simbólico, especial-
mente el verbal, tiene un papel cen-
tral: las palabras nos permiten
construcciones adicionales, regis-
trar información en la memoria y
comunicarnos. Los límites de nues-
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tro lenguaje son también los límites
de nuestra percepción, creencias,
identidad, valores y decisiones. Diri-
ge además nuestras reacciones emo-
cionales y físicas. Nuevas ideas re-
quieren nuevos lenguajes y enrique-
cer el lenguaje es fundamental para
ampliar nuestra personal visión del
mundo.
Resulta realmente difícil gobernar
la mente, aunque su funcionamiento
se reduce a un monólogo interno, de
preguntas y respuestas, similar al
que mantenemos exteriormente. Ha-
cerse preguntas estimulantes es la
clave para dirigir la atención en la
búsqueda de nuevas respuestas (no
por casualidad el título de este artí-
culo es una interrogación).
Emoción
Más que intelectuales somos se-
res emocionales, que buscan «sen-
tirse bien», evitando el dolor y con-
siguiendo placer. Nuestra vida está
anclada a objetos, comportamientos
y situaciones, no necesariamente
los más convenientes. ¿Por qué?
Porque estamos socialmente condi-
cionados. ¿Cómo? Por sustitución
de estímulos.
Tras una asociación de estímulos
suficientemente frecuente e intensa,
aprendemos que un coche, un cargo,

El sentido de autocompetencia y las expectativas de
éxito/fracaso son también determinantes para impulsarnos a
la acción. Sin ellas, nos inhibimos y vivimos en el terreno de
los sueños, ilusiones, buenas intenciones y decepciones
un título, una forma de vestir y
comportarse, nos provocará un sen-
timiento de valía y consideración so-
cial (aunque «realmente» nos lleve-
mos a matar con el vecino o en la
oficina piensen que somos idiotas).
Son pautas que luego nosotros man-
tenemos inconsciente y mecánica-
mente. En lugar de atesorar los mo-
mentos inolvidables, que la vida
suele dar gratis, nos dedicamos a
desear más dinero; evitando incluso
gastarlo gracias a que nuestro te-
mor también ha sido condicionado
para dispararse ante peligros imagi-
narios.
Desgraciadamente, las emociones
que obtenemos por esta vía de estí-
mulos condicionados no son exacta-
mente iguales a las que podemos
obtener de primera mano, por estí-
mulos «naturales», como el amor, el
auténtico aprendizaje o la satisfac-
ción del trabajo bien hecho. ¿No has
sentido la desazón que provoca una
larga sesión de televisión, cuando
por fin apaga el aparato generador
de «alegría»? Un timo en el que se-
guimos cayendo neciamente.
Creencias
¿Cómo resumirías la experiencia
de tu vida con una sola palabra?
Con generalizaciones (físicas, inte-
lectuales y emocionales). Muchas de
las certezas que tenemos no lo son
en absoluto, son sólo opiniones, cre-
encias y actitudes, inculcadas so-
cialmente. Incluso tus propias vi-
vencias han sido interpretadas a la
luz del paradigma social imperante.
¿Te gusta el deporte? ¿Por qué sí o
por qué no? ¿Cuál sería tu equipo
favorito si hubieset nacido en otra
zona del mundo? Desde luego no se-
ría el actual. Más aún, ¿quién crees
que serías? Porque, si hay una
creencia importante, esa es la refe-
rida a la propia identidad.
Lamentablemente, no te será fácil
responder a la siguiente cuestión:
¿Quién eres, ahora? Tus experien-
cias y los roles asignados han sido
tan numerosos y variados que po-
drías definirste de mil formas y por
ello de ninguna. Esta es una de las
razones por las que las descripciones
de astrología siempre convencen, es
fácil que nos reflejen en buena medi-
da, dada nuestra complejidad.
Y si no sabes quién eres, ¿cómo
saber lo que te conviene?
Valores
Mediante ensayo y error, la in-
fluencia de modelos y nuestra intui-
ción, nos afanamos por descubrir y
conseguir lo que realmente es im-
portante en nuestra vida. En los va-
lores residen los criterios para ele-
gir metas y medios, así como la base
de todas nuestras decisiones. Guían
nuestros esfuerzos, compensan
nuestros sacrificios y sustentan
nuestro esqueleto psicológico, de
percepción, pensamiento, estado
emocional, identidad y sabiduría.
No solemos detenernos lo sufi-
ciente a evaluarlos porque, como ca-
si todo lo nuestro, se repliega en zo-
na inconsciente y ni se nos ocurre
«levantar el capó» no sea que nos
carguemos algo. La pregunta ¿y si
pierdo algo bueno?, nos desanima
de todo intento.
Decisión
Optar es inevitable. Una decisión
significa aferrarse a una alternativa
entre muchas posibles, descartando
el resto. Es un compromiso cons-
ciente y libremente elegido. Otra de-
nominación es «determinación» o
«voluntad», que actúa desde aquí,
cercana a la acción, pero se sitúa le-
jos de aquí, en la percepción mental,
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condicionamiento emocional, creen-
cias y valores. Peter Senge («la
quinta disciplina») nos recuerda que
causas y efectos no suelen estar cer-
canos, ni en el espacio ni en el tiem-
po, pese a nuestras ilusiones ópti-
cas. Una buena broma de la Natu-
raleza, tan sorprendente como que
la fuerza de Sansón estuviese en su
pelo y no en sus brazos.
El sentido de autocompetencia y
las expectativas de éxito/fracaso son
también determinantes para impul-
sarnos a la acción. Sin ellas, nos in-
hibimos y vivimos en el terreno de
los sueños, ilusiones, buenas inten-
ciones y, por supuesto, inmensas de-
cepciones.
Acción y efectos
Salimos de nuevo a la «superfi-
cie». Lo importante de las acciones
emprendidas es que intervenimos
en el universo que nos rodea, para
recibir las consecuencias de nues-
tras decisiones y de las de nuestros
semejantes. Comprar el boleto es
una condición necesaria, aunque no
suficiente, para que toque la lotería.
Como si de un boomerang gigante
se tratase, el curvo universo nos de-
volverá el golpe con nuevos sucesos,
que pueden demorarse más o menos
en el tiempo.
2. SEGUNDA PARTE: EL
SISTEMA EN PROCESO
AUTOMATICO
En la figura 2 se representa el
proceso encadenado e interdepen-
diente de los anteriores elementos.
Es el relato de lo que supone,
mental y emocionalmente, la vida
sin pleno desarrollo.
– Primer escalón: ¿Dónde está
nuestra vitalidad, nuestra energía?
La alimentación descuidada tiende
a originar una absurda obesidad,
una no menos absurda anorexia, o
diferentes patologías. Por otro lado,
el ejercicio natural está ausente (ha-
cemos responsables al sillón y al as-

censor), o se compensa con sesiones
aniquiladoras de gimnasia. Y mien-
tras tanto, los músculos de la risa
sin ejercitar.
– Segundo escalón: Se atrofia
nuestra curiosidad de tanto distraer
la atención. Hay mil formas de ha-
cer zapping, siguiendo los frenéticos
cambios en moda, diseño, videojue-
gos, música y, por supuesto, Inter-
net. A más a más, es factible cons-
truir y destruir continuamente rela-
ciones, negocios, filosofías y
conceptos de educación y gestión. Al
final, no hay referentes, la desorien-
tación es total y terminamos adap-
tándonos al caos reinante, pidiendo
a los «expertos» que conservan su
capacidad de concentración que nos
cuenten lo que ven.
– Tercer escalón: Los intentos
por ser felices, por sentir placer y
evitar dolor, nos encadenan a la rue-
da del consumo, con un terrible
error: la satisfacción irreflexiva e in-
mediata conlleva frustración a largo
plazo. Siempre. Alcoholismo y dro-
gas son el ejemplo más evidente. In-
cluso en las actividades sanas, como
viajar o los acontecimientos sociales
(cumpleaños, bodas y celebracio-
nes), la búsqueda del disfrute inme-
diato constituye una paradoja: al no
gozar los preparativos, el instante
tan esperado se va tan rápido como
ha llegado, provocando desilusión,
ira y tristeza.
– Cuarto escalón: Ya estamos
preparados para no creer en nada ni
en nadie, ni siquiera en nuestra ca-
pacidad. Hemos intentado tantas
veces un cambio auténtico, con el
mismo número de rendiciones, que
hemos conseguido vacunarnos con-
tra el éxito y condicionarnos para el
fracaso: nuestro inconsciente ha
aprendido que todo intento termina
antes o después en derrota y vuelta
a la rutina. Hemos fortalecido nues-
tra resistencia a transformarnos.
– Quinto escalón: ¿Cuál es el
puerto acogedor que nos espera?,
¿Cuál nuestro faro y valores-guía?
Comodidad, seguridad, sosiego y
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FIGURA 2. El proceso reactivo de ESTANCAMIENTO
tranquilidad. Parece que añoramos caverna», hasta nuestros días, se
el encefalograma plano que tendre- han sucedido muchas sugerencias.
mos algún día. A falta de felicidad, Ya estamos a medio camino de la vi-
bueno parece no sufrir desgracias. da y hay que decidirse por ser amo o
esclavo de los procesos descritos. En
– Sexto escalón: ¿Y las decisio- la figura 3, se indica el inicio.
nes? Inexistentes. ¿Qué determina-
ción y fuerza de voluntad, cabe es- Realiza un acto interno y proacti-
perar en un zoombie? Solamente vo: ser absolutamente consciente de
reacciones a la presión de lo urgente,que uno es mucho más que la suma
tras demorar continuamente lo im- de organismo, ideas, emociones, cre-
portante. Pero nunca un compromi- encias, identidad, valores, decisio-
so libre, consciente y... definitivo. nes o conducta. Asume la propia
responsabilidad de dirigirlos. Tu
Consecuencia final: Una vida –la primera decisión, será recrearte de
única– desperdiciada. Se perdieron nuevo, sin necesidad de empezar de
los sueños de aventura, sustituidos cero, porque todo lo aprendido te se-
por una sorda amargura de posesio- rá útil. A ésta le seguirán «por des-
nes externas. Y aunque parezca in- plome» las siguientes decisiones, lo-
creíble, estas desastrosas consecuen- grando al final nuevos sucesos y
cias fortalecen el comportamiento una significativa diferencia de éxito
que las provoca, instaurándose un y felicidad (ver figura 3).
círculo vicioso y un tropezar dos –y
mil– veces en la misma piedra (más Se concreto, respondiendo a la
vale malo conocido que bueno por co- siguiente pregunta: ¿Quién he deci-
nocer; al fin y al cabo todo el mundo do ser? No se puede contestar con
va por la misma senda). condicionales (quisiera, me gusta-
ría, podría...). Es tu imperativo fun-
En el lecho de muerte muchas damental, tu propia «Carta Mag-
personas desearían empezar de na». Una vez hecha la pregunta, y
nuevo, haciendo las cosas de dife- tomada la determinación de respon-
rente manera, siendo distintas. derla, hay que quemar las naves,
porque ya no hay vuelta atrás.
3. TERCERA PARTE: A partir de aquí, es imprescindi-
INVERTIR EL PROCESO ble cuestionar la propia estructura
de valores. Afortunadamente, los
¿Cómo librarse de la pinza del valores pueden y deben elegirse. No
condicionamiento social y genético, tenemos porqué acomodarnos a la
que dicen los especialistas en felici- jerarquía que tenemos establecida,
dad humana? Desde que Platón sino hacer una profunda reflexión y
describió su metafórica visión de «la preguntarnos: ¿Qué valores tengo

FIGURA 3. CRECIMIENTO proactivo
actualmente y cuáles necesito tener
para llegar a ser todo lo que puedo
ser? (esta excelente sugerencia, en-
tre otras muchas, se la debemos a
Anthony Robbins). Tómate tiempo,
papel y lápiz, y empieza a trabajar
en la elevación de tí mismo.
Ve después a por las creencias,
sobre todo las referidas tu identi-
dad. Ataca los aspectos que te de-
bilitan, inundándolos con datos que
promuevan la duda. Fortalezca los
que te capaciten, sumando datos
hasta una total convicción. El ser
humano tiene una necesidad espe-
cial de autoconsistencia y coheren-
cia. Cambiando nuestro autoconcep-
to, ¡y ten fe ciega en que puedes
hacerlo!, le seguirán multitud de
cambios, de actitud y comporta-
miento, para acomodarse a la nueva
identidad.
Prosigue, con más cambios simbó- sobre todo, continúa haciéndose pre-
licos que te motiven. Para alterar el guntas altamente capacitadoras,
condicionamiento emocional, com-
prométete a renunciar a algún há-
bito que te gusta pero sabes que en el preguntó ¿qué puedo aprender de
fondo te perjudica, asociando al mis- esto? y no ¿Señor, por qué a mí?
mo un fuerte malestar, insistente-
mente. Representa en su mente, con come de forma sana. Respira y ríe,
gran intensidad emocional, lo que
vas a ganar y a sentir manteniendo
dicho comportamientos (nada) y en
lo que vas a perder por no cambiarlo
(todo). Asóciale además la repug-
nancia que te provocan otros objetos
o comportamientos. Recuerda tam-
bién la incompatibilidad con tu nue-
va identidad, y repite y repite hasta
ganar. Después, asocia satisfacción
y placer a otro comportamiento o sa-
na actividad que sustituya al ante-
rior: deporte, pasear, leer, escribir,
etc. Cuando lo logres, descubrirás,
quizá por primera vez en tu vida, el
regocijo de crecer y liberarte emo-
cionalmente.
Dirige tu atención también a
construir un nuevo guión para tu
vida, márcate grandes objetivos y
cultiva la curiosidad frecuentando
la lectura de los clásicos y los auto-
res actuales que merecen la pena.
Experimentarás otros mundos. Pero
emulando a Isaac Newton, quien al
caerle una manzana en la cabeza se
Haz deporte, no seas sedentario y
además de dormir lo necesario.
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¿Qué cambiará con esto? Cuando
inicies el camino que te propongo,
volverás a pasar por las mismas si-
tuaciones, pero tu visión será dife-
rente, ya que seguirás creciendo co-
mo persona, sin estancarte. Conver-
tirse en persona, provoca un suceso
adicional: Tu experiencia y ejemplo
te capacitará para ejercer el lideraz-
go sobre tus semejantes. Podrás
guiarles en la toma de decisiones,
ayudarles a elevar sus valores, a
transformar sus creencias e inducir-
les a aceptar sacrificios como condi-
ción necesaria para beneficios poste-
riores, además de cambiar sus per-
cepciones. Y podrás utilizar con
verdadera sabiduría las técnicas de
que hablábamos en la introducción,
sin convertirlas en fallidas modas,
porque sólo funcionan para quien
sabe disciplinarse y mantenerse fiel
a un proceso estable, sin realizar ac-
tos aislados. Todo cambia si perse-
veramos.
Quizá te desanime pensar que la
tarea será larga y pesada para de-
sandar todo el camino recorrido.
Nada de eso. Lo erróneamente vivi-
do juega a tu favor, en forma de
puertas que ya no hay que abrir.
Una persona puede tardar diez años
en conseguir la titulación y recono-
cimiento para llegar a ser cirujano;
cuando por fin ejerce plena respon-
sabilidad y dirige una operación, és-
ta durará unas horas, pero no años.
Los cambios son siempre inme-
diatos, si decides que así sea, y
la rapidez de avance es mucho ma-
yor de la esperada, porque ahora irás
en línea recta mientras antes sim-
plemente girabas sobre tí mismo.
Si tu vida no cambia, pregúntate
¿qué estoy haciendo para lograrlo o
para impedirlo?. No culpes al mundo,
ni a sus temores. Finalmente, si es-
te artículo te ha impulsado a tomar
tu decisión de cambio, estoy seguro
de que encontrarás un nuevo y mag-
nífico rumbo, por el mero hecho de
indicar nuevas coordenadas a tu ce-
rebro y liberar tu atención de inúti-
les distracciones. Vayas donde vayas,
te deseo buen viaje. ❑