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DICTAMENES RELACIONADOS
FUENTES LEGALES
Ley 18575 art/7 Ley 18834 art/61 lt/c ley 10336 Res 236/98 CONTR Ley 18834 art/140
inc/3
MATERIA
DOCUMENTO COMPLETO
Se han dirigido a esta Contraloría General los señores Enrique Canales Valenzuela y José
Mella Segovia, en representación de don Iván Beltrán Norambuena, ex funcionario del
Gobierno Regional de la Región del Libertador General Bernardo O’Higgins, para reclamar
por la demora en la resolución de los recursos de reposición y jerárquico en subsidio, que
habría presentado en contra de la toma de razón de la resolución N° 33, de 2011, del
aludido organismo, a través de la cual se aplicó al señor Beltrán Norambuena la medida
disciplinaria de destitución.
Al término del referido proceso, y de acuerdo a las normas que regulan esta clase de
procedimientos, contenidas en la ley N° 10.336, de Organización y Atribuciones de esta
Institución Fiscalizadora, y en el Reglamento de Sumarios Instruidos por la Contraloría
General de la República, aprobado por la resolución N° 236, de 1998, de este origen,
mediante la resolución exenta N° 292, de 28 de octubre de 2010, el respectivo Contralor
Regional propuso al entonces Intendente de la señalada Región, que se aplicara al
inculpado la medida disciplinaria de multa de un 20% de su remuneración mensual.
Por su parte, en lo que atañe al reclamo del ocurrente, en orden a que, para elevar la
gravedad de la medida a aplicar, la superioridad consideró la existencia de un
procedimiento sumarial no afinado, cumple con señalar que, conforme se aprecia tanto de
la resolución exenta N° 67, de 2011, como de la resolución N° 33, de igual año, la jefatura
superior de que se trata justificó la decisión definitiva adoptada, principalmente, en
atención a dos antecedentes, el primero, en que, si bien la investigación se centró
principalmente en el pago indebido de la mencionada factura N° 187, de 2008, en
definitiva se acreditó el pago erróneo de otras dos, cuya cesión también habría sido
notificada al Gobierno Regional, comunicación que, según aparecería del sistema de
tramitación interna de ese Servicio, fue despachada a la unidad que el inculpado dirigía, y el
segundo, en la existencia de un sumario administrativo en trámite, en el cual se
investigarían otras supuestas infracciones del señor Beltrán Norambuena.
Ahora bien, en lo que se refiere al segundo fundamento ponderado por esa autoridad, y
considerando que, conforme a los registros de este Ente Contralor, el procedimiento a que
alude la superioridad no se encuentra afinado, es dable señalar que, en virtud del principio
de presunción de inocencia que impera en todo proceso sumarial, la calificación agravada
de la conducta en razón de ese antecedente no se ajustó a derecho, por lo que el reclamo
deducido en este aspecto debe ser acogido.
Igualmente atendible es la alegación del ocurrente, relativa a que la jefatura superior que
posee la potestad disciplinaria imputó también a su representado, el haber faltado a la
obligación que le asistía de ejercer el control jerárquico sobre el personal de su
dependencia, lo que quedó así establecido en el considerando 18 de la precitada resolución
N° 33, de 2011, por cuanto, al no haberse reprochado ese supuesto incumplimiento en el
sumario sustanciado, su inclusión en esta etapa es improcedente.
Siendo ello así, esa autoridad deberá dejar sin efecto la aludida resolución N° 33, del año
en curso, retrotrayendo el proceso a la etapa de pronunciarse sobre la proposición
efectuada por la sede regional de este Organismo de Control, de modo de analizar
nuevamente el mérito de las diversas probanzas reunidas en la investigación y las defensas
opuestas por el sumariado, evaluando de modo objetivo las circunstancias que incidan en la
opuestas por el sumariado, evaluando de modo objetivo las circunstancias que incidan en la
fijación de la medida disciplinaria que corresponde aplicar en su caso.
Sobre este punto, es oportuno recordar que la destitución implica que el empleado
afectado no puede volver a prestar servicios en algún organismo de la Administración
Pública, sino una vez transcurridos, en términos generales, 5 años desde su aplicación, y
mediando, además, decreto supremo de rehabilitación, razón por la cual, en el dictamen
N° 17.746, de 2009, este Organismo Contralor concluyó que, atendida la magnitud de los
efectos jurídicos y de hecho de aquella medida, para que pueda ser legítimamente aplicada
es exigible que del mérito del sumario aparezca, indubitada e irrefutablemente, que no
existe otro castigo que sea correspondiente a la falta funcionaria; es decir, que la única
sanción que pueda ser ordenada atendida la magnitud de la acción indebida, sea el
alejamiento del Servicio.