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Página3 de12Los juicios facticos son verdaderos o falsos, pero al ser juicios morales

expresiones desentimientos o actitudes, no son ni verdaderos ni falsos. Usamos los juicios


morales nosolo para expresar nuestros propios sentimientos o actitudes, sino
precisamente paraproducir tales efectos en otros.Así el Emotivismo es una teoría que
pretende dar cuenta de todos los juicios de valorcualesquiera que sean.En cuanto al
Emotivismo, Stevenson, el expositor individual más importante de esta teoría,afirmó que la
proposición “esto es bueno”, significa aproximadamente lo mismo que “yoapruebo esto, hazlo
tú también”.El Emotivismo fracasa por lo menos por tres tipos diferentes de razones: (1) Si la
teoríaquiere elucidar el significado de ciertas clases de proposiciones por referencia a
sufunción, una parte esencial de la teoría debe consistir en identificar y caracterizar
lossentimientos y actitudes en cuestión. Sobre esto guardan silencio y quizá
sabiamente.Sentimientos y actitudes de aprobación son la respuesta. (2) Como
aprobación moral,caen en un círculo vicioso. (3) Otras razones para rechazarla es que el
emotivismo, enprincipio, puesto que se dedica a caracterizar como equivalentes en
cuanto a sussignificado dos clases de expresiones, que son de preferencia personal y
expresionesvalorativas. Esto no es un error, es un error que pide explicación. Lo que señala
dóndedebería buscarse la expresión se funda en un tercer defecto de la teoría
emotivistaconsiderada como teoría del significado.No hemos de limitarnos a estas objeciones
para rechazar la teoría emotivista, sino que nosinteresa considerar si debería haber sido
propuesta más bien como una teoría sobre eluso.Antes que sobre el significado, entendiendo
que este incluye lo que Frege interpretabacomo “sentido y “referencia,Significado y uso
estarían de tal suerte reñidos, pues el significado tendería a ocultar eluso.Permítasenos
descartar la pretensión de alcance universal del emotivismo. En su lugarconsideremos el
emotivismo como una teoría promovida en determinadas condicioneshistóricas.Tres cosas
fueron las que Moore creyó haber descubierto atendiendo a la naturalezaprecisa de
estas preguntas:Primero que lo bueno es el nombre de una propiedad simple e indefinible,
distinta de loque llamamos “lo placentero”, o “lo conducente a la supervivencia
evolutiva” o decualquier otra propiedad natural. Moore habla de lo bueno como de una
propiedad nonatural. Las proposiciones que dicen que esto o aquello es bueno, son lo que
Moore llamó“instituciones”.Segundo, Moore afirmó que decir que una acción es justa
equivale simplemente a decirque de entre las alternativas que se ofrecen, es la que de hecho
produce o produjo elmayor bien. Por lo tanto Moore es un utilitarista.Tercero, que los
“afectos personales y los goces estéticos incluyen todos los grandes, y conmucho los mayores
bienes que podamos imaginar”. Esta es “la última y fundamentalverdad de la filosofía
moral”. La perfección en la amistad y en la contemplación de lo belloen la naturaleza o en el
arte se convierten casi en el único fin, o quizás en el único justificable de toda acción
humana.Dos hechos cruciales se dan en la teoría moral de Moore. El primero es que
sus tresposturas centrales son lógicamente independientes entre sí. El segundo es fácil de ver

Página4 de12retrospectivamente. La primera parte que Moore dice es palmariamente falso, y


las partessegunda y tercera son por lo menos muy discutibles. Los razonamientos de Moore
sonobviamente defectuosos. Sin embargo fue lo que Keynes calificó de “principio de
unrenacimiento”, lo que Lytton Strachey afirmó que había “pulverizado a todos
lostratadistas de Ética y lo que Leonard Woolf describió como la sustitución de las
pesadillasreligiosas y filosóficas...”Aceptaron la ingenua escatología de Moore porque
quienes llegaron a formar el grupo deBloomsbury habían aceptado ya las valoraciones
expresada por Moore en su capítulo 6to.Pero no podían aceptarlas como meras
expresiones de sus preferencias personales.Necesitaban encontrar una justificación
objetiva e impersonal para rechazar cualquierimperativo excepto el de las relaciones
personales y el de la belleza.Aquí se hace evidente la brecha entre el significado y el
propósito de lo que se dice y eluso al que lo dicho se presta.El esquema de la decadencia
moral que presuponen estas observaciones requeriríadistinguir tres etapas distintas: una
primera en que la valoración y más concretamente lateoría y la práctica de la moral
incorporan normas impersonales y auténticamenteobjetivas, que proveen la justificación
racional a líneas de conducta, acciones y juiciosconcretos y que son a su vez susceptibles de
justificación racional; una segunda etapa enla que se producen intentos fracasados de
mantener la objetividad e impersonalidad delos juicios morales; y una tercera etapa en la que
teorías de tipo emotivista consiguenamplia aceptación porque existe un reconocimiento
general de que las pretensiones deobjetividad e impersonalidad no pueden darse por
buenas.Una de las tesis centrales del emotivismo es que no hay ni puede haber
ninguna justificación racional válida para postular la existencia de normas morales
impersonales yobjetivas, y que en efecto no hay tales normas.El emotivismo mantiene que
pueden existir justificaciones racionales aparentes, pero que justificaciones realmente
racionales no pueden existir, porque no hay ninguna.Sin embargo el emotivismo no supo
prever la diferencia que se establecería en la moral siel emotivismo fuera no solamente cierto,
sino además ampliamente creído cierto.Esto es, cuanto más verdadero sea el emotivismo
mas seriamente dañado queda ellenguaje moral; y cuantos más motivos justificados haya
para admitir el emotivismo, massabremos de suponer que debe abandonarse el uso del
lenguaje moral heredado ytradicional. A esta conclusión no llegó ningún emotivista. Porque
erraron al construir supropia teoría como una teoría del significado.Los filósofos analíticos
han definido la tarea central de la filosofía como la de descifrar elsignificado de las
expresiones clave tanto del lenguaje científico como del lenguajeordinario; y puesto que
el emotivismo falla en tanto que teoría del significado de lasexpresiones morales, los
filósofos analíticos rechazaron el emotivismo en líneas generales,pero, a menudo en contextos
filosóficos modernos algo muy similar al emotivismo intentareducir la moral a preferencias
personales.Puntualizamos dos cosas respecto a los razonamientos que se aducen en apoyo
de talesproposiciones. La primera, que de hecho, ninguna de ellas ha tenido éxito. Ello es
unfuerte indicio de que el proyecto de que forman parte no tendrá éxito. Segunda,
esimportante subrayar que estos autores no están de acuerdo entre si sobre cuál sea
alcarácter de la racionalidad moral, ni acerca de la substancia moral que se fundamente ental
racionalidad.

Página5 de12Una manera de encuadrar mi afirmación (Macintyre) de que la moral no es ya lo


que fue,es la que consiste en decir hoy que la gente piensa, habla y actúa en gran medida
como siel emotivismo fuera verdadero.No afirmo meramente que la moral no es lo que fue,
sino que lo que la moral fue hadesaparecido en amplio grado, y que esto marca una
degeneración y una grave pérdidacultural.Por tanto se acometen dos tareas distintas, la
primera es la de identificar y describir lamoral perdida del pasado y evaluar sus
pretensiones de objetividad y autoridad. Lasegunda es hacer buena la afirmación acerca del
carácter específico de la era moderna.Capítulo III.- Emotivismo: Contenido Social y Contexto
Social.No habremos entendido por completo las pretensiones de una filosofía moral hasta
quepodamos detallar cuál sería su encarnación social.¿Cuál es la clave del contenido social
del emotivismo? Para Kant la diferencia de unarelación humana que no esté informada
por la moral y otra que sí lo esté, esprecisamente la diferencia entre una relación en la cual
cada persona trata a la otra comoun medio para sus propios fines primariamente, y otra en la
que cada uno trata al otrocomo fin en sí mismo.¿Qué aspecto presentaría el mundo social
cuando se mirara con ojos emotivistas? Y¿cómo sería el mundo social si la verdad del
emotivismo llegara a ser ampliamenteaceptada?Henry James en “Retrato de una Dama”,
en palabras de Gass, la novela se convierte enuna investigación acerca de “lo que significa
ser un consumidor de personas y lo quesignifica ser una persona consumida”. James
estaba interesado en un medio socialrestringido y cuidadosamente identificado, de
personas ricas y en un tiempo y lugarconcretos. Sin embargo esto en absoluto disminuye la
importancia de lo conseguido enesta investigación.Para comprender enteramente el
contexto social en que se deja de lado la distinción entrerelaciones sociales manipuladoras y
no manipuladoras que el emotivismo comporta,debemos considerar otros contextos
sociales.En la vida de las organizaciones, d estas estructuras burocráticas que, ya sea en
forma deempresas privadas o de organismos de la administración, definen las
ocupaciones demuchos de nuestros contemporáneos.El rico esteta sobrado de medios busca
sin descanso fines en qué poder emplearlos; encambio, la organización característicamente,
está ocupada en una lucha competitiva porunos recursos siempre escasos que poner al
servicio de fines predeterminados.Esta idea familiar se la debemos a Max Weber. Las
preguntas sobre los fines son preguntassobre los valores, el conflicto entre valores rivales no
puede ser racionalmente saldado.Hay que elegir entre partidos, clases, naciones, causas,
ideales.Los valores dice Raymond Aron en su exposición de las ideas de Weber, son creados
pordecisiones humanas; “una elección cuya justificación es puramente subjetiva”.En
consecuencia Weber es emotivista y creyó distinguir el poder de la autoridad, porque
laautoridad sirve a unos fines, pero las causas que hay que servir no pueden librarse deservir al
poder.Los gerentes actuales incorporan en su conducta esta parte clave del concepto
weberianode autoridad burocrática, un concepto que supone la verdad del emotivismo.

Página6 de12En el caso de un personaje, papel, y personalidad se funden en grado superior al


habitual,las posibilidades de acción están definidas de forma más limitada. Una de las
diferenciasclave entre culturas es el grado en que los papeles son personajes; su galería
depersonajes.Los personajes son representantes morales de su cultura por la forma en que
las ideas yteorías metafísicas y morales asumen a través de ellos existencia corpórea en
el mundosocial.Cierto tipo de papel social puede personificar creencias , de manera
que las ideas, lasdoctrinas y las teorías expresadas y presupuestadas por el papel
pueden, sercompletamente distintas de las ideas, doctrinas y teorías en que cree el individuo
que lorepresenta (sacerdote, sindicalista, etc.)Lo que cree en su cabeza y corazón es una
cosa; las ideas que su papel expresa ypresupone son otra completamente distinta.La
diferencia surge del hecho de que los requisitos de un personaje se imponen
desdeafuera, desde la forma en que los demás contemplan y usan esos personajes
paraentenderse y valorarse a sí mismos.Con otros tipos de papel social el papel se define
atendiendo a las instituciones de cuyaestructura forma parte, y a la relación de esas
instituciones con los individuos quedesempeñan los papeles.Es imperativo que papel y
personalidad estén fundidos, que coincidan el tipo social y eltipo psicológico. El personaje
moral legitima un modo de existencia social.El director o el profesor no eran solo papeles
sociales, sino que proporcionaban foco morala un conglomerado de actitudes y actividades.Ni
el gerente ni el terapeuta, en sus papeles, pueden entrar en debate moral.El yo como
distinto de sus papeles, tiene una historia y una historia social; el yocontemporáneo
emotivista, no encuentra límites apropiados sobre los que poderestablecer juicio,
puesto que tales limites solo podrían derivarse de criterios racionales devaloración y, como
hemos visto, el yo emotivista carece de tales criterios.Ser una agente moral es precisamente
ser capaz de salirse de todas las situaciones en queel yo esté comprometido, y hacer juicios
desde el punto de vista meramente universal yabstracto.Así todos y nadie pueden ser
agentes morales, puesto que es en el yo y no en los papeles oprácticas sociales donde debe
localizarse la actividad moral.Cualquier agente mínimamente racional se considera un
agente moral; sin embargo,gerentes y terapeutas disfrutan de sus privilegios en virtud de su
adscripción a jerarquías aquienes la certeza y el conocimiento se le suponen. En el
terreno de los hechos hayprocedimientos para eliminar el desacuerdo; en el de la
moral, la inevitabilidad deldesacuerdo se dignifica mediante el título de “pluralismo”.Sartre
ha descrito el yo como meramente distinto de cualquier papel social concreto quepor tal o
cual razón asuma. Erving Goffman por el contrario ha excluido el yo de suinterpretación
de papeles, arguyendo que el yo no es más que un “clavo” del que cuelganlos vestidos del
papel.Sartre y Goffman contemplan el yo como situado contra el mundo social.El yo se
concibe como falto de una identidad social necesaria porque la clase detélosencuyos términos
juzgó y obró en el pasado ya no se considera creíble.Los individuos heredan un lugar
concreto dentro de un conjunto interconectado derelaciones sociales; a falta de este lugar
no son nadie.

Página7 de12Una vida terminada y plena es un logro y la muerte en que cada uno puede ser
juzgadofeliz oinfeliz. El viejo proverbio griego “nadie puede ser llamado feliz hasta que
hayamuerto”.El yo emotivista cuando alcanzó la soberanía en su propio dominio,
perdió los límitestradicionales que una identidad social y un proyecto de vida humana
ordenado a un findado le habían proporcionado.Oposición entre individualismo y
colectivismo. Las dos partes contendientes están deacuerdo en que tenemos abiertos solo
dos modos alternativos de vida social, uno en queson soberanas las opciones libres y
arbitrarias de los individuos, y otro en que laburocracia es soberana para limitar
precisamente las opciones libres y arbitrarias de losindividuos.Solzhenitsin ha entendido que
ambos modos de vida son al final, intolerables. Y en esteclima de individualismo burocrático el
yo emotivista tiene su espacio natural.No somos lo que dicen Sartre y Goffman,
precisamente porque somos los últimosherederos, por el momento de un proceso de
transformación histórica.Es erróneo separar la historia del yo y sus papeles de la historia del
lenguaje en que el yose define y a través del cual se expresan los papeles. Descubrimos una
sola historia y nodos historias paralelas.Los factores centrales de la expresión moral
contemporánea; uno era la multiplicidad y laaparente inconmensurabilidad de los conceptos
invocados. El otro era el uso asertivo deprincipios últimos para intentar cerrar el debate
moral.De dónde proceden esos rasgos de nuestro discurso y cómo y por qué están de moda
esuna estrategia obvia para esta investigación.Capítulo IV.- La cultura precedente y el proyecto
ilustrado de justificación de la moral.Los episodios de la historia que transformaron la
moralidad creando así la posibilidad delyo emotivista fueron episodios de la historia de la
filosofía.En nuestra cultura la filosofía académica es una actividad muy marginal y
especializada.Lo que les faltó a los franceses fueron tres cosas: una experiencia
protestantesecularizada, una clase instruida y relacionada con la administración pública, con el
clero ylos pensadores laicos formando un público lector unificado y un tipo de
universidadrevitalizada.Moral, desciende etimológicamente demoralis que significa
perteneciente al carácter y elcarácter de un hombre no es otra cosa que el conjunto de
disposiciones quesistemáticamente le llevan a actuar de un modo antes que de otro.La moral
de cualquier pasaje literario es la lección práctica que enseña.“Virtud moral” llega a ser un
predicado por derecho propio.En el siglo XVII “ser inmoral” se igualará con ser “sexualmente
laxo”.El libroEnten-Eller de Kierkegaard, tiene tres rasgos centrales: (1) la conexión entres
umodo de presentación y su tesis central. La opción entre lo ético y lo estético no es
elegirentre el bien y el mal. En el corazón de vida estético, está el intento de ahogar el yo en
lainmediatez de la experiencia presente. Es el enamorado romántico que se sumerge en
supropia pasión, donde el paradigma de lo ético es el matrimonio, como un estado
decompromiso y obligaciones de tipo duradero. (2) la profunda inconsistencia interna entresu
concepto de elección radical y su concepto de lo ético, que es presentado como undominio en
que los principios tienen autoridad sobre nosotros con independencia de

Página8 de12nuestras actitudes, preferencias y sentimientos. Bertrand Russell un día mientras


montababicicleta se dio cuenta de que ya no estaba enamorado de su primera mujer.
Kierkegaardhabría dicho que cualquier actitud descubierta mediante una impresión
instantánea essolamente una reacción estética, irrelevante para el compromiso. La doctrina
delEnten-Eller es el resultado que los principios que pintan el modo de vida ético son
adoptados sinrazón alguna, sino por otra obra de una elección que permanece más allá de
razones,porque es la elección se constituye para nosotros en una razón. Sin embargo lo ético
es loque tiene autoridad entre nosotros, pero ¿cómo?, La contradicción en la doctrina
deKierkegaard es patente. (3) carácter conservador y tradicional que Kierkegaard tiene de
loético. Él se ha provisto de nuevos apuntalamientos prácticos y filosóficos para una formade
vida antigua y heredada; combinación de novedad y tradición
profundamenteincoherente.En la filosofía moral de Kant hay dos tesis centrales
engañosamente sencillas: (1) si lasreglas de la moral son racionales deben ser las mismas para
cualquier ser racional, noimportando la capacidad de tal ser sino la voluntad de hacerlo.
Aunque la infancia luteranade Kant y Kierkegaard los marcó, Kant no duda de que todos
los hombres desean lafelicidad y que el más alto bien es la perfección moral individual; pero
(2) cree tambiénque nuestra concepción de la felicidad es demasiado vaga y cambiante
para que nosprovea de una guía moral segura. Así pues la moral no puede encontrar
fundamento ennuestros deseos, pero tampoco puede encontrarlo en nuestras creencias
religiosas.La segunda opinión tradicional que Kant repudia es aquella según la cual la prueba
de unamáxima o precepto dado es que sea ordenado por Dios. No podríamos conocer esto
antesde que por nosotros mismos poseyéramos un modelo de juicio moral independiente de
lasórdenes de Dios, por cuyo medio pudiéramos juzgar las acciones y palabras de Dios
yencontrar así a Éste moralmente digno de obediencia. Pero si poseemos tal
modelo,claramente las órdenes de Dios serán redundantes.Mientras Kierkegaard ha visto el
fundamento de lo ético en la elección, Kant lo ve en larazón.El intento de encontrar lo que
Kant cree máximas morales en lo que Kant cree ser la razónfracasa tan cierto como fallaba el
intento de Kierkegaard de hallar la fundamentación enun acto de elección. Kierkegaard y Kant
están de acuerdo en su concepción de la moral,pero Kierkegaard hereda esta concepción junto
con la comprensión de que el proyecto dedar aval racional a la moral ha fallado.Diderot
anciano se identifica en unborgeois convencional y moralista con opiniones sobreel
matrimonio, las promesas, la veracidad y la conciencia tan serias como las de cualquierpaladín
del deber según Kant o de lo ético según Kierkegaard. Diderot presenta la opiniónde que si en
la Francia moderna todos perseguimos nuestros deseos con miras ilustradas,veremos que a
largo plazo se confirman las reglas de la moral conservadora.A esto el joven Rameau opone
tres replicas: (1) ¿Qué nos obliga a hacer consideraciones alargo plazo, si la expectativa
inmediata es suficientemente halagadora? (2) ¿tal opinión del philosophe no conlleva que
incluso a largo plazo debemos obedecer las normas moralessiempre y cuando sirvan a
nuestros deseos, y solo entonces? (3) ¿no es acaso el modonormal en que el mundo funciona,
que cada individuo, cada clase consulte sus deseos y serapiñen mutuamente para
satisfacerlos?Tenemos que decidir en qué dirección educar a nuestros deseos, y como
ordenar lavariedad de impulsos, necesidades sentidas, emociones y propósitos.En
elTreatise, Hume se pregunta por qué, si las reglas como las de la justicia o
elcumplimiento de las promesas deben ser guardadas porque sirven a nuestros intereses a

Página9 de12largo plazo y nada más, no estaríamos justificados a quebrantarlas cuando no


sirvieran anuestros intereses siempre que tal quebrantamiento no amenace consecuencias
peores.Al tiempo que se formula esta pregunta niega explícitamente que ninguna fuente
innatade altruismo o compasión por los demás pudiera suplir la ausencia de una
argumentaciónde interés o utilidad. Pero en elEnquiry se siente compelido a invocar
justamente talfuente ¿por qué el cambio? Es que intenta tender un puente sobre la
brecha entrecualquier conjunto de razones que pudieran apoyar la adhesión incondicional a
normasgenerales y un conjunto de razones para la acción que pudieran derivarse de
nuestrosparticulares, fluctuantes y acomodaticios deseos , emociones e intereses. Más tarde
enAdam Smith la compasión será invocada precisamente para el mismo propósito, pero
labrecha es insalvable y compasión es el nombre de una ficción filosófica.Las
argumentaciones negativas de Hume lo llevan a la conclusión de que la moral debe
serentendida por referencia al lugar de las pasiones y deseos en la vida humana. En
supostulado inicial dice que cualquier moral o es obra de la razón o es obra de las pasiones ysu
argumentación concluyente es que no puede ser obra de la razón. Por ello dice, lamoral es
obra de las pasiones.La influencia de las argumentaciones negativas es igualmente clara en
Kant y Kierkegaard.Kant la fundamenta en la razón porque sus argumentaciones han excluido
las pasiones; yKierkegaard en una elección fundamental ajena a todo criterio porque a ello le
impele lanaturaleza de sus consideraciones, excluyentes tanto a razón como a pasión.El
proyecto de proveer a la moral de una validación racional fracasa definitivamente y deaquí en
adelante la moral de nuestra cultura se queda sin razón para ser compartida opúblicamente
justificada.Capítulo V.- por qué tenía que fracasar el proyecto ilustrado de justificación de la
moral.Para Diderot y Hume, los rasgos relevantes de la naturaleza humana son los distintivos
delas pasiones; para Kant, el rasgo relevante de la naturaleza humana es el
carácteruniversal y categórico de ciertas reglas de la razón.Kierkegaard ya no pretende en
absoluto justificar la moral; pero su intento tieneprecisamente la misma estructura que
comparten los intentos de Kant, Hume y Diderot,excepto que donde estos recurren a lo
distintivo de las pasiones o de la razón, él invoca loque le parece distintivo de la toma de
decisión fundamental.Consideremos en primer lugar la forma global del esquema moral que
fue el antepasadohistórico de ambas concepciones, esquema que incluyó tanto elementos
clásicos comoteístas.Su estructura básica es la que Aristóteles analizo en laÉtica a Nicómaco.
Dentro de eseesquema teleológico es fundamental el contraste entre“el hombre tal como es”
y“elhombre tal como podría ser si realizara sunaturaleza esencial” La ética es la ciencia
quehace la transición del primer estado al segundo.La ética presupone alguna interpretación
de posibilidad y acto, de la esencia del hombrecomo animal racional y sobre todo la
interpretación de télos humano.Los deseos y emociones que poseemos deben ser ordenados
y educados por el uso detales preceptos y por el cultivo de los hábitos de acción que el
estudio de la éticaprescribe; la razón nos instruye en ambas cosas: cuál es nuestro verdadero
fin y comoalcanzarlo. Tenemos u n esquema triple dondela naturaleza humana tal como
esinicialmente discrepante respecto a los preceptos de la ética, y necesita ser transformadapor
la instrucción de la razón práctica y la experiencia enla naturaleza humana tal como

Página10 de12 podría ser si realizara su télos. Cada uno de los tres elementos del
esquema (1) laconcepción de una naturaleza humana ineducada, (2) la concepción de los
preceptos deuna ética racional, y (3) la concepción de una naturaleza humana como
podría ser sirealizara su télos; requiere la referencia a los otros dos para que su situación y su
funciónsean intelegibles.Este esquema fue ampliado y enriquecido dentro de un marco de
creencias teístas comoAquino, los judíos como Maimónides o los musulmanes como Averroes.
Los preceptos dela ética tienen que ser entendidos como expresiones de una ley divinamente
ordenada.El verdadero fin del hombre no puede conseguirse completamente en este
mundo.Durante el predominio de la versión teísta de la moral clásica, la expresión moral
tiene undoble punto de vista, decir qué curso de acción guiará hacia el verdadero fin del
hombre ydecir lo que exige la ley ordenada por Dios y comprendida por la razón.Este
acuerdo amplio no sobrevive cuando salen a escena el protestantismo y elcatolicismo
jansenista.La razón no puede dar, afirman las nuevas teologías, ninguna auténtica
comprensión delverdadero fin del hombre; ese poder de la razón fue destruido por la caída del
hombre.Sin embargo se mantiene la oposición entre el hombre tal como es y el hombre tal
comopodría ser si realizara su télos, y la ley divina es aún el maestro de escuela que nos
pasadel primer estadio al último, aunque solo la gracia nos hace capaces de responder
yobedecer a sus preceptos.Es Pascal quien se da cuenta de que la concepción de la
razón protestante-jansenistacoincide en muchos aspectos con la concepción de la razón
instalada en la ciencia y lafilosofía más innovadoras del siglo XVII.La razón es cálculo; puede
asentar verdades de hecho y relaciones matemáticas pero nadamás. Debe callar acerca de
los fines. La razón tampoco puede como creyó Descartes,refutar el escepticismo; por
eso uno de los logros centrales de la razón según Pascalconsiste en darse cuenta de que
nuestras creencias se fundan en último término en lanaturaleza, la costumbre y el
hábito.Todos rechazan cualquier visión teleológica de la naturaleza humana, cualquier visión
delhombre como poseedor de una esencia que defina su verdadero fin. Pero entender eso
esentender por qué fracasaron aquellos en su proyecto de encontrar una base para la
moral.La conjunción del rechazo laico de las teologías protestante y católica y el
rechazocientífico y filosófico del aristotelismo iba a eliminar cualquier noción del hombre
comopodría ser si realizara su télos.Esta por una parte un cierto contenido de la moral: un
conjunto de mandatos privados desu contexto teleológico. Por otra cierta visión de una
naturaleza humana ineducada talcomo es.Los mandatos morales no podrían ser
deducidos de juicios verdaderos acerca de lanaturaleza humana. Así entendidos, los
mandatos de la moral son tales, que la naturalezamoral así entendida tiene fuerte tendencia a
desobedecer.En lo que era un proyecto destinado inevitablemente al fracaso, intentaron
encontrar unabase racional para sus creencias morales, un modo peculiar de entender la
naturalezahumana.En el segundo libro de la segundaCrítica reconoce que sin un segmento
teleológico elproyecto total de la moral se vuelve ininteligible. En la filosofía moral de Kant
pareció unaconcesión arbitraria e injustificable a posiciones que ya había rechazado. Kant
estaba en lo

Página11 de12cierto; la moral presupone algo muy parecido al esquema teleológico de Dios,
libertad yfelicidad modo de corona final de la virtud que Kant propone.Postular sin
restricciones un principio lógico general del que se hace depender todo, esespúreo y la
etiqueta escolástica solo garantiza el silogismo aristotélico. Hay varios tiposde razonamiento
válido en cuya conclusión puede aparecer algún elemento que no estépresente en las
premisas.Prior a propósito del principio invocado ilustra adecuadamente su derrumbamiento;
de lapremisa: ”él es un capitán de barco”, la conclusión pueden inferir válidamente: “él
debehacer todo aquello que un capitán de barco debe hacer”. Una premisa “ES”, puede
enocasiones llevar a una conclusión “DEBE”.Se puede afirmar un principio cuya validez deriva,
no de un principio lógico general sinodel significado de los términos clave empleados.De
premisas factuales tales como “este reloj es enormemente impreciso e
irregularmarcando el tiempo” y “este reloj es demasiado pesado para llevarlo encima
concomodidad” la conclusión valorativa válida que se sigue es: “este es un mal reloj”De
premisas factuales como “él consigue una cosecha mejor por acre que cualquier otrogranjero
del distrito”, “tiene el programa más eficaz de mejora del sueloque se conoce” y“gana todos
los primeros premios en las ferias de agricultura “La conclusión valorativaválida es: “él es un
buen granjero”Definimos reloj y granjero en términos de propósito y función que
característicamente seespera que cumplan un reloj y un granjero.Cualquier razonamiento
basado en premisas que afirman que se satisfacen los criteriosadecuados a una conclusión,
será una argumentación válida que lleva de premisasfactuales a una conclusión valorativa.
Podemos afirmar que para que se mantenga algunaversión corregida del principio “ninguna
conclusióndebe de premisases” debe excluir desu alcance las argumentaciones que envuelvan
conceptos funcionales.Las argumentaciones morales de la tradición clásica aristotélica
comprenden comomínimo un concepto funcional central, el concepto de hombre entendido
como poseedorde una naturaleza esencial y de un propósito o función esenciales.Ser un
hombre es desempeñar una serie de papeles, cada uno de los cuales tiene entidady propósitos
propios: miembro de una familia, ciudadano, soldado, filósofo, servidor deDios.Lamar bueno
a algo es por lo tanto también formular un juicio factual. Dentro de estatradición las
proposiciones morales y valorativas pueden ser designadas verdaderas ofalsas
exactamente de la misma manera que todas las demás proposiciones factuales loson. Pero
una vez que desaparece de la moral la noción de propósitos o funcionesesencialmente
humanas, comienza a parecer implausible tratar a los juicios morales comosentencias
factuales.Kant no trata los juicios morales como señales de lo que la ley requiere o manda,
sinocomo imperativos por derecho propio. Y los imperativos no son susceptibles de verdad
ofalsedad.En ese contexto los juicios morales eran a la vez hipotéticos y categóricos.
Hipotéticospuesto que expresaban un juicio sobre la conducta teleológicamente apropiada de
un serhumano: “debes hacer esto y esto dado que tu télos es tal y tal”Categóricos puesto que
señalaban los contenidos de la ley universal ordenada por Dios:“debes hacer esto y esto; esto
es lo que ordena la ley de Dios”

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