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PROBLEMAS Y DESAFÍOS EN EL PERÚ ACTUAL

Sesión 6

Tema: Patria Nueva y nuevos retos políticos


Logro de la sesión: Al finalizar la sesión, los estudiantes reconocen y comprenden el significado del “Oncenio” de Augusto B. Leguía, así como las
propuestas ideo-políticas de José Carlos Mariátegui y Víctor Raúl Haya de la Torre, identificando su influencia en la configuración del Perú
contemporáneo.
Actividad 1: Con base en lo trabajado en la sesión, lean el siguiente texto y contesten a la siguiente pregunta ¿cuáles son los principales planteamientos ideo-
políticos de José Carlos Mariátegui?

PUNTO DE VISTA ANTI-IMPERIALISTA


1º- ¿Hasta qué punto puede asimilarse la situación de las repúblicas latinoamericanas a la de los países semi-coloniales? La condición económica de estas repúblicas,
es, sin duda, semi-colonial, y, a medida que crezca su capitalismo y, en consecuencia, la penetración imperialista, tiene que acentuarse este carácter de su economía.
Pero las burguesías nacionales, que ven en la cooperación con el imperialismo la mejor fuente de provechos, se sienten lo bastante dueñas del poder político para
no preocuparse seriamente de la soberanía nacional. Estas burguesías, en Sud América, que no conoce todavía, salvo Panamá, la ocupación militar yanqui, no
tienen ninguna predisposición a admitir la necesidad de luchar por la segunda independencia, como suponía ingenuamente la propaganda aprista. El Estado, o
mejor la clase dominante no echa de menos un grado más amplio y cierto de autonomía nacional. La revolución de la Independencia está relativamente demasiado
próxima, sus mitos y símbolos demasiado vivos, en la conciencia de la burguesía y la pequeña burguesía. La ilusión de la soberanía nacional se conserva en sus
principales efectos. Pretender que en esta capa social prenda un sentimiento de nacionalismo revolucionario, parecido al que en condiciones distintas representa
un factor de la lucha anti-imperialista en los países semi-coloniales avasallados por el imperialismo en los últimos decenios en Asia, sería un grave error.
El factor nacionalista, por estas razones objetivas que a ninguno de ustedes escapa seguramente, no es decisivo ni fundamental en la lucha anti- 89 imperialista en
nuestro medio. Sólo en los países como la Argentina, donde existe una burguesía numerosa y rica, orgullosa del grado de riqueza y poder en su patria, y donde la
personalidad nacional tiene por estas razones contornos más claros y netos que en estos países retardados, el anti-imperialismo puede (tal vez) penetrar fácilmente
en los elementos burgueses; pero por razones de expansión y crecimiento capitalistas y no por razones de justicia social y doctrina socialista como es nuestro caso".
Mientras la política imperialista logre "manéger" los sentimientos y formalidades de la soberanía nacional de estos Estados, mientras no se vea obligada a recurrir
a la intervención armada y a la ocupación militar, contará absolutamente con la colaboración de las burguesías (…)

2°- La divergencia fundamental entre los elementos que en el Perú aceptaron en principio el Apra -como un plan de frente único, nunca como partido y ni siquiera
como organización en marcha efectiva- y los que fuera del Perú la definieron luego como un Kuo Min Tang latino- 90 americano, consiste en que los primeros
permanecen fieles a la concepción económico-social revolucionaria del anti-imperialismo, mientras que los segundos explican así su posición "Somos de izquierda
(o socialistas) porque somos anti-imperialistas". El anti-imperialismo resulta así elevado a la categoría de un programa, de una actitud política, de un movimiento
que se basta a sí mismo y que conduce, espontáneamente, no sabemos en virtud de qué proceso, al socialismo, a la revolución social. Este concepto lleva a una
desorbitada superestimación del movimiento anti-imperialista, a la exageración del mito de la lucha por la "segunda independencia", al romanticismo de que

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estamos viviendo ya las jornadas de una nueva emancipación. De aquí la tendencia a reemplazar las ligas anti-imperialistas con un organismo político. Del Apra,
concebida inicialmente como frente único, como alianza popular, como bloque de las clases oprimidas, se pasa al Apra definida como el Kuo Min Tang
latinoamericano.
El anti-imperialismo, para nosotros, no constituye ni puede constituir, por si solo, un programa político, un movimiento de masas apto para la conquista del poder.
El anti-imperialismo, admitido que pudiese movilizar al lado de las masas obreras y campesinas, a la burguesía y pequeña burguesía nacionalistas (ya hemos negado
terminantemente esta posibilidad) no anula el antagonismo entre las clases, no suprime su diferencia de intereses (…).

4º- ¿Los intereses del capitalismo imperialista coinciden necesaria y fatalmente en nuestros países con los intereses feudales y semifeudales de la clase
terrateniente? ¿La lucha contra la feudalidad se identifica forzosa y completamente con la lucha anti-imperialista? Ciertamente, el capitalismo imperialista utiliza
el poder de la clase feudal, en tanto que la considera la clase políticamente dominante. Pero, sus intereses económicos no son los mismos. La pequeña burguesía,
sin exceptuar a la más demagógica, si atenúa en la práctica sus impulsos más marcadamente nacionalistas, puede llegar a la misma estrecha alianza con el
capitalismo imperialista.

5º- ¿Y la pequeña burguesía, cuyo rol en la lucha contra el imperialismo se superestima tanto, es como se dice, por razones de explotación económica,
necesariamente opuesta a la penetración imperialista? La pequeña burguesía es, sin duda, la clase social más sensible al prestigio de los mitos nacionalistas. Pero
el hecho económico que domina la cuestión, es el siguiente: en países de pauperismo español, donde la pequeña burguesía, por sus arraigados prejuicios de
decencia, se resiste a la proletarización; donde ésta misma, por la miseria de los salarios no tiene fuerza económica para transformarla en parte en clase obrera;
donde imperan la empleomanía, el recurso al pequeño puesto del Estado, la caza del sueldo y del puesto "decente"; el establecimiento de grandes empresas que,
aunque explotan enormemente a sus empleados nacionales, representan siempre para esta clase un trabajo mejor remunerado, es recibido y considerado
favorablemente por la gente de clase media (…).
En conclusión, somos anti-imperialistas porque somos marxistas, porque somos revolucionarios, porque oponemos al capitalismo el socialismo como sistema
antagónico, llamado a sucederlo, porque en la lucha contra los imperialismos extranjeros cumplimos nuestros deberes de solidaridad con las masas revolucionarias
de Europa. (Mariátegui 1929)

Actividad 2: Con base en lo trabajado en la sesión, lean el siguiente texto de Víctor Raúl Haya de la Torre y contesten a la siguiente pregunta: ¿Cuáles son los
postulados básicos del aprismo de Haya de la Torre?

¿QUÉ ES EL A.P.R.A.?
La lucha organizada en América Latina contra el imperialismo yanqui, por medio de un frente unido internacional de trabajadores manuales e intelectuales con un
programa de acción común, eso es el A.P.R.A., las cuatro letras iniciales de las siguientes palabras: Alianza Popular Revolucionaria Americana.
Su programa
El programa de acción internacional del A.P.R.A. consta de cinco puntos generales que sirven de base para las secciones nacionales:
(1) Acción de los países de América Latina contra el imperialismo yanqui. (2) La unidad política de América Latina. (3) La nacionalización de la tierra y
la industria. (4) La internacionalización del Canal de Panamá. (5) La solidaridad de todos los pueblos y clases oprimidas del mundo.

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Su organización
El A.P.R.A. es una organización joven formada por los jóvenes de la nueva generación de trabajadores manuales e intelectuales de América Latina. Fue fundada en
1924 (…).

El frente unido
El A.P.R.A. organiza el gran frente unido antimperialista latinoamericano y trabaja para incluir en sus filas a todos aquellos que, de una manera u otra, han luchado
o están aún luchando contra el peligro norteamericano en América Latina. Hasta 1923 este peligro fue interpretado como una posible lucha de razas –las razas
sajona y latina– como un “conflicto de culturas” o como una cuestión de nacionalismo. De las Universidades Populares “González Prada” del Perú ha surgido una
nueva concepción del problema: la concepción económica. En 1924 se formó en México la Primera Liga Antimperialista Panamericana y también la Unión
Latinoamericana en Buenos Aires. Las Ligas Antimperialistas fueron el primer intento del frente unido internacional de trabajadores, campesinos y estudiantes
contra el imperialismo yanqui. La Unión Latinoamericana se fundó como el Frente Único antimperialista de los intelectuales. En realidad, las Ligas Antimperialistas
no tienen programa político fijo sino sólo uno de resistencia al imperialismo, y la Unión Latinoamericana cumple simplemente actividad intelectual. El A.P.R.A. se
fundó en 1924, con un programa de acción política y revolucionaria e invita a todas las fuerzas dispersas a integrarse en un gran frente único.

La lucha de clases contra el imperialismo


La historia de las relaciones políticas y económicas entre América Latina y los Estados Unidos, especialmente la experiencia de la Revolución Mexicana, conduce a
las siguientes conclusiones:
(1) Las clases gobernantes de los países latinoamericanos −terratenientes, clase media o comerciantes− son aliadas del imperialismo norteamericano.
(2) Estas clases detentan el poder político en nuestros países a cambio de una política de concesiones, empréstitos y grandes operaciones que ellos −los capitalistas,
latifundistas o comerciantes y los políticos de las clases dominantes latinoamericanas− comparten con el imperialismo.
(3) Como un resultado de esta alianza, los recursos naturales que constituyen las riquezas de nuestros países son hipotecados o vendidos, y las clases trabajadoras
y agrícolas son sometidas a la más brutal servidumbre. Repetidamente, esta alianza produce eventos políticos que resultan en la pérdida de la soberanía nacional;
Panamá, Nicaragua, Cuba, Santo Domingo, son verdaderos protectorados de los Estados Unidos.

La lucha internacional contra el imperialismo


Como el problema es común a todos los países latinoamericanos en los que las clases dominantes son aliadas del imperialismo y explotan unidas a las clases
trabajadoras, no se trata de una cuestión aislada o nacional, sino que es internacional para las veinte repúblicas latinoamericanas. Sin embargo, las clases
gobernantes promueven divisiones entre estas repúblicas, ayudando al plan imperialista que teme la unidad latinoamericana (que incluiría ocho millones de millas
cuadradas y cerca de noventa millones de habitantes). Las clases gobernantes avivan el sentimiento nacional y los conflictos nacionales, como en el caso de Perú
contra Chile, Brasil contra Argentina, Ecuador y Colombia contra Perú, etc. Cada vez que Estados Unidos interviene como “amigable mediador”, arregla los asuntos
a propósito de forma que no se llegue a un arreglo definitivo que pueda producir un principio de unificación. La reciente cuestión de Tacna y Arica entre Perú y
Chile es la demostración más clara de esta política del imperialismo.
El imperialismo no puede ser derrocado sin la unidad política de América Latina
La experiencia de la historia, especialmente la de México, muestra que el inmenso poder del imperialismo americano no puede ser derrocado sin la unidad de los
países latinoamericanos. Contra esta unidad se alinean las clases dominantes nacionales, la clase media, terratenientes, etc., cuyo poder político es casi siempre

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sostenido por la agitación del nacionalismo o patriotismo de países hostiles a sus vecinos. Consecuentemente, es indispensable el derrocamiento de las clases
gobernantes; el poder político debe ser capturado por los trabajadores y América Latina debe unirse en una Federación de Estados. Éste es uno de los grandes
objetivos políticos del A.P.R.A.
La nacionalización de la tierra y de las industrias como el único medio de combatir al imperialismo
Dentro del sistema capitalista y de acuerdo con la dialéctica de su proceso histórico, América Latina devendrá en forma infalible una colonia norteamericana. (…)
la autoridad nacional se pierde en proporción a la aceptación de inversiones por el imperialismo. La nacionalización de la tierra y de la industria bajo la dirección
de las clases productoras es el único medio de mantener el poder del país y es la política correcta para las naciones de América Latina.

La unidad política latinoamericana presupone la internacionalización del Canal de Panamá


El Canal de Panamá en poder del Gobierno de los Estados Unidos es un peligro más para la soberanía de América Latina. El programa del A.P.R.A. proclama
francamente la “internacionalización de Panamá”. El doctor Alberto Ulloa, profesor de derecho internacional de la Universidad de San Marcos, de Lima, Perú,
escribe, en apoyo de esta tesis: “El Canal de Panamá debe ser internacionalizado… No es posible permitir a los Estados Unidos el ejercicio del gobierno supremo
en Panamá”. (Carta abierta al Presidente de la Federación de Estudiantes de Panamá, junio, 1926).

Conclusión
El A.P.R.A. representa, consecuentemente, una organización política en lucha contra el imperialismo y contra las clases gobernantes nacionales, que son sus
auxiliares y sus aliadas en América Latina. El A.P.R.A. es el frente unido de las esforzadas clases trabajadoras (trabajadores, campesinos, indígenas) unidos con los
estudiantes, revolucionarios intelectuales, etc. El A.P.R.A. es un movimiento autónomo, completamente latinoamericano, sin intervenciones ni influencias
extranjeras. Es el resultado de un movimiento espontáneo en defensa de nuestros países, vistas las experiencias de México, América Central, Panamá y las Antillas,
y la presente posición del Perú, Bolivia y Venezuela, donde la política de “penetración” del imperialismo ya se deja sentir agudamente. Por ello nuestra palabra de
orden será la siguiente: “Contra el imperialismo yanqui, por la unidad de los pueblos de América Latina, para la realización de la justicia social.” (Haya de la Torre
1984: 129 – 135)

Actividad 3: Los estudiantes, a partir de sus conocimientos previos y de lo trabajado en esta sesión, elaboran, en grupos de cinco integrantes, un breve ensayo
que compare los postulados y propuestas del socialismo de Mariátegui y el aprismo de Haya de la Torre con la problemática del Perú contemporáneo,
identificando aquellos que consideran mantiene vigencia (por lo menos tres) y aquellos que no (por lo menos uno).

Bibliografía
HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl (1984) [1926] ¿Qué es el A.P.R.A?, pp. 129 – 135. En: HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl. Obras completas. 3 ed. Tomo 1. Lima: Juan
Mejía Baca.
MARIÁTEGUI, José Carlos (1929) Ideología y Política (consulta: 26 de mayo del 2016) (http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/mariategui_jc/s/Tomo13.pdf)

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