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Para una historia del viaje metropolitano 1 journey as a fundamental everyday experience in

contemporary urban life. In order to do so, the


Tomás Errázuriz 2 notions of public space, everyday life and material
culture are explored.
Resumen Keywords: everyday experience, public space,
Tradicionalmente los historiadores han estudiado material culture, mobility, metropolitan journey.
el movimiento de personas, bienes, servicio e
información en la ciudad desde una perspectiva 1. Introducción
utilitaria y parcelada. Se han privilegiado enfoques
por tipo de transporte (ferrocarril, tranvía, La experiencia del viaje diario por la ciudad,
automóvil, etc.), o que analizan la movilidad en pese a constituir una práctica urbana
función de otros fenómenos urbanos. Con la fundamental y pieza clave para la
finalidad de abrir nuevas posibilidades de análisis comprensión de las formas de vida
que enriquezcan este campo de estudio, se
metropolitana, no parece haber ejercido
propone la categoría de “viaje metropolitano”.
Este punto de vista reconoce una serie de formas
atracción suficiente entre los historiadores
distintas que adquieren los viajes con el proceso urbanos. En cambio, se han privilegiado
de metropolización y promueve el estudio del aquellas aproximaciones en donde se estudia
viaje como experiencia cotidiana fundamental de el viaje desde su faceta funcional, económica
la vida urbana contemporánea. Para construir esta o morfológica. Estas perspectivas
categoría de estudio se indaga en tres nociones desatienden la experiencia del viaje en sí y
que han sido trabajadas intensamente durante las comprenden estos desplazamientos como
últimas décadas por diversos campos de estudio engranajes para explicar otros procesos
vinculados a lo urbano: el espacio público, la vida urbanos que ya gozan de reconocimiento
cotidiana y la cultura material.
entre quienes estudian la ciudad:
Palabras clave: experiencia cotidiana, espacio
público, cultura material, movilidad, viaje
suburbanización, segregación espacial,
metropolitano. metropolización, mercados de suelo, etc.

Abstract Por otra parte, los historiadores del


Traditionally, historians have studied the transporte, tampoco han logrado comprender
movement of people, goods, services and la importancia de la experiencia del viaje
information in the city from a utilitarian and metropolitano como piedra angular en la vida
fragmented perspective, emphasizing approaches urbana contemporánea. Aunque durante los
according to the kind of transportation (railway, últimos años existen valiosos esfuerzos por
tram, automobile, etc.) or in relation to other
ampliar el horizonte desde los vehículos hacia
urban phenomena. With the aim of opening new
possibilities to enrich this field of study, the
la experiencia de la movilidad y vincular los
category of “metropolitan journey” is proposed. procesos técnicos con procesos sociales y
This point of view acknowledges the different culturales, los estudios monográficos sobre
forms that journeys can take given the process of medios específicos aún dominan el campo de
metropolization, and promotes the study of the estudio. Así, cuando se aborda el viaje diario,
se hace generalmente en función de un
1 Este trabajo forma parte de la tesis doctoral del determinado vehículo, pero no como una
autor, Tráfico y motorización: Los inicios de una nueva experiencia urbana autónoma.
cotidianeidad en la experiencia del viaje urbano. Las
imágenes que acompañan este trabajo [disponibles
en la versión en línea] fueron realizadas en el
El panorama no es muy distinto cuando se
metro de Nueva York durante 2011, y son de buscan respuestas en las ya varias décadas de
autoría de T. Errázuriz. Recibido el 22 de trabajos producidos desde la historia de la
diciembre de 2012, aprobado el 13 de enero de vida cotidiana. Extrañamente, lo recurrente
2013.
2 Facultad de Ciencias Sociales y Económicas, es encontrarse con numerosas investigaciones
Universidad Católica del Maule. E-mail: sobre historia de la vida cotidiana “privada”.
terrazur@ucm.cl

núm. 11, verano 2012


www.bifurcaciones.cl
tomás errázuriz
para una historia del viaje metropolitano

Ámbitos como las dinámicas familiares, la diferentes nociones para luego articularlas
vida sexual, los juegos, la lectura y la cuidadosamente, buscando restablecer aquella
conversación, el espiritismo y la oración, forma insoluble, intrincada e inestable
prevalecen sobre aquellos que se desarrollan característica del modo en cómo se
en la vida cotidiana pública, donde las presentaron en el tiempo y lugar preciso que
investigaciones son contadas. se busca estudiar. Así, junto con asumir
algunas cargas teóricas preestablecidas, se
Podríamos seguir buscando persigue, sobre todo, distanciarse del
infructuosamente en la historia social, en la entendimiento de estas nociones como
historia de la cultura material, o en la historia caminos cimentados y, en cambio, buscar
de la tecnología. Sin embargo, todo parece desde los acontecimientos históricos nuevas
señalar que la pregunta por la experiencia entradas menos custodiadas que puedan
cotidiana del viaje diario en las ciudades ofrecer un marco de sentido coherente para
metropolitanas parece caer en terreno de abordar el viaje metropolitano.
todos y por tanto, en terreno de nadie. Es
historia del transporte como es historia 2.1. Vida cotidiana
urbana, o historia de la vida cotidiana pública
y privada, etc. Y es su posicionamiento en Cuando se repasa a algunos de los autores
esta encrucijada lo que impide su más reconocidos que han orientado las
aprehensión. Más aún, el panorama se vuelve investigaciones sobre vida cotidiana durante
más confuso cuando a estas áreas de el siglo XX, lo común es que el acto de
investigación historiográficas se suma el desplazarse dentro de la ciudad y el espacio
compromiso intelectual y teórico que las de las calles como escenarios de este
mismas mantienen con las ciencias sociales, movimiento cotidiano, no tengan mayor
las humanidades y las artes. injerencia en sus trabajos. Esta omisión que
podría ser comprensible en el estudio de
En consecuencia, una historia del viaje pequeños asentamientos humanos, se vuelve
metropolitano implica necesariamente una una paradoja cuando se pasa a la escala de la
demarcación de esta zona de intersección metrópolis, donde los desplazamientos
disciplinar, mediante un apoyo cuidadoso constituyen una de las actividades cotidianas
sobre algunos conceptos y nociones que han principales. Esta situación se explica si se
sido trabajados intensamente durante las considera que los intereses predominantes
últimas décadas por diversos campos de sobre los que se ha profundizado hasta ahora
estudio. Me refiero a verdaderos elefantes en los estudios de la vida cotidiana, han sido
teóricos como el espacio público, la vida definidos por algunos de los primeros
cotidiana y la cultura material. trabajos que se abocaron exclusivamente a
este ámbito.
2. Hacia una reformulación teórica
Una de las obras fundacionales que analiza
Los principales avances en la investigación en profundidad el tema de la vida cotidiana,
de estas nociones, realizados hasta ahora escrita por el prolífero Henri Lefebvre,
desde áreas como la sociología, la publicada en 1945, se tituló Critique of everyday
antropología o la geografía, no deben ser life (Lefebvre, 1991). En ella el autor señala a
considerado ni más ni menos que un bastón la vida cotidiana como la instancia mediante
necesario cuando estas mismas nociones la cual inevitablemente se produce la
buscan ser descubiertas en un tiempo alienación de los hombres, originada en la
pretérito haciendo uso de un método objetivación de ellos en relación a los
historiográfico. En este sentido, la mirada procesos de producción y al ser “persona”.
histórica supone una redefinición de estas Lefebvre propone que para revertir este

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proceso, la vida cotidiana no sólo debe ser estructuras de lo cotidiano (Braudel, 1984). Con el
considerada bajo la lógica imperativa del acento puesto en la historia social y
trabajo de alienación y necesaria económica, Braudel descubre en aspectos
reproducción, sino también como posibilidad cotidianos como el alimento, el vestido, el
de auto-creación mediante actividades de alojamiento, el mobiliario, etc., las estructuras
ocio (Ploger, 1995). De esta manera, el foco de la historia de la larga duración que dan
de Lefebvre sobre la vida cotidiana, si bien cuenta de la cultura. Aunque siempre anclado
establece una polaridad entre el trabajo y en “las estructuras”, a diferencia de lo autores
tiempo libre, no deja de comprender la vida anteriormente analizados, Braudel realiza un
cotidiana como actividades concretas importante aporte al señalar el valor del
productivas subordinadas a la estructura estudio de la cultura material para
económica. comprender la vida cotidiana. Según el autor,
el estudio de lo cotidiano, formado por
Por otro lado, deudora de este trabajo y breves eventos que apenas dejan marca en el
discípula de György Lukács, la filósofa tiempo y en el espacio, supone acortar el
húngara Agnes Heller, escribiría luego un espacio de la observación y en consecuencia
verdadero tratado sobre la vida cotidiana. Si aumentar las posibilidades de encontrarse
bien Heller nos entrega un cuadro amplio y con las circunstancias de la vida material, que
acabado de las funciones de la vida cotidiana el mismo define como lo que está compuesto
y de la vida cotidiana misma, sigue a Lefebvre por “los hombres y las cosas, las cosas y los
en el entendimiento de ésta bajo el prisma hombres” (Braudel, 1984: 9).
marxista. Al definir el concepto, la autora
señala que “es el conjunto de actividades que En estos tres autores la aproximación sobre
caracterizan la reproducción de los hombres la vida cotidiana tiene su punto de partida en
particulares, los cuales, a su vez, crean la una estructura teórica predeterminada a la
posibilidad de la reproducción social” (Heller, cual se subordina el desarrollo del trabajo.
1991: 19). Aun cuando no habla Ante esta operación de calce y corte a la cual
explícitamente de la vida cotidiana como se somete la vida cotidiana, se privilegian
principal instrumento de alienación, esta idea aspectos como el trabajo, el consumo, la
subyace con fuerza a lo largo del texto. En habitación o la religión, pero se marginan
consonancia con este principio de otros como la cotidianeidad de acciones
reproducción, cuando Heller examina las aparentemente instrumentales que no
relaciones concretas entre la vida cotidiana y constituirían actividades con un fin en sí
las “actividades genéricas conscientes”, lo mismas. Es el caso de la acción cotidiana de
hace desde aquellas categorías específicas transitar de un lugar a otro, de las
desde donde la alienación se produce o se interrupciones en el recorrido, del posible
puede eludir: El trabajo, la moral, la religión, extravío, desconcierto, encuentro o choque
la política, las ciencias, el arte y la filosofía. con otros; una situación de paso
absolutamente distinta a la permanencia que
En el campo específico de la historia de la caracteriza al trabajo o la habitación, pero que
vida cotidiana, aun cuando se puede al igual que estas últimas también puede dar
remontar hasta la Grecia de Hesíodo, no es cuenta de regularidades o estructuras que
sino hasta avanzado el siglo XX cuando conforman la cultura.
adquiere cierto reconocimiento y validación
como área de investigación historiográfico. El estudio y análisis de esta cotidianeidad
Uno de los impulsos principales lo da del desplazamiento, supone una
Fernand Braudel en 1967, al dedicar el primer aproximación que privilegie el razonamiento
tomo de su obra Civilización material, economía y inductivo por sobre el deductivo, llegando a
capitalismo, siglos XV-XVIII al estudio de Las una estructura teórica desde el estudio del

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objeto-sujeto en su especificidad espacio- resistir las estrategias que se imponen desde


temporal. Con este bajar de la mirada, se entes autoritarios. Mediante este giro en el
busca reemplazar el término “vida cotidiana”, objeto de estudio, de Certeau abandona la
como hasta el momento se ha hecho aproximación productiva, racional y
referencia, por el de “experiencia cotidiana”. consciente que hasta ese momento había
Para aclarar más esta opción, se revisarán dominado en los estudios sobre la vida
brevemente tres autores que desde enfoques cotidiana, al tiempo que diversifica la esfera
muy distintos han trabajado a partir de este de lo cotidiano hacia nuevas problemáticas:
carácter específico de la experiencia cotidiana, “La historia comienza a ras del suelo, con los
estableciendo un giro a la aproximación pasos. Son el número, pero un número que
estructuralista que asentaron los autores más no forma una serie. No se puede contar
comprometidos con las ideas marxistas. porque cada una de sus unidades pertenece a
lo cualitativo: un estilo de aprehensión táctil y
El primero de ellos es el sociólogo de apropiación cinética” (de Certeau, 1996:
norteamericano Erving Goffman, que hacia 109).
fines de los años cincuenta publica una de sus
obras más reconocidas titulada La presentación Resulta de especial interés para esta
de la persona en la vida cotidiana. En esta obra, investigación el lugar que le concede en su
Goffman, siguiendo el camino iniciado por estudio a las prácticas urbanas. En un
Simmel, posiciona una nueva lectura sobre la capítulo titulado “Andares de la ciudad”, de
vida social basada en la interacción “cara a Certeau pone de manifiesto la permanente
cara” o “microsociología”. Bajo la tensión que se produce entre las posibilidades
perspectiva de la representación teatral, este y prohibiciones que organiza un determinado
autor busca describir los modos en que el orden espacial y el andar del caminante, que
individuo se presenta ante los demás, como al tiempo que actualiza algunas de ellas,
controla las impresiones que se forman de él desplaza e inventa otras (de Certeau,1996).
y cosas que puede y no puede hacer, todo Esta identificación de la ciudad como un
esto en el contexto de las relaciones espacio de encuentro irresoluto entre tácticas
cotidianas (Goffman, 1993). Si bien Goffman y estrategias, resulta sumamente clarificadora
adecua su modelo a los procesos propios de para el análisis de la experiencia cotidiana que
la actuación, su método supone un análisis y se desarrolla en el espacio público. Por otro
descripción rigurosa de situaciones cotidianas lado, el punto más bajo del enfoque
específicas de interacción social, que lo aleja propuesto surge de su misma fortaleza. La
de la subordinación de los casos a un modelo concentración en el estudio de las prácticas
teórico. cotidianas en contraposición a las formas y
discursos impuestos, implica una desatención
En segundo lugar, debemos mencionar la del cruce o fenómeno de retroalimentación
influyente investigación que lleva a cabo entre estas dos maneras de aproximarse a la
Michel de Certeau junto a un grupo de realidad. Una segunda crítica que se podría
investigadores en 1980. Publicada bajo el formular frente al trabajo de de Certeau es
nombre de La invención de lo cotidiano, de que el cuerpo, si bien es colocado en el
Certeau se aleja de la “crítica” de la vida centro de las prácticas y tácticas que se
cotidiana, para trabajar sobre las “prácticas”, analizan, es comprendido como una entidad
en lo que habría de denominar Las artes del autónoma. Las cosas, que cada vez más se
hacer. Al distanciarse de la mirada confunden con los cuerpos en relaciones de
disciplinaria sobre el cuerpo y la vida dependencias y el entorno físico inmediato en
cotidiana, este autor describe las tácticas del general, son relegados del discurso sobre las
hacer, como acciones inconscientes y prácticas cotidianas a una condición escénica
repetitivas, que surgen espontáneamente para o contextual.

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El tercer autor, cuyo trabajo resulta distracción, desvío, extravío, descubrimiento,


fundamental para comprender las relaciones detención, ofrecimientos, etc.; constituyendo
entre espacio vivido y experiencia cotidiana una alternativa a la vida programada y
es el filósofo chileno Humberto Giannini. Su posibilidad latente de transgredir las normas y
obra, titulada La “reflexión” cotidiana. Hacia una acuerdos (Giannini, 2004). Giannini, al
arqueología de la experiencia (Giannini, 2004), establecer este “pasar” en la calle como
combina en forma excepcional la sencillez de expresión imprescindible del acontecer
palabras y la agudeza del juicio para abordar cotidiano, localiza espacialmente la discusión
el problema de lo cotidiano en sus aspectos sobre lo cotidiano y sitúa a la calle de todos
más esenciales. Tal como observamos en de los días como objeto de estudio.
Certeau, esta obra también se vuelca sobre
los espacios urbanos, dando cuenta de una Ya sea desde la perspectiva micro social de
topografía de lo cotidiano. Giannini define lo Goffman, desde la aproximación etnográfica
cotidiano como “lo que pasa todos los días” que propone de Certeau o a partir de la
y luego, ante la pregunta por cuál sería el entrada filosófica de Giannini, existen dos
modo de pasar distintivo de esta condición constantes que los tres autores comparten
pasajera de lo cotidiano, responde: “¿Qué que interesa rescatar. En primer lugar, se ha
símbolo más apropiado del pasar que la calle optado por comprender la vida cotidiana en
por donde transitamos todos los días? ¿No es base a las experiencias o prácticas que la
ella el topos privilegiado del pasar, del originan y no a partir de una mirada
acontecer ciudadano?” (Giannini, 2004: 28). instrumental que busca en esta área una
En seguida, dando un paso más adelante en posibilidad de asistencia y auxilio para otros
la reflexión sobre el problema afirma: “El campos de interés. Mediante este bajar de la
término ‘pasar’, sin embargo, con el que mirada hacia el sujeto y a la especificidad de
ahora hacemos este primer intento su accionar, los estudios sobre la experiencia
de approche a lo cotidiano, es ambiguo en cotidiana pueden adquirir la autonomía que
cuanto a su referencia: porque, por una parte, requieren para aportar con una visión distinta
‘pasa’ lo que repentinamente se instala en sobre fenómenos diversos de la vida social.
medio de la vida, lo que irrumpe en ella como En segundo lugar, el ámbito de lo público,
novedad (¡¿Qué ha pasado?!). Por otra parte, conformado por el encuentro e interacción
significa lo fluyente, lo que en su social y la relación permanente con las
transitoriedad, no deja huellas; al menos estructuras normativas, constituyen la piedra
visibles” (Giannini, 2004: 28) 3. angular que define lo cotidiano en los tres
trabajos revisados 4.
La calle, por tanto, no sólo constituye un
escenario del acontecer cotidiano, como 2.2. Espacio público
medio de comunicación entre el domicilio y
el trabajo, sino también el límite de lo Durante los últimos años se ha multiplicado
cotidiano. Es este un espacio “de este interés por investigar las manifestaciones
profundidades desconocidas e inquietantes”, cotidianas en el espacio público en áreas
una posibilidad permanente de tentación,
4 A diferencia de numerosos otros trabajos sobre
3 Esta doble acepción de lo cotidiano había sido vida cotidiana, en estos autores, no se busca
anteriormente desarrollada por Braudel (1984) al recuperar la acción particular de grupos sociales
diferenciar entre acontecimiento y suceso: “El que no han cumplido un rol protagónico en la
acontecimiento quiere ser, se cree, único; el historiografía, sino es como masa, como es el caso
suceso se repite y, al repetirse, se convierte en de las mujeres, los niños, los pobres o las minorías
generalidad o, mejor aún, en estructura. Invade sexuales. En cambio, para la comprensión de los
todos los niveles de la sociedad, caracteriza fenómenos cotidianos es imprescindible la
maneras de ser y actuar continuamente consideración de todo el espectro social que
perpetuadas” (Braudel: 1984: 7). interviene en ellos.

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como la sociología, la antropología y la carácter público, como el largo listado que


geografía. Sin embargo, ¿qué sucede cuando menciona. En consonancia con esta visión
se busca hacer historia de la experiencia Armando de Ramón, quien prefiere hablar de
cotidiana en el espacio público? Además de espacio colectivo en vez de espacio público,
las dificultades metodológicas naturales que define éste como: “Todos los espacios en que
implica estudiar las huellas de sucesos se desarrollan las actividades públicas de las
ordinarios en espacios de tránsito, en un sociedad, sean ellos libres o edificados pero
período pretérito, es evidente que la noción que tienen en común el estar destinado al uso
de espacio público, aún carga con la mochila social de la ciudad, forman lo que [...] hemos
de los grandes eventos sociales, económicos y denominado el hábitat colectivo y comprende
políticos que marcaron al siglo XX. En tanto las plazas, parques y lugares de
palabras de Braudel (1984), habría que decir encuentro, como los establecimientos que
que el ojo se ha fijado exclusivamente sobre ofrecen servicios a los habitantes” (Gross, de
el “acontecimiento”, pasando desapercibido Ramón y Vial, 1984: 46).
el deslucido e insignificante “suceso”.
Si bien al menos en esta definición aparece
Basta con detenerse en las nociones de el espacio exterior, en ningún momento se
espacio público adoptadas por dos autores hace alusión a la calle como un espacio de
que marcaron el desarrollo de la historia hábitat colectivo. Pero entonces, ¿qué es lo
urbana latinoamericana durante la segunda que en opinión de estos autores le falta a la
mitad del siglo XX, para comprender las calle para constituirse como escenario de lo
dificultades de aprehender la realidad público? O mejor sería preguntarse ¿qué es lo
cotidiana como constituyente de lo público que tienen en común todos los espacios que
en la ciudad. José Luís Romero, por una se mencionan que no tendría la calle? La
parte, cuando alude a esta noción en su respuesta es bastante evidente. Tanto para
famoso libro sobre la ciudad y las ideas en Romero como para de Ramón, el espacio
Latinoamérica (Romero, 2005), público se manifiesta en lugares de reunión,
paradójicamente niega como espacio de de confluencia y de detención, tales como la
interacción social aquel que indudablemente plaza, el teatro o el café. La relación
era el más cotidiano. Refiriéndose al tradicional vincula al espacio público con una
crecimiento de las ciudades y a la experiencia política (consciente), de
efervescencia social que comenzaba a discusión, de manifestación o con alguna otra
transformar las relaciones entre los actividad concreta como el consumo o el
habitantes, Romero afirma: “La calle se hizo ocio. En esta lógica, la calle como lugar de
más importante que la casa. Todos notaban paso o tránsito, no parece ser un espacio
que la vida se hacía poco a poco más colectivo de interés. Y en consecuencia lo
vertiginosa, y deseaban estar en el vértigo que se concibe como espacio público, no es
porque sospechaban que, de lo contrario, sino un ámbito más o menos excepcional de
retrocederían en lugar de avanzar. La calle la experiencia social en la ciudad.
eran los cafés y los restaurant, los teatros y
los cines, pero también eran las oficinas y los Sólo es posible comprender la real
bufetes, los clubes y los centros políticos” condición del espacio público si se abandona
(Romero, 2005: 299). esta visión que tiende a la estabilidad y
definición del concepto, en función de
Para este autor, la calle es indudablemente determinados momentos y espacios que
el espacio público. Sin embargo, el uso de la tradicionalmente le han sido vinculados, y se
palabra es sólo metafórico, puesto que su adopta otra, más cercana a la que propone
verdadera manifestación física no está en la Adrián Gorelik cuando afirma que el espacio
calle misma, sino en espacios cerrados de público “es más el producto de un choque -

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tan fulminante y centelleante como efímero- por oponer el plan prefigurado de la ciudad a
que de una relación perseguida y estable” la “actividad configurante del transeúnte”
(Gorelik, 2004: 20). olvida que desde comienzos del siglo XX el
transeúnte dejó de ser el único actor que
En esta misma línea, es conveniente atender puede conferir un carácter a los espacios
la obra de Manuel Delgado (2007) y su urbanos. El mismo autor cita a Hannah
aproximación al problema. Contrario a Arendt y concuerda con su aproximación al
Romero y de Ramón, para este autor, el espacio público como espacio de aparición
espacio público se manifiesta en la calle y en “donde yo aparezco ante otros como otros
la plaza, comprendidos estos como espacios aparecen ante mí, donde los hombres no
de movilidad, que debido a su condición existen meramente como otras cosas vivas o
exterior, difícilmente pueden ser sede de algo. inanimadas, sino que hacen su aparición de
En cambio, en ellos se observan actividades manera explícita” (Delgado, 1991: 121), pero
“poco ancladas en que la casualidad y la luego desconoce la posibilidad de que la
indeterminación juegan un papel importante” experiencia social pueda encontrar asidero en
y “sus protagonistas aparecen como otras formas de aparecerse en la ciudad: entre
desafiliados, es decir sin raíces”. Esta pasajeros en un vehículo de locomoción
condición inestable e inhabitable del afuera es colectiva, entre transeúntes y conductores,
la que permitiría, según Delgado, el entre pasajeros y conductores o incluso sólo
surgimiento del espacio público entendido entre conductores 5.
como “aquel en que la vida social despliega
dramaturgias basadas en la total visibilidad y Estas nuevas relaciones sociales que se
en que no existe ningún requisito de producen en las ciudades a partir de la
autenticidad, sino el mero cumplimiento de importancia que comienzan a tener los viajes
las reglas de copresencia” (Delgado, 2007: metropolitanos con la entrada del siglo XX,
32-33). En consecuencia, las calles no son como principales manifestaciones cotidianas
sólo un sistema instrumental de del espacio público, permanecen sin ser
comunicación entre múltiples puntos estudiadas. Uno de los pocos intentos de
distantes entre sí, sino sobre todo, “el adentrarse en estos terrenos fue desarrollado
entramado por el que oscilan los aspectos por Néstor García Canclini junto a otros dos
más intranquilos del sistema de la ciudad, el investigadores hace más de diez años atrás. A
escenario de esta estructura hecha de través de una publicación en donde se
instantes y de encuentros que singulariza la combina certeramente información
sociabilidad urbana. La orienta una lógica que estadística, acontecimientos relevantes,
obliga a topografías móviles, regidas por una
clase en concreto de implantación colectiva,
que pone en contacto a extraños para fines
5 Manuel Delgado es un simpatizante más de una
larga tradición presente en los estudios urbanos
que no tienen por qué ser forzosamente que ve en los sistemas de transporte moderno,
instrumentales y en que se registra una especialmente en el automóvil particular, el
proliferación poco menos que infinita de instrumento de destrucción de una cierta forma
de sociabilidad y del espacio público que
significados” (Delgado, 2007: 153).
distinguiría a la vida en la ciudad. Esta visión
romántica de la ciudad de los transeúntes, que
Si bien Delgado da un importante paso encuentra sus fundamentos en el parís del siglo
hacia la conceptualización del espacio público XIX, de los pasajes de Benjamin o del flâneur de
Baudelaire; o en las consecuencias que el peculiar
en vinculación con lo pasajero y lo cotidiano
e irrepetible proceso de automovilización que
en la ciudad, su principal falencia radica en afectó a Estados Unidos en la segunda mitad del
asimilar esta condición directamente con la siglo XX, tuvo sobre la vida en la ciudad, está
figura del transeúnte. Siguiendo de cerca el lejos de ser representativa de los procesos
urbanos que se han desatado en la mayoría de las
trabajo de de Certeau, Delgado, en su afán ciudades del mundo.

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numerosas entrevistas y abundante material 2.3. Cultura material


fotográfico, los autores se proponen estudiar
Ciudad de México desde 1940 en adelante Uno de los principales aportes del texto es
desde la experiencia del viaje urbano. Su la alusión permanente, a través del registro
interés no busca comprender las implicancias fotográfico y los testimonios de los
del viaje desde una visión sociológica o entrevistados, a la cultura material que
urbanística, que privilegia su entendimiento distingue estas experiencias cotidianas de
como mecanismo de reproducción de las viajes en la ciudad. Aunque parezca evidente,
fuerzas de trabajo, de movimiento de es muy frecuente que los estudios de vida
capitales o distribución de la población. En cotidiana se concentren en las actividades y se
cambio, desde un principio se propone desentiendan del contexto material y los
comprender los viajes urbanos “como objetos que determinan y posibilitan este
experiencias vividas, conjunto de quehacer. Lo grave es que la marginación u
interacciones entre personas y grupos, modos omisión del mundo material no sólo resta
de habitar, recorrer e imaginar lo que sucede sentido a la comprensión de la experiencia
en la metrópoli” (García Canclini, Castellanos cotidiana, sino que también puede fomentar
y Rosas Mantecón, 1996: 27): “Más que al falsas lecturas de los hechos. A modo de
trabajar o al enfrentar actividades propias de ejemplo, es muy distinto investigar sobre la
un residente, es viajando cuando brotan las experiencia del accidente de tránsito en la
preguntas acerca de por qué la ciudad es así o ciudad si se conocen las características
cambia, cómo podría mejorar, de qué manera técnicas de los automóviles, la señalética vial
coexistimos con los otros. Las travesías existente y las condiciones de los caminos, a
urbanas son también viajes por las relaciones si sólo se consultan los testimonios que
entre el orden y el desorden, donde se activa aparecen sobre el tema en los periódicos. Tal
la memoria de las imágenes perdidas de la como señalaba Braudel, la existencia
ciudad que fue, y se imagina cómo será” cotidiana son los hombres y las cosas, las
(García Canclini, Castellanos y Rosas cosas y los hombres, y con esto hace alusión
Mantecón, 1996: 24). a un círculo cerrado de acción e
interdependencias entre ambos, donde no se
Canclini señala el estudio de los viajes explica el accionar del sujeto sin la existencia
urbanos como una instancia privilegiada para del objeto, y no se entiende la forma y
aproximarse a la idiosincrasia de una ciudad significado del objeto sin las motivaciones y
determinada. Esto debido a que el viaje, más necesidades del sujeto. Sergio Rojas lo explica
que otras actividades como el trabajo, el ocio, del modo que sigue: “Las huellas de lo
las prácticas religiosas que se llevan a cabo en cotidiano son la inadvertida impronta que
la ciudad, nos habla sobre el conjunto de la dejamos sobre las materialidades que
población (García Canclini, Castellanos y soportan las rutinas. Se trata en sentido
Rosas Mantecón, 1996). En consecuencia, a estricto de huellas que se hicieron en el
diferencia de lo que se deduce de la visión de tiempo: tiempo de la repetición, de la
Manuel Delgado, el viaje urbano implica reiteración, en donde ciertos itinerarios se
necesariamente un espacio de interacción adhirieron a la materia hasta quedar hechos
social, de confrontación, “aunque sea en de ella” (Rojas, 2004: 141).
comparaciones imaginarias”, con el otro y
con lo desconocido e inabarcable del mundo Sin embargo cuando se reduce el tiempo al
exterior. Sobre un automóvil, en un vagón acontecimiento particular de la experiencia,
del metro o como pasajero de un autobús, el no solo la materia circundante requiere una
habitante se apropia del espacio urbano que nueva mirada, también el sujeto protagonista
va recorriendo, observando e imaginando de esa experiencia debe ser comprendido
como es la vida en ellos. desde una inmediatez y profundidad que se

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corresponda con el mundo material que se espacio urbano. Llevado al plano cotidiano, y
descubre, es decir, como cuerpo. Tal como volviendo sobre las ideas de Humberto
Richard Sennett lo comprendió en su Giannini, estas primeras décadas se
fascinante recorrido por la historia de caracterizan por el surgimientos de ciertas
Occidente bajo la premisa Carne y piedra, se “transgresiones cotidianas”, que por su
trata de un cuerpo con infinitas necesidades, condición de cotidianas, tienden a volver, a
que mira, escucha, huele y siente su entorno, reintegrarse a la estructura total a la que
y a través de estas acciones es capaz de pertenecen (Giannini, 2004). Luego, estas
otorgar significado y ser significante a la vez. transgresiones se vuelven norma, hábito y
Así, es el cuerpo y no el sujeto el que le da su rutina; los acontecimientos se transforman en
sentido a la experiencia cotidiana. sucesos. Las consecuencias de este proceso
de cambio de las formas de la vida urbana
Una historia de la experiencia cotidiana del que acompaña al cambio de siglo, reconocido
viaje metropolitano en la ciudad, sólo más comúnmente como metropolización, se
alcanzará puerto seguro en la medida en que pueden observar en tres esferas distintas,
se logre poner en diálogo estas dos esferas de cuando se hace foco sobre la experiencia
estudio, la del cuerpo y la de la materia cotidiana.
inmediata a éste. El resultado de este
encuentro es la comprensión de la ciudad José Luis Romero nos señala la primera: el
como un lugar de producción constante de número. Refiriéndose al proceso de paso del
significados, base para la constitución de una rancherío a la metrópoli, este autor señala:
cultura material urbana. Tradicionalmente “En un principio -en el shock originario-, el
asociados a la alimentación, la vestimenta y la número fue lo que alteró el carácter de la
habitación y sus vinculaciones con la ciudad, y lo que atrajo la atención acerca de
necesidad, el deseo y el consumo (Burke, que algo estaba cambiando” (Romero, 2005:
2004), la historia de la cultura material ha 349). Esta noción del número, que Braudel
ignorado el ámbito de lo urbano como había utilizado anteriormente para cualificar
posible campo de investigación. Este enfoque sus estudios sobre vida material, alude
temático ha tendido a consolidar inicialmente a la cantidad de personas, en este
investigaciones en que la noción de “artefacto caso, que habitan un determinado lugar. Sin
de museo”, de objeto aislado, embargo, “el número” no son sólo las
descontextualizado y arbitrariamente personas a modo de cifra demográfica, sino
resignificado, se impone sobre una que se debe multiplicar por los
comprensión de un sistema de relaciones e requerimientos y necesidades que cada una de
interdependencias entre objetos y personas. esas personas demanda. De esta manera, la
En este sentido, la diversidad y complejidad alteración significativa del “número” de
de la experiencia urbana nos aleja del objeto habitantes que residen en el espacio urbano,
en sí mismo, e instala la centralidad de las tal como sucedió en este período, tuvo
relaciones entre sus usos, significaciones y manifestaciones concretas sobre la ciudad,
representaciones. desde una mayor presencia de gente en las
calles, hasta la transformación de la forma de
3. La nueva vida metropolitana desplazarse, o la instauración de nuevas
normativas y acuerdos sociales adecuados,
El estudio de las primeras décadas del siglo etc. Por otra parte, el número está en directa
XX, resulta sumamente significativo para relación con el tamaño de la ciudad.
comprender la naturaleza de estas relaciones
en las ciudades contemporáneas, debido a Una segunda esfera desde donde observar
que se trata de un momento crucial de crisis y este proceso de metropolización se refiere al
cambio en la forma de entender y practicar el surgimiento de una realidad material, donde

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tomás errázuriz
para una historia del viaje metropolitano

las nuevas tecnologías adquieren un papel en su clásico ensayo sobre la metrópolis y la


preponderante, alterando el modo de vivir en vida mental escrito en 1903, e inspirado en el
la ciudad. El incremento del número sólo es Berlín de fines del XIX, da cuenta con
posible en la medida en que los cambios en agudeza de como “la concentración tan alta
los sistemas de producción y la incorporación de hombres y cosas” y la mercantilización
de tecnologías permiten nuevas soluciones impresionante de está últimas habría
frente a los problemas de movilización, repercutido en el modo en que el hombre se
habitación, higiene, etc. La aparición de los presentaba en sociedad y su actitud general
vehículos motorizados permitiendo un ante la vida urbana (Simmel, 2005).
traslado más rápido y eficiente, la edificación Independiente de cuál es este nuevo modo, lo
en altura que promueve la densificación de la evidente es que esta magnitud y profundidad
ciudad o la instalación de redes de servicios de cambios en la ciudad, conlleva
eléctricos de gas y alcantarillado son sólo necesariamente una transformación en la
algunos ejemplos determinantes en esta forma de ser de sus habitantes.
metamorfosis urbana del cambio de siglo.
Pero además del uso de las nuevas 4. El viaje metropolitano
tecnologías al servicio de la adecuación de la
ciudad frente al cambio demográfico, la Frente al nuevo escenario, la centralidad del
transformación del mundo material responde viaje cotidiano por la ciudad adquiere un
a la sostenida diversificación y complejización carácter evidente, en la medida en que se
de las necesidades asociadas al progreso y a la constituye como el espacio de mayor
modernización. Tal como afirmaba Norman visibilidad de estas tres esferas de innovación
Pounds en su célebre libro sobre cultura distintivas del proceso de metropolización.
material, “lo que en una época se consideraba Es ése el espacio-tiempo común más cercano
un lujo preciado como residencia, alimento o y recurrente desde el cual cada habitante
menaje doméstico, se convierte en una comprende, observa o asimila la ciudad, las
necesidad a la siguiente” (Pounds, 1989: 23). transformaciones acaecidas o simplemente la
En este sentido, durante el siglo XX, junto vida de los otros. Es en los trayectos
con un crecimiento exponencial de las cotidianos donde hacen su aparición los
necesidades y lujos asociados a la vida tranvías y los automóviles, se estrena la nueva
cotidiana, se generó un enriquecimiento y iluminación eléctrica, se observa el
diversificación de la cultura material incremento de la población, la modernización
vinculada a la experiencia cotidiana en la y crecimiento de la ciudad construida, al
ciudad. tiempo que se participa de las nuevas formas
de sociabilidad. En consecuencia, estudiar la
El tercer síntoma que genera el experiencia cotidiana de estos
advenimiento de la metrópoli, que es desplazamientos, equivale a tomar puesto
consecuencia directa de los dos anteriores, para observar la función en primera fila, lo
consiste en un cambio de la experiencia social más cercano al escenario donde tienen lugar
que experimentan sus habitantes. Las los acontecimientos, donde se observa con
condiciones y formas en que se produce mayor claridad y nitidez los motores que
aquel espacio de aparición -que caracteriza la determinan la acción y la evolución dramática
esfera de lo público-, se ven trastocadas por de los personajes.
las nuevas condiciones sociales, económicas,
políticas y materiales que se han instalado en Pero, ¿de qué se habla cuando se hace
la ciudad. Aparecen entonces nuevas formas referencia a estos trayectos cotidianos? ¿Qué
de sociabilidad, nuevos marcos para la distingue a estos desplazamientos de
experiencia, en palabras de de Certeau, personas en la ciudad de otros movimientos
nuevas estrategias y tácticas. Georg Simmel, urbanos anteriores? La respuesta a estas

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tomás errázuriz
para una historia del viaje metropolitano

interrogantes nos devuelve inevitablemente económico, un agente medioambiental, una


sobre los tres puntos anteriores, pero ahora forma de movilidad y un discurso de la
obligándonos a hacer énfasis sobre aquella cultura dominante (Shelley y Urry, 2000). De
segunda esfera de transformación que esta manera, al considerar el automóvil ya no
distingue al proceso de metropolización, sólo un artefacto tecnológico, sino como
comúnmente marginada por la historia sistema, se descubre un mundo de relaciones
urbana y la historiografía en general. e interdependencias con el mundo en el cual
se inserta.
En este sentido, es fundamental reconocer
que el trayecto cotidiano y los viajes en la Al extender este análisis a los demás
ciudad, con la llegada del siglo XX, fueron vehículos motorizados que dominan el
decididamente alterados por la incorporación tránsito urbano desde el siglo XX, el
de las nuevas tecnologías a los sistemas de resultado es equivalente. La interdependencia
transporte. Los artefactos tecnológicos entre estos artefactos tecnológicos del
modernos, materializados en el tranvía transporte y la vida urbana pueden
eléctrico, los automóviles y los vehículos observarse básicamente en dos ámbitos
motorizados de mayor capacidad, acción. El primero se refiere a las
transformaron drásticamente los límites y consecuencias físico-ambientales sobre el
posibilidades del desplazamiento de los territorio urbano, proceso que es posible
habitantes en la ciudad. Ante esta marca de la definir, por una parte, en base a aquellos
metropolización, como nunca antes en la fenómenos que se podrían denominar
historia, el hombre ya no puede ser sintomáticos, tales como el aumento de la
comprendido como cuerpo aislado o sólo congestión vehicular, de la contaminación
como carne, En cambio, el cuerpo extenso atmosférica y la contaminación acústica, o de
sobrepasa la frontera física de lo meramente los accidentes de tránsito. Por otra parte
corpóreo, extendiendo una red de estarían aquellos fenómenos replicativos o
interdependencias con los artefactos preventivos, donde cabría mencionar desde la
tecnológicos con que convive. construcción de un cuerpo normativo e
institucional hasta acciones directas sobre el
Para comprender mejor los alcances que espacio de la ciudad como la construcción de
puede adquirir esta relación entre el sujeto y nuevas autopistas, el ensanchamiento de
el nuevo objeto tecnológico, resulta calles, la habilitación de nuevos espacios de
interesante comprender qué son estos estacionamiento, la construcción de casas y
artefactos, atendiendo a los últimos estudios departamentos con uno o varios
sobre automovilidad, que han surgido con estacionamientos, entre otros.
fuerza en la última década. Mimi Sheller y
John Urry dan un nuevo impulso a estos El segundo ámbito de acción dice relación
estudios iniciados tempranamente en Estados con las implicancias inevitables de los
Unidos durante los años sesenta, al vehículos motorizados en la transformación
abandonar la noción de automóvil como cosa de las prácticas y experiencias de la vida
aislada y entenderlo como un sistema de cotidiana de los habitantes. Nadie que se
prácticas sociales y técnicas interconectadas. desplace por la ciudad regularmente, sea
Buscando argumentar esta nueva mirada, peatón, conductor, pasajero, ciclista, etc.,
elaboran una serie de categorías distintas puede desentenderse de la influencia que los
desde donde se puede comprender la acción vehículos motorizados tienen sobre sus
de este vehículo sobre la vida percepciones y vivencias. Hasta aquel
contemporánea. Así, el automóvil sería a la transeúnte que ni tiene un automóvil, ni usa
vez un objeto manufacturado, un bien de medios motorizados para desplazarse, verá su
consumo individual, un complejo maquinario experiencia cotidiana de viaje en la ciudad

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tomás errázuriz
para una historia del viaje metropolitano

profundamente trastocada por la irrupción de Referencias


estos artefactos tecnológicos.
Braudel, F. (1984). Civilización material,
Estas dos dimensiones desde donde se economía y capitalismo siglos XV-XVIII Tomo I:
pueden comprender las relaciones entre los Las estructuras de lo cotidiano: lo posible y lo
nuevos vehículos tecnológicos y la vida imposible. Madrid: Alianza.
urbana, en la realidad se combinan en una Burke, P. (2004). What is cultural
trama compleja en permanente movimiento, history? Cambridge: Polity Press.
transformación y adaptación, debido a que de Certeau, M. (1996). La invención de lo
cualquier cambio en las experiencias y cotidiano. I. Artes de hacer. México:
prácticas en la ciudad, en lo construido (físico Universidad Iberoamericana.
o normativo) o en mismos vehículos, Delgado, M. (1999). El animal público. Hacia
repercuten en algún nivel sobre total del una antropología de los espacios urbanos.
sistema. Barcelona: Anagrama.
__________ (2007). Sociedades movedizas. Pasos
Ante tamaña madeja, y cuando el objetivo hacia una antropología de las calles. Barcelona:
está en reflotar ciertos procesos históricos Anagrama.
como el viaje en la ciudad desde ámbitos García Canclini, N., Castellanos, A. y Rosas
como la vida cotidiana, el espacio público o la Mantecón, A. (1996). La ciudad de los viajeros.
cultura material urbana distintiva de la Travesías e imaginarios urbanos: México, 1940-
metropolización, no tiene sentido hablar de 2000. México: Grijalbo.
transeúntes y conductores por separado, Giannini, H. (2004). La “reflexión”
como si fueran realidades contrapuestas, o cotidiana. Santiago: Editorial Universitaria.
estudiar algún vehículo particular y su Goffman, E. (1993). La presentación de la
desarrollo como medio de movilización. En persona en la vida cotidiana. Buenos Aires:
cambio se debe apostar por un marco Amorrortu.
histórico comprensivo, que al tiempo que Gorelik, A. (2004). La grilla y el parque: espacio
arriesga en profundidad, como la misma público y cultura urbana en Buenos Aires, 1887-
catalogación lo indica, gane en comprensión 1936. Buenos Aires: Universidad Nacional
de los fenómenos estudiados. Bajo esta de Quilmes.
premisa, se ha tomado como foco el término Gross, P., de Ramón, A. y Vial, E.
“viaje metropolitano”. A diferencia de cómo (1984). Imagen ambiental de Santiago. 1880-
lo utiliza García Canclini, aquí, el concepto 1930. Santiago: Ediciones Universidad
no hace referencia a una determinada Católica de Chile.
extensión física del viaje cotidiano en la Heller, A. (1991). Sociología de la vida cotidiana.
ciudad, como nueva condición del “viaje Barcelona: Península.
urbano”, luego del crecimiento extensivo de Lefebvre, H. (1991). Critique of everyday
la mayoría de las ciudades durante el siglo life. London: Verso.
XX. En cambio, el apellido “metropolitano” Ploger, J. (1995). Henri Lefebvre, Critique of
es utilizado en alusión a las nuevas Everyday Life. Geografiska Annaler. Series B,
modalidades de viaje que conlleva el proceso Human Geography, 77, 1, 65-66.
de metropolización de las ciudades. En otras Pounds, N. J. G. (1989). La vida cotidiana:
palabras, son viajes metropolitanos en la historia de la cultura material. Barcelona:
medida en que involucran necesariamente Crítica.
vehículos modernos (tecnología) y son Rojas, S. (2004). Las obras y sus relatos.
incorporados a las actividades cotidianas de Santiago: Universidad Arcis.
los habitantes de la ciudad. Romero, J. L. (2005). Latinoamérica. Las
ciudades y las ideas. Buenos Aires: Siglo XXI.

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tomás errázuriz
para una historia del viaje metropolitano

Simmel, G. (2005). La metrópolis y la vida


mental. Bifurcaciones Revista de Estudios
Culturales Urbanos, 4. Recuperado de
http://www.bifurcaciones.cl/004/reserva.h
tm.
Sheller, M. y Urry, J. (2000). The city and the
car. International Journal of Urban and Regional
Research, 24, 4.

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