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La visión de la iglesia
Lecciones
Bogotá Enero del 2000
INDICE
1. Los Aspectos Universal, Práctico y Local de la Iglesia.................
3
2. La Iglesia como El Cuerpo de Cristo, La Obra Maestra de Dios y el Nuevo
Hombre........... 5
3. La Iglesia como la familia de dios o Casa de Dios y la habitación de Dios en el
Espíritu...... 7
4. La Iglesia como la novia de Cristo, la Guerrera y el Testimonio de
Jesucristo....................... 9
5. La Unidad es la base de la
Iglesia................................................................................................ 12
6. Los Principales Desvíos de la
Iglesia........................................................................................... 15
7. La revelación acerca de las Siete Iglesias en Apocalipsis – La Iglesia en
Éfeso...................... 17
8. La Revelación acerca de las Siete Iglesias en Apocalipsis – La Iglesia en
Esmirna................ 18
9. La Revelación acerca de las Siete Iglesias en Apocalipsis – La Iglesia en
Pérgamo............... 20
10. La Revelación acerca de las Siete Iglesias en Apocalipsis – La Iglesia en
Tiatira.................. 22
11. La Revelación acerca de las Siete Iglesias en Apocalipsis – La Iglesia en
Sardis................... 23
12. La Revelación acerca de las Siete Iglesias en Apocalipsis – La Iglesia en
Filadelfia.............. 24
13. La Revelación acerca de las Siete Iglesias en Apocalipsis – La Iglesia en
Laodicea............... 26
14. La Restauración de la
Iglesia....................................................................................................... 27
15. La Iglesia y el
Reino...................................................................................................................... 29
16. Cómo Proceder en la Casa de Dios (Viviendo en el
Espíritu)................................................... 31
17. La Edificación de la
Iglesia........................................................................................................... 32
18. La Vida de
Reuniones.................................................................................................................... 34
19. Las Reuniones de enseñanzas y de la comunión de la enseñanza de los
Apóstoles................. 36
20. Las Reuniones de
Oración............................................................................................................ 37
21. La Reunión de Partir el Pan
(Visión).......................................................................................... 38
22. La Reunión de Partir el Pan (Aspectos Prácticos) y La Reunión
del....................................... 41
23. Ejercicio de los Dones
(Mutualidad)........................................................................................... 41
24. Las Reuniones de Predicación del
Evangelio............................................................................. 43
25. Las Reuniones
Especiales............................................................................................................. 44
26. La Vida
Familiar...........................................................................................................................
45
27. La Vida Social y los Grupos Familiares de Cuidado Mutuo
(GFCM)..................................... 47
28. Los Principios del Gobierno y de la Administración de
Dios.................................................... 48
29. Los hermanos Responsables (Presbíteros) y los de Servicio
(Diáconos).................................. 51
30. La Relación de La Iglesia con la
Obra........................................................................................ 53
31. La Administración de la Iglesia y el Ministerio de la
Palabra................................................. 55
32. El Ministerio de las Ofrendas (La
Visión).................................................................................. 57
33. El Ministerio de las Ofrendas (Asuntos
Prácticos)................................................................... 60
34. El Ministerio de los Servicios – Aspectos Prácticos de los
Servicios........................................ 62
35. El Ministerio de los Servicios – Aspectos Prácticos de los Servicios
(2)................................... 65
36. Dinámica de Grupo para la Aplicación de las Lecciones 34 y
35.............................................. 69
37. Niños y
Alumnos............................................................................................................................
69
38. Niños y Alumnos NIÑOS &
ALUMNOS..................................................................................... 71
39. El Servicio de Jóvenes y Adolescentes
(Visión)........................................................................... 73
40. El Servicio de Jóvenes y Adolescentes (Asuntos
Prácticos)....................................................... 75
II. La Iglesia es la Asamblea de los llamados fuera del mundo – Ef. 4:1; 1
Co. 1:2:
A. La palabra griega Ekklesía está conformada por dos raíces griegas: Ek,
que significa fuera de, y Kaleo que significa llamados – Mt. 16
B. En la Biblia, la primera persona en ser llamada fue Abraham, que es el
padre de la raza llamada – Gn.12:1-3.
C. Después de las cuatro caídas del hombre, Dios abandonó la raza creada y
llamó a Abraham para que saliese de Ur de los caldeos, una tierra de
ídolos, y para que fuera a otro lugar, a la tierra de Canaán, a fin de
establecer un nuevo comienzo con el hombre llamado.
D. En el Nuevo Testamento, los llamados de Dios son Aquellos que creen
en Cristo, tal como ocurrió con Abraham, que dejó la tierra de ídolos y
fue a vivir en la tierra de Canaán, la cual tipifica a Cristo y todas sus
riquezas:
1. La Fe de Abraham era pequeña y él no se movía, pero en la medida en
que Dios fue apareciéndole y hablándole, su fe fue creciendo y así él
avanzó hasta llegar a Canaán – Hch 7:2-3; Gn. 11:3; 12: 5; Gá. 3:6; 4:9;
Ro. 10:17.
2. La descendencia celestial de Abraham represente la iglesia – Gn. 15:5;
22: 15-18.
3. Los creyentes del Nuevo Testamento fueron llamados para fuera del
mundo, de acuerdo con el propósito de Dios, a fin de ser
conformados a la imagen del Hijo Primogénito de Dios – Ro. 8:28-29
4. Los creyentes son llamados para que anden como es digno del
llamamiento, manifestando las virtudes elevadas de Aquel que los
llama – Ef.4: 1-3.
VI. La iglesia en cada ciudad llega a ser la expresión práctica del Cuerpo de
Cristo - Hch 8:1; 13:1; 1 co 12:27; Ef. 2:22:
A. Existe solamente un Cuerpo, pero muchas expresiones, tal como ocurre
con la luna en sus manifestaciones en cada ciudad. Ejemplo la luna en
Bogotá, la luna en Barranquilla, etc. – Ro. 16:1; 1 Co. 1:2; Ap. 1:4, 11.
VII. Todas las iglesias locales, Constituyen el único Cuerpo de Cristo – Ef.
4:4; Mt. 16:18.
A. La iglesia puede ser nombrada en singular o en plural, indicando el
aspecto universal y práctico – 1 co. 10:32; 11:16.
B. No existe el caso en que haya una referencia en plural para una única
ciudad. Cuando la Biblia se refiere a la iglesia, corresponde a una
determinada ciudad – Gá 1:22; 1 Ts 2: 14; Hch.15: 41.
C. En caso de que dos o tres estén unidos en un determinado lugar no
significa que ellos son la iglesia en una ciudad – Mt. 18:15-20.
INTRODUCCIÓN
¿Qué es la iglesia?
En la Biblia podemos encontrar innumerables definiciones de la Iglesia bajo
diversos aspectos. En la Epístola a los Efesios encontramos particularmente la
gran mayoría de estas definiciones; tantas, que este libro llega a ser el más
elevado del Nuevo Testamento en lo que se refiere a la iglesia. Por eso, vamos a
definir la iglesia basada en Efesios. En este libro veremos nueve aspectos de la
iglesia, y en Apocalipsis tres más, para un total de doce aspectos de la iglesia. ¡El
número 12 es un número maravilloso! En la Biblia el número siete significa
complementación, (7 =3+4, es decir, el Dios Triuno 3 mezclado con el hombre
creado 4). Sin embargo, el número doce es el complemento, pues tiene origen no
en la suma, sino en la multiplicación de 3 × 4. Dios y el hombre están total y
completamente mezclados.,
La primera definición de la iglesia está en Efesios 1:9-10: “Dándonos a
conocer el ministerio de Su voluntad según Su beneplácito, el cual se había
propuesto en Sí mismo para la economía de la plenitud de los tiempos, de hacer
que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas, así las que están en
los cielos, como las que están en la tierra” (VR) – La iglesia es el misterio de la
voluntad de Dios. Esta es una definición bastante elevada por lo cual hablaremos
de ella detenidamente.
LA ECONOMIA DE DIOS
PERSONAS-DONES Y LA IGLESIA
Efesios 4:11-12 nos dicen que toda las personas-dones – Los apóstoles,
evangelistas y pastores y maestros – son para la iglesia. Estos hermanos son para
el perfeccionamiento de los santos, con el fin de que la iglesia sea edificada.
Es lamentable que tantos de los llamados obreros, ministros y maestros
cristianos de hoy estén haciendo una obra sin tener como meta la iglesia. Ellos se
preocupan solamente por su obra, pero no por la iglesia, la obra que hacen, en un
sentido, está destrozando, destruyendo y arruinando la iglesia. Si usted es un
apóstol, debe serlo para la iglesia. Si es un profeta, debe serlo para la iglesia. Si
es evangelista, debe serlo para la iglesia. Si es maestro-pastor debe serlo para la
iglesia. Cualquiera sea el encargo que el Señor nos dé, debe ser para la iglesia. La
iglesia es lo que Dios busca. Es lo que Él planeó y desea tener.
EL PRINCIPIO Y EL FIN
ABRAHAM
En la Biblia, la primera persona en ser llamado fue Abraham; él es el padre
de la raza llamada, y fue llamado para salir de Ur de los caldeos. Este lugar
tipifica el mundo. Era un lugar lleno de ídolos, donde Dios ya había abandonado
los hombres y no tenía más esperanza en ellos. Ellos formaron parte de la raza
creada, la cual tuvo cuatro grandes caídas. La primera fue con Adán, la segunda
con Caín, la tercera con la generación de Noé y la cuarta fue en la torres de
Babel. Con la cuarta caída, Dios ya no tenía ninguna esperanza en la raza
creada, y Él quiso comenzar todo nuevamente. El evangelio de Mateo comienza
diciendo que Jesucristo es el hijo de Abraham; por tanto, Él es un descendiente
de la raza llamada.
Responder al llamamiento implica salir de una situación y entrar en otra.
Abraham tenía que dejar la situación de idolatría, dominante en Ur de los
caldeos, y entrar en otra situación. Por tanto, tenía que cruzar el gran río Éufrates.
Dios parecía decirle: “Sal y cruza el río, deja la situación vieja; quiero que seas el
padre de una nueva raza, una raza llamada”. Él cruzó el río y llegó a ser un
hebreo, palabra que quiere decir “el que atraviesa el río”. ¡Aleluya¡ Hoy, nosotros
también fuimos llamados a cruzar el río y por tanto somos, la ekklesía, la
asamblea de los llamados, Fuimos llamados y respondemos al llamamiento
saliendo de “Ur de los caldeos”, atravesamos el río para ir a la tierra de Canaán.
Esta asamblea (congregación) es la iglesia.
A. LA FE CRECE
B. LA DESCENDENCIA
Dios prometió a Abraham una descendencia y que esta sería una gran nación.
Sería tan numerosas como la arena del mar y las estrellas del cielo. Aquí
podemos ver los dos aspectos de la descendencia. El primero, la arena del mar, se
refiere a una descendencia terrenal, que vino por medio de Isaac y Jacob, es
decir, la nación de Israel. El segundo, como las estrellas de los cielos, se refiere a
la descendencia celestial, es decir, la iglesia en el Nuevo Testamento. Todos los
cristianos hoy forman parte de la descendencia celestial de Abraham, somos la
iglesia, los hijos de Abraham. Podemos decir que cuando Abraham fue llamado,
también fuimos llamados en él.
Efesios 4:1 dice: “Yo pues, preso en el Señor, por su ruego que andéis como
es digno de la vocación con que fuisteis llamados”. Vemos lo grande que es la
gracia de ser llamado. En el caso de Abraham Dios preparó todo, hizo de él una
gran nación y lo llevó al monte para mostrarle la tierra que le daría (Gn. 13,15).
De la misma manera, nuestro llamamiento es una gracia y debemos andar de
modo digno de ese llamamiento.
Según Efesios 4:2, un andar digno es andar “con toda humildad y
mansedumbre, soportándonos con paciencia los unos a los otros en amor”. Estas
son virtudes humanas que fueron elevadas por el Señor Jesús. Nuestra paciencia
no dura mucho, tiene límite. Esto se ve fácilmente en el matrimonio cuando, por
ejemplo, el marido tiene mal carácter, y la esposa lo soporta por un buen tiempo.
Sin embargo, llega el día en que ella no aguanta más y pierde la paciencia. En
cambio, cuando experimentamos la paciencia que fue elevada por el Señor Jesús,
la situación es diferente. Esto sucede porque el Señor Jesús vivió una vida
humana perfecta, experimentando todas las virtudes humanas y Él está en
nosotros. Nosotros podemos poseer todas esas virtudes de Cristo que están en
nuestro interior. Entonces podemos ser pacientes, humildes, mansos, y
soportarnos los unos a los otros.
“Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”. (Ef. 4:3).
Debemos mantener la unidad, pero podemos lograrlo sólo si vivimos en estas
virtudes humanas elevadas.
Ser humilde es siempre a dar un paso atrás. Si cada uno considera a los
demás superiores a sí mismo no habrá contiendas. Seremos perfectamente uno.
Ser mansos es no ser duro, violento, sino más bien flexible, maleable. Cuando
dos cosas duras chocan ocurre un gran desastre, seamos un poco más blandos.
Ser pacientes es ir con más calma, más despacio. No vayamos demasiado rápido.
Soportarnos los unos a los otros es ser amplio, tolerante; no ser demasiado
estricto. Seamos un poco más flexibles. Nuestro andar debe tener estas cuatro
virtudes humanas, y esto es andar de modo digno de nuestro llamamiento.
Fuimos llamados para estar juntos y ese andar nos mantiene en la unidad. Esto es
ekklesía.
Es muy bueno saber que somos “ekklesía”, la congregación la congregación
de los llamados, somos aquellos que fueron llamados hacía fuera de “Ur de los
caldeos”, hacia fuera del mundo, cruzamos el río y llegamos a ser los hebreos. En
esta salida, al comienzo, nuestra fe era pequeña y muchas veces paramos a la
mitad del camino, Pero gracias al Señor, Él viene siempre a darnos Su Palabra
reforzando nuestra fe y llevándonos hasta “Canaán” la iglesia. La iglesia es la
congregación a la imagen de Su Hijo por medio de todas las cosas que ayudan a
nuestro bien. Una vez que hemos conformados a la imagen de Su Hijo por medio
de todas las cosas que ayudan a nuestro bien. Una vez que hemos sido llamados,
debemos andar de modo digno de ese llamamiento para mantener la unidad. Esto
es la ekklesía.
Todos somos miembros del cuerpo de Cristo y todos fuimos “arreglados” en Él,
de tal manera que ningún miembro puede faltar. Algunos puede decir que
determinado hermano es imprescindible en el Cuerpo porque tiene cierta función;
no obstante no es así. Todos son importantes. Inclusive con relación a un
hermano de carácter difícil, no es correcto decir que mejor sería que él no
estuviese con nosotros, pues si no tuviésemos tal hermano de carácter difícil,
nuestra vida no crecería mucho. Sus actitudes hacen que nos volvamos al Señor
y oremos más. En la iglesia no puede faltar ningún miembro. Somos miembros
los unos de los otros y el orden y arreglo de Dios son muy buenos. Debemos dar
gracias a Él. Jamás rechazamos a ningún hermano, debemos amarlo a todos. A
los miembros que son de menor honra debemos darle más honra.
Todos los miembros del Cuerpo funcionan. Cada uno ejecuta su función.
Algunas veces, cuando soy invitado a hablar, hablo de las funciones de los
miembros del Cuerpo y siempre pregunto: ¿Sus ojos hablan? Obviamente todos
dicen que no. Sin embargo, les digo que en la Biblia, incluso los oídos, las manos
y los pies hablan. Esto está en 1 Corintios 12:15 que dice: “Si dijera el pie”, en el
versículo 16 dice: “Y si dijere la oreja”. Por tanto, todos los miembros del
Cuerpo hablan. En la iglesia, que es el cuerpo de Cristo, todos los miembros
deben hablar. Hemos enfatizado la práctica de las reuniones pequeñas porque
son las reuniones básicas de la vida de la iglesia. Es una reunión donde todos los
miembros pueden funcionar. Cada miembro puede hablar. En una reunión
grande es imposible que todos hablen. Es posible que todos canten, sin embargo,
es imposible que cada uno exprese sus sentimientos. Por eso, necesitamos las
reuniones pequeñas para todos tengan la oportunidad de hablar. En cada reunión
debe haber entre diez y doce personas, proporcionando las condiciones
apropiadas para que todos hablen.
¡Esta es la como el Cuerpo de Cristo! En este Cuerpo somos miembros los
uno de los otros, y no solamente la boca habla y todos nosotros miembros oyen.
Esta no es la práctica de la iglesia. En ella no hay un líder, pues todos tienen la
oportunidad de funcionar. En la iglesia todos hablan, especialmente en las
reuniones de casa. Se esa reunión dependiese de una o dos personas, sería lo
mismo que transporta una reunión grande a una casa; no tendría ningún sentido y
la reunión perdería su objetivo. Las reuniones pequeñas son el lugar para que
todos los miembros del Cuerpo funcionen. Todos deben hablar. Cada miembro
debe y puede profetizar.
En Mateo 16:18, el Señor dice: “Sobre esta roca edificaré mi iglesia”. Esta es
la iglesia universal. Sin embargo, si proseguimos hasta 18:17, veremos la iglesia
local. Conozco algunos maestros cristianos que se obstinan en usar solamente
Mateo 16:18, ellos preguntan: “¿La iglesia mencionada en este versículo es la
iglesia local?”. Parece que presentaran un fuerte argumento. Estamos de acuerdo
en que la iglesia en Mateo 16:18 no es la iglesia local, pero no podemos
abandonar Mateo 18:17. Necesitamos proseguir desde Mateo 16 hasta Mateo 18
¿La iglesia en Mateo 18 es la iglesia local o la iglesia universal? Si es la iglesia
universal, la iglesia en los cielos, ¿cómo podríamos ir hoy hasta ella cuando
tengamos problemas? Mateo 18 dice que si tenemos un problema que debe
solucionarse en la iglesia, debemos ir a la iglesia. Si esta no es la iglesia local,
sino algo en los cielos, ¿cómo podríamos ir a ella?.
Si en alguna localidad no hay una iglesia local, independientemente de todo
lo que hablemos sobre la iglesia, no tendremos el aspecto práctico. En años
anteriores, he observado lo mucho que tantos maestros cristianos ha hablado y
escrito sobre la iglesia. Pero, finalmente, ellos no alcanzaron su aspecto práctico.
¿Dónde está la iglesia práctica en esta tierra? ¿Dónde está?
Mateo 16:18 es precioso, pero Mateo 18:17 es práctico. La iglesia local
puede no ser tan espiritual como debería ser, pero ella es práctica para nosotros.
¡La iglesia en Bogotá puede no ser tan maravillosa como la que se menciona en
Mateo 16:18, pero nosotros la tenemos aquí y la disfrutamos! ¡Aleluya! Es una
iglesia a la cual yo puedo ir. No puedo ir a la iglesia mencionada en Mateo 16:18,
ella es muy maravillosa, pero ¿dónde está?
Por consiguiente, a pesar de lo pobre y débil que se la iglesia en Bogotá, sin
duda tenemos una iglesia aquí. Es mejor que el algo en el aire. Cuando tenemos
un problema, tenemos a donde ir. Eso es algo práctico.
En verdad, Mateo 16:18 está incluido en Mateo 18:17. Si tenemos Mateo
18:17, también tenemos Mateo 16:18 ¿Cómo podríamos tener Mateo 16:18 sin
Mateo 18:17? No podemos tener la iglesia sino la iglesia local.
De Mateo 18 proseguimos a los otros evangelios. Marcos no mencionó nada
sobre la iglesia; tampoco lo hicieron Lucas ni Juan. Entonces llegamos a libro de
Hechos. ¿Existe algún versículo en Hechos que nos diga algo sobre la iglesia
universal? Todo los versículos en Hechos al respecto de la iglesia se refieren a las
iglesias locales. Ellas son la iglesia mencionada en Mateo 18, la cual, como
hemos dicho, incluye a aquella que se menciona en Mateo 16.
El primer versículo que menciona la iglesia en Hechos 5:11. Después de la
muerte de Ananías y Safira, sobrevino temor a toda la iglesia. Sin duda, esta es la
iglesia local en Jerusalén. La segunda y tercer vez, que se usa la palabra “iglesia”
es en 8:1,3: “la iglesia en Jerusalén”. La cuarta mención en Hechos 9:31: “así,
pues, la iglesia en Judea, Galilea y Samaria...”. Todas esas iglesias son iglesias
locales. La iglesia mencionada en 11:22 es “La iglesia que estaba en Jerusalén”, y
aquella mencionada en 11:26 es la iglesia en Antioquía. La iglesia mencionada en
12:1 y 5 es nuevamente la iglesia en Jerusalén. A continuación, en 13:1, vemos
“la iglesia en Antioquía”. En 14:23 Pablo y Bernabé designaron ancianos en cada
iglesia. Sin duda, esas son las iglesias locales. En Hechos 14:27, nuevamente está
la iglesia en Antioquía . En 15:3-4, fue la iglesia en Antioquía la que envió a
Pablo y a Bernabé y la iglesia en Jerusalén la que lo recibió. En 15:22, está
nuevamente la iglesia en Jerusalén. En 15:41,, son las iglesias locales de Siria y
Cilicia . en 16:5, son las iglesias de los gentiles (15:23). En 18:22, tenemos
nuevamente en la iglesia en Jerusalén. En 20:17 y 18, es la iglesia en Éfeso.
¿Todas estas iglesias en Hechos son la iglesia en los cielos? No, ella son
todas las iglesias locales en la tierra.
Después de Hechos, viene las Epístolas. En todos esos libros, la mayoría de
las veces se trata de iglesias locales. Solamente un poco más de diez versículos,
de los cuales la mayoría está en Efesios, hablan de la iglesia universal (1 Co.
10:32; 12:28; Ef. 1:22; 3:10,21; 5:23,24,25,27,29,32; Col. 1:18,24). El libro de
los Romanos fue escrito a la iglesia en Roma. Primera y segunda a Corintios
fueron escritas a la iglesia en Corinto. Casa todas las escrituras fueron escritas a
las iglesias locales.
Después de las Epístolas, tenemos el libro de Apocalipsis, que es la
conclusión del Nuevo Testamento. Éste fue escrito las siete iglesias locales en
Asia (1:13, 20; 2:1). Él también revela que la consumación final y máxima de la
iglesia es la Nueva Jerusalén, que está en la eternidad (2:19 – 22:5) sin embargo,
en el tiempo en que estamos en esta tierra, debemos estar en las iglesias locales.
Sin las iglesias locales, no habrá para nosotros el aspecto práctico de la iglesia.
Cuando llegue la consumación final y máxima, tendremos la Nueva Jerusalén.
Sin embargo, antes de ese día, todo lo que tenemos, en el aspecto práctico, es la
iglesia local. Si hoy no tenemos la iglesia local, no tenemos la iglesia en
términos prácticos. La iglesia local es el aspecto práctico de la iglesia.
Actualmente, la iglesia es la práctica en las iglesias locales.
1. La Edificación
2. La Administración
3. La obra
En tercer lugar, toda la obra de los apóstoles y profetas era practicada en las
iglesias locales y para las iglesias locales. Sin ellas, es muy difícil tener la
obra práctica para edificar a los santos. El apóstol Pablo dice: “... De manera
que enseñamos en todas partes, en todas las iglesias” (1 Co. 4:17). Sin las
iglesias locales, Pablo simplemente no tenía un lugar donde hacer la obra o
enseñar. Él enseñaba en cada iglesia.
Sin las iglesias locales la obra del Señor es impracticable. Pablo dice que
ordenaba las mismas cosas en todas las iglesias (1 Co. 7:17). En otras
palabras, sin las iglesias locales, es muy difícil para los apóstoles y los siervos
del Señor a hacer cualquier cosa para llevar a cabo el propósito del Señor. La
obra práctica se realiza en las iglesias locales.
4. La Coordinación
Capítulo Tres
LA EXPRESIÓN DE LA IGLESIA
Como ustedes pueden ver, este es el problema. Las personas han visto sólo
un aspecto, pero no el otro. Con relación a la iglesia existen dos términos en la
Biblia: “La iglesia de Dios” (1 Co. 10:32), y “la iglesias de Dios” (1 Co. 11:16).
¿La iglesia es una o son muchas?. La iglesia de Dios es universal, pero las
iglesias de Dios se expresan en muchas localidades.
La iglesia es la expresión de Cristo, pero ¿cómo puede la iglesia ser
expresado de manera práctica?. Solamente por las iglesias locales, es decir, por
medio de una iglesia en cada localidad. Como la expresión de Cristo, la iglesia es
universalmente una, pero se expresa en mcuhas, muchas iglesias locales.
La iglesia jamás podría ser expresada sin las iglesias locales. Toda iglesia
local es la expresión práctica de la iglesia. Por eso el Señor Jesús mencionó la
edificación de la iglesia sobre la Roca en Mateo 16:18. En Mateo y 18:15-20, sin
embargo, el Señor dice algo sobre la iglesia local. La iglesia mencionada en
Mateo 18 tiene que ser una iglesia local, pues es un lugar al cual podemos ir. El
Señor dice que si usted tiene algún problema con un hermano, primero debe ir a
él. si él lo oye, el problema se solucionará. Pero, si no lo oye, debe tomar consigo
uno o dos testigos, esperando que los oiga. Si aún no los oye, entonces usted
debe llevar el problema a la iglesia. Sin duda, esta tiene que ser la iglesia local.
No podría ser la iglesia universal. Jamás podríamos llevar un problema a la
iglesia universal.
Suponga que usted tenga un problema con un hermanos. ¿Usted tiene una
iglesia adónde ir? ¿Hay un lugar en su localidad a donde usted pueda ir? Si no
hay, entonces no existe la expresión práctica de la iglesia en su ciudad.
¿Qué es la expresión práctica de la iglesia, la cual es la expresión de Cristo?
Son las iglesias locales. Sin ellas, no hay la posibilidad de que la iglesia se
exprese. Sin las iglesias locales, la iglesia llega a ser únicamente una especie de
término; algo en los cielos, algo para el futuro, algo que debemos esperar, pero
no algo práctico y genuino, actualmente en esta tierra.
No obstante, según la Biblia no es así. En la Biblia la iglesia es
extremadamente práctica. En Mateo 18, el Señor Jesús dice que sí tenemos un
problema con un hermano y éste no puede ser solucionado con dos o tres
hermanos, debemos llevarlo a la iglesia. No hay duda de que esta es la iglesia
local en la práctica.
Inmediatamente después, en el libro de Hechos, vemos la primera expresión
de la tierra. Hechos 8:1 dice: “La iglesia en Jerusalén”. No dice la iglesia en los
cielos, sino la iglesia en Jerusalén. Es una iglesia local, y esta iglesia local es la
expresión de la iglesia universal. En Hechos 13:1, hay “la iglesia en Antioquía”.
Esta es otra expresión de la iglesia, otra iglesia local. Ahora podemos ver una
iglesia por lo menos con dos expresiones: una está en Jerusalén, la otra en
Antioquía. Todas las iglesias locales son las expresiones de la única (universal)
iglesia.
Continuando por el Nuevo Testamento, vemos “la iglesia que está en
Cencrea” Ro. 16:1), “La iglesia que está en Corinto (1 Co.1:2; 2 Co. 1:1). La
Biblia nunca dice las iglesias en un lugar, sino siempre la iglesia en determinado
lugar; por ejemplo: la iglesia en Jerusalén, la iglesia en Antioquía, la iglesia en
Cencrea, la iglesia en Corinto. Toda iglesia local es una expresión de la única
iglesia. La iglesia es una, pero sus expresiones son muchas. Y esas muchas
expresiones de la iglesia son las iglesias locales. Las “iglesias Judea” (Gá. 1:22; 1
Ts. 2:14), “las iglesia de los gentiles” (Ro 16:4), “las iglesias de Siria y Cilicia”
(Hch 15:41), “cada iglesia” en cada lugar (1 Co. 14:33), y “todas las iglesias” (1
Co. 7:17) mencionadas en el Nuevo Testamento, se refiere a toda las iglesias
locales, que eran las muchas expresiones locales de la única iglesia universal en
el primer siglo, en esta tierra, tanto en el mundo judío como en el mundo gentil.
Con respecto a las iglesias locales, otras tres provincias del antiguo Imperio
Romano se mencionan en el Nuevo Testamento: Así, Galacia y Macedonia y
Macedonia. Por ser todas estas provincias, la Biblia menciona “Las iglesias de
Asía” (1 Co. 16:19), “Las iglesias de Galacia (Gá. 1:2; 1 Co 16:1) y “las iglesias
de Macedonia” (2 Co 8:1). ¿Por qué había tantas iglesias en una provincia?
Simplemente porque en esa provincia había muchas ciudades.
En una provincia puede haber muchas iglesias, pero en una ciudad usted no
debe tener muchas iglesias. Una ciudad debe tener solamente una iglesia local.
Por esto, Apocalipsis 1:11 dice que en la provincia de Asía había por lo menos
siete iglesias locales en siete ciudades. Había una iglesia en la ciudad de Éfeso,
una en la ciudad de Esmirna, una en la ciudad de Pérgamo, una en Tiatira, una en
Sardis, una en Filadelfia, y una en Laodicea. En cada una de esas siete ciudades
debe haber solamente una iglesia local. Las iglesias locales son la expresión de la
única iglesia universal. Cuando decimos la expresión práctica de la iglesia, nos
referimos a las iglesias locales.
LA EXPRESIÓN DE Cristo
En Efesios 1:23 tenemos “la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”
Esto significa la plenitud de Cristo. A continuación, en Efesios 3:8, vemos “las
insondables riquezas de Cristo”. ¿Cuál es la diferencia entre la plenitud de Cristo
y Sus riquezas? No es difícil percibir el significado de las riquezas de Cristo.
Ellas son todos los aspectos que Cristo es. Como Dios, Él es el Padre, el Hijo, el
Espíritu, el Señor el Cristo y otros aspectos. Como hombre, Cristo es el Apóstol,
el Maestro, el líder, etc. Él es, en verdad, mucho más que todo eso. Él es la luz, la
vida, el aire, el agua, el alimento, el vestido y la habitación. Él es para nosotros
todo eso y aún más. Las riquezas de Cristo son insondables.
Entonces ¿Qué es la plenitud? Es el resultado de disfrute de todas las
riquezas de Cristo. Cuando todas las riquezas de Cristo sean disfrutadas y
asimiladas por nosotros, entonces tendremos el resultado del disfrute de esas
riquezas. El resultado es la plenitud de Cristo.
Muchas veces he utilizado las riquezas de Colombia para ilustrar esto: la
leche, la carne, los huevos, el pollo, las frutas, las verduras y muchas otras cosas
son las riquezas de Colombia. Sin embargo, la plenitud de las riquezas de
Colombia es resultado del disfrute de esas riquezas.
Considere por ejemplo, algunas personas que físicamente son muy grandes.
En cierto sentido, ellas no son las riquezas de Colombia, sino la plenitud de esas
riquezas. ¿Cómo pueden ser ellas tan grandes? Es debido a que están compuesta
de muchos pollos, carne, huevo, leche y otros alimentos colombianos.
Todos nosotros somos la plenitud de las riquezas de Colombia. Si no nos
alimentamos de las riquezas de comida colombiana, todos seríamos
extremadamente flacos. Pero debido a que estamos llenos de las riquezas de
Colombia, todos llegamos a ser la plenitud de Colombia. La plenitud es el
producto de disfrute de las riquezas. Cuanto más disfrutamos las riquezas de esta
tierra, más llegamos a ser su plenitud.
Entonces, ¿qué es la iglesia? La iglesia es la plenitud de Cristo. Esto significa
que la iglesia es el resultado del disfrute de las riquezas de Cristo. Todos
necesitamos disfrutar a Cristo. Por esto rechazamos las enseñanzas y las
doctrinas muertas y preferimos el disfrute de Cristo por medio de orar-leer la
Palabra. Si sólo aprendemos las enseñanzas y doctrinas, es como si
aprendiésemos sólo el menú, sin disfrute la comida. Es mejor olvidar el menú y
disfrutar las riquezas de Cristo. ¡Qué rico es Él! Y ¡Qué ricamente podemos
disfrutarlo cada día! Cuanto más lo disfrutamos, más crecemos y llagaremos a ser
Su plenitud.
Esa es la expresión. La plenitud en la expresión de Cristo. Nunca lograremos
expresar a Cristo aprendiendo doctrina. Nunca lograremos expresar a Cristo
solamente conociendo la Biblia. La manera correcta de expresar a Cristo es
alimentándonos de Él, comiendo de Él, bebiendo de Él y estando llenos de Él
como nuestro suplir. Necesitamos tomarlo y absorber todo lo que Él es para
dentro de nuestro ser. Entonces, espontáneamente seremos Su plenitud.
Simplemente esta es la expresión de Cristo.
Esta es la manera de tener una expresión viva de Cristo. Si los hermanos y
las hermanas en alguna iglesia no saben cómo alimentarse de Cristo, cómo
disfrutarlo y cómo absorbe todo lo que Dios es dentro de ellos, es imposible que
haya una expresión correcta de la iglesia en esa localidad. Las enseñanzas jamás
podrán producir la expresión correcta de la iglesia en ningún lugar. Debemos
percibir espontáneamente surgirá una expresión correcta de Cristo en nuestra
ciudad.
Una iglesia local es la expresión de Cristo y, esta expresión, puede existir
solamente tomando a Cristo como nuestro disfrute. Esta es la razón por la cual
digo y repito que necesitamos disfrutar a Cristo de una manera práctica y viva.
Entonces podremos ayudar a otros a disfrutar a Cristo de la misma manera.
Solamente así llegaremos a ser la plenitud, la expresión de Cristo.
La esencia o la sustancia de la iglesia tiene que ser Cristo mismo asimilado
para dentro de nuestro ser. Esto es básico. Si usted no sabe como disfrutar a
Cristo, cómo beberlo, cómo alimentarse de Él y cómo tomarlo dentro de su
espíritu y asimilarlo para dentro de su ser, no será posible que se produzca una
iglesia local adecuada en su ciudad.
La unidad es el primer factor esencial de una iglesia local. Si no hay unidad,
no hay posibilidad de tener una expresión local de la iglesia. ¿Podremos tener
unidad solamente por medio de enseñanzas? No, pues a través de los siglos, en
muchos casos, cuando las personas aprendieron más enseñanzas, se dividieron
más. Debemos poner más atención al disfrute de Cristo que a las enseñanzas.
Cuanto más disfrutamos a Cristo más seremos uno. Cuanto más nos alimentamos
de Él, nos uniremos más.
Me gusta lo que dice el apóstol Pablo en Efesios 3:8: “A mí, que soy menos
que el menor de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar a los
gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo”. El apóstol Pablo no
predicaba enseñanzas ni doctrinas, sino las insondables riquezas de Cristo. ¿Cuál
es la finalidad de las insondables riquezas de Cristo? Si leemos los versículos 8 a
11 veremos que ellas tienen como meta producir la iglesia. Todas las riquezas de
Cristo son únicamente para esta única finalidad: producir la iglesia.
Cuanto más participamos de las riquezas de Cristo, más percibimos que ellas
son excepcionalmente ricas. Todos nosotros debemos aprender a disfrutar
diariamente esas riquezas insondables. Entonces sabremos qué necesitamos
suministrar a los demás. Nuestra intención no debe ser la de transmitir
enseñanzas; simplemente necesitamos tener el encargo de ministrar algo de la
riqueza de Cristo a otros.
Jamás olvido la lección que aprendí en 1933 con el hermano Watchaman
Nee. Él no habló. Él no habló conmigo enseñanzas ni doctrinarlo. Un día él me
preguntó: “¿Qué es la paciencia? Su pregunta era muy práctica. No me atrevía
responderle, porque esta simple pregunta que provenía de su boca, debía ser muy
significativa. Sin embargo, él me forzó a decirle lo que yo creía que era la
paciencia. Entonces le dije que paciencia es soportar sufrimientos y malos tratos.
Cuando él me dijo que eso no era paciencia, me incomodé mucho. Si eso no es la
paciencia, pensé, entonces ¿qué es? Y le pedí que me dijese, pero él no lo hizo, y
permanecimos juntos por un largo período de tiempo. Cuando le pregunté qué era
la paciencia, él dijo: “Si, ¿qué es la paciencia?. Esto realmente me molestó. Volví
al lugar donde estaba hospedado, y hospedado, y con lágrimas me arrodillé para
pedirle al Señor que mostrara que es la paciencia.
En aquellos días mis ojos fueron abiertos. Vi que paciencia es Cristo. Cristo
necesita ser mi paciencia. Esta era la llave. Y no solamente Cristo debe ser mi
paciencia, sino todo por mí y para mí. Por medio de esta lección aprendí cómo
tomar a Cristo como mi paciencia, mi humildad, mi amor para con los demás y
mi todo. Eso fue una verdadera lección.
El hermano Nee no me dio ninguna enseñanza. Me ministró a Cristo como
paciencia de un modo práctico. Y no fue simplemente un aspecto, sino una
lección que fue llave para abrirme todo un reino. Con esa frase simple y breve, él
me ayudó eternamente.
Esto es todo lo que necesitamos. No necesitamos sólo enseñanzas. Antes de
encontrar al hermano Nee, recibí de otros, muchas enseñanzas y doctrinas. A
pesar de sentarme a los pies de ellos por varios años, solamente cuando el
hermano Nee hablaba conmigo mis ojos eran abiertos. Veía que yo no necesitaba
enseñanzas, sino las riquezas y el disfrute de Cristo.
Solamente el disfrute de las riquezas de Cristo puede producir la iglesia. Esta
no es el producto de enseñanzas, sino de algo nacido de Cristo. Ella resulta del
disfrute de las riquezas de Cristo. Ella es parte de Cristo.
He dicho a las personas en muchos lugares que las doctrina no significa nada
en lo que tiene que ver con la vida de la iglesia, y por decirlo he ofendido a
algunos. Pero tengo que decirlo. Todos necesitamos volver de las doctrinas a las
riquezas de Cristo en el Espíritu. Necesitamos estar dispuestos a volvernos. Si
queremos tener una expresión adecuada de la iglesia en cualquier ciudad,
necesitamos el verdadero disfrute de las riquezas de Cristo.
EL CUERPO DE CRISTO
Primera de Timoteo 3:15-16 dice que la iglesia es la casa del Dios viviente.
Solamente Cristo puede ser esta casa. Por eso, la iglesia tiene que ser Cristo.
Cuando decimos que la iglesia local es la casa de Dios, debemos percibir que esta
casa tiene que ser Cristo. Esta casa no debe ser un grupo de personas, sólo Cristo.
Solamente Cristo puede ser la casa del Dios vivo.
En Efesios 1:17-18, Pablo dice que nuestros ojos necesitan ser abiertos para
que podamos ver cuál es la esperanza a la cual nos llamó Dios. Esa esperanza es
Cristo. Y las riquezas de la gloria de la herencia de Dios son simplemente la
riquezas de Cristo. Cuanto más disfrutamos de Cristo y participamos de Él,
tendremos más las riquezas de Su gloria entre nosotros. Esta es la herencia. Dios
heredará el Cristo que es absorbido por los santos. La riquezas de Cristo,
absorbidas por los santos, son la herencia de Dios, y esa es la iglesia. La iglesia
necesita esta llena de gozo de las riquezas de Cristo; entonces tendremos la
riquezas de la gloria para que Dios tenga Su herencia.
Cuando Cristo es disfrutado por nosotros, tendremos la iglesia, la verdadera
casa de Dios y la columna y baluarte de la verdad, de la realidad. La realidad es
Cristo. Nada es real en esta tierra o en este universo, solamente Cristo es real, la
realidad. De esta manera, la iglesia sustenta a Cristo como la realidad. La iglesia
es la columna y el baluarte para sustentar a Cristo y mostrarle a todo el universo
que todo es falso, excepto Cristo. Todo es vacío, pero la realidad está en la
iglesia. Si quiere conocer el verdadero amor, venga a la iglesia. Cristo está aquí
como el verdadero amor. Si quiere conocer la verdadera vida, venga a la iglesia.
Cristo está aquí como la verdadera vida. Cristo es la realidad. Si quiere ver lo que
es la fidelidad, venga a la iglesia. La iglesia posee a Cristo como la auténtica
fidelidad, porque ella sostiene a Cristo como la realidad. Si la iglesia no está llena
de Cristo, ¡cómo sustentará a Cristo como la realidad?
La iglesia es también la manifestación de Dios en Cristo. Aquí, Dios es
manifestado y este es el misterio de la piedad. La iglesia es el verdadero misterio
de la Piedad. Exteriormente, las personas pueden ser de varias razas y
nacionalidad, pero interiormente, la iglesia es Cristo. Cristo está en la iglesia
como la manifestación de Dios, y este es el misterio de la piedad. Esto es la
iglesia.
El clave es que todos necesitamos disfrutar a Cristo hasta el punto que Él
nos absorba y entonces, todo lo que somos y tenemos será sólo Cristo. Esta es la
esencia y la sustancia de la vida de la iglesia. En la iglesia somos los miembros
del Cuerpo (Ro. 12:5). Nunca podemos ser independientes o estar separados de la
iglesia. Debemos percibir que somos miembros del Cuerpo donde quiera que
estemos. ¿Cómo podríamos ser cristianos sin el Cuerpo, la iglesia? Como
miembros del Cuerpo, necesitamos la iglesia, y la vida de la iglesia no es nada
distinto a Cristo mismo disfrutando y expresado por nosotros de manera
corporativa.
Capítulo Cuatro
Introducción
Efesios 2:10 dice: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para
buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas”. La palabra griega traducida como hechura es poiema, que significa obra
maestra, o algo que fue escrito o compuesto como un poema. No solamente los
escritos poéticos, sino también cualquier otra obra de arte que exprese la
sabiduría y la intención de su autor, es un poiema. Nosotros, la iglesia, la obra
maestra de las cosas que Dios hizo, también somos como un poema expresando
la sabiduría infinita de Dios y su divino plan. La creación del universo es muy
hermosa. Dios también creó al hombre y el espíritu humano dentro de él. sin
embargo, la mejor entre las obras que Dios hizo somos nosotros, la iglesia. Él
creó a Adán, y llamó a Abraham haciéndolo padre de la raza llamada, usó a
Moisés para conducir a Su pueblo a la tierra de Canaán, amó mucho a David y a
su hijo que edificó el templo; pero entre todas las cosas, la iglesia es Su obra
maestra. ¡Aleluya!
Los materiales
Un artista puede tener muchas obras, pero entre todas existe una que es la
mejor, esta es su obra maestra. Un alfarero que desea ser un buen vaso, usará la
mejor arcilla, porque si la arcilla no es buena no tendrá una obra buena.
La obra maestra de Dios es la iglesia. Los materiales para esa obra somos
nosotros, los hombres. Sin embargo, preguntamos: ¿Qué tipo de materiales
éramos? Todos nosotros éramos aquellos que estábamos muertos en delitos y
pecados, en los cuales anduvimos en otro tiempo, siguiendo la corriente de este
mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera
en los hijos de desobediencia (Ef 2:1,2). Éramos materiales pésimos, y
justamente con esos materiales Dios está haciendo Su obra maestra para que Su
multiforme sabiduría sea apreciada por todos y exhibida ante los principados y
potestades en lugares celestiales (Ef 3:10).
Todos nosotros, estos materiales, hacíamos las cosas siguiendo la corriente
de este mundo. El mundo es el ámbito que Satanás usa para usurpar a las
personas. Él usa el mundo para atrapar al hombre, impidiéndole servir a Dios.
Muchos piensan que el mundo es maravilloso y no quieren servir a Dios. Esto
muestra que muchas personas cayeron en el sistema mundano de Satanás. Para
cada preferencia del hombre Satanás tiene un sistema específico. Por ejemplo, el
fútbol hace parte de este sistema para atrapar a las personas. Sin embargo, no es
tan bajo como los jóvenes que deambulan en los clubes nocturnos y en las
drogas, pero todos hacen parte del sistema del mundo. El enemigo de Dios utiliza
estos medios para usurpar a los hombres, manteniéndolos lejos de Dios. Las
personas son capturadas por diferentes tipos de actividades tales como la
televisión, el cigarrillo, el licor, el trabajo, etc. Ellas siguen al príncipe de la
potestad del aire. Él actúa dentro de las personas haciéndolas que aprecien las
cosas del mundo y anden según las inclinaciones de su carne y de sus
pensamientos. Muchas veces los pecados de la carne se dan por causa de la
concupiscencia de los pensamientos. Los hombres que viven así caminan hacia la
perdición eterna, pues son objeto de la ira de Dios.
Por eso, ¡gracias al Señor! Efesios 2:4 dice: “Pero Dios, que es rico en
misericordia, por su gran amor con que nos amó”. Todos nosotros estábamos en
una situación caída y éramos objetos de la ira de Dios, pero Dios es rico en
misericordia. Estábamos caídos en el sistema de este mundo, sin embargo, Dios
vino y amó al mundo (humanidad). Él vino y nos amó con un gran amor. En
verdad, Su misericordia sobrepasa el amor. Efesios 2:5 dice: “aún estando
nosotros muertos en pecado, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois
salvos)”. Gracias es Dios dado a nosotros gratuitamente. Nosotros no lo
merecíamos, sin embargo, Él se dio a nosotros. Dios nos resucitó en Cristo para
que vivamos juntamente con Él. la resurrección supera la muerte, y Él nos hizo
sentar en lugares celestiales en Cristo Jesús (v.6). todo esto es para mostrar en los
siglos venideros las abundantes riquezas de Su gracia en Su bondad para con
nosotros en Cristo Jesús (v.7). Piense: ¡Éramos personas tan corrompidas, y de
nosotros Él quiere hacer algo tan excelente! De algo despreciable Él quiere hacer
una obra maestra.
No merecíamos recibir la salvación de Dios. No obstante, Él trató nuestro
problema de impureza, derramando Su sangre en la cruz. Aún no somos
completamente la imagen de Su Hijo, por eso Él está trabajando en nosotros para
alcanzarlo. Es difícil pensar que podemos ser la obra maestra de Dios; y sin
embargo, es una realidad, estamos en este camino celestial de transformación.
Poco a poco, nuestra carne está siendo tratada, nuestras cosas naturales caídas
están saliendo mediante la cruz. Esto es muy bueno. ¡Somos Su obra maestra!
Las obras de arte son para ser expuestas y admiradas. Por un lado, la obra
maestra de Dios también es para ser vista y exhibida en los siglos venideros; por
otro lado, somos Sus instrumentos, Su mejor herramienta para hacer las buenas
obras.”... creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas” (Ef 2:10). Debemos andar en ellas.
Predicar el evangelio del reino es las buenas obras y también cuidar a los demás,
visitar, pastorear, etc. La obra maestra no es sólo para ser puesta en un pedestal y
admirarla, sino para hacer las buenas obras supliendo los demás con vida. La
iglesia es la obra maestra de Dios.
El hecho de que el nuevo hombre fue creado según Dios está relacionado con
su transformación, por la renovación de la mente. Colosenses 3:10 dice que el
nuevo hombre está, siendo rehecho, está siendo renovado. El espíritu que da vida
(1 Co. 15:45) entró en nosotros, y ahora, estamos siendo transformados
gradualmente. El resultado final es que seremos como Él es. El nuevo hombre es
creado según Dios. Según Efesios 4:23 necesitamos ser renovados en el espíritu
de nuestra mente, es decir, necesitamos colocar la mente en el espíritu. Romanos
8:6 dice: “Porque la mente puesta en la carne es muerte, mas la mente puesta en
el espíritu es vida y paz” (Lit.) Si ponemos la mente en nuestro espíritu
tendremos vida y paz, y si la ponemos en la carne tendremos muerte. Cuando
estamos en el espíritu hay transformación, hay renovación y nuestra mente
obtiene vida y paz. Antes estábamos en el viejo hombre, sin embargo, cuando
somos renovados en nuestro entendimiento por el espíritu, somos transformados.
Aunque nosotros los creyentes, estemos en el nuevo hombre, en la práctica aún
necesitamos ser renovados.
Romanos 26:2 dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformado los
por medio de la renovación de vuestro entendimiento”. La renovación del nuestro
entendimiento ocurre cuando colocamos la mente en el espíritu. El viejo hombre
es controlado, conformado y usurpado por este siglo. Satanás usa el mundo para
usurparnos, pero llegamos a ser el nuevo hombre, y ahora necesitamos ser
renovados hasta el crecimiento pleno (Col. 3:10). El nuevo hombre es un asunto
de transformación por la renovación. Ahora, que ya somos el nuevo hombre; sin
embargo, sino permanecemos en el espíritu, poco a poco volveremos a ser el
viejo hombre.
Por esta razón, debemos tener cuidado. Nuestro entendimiento debe ser
renovado para que pueda ser transformado. Siempre debemos renovarnos para no
envejecer. Algunos se aferran demasiado a los hombres que han sido usados por
Dios en el pasado. Ellos realmente nos han ayudado mucho, pero Dios siempre
está avanzando y siempre es nuevo. La palabra de Dios es inmutable, pero Su
revelación es progresiva, cada vez es mayor y en consecuencia conduce a la
práctica de acuerdo con la luz. Dios siempre está avanzando. Necesitamos la
renovación del Espíritu. El nuevo hombre es aquel que está formado por la
renovación. En él no hay concepto de raza, diferencia cultural, ni clases sociales
ni religión. En él, sólo existe Cristo.
En Colosenses 3:11 leemos: “Donde no hay griego ni judío, circuncisión ni
incircuncisión , bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo en
todos”. No existe diferencia de clases, color, nacionalidad, religión, cultura, sino
que Cristo es del todo y en todos. En este Nuevo Hombre no hay lugar para
nuestra personalidad. Ni para nuestra manera de ser, sentir, pensar, sino que
Cristo es su personalidad, persona y todo. Debemos mirar a Cristo que está en los
hermanos, sin despreciar a nadie.
Cierta vez fui a Chile, y después de una conferencia, un hermano dijo que las
palabras habían sido muy buenas y bíblicas pero que él no aceptaba “extranjeros
enlatados”. Él decía que necesitaba ministros chilenos. Entonces le dije que esto
era muy bueno, pero que ya él no aceptaba. “Extranjeros enlatados” no debió
creen en Cristo, porque Cristo era judío y no Chileno. En la iglesia no existen. En
la iglesia no existen tales cosas como la nacionalidad. En ella sólo hay Cristo y
Cristo es del todo y en todo. Este es el nuevo hombre que anda en el nuevo
camino.
El nuevo hombre está andando en el nuevo camino. Debemos dejar los viejos
conceptos. Si no podemos acompañar la iglesia, tenemos libertad de para, pero
no debemos impedir que otros avancen. Algunos líderes quieren controlar la
iglesia y como no hay lugar para esto, prefieren irse. Otros no logran acompañar
y también se retiran. Sin embargo, la iglesia continúa, prosigue y avanza. El
Espíritu Santo siempre está avanzando, por esto debemos proseguir; no nos
quedamos en el siglo 18 ni en la primera mitad del siglo pasado ni siquiera en el
año anterior. ¡Avancemos! Algunos años atrás estamos practicando la predicación
del evangelio de un cierto modo; recientemente hemos perfeccionado la manera
de predicarlo y hemos alcanzado mayor eficacia. La bendición del Señor ha
venido a nosotros especialmente porque guardamos la unidad. Tal vez una cierta
manera de predicar el evangelio no sea la más adecuada para nuestra situación,
pero con el fin de guardar la unidad, seguimos la orientación de los hermanos y
Dios nos bendice en gran manera. Lo importante es estar en la línea de la vida.
Algunos hermanos nos preguntan el porque de las bendiciones del Señor en
América del Sur. También desconocemos la razón; sin embargo, por lo menos
estamos practicando, guardando la unidad entre las iglesias. El nuevo hombre
debe andar en el nuevo camino. Debemos despojarnos del viejo hombre y
revestirnos del nuevo hombre que es creado según Dios, el cual tiene la imagen y
semejanza de Dios, en justicia y santidad que proceden de la verdad.
Capítulo Dos
LA IGLESIA EN UNA CIUDAD
Y LA IGLESIA EN UNA CASA
Este saludo fue dado en el año 59 D.C., cuando Aquila y Priscila vivían en
Éfeso (Hch. 18:18-19). Ya que la iglesia en Éfeso estaba reuniéndose en su casa,
por lo tanto, fue llamada “ la iglesia que está en su casa.” Esto no significa que
una iglesia estaba en la ciudad de Éfeso, y otra iglesia en la Ciudad de Éfeso era
la iglesia en la casa de Aquila y Priscila. Este hecho histórico no puede ser
cambiado por ningún medio.
Más tarde, ellos regresaron a Roma y de nuevo abrieron su casa para ser el
lugar de reunión para la iglesia en Roma. Ellos fueron realmente una pareja fiel y
amable.
Mateo 28:19 dice: “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en (para dentro de – lit.) el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo”. Aunque usted haya leído muchas veces ese versículo, tal vez
nunca haya percibido que se relaciona con la edificación de la iglesia. En Mateo
16:18, el Señor Jesús dice: “Sobre esta roca edificaré mi iglesia”. ¿Pero cómo
edificará el Señor su iglesia?. La respuesta está en Mateo 28:19. La manera de
edificar la iglesia es bautizar a los creyentes para dentro del Dios Triuno. El
Señor tenía un propósito al encargar a Sus discípulos que discipularán a las
naciones y las bautizaran para dentro del Dios Triuno. El propósito no era que las
personas escaparan del infierno y fuesen al cielo; era que ellas pudiese ser
edificadas como la iglesia.
EL MATERIAL Y LA MANERA
Muchos años atrás fui invitado a hablar en una misión llamada “Misión id”.
Mientras reflexionaba sobre el nombre de esa misión, imaginaba si aquellos
hermanos percibirían el significado real de esas dos palabras. El concepto de
ellos sobre la palabra del Señor, “id”, era salir al campo misionero para rescatar
los pecadores caídos con el fin de que pudiesen ser salvos para ir al cielo. Sin
embargo, el Señor Jesús no ordenó eso a Sus discípulos. Él les encargó discipular
a las naciones bautizando las personas, no sólo sumergiéndolas en agua, sino
dentro del nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El bautismo
mencionado aquí no es un asunto de asperjar gotas de agua en la cabeza de
alguien. Ese bautismo consiste en colocar a los creyentes dentro de las persona
del Dios Triuno.
Un nombre siempre denota una persona. Cuando llamo a un hermano por el
nombre, tengo la persona, por esta razón, bautizar las personas para dentro del
nombre del Padre, del Hijos y del Espíritu Santo significa sumergirlas en la
Persona divina. Mateo 28:19 no menciona tres nombres: habla de bautizar
personas para dentro del “nombre”. Ese nombre es el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu, denotando la Persona del Dios Triuno.
El agua usada en el bautismo es una señal, no sólo de la muerte de Cristo,
sino de Cristo mismo. Romanos 6:3 dice: “¿No sabéis que todos los que hemos
sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?” La
mayoría de los maestros cristianos enfatiza que el agua del bautismo representa la
muerte de Cristo. No enfatizan el hecho que el agua del bautismo también
representa a la Persona de Cristo. Al sumergir las personas en aguas, las
ponemos dentro de la muerte de Cristo y, simultáneamente, dentro de la Persona
de Cristo. Gálatas 3:27 dice: “Porque todos los que habéis sido bautizados en
Cristo, de Cristo estáis revestidos”. Si colocamos ese versículo junto con Mateo
28:19, veremos que ser bautizado dentro de Cristo es ser bautizado dentro del
nombre, de la Persona, del Dios Triuno.
Debido a que Cristo hoy es el pneuma, es fácil bautizar a las personas dentro
de Él. Nada en más fácil que respirar. Todo el tiempo estamos en el aire y el aire
también está dentro de nosotros. El aire físico es un símbolo del pneuma divino.
Cristo hoy es el Espíritu que da vida (1 Co. 15:45). Ahora, Cristo el Señor es
aquel pneuma, Espíritu (2 Co. 3:17). Por tanto Cristo es el Pneuma, Espíritu, aire,
fácilmente podemos ser inmersos en Él. Todos fuimos colocados dentro de la
Persona divina del Dios Triuno. La realidad, la sustancia, la esencia de la Persona
divina del Dios Triuno es el Espíritu de Dios es Espíritu (Jn. 4:24) El pneuma
divino es la esencia misma y la sustancia del Dios Triuno. Cuando las personas
son bautizadas para dentro del nombre del Dios Triuno, son colocados dentro de
la Persona del Dios Triuno, que es la esencia, la sustancia del Señor divino. No
somos inmersos en la sustancia del Dios Triuno a fin de que podamos ir al cielo o
para que seamos santos o espirituales. Es para que seamos la iglesia. El Señor
Jesús edifica Su iglesia colocándonos dentro del Dios Triuno. Puedo testificar
que inevitablemente estoy en el Dios Triuno. ¿Usted tiene la certeza de que está
en el Dios Triuno? ¿Usted tiene la osadía de declararlo? Una vez que estemos en
el Dios Triuno, somos la iglesia.
En Juan 17, el Señor oró para que los creyentes fuesen uno Juan 17:21-23
dice: “Para que todos sean uno, como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
La gloria que me diste yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros
somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el
mundo crea que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí
me has amado”. Es difícil recitar o recordar estos versículos, porque el concepto
aquí trasciende totalmente a nuestra comprensión natural. Según la Palabra del
Señor en esos versículos, debemos ser uno así como el Padre y el Hijo son uno;
aquí el Señor oró de esta manera: “Para que todos sean uno, como eres tu, oh
Padre, en mí y yo en ti, también ellos sean uno en nosotros “. Unidad significa
que nosotros, los creyentes, estamos todos en Él “nosotros”. Ese “nosotros”. Es el
Dios Triuno: el Padre, el Hijo y el Espíritu. La verdadera unidad es la unidad en
el Dios Triuno.
Juan 17:22 dice: “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno,
así como nosotros somos uno”. La gloria que el Padre dio al Hijo es la filiación
con la vida y naturaleza divina del Padre (Jn. 17:2; “P. 1:4) Para expresar el Padre
en Su plenitud (Jn. 1:18; 14:9; Col. 2:9; He 1:3). Esa gloria la dio el Hijo a Sus
creyentes para que ellos también pudiesen tener la filiación con la vida y la
naturaleza divina del Padre (Jn. 17:2; 2 P. 1:4) para expresar al Padre en el Hijo
en Su plenitud (Jn. 1:16). Este concepto va mucho más allá de nuestro raciocinio
natural. Es fácil aferrarse a la idea de amar a otro, sin embargo, es difícil definir
gloria. Gloria es la filiación con la vida y la naturaleza de Dios para expresar al
Padre en Su plenitud, la verdadera unidad está en esa gloria. Esa unidad es
profunda. En ella no hay base ni espacio para el ego o la vida natural. Durante los
últimos diecinueve siglos, el Señor ha deseado tener esa unidad entre los
creyentes.
Juan 17:23 dice: “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad”.
Dudo que alguien comprenda lo que significa ser perfeccionados en la unidad. Si
preguntara a los hermanos líderes si realmente son uno en esa área, ellos
tendrían que admitir que, debido en gran parte a que su ser natural no ha sido aún
transformado, son uno solamente hasta cierto punto. Pero, ellos están en el
camino de ser perfeccionados en la unidad. Ser perfeccionado quiere decir
“petrificado”, transformado, es decir, echar nuestra esencia natural fuera y
sustituirla por la esencia divina. Esta es la manera de ser perfeccionado en la
unidad. Esa unidad no se puede encontrar ni siquiera entre la mayoría de los
maridos y esposas. Sin embargo, el Señor Jesús oró por ella, y nosotros estamos
en el proceso de alcanzarla.
Efesios 4:4 también dice: “Como fuisteis también llamados en una misma
esperanza de vuestra vocación”. Esta única esperanza de nuestra vocación es para
el único Cuerpo. Solamente aquellos que viven realmente en el Cuerpo con el
único Espíritu tienen esa esperanza genuina. Aquellos, en las denominaciones,
estando en la base equivocada, no mantienen esa única esperanza de una manera
genuina. El Cuerpo, la iglesia, tiene una esperanza genuina, pero las
denominaciones tiene algunas otras esperanzas. Estoy seguro de que un día los
amigos denominaciones verán los nombres que ellos tanto aprecian, siendo
lanzados fuera. ¿Pero cuál es nuestra esperanza en el único Cuerpo y en el único
Espíritu? La esperanza de nuestra vocación es estar en la gloria, estar en la
herencia divina en la Nueva Jerusalén. Esa es la consumación final y máxima de
la iglesia. La vida de la iglesia DE HOY ES EL Cuerpo, y la gloria de mañana
con la herencia divina en la Nueva Jerusalén es la esperanza de ese Cuerpo. La
Nueva Jerusalén venidera, donde todo nombre denominacional será abandonado,
es la esperanza del Cuerpo. Estamos esperando la Nueva Jerusalén. Aquellos que
aún aman la denominación quedarán frustrados al ver el fin de sus
denominaciones. Todos sus nombres denominacionales será abolidos, entonces.
UN SEÑOR, UNA FE, UN BAUTISMO
Efesios 4:5 dice: “Un Señor, una fe, un bautismo”. La manera de entrar en
ese único Señor es por la fe. Nacimos en Adán, no en Cristo. La manera de entrar
en Cristo es creer dentro de él. En muchos ejemplos, las palabras traducidas.
“creer en “ deberían ser “creer para dentro de”, según el significado de la
preposición griega. En Juan 6:47, por ejemplo, el Señor Jesús dice: “De cierto,
de cierto os digo que aquel que cree en mí(para dentro de mí – lit) tiene vida
eterna”. Estábamos en Adán, pero creímos para dentro de Cristo. ¡Alabado sea el
Señor porque por la fe nos introdujo en Cristo!. Cuando tenemos fe, alcanzamos
el segundo nacimiento. Tuvimos nuestro primer nacimiento al nacer de nuestros
padres, y tenemos nuestro segundo nacimiento por la fe mediante la cual creemos
para dentro del Señor. Tener la única fe es estar en el único Señor.
Efesios 4:5 también habla de “un solo bautismo”. Según el Nuevo
Testamento, el bautismo tiene dos aspectos. El primer aspecto es la terminación y
el segundo aspecto es la germinación. Fuimos bautizados tanto para dentro de la
muerte de Cristo como para dentro de Cristo mismo (Ro. 6:3). Ser bautizados
para dentro de la muerte de Cristo es terminación y ser bautizado para dentro de
Cristo es germinación. Por medio de ese “un solo bautismo”, nuestra historia,
nuestra biografía en Adán fue llevada al fin. El bautismo puso fin a nuestra
historia en Adán y simultáneamente nos condujo para dentro de una nueva vida.
Por eso, por la única fe y por el único bautismo fuimos sacados de Adán y
transferidos para dentro de Cristo. Ahora puedo proclamar: “Aleluya, ya no estoy
más en Adán. Estoy totalmente en Cristo, nuestro Señor. ¿Dónde está usted?
Usted necesita responder: “Estoy en Cristo”. Por cuanto Cristo no está dividido,
nosotros que estamos en Cristo somos uno. Porque somos uno en Él, la iglesia es
una. La iglesia no está dividida porque ella está en Cristo y Cristo no puede ser
dividido.
Efesios 4:6 dice: “Un Dios y Padre de todos, el cual le sobre todos, y por
todos,”. El Padre no sólo está sobre nosotros y actúa por medio de nosotros, sino
también en nosotros. No logramos racionalizar esto. Mientras que el Padre está
sobre nosotros, Él actúa por medio de nosotros, , y mientras está sobre nosotros
y actúa por medio de nosotros, Él está en nosotros. Simultáneamente. Él está
sobre nosotros, por medio de nosotros y en nosotros. Aquí tenemos unidad. Me
falta una expresión adecuada para hablar de todos estos misterios. La unidad que
tenemos en el Padre es la iglesia. La iglesia es la unidad en el Padre, que está
sobre nosotros por medio de nosotros y en nosotros. La realidad de la iglesia es la
Persona divina siendo trabajada para dentro de nosotros hasta que seamos
saturados y permeados totalmente, son Su esencia divina. Aquí tenemos la única
unidad, esa unidad es la iglesia. Cuando usted no tiene esa unidad, ese uno, ya
no es más la iglesia. La iglesia no es un grupo de cristianos reuniéndose en el
aire. La iglesia es la unidad, el uno, de la Persona divina trabajada para dentro de
los creyentes.
LAS RIQUEZAS DE CRISTO Y LA PLENITUD DE CRISTO
En Efesios 3:8 Pablo dice: “A mí, que soy menos que el más pequeño de
todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles evangelio
de las inescrutables riquezas de Cristo”. Pablo predicaba las insondables riquezas
de Cristo con el fin de que la iglesia pudiese venir a la existencia. La iglesia
proviene de las riquezas de Cristo. Junto con el término “las insondables riquezas
de Cristo”, el libro de Efesios menciona “la plenitud de aquel que todo lo llena en
todo” (1:23). Pocos cristianos conocen la diferencia entre las riquezas de Cristo y
la plenitud de Cristo. La riqueza de Cristo son todos los aspectos que Cristo es:
vida, luz santidad justicia y mucho otros aspectos. Esas son las riquezas de Cristo
que estamos disfrutando constantemente. La plenitud de Cristo es la iglesia, el
Cuerpo, el resultado del disfrute de las riquezas de Cristo. Las riquezas de Cristo
son un tanto objetivas, pero nosotros somos la plenitud de Cristo. En nuestro
hombre natural , no somos la plenitud de Cristo. Pero, cuando disfrutamos las
riquezas de Cristo transformador, llegamos a ser Su plenitud.
Observe, por ejemplo, un colombiano robusto. Ese hombre es la plenitud de
las riquezas de Colombia, porque él es el resultado del disfrute de la carne,
huevos, maíz, fríjol, arroz, leche, banano y muchos otros alimentos colombianos.
Si él hubiese disfrutado todas esas riquezas, no sería un colombiano fuerte y
robusto. Ese colombiano no es la riqueza de Colombia, sino la plenitud de
Colombia. De manera semejante, la iglesia como el Cuerpo de Cristo hoy es la
plenitud de Cristo, esa plenitud de nuestro disfrute de las riquezas de Cristo.
Después de mencionar las riquezas de Cristo en Efesios 3:8, Pablo oró al
Padre, diciendo: “Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser
fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite
Cristo por la fe en vuestros corazones” (e:16.17). que Cristo haga su morada en
nuestro corazón es Su expansión para dentro de nuestro ser en la medida que lo
disfrutamos. Comer a Jesús es la manera de experimentarlo. Cuando un
colombiano consume tantos pollos, frijoles, arroz, huevos, naranjas y bananos, él
llega a ser una composición de todas esas riquezas. No obstante, aún hay
necesidad de hacer digestión. Esas riquezas deben ser asimiladas para dentro de
su ser. Necesitamos disfrutar las riquezas de Cristo y asimilar todo lo que Él es
para dentro de nuestro propio ser, con el fin de que no sólo seamos transformados
en el elemento constituyente de la iglesia, sino también seamos edificados en el
único Cuerpo. Esto es lo que significa ser la iglesia. La iglesia es solamente una.
Si queremos ve lo que es la iglesia, necesitamos gracia. Una vez que tenemos esa
visión, jamás seremos engañados por ningún viento de doctrina (Ef. 4:14).
Crecemos para ser el templo santo del Señor; y estamos siendo edificados
para habitación de Dios en el espíritu. Nuestro corazón es la habitación de Dios.
Aquel incluye el alma del hombre (mente, voluntad y emoción) más la
conciencia que es una parte del espíritu humano. Cuando hablamos del corazón
no nos referimos al corazón físico. El corazón del que estamos hablando es aquel
que se compone del alma más la conciencia, donde habita Cristo. La palabra a
habitar significa a ser morada permanente. De esta forma, Cristo hace Su morada
en nosotros. Efesios 3:17 que dice: “Para que habite Cristo por la fe en vuestro
corazón”. Según el versículo 16, al ser fortalecidos en el hombre interior, el
Padre, el Hijo y el Espíritu habitan en nuestros corazones. A veces viajamos y
somos hospedados de la mejor manera posible en la casa de los hermanos; sin
embargo, esto es algo temporal y no nos sentimos tan a gusto como en nuestra
propia casa, porque nuestra verdadera casa es donde hacemos morada. Cristo no
es un huésped temporal sino morador; Él habita en nosotros. Él es nuestro sueño,
y es dueño de la casa. Él no vino a vivir un poco de tiempo en nosotros, sino a
habitar para siempre en nuestro ser, haciéndonos la habitación de Dios. El Señor
Jesús como el morador, quiere dominar todas las partes de nuestro corazón, es
decir, conciencia, mente, voluntad y emoción. No somos nuestro propio amo,
cambiamos de amo y ahora Cristo es nuestro amo. Nuestros pensamientos,
emociones y voluntad son de Cristo. De esta manera, seremos arraigados y
cimentados en amor. Necesitamos profundizar cada vez más en el Señor, con el
fin de que podamos comprender con todo los santos cuál es la anchura, la
longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo. Solamente con tal corazón
podemos sentir el amor del Señor. Él es inmensurable, tan grande e
indescriptible. Pablo agotó todo su vocabulario para describir el amor de Cristo.
Noten estas cuatro palabras: anchura, longitud, profundidad y altura. ¿Cuál es la
anchura de la anchura, la longitud de longitud, la profundidad de la profundidad
y la altura? Cristo es inmensurable y nadie lo puede medir. Sin embargo, Él vive
en nosotros. Él quiere llenarnos y quiere que tomemos toda la plenitud de Dios.
Somos la habitación de Dios en espíritu, y Cristo por medio del Espíritu, ya
habita en nosotros. Él nos quiere llenar Consigo mismo. Esto nos hace crecer en
vida y todos juntos somos edificados en la iglesia.
La iglesia es la casa y la familia de Dios. La iglesia es la habitación de Dios
en el espíritu. Cristo habita dentro de nosotros. Él es el Rey del reino de los
cielos. Ahora el reino de los cielos fue atraído hacia dentro de nosotros y dejamos
que Cristo sea nuestro Rey. Ya no tenemos más derechos, nosotros los cedemos al
Señor y él nos domina. Las leyes terrenales no nos controlan, sino que tenemos
en nuestro interior a Cristo, quien tiene autoridad sobre nosotros. Él es que nos
gobierna. Cuando nos equivocamos, Cristo nos corrige en nuestro interio. La
iglesia es la habitación Dios en el espíritu. Gracias al Señor.
Capítulo 4
....
Lección Tres
LA IGLESIA ES: (1)
LA ASAMBLEA, LA CASA DE DIOS Y EL REINO DE DIOS
Lectura de la Escritura
1 Co. 1:2; Mt 18:20; Gn. 28:12, 16-17; Jn. 1:51; 1 Ti 3:15;
He 3:6; 1P. 4:17; Ef. 2:22, 19; Ro. 14:17.
Bosquejo
Texto
En esta lección veremos que es la iglesia. [A medida que consideremos las
facetas de la iglesia, veremos la realidad en cuanto a ella y su definición
verdadera. Por esta razón necesitamos adentrarnos en las profundidades de cada
aspecto de las facetas de la iglesia] Utilizaremos cuatro lecciones para ver los
aspectos principales de lo que la iglesia es.
[Como la casa de Dios, la iglesia es la morad de Dios. Efesios 2:22 dice: “en
quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el
espíritu”. La palabra “vosotros” se refiere a los santos. Pablo está diciendo que
los santos en Éfeso, estaban siendo edificados juntamente en Cristo para la
morada de Dios.
La iglesia, la morada de Dios en la tierra, es el lugar en el cual Dios puede
tener Su descanso y satisfacer el deseo de Su corazón.
Debido a que la iglesia es la morad de Dios, la iglesia es donde Dios se
expresa a Sí mismo. Una casa siempre es el mejor lugar donde una persona puede
expresar a sí misma. Su casa expresa la clase de persona que es. Si mira la casa
de una persona, sabrá qué clase de persona es, porque la casa es la expresión de
esa persona. El principio es el mismo con la iglesia como la morada de Dios. En
Su casa, Su morada, Dios se expresa a Sí mismo en la tierra. Es por esta razón
que 1 Ti. 3:16 revela que la iglesia es la manifestación de Dios en la carne. Dios
no sólo desea hacer Su hogar en la iglesia y tener un lugar de descanso; también
quiere expresarse en la iglesia. Él quiere practicar Su economía neotestamentaria,
habla Su deseo y manifestar Su gloria en la iglesia. Todo lo que Él es, todo lo que
Él está haciendo y todo lo que Él quiere obtener, se manifiesta y se expresa en la
iglesia, Su morada].
A. Es el vivir de la iglesia
Preguntas
LA MANERA NORMAL
LA EXPANSIÓN DE LA IGLESIA
Lección Cinco
Lectura de la Escritura
Ef. 2:10; 2:15; 4:22-24; Col. 3:10-11; Gn. 1:26-27; Ef. 6:12; 5:22-23;
Gn. 2:21-24; Jn 3:29-30; 2 Co. 11:2; ap. 19:7-8; 21:2, 7-9,17.
Bosquejo
Texto
La iglesia también es el nuevo hombre (Ef. 2:15, 4:24; Col. 3:10) . Hay una
acepción general de que toda la raza humana es sólo un hombre corporativo.
Todos los diferentes pueblos sobre la tierra comprenden este hombre que en la
Escritura se le llama el viejo hombre o Adán. En el principio Dios no creó dos
hombre sino a Adán solamente. Este hombre fue la raza humana. En Génesis
1:26-27 fue creada toda la raza humana. ¡Pero en la cruz, a través de Cristo y en
Él, Dios creó otro hombre, un nuevo hombre! Este hombre también es
corporativo; nosotros estamos incluidos en él. Adán fue el viejo hombre; Cristo
con la iglesia es el nuevo hombre. Este nuevo hombre no es solamente Cristo,
sino también la iglesia. Cristo es la Cabeza de este hombre universal; la iglesia es
Su Cuerpo.
Así como el cuerpo existe para la expresión de la cabeza, la iglesia como el
Cuerpo de Cristo es la expresión de Cristo. Así como el para la expresión de
Dios, la iglesia como el nuevo hombre es la expresión de Dios. Hay muchas
iglesias locales por toda la tierra, pero todas junta son sólo un hombre. Este
hombre universal expresa a Dios hoy por toda la tierra. Como el Cuerpo, la
iglesia expresa a Cristo. Como el nuevo hombre, la iglesia expresa a Dios.
Efesios 2:15 dice que Cristo doce que Cristo mediante la cruz abolió “en Su
carne la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en Sí
mismo de los dos un solo y nuevo hombre”. Luego en Efesios 4:22-24 se no dice
que nos despojemos del viejo hombre y nos vistamos del nuevo hombre. Este
nuevo hombre es el Cuerpo de Cristo. Vestirse del nuevo hombre significa vivir
una vida por el Cuerpo. Antes de ser salvos, vivíamos en el viejo hombre, en la
vieja sociedad, pero ahora somos miembros de Cristo, viviendo en Su Cuerpo.
Debemos despojarnos del viejo hombre con la vieja vida social y vestirnos del
nuevo hombre, la iglesia.
Como persona en la iglesia, hemos dejado el viejo hombre por medio de ser
bautizados en la nuevo hombre; sin embargo, puede que todavía pensemos,
actuemos, hablemos, y parezcamos gente de la vieja sociedad. Hemos dejado el
viejo hombre a través del bautismo, por lo tanto, debemos andar en novedad de
vida (Ro. 6:3-4). Debemos pasar más tiempo en oración en la lectura de la
palabra, en la predicación del evangelio y en las reuniones para ser transformados
por medio de la renovación de nuestra mente y vivir en la vida práctica de la
iglesia. Si permanecemos en la vieja manera de vivir, no podemos ser renovados
y tenemos poca participación del nuevo hombre en la vida de la iglesia.
En este nuevo hombre no hay nada natural, nada judío, nada griego, ninguna
posición social; todos están llenos de Cristo, así que Cristo es el todo y Cristo
está en todos (Col. 3:10-11). En el nuevo hombre sólo hay Cristo. Nuestra vida es
Cristo, nuestro vivir es Cristo, nuestra intención es Cristo, nuestra ambición es
Cristo, nuestra voluntad es Cristo, nuestro amor es Cristo, y todo lo demás
relacionado con nosotros es Cristo. Él satura todo nuestro ser.
Efesios 2:15 revela que la iglesia como el nuevo hombre fue creado por
Cristo. Cristo creó un solo y nuevo hombre con la naturaleza de Dios forjada en
la humanidad. Esto fue una cosas nueva. En la vieja creación Dios no forjó Su
naturaleza en ninguna de Sus criaturas, ni siquiera en el hombre. Sin embargo, en
la creación del nuevo hombre, la naturaleza de Dios fue forjada en el hombre
para hacer que la naturaleza divina de Dios sea una sola entidad con la
humanidad.
Al igual que la vieja creación, la nueva creación no es algo individual, sino
corporativo. Dios no creó millones de hombres en la vieja creación, por el
contrario, Él solo creó un hombre, Adán, quien incluye a todos los hombres. En
la nueva creación de
Dios existe el mismo principio. En la nueva creación, todos somos parte del
nuevo hombre, la iglesia, compuesto de los muchos hijos de Dios.
Existe una diferencia básica entre la nueva creación y la vieja creación. La
vida y la naturaleza de Dios no están forjadas en la vieja creación, pero la nueva
creación posee la vida divina y la naturaleza divina. Aunque la vieja creación
llegó a existir por medio de la obra del Dios poderoso, Él mismo no habita en
ella. Por lo tanto, la primera creación no tiene contenido divino. La naturaleza
divina no habita en la vieja creación y es por esta razón que vino a ser vieja.
Adán no tenía la vida de Dios ni la naturaleza de Dios. Nosotros podemos recibir
la vida divina y la naturaleza divina solamente por medio de creer en el Señor
Jesucristo y ser regenerado por el Espíritu. Cuando creemos en Cristo, la vida y
la naturaleza de Dios nos son impartidas y esto nos hace una nueva creación.
En 2 Corintios 5:17 dice: “DE modo que si alguno está en Cristo, nueva
creación es; las cosas viejas pasaron; he aquí son hechas nuevas”. Todo el que
está en Cristo es una nueva creación. Las cosas viejas de la carne ha pasado a
través de la muerte de Cristo, y todo es hecho nuevo en la resurrección de Cristo.
Estar en Cristo es ser uno con Él en vida y en naturaleza. Esto es de Dios por
medio de nuestra fe en Cristo (1 Co. 1:30; G´3:26-28).
Las palabras “he aquí son hechas nuevas” son un llamado a estar atentos al
cambio maravilloso de la nueva creación. El pronombre implícito “ellas” se
refieren a las cosas viejas. La vieja creación no tiene la naturaleza y la vida
divina, sin embargo, la nueva creación, compuesta de los creyentes nacidos de
nuevos, de Dios, tiene la vida y naturaleza divina (Jn. 1:13; 3:15; 2 P.1:4)). Por lo
tanto, los creyentes, son una nueva creación, no conforme a la vieja naturaleza
de la carne sino conforme a la nueva naturaleza de la vida divina.
La nueva creación es realmente la vieja creación, transformada por la vida
divina, por el Dios Triuno procesado. La vieja creación era vieja porque Dios no
era parte de ella; la nueva creación es nueva porque Dios está en ella. Los que
hemos sido regenerados por el Espíritu de Dios, permanecemos en la creación de
Dios, pero ahora somos Su nueva creación. Sin embargo, esto es real sólo
cuando vivimos y caminamos por el Espíritu. Siempre que vivimos y caminamos
en la carne, estamos en la vieja creación, no en la nueva creación. Todo en
nuestra vida diaria que no tiene a Dios está en la vieja creación.
Si vamos a estar en la nueva creación, debemos entrar en una unión orgánica
con el Dios Triuno. Fuera de esta unión permaneceremos en la vieja creación.
Por ahora, por medio de la unión orgánica con el Dios Triuno estamos en la
nueva creación. Como creyentes en Cristo, estamos en la nueva creación a través
de una unión orgánica con el Dios Triuno.
En la vieja creación nacimos en Adán, pero en Cristo fuimos regenerados en
la nueva creación. Aquí en la nueva creación no somos solamente la asamblea de
Dios, la casa de Dios y el reino de Dios, y no somos solamente el Cuerpo de
Cristo y Su complemento – también somos el nuevo hombre. La intención de
Dios es tener un hombre corporativo, universal. Dios quiere tal hombre para el
cumplimiento de Su propósito eterno. Por un lado, fuimos creados en la vieja
creación de Dios y llegamos a ser el viejo hombre; por otro lado, hemos sido re-
creados en la nueva creación de Dios y vinimos a ser el nuevo hombre.
El nuevo hombre fue creado por Cristo en Sí mismo de una manera
particular. Esta manera particular fue la muerte de Cristo, ya que Cristo creó el
nuevo hombre cuando estaba en la cruz. Mientras lo mataban, Él estaba
trabajando para crear el solo y nuevo hombre. En Su muerte creó todos los
diferentes pueblos en un nuevo hombre. Por lo tanto, Su muerte fue una
herramienta para lograr la nueva creación.
La creación del hombre hecha por Dios en Génesis 1 es un cuadro del nuevo
hombre en la nueva creación de Dios. Esto significa que la vieja creación es una
figura, un tipo, de la nueva creación. El personaje principal en la vieja creación
es el hombre. En la nueva creación de Dios es lo mismo. Por lo tanto, en ambas,
la vieja creación y la nueva creación, el hombre es el centro.
Dios creó al hombre a Su imagen (Gn. 1:26) y le dio dominio. La imagen es
para la expresión. Dios quiere que el hombre sea Su expresión. Sin embargo, el
dominio no es un asunto de expresión sino de representación. Dios quiere que el
hombre lo represente en Su autoridad para Su dominio. En la vieja creación el
hombre fue creado para tener la imagen de Dios para expresar a Dios y tener
también Su dominio para representarlo.
La imagen se refiere a la intención positiva de Dios y el dominio a la
intención negativa de Dios. La intención positiva de Dios es que el hombre le
exprese, mientras que la intención negativa de Dios es que el hombre trate con el
enemigo de Dios, Satanás, el diablo. Dios tiene un problema en el universo, el
problema de tratar con Su enemigo. Ya que el enemigo de Dios, el diablo, es una
criatura, Dios no tratará directamente con él; en lugar de esto, tratará con él por
medio del hombre, una criatura de Su creación. Dios trata con Su enemigo a
través del hombre. Por lo tanto, Dios tenía dos intenciones en la creación del
hombre. La intención positiva es que el hombre llevará la imagen de Dios para
Su expresión; la intención negativa es que el hombre tuviera el dominio de Dios
para representar a Dios para tratar con Su enemigo.
Apocalipsis 22:17ª dice: “El Espíritu y la novia dicen Ven”. Este versículo
revela que Cristo y la iglesia, como Su complemento, serán una pareja por la
eternidad. El Espíritu quien es la totalidad del Dios Triuno procesado, se
hace uno con los creyentes, que ahora están plenamente maduros para ser la
novia. Por lo tanto, el Espíritu es la máxima expresión del Dios Triuno
procesado, y la novia es la máxima expresión del hombre tripartito
transformado. Al momento de Apocalipsis 22:17, el Dios Triuno procesado –
el Espíritu y el hombre tripartito transformado – la novia – serán uno y
hablarán como uno.
La Biblia comienza y termina con un matrimonio. La Biblia comienza con
el matrimonio de Adán y Eva en Génesis y termina con el matrimonio del
Espíritu y la novia en Apocalipsis. Este matrimonio final es el matrimonio del
Dios Triuno procedo, consumado y dispensado, como el Esposo, y Su pueblo
regenerado y transformado, como la novia. Por la eternidad, esta pareja
universal será la manifestación total del Dios Triuno expresado en toda Su
gloria. Por consiguiente, el hombre tripartito transformado se casará con el
Dios Triuno procesado para siempre para Su plena expresión y satisfacción.
Esta es la conclusión del Nuevo Testamento y de toda la Biblia.
En la conclusión de la Biblia hay una pareja – el Espíritu como la
consumación del Dios Triuno procesado con la novia como el agregado y la
consumación del hombre tripartito redimido, regenerado, transformado y
glorificado. Aquí hay una pareja eterna y universal que expresa al Dios Triuno
por la eternidad.
Preguntas
4. Enumera todas las comparaciones que pueda hacer entre Eva como la
novia de Adán, y la iglesia como la nova de Cristo.
Lectura de la Escritura
Ex. 25:31-40; Zac. 3:9; 4:2-10; Ap. 1:11; 20b; 4:5; 5:6; Col. 2:9; Col. 1:15;
Gn 1:26; 1Jn. 5:11-12; Ap. 21:18b, 23, 22:1,5
Bosquejo
Texto
Hay tres cosas importantes con el candelero como figura de Cristo como la
corporificación del Dios Triuno: el oro, la base y las lámparas. Estos tres asuntos
denotan el significado del Dios Triuno. El oro es la sustancia del cual está hecho
el candelero, la base es la corporificación del oro y las lámparas son la expresión
del candelero
Según Éxodo 25:31, el candelero estaba hecho de oro puro. El oro era la
sustancia, el elemento de todo el candelero. En tipología, el oro significa la
naturaleza divina, la naturaleza de Dios el Padre. Si consideramos esta sustancia,
este elemento del candelero, veremos que es la naturaleza divina. Por lo tanto,
podemos ver a Dios el Padre, Aquel cuya naturaleza es la sustancia del candelero.
El candelero de oro existe en la naturaleza de Dios el Padre.
Dios el Padre es expresado en el oro del cual está hecho el candelero. Con el
oro podemos ver al primero de la Trinidad divina, el Padre.
En Éxodo 25, el candelero hecho de oro puro tenía una forma o figura
definida. La forma del candelero de oro significa el Hijo en Su humanidad como
la corporificación de la Deidad (Col. 2:9). Así que, la forma, la figura del
candelero significa el segundo de la Trinidad, el Hijo.
Dios el Padre es invisible y abstracto. Dios el Hijo es la corporificación del
Padre invisible. La base es la forma cuyo significado es Dios el Hijo como la
corporificación de Dios el Padre. Esta forma es sólida, es la corporificación del
oro. Según el Nuevo Testamento, Dios el Padre está corporificado en el Hijo. Así
que vemos que el significado de la sustancia es el Padre y la forma sólida es el
Hijo.
El oro del candelero fue corporificado en una forma prescrita, lo que indica su
función. Esta forma es Cristo, quien es la imagen de Dios (2 Co. 4:4; Col. 1:15).
Cuando Dios creó al hombre, lo creó a Su imagen (Gn 1:26). Ya que Cristo es la
imagen de Dios, el hombre fue creado conforme a Cristo. Dios no tiene forma
física, pero Él tiene una expresión de Su imagen Cristo, el Hijo amado, es la
imagen del Dios invisible. La función de esta imagen, esta forma, es expresar a
Dios. “ A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del
Padre. Él le ha dado a conocer” (Jn. 1:18).
El candelero de oro se menciona por primera vez en Éxodo 25. Cerca del
final del Antiguo Testamento, el candelero se menciona en Zacarías 4:2: “¿Qué
ves? Y respondí: he mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con un depósito
encima y sus siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos para las
lámparas que están encima de él”. Aquí las lámparas significan a Israel, como el
testimonio de Dios en el Antiguo Testamento y en el milenio. En el tiempo del
Antiguo Testamento, siempre que la nación de Israel estaba en una condición
normal, era el testimonio de Dios. En el milenio venidero, la nación restaurada de
Israel otra vez será el testimonio de Dios representado por un candelero de oro.
En Éxodo 25, solamente tenemos el candelero con las siete lámparas. No hay
mención de a qué se refieren las siete lámparas. Sin embargo, en Zacarías, se nos
da una interpretación definida de las siete lámparas ya que este libro nos dice que
las siete lámparas son los siete ojos de Jehová (4:10 y los siete ojo de la piedra
(3:9).
En Zacarías, tenemos los siete ojos y las siete lámparas pero no los siete
Espíritus. Pero en Apocalipsis, las siete lámparas se convierten en los siete
Espíritus. “Y del trono salían relámpagos y voces y truenos; y delante del trono
ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete Espíritus de Dios” (Ap.
4:5). Aquí tenemos una progresión adicional de las siete de las siete lámparas
como los siete Espíritus, porque dice claramente que las siete lámparas son los
siete Espíritus de Dios. Ya que las siete lámparas son los siete ojos y también los
siete Espíritus, entonces los siete ojos en Zacarías 4:10, son los siete Espíritus.
Esto nos da terreno para decir que el candelero en Zacarías 4 brilla por medio de
los siete ojos, los siete Espíritus de Jehová.
Los siete ojos, los siete Espíritus de Jehová son los siete ojos de Cristo, quien
es el Salvador-piedra para la edificación de Dios. Zacarías 3:9 dice: “Porque
he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay
siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice Jehová de los ejércitos, y
quitaré el pecado de la tierra en una día”. Esta referencia de grabar en la
piedra indica que esta piedra es Cristo. El Señor Jesús como la piedra para la
edificación fue grabado, tratado por Dios en la cruz por causa de la iniquidad
del pueblo de Dios. El Señor Jesús quitó los pecados del pueblo de Dios en un
día por tal grabar en la cruz, (Jn. 1:29). Ahí está la piedra con los siete ojos de
Cristo, el Salvador-piedra.
Sabemos que Cristo es el Salvador-piedra por el hecho de que los siete ojos
de la piedra en Zacarías 3:9 llegaron ser los siete ojos del Cordero en
Apocalipsis 5:6. “Y vi en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y
en medio de los ancianos, un Cordero en pie, como recién inmolado, que tenía
siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete Espíritus de Dios enviados
por toda la tierra”. El Cordero aquí tiene siete ojos los cuales son los siete
Espíritus de Dios. En el versículo 5:6, los siete ojos del Cordero son los siete
Espíritus de Dios. Aquí tenemos una progresión más adelantada que la de
Zacarías, ya que los siete ojos no sólo son los siete ojos de la piedra sino que
también son los siete ojos del Cordero. Esto siete ojos del Cordero son los
siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Esto hace referencia a
Zacarías 4:10, donde se nos dice que los siete ojos de Jehová corren por y a
través de toda la tierra. En Zacarías 3 y 4, tenemos los siete ojos de la piedra,
las siete lámparas del candelero y los siete ojos de Jehová, todos son los siete
Espíritus de Dios.
Preguntas
LA NOVIA DE CRISTO
EL GUERRERO
Capítulo Diez
EL TESTIMONIO DE JESUCRISTO
El Señor hoy está llamando vencedores, y para serlo necesitamos tres cosas:
la sangre del Cordero, la palabra del testimonio y menospreciar nuestra vida
hasta la muerte (Ap. 12:11). Primero, tenemos la sangre del Cordero. Esto no es
algo realizado por nosotros, sino que es una obra de Cristo como la base de
nuestra justicia y la cual podemos aplicar siempre. Segundo, tenemos la palabra
del testimonio, que es algo que depende de nuestro hablar. No hacemos
maniobras políticas o juegos de palabras, diciendo cosas para agradar a las
personas. Somos personas rectas y practicamos lo que testificamos. Ya que la
iglesia es el testimonio de Jesús, todos nosotros debemos ser testigos. Tercero,
tenemos que negar la vida del alma (según el texto griego, aquí vida se refiere a
la vida del alma). Debemos rechazarnos a nosotros mismos y vivir para el Señor,
dando testimonio. A veces, testificar a Cristo es penoso para nuestra vida del
alma, porque tenemos vergüenza, miedo, etc. Sin embargo, frente a la muerte no
amamos nuestra ida del alma, así podemos expresar a Jesús. No estamos
buscando nuestro propio provecho, todo es para Cristo y la iglesia. Jesús expresa
a Dios y hoy la iglesia es el testimonio de Jesucristo expresando a Jesús mismo
Capítulo Doce
LA NUEVA JERUSALÉN
Conclusión
Vimos la iglesia en sus doce aspectos, y como doce es el número que indica
que algo está completo, esta visión de la iglesia también está compuesta. El
duodécimo aspecto es justamente
La expresión final de y máxima de Dios, la Nueva Jerusalén. Ya vimos que el
número doce está compuesto de cuatro multiplicado por tres. El número cuatro
simboliza al hombre y el número tres simboliza al Dios Triuno. Por tanto, cuatro
multiplicado por tres es Dios totalmente mezclado con el hombre, hasta resultar
en la iglesia. En la Nueva Jerusalén Dios y el hombre estarán total y
absolutamente unidos.
Los doce aspectos de la iglesia están en dos libros de la Biblia: Efesios y
Apocalipsis. Los nueve primeros están en Efesios y los tres últimos en
Apocalipsis. Es simple: tres aspectos en Efesios 1; tres aspectos en Efesios y los
tres últimos en Apocalipsis. Es simple; tres aspectos en Efesios, para un total de
nueve aspectos. Finalmente, otros tres aspectos en Apocalipsis. Cada aspecto
tiene un punto fundamental.
La iglesia es: Enfatiza:
EL CANDELERO DE ORO
Apocalipsis 1:12 dice: “Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y
vuelto, vi siete candeleros de oro”. Juan oyó una gran voz y se volvió; si no se
hubiese vuelto, no habría podido ver. Lo mismo ocurre con nosotros. Cuando
Dios habla, debemos en dirección de Aquel que nos habla, entonces veremos la
iglesia, los candeleros de oro. Los candeleros de oro son la iglesia (Ap 1:20). El
versículo 12 dice que cuando él se volvió vio siete candeleros de oro. Ahora está
claro que en cada ciudad hay una iglesia y que cada iglesia es un candelero de
oro. La iglesia brilla y está llena de la gloria de Dios.
Lección Siete
Lectura de la Escritura
Mt 16:16-18, Ef. 1:22-23; Mt 18:17; Ef 2:22; 4:4; Tit.1:5
Hch 14:23; 13:1; Ap 1:4ª,11; Hch 2:42; 1 Co 10:16-17
Bosquejo
Texto
Luego de ver todos los detalles gloriosos del estado de la iglesia, trataremos
los dos aspectos cruciales de la iglesia – el aspecto universal y el local. Las
verdades en la Biblia siempre tienen dos lados. El hermano Govett lo llama “el
aspecto doble de la verdad”. Una página de papel tiene dos lados porque no
puede existir con un lado solamente; de la misma manera, la iglesia tiene dos
aspectos. La mayoría de los cristianos no ven los dos aspectos de la iglesia, y por
eso han cometido muchos errores a través de los siglos con respecto a este
asunto. Debemos prestar atención a esta verdad para no cometer los mismo
errores
Para vivir en la iglesia universal de una manera práctica, tenemos que vivir
en las iglesias locales. En realidad no podemos vivir en la iglesia universal
directamente, es imposible que vivamos en la iglesia universal sin vivir en
una iglesia local. El Señor está edificando la iglesia universal y cada uno de
nosotros está viviendo de una manera práctica en una iglesia local. En Mateo
18:17 el Señor dijo que si como creyente, tienes un problema con otro
creyente, debes decirlo a la iglesia. Indudablemente, la iglesia que se
menciona aquí no es la iglesia universal; debe ser la iglesia en el lugar donde
está el creyente. Si usted está en Seúl y tiene algún problema, debe decir el
problema a la iglesia en Seúl. Si usted está en Pusan, debe acudir a la iglesia
en Pausan, si está en Hong Kong, debe acudir a la iglesia en Hong Kong; y si
usted está en Nueva York, debe acudir a la iglesia en Nueva York. L a iglesia
a la cual usted le debe decir su problema es la iglesia loca.
Las iglesias locales son la expresión local del Cuerpo de Cristo (1 Co. 12:27;
Ef. 2:22). Sólo hay un Cuerpo, pero muchas expresiones. Todas las iglesias
son un Cuerpo universalmente y cada iglesia, localmente, es una expresión
local de ese Cuerpo universal. Una iglesia local no es el Cuerpo; es
solamente parte del Cuerpo. Es una expresión local del Cuerpo. La iglesia en
Seúl no es todo el Cuerpo, es una parte de todo el Cuerpo como la expresión
local del Cuerpo.
Todas las iglesias locales constituyen el único Cuerpo de Cristo (Ef. 4:4). En
Mateo 16:18 el Señor dijo: “Edificaré Mi iglesia”. Aquí la iglesia está en
singular, lo cual indica que debe ser la iglesia universal. Pero en Hechos y en
las Epístolas, la Biblia menciona muchas veces “las iglesias” – Las iglesias
en Siria, las iglesias en Asía, las iglesias en Macedonia y las iglesias en
Galacia. ¿cómo puede la Biblia hacer referencia primero a una iglesia y luego
a muchas iglesias? Porque esa única iglesia, la iglesia universal, es la
totalidad de todas las iglesias y todas las iglesias son constituyentes locales
de la única iglesia universal.
CONCLUSIÓN
Preguntas
¿QUÉ ES DIVISIÓN?
División quiere decir estar sin el terreno, y estar sin el terreno está condenado
por Dios. Por favor, excúsenme por usar otra vez a Pi-Chieh de Kweichow como
un ejemplo. ¿Cuál es la diferencia entre que usted vaya a Pi-Chieh a predicar el
evangelio, salvar personas y edificar santos, o en que usted vaya a la calle
Szechwan Norte de Shanghai a hacer la misma cosa? Exteriormente, no hay
diferencia. No es que cuando usted predique el evangelio en la calle Szwchwan
Norte la gente no pueda ser salva; no es que cuando usted predique en la calle de
Szwchwan Norte la gente no pueda recibir vida eterna; ni es que la gente en
Szwchwan Norte renuncie a su experiencia de salvación. La verdad del evangelio
es todavía la misma, y los mensajes pueden ser dados todavía muy claramente,
como si todo fuese igual. Pero usted no puede establecer otra iglesia en la Calle
Szwchwan Norte. Sí usted va a la Calle de Szwchwan Norte para establecer una
iglesia allí eso es una división. Los mensajes que usted dé en la Calle en Pi-chieh
de Kweichow puede ser exactamente los mismos mensajes que usted dé en la
Calle de Szwachwan Norte, pero en la dos diferentes localidades hay dos terrenos
diferentes. En Pi-Chieh de Kweichow puede haber una iglesia, mientras que en la
de Szwachwan Norte hay una división. El mismo mensaje es dado en estas dos
localidades, ¡pero qué diferencia hay! Supongamos que usted establece la mesa
del Señor en Pi-Cheih De Kweichow, esto, es la cena del Señor, el partimiento
del pan. Un día usted mueve la misma Mesa con todos los asistentes desde Pi-
Cheih a la Calle de Szwachwan Norte de Shanghai. Aquí usted ora en la misma
manera, estudia la Biblia y alaba al Señor como antes. En estas cosas no hay
diferencia en absoluto. Pero en Pi-Cheih usted es una iglesia, mientras que en la
Calle Szwachwan Norte es una división. Cuando una mujer se casa con un
hombre soltero, ella es su esposa; pero si ella se casa con un hombre que ya está
casado, ella no es su esposa. Cuando nosotros vamos a un lugar donde no hay
iglesia, nosotros podemos establecer una iglesia. Pero en un lugar donde ya hay
una iglesia, nosotros solamente podemos unirnos a ella, no podemos establecer
otra más. Esto es un principio básico en la Biblia. Si usted no hace caso del límite
de la localidad, todo está terminado. Sí usted descarta este terreno básico,
entonces no tiene ningún terreno.
Yo espero que usted comprenda delante de Dios estos dos puntos: primero,
que la iglesia de Dios está establecida sobre la autoridad del Espíritu Santo;
segundo, la iglesia de Dios está establecida sobre el límite de la localidad. El
terreno de la iglesia está establecida sobre la dirección del Espíritu Santo. Usted
no puede decir. “Es por la dirección del Espíritu Santo que nosotros debiéramos
reunirnos en la Calle Szwachwan Norte”. Si es la dirección del Espíritu Santo, la
primera cosa que El argumentaría con usted, es que el lugar donde usted se reúne
está equivocado. Por consecuencia, usted ha violado y ofendido la primera
limitación del Espíritu Santo; así que, usted no tiene terreno en lo cual
permanecer. Decir que usted solamente tiene el Espíritu Santo, no es suficiente;
usted también debe prestar atención a la jurisdicción de la localidad, la cual está
constituido por el Espíritu Santo. La localidad es la jurisdicción de la cual usted
nunca puede moverse; usted solamente puede someterse. Los hombre no tiene
libertad en la jurisdicción de la localidad constituida por el Espíritu Santo.
LA LOCALIDAD RESTRINGE
LA FORMACION DE DIVISIONES
Excúsenme por usar términos políticos. Una dinastía puede cambiar, pero
una localidad nunca cambia; un partido político puede cambiar, pero no una
localidad; aun un país puede cambiar, pero no una localidad. Shanghai siempre
ha permanecido como Shanghai, y Chang-Chun siempre ha permanecido como
Chang-Chun. Durante la dinatía Chin, Shanghai fue Schanghai; durante la
república, Shanghai es todavía Shanghai ; aún hasta ahora Shanghai permanece
Shanghai. Durante la guerra chino-japonesa, cuando el país casi llegó a ser parte
de otro país, la localidad permaneció como la misma localidad. Todas las cosas
cambiaron, pero la localidad nunca cambiará. Dios desea a la localidad como el
terreno para la iglesia. Tenemos la iglesia en Roma como una localidad, pero
nunca la iglesia del Imperio Romano. El nombre es el mismo, pero en efecto ellas
son diferentes. La iglesia en la ciudad de Roma es reconocida por el Espíritu
Santo, pero no la iglesia del Imperio Romano. Por esta razón, nosotros debemos
aprender ante Dios a mantener este terreno de la localidad.
Por favor, recuerde esta única cosa: la iglesia debe afirmarse en el terreno de
la localidad. años hemos estado firmes en este terreno, rechazando todo lo que
no está en armonía con este terreno, rechazando todas las otras clasificaciones.
Cualquier grupo que no tome a Shanghai como el terreno, no es la iglesia en
Shanghai. El servicio en el cual hemos entrado aquí es con la esperanza de
edificar la iglesia en Shanghai. Si una consulta es hecha acerca de este asunto por
un extraño, usted debe hacerlo ver en forma clara que interiormente la iglesia
tiene la autoridad del Espíritu Santo como el contenido y externamente la iglesia
tiene el límite de la localidad. La autoridad del Espíritu Santo más el límite de la
localidad hacen una iglesia. Si no hay autoridad del Espíritu Santo adentro, y no
hay límite de localidad afuera, eso no es una iglesia.
EL TERRENO DE LA IGLESIA
Y LAS BENDICIONES ESPIRITUALES
Mientras más claro es el terreno de la iglesia, más ricas son las bendiciones
espirituales. Especialmente es estos uno o dos años recientes, hemos visto que
Dios ha bendecido definitivamente el terreno de la iglesia. Muchos hermanos y
hermanas han comenzado a ver la diferencia entre el camino del individualismo y
el terreno de la iglesia. Como la autoridad del Espíritu Santo está en todos los
miembros, llevándoles, usted puede ver la bendición de Dios. En algunas iglesias
locales los miembros se incrementan al doble, al quíntuplo o por diez veces; todo
en múltiplos.
Originalmente había en Taipei aproximadamente unos treinta miembros, pero
ahora se han incrementado a más de mil. Nosotros enviamos allí a hermanos que
han trabajado muy diligentemente. Dios ha continuado la bendición y los
miembros han continuado incrementándose. Mientras yo estaba en Hong Kong
(en la primavera de 1959, editor), recibí una carta de un hermano, por medio de
la cual sentí que él sabía lo que era la iglesia, debido al incidente siguiente. La
iglesia en Taipei había esperado al hermano Witness Lee para ser el responsable
de su campaña evangelística durante el año nuevo chino. Después de que se
acordó esta decisión, el hermano Lee descubrió que él tenía que reunirse
conmigo en Hong Kong por algunos asuntos. Ellos estaban realmente
desanimados, pensando que ellos solos no podrían llevar a cabo la campaña. El
hermano Lee les dijo: “Para mí, tener a un hermano Lee es solamente tener un
hermano más; perder un hermano Lee es solamente perder un hermano”. Si
hubiese una iglesia en Taipei, el tener o perder al hermano Lee sería solamente un
asunto de tener o perder un hermano. Sin embargo, si no hubiese iglesia en
Taipei, cuando el hermano Lee se fuera, medio Taipei también se iría. No
obstante, ¡el resultado de esa campaña evangelística fue maravilloso! Algunos de
los hermanos que usted pensaría que no predicarán el evangelio lo predicaron,
contrario a toda expectación. Como resultado, más de 1.400 personas recibieron
al Señor. En los días de reuniones siguientes, hubo 228 bautizados. No importa si
un hermano es quitado o agregado, porque allí está la iglesia. Ahora regresaré a la
carta de aquel hermano. Yo estoy contento con su afirmación: “Yo creo que si
nosotros, hermanos, aprendiésemos a servir al Señor en una forma coordinada,
aun si hubiese 3.000 ó 10.000 convertidos, nosotros seríamos capaces de dirigir u
observarlos. Cuando la iglesia aparece y comienza a funcionar, puede dirigir 500
si llegan 500, y 1.000 si llegan 1.000. esta es la iglesia de Dios”
I. La Formación de la Iglesia:
A. La crucifixión de Cristo redimió a los creyentes, a fin de calificarlos
como material para la edificación de la iglesia. Ro. 5:18-19; Ef. 4:18; 1P.
3:18; Jn. 12:24.
B. La resurrección de Cristo regeneró a los creyentes, a fin de tornarlos
miembros vivos del Cuerpo de Cristo, la iglesia. 1 P. 1:3; 1 Co. 15:45; Jn.
20:19-22; 7:39; 16:16-17, 7-8,13; 15:26; Lc. 24:37-39; Hch 1:3.
C. En Su ascensión Cristo derramó el Espíritu sobre los creyentes, judíos y
gentiles, a fin de constituirlos como la iglesia, esencialmente (Jn. 20:22) y
económicamente (Hch 2:4; 10:44-45) –Hch 1:8; 1 Co. 12:13.
1. Por medio de un único bautismo en el Espíritu todo-inclusivo, la
iglesia, a los ojos de Dios, fue formada de una vez por todas para
ser la plenitud de Cristo en Su expresión universal. Este hecho tomó
lugar en dos pasos y en dos momentos distintos: con los creyentes
judíos en el día de Pentecostés y con los creyentes gentiles en casa
de Cornelio. Hch. 2:1; 10:24.
2. La iglesia fue formada directamente por Cristo, como la Cabeza del
Cuerpo, por medio del derramamiento del Espíritu, que corresponde
al descender del Cristo resucitado y ascendido como el Espíritu
todo-inclusivo para conducir Su ministerio celestial en la tierra, a
fin de edificar la iglesia en la tierra, a fin de edificar la iglesia como
el Cuerpo de Cristo, de acuerdo con la economía neotestametnaria
de Dios. Hch. 2:17-18, 33; Joel 2:29; 1 Co. 12:13; Hch 1:15; 2:1-4;
10:44-47. Mt.16:18; Ef. 1:22-23.
Lección Ocho
LA FORMACIÓN DE LA IGLESIA
Lectura de la Escritura
Ro. 5:18-19; 1P. 3:18; Jn. 12:24; 1P. 1:3; 1 Co. 15:45; Jn. 20:19.22, 7:39,
Hch 1:8; Lc. 1:35; 1 Co. 12:13; Mt. 16:18; Ef. 1:22-23; Hch. 2:17, Lc. 24:49;
Hch 1:4, Lc. 4:18
Bosquejo
Texto
Necesitamos la redención de Cristo para que nos salve y nos regrese a Dios.
Necesitamos otra vida - la vida de Dios para regenerar nuestro espíritu para que
seamos los hijos de Dios y miembros vivientes de la iglesia. De otra manera, no
estaremos calificados para ser miembros de Su Cuerpo y Cristo no puede formar
la iglesia.
Para formar la iglesia fue necesario que Cristo pasara a través de la muerte y
que entrara en resurrección para que Él impartiera la vida divina dentro de
nuestro ser. Él trajo al Dios Triuno a nuestro ser para causar que naciéramos de
Dios (1 P. 1:3). En resurrección, Él fue transfigurado de la carne al Espíritu. En 1
Co. 15:45b dice que en su resurrección y por medio de Su resurrección. Cristo,
como el último Adán vino a ser el Espíritu vivificante.
En el día de Su resurrección el Señor Jesús se apareció a Sus discípulos en
una forma maravillosa “Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de
la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban
reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto de pie en medio, les dijo
“Paz a vosotros” (Jn. 20:19). Los discípulos, “entonces, espantados y
atemorizados. Pensaban que veían un espíritu” (Lc. 24:37), esto es un fantasma,
un espíritu o un espectro. El Señor les dijo: “Mirad Mis manos y Mis pies, que
Yo mismo soy, palpadme, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos,
como veis que Yo tengo” (Lc. 24:39). El Señor tenía un cuerpo físico que podía
verse y tocarse. Después de mostrarle “ambas manos y Su costado” (Jn. 20:20),
el Señor “sopló en ellos y les dijo: “recibid el Espíritu Santo” (V.22) Este es el
Espíritu que se esperaba en Juan 7:39 y el Espíritu prometido en Juan 16:16-17,
26; 15:26; 16: 7-8, 13. Así que cuando el Señor sopló el Espíritu Santo en los
discípulos, esto fue el cumplimiento de Su promesa del Espíritu Santo como el
Consolador. Aquí el Espíritu como el aliento fue soplado como vida en los
discípulos para su vivir. Cuando el Señor con Su soplo infundió el Espíritu en los
discípulos, Él se impartió en ellos como vida y como el todo.
El Señor Jesús vino a Sus discípulos en el día de Su resurrección como el
Cristo neumático. La palabra griega para “Espíritu” en Juan 20:22 es pneuma,
una palabra que también significa aliento o aire. En Juan 1, Cristo es el Cordero,
pero en Juan 20, después de su muerte y en Su resurrección. Él es el Cristo
neumático. Decir que Cristo es el Cristo neumático significa que Él está lleno de
aliento divino. Mientras que en Juan 1, Cristo, vino como el Cordero, en Juan 20.
Él vino como el pnuema. El hecho de que Él se sopló en los discípulos y les dijo
que recibieran el Espíritu Santo, indica que Él tenía que ir a ellos como el aliento,
el pneuma. El Señor vino a ser el Cristo neumático por medio de Su resurrección
y hoy, en resurrección, Él todavía viene a nosotros como el Espíritu, el pneuma.
Después de que el Señor vino en Juan 20:19, no hay palabras o indicio en el
registro de Juan que indique que el Señor dejó a los discípulos. La razón es que
Él se quedó con ellos, a pesar de que ellos no estaban conscientes de Su
presencia. En vez de dejarlos. Él desapareció, se hizo invisible. Sin embargo,
para sorpresa de los discípulos y en diferentes lugares, el Él aparecía,
manifestándose a ellos, Hechos 1:3 nos dice que “después de haber padecido, se
presentó vivo con muchas pruebas indubitables apareciéndoseles durante
cuarenta días” Su aparición no significa que Él los había dejado, simplemente
significa que hizo que Su presencia fuese visible a ellos.
III III. LA ASCENCIÓN DE CRISTO PARA DERRAMAR EL
ESPÍRITU EN SU
IV PUEBLO
PARA FORMAR LA IGLESIA
A. Es Universal
A los ojos de Dios, la iglesia fue formada universalmente para ser la plenitud
de Cristo para Su expresión universal por el bautismo en el Espíritu todo-
inclusivo. Es después de esta formación universal del Cuerpo de Cristo que todos
los escogidos de Dios a través de todos los siglos fueron, son y serán traídos no
sólo en la realidad, sino también en la practicalidad del Cuerpo de Cristo hasta
que todo el Cuerpo esté completo.
B. En el Día de Pentecostés y en la casa de Cornelio
Después que los creyentes judíos fueron bautizados en el Espíritu Santo para
la formación de la iglesia, los creyentes gentiles fueron bautizados en el Espíritu
de la misma manera (Hch. 10:24, 44-47ª). El Espíritu Santo cayó externa y
económicamente sobre los que oyeron la palabra en la casa de Cornelio. En la
casa de Cornelio, el Espíritu Santo entró en los creyentes esencialmente para vida
y cayó sobre ellos económicamente para darles poder. Esto sucedió
simultáneamente cuando creyeron en el Señor. Sin embargo, en Hechos 10:46
sólo se nota que cayó sobre ellos económicamente debido a que era externo y
otros lo podían ver en su hablar en lenguas y alabanzas a Dios, mientras que Su
entrada en ellos sucedió silenciosa e invisiblemente. Ellos recibieron ambos
aspectos de l Espíritu Santo directamente de Cristo, la cabeza del Cuerpo, sin
ningún intermediario antes de que fueran bautizados en agua por otros miembros
del Cuerpo de Cristo. Esto indica enfáticamente que la Cabeza del Cuerpo
bautizó a los creyentes gentiles en Su Cuerpo directamente. En la casa de
Cornelio, los creyentes gentiles recibieron el Espíritu Santo económicamente
como lo recibieron los apóstoles y creyentes judíos en el día de Pentecostés,
directamente de la Cabeza ascendida.
Las palabra de Pedro en Hechos 11 prueba que lo que pasó en la casa de
Cornelio fue un segundo paso que Cristo tomó en el bautismo de Su Cuerpo en el
Espíritu Santo, una vez por todas Pedro dijo: “Y cuando comencé hablar, cayó el
Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio. Entonces
me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan bautizó en agua, mas
vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo” (vs. 15-16). Este registro en
Hechos indica creyentes gentiles en la casa de Cornelio – se consideran el
bautismo en el Espíritu Santo. En estas dos ocasiones, la cabeza misma hizo algo
directamente en Su Cuerpo para la formación de la iglesia. Por estos dos pasos, la
Cabeza del Cuerpo bautizó a todos Sus creyentes de una vez por todas, tanto a
judíos como a gentiles, En Su único Cuerpo. Así que el bautismo en el Espíritu es
un hecho cumplido llevado a cabo por Cristo en Su único Cuerpo. Así que el
bautismo en el Espíritu es un hecho cumplido llevado a cabo por Cristo en Su
ascensión en el día de Pentecostés y en la casa de Cornelio para la formación de
la iglesia universal, Su Cuerpo.
Así es como Cristo formó Su Cuerpo, la iglesia universal. ¿Piensa usted que
cualquier persona puede formar una iglesia porque quiera o porque no le gusta la
iglesia donde está? ¡No! La Biblia claramente revela que sólo Cristo puede
formar la iglesia porque la formación de la iglesia incluye la redención, la
regeneración en nuestro espíritu humano por el Espíritu esencialmente y el
bautismo en un Cuerpo de todos los miembros regenerados por el Espíritu,
económicamente ¿Puede usted o alguien más, que no sea Cristo, formar la
iglesia? Le alabamos porque solamente Él está calificado y es digno de formar la
iglesia. ¡Aleluya! La iglesia universal ha sido formada.
En la próxima lección veremos el establecimiento de las iglesias locales.
Preguntas
Lección Nueve
EL ESTABLECIMIENTO DE IGLESIAS LOCALES
Lectura de la Escritura
Hch 1:8; 8:1; 13:1; 14:23; 1 Co. 1:2; 2 Co. 8:1; Ap. 1:4, 11; 1 Ti 3:1;
Tit 1:5; Hch 20:28; Fil 1:1; 1 Ti 5:19-20
Bosquejo
Texto
II. ES LOCAL
A. Desde Jerusalén
2. Compuesta de:
a. Los ancianos
La iglesia en Jerusalén estaba compuesta de los ancianos, los que sirven y los
creyentes. Hechos 11:30 habla de unos bienes enviados “a los ancianos por mano
de Bernabé y Saulo”. Esto indica que en los primeros días las finanzas de la
iglesia estaban bajo la administración de los ancianos.
Un anciano es uno que vigila (1 Ti 3:1). Ambos títulos se refieren a la misma
persona: anciano, que denota a una persona con madurez, uno que vigila, lo cual
denota la función de un anciano.
c. Los creyentes
1. La iglesia en Antioquía
1. Se establecieron iglesias
Se estableció una iglesia en Filipos, compuesta de los santos con los que
vigilan y los diáconos. En Filipenses 1:1 Pablo dice_ “Pablo y Timoteo, esclavo
de Cristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los que
vigilan y los diáconos”. Este versículo indica que la iglesia en Filipos fue
establecida en buen orden. Observe que Pablo habla de “los santos... con los que
vigilan y los diáconos”. Este es el único lugar en el Nuevo Testamento donde se
encuentra una expresión como ésta. Es significativo que Pablo habla de los
santos con los que vigilan y los diáconos. En cada iglesia local el grupo único
consiste de los santos. Los santos son los componentes de la iglesia local. Entre
los santos hay líderes, los cuales el Nuevo Testamento describe como los
ancianos o los que vigilan. Ambos títulos se refieren a la misma persona. Cuando
un anciano lleva a cabo su responsabilidad en la iglesia, está funcionando como
uno que vigila.
En Filipenses 1:1 Pablo menciona también a los diáconos. Los diáconos son
los que sirven en una iglesia local bajo la dirección de los que vigilan (1 Ti. 3:8).
La palabra en español “diáconos” viene de la palabra griega diakonos, la cual
significa uno que sirve
3. La iglesia en Tesalónica
Tesalónica, al igual que Filipos, era una ciudad del imperio romano en la
provincia de Macedonia, al norte de la provincia de Acaya. Después del llamado
a Macedonia que Pablo recibió en su segundo viaje del ministerio, él y sus
colaborador Silvano visitaron primero a Filipos y luego a Tesalónica (Hch. 16:9-
12; 17:1-4). El apóstol permaneció y trabajo allí por un corto período de tiempo,
probablemente menos de un mes (Hch. 17:2).
En 1 Tesalonicenses 1:1 dice: “Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los
tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo”. Ambas, 1 y 2
Tesalonicenses fueron dirigidas a la iglesia en Tesalónica, compuesta de los
creyentes en Cristo en esa ciudad. Tal iglesia local es de los creyentes y está en
Dios el Padre y en el Señor Jesucristo. Esto indica que tal iglesia local es nacida
de Dios el Padre con Su vida y naturaleza y está unida con el Señor Jesucristo
orgánicamente en todo lo que Él es y ha hecho. Por tanto, es de los hombres
(tales como los tesalonicenses), pero en Dios y en el Señor orgánicamente).
1. Se extiende a Italia
1. La iglesia se levanta en Roma – la iglesia en Roma
Preguntas
Lección diez
Lectura de la Escritura
Hech 5:1-11; 6:1; 15: 1-2; Col. 2:8, 16, 20-22, 2 Ti. 1:15.
Esd. 13-11, 1 Ti. 1:3-4; Jn. 5:17
Bosquejo
Texto
No hay fracasos en la iglesia universal, sin embargo, si los hay en las iglesias
locales. Todos los fracasos provienen de una fuente; y esa fuente es Satanás,
quien instiga a los santos débiles a que causen toda clase de problemas. La iglesia
universal es celestial, santa y aun divina. Pero cuando la iglesia universal alcanza
cierta localidad para ser expresada en una iglesia local, la iglesia en esa localidad
puede llegar a contaminarse y corromperse por ciertas costumbres locales,
prácticas, y filosofías.
Hipocresía – El primer fracaso en las iglesias fue la hipocresia, vista en el
caso de Ananías y Safíra (Hch. 5:1-11). La hipocresía es un asunto de pretender
ser alguien para obtener un nombre con el que podamos vangloriarnos. Esto esta
completamente relacionado con la ambición.
Diferencias raciales – El segundo fracaso fue el haber sido vencido por
diferencias raciales (Hch 6:1). “Hubo murmuración de los helenistas contra los
hebreos”, debido a la distribución diaria. Esto causó que menguara la práctica de
tenerlo todo en común.
Prácticas de la ley – otro fracaso fue introducir las prácticas de la ley del
Antiguo Testamento (Hch 15: 1-2). Hechos 15:1 dice: “Entonces algunos
descendieron de Judea y comenzaron a enseñar a los hermanos: Si no os
circuncidáis conforme a la costumbre de Moisés, no podéis ser salvos” Esta clase
de enseñanza es una anulación de la fe en la economía de Dios del Nuevo
Testamento, y es una verdadera herejía. Este fracaso anula la libertad de los
creyentes en Cristo. Esto aún causó que Pedro fuera hipócrita y que el resto de
los creyentes judíos que estaban con él se le unieran en su hipocresía. Aun
Bernabé fue arrastrado por la hipocresía de ellos.
Acomodo – Un fracaso muy serio en las iglesias fue acomodarse al judaísmo
dirigido por el apóstol Jacobo (Hch.21:20-26). Este fracaso introdujo la mezcla
del judaísmo para contaminar la gracia pura de Dios, lo cual dañó la pureza de la
vida de la iglesia y el testimonio puro de Jesucristo como la corporificación de la
gracia pura de Dios. Este fracaso trajo la terminación de la iglesia cuando
Jerusalén fue destruida por el ejército de Roma (bajo Tito) en el año 70 D.C.
como resultado del juicio de Dios.
Otros fracasos incluyeron juzgarse los unos a los otros por causa de la
comida y la observancia de ciertos días, y el no edificarse los unos a los otros
(Ro. 14); causando divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza de los
apóstoles (Ro. 16:17); alabar exageradamente a una persona dotada por encima
de otra, causando contiendas y divisiones (1 Co. 1:11-12); cometer fornicación (1
Co. 5:1) tener litigios uno contra otro ( 1 Co. 6:4-7); cuestionando el apostolado y
acusando a los apóstoles de ser astutos al hacer ganancia con engaño (1 Co. 9:1-
3, 2 Co. 12:16); participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios (1
Co. 10:21), comer el pan y beber la copa indignamente y no discernir el Cuerpo
(1 Co. 11:27); abusar del don de hablar en lenguas (1 Co. 14:19-20,23); diciendo
que no hay resurrección de los muertos (1 Co. 15:12), y por último, andar
desordenadamente (1 Ts. 3:11).
La intención de Dios al registrar estos fracasos en las Santas Escrituras, es
darnos una advertencia en cuanto a la posibilidad de que tales fracasos se repitan
en la vida de la iglesia. Necesitamos aprender de todos estos fracasos y hacer
todo lo posible por evitarlos. Si las iglesias en el tiempo de los apóstoles
pudieron sufrir todos estos fracasos, es aún más posible que hoy día, si somos
descuidado, también suframos la misma clase de fracasos. Es por esto que
necesitamos mirar al Señor para poder ser guardados de estos fracasos.
Cuando hablamos del recobro de la iglesia, queremos decir que algo estaba
allí originalmente que se perdió o se daño y que ahora hay la necesidad de traerlo
de vuelta a su estado original. Debido a que la iglesia se degradó a través de
muchos siglos de su historia, necesita ser restaurada de acuerdo a la intención
original de Dios. En cuanto a la iglesia, nuestra visión debe estar gobernada, no
por la situación actual ni por las prácticas actuales, sino por la intención original
de Dios y la norma revelada en las Escrituras.
Primero, Dios propuso y luego Él vino para cumplir Su propósito. Además,
el Nuevo Testamento nos da un registro claro de cómo el enemigo vino a destruir
lo que Dios había logrado. Sin embargo, Dios es un Dios con un propósito
eterno. Él es un Dios de propósito y una vez que Él se propone hacer algo, nada
puede cambiar Su mente o detenerlo. Es por esto que después de la destrucción
que hizo Satanás, Dios vino a rehacer lo que Él había hecho antes. Este rehacer
es Su recobro. Esto es traer de vuelta cualquier cosa que haya sido dañada o
destruida por el enemigo de Dios, Satanás.
C. Será recobrada:
1. Del terreno divisivo y apóstata
Con sus desviaciones de la verdad en cuanto a:
CONCLUSIÓN
Aunque hubo y todavía existen muchos fracasos en las iglesias al igual que la
degradación de la iglesia, el Señor siempre está recobrando. El nunca es vencido
ni desanimado. Él tiene un plan eterno. Él no cambiará Su mente debido a los
problemas. Él no se detendrá hasta que termine Su trabajo. Jesús dijo: “Mi Padre
hasta ahora trabaja, y Yo también trabajo (Jn 5:17). PERO Él necesita gente que
coopere con Él para su recobro, pero por no tener la visión apropiada, han venido
y se han ido. ¡Qué el Señor sea misericordioso a nosotros, para abrir nuestros
ojos para ver Su propósito eterno, la degradación de la iglesia, y los fracasos en
las iglesias a fin de que podamos permanecer en Su recobro y no repetir la
historia.
Ore así, “¡Oh Señor! Veo Tu propósito eterno para la iglesia. Veo Tu economía
para la edificación de Tu iglesia. Veo Tu recobro de la iglesia degradada. Doy mi
ser a Ti para el recobro y la edificación de la iglesia hasta que regreso por ella.
¡Oh Señor, manténme fiel hasta el fin!”
Preguntas
(1)
Lectura de la Escritura: Ef. 4:13-16; Gá. 1:23; 2 Ti. 4:7; 1 Ti. 6:12; Jud. 3:24;
Hch 6:7; 13:8; 14:22: Gá 3:25; 6:10; 1 Ti. 1:19; 3:9; 4:1, 6:10, 21: 2 Ti. 3:8; Tito
1:13; Ap. 14:12.
LA FE
Respecto a la Biblia
Respecto a Dios
Dios es singularmente uno, pero triuno, el Padre, el Hijo y el Espíritu (Mt.
3:16-17; 28:19; 2 Co. 13:14; -Ef. 2:18; 3:14-16; Ap. 1:4-5). La deidad es
distintivamente tres, pero ellos no son tres Dioses separadamente. En el Antiguo
Testamento y en el Nuevo Testamento la Biblia nos dice definitivamente que
Dios es uno (Dt. 4:35, 39; Sal. 86:10; 1 Co. 8:4; 1 Ti. 2:5).
Entre los cristianos había algunos que creían que el Padre era una Persona, y
que el Hijo era otra Persona, pero que el Espíritu era sólo un poder. Otros creen
que los Tres de la Deidad – el Padre, el Hijo y el Espíritu – son tres Dios
separados. Estos conceptos, hablando con propiedad, son heréticos. Todos
tenemos que creer que, conforme a la revelación divina de la Palabra Santa,
nuestro Dios es singularmente uno.
Nosotros solamente tenemos un Dios, quien es triuno. Sin embargo, somos
incapaces de definirle totalmente porque nuestra mentalidad es muy limitada.
Realmente, no podemos definirnos muy bien ni a nosotros mismos. Sabemos que
tenemos un espíritu, un alma, un corazón, etc., pero es difícil definirlos.
¿Entonces cómo podríamos definir al Dios Triuno tan completamente? Solo
podemos creer lo que está revelado claramente en la Palabra Santa, es decir, que
Dios es uno pero triuno. Este es el segundo punto de nuestra fe cristiana.
Respecto a Cristo
Cristo era el propio Dios en la eternidad (Jn. 1:1) y llegó a ser hombre en el
tiempo (Jn. 1:14). Su deidad es completa y Sy humanidad es perfecta. Por esto,
El es tanto Dios como hombre (Jn. 20:28; Ro. 9:5; Jn. 19:5; 1 Ti. 2:5), poseyendo
tanto la divinidad como la humanidad.
Como hombre Él fue ungido por Dios con el Espíritu (Mt. 3:16; Jn. 1:32-33;
Lc. 4:18-19). Para llevar a cabo el propósito eterno de Dios. Por esto, Él es el
Cristo, el Ungido (Mt. 16:16; Jn. 20:31).
Él es el Hijo DE Dios (Jn. 20:31), quien es la imagen de Dios (Col. 1:15), el
resplandor de la gloria de Dios y la imagen precisa de Su substancia (He. 1:3),
subsistiendo en la forma de Dios e igual con Dios (Fil. 2:6; Jn. 5:18); toda la
plenitud de la Deidad habita en Él corporalmente (Col. 2:9). Por esto, Él es Dios
mismo (He.1:8).
Como el Hijo de Dios Él vino en la carne con (Gr. Pará, desde con) el Padre
(Jn.6:46) y en el nombre del Padre (Jn. 5:43); por estro, Él es llamado el Padre
(Is. 9:6). Él era con Dios, y era Dios en la eternidad pasada (Jn. 1_1-2), no
solamente coexistiendo, sino también siendo coinherente con el Padre todo el
tiempo (Jn. 14:10ª, 11ª; 17:21). Aun mientras estuvo en la carne sobre la tierra, el
Padre estaba con Él (Jn. 16:32). Por esto, Él y el Padre eran uno (Jn.10:30),
trabajando en el nombre del Padre y con el Padre (Jn. 10:25; 14:10b), haciendo
la voluntad del Padre (Jn. 6:38; 5:30), hablando la palabra del Padre (Jn. 3:34ª;
14:24), buscando la gloria del Padre (Jn. 7:18), y expresando al Padre (Jn. 14:7-
9).
Como el Dios eterno Él es el Cordero de todas las cosas (He. 1:10; Jn. 1:3;
Col. 1:16), y como hombre que vino en la carne (1 Jn. 4:2) con sangre y carne
física (He. 2:14), Él es una criatura, el Primogénito de toda la creación (Col.
1:15b). Por esto, Él es ambos, el Creador y la criatura.
Como el enviador y Dador del Espíritu (Jn. 15:26; 16:7; 3:34b), a quien el
Padre envió en Su (el del Hijo) nombre (Jn. 14:26), el Hijo, siendo el último
Adán en la carne, se hizo Espíritu que da vida por medio de la muerte y la
resurrección (1 Co. 15:45b, Jn. 14:16-20), quien recibió todo lo que es del Hijo
(Jn. 16:14-15), para testificar respecto del Hijo y glorificar al Hijo (Jn. 15:26;
16:14), y quien es el aliento del Hijo (Jn. 20:22). Por esto, Él también existente y
coinherente con el Hijo y el Padre en los creyentes (Jn. 14:17, 23; Ro. 8:9-11),
para ser el Dios Triuno que es el Espíritu (Jn. 4:24) mezclado con los creyentes (2
Ti. 4:22). Con el tiempo, Él llegó a ser los siete Espíritus de Dios (Ap. 1:4; 4:5),
quienes son los siete ojos del Hijo. El Cordero (Ap. 5:6).
Como Dios que se hizo hombre, Él es nuestro Salvador (Lc. 2:11; Jn. 4:42)
por el nombre de Jesús: Jehová nuestro Salvador, nuestra Salvación (Mt. 1:21).
Como el Cordero de Dios inmolado en la cruz y que derramó Su sangre física por
nuestro pecado y pecados, Él es nuestro Redentor (Jn. 1:29; 1 P. 2:24; He. 9:26,
28; 1 P. 1:18-19). Como el Cristo ascendido Él es el Señor de todo (Hch. 2:36;
10:36), la Cabeza de todas las cosas (Ef. 1:22), la Cabeza de la iglesia (Col.
1:18), y el Señor de señores y el Rey de reyes (Ap. 19:16).
En resurrección Él es nuestra vida (Col. 3:4), el que vive en nosotros (Gá.
2:20), y el poder y la sabiduría de Dios para nosotros para ser nuestra justicia,
santificación y redención (1 Co. 1:24, 30). Por esto, en Él todos los atributos de
Dios llegan a ser nuestras virtudes, y Él es el contenido, el todo en todo, del
nuevo hombre (Col. 3:11).
Por esto, vemos que Cristo es todo: Dios, hombre, el Creador, la criatura, el
Padre, el Hijo, el Espíritu, el Salvador, el Redentor, el Señor, la Cabeza de todo,
la cabeza de la iglesia, el Señor de señores y el Rey de reyes. Como tal Él es
nuestra vida, justicia, santificación, redención y todo en todo. ¡Alabémosle!
Respecto a la Iglesia
Estos son los seis puntos principales de la fe cristiana correcta. Todos los
cristianos reales no tienen disputa alguna acerca de estos puntos. Puede que
algunos disientan con el punto de una ciudad, una iglesia, pero como cristianos
adecuados tenemos que creer que la iglesia es localmente una así como
universalmente una. como la expresión del Cuerpo de Cristo, una iglesia local es
localmente una. Esto no significa, sin embargo, que un creyente real en Cristo
que no esté de acuerdo con una ciudad, una iglesia, no sea salvo. Todavía él o ella
es salvo, pero hay algo que falta, no para salvación, sino para la vida de la iglesia
adecuada.
La fe es la especialidad de la vida de la iglesia. Esto es algo muy específico,
muy especial. Respecto a estos puntos de nuestra fe cristiana no debe haber
argumento. Si vamos a pelear por algo, tenemos que pelear por esto. No es
necesario que peleemos por otras cosas. Tenemos que pelear la buena batalla de
tal fe (1 Ti. 6:12). Tenemos que contender por tal fe (jud. 3). Tenemos que
enseñar y predicar tal fe.
EL VIENTO DE DOCTRINA
Todos los cristianos son iguales en la fe, pero podemos ser muy, muy
diferentes en las doctrinas. ¿Ustedes creen que todos seremos iguales en las
doctrinas? ¿Cuándo será aquel tiempo? Yo apenas puedo creer que dos de
nosotros podríamos alguna vez ser absolutamente iguales en doctrina. ¿Entonces
qué enfatizaremos? ¿Enfatizaremos las doctrinas? En tal caso, nos volveríamos
divisivos y con el tiempo estaríamos divididos. No debemos enfatizar las
doctrinas, sino solamente nuestra fe cristiana. Podemos enfatizar esto porque con
la fe no hay argumento. En la fe no tenemos problemas. Todos somos iguales.
LA NECESIDAD DE CRECER
LA GENERALIDAD
DE LA IGLESIA
(1)
Lectura de la Escritura: Ro. 14:1-7, 12-21; 15:3-5; 1 Co. 8:4-13; 10:25-29; 9:20-
22; 7:7-8, 25-26; 1 Ti. 5:14.
En este capítulo empezaremos a ver la generalidad de la vida de la iglesia. En la
vida de la iglesia todos debemos ser generales. Sin embargo, antes de que
podamos ser generales debemos ser especiales. Respecto a los seis puntos de
nuestra fe cristiana, debemos ser muy específicos, muy particulares. Si somos
generales acerca de ella, estamos equivocados, pero éste es sólo un lado.
Nosotros necesitamos equilibrios.
PRACTICANDO LA GENERALIDAD
Supongamos que ahora estoy teniendo comunión, que estoy tomando la mesa
del Señor, con cierto grupo de creyentes, y todos son muy fuertes en su
conciencia. Puede que ellos digan: “Nosotros no nos preocupamos por los ídolos;
ellos nada significan”. Yo estaré de acuerdo con ellos: “¡Si, alabad sea el Señor,
coman! Coman las cosas sacrificadas a los ídolos. Esto nada significa”. Yo les
digo que sí. Pero cuando estoy con otro grupo donde los queridos son débiles en
su conciencia, temerosos de estar asociados con cualquier cosa de los ídolos,
puede que ellos digan que no tienen libertad para comer las cosas ofrecidas a los
ídolos. También estaré de acuerdo con ellos: “No, ustedes no deben hacerlo”.
Entonces puede que ustedes me reprendan, diciendo que soy una persona de dos
caras porque me oyeron decir que si a un grupo, y que no a otra grupo. Nosotros
nunca podemos experimentar esto sin un espíritu de generalidad. Sin tal espíritu,
seguramente causaremos división. No será posible que guardemos la unidad.
EL DESCUIDO DE ROMANOS 14
Hoy día muchos cristianos hablan acerca del Cuerpo en Romanos 12, pero
casi todos ellos han descuidado Romanos 14. Sin Romanos 14 nunca podemos
tener la vida del Cuerpo. La mayoría de los que hablan acerca de la vida del
Cuerpo, no la tienen; solamente tienen división. Hoy el recobro del Señor es
principalmente de la unidad. Si vamos a tener la unidad, tenemos que hacernos
muy generales. Cuando un hermano que es adventista del séptimo día viene e
insiste en guardar el séptimo día, debemos decirle: “Hermano, si a usted le gusta
guardar el sabat, hágalo. Si nosotros tenemos tiempo, vendremos para estar con
usted. No tenemos problema con usted, y no tenemos argumento”. Esta es la
actitud, el espíritu, tomado por Pablo en Romanos. Pero, esto no significa que
Pablo no tuviera una comprensión clara acerca de la doctrina del sabat. El tenía
una comprensión muy clara, pero no insistía. El no dijo claramente en Colosenses
2 que el sabat era una sombra del Cristo que iba a venir. El sabat era una sobra, y
ahora que el Cuerpo ha llegado la sombra está terminada. Sin embargo, en
Romanos 14 Pablo todavía lo toleraba.
También, cuando un hermano viene e insiste en comer vegetales solamente,
debemos decirle que no tenemos problemas con esto. Cuando coma vegetales
solamente, nosotros comemos vegetales con él. otra vez, esto no significa que
Pablo no tenía una comprensión clara acerca de la doctrina de los alimentos. El
tenía una comprensión muy clara, pero no insistió. ¿Nosotros podemos ser tan
generales?.
PRACTICANDO LA GENERALIDAD
HACIA OTRAS IGLESIAS LOCALES
En los últimos dos capítulos señalé que las enseñanzas no son tan buenas
para la edificación de una iglesia local. También dije que ni los dones son tan
buenos para la edificación de una iglesia local. Hay algo mejor: el ejercicio del
espíritu, el crecimiento en vida, el orar-leer y el alimentarse del Señor. Estas son
las mejores cosas para la edificación de una iglesia local. No quiero decir que las
enseñanzas son absolutamente inútiles; ni quiero decir que los dones son
absolutamente inútiles. Hemos visto que un buen número de personas fueron
levantadas por los dones, y que un buen número de santos fueron edificados por
las enseñanzas. Decir que las enseñanzas u los dones son absolutamente inútiles,
es incorrecto. Sin embargo, edificar la iglesia local con la vida, con el
crecimiento en la vida, y con la unidad, es el mejor camino. Nada puede superar
el camino de la vida, el camino de disfrutar a Cristo por el crecimiento, y el
camino de la unidad.
Nunca debemos tratar de arreglar o de corregir otras iglesias. Si la iglesia que
ustedes visitan estuviese bajo su dirección, podrían hacer las cosas en forma
diferente. Pero cuando no está bajo su dirección, no deben hacer nada. Es lo
mismo que conducir o manejar un automóvil. Cuando ustedes pasean con
alguien, nunca deben decir palabra. Ese es su automóvil bajo su conducir. Pero si
el automóvil le fuese entregado, ustedes podrían conducirlo de otra manera.
Nunca debemos ser un conductor del asiento de atrás.
El problema, sin embargo, es que cuando visitamos otra iglesia local, puede
que digamos a los santos allí, que la práctica en la iglesia local donde estamos es
la correcta. Puede que tratemos de hacer a la iglesia en otra ciudad como la
iglesia en nuestro lugar. No debemos hacer esto. Nunca debemos decir que la
manera en nuestra iglesia es la manera normal. Corregir a otros así no está
correcto en absoluto. Podría ser que la manera de ustedes sea la peor. Pero aun si
es la mejor, no es necesario que traten de convencer a otros para que la tomen.
Tratar de convencer a otros respecto a su manera solamente causará división. Si
ustedes piensan que su forma es la mejor y verdaderamente es la mejor, otros la
verán y aprenderán de ella. Si a otros no les interesa aprender de ella, eso
depende de ellos.
Nunca sean perturbados por algo diferente de su concepto. Si mantienen el
concepto de que las reuniones tiene que ser quietas, pero entran en una reunión
que es ruidosa, no se perturben. Ustedes tiene que aprender a ser generales y a
estar de acuerdo con ella. Si su concepto es tener una reunión ruidosa, una
reunión que esté llena de alabanzas, y llegan a una reunión que es quieta, no se
perturben. Estén quietos con ellos. Sean generales.
Por todos los medios tenemos que guardar la unidad. No hagan nada
definido. No hagan nada específico. No tengan nada determinado. Debemos estar
abiertos, debemos ser generales, y debemos ir aprendiendo todo el tiempo.
LA ESPECIALIDAD. LA GENERALIDAD(47-57)
Capítulo Cinco
Todos debemos aprender una lección básica. Si una persona es una adoradora
de ídolos, nunca podría ser usada por Dios. Más bien, Dios rechaza a cualquiera
que adore un ídolo. Dios también rechaza a un fornicador. Él nunca podría usar a
alguien así. Sin embargo, no se puede decir que Dios rechazará a alguien que no
esté de acuerdo con la inmersión. Puede que ustedes hayan terminado con él,
pero Dios no ha terminado con él.
Tampoco podemos decir que Dios podría usar a un modernista, a uno que
dice que Cristo no es el Hijo de Dios, o dice que Cristo no murió en la cruz por
nuestros pecados, sino que solamente sufrió el martirio. Tampoco Dios puede
usar a uno que sea sectario. Dios rechaza a tales personas. Pero no se puede decir
que si alguien no habla en lenguas, Dios ha terminado con él. Puede que ustedes
hayan terminado con él, pero Dios no ha terminado con él.
La consideración primaria de Dios es que mientras ustedes le amen y le
adoren como su Dios único, mientras amen a la humanidad y no hagan nada para
dañarla de ninguna manera, tal como la fornicación, la extorsión, etc., mientras
honren a Cristo, le respeten, le reciban, le sigan, le amen, y le tomen como su
Redentor, como su vida, como su Señor, y como su todo, y mientras amen al
Cuerpo de Cristo, a la iglesia, y vivan paras ella, serán personas que Dios usará
mucho.
Todas las otras cosas son menores. Si les gusta usar una cubierta para la
cabeza, pueden cubrir la cabeza por causa del Señor. Si les gusta el lavamiento de
los pies, pueden practicarlo. Si les gustan tomar pedazos pequeños pan leudado
para la mesa del Señor, háganlo. Si les gusta tomar pan si levadura, prepárenlo.
Nosotros no debemos oponernos a ninguna enseñanza ni práctica como éstas. Sin
embargo, si a mí se me pide preparar el pan, prepararía algo no leudado. Yo no
insisto en el pan sin levadura; pero lo práctico. Si yo fuese una hermana,
seguramente usaría una cubierta mi cabeza. Yo practicaría estas cosas de esta
manera; pero, no insisto en ninguna forma. La consideración y el interés básico
de Dios es solamente por Sí mismo, por la humanidad, por Cristo, y por el
Cuerpo de Cristo, la iglesia.
EL CRECIMIENTO EN VIDA
Si hay algunos problemas entre los santos en una iglesia local, la mejor
forma de solucionar los problemas es volver su atención al asunto de alimentarse,
al asunto del crecimiento en vida. Los médicos saben que la mejor medicina es el
alimento. Si uno come correcta y suficientemente, la nutrición del alimento
tratará con todos los tipos de enfermedad y debilidad. Si los santos se alimentan
del Señor Jesús adecuadamente, después de un cierto tiempo toda la falta de vida
será absorbida por la vida. Jamás traten de solucionar un problema por su
maniobra. Tal vez en la política eso esté bien, pero no en la iglesia. En la iglesia,
mientras más juega uno a la política, más estará amortecido. Primero se
amortecerá a sí mismo y luego amortecerá a otros. Sean honrados. Sean francos.
Sean sinceros. Y nunca jueguen a la política. La única cosa que funciona es el
crecimiento en vida. Aprendan a ayudar a la gente a crecer.
A veces las personas fuerte tratan de influenciar a los otros. Esto nunca debe
hacerse. Si ustedes han aprendido algo del Señor, si tienen alguna medida de
crecimiento en vida, el Espíritu de vida seguramente lo honrará, e impresionará a
la gente con lo que ustedes han aprendido. No hay necesidad de que nadie trate
de ejercitar ninguna influencia sobre los demás. Con el tiempo este tipo de
comportamiento creará una confusión. Aprendamos a ser muy simples, sólo
viviendo en el espíritu y ministrando la vida.
Ejercitar la influencia sobre los demás es una cosa, y ministrar la vida a los
demás es otra cosa. El ejercitar la influencia sobre otros todavía es algo de la
acción del hombre. Permítame ilustrar en la siguiente forma. Supongamos que yo
tengo la experiencia de la vida en hacer las cosas, y he aprendido a hacerlas
siempre en el espíritu. Todo lo que debo hacer es simplemente tener comunión
con ustedes sobre esto, presentando lo que he aprendido y lo que he
experimentado. Quizás podría, de la Palabra, ministrar algo basado en mi
experiencia de caminar en el espíritu. Sin embargo, si tengo la atención de hacer
algo con un tipo de plan, paso por paso, esto está equivocado. Tal vez yo pueda
convencer a los demás sobre ese asunto. Aun puede parecer bastante agradable.
Es posible que algunos sean convencidos de que tienen que caminar en el
espíritu, pero solamente obtienen la doctrina y no la experiencia genuina de
caminar en el espíritu, pero solamente obtienen la doctrina y no la experiencia
genuina de caminar en el espíritu. Si es así, yo no estaba ministrando la vida;
solamente estaba ejercitando la influencia de mi experiencia sobre ellos. Con el
tiempo esto llegaría a ser un tipo de movimiento. Todos conversarán acerca de
cómo debemos caminar en la vida, en el espíritu, pero esa conversación
solamente. Casi no hay un andar verdadero en el espíritu. En las iglesias locales
necesitamos tener el crecimiento genuino en vida, sin ninguna política y sin que
nadie ejercite ninguna influencia sobre los otros. Nuestra necesidad es que
solamente la vida sea ministrada a los demás.
Capítulo uno
LA HISTORIA DE LA IGLESIA
(1)
Lectura bíblica Mt. 20:25-28; 23:8-12; Ro. 14:1-3, 5-6, 17; Gá. 6:15; Ef.
2:15; 4:3, 14,24.
En este libro queremos ver cómo el Señor se ha movido en el pasado entre Sus
hijos para la realización de Su propósito. Primero, queremos ver la historia de la
iglesia en una manera general, y luego queremos ver la historia del comienzo de
las iglesias locales, a partir de 1922 (nota del redactor: esta historia fue
presentada por el autor en 1973).
LA DEFENSA DE LA VERDAD
CON RESPECTO A CRISTO Y A LA TRINIDAD DIVINA
Algunos de nosotros tal vez pensemos que el recobro del Señor comenzó con
Martín Lutero, pero debemos darnos cuenta de que el recobro del Señor por
medio de Sus vencedores empezó en el siglo segundo. En poco tiempo, después
de completarse la revelación divina, la iglesia cayó en degradación, así que fue
necesario que hubiera un recobro. El recobro del Señor empezó inmediatamente
después de que la iglesia se hubiera degradado. El hilo de recobro comenzó en el
siglo segundo y ha continuado a lo largo de los siglos. A lo largo de los siglos
aquellos que amaron al Señor no transigieron con el cristianismo mundano.
Tenían el deseo de guardar la palabra del Señor hasta donde pudieron. Tenían el
deseo de vivir con una conciencia pura y adorar a Dios según lo que vieron en las
Escrituras. Pero yo tengo que recalcar una y otra vez que no tuvieron claridad
acerca de la meta corporativa de Dios. Es por esto que la venida del Señor ha
sido demorada hasta este día. No importa cuántos grupos de cristianos haya sobre
esta tierra, siempre que no se tenga la vida apropiada de iglesia, el Señor no
habra obtenido todavía Su meta.
Necesitamos tener la comprensión de que somos “personas de iglesia”. Día
tras día estamos “iglesiando”. “Iglesiar” es nuestro trabajo. Somos la iglesia. No
somos denominacionales. Ni interdenominacioneles, ni antidenominaciones.
Somos persona de iglesia. Estamos en el recobro de la meta del Señor. Este
recobro no es el recobro de la justificación por fe, la salvación, ni la
santificación. Estamos en el recobro de la iglesia, el cual incluye el recobro de
todos los puntos anteriores.
El recobro del Señor tomó forma definida con la consigna de Martín Lutero
en cuanto a la verdad de la justificación por la fe. Lutero fue un gran defensor de
la salvación, de la justificación por la fe, pero él también cometió algunos errores
considerables. Por un lado, él defendió la verdad; por otra, cometió el error de
aliarse con el gobierno de Alemania, esta afiliación con el gobierno fue la fuente
de lo que se conoce como iglesias del estado o iglesias nacionales. No piense que
estoy criticando a Lutero. Entiendo que todos somos humanos. Por un lado,
podemos ser muy usados por Dios. Por otro, podemos ser débiles en otras áreas.
Lutero fue firma en contra del papa, el poder más grande de la tierra en aquel
entonces, pero cuando llegó a la cuestión de la iglesia, fue débil. Esto concuerda
con el relato histórico. La primera iglesia estatal fue la iglesia estatal de
Alemania. Luego muchas otras naciones europeas siguieron el ejemplo de
Alemania, entre ellas Dinamarca; Noruega y Suecia. Con el tiempo, se formó la
iglesia estatal de Inglaterra, la Iglesia Anglicana. La iglesia de Inglaterra se
mezcló con el gobierno de Inglaterra. Aún hoy, la reina de Inglaterra es la cabeza
de la Iglesia de Inglaterra. El rey de Dinamarca es la cabeza de la Iglesia Estatal
Luterana de Dinamarca, y el rey de Suecia es la cabeza de la Iglesia de Suecia
hoy en día. Esto provino del error que cometió Lutero. Aun el mismo Lutero
admitió que fue débil en este punto. Todos los defensores de la verdad
cometieron algunas equivocaciones. No hay casi ninguna excepción a esto. Todos
estos errores se debieron a una enorme carencia: la falta de visión, la revelación
apropiada, de la meta de Dios. La meta de Dios es la iglesia. Por la misericordia
del Señor, la visión de la iglesia, la revelación respecto de la meta corporativa de
Dios, es muy clara hoy en día. Todos nosotros necesitamos claridad acerca de la
única meta de Dios: la iglesia.
HISOTORIA DE LA IGLESIA
(2)
Lectura bíblica: G´. 1:13-16; Fil. 3:5-8; Col. 1:18-19; 2:2-3, 6-10; 3:10-11
Espero que podamos sacar tiempo para orar-leer los versículos de la lectura
bíblica que está al principio de cada capítulo (especialmente de los capítulos
unos y dos), a fin de que podemos ser profundamente impresionados con ellos.
Creo que estos versículos son muy reveladores e iluminadores. Si somos
profundamente impresionados con ellos, veremos lo que es la verdadera vida de
la iglesia. Estos versículos pueden transmitirnos una visión completa y clara de la
iglesia.
En Mateo 20 y 23, el Señor Jesús nos dijo claramente que entre Sus
discípulos no debe haber ningún tipo de dominio ni posición humanos. Aunque
las Epístolas revelan que los ancianos son líderes en las iglesias (He. 13:7, 17,
24), no toman el liderazgo siguiendo el camino humano o mundano. Los
ancianos no son los líderes en un sentido de posición o jerarquía. Ellos tienen que
ser ejemplos, siendo los primeros en seguir el camino del Señor, y no deben
ejercer señorío alguno sobre la iglesia. Esto se enseña claramente en 1 Pedro 5:1-
3 y 1 Timoteo 3:17. No debemos ser afectados por la mentalidad mundana
cuando hablamos acerca del liderazgo de la iglesia. En el mundo los líderes
tienen autoridad sobre otros y gobiernan a otros. En las iglesias, los ancianos son
los que dirigen, pero no son los que gobiernan. Ellos deben ser ejemplos, siendo
los primeros en servir y cuidar de la iglesia para que los creyentes sigan el mismo
camino.
Los ancianos también tienen la función de supervisar. Señalamos en el
capítulo uno que la palabra griega que se traduce supervisor es epískopos. Epi
significa “por encima de”, skopos significa “el que vigila, el que observa”, lo
cual implica observación, visión. Los ancianos deben ejercer la función de
supervisar la situación de la iglesia con una visión general. Quizás algunos de los
que están en la iglesia se desvíen o introduzcan cosas pecaminosas y mundanas
que serían un insulto al Señor. Entonces los ancianos tienen que hacer algo que
mantenga la iglesia en el camino del Señor. No deben considerar a los ancianos
como a gobernantes mundanos. Ellos sólo son ejemplos, los cuales son los
primeros en seguir el camino del Señor, y los santos deben seguir dicho ejemplo.
Los ancianos también son supervisores encargados de la supervisión en la iglesia.
Ellos vigilan para evitar que algo pecaminoso o idólatra penetre en la iglesia.
Quiero recalcar que no debe haber ningún rango o posición en la iglesia.
Cualquiera jerarquía en la iglesia es abominable al Señor. Es una vergüenza que
los que están en la Iglesia Católica llamen “padres” a sus sacerdotes. En Mateo
23:9-10 el Señor dijo: “Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra: porque
uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados líderes; porque
uno es vuestro líder, el Cristo” (gr.). Si queremos ser grandes, debemos ser
siervos, esclavos (v: 11). El más grande entre nosotros es el que se hace nuestro
esclavo. ¿Estamos dispuestos a ser esclavos de nuestros hermanos y hermanas?
Debemos ser esclavos, servidores, de los hermanos y las hermanas, y debemos
ministrarles a Cristo. Mateo 20:25-28 y 23:8-12 son porciones muy importantes
de la Palabra. Con base en estas dos porciones de la Palabra, no hay lugar para
ningún tipo de jerarquía o de clero en la iglesia. El Señor dijo que todos somos
hermanos (23:8).
Efesios 2:15 nos dice que en la cruz Cristo abolió en Su carne la ley de
mandamientos expresados en ordenanzas para crear al hombre nuevo. El nuevo
hombre es la nueva creación. Cristo ha abolido todas las ordenanzas, incluyendo
la circuncisión, la observancia de días de sábado, y las regulaciones dietéticas del
Antiguo Testamento. Todas las ordenanzas han sido abolidas por Cristo en la cruz
para la creación de este nuevo hombre.
En el capítulo anterior, vimos las lecciones que el hermano Nee aprendió por
medio de sus sufrimientos. Hemos hablado de lo que por causa de su pobreza,
por causa de su débil salud y por causa del cristianismo. Lo que él sufrió de parte
del cristianismo incluye cinco cosas: el menosprecio, la crítica, la oposición. Los
ataques y las calumnias esparcidas por medio de rumores. El elemento más sutil
y dañino fue los rumores. Satanás es mentiroso y padre de toda mentira (Jn.
8:44). Un rumor es una mentira. El hermano tuvo que soportar muchos rumores
acerca de él durante todo su ministerio. Tales sufrimientos vinieron de aquellos
que estaban en el cristianismo.
En mayo de 1934, él y yo viajamos a un suburbio de Shanghái llamado
Kiangwang. Mientras el conducía, me miró y dijo: “Hermano, ahora tenemos que
volvernos a los gentiles”. Estaba citando lo que Pablo dijo en Hechos 13:46
después de ser rechazado por los judíos. Pablo y Bernabé habían predicado el
evangelio a los judíos, pero éstos los habían rechazado y los perseguían. Así que,
como los judíos habían rechazado el ministerio de Pablo, él dijo: “He aquí, nos
volvemos a los gentiles”. Por el año 1934 cuando el hermano. Nee me dijo esto,
el cristianismo había rechazado totalmente su ministerio. El presentó su
ministerio al cristianismo, pero en respuesta recibió menosprecio, crítica,
oposición, ataques y rumores. Luego me dijo que teníamos que volvernos a los
gentiles. Desde entonces empezamos a poner más atención a traer pecadores
incrédulos a la iglesia. En este capítulo.
Los sufrimientos del hermano Nee que vinieron de algunos que estaban entre
nosotros fueron más graves que los que provenían del cristianismo. Como hemos
anotado, la vida de la iglesia empezó en el pueblo natal del hermano Nee en
1922. En 1924 seis hermanos lo excomulgaron. Esto fue llevado a cabo no
meramente por un anuncio en la reunión sino por escrito, y aconteció mientras él
estaba ausente. El me contó detalladamente toda la historia de su excomunión.
El estaba laborando en la ciudad de Hangchow, que está muy cerca de
Shanghái, cuando recibió una carta en que se le decía que estaba excomulgado.
El hermano Nee me dijo que cuando estaba a punto de reaccionar a esto, el Señor
le preguntó: “Vas a estar en Mi mano o vas a estar en tu propia mano?”. Así que,
el hermano Nee no tuvo ninguna opción en este asunto. Después de que su labor
de predicación hubo acabado, volvió a su pueblo natal. La mayor parte de los
hermanos y hermanas allí eran estudiantes que habían sido salvos por medio de
él, ellos estaban furiosos con lo que había acontecido. Ellos no estaban de
acuerdo en absoluto con lo que le habían hecho al hermano Nee. Fueron al
muelle a esperar la llegada de su barco. Cuando él llegó, le dijeron que él no
debía aceptar esa excomunión y que tenía que hacer algo. Estaba mareado de su
viaje, así que les dijo que vinieran a su casa aquella noche para tener comunión
acerca de ese asunto.
Esa noche su casa se llenó de gente. Pero antes de que todos llegaran, él
recibió una palabra del Señor de qu no se vindicara a sí mismo y que saliera de la
ciudad al siguiente día. Les dijo a los jóvenes que se reunieron en su casa: “No
puedo hacer nada porque el Señor no me lo permite. Lo único que puedo hacer
es empacar mis cosas e irme de la ciudad mañana”. Ellos estaban muy
decepcionados, y muchos de ellos lloraron cuando el hermano Nee dijo esto. El
salió de Foochow en 1924 y fue a Pagoda. El hermano Nee escribió un himno
maravilloso e inspirador en esa época. Este largo himno, que todavía no ha sido
traducido al inglés, habla de que un hombre aprende a llevar la cruz sin
vindicarse a sí mismo, de que aprende a sufrir sin decir nada. Este es un largo
himno que relata su sentir y sensación durante esa época.
Más adelante recibió la carga de publicar la revista mensual llamada El
cristiano. Las ediciones de esta publicación abarcaban las verdades reveladas en
Apocalipsis 1 –3 y Génesis 1. El hermano Nee escribió dichas ediciones estando
bajo un intenso sufrimiento, en 19254 y 1926. Al final de este período, él tuvo la
carga de ir a Shanghái y a Nanking para comenzar una obra nueva allí. La iglesia
en Shanghaí fue establecida a fines de 1926 y a principio de 1927.
Necesitamos ver un principio como resultado de observar la vida del
hermano Nee. Este principio consiste en que la iglesia es producida por la vida de
Cristo mediante los sufrimientos. El nacimiento de la iglesia es semejante a los
dolores de parto de una madre al dar a luz un hijo. No pensemos que podemos ir
a un lugar y establecer allí una iglesia fácilmente. La iglesia es producida por la
vida de Cristo mediante los sufrimientos de alguien.
El sufrimiento causado
por la inmadurez y la incompetencia de otros
El hermano Nee también sufrió por causa de la inmadurez y la incompetencia de
los que lo rodeaban. El llevaba sobre sus hombros la responsabilidad junto con
otros hermanos, pero no había comparación entre él y los demás hermanos, pero
los demás eran inmaduros e incompetentes. En los primeros días del recobro del
Señor en la China continental, el hermano Watchman Nee fue una persona única
y extraordinaria. Espiritualmente, él estaba muy por encima de los otros
hermanos. Vio muchas cosas que los hermanos no vieron. La mayoría de
nosotros no nos percatábamos mucho de que esto era un tipo de sufrimiento.
Supongamos que un hermano que tiene treinta y cuatro años tiene que servir y
llevar la responsabilidad junto con un hermano que sólo tiene quince años. Este
ejemplo tal vez nos dé una idea de lo que sufrió el hermano Nee al respecto.
A causa de la inmadurez de los hermanos, el hermano Nee también tenía que
soportar la obstinación de ellos. La práctica de la vida de la iglesia en China
empezó en 1922, y yo entré en la obra de una manera en 1933. Antes de entrar en
la obra con el hermano Nee, yo fui a visitarlo a Shanghái y estuve con él cuatro
meses. Al final de ese período de cuatro meses, el hermano Nee me dijo:
“Witness, nosotros los hermanos pensamos que usted debe mudarse aquí con su
familia y permanecer con nosotros para que podamos laborar juntos. Por favor
esté abierto al Señor en cuanto a este asunto”. Yo acudí al Señor, y me quedó
claro que tenía que mudarme a Shanghái.
Cuando entré en la obra con el hermano Nee, él me puso en una posición de
llevar la responsabilidad junto con él. Al principio me preguntaba por qué había
hecho él esto, ya que yo podía ser considerado como un “neófito” en la obra.
Algunos de los demás habían estado en Shanghái con el hermano Nee por seis o
siete años. Yo era una persona nueva en la obra, pero se me dio inmediatamente
una responsabilidad tan pesada en compañía del hermano Nee. Entonces me di
cuenta que todos los otros hermanos estaban preocupados por sus empleos y
negocios. Solamente había allí un hermano que era un colaborador. Mientras que
yo era dos años más joven que el hermano Nee, este hermano tenía como siete
años más que él. antes de que este hermano entrara en la obra del Señor, él había
sido el supervisor de la oficina de correos.
Me gustaría contarles algo que aconteció con este hermano para mostrarle
como sufrió el hermano Nee. Un día un hombre culto fue salvo entre nosotros, y
deseaba ser bautizado antes de irse a China para los Estado Unidos. El hermano
Nee tenía un sentir muy claro con respecto a esta persona recién salva, y convino
en que este hombre debía ser bautizado antes de irse a China. Sin embargo, el
hermano que había sido supervisor de la oficina de correos no estuvo de acuerdo
con el hermano Nee. El hermano Nee le preguntó cuáles eran sus reservas al
respecto. El respondió que le preocupaba que este nuevo tal vez no fuera salvo.
Entonces el hermano Nee le dijo que si algo estaba mal, el asumiría toda la
responsabilidad ante el Señor. Aún así, aquel colaborador no estuvo de acuerdo
con que este nuevo fuera bautizado. El hermano Nee había compartido
anteriormente en algunos mensajes que en la vida de la iglesia necesitamos
siempre tener comunión y que nunca debemos hacer cosas en forma individual.
Como el hermano Nee siempre hacía todo en comunión, no estuvo dispuesto a
bautizar a este nuevo creyente sin el consentimiento del otro colaborador. Así
que, aquel nuevo creyente se fue de China sin ser bautizado. Este es sólo uno de
los casos en que el hermano Nee sufrió a causa de la inmadurez de los que
estaban con el.
Me gustaría relatar otro caso de sus sufrimientos en este respecto. He
compartido que el hermano Nee tomó muchas cosas positivas de las diferentes
prácticas del cristianismo. Al principio de la vida de la iglesia, él conducía las
reuniones basado principalmente en la práctica de los Hermanos. Esta fue una de
las razones por las cuales nos llamaban la versión china del movimiento de los
Hermanos. Al comienzo, la forma en que nos reuníamos era semejante en un
setenta por ciento más o menos a las reuniones de los Hermanos. En las
reuniones de los Hermanos, a las hermanas no se les permitía proferir palabra. Se
les permitía, si, cantar. Pero no se le permitía hablar ni aun orar.
Para 1933 cuando yo entré en la obra, el hermano Nee se dio cuenta de que
no permitir que las hermanas oraran en las reuniones era una gran pérdida para la
iglesia. Le quedó claro que era absolutamente correcto que las hermanas oraran
en las reuniones (véanse 1 Co. 11:5 y la nota 2 de 1 Corintios 14:34 en Recovery
Versión [Versión Recobro del Nuevo Testamento]. Las hermanas líderes
estuvieron de acuerdo con el hermano Nee, pero la mayoría de lo llamados
líderes creían que las hermanas no debían proferir palabra. El hermano Nee tuvo
comunión con ellos y les compartió que debíamos dejar que las hermanas oraran
en las reuniones, pero casi todos los hermanos dijeron “no”. Cuando el hermano
Nee propuso esto, yo dije “amén”, pero era considerado por los demás como un
recién llegado que no sabía mucho. Este es otro ejemplo de lo que sufrió el
hermano Nee.
El comienzo de la vida de la iglesia en China fue difícil. El hermano Nee fue
“el pionero” que pagó el precio y abrió el camino para la vida de la iglesia en
China. Ahora que el camino ha sido abierto, nos es fácil viajar por el camino de
la vida de la iglesia. El hermano Nee fue el que abrió el camino. El me puso tan
cerca de él en la obra porque él estaba solo. Por la misericordia del Señor, mi
espíritu fue firme para decir “amén” al hermano Nee. Aquello fue un gozo para él
en medio de su sufrimiento. Espero que aprendamos las lecciones espirituales por
medio de esta comunión.
Sufrió difamación
Y calumnias de parte de los opositores
Capítulo
Cuatro
PLATICAS ADICIONALES SOBRE LA VIDA DE LA IGLESIA (PAG. 82-139)
EL PROBLEMA DE LA UNIDAD DE LA IGLESIA
Lectura de la Escritura
Ap. 1:3; 22:7; 2:1-29; 3:1-22
Bosquejo
Nota: Esto lo podemos ver en cada una de las iglesia lección Ocho en
adelante.
La Iglesia en Laodicea
La iglesia en
CONCLUSIÓN
Preguntas
II. El Señor se presenta como Aquel que tiene en la mano derecha las siete
estrellas y que anda en medio de los siete candeleros de oro – Ap.
2:1; He. 7:25.
A. El Señor Jesús es el Sumo Sacerdote que intercede, sustenta, suple, cuida
y guía la iglesia en la tierra, tal como era tipificado en el Antiguo
Testamento por la función del sacerdote, de mantener el brillo del
candelero (cortando el pabilo quemado y añadiendo aceite a las lámparas)
– Ex. 25:31-39; Lv. 24:1-4.
B. La iglesia debe manifestar en esta era de tinieblas el brillo de Cristo
cumpliendo su papel de traer las personas a la luz de Dios. La iglesia debe
velar para que nada del mundo perjudique esa función – Fil. 2:12-16; Mt.
5:14-16; 6:22-34.
Primer término ¿Por qué somos salvos? Porque Él nos escogió antes de la
fundación del mundo, eso dice Efesios 1, fuimos escogidos y al ser escogidos,
nuestros nombres fue escrito en el libro de la vida. Un día nosotros creímos en el
Señor y nuestro nombre sigue ahí inscrito, pero que ocurre el Señor no da este
tiempo la era de la gracia para que nosotros maduremos y crezcamos en vida,
sino maduramos y crezcamos en vida ¿perdemos la salvación?. No, Juan 10:28
dice: “y yo le doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi
mano”. Si, los hijos de Dios no pereceremos jamás, quiere decir nunca iremos al
lago de fuego. Entonces pregunto, si uno de ustedes - cayó en pecado o en
cualquier hoy, y salió a la calle octava y lo atropelló un carro y murió, un ejemplo
hipotético, ¿Este va al lago de fuego? No, es posible.
La salvación tiene tres etapas: 1). La salvación del espíritu, y demoró un instante
y no hicimos ningún esfuerzo, porque eso es don de Dios.
2). Alma, y en esta etapa aún no somos salvos porque necesita un proceso que
dura todo el tiempo y es progresivo. A medida que yo niegue la vida del alma y
permita que el espíritu llene mi alma, entonces mí alma va haciendo salva hasta
llegue un punto hasta que esta sea gobernada por el espíritu. En este proceso hay
pecado, entonces por eso, Juan advierte 1 Juan 1:8 “Si decimos que no tenemos
pecado, nos engañamos a nosotros mismo, y la verdad no está en nosotros. (Juan
dice n[si decimos él se incluye, porque Juan tenía pecado y pecaba de alguna
manera, seguramente no fornicaba, no adulteraba, no robaba, pero había muchas
cosas de nuestro viejo hombre, que sin ser adulterio, fornicación, hurto, son
pecado). ¿Será que ustedes, y yo, cuando vemos una mujer, no somos tentado?.
Si,. Y no dice la palabra “que quien mira una mujer para codiciarla, adulteró con
ella en su corazón” Si, ustedes hermanos, no lo hacen son bienaventurados. Yo no
puedo afirmar eso todavía, porque todavía soy atraído, porque en mí está lo
concupiscencia. La cuestión es que uno se arrepiente. ¡Señor, guarda mis ojos,
guarda mi mente!. Pero el hecho que ya miró ya pensó adulteró. Entonces que
dice Juan. V. 8 “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros
mismo, y la verdad no está en nosotros” v.9 Si confesamos nuestros pecados, él
es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
V.10 “Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra
no está en nosotros”. Podemos hacer mentiroso al Señor. Entonces no digamos
que no tenemos pecados, y no digamos que no podemos pecar. No estoy
invitando con esto, a pecar, sino que miremos nuestra realidad, pecamos y lo
hacemos diariamente. Cuando yo refunfuño con mi esposa, con mis hijos, con
mis compañeros de trabajo; cuando yo no doy un testimonio vivo del Señor,
estoy pecando. Entonces dice Juan 2:1 “Hijitos míos, estas cosas os escribo para
que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre,
a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; “¿Qué ocurre?.
Cuando nosotros creímos en el Señor.
* Las diez vírgenes son salvas; cinco eran prudentes y cinco insensatas(no
maduraron, el Señor las manda a la tinieblas de afuera, que es otra cosa “a llorar
y crujir los dientes) y también son salvas. Los vírgenes es porque nos hemos
desposados. Mt. 7:21 “no todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino
de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos” Los
que dicen Señor, Señor, son hijos de Dios (primera razón 1 Co. 3 “...nadie puede
llamar a Jesús Señor, sino en el Espíritu Santo” y vienen a reclamar, Señor en Tu
nombre echamos fuera demonios, en tu nombre profetizamos y en tu nombre
hicimos milagros. Segundo eso está insertado dentro de la constitución del reino
que está en Mt. 5,6, y 7. El Señor habló la constitución del reino para los
discípulos. “Viendo la multitud Jesús subió al monte” ¿Por qué subió al monte?.
Esto es una palabra para discípulos y está insertada ahí- “nunca conocí apartados
de mí hacedores de maldad? ¿Por qué el Señor los desconoció?. Porque no
hicieron la voluntad del padre. –“Yo tengo tres hijos, y yo tengo una voluntad
para mis hijos, y es la voluntad de padre, puede ser que el menor no hace esa
voluntad, hace como decimos popularmente “lo que le da la gana”. ¿Dejará ser
mí hijo? No, ¿Qué debo hacer con ese hijo? Castigarlo. Exactamente Dios
procede así, y Dios nos hizo a todos hijos y quiere que nosotros crezcamos y
hagamos su voluntad, pero por alguna circunstancia, por la terquedad, yo no
quiera hacer la voluntad de Él. Listo hijo entonces, te voy a disciplinar, puede ser
que la disciplina viene ahora, a veces uno se enferma por disciplina, cae por
estado de pobreza por disciplina del Señor, el Señor toca lo que amamos, el
Señor puede tocar un hijo y eso perfectamente puede ser disciplina del Señor.
Ahora, no vamos a decir, si a fulano de tal se le enfermó un hijo, el Señor lo está
disciplinando, no seamos crueles, hermanos, puede que sí o puede que no,
oremos por eso.
La salvación es eterna y hay hermanos que serán su nombre borrado del Libro de
la Vida, pero hay una condición que primero estaba inscritos, pero como ellos no
pueden ir al lago de fuego, entonces tendrán ser inscritos en el Libro de la Vida,
para que no sean juzgados en el Trono Blanco.
¿Qué es la muerte? Es estar separados de Dios de la luz, de la vida. Cómo dice de
los no vencedores –“Serán echado a las tinieblas de afuera, allí será el lloro y el
crujir de dientes; esta situación es muy parecida, no es igual, pero es parecida
que sufrirán los incrédulos, sólo que en este daño no tendrá la presencia de
Satanás, porque Satanás estará amarrado en el abismo, con una cadenas, mientras
los incrédulos tendrán la presencia de Satanás y será atormentados juntos con él.
En el Tribunal de Cristo. Eso es sufrir mil años de la segunda muerte, por eso
dice las tinieblas de afuera, allí será el lloro y el crujir de dientes. Y no será nada
agradable, pero es temporal mil años.
La bendiciones tiene tres etapas: 1). La era de la iglesia y todos los hijos de Dios
disfrutamos esta era. 2) El Reino milenial, aquí disfrutarán los vencedores. Los
derrotados perderán esta etapa de las bendiciones. 3) La nueva Jerusalén que es la
eternidad y disfrutaremos todos los hijos de Dios( los vencedores y no
vencedores).
1 Jn. 2:28
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de
Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el
cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Co. 5:10).
EL TRIBUNAL DE CRISTO
“Bien, esclavo bueno y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré;
entra en el gozo de Tu Señor” (Mt. 25:21).
Ap. 2:29. Seis¹ más uno se ve en la vieja creación, mientras que tres más cuatro
se ve en la nueva creación la iglesia. Puesto que todas las cosas fueron creadas
en seis días, el número seis¹ representa la creación, especialmente el hombre,
quien fue creado en el sexto día, y puesto que Dios usó un solo día para
descansar, el séptimo día, como conclusión de los seis días, el número uno¹
representa al único Creador. Por consiguiente, seis más uno significa que todas
las cosas fueron creadas para Dios, para el cumplimiento de Su pro pósito. El
único Creador, Dios, Triuno, simbolizado por el número tres¹. Puesto que la
creación se representa ante Dios por los cuatro seres vivientes (Ap. 4:6-9), el
número cuatro¹ representa a los seres vivos, especialmente al hombre. Por lo
tanto, tres más cuatro significa que Dios es añadido al hombre creado, y que así
Su propósito se cumple. La iglesia no solamente es la criatura, sino también la
criatura con el Creador como el Dios Triuno dispensado en ella. La iglesia es el
verdadero número siete: el verdadero tres, el Dios Triuno, añadido al verdadero
cuatro, el hombre creado. Por tanto, el número siete denota completamiento en el
mover de Dios, primero en la vieja creación y luego en la nueva creación, la
iglesia.
El número cuarenta y ocho está compuesto de seis veces ocho. El hombre fue
creado en el sexto día, seis¹; por tanto, es el número del hombre. El número del
anticristo es seiscientos sesenta y seis (Ap. 13:18). Esto significa hombre al
extremo, humanidad en exceso, y esto es muy malo.
SIETE¹ = Es un número representativo, que significa totalidad. Es un
número completo
Significa también complementación de 7 = 3+4, es decir el Dios triuno,
mezclado con el hombre. El libro de Apocalipsis, especialmente, por tratar la
conclusión de la economía de Dios, menciona con muchas frecuencias este
número.
Ap. 1:4
Semana 2
Lunes
Ef. 3:21
Apocalipsis
EL MISTERIO DE LOS SIETE CANDELEROS DE ORO
- Siete espíritus
- Siete iglesias
- Siete cuernos
- Siete sellos
- Siete trompetas
- Siete copas
- Siete ay.
- Siete días de la creación pueden ser distribuidos en tres más cuatro. El
tres se refiere al Dios Triuno y el cuatro, a la creación, representada
por el hombre por tanto, siete representa a Dios trabajándose a Sí
mismo para dentro de la naturaleza humana, a fin de que Su economía
sea cumplida.
- Siete designa el cumplimiento pleno de la obra de Dios y “las siete
iglesias de Asia” representan la consumación del mover de Dios.
- Siete en otras palabras, las “siete iglesias” = Representan a las iglesias
como la expresión del Dios Triuno en la tierra. Cuando Dios concluya
Su obra por medio de las iglesias, los números tres más cuatro
llegarán a ser tres veces cuatro, que es igual a doce, número
representativo de la Nueva Jerusalén. Si en la suma de tres más cuatro
aún le es posible al hombre separarse de Dios, esto será imposible en
la Nueva Jerusalén (tres veces cuatro), porque allí Dios y el hombre
estarán totalmente mezclados.
Los siete candeleros como uno de los misterios, son las siete iglesias de Asia.
Estas siete iglesias recibían el nombre de la ciudad en que estaban, representando
el principio de la expresión práctica de una iglesia en cada ciudad. Ellos también
muestran proféticamente la historia de la iglesia desde la época de los apóstoles
hasta la segunda venida de Cristo y cada uno de estos nombres tiene un
significado espiritual.
- La primera iglesia es Éfeso (Ap. 2:1) que quiere decir “deseable”.
Esto indica que esta iglesia estaba satisfecha y su situación podía ser
apreciada por otros.
- La segunda iglesia es Esmirna (Ap. 2:8) que significa “Mirra” y
representa la iglesia que sufrió bajo la persecución del Imperio
Romano.
- La tercera es Pérgamos (v.12) que significa “Matrimonio”, implicando
unión, como “Torres fortificada” que denota exaltación. En esta etapa
la iglesia se unió a la política, específicamente al Imperio Romano y
esto hizo que ella cayera en una situación anormal. En ella se
consumió la unión de la religión con la política.
- La cuarta es Tiatira (v.18) que significa “sacrificio de perfume” o
“sacrificio incensante” y corresponde a la iglesia apóstata, religión
muy fuerte, donde el sacerdocio ofrece muchos sacrificios.
- La quinta iglesia es Sardis, que significa “Restauración” o “El
Remanente” (3:1). Como veremos enseguida, esta iglesia comenzó a
restaurar la verdades bíblicas pero no continuó y por esto ella
solamente tiene el nombre de Restauración pero no la realidad de ella.
- La sexta es Filadelfia (v. 3:7) y significa “amor fraternal”. Ella nos
muestra la iglesia normal verdaderamente restaurada, donde existe el
amor entre los hermanos.
- La séptima iglesia es Laodicea (v. 14) significa “opinión del pueblo”,
prefigurando la iglesia restaurada y luego degradada.
Las siete epístolas de los capítulos 2 y 3 narran la verdadera situación que
prevalecía en las siete iglesias cuando estas epístolas fueron escritas. Sin
embargo, puesto que éste es un libro de señales que tiene una naturaleza
profética, las situaciones de las siete iglesias también son señales que representan
proféticamente el progreso de la iglesia en siete etapas. La primera epístola ,
dirigida a la iglesia en Éfeso, provee un cuadro del final de la iglesia primitiva.
La segunda epístola, dirigida a la iglesia de Esmirna, prefigura a la iglesia
sufriente que estuvo bajo la persecución del Imperio Romano, desde las
postrimerías del primer siglo hasta los inicios del cuarto siglo, cuando
Constantino el Grande, el César del Imperio romano, hizo que la iglesia gozara
del favor imperial. La tercera epístola, dirigida a la iglesia en Pérgamo, simboliza
a la iglesia mundana, la iglesia comprometida con el mundo, desde el día en que
Constantino aceptó el cristianismo hasta que el sistema papal fue establecido en
las postrimerías del siglo sexto. La cuarta epístola dirigida a la iglesia en Tiatira,
describe proféticamente a la iglesia apóstata, desde el establecimiento del sistema
papal en las en las postrimerías del siglo sexto hasta el final de esta era, cuando
Cristo regrese. La quinta epístola, dirigida a la iglesia en Sardis, prefigura a la
iglesia protestante, desde la Reforma, a principio del siglo dieciséis, hasta el
regreso de Cristo. La sexta epístola, dirigida a la iglesia en Filadelfia, prefigura a
la iglesia de amor fraternal, el recobro de la vida apropiada de iglesia, desde la
primera parte del siglo diecinueve, cuando el Señor levantó algunos hermanos en
Inglaterra para que comenzara a practicar la iglesia fuera de toda denominación
y sistema divisivo, hasta la segunda manifestación del Señor. la séptima epístola,
dirigida a la iglesia Laodicea, prefigura la degradación de la vida de la iglesia,
que experimentaron estos hermanos en el siglo diecinueve, desde la última parte
del siglo diecinueve hasta el regreso del Señor.
Las palabras cruciales de la epístola del Señor a la iglesia en Éfeso son amor,
vida y luz. El requisito básico para poder tener la vida de la iglesia es nuestro
amor por el Señor. Por supuesto, no hay ningún problema con el amor del Señor
hacia nosotros. Él nos ha amado y continúa amándonos. El problema es nuestro
amor hacia Él. Aunque hemos amado al Señor en el pasado y podamos amarlo
ahora, existe el peligro de que nuestro amor por el Señor Jesús desvanezca. La
epístola a la iglesia en degradación de la vida de la iglesia – el desvanecimiento
del primer amor. El amor nos da la posición, el eterno, el derecho y el privilegio
de comer del árbol de la vida. El amor nos da el suplir de vida. Si amamos al
Señor, tendremos el pleno derecho de disfrutarle como el árbol de la vida como
nuestro suplir de vida. La luz siempre sigue a la vida, sale del suplir abundante de
vida. Por consiguiente, la vida nos da luz. Es vitalmente importante que amemos
al Señor. Si tenemos amor, entonces tendremos la vida simbolizada por el árbol
de la vida y la luz representada por el candelero.
En Apocalipsis 2:7 el Señor dice que al que venciere Él le dará a comer del árbol
de la vida. Para la vida de la iglesia apropiada y para el recobro de la vida de la
iglesia, es decir para el crecimiento apropiado en la vida cristiana, lo que
necesitamos no es simplemente el entendimiento mental de las enseñanzas, sino
alimentarnos en nuestro espíritu con el Señor como el pan de vida (Jn. 6:57) aun
las palabras de la Escritura no se deben considerar meras doctrinas para enseñar
nuestra mente, sino también comida para nutrir nuestro espíritu (Mt. 4:4; He.
5:12-14).
El asunto de comer del árbol de la vida nos trae nuevamente al principio,
porque en el principio estaba el árbol de vida (Gn. 2:9, 16). El árbol de la vida
siempre nos trae devuelta al principio nuevamente, una y otra vez, olvidándonos
de cualquier otras cosas y disfrutando a Cristo mismo como el árbol de la vida.
Pero, disfrutar a Cristo requiere que lo amemos con el primer amor.
Debemos amarlo sobre todas las cosas, sobre nuestro trabajo para Él y cualquier
cosa que tengamos para Él. Simplemente amándoles, seremos traídos de vuelta al
principio donde nada nos importa, excepto el Dios Triuno mismo como nuestro
suplir de vida en el árbol de la vida. Esta es la manera adecuada de mantener la
vida de la iglesia y de ser guardados en la vida de la iglesia.
Siete estrellas por un lado, el Señor está sentado a la diestra de Dios, como
nuestro Sumo Sacerdote, quien intercede por nosotros, las iglesias (He. 7:25) por
otro lado, Él sostiene a los mensajeros de las iglesias y anda en medio de ellas
para cuidarlas.
En Éfeso (Ap. 2:1-7) tenía muchas cosas positivas. Tenía buenas obras,
trabajo, paciencia, no podía soportar a los malos y probaba a los que se decían ser
apóstoles, pero eran mentirosos. También tenía paciencia y pasaban por pruebas a
causa del nombre del Señor, y no desmayaba. Esta iglesia era muy buena.
Ellos tenían discernimiento para poner a prueba a los que a si mismo se
declaraban apóstoles, pero en verdad, no lo eran. Hoy hay muchos que
consideran a los demás falsos apóstoles y a ellos como verdaderos. ¿Cómo
discernir quién es el verdadero apóstol? El apostolado es un oficio que el Señor
dio a la iglesia. Dios concedió los apóstoles a la iglesia como un regalo, un don.
Un apóstol no llega a una iglesia para decir que va a liderarla, aún cuando él la
haya establecido. ¿Cuál es la comisión del Señor para un apóstol? Es la de
perfeccionar los santos para la edificación del Cuerpo de Cristo. ¿Cómo podemos
discernir si un apóstol es verdadero o falso? Tenemos que averiguar si lo que él
hacer edifica la iglesia o no, si perfecciona los santos o no. Si es alguien que no
edifica la iglesia, no importa cuán elocuente sea, cuán bien interprete la Biblia,
cuán buena y ejemplar sea su conducta, no aceptemos su ministerio. Todo apóstol
genuino edifica la iglesia. La iglesia en Éfeso tenía tal discernimiento para
reconocer aquellos que decían ser apóstoles y no lo eran, pues ellos los probaban.
Pero ¿por qué esa iglesia tan ejemplar fue reprendida por el Señor? Por el
hecho de haber abandonado su primer amor (2:4). Muchos hoy dicen con la boca
que aman al Señor. Pero el Señor dice que aquellos que lo aman guardan Sus
mandamientos y Su palabras, (Jn. 14: 21, 23). Si amamos al Señor, debemos
obedecer Sus palabras, de lo contrario, perderemos el primer amor. El Señor no
se fija en cuánta obra haces, él se fija en cuánto obedeces Su palabra, si guardas
Sus mandamientos.
- 4¹. Ap. 2:4 “Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor”
Como Cuerpo de Cristo (Ef. 1:23), la iglesia está relacionada con la
vida; como nuevo hombre (Ef. 2:15), tiene que ver con las personas de
Cristo; y como novia de Cristo (Jn. 3:29), está relacionada con el
amor. La epístola que Pablo escribió a los Efesios nos dice que para
practicar la vida de la iglesia es necesario que seamos fortalecidos en
nuestro hombre interior, a fin de que Cristo haga Su hogar en nuestros
corazones, para que, arraigados y cimentados en amor, seamos
plenamente capaces de conocer el amor de Cristo, que excede a todo
conocimiento, para que seamos llenos hasta la medida de toda la
plenitud de Dios (Ef. 3:16-19); y para la vida de la iglesia la gracia de
da a todos los que aman al Señor Jesús (Ef. 6:24). Esta segunda
epístola de los Efesios revela que la decadencia de la iglesia comienza
con el abandono de nuestro primer amor hacia el Señor. la iglesia en
Éfeso tenía buenas obras, trabajaba para el Señor, había sufrido y
perseverado, y había probado a los falsos apóstoles, pero dejó su
primer amor. Dejar el primer amor es la raíz de toda la degradación
en las siguientes etapas de la iglesia.
- Ap. 2:5 “arrepiéntate” Si dejamos el primer amor hacia el Señor y no
nos arrepentimos, perdemos el testimonio del Señor y el candelero nos
será quitado.
- “nicolaítas” La palabra griega está representado de dos vocablos, uno
que significa conquistar o vencer y otro que significa gente común,
gente secular; o laicado. Por tanto, significa o se refiere a un grupo de
personas que se consideran superiores a los creyentes comunes. Esto
fue indudablemente la Jerarquía adoptada y establecida por el
catolicismo y el protestantismo. El Señor aborrece las obras, la
conducta, de esos nicolaítas, y nosotros debemos aborrecer lo que el
Señor aborrece.
Dios, en su economía, tenía la intención de que en Su pueblo todos fueran
sacerdote que le sirvieran directamente. En Éx. 19:6 Dios dispuso que los
hijos de Israel fueran un reino de sacerdotes. Esto significa que Dios quería
que todos ellos fueran sacerdotes. Sin embargo, ellos perdieron el sacerdocio
porque adoraron el becerro de oro (Éx. 32:1-6), y sólo la tribu de Leví, por su
fidelidad a Dios, fue escogida para reemplazar a toda la nación de Israel como
sacerdotes para Dios (Éx. 32:25-29; Dt.33:8-10). Por consiguiente, hubo una
clase medidora entre Dios y los hijos de Israel. Esto llegó a ser un sistema
predominante en el judaísmo. En el Nuevo Testamento, Dios ha regresado a
Su intención original conforme a Su economía, haciendo que todos los que
creen en Cristo sean sacerdotes (Ap. 1:6; Ap. 5:10; 1 P. 2:5,9). Sin embargo,
al final de los primeros días de la iglesia, en el primer siglo, los nicolaítas
intervinieron como clase mediadora y estorbaron la economía de Dios. según
la historia de la iglesia, esto vino a ser un sistema que fue adoptado por la
Iglesia Católica Romana y que ha sido conservado por las iglesias
protestantes. Hoy día la iglesia Católica Romana tiene un sistema de
sacerdotes, mientras que las iglesias estatales tienen un sistema clerical y las
iglesias independientes, el sistema pastoral. Todos esto sistemas constituyen
una clase mediadora que anula el sacerdocio universal de todos los creyentes.
Así que, existen dos clases distintas: el clero y el laicado. Sin embargo, en la
vida apropiada de iglesia no debe haber clero ni laicado; todos los creyentes
deben ser sacerdotes de Dios. el Señor aborrece dicha clase mediadora ,
porque ésta destruye el sacerdocio universal en la economía de Dios.
7¹ Ap. 2:7 “el que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” .
muchas veces no tenemos el oído apropiado para escuchar. El Cap. 1 recalca
la necesidad de ver, y los caps 2 y 3 subrayan la necesidad de escuchar. En
cuanto a los asuntos espirituales, ver depende de escuchar. El escritor de este
libro primero oyó la voz (Ap. 1:10) y luego recibió la visión (1:12). Si
nuestros oídos se endurecen y no escuchan, entonces no podemos ver (Is. 6:9-
10). Los judíos no quisieron escuchar la palabra del Señor, así que no
pudieron ver lo que el Señor estaba haciendo conforme al nuevo pacto (Mt.
13:15; Hch. 28:27). El Señor siempre quiere abrir nuestros oídos para que
escuchemos Su voz (Job. 33:14-16; Is. 50:4-5; Éx. 21:6) y veamos las cosas
conforme a Su economía. Los oídos de los pecadores necesitan ser
purificados con la sangre redentora y ungidos con el Espíritu (Lv. 14.14, 17,
28). Para servir al Señor como sacerdotes, es necesario que nuestros oídos
sean purificados con la sangre redentora (Éx. 29:20; Lv. 8:23-24). Según este
libro, mientras el Espíritu habla a las iglesias, todos necesitamos oídos
abiertos, circuncidados, purificados y ungidos.
7² Ap. 2:7 Al principio de cada una de las siete epístolas de los caps 2 y 3, el
Señor es el que habla (vs 1,8,12,18;3:1,7,14), pero al final, el Espíritu es el
que habla a las iglesias (vs. 7, 11, 17, 29; 3:6, 13, 22).
74 Ap. 2:7 “Al que venza le daré a comer del árbol de la vida” En esta
situación vencer significa vencer la situación degradada de las iglesias. En
esta epístola, vencer se refiere a recobrar nuestro primer amor hacia el Señor
y aborrecer las obras de los nicolaítas, la jerarquía que el Señor aborrece.
75 Ap. 2:7 La religión siempre enseña, pero el Señor alimenta (Jn. 6:35). El
apóstol Pablo hacía lo mismo alimentaba a los creyentes (1 Co. 3:2). Para
tener una vida adecuada de iglesias, es decir, para crecer como es debido en la
vida cristiana, lo que necesitamos no es meramente comprender con la mente
las enseñanzas, sino comer al Señor como nuestro pan de vida en nuestro
espíritu (Jn. 6:57). Incluso las palabras de las Escrituras no deben ser
consideradas sólo como doctrinas para educar nuestra mente, sino como
alimento para nutrir nuestro espíritu (Mt. 4:4; He. 5:12-14)
El Paraíso mencionado en Lc. 23:43 es el lugar placentero y tranquilo donde
están Abraham y todos los santos que ya murieron (Lc. 16:23-26). El Paraíso
de Dios en este versículo es la Nueva Jerusalén (Ap. 3:12; 21:2, 10; 22:1-2,
14, 19), de la cual la iglesia es un anticipo hoy: ahora en la iglesia
disfrutamos como anticipo al Cristo crucificado y resucitado, quien es el árbol
de la vida, el suministro nutritivo en nuestro espíritu. este disfrute del anticipo
nos llevará a disfrutar de manera cabal al Cristo crucificado y resucitado,
quien es el árbol de la vida, nuestro alimento, en la Nueva Jerusalén por la
eternidad.
- En realidad, comer del árbol de la vida... en el Paraíso de Dios se refiere a
un disfrute especial de Cristo como nuestro suministro de vida en la Nueva
Jerusalén en el reino milenario venidero, debido a que ésta es una
recompensa que el Señor prometió a los vencedores. disfrutar a Cristo como
el árbol de la vida en la Nueva Jerusalén en el cielo nuevo y en la tierra nueva
será la porción común de todo el pueblo redimido de Dios, mientras que
disfrutarle de manera especial a Él como el árbol de la vida en la Nueva
Jerusalén durante el reino milenario venidero, es una recompensa dada
solamente a los creyentes vencedores (sacado de la Biblia Recobro).
*
¿Qué es lo que el Señor dice a los vencedores en Éfeso? “Al que venciere,
le daré de comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de
Dios” (2:7). Un vencedor no sirve en la iglesia según el árbol de la ciencia del
bien y del mal, sino según el árbol de la vida. El no encara las cosas según si son
correctas o equivocadas, sino según la vida. Su labor y su obra no son según su
propia voluntad, sino según la palabra de Dios. Tal persona es restaurada de
vuelta al huerto de Edén para comer del árbol de la vida. Si queremos ser
vencedores, si queremos ser estrellas que brillan en la iglesia, no depende cuánto
hayamos trabajado en la iglesia, no depende de cuántas cosas correctas hicimos
en la iglesia, sino de volver a nuestro primer amor. Así podremos comer del árbol
de la vida.
- 8² Ap. 2:8. “El Primero y el último”. En los sufrimientos, la iglesia debe saber
que el Señor es el Primero y el último, el que existe siempre y nunca cambia. En
cualquier clase de persecución, el Señor permanece igual; nada puede precederle,
y nada puede existir después de Él. toda las cosas están dentro de los límites de
Su control.
- 8³ “Revivió”. Y vivió se refiere a la resurrección
ASÍ
IV. Las advertencias – Ap. 2:10:
A. No temas las cosas que tienes que sufrir _ Ap. 12:9-10; Gn. 24:55, Dn.
1:12-13:
1. El diablo, que es Satanás, el adversario de Dios, nos acusa delante de
Dios y nos difama delante de los hombres. La persecución sufrida por
la iglesia comenzó con la sinagoga religiosa de los judíos, instigada
por Satanás, y fue consumada por el gobierno humano, usado por el
diablo difamador para colocar a los santos en prisión.
2. Como una señal, los diez días de tribulación indican los diez períodos
de persecución que la iglesia sufrió bajo los emperadores romanos,
comenzando con Cesar Nerón, en la segunda mitad del primer siglo y
terminando con Constantino, el grande, en la primera mitad del siglo
cuarto.
3. La historia demuestra que la iglesia del Dios vivo, Aquel que estuvo
muerto y vivió nuevamente, resistió victoriosa las persecuciones, se
multiplicó y floreció por la vida indestructible de resurrección.
B. Sé fiel hasta la muerte:
1. Por causa de la vida de resurrección del Señor Jesús, la iglesia es
capaz de sufrir tribulación aún hasta la muerte.
2. Todos los creyentes sufridores están calificados para ser mártires
victoriosos, porque la vida de resurrección está en su interior.
Ap. 2:10. 10¹. “Diablo”. La palabra griega significa acusador, calumniador (Ap.
12:9-10). El diablo, quien es Satanás, el adversario de Dios, nos acusa ante Dios
y nos calumnia ante el hombre.
11¹ “El que venza”. Significa vencer las persecuciones siendo fiel hasta la
muerte.
11² “segunda muerte¹”. Ap. 2:11. Debido a que el hombre cayó en el pecado y
éste entró en él, todos los hombres deben morir una vez (He. 9:27). Sin embargo,
esta primera muerte no es la sentencia final. Todos los muertos, excepto los que
mediante la fe en el Señor Jesús han sido inscritos en el libro de la vida, serán
resucitados y pasarán por el juicio del gran trono blanco al final del milenio, es
decir, en la conclusión del cielo y la tierra antiguos. Como resultado de este
juicio, los que sean condenados serán echados al lago de fuego, el cual es la
segunda muerte, la sentencia final (Ap. 20:11-15). Por consiguiente, la segunda
muerte es el juicio que Dios trae sobre el hombre después de la muerte y la
resurrección de éste. Puesto que los vencedores habrán vencido la muerte por ser
fieles hasta la muerte bajo la persecución y no requerirán ser juzgados por Dios
después de ser resucitados, recibirán con recompensa la corona de vida y nunca
más serán tocados por la muerte después de ser resucitados; es decir, no serán
dañados por la segunda muerte.
Esta iglesia (Ap. 2:8-11). Es una iglesia sufrida, que sufrió todo tipo de
persecución. Ella sufrió tribulación por diez días. Diez días aquí representan diez
períodos de persecución. Significa también que esas tribulaciones serían
limitadas en tiempos. Pasarían después de “diez días”. Ellos fueron probados,
puestos en el horno de fuego. A los que fuesen fieles les sería dada la corona de la
vida. El versículo 11 dice: “el que venciere, no sufrirá daño de la segunda
muerte” ¿Por qué? Porque ya fueron probados y pasaron el examen y obtuvieron
la corona de la vida. El versículo nos indica que existe la posibilidad de que los
derrotados sufran daño de la segunda muerte. Eso no quiere decir que el cristiano
derrotado va a sufrir la segunda muerte, sino que sufrirá daño de la segunda
muerte. No osamos afirmar qué es lo que ese versículo significa, en todo caso, es
una advertencia para nosotros. Si no vencemos, existe la posibilidad de que
suframos daño de la segunda muerte.
II. El Señor Jesús se presenta como Aquel que tiene la espada aguda de
dos filos - Ap. 2:12:
Capítulo Cuatro
LA IGLESIA EN PÉRGAMO
EL QUE HABLA:
EL QUE TIENE LA ESPADA AGUDA
DE DOS FILOS
El versículo 12 dice: "El que tiene la espada aguda de dos filos dice
esto". En esta apístola, el Señor es el Espíritu que nos habla, declarando
que Él tiene la espada aguda de dos filos. La iglesia mundana merece
recibir el juicio que el Señor trae con Su palabra penetrante.
LA UNIÓN DE LA IGLESIA
LA ENSEÑANZA DE BALAAM
14² Ap. 2:14. Este versículo menciona "la enseñanza de Balaam". Balaam
era un profeta gentil que hizo tropezar al pueblo de Dios. Por un salario (2
P. 2:15; Jud. 11), él incitó al pueblo de Dios a cometer fornicación e
idolatría (Nm. 25:1-3; 31:16). En la iglesia mundana algunos comenzaron a
enseñar estas cosas. Esta misma enseñanza prevalece hoy tanto en el
protestantismo como en el catolicismo.
Ap. 2:14. 14³. La idolatría siempre trae fornicación (Nm. 35:1-3; Hch.
15:29). Cuando la iglesia mundana hizo a un lado el nombre, la persona, el
Señor, se entregó a la idolatría, la cual trajo fornicación.
En la cristiandad muchos de los predicadores asalariados no enseñan
al pueblo a tomar a Cristo como su provisión de vida, sino que enseñan
sutilmente al pueblo a comer de lo sacrificado a los ídolos, es decir, a
recibir cosas malignas, diabólicas y demoníacas. Estas enseñanzas hacen
que el pueblo se desvíe de la persona de Cristo, y sea conducido a la
fornicación espiritual. Cristo debe ser el único esposo de la iglesia, el único
novio de todos los santos. Pero hay muchas y diversas enseñanzas en la
cristiandad de hoy que conducen al pueblo a asimilar cosas demoníacas y a
relacionarse con lo que no es Cristo. Esto, sin lugar a dudas, es comer de lo
sacrificado a los ídolos y cometer fornicación
¿Qué significa negar el nombre del Señor y la fe en el Señor? Como
ya vimos, la fe aquí no denota la fe subjetiva, la facultad de creer, sino la fe
objetiva, aquello en lo que creemos. La fe del Señor incluye lo que Él hizo
por nosotros en Su obra redentora, Su muerte y resurrección y todo aquello
en que debemos creer para ser salvos. Estas cosas constituyen nuestra fe. El
nombre denota la persona del Señor. No debemos negar el nombre ni la fe
del Señor. Tenemos que estar siempre asidos a Su nombre y creer en Él.
Cuando yo era joven, fui bautizado en una iglesia presbiteriana china
donde habían algunos Balaams. Cierto domingo por la mañana, uno de
ellos dio una conferencia sobre reglas de higiene, donde nos habló
específicamente de la manera de matar moscas. Más adelante, alguien
propuso que pusieran cierto objeto en el edificio de reunión y todos los
miembros de la congregación se inclinara Balaam dijo: "Si Jesucristo se
levantara del sepulcro y me dijera que no me inclinara ante este objeto, lo
haría de todas maneras". Con estas simple observación dejó ver que él no
creía en la resurrección del Señor Jesús. Esto es un ejemplo de negar la
persona del Señor, y de negar nuestra fe en Él. Si usted lee la historia y
estudia el cristianismo de hoy, descubrirá muchas cosas similares a ésta. En
muchas de las que se denominan iglesias prevalece el modernismo. Los
modernistas no creen que Jesucristo sea Dios, que haya nacido de una
virgen ni que haya muerto en la cruz para redimirnos. Ellos solamente
creen que Él fue sacrificado como mártir; no creen que Jesucristo resucitó.
Las enseñanzas de Balaam siempre hacen que la gente entre en unión con
las cosas mundanas. Esto es comer de lo sacrificado a los ídolos y cometer
fornicación espiritual.
El Señor también prometió al que venza, diciendo: "Le daré una piedrecita
blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce
sino aquel que lo recibe". Disfrutar a Cristo como el maná escondido
produce transformación. ¿Cómo podemos decir esto? Porque el Señor
después de referirse al maná escondido, habla de una piedra blanca. Una
piedra en la Biblia representa el material para el edificio de Dios. El
hombre no fue hecho de piedra sino del polvo (Gn. 2:7). En un sentido, el
hombre no es más que barro, y Romanos 9 revela que el hombre es
simplemente un vaso de barro. Sin embargo, cuando el Señor conoció a
Simón Pedro, inmediatamente le cambió el nombre por Cefás, que significa
"una piedra" (Jn. 1:42). En Génesis 28 cuando Jacob despertó de su sueño,
tomó la piedra que había usado de almohada y la llamó casa de Dios. En 1
Corintios 3 Pablo indica que las piedras preciosas son usadas para la
edificación de la iglesia, y en Apocalipsis 21 vemos que las piedras
preciosas son materiales con los cuales se edifica la Nueva Jerusalén. Al
juntar todos estos versículos, vemos que una piedra representa una persona
trasformada. No podemos entender un pasaje como 2:17 aisladamente;
tenemos que considerarlo en el contexto de la Biblia entera. El Señor le
promete al que venza, darle del maná escondido y darle una piedra blanca.
Esto indica que si comemos del maná escondido, seremos transformado en
piedras preciosas.
Ap. 2:17³. "piedrecita¹"En nuestro ser natural no somos piedras sino
barro. Podemos ser transformados en piedras preciosas al disfrutar a Cristo
como nuestro suministro de vida, porque recibimos la vida divina y la
naturaleza divina por medio de la regeneración (2 Co. 3:18). Si comemos a
Jesús como el maná escondido, seremos transformados en piedras blancas
para el edificio de Dios. Si no seguimos a la iglesia mundana, sin que
disfrutamos al Señor en la vida apropiada de iglesia, seremos
transformados en piedras con las cuales se edifica el edificio de Dios. El
Señor justificará y aprobará estas piedras, como lo indica el color blanco,
pero rechazará y condenará a la iglesia mundana. En el libro de Apocalipsis
el color blanco indica aprobación. Cuando el Señor nos haya transformado
en piedras, entonces nos aprobará. Esto lo alegrará mucho. La piedra
blanca es necesaria para la edificación. El edificio de Dios, es decir, la
iglesia, depende de nuestra transformación, y ésta, a su vez, es fruto del
deleite que tengamos de Cristo como nuestro suministro de vida.
El Señor dice que en la piedra habrá escrito un nombre nuevo, el cual
ninguno conoce sino aquel que lo recibe". El nombre designa a la persona,
y este nuevo nombre denota una persona transformada. Todo creyente que
haya sido transformado es una "piedra blanca" y tiene "un nombre nuevo,
el cual ninguno conoce, sino el que lo recibe". Este nombre nuevo es la
interpretación de la experiencia del que ha sido transformado. Por
consiguiente, solamente él conoce el significado de ese nombre. Es posible
que cierto hermano no sea más barro. Sin embargo, ama al Señor, ha
dejado el mundo y se ha librado de todas las ataduras. Por consiguiente, el
Señor le dirá: "Te daré a comer del maná escondido". Cuanto más coma
este hermano del maná escondido, más será transformado en una piedra
blanca. A medida que este hermano coma al Señor Jesús, quien es el maná
escondido, tendrá ciertas experiencias, y el Señor escribirá en él un nombre
nuevo. Este nuevo nombre es simplemente la nueva designación de lo que
dicho hermano es. De manera que este nuevo nombre se basa en lo que el
hermano es, en conformidad con sus propias experiencias, y otro podrán
saber lo que significa este nombre.
Apocalipsis 2:17 es lo que el Señor nos dice. No reciba estas
palabras de manera objetiva, sino como su propia biografía. Considérela
una palabra dirigida a usted. En un sentido vivimos en la época de
Pérgamo, debido a que la "iglesia" se ha hecho mundana. Pero por ser
testigos en contra de todo ello, estamos aquí luchando por el recobro del
Señor.
Por consiguiente, el Señor nos dirige lo dicho en el versículo
17, y todos nosotros debemos entenderlo y decir: "Amén, Señor, gracias
por esta promesa. Puedo comer de Ti como el maná escondido y esto me
transformará en una piedra que te agradará, que Tú aprobarás y usarás para
edificar Tu morada. Señor, recibo Tu promesa. A partir de hoy, te comeré
de una manera secreta para ser transformado en una piedra blanca útil para
Tu edificio". ¿No es esta una maravillosa promesa del Señor? Es posible
que la iglesia se haya vuelto mundana, pero el Señor ha prometido que
podemos ser transformados en una piedra blanca con la cual se puede
edificar la morada de Dios.
LA IGLESIA EN PÉRGAMO
La Visión de la Iglesia
Lección Once
La revelación de las Siete Iglesias en Apocalipsis - La Iglesia en Tiatira¹
La condición de la iglesia a partir del final del siglo VI, cuando fue
establecido el sistema papal universal - Ap. 2:18-29:
Tiatira, en griego significa "sacrificio de perfumes" o "sacrificio
permanente". La característica principal de esta iglesia es la apostasía.
Como una señal, Tiatira prefigura la iglesia que resulta de la unión con el
mundo, donde fue substituida la adoración a Dios en espíritu y en verdad,
por los sacrificios permanentes [misa]. Que niegan la obra redentora del
Hijo de Dios.
La iglesia en Tiatira es representada por la parábola de la levadura en tres
medidas de harina hasta que todo sea leudado. Tal cuadro representa la
apostasía y las herejías introducidas por la iglesia católica romana, que
contaminó el contenido de la revelación de la economía de Dios, donde la
flor de harina, es un tipo pleno y completo de Cristo como el suplir de vida
del pueblo de Dios. Mt. 13:3; Ex. 16:14-15; Lv. 2:1-2; Jn. 6:57.
El Señor Jesús se presenta como el Hijo de Dios, que tiene ojos como llama
de fuego y pies semejantes al bronce bruñido - Ap. 2:18:
El Señor Jesús viene hasta Tiatira como el Hijo de Dios para reaccionar a la
importancia herética atribuida a María como "la Madre de Dios" y
"coredentora" de los pecadores.
La iglesia en apostasía necesita el juicio de los ojos de Dios que penetran
en las partes interiores del hombre y en su corazón; y de Sus pies que
juzgan y retribuyen a todos según sus obras - Ap. 2:23b.
Las principales características - Ap. 2:19-21, 24:
Posee numerosas obras de labor con amor, fe y perseverancia, indicando la
fuerte presencia y actividades de la iglesia en Tiatira.
Tolera que la mujer Jezabel enseñe y seduzca a los siervos de Dios a
practicar la prostitución y a comer cosas sacrificadas a los ídolos, indicando
que la autoridad en la iglesia en Tiatira no proviene de la Cabeza que es
Cristo, sino que tiene una fuente humana. Además, tal como Jezabel hacía
en el Antiguo Testamento, la iglesia en Tiatira practicaba y enseñaba la
fornicación espiritual y la idolatría, que es la mezcla de cosas paganas e
impuras en la vida saludable de la iglesia - Ef. 5:22-24; Ap. 17:4-6; 1 R.
9:22, 30.
No se quiere arrepentir de su prostitución y retiene la doctrina y las cosas
profundas de Satanás, haciendo que sus errores sean evidentes, tales como
la inquisición y las persecuciones a los creyentes genuinos y a los judíos, la
iglesia en Tiatira no cambia su condición, enseñanzas y misterios, que son
cosas mundanas y religiosas que utilizan en la lucha contra el propósito
eterno de Dios - Jn. 16:13.
La advertencia a los que no se arrepienten en la iglesia en Tiatira indica que
el Señor la postra en cama y en gran tribulación y a los que con ella
adulteran, además de matar a sus hijos, pues el Señor sondea la mente y el
corazón y dará a cada uno según sus obras - Ap. 2:21-25.
Ap. 2:20. 20¹. El Señor profetizó acerca de esta mujer en Mt. (13:33). Allí
la mujer agregó levadura¹ (que representa cosas malignas, heréticas y
paganas) la harina pura (que representa a Cristo como la ofrenda de harina
para la satisfacción de Dios y del hombre). Esta mujer es la gran ramera de
Ap. 17, la cual mezcla abominaciones con cosas divinas. Jezabel, la esposa
pagana de Acab, tipifica a esta iglesia apóstata.
204 La iglesia apóstata está llena de toda clase de fornicación e idolatría,
tanto espiritual como física, y por eso es llamada "la gran ramera" en Ap.
17.
Ap. 2:22. "Yo arrojo en cama". Normalmente se usa para dormir y
descansar, pero también se usa en una situación anormal, como en el caso
de enfermedad. Aquí el Señor indica que la iglesia apóstata padece una
enfermedad incurable y que permanecerá así hasta el juicio final.
22² "Gran tribulación". No se refiere a la tribulación que la iglesia ha
sufrido a lo largo de siglos de persecuciones (Ap. 7:14) ni a la gran
tribulación en los últimos tres años y medio de esta era, la cual vendrá
sobre todos los moradores de la tierra (Mt. 24:21), sino a la porción
particular de aflicción a la cual el Señor someterá la apóstata iglesia
Católica Romana cuando la juzgue.
Ap. 2:23¹. "Heriré de muerte". Esto se debe a la destrucción que Dios trae
sobre la Iglesia Católica Romana mediante el anticristo y sus seguidores
(Ap. 17:16-17).
24¹. "profundidades de Satanás". Esta misma palabra griega aparece en Ef.
3:18. Aquí se usa figurativamente denotando algo misterioso. La Iglesia
Católica Romana tiene muchos misterios o doctrinas profundas. La
sinagoga de Satanás (v.9) estaba en contra de la iglesia sufriente, el trono
de Satanás (v.13) estaba en la iglesia mundana; y las profundidades de
Satanás están dentro de la iglesia apóstata. La religión de la sinagoga, el
mundo que yace bajo el trono de Satanás y la filosofía de los misterios
satánicos son usados por Satanás para dañar y corromper a la iglesia.
Ap. 2:26¹. Aquí vencer, es vencer el Catolicismo Romano.
Ap. 2:26³. Reinar con Cristo sobre las naciones en el reino milenario es un
premio para los vencedores (Ap. 20:4,6). Esta promesa del Señor implica
claramente que los que no respondan a Su llamado para vencer al
cristianismo degradado no participará en el reinado del reino milenario. Y
el que reina será un pastor.
Ap. 2:27. En Sal. 2:9 Dios le dio a Cristo autoridad para gobernar las
naciones; aquí Cristo les da la misma autoridad a los vencedores.
El Señor Jesús se representa como Aquel que tiene los siete Espíritus de
Dios y las siete estrellas - Ap. 3:1:
El Señor Jesús vino hasta Sardis para que ella reciba la intensificación de la
vida y brille más fuertemente como Su testimonio.
- El Espíritu siete veces intensificado es viviente, y no puede ser
reemplazado por la letra muerta del conocimiento (2 co. 3:6).
La iglesia en Sardis tiene nombre de que vive pero está muerta, pues
enfatiza las doctrinas y la letra, pero le falta el suplir del Espíritu
intensificado; además, sus su líderes deberían ocuparse de una función y no
de una posición, en una organización.
-Ap. 3:1. Muchos consideran que la iglesia protestante reformada es
viviente, pero el Señor dice que está muerta. Por lo tanto, necesita los
Espíritus vivientes y las estrellas brillantes.
IV. Advertencia para que la iglesia sea vigilante y afirma las cosas
que no han muerto; recuerde lo que ha recibido y oído, guárdelo y si no se
arrepiente, el Señor vendrá como ladrón y no sabrá a qué hora habrá de
venir - Ap. 3:2-4:
- Ap. 3:5³. "Y nunca borraré el nombre del libro de la vida¹" Si un nombre
es borrado del libro de la vida, , se entiende que ese nombre ya había sido
inscrito allí. El libro de la vida es un registro divino de los nombres de
aquellos que participan de las bendiciones que Dios ha preparado para
ellos. Los nombres de todos los santos escogidos por Dios y predestinados
para participar de estas bendiciones están inscritos en este libro (Lc. 10:20)
Estas bendiciones son dadas en tres etapas (1) en la iglesia (2) en el reino
milenario (3) en la eternidad. Las bendiciones en la etapa de la iglesia, tales
como el perdón de los pecados, la redención, la regeneración, la vida
eterna, la naturaleza divina, etc. Son las primeras porciones. Todos los
escogidos de Dios cuyos nombres están inscritos en el libro de la vida y
participan de estas primeras porciones al comenzar su vida espiritual. Si
ellos cooperan con el suministro de gracia divina, madurarán en vida en la
etapa de la iglesia, y esta temprana madurez en vida constituirá un premio
con el cual el Señor los recompensará cuando el Señor regrese. Ese premio
será la entrada en el reino milenario y la participación de las bendiciones
divinas en esa etapa, tales como el gozo y el reposo del Señor (Mt. 25:21,
23; He. 4:9-11), reinar sobre las naciones (Ap. 2:26-27; 20:4,6), etc. Lo
cual Dios ha preparado como incentivo para que Sus escogidos avancen
con él en la era de la iglesia. Sin embargo, muchos de Sus escogidos,
después de recibir el perdón, la redención, la vida eterna, la naturaleza
divina, etc., no estarán dispuestos a cooperar con la gracia de Dios y no
avanzarán con él. por lo tanto, no podrán madurar en vida en la etapa de la
iglesia y por ende, cuando el Señor regrese no estarán listos para entrar en
el reino milenario sus nombres serán borrados del libro de la vida. Después
de ser disciplinados por el Señor y crecer en vida hasta llegar a la madurez
durante el reino milenario, participarán de las bendiciones divinas en la
eternidad, tales como el sacerdocio eterno con la presencia eterna de Dios,
el reinado eterno (ap. 22:3-5), la Nueva Jerusalén, el árbol de la vida (Ap.
22:14), el agua de vida (Ap. 22:17), etc. En ese tiempo sus nombres serán
inscritos de nuevo en el libro de la vida. Esto significa que todos los
escogidos de Dios, cuyos nombres están inscritos en el libro de la vida y
quienes participaron de las bendiciones divina en la etapa de la iglesia, "no
perecerán jamás" (Jn. 10:28); es decir, de ningún modo perderán las
bendicines divinas de la eternidad. Sin embargo, los que no cooperan con el
Señor en la era de la iglesia, serán disciplinados dispensacinalmente por el
Señor durante el reino milenario y perderán las bendiciones divinas de esa
etapa.
Tener el nombre confesado por el Señor delante del Padre y de los ángeles
significa tener las obras aprobadas por Dios y así mismo, recibir el
galardón celestial - Mt. 7:21-23; 10: 32-33.
Lectura complementaria:
DE Witness Lee y Watchman Nee, The Church, A Lesson Book, Level
Five: Lesson 11, punto V, La Iglesia en Sardis.
De Watchman Nee, La Ortodoxia de la Iglesia: Cap. 6.
LA IGLESIA EN SARDIS
Ap. 3:8. Poco poder y has guardado Mi palabra". Esto indica que al Señor
no le complace que hagamos mucho por él, Sino que hagamos por Él
cuanto podamos con lo que tenemos.
La promesa del Señor a los creyentes vencedores es que serán hechos una
columna en el templo de Dios, de donde jamás saldrán y tendrán grabado el
nombre de Dios y el nuevo nombre del Señor - Ap. 3:12-13:
el vencedor es aquel que guarda la frescura de la Palabra y del nombre del
Señor. Tal persona será hecha una columna en la iglesia, de donde no
puede salir jamás por causa de su responsabilidad, visión y encargo - Gn.
28:18-22.
Tener el nombre de Dios indica que la persona de Dios fue trabajada en el
creyente. Tener nombre de la ciudad indica que el vencedor es parte de
ella. Finalmente, tener un nuevo nombre hacer referencia a las experiencias
que el creyente tiene con Dios.
Escribir el nombre de Dios, el nombre de la Nueva Jerusalén y el nombre
del Señor, indica que aquello que Dios es, la naturaleza de la Nueva
Jerusalén y la Persona del Señor, fueron trabajados para dentro de él.
Lectura complementaria:
A. De Witness Lee y Watchman Nee, The Churc, A Lesson Book.
LA IGLESIA EN FILADELFIA
"Retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona". Esta corona
la recibiremos después del juicio del tribunal de Cristo. Solamente debemos
retener lo que tenemos para que nadie la tome.
Ap. 3:12. La columna aquí no se refiere a las columnas de apoyo del
santuario, sino a las dos columnas de bronce en frente del templo, las que
servían de testimonio. Una se llamaba Jaquín y la otra Boaz. Cada uno de
nosotros debe ser un testimonio en el templo.
Lectura complementaria
De Witness Lee y Watchman Nee, The Church A Lesson Book, Level Five.
Lesson Eleven, punto VII, La Iglesia en Laodicea.
De Watchman Nee, La Ortodoxia de la Iglesia, Cap., 8.
LA IGLESIA EN LAODICEA
EL QUE HABLA
El Amén
En Ap. 3:14 el Señor dice: "El Amén, el Testigo fiel y verdadero, el
principio de la creación de Dios, dice esto" al dirigirse a cada una de las
siete iglesias, el Señor hace referencia a lo que él es y a lo que hace,
respectivamente, según la condición de cada una de ellas. Aquí, al dirigirse
a la iglesia en Laodicea, él se presenta como "el Amén". Este vocablo, que
viene del hebreo, significa firme, estable o confiable. El Señor es firme,
estable y confiable.
LA CONDICIÓN DE LA IGLESIA
No es fría ni caliente sino tibia
Desventurada
A los ojos del Señor las asambleas degradadas son desventuradas, porque
se enorgullecen de ser ricas en el vano conocimiento de la doctrina, pero de
hecho son lamentablemente en cuanto a experimentar las riquezas de
Cristo.
Miserable
VI Lectura complementaria:
De Witnes Lee y Watchman Nee, The Church, A Lesson Book, Level Five:
Lesson Ten, punto III, La Restauración de la Iglesia.
De la Editorial Árbol de la Vida, "restaraciópn de la Casa de Dios" Cap.
1,2,3 y 6.
De W. Nee, Lo que usted necesita saber sobre la iglesia: Cap. 7.
De W. Lee, La Historia de la Iglesia y las Iglesias Locales: Cap. 2 y 3.
Capítulo Siete
UN CUADRO DE DIVISIONES
Lecturas complementarias:
De Witness Lee y Watchman Nee. The Churc, a Lesson Book, Level 5:
Lesson e (punto IV, El Reino De Dios).
De Dong Yu Lan, El Reino es la iglesia. Cap. 1 a 3.
IV. Negar la vida del alma y crecer en vida - Mt. 16:21-25; 24:45-46;
25:1-30:
Por medio de negarse a sí mismo, tomar la cruz y seguir al Señor - Mt.
16:21-25; Ro. 8:12-17
Por medio de negociar los talentos, ejercitar los dones y suplir los
consiervos, a fin de crecer en vida (llenar las vasijas con aceite, el alma con
el Espíritu) - Mt. 24:45-46; 25:14-18; Ro. 12:1-2, 3-8, 11-21.
Por medio de ejercitar el espíritu, invocanndo el nombre del Señor, orando-
leyendo la Palabra, rumiando la Palabra, hablando y cantando himnos y
profetizando - 1 T 4:7-8; 2 Ti. 2:19-22; Ef. 6:17-18, Sal. 119:88,93 103; Jn.
6:63; Ef. 5:18-19; 1 Co. 14:1-3; Gá. 5:15-25.
V. Textos para leer en clase:
Alimento diario de Efesios (2 a 4): 7ª semana (sábado); 8ª semana (jueves y
viernes).
Alimento diario de Efesios (4 a 6): 10ª semana (sábado); 11ª semana
(martes, jueves y sábado); 12ª semana (lunes, viernes y sábado).
Estudio diario de Hebreos, Tomo 4: 3ª semana. (Fiewl en la Casa de Dios
La Unidad
Octava Semana
Jueves
Efesios 4:7-11
Para leer con oración:
"Por lo cual la Escritura dice: subiendo a lo alto, llevó cautivos a los que
estaban bajo cautiverio, y dio dones a los hombres... Y Él mismo dio a unos
como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, a otros
como pastores y maestros" (Ef. 4:8,11).
Octava semana
Viernes
Efesios 4:11
Para leer con oración
"Y Él mismo dio a unos como apóstoles, otros como profetas, a otros como
evangelistas, a otros como pastores y maestros"
La Gracia y la Verdad
11ª Semana
Jueves
Efesios 5:31-33
Para leer con Oración:
"Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a Sí mismo
por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante" (Ef. 5:2)
Andar en Amor
11ª Semana
Sábado
Efesios 6:4-6
Para leer con Oración
"Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor;
andad como hijos de luz" (Efesios 5:8).
12ª Semana
Lunes
Efesios 6:9-11
Para Leer con Oración:
Ser Lleno en el Espíritu
12ª Semana
Viernes
Efesios 6:19-21
"Vestios de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra
las estratagema del diablo" n(Ef. 6:11).
La Lucha Espiritual
12ª Semana
Sábado
Efesios 6>:22-24
"Tomad... la espada del Espíritu que es la palabra de Dios... Porque la
Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos
filos (Ef. 6:17b; Hebreos 4:12ª)
II. La edificación directa del Cuerpo de Cristo por medio de los santos
perfeccionados - Ef. 4:1 - 6:9:
A. Estando deseosos y listos para ser edificados - Ef. 4:13; Ap. 19:11-
21; 17:14.
B. Los miembros son perfeccionados por el ejercicio de los dones y el
suplir de vida, como los nutrientes para el crecimiento en vida, todo
con la finalidad de la obra del ministerio, que es la edificación del
Cuerpo de Cristo - Ef. 4:12, 15-16; 2 Co. 4:1; 3:8-9.
Los miembros son perfeccionados y crecen hasta alcanzar la unidad de la fe
(la enseñanza completa del Nuevo Testamento acerca de Cristo y Su obra
redentora) y del pleno conocimiento del Hijo de Dios (conocer
subjetivamente la persona del Cristo todo-inclusivo, como el Dios
completo y el hombre perfecto), la perfecta varonilidad (el nuevo hombre),
la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (la expresión del Dios
Triuno, el Cuerpo de Cristo) - Gá 3:23-25; Ro. 14:1-6; Ef. 4:13; 2:15; 4:24;
1:23.
III. La edificación de la unidad del Cuerpo de Cristo:
A. Unidad es diferente de unión. Unión es exterior, más la unidad
es interior, intrínseca. Por la unidad intrínseca y práctica en
una misma disposición, Cristo la Cabeza, los hombres dones y
los santos perfeccionados, edificarán el Cuerpo de Cristo.
B. Los creyentes deben percibir que Dios es uno (en esencia, en
propósito, en Su economía y en Su hechos) y posee una única
expresión, de acuerdo con la aspiración y la oración del Señor
Jesús y hasta el pleno cumplimiento de la unidad del Cuerpo -
1 Co. 8:4; Is. 45:5; Sal. 86:10; Mt. 28:19; 2 Co. 13:13; Jn.
17:20-23.
C. Mediante la práctica local de la unidad del Cuerpo de Cristo,
recibiendo la enseñanza y la comunión de los apóstoles y
permaneciendo en comunión con todas las iglesias - Hch
20:17, 20-31; Col. 4:15-16; Ro. 16:3-4.
D. Mediante la práctica local de la unidad del Cuerpo de Cristo,
guardando la base de la unidad, siendo uno con todos los
hermanos y sometiéndose a la autoridad representativa de Dios
- 1 Co. 1:12; Fi. 2:2; 1 Co. 12:25; He. 13:17.
IV. El aumento y la expansión de la iglesia - Mt. 16:21-25; 24:45-46;
25:1-30:
A. La necesidad y la manera cómo la iglesia crece:
1. El aumento de la iglesia es por medio de infundir a Cristo
como la vida en las personas para hacerlas parte del Cuerpo de
Cristo - - Jn. 1:6-13; 1 Co. 12:12-13.
2. La manera normal del aumento de la iglesia es no usar el
esfuerzo humano, sino depender del fluir de la vida divina que
hace a los creyentes crecer y fructificar - Jn. 15:1-5, 16.
B. El encargo del aumento y de la expansión con miras a la
venida del Señor:
1. Debemos tener un espíritu ferviente, constituidos con la
Palabra y dispuestos a salir a visitar las personas para que la
iglesia aumente en número, los santos crezcan en vida y el
testimonio del Señor se expanda a otras ciudades - Mt. 24:45-
47; 25:1-13.
2. El evangelio del reino debe ser predicado hasta los confines de
la tierra, para testimonio a todas las naciones, entonces vendrá
el fin - Mt. 24:14; 2 P. 3:8-12.
Textos para leer en clase:
Dong Yu Lan, La Iglesia, El Servicio de la Iglesia (Tomo III): Cap. 13
(desde el inicio hasta el punto: "Apacentrar y Pastorear", Cap. 13 y 15.
De Witness Lee, La Edificación del Cuerpo de Cristo: Cap. 1 y 2.
De Witness Lee; La Expresión Práctica de la iglesia: Cap. 21.
Lectura complementaria:
De Witness Lee y Watchman Nee, The Church, A Lesson Book, Level 5:
lesson 13 a 16.
De Dong Yu Lan, La Iglesia, El servicio del Sacerdocio Real (Tomo III):
Cap. 13.
De Witness Lee, La Visión del Edificio de Dios. Cap. 8.
LA EXPRESIÓN PRÁCTICA DE LA IGLESIA - Witness Lee
Capítulo Veintiuno (Lección 18)
EL AUMENTO Y LA EXPANSIÓN DE LA IGLESIA
Lectura de la Biblia: Juan 15:4-5, 7-8; Fil. 1:27; Mt. 28:18-20; Hch 1:8; 8:1
EL AUMENTO DE LA IGLESIA
LA MANERA NORMAL
EXPANSIÓN DE LA IGLESIA
Las Tablas
Cada tabla tenía dos encajes (Ex. 26:17). Esto es muy interesante.
¿Por qué tenemos dos pies, y no uno? Es debido a que con un solo pie una
persona estaría desequilibrada, inestable y sin confirmación. Igualmente,
una tabla con un solo encaje puede girar; pero con dos, ella queda fija.
Muchos hermanos son precios, pero se desvían con mucha facilidad.
Constantemente está dispersos. La semana anterior, eran muy positivos
con el Señor, pero esta semana, ya cambiaron, ya se dispersaron. Oh, en
Dios no hay ninguna variación (Stg. 1:17). La razón por la cual muchos
queridos cristianos tiene cambio continuos es porque tienen un solo encaje,
en lugar de dos. Con dos encajes, estamos siempre equilibrados y fijos.
Si usted es un hermano inconstante, es mejor que busque otro que
sea su encaje. Usted necesita un encaje; por tanto, debe pedir prestado un
encaje de alguien más. Siempre que comience a desviarse, usted necesitará
buscar comunión y confirmación junto a su hermano. Va a él y le pregunta
si está de acuerdo con lo que usted está haciendo. Si él no está de acuerdo,
usted no debe girar. Aprenda a tener otro encaje y a ser confirmado por los
demás.
LAS BASA
Los dos encajes ajustan en dos basa (Ex. 26:19, 21, 25). Por tanto
tiene dos encajes fijos sobre dos basas. Cada basa pesa un talento de plata,
o aproximadamente cincuenta kilogramos. Esto significa que, bajo cada
tabla, hay una base de cien kilos. Es imposible que una tabla con una base
así gire o se caiga. De esta manera, es muy estable y fija. Pero, aún existe
algo más.
LAS COLUMNAS
EL FUNDAMENTO
LA CUBIERTA
La cubierta sobre el tabernáculo estaba conformada por cuatro capas
(Ex. 26:1-14), que significa el Cristo cuádruplo, el Cristo de cuatro
aspectos. La primera capa de lino fino, lo tipifica como aquel que no tiene
pecado. Él no tuvo pecado, ni conoció ningún pecado. La segunda era una
capa de pelos de cabra. En tipología, las cabras representan los pecadores
mientras que las ovejas representan las personas justificadas (Mt. 25:31-
46). La capa de pelos de cabra, por tanto, revela a Cristo como Aquel que
no conoció pecado, pero que fue hecho pecado por nosotros (2 Co. 5:21).
Esa capa tenía seis partes, en número mayo que cinco, y algo que es
demasiado. La tercera capa estaba conformada por pieles de carnero teñido
de rojo, revelando a Aquello que no tiene pecado y que fue hecho pecado y
murió por nuestros pecados, derramando Su sangre (1 Co. 15:3). Él es
nuestra redención. La cuarta capa de pieles de animales marino, tipifica al
Redentor como nuestra protección. La piel de un animal marino es muy
fuerte y, por tanto, capaz de proteger contra el calor del sol, contra la
rudeza de la lluvia, contra el ímpetu del viento y contra todo tipo de ataque.
Todas esas capas juntas significan la protección de Cristo, el cual, siendo
Aquel sin pecado, fue hecho pecado por nosotros, para ser nuestro
Redentor. Este es el Cristo cuáduplo, nuestra protección.
Debemos percibir y saber que Dios es uno (únicamente uno) (Is. Cap. 43-
45; Salmos 86:10)
-Además de ser uno, Él es tres - tres y uno - (Mt. 28:19) El Señor Jesús
comisionó a los discípulos a bautizar a los nuevos creyentes hacía dentro
del nombre del Padre...
Dios es Triuno para dispensarse a si mismo dentro de nosotros (Jn. 17:20-
23)
Él es uno en esencia o la sustancia (nuestra bebida, nuestra comida; Él es
nuestro alimento, nuestra vida, es decir nuestro todo)
Él es uno en propósito (intención, fin) como por ejemplo a) salvar al
hombre de pecado
En su economía (Ef. 1:9-10)
Sus hechos (Gn. 1:7; Hch. 23:25)
Él es uno en Expresión (Ef. 3:10-11) El quiere tener un pueblo que sea uno
con Él en vida y lo exprese corporativamente.
Mediante la práctica local de la unidad del Cuerpo de Cristo, recibiendo la
enseñanza y la comunión de los apóstoles y permaneciendo en comunión
con todas las iglesias - Hch 20:17, 20-31; Col. 4:15-16; Ro.16:3-4.
Efesios 2:20Debemos edificar sobre este fundamento, porque es aquí donde
está la revelación de Cristo y la iglesia es edificada sobre esta revelación.
Aquí en la iglesia local es donde podemos recibir la enseñanza y la
comunión de los apóstoles y profetas
Donde podemos recibir la edificación
Donde podemos solucionar nuestros problemas
Es aquí en donde se lleva a cabo su propósito (su obra)
Es aquí donde podemos practicar la sumisión, la coordinación.
Es aquí donde la expresión se hace práctica en el Cuerpo (He. 8:1; 13:1)
Lectura complementaria:
de Witness Lee y Watchman Nee, The Church, A Lesson Boouk, Level
Five : Lección 17.
De Witness Lee, La Manera Bíblica de Reunirse y de Servir, Cap. 1,3,9,10
y 11.
Lectura bíblica: Hch 2:42; 1 Co. 14:26; He. 10:25; Col. 3:16; 1 Co.
14:4b; 1 Ti. 1:3-4, 7; Col. 2:2b; Ef. 3:4.
Un Salmo
Una enseñanza
En las reuniones también podemos hablar conforme a la enseñanza
de los apóstoles por medio de presentar una enseñanza. La enseñanza
abarca un campo amplio, pero no debemos sobrepasar el límite de la
enseñanza de los apóstoles. Siempre debemos ser limitados y controlados
por la enseñanza de los apóstoles. No debemos tratar de inventar nuevas
clases de enseñanzas. En nuestra enseñanza acerca de cualquier asunto
debemos siempre apegarnos al Nuevo Testamento. Aun en cuanto a un
asunto como nuestra manera de vestir, debemos dar una enseñanza que
tenga como base lo que se enseña en el Nuevo Testamento.
Tal vez muchos de nosotros estemos profundamente movidos y
tengamos la carga de llevar a cabo la manera ordenada por Dios. Pero no
debemos demandar mucha libertad en lo que hablemos. En las reuniones no
tenemos la libertad de hablar nada que cruce la línea limitante de la
enseñanza de los apóstoles. Debemos estar dentro de esta línea y siempre
debemos tener esto en cuenta. De otra manera, seremos creadores de toda
clase de confusión y división. Es por esto que en este capítulo establezco
los límites. Estamos dispuestos a recibir cualquier clase de hablar que esté
dentro del límite de la enseñanza de los apóstoles, pero queremos enterrar
cualquier cosas que no corresponda con esta enseñanza única.
Una revelación
Ministrando a Cristo
Para la edificación de los creyentes
Y para la edificación de la iglesia
I. Las conferencias:
en el comienzo de la era de la iglesia los apóstoles reunían la iglesia en
locales grandes, tales como el Pórtico de Salomón, con el fin de transmitir
la enseñanza saludable acerca de la economía de Dios - Hch 2:1; 3:11; 5:12
los apóstoles, en su ministerio universal de establecer y edificar las iglesias,
conducen conferencias de la Palabra de Dios a fin de suplir los santos con
visión, encargo, Espíritu y vida -14:27; 15:30, 31, 20:7.
Por ser de carácter apóstolico y universal, las conferencias involucran la
obra del ministerio y alcanzan normalmente una región, pudiendo ser de
ámbito nacional e internacional
Con el fin de cooperar con el encargo de los apóstoles, acutalizar a los
santos en cuanto a la verdad presente y alcanzar la mayor parte de los
miembros del Cuerpo de Cristo, algunos hermanos experimentados en el
ministerio de la Palabra pueden liberar conferencias para las iglesias en una
determinada región.
La Reunión Ministerial:
La reunión de carácter ministerial, tipificada por el candelero del Lugar
Santo, es realizada con la finalidad de proporcionar a los creyentes un
ambiente para la comunión de vida a partir de la liberación de mensajes por
uno, dos o tres hermanos, que tienen el ministerio de profeta y maestro,
cuyo contenido es la enseñanza ministrada por los apóstoles - 1 Co. 14:29.
La reunión ministerial, normalmente, se realiza los sábados y da la base
para la reunión de la mutualidad que se hace después de la reunión a partir
el pan del domingo.
El contenido de la reunión ministerial es la enseñanza de los apóstoles.
Normalmente, las iglesias disfrutan de su contenido por cerca de seis
meses, de acuerdo con el tema que fue liberado en la Conferencia
Internacional de Anaheim USA, y posteriormente, aplicado a la necesidad
de las iglesias en América del Sur; en la Estancia Árbol de la Vida, en
Sumaré, Sao Brasil.
La reunión ministerial puede ser realizada en un único local para toda la
iglesia o en dos o más locales de reunión, de acuerdo con la necesidad y la
condición en cada ciudad.
El ambiente de la reunión debe ser lleno del disfrute proveniente de invocar
el nombre del Señor de las oraciones de hablar-cantar himnos y de
testimonio vivos, a fin de preparar una atmósfera para que el mensaje
ministerial sea transmitido con encargo y Espíritu.
Después de que el mensaje ha sido liberado los hermanos deben tener la
oportunidad de compartir el sentimiento obtenido y reforzar el encargo del
Espíritu. El compartir puede ser hecho inicialmente en pequeños grupos de
modo que el mayor número de hermanos pueda hablar, y después algunos
hermanos pueden testificar a toda la iglesia.
En el cierre de la reunión se deben transmitir los anuncios. Siempre que sea
posible los encargos prácticos deben ser liberados en el contexto del
mensaje, a fin de aprovechar el fundamento espiritual.
MENSAJE 11
Lectura bíblica: Dt. 16:16-17; Hch. 2:46; 5:42; 20:7-12; Ro. 16:5-16; 1 Co.
16:19; 14:23; 14:26; 14:29-33; He. 10:25-
Reunión de Comunión
2. Reunión de Casa
La reunión del partimiento del pan puede ser hecha tanto en las casas
como en los locales de reunión. En el tiempo de los apóstoles eran hechas
en las casas, pues no tenían un local suficientemente grande para reunir a
toda la iglesia. Sin embargo hoy, nosotros podemos partir el pan juntos. Por
el hecho de estar juntos, el sabor, la alegría y el gozo son más grandes que
si fuese con menos hermanos en una reunión de casa.
En verdad lo que realmente queremos enfatizar es el principio de la
Palabra: El Señor nos enseñó a ir a todas las reuniones del partimiento del
pan; sin embargo, Él no nos dijo donde o cómo deberíamos partir el pan.
Vemos que aun el propio Señor, junto con los discípulos, partió el pan en
una determinada casa (Lc. 22:7-13), por lo tanto, el partimiento del pan
debe ser hecho según la necesidad de cada iglesia.
Reunión de Oración
REUNIÓN DE CASA
Sabemos que las reuniones de casa son las reuniones más básicas de
la iglesia. Cuando una casa es construida, la primera etapas en ser lanzada
es el fundamento. Nuestro fundamento es el Señor Jesús (1 Co. 3:11), y las
piedras iniciales que estamos poniendo son ministradas en los mensajes, en
las reuniones de casa. En estas reuniones todos pueden funcionar, pues el
número de personas reunidas no es muy grande. Sugerimos a las iglesias
que el máximo de hermanos en cada reunión de casa sea de doce. Así,
todos tendrán oportunidad de leer los mensajes, orar, cantar, compartir.
¡Debemos darle muchas atención a este tipo de reunión.
A. Pablo, al pasar por Troas, el primera día de la semana, se
reunió con los hermanos para partir el pan, después él les enseñaba (Hch.
20:7-8). Ellos estaban reunidos en el tercer piso del edificio. Tal vez ese
local fuese una sala vacía, sin sillas, sin comodidad; sin embargo todos los
hermanos estaban sentados allí, atentos a las palabras de Pablo. Entre ellos,
había un muchacho llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana. Esto
indica que en aquella época no había una manera fija de reunirse. No
obstante, si tenemos la oprtunidad de obtener las cosas, mejor, pues
necesitamos estar cómodos y concentrados en la Palabra de Dios. Por
ejemplo, si todos estuviésemos sentados en el suelo puede ser que despúes
de media hora tengamos que pararnos para descansar; así seremos
destraídos de la palabra que esta siendo liberada. Ain cuando enfilamos las
sillas en el local de reunión, lo hacemos para que sea más fácil la
circulación de personas y no cause confusión. Otros ejemplos que vemos
allí en Troas, es que partían el pan a media noche, y después continuaban
con la conferencia. ¡Ven! Todos fue según la necesidad de ellos. Hoy, todo
debe ser hecho según nuestra necesidad.
Salmos
Tanto los salmos como los himnos tiene mucho disfrute, sin
embargo, mucho más de que eso, es necesario que ellos edifiquen la iglesia.
Por ejemplo, a veces, cuando oramos en la casa, particularmente, tenemos
una visión de Cristo crucificado con una coroan de espinas y y vertiendo
sangre. Así, nos damos cuenta de cuánto sufrió el Señor por nosotros.
Entonces, cuando llegamos a la reunión, todos están llenos de gozo por
haber tocado en el amor del Señor. En ese momento no pedimos un himno
que habla del amor del Señor, sino que del Cristo crucificado. Desde ese
momento el espíritu de la reunión cae, dejando de ser edificante.
Enseñanzas
Las enseñanzas no son enseñanzas particulares, como si fuesen
enseñanzas pasadas de padre a hijo, sino que son las enseñanzas de los
apóstoles. Esto no es para que los apóstoles sean exaltados, sino es porque
la Biblia nos dice que las enseñanzas de los apóstoles son saludables; son
enseñanzas que nutren (1 Ti. 1:10-11). Estas, no son liberadas según
nuestra necesidad del momento. Ellas nos dan la visión de la iglesia, nos
animan a funcionar y a proseguir. Estas enseñanzas realmente nos edifican.
Revelación
Lengua e Interpretación
Del versículo 29 al 33, vemos otro tipo de reunión donde dos o tres
profetas hablan y el resto de los hermanos escuchan. Cuando este tipo de
reunión es realizado tenemos que mantener el principio anotado en el
versículo 31: uno por uno. A veces un hermano se justifica diciendo: No
puedo parar de hablar porque mi espíritu está fluyendo". Pero Pablo dice:
"Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas" (1 Co. 14:32).
Por lo tanto, cuando un hermano está profetizando y se da cuenta que otro
hermano también desea hablar por Dios, debe entonces terminar
rápidamente su compartir y senatarse calladamente (1 Co. 14:30). Sabemos
que esto no es fácil, principalmente para aquellos que les gusta hablar. Es
necesario que estos hermanos rechzen la vida del alma; la iglesia es el lugar
adecuado para que esto suceda.
Por lo tanto en la vida de la iglesia es necesario que todos
profeticemos, que hablemos por Dios. Aprecio a las hermanas de edad
avanzada que, al hablar, lo hacen mejor que los pastores de las
denominaciones. Ellas tocan todos los puntos importantes., antiguamente
en las denominaciones, ellas no tenían el derecho de hablar, pero ahora, en
la iglesia ellas pueden profetizar.
Sin embargo, debemos recordarnos que los espíritus de los profetas
están sujetos a los profetas (v.32). si nuestro espíritu no está sujeto a
nosotros, ciertamente seremos como el profeta Balaam, un profeta de la
carne. Pero, si nuestro espíritu está sujeto al Señor (y a nosotros),
ciertamente estaremos sujetos a otros profetas. Así, seremos personas que
ya aprendieron la lección. Llegamos a ser personas quebrantadas, que no se
están salvando y protegiendo a sí mismo. Dejemos de pensar en nuestro
propio beneficio y somentamonos a otros profetas. Esto es porque Dios no
es Dios de confusión, y porque andamos según Su orden, ¡Ese debe ser el
padrón de las reuniones de la iglesia, ese el servicio del sacerdocio en el
Lugar Santo!
EL SERVICIO DE LA IGLESIA
EL SERVICIO DE LA IGLESIA
MENSAJE 12
La segunda condición es: no llegar con las manos vacías delante del
Señor (Dt. 16:16). En aquel tiempo Dios le ordenó al pueblo que llevase
alguna ofrenda delante de Dios. Aquí vemos que no es un asunto de la
cantidad de la ofrenda, sino que si estamos ofrendando o no. A veces
algunos hermanos se levantan y hablan solamente dos frase. Esas frases son
tan buenas como las de los hermanos que saben hablar. Siempre que no
vengamos con las manos vacías delante del Señor, siempre que hablemos
por el Señor, nuestra reunión llegará a ser muy rica.
NO DEJANDO DE CONGREGARNOS
Predicar el Evangelio
Reunión Domiciliar
Reunión de Casa
Una vez salvas, las personas deben ser introducida en la vida de la
iglesia. Algunos pueden preguntar: "Pero, tal persona ¿ no está en la
iglesia?" Sí, está en la iglesia. Cuando nace, ella es de la iglesia en aquella
ciudad, sin embargo, aún no entró en la función de miembro. Por eso
tenemos que introducirla en las reuniones de casa. Dile: "Hermano, este
jueves, en esta región, a sólo dos cuadras de tu casa, hay una reunión en
casa de uno de los hermanos". Entonces ese día lo vas a buscar para
llevarlo a la reunión. Para todo necesitamos de labor y perseverancia. Si ya
fuiste a visitar a algunas personas tres veces y aún no consigues
introducirla en las reuniones de casa, entonces debe continuar
perseverando. Si continúas golpeando puertas y hay más nuevos, no tendrás
mucho tiempo para cuidar de los otros hermanos. Entonces temporalmente
los dejas y vas a cuidar de los nuevos eso no significa que los vas a olvidar.
Cierta vez un hermano compartió que los hermanos perseveraron con él por
lo menos diez veces. Hoy, él está en la iglesia. A estos hermanos debemos
llevarles algunos folletos. Después, debemos visitarlos, y, después de un
mes les damos otro folleto. Esa es una reunión domiciliar, que tiene la meta
de introducirlos a la reunión de casa.
La reunión de casa es básica. Ella es se compone de muchas casas.
Hoy practicamos las reuniones de casa distribuyéndolas geográficamente.
Por ejemplo, en la zona norte hay más o menos cinco hermanos y dos
familias; por tanto, allí se levantará un grupo de reunión de casa. La
reunión de casa en casa no es sólo en una casa, sino que en dos o más casa
abiertas para estas reuniones. Esta reunión también no es de acuerdo con
las personas que lideran. En algunos lugares, algunas iglesias lo han hecho
así: en una determinada región, vive un hermano responsable, entonces allí
hay una reunión de casa y toda la región tiene que venir a aquella reunión.
De este modo se pierde el significado de la reunión de casa.
Coyunturas de Suplimiento.
G. Reunión de Oración
I. Reunión de Niños
Reunión de Servicio
EL ALTAR DE INCIENSO:
El CENTRO DEL TABERNÁCULO
..............................
Éxodo 30:6-9 dice que el incienso, el cual estaba hecho según las
instrucciones de Dios, debía ser quemado en el altar por la mañana y por la
noche y no podía ser ofrecido ningún incienso extraño. El incienso extraño
representa todo aquello que oramos que no sea Cristo o que no tenga
relación con Él. Dios quiere que nuestra oración, representada por el altar
de incienso, tenga a Cristo como incienso.
¿Significa esto que no debemos orar por nuestros problemas
personales? No, de ningún modo; significa que debemos considerar hasta
qué punto aquello por lo que oramos se relaciona con Cristo o si estamos
orando solamente para nuestro placer y provecho (Stg. 4:2b,3). Dios tiene
interés en bendecirnos y hacernos prosperar, desde que eso nos haga más
útiles para Él. Por tanto, al orar debemos limpiar siempre nuestro corazón
de intenciones impuras y de todos los interese ajenos al Señor. Si lo
hacemos así, nuestra oración estará llena de incienso, y cumpliremos el
propósito de Dios.
La Oración de Ana
Aprender a Orar
Éxodo 30:36-38 dice que el incienso era santo y santísimo para Dios,
y ninguno podía hacerlo para su propio uso. Quien hiciese incienso para
oler, según la "receta" dada por Dios, sería eliminado del pueblo, pues el
incienso debía ser ofrecido solamente a Dios, para que las oraciones fueran
aceptadas por Él.
El versículo 36 dice que una parte del incienso debía ser reducida a
polvo y colocada en el arca, en el Lugar Santísimo, donde Dios se
entrevistaba con Moisés. Al ser preparado, el incienso tenía forma
granulada o en barras. Entonces, una parte de él era triturado hasta
convertirse en polvo. Al entrar en el Lugar Santísimo, Moisés debía tomar
un puñado de ese incienso triturado y arrojarlo sobre las brasas del
incensario. De esta manera, una humareda de olor agradable subía a Dios.
El incienso granulado, cuando era puesto sobre las brasas, se
quemaba lentamente, mientras que el incienso triturado se quemaba
instantáneamente. ¿Qué significa esto? Ya dijimos que el incienso
simboliza al Señor Jesús. Cuando estaba en la tierra, Él fue "molido" y
"triturado" por todos los sufrimientos y pruebas por los que pasó. Pero
después de Su muerte. Él resucitó y subió a Dios, llevándole la dulce
fragancia de Su resurrección. De este modo, Su muerte vicaria y redentora
fue plenamente aceptada por Dios.
El versículo 35 dice también que el incienso debía ser mezclado con
sal. La sal tiene la capacidad de conservar los alimentos impidiéndoles
descomponerse, debido a que extermina gérmenes y bacteria. Por eso, la
sal tipifica el poder preservador y exterminador de la muerte de Cristo. El
incienso triturado y colocado delante del arca simboliza la ofrenda a Dios
de la muerte dulce de Cristo y de Su resurrección fragante, y la ofrenda del
incienso en el altar indica que es nuestra base para ir a Dios en oración y
está en el hecho de que Cristo murió y resucitó por nosotros.
Para comprender adecuadamente la realidad espiritual de quemar
incienso, necesitamos tener la experiencia de orar. Entonces, veremos que
nuestra oración no es sólo la oportunidad de pedirle cosas a Dios, sino que
es nuestra ida a Él para tocar Su amable ser. Esta oración es una fragancia
dulce para Dios, porque está llena de Cristo y nos llena de disposición para
cooperar con Dios en Su economía. Si insistimos en buscar al Señor,
finalmente experimentaremos que la genuina oración es simplemente
Cristo mismo: nuestra oración es Cristo, es nuestra ida a Dios en Cristo y
con Cristo.
Al orar, no podemos actuar como niños, sólo pidiendo el suplir de
nuestras necesidades y deseos. Si nos acercamos al Señor, diciendo: "¡Oh
Señor Jesús! Yo te amo. Señor, necesito de Ti, necesito Tu gracia",
espontáneamente comenzaremos a ser vaciados de nosotros mismo y a ser
lleno de Su Espíritu. Como resultado, Él nos mostrará el asunto por el cual
debemos orar. De esta manera, nuestra oración será aceptada por Dios. No
podemos afirmar que Dios nunca nos oirá, si oramos de manera infantil,
como vimos en el caso de Ana. Pero lo que realmente importa es que nos
ejercitemos en la oración hasta que toquemos al Señor y oremos Su
oración.
Primero, díganles a todos los hermanos que oran que aprendan a ser
breves. Diez de cada diez reuniones de oración son arruinadas por
oraciones largas. En la reunión de oración todos deben aprender a orar de
una manera breve. Los hermanos de edad tal vez tengan algunas oraciones
largas. Pero desde el principio díganles a los nuevos creyentes que
aprendan a ser breves. Para que la reunión de oración tenga poder y sea
fuerte, la oración debe breve. Las oraciones largas frecuentemente son
acolchonadas con muchas palabras vacías. Cuando vayan a una reunión de
oración, deben acordarse de decirles que hagan oraciones breves.
Sea Genuino
En segundo lugar, debemos advertirles a los hermanos y hermanas
que las palabras de su oración en la reunión de oración deben ser honestas.
Adviértanles a los hermanos y hermanas que su oración en su propio
tiempo personal y su oración en la reunión de oración no deben diferir
mucho. Aprendan a ser genuinos. Es verdad que las palabras en la reunión
de oración deben ser claras. Cuando uno tiene su tiempo personal delante
de Dios, puede detenerse antes que la frase sea completamente expresada:
pero, en la reunión de oración, por supuesto, , debería terminar la frase. Sin
embargo, a veces las palabras que uno usa en la reunión de oración, no son
las palabras que uno usa en la reunión de oración, no son las palabras que
usa en su tiempo personal de oración. Muchas oraciones en la reunión de
oración, de hecho, no son genuinas. A veces, cuando usted está en una
reunión de oración, no sabe si cierto hermano está orando para que usted lo
escuche o para que Dios lo escuche. . Cada vez que algunos oran, dan la
impresión de que están orando para que estén orando para que el hombre
los escuche. Por lo tanto, debemos encargarles que oren desde su corazón;
deben orar para que Dios los escuche. No permitan que algunos hermanos y
hermanas hagan de las oraciones una especie de predicación de verdades, y
tampoco les permita que den un informe a Dios. Encárguenles a los
hermanos que aprendan a hacer oraciones cortas y a orar genuinamente.
Estos son los requisitos básicos de una reunión de oración. Solamente se
debe hablar las palabras que uno tenga; todas las palabras que uno tenga,
éstas se debe hablar. Nunca debe ir más allá de lo que es genuino.
Es necesario enfocar el tema
III. La reunión de partir el pan también es una reunión para que los
creyentes adoren al Padre:
De acuerdo con el aspecto económico de la salvación de Dios, primero
recibimos al Hijo y entonces somos reconciliados y acercados al Padre -
Mt. 26:26-30.
El Señor Jesús, como el hijo Unigénito de Dios, nos regeneró por medio de
la muerte y la resurrección, para que los que creen en Él lleguen a ser los
muchos hijos de Dios. Así, el Señor llegó a ser el Hijo Primogénito de
Dios, conduciendo los muchos hijos con Él al Padre, declarando el nombre
del Padre a Sus hermanos y llevándolos a cantar alabanzas y adorar al
Padre juntos - He. 2:12; 1 P. 1:3; Ro. 8:29; Jn. 20:19-29.
Bosquejo Uno
RECORDAR AL SEÑOR
(1)
Lectura bíblica: 1 Co. 11:20, 23-25; 10:16-17, 21; Mt. 26:26-29
I. La mesa del Señor es la reunión para partir el pan (Hch. 20:7); ; allí
los creyentes se reúnen para comer la cena del Señor (1 Co. 11:20) y asistir
a la mesa del Señor (1 Co. 10:21).
La mesa del Señor es la reunión más importante de una iglesia local; su
centro y fin es recordar al Señor para el disfrute del Señor.
Todos lo que se haga en la reunión, ya sea el cantar o hablar los himnos, la
oración o las alabanzas, debe tomar al Señor como su centro.
Los que asisten a la reunión deben hablar de la persona del Señor y Su
obra, de Su amor y Sus virtudes, de Su vivir y sufrimiento en la tierra, o de
Su gloria y honor en los cielos, para que los demás consideren o
comprendan estas cosas a fin de recordar al Señor mismo.
la reunión de la mesa del Señor en una iglesia local, debe ser apropiada y
adecuada.
1. Una reunión pobre expone la debilidad de los santos que están en una
iglesia local.
Una reunión inapropiada muestra que la iglesia no ha recibido el
entrenamiento necesario.
Una reunión inadecuada muestra que la iglesia es inmadura.
2. Una reunión sólida indica que el testimonio del Señor en
esa iglesia local es prevaleciente.
Bosquejo Dos
RECORDAR AL SEÑOR
(2)
Lectura bíblica: Jn. 6:33-35, 48: Sal. 16:5; 23:5 116:13; Ap. 14:10; Lc.
22:19-20; He. 8:6-13; 9:16-17.
Bosquejo Tres
LA ADORACIÓN AL PADRE
Lectura bíblica: Jn. 15:26; 16:13-15; 1 Co. 12:3, 1 Jn. 2:1; 2:23; He. 2:10-
12; Sal. 22:12-22; Jn. 20:17; Mt. 26:26-30; Jn. 17:1-5
I. La reunión de la mesa del Señor no sólo incluye, en la primera parte,
la acción de recordar al Señor sino que también incluye, en la segunda
parte, la adoración al Padre
Conforme al procedimiento de la salvación de Dios, primero recibimos al
Señor y luego nos acercamos al Padre.
En Mateo 26:26-30, después de que el Señor Jesús partió el pan y cantó un
himno con los discípulos.
Los condujo al monte de los Olivos para reunirse con el Padre.
En esto se implica y se establece un principio, a saber: después de partir el
pan para recordar al Señor, debemos ser llevados por Él a adorar al Padre
juntos.
II. En la economía de Dios, el Espíritu da testimonio acerca del Hijo y
lleva a los creyentes al Hijo - Jn. 15:26; 16:13-15; 1 Co. 12:3.
Juan 15:26 dice: "Pero cuando venga el Consolador... el Espíritu de
realidad ... Él dará testimonio acerca de Mí"
Juan 16:13-15 dice: "Pero cuando venga el Espíritu de realidad, Él os
guiará; porque tomará de lo Mio, y os lo hará saber".
Primera Corintios 12:3 dice: "Nadie que hable en el Espíritu de Dios dice:
Jesús es anatema; y nadie puede decir ¡Jesús es Señor!, sino en el Espíritu
Santo".
En la reunión de la mesa del Señor, el Espíritu nos lleva al Hijo para que
todos los miembros del Cuerpo de Cristo, quienes son hijos de Dios y
hermanos del Hijo primogénito, recuerden adecuadamente al Hijo.
III. En la economía de Dios el Hijo es el Abogado o interceso de los
creyentes para con el Padre y los lleva al Padre - 1 Jn. 2:1; 2:23; Hee. 2:12.
Primera Juan 2:1 dice: "Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para
con el Padre, a Jesucristo el justo"
Primera Juan 2:23 dice: "Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al
Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre"
Hebreos 2:12 dice: "[Yo Jesús] anunciaré a Mis hermanos Tu nombre [el
nombre del Padre]".
Después de que recordamos al Señor, el Hijo nos conduce al Padre para
que nosotros, los muchos hijos del Padre y hermanos del Hijo primogéntio,
adoremos al Padre juntamente con Él.
IV. La revelación que puede verse en Salmos 22:12-22 y Hebreos 2:10-
12:
Salmos 22:12-21 es una profecía que describe la muerte de Cristo: "Me han
rodeado muchos toros". - "Todos mis huesos se descoyuntaron", "Mi
lengua se pegó a mi paladar", "Ellos mi miran y me observan",
"Repartieron entre sí mis vestidos", "y sobre mi ropa echaron suertes".
Sin embargo, Salmos 22:22 es una profecía que se cumple después de la
resurrección de Cristo.
1. Salmos 22:22ª dice: "Anunciaré tu nombre a mis hermanos".
En Juan 20:17 Jesús llamó a los discípulos "hermanos" por primera vez.
Jesús nunca llamó a los discípulos "hermanos" sino hasta después de la
resurrección; antes de Su resurrección, el Señor sólo los llamaba amigos.
En Juan 20:20-23 Jesús se reunió con los discípulos por primera vez en
resurrección; él anunció el nombre del Padre a Sus hermanos.
En aquel tiempo, en el día de la resurrección de Cristo, se cumplió Salmos
22:22ª.
2. Salmos 22:22b dice: "En medio de la congregación te
alabaré".
Hebreos 2:10 dice: "Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las
cosas, son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que
habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciónes al
autor de la salvación de ellos"
El autor, o Capitán, de nuestra salvación es el Hijo.
El Hijo esta llevando muchos hijos (los creyentes) a la gloria.
Hebreos 2:11 dice: "Porque el que santifica y los que son santificados, de
uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos"
La palabra "uno" se refiere al Padre.
El que santifica es el Hijo.
"Los que son santificados" son los hijos.
Así que, el Hijo y "los que son santificados " os que son santificados", son
todos de un solo Padre.
Por lo tanto, el Hijo no se avergüenza de llamarnos hermanos; en Juan
20:17, después de Su resurrección Él dijo a María: Vé a Mis hermanos".
Por medio de la resurrección de Cristo, todos Sus discípulos recibieron la
vida del Padre - 1 P. 1:3.
Ahora, debido a que Cristo y nosotros procedemos de la misma fuente (Ef.
1:3; 4:6; Mt. 6:9) y tenemos la misma vida (1 Jn. 5:11-12) con la misma
naturaleza (2 P. 1:4), él no se avergüenza de llamarnos hermanos.
E. Hebreos 2:12 es una cita de Salmos 22:22 y dice: "Anunciaré a
Mis hermanos Tu nombre, en medio de la iglesia te cantaré himnos de
alabanza" (gr.).
Aquí vemos que el Hijo anuncia a Sus hermanos el "nombre" del Padre,
esto es, les da a conocer al Padre como la fuente de vida y como el Dios
que los engendró.
Este versículo también nos dice que el Hijo canta himnos de alabanza al
Padre en medio de la iglesia.
En este versículo podemos ver que los hermanos son los hermanos y en el
aspecto individual., somos los hermanos y en el aspecto colectivo, somos la
iglesia, producida en la resurrección de Cristo.
V. Después de Su resurrección, ¿Cuándo vino Jesús a los hermanos y
cantó alabanzas al Padre?
Salmos 22:22ª y Hebreos 2:12ª se cumplieron en el aposento alto en Juan
20, pero ¿qué de los versículos 22b y 12b?
¿Dónde se narra que Cristo haya cantado alabanzas al Padre?
¿Dónde está el cumplimiento de esta profecía?
Esta profecía se cumple continuamente en la iglesia.
VI. Cuando Jesús impartió Su aliento a los discípulos (Jn. 20:22), Él,
como Espíritu Santo, el pnéuma santo, entró en ellos para morar en ellos.
Cuando Jesús sopló en ellos, les impartió Su mismo Ser.
Ahora Jesús como el Espíritu que mora en nosotros, canta himnos de
alabanza al Padre por medio de nosotros, la iglesia.
Jesús, en medio de la iglesia, canta himnos de alabanzas al Padre - He.
2:12b.
En esto se cumple Salmos 22:22b.
Esta es la alabanza al Padre llevada a cabo por el Hijo primogénito en los
muchos hijos del Padre en las reuniones de la iglesia.
No es que Él alabe al Padre por Su propia cuenta, sino que lo alaba dentro
de nosotros y juntamente con nosotros por medio de nuestras alabanzas.
Cuando los hermanos de Cristo cantan alabanzas al Padre, Cristo canta en
el cantar de ellos.
1). Si, pues, no cantamos nosotros, ¿cómo puede cantar Cristo?
Para que Jesús pueda cantar alabanzas al Padre, nosotros debemos cantar.
Después de que damos nuestras alabanzas a Cristo, recordándole a Él. Él
nos lleva al Padre, y seguimos a nuestro Hermano mayor que mora en
nosotros mientras. Él nos dirige en un canto.,
VII. Mateo 26:30 dice: "Y cuando hubieron cantado un himno, salieron al
monte de los Olivos".
Esta fue una alabanza al Padre que el Señor hizo juntamente con Sus
discípulos después de tener la mesa del Señor.
Después de cantar, los llevó al monte de los Olivos para buscar el rostro del
Padre - Jn. 17.
Con base en estos versículos cantamos alabanzas al Padre al final de la
mesa del Señor como nuestra adoración a Él.
Debemos tener un tiempo definido y una acción definida en la iglesia para
adorar al Padre.
Tenemos que creer que el mejor tiempo es inmediatamente después de
recordar al Señor en Su mesa.
VIII. El Padre busca verdaderos adoradores, los que lo adoren en espíritu y
realidad - Jn. 4:23-24.
A. Debemos adorar al Padre en Su habitación, Su morada, que es
nuestro espíritu humano - Ef. 2:22.
Nuestro Padre Dios es Espíritu, así que tenemos que ejercitar nuestro
espíritu para tener contacto con Él.
Nuestro espíritu mezclado con el Espíritu divino es un espíritu de filiación
en el cual clamamos: "Abba, Padre" - Ro. 8:15.
El Espíritu da testimonio juntamente con nuestro espíritu de que somos
hijos de Dios, nuestro Padre- Ro. 8:16.
B. Debemos adorar al Padre en realidad, lo cual es adorarlo por
medio de Cristo como la realidad de odas las ofrendas - Lv. 1-6; He. 10:5-
10.
Bosquejo Cuatro
COMUNIÓN PRÁCTICA ACERCA DE LA REUNIÓN DE LA
MESA DEL SEÑOR
Lectura bíblica: Jn. 6:35, 57; Sal. 116:12-14; 1 Jn 1:7, 9; ap. 1:10; Sal.
118:24; 84:1-2; 42:4; 100:4; 96:8; He. 13:15; Sal. 50:23; 116:17; Ap. 5:13;
Sal. 8:2; Mt. 21:16; Lc. 22:19ª; Sal. 89:7; He. 12:28; Dt. 14:23.
I. Comer, beber y disfrutar del Señor en Su cena son nuestra
declaración y nuestro testimonio.
Nuestra declaración es que estamos unidos al Señor y mezclado con Él, así
como el pan está mezclado con nosotros después de que lo hemos recibido
en nuestro cuerpo.
Nuestro testimonio es que vivimos por medio de comer, beber y disfrutar al
Señor, tomándolo como nuestra vida cada día.
El significado de comer el pan y beber la copa es en realidad el significado
de la vida cristiana; la vida cristiana es una vida de comer, beber y disfrutar
al Señor diariamente.
II. Necesitamos prepararnos para la reunión de la mesa del Señor.
Debemos mantener una dieta santa comiendo a Jesús diariamente como
nuestro pan de vida (Jn. 6:35, 57) para ser renovados de día en día (mañana
tras mañana) por medio de ser nutridos con el nuevo suministro de la vida
de resurrección (2 Co. 4:16), orando-leyendo la Palabra y leyendo el
ministerio que la abre.
Debemos beber la copa de bendición, la copa de la salvación,
continuamente todo el día (1 Co. 10:16; Sal. 116:12-14, 17), invocando el
nombre del Señor (conversando con el Señor, dándole gracias y
alabándolo).
Todo el día debemos disfrutar el continuo y constante lavamiento de la
sangre del Señor (1 Jn. 1:7, 9), confesando nuestros pecados.
Debemos preparar nuestro ser para la reunión de la mesa del Señor en el
día del Señor:
Comenzando el día en la noche anterior antes de la mañana del día del
Señor - Gn.1:5b; cfr. Lv. 23:32.
Ejercitándonos para estar en espíritu en el día del Señor _ Ap. 1:10; Hch.
20:7; Sal. 118:24.
cuando vayamos a ir a la reunión debemos dedicar algún tiempo, por lo
menos cinco o diez minutos, para orar.
En nuestra oración, debemos confesar nuestro specados al Señor para poder
disfrutar que el Espíritu Santo nos llene.
Tenemos que aprender a permanece en comunión con el Señor.
El enemigo trata de impedir que asistamos a la reunión o hacer que no
asistamos en una condición preparada.
Debemos prepararnos para habar en la reunión, para alabar al Señor - 1 Co.
14:26.
No debemos "abandonar la reunión a la suerte", sino que debemos venir
preparados por el Señor y con el Señor para llevar la reunión tal como los
sacerdotes llevan el arca; la reunión es el arca, el testimonio.
Debemos venir a la reunión de la mesa del Señor en una manera recobrada.
Con un amor por las reuniones - Sal. 84:1-2.
Renovados - Mt. 26:29.
Con voces de alegría y de alabanzas - Sal. 42:4.
Con acción de gracia y alabanza - Sal. 100:4.
Con ofrendas - Sal. 96:8.
Siendo puntuales.
Sentados en el frente para encargarnos de la reunión como soldados que
pelean opara vencer al enemigo y como atletas preparados para ganar el
juego.
Renunciando a nuestra disposición natural, y dejando fuera de la puerta
nuestro yo con todos los sentimientos, y ejercitando nuestro espíritu para
percibir al Señor, alabarlo y darle gracias.
III. La práctica de la reunión de la mesa del Señor:
A. Necesitamos recordar al Señor alabándolo y dándole gracias,
en lugar de orar pidiendo que el Señor haga algo por nosotros.
Lo primero que hay que hacer en la reuniones de la iglesia es alabar,
ofrecer sacrificio de alabanza y acción de gracias - 1 Co. 14:26ª; He. 13:15;
Sal. 50:23; 116:17.
En la reunión de la mesa del Señor, no debemos pedirle al Señor que haga
algo por nosotros, sino que debemos bendecir al Señor hablando bien de Su
persona y obra -Ap. 5:13; Sal. 48:1.
Las alabanzas son la fuerza de la iglesia - Sal. 8:2; Mt. 21:16; Hech 2:47ª.
B. Debemos llevar a cabo la reunión de la mesa del Señor en dos
secciones.
Durante la primera sección de la reunión, todas nuestras alabanzas deben
dirigirse a Cristo.
Durante la segunda sección de la reunión debemos dirigir nuestras
alabanzas a Dios el Padre.
No debemos ofrecer adoración al Padre mientras recordamos al Señor;
tampoco debemos alabar al Señor mientras adoramos al Padre.
Lo mejor es dejar la tercera parte o dos quintas partes para adorar al Padre.
C. Tenemos que aprender a seguir el fluir y ambiente de la
reunión, estando conscientes del Cuerpo.
Todos tenemos que mantener la actitud y espíritu de que nosotros no somos
el centro, el fluir, el tema, la meta, sino que es el Señor, el Espíritu, quien
lo es.
Debemos comenzar la reunión en una manera general con nuestra alabanza
y nuestro canto; tenemos que aprender a percibir la carga del Señor para
nuestras alabanzas.
Nuestra percepción espiritual tiene que ser aguda; es menester que sepamos
cuál es el fluir del Espíritu.
En las reuniones nunca debemos comportarnos de una manera
independiente e individual.
Procuren estar sensibles en su espíritu para detectar el fluir de la reunión.
Una vez que se da comienzo a un tema en la reunión, sencillamente
continúenlo en coordinación con los demás.
A veces para percibir el fluir, necesitamos ser equilibrados: no debemos
preocuparnos tanto por nuestro propio sentir como por el fluir que hay en la
reunión misma.
Siempre debemos practicar la unanimidad siguiendo a otros y diciendo
"amén" a las alabanzas y a la acción de gracias de otros.
Después de percibir el fluir, debemos ejercitar nuestro espíritu para seguirlo
y entrar en él mismo; la reunión de la mesa del Señor debe estar llena del
Espíritu por medio del ejercicio de nuestro espíritu.
En la reunión de la mesa del Señor, todos debemos aprender a jugar con el
mismo "balón" (el fluir del Espíritu), y no con muchos balones a la vez.
Supongamos que se interrumpe el fluir, que de repente uno que no tiene
mucha experiencia en el espíritu cambia el tema.
Entonces usted debe recuperar el fluir; usted debe volverlo a su curso.
Cuando haya sido recuperado, todos deben darse cuenta de que ya hemos
vuelto a fluir.
No debemos seguir adelante sin volver al fluir; de otra manera, perderemos
la continuidad.
A veces es bueno y correcto que el fluir cambie de dirección, pero
necesitamos una progresión apropiada; no podemos salta de un tema a otro
sin saber adónde vamos.
Tenemos que llegar a conocer los himnos y aprender a aplicarlos en el
momento apropiado:
Para comenzar una sección de la reunión.
Para fortalecer y enriquecer la sección que ha comenzado
Para prolongar y realzar la misma sección.
Para seguir el ambiente de la reunión.
Se debe pedir lo s himnos de tal manera que todos lo puedan oír.
No sólo debemos cantar los himnos sino también hablarlos para nuestra
alabanza al Señor y para nuestra adoración al Padre - Ef. 5:19; col. 3:16.
No es bueno que cantemos un himno tras otro en la reunión de la mesa del
Señor.
En una reunión de la mesa del Señor, es posible usar solamente un himno.
Para hacer esto, necesitamos hablar los himnos.
todo lo que hagamos en la reunión debe fortalecer o realizar el tema, el
propósito o el fluir de la reunión.
Debemos ejercitar nuestro espíritu para mantener la reunión en su cumbre
por mucho tiempo.
No debemos distribuir el pan y la copa ni muy temprano ni muy tarde, sino
en el momento cuando nuestra acción de recordar al Señor está en su
cumbre.
Lo mejor es repartir el pan y la copa dando gracias al Señor - Lc. 22:19ª.
Si alguien da una palabra llena de vida con respecto al significado del pan y
la copa en la mesa del Señor, esta palabra dará vida e incitará a otros a
amar al Señor y a los santos.
Debido a que muchos nuevos creyentes que asisten a la mesa del Señor no
conocen el significado del pan y de la copa, necesitan tal clase de palabra
acerca de su significado.
necesitamos celebrar la mesa del Señor en una manera viva que está llena
de canto, llena de oración, llena del Espíritu y llena de la Palabra santa.
En la reunión de la mesa del Señor, necesitamos darle al Señor nuestra
reverencia, respeto, estimación, honra y admiración, es decir; necesitamos
temer al Señor - Sal. 89:7; 86:11: 130:4; 2:11; 2 Co. 5:11ª. Hch. 9:31: He.
12:28.
Tenemos que aprender a temer a Dios asistiendo a las reuniones
regularmente, funcionando y llegando a tiempo - Dt. 14:23.
La manera en que nos sentamos en la reunión, la manera en que nos
conducimos en la reunión, la manera en que tomamos el pan y bebamos la
copa exhiben nuestra reverencia y temor de la presencia del Señor.
Si nos reunimos estando llenos de divisiones o en una manera profana,
comemos y bebemos indignamente, comiendo y bebiendo juicio para
nosotros mismos - 1 Co. 11:27-29.
Que hagamos memoria del Señor o no, depende de que nuestra práctica sea
apropiada.
Bosquejo Cinco
SIGNIFICADOS ADICIONALES
DE LA REUNIÓN DE LA MESA DEL SEÑOR
Lectura bíblica: He.7:1; 6:20; Gn. 14:18; 1 Co. 5:7-8; Lc. 22:30; 1 co.
10:16, 18, y,14,21; 11:26,29
I. La reunión de la mesa del Señor que es la cena del Dios Triuno
procesado, la cual nos nutre, está relacionada con el sacerdocio de Cristo
según el roden de Melquisedec.
Nuestro Señor Jesús ha llegado a ser Sumo Sacerdote para siempre según el
orden de Melquisede- He.5:6, 10; 6:20; 7:15-17; Zac; 6:13.
Melquisedec, rey de Salem (paz) y rey de justicia, ministró pan y vino a
Abraham (Gn. 14:18), y el Señor Jesús ministró pan y vino a Sus
discípulos.
1. Nuestra base para venir a la mesa del Señor es la justicia y la paz
(Ro. 3-5).
La justicia ha sido contada con nuestra, y nosotros hemos sido justificados.
Como resultado, disfrutamos la paz.
2. El pan y el vino que están en la mesa representan al Dios
procesado, quien, como incorporación de Dios, ha sido procesado para que
sea ministrado en nosotros.
El pan denota el suministro de vida, y el vino denota la sangre que realiza
la redención para saciar nuestra sed.
Cristo pasó por el proceso de muerte en la cruz para ser nuestro suministro
de vida con el vino redentor (el líquido redentor de vida; cfr Lv. 17:11) a
fin de saciar nuestra sed, que era el resultado de estar bajo la condenación
de Dios.
3. La venida de Melquisedec para ministrar pan y vino a
Abraham, padre de la raza llamada, representa la venida de Cristo para
ministrarse a Sí mismo en nosotros como el Dios procesado.
El sacerdocio eterno y el ministro celestial de Cristo tienen como fin el
propósito original de Dios de impartirse, dispensarse y forjarse en nosotros
para que seamos Su expresión corporativa.
Nos ha redimido y ahora nos alimenta.
Necesitamos acercarnos al trono de la gracia, a nuestro Melquisedec, Aquel
que ministra al Dios procesado como gracia impartiéndole en nosotros a fin
de que sea nuestro suministro diario para nuestro disfrute.
D. Cristo, nuestro gran Sumo Sacerdote, tipificado por
Melquisedec, intercede por nosotros y ministra al Dios procesado con la
bendición divina a los que pelean por los intereses de Dios como lo hizo
Abraham - Gn. 14:17-24; He. 7:1, 25.
BOSQUEJO SEIS
DISCERNIR EL CUERPO
Lectura bíblica: 1 Co. 10:14-17; 11:17-22, 27-34; Stg. 5:14-15
I. En 1 Corintios 11 Pablo trajo una palabra muy franca a los corintios.
En el versículo 17 Pablo dijo: "No os congregáis para lo mejor, sino para lo
peor".
Esto indica que cuando los creyentes se reúnan les puede ser una pérdida en
lugar de un provecho.
"Para lo mejor" Significa para provecho.
"Para lo peor" significa para pérdida.
En el versículo 20 Pablo dijo: "Cuando, pues, os reunís vosotros...no es la
cena del Señor la que coméis".
En el versículo 27 Pablo dijo: "De manera que cualquiera que coma este
pan o beba esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de
la sangre del Señor".
Comer y beber indignamente es no evaluar el significado del pan y la copa.
Que uno sea culpado del cuerpo y la sangre del Señor significa que uno trae
juicio sobre sí mismo- vs. 29-30.
En el versículo 29 Pablo dice: "El que come y bebe, sin discernir el cuerpo,
juicio come y bebe para sï"
II. ¿Por qué usó Pablo palabra tan fuerte?
Los corintios venían a la mesa en una situación de divisiones - v. 18.
También había partidos, sectas, entre ellos -v.19:
Hay una diferencia entre una división y una secta.
Una secta es más fuerte que una división.
Cuando una división se concreta, viene a ser una secta.
Cuando una secta toma nombre, se convierte en una denominación.
Los corintios también profanaban la mesa del Señor; esto es, la hacían
común, lo mismo que cualquier otra clase de comida - vs. 21-22.
III. El principio básico de la iglesia, el Cuerpo de Cristo, es la unidad
-Ef. 4:4-6.
Cuando la unidad es dañada, el Cuerpo es dividido.
Las divisiones dañan al Cuerpo de Cristo con respecto al cumplimiento de
la administración de Dios.
Las divisiones entre los cristianos no sólo paralizan al Cuerpo sino que
incluso hacen que el Cuerpo sea cortado en pedazos.
Para que se lleve a cabo la administración de Dios, nosotros debemos
preocuparnos así nos preservará en el Cuerpo y nos guardará de la división.
C. En Corintios la unidad había sido dañada.
Cuando entran opiniones disonantes (P. Ej., con respecto al bautismo), se
desarrollarán a menos que sean refrenadas.
El desarrollo de tales opiniones llevará a la formación de sectas dentro del
Cuerpo.
Con el tiempo, este desarrollo llevará a la formación de denominaciones, p.
Ej., la inmersión (Bautista), la aspersión (Presbiteriana).
Los corintios decían sectas, pero no denominaciones.
Habían formado sectas, pero no denominaciones.
Ser de Pablo, de Pedro, de Apolos o de Cristo de una manera sectaria,
anulaba la mesa del Señor.
3. Algunos de los corintios eran aprobados - 1 Co. 11:19.
"Ser aprobado" Significa ser probado de tal manera que los requisitos sean
satisfechos.
en este versículo, ser aprobado significa que uno no está involucrado en
ninguna secta ni división.
IV. No debemos comer el pan y beber la copa indignamente - 1 Co.
11:27.
Si nos reunimos estando en división o si profanamos la mesa del Señor,
comemos y bebemos indignamente.
Si comemos y bebemos indignamente, comemos y bebemos juicio para
nosotros indignamente, muchos santos en Corinto estaban débiles y
enfermos, y varios de ellos dormían (habían muerto) - v.30.
Primero, el Señor los disciplinó de manera que estaban débiles físicamente.
Debido a que no se arrepintieron de su ofensa, fueron disciplinados más
hasta enfermarse.
Debido a que con todo y eso no se arrepintieron, el Señor los juzgó con la
muerte.
El versículo 30 es una palabra de advertencia.
La debilidad debe ser una advertencia para nosotros.
Si no tomamos esta advertencia, vendrá la segunda, la enfermedad.
Si no atendemos a la segunda advertencia, nos vendrá la tercera
advertencia, la muerte.
Es posible que algunos de los santos necesiten llamar a los ancianos (Stg.
5:14-15), quienes son representante del Cuerpo, a fin de que éstos oren por
ellos para que sean sanados y traídos de nuevo a una relación correcta con
el Cuerpo.
V. Con respecto a la cena del Señor, Pablo usó dos palabras cruciales:
probar y discernir - 1 Co. 11:28-29.
Discernir es distinguir, separar, discriminar, hacer una distinción.
Primero, el pan que está en la mesa del Señor representa el cuerpo físico
del Señor, el cual fue sacrificado en la cruz para nuestra redención - 1 Co.
11:23-24.
Los corintios profanaban la cena santa haciéndola una cosa común.
Este es un pecado contra el cuerpo físico de Cristo crucificado.
El pan en la mesa debe ser santificado, hecho santo.
No debemos tocar el pan como se toca la comida cotidiana; debemos tocar
el pan con reverencia.
El pan en la mesa del Señor también representa el Cuerpo místico de Cristo
- 1 Co. 10:16-17.
En 1 Co. 11:29 "Sin discernir el cuerpo" se refiere a no discernir el Cuerpo
místico de Cristo.
Tenemos que discernir si el pan en la mesa representa al Cuerpo único y
místico de Cristo o a una división.
Si el pan representa a un grupo divisivo o a una denominación, no debemos
tomarlo.
Discernir el Cuerpo de esta manera es reconocer que es completamente
distinto de todo lo demás.
Venir a la mesa con división es ofender al Cuerpo místico de Cristo.
Cada uno tiene que examinarse a sí mismo para ver si hay alguna ofensa
entre él y otro miembro del Cuerpo.
Discernir (distinguir) el Cuerpo es comprender que el pan no es común sino
que es un pan separado y santificado y que el Cuerpo místico incluye a
todos los santos, a todos los creyentes en Cristo, especialmente a aquellos
con quienes partimos el pan.
Si comemos el pan sin tal discernimiento, comemos y bebemos juicio para
nosotros mismo.
No debemos profanar el pan haciéndolo común, ni comer el pan si existe
alguna ofensa entre nosotros y otro santo.
Si tomamos el pan de una manera santificada y santa, sin tener ninguna
ofensa entre nosotros y otro santo, discernimos el Cuerpo.
I. LO QUE ES EL EVANGELIO
1) Siendo las alegres nuevas, las buenas nuevas: "Del que trae
alegres nuevas... que publica salvación" (Is. 52:7); "De los que anuncian la
paz, de los que anuncian buenas nuevas" (Ro. 10:15). El evangelio es las
alegres nuevas y las buenas nuevas de gran gozo, el cual Dios pidió que
Sus siervos anunciara a los hombres.
Después que el Señor Jesús efectuó la redención que Dios había planeado
para Su pueblo escogido, a través de Su muerte y resurrección, y cuando Él
estaba por dejar la tierra y ascender al cielo, comisión a Sus discípulos a
que fueran por todo el mundo y predicaran el evangelio a toda criatura,
haciendo discípulos a todas las naciones y bautizándolos en el Dios Triuno.
Esta es una comisión solemne. Fue dada no solamente a los discípulos que
estaban con el Señor, sino también a todos los que han creído en Él y han
recibido Su salvación por todas las generaciones. Por lo tanto, debemos
recibir seriamente esta comisión para ir y propagar el evangelio del Señor.
Capítulo Cinco
LAS DIFERENTES CLASES DE REUNIONES EN LA IGLESIA
I. LA REUNIÓN PARA LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO
En la iglesia hay diferentes clases de reuniones: La reunión para la
predicación del evangelio es una d ellas.
Para la reunión de la predicación del evangelios, los hermanos
locales deben buscar un tiempo especial, tal vez los días del Señor por la
mañana, para congregarse a fin de predicar el evangelio, o para ir a varios
distritos a predicar el evangelio. Siempre prediquen el evangelio con todas
sus fuerzas.
Como ya hemos mencionado, cuando tengan una reunión para la
predicación del evangelio, deben trae a la gente con ustedes. Deben
sentarse con aquellos que han traído. Si usted trajo a dos personas, debe
sentarse entre ellas y no dejarlas solas. También debe hablarles y escuchar
el mensaje con ellas. Después que han acaba de escucharlo, acompáñeles a
su casa. Debe hacerles un seguimiento hasta que sean bautizados.
La predicación del evangelio puede hacerse de una manera fuerte. Al
mismo tiempo, necesitamos dos o tres hermanos para que hagan todo lo
posible por enviar material evangelístico a las reuniones de diferentes
localidades. Necesitamos compilar historias y ejemplos evangelísticos, y
cosas que hayan sido usadas anteriormente, y enviarlas a fin de que las
diferentes localidades tengan material para la predicación del evangelio. Al
hacer esto, las reuniones en las diferentes localidades recibirán mucho
beneficio.
Al mismo tiempo, la actitud de los hermanos mientras escuchan el
mensaje en una reunión de predicación del evangelio tiene que ser correcta.
Muchas veces nuestros propios hermanos son los que arruinan la reunión.
Los hermanos deben comprender que el evangelio no es predicado para que
ellos lo escuchen. Usted debe ayudar a esa reunión y no hacer que se
debilite, y debe aprender a guiar a la gente que se siente a su lado, a que
crea en el evangelio. Por supuesto usted no necesita el evangelio, pero ellos
sí. Será mucho más fa´cil para el predicador del evangelio, si la actitud de
todos los hermanos en la reunión de predicación del evangelio tendrá que
preocuparse por los pecadores y también por la reacción de los hermanos.
Deben darse cuenta de que él no está tomando un examen de predicación
del evangleio, sino que está haciendo todo lo posible para que la gente sea
salva. Si todos hicieran esto, la reunión de la predicación del evangelio
tendría pocas dificultades.
Espero que la reunión para la predicación del evangelio no sea ni
muy larga ni muy corta. Predicar por una hora o dos, no es problema.
En la reunión para la predicación del evangelio, las dos terceras
partes del tiempo siempre se emplean en tirar la red, y una tercera parte,
para sacar la red. Esta es una buena forma que podemos adoptar.
LA REUNIÓN DE 1 corintios 14
Tenemos que buscar a los santos que son especialmente útiles para
los hermanos y hermanas. Los hermanos responsables deben decirles:
"Esperamos que ustedes hablen más". Hay muchos hermanos y hermanas
que al hablar no pueden discernir bien lo que es apropiado; es bastante
claro que tienen un don pequeño y poca gracia. Los hermanos responsables
pueden instruirlos privadamente a que hablen menos. A algunos deben
ponérseles un límite de tiempo, pero no ofendan al Espíritu Santo. Si
algunos hermanos se levantan a hablar por sólo dos minutos, pueden dar
mucha ayuda a los hermanos. Pero tal vez les guste continuar hablando por
mucho tiempo, y cuando dan tantos rodeo y las hermanas, se hace muy
largo lo que comparten. A estos hermanos debemos decirles que si hablan
por dos minutos, los hermanos recibirán ayuda, pero que al tercer minuto
la ayuda se reduce, y al cuarto minuto, la ayuda se ha agotado. Por lo tanto,
deben hacerles ver que deben hablar de una manera simple por dos
minutos. A otros tiene que decirles que es suficiente que ellos hablen por
cinco minutos.
Si cada uno de lo que se levantan a hablar es completamente tratado
por Dios esta reunión será fuerte.
Muchos están seguros de sí mismo, y creen que siempre pueden
ayudar a otros. No saben cómo tocar el espíritu del hombre, pero piensan
que pueden ayudar a la gente. Si nadie les dice esto, no lo sabrán. Por lo
tanto, los hermanos responsables deben decirles que deben ser breves
cuando hablen delante de Dios; cuando hablan mucho no pueden ayudar a
otros. Si los hermanos responsables hablasen de esta manera, les sería de
ayuda. Si cierto hermanos habla y es de ayuda a los demás, los hermanos
responsables deben animarlos a que hable de nuevo. Aunque no todos los
hermanos responsables son ministros de la palabra, el cuidado de la iglesia
es asuntos de ellos. Por lo tanto, los hermanos responsables deben decirle
que deben ser breves cuando hablen delante de Dios; cuando hablan mucho
no pueden ayudar a otros. Si los hermanos responsables hablasen de esta
manera, les sería de ayuda. Si ciento hermano habla y es de ayuda a los
demás, los hermanos responsables deben animarlo a que hable de nuevo.
Aunque no todos los hermanos responsables son ministros de la palabra, el
cuidado de la iglesia es asunto de ellos.. por lo tanto, no debe ser
descuidado. Anime a unos hermanos a que hablen más para que la iglesia
reciba la provisión. Deben restringir a otros hermanos. Cuando hablan
mucho, no dan ayuda.
Si los hermanos responsables no son pasivos, sino que activamente
cuidan de la reunión, creo que el tipo de reunión de 1 Corintios 14 puede
traernos muchas riquezas.
El punto crucial es que los hermanos responsables no deben hablar a
la ligera, ni tratar con la gente descuidadamente. Si ellos no son
cuidadosos, ofenderán al Espíritu Santo. Como un anciano de la iglesia, la
cosa que más debemos temer es ofender al Espíritu Santo. El Espíritu Santo
es el verdadero representante de Cristo en ejecutar Su autoridad en la tierra.
Los ancianos deben entender la mente de Cristo y luego hablar. Si no
conocen la mente de Cristo, no deben hablar. Si no hablan cuidadosamente,
ofenderán al Espíritu Santo.
LA REUNIÓN DE ORACIÓN
Primero, díganles a todos los hermanos que oran que aprendan a ser
breves. Diez de cada diez reuniones de oración son arruinadas por
oraciones largas. En la reunión de oración todos deben aprender a orar de
una manera breve. Los hermanos de edad tal vez tengan algunas oraciones
largas. Pero desde el principio díganles a los nuevos creyentes que
aprendan a ser breves. Para que la reunión de oración tenga poder y sea
fuerte, la oración debe breve. Las oraciones largas frecuentemente son
acolchonadas con muchas palabras vacías. Cuando vayan a una reunión de
oración, deben acordarse de decirles que hagan oraciones breves.
Sea Genuino
En segundo lugar, debemos advertirles a los hermanos y hermanas
que las palabras de su oración en la reunión de oración deben ser honestas.
Adviértanles a los hermanos y hermanas que su oración en su propio
tiempo personal y su oración en la reunión de oración no deben diferir
mucho. Aprendan a ser genuinos. Es verdad que las palabras en la reunión
de oración deben ser claras. Cuando uno tiene su tiempo personal delante
de Dios, puede detenerse antes que la frase sea completamente expresada:
pero, en la reunión de oración, por supuesto, , debería terminar la frase. Sin
embargo, a veces las palabras que uno usa en la reunión de oración, no son
las palabras que uno usa en la reunión de oración, no son las palabras que
usa en su tiempo personal de oración. Muchas oraciones en la reunión de
oración, de hecho, no son genuinas. A veces, cuando usted está en una
reunión de oración, no sabe si cierto hermano está orando para que usted lo
escuche o para que Dios lo escuche. . cada vez que algunos oran, dan la
impresión de que están orando para que estén orando para que el hombre
los escuche. Por lo tanto, debemos encargarles que oren desde su corazón;
deben orar para que Dios los escuche. No permitan que algunos hermanos y
hermanas hagan de las oraciones una especie de predicación de verdades, y
tampoco les permita que den un informe a Dios. Encárguenles a los
hermanos que aprendan a hacer oraciones cortas y a orar genuinamente.
Estos son los requisitos básicos de una reunión de oración. Solamente se
debe hablar las palabras que uno tenga; todas las palabras que uno tenga,
éstas se debe hablar. Nunca debe ir más allá de lo que es genuino.
Capítulo Seis
Lectura Bíblica:
"Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los
que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,
y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su
necesidad" (Hch. 4:34-35).
"...Y el que busca halla..." (Mt. 7:8). "Sobre tus muros, oh Jerusalén,
he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os
acordáis de Jehová, no reposéis, , ni les deis tregua, hasta que restablezca a
Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra" (Is. 62:6,7).
La oración en la vida espiritual de un cristiano es un asunto de suma
importancia. Todo cristiano genuino se de cuenta de esto y se entrega a la
oración. No obstante, aunque algunos de los hijos del Señor gasten tiempo
orando sobre muchos asuntos, ellos no parecen alcanzar el objetivo en la
oración. El motivo es que no descubrieron la llave.
No importa lo que tengamos que hacer, necesitamos saber cómo
hacerlo. Es la técnica lo que importa. Si deseamos entrar en una sala y la
puerta está cerrada, es imposible entrar, a menos que tengamos la llave. O
si deseamos transportar una mesa pasando por la puerta, con la condición
que sepamos cómo hacerlo, la transportaremos sin dificultades; sin
embargo, si no sabemos cómo manipular las cosas, la transportaremos
desastrosamente, esforzándonos en vano para hacerla pasar por la puerta.
La dificultad no es el peso de la mesa, ni el ancho de la puerta, es la falta de
técnica de parte de aquellos que están realizando la tarea. Las personas que
aprendieron el arte de hacer las cosas, las hacen bien; las personas que no
aprendieron el arte, trabajan en vano.
Sucede lo mismo con la oración. Mateo 7 habla de los principios
relacionados a la oración, uno de los cuales es: "el que busca, halla".
Buscar implica tiempo. Cualquiera que busque algo de modo indiferente y
descuidado probablemente no lo encontrará. Buscar envuelve la paciencia y
perseverancia, y si no somos diligentes, no encontraremos lo que
buscamos. Si Dios no responde a nuestras oraciones, debemos ejercitar la
paciencia y buscar diligentemente la llave para la oración.
La razón por la cual Dios respondió las oraciones de muchos santos
en el pasado, es porque ellos poseían la llave para la oración. Si usted lee la
biografía de George Müller, verá que durante toda su vida él siempre estaba
recibiendo respuestas a sus oraciones. George Müller encontró la llave.
Muchos cristianos fervorosos oran extensamente; hacen largas oraciones,
con muchas palabras, sin embargo no reciben la respuesta de Dios. En la
oración, las palabras son esenciales; sin embargo, no debemos tener exceso
de palabras. Nuestras palabras deben ser objetivas, debe ser palabras que
toquen el corazón de Dios para moverlo al punto que no tenga alternativa a
no ser atender nuestros pedidos. Palabras objetivas son la llave para la
oración. Tales palabras están en perfecta armonía con la voluntad de Dios;
por lo tanto, solamente Él puede responderlas. Examinemos algunas
ilustraciones de la Biblia a fin de aprender el arte de orar.
CAPÍTULO DIEZ
ENCARGO Y ORACIÓN
"Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para
afirmarla; Jehová es su nombre: Clama a mí, y yo te responderé, y te
enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces" (Jer. 33:2-3). "No
apaguéis al Espíritu" (1 Ts. 5:19).
TODO HIJO DE Dios debe tener un encargo dado por Dios, pero los
encargos sólo pueden ser recibidos de Dios cuando nuestro espíritu está
abierto a Él. La abertura del espíritu hacia Dios es la condición para recibir
Sus encargos. Y habiendo recibido tales encargos, debemos aprender a
descargarlos con fidelidad por medio de la oración. Cuando descargamos el
primer encargo, recibiremos un segundo, y cuando éste sea descargado,
recibiremos un tercero.
Aquí, el asunto primordial es abrir nuestro espíritu a Dios. Por causa
de la infidelidad, podemos fácilmente llegar a una condición en que de
ningún modo recibiremos encargos. Por eso. Si queremos ser aquellos que
llevan los encargos de Dios, debemos ser muy sensibles y no rechazar
ninguna impresión que venga de Él. Al inicio, tales impresiones pueden ser
débiles, sin embargo, al avanzar tales impresiones obtienen más fuerza. Si
apagamos el Espíritu y perdemos nuestro encargo, la única manera de
recuperarlo es confesar nuestro pecado reaccionando fielmente a cada
impresión dado por Dios. Tan pronto seamos impulsados a orar, oremos.
La única razón de no recibir más encargos es que usted no liberó el encargo
que ya tiene. Descárguelo, y vendrá un encargo después de otro a medida
que usted los descarga. Sea fiel. A medida que usted descascarga fielmente
el encargo que tiene, Dios le dará continuamente más encargos para
cargar. ¡Oh! Hermanos y hermanas, si esperan ser de alguna utilidad para
Dios, usted deben recuperar su encargo perdido.
Los encargos están, de un modo especial, relacionados a la obra de
Dios. Por lo tanto, si estamos buscando hacer Su voluntad, debemos
esperar en Él hasta que Él nos comunique Su encargo, pues Su encargo es
la indicación de Su voluntad. Es por medio de los encargos que Él pone
sobre nosotros, que podemos discernir Su voluntad para con nosotros y la
manera por la cual Su voluntad puede ser realizada en nuestra vida.
Por ejemplo: Si Dios le da un encargo para predicar el evangelio,
mientras más usted predica el evangelio, más se sentirá libre, mientras que,
si falla en descargar su encargo, éste lo oprimirá más y más hasta que usted
quede aplastado debajo de él. Entonces se levantará se levantará una
barrera entre usted y Dios, y le será difícil entrar en contacto con Él.
Los encargos de esta naturaleza están unidos con todo el trabajo
espiritual. Intente trabajar sin un encargo, su trabajo será ineficaz, pero
dispóngase a trabajar de acuerdo con el encargo que está sobre usted, todo
su ser será progresivamente liberto en la proporción en que usted avanza.
El valor de su trabajo depende del encargo que usted carga con relación a
él. Ciertamente tal trabajo tiene valor espiritual si es desempeñado bajo el
encargo dado por Dios, y durante todo el tiempo de su realización usted
mismo se sentirá libre y refrescado; de otro modo, el trabajo será
espiritualmente sin valor y usted sentirá que está trabajando en vano e
incluso, puede ser convencido de reprobación mientras trabaja. Con
relación a todo el trabajo espiritual vamos, por lo tanto, a esperar que Dios
nos confíe Su encargo, y, entonces, comencemos a descargarlo
decididamente.
RECONOCIENDO UN ENCARGO
Sin embargo, esto no significa que tenemos que estar constantemente
mirando hacia dentro de nosotros para descubrir si tenemos o no un
encargo. Entre los hijos de Dios no hay nada más pernicioso para el alma
que la introspección. Tengamos en mente que lo que es más destructivo
para el alma es volver nuestro mirar hacia dentro de nosotros mismos. La
introspección es una enfermedad. El pecado es rápidamente reconocido
como tal, pero la introspección es más difícil de detectarla; y la
enfermedad insospechada debe ser más temida que aquella que es
evidente. Si le preguntasen si es equivocado ser orgullos, usted
inmediatamente respondería que obviamente lo es. Si le preguntasen si es
equivocado ser envidioso, usted sabría muy bien que es equivocado. Pero
usted puede volverse a sí mismo veinte veces en un único día sin ningún
sentimiento de estar haciendo algo equivocado. Si usted discute una vez,
enseguida se dará cuenta que pecó, sin embargo usted puede mirar hacia
dentro de sí mismo y estar totalmente desapercibido del mal que hay en
esto. Mirar hacia dentro de sí es lo más perjudicial en la vida cristiana.
Muchos cristianos son dados a la introspección y viven una vida de falsa
espiritualidad. Antes de hacer algún trabajo, ellos paran para preguntarse:
"¿Recibí encargo para esto? Este sentimiento que tengo ¿es o no un
encargo real?.
Suponga que alguien le pida que lo ayude a cargar una mesa de una
sala a otra. ¿Analiza usted si aquello es un encargo? Usted nunca hace eso.
Aquello que usted está cargando es obviamente un encargo. Recordemos
que nuestro encargo es lo que conocemos, no lo que tenemos que intentar
descubrir. Es de gran importancia reconocer esto. Si usted siente que
debería predicar el evangelio a alguien y se detiene a fin de cuestionar si
tiene o no el encargo, mientras usted hace sus preguntas la oportunidad
pasará. ¡Oh! Hermanos y hermanas, es inútil mirar hacia dentro de sí. Si
tiene un encargo o no, usted lo sabe, no hay necesidad de intentar
descubrirlo analizando sus sentimientos. Si algo pesa sobre usted este es su
encargo. Actúe de acuerdo con él y será libre. Entonces estará libre para
recibir más encargos de Dios.
Es de este modo que toda la obra de Dios es realizada. es de este
modo que el ministerio de la oración es llevado adelante, y la oración es
indispensable para toda la obra de Dios. Vamos entonces a aprender a dar
una expresión inmediata, por medio de la oración, para cada encargo dado
por Dios. Si no, por violar las determinaciones que Él nos da, perderemos
nuestra comunión con Él y seremos oprimidos exactamente por los mismo
encargos que, si los hubiésemos liberados en oración, nos habrían traído
nuestra propia liberación.
DESCARGANDO UN ENCARGO
CON EXPRESIÓN VERBAL
El Modelo
ELCANA Y ANA
Elcana, el Levita
Encabezamiento Adecuado
En 1 Samuel 1:2, dice que Elcana tenía dos mujeres: Ana y Penina.
En aquella época, el pueblo de Israel daba mucha importancia a la heredad
que cada tribu había recibido de Dios; y ellos debían tener hijos para
preservar la tierra que habían recibido. Podemos citar el caso de Abraham,
quien después de haber oído el consejo de su esposa Sarai, tomó la sierva
Agar para engendrarle hijos, con el fin de heredad la promesa de Dios (Gn.
16:1-3). Por el hecho de que Ana no podía engendrar hijos, probablemente
ella aconsejó a Elcana que tomase a Penina para engendrarlos, y así dar
continuidad a su nombre. Esto no tiene nada que ver con la situación del
mundo de hoy, donde hay todo tipo de concupiscencia y libertinaje. El
principio establecido por dios es la unión de un hombre con una sola mujer
(Mt. 19:4-6).
Oír el contexto de 1 Samuel 1, nos damos cuenta que Ana era sumisa al
liderazgo de su marido. En verdad, ella no solamente era sumisa, también
lo seguía y lo ayudaba en el servicio al señor . Cuando Dios creó a
Adán, dijo que no era bueno que el hombre estuviese solo, y que le haría
una ayuda que le fuese idónea (Gn. 2:18). Note que Dios no dijo que daría
al hombre una bella mujer para que le hiciera compañía, sino que le daría
una ayuda idónea. ¿Cuál era la función de esa "auxiliadora?" Ella fue
creada para ayuda a Adán a ejecutar la tarea que Dios le dio: labrar y
guardar el huerto. El hombre solo es una unidad incompleta: Él necesita de
su complemento, que es la mujer. Es función de la mujer ayudar al hombre
a servir al Señor. Esta es una verdad espiritual muy hermosa y muy
práctica.
Hoy, la situación de la mujer y el matrimonio está degrada. La mujer
llegó a ser meramente un objeto de deseo. Para muchos, el matrimonio
sirve solamente para satisfacer la lascivia. Es evidente que debe haber una
vida íntima entre la pareja, pero para que eso sea considerado normal
delante de Dios, deben observarse los principios que Él estableció. Adán
representa la autoridad de Dios en la tierra para el cumplimiento de Su
propósito, y el papel de Eva era ayudarlo en el desempeño de esa función.
Hoy, las esposas deben estar conscientes de que misión sigue siendo la
misma: ayudar a su marido a cumplir el propósito de Dios.
Luego de la caída de Adán, el pecado entró en el mundo, y por el
pecado la muerte (ro. 5:12). Desde entonces, poseemos esa naturaleza
pecaminosa que hace que pequemos espontáneamente. Dios, en Su
sabiduría y misericordia, nos dio algunos instrumentos que nos ayudan a no
caer en pecado. Entre ellos, tenemos nuestras actividades diaris, las
situaciones de prueba y los sufrimientos. Vemos, por ejemplo, que el rey
David cayó en adulterio con la mujer de Urías, cuando paseaba sobre el
terrado de la casa rea, sin hacer nada, en el tiempo en que él debía estar con
sus hombres en la guerra (1 S. 11:1-4). Por eso, en Su misericordia, Dios
restringio a la mujer por medio de su papel de madre, y dio al hombre el
esfuerzo del trabajo, dieicneo: "Con el sudor de tu rostro comerás el pan"
(Gn. 3:16-19). Por lo tanto, la mujer debe tomar su tarea de madre como un
medio de salvación de Dios; y el hombre también deber ver su trabajo de
esa manera. No es normal que un hombre no trabaje, como dice el apóstol
Pablo en 2 Tesalonicenses 3:6-12: "Si alguno no quiere trabajar, tampoco
coma(...) Algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no
trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno". No obstante, nuestro
trabajo y misión más elevados, son servir a Dios y tanto el marido como la
esposa deben hacerlo conforme a Su voluntad revelada en la Biblia.
Piloto y Copiloto
Comparaciones en el Matrimonio
¿Casarse o no Casarse?
Pablo conocía el punto de vista de Dios con relación al matrimonio.
No obstante, en su primera carta a los Corintios, en el capítulo 7 él afirma
que es mejor permanecer soltero. Pablo dice que quien se casa cuida de las
cosas del mundo, de cómo agrada a la esposa o al marido (vs. 33,34),
mientras Que quien no se casa cuida de las cosas del Señor, de cómo
agradar al Señor (v. 32). Tal vez algunos cooperadores de Pablo en la obra
de Dios lo haya abandonado por causa del matrimonio: dejaron de
acompañarlo en su ministerio, porque, Quien sabe, si se dedicaron más a la
esposa Que al Señor.
Entonces. Pablo advierte a los cristianos que el tiempo es corto, es
decir, el Señor tiene prisa por volver. Por eso, no podemos estar vueltos
hacia nuestros propios intereses, sino a los de Dios. Lo que resta es que "los
que tienen esposa sean como si no la tuviesen; y lo s que lloran, como si no
llorase; y los que se alegran, como si no se alegrase; y los que compran,
como si no poseyesen" (vs. 29, 30). Por tanto, el matrimonio no debe tener
como propósito solamente la satisfacción de la esposa o del marido, sino
que, sobre todas las cosas, debe servir para la satisfacción de Dios. por este
motivo, es importante que tengamos una visión adecuada sobre el
matrimonio y que conozcamos claramente el papel de cada uno de los
cónyuge. El marido no debe asumir la postura de "centro del universo",
exigiendo que la esposa viva en función de él; mucho menos la esposa debe
querer que el marido viva sólo para satisfacer sus deseos. Cuando nos
demos cuenta que Cristo debe ser el centro de nuestro matrimonio que el
hombre debe girar en torno al único eje, que es Cristo, viviendo para
servirlo, y que el papel de la mujer es ayudar al hombre en esta tarea,
nuestro matrimonio comenzará a tener sentido y tendremos plena
satisfacción en él.
Compañera y Colaboradora
LA AUTORIDAD EN LA IGLESIA
ES UN ASUNTO DE VIDA
En este versículo hay una cosa llamada energía. Hay energía térmica,
eléctrica, nuclear, etr}c. De esta energía se deriva un poder. Si tienes
energía tienes poder. Por ejemplo: un automóvil funciona por el poder de
su motor. Este poder viene de la energía del combustible, ya sea de
gasolina o alcohol. Por lo tanto, la energía se transforma en poder, y el
poder lleva consigo una especie de autoridad. Este es un ejemplo de cosas
naturales. Ahora espiritualmente hablando, podemos decir que en todo este
poder y autoridad que hay en el universo, viene del propio Dios. Hebreo
1:3 dice que Dios sustenta todas las cosas por la palabra de Su poder. Por
ejemplo: los astros, las estrellas tiene su rumbo. Si se desviaran un poco,
todo el universo como él es, es un poder que viene de la palabra de Dios.
eso es autoridad.
Entre los hombres también hay un asunto de autoridad. Este, fue
establecido por Dios. romanos 13 nos exhorta que estemos sujetos a las
autoridades: "...Porque no hay autoridad sino de parte de Dios..." (v.1). Si
nos rebelamos contra ella, estamos rebelando contra Dios (v. 2). Todo país,
estado o municipio tiene sus autoridades. Un policía en la calle es
autoridad. Por lo tanto, toda la humanidad está dentro de un sistema de
autoridad.
En la iglesia también hay autoridad y sumisión. En las iglesias
locales, la autoridad máxima que Dios estableció está en los ancianos. Ellos
tienen autoridad que es representativa, es decir, ellos representan la
autoridad de Dios. por tanto, con relación a ellos, los demás hermanos
deben estar en la posición de sumisión.
En este asunto de sumisión y autoridad en la iglesia no es como en el
mundo. El mundo tiene su sistema de autoridad, no obstante, en la iglesia,
la autoridad es un asunto de vida. Así como en una familia: el padre no
necesita exigir para sí autoridad, sino que le es impuesta espontáneamente.
La iglesia es la familia de Dios. la autoridad y sumisión en la iglesia es un
asunto de vida. Por ejemplo: si tres hermanos o hermanas, , al estar juntos
permanecen en el espíritu, espontáneamente sabrán cuál es el orden de
autoridad entre ellos. Esto lo que Dios determinó en la iglesia. Sin
embargo, en la religión, y aún entre nosotros en la restauración, muchos
usan la autoridad por causa de la posición, con el fin de controlar a los
hermanos en la iglesia. Esto no está bien. No estamos en el mundo. El
mundo tiene un sistema, y nos guste o no. Estamos obligados a someternos,
pero en la iglesia la autoridad es un asunto de vida. La autoridad en la
iglesia no depende de tu posición o de tu nivel de instrucción, sino que de
tu crecimiento de vida; y por el hecho de ser en vida, es que necesitamos de
la comunión. Si tuviese que ejercer autoridad, no lo hagas a través de
órdenes: "Tú tienes que hacer esto, y tú aquello". Haz a a través de la
comunión, así como nuestro Dios lo hace.
EXPRESIÓN Y DOMINIO
Cultivando y Guardando
Cuando Dios puso a Adán en el huerto de Edén, no fue para que solamente
comiese del árbol de la vida. Dios creó al hombre para que lo sirviese
haciendo dos cosas: cultivar y guardar el huerto (Gn. 2:15). Comer del
árbol de la vida es para que el hombre sirva a Dios. cuando el hombre lo
sirve, Dios lo suple.
Cultivar el huerto es, cuidar todas las cosas que allí existen.
Esta era la responsabilidad de Adán. Él debía cuidar de todo,
principalmente del árbol de la vida. Si alguna planta no estaba creciendo, él
debía regarla, cuidar de ella, de tal manera que todos los árboles del huerto
estuviesen verdes y frescos. En segundo lugar, él tenía la responsabilidad
de guarda el huerto. ¿Qué significa esto? Él no podía permitir que entrasen
en el huerto cosas indebidas. Adán debía cuidar del huerto del Edén.
Nosotros debemos hacer lo mismo en la vida de la iglesia. Dios nos entregó
la iglesia en esta ciudad. No podemos permitir que entren cosas anormales
en nuestro medio tales como: palabras negativas y satánicas. También,
cuando alguien se desvía lo traemos de vuelta al camino correcto. Si
alguien está enfermo, lo cuidamos. Todo esto está en la línea del guardar.
La otra línea, como ya dijimos es de cultivar; también es de cultivar;
también podemos decir que es la línea de la edificación. ¿Qué es
edificación? Es crecimiento de vida. Edificación no es poner piedra sobre
piedra; la edificación depende de los profetas y de los maestros. Es
necesario que en la iglesia alguien hable. Sin embargo, este hablar no son
palabras vanas o de política, sino que son palabras que edifican, es decir,
que dispensan la vida de Dios en nosotros. Necesitamos de un grupo de
personas que sean como mayordomos, para que nos suplan Dios. de esta
forma se realiza el cultivar en la iglesia.
Nosotros no podemos fallar como Adán. Tenemos que guardar y
cultivar muy bien la iglesia, supliéndole vida a los hermanos, para que su
vida aumente y sean edificados. Por otro lado. Guardamos la iglesia
realizando la voluntad de Dios, Su administración. Dios nos entregó tal
autoridad. Ahora que está cerca la venida del Señor, Él desea que Su iglesia
sea edificada. Esa es nuestra responsabilidad.
Génesis 2:16 dice: "...De todo árbol del huerto podrás comer".
Dios no le dijo a Adán que comiese del árbol de la vida, sino que de todos
los árboles del huerto de Edén, excepto del árbol de la ciencia del bien y
del mal. Dios le ofreció a Adán todo árbol para que se mantuviese vivo y
fuerte para que lo sirviese, y el árbol de la vida para que hubiese vida de
Dios en él. Adán no guardó el huerto correctamente, permitiendo que
entrase la serpiente; y esto hizo que toda la humanidad sufriese. Adán y
Eva fueron engañados y comieron del árbol de la ciencia del bien y del mal.
Esto engendró el pecado y el pecado introdujo la muerte. Por lo tanto, toda
la humanidad necesita pasar por la muerte. Un día en el milenio, cuando
nos encontraremos con Adán, le diremos: "Adán, ¿Por qué no guardaste
bien el huerto? Fue por eso que nosotros sufrimos tanto".
Con respecto al servir en la iglesia, no es el privilegio de una minoría
de hermanos, sino que cada hermano y cada hermana debe servir. Por un
lado recibimos la nutrición y el cuidado de la iglesia y, por otro, debemos
alimentar y cuidar a los otros. También debemos vigilar, impidiendo que
entren cosas negativas. Hoy, si nosotros no desempeñamos nuestra función,
nuestra responsabilidad, sucederá los mismo que con el pueblo de Israel: el
servicio recayó sobre una minoría, sobre la tribu de Leví.
Un día, la serpiente que era la más astuta de todos los animales
selváticos, se aprovechó de la ausencia de Adán para conservar con Eva,
diciéndole; "...Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del
huerto?" (Gn. 3:1). Esa pregunta es muy astuta. Si ella hubiese indagado
directamente: Esa pregunta es muy astuta. Si ella hubiese indagado
directamente: "Eva, ¿Dios te dijo que no comiese del árbol de la ciencia del
bien y del ma?" Entonces, habría sido muy fácil para Eva responder: "Si,
no es para comer". Pero la serpiente vino de una manera muy astuta y Eva
fue contagiada y razonó. Cuando tú razón con la serpiente, entras en su
engaño. Nosotros tenemos que ponerle atención a esto: cuando las palabras
negativas de alguien entran en la iglesia, eso no sucede de manera abierta,
sino furtivamente, y viene a sonsacar tus palabras, es decir, te lleva a
argumentar; tú te sientes más entendido y tratas de ayudarla, pero ella sabe
más que tú y usa palabras a propóstio para lansártelas, y así, entras dialogar
con ella. Fue de esta manera que Eva cayó.
Otro punto al cual necesitamos darle atención, es que, cuando
Satanás viene a engañarnos, no nos habla de una manera valiente: ¡Ustedes
miran mucho a la base de la iglesia, eso noes necesario; que todos amen a
Dios, eso es suficiente!" No es así que él viene, sino que mansamente,
como no queriendo nada; tal vez diga: "Este asunto de la iglesia es bueno,
pero por otro lado, si amamos a Dios, eso es bueno para nosotros. Mira,
¡Cuánto aman a Dios!"
Nosotros somos sacerdotes reales. Esto son dos aspectos que
Dios nos encomendó, no podemos perderlos. Por eso, tenemos que servir
como reyes y sacerdotes.
El punto final de la falla de Adán es que él no sirvió bien, por eso fue
expulsado. Hoy si nosotros no cumplimos con nuestra responsabilidad,
Dios no va a expulsarnos de la iglesia, pero probablemente nuestro servicio
será interrumpido. Aunque hubiese sucedido así con Adán, él aún tenía un
corazón para servir a Dios. Por tal razón le dijo a sus dos hijos, Abel y
Caín, qué era servir a Dios. Abel escuchó sus palabras y fue a criar ovejas.
Las ovejas no eran para su alimentación, sino para ser quemadas como
ofrendas a Dios. Ese era el servicio según la voluntad de Dios.
Caín, sin embargo, quiso servir a Dios según su propia manera.
El ofrendó de su labro, con el sudor de su rostro, con el producto de la
tierra . lo importante para Dios no es cuán buena es la ofrenda; Él prefiere
que obedezca Su palabra y lo sirvas según Su voluntad. Sabemos que Dios
no aceptó la ofrenda de Caín, y él se airó matando a su hermano.
Posteriormente Adán engendró otro hijo: Set. Aún en ese tiempo él
debió haberse sentido triste por no haber servido bien a Dios. Cuando Set
engendró a Enós, se dio cuenta que el hombre era muy débil, por tanto, se
arrepintió y comenzó a decir: "Oh Jehová, yo realmente no soy capas de
hacer nada. Cuando me pusiste en el huerto de Edén, para servirte yo no
cultivé ni guardé bien el huerto. Oh Jehová necesito de ti". Esto es
ofrecernos como ofrenda para servir a Dios.
MENSAJE 4
NO PRESERVANDO A AMALEC
Lectura bíblica: Ro. 7:14-17, 18-20, 25; 8:1-4; Ex. 17:8-14; 1 S. 15:1-3, 7-
9, 10-11, 22, 23; 16:6-7, 12-13; 30:1-3, 7-10, 22-24; 2 S. 1:1-10, 13-15.
I. CONOCIENDO LA CARNE
EL SACERDOCIO Y LA REALEZA
COLABORANDO PARA VENCER A AMALEC
NO AMANDO LA CARNE
Éxodo 17:14 y 16 dice: "Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para
memoria en un libro, y dí a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec
de debajo del cielo. Y dijo: por cuanto la mano de Amalec se levantó
contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de generación
en generación". Aunque en aquel campo de batalla todos los amalecitas
probablemente hayan sido muertos, aún habían otros en su propia tierra. El
Señor determinó que habría guerra contra Amalec de generación en
generación. Todos los días debemos luchar contra la carne. No ames tu
carne. La carne tiene su parte buena y su parte mala, de cualquier manera,
la carne es siempre carne. No conserves aquello que tu consideres bueno;
los necios actúan así. Si somos sabios, rápidamente nos daremos cuenta de
las manifestaciones de la carne, como el orgullo, por ejemplo, e
inmediatamente las rechazamos. Otras veces, podemos estar ayudando a los
hermanos con nuestra buena carne! Conozco una hermana de edad que es
muy buena y amorosa. Ella siempre visita a los hermanos, ayuda a todos
los que tienen necesidad; realmente es llena de amor, pero ese amor
procede de su carne vamos a luchar contra ella de generación en
generación.
SAUL: PRESERVANDO LA CARNE Y SIENDO DERROTADO POR
ELLA
Saúl después que fue ungido rey, era muy humilde. El parecía decir:
"Yo no soy digno de ser rey. El rey debería ser de la tribu de Judá, yo soy
de la tribu de Benjamín, y aún somos una pequeña familia dentro de esa
tribu" (1 S. 9:21). Después de ser ungido rey, él cada vez más usaba de su
autoridad según su propia voluntad, desobedeciendo la palabra del Señor.
Cierto día, Samuel fue a trasmitirle a Saúl la palabra del Señor.
Samuel era el sacerdote, y Saúl, el rey. Ya vimos que cuando el sacerdocio
y la realeza cooperan bien, el Señor bendice. Sin embargo, Saúl no oyó
correctamente la palabra de Dios. el Señor le dijo: "Ve, pues, y hiere a
Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a
hombres, mujeres, niños, y aún los de pecho; vacas, ovejas, camellos y
asnos" (1 S. 15:3). El Señor aún dijo "Yo castigaré lo que hizo Amalec a
Israel al oponérsele en el camino cuando subía a Egipto" (v. 2). Amalec
llegó a ser el primer enemigo de Israel y Dios no se olvidó de ese hecho,
por eso le dijo: "...Jehová tendrá guerra contra Amalec de generación en
generación" (Ex. 17:16). Saúl, pues, oyó la orden del Señor y salió con su
ejército para luchar contra Amalec. Conforme a lo que el Señor le había
dicho, él mató a muchos, pero preservó al rey Agag y a lo mejor del ganado
y del rebaño (1 S. 15:9). Saúl consideró que algunos animales del rebaño
eran muy buenos, por tanto, sería una pena matarlos. Mejor sería llevarlos
para ofrecerlos como sacrificio el Señor. ¡Vean cómo el parecía ser bueno!
El aparentemente amaba al Señor. Cuando el Señor le dijo a sus discípulos
que subiría a Jerusalén y que sería muerto y sufriría en las manos de los
principales sacerdotes, Pedro, que era un buen discípulo, dijo: "Señor, ten
compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca". La respuesta del
Señor fue: "¡Quítate de delante de mí, Satanás" (Mt. 16:21-23). Lo que el
hombre considera bueno, es algo del árbol de la ciencia del bien y del mal,
pero lo que le agrada a Dios son los frutos del árbol de la vida, que son las
palabras que proceden de la boca de Dios ( Mt. 4:4). En el monte Sinaí,
Dios le dijo al pueblo de Israel que si ellos guardaban sus palabras y oyesen
sus mandamientos, ellos le serían un reino de sacerdotes; ellos le
respondieron: "Todo lo que Jehová ha dicho, haremos" (Ex. 19:5, 6, 8). Eso
muestra que ellos no conocían sus propia carne y se consideraban capaces;
entonces Dios les dio los diez mandamientos.
A los ojos humanos, Saúl era un buen hombre, no obstante, él
desobedeció la palabra de Dios. no importa cuánto hagas pensando en el
interés del Señor. El no considera eso, y sí, si tú obedeces Su palabra.
Entonces Samuel dijo a Saúl: "¿Se complace Jehová tanto en los
holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová?
Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención
que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la
rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto rú desechaste
la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey" (1 S.
15:22-23).
No sos engañemos pensando que lo que hizo Saúl fue algo pequeño.
Nosotros debemos obedecer cien por ciento la palabra del Señor. Si tú
haces el noventa y nueve por cineto de lo que el Señor dice y sólo obedece
es el uno por ciento, es lo mismo que desobedecer totalmente. Eso es algo
muy serio. Muchas veces, al practicar la palabra de Señor. Lo que no
somos capaces de hacer, lo dejamos de lado. Eso es como el pecado de
rebelión, hechicería o idolatría. Pedro, en Hechos 10, tuvo una visión: vio
que descendía algo semejante a un 8FALTA COMPLETAR)
Lectura bíblica: Fil. 1:1; Tit. 1:5-9; Hch. 20:17, 28; 6:4; 1 Tim. 3:1-13.
I. ANCIANOS
Requisitos Básicos
Teniendo Visión
4.Pastoreando
5. Conociendo Autoridad
un anciano debe ser alguien que conoce autoridad. Debe saber que
toda autoridad viene de Dios. aun la autoridad de los gobernantes vienen de
Él. así los hermanos ancianos poseen autoridad, pero esta es una autoridad
representativa de Dios en la iglesia.
Un anciano debe ser una persona más crecida con relación a los
demás hermanos. Debe haber pasado por muchos sufrimientos,
tratamientos, transformándose entonces en una persona más crecida y
madura. Entonces, un día, cuando el apóstol venga, lo deswignará como
anciano. Para esta designación, el apóstol observa su crecimiento de vida y
también la confirmación del Espíritu Santo en su interior. Pues el apóstol
designa como anciano a aquella persona que el Espíritu Santo constituye
como tal. Un ejemplo claro de esto, son los ancianos de la iglesia en Éfeso,
que fueron designados por Pablo. Sin embargo, él dijo que el Espíritu Santo
fue quien lo puso por obispo (Hch. 20:28). Una vez designado los ancianos,
la autoridad les es designada. Por eso ellos deben conocer la autoridad,
pues su autoridad viene de Dios y representa a Dios.
El anciano debe saber que su autoridad no viene por causa de su
posición. El en verdad, posee tal autoridad por su posición en el aspecto
oficial y no en el aspecto espiritual. Por eso, él no debe hacer uso de ella
con relación a los asuntos espirituales. Para tales asuntos, la autoridad que
debe usarse es la autoridad de la vida. Si tu vida es crecida, más que la de
los demás hermanos, ciertamente los hermanos te respetarán. Esa autoridad
es la que proviene de la vida. ¡Esto es demasiado bueno!
Dijimos anteriormente que los ancianos deben conocer qué es
autoridad. La Biblia nos da un ejemplo de esto., en Mateo 8:5-13 vemos la
historia de la sanidad del siervo de un centurión. Le dijo al Señor: "Señor,
no soy digno que entres bajo mi techo; solamente dí la palabra, y mi criado
sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad..."¡Esa era realmente
una persona que conocía la autoridad! Por lo tanto, los ancianos deben
conocer qué es autoridad y principalmente qué es someterse a ella. ¿A qué
autoridad se someten los ancianos? A la autoridad de los apóstoles.
Pablo y Bernabé, mientras estaban regresando de su primer viaje,
pasaban de ciudad en ciudad estableciendo ancianos (Hech. 14:23). En
aquel tiempo, para hacer un viajes como ese, debe haber llevado cerca de
un año. Por eso, es posible que los ancianos establecidos en aquel tiempo
fuesen muy jóvenes, pues en el segundo y tercer viajes de Pablo, al pasar
nuevamente por esas ciudades, ellos aún continuaban infantiles. Ellos
recibieron la influencias de los que vinieron de Jerusalén, imponiéndoles la
circuncisión. Si ellos hubiesen tenido visión no habrían permitido la
entrada de tales cosas. Por eso, los presbíteros necesitan ser entrenados y
enseñados por los apóstoles. Ellos necesitan aprender a sujetarse a la
autoridad espiritual de los apóstoles.
La autoridad es un asunto muy importante. Sin embargo, hay algunos
que abusan de ella, ejerciendo control en la vida particular de los hermanos.
La Biblia nos dice que debemos someternos los unos a los otros. Hoy, en
Brasil y en América del Sur, hasta este momento, no hay ancianos
establecidos en la mayoría de las iglesias, pero existen hermanos cuyas
funciones ya fueron manifestadas. A ellos, nosotros los llamados de
hermanos de servicio. Futuramente los ancianos surgirán de vuestro medio.
Hoy el Espíritu Santo no ha designado oficialmente ancianos entre
nosotros. Si continúan creciendo en vida, desempañado bien su función,
administración bien las iglesias, sirviendo bien a los hermanos, no mirando
su propia ganancia y aun conociendo bien la autoridad, aprendiendo la
sumisión y no abusando de la autoridad, probablemente el Espíritu Santo
un día los designará como ancianos. Gracias al Señor, muchos hoy ya
funcionan como tales.
Irreprensibles
Tito 1:6-7 a dice: "El que fuere irreprensible, marido de una sola
mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de
rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible". Los ancianos
son dispensadores, mayordomos, o ecónomos, que suplan la necesidad de
los hijos de Dios tanto en asuntos prácticos como en el aspecto espiritual.
Son personas de gran responsabilidad. Por eso, tales personas no pueden
ser designadas de cualquier manera. Creo que en una gran familia la
elección del mayordomo es hecha cuidadosamente. Debe ser alguien que
tenga calificación y habilidades para esto. Sucede lo mismo con relación a
los administradores de la casa de Dios; tiene que ser irreprensibles. De lo
contrario, ¿Cómo podría administrar la casa de Dios si él es reprobado por
todos? Consecuentemente, nadie tendría confianza en él.
No Soberbios - No Iracundos
Uno que es soberbio hace todo conforme a su propia voluntad, no
aceptando a los demás. Actuar de esa manera es como si ese mayordomo
ya no fuese mayordomo y sí el señor de la casa. El señor de la casa da a
quien quiere y hace lo que bien le parece, como en la parábola registrada en
Mateo 20:1-16. El señor de la viña les pagó el mismo salario a los
trabajadores que llegaron a diferentes horarios a trabajar. El siervo es sólo
un administrador y debe servir a su señor, no haciendo su propia voluntad.
Por eso, él no puede ser sobrebio. Tampoco puede ser iracundo. Una
persona iracunda, todo el tiempo está irritada, ofendiendo a los demás. Esto
no significa que tal persona nunca debe tener ira, sino que él no debe ser
alguien que vive o permanece en la ira.
No dados al Vino
Con relación al dinero, tenemos que ser bien claros: aquello que el
Señor nos dio es nuestro; por lo tanto usarlo. Pero lo que no es nuestro, no
usamos. Si tal persona es codiciosa de ganancia deshonestas, entonces no
tiene calificación para ser un anciano, mucho menos para ser un
administrador de Dios.
Hospedador
Un anciano debe ser una persona que haya pasado por varios
tratamientos. En primera de Pedro vemos que en esta era presente es
necesario pasar por probaciones, siendo refinados por el fuego. Una
persona que pasa por este tipo de tratamiento, es alguien que no se
preocupa más con su propio interés y sí con el del Señor, el de la iglesia.
Teniendo Habilidad
II. DIÁCONOS
Condiciones Básicas
Primera a Timoteo 2 habla de diáconos y diaconisas. Tales hermanos y
hermanas debe ser de buena reputación y llenos del Espíritu Santo y de
sabiduría (Hch. 6:3). Siendo tales personas, ellos pueden cuidar de los
asuntos prácticos de la iglesia, como el servicio de distribución de alimento
en Hechos 6.
De Buena Reputación
Llenos de Espíritu
Los diáconos deben ser personas llenas de Espíritu, los que en todo tiempo
invocan el nombre del Señor. Son los que siempre ejercitan su espíritu,
teniendo constantemente comunión con el Señor.
Llenos de Sabiduría
Estos hermanos también deben ser llenos de sabiduría para tratar con cada
servicio práctico de la iglesia. A veces, también tratan con asuntos
espirituales. Entre los siete diáconos en la iglesia en Jerusalén, había uno
llamado Esteban, que tenía el don de profeta y maestro, y Felipe, que era
evangelista. Para estos dos trabajos era necesario sabiduría. Los diáconos
no solamente cuidan el lado material, sino que también son capaces de
hablar por Dios en una reunión.
Sumisión a la Autoridad
Conservando el Misterio de la Fe
Las condiciones para llegar a ser un diácono, deben ser las mismas del
anciano, siendo agradado más un ítem: guardar el misterio de la fe con una
limpia conciencia (1 Tim. 3:8-13). El hecho de guardar indica que es algo
que ya tenemos. Por lo tanto, podemos ver que los diáconos conocen bien
el misterio de la fe, por eso es que lo guardan. ¿Qué es la fe? Es el
contenido de la economía de Dios del Nuevo Testamento. Este es el
misterio de la fe que debemos conservar. Esta es la condición del diácono
del lado espiritual
EL SERVICIO DE LA IGLESIA
MENSAJE 17
Lectura bíblica: Ap. 1:10, 11, 20; 2:1; 3:1, 21, 22; Mt. 16:27; 1 Ts. 3:13;
4:15-17; Ap. 19:7, 8, 11-16; 22:3-5, 16.
LA VISIÓN DE JUAN
I. Los dones, los ministros y las operaciones - 1 Co. 12:4-6; Ef. 4:11-
12:
Los dones son dados según la gracia y concedidos por el Espíritu. Cuando
los creyentes reciben la gracia, ellos reciben habilidades o capacidades para
funcionar como miembros del Cuerpo de Cristo. Esas habilidades son
dones, que pueden ser clasificados como dones. Los dones pueden ser
clasificados como dones de gracia, y milagrosos; los dones de gracias son
aquellos que tiene su eficacia basada en el crecimiento de vida, son mas
útiles en la edificación de la iglesia - 1 Co. 12:4, 8-11; Ro. 12:6; Ef. 4:7.
Los ministerios son los dones personales desarrollados, por la función y la
dedicación de los miembros, hasta volverse la propia constitución de los
creyentes. Los ministerios son personales, pero no tiene interés particular
alguno. La finalidad de los ministerios¹ es para un único ministerio, que
busca la edificación del único Cuerpo de Cristo. Si un miembro no
funciona en la vida de la iglesia como un miembro del Cuerpo de Cristo, y
su ministerio no es para la edificación del Cuerpo de Cristo, entonces no lo
necesitamos ni recibimos ese tipo de ministerio - 1 Co. 12:5, 12-26; Ef.
4:12.
Los creyentes que poseen ministerio son establecidos por Dios para
ejecutar Sus operaciones, y Sus obras. Existe un orden de importancia en
esas operaciones que son establecidas de acuerdo con niveles espirituales.
Tales ordenes son para la edificación de iglesia, por eso los creyentes deben
buscar los dones que traen mejor beneficio al Cuerpo, aquello que
producen el fluir de vida (amor) y resultan en crecimiento - 1 Co. 12:27-31;
13; 14:1.
Apóstol es un oficio que sirve a la iglesia en el aspecto universal. Es una
persona que posee dones, que mediante el ejercicio, se vuelven ministerios,
pudiendo así ser enviados or Dios - 1 Ti. 1:12; 2 ti. 1:11.
Profetas y Maestros poseen la primacía en la iglesia local. El profetizar es
el mayor don para la edificación de la iglesia - 1 Co. 12:28; 14:1-4.
En lo referente al servicio y la administración de la iglesia en una ciudad,
las personas que prestan ayuda y gobierna se refieren a los diáconos y a los
presbíteros - 1 Co. 12:28.
Con relación a la edificación de la iglesia en el aspecto universal, Dios
concedió hombres dotados para el perfeccionamiento de los santos, a fin de
que esos miembros funcionen según su capacidad y así el Cuerpo efectúe
su propio crecimiento en amor Ef. 4:11, 15-16.
II. La Obra del Ministerio:
El ministerio del Nuevo Testamento es único y es corporativo. A pesar de
ser doce, los apóstoles del Señor Jesús, el ministerio de ellos tenía como
meta el único ministerio corporativo - Hch 1:17, 15; 2 Co. 4:1.
Todos los apóstoles conducen al mismo ministerio que es el testimonio de
Cristo encarnado, resucitado y ascendido, el cual es el Señor de todo en
tod. Todos los apóstoles son muchos hombres dones, poseen solamente un
ministerio, que es para ministrar a Cristo a fin de edificar el Cuerpo de
Cristo - Ef. 4:11-12; 1ª Ti. 1:12.
El ministerio del Nuevo Testamento es único, pero posee muchos ministros
que tiene una parte o una porción, en este ministerio. Todos los creyentes
tienen parte en el único ministerio del Nuevo Testamento, el cual es un
ministerio con diferente aspecto y funciones; cuando todos los aspectos y
funciones está presentes, tenemos el ministerio del Cuerpo - Hch. 20:24;
21:19; 2 Ti. 4:5; Col 4:17.
Las divisiones son proveniente de diferentes ministerios con diferentes
enseñanzas. Tales enseñanzas que no son según las enseñanzas de los
apóstoles, constituyen la mayor fuente de decadencia y degradación - 1 Ti.
1:3-7; 6:3-5, 20-21.
En Su ministerio en la tierra, el Señor Jesús hizo la obra que el Padre le dio
para hacer. Los cooperadores de Dios trabajan juntamente con Él. tales
cooperadores hacen solamente una obra, la obra dl Señor - Jn. 17:4; 1:5:19,
30; 7: 16-19; 1ª Co. 3:9; 6:1; 1ª. Co.15:58; 16:10.
III. La relación entre las iglesias, la obra y los apóstoles:
Los presbíteros constituyen la autoridad en la iglesia en una ciudad. Tales
presbíteros son establecidos por los apóstoles, y solamente los apóstoles
poseen autoridad para destituir a los presbíteros - Hch 14:23; 1 Ti. 1:5; 1
Ti. 5:19-20.
Los hermanos de la iglesia oyen a los presbíteros, y los presbíteros deben
aprender a escuchar. Los apóstoles tienen la responsabilidad de la obra y
los presbíteros tiene la responsabilidad de la iglesia - Hch. 15:6-35.
La obra tiene como objetivo el establecimiento y la edificación de la iglesia
en cada ciudad, en cuanto a las iglesias deben sustentar u cooperar con los
encargos de la obra. La Obra no tienen fin en sí misma, todo el servicio está
vuelto hacia el suplir de las necesidades de las iglesias - 2 Co. 12:14-18;
11:28.
Las iglesias, aunque tengan administración local, son independientes, y no
pueden estar vueltas a sí mismas, pues ellas son apenas un procedimiento
para que Cristo tenga Su Cuerpo edificado - 1 Co. 12:12-13, 27 Ap. 1:4-6;
Ef. 4: 11-12.
A Fin de llevar a cabo el encargo del Espíritu, los apóstoles establecen sus
cooperadores. Tales cooperadores deben poseer la misma disposición
mental, o sea deben ser uno en el espíritu y en el alma, a fin de que la obra
sea prevaleciente y unánime - 1 Co. 4:14-17; Ro. 16: 3, 9, 21; 1 Co. 16:16;
2 Co., 8:16-24; Fil. 2:1-4.
Los cooperadores deben mantener una estrecha comunión con los apóstoles
y aprender a reconocer la autoridad entre los que sirven con ellos. Toda la
obra de edificación debe estar en armonía, con la misma meta y
obedeciendo el principio de comunión - Ro. 16:7; Hch. 15:36-41; 1 Co.
16:10-12; 3:5-9; Col. 4:7; Fil. 2:19, Ef. 6:21-22; Hch. 17:14-15.
Los apóstoles y cooperadores deben buscar ocuparse exclusivamente con la
obra de edificación. Por eso deben estar abiertos y preparados para trabajar
con el fin de suplir las necesidades de los que sirven con ellos - Fi. 4:14-19;
Hch. 20:33-34.
IV. La Meta, encargo y la Práctica del mover de Dios:
La visión que el Señor Jesús ha dado a sus creyentes está relacionada con la
necesidad de apresurar Su venida, en el sentido de que los que lo aman
puedan estar vivos en Su manifestación. Para eso es necesario que el
evangelio del reino alcance todas las naciones de la tierra, haciendo que en
cada ciudad el Señor Jesús tanga Su verdadero testimonio. De esta forma el
reino y la voluntad de Dios será establecidos en la tierra, mientras los
creyentes vencedores crecen y maduran en la vida divina, a fin de que el
Señor tenga Su plena expresión en Su filiación - 2 P. 3:8-12; Lc. 21:34-36;
1 Ts. 5:23.
Con tal visión, el Señor espera que podamos vivir en el Espíritu y
permanecer en Su presencia, invocando Su nombre, orando-leyendo la
Palabra, rumiando, hablando y cantando los himnos y profetizando, para
crecer en vida, a fin de que neguemos la vida del alma y recibamos Su
encargo para la propagación del evangelio del reino - Mt. 16:24; 2 ti. 1:6-
12.
Por medio de la comunión de vida, el Señor ha dado a ls iglesias una
manera práctica para que Su encargo, sea llevado adelante. La obra del
ministerio coopera para que todos los santos sean introducidos en "el
mover de Dios", que es constituido por los varios elementos que ayudan a
las iglesias a ser llevadas al Espíritu, y disfruten de Cristo, que sean
constituidas con la Palabra y animadas y perfeccionadas, tengan el suplir
del Espíritu y de vida necesarios para propagar el evangelio de las
insondables riquezas de Cristo --Jer. 7:13-14, Ez. 1:4-14; 19-22.
V. Textos seleccionados para la lectura:
De Don Yu Lan. La Iglesia, El servicio del Sacerdocio Real, Mensaje 13
(Hasta el punto "Las Operaciones").
De Dong Yu Lan, La Iglesia, el Servicio de la Iglesia, Mensaje 15 (Punto I,
"Dones Ministerios y Operaciones").
De Watchman Nee, Los Asuntos de la iglesia Capítulo 9 (hasta el punto
"La manera en que la iglesia toma decisiones"); Cpítulo 10 (P´g. 173 a 177,
195 a 197) y Capítulo 11 (Pág. 205 a 208).
VI. Indicaciones para estudio:
De Dong Yu Lan, La Iglesia, El Servicio del Sacerdocio Real, Mensaje 13.
De Dong Yu Lan, La Iglesia, el Servicio de la Iglesia, mensaje 15.
De Watchman Nee, Los asuntos de la Iglesia Capítulo 8, 9, 10 y 11.
I. Los tres aspectos del ministerio - Hch 4:36 - 5:2; 6:14, 13:1; Ro.
16:23; 1 Co. 16:15:
el ministerio contiene tres aspectos: la palabra, las ofrendas y los servicios.
Los hermanos responsables deben coordinarse para que cada uno de esos
aspectos sea cuidado, a fin de que la iglesia pueda ser adecuadamente
suplida con vida y función en las necesidades del Espíritu con relación a
edificación del cuerpo de Cristo sean plenamente satisfechas.
La coordinación de esos ministerios deben ser realizados por medio de
reuniones de servicio donde los hermanos deben orar específicamente por
cada uno de esos aspectos, recomendando que lo más importante es la
Palabra, pues la vida está en la Palabra y la vida es la que resuelve todas las
necesidades de la iglesia.
Los tres aspectos del ministerio son coordinados por medio de reuniones
entre los hermanos responsables que oran y deciden sobre como conducir
cada uno de ellos de manera práctica. Enseguida, las decisiones que
resultan en práctica para la iglesia, deben ser transmitdas a los hermanos
que sirven a la iglesia, para que ellos sean alineados y animados sobre lo
que la iglesia practicará, para que oren sobre esos temas o para que haya
más comunión sobre determinados asuntos, que los hermanos responsables
aún no están totalmente claros.
La coordinación de la iglesia puede ser realizada por medio del
establecimiento de distritos en la ciudad. Esa medida tiene como objetivo
que los hermanos sean mejor cuidados, los encargos sean mejor
distribuidos y más santos ejerciten los dones.
Los distritos desarrollan los tres aspectos de ministerio en coordinación con
los hermanos responsables. Deben tener cuidado para que los hermanos no
consideren que los distritos constituyen administraciones independientes.
Para eso es importante que la iglesia toda se reúna con frecuencia, a fin de
que los santos no pierdan la visión de la base de la unidad.
VII. OFICINA
Este servicio envuelve toda la parte administrativa, principalmente la
contabilidad, la administración y conservación de bienes, y servicios
generales.
Generalmente en las iglesias menores de un año no hay necesidad de tener
una "oficina" en el local de reuniones, pues las actividades no son tantas
para exigirlo. En ese caso uno o dos hermanos responsables deben asumir
la responsabilidad proveer los pagos, las cuentas de agua, luz, teléfono, etc.
También como tener todo el control de la contabilidad de la iglesia al día.
La contabilidad de la iglesia debe ser mantenida al día y en total
transparencia. La iglesia necesita estar informada regularmente (mínimo
mensualmente) mediante informes a disposición de quien quiera verlo o
fijado en el muro de avisos.
En caso de iglesias mayores que ya demanden una oficina siempre abierta
en el local de reuniones, es necesario que la persona que allí trabaje no sea
apenas calificada profesionalmente para ejercer funciones específicas, sino
de confianza, honesta, sobria, temerosa de Dios y que se reúna
normalmente en la iglesia, una vez que pasará a manejar asuntos
importantes como finanzas, datos personales de los hermanos, etc.
En cuanto a los bienes muebles de la iglesia, si es posible registrarlos todos
en un archivo para efecto del patrimonio de la iglesia.
La administración de la oficina debe estar bajo la constante supervisión
directa al menos de un hermano responsable que responda por toda la
oficina.
Es crucial que todos los asuntos relevantes sean resueltos en comunión con
todos los hermanos responsables para así mismo tomar la decisión final.
Los demás asuntos de rutina deben ser informados a los demás hermanos
responsables de la iglesia para su conocimiento.
En cuanto a los asuntos generales, cada iglesia debe procurar administrarlos
de la mejor manera posible dentro de las posibilidades de cada una.
Hay iglesias que necesitan de ese servicio durante sus reuniones por la
localización del local de reunión en la ciudad, por el tamaño del local con
sus muchas dependencias o por algún otro motivo que exija tal servicio.
Este servicio abarca:
Preservar el patrimonio de la iglesia de cualquier robo por parte de extraño
que se infiltren entre los hermanos;
Preservar los automóviles de los hermanos e invitados de cualquier
infortunio que puede ocurrir en las inmediaciones del local.
El servicio requiere la participación solamente de hermanos por causa del
carácter del servicio.
Para un buen servicio es necesario tomar las siguientes recomendaciones:
Un responsable por la coordinación de todo el servicio;
Convocar el número suficiente de hermanos que cubran toda el área
protegida. Procurar trabajar siempre de dos en dos.
Todos deben llegar por lo menos media hora antes de las reuniones para
orar y después de la oración asumir sus puestos.
Todos deben estar identificados con alguna cosas que se destaque como
chaleco reflectivo, o escarapelas de color fuerte (rojo, amarillo, verde).
Durante la noche, todos deben tener linternas para facilitar el servicio.
El servicio de seguridad debe estar en total coordinación con el servicio de
recepción, y debe ser el último en dejar el local.
El responsable por el servicio debe estar siempre en contacto con los que
están sirviendo y ser notificado inmediatamente de cualquier irregularidad,
y tomar las debidas medidas.
El responsable del servicio debe tener a mano los teléfonos de emergencia
como: policía, bomberos y ambulancia para eventualidades.
CONSIDERACIONES:
NIÑOS Y ALUMNOS
Mensaje Uno
Entrenándoles la conciencia.
Enseñándoles la ley moral de Dios.
Por el uso adecuado de la cultura - Gá. 3:24.
Ver Estudio Vida de Colosenses, Mens. 49.
edificándolos en la ética como fundamento para creer en Cristo.
II. Preparar los vasos de barro para recibir el Tesoro Divino - 2 Co. 4:7.
Creyendo en la promesa e infundiéndola en ellos . Hch, 2:39.
Tornándolos sabios para la salvación por medio de las escrituras - 2 Ts.
3:14-16.
Dándoles la Palabra para abrirles los oídos y los ojos.
Llevándolos a ser salvos y bautizados.
Dos Estados:
A. la meta del primer estado: creer y ser bautizados:
Bendecir los de preescolar con un cuidado amoroso - Mr. 10:13-16; Cf. Lc.
18:15.
Conducir los alumnos a la enseñanza básica de creer en el Señor y ser
bautizados antes de ir a séptimo grado.
B. La meta del estado siguiente - servir al Señor:
Llevar los alumnos séptimos y octavo grado a conocer al Señor como El
que vive en ellos, no de modo objetivo.
Llevar a los alumnos de colegio a conocer a Cristo como el Espíritu que da
vida.
Llevar a los alumnos universitarios a tener la verdadera práctica de la vida
de la iglesia.
Enseñarlos a seguir el Espíritu según la palabra de la Biblia, y no según la
tradición religiosa.
Ayudarlos a amar al Señor y abandonar completamente el mundo.
NIÑOS Y ALUMNOS
Mensaje Dos
ENTRENAR LA CONCIENCIA DE LOS NIÑOS
Lectura Bíblica: Gn. 3:4; 1 Ti. 4:2; Ef. 4:19; Jn. 16:8; Ez. 36:26.
I. El Origen de la conciencia
La conciencia fue creada en el ser humano cuando Dios lo creó.
Después de la caída, la función de la conciencia fue activada y se
manifestó - Gn. 3:7.
Mensaje Tres
NIÑOS Y ALUMNOS
Mensaje Cuatro
LOS HIJOS SON DE DIOS Y NOSOTROS DISPENSADORES DE
DIOS
Lectura Bíblica: Gn. 4:1; 30:1-2; 33:5; 48:9, Sal. 127:3; Ex. 1:15-17, 20-
22; 10:8-9; Mt. 2:13-14, 16; 24:45-46.
II. Somos responsables por los hijos como dispensadores de Dios - Ex.
1:15-17, 20-22; 10:8-9; Mt. 2:13-14, 16; 24:45-46.
A. Para santificarlos - 1 S. 1:11; Job 1:5; cf 1 Co. 7:14.
Tenemos que ser santificados, separados del mundo y de los placeres
terrenales - Jue. 13:3-5, 8, 12-14; 1 S. 1:15; Jn. 17:16-20.
Tenemos que consagrar los hijos al Señor para Su propósito - 1 S. 1:11, 28.
Tenemos que conducirlos en un vivir santificado por medio del ejemplo y
del precepto.
B. educarles la conciencia y el comportamiento - pr. 22:6:
por la enseñanza de la ley moral de Dios - Mt. 5:17-17, Estudio Vida de
Mateo, Mensaje. 18 y 20.
Por la disciplina y corrección - Pr. 29:17; 3:12; 13:24; 19:18, He. 12:7-11.
Por el uso adecuado de la cultura - Gá. 3:24; Estudio Vida de Colosenses,
Mensaje 49.
C. Enseñarlos Dt. 6:5-7:
usando las Escrituras para tornarlos sabios para la salvación 2 Ti. 3:14.15;
1:5.
Criarlos en la disciplina y amonestación del Señor Ef. 6:4; Col. 3:21;
Estudio Vida de Efesios; Mensaje 62.
Llevarlos a servir al Señor - Jos. 24:15; Gn. 18:17-19.
NIÑOS Y ALUMNOS
Mensaje Cinco
LA REUNIÓN DE NIÑOS EN SÍ
III. Iniciación:
Llena de himnos agradables.
En dos niveles: más jóvenes y más adultos.
IV. Lección:
Usar el material preparado en la secuencia, un nivel tras el otro.
Con la meta de conducir todos los niños a la salvación y al bautismo a la
vuelta de los 12 años.
II. Los jóvenes deben ser rescatados del mundo y llenados por Dios -
Ex. 10:7-9; 2 Ti. 3:1-4; 2:22; Dn. 1:8; 1 Jn. 2:12-15.
Satanás no economiza esfuerzos ni recursos para engañar y ocupar a los
jóvenes, llevándolos a amar los placeres del alma y de la carne (música,
cine, Tv, los enamoramientos, deportes, etc). Corrompiendo sus mentes y
cuerpos y apartándolos de la comunión y del servicio a Dios.
Satanás desea mantener los jóvenes en el mundo del placer para que ellos
desperdicien la fuerza de la juventud y, es posible, se arruinen
definitivamente y se hagan inútiles para Dios y Su propósito, además de
perjudicar su familia y la sociedad. A los jóvenes dotados, el enemigo les
ofrece la gloria y la satisfacción del éxito profesional para que sean
absorbidos por la ambición y por el orgullo.
Dios está buscando jóvenes para rescatarlos del mundo, a fin de que no se
contaminen con sus comidas como ocurrió con Daniel, que huyan de las
pasiones de la juventud, para consagrarse a Cristo y la iglesia como Pablo,
que sean plenamente llenos y fortalecidos por la Palabra y por el Espíritu, y
así mismo venzan al enemigo.
III. Los jóvenes necesitan estar juntos con los que de corazón puro
invocan al Señor, además de orar y buscar ser constituidos con la Palabra
de Dios y Su revelación - 2 Ti. 2:22; Mt. 4:18, 21; Ec. 4:12; He. 2:1; 2 Ti.
3:14-17:
Los jóvenes no pueden imaginar que son suficientemente fuertes para
vencer las tentaciones y las artimañas de Satanás, por eso deben estar
juntos con los que tienen un corazón genuino que busca al Señor. Es
importante que los jóvenes adolescentes en la vida de la iglesia crezcan sin
preferencias a determinados hermanos o grupos ("roscas"). Por el contrario,
deben aprovechar todas la oportunidades para entremezclarse con todos los
hermanos.
Los jóvenes poseen una mente fresca y un espíritu fuerte, siendo por tanto
vasos excelentes para recibir. Por eso los jóvenes deben aprovechar esa
condición para aferrarse con más fuerza a las verdades oídas, para que de
ellas jamás se desvíen; además, ellos estarán siendo preparados para toda
buena obra, que el Señor pueda comisionarles.
V. Lectura complementaria:
Programa de la Escuela del Evangelio
Programa de la Escuela de Preparación para la Escuela del Evangelio.
FIN
Octubre, 02 y 09 del 2005
LA VISIÓN DE LA IGLESIA
ASPECTO PRINCICPAL
Ef. 1:20-22
a. El Cuerpo tiene Cristo como la iglesia, no es una organización. Las
demás cabezas tienen que ser cortadas.