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FONÉTICA de la ARQUITECTURA

Miguel Pedro Hernández


Graduado en Lengua y Literatura por ULPGC
LP de GC a 12 de enero de 2019

Resumen

La sustancia que conforma el significante del signo arquitectónico es el material, en un


sentido amplio de la palabra, el material que conforma el cerramiento de las unidades
espaciales. Del mismo modo que ocurre con el lenguaje verbal, existen variaciones
fonéticas, que se evidencian en la utilización de diferentes materiales de cerramiento
espacial. El uso de un material u otro obedece a las características sociales y
contextuales que se producen entre los sujetos de la actividad arquitectónica
(arquitecto, constructor, habitante, usuario).

Palabras clave

Lenguaje verbal, lenguaje arquitectónico, semiótica, fonética

Fonética: Lingüística y Arquitectura

La fonética estudia la organización de la sustancia del habla, de la voz humana, desde el


punto de vista de la producción y la recepción del sonido.

¿Es la voz humana la sustancia única posible en el lenguaje verbal?

El lenguaje de los sordomudos utiliza, con algunas variaciones (simplificación del código
lingüístico y diferencias de sintaxis), los mismos significados que el lenguaje verbal. La
diferencia más evidente estriba en el significante: este lenguaje utiliza otros cauces de
expresión, la sustancia es distinta: signos gestuales.

También se producen variaciones de naturaleza fonética entre hablantes y comunidades


de habla, que están determinadas por características particulares y contextuales.
Variaciones que se han denominado:
• Funcionales o diafásicas: según las distintas situaciones de la comunicación.
• Socioculturales o diastráticas: según los diferentes sociolectos.
• Geográficas o diatópicas: variaciones según el territorio.
• Históricas o diacrónicas: caracterizan una determinada etapa histórica.

La sustancia que conforma el significante del signo arquitectónico es material, en un


sentido amplio de la palabra, el material que conforma el cerramiento de las unidades
espaciales. Del mismo modo que ocurre con el lenguaje verbal, existen variaciones
fonéticas, que se evidencian en la utilización de diferentes materiales de cerramiento
espacial. El uso de un material u otro obedece a las características sociales y
contextuales que se producen entre los sujetos de la actividad arquitectónica
(arquitecto, constructor, habitante, usuario).

• Funcionales o diafásicas: en diferentes ámbitos comunicativos1 de una ciudad,


interesan diferentes materiales. Por ejemplo, acero inoxidable y vidrio en edificios
oficiales.
• Socioculturales o diastráticas: el nivel socioeconómico influye en la elección de los
materiales, tanto a nivel cultural como económico.
• Geográficas o diatópicas: el texto arquitectónico se construye teniendo en cuenta
condicionantes climáticos, geografías, características del entorno.
• Históricas o diacrónicas: a lo largo de la historia se inventan nuevos materiales, o se
recuperan otros en desuso.

Paja Hielo

Madera Metal

1
La comunicación está íntimamente relacionada con el aspecto económico-comercial. Un texto construido con una
intención especialmente comunicativa (textos periodísticos, por ejemplo) debe llegar al mayor número de hablantes,
lo que se relaciona con el mayor o menor rendimiento económico de la actividad. En la arquitectura esta cuestión es
más evidente: una vivienda (un texto arquitectónico) tendrá mayor demanda y por consiguiente mayor rendimiento
económico, cuanto más comunicativa o funcional sea.
Tierra Hormigón

Ladrillo Vidrio

Plástico Piedra

Las características de resistencia y durabilidad de los materiales, desde un punto de


vista de lenguaje, pertenecen a la esfera de la variación propia del acto del habla, y
cobran distinta importancia según las diferentes comunidades de habla. Por ejemplo,
para un norteamericano medio la casa es un bien temporal y pasajero. Ellos suelen
cambiar de vivienda varias veces a lo largo de su vida por lo que prefieren menores
gastos en la construcción, siendo la madera mucho más abundante y económica que
el ladrillo.
La arquitectura, como cualquier otro lenguaje, indaga en la cognición e interpretación
de la realidad, en este caso de la realidad del habitar, mediante formas de expresión y
contenido diversas, resultando también textos arquitectónicos donde la resistencia y
durabilidad no son las características primordiales: arquitecturas efímeras.
Pabellón Serpentine Gallery 2015, propuesta de arquitectura temporal diseñada por la oficina
española SelgasCano. Construida a partir de plásticos ETFE oscuros y traslúcidos en una variedad de colores.
http://www.serpentinegalleries.org/exhibitions-events/serpentine-pavilion-2015-designed-selgascano

Como metodología de estudio se podría discretizar el significante arquitectónico en


sus componentes (del mismo modo que hacemos mediante la fonética y fonología) y
analizar las diferencias que resulten pertinentes en cuanto al significado de las
unidades espaciales (composición, disposición, instalaciones, ventilación,
iluminación, etc.).

No parece pertinente en la arquitectura la doble articulación de los signos característica


del lenguaje verbal. No ha parecido necesario para los arquitectos contemporáneos
ahondar en esta discretización del signo arquitectónico porque, a diferencia de lo que
ocurre en el lenguaje verbal, las unidades espaciales arquitectónicas (dormitorio,
salón, cocina, baño, etc.) suman, en comparación, un número bastante reducido y no
parece existir un riesgo en el hablante de confusión a la hora de identificar los
espacios, identificación que se realiza en general sin dificultad por la ubicación de
estos espacio y su relación con el resto de la vivienda. No obstante, podría realizarse
el ejercicio teórico de discretizar la unidad espacial en unidades más pequeñas con
significado. Por ejemplo, la unidad espacial cocina podría subdividirse en subespacios
mínimos con significado: subespacio del fogón, subespacio de preparación de
comidas, subespacio de almacenamiento, etc.

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