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UNIVERSIDAD FRANCISCO GAVIDIA

ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA, LIDERAZGO E INNOVACIÓN EMPRESARIAL


- GRUPO 02

DOCENTE: Aracely Castellanos Jaco

TEMA: Ensayo del libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”

EGRESADO: Roberto Enrique Méndez Gutiérrez

CARNET: MG-102115

FECHA: 23 de marzo de 2019

El libro de “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” escrito por Dr. Stephen R
Covey tiene como objetivo enseñar a las personas a conducir su vida de manera
efectiva, de tal manera que cada persona se sienta en paz y satisfecha consigo
misma.

Covey nos muestra una serie de pasos o una metodología que nos ayudara a ser
altamente efectivos con respecto a nuestras actividades en diferentes ámbitos de
nuestra vida, todo esto basados en el conocimiento, la capacidad y el deseo.

Muchas veces nosotros como personas queremos cambiar y mejorar nuestro


estilo de vida o algunas situaciones de la misma pero para lograrlo tenemos que
analizar qué es lo que estamos haciendo mal; tenemos que identificar lo que no es
productivo en nuestras vidas y de esa manera realizar los ajustes necesarios para
empezar a comportarnos de manera distinta. Este libro es una guía que nos
enseña a través de 7 hábitos, la forma de cómo cambiar algunos de nuestros
paradigmas que por mucho tiempo han sido obstáculos (sin darnos cuenta) para
cumplir diferentes objetivos de nuestra vida.

A continuación analizare e interpretare lo que el libro nos enseña en su capítulo I


“principios y paradigmas” y capitulo II “primero, segundo y tercer habito”.

PARADIGMAS Y PRINCIPIOS

En este capítulo el Dr. Stephen R Covey hace énfasis en la ética del carácter
(principios básicos para vivir con efectividad) pero después de la primera guerra
mundial se convertiría en la ética de la personalidad (actitudes y conductas), dos
paradigmas que nos han acompañado en nuestra vida. Para identificar un
paradigma y luego cambiarlo, primero tenemos que entenderlo así tal cual
nuestros 5 sentidos lo logran percibir, de la manera como lo entendamos así lo
podremos practicar. Cada uno de nosotros ve las cosas con forme a las diferentes
experiencias vividas a lo largo de nuestros años, tenemos que tener muy claro que
en la vida y en nuestra sociedad nunca una persona va a pensar igual que otra, ya
que dentro de cada cabeza humana existe un mundo diferente, es decir que si
miramos a nuestro entorno podremos observar que hay miles de mundos
caminando por las calles; tal vez pueden ser similares pero nunca iguales. Para
poder entender esos mundos tenemos que adaptarnos, escuchar la percepción de
los demás y así poder tener una visión más amplia y objetiva a la hora de tomar
decisiones importantes en nuestra vida.

¿Por qué cambiar un paradigma?

Los paradigmas no son considerados buenos ni malos ya que muchas veces nos
ayudan a cumplir actividades con éxito pero por otro lado frecuentemente se
convierten en una piedra dentro de nuestro zapato, es ahí cuando debemos de
darnos cuenta que necesitamos un cambio radical de paradigmas debido a que si
seguimos con el mismo pensamiento es probable que muchas situaciones de
nuestra vida nos lleven al fracaso total.

Muchos nos hacemos la siguiente pregunta ¿Qué gano con cambiar un


paradigma?, pues es simple; un cambio de paradigma puede cambiar
drásticamente nuestra manera de pensar, nuestra forma de sentir y nuestra
manera de ver las cosas en la vida, si queremos realizar cambios de nuestros
paradigmas para mejorar nuestro estilo de vida tenemos que enfocarnos en
trabajar sobre nuestra actitud y nuestra conducta ya que son 2 factores
fundamentales al momento de percibir o ver las diferentes situaciones que
enfrentamos los seres humanos día con día. Se debe tener claro que no todos los
cambios de paradigmas son rápidos y fáciles, pero es una lucha con nosotros
mismos para ser mejores personas en todos los aspectos de nuestras vidas,
tenemos que ver las cosas de diferente manera (de preferencia siempre
positivamente) porque la forma en que vemos las cosas está muy relacionado con
lo que somos y con lo que hacemos.

¿Los paradigmas influyen en nuestra vida laboral y profesional?

Es momento de sentarnos un rato y pensar en cómo nos va en nuestro trabajo,


¿tenemos problemas?, ¿todo va bien?, ¿estamos cumpliendo con todo?, ¿somos
ineficientes?; estas son preguntas que debemos de contestarnos nosotros mismos
y analizar lo que estamos haciendo bien y lo que estamos haciendo mal; si
sobresalen más factores negativos que positivos, es probable que tengamos
paradigmas influyendo de mala manera en nuestro ámbito laboral y es por eso que
nos cuesta desarrollarnos como buenos profesionales.

PRIMER HÁBITO: SER PROACTIVO

Este primer hábito nos enseña a tener iniciativa en todo lo que nosotros
emprendamos, en actuar uno mismo antes de que otros actúen por nosotros, se
trata de comprometernos y mantener los compromisos que se pacten con otras
personas. El ser proactivo, significa no solo tomar iniciativa, también significa que
nosotros como seres humanos tenemos la responsabilidad de nuestras propias
vidas y las decisiones que tomamos dentro de ella, nuestra conducta es un factor
muy importante en nuestras decisiones. Tomar la iniciativa no significa insistir en
algo, significa reconocer nuestra responsabilidad de hacer que las cosas sucedan,
tomar la iniciativa es buscar soluciones a los diferentes problemas que se
presenten en los diferentes ámbitos de nuestras vidas.

En la vida existen personas reactivas y personas proactivas pero ¿Cuál es la


diferencia? Las que son reactivas se ven a menudo afectadas por su ambiente
físico, es decir si en el entorno en el que se encuentran está mal entonces su
estado de ánimos estar por los suelos pero si está rodeado de logros su estado
pasara a ser un estado de felicidad; en cambio la persona proactiva lleva consigo
su propio clima, es decir que los problemas o las malas situaciones que lo rodean
difícilmente van a cambiar su estado de ánimo que por lo general siempre es un
estado de buena vibra y cosas positivas.

¿Por qué ser proactivo?

En este apartado me enfocare en el ámbito laboral, y ¿por qué en ese ámbito?


Pues si observamos bien nos damos cuenta que vivimos más tiempo en nuestros
trabajos que en nuestros propios hogares y por ende se nos presentan muchos
más problemas en nuestro lugar de trabajo. Actualmente todas las empresas u
organizaciones buscan reclutar personas proactivas que estén dispuestas siempre
a avanzar, a aprender, a crecer, a que se sientan seguros de sí mismas y de lo
que hacen, que no le tengan miedo a los nuevos retos y que tengan la capacidad
para encontrar soluciones a los diferentes problemas que se les presenten.

El ser proactivo es un requisito indispensable para todos aquellos que estamos


estudiando una carrera universitaria y queremos convertirnos en profesionales, si
nosotros queremos convertirnos en auténticos lideres debemos de ser proactivos y
tomar la batuta en cada situación que se nos presente dentro de la empresa
independientemente del nivel jerárquico en el que nos encontremos, ya que si nos
encontramos en un nivel jerárquico bajo, el ser proactivo nos abrirá puertas para ir
escalando dentro de una organización, los jefes y supervisores verán en nosotros
un líder capaz de proponer nuevas ideas para el negocio y capaz de manejar a un
grupo de personas para convertirlas en un equipo sólido que ayude al crecimiento
de la organización.

Sin duda alguna la pro actividad también nos ayudara a ser mejores personas
dentro de nuestros hogares, dentro de nuestras familias y dentro de nuestro
círculo social; muchas veces integrantes de nuestras familias necesitan un poco
de ánimo, un empujón, un granito de pro actividad para tomar una decisión
importante en su vida y ese granito lo podemos poner nosotros si somos
proactivos, luego sentiremos una satisfacción enorme al saber que nuestra ayuda
fue muy valiosa para ese familiar o amigo.

¿Cómo lograr ser proactivo?

Para ser una persona proactiva es necesario que nuestro círculo de influencia sea
mayor a nuestro círculo de preocupación y esto se da cuando estamos seguros de
nosotros mismos. El círculo de preocupación es nuestro entorno y si estamos más
pendiente de este que de nosotros mismos, vamos a estar siempre inseguros en
lo que hacemos y las decisiones que tomamos para cada situación de la vida
cotidiana.

SEGUNDO HÁBITO: EMPIECE CON UN FIN EN MENTE


En este hábito el Dr. Stephen R Covey nos enseña que todas las cosas se crean
dos veces, primero se crea una imagen mental (visión del futuro) y luego una
creación física como si fuera un bosquejo. Nuestra misión personal la vamos a
descubrir a través de nuestra pasión, nuestros talentos y nuestro profundo deseo
de dejar una huella positiva en nuestro hogar, nuestro trabajo, nuestra carrera
como profesionales con el fin de ayudar a otras personas. Tenemos que tener muy
claro para dónde queremos ir de tal modo que podamos analizar el lugar en donde
nos encontramos actualmente y dar los siguientes pasos en la dirección correcta.

Pero ¿Qué es la misión personal? Pues es una base para tomar decisiones
importantes sobre nuestra propia vida y las situaciones que se nos presentan cada
día en diferentes ámbitos de la misma. Debemos centrar nuestro vivir en principios
correctos, con una base sólida para el desarrollo de factores que alimenten
nuestra vida y nuestra alma. Cuando nos centramos en principios, se ven las
cosas de otro modo y empezamos a actuar de otra manera debido a que se logra
desarrollar un alto grado de sabiduría e inteligencia y esto se convierte en una
competencia que nos puede ser de mucha ayuda al momento de ingresar a una
organización u empresa del mercado laboral.

En el trabajo, todos los días nos encontramos con personas cuyas metas u
objetivos son totalmente distintas a las metas que tiene la empresa para la cual
ellas laboran, por tanto dichas personas no tienen compromiso; actualmente toda
organización busca crear una unidad, busca consolidar equipos de trabajo
comprometidos, que vayan en el mismo camino de la empresa y que compartan
las mismas metas de la organización. Por lo tanto cada vez que llegamos a
nuestros lugares de trabajo tenemos que llevar un objetivo en mente de tal manera
que se convierta en un incentivo para empezar a realizar las diferentes actividades
que la organización nos ha designado para contribuir al desarrollo de la misma.

¿Qué hacer si se nos dificulta poner en práctica este segundo habito?


Apegándonos a la lectura del libro, tenemos que identificar nuestro propio centro
de vida y la mejor manera de hacerlo es examinando todos los factores que
alimenta nuestro ser. Lo adecuado es crear una vida centrada en valores y
principios, ya que con ello creamos una base sólida para establecer los motivos
por los cuales día a día nosotros luchamos y es así como desarrollaremos este
hábito; todos los días tendremos un fin en mente al momento de desempeñarnos
en nuestras diferentes áreas laborales y sociales.

Todos tenemos diferentes centros que por lo general no los priorizamos, tales
como:

1. Centrarse en la familia: Este casi siempre es el más importante de


muchas personas ya que la dedicación de tiempo a sus familias les da un
aliento para seguir adelante en la vida diaria.

2. Centrarse en el dinero o cosas materiales: Estas personas se centran en


el dinero o cosas materiales como sus autos, sus muebles, sus
electrodomésticos; dejando a su familia y otras prioridades a un lado, el
tener mucho dinero o cosas valiosas es el criterio que tienen para la toma
de decisiones.

3. Centrarse en otros ámbitos de la vida: existen muchas personas que se


centran en el trabajo, en el placer, amigos, problemas, en la religión, etc.

TERCER HÁBITO: ESTABLEZCA PRIMERO LO PRIMERO

Para implementar este tercer hábito se debe tener ya establecida una visión de lo
que queremos ser y hacer para luego ordenar según importancia nuestras
prioridades en la vida. Debemos organizar el tiempo que dedicaremos a esas
prioridades y separaremos lo urgente de lo importante y lo que no es importante.
Se debe tener claro que este hábito va estrictamente amarrado con el primer y
segundo hábito, debemos de poseer una planificación de nuestra vida diaria,
donde se vea reflejada la administración de nuestras actividades y nuestro tiempo.
Se trata de identificar las actividades importantes de las no importantes (ya sean
actividades laborales, sociales, académicas, etc.), de aprender a decir si a las
prioridades y decir no a otras actividades que no son de mucha importancia y no
son urgentes.

En el ámbito laboral, el tiempo siempre es nuestro gran aliado y por eso debemos
de tener la planificación de nuestras actividades diarias, esto nos va a permitir
desempeñar nuestras funciones de manera efectiva y que el margen de error en
estas actividades sea muy bajo, ya que el desorden al momento de laborar
siempre nos lleva al caos, a la confusión y a los “horrores” que pueden costar
mucho dinero o cualquier otro recurso a las compañías para las cuales nosotros
laboramos poniendo en riesgo nuestro puesto de trabajo.

¿Cómo administrar el tiempo?

En este capítulo podemos observar 4 generaciones de la administración del


tiempo las cuales son:

1. Notas y listas de tareas


2. Agendas
3. Priorizar y clarificar actividades de acuerdo a valores
4. Administrarnos nosotros mismos

Actualmente la cuarta generación está emergiendo y tomando auge en la vida de


las personas, esta generación prácticamente nos dice que el tiempo nunca
alcanza y por ende no se tiene que administrar el tiempo sino que somos nosotros
mismos los que tenemos que administrarnos ya que el tiempo siempre es el
mismo día con día pero las actividades que realizamos pueden variar en cada
momento; Entonces ¿qué hacer para que el tiempo nos alcance? Pues debemos
centrarnos en los resultados que queremos tener y en el tiempo que los queremos
obtener, por ejemplo si yo como estudiante universitario quiero graduarme en el
menor tiempo posible entonces a lo largo de mi carrera tengo que ir rechazando o
descartando actividades que yo sé que pueden alargar el tiempo en el que me
quiero graduar. En conclusión tenemos que administrar nuestras actividades por
prioridades y no administrar el tiempo, ya que el tiempo siempre será el mismo y
las actividades pueden aumentar o disminuir día con día.

Personalmente estos 3 primeros hábitos me parecieron muy interesantes y útiles


para mi vida tanto profesional como familiar, yo les recomendaría a todas las
personas desde la edad de la adolescencia a ponerlos en práctica para ser
mejores personas y también porque nos enseñan a romper con nuestros viejos
paradigmas.

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