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De acuerdo a una cantidad cada vez más grande de científicos, las leyes y constantes de
la naturaleza están "ajustadas tan finamente", y han ocurrido tantas "coincidencias" que
permiten la posibilidad de la vida, que el universo debe haber llegado a existir a través del
planeamiento intencional y de la inteligencia.
De hecho, esta "puesta a punto" es tan evidente, y las "coincidencias" son tantas, que
muchos científicos han llegado a apoyar el principio antrópico, que sostiene que el
universo fue traído a la existencia intencionalmente para producir la humanidad.
Si empujamos una de estas constantes sólo un pequeño porcentaje en una dirección, las
estrellas se extinguen dentro del primer millón de años a partir de su formación, y no hay
tiempo para la evolución. Si empujamos una de estas constantes un pequeño porcentaje
en la otra dirección, entonces no se forman elementos más pesados que el helio. Sin
carbono no hay vida. Ni siquiera hay química. No hay absolutamente nada de complejidad.
El Dr. Paul Davis, conocido autor y profesor de física teórica en la Universidad de Adelaida
dijo:
"La cosa realmente asombrosa no es que la vida en la tierra está balanceada sobre el filo
de un cuchillo, sino que todo el universo está balanceado sobre el filo de un cuchillo, y
podría haber un caos total si cualquiera de las ‘constantes' naturales se moviera incluso
levemente. Tú ves", agrega Davis, "aun si consideras al hombre como una existencia
casual, continúa el hecho de que el universo parece diseñado, más allá de toda lógica –
casi forzosamente – para la existencia de vida; tú podrías decir que es un montaje".
De acuerdo a la última opinión científica, el universo se generó en una explosión gigante
de energía llamada el "big bang". Al comienzo, el universo era solamente hidrógeno y
helio, lo que se solidificó y se transformó en estrellas. Subsecuentemente, todos los otros
elementos fueron fabricados dentro de las estrellas. Los cuatro elementos más abundantes
en el universo son: hidrógeno, helio, oxígeno y carbono.
Cuando Sir Fred Hoyle estaba investigando cómo es que el carbono llegó a existir a través
de los "altos hornos de fundición" que son las estrellas, sus cálculos indicaron que es muy
difícil explicar cómo las estrellas generaron la cantidad necesaria de carbono de la cual
depende la vida en la tierra. Hoyle encontró que hay muchos acontecimientos fortuitos que
sólo ocurrieron una vez y que parecieran indicar que se hicieron "ajustes" intencionales en
las leyes de la física y la química para producir el carbono necesario.
Una interpretación con sentido común de los hechos sugiere que un supervisor ha
manejado los hilos tanto de la física como de la química y de la biología, y no hay en la
naturaleza fuerzas invisibles de las que valga la pena hablar. No creo que ningún físico
que examine la evidencia pueda no llegar a la conclusión de que las leyes de la física
nuclear han sido diseñadas deliberadamente en relación a las consecuencias que
producen dentro de las estrellas.
Si alguien alega no estar sorprendido por las características especiales que tiene el
universo, está escondiendo su cabeza en la arena. Estas características especiales SON
sorprendentes e improbables.
El hecho de que el universo exhibe muchas características que acogen la vida orgánica
(como precisamente aquellas constantes físicas que resultan en planetas y estrellas de
larga vida) también ha llevado a los científicos a especular acerca de la existencia de
alguna influencia divina.
En su libro más vendido, "Una Breve Historia del Tiempo", Stephen Hawking
(posiblemente el cosmólogo más famoso del mundo) se refiere al fenómeno como
"extraordinario".
"El hecho extraordinario es que los valores de estos números (por ejemplo las constantes
de la física) parecen haber sido ajustados finamente para hacer posible el desarrollo de la
vida". "Por ejemplo", escribe Hawking, "si la carga eléctrica del electrón hubiese sido
ligeramente diferente, las estrellas no hubiesen podido quemar hidrógeno y helio, o no
hubiesen podido explotar. Parece claro que hay relativamente pocos rangos de valores
para los números (para las constantes) que puedan permitir el desarrollo de cualquier
forma de vida inteligente. La mayoría de las combinaciones de valores llevarían a
universos que, aunque podrían ser muy lindos, no contendrían a nadie que puediera
observar esa belleza".
Hawking continúa diciendo que él podría llegar a considerar esto como una posible
evidencia de un "propósito divino en la creación y una elección en las leyes de la ciencia
(por Dios)" (Ídem Pág. 125). El Dr. Gerald Schroeder, autor de "Génesis y el Big Bang" y
"La Ciencia de la Vida", trabajó previamente en el departamento de física del Instituto de
Tecnología de Massachussets. Él agrega los siguientes ejemplos:
1) El profesor Steven Weinberg, premio Nobel en física de alta energía (un campo de la
ciencia que estudia el comienzo del universo) escribe en la revista "Scientific American" y
concluye que:
Cuán sorprendente es que las leyes de la naturaleza y las condiciones iniciales del
universo puedan permitir la existencia de seres que lo puedan observar. La vida como la
conocemos sería imposible si una de las tantas cantidades físicas tuviera valores
levemente diferentes.
Esto significa que si las energías del big bang hubiesen sido, en unidades arbitrarias, no:
10000000000000000000000000000000000000000000
00000000000000000000000000000000000000000000
00000000000000000000000000000000,
Sino:
10000000000000000000000000000000000000000000
00000000000000000000000000000000000000000000
00000000000000000000000000000001,
No hubiese habido vida de ningún tipo en todo el universo porque, como declara
Weinberg:
Penrose continúa:
Aun si escribiéramos un cero en cada protón por separado, y en cada neutrón por
separado en todo el universo (y podríamos incluir todas las demás partículas también para
tener una buena medición) igualmente nos quedaríamos cortos al escribir el número que
necesitamos. La precisión requerida para darle curso al universo no es de ninguna manera
inferior a toda la extraordinaria precisión a la que ya nos hemos acostumbrado en las
ecuaciones dinámicas superlativas (de Newton, de Maxwell, de Einstein) que gobiernan el
comportamiento de las cosas momento a momento.
Es apropiado completar esta sección de "puesta a punto" con las elocuentes palabras del
profesor John Wheeler:
Para mí, tiene que haber en el fondo de todo, no una ecuación completamente simple sino
una IDEA completamente simple. Y para mí esa idea, cuando finalmente la descubramos,
será tan convincente, y tan inevitable, y tan hermosa, que todos nos diremos los unos a
los otros: "¿Cómo podría haber sido de otra manera?"