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El diente es un órgano duro, formado básicamente por cuatro tejidos, uno derivado del
ectodermo: el esmalte, y tres derivados del mesodermo: la dentina, el cemento y la pulpa;
ellos, con excepción de la pulpa, poseen diferentes grados de mineralización y por lo tanto
son tejidos duros.
Corona— Es la parte normalmente visible del diente al abrir la boca. La forma de la corona
determina la función del diente. Por ejemplo, los dientes anteriores son afilados y sus bordes tienen forma de
cincel para cortar, mientras que los molares tienen superficies planas para moler.
Borde de la encía— Es la línea de unión entre los dientes y las encías. Sin un cepillado correcto y sin
el uso adecuado de hilo dental, el sarro y la placa se acumulan en esta línea y ocasionan gingivitis u otras
enfermedades de las encías.
Raíz— Es la parte del diente que se inserta en el hueso. La raíz constituye las dos terceras partes del
diente y lo sostiene al mismo en su lugar.
Parte interna:
Esmalte— Es la capa externa del diente. El esmalte es el tejido más duro y mineralizado del cuerpo;
sin embargo, puede deteriorarse si los dientes no reciben los cuidados necesarios.
Dentina— Es la capa del diente que está debajo del esmalte. Si la caries logra atravesar el esmalte,
llega a la dentina, y allí millones de pequeños conductos conducen directamente a la pulpa dental, pudiendo
infectarla.
Pulpa— Es el tejido blando que se encuentra en el centro de todos los dientes, donde están el tejido
nervioso y los vasos sanguíneos. Si la caries alcanza la pulpa, por lo general, se siente dolor.
CEMENTO: Es una capa dura y opaca que recubre a la raiz del diente.
Estructura del diente
Un concepto de cemento por si no te cuadran los otros
Como cuidar los dientes: Cuidar tus dientes te ayudará a llevar una vida larga,
sana y sin molestias. Con el fin de mantener tus dientes sanos, es
importante que desarrolles una buena rutina del cuidado dental en los
primeros años de tu vida y la mantengas a medida que pasen los años.
Puedes hacerlo practicando una buena higiene bucal, comiendo sano y
complementando estos buenos hábitos con un cuidado profesional
cuando sea necesario.
Usa una pasta dental con flúor. El flúor protege el esmalte y hace que
sea menos probable que te salgan caries. No obstante, es importante
que la pasta dental tenga suficiente flúor para que sea eficaz. Asegúrate
de que tenga al menos entre 1350 y 1500 ppm.[6]
Las pastas dentales con menos de 1000 ppm de flúor serán
ineficaces para proteger tus dientes.
Los niños pueden usar pasta dental de fuerza completa si un
adulto se asegura de que lo escupan después de cepillarse.
Usa el hilo dental a diario. Usar el hilo dental limpia las superficies entre
tus dientes. Esto es importante porque no puedes limpiar ahí con eficacia
con tu cepillo. Por ende, si no usas el hilo dental, la comida, la plata y las
bacterias se acumularán ahí.[7]
Usa 30 cm de hilo dental o un cepillo interdental. Insértalo entre tus
dientes y dóblalo alrededor de uno de tus dientes. Muévelo de arriba
abajo a lo largo de los costados del diente, después insértalo en el otro
diente y repite el procedimiento.[8]
Debes hacerlo con cuidado cuando lo uses debajo de las encías.
Si recién vas a usar el hilo dental, tus encías pueden sangrar, pero
después de unos días dejarán de hacerlo.
Aproveche las ventajas del uso de hilo dental y adopte la siguiente técnica:
Tomando unos 45 cm (18") de hilo dental, enrolle la mayor parte del mismo alrededor del dedo
anular, dejando 3 o 5 cm (1 ó 2") de hilo para trabajar
Sostenga el hilo dental tirante entre los dedos pulgares e índices, y deslícelo suavemente hacia arriba
y hacia abajo entre los dientes
Curve el hilo dental suavemente alrededor de la base de cada diente, asegurándose que pase por
debajo de la encía. Nunca golpee ni force el hilo, ya que puede cortar o lastimar el delicado tejido gingival
Para extraer el hilo, utilice el mismo movimiento hacia atrás y hacia adelante, sacándolo hacia arriba
y alejándolo de los dientes
El hilo dental de nylon puede estar o no encerado, y existen una gran variedad de sabores. Puesto que este tipo
de hilo dental está compuesto por muchas hebras de nylon, a veces se desgarra o deshilacha, especialmente
entre los dientes con puntos de contacto apretados. Si bien es más caro, el hilo dental de un solo filamento
(PTFE) se desliza fácilmente entre los dientes, incluso entre aquéllos con espacios reducidos, y generalmente
no se deshilacha. Si los utiliza correctamente, ambos tipos de hilo dental son excelentes para eliminar la placa y
los restos alimenticios.
El enjuague bucal es una solución que suele usarse para mantener la higiene
bucal, después del cepillado de dientes, para eliminar las bacterias y
microorganismos causantes de caries y eliminar el aliento desagradable.
Existen enjuagues con funciones específicas; según su composición, se pueden
encontrar enjuagues que se especializan en la prevención de halitosis, es decir, el
mal aliento; otros con flúor que previenen la caries y optimizan la calcificación de
los dientes. Asimismo, se están diseñando enjuagues bucales con el objetivo de
reducir o curar las neoplasias en la cavidad bucal. Es recomendable evitar diluir los
enjuagues debido a que puede disminuir su eficacia.
El flúor es un compuesto mineral natural que se encuentra en el agua y
en la tierra. También está presente en alimentos y bebidas con distintas
concentraciones. El flúor ayuda a prevenir las caries al hacer toda la
superficie dental más resistente a los ácidos de las bacterias que viven
en la placa de sus dientes.
Qué pasa durante una visita dental?
Primeramente, es importante que usted encuentre un dentista con el cual se sienta en confianza y a gusto; una
vez logrado esto, necesitará programar una revisión antes de presentar problemas en su boca.
En la primera visita, el dentista realizará una historia clínica completa. Si su estado de salud se modifica, usted
debe comunicarlo en las consultas subsecuentes.
Lo ideal sería que las consultas odontológicas fueran solo revisiones de rutina. Las revisiones de manera
regular se recomiendan cada 6 meses y serán para mantener la limpieza de los dientes, prolongar el buen estado
de ellos y prevenir el desarrollo de problemas dolorosos.
Un Examen Completo
El dentista realizará un examen completo de sus dientes, encías y boca, observando si hay signos de
enfermedad u otros problemas. El objetivo de él será el de ayudarle a mantener una buena salud bucal y evitar
que los problemas avancen, identificándolos y tratándolos lo antes posible.
Radiografías
Según su edad, los riesgos de enfermedad y sus síntomas, el dentista recomendará una serie de radiografías; ya
que éstas pueden diagnosticar problemas que de otro modo pasarían inadvertidos, como dientes retenidos,
abscesos, quistes o tumores y caries entre los dientes. Un consultorio dental moderno utiliza aparatos que casi
no emiten radiación (no más que la que recibiría al pasar un día al sol o un fin de semana mirando televisión).
Como precaución se debe utilizar siempre un delantal de plomo al tomar las radiografías. En caso de pacientes
embarazadas, se debe comunicar siempre al dentista para que él determine tomar solo radiografías en
situaciones de emergencia.
Su dentista puede indicar una radiografía panorámica o Panorex. Este tipo de radiografía proporciona una
visión completa de los maxilares superior e inferior en un solo cuadro, lo cual ayuda a comprender su mordida
y la relación que existe entre los maxilares superior e inferior en una sola vista, y a su vez ayudará a
comprender su mordida y la relación entre los dientes y su arco.