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COME BIEN, EJERCÍTATE BIEN, ¡Y OBTENDRÁS UNA MEJOR CALIDAD DE

VIDA!

Sandra Liliana Rueda Joya

En los últimos años, la obesidad y el sobrepeso, están consideradas como enfermedades que
se presentan como consecuencia de una alimentación poco saludable e incremento de
actividades sedentarias. En nuestro país, existe una ley, la 1355 de 2009 que declara a la
Obesidad como una prioridad de salud pública y adopta medidas para su control, atención y
prevención1. Esta ley contempla aspectos importantes como la regulación en el consumo
de alimentos en establecimientos educativos y la promoción de estilos de vida saludables.
La última Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia (ENSIN) 2
socializada en nuestro país en noviembre del 2017, informa que tanto el sobrepeso como
la obesidad aumentó en niños y niñas menores de 5 años un 24.4%, en edades de 5-17
años en 17.9 %, y en adultos pasó a un 56%. A futuro esto conlleva a una epidemia de
enfermedades crónicas de alto costo económico como diabetes, hipertensión arterial,
enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares, que ocasionan una elevada mortalidad
prematura y una mala calidad de vida.

De igual forma esta misma encuesta nos reporta que la población colombiana no
practica una alimentación saludable, debido quizás a los cambios en los hábitos que se han
generado en los últimos años. Es así como empezamos a evaluar desde nuestra casa, qué
tanto conocemos nuestros hábitos alimentarios, ¿qué tan adecuados son?, ¿sabemos qué son
estilos de vida saludable? y ¿qué tanto los practicamos en nuestra vida?

Los hábitos conforman las costumbres, actitudes, formas de comportamientos que


asumen las personas ante situaciones concretas de la vida diaria, las cuales con llevan a
1
Ley 1355 de 2009. Estrategias para Promover una Alimentación Balanceada y Saludable

2
Ministerio de Protección Social. Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia. (ENSIN) 2015. Fechade
Consulta: 20 Junio de 2018
formar y consolidar pautas de conducta y aprendizajes que se mantienen en el tiempo y
repercuten de manera favorable o desfavorable en el estado de salud, nutrición y el
bienestar. Estos llegan a ser parte de la vida de un individuo, determinando así en muchas
ocasiones su modo de actuar, preferencias y elecciones. Los hábitos alimentarios son la
selección y elección de la cantidad, calidad y forma de preparación de los alimentos que
consume un individuo, como respuesta de sus gustos, disponibilidad de alimentos, poder
adquisitivo, tradiciones familiares y socioculturales.

Partiendo de estos conceptos, y mirando un poco hacia nuestro quehacer diario,


posiblemente estamos perdiendo la lección; somos una sociedad con bajo consumo de
verduras y frutas, poco o nada en el consumo de alimentos integrales; pero en su lugar si
tenemos un alto consumo de bebidas azucaradas (jugos de caja), refrescos y gaseosas;
consumos con frecuencia de golosinas y dulces y un alto consumo de comida rápidas y
paquetes, etc. De igual forma, algunos han aprendido a omitir tiempos de comida, otros no
desayunan, y algunos no tienen horarios para comer; todo esto favorece un estilo de vida
poco saludable.

Como padres de familia, somos orientadores y ejemplo para nuestros hijos, por
tanto, aquí es un trabajo de cambio en el chip que traemos; cambio en las tradiciones que
dejaron nuestros abuelos, quienes en su afán de alimentarnos nos brindaban platos llenos de
alimentos hipercalóricos (papa, yuca, arroz, plátano, sopas, etc), pero que en su época
gastaban con actividad física, ya que las personas realizaban trabajos arduos, caminaban
muchas horas para trabajar o estudiar. Hoy en día, la innovación y las tecnologías nos han
llevado a ser más sedentarios y nuestros hijos ya no juegan como antes; se ha observado
una disminución de la actividad física, favorecida por la televisión, los juegos en
computador y el celular. Se dice que los niños pasan más tiempo delante de la televisión
restando horas al sueño y esto conduce al sobrepeso infantil.

Adicional a esto, hoy comemos menos natural, la industria alimentaria y la


publicidad han incidido notablemente en el cambio de hábitos, pues recibimos por todos
lados comerciales que nos incitan al consumo de alimentos dulces, ricos en calorías y bajo
en nutrientes.

El trabajo no es fácil, cambiar hábitos no se logra de un día para otro y menos


cuando se trata de comer; modificar conductas es algo que se consigue con tiempo,
paciencia y voluntad. La primera tarea es iniciar, evaluar cómo estamos, y arrancar. A
veces se requiere de ayuda profesional, quien puede orientar pautas y rutinas para poder
iniciar una vida más saludable. Aquí la cuestión no es hacer dieta, la idea es modificar
desde adentro aquellas costumbres que traemos arraigadas y que están afectando la salud.
La vida cambia cuando empezamos a comer bien y nos ejercitamos. Es vital quererse y
quererse bien, y para eso la alimentación y una actividad física frecuente es la mejor
herramienta que podemos utilizar.

En el articulo se utiliza los argumentos de Autoridad, puesto que contamos con los
estudios realizados por el Ministerio de Salud y Protección Social y el Instituto Colombiano
de Bienestar Familiar, donde nos muestran porcentajes y cifras reales del incremento de
obesidad y la mala alimentación que presentamos los colombianos.

BIBLIOGRAFÍA

INSTITUTO COLOMBIANO DE BIENESTAR FAMILIAR, Guías alimentarias para la


población colombiana basada en alimentos, para la población colombiana mayor de dos
años. Primera edición, noviembre 2015. disponible en: URL:
https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/SNA/guias-
alimentarias-basadas-en-alimentos.pdf

MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCIÓN, Día Nacional de Lucha contra la Obesidad y


el Sobrepeso, Obesidad en Infantes y adolescentes. Disponible en:
http://www.mineducacion.gov.co/1621/fo-article-353592.pdf

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