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LICENCIATURA EN ENFERMERÍA
MODALIDAD A DISTANCIA
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Consignas y Respuestas del Trabajo Práctico N° 2.
1. Defina, urgencia, emergencia, paciente crítico, ventilación Mecánica,
Monitorización Hemodinámica Invasiva.
Urgencia: La Organización Mundial de la Salud (OMS) define urgencia
sanitaria como “la aparición fortuita (imprevista o inesperada) en cualquier
lugar o actividad, de un problema de salud de causa diversa y gravedad
variable, que genera la conciencia de una necesidad inminente de atención
por parte del sujeto que lo sufre o de su familia”.
Emergencia: Circunstancia en la que la vida de la persona corre peligro o
puede resultar con secuelas irremediables si no es asistido con precocidad.
Nota: definiciones de urgencia y emergencia extraídas del sitio web:
http://www.revistaenfermeriacyl.com/index.php/revistaenfermeriacyl/article/viewFile/91/69
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conocimientos y habilidades. La suma de conocimientos, habilidades y actitudes,
más el tiempo de experiencia configuraran el perfil del personal de enfermería de
terapia intensiva.
3. Explicar las Competencias, conocimientos, habilidades y destrezas del
enfermero de terapia intensiva.
El personal de enfermería que trabaja en terapia intensiva debe tener un elevado
nivel de preparación y capacidad de responsabilidad clínica que le permitan
resolver con prontitud diversas situaciones agudas con las que se va a enfrentar
en su actividad diaria asistencial.
Las competencias del enfermero de terapia intensiva son:
Poseer un elevado nivel de preparación y capacidad de responsabilidad clínica.
Saber reconocer signos de alarma y complicaciones. Reconocer y manejar las
urgencias más frecuentes. Valoración clínica adecuada del dolor torácico.
Identificación de la electrocardiografía normal y alteraciones. Detectar
complicaciones y signos de alarma. Disponer de una visión continuada e integral
de los procesos. Toma rápida de decisiones y capacidad para detectar problemas
aplicando soluciones. Utilización de monitores, de catéteres programación de
ventilación mecánica, cuidados enfermeros específicos ante técnicas invasivas.
Capacidad para prestar apoyo psicológico a enfermos y familiares. Promoción de
salud, educación para la salud y consejos sanitarios Educación del paciente y de
la familia en el manejo de su enfermedad, y promoción del autocuidado.
Los conocimientos del enfermero de terapia intensiva son:
Conocimiento avanzado del proceso asistencial.
Protocolos, procedimiento y guías prácticas para pacientes críticos.
Diagnósticos y tratamiento de las enfermedades
Saber reconocer signos de alarma, complicaciones.
Cuidados enfermeros específicos ante técnicas invasivas y soporte vital avanzado.
Promoción de salud, educación para la salud, consejos sanitarios.
Métodos de investigación en enfermería.
Metodología en gestión de procesos organigramas, guías de práctica clínica,
mapa de cuidados, gestión de casos.
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Habilidades de los enfermeros de terapia intensivas:
Capacidad para detectar problemas y aplicar soluciones.
Elaboración de planes de cuidados según el proceso y visión continuada e integral
de los procesos.
Manejo de las urgencias más frecuentes.
Cuidados en técnicas intervencionistas radiológicas.
Técnicas específicas: acceso a vías centrales, cuidados de catéteres, acceso a
vías radiales. Preparación para pruebas complementarias, preparación
prequirúrgica y manejo de pacientes postquirúrgicos.
Detectar complicaciones y signos de alarma
Valoración clínica adecuada del dolor torácico.
Identificación del electrocardiograma normal y alteraciones.
Educación del paciente y de la familia en el manejo de su enfermedad y
promoción del autocuidado. Capacidad de manejo en cuanto al uso y
mantenimiento de todos los aparatos propios de la unidad de terapia intensiva por
ejemplo monitores, electrocardiograma.
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o desconocido, que les priva de sus interacciones y sensaciones habituales,
mientras les asaltan constantemente estímulos sensoriales extraños.
El ingreso a terapia intensiva puede establecer las anomalías psicológicas
conocidas como síndrome de cuidados intensivos, cuyos síntomas consisten en
una modificación de los niveles de conciencia, sobre orientación, ilusiones y
alucinaciones, anomalías en el comportamiento que incluyen agresión, pasividad y
negativismo y alteraciones de la memoria, los cuales pueden llegar a incrementar
la duración de la estancia hospitalaria.
El desarrollo del síndrome parece depender de una compleja interacción entre los
problemas psicológicos previos de los pacientes, el trauma psicológico causado
por la enfermedad, el estrés inducido por el ambiente y el tratamiento y cuidado de
la terapia intensiva.
Se considera que el ambiente propio de la terapia intensiva afecta
psicológicamente a los pacientes de un modo negativo.
En este marco situacional, el paciente, además de abandonar temporalmente los
roles que desempeñaban previamente y de forma habitual, adopta un rol pasivo y
dependiente hacia el equipo médico del hospital.
Las intervenciones deben ir dirigidas hacia el alivio del dolor de los pacientes y la
promoción de una atmósfera en la que sea posible el descanso, con menos luces,
ruido y las menores interrupciones posibles. Respecto a la falta de control de sí
mismo, consideran que se debe ofrecer asistencia psicológica a los pacientes, así
como una mayor cantidad de información sobre el tratamiento por parte de un
equipo multidisciplinar, que les permita participar y sentirse involucrados en el
proceso.
En cuanto a las necesidades psicosociales de los pacientes críticos, quienes
describen no sentirse seguros, por lo que la intervención debe dirigirse a promover
los sentimientos de seguridad en los pacientes críticos.
Con respecto al perfil del sueño, se puede afirmar que los pacientes de terapia
intensiva han caracterizado al sueño por ser ligero, con despertares frecuentes y
que generalmente cuando se despertaban o les despertaban les costaba
relativamente poco volver a dormirse. Entre los factores señalados por los
pacientes como causantes de su mal descanso destacan el ruido, el dolor y las
incomodidades debidas a la postura, la presencia de tubos, etcétera, así como a la
preocupación por la propia enfermedad.
Otro factor estresante es la dificultad de este tipo de pacientes para comunicarse
como consecuencia de las técnicas de ventilación empleadas, lo cual puede
producirles sentimientos de rabia y desánimo, que a su vez pueden reducir la
interacción con los familiares y cuidadores y tener un impacto en cuanto a la
participación activa del paciente en su recuperación. Además, las dificultades
para comunicarse con los pacientes pueden resultar frustrantes para los miembros
del equipo multidisciplinar responsables de su cuidado. Los intentos de
comunicación no verbal de estos pacientes tampoco suelen ser exitosos,
causándoles sentimientos de frustración, despersonalización e inseguridad.
Varios estudios se centran en la valoración de los criterios que utiliza el equipo de
terapia intensiva, principalmente enfermería, para detectar este tipo de
alteraciones de ansiedad en los pacientes.
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La diversidad de manifestaciones de la ansiedad y sintomatología en los pacientes
críticos, asi como la ausencia de un lenguaje común y de instrumentos de medida
estandarizados, hacen que el equipo clínico desarrolle nuevas investigaciones que
comparen la valoración de ansiedad realizada por enfermería, psicólogos y los
propios pacientes para realizar estrategias que llevan a cabo para aliviarlas.
En conclusión, se considera necesario un abordaje integral de las alteraciones
emocionales y necesidades psicológicas que incluyan tanto la atención de las
necesidades físicas, como de las psicológicas por parte de un equipo
multidisciplinario, formado por profesionales de distintas áreas de la salud para
poder aplicar los cuidados al paciente en cuestión.
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Establecer objetivos, medios y la situación futura a la que se desea llegar
con la implementación de la teoría de la comprensión facilitada.
Identificar y planear diferentes actividades que, analizadas desde su
factibilidad económica, temporal y de recursos, permiten dar solución al
problema y cumplir con los objetivos establecidos.
Seleccionar para este caso la elaboración de un plan de cuidados
estandarizado, que es la protocolización y sistematización de las
intervenciones de enfermería para un problema de salud especifico por lo
que se vuelve una herramienta útil y un instrumento de referencia que
garantiza mejorar el manejo de recursos, optimizar la utilización del tiempo,
buscar alternativas de mejoramiento, desarrollar actividades con los mejores
estándares de calidad, adecuar las necesidades de las personas a los
procesos, homologar el lenguaje dentro de la práctica y asegurar las
acciones.
Los cuidados principales enfocados a la familia:
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adaptativas relacionadas con su reto de salud, que es insuficiente ineficaz o
está comprometido.
ANSIEDAD: Vaga sensación de malestar o amenaza acompañada de una
respuesta autonómica, sentimiento de aprensión causado por la anticipación
de un peligro. Es una señal de alerta que advierte de un peligro inminente y
permite al individuo tomar medidas para afrontarlo.
SINDROME DE DETERIORO EN LA INTERPRESETACION DEL
ENTORNO: Falta constante de orientación respecto de las personas, el
espacio, el tiempo o las circunstancias.
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• Temperatura > 38 °C o < 36 °C
• Frecuencia cardiaca > 90 lpms
• Frecuencia respiratoria > 20 rpm o PaCO2 < 32 mm Hg
• Rec. leucocitos > 12.000 mm3 o < 4.000 mm3 o > 10% de cayados.
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4 - Dormido, responde rápidamente a estímulos lumínicos o auditivos.
5 - Dormido, responde perezosamente a estímulos lumínicos o auditivos, responde
a estímulos importantes (aspiración traqueal).
6 - No responde a estímulos.
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Consiste en tres componentes esenciales del examen neurológico: apertura de
ojos, mejor respuesta verbal y mejor respuesta motora. La escala clínica inicial
consistió en 14 puntos; cuatro para la apertura de ojos, cinco para la mejor
respuesta verbal y seis para la mejor respuesta motora. La escala de Glasgow a
tenido una amplia aceptación para su aplicación en los pacientes traumatizados.
Fue desarrollado como un sistema de evaluación del grado de coma y como
predictor del resultado final. Actualmente se utiliza además como indicador de
tratamiento y para categorizar la gravedad del traumatismo: leve, moderado y
grave.
j. Criterios de lesión pulmonar aguda/Síndrome de distrés respiratorio
agudo.
Estos criterios tienen en cuenta que la gravedad de la lesión pulmonar es variable
en donde la situación con hipoxemia menos grave se considera Lesión Pulmonar
Aguda y aquella con hipoxemia más grave se considera Síndrome de Distrés
Respiratorio Agudo. Los cuatro criterios que usa para su medición son:
Insuficiencia respiratoria de comienzo agudo.
Lesión pulmonar aguda: Relación presión parcial de oxígeno arterial/fracción
inspirada de oxígeno, (PaO2/FiO2) igual o menor de 300 independientemente del
nivel de PEEP aplicada.
Síndrome de distrés respiratorio: relación PaO2/FiO2 menor o igual de 200.
Infiltrados bilaterales en la radiografía de tórax.
Presión capilar pulmonar igual o menor de 18 mm Hg o no sospecha clínica de
fracaso ventricular izquierdo.
k. Infarto agudo de miocardio: clasificación de Killip y Kimball.
La clasificación de Killip y Kimball es eminentemente clínica. Establece cuatro
estadios o clases en los que se correlaciona estrechamente la función ventricular
izquierda en el Infarto Agudo de Miocardio con la mortalidad y, por tanto, tiene
fines pronósticos.
Clase 1: Definición clínica: Tensión arterial estable, auscultación pulmonar sin
estertores, auscultación cardiaca sin tercer tono, ausencia de galope, no hay
evidencia de insuficiencia cardiaca.
Clase2: Definición clínica: Estertores en menos del 50% de los campos
pulmonares, auscultación cardiaca con tercer tono, galope ventricular, evidencia
de insuficiencia cardiaca.
Clase 3: Definición clínica: Estertores en más del 50% de los campos pulmonares
(edema de pulmón), auscultación cardiaca con tercer tono, galope ventricular.
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Clase 4: Definición clínica: Shock cardiogénico, piel fría, cianótica, sudoración fría,
sensorio deprimido, diuresis inferior de 20 ml/h.
l. Therapeutic intervention scoring systems TISS; TISS-76; TISS-28; NEMS)
El sistema de puntuación de intervención terapéutica se describió inicialmente
como un índice de gravedad y como un índice de medida de la intensidad del
tratamiento.
El TISS se diseñó para: determinar la utilización apropiada de los cuidados
intensivos, ofrecer información sobre la relación de enfermeras en función de las
áreas, establecer una clasificación clínica de los pacientes críticos en cuatro
categorías, simplificando y organizando las actividades relacionadas con sus
cuidados, analizar el coste de la medicina intensiva en relación con los cuidados
ofrecidos. En 1983 el TISS fue revisado y modernizado por Keene et al. (TISS 76)
basándose en las innovaciones en medicina intensiva posteriores a la descripción
del TISS original. Los datos deben ser recogidos a la misma hora cada día,
preferiblemente por la mañana y por la misma persona, se debe valorar cada ítem
introducido durante las 24 horas previas.
El TISS 28 reduce los sistemas anteriores a 28 ítems, podría remplazar a la
versión original en la práctica clínica en las unidades de terapia intensiva. Utiliza
los puntajes en clases de Actividades básicas, soporte ventilatorio, soporte
hemodinámico, renal, neurológico y metabólico.
Se consideró que las versiones disponibles del TISS eran demasiado largas y
consumían demasiado tiempo. Debía llevarse a cabo la construcción de una
versión simplificada que fuera más fácil de interpretar y que asegurara su
utilización en diferentes unidades de terapias intensivas, por lo que se construyó
NEMS por lo que se reduce de 28 ítems a solo 9. La ventaja de los índices
terapéuticos: son una medida objetiva y reproducible del trabajo de enfermería
relacionado con las diferentes actividades realizadas.
m. Clasificación de las úlceras por presión.
Esta clasificación es la más utilizada en protocolos y guías de tratamiento de
úlceras por presión, depende del observador pudiendo haber diferencias en la
valoración entre distintas personas. La graduación de las úlceras en proceso de
curación es controvertida. Así existen grupos de trabajo que aplican parámetros
objetivos como tamaño, profundidad, cantidad de tejido necrótico, exudación y
presencia de granulación para mejor clasificación de la úlcera en proceso de
curación. La clasificación se realiza de la siguiente manera:
Grado 1: Piel enrojecida que no desaparece al retirar la presión en los 30
segundos siguientes a aliviarla. Cambios en consistencia de la piel, temperatura o
sensación.
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Grado 2: Pérdida del grosor de la piel que afecta a epidermis, dermis o ambas.
Úlcera superficial que tiene aspecto de abrasión o ampolla.
Grado 3: Pérdida total del grosor de la piel, lesión o necrosis del tejido subcutáneo.
Puede extenderse hasta de la fascia subyacente.
Grado 4: Pérdida total del grosor de la piel con destrucción extensa, necrosis del
tejido o lesión en musculo, hueso o estructuras de sostén.
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